Está en la página 1de 9

Sofía Gualdrón Gómez ID: 825927

Fundamentos de Psicología NRC: 60-21652

RELATORIA CONVERSATORIO
"Despojo: el quehacer afectivo del Trabajo Social con mujeres sobrevivientes de violencia
sexual".

a. Objetivo del espacio


Este espacio tuvo como objetivo presentar esta reflexión y acercamiento
experiencial como teórico que ha podido realizar sobre lo que implica ser sobreviviente de
violencia sexual y lo que implica teorizarse desde el lugar de enunciación y desde las orillas
del conocimiento que hoy por hoy han sido dejadas de lado.

b. Síntesis de los Argumentos centrales por cada uno de los ponentes frente al tema.
Se plantea que el conversatorio va a girar en torno a tres términos que son el
recorrido de lo que implica este ejercicio que son:

1. Verbalización

2. Doloridad

3. Quehacer para la afectividad (del Trabajo Social)

Narrativa que describe el proceso de una mujer que es sobreviviente de trabajo


social, esto da la justificación de por qué su libro y el espacio se llama así.

La pregunta inicial que se menciona es ¿Por qué verbalizar?, ¿Qué implica


verbalizar? Históricamente se ha dicho cómo se debe ser como persona, que se debe tener
cierta subjetividad femenina y masculina teniendo ciertos roles para terminar castrando la
forma de sentir y por ende la de verbalizar. Esta acción invita a ver cómo se habita el lenguaje
y como este permite visibilizar acciones problematizadas pueden llegar a estar silenciadas.
Verbalizar en el contexto en el que vivimos especialmente por ser vistas como objetos a los
que se les dice cómo deben ser.

Se habla también de que se habita el cuerpo como un lugar en el que vivimos


diferentes experiencias pero tiene diferentes significados que pueden ser transformadores o
deprimentes. Además, el ser mujer hoy en día trae consigo una simbología y significado de
culpa. La exploración de cómo nos sentimos tiene que ver con los constructos sociales, es
decir, decidir si se permanece mejor callada, con cierto largo de cabello o un tipo de
comportamiento que de alguna manera terminan siendo lo que justifica los hechos que
vivimos las mujeres.

El patriarcado tiene una gran influencia en las relaciones y subjetividades ya que es


un constructo social que define cómo como mujeres nos debemos percibir y también como
hombres se deben percibir.

Verbalizar se puede volver un ejercicio negativo porque tiene unas implicaciones de


afuera hacia dentro de cómo se construyen las relaciones. Allí aparece una gran cantidad de
juicios que afectan muchas de las cosas establecidas y le suman la culpabilidad por el simple
hecho de ser mujer y que no se nos debería dar por simplemente ser mujer y afrontar las cosas
que nos tocó.

Menciona algo que considero muy importante y es que el cuerpo humano se


encuentra atravesado por tres aspectos que son el sociológico, biológico y simbológico.

Agrega que la academia tiene que servir para la práctica, interpretar la realidad y la
verbalización tiene que tener la posibilidad de resistencia y soberanía del lenguaje como
posibilidad de poder decir lo que se está viviendo y no sea una imposibilidad para seguir
construyendo camino como mujeres participantes de muchas áreas.

Acerca de Verbalizar nos dice que puede ser visto como otra lectura de lo que ha
sido la posibilidad del lenguaje para las mujeres y de transformar la forma en la que desde el
lenguaje podemos comunicar lo que vivimos sin culpa y sintiéndonos muy dueñas de la
posibilidad comunicativa, esto como posibilidad de resistencia frente a los fenómenos que ha
terminado en complejidades para cada una.

Sobre Doloridad, esta adquiere un valor fundamental en el proceso de ser mujer


sobreviviente de este tipo de violencia y es necesario pensarnos en otros entendimientos
diferentes a con los que ya nos hemos pensado con base a los constructos sociales.

Sobre este término al conectarse con otras mujeres en el verbalizar, se pudo ver que
la sororidad se vuelve algo selectivo viendo al discurso feminista únicamente como algo dado
por mujeres blancas, letradas, académicas que tuvieron la posibilidad de avanzar por su lugar
de privilegio. Al mismo tiempo se dejan de lado ciertas especificidades fundamentales.
Se plantea que no está democratizado el feminismo pero hay que hacer que lo esté
junto con la experiencia femenina. Esto significa quitarle el tinte blanco e incluir otras
perspectivas como de mujeres afro y otros grupos que tienen luchas muy fuertes también.

La doloridad es una invitación a democratizar el feminismo, la violencia sexual tiene


que ver porque aunque es una experiencia individual al verbalizarla se ve que es colectiva y
ha sido vivida por muchos. Transformar la idea de cómo ver la violencia sexual y como en la
práctica se ha vivido y silenciado y se ha perpetuado. Y puede ser visto como entendimiento
de la otra, sus especificidades y no tiene nada que ver con la amabilidad. Cómo se
democratiza el feminismo pero también como se democratizan las nuevas afectividades en pro
de una sincronía femenina.

Entre más se tenga cercanía con otras mujeres más posible será ver todas aquellas
inconformidades de diferentes grupos de mujeres según sus especificidades.

No se puede ser sorora si no se es dolora.

El lugar de privilegio es visto como carrera donde unas mujeres llevan unas millas
de más (su contexto de vida general) y algunas otras no las tienen pero aunque se demoren
llegarán a la meta también. Este es una posibilidad para entendernos en espacios como el
presente y re interpretar el quehacer profesional.

Acerca del quehacer profesional afecto del TS tiene que ver con aspectos
fundamentales para avanzar en el discurso que se ha dado, es decir, tiene que ver con que
estamos inmersos en un entendimiento muy particularizado de lo que podría ser el quehacer
profesional.

El quehacer afectivo ha sido un factor no muy relevante en la agenda del TS. Se


puede decir que en cuanto al TS hay dos cosas fundamentales:

1. Nuevos espacios de denuncia, resaltando el valor de la palabra dicha y lo


que se escribe resuenan en espacios mediáticos en los que tenemos acceso constantemente
lleva a que se identifique la necesidad de estos nuevos espacios seguros para poder
verbalizar. Lo que debe permitir que se tengan nuevos espacios de denuncia y por ende de
2. Nuevos espacios y formas de contención que tiene que ver con dos
factores que se relacionan con este quehacer profesional.
La victimización y negligencia.
Desde la práctica profesional se sigue manejando la atención desde el marco
machista previo. Se trata su situación como objeto y no como sujeto experiencial.

Se puede hablar de nuevos espacios de denuncia pero es necesario que se saque del
contexto institucional y jurídico el poder denunciar para hablar y darle voz al lenguaje de tal
forma que se puedan transformar las situaciones de relacionarse entre mujeres sin sentir culpa.

La negligencia aparece cuando hay una desestimación de las experiencias que viven
las mujeres por la carga simbólica que tenemos, se mete en el marco de la victimización
donde se tiene que contar la historia a muchas personas para tener credibilidad.

En cuanto a la práctica más puntualizada, el desintitucionalizar implica re pensar


cómo construir los modelos de acompañamiento distintos a lo que hoy en día funciona como
el código blanco. Esto implica pensar en otros espacios donde las mujeres puedan contar sus
experiencias y poder construir una comunidad de resonancia. La academia también tiene que
desinstitucionalizarse y en la búsqueda de querer avanzar en títulos deja ver que no se puede
prestar atención a generar resonancia. La resonancia implica tener la posibilidad de que si no
se quiere denunciar jurídicamente se puede tener un lugar seguro para comunicar lo que se
vivió.

Sobre aconsejar ella menciona que es muy complejo en violencia sexual porque
aunque hay que resonar, esa posibilidad de resonar tiene que ayudar a pensar que las
especificaciones de las experiencias son uno de los matices más fundamentales para poder
armonizarnos. Lo que implica respetar la historia en particular pero visualizarla, interpretarla,
entenderla y verla como sujeto histórico. Por lo que concluye que dejaría que hacer para crear
espacios donde se pueda sanar, donde se pueda hacer un entendimiento de la situación no
como objeto sino como sujeto histórico.

Para responder a la pregunta de no perpetuar desde el lenguaje la violencia sexual,


tiene que ver con habitar lo que se dice ya que se es capaz de dilucidar que eso tiene un poder
simbólico, sociológico y político muy fuerte. Se tiene que reflexionar en los eufemismos.

Respondiendo a la pregunta de cómo desde el privilegio es posible colaborar en el


proceso de otras mujeres que no lo tienen y necesitan nuevos lugares de denuncia para que las
mujeres tengan espacios seguros generando una contribución. Cuando se da cuenta del lugar
que se tiene se puede tener una idea del alcance que tienen las acciones. Las
institucionalizadas tienen un recorrido más macro en el que nos tenemos que seguir pensando
como instituciones donde se deban considerar que aquellos temas que se ven como alternos
para la discusión académica actual comiencen a ser vistos como importantes.

Las carreras como el TS y psicología que son vitales en la salud mental tienen que
desinstitucinalizarse, se tiene una visión muy patriarcal de las mujeres que son víctimas de
violencia sexual por lo que al momento de recibir un caso se cuenta con algo como una receta
donde se les obliga a las mujeres a contar muchas veces su historia. En el TS y como
profesional es válido poder salirme de la estructura, ser empáticos con estas situaciones que
viven las mujeres y que desde nuestro quehacer podemos apoyar de la forma posible.

Finalmente, acerca de la pregunta de por qué sobreviviente y no víctima Jennifer


responde que al ella activar su protocolo de contención familiar una de las cosas que realizó
fue contarle a su círculo vital y luego el social. Al momento de hacerlo con el social, una
amiga le comentó sobre cómo ubicarse para resonar le dijo que ella era víctima y
posteriormente el situarse como víctima tenía que ver con el entendimiento de lo que había
pasado, pero ubicarse como sobreviviente le permitía ubicarse en un lugar de resistencia y
demostrar que había podido alcanzar un camino en un tiempo corto para resignificar como
construir su historia.

c. Identifique al menos 2 Conceptos o aprendizajes novedosos para usted, que fueron


abordados en el espacio (enuncie y explique en qué consisten)

La doloridad fue un concepto que Jennifer presentó como una invitación a


democratizar el feminismo, además como una posibilidad de transformar la idea de cómo ver
la violencia sexual y como en la práctica se ha vivido y silenciado y se ha perpetuado.
Además, nos mencionó que puede ser una forma de entendimiento de la otra, sus
especificidades y que no tiene relación con la amabilidad. Es decir se puede definir también
como la forma de democratizar el feminismo y las nuevas afectividades en pro de una
sincronía femenina.

En lo personal, aunque sé que como trabajadores sociales intervenimos en la


realidad de las personas; para el caso de mujeres víctimas de violencia sexual no sabía que
podríamos generarles espacios seguros para hablar de su experiencia/situación ya que
centraba mi idea de intervención simplemente en conocer en qué contexto vivía y además
permitirle salir de ese espacio. Es decir, creía que la intervención era únicamente para sacar a
la víctima de su contexto violento más no ayudarla en el proceso post hecho de violencia para
sanar y salir de eso completamente. Todo esto me llevó a pensar que debo ser mucho más
crítica respecto a aquello que se nos ha dicho que debemos ser como trabajadores sociales
pero específicamente hacia eso que ve una sola posibilidad de intervención y una única
metodología más no diferentes especialmente en este contexto tan fuerte pero constante.

d. Reflexión final sobre el aporte de las discusiones que se dieron en este espacio,
para su formación como profesional.

Esta discusión en torno a la violencia sexual y la labor del trabajador social en estos
procesos le aportó mucho a mi formación ya que tengo un concepto mucho más amplio de lo
que puedo hacer al enfrentarme a un caso que contenga a una persona víctima de esta
situación de violencia.

Antes de formar parte de esta conferencia no tenía mucha idea de qué podría hacer
realmente ante una situación así por lo duro que es para la víctima (que luego será
sobreviviente) y porque como nos lo mencionó Jennifer, hay un punto en el que la mujer no
está en la disposición de recibir algún apoyo profesional específicamente por los
procedimientos judiciales y médicos que hoy en día se manejan en el país que solamente las
re victimizan haciendo de su proceso para sanar y aceptar del todo lo que vivieron algo
mucho más complejo y hasta eviten hacerlo o tenerlo.

Considero que a partir de hoy como futura profesional en formación, tendré una
perspectiva mucho más responsable de cada paso que dé para contribuir a mi proceso pero
también al de mis compañeros para que al momento de tener un caso donde se presente
violencia sexual tengamos las herramientas correctas y una forma adecuada de aplicarlas.
Además, estoy segura de que antes de este día no tenía la disposición de escuchar una charla
sobre una persona feminista y de alguna manera menos sobre un tema como este ya que
pensaba que se me hablaría desde una perspectiva muy poco general o con alguna clara
inclinación pero gracias a esta discusión me di cuenta de que es posible ver al feminismo
como una forma de motivar a las mujeres luchar y activarse para defender sus derechos y que
les sean dados de forma equitativa. Esto tiene que ver con mi profesión porque estaré
dispuesta a conocer más sobre el tema para entender mejor de que movimientos se compone
la sociedad que un día voy a intervenir. Creo que también tener una discusión de este tipo
permite ver que este tipo de situaciones se presentan también en nuestro país no solo en otros
países de Latinoamérica o del mundo, que nunca estamos exentas del todo a que nos pase
algo así y que si como profesionales fomentamos el conocimiento de este tema podemos
saber mejor como manejarlo o buscar redes de apoyo entre mujeres.

Finalmente me parece que este tipo de discusiones donde se abre la posibilidad de


que como profesionales nos enteremos de temas que a veces creemos ajenos por ser más
hablados en el área de la psicología siendo esta la que realiza el acompañamiento psicológico
de la víctima, tienen un gran beneficio para saber que también tenemos un lugar
(posiblemente como parte de un equipo interdisciplinar) en circunstancias como las que se
hablaron. Pero sobre todo al darnos la oportunidad de preguntar a los estudiantes y
respondernos teniendo en cuenta nuestras dudas genera en cada uno una búsqueda por ser
mucho más críticos ante las temáticas que podamos ver y manifestarlo pero también de
motivar a las personas con las que tengamos contacto al momento de intervenir que es
posible inquietarse, expresarse de forma segura y válida para buscar un cambio poco a poco
pero no solo en su situación sino también en la sociedad en la que vivimos.

e. Adjunte evidencia fotográfica de su asistencia (registro de asistencia, Pantallazos


que evidencien su usuario conectado).

También podría gustarte