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EL HOMBRE ANTE LA BIOMEDICINA ‘Ana Capa de Toca Haciéndome eco del titulo de este Encuentro: “Universidad para un nuevo Humanismo”, entiendo por “nuevo humanismo”, no la necesidad de “reinventar” Jo humano, sino Ja necesidad, hoy, de profundizar en la busqueda de la verdad sobre el hombre. Y, en cierta medida, en la necesidad de “rehabilitar” y de definir lo humano. En la materia que nos ocupa, “El hombre ante la Biomedicina”, observamos, por un lado, que los espectaculares avances de la ciencia en al campo de la Medicina, de la Biologia y de la Genética desde mediados del siglo XX y, en particular, del nuevo siglo que comienza, nos estén proporcionando aplicaciones y desarrollos futuros de enorme potencialidad como es la lucha contra enfermedades, incluso las que no tienen hoy dia curacién, y la obtencién de mayores niveles de salud y biencstar. Paralelamente, observamos también, que todos estos conocimientos y, en especial, las aplicaciones que de ellos puedan derivarse, generan un cierto riesgo e incertidumbre por las implicaciones de orden ético, moral incluso social 2 que pueden dar lugar, especialmente cuando afectan al embrién humano. La orientacién que deba darse a las investigaciones y, en wltimo término, las aplicaciones de estos descubrimientos atafen a toda la sociedad y a todos sus miembros porque afectan, no a un solo individuo, sino a la humanidad entera. Podemos decir que, la radical novedad de las biotecnologias, ante la posibilidad de ‘conocer la realidad para transformarla, es que ya no operan s6lo en el mundo exterior sino sobre el hombre mismo, Se advierte, entonces, que el hombre actual est4 adquiriendo un poder inaudito sobre el hombre de! mafiana. Cuestiones como: {Qué es el hombre? 2Qué es la vida humana? {Cémo debemos tratar la vida humana? Dénde est el mite de proteccién de la vida humana? Retoman el permanente cuestionamiento del hombre sobre si mismo y su dignidad en las citcunstancias actuales y entroncan directamente con el objeto de este Encuentro: reflexionar acerca de Ja identidad y custodia de lo humano, Desde mi punto de vista, considero que el nicleo central de los problemas que se plantean en Biotica hunden sus raices, precisamente, en Ia concepcion que tengamos del hombre. Segin consideremos qué es el hombre y su dignidad asi lo trataremos, porque de esa antropologia se deriva una ética singular que es referente para las decisiones y actuaciones coneretas que se plantean en a vida cotidiana. Teniendo en cuenta, ademis, que en funcién det tratamiento y de las respuestas que se vayan dando a estas situaciones van a condicionar las relaciones familiares y sociales presentes y futuras. Cuando se plantean debates en bioétiea, se confronta las posibilidades précticas que offecen las modernas teenologias por un lado, con planteamientos éticos “abstractos” y de “origenes inciertos” que parece vienen a poner cortapisas al desarrollo cientifico y se llega a asegurar que los beneficios de estas investigaciones y sus aplicaciones son tales que superan con mucho cualquier objecién ética. Parte de la premisa de que todo lo que “Séonicamente” pueda realizarse, es licte hacerlo, La pregunta que nos planteamos es, sin embargo. si es bueno hacer todo aquello que téonicamente sea posible o si es correcto éticamente bablando. beneficiar a una persona acosta de otra. Surge la necesidad de establecer unos limites que garanticen el respeto a la dignidad de la persona, de sus derechos. El problema surge cuando se quieren precisar la base de esos limites: {Dénde est4 el limite de proteccién de la vida humana, de las investigaciones y en qué se fundamenta? Hasta ahora, las frecuentes invocaciones al consenso remitian a marcos culturales homogéneos consolidados a lo largo de siglos, sin embargo, en la actualidad se expresan, diferentes concepciones del hombre, teorias éticas y modelos de comportamiento. Se abre asi una cuestidn erucial: al faltar en la sociedad occidental una ética compartida socialmente nos preguntamos como Hegar a un consenso sobre lo que es fundamental para la convivencia. y cémo establecer unas normas juridicas en las cuales ésta fundamentaci6n ética esté especialmente presem Se puede Hlegar a pensar que el sistema democratic desemboca necesariamente en un relativismo moral. la idea es mas bien la contraria: el sistema democratico necesita un solide soporte moral. Ha de construirse sobre la bisqueda de la verdad de la persona, {nico fundamento posible para respetar la identidad y los derechos del hombre. La imposibilidad de un relativismo absoluto, estimala a volver a pensar desde sus raices, en Ia reconstruccion que. de la persona humana y de la familia llegue a todos los ambitos y a todas las instituciones de la vida social En conclusién y a mi juicio, el verdadero debate sobre el derecho a Ja vida debe centrarse en cémo recuperar y hacer vigente el respeto a la vida humana, a su dignidad y a sus derechos, como realidad existente y previe a cualquier poder estatal o sentir mayoritario. El Derecho, aunque se concreta en unas normas de convivencia, tiene como finalidad la Justicia, definida como “dar a cada uno lo suyo™. lo que en justicia corresponde a cada uno, reflexionemos, entonces, acerca de qué es lo justo para el hombre. Si se niega la igualdad de los mas débiles en el derecho a la vida, especialmente en los momentos iniciales y finales de la vida de cada individuo, en que se encuentra mis indefenso, se est estableciendo diversas categoria: entre los seres humanos ¥y por tanto introduciendo el criterio de que hay vidas sin vaio: 0 que unas son menos valiosas que co1ras. Criterio peligroso. Una propuesta para contribuir a este debate de forma construetiva es, reconocer sin duida alguna, que la investigacién cientifica ofrece una gran ayuda para conocer mejor al hombre y para mejorar sus condiciones de vids, pero ha de orientarse siempre en bencficio de todas y cada una de las personas, abriende vias de investigacion que tengat como criterio esta finalidad. Sin olvidar que

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