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ji fe = BIBLIOTECA UNIVERSAL, COLECCION MEJORES AUTORES ANTIGUOS Y MODERNOS, NACIONALES Y EXTRANJEROS, TOMO XIV. ARTICULOS DE GOSTUNBRES POR DON MARIANO JOSE DE LARRA (FIGARO). TOMO PRIMERO. MADRID. DIRECCION ¥ ADMINISTRACION, Calle de las Hileras, numero 14. 1874, CARTAS A ANDRES NIPORESAS POR EL BACHILLER D. JUAN PEREZ DE MUNGUIA. a De las Batuecas este afio que corre. Andres mio: Yo pobrecito de mi, yo Bachiller, yo batueco, y natural por éon~ siguiente de este inculto pais, cuya rusti- cidad pasa por proverbio de boca en boca, de region en region, yo hablador y care- ciendo de toda persona dotada de chispa de razon con quien poder dilucidar y ven- tilar las cuestiones que 4 mi embotado en- tendimiento se le ofrecen y le embarazan, y ta cortesano y discreto!!! | Qué de*moti- vos, querido Andres, para escribirte! Ahi van, pues, esas mis incultas ideas, tales cuales son, mal 6 bien compagina- a= § =x das, derramandose 4 borbotones como agua de cantaro mal tapado, “No se lee en este pais porque no se. escribe, 6 no se escribe porque no se fee?» Esa breve dudilla se me ofrece por hoy, y nada mas. Terrible y triste cosa me parece escribir lo que ha de ser leido; empero mas ardua empresa se me figura 4 mi, inocente que soy, leer lo que no se ha escrito. iMal haya, amén, quien invento el es- cribir! Dale con ta civilizacion, y vuelta con la ilustracion. iMal haya, amén, tanto achaque para emborronar papel! A bien, Andres mio, que aqui Do peca= mos de ese exceso. Y torna los ojos 4 mirar en derredor nuestro, y mira si no estamos en una balsa de aceite, (Oh infeliz modera- cion! [Oh ingenios limpios los que no ties nen que enseflar! jOh entendimientos cla~ ros los que nada tienen que aprender! {Oh felices aquellos, y mil veces felices, que 6 todo se lo saben ya, 6 todo se lo quieren ignorar todavia! i Maldito Guttenberg | é Qué genio malé- fico te inspird tu diabdlica invencion? gPues iimprimieron los egipcios y los asirios, ni ios griegos ni los romanos? 4Y no vieron, y no dominaron? éQue eran mas ignorantes dices? gCudn- tos murivron Ue esa enfermedad? 4Qué re- a fs mordimientos atormentaron la conciencia del Omar, que destruyéd la biblioteca de Aiejandria? éQue eran mas barbaros, afia- des? Si crimenes, si crueldades padecian, crimenes y crueldades tienen diariamente lugar entre nosotros. Los hombres queno supieron y los hombres que saben, todos son hombres, y lo que peor es, todos son hombres maios. Todos mienten, roban, falsean, perjuran, usurpan, matan y ase- sinan. Convencides sin duda de esta im- portante verdad, puesto que los mismos hemos de ser, ni hos cansamos en leer, ni nos molestamos en escribir en este buen pais en que vivimos. i Ob felicidad de haber penetrado la in- ulilidad del aprender y dei saber! Mira aquel librero ricachon que cerca de tu casa tienes. Liégatea él y dile: «gPor qué no emprende usted alguna obra de im- portancia? ¢Por qué uo paga bien 4 los li- teratos para que le vendan sus manuscri- tos ?——( Ay sefior! te respondera. Ni hay literatos, ni manuscritos, ni quien los lea: no nos traen sino folletitos y novelicas de ciento al cuarto ; luégo tienen una vanidad, y se dejan pedir..... No, sefior, no.— ¢Pero no se vende?—éVender? Ni un libro: ni re- galados los quiere nadie; Mena tengo la casa..... iSi fueran billetes para la épera 6 los toros.....» eS ee iVes pasar aquel autor escualido de to dos conocido? Dicen que es hombre de mé- rito. Anda y pregtintale: «gcudndo da usted a luz alguna cosita? Vamos.....—jCalle us- ted por Dios! te respondera furioso como si blasfemase ; primero lo quemaria. No hay dos libreros hombres de bien. i Usureros! i Mire usted, dias atras me ofrecieron una onza por la propiedad de una comedia ex- traordinariamente aplaudida; seiscientos reales por un Diccionario Manual de Geo- grafia, y por un Compendio de la Historia de Espafia, en cuatro tomos, 6 mil reales de una vez, 6 queentrariamos a partir ga- nancias , despues de haber hecho él las su- yas, se entiende!!! No, sefior, no. Si es en el teatro, cincuenta duros me dieron por una comedia que me costé dos afios de tra- bajo, y que 4 la empresa le produjo dos- cientos mil reales en ménos tiempo; y cre- yeron hacerme mucho favor. Ya ve usted que salia por real y medio diario. iOh! y eso despues de muchas intrigas para que la pasdran y representaran. Desde enténces, ésabe usted lo que hago? Me he ajustado con un librero para traducir del frances al castellano las novelas de Walter Scot, que se escribieron originalmente en inglés, y algunas de Cooper, que hablan de marina, y es materia que no entiendo palabra. Doce reales me yiene 4 dar por pliego de im= —_— 9 prenta, y el dia que no traduzco no como. Tambien suelo traducir para el teatro la primer piececilla buena 6 mala que se me presenta, que lo mismo pagan y cuesta ménos; no pongo mi nombre, y ya se pue- de hundir el teatro 4 silbidos la noche de la representacion. Qué quiere usted? En este pais no hay aficion 4 esas cosas. » 4Conoces 4 aquel senorito que gasta su caudal en tiros y carruajes, que lo mismo baila una mazurca en un sarao con su pan- talon colan y su clac, hoy en traje diplo- matico, manana en polainas y con cham- bergo, y al otro arrastrando sable, 6 en breve chupetin, calzon y faja? Mil reales gasta al dia, dos mil logra de renta; ni un solo libro tiene, ni lo compra, ni lo quie- re. Pues publica tu algun folleto, alguna comedia..... Prevalido de ser quien es, ten- dra el descaro de enviarte un gran lacayo aforrado en la magnifica librea, y te pedi- ra prestado para leerlo, 4 ti, autor, que de eso vives, un ejemplar que cuesta una pe- seta. Ni con eso se contenta; daralo a leer a todos sus amigos y conocidos, y por aquel ejemplar leerdlo toda la cérte, ni mas ni ménos que antes de descubrirse Ja impren- ta, y gracias si no te pide mas para rega- lar. Preguntale: «gpor qué no se suscribe 4 los periddicos? 4 Por qué no compra libros, ni fiados siquiera ?—¢Qué quiere usted que — 10 — haga? tereplicara, 4qué tengo de comprar? Aqui nadie sabe escribir; nada se escribe: todo eso es porqueria.» Como si de coro supiera cuantos libros buenos corren im= presos. Por alla cruza un periodista..... Llamale, gritale: «/D. Fulano! Ese periddico, hombre, mire usted que todos hablan de él de una manera.....—¢Qué quiere usted? te inter- rumpe; un redactor 6 dos tengo buenos, que no es del caso nombrar 4 usted ahora; pero los pago poco, y asi no extrafio que no hagan todo [o que saben: 4 otro le doy casa, otro me escribe por Ja comida.....— iHombre! iCalle usted! —Si, senor; oiga usted, y me dara la razon. En otro tiempo convoqué cuatro sabios, diles buenos suel- dos; redactaban un periddico lleno de cien- cia y de utilidad, el cual no pudo sosie~ nerse medio afio; ni un cristiano se suscri- bid; nadie lo leia; puedo decir que fué un secreto gue todo el mundo me guardo. Pues ahora con eso que usted ve estoy me- jor que quiero, y sin costarme tanto. To- davia le diria 4 usted mas..... Pero..... ° De- sengafiese usted, aqui no se lee.—Nada tengo que replicar, le contestaria yo, sino que hace usted lo que debe, y llévese el diablo las ciencias y la cultura.» Lucidos quedamos, Andres. | Pobres ba- tuecos! La mitad de Jas gentes no lee, por- = tt — que la otra mitad no escribe, y esta no escribe porque aquella no lee. Y ya ves tu que por eso a los batuecos ni nos falta salud ni buen humor, prueba evidente de que entrambas ninguna falta nos hacen para ser felices. Aqui] pensamos como cierta sefora, que viendo Horar 4 una su parienta porque no podia mantener 4 su hijo en un colegio, «calla, tonta: Je decia: mi hijo no ha estado en ningun co- legio, y 4 Dios gracias bien gordo. se cria y bien robusto. » ¥ para confirmacion de esto mismo, un didlogo quiero referirte que con cuatro ba- tuecos de éstos tuve no ha mucho, en que todos vinieron 4 contestarme en sustancia una misma cosa, concluyendo cada uno 4 su tono y como quiera. Aprenda V. la lengua del pais, les decia, coja V. la gramatica. ~ La parda es la que yo necesito, me interrumpig el mds desem- barazado con aire zumbon y de chulo; fruta del pais: lo mismo es decir las cosas de un modo que de otro. Escriba VY. la lengua con correccion.— Monadas! Qué mas dara escribir vino con b que con v? ¢Si pasard por eso de ser vino? Cultive Y. el latin, —Yo no he de ser cura, ni tengo de decir misa. os 19 El griego. —¢Para qué, si nadie me lo ha de entender? Dése V. 4 las matematicas. — Ya sé su- mar y restar, que es todo lo que puedo necesitar para ajustar mis cuentas. Aprenda V. fisica. Le ensefiard 4 cono- cer los fendmenos de la naturaleza.— éQuiere V. todavia mas fenédmenos que los que esta uno viendo todos los dias? Historia natural. La botanica le ensefa- ra el conocimiento de Jas plantas. — é Ten- go yo cara de herbolario? Las que son de comer, guisadas me las han de dar. La zoologia le ensefiara 4 conocer los animales y sus...—iAy! Si viera V. cudn- tos animales conozco ya! La mineralogia le ensefiara el conoci- miento de los metales, de los... — Miéntras no me ensefie dénde tengo de encontrar una mina, no hacemos nada. Estudie V. la geografia. — Ande V., que siel dia de manana tengo que hacer un viaje, dinero es lo que necesito, y no geo- grafia ; ya sabra el postillon el camino, que. esa es su obligacion, y dénde esta el pue- blo adonde voy. Lenguas. — No estudio para intérprete : si voy al extranjero, en llevando dinero ya me entenderdn, que es la lengua ani- versal. —3— Humanidades, bellas letras... — {Letras? de cambio: todo lo demas es broma. — Si- quiera un poco de retérica y poesia.—Si, si, venga V. con coplas; ipara retdrica es- toy yo! Y si por las comedias lo dice V,, yo no las tengo de hacer: traduciditas del frances me las han de dar en el teatro. La historia.— Demasiadas historias ten- go yo en la cabeza.—Sabra V. lo que han hecho los hombres...— i Calle V. por Dios! éQuién le ha dicho 4 V. que cuentan las historias una sola palabra de verdad? iEs bueno que no sabe uno lo-que pasa en casa! Y por ultimo concluyeron: mire V., dijo eluno, déjeme V. de quebraderos de ca- beza; mayorazgo soy, y el saber es para los hombres que no tienen sobre qué caer- se muertos.—Mire V., dijo otro, mi tio es general, y ya tengo una charretera a los quince afios; otra vendra con el tiempo, y algo mas, sin necesidad de quemarse las cejas ; para llevar el chafarote al lado y la- cir la casaca no se necesita mucha cien- cia.—Mire V., dijo el tercero, en mi familia nadie ha estudiado, porque jas gentes de la sangre azul no han de ser médicos ni abogados, ni han de trabajar como la ca- nalla... Si me quiere V. decir que don Fu- lano se granjed un grande empleo por su ciencia y su saber, ibuen provecho! équién sera 61 cuando haestudiado? Yo no quiero -_— 14 — degradarme.—Mire V., concluyé el ultimo, verdad es que yo no tengo grandes rique- zas, pero tengo tal cual letra; ya he logra- do meter la cabeza en rentas por empeiios de mi madre; un amigo nunca me ha de faltar, ni un empleillo de mala muerte; y para ser oficinista no es preciso ser ningun catedratico de Alcala ni de Salamanca. Bendito sea Dios, Andres, bendito sea Dios, que se ha servido con su alta miseri- cordia aclararnos un poco las ideas en este particular. De estas poderosas razones trae su origen el no estudiar, del no estu- diar nace el no saber, y del no saber es escuela indispensable ese hastio y ese tedio que 4 los libros tenemos, que tanto redun- da en honra y provecho, y sobre todo en descanso de la patria. é Pues no da lastima, me decia otro ba- tueco dias atras, ver la confusion de pape- les que se cruzan y se atropellan por todas partes en esos paises cultos que se llaman? i Valgame Dios! i Qué flujo de hablar y qué caos de palabras, y qué plaga de papeles, y qué turbion de libros, que ni el entendi- miento barrunta cémo hay plumas que los escriban, ni numeros que los cuenten, ni oficinas que los impriman, ni paciencia que los lea'¢ ¥Y con aquello se han de mante- ner un sinnimero de hombres, sin mds oficio ni beneficio que el de literatos? Y we 15 dale con las ciencias y dale con las artes, y vuelta con los adelantos y torna con los descubrimientos. iOh siglo garrulo y len- guaraz! iMire V. qué mina han descu~ bierto! iQué de ventajas, Andres, llevamos en esto 4 los demas! Muérense miserables aqui los autores malos, y digo malos, porque buenos no los hay; y lo que es mejor, lo mismo se han muerto los buenos, cuando los ha habido, y volveran 4 morirse cuan- do los vuelva 4 haber; ni aqui se enrique- cen los ingenios pobres con fa lectura de los discretos ricos, ni tienen aqui mids va- nidad fundada que la que siempre traen en el estémago, pues por no hacerlos orgu- llosos nadie los alaba, ni les da qué comer. iOh idea cristiana! Ni aqui prospera nadie con las letras, ni se cruzan los libros y pe- riddicos en continua batalla; aqui las co- medias buenas no se representan sino muy de tarde en tarde, sin otra razon que por- que no las hay 4 menudo, y las malas ni se silban ni se pagan por miedo de que se lle- guen a hacer buenas todos los dias. Aqui so- ios tan bien criados, y tanto gustamos de ejercer la hospitalidad, que vaciamos el oro de nuestros bolsillos para los extran- jeros. i Oh desinteres! Aqui se trata mal 4 los actores medianos, y peor d los mejores por no ensoberbecerlos. iOh deseo de hu- woe 16 os mildad! No se les da siquiera precio por no ahitarlos. {Oh caridad! Y 4 la par se exige de ellos que sean buenos. jOh indul- gencia! No es aqui, en fin, profesion el es- cribir, ni aficion el leer ; ambas cosas son pasatiempo de gente vaga y mal entreteni- da: que no puede ser hombre de provecho quien no es por lo ménos tonto y mayo= razgo. i Oh tiempo y edad venturosa! No paseis nunca, ni tevgan nunca Jas letras mas am- paro, ni se hagan jamas. comedias, ni se impriman papeles, ni libros se publiquen, ni lea nadie, ni escriba desde que salga de la escuela. Que si me dices, Andres, que se escribe y se lee, por los muchos carteles que por todas partes ves, diréte que me saques tres libros buenos del pais y del dia, y de lo demas no hagas caso, que no es mas ni me- jor el agua de una cascada por mucho es- truendo que meta, ni eso es otra cosa que el espantoso ruido de los famosos hatanes del hidalgo manchego; despues de visto, un poco de agua sucia; ni escribe, en fin, todavia quien sdlo escribe palotes. Asi que, cuando la anterior proposicion senté, no guise decir que no se escribiese, sino que no se escriba bien, ni que no fue- se el de emborronar papel el pecado del dia, pecado que no quiera Dios perdonarle —17— nunca, ni quiero yo negar la triste verdad de que no hay dia que algun libro malo no se publique, antes lo confieso, y de ello y de ellos me pesa y tengo verdadero dolor, como si los compusiera yo. Pero todo ese atarugamiento y prisa de libros reducido esta, como sabemos, 4 un centon de nove- litas fiinebres y melancdlicas , y de ningu- na manera arguye la existencia de una li- teratura nacional que no puede suponerse siquiera donde la mayor parte de lo que se publica, si no el todo, es traducido, y no escribe el que sélo traduce, bien como no dibuja quien estarce y pasa el dibujo aje- no 4 otro papel al trasluz de un cristal. Lo cual es tan verdad, que no me dejaria mentir ni decir cosa en contrario todo ese enjambre de autorzuelos, 4 quienes pudié- - ramos aplicar los tercetos del Rey de Ar- tieda : : «Como las gotas que en verano llueven, Con el ardor del sol, dando en el suelo, Se convierten en ranas, y se mueven: ¢, Con el calor del gran ’sedor de Delo Se levantan del polvo poetillas Con tanta habilidad, que es un consuelo.» Y mas que me cuentes entre ellos, y por tanto me reconvengas, pues Si me pregun- tas por qué me entremeto yo tambien en embadurnar papel, sin saber mas que otros, te recordaré aquello de «donde quie- ra que fueres ; haz lo que vieres.* Asi, si — 18 — fuese a pais de cojos, pierna de palo me pondria; y ya que en pais de autorcillos y traductores he nacido y vivo, autorcillo y traductor quiero y debo, y no puedo mé- nos de ser, pues ni es justo singularizar- me y que me sefialen con e! dedo por las calles, ni depende ademas del libre albe- drio de cada uno el no contagiarse en una epidemia general. Ni a nadie hagas cargos tampoco por !o de traductor, pues es for- zoso que se eche muletas para ayudarse a andar quien nace sin piés, 6 los trae tra- bados desde el nacer. Y si me afiades que no puede ser de ventaja alguna el ir atrasados con respecto 4 los demas, te diré que lo que no se co- noce no se desea ni echa ménos: asi suele el que va atrasado creer que va adelania- do, que tal es el orgullo de los hombres, que nos pone 4 todos una venda en los ojos para que no veamos ni sepamos por dénde vanios, y te citaré 4 este propdsito el caso de una buena vieja que en un pueblo, que no quiero nombrarte, ha de vivir todavia, la cual vieja era de estas muy leidas de los lugares; estaba suscrita 4 la Gaceta, y la habia de leer siempre desde la Real érden hasta el ultimo partide vacante, de segui- do, y sin pasar nunca a otra sin haber pri- mero dado fin del anterior. Y es el caso que vivia y leia la vieja (al uso del pais) — 19 — tan despacio y con tal sorna, que habién- dose ido atrasando en Ja lectura, se halla- ba el afio 29, que fué cuando yo la conoci, en las Gacetas del afio 23, y nada mas; hu- be de ir un dia a visitarla, y preguntan- dola que nuevas tenia al entrar en su cuar- to, no pudo dejarme concluir; antes ar-~ rojandose en mis brazos con el mayor alborozo y soltando la Gaceta que en la mano a la sazon tenia: »iAy sefior de mi alma, me gritaba con voz mal articulada y ahogada en lagrimas y sollozos , hijos de su contento, jay sefior de mi alma! i Ben- dito sea Dios! que ya vienen jos franceses, y que dentro de poco nos ban de quitar esa picara Constitucion , que no es mds que un desérden y una anarguia!» Y saltaba de gozo, y dabase palmadas repetidas; esto en el aho 29, que me dejd pasmado de ver cuan de ilusion vivimos en este mundo, y que tanto dair atrasado como adelantado, siempre que nada veamos ni queramos ver por delante de nosotros. Mas te dijera , Andres, en el particular, si mas voluntad tuviese yo de meterme en mayores honduras; empero sdlo me limi- taré 4 decirte, para concluir, que no sabe- mos lo que tenemos cou nuestra feliz igno- rancia, porque el yano deseo de saber in- duce 4 los hombres 4 la soberbia, que es uno de los siete pecados mortales , por el was OO owe. plano resbaladizo de nuestro amor propio; de este feo pecado nacid, como sabes, en otros tiempos, la ruina de Babel, con el castigo de los hombres y la confusion de las lenguas, y la caida asimismo de aque- llos fieros titanes, gigantazos descomuna- les, que por igual soberbia escalaron tam- bien el cielo; sea esto dicho para confun- dir la historia sagrada con la profana, que es otra ventaja de que gozamos los igno- rantes, que todo lo hacemos igual. De que podras inferir, Andres, cudn da- floso es el saber y qué verdad es todo cuanto arriba te llevo dicho acerca de las ventajas que en esta, como en otras cosas, a los demas hombres Ilevamos los batuecos, cuanto debe regucijarnos la proposicion cierta de que «En este pais no se lee porque no se escribe , y no seescribe porque no se lee»; que quiere decir, en conclusion , que aqui ni se lee ni se escribe; y cudnto te- nemos, por fin, que agradecer al cielo, que por tan raro y desusado camino nos guia 4 nuestro bien y eterno descanso, el cual deseo para todos los habitantes de este in- cultisimo pais de las Batuecas , en que tu- vimos la dicha de nacer , donde tenemos la gloria de vivir y en el cual tendrémos la paciencia de morir. Adios , Andres. Tu amigo, Eu BACHILLER. — —W1— 2° iQué pais, Andres, el de las Batuecas! jCuanto no promete! ¢De mi amistad exi- ges que siga poniendo en tu noticia la que le este extraordinario suelo pueda alcan- ar Atener? 4 Gustdte mi primera epistola? uro en buen hera por mi honor, y ya abes que este juramento es en estos tiem- os y en las Batuecas cosa séria y sagrada, juro por mi honor, digo, que no tengo de arar hasta que tanto sepas en la materia jomo yo. De poco te asombras, querido amigo: ada es lo que he dicho en comparacion de que me queda que decir. Te dije queno se ia ni se escribia. ¢Cual sera tu asombro tu placer cuando te pruebe que tampoco habla? No puedes concebir que llegue tanto la moderacion de este inculto pais? Y por eso le Haman inculto? i Hombres justos! Llamais 4 la prudencia miedo, 4 moderacion apocamiento, 4 la humildad orancia. A toda virtud habeis dado el jombre de un vicio. iPuede haber nada mas hermoso ni mas cifico que un pais en que no se habla? jertamente que no, y por lo ménos nada ede haber mas silencioso. Agui nada se bla, nada se dice, nada se oye. ~ 2 — 4Y no se habla, me dirds; porque hay quien oiga, 6 no se oye porque no ha quien hable? Cuestion es esa. que dejar uios para otro dia, si bien cuestiones and en esos mundos decididas, acreditadas creidas mas paradégicas que ésta. Empei conténtate por ahora con saber que no habla: costumbre antigua tan admitida el pais, que para ella sola tienen un refr que dice: «Al buen caflar [laman Sancho y no necesito decirte la autoridad que ti ne en las Batuecas un refran, y mas refran tan claro como éste. Liégome 4 una concurrencia. — Buen dias, D. Prudencio; équé hay de nuevo? Tst, calle V., me dice con un dedo en | labios. — éQue calle? — Tsi; y se vuelve mirar en derredor.— Hombre, si yo pienso decir nada malo.—No importa, ile V.—éVe V. aquel embozado que esc cha?.....— Es un esp... UN SOP... iA ~- Que vive de eso.— {Y se vive de eso las Batuecas?— Ese es un hombre que vi de lo que otros hablan, y como ese h muchos ; asi que todos estamos reducid aqui 4 no hablar; mirenos V. oscuramel envueltos en nuestras capas, hablando dentro del embozo, desconfiando de nu tros padres y de nuestros hermanos... rece que hemos cometido todos 6 vamo: cometer algun delito..... Imite Y. nues — 23 — ejemplo, que en ello le va mas de lo que le parece. éHay cosa mas rara? i Un hombre que vive de lo que otros hablan! gY dicen que los batuecos no son industriosos para vi- Bie je ee Va a edificarse un monumento que po- dra dar gloria 4 las Batuecas; el plan es colosal, ja idea magnifica, la ejecucion asombrosa ; pero hay un defecto, un defec- to tambien colosal: me apresurd: yo le haré conocer, yo le haré desaparecer.—Se- tor D. Timoteo, traigo un articulo para V.: insértemele V. en su miscelanea.— Al! (Esto? Es imposible.—ilmposible! Y me aflade al oido: —Usted no sabe que el suje- 0 que ha propuesto el plan se llama D. ¥.Z. —Bien pudiera Mamarse asi ese sujeto y corregirse el defecto.— Pero es pariente dei efior....— ¢Y no pudiera seguir siendo su ariente despues de desaparecer el defec- to?—Cierto; no me entiende V.; es mal nemigo, y no me atrevo 4 insertarlo. iOh inagotable capitulo de las considera- jones! Por todos lados adonde nos volvames ara marchar, encoutramos con la pared. Qué de elogios no merece esta neble mo- leracion , este respeto 4 las personas que meden entre los batuecos! — 2A me Encuéntrome con un escritor publico.— Seftor Bachiller, 4 qué le parecen a Y. mis escritos ?— Hombre , me parece que no hay’ nada que pedirles, porque nada tienen.— iSiempre ha de decir V. cosas!.....—iY usted nunca ha de decir cosas! {Por qué no fulmina V. el anatema de la critica con: tra ciertas obras que nos inundan?—jAy, amigo! Los autores han descubierto el gran secreto para que no les critiquen sus obras. Zurcen un libro. ¢Son vaciedades ? No importa. ¢Para qué son las dedicato- rias? Buscan un nombre ilustre, encabe- zan con él su mamotreto, dicen que se lo dedican, aunque nadie sepa lo que quiere decir eso de dedicar un libro que uno hace 4 otro que nada tiene de comun con el tal libro, y con ese talisman caminan seguros de ofensas ajenas. Amparanse como los nifios en las faldas de mama para que papa no les pegue. ~4Por qué no pinta V. el desérden de nuestras costumbres y de nuess tras ?....— 1Ah! éno conoce V. el pais? éYo satirico ? {Si tuviera el vulgo la torpeza d entender las cosas como se dicen! Pero e tanta la penetracion de estos batuecos, qu adivinar el original del retrato que V. no ha hecho. Dice V. que es ridiculo el ser un calzonazos; y que es un pobre hombre todo Juan Lanas, y sale un importante d estos que, 4 costa de tener reputacion , se won BH) em conforman con tenerla mala, y exclama a yoces: {Sefiores! ¢Saben ustedes quién es ese Luan Lanas de quien habla el satirico? Ese Juan Lanas soy yo: porque para eso de entender alusiones no hay hombres co- mo los batuecos.—Hoibre, ¢ qué ha de ser usted? Si el autor no le conoce siquiera..... —No importa; apuesto mi cabeza a que soy yo; y os pone un cartel de desafio, y no hay sino dejaros matar, porque él es un necio.——é Quién es aquella suliana del Oriente ? le dicen 4 Y.— Cualquiera que se halle en ese caso, responde V.—iPicarillo ! le reponen; si, 4 mi con esas..... Esa es la X***,—Como si no hubiera mas que una en Madrid.—Agregue VY. 4 esto que la na- turaleza reparte sus dones con economia, ydando fuerzas 4 aquel 4 quien negé el talento, corre el satirico gran riesgo en las Batuecas de que su cabeza se encuentre en el mismo camino de un garrote, encuentro siempre que puede traer peores consecuen- cias para la primera que para el segundo. —Bien , pues no sea VY. satirico: sea usted justo no mds. Cuando representan pésima- mente una comedia, cuando cantan rabian- do una épera, cuando es la decoracion mnezquina, gpor qué no levanta su voz?— Con gente del teatro nunca se las haya V. Cervantes lo dijo. Nunca les falta algun campeon que defendera su pleito, campeon — 9% —~ formidable. Ademas, es ese un teclado en que no se ve mas que cl exterior : nunca se sabe quién le toca: detras del retablo y de esas figuritas de pasta de Gaiferos y los moros, debajo del parche de maese Pedro esta Ginesillo de Pasamonte que los mue- ve: iay! no tome Y. Ja defensa de la infe- liz Melisendra, no desbarate las figuras, que si la mona se eseapa al tejado, si rom- pe la ilusion, si destroza las mufecas, las pagara caras. Esa es, en fin, materia sa- grada , y nadie las mueva , que estar no pue- da con Roldan & prueba.—Pero sefior, nun- ca se ha aborcado 4 nadie por decir que Fulano es mal cdémico. ~~ Lo que se ha he- cho, sefior Bachiller, y lo que se hara, me- jor se esta callado.—Se reclama, se apela... —Sefior Munguia, quiero contarle a VY. un cuentecillo, y es caso ocurrido no ha mu- chos meses en un lugarcito de jas Ba- tuecas. Corrianse un dia novillos, y contra la costumbre establecida @a esos pueblos de’ salir enmaromado el animal, bien como debian andar por el mundo muchos ani~ males de asta que yo conozco para que ne hicieran daho, hubieron de determinarse 4 dejarle suelto por las catles. Capeabanle los mozos alegremente, y fué el caso que uno de ellos, mds valenton que sus compatrio, tas, en vez de sortear al novillo, se dejé — 7 — sortear por él; notable equivocacion: en- ganchdle el asta retorcida de la faja que en la cintura traia, y aun no se sabe cua- Jes hubieran sido Jas vicisitudes del jaque ano haber acudido en su auxilio dos pri- os suyos , movidos de aquel impulso na- ural que todos tenemos de amparar 4 los ue andan enredados con animales cornu- dos. Soltaronle en efecto. Pero como quiera que los novillos no valgan nada cuando no hacen alguna de las suyas, amotindse en a plaza la parciaiidad contraria 4 nuestro jjaque, clamando que para eso no se saca- a al novillo, y que el que no supiese to~ ear la pagase , y gue habia sido una mala artida meterse entre dos que rifien 4 su alvo: que aquello de ayudar al capeador abia sido una alevosia contra el toro; y un es fama que alguno de los mas leidos, ue debia ser sobrino del cura, traté aque- lo de traicion semejante a la de Beltran Jaquin, como le llama nuestro Mariana, uando, valviendo lo de abajo arriba, dijo n Montiel: ni quito ni pongo rey. Como uiera que fuese, crecié la zambra , enron- ueciéronse las voces, alzaronse fos palos, no se sabe en qué hubiera parado aque- la nueva discordia de Agraimante, 4 no aberse aparecido en medio de la confu- sion la divina Astrea , disfrazada en figura de alcalde , que el mismo diablo no la co- — 28 — nociera, con medio pino en la mano vez de balanza, y sin venda, porque sabido que el que no ve con los ojos abiel tos excusa taparselos para no ver; y 4 decision prometieron resignarse todos. Al garon las partes, escuchdlas 4 entramb aquel rustico Lain Calvo, que fué milag que se cansé en oirlas para sentenci (aunque hay quien asegura que se durmi miéntras hablaron), y dijo en conclusio alzando la voz estentorea : — Sefores , p la vara que tengo en la mano, y tenia el medio pino que llevamos referido, juro brios que me he enterado, aunque me es mal el decirlo: y condeno 4 los dos prima aunamulta para mis urgencias, es deci para las urgencias de la justicia, que soy y por haber quitado la accion al animal; declaro que en lo sueesivo nadie sea osado ayudar en funcion de esta clase & ningu mozo, por lo ménos hasta despues de la pri mera embestida porque el primer golpe de derecho del toro, y nadie se le puede qui tar. Y Dios sea con todos. Con cuya deci sion debid quedar el pueblo sosegado usted convencido. 4 Me ha entendido uste sefior Bachiller ? Pregtntolo, porque si n me ha entendido ahora, excuso hacer ma preguntas, que ya nunca me entender. Asi, pues, librese de la primera emhe tida, y no lo deje para la segunda; — 29 desengafiase, que en las Batuecas si nos quita el adular, nos quita el vivir; es pre- ciso contentarse con decir en todo papel impreso que la comedia estuvo de lo lin- do; que todos los actores, inclusos los que no la representaron, se sobrepujaron a si mismos, que es frase que quiere decir mu- cho aunque no hay un cristiano que la en- tienda ; que la decoracion fué cosa exquisita; que el publico anduvo acertado en aplaudir- la; que la invencion ultima es el sumum del saber humano; que el edificio y que la fuente, y que el monumento son otras tan- tas maravillas; que aquella otra cosa esta planteada sobre las bases mas sdlidas y los auspicios mas felices; que la paz y la glo- ria, y la dicha y el contento Ilegaron 4 su colmo; que el célera no viene 4 las Batue- cas porque describe tridngulos acutangu- los, y es cosa averiguada que todo el que describe esta figura al andar no puede pa- sar de cierto punto; entreverar un articu- lejo de volapiés, que esto 4 nadie ofende sino al toro; ingerir tal cual examen ana- litico de la obra ultima entre si diré, si no diré lo que hay en la materia, tal cual anacreéntica, donde se le digan 4 Filis cuatro frioleras de gusto, con su poco de acertijo, y algun sonetuelo de circunstan- cias, que es cosa que sabe como cada fruta en su tiempo, y en las demas materias — 30 — ichiton! que las noticias no son para da- das, la politica no es planta del pais, la opinion es sdlo del tonto que la tiene, y la verdad estése en su punto. Ademas de que la Jengua se nos ha dado para eallar, bien asi como se nos dié el libre albedrio para hacer sdlo el gusto de los demas, los ojos para ver sélo lo que nos quieran ensenar, los cidos para sdlo oir lo que nos quieran decir, y los piés para caminar adonde nos lleven. Y a alguno conozco yo, sefior Bachiller, que argiia A uno de estos qué pregonan Ja felicidad presente; y arguyéndole con ejemplos bien palpables, le repetia 4 cada punto écon que estamos bien? A lo que le fué respondido como respondid Bossuet al jorobado: Para batuecos, amigo mio, no podemos estar mejor. Asi ves, Andres mio, 4 los batuecos, 4 quienes una larga costumbre de callar ha entorpecido la lengua, no acertar 4 darse mutaamente los buenos dias, tener miedo pazguatos y apocados 4 su propia sombra cuando se Ja encuentran 4 su lado en una pared, y guardandose consideraciones 4 sf mismios per no hacerse enemigos, suce- diéndoles precisamente que se mueren de miedo de morirse, que es la especie de muerte mas miserable de que puede hom- bre morir. Bien como le sucedié 4 un en- eee ee fermo 4 quien un médico brusista habia mandado no comer si queria evitar la muerte, que comiendo, segun decia, le amenazaha; el cual 4 poco tiempo de este régimen dietético se muriéd de hambre. Por lo demas, querido Andres, te con- fieso que trae muchas ventajas el no ha- blar, y no quiero citarte para convencerte, entre otros ojemplos, sino el picaro resul- tado y la larga cola, que mas bien parece maza que cola, que nos hari traido aquellas palabras que se hablaron en los principios del mundo, esto es, las que dijo 4 Eva la serpiente acerca del asunto de la manza- na: trance primero en que empezé ya 4 ha- cer la lengua de las suyas, y 4 dar a cono- cer para qué habia de servir en el mundo. Sin lengua, gqué seria, Andres, de los chismosos, canalla tan perjudicial en cual- quiera republica bien ordenada? 2 Qué de los abogados? Ni existiera sin Jengua la mentira, ni hubiera sido precisa la inven- cion de la mordaza, ni entrdra nunca el pecado por los oidos, ni hubiera murmu- radores ni Bachilleres, que son el gusa- no y polilla de todo buen drden. Con lo cual creo haberte convencido de otra ven- taja que llevan los batuecos 4 los demas hombres, y de qué cosa sea tan especial el miedo, 6 llamese la prudencia, gue 4 tal silencio los reduce. Te diré mas todavia: — 32 — en mi opinion no habran Ilegado al colme de su felicidad miéntras ne dejen de ha- blar eso mismo poco que hablan, aunque no es gran cosa, y semeja sdlo el suave é interrumpido murmullo del viento cuando silba por entre las ramas de los cipreses de un vasto cementerio; enténces gozaran de la paz del sepulcro, que es la paz de las paces. Y para que veas que noes sdlo Dios el que desaprueba el hablar demasiado, como arriba llevo apuntado, te traeré otra autoridad recorddndote al famoso fildsofo griego (y no me hagas gestos al oir esto de fildsofo), que ensefiaba Asus discipulos por espacio de cinco afios 4 callar antes de en- sefarles ninguna otra cosa, que fué idea peregrina, y seria aquella catedra lo que habria que oir, de donde concluyo, porque me canso, que cada batueco es un Platon, y no me parece que lo ha encarecido poco - tu amigo, : Ex BAcHuILLEr. P. D. Se me olvidaba decirte que a mi ultima salida de las Batuecas se susurraba que hablaban ya. iPobres batuecos! iY ellos miSmos se lo creian! CARTAS DE ANDRES: NIPORESAS AL BACHIDLER. 48 Mi querido Bachiller: todas tus cartas he recibido, y no he contestado 4 ninguna, merced 4 esta pereza del pais que nos lie- ned todos poco ménos que dormidos; pero como quiera que me preguntes varias co- sas que te pueden ser de alguna satisfaccion saber, iréte contestando por parte, 6 como pueda, que ya sabes que en punto 4 coor- dinar mis ideas no soy fuerte, y en punto Aexpresarlas soy flojo. En cambio de las buenas prendas ldgicas y oratorias que me faltan encontrards en mf una buena fé 4 prueba del siglo xrx, mas que mediana ino- cencia, sana “Tntencion , y lo que vale mas que todo, un respeto, que te ha de asom- brar, a todas las cosas, y un miedo, que habras de conocer por muy saludable, 4 | todas las personas. Pongo parrafo aparte para elogiarte mi a — 34 — desconfianza , porquelo merece: ésta es tal, que desde pequenito dieron en Hamarme por apodo Nipor esas: apodo que pasé A ser apelido, asi como hay apellidos que pasan & ser apodos. Todo el mal de mi descon- fianza esta en vivir yo mds de lo pasado que en lo presente: es el caso que he side tonto, lo cual no es poca fortuna, porque hay otros que lo son todavia, y muchisi- mos que lo serdan hasta que se mueran; he sido tonto, es decir, que.me han engatado- muchas veces: de aqui procede que en el dia estoy reducide 4 no creer mas que en Dios, porque en cuanto 4 creer en los hom- hres me voy con muchisimo tiento. Deje- mos esto aqui, porque la materia es res- baladiza, y no quisiera que dieran tormen- to Alo qne escribo. Mucho me agrada cuanto me dices acer- ca de las Batuecas; son efectivamente mu- chas las ventajas que llevan 4 otros paises, como dices muy’bien en tus nimeros, vo sé cudntos, que esto es material: al fin es mi pats, y tengo en eso fundada imi vani- dad, aunque no hay an motivo. Gonvengo sobre todo contigo (nim. 6.°) en que a los batnecos no les falta mas que hablar, que es precisamente lo mismo que suele decir un amigo mio de cierto sujeto que ti co- noces, que es tonto y feo, y ademas pica- ro, y un si es no es tartamudo. =A Se ee Me parcce con todo eso que este pals pro- mete: no ha mucho tiempo que hubiera creido, si yo hubiera sido capaz de creer, como llevo dicho, que a la vuelta de un par de siglos ya no habria batuecos sobre la superficie de Ja tierra: en este supuesto pu- dieras haber arrojado por la ventana tu recado de escribir, porque hubiera lNegado/ el caso de que tus desmedidas alabanzas hubicran venido 4 ser inoportunas, pero como acaso las volvamos prestod merecer, porque eso esta en la posibilidad de las vi- cisitudes humanas, y todo se pucde espe- rar de nuestro buen natural, te aconsejo que no borres todavia las Batuecas de tu mapa. / Te doy la enhorabuena porque ya te han abierto las universidades , quiero decir que dejaras de ser autor para volver 4 tus e2- tudios. Al fin te va en ello lo que va de ser tonto a no seflo, y lo que va de bachiller -Alicenciado 6 doctor, porque supongo que te graduards inmediatamente, cesando de escribir folleticos que no valen lo que pe- san, y que te pueden pesar mas de lo que te valen. Me preguntas del estado de mi familia: yoy 4 informarte como pueda de la suerte de cada uno. Antofiito esta de enhorabuena: le con- cedieron la gracia de capitan con sueldo y = 36 todo, por los méritos de su padre, que ha- ce ya cuatro afios que esta sirviendo 4S. M. con cuarenta mil reales: con estos méritos le han hecho esta gracia al nifio. Me ale- grara que le vieras tan mono como esté con sus dos charreteritas y su espadita, que parece un juguete. gQué quieres? | Hn esa edad! i Ocho afios! Nos llena la casa de pa- jaritas de papel; dice que son los enemi- gos, les corta la cabeza, y es una risa todo el dia con él. Ya puede un criado no ser- virle pronto; le da un palo, lo cual nos hace mucha gracia 4 todos, y nunca se le olvida decirle que tiene qué se yo cuantos miles de reales de sueldo. Su madre se le come a besos. Es de advertir que el sefior capitan esta ya en medianos, y muy ade- lantado en la gramatica, de donde inferi- mos todos que ha de ser un gran militar. Tambien esta Miguel de enhorabuena, porque le han hecho nada ménos que te- niente: verdad es que llevaba cuarenta y dos afios de servicio, con haberse hallado en todos los encuentros deimportancia que ha habido en ese tiempo, haber estado dos veces prisionero, y tener diez y siete heri- das, y un ojo de ménos. ¢Pero que es eso comparado con una tenencia? Ello es que le han premiado ya, y que esta que brin- ca de gozo. Ii] pretende pasar al regimien- to donde es capitan Antofito, todo por el — 387 — placer de estar juntos. [Gomo son parien- tes! Y como le quiere tanto, suele decir que aunque teniente, de buena gana le ense- jiaria 4 ser capitan. No se puede negar que tiene Miguel un alma excelente. Como el otro es un chico, no hay duda en que po- dria aprovechar algunas leccioncillas de su tio. A Juanito le hicieron joven de lenguas: con este motivo ha tomado maestro de fran- ces, y Aun dice que le tomara de inglés , porque, eso si, aunque ya esta colocado, es muy racional y no se desdefia de aprender: dice que no parece bien en un jéven de lenguas no saber ninguna, en jo cual tiene alguna razon, y manifiesta ser muy des- pejado. Su fortuna le ha valido, porque se susurra que pretendian la plaza seis mu- chachos de mucho provecho, pero como dicen, no tenian nombre. Amigo, que se la busquen de otra manera, que no todos han de ser jovenes de lenguas. Frasco, 4 quien conoces, ha tenido mas desgracia. Solicité una plaza de vista de no sé donde: entregé el memorial tal como 4 Jas cuatro y cuarto, porque supo que 4 las cuatro estaban agonizando al que la tenia, y aunque en rigor todavia no habia muer- to, debia de morir de alli 4 poco. Pero le dijeron que llegaba tarde, porque ya esta- ba dada. (Qué prontitud de demonios! En — 38 — vano alegé sus grandes conocimientos en ja materia y la exactitud que tiene acredi- tada. La plaza de vista se la dieron a un buen sefior, ciego por mas senas, 6 poco ménos: dicen que se habian compadecido de 61 porque se veia arruinado de resultas de una trabacuenta. iCierto que ha sido una caridad! iPobrecillo! Jorge volvid, como que le cogié la am- nistia de medio 4 medio; pero esta rabian- do: gue queria que le hubiesen vuelto el destino que tenia hace diez afios, es decir, cuando chiquito..... Mira ti quien se acuer- da ya ahora de..... Es el caso que lo tiene otro. Julianita hizo una muy buena boda: ca- sd con un joven muy despejado y rico. Por supuesto que tuvo habilidad para ocultar- le que habia tenido un hijo de aguel otro querido que la obsequid cuatro afios (hijo que tiene ocultamente en un colegio). El tal joven tiene una indole excelente, y se hace querer de toda la familia; est& loco con su boda. Dias pasados decia que se atrevia a poner las manos en la lumbre por la vir- tud de su mujer; mira tti si es atrevido. A proposito afadia que en su vida se hu- biera casado con wna viuda, porque él ha- bia buscado siempre una mujer nueva para ensefiarla a sentir, y se daba la emhora- buena de haberlo conseguido. — 39 — Me preguntas si he pretendido yo tam- bien alguna cosa; voy 4 responderte. Yo no pretendo ningun empleo, porque sé que no mele han de dar, aunque batueco. Ya me lo han ofrecido muchos, pero nunca ha cuajado. Ello si, dicen que soy muy des- pejado, que cuente con ello, que espere un poco... Ahora noes e] momento oportuno, ni antes lo ha sido nunca; unas veces he Hegado demasiado tarde y otras demasia- do temprano Mira ti si soy torpe; no pa- rece sino que estudio con el mismo Barra- bis. Sin embargo, tengo muchos protecto- res, y como soy ttil para algunas cosas, y me lo aseguran tantas veces, podra ser que llegue el caso de creer algun dia que ime han de dar. algo. Mas te diré. A veces enando oigo 4 alguno me lo llego a creer, como que me tengo de salvar, ayudandome Dios, que es sobre todo, y la penitencia y buena vida que tengo pensado hacer. Ya ves que en esta parte casi infrinjo el sis- tema de mi desconfianza. Por lo demas no pretendo; pero no dejo de conocer que no hay cosa como tener oficina y sueldo, que corre siempre ni mas ni ménos que un rio. Se pone uno malo, 6 no se pone; no va & la oficina, y corre la paga ; lee uno alli de balde y al brasero la Gaceta y cl Correo, y un cigarrillo tras otra se llega la hora -de salir poco despues de — 40 ~ entrar. Si hay en casa un chico de ocho ailos se le hace meter la cabeza, aunque no quiera ni sepa todavia la doctrina cris- tiana, y hételo meritorio. ¢No sirve uno para el caso, 6 tiene un enemigo y le qui- tan de en medio? Siempre queda un suelde- cillo decente, si no por lo que trabaja aho- ra, por lo que ha dejado de trabajar antes. Aungue estas razones, capaces de mover un carro, no me tuviesen harto aficionado de los destinos, sdlo el ser del pais me ha- ria gustar de esas gangas tan naturalmen- te como gusta el pez de vivir en el agua. Eso de estudiar para otras carreras, ni esta en nuestra naturaleza ni lo consiente nues- tro buen entendimiento, que no ha menes- ter de semejantes ayudas para saber de todo. Otras ventajillas de los empleos se pu- dieran citar; hay unos, por ejemplo, en que se manejan intereses y hay sobran- tes..... Da uno cuentas, 6 no las da, 6 las da a su modo. No que 4 mi esto me parez- ea mal, no, sefior. A quien Dios se la did, San Pedro se la bendiga. Algunos te dicen 4 eso que no tiene gracia que 4 cada mano por donde pasan aquellos rios se le pegue siempre algo. A eso pregunto yo si es po= sible que llegue el caso de que no se le pe- gue nunca 4 nadie. Ello es que hay cosas de suyo pegajosas, y si te arrimas mucho a = 4— un pellejo de miel, por fuerza te has de untar, sin que esto sea en ninguna manera culpa tuya, sino de la mie! que de suyo unta. Otros empleillos hay, como el que tenia un amigo de mi padre: contaba este tal veinte mil reales de sueldo, y cuarenta mil mas que calculaba él de manos puercas; pero tambien recaia en un sefior excelente, que lo sabia emplear. El afio que ménos, podia decir por Navidades que habia ve- uido 4 dar, al cabo de los doce meses, so- bre unos quinientos reales en varias parti- das de 4 medio duro y tal, 4 doncellas desacomodadas y otras pobres gentes por ese estilo, porque, eso si, era muy carita- tivo, y daba limosnas..... Ui! De esta ma- nera, équé importa que haya algo de ma- nos puercas? Se da 4 Dios lo que se quita 4 los hombres, si es que es quitar aprove- charse de aquellos gajecillos inocentes que se vienen ellos solos rodados. Si saliera uno 4 saltearlo 4 un camino 4 los pasaje- ros, vaya; pero cuando se trata de cogerlo en la misma oficina, con toda la comodi- dad del mundo, y sin el menor percance..... Supongo, v. gr., que tienes un negociado, y que del negociado sale un negocio; que sirves 4 un amigo por el gusto de servirle no mas; esto me parece muy puesto en ra- zon; cualquiera haria otro tanto. Este ami- ami AO ae go, que debe su fortuna 4 un triste informe tuyo, es muy regular, si es agradecido, que te deslice en la mano la finecilla de unas oncejas..... No, sino andate en esertipulos y no las tomes; otro las tomara, y lo peor de todo, se picara el amigo, y con razon. Lué- go si él es el duefo de su dinero, j por qué ha de mirar nadie con malos ojos que se lo dé 4 quien le viniere 4 las mientes, 6 lo tire por la ventana? Sobre que el agradeci- miento es una gran virtud, y que es una grandisima groseria desairar 4 un hombre de bien, que..... Vamos..... bueno estaria el mundo si desapareciesen de él tas virtu~ des , si no hubiera empleados serviciales ni corazones agradecidos. Lo mismo digo acerca de que te va d pe- dir un favor una sefiora, acaso bien pare- cida, 6 con alguna hija que lo es. €Cémo te niegas 4 oir 4 una sefiora que ya con su hi- ja? Era preciso tener entraiias de tigre. Yo te aseguro que éste seria para mi uno de los puntos en que nunca se quedaria reza- gada mi galanteria. j Jesus! {Una sefiora! Agrega 4 esto que para ser oficinista, con saber darse tono, con hacer espevar a los hombres y 4 las feas en la sala de au- diencia, diciendo el portero que el sefor oficial esta sumamente ocupado, con no conocer a nadie al entrar y al salir, con ahuecar fa voz, estirarse el corbatin y per- vag a2 der el expediente, ya esta mas que apren- dido el oficio. No es decir esto que no los haya por otro estilo; pero ya tendria yo la curiosidad de ver algunos. Luégo, hay hombres que no sirven para otra cosa entre nosotros, y son los mas. —{Qué ha de ser usted sino empleado? me decia dias pasados un ultra~batueco. iQuerra usted que en estas Batuecas, unas gentes acostumbradas 4 su oficina, y sus once, y su Gaceta, y su cigarro, vayan a enfrasearse en la cabeza media docena de ciencias y artes utiles , como las llaman, para vivir de otra manera que han vivido hasta ahora, sin el descanso de Ja mesada, ni los gajes de manos puercas? Bien sabe Dios que eso es tonterfa, porque yo y tos que 4 mf se me parecen, que nO son po- cos, tenemos las cabezas, mejores que para ciencias y artes, para moldes de pelucas, y lo digo con vanidad. A buen seguro que mi padre y dun mi abuelo nunca supieron lo que era un libro; era todo lo mas si sa- bian firmar, y el uno murié de ochenta y cinco afios, y el otro de noventa; ni cono~ cieron nunca lo que era dolerles una ua; y no le parezca 4 usted que eran unos pe- lagatos, porque fueron empleados toda su yida, tanto que se puede decir que les sa- lieron los dientes en Ja, oficina, y cuando — 44 — murieron, el uno tenia una venera y el otro tenia dos. — Y tenia razon el batueco. Ya ves tu, pues, que si no pretendo no es porque desconozca yo lo que lleva consigo un em~ pleo. Yo no le encuentro a esta carrera ras inconveniente que uno, y es que hay pocos empleos; si no yatendria yo el mio; esta es nuestra desgracia, porque como las revoluciones, conforme han dado en ha- cerlas en el dia, no son sino cuestiones de niombre, todo el toque esta en estos altos y bajos, en saber cuales de unos 6 de otros han de ser duefios del cotarro. Ello no hay sino diez empleos (que es el mal que nos aflige} y veinte pretendientes. Yo considero que todo estaba arreglado con que hubiera veinte empleos y diez preten- dientes; ni yo sé cémo no han dado en esto, siendo una verdad que salta 4 los ojos, Asombrate, sin embargo: como hay hombres para todo, un batueco de estos que 4 ratos no lo parecen , me decia ayer, hablando de esto: «Los batuecos que quie- ren bien a su patria han de empezar por apartar el pensamiento de los empleos y quemar todos los memoriales hechos y por hacer: si el Gobierno necesita hombres, hombres buscard , pues ya sabe dénde es- — 45 — tin, y bien conocidos son ; al que no le busquen, que no se haga buscar él, sino que hinque el codo y se aplique. Si hay un pais en que pueda un hombre hacerse un bienestar por cualquier ramo de artes 6 ciencias , es éste, donde hay de ellas tanta escasez. Pero si esperan 4 llamar buen go- bierno A aquel que 4 cada vecino le dé veinte y cuatro mil reales de renta por su manifiesta adhesion , nunca le habra para las Batuecas, porque el que mas y el que ménos somos adictos, y muy adictos, 4 to- mar la paga el ultimo dia del mes, y aun- que sea el primero del siguiente. Agregue usted A esto que el seguir en el carril de hasta ahora es desnudar 4 un santo para yeslir 4 otro, y santo por santo, voto a brios, que bien se esta quien se esta vestido. Si, sefior don Andres; agui no teadrémos un principio de esperanza sino cuando conoz- can todos la necesidad de no sacar mas sangre de este cuerpo, ya desangrado + cuando tengan mis compatriotas ideas mo~ deradas, un plan uniforme, una marcha prudente , ménos egoismo , ménos miedo, ménos partidos y colores, ménos pereza Y holgazaneria; cuando el cielo nos envie luz ~ para ver y aplicacion para trabajar; cuan- do tengamos, en fin, el verdadero deseo de ser felices, que mucho lleva adelantado para serlo quien de véras lo desea, porque — 46 — el cielo es tan bueno gue querra probable- mente todo lo que nosotros de véras que- ramos.» Mira tu, mi Bachiller, por dénde se apeo el batueco. i Vaya que hay hombres locos! iLuz para ver! Mejor nos estamos a oscu- ras; de esta manera Dios sabe lo que uno puede topar a tientas; vez hay quese anda uno 4 buscarstal cosa, y se encuentra de- bajo de Ja mano tal otra que no habia vis~ to. Lo mas que puede suceder es que ha- gamos, jugando 4 buscar el bien, lo que hace el que juega 4 dar con la piflata, que suele dejarseta 4 las espaldas, y atinar con un palo 4 los concurrentes, que esto ya se ha visto. Yo, como sé que todas esas quimeras que 4 uno le cuentan son bobadas, porque me Jlamo Niperesas, y conozco mi patria y mis batuecos como mi casa y mis hijos, 4 mis empleos me atengo; Ja semilla ha de caer cn buena tierra, y si no, no echarla. Y con esto concluyo mi carta, que las cartas no han de ser tan largas como nues- tro remedio, ni tan cortas como nuestros aicances. Te he contestado cumplidamente 4 la tuya. To he dado noticias de mi familia y de mi persona, y aun de mis opiniones ; ahora ruega ti A Dios que los que me pro- tejen me den pronto un empleille de esos —47 — de manos puercas, para dar en tierra con mi desconfiauza, porque de no, me habré de meter 4 descontento, y es mal oficio. Si, por el contrario, me lo dan, le serviré co- mo cada batueco, 6 me servira él 4 mi por mejor decir; enténces si que diré que vi- vimos en la prosperidad, como algunos quieren que lo crea por pruebas que no son pruebas. Tu amigo Anpris NIporEsAs. 9? Querido Bachiller: Imagina tu si me se- ra sensible el estado de tu salud y ese mal- hadado frenillo que te embarga ta lengua y te obliga 4 hablar tan de tarde en tarde; echa mano de la sopa en vine, y si éstano basta 4 dar tono 4 tu decaida maquina, avisame con tiempo para encomendarte 4 Dios y regarie que te haga arrepentir en vida de tus muchos y corpulentos pecados, pues te veo ya cou un pié en ta sepultura, yme doy 4 entender que si te alcanza la muerte antes de arrepentirfe, no ha de ha- ber Iuégo remedio humano ni divino para — 48 — ti, ni te han de alcanzar oraciones de nin- gun cristiano. Mira estas cosas muy des- pacio, y considera sobre todo que hay in- fierno. De estad verdad, si la fe no te res- pondiera, te responderia yo, que llevo es- te punto de creencia 4 tal extremo, que es- toy para mi que no sdlo Ie hay en la otra vida, sino en esta tambien debe haberle para mds de uno, segun vehementes indi- cios que de ello tengo. Es tanta la batahola de preguntas y con- fusion de encargos que en tu ultima carta reservada, y no vista del publico, me di- riges y encomiendas, que no sé si bastaré yo para dar completa satisfaccion 4 todas tus necesidades. Conténtate, pues, con lo que buenamente te pueda ir diciendo..... Pasemos 4 tus largas preguntas y 4 tus interminables encargos. Con respect a la Historia de Espana que me pides, como me dices que ha de ser buena, no tela puedo enviar, porque no la he encontrado. Me encargas que envie 4 tu sobrinito 4 las cAtedras publicas de historia y geogra- fia que supones temerariameite que debe de haber en una corte como ésta; me aha- des que ya que tiene la fortuna de estar en el primer pueblo de la nacion, que aproveche esta feliz circunstancia para ilustrarse. Te ruego encarecidamente que — 49 — antes de hacerme estos encargos procures no ser tan ligero en tus juicios, porque aqui no hay semejantes catedras; lo que hay es una Academia de la Historia, y un despacho de mapas en la calle del Princi- pe. Puede ser que sean estas las noticias que tengas, y como eres tan torpe, todo lo hayas confundido. Soy de opinion que no aprenda taqui- grafia, en atencion 4 que aqui no hay pa- labra que seguir. Lo que si debe aprender es el arte de tener siempre razon, es decir, la esgrima, porque andan muy en boga los desafios de algun tiempo a esta parte; de suerte que yaenel dia es una vergtienza no haber estropeado 4 algun amigo en el campo del honor. Otra cosa no ménos importante. Es de primera necesidad que se vista de ma- jo y eche un cuarto a espadas en: cual- quier funcioncilla de toros extraordinaria que entre sefioritos aficionados se celebre, que si se celebrard; con estas dos cosas sera una columna de la patria, y un mo- delo del buen tono, segun los usos del dia. Y 4un si pudiera ser tener patalon colan y sombrero clac; si pudiera ser ademas que pasase la maiiana haciendo visitas, y de- jando cartoncitos de puerta en puerta, la tarde haciendo ganas de comer y atrope- llando amigos en un caballo cuelli-largo y = io = sin rabo, condicion sire gud non, la prima noche silbando alguna comedia buena, y la madrugada de raout en ravui, perdien- do al eearté su dinerillo y el de sus acree- dores, serfa doblemente considerado de las gentes del gran mundo, y atendido de las personas sensatas del siglo... Alguna obra de !a biblioteca de las que me indicas esta en lo reservado, y asi te devuelvo tu encargo..... Tampoco he encontrado una coleccion de trajes.espafoles de todas las épocas , porque no la hay. Me han preguntado si estas ti seguro de que anduviesen vestidos nuestros antepasados. No se ha encontrado quien compusiera tu reloj; sabe mds que tu y que todos nos- otros; por mas que ha querido el relojero gobernarlo, él no se ha dejado gobernar. La laminita que quieres, no he hallado en Madrid quien la haga; dicen que es preciso hacerla sobre acero, y para obte- ner buen resultado me han asegurado que debes encargarla a Parts. No he dado 4 encuadernar el libro cou- sabido, porque como lo quieres lujoso y preciosameate encuadernado, y agui no hay mas que uno que lo sepa hacer, esta muy atareado, sobre llevar muy caro, y asi es cosa larga. Si te corre prisa lo en- viaré 4 Londres. — 51 — No he podido confiar tus comisiones 4 Domingo, ni a Pedro, ni 4 la Nicolasa: hanle sucedido 4 todos desgracias impen- sadas..... Ya te puedes poner en camino, porque en esta semana pasada no ha habido mas que dos robos de diligencia Pero si vienes a pretender no vengas, que por ahora no tengo empefios que pr tarte, y para traerte sdlo contigo tus mé- ritos, te puedes quedar con ellos por alli, que aqui nadie los ha menester..... Vengas 6 no vengas, lo que debes hacer es callar; supuesto que el mundo ha de ir siempre como va, haz lo que todos, y de lo que sabes saca partido, si es que no quieres olvidarlo, lo cual seria mas segu- ro. Cuando las cosas no tienen remedio Ja habilidad consiste en convertirlas como son en provecho de uno. Déjate, pues, ya de habladurias, que te han de costar la vida, ola lengua; imitame 4 mi, y escribe sdlo de aqui en adelante cartas simples y sérias de familia , como ésta, donde cuen- tes hechos, sin reflexiones, comentarios ni moraleias , y en las cuales nadie pueda en- contrar una palabra maliciosa, ni un re- proche que echarte en cara, sino la senci- lla relacion de las cosas que natural y dia- riamente en las Batuecas acontecen; 6 lo que seria mejor, ni Aun ese escribas, que —52 — para que esta habilidad no se te olvide, bastara que pongas semanalmente la cuen- ta de la lavandera. Anpnes Nrporesas. EMPENOS Y DESEMPENOS. En prensa tenia yo mi imaginacion no h4 muchas mafianas (4) buscando un tema nuevo sobre qué dejar correr libremente mi atrevida sin hueso, que ya pedia cou- versacion, y acaso nunca lo hubiera encon- trado 4 no ser por la casualidad que con- taré; y digo que no la hubiera encontrado, porque entre tantas apuntaciones y notas como en ini pupitre tengo hacinadas, acaso dos solas contendran cosas que se puedan decir, 6 que no deban por ahora dejarse de decir. Tengo un sobrino, y vamos adelante, que esto nada tiene de particular. Este tal so- brine es un mancebo que ha recibido una educacion de las mas escogidas que en este nuestro siglo se suelen dar; es decir esto, que sabe leer , aunque no en todos los li- (1) Carnayal del afio 1832, sid 4 bros, y escribir, si bien no cosas dignas de ser leidas ; contar no es cosa mayor, por= que descuida el cuento de sus cuentas en sus acreedores, que mejor que Gl se las sa- * ben llevar; baila como discipulo de Veluci, canta lo que basta para hacerse rogar y no estar nunca eu voz; monta 4 caballo como un centauro y da gozo ver con qué soltura y desembarazo atropella por esas calles de Madrid a sus amigos y conacidos; de ciencias y artes ignora lo suficiente para poder hablar de todo con maestria, En materia de bella literatura y de teatro no se hable, porque esta abonado, y si no en- tiende Ja comedia , para eso la paga y dun la suele silbar ; de este modo da 4 entender que ha visto cosas mejores en otros palses, porque ha viajado por el extranjero 4 fuer de bien criado. Habla un poco de francés y de italiano siempre que habia de hablar espaficl, y espafiol no lo habla, sino lo maltrata : & eso dice que la lengua espafio- laes la suya, y que puede hacer con ella lo que mas le viniere en voluntad. Por su~ puesto que no cree en Dios, porque quiere pasar por hombre de luces; pero en cam- bio cree en chalanes y en mozas,-en ami- gos y en rufianes. Se me olvidaba. No ha- blemos de su pundonor, porque éste es tal, que por lamenor bagatela, sobre silo mira- ron sobre si no le miraron, pone una estoca- Be (Gabe da en el corazon de su mejor amigo, con la mas singular gracia y desenyoltura que en esgrimador alguno se ha conocids. Con esta exquisita crianza, pues, y ves- _ tirse-de vez en cuando de majo, traje que ~ Ileva consigo el ¢ qué se me da a& mi? y el jaqui estoy yo! ya se deja conocer que es uno de fos gerifaltes que mds lugar ocupan -enla corte, y que constituye uno de los -adornos de la sociedad de buen tono de esta capital, de qué sé yo cuantos mun- dos. _ Este es mi pariente, y bien sé yo que si su padre le viera habia de estar tan em- bobado con gu hijo como lo estoy yo con mi sobrine, por tanta buena cualidad como en él se ha Hegado & reunir. Conoce mi -Joaquin esta fragilidad y dun suele preva- lerse de ella. Las ocho serian y vestiame VWgcuande eptra mi criado y me anuncia mi sobrino. —é Mi sobrino ? Pues debe ser la una.—No setior, son las ocho no mas.—Abro los ojos _.asombrado y me encuentro 4 mi clegante ; ; de pié, vestide y en mi casa 4 las ocho de Ja mahana.— Joaquin, tu 4 estas horas.— Querido tic, buenos dias.—¢ Vas de viaje? —No, sefior.—éQué madrugon es este?— éYo madrugar, tio? Tedavia no me he acos- tado.— i Ah, ya decia yo! —Vengo de casa de la marquesita del Peiiol: hasta ahora

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