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Jaime Barylko

Del cogito a la modernidad

Summary: The cartesian Cogito opens Moder- apenas el puente de varios siglos. Un puente, en
nity not from the side of the power of knowledge. efecto. En el reino de las ideas humanas (acerca
The newness of cartesian Cogito lies in stress del hombre) el movimiento es penosamente lento.
upon subject. Ego is the axis of Cogito. The mo- La premisa es de Descartes; la conclusión, de
dern one is the almighty, divine and lonely Ego, Nietzsche.
decisively alone. The Ego is in-dependant, like Descartes es el hombre que logra expresar una
God. From there to Nietzsche a step elapses. This nebulosa idea que flotaba en su tiempo. Lo mismo
step lasts ages of fatal inference. Modernity is hace Nietzsche.
only Ego. 'That only Ego' is to be a lonely Ego: Encuentran la fórmula.
rejoining absence. Crisis of the subject of know- La expresión es lanzada al mundo y es el mun-
ledge, for that reason an isolated subject. Conse- do el que le pone el significado, -el que recibe el
quently knowledge is unleading and it looses its mensaje y lo decodifica.
reason to be, because knowledge transforms being Es probable que las intenciones de Descartes
into reason. hayan sido muy cristianas, religiosas, espiritualis-
taso El fruto lo cosechó Nietzsche por una parte y
Resumen: El Cogito cartesiano inaugura la el materialismo previo del Barón d'Holbach por
modernidad no desde el lado del poder del cono- otra.
cimiento. La novedad del Cogito cartesiano radi- Es probable, también, que Nietzsche haya que-
ca en la acentuación del sujeto. El Yo es el eje del rido fundamentar un nuevo heroísmo romántico y
Cogito. Moderno es el Yo omnipotente, divino y olímpico del hombre que no necesita de Dios por-
definitivamente solo. El Yo es in-dependiente, co- que se vuelve él mismo Dios.
mo Dios. Desde ahí hasta Nietzsche transcurre un El último fruto lo cosechamos nosotros, los
paso, el cual dura varios siglos de inferencia fa- modernos, sin Dios por fuera y con una enorme
tal. La modernidad es solo Yo. Solo Yo es Yo solo: carencia por dentro.
ausencia religante. Crisis del sujeto cognoscente, Unos siembran, otros cosechan.
por tal razón un sujeto in-comunicado. En conse- El cogito descubre al ser como existencia y a la
cuencia, el conocimiento es in-conducente y pier- conciencia como evidencia. "Pienso, por lo tanto
de su propia razón de ser, por CIItDIIt1 el COIIOCi- existo" es un círculo claustrofóbico, con mucha
miento hace consistir al ser en la razJÍIL angustia y poca salida.
Es la verdad. La verdad que buscábamos para
salimos de toda duda, como nos explica Descar-
l. El qué sin para tes. Una vez obtenida, se pregunta uno qué hacer
ahora con esas y tantas otras verdades semejantes.
Del cogito -"pienso, por lo tanto - de La verdad responde al "qué" y a mí -a Descartes, a
Descartes al "Dios ha muerto" de •.• ,.te hay ietzsche, a Tomás de Aquino, a Wittgenstein, a

Rcv. FiIoso&a ÜIiY_ 0IIIa Rica, XXXIII (80), 69-72, 1995


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Francisco Romero, a todos- nos apasionaría saber ble, ya que no puedo atrevenne a aconsejar a na-
"para qué". die que me imite.
Se comprende que Descartes huya urgentemen- Según Pascal, el hombre no es más que una ca-
te de su famosa verdad en busca de Dios. ña, pero pensante.
El "pienso" y el "existo" lo reducen a una sole- Según Descartes, el hombre es pensante, pero
dad clara y distinta. no más que endeble caña que nunca dejará de an-
dar solo y en la oscuridad.
Naturalmente: con miedo.
11.Pienso: solo en la oscuridad El protagonista de Rojo y Negro, de Stendhal,
reflexiona: "¡Ah, si hubiera una verdadera reli-
Los medievales decían (si parafraseamos a gión!", con ella combatiría su mal mayor: el aisla-
Descartes): "Piensa (El, Dios), por lo tanto exis- miento (que es soledad junto a soledad, isla-isla):
to". Esto es: el ser del hombre -y de todo ente- es "Entonces las almas afectuosas tendrían un punto
una función variable, estable, eterna o accidental, de reunión en el mundo ... No estaríamos aislados
de la divinidad. El Yo de Dios, ontológicamente, ( ...)".
impide la presencia veraz de cualquier otro "yo" Estertores de re-ligión y síntesis. La moderni-
que se afirme como tal. Así lo comprendió Spino- dad que culmina en Foucault desautoriza cual-
za, quien, por eso mismo y con un rigor racional a quier continuidad.
ultranza, nos disolvió en Dios. El Cogito, en cam-
bio, establece no sólo los verbos "pensar" y "exis-
tir", sino la primera persona que lo precede: YO .. 111.Introducción al silencio
YO soy el que piensa, YO el que existe, YO
sólo, YO condenado a ser YO. "Yo soy el prime- Un heredero de Descartes, el agudo y religioso
ro, Yo soy él último", decía Dios en Isaías, XLIV, Jacques Maritain, lo expone de esta manera:
6. Ahora, cartesianamente hablando, Dios existe "Como la evidencia para Descartes es una cua-
porque es una idea dentro de Mí. Mi "pienso" de- lidad de nuestras ideas -ideas que constituyen la
termina a Dios, si bien Dios "garantiza" que pien- ciencia únicamente si son puras y absolutamente
so bien. luminosas y que tendríamos que clasificar con el
Descartes descubre al Yo de mi soledad, a la fin de desechar todo lo oscuro- existe desde enton-
soledad de mi Yo, al qué de mi ser, y al agujero ces una paradoja total entre la intelección y el mis-
del ser-para-qué que irá dando vueltas hasta lograr terio. De un lado, la pura luz geométricamente y la
su formulación perfecta en Sartre: "El hombre es luz del cogito; del otro lado, una oscuridad impe-
una pasión inútil". Ser para nada. netrable. "2
Cogito significa pienso, y no necesariamente La paradoja consiste en que, dice Maritain, por
pienso la verdad. Sum indica que existo, sin antes, una parte Descartes apela a Dios (fundamento o
sin después, condenado a pensar, a pensar mi exis- cima del misterio, de todo misterio, es decir de to-
tencia. do sentido) para que le garantice la existencia de
"Mis designios no han sido nunca otros que la verdad; luego se desentiende de él. "La metafí-
tratar de reformar mis propios pensamientos y edi- sica se reduce a una justificación de la ciencia; su
ficar sobre un terreno que me pertenece a mí so- finalidad es hacer posible la física."
10."1 Solo, a solas, para mí mismo, confiesa Des- Por esta senda llegaremos a Nietzsche.
cartes. Si en Descartes aún hay Dios, es a mero efecto
Lo que él descubra, por tanto, a lo sumo le ser- técnico de un saber legitimado; no más.
virá a él. El Tratado del Hombre se anticipa a la ciberné-
"( ... ) no significa -continüa explicando- esto tica: somos perfectísimas máquinas.
que quiera aconsejar a nadie que me imite." Dios es -dirá Leibniz- el Gran Relojero. Pero
Y, más adelante, se define: "Como hombre que los relojes, una vez fabricados, mantienen su pro-
tiene que andar solo y en la oscuridad (...)" pia existencia in-dependiente del creador. "Pienso
Solo y en la oscuridad. que cuando Dios una un alma racional a esta má-
La verdad del cogito me devuelve un yo perdi- quina, como a continuación expondré, la dará co-
do, ahora recuperado, afirmado en la roca de mi mo sede principal el cerebro y hará que su natura-
soledad, de mi oscuridad. Ni siquiera es compati- leza sea tal que tenga sentimientos diversos, según
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las distintas formas en que estén abiertas, en vir- cia que la vida no puede pretender verdades sino
tud de la acción de los nervios, las entradas de los mixturas de conocimientos y decisiones, los pri-
poros de la superficie interior del cerebro,'? meros racionales, las segundas siempre i o a-rra-
Desde el Tratado del Hombre de Descartes cionales. A esa mezcla la denomina Piaget "sabi-
hasta el Tratado de las Sensaciones, de Condillac, duría". "Conocimiento significa el mismo conoci-
ni siquiera hay un paso, apenas un tobogán inelu- miento para todos; sólo hay una verdad, mientras
dible. que existen varias sabidurías posibles."?
y desde ahí hasta el Tractatus Logico-Philo- La "sabiduría", la que nos autoriza a actuar, lu-
sophicus, de Ludwig Wittgenstein, la conclusión char por, soñar con, ejercer pasiones útiles, es la'
inevitable de premisas férreas. El Tractatus, del imposición de la verdad que nosotros (nuestro
año 1918, termina anunciándonos: "De lo que no grupo, nuestra cultura, nuestra comunidad) esta-
se puede hablar, mejor es callarse." Pienso, por lo blecemos como verdad. Lo subjetivo y lo objetivo
tanto callo. pueden licuarse en grados distintos de proporcio-
nes. El interés creado es el que decide. La ideolo-
gía. Las infra y las super-estructuras. Las palabras
IV. En busca de la comunicación y las cosas. Sin adaequatio. Sin tesis. La sociolo-
gía del saber es uno de los últimos avances del co-
Si bien el pensamiento puede darse (o no tiene gito reflexionando sobre sí mismo. Pensamos que
más alternativa que darse) a solas, el amor requie- somos libres, pero no somos libres para pensar.
re una co-participación. ¿Cómo podría haber amor Hay una compleja red de condicionamientos que
entre dos máquinas aisladas-isoladas autosuficien- nos aprisiona y nos hace marcar el paso en cada
tes? El amor es la unión de dos seres. Ella es facti- ocasión específica.
ble porque, dice el francés, en el Traité des pas- Dice Karl Mannheim que todo conocimiento
sions de l'ame: "En sort qu'on imagine un tout, acerca del hombre está infestado de algún punto
duquel on pense seulement étre une partie et que de vista previo que, subrepticiamente, maneja a
la chose aimée en est une autre." Esquema plató- ese conocimiento y le imprime sello, rumbo, con-
nico (comenta León Brunschvicg) de partes que se clusiones.
necesitan, se buscan, se encuentran, se comple- La fórmula "el hombre es ..." termina siendo,
mentan. Partes de un todo. Fragmentos de un mo- en esta perspectiva, una mera expresión de deseos
saico.' de un grupo, una sociedad, un sector del mundo.
El cogito se basta consigo mismo. El hombre es eso que deciden que sea. Ellos, los
El sum no quiere pensar; quiere amar, ligarse, "otros".
religarse. En Más allá del bien y del mal (párrafo 16) de-
"Ser-parte-de" es postulado mínimo de toda muestra Nietzsche que, en general, es imposible
trascendencia, ex-sistencia. Cada complejo que in- decir "yo pienso". Y más adelante precisa: "Un
serte en sí a esa parte a su vez será parte, lógica- pensamiento no viene sino cuando quiere y no
mente, de una Gestalt superior. cuando soy yo el que quiere (... ) Hay algo que
Tarde o temprano se recalca en la séptima regla piensa, pero creer que este algo, ese antiguo y fa-
teológica de Alain de Lille: "Dios es una esfera in- moso yo, es una pura suposición (...)."
teligible cuyo centro está en todas partes y la cir- Ni yo, ni pienso.
cunferencia en ninguna.". La razón es prejuicio, disimulo, máscara, ins-
Comunicación es unión; unión es misticismo. trumento al servicio de la voluntad de poder.
De cualquier orden, con el pretexto de cual- "El criterio de la verdad está en la intensifica-
quier causa, en nombre de cualquier idea o ideo- ción del sentimiento de poder."
logía. Bien dice nuestro hermoso idioma castella- Cuando el cogito se mira a los ojos, se marea,
no: "abrazar una causa". trastabilla, se desmorona.
Para amarla; y para no caerse.
VI. Moral para melodías pasajeras
V. Sabiduría e ideología
Una vez descubierta la teoría de las ideologías,
Un sucesor de Descartes, el contemporáneo que reduce la verdad a un sustrato oculto que la
Jean Piaget, campéon de la epistemología, denun- maneja, produce, dirige, nos quedamos firmemente
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aferrados a la veracidad incuestionable, totalmente Moral de Blanco y el Negro, dice Alan Watts.
objetiva de las ciencias. El último reducto del co- Conjunción.
gito, aunque desprovisto de sumo Pero el ideal de Una nueva lógica, donde la contradicción es
claro y distinto aún tenía vigencia. parte de la identidad.
Sin embargo, el devenir del "yo pienso" es ine- En fin, que el verbo no se modifica en su raíz,
xorable, no se detiene. Hoy ya se sostiene que en- pero sí en el cogitamus.
tre ciencia e ideología (verdad acomodada a mis Nosotros. La verdad está entre nosotros. El ter-
fines humanos o humanísticos) no hay un abismo, cero incluido.
sino algunos escalones de separación gradual. Nunca fue coincidencia de idea con objetivo,
También la ciencia está teledirigida por factores, según clasicísima definición. Siempre fue coinci-
circunstancias, corrientes subterráneas de intereses dencia entre personas.
creados, prejuicios, necesidades. La reflexión se sale hacia el otro. Es trans-fle-
"El conocimiento científico es también una xión. Para la con-flexión. "Pero todo lo excelso es
obra humana, por lo tanto imperfecta, que no tan difícil como raro" -concluye nostálgica y me-
opera únicamente con verdades absolutas (lo lancólicamente la Etica, de Spinoza.
que volvería imposible e inútil el progreso de La modernidad discurre en discursos fragmenta-
las ciencias) y que la subjetividad tiñe con sus rios sin mayúsculas, y reconduce a la pregunta:
colores ( ... ) La diferencia entre la ciencia y la "¿Qué es el hombre?", pero no a la de Heidegger ni
ideología no puede ser más que una diferencia Scheler, sino más bien a la del Salmo VID, aquel
cuantitativa."? que inspiró a Miguel Angel cuando colocó a Adán
Si el cogito es el heredero del socratismo, y el en trance de rozar la mano de Dios. No lo logra.
saber reside en poder realizar el "conócete a ti Miguel Angel veía los dedos cercanos a los de-
mismo", consiste, justamente, en el descubrimien- dos.
to de su estrechez, de sus condicionamientos, de Nosotros vemos el vacío definitivo que los se-
sus mascaradas: Reconoce cuánto de no-tú-mismo para.
hay en ti mismo.
Este proyecto cognoscitivo, última conclusión - Cogito.
por ahora- del gran cogito, no necesariamente ha
de ser vislumbrado como negativo. Ergo Cogito.
Implicaría un grado de humildad.
Erradicaría todos los absolutos.
Pienso, por lo tanto he de suponer que tú pien-
Notas
sas, y tienes derecho de pensar, y es natural que
l. René Descartes. Discurso del Método, trad. de M.
ora difiramos, ora coincidamos. G. Morente, Espasa-Calpe, Madrid, 1980, pág. 46.
Pienso, pasajeramente. 2. Jacques Maritain. El sueño de Descartes, trad. de
Tal cual existo, pasajeramente. A. L. Svanascini. Editorial Biblioteca Nueva. Buenos
Componer la melodía pasajera -sugería Rilke. Aires, 1947, pág. 162.
Los condicionamientos y las limitaciones no 3. René Descartes. Tratado del Hombre, trad. de G.
anulan la libertad; simplemente la enmarcan y la Quintás. Editora Nacional. Madrid, 1980, pág. 72.
liberan en la justa medida de su realidad. 4. León Brunschvicg. Ecrits philosophiques. Pres-
Libres del absoluto, de la omnipotencia, de dio- ses Universitaires de France. Paris, 1951, pág. 90.
5. Jean Piaget. Autobiografía, trad. de N. Rosenfeld
ses, altares, sacrificios mentidos.
y M. Pastemac. Ed. Libros de Tierra Firme. Buenos Ai-
Cada fórmula de pensamiento cobija una mo-
res, 1979, pág. 89.
ral. El cogito grita al yo y lo lanza victoriosamente 6. Adam Schaff. "La objetividad del conocimiento a
al infinito, en las heladas y finalmente locas altu- la luz de la Sociología del conocimiento y análisis del
ras de Nietzsche. lenguaje". En: El proceso ideológico, trad. de N. Bas-
Habrá que cambiar de moral ya que se ha mo- tardoEd. Tiempo Contemporáneo. Buenos Aires, 1971,
dificado la cogitación. pp. 73,74.

Dr. Jaime Barylko


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Argentina

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