Cristo como hijo” (Hebreos 3:5,6). Moisés, siervo “fiel en toda la casa de Dios”, no pudo entrar a la tierra prometida. Sin embargo, quien en una ocasión pidió a Dios: “Te ruego que me muestres tu gloria” (Éxodo 33:18). Un día, pudo ver cumplido su deseo, cuando en el monte de la transfiguración conversó con Jesús (Lucas 9:30). Aprendamos de Moisés: Siervo y Caudillo y busquemos ver la gloria de Dios. “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40).