Ser universitario, hoy: ztiene sentido?
Por Andrés Jiménez Abad
Catedritico de Filosofia.
Profesor de la Universidad de Navarra
No es preciso resaltar la utilidad y el sentido de la institucién universitaria
en el contexto de una sociedad que los expertos llaman “del conocimiento”. La
Universidad es una institueién caracterizada por un intercambio profundo y vivo
de conocimientos, necesitada, eso si, de una permanente renovacién para atender
a su misidn, al hilo de una sociedad sumamente versatil y fluida.
Dotada generalmente de una poderosa capacidad administrativa, sobrada
quizas de organizacién, parece sin embargo necesitada de vida. Y precisamente
esto, una forma de vida peculiar, es 1 que ha de definir a la Universidad: lo que
debe encontrar un joven que llega por vez primera a ella es un modo de
convivencia humanamente enriquecedor y culturalmente fecundo.
La ciencia, por ejemplo, no es un simple acopio de laboratorios,
instrumentos, computadoras y bibliotecas, un surtidor inagotable de
publicaciones especializadas, sino una disposicién arraigada, una forma riguro:
de trabajo y de reflexidn, un habito intelectual. Pero eso no se puede ensefiar
te6ricamenie, sino en y desde la practica. Por ello -y esa ha de ser la mayor
riqueza de la Universidad- se hace imprescindible el trato frecuente y habitual
con personas que hagan brillar esa disposicién. Cuando las cualidades que
caracterizan el talante cientifico se dan, se dan vivas en una persona con toda la
singularidad de la persona, Constituyen parte del talante de un maestro. Un
maestro vive lo que ensefia y ensefia lo que vive. Por eso, al legar a la
Universidad, lo mas valioso para un estudiante es encontrar a los maestros.
Es mision de la Universidad proporcionar a la sociedad hombres y
mujeres profesionalmente bien preparados. Personas cultivadas, es decir: con
criterio, de mente abierta, que se sientan responsables de ejercer eficaz y
honestamente su profesién en servicio de las personas; y de participar
creativamente en Ia vida social ayudando cualificadamente a resolver sus
problemas, No meros triunfadores, sino personas que sepan encajar y sacar
fruto lo mismo del éxito que del fracaso.
FL universitario es un hombre o una mujer de criterio, es decir. que
piensa por si mismo y con rigor. No es un fragmento de una masa, no es
conformista, no se deja manipular ni halagar. Si es preciso va contra corriente,
Tiene una visién de las cosas serena, ponderada, real.Se caracteriza por el respeto a los demas. Se reconoce
limitada. No acude a afirmaciones rotundas, aplastantes, que no dejan lugar a ta
discrepancia, Prefiere presentar sus propias razones de modo insinuante y
matizado para que cl interlocutor pueda ver por si mismo al comprenderlas.
Busca més sugerir que afirmar, ilustrar y ayudar que dominar o veneer. Procura
siempre ponerse en el lugar del otro para intentar comprender su punto de vista,
para juzgar mas ecudnimemente. Hace uso del didlogo amistoso en la bisqueda
compartida de la verdad, porque sabe que la verdad no puede ser impuesta desde
fuera, sino que ha de aceptarse por la contemplacién de lo que las cosas son, por
la gozosa experiencia del encuentro con ella.
Ha de caracterizar al universitario una sefialada mentalidad de servicio,
de servicio cualificado y competente, lo que supone una cierta vocacién de
liderazgo, no tanto por interés 0 por lucro, sino por sentido de la
responsabilidad, Hoy muchos legan a la Universidad aspirando a lograr un
puesto de trabajo, por ejemplo, pero pocos aspiran a crearlos.
El espiritu_universitario es un talante, en el fondo, ético. Pero la
Universidad, abierta a los problemas de su tiempo, s6lo puede aportar soluciones
€ iniciativas si se nutre de personas coneretas que aportan ese talante
emprendedor y responsable.
Ne produce ningtin escandalo ya el decir que la Universidad ‘real’ con 1a
que nos topamos al mirar hacia el suelo, padece una profunds crisis. Una crisis
de mediocridad y de pragmatismo, Como nuestra sociedad misma. Y este es un
aspecto que no debe hurtarse en todo proyecto de orientacién a la vida
universitaria, La orientacién no consiste en pertrechar a los jévenes de
habilidades para la eleccién de una carrera que dificilmente llegaran a cursar y, si
lo hacen, no va a satisfacer seguramente todas sus aspiraciones. Lo importante
no es que carrera quieres hacer, sino por qué quieres hacer
Quien Hegue a comprender esto, se dard cuenta de que no se trata ya de
saber qué espero yo de la Universidad, sino que es ella la que espera algo de mi.
Y eso implica ir clarificando un proyecto personal de vida
Hoy més que nunca, es preciso entender Ia Universidad como una
{area, como un ambito al que aportar vida, honestidad y ansia de saber. Frente
al pragmatismo de la lucha de intereses individualistas, un ansia insobornable
de verdades. Frente a la mediocridad de quien espera que los problemas se le
den resucltos, exceleneia, pero no la excelencia de triunfador a ultranza, sino del
que da lo mejor de si mismo.
De lo contrario, habra que empezar a hablar muy pronto de la muerte de la
versidad