En el “Manual de Campaña del Ejercito MCE 3-24.0 Guerra Irregular”. Se considera a
la insurgencia como acciones de un grupo o movimiento organizado, normalmente ideológicamente motivado, que busca afectar o prevenir un cambio político o derrocar una autoridad gubernamental dentro de un país o región, enfocado en persuadir o coaccionar a la población mediante el uso de la violencia y la subversión, y dentro de las Operaciones en Guerra Irregular se encuentra la Contrainsurgencia. La contrainsurgencia (COIN) son los esfuerzos civiles y militares realizados para derrotar una insurgencia y hacer frente a posibles daños importantes (MFRE 3–05). Esta es una operación que abarca esfuerzos militares y civiles completos que se ejecutan para derrotar una insurrección para tratar cualquier queja principal. Además de las operaciones que se pueden desarrollar dentro del territorio nacional, las operaciones de contrainsurgencia incluyen el apoyo que se proporciona a un gobierno en las acciones militares, políticas, económicas, psicológicas y cívicas que emprende para derrotar la insurrección. Los insurgentes van a recurrir cada vez más a las formas irregulares de guerra como formas eficaces de socavar la credibilidad y legitimidad de sus adversarios y para aislarlos de las poblaciones relevantes y de sus defensores externos, tanto física como psicológicamente. Al mismo tiempo, ellos buscan reforzar su propia legitimidad y credibilidad para ejercer autoridad sobre la misma población. Las operaciones de COIN suelen incluir programas de asistencia de seguridad, como educación y entrenamiento militar internacional (dicho apoyo también puede incluir FID, entre otros). En algunos casos, las operaciones de contrainsurgencia pueden ser mucho más extensas e incluir operaciones de contingencia limitada de la fuerza conjunta o mayores. Estas acciones son repelidas por medio de Operaciones Terrestres Unificadas en Guerra Irregular, con acciones unificadas, acciones decisivas, entre otras que permiten mantener el control de la situación.