Replica de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Sala de Casacién Civil
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACION CIVIL
FERNANDO GIRALDO GUTIERREZ
Magistrado Ponente
SC9788-2015
Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
{Aprobada en sesién de veintiocho de julio de dos mil quince)
Bogota D.C., veintinueve (29) de julio de dos mil
quince (2015).
Decide la Corte el recurso de casacién interpuesto por
los demandantes frente a la sentencia de 17 de febrero de
2011, proferida por la Sala Civil de Descongestion del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogota, dentro del
proceso ordinario de Alvaro Ruiz Leén, Elvira Leonor
Arizabaleta y Natalia Ruiz Arizabaleta contra la Corporacién
Club El Nogal.
1- EL LITIGIO
1. Los accionantes pidieron declarar_— la
responsabilidad civil en la muerte de Andrés Ruiz
Arizabaleta, como resultado del estallido acaecido en una
edificacion de su adversaria, debiendo reconocer a titulo de
indemnizacion (folios 13 al 15, cuaderno 1):Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
a.) Para los padres del causante, Alvaro y Elvira
Leonor:
(i) Trescientos treinta dos millones de pesos
($332000.000) cada uno, por «perjuicios morales, que
deben ser indexados.
(ii) Doscientos millones de pesos ($200°000.000) «a
titulo de perjuicios materiales», con los correspondientes
intereses comerciales.
b.-) En favor de Natalia, hermana del difunto, ciento
sesenta y seis millones de pesos ($166'000.000) por la
afliccion sufrida, actualizada con base en el IPC que
certifique el DANE.
2... Expusieron como sustentos facticos los que a
continuacién se compendian (folios 15 y 16, cuaderno 1):
a.-) En las instalaciones del Club El Nogal «exploté un
artefact (7 feb. 2003), mientras se encontraba alli Andrés
Ruiz Arizabaleta, quien fallecié como consecuencia de las
heridas sufridas en el suceso.
b.-) Seguin investigaciones, los doscientos (200) kilos
de «anfor con que se produjo la voladura, fueron colocados
por personas que tuvieron acceso a la sede, mediando
autorizacion e invitacién de algunos asociados.Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
c.-) El vehiculo cargado con los «explosivos» ingresé al
Club, sin que el personal de seguridad se percatara de ello,
siendo accionados a control remoto, lo que es constitutivo de
negligencia.
d.-) Para ese momento el occiso contaba con
diecinueve (19) afios, curs6 la primaria y el bachillerato en el
Colegio Andino y era alumno de la Facultad de Artes
Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana, por lo que
dependia econémicamente de sus progenitores.
3.- Notificada la demandada, se opuso y adujo como
defensas que «no se retinen los elementos de la
responsabilidad civil», «conducta diligente asumida por parte
de El Club El Nogab y «fuerza mayor o caso fortuito» (folios
215 a 219, cuaderno 1).
4.- El Juzgado Cuarenta y dos Civil del Circuito de
Bogota neg6 las pretensiones (9 feb. 2010), porque no
encontré «pruebas que permitan demostrar los supuestos de
hecho a los que aluden los actores» (folios 1556 al 1573,
cuaderno 1).
5.- El superior confirmé la sentencia, al desatar la
alzada de la promotora (folios 83 al 102, cuaderno 8).
FUNDAMENTOS DEL FALLO IMPUGNADO
Se sintetizan asi:Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
1- Como el pleito deriva de «un hecho propio en la
modalidad de omisién», debia demostrarse la culpa, «pues
yerra el apelante al sefalar la actividad de la persona
juridica demandada como peligrosa», como se «deduce de la
simple lectura del objeto social, en donde «la calidad de los
socios o invitados en lo que atana a su seguridad personal
por los cargos que ocupan no resultan ser extensivos a la
calidad de la demandada».
2.- Para establecer si se «omitié realizar una conducta
que habria evitado la produccién del dano, como quiera que
tiene el deber contractual de actuan, se analiza si el sistema
de seguridad dispuesto por la opositora «resultaba idéneo 0
no para la época del siniestro».
3.- Sobre las anotaciones a la valoracién de las
pruebas dada por el a quo, se precisa que el tenerlas que
apreciar en conjunto no quiere decir que «deba derivar una
conclusion de cada una de las mismas en la providencia»; el
alcance de los indicios «son meras probabilidades del
elemento culpa y no pruebas contundentes y fehacientes del
mismo» y si «no se hizo referencia al dictamen pericial no
quiere decir que no fue estudiado».
4.- Como en el fallo de primer grado falt6 resolver la
«objecién al dictamen pericial se suple dicha labor
improbandola, porque «si bien es cierto incurrié en error el
perito al determinar que no se allegaron los videos
pertinentes, no puede establecerse que a partir de alli
fungieron las conclusiones determinadas», pues, evalué lasRadicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
declaraciones y «sus postulados fueron producto del andlisis
conjunto de los elementos probatorios», ademas de que al
estimar que «el inconveniente en el sistema de seguridad
resulta ser las fallas determinadas en el sistema de
grabacién», admitié esa forma de vigilancia y «lo indicado fue
la ausencia de los mismos en el proceso civil mas no en el
penab,
En cuanto a la idoneidad del profesional, su seleccién
se hizo «siguiendo las reglas previstas en el articulo 243 del
Cédigo de Procedimiento Civil, pues se oficié a la Direccién
del CTh, sin que lo impusieran, y sus «apreciaciones
subjetivas» fueron el «resultado de la labor encomendada con
base en el conocimiento del sujeto designado.
5.- La actora endilga como fallas que «la puerta a
través de la cual ingresé el vehiculo cargado con los
explosives contaba con una vigilancia precaria y (...) que la
carga debié ser advertida por quien lo revisé atendiendo el
volumen de la misma.
Tomando en cuenta la forma como «se perpetré el
siniestro seguin lo indicado por ta Fiscalia: y los testimonios
recaudados, se extrae que «el sistema de seguridad era
completo y adecuado para la época».
A pesar de que se advirtieron falencias por
intransigencia de los mismos socios, «el carro en el cual se
cargaron los explosivos fue revisado, mas no se advirtié la
situacién de inconformidad por cuanto la técnica empleadaRadicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
para distribuir la carga fue lo suficientemente avanzada para
pasar inadvertidar, como 10 sostuvo en su concepto el
Departamento Administrativo de Seguridad.
Habiéndose «camuflado la sustancia como se indicé en
el proceso penal, no era una deteccién facil, adicionalmente
ya no se contaba con la presencia del canino entre otras
circunstancias porque en aquella época no resultaba
obligatorio para tales fines», sin que se configure negligencia
«como quiera que no se probé que el sistema de seguridad del
Club El Nogal fuese inferior al que debe prestar ni se omitié el
deber de cuidado exigido al momento de inspeccionar el
vehiculo».
6.-_ En ausencia de culpa, como uno de los elementos
axiolégicos de la responsabilidad civil, «deviene la
denegacién de la misma», sin que tenga relevancia la
comisi6n en tratandose de la resolucién del error grave que se
le endilgé al dictamen pericial practicado para probar los
perjuicios reclamados».
7.-_ Le asiste razén a la falladora de primera instancia
en que la admisién de los socios no era una actividad
propia de la contradictora «ya que estaba delegada a una
persona juridica que no esta subordinada a la pasivay como
se advierte en prueba documental aportada, fuera de que
«la sociedad que tenia acciones en la demandada satisfizo
todos los requisitos establecidos en los estatutos para
adquirir la calidad que ostentaba».Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
8.- Aunque no es necesario verificar causales de
exoneracién de responsabilidad, por sustraccién de materia,
vale recordar que la Corte en SC 26 jul. 2005, rad. 1998-
06569-02, precisé que no todas las acciones perpetradas
por movimientos subversivos son constitutivas de fuerza
mayor 0 caso fortuito, lo que se debe examinar para cada
caso en particular.
9.- Frente a los «perjuicios aludidos en el escrito de
apelaci6n, (...) el recurso instaurado resulta ser un medio de
impugnacién _y no una oportunidad para incoar las
pretensiones que fueron obviadas en el libelo incoatorio».
Il.- LA DEMANDA DE CASACION
Los promotores formularon dos ataques, con
fundamento en la causal primera del articulo 368 del
Cédigo de Procedimiento Civil, por errores de hecho en la
interpretacién del libelo y la forma como se sopesaron los
medios demostrativos, los cuales se conjuntan, tal como se
precis6 al admitir la sustentacién (folios 114 y 115).
PRIMER CARGO
Acusan la vulneracién de los articulos 63, 1604 y 2341
del Cédigo Civil, por aplicacién indebida, y 2343, 2344 y
2356 ibidem, que no fueron tenidos en cuenta, como
consecuencia de una inadecuada «apreciacién de la
demanda y de las pruebas relacionadas con la actividad del
demandado».Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
Lo sustenta en estos términos:
1 Al establecer el ad quem que el pleito es el
producto de «un hecho propio en la modalidad de omision»,
correspondiéndoles probar la culpa como sustento de sus
aspiraciones y sin que puedan argiir como peligrosa la
actividad que desarrolla la convocada, desconocié
«principios de la responsabilidad solidaria en la causacién de
un dario, de una parte y, de la otra, las caracteristicas de la
actividad peligrosa para ser considerada como tal con los
efectos juridicos que de ello se deriver».
2.- No se puede considerar unicamente el riesgo
creado por el hecho de las cosas como aspecto de dicha
tipologia, «que es precisamente el que no resulta aplicable al
presente caso. En esta oportunidad se trata de la
«solidaridad derivada de la omisién por desarrollar una
actividad peligrosa», siendo que la calidad de los socios o
invitados al Club, «en lo que atarie a su seguridad personal
por los cargos que ocuper, se extiende al desarrollo del
objeto social, exigiendo una mayor revision de quienes
ingresaban a las dependencias.
3.-. Trae el fallador conceptos del derecho penal «al
exigir al demandante la demostracién de la culpa, partiendo
de un criterio objetivo o abstracto que la aprecia teniendo en
cuenta el modo de obrar de un hombre prudente y diligente
considerado como arquetipo».Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
4.- Confunde «el tipo de responsabilidad invocadw al
analizar la somisién de realizar una conducta que habria
evitado la produccién del dario, como quiera que tiene el
deber contractual de actuar, siendo que se reclamé la
«responsabilidad civil extracontractual de la demandada en
la produccién del dari, invocando como fundamento de
derecho los articulos 2341 y siguientes del Codigo Civil, y
que, como se insistié en los alegatos de primera instancia,
era la mas evidente «por cuanto entre el fallecido y el
demandado no se celebré contrato alguno».
En este caso «se trata de responsabilidad directa de la
entidad demandada por omisién» y no «bajo los principios de
responsabilidad por el hecho ajeno, pues, se citaron
expresamente como fuente los articulos 2343 y 2344 del
Cédigo Civil, lo que trato la Corte en SC 15 abr. 1997.
5.- La autoria del siniestro se atribuyé a las Farc,
pero ello no impide establecer que «al dario concurrié de
manera eficiente y necesaria la conducta omisiva de la
entidad demandada, la que de haberse comportado con un
minimo de prudencia y diligencia, hubiera evitado el enorme
dafo que se causé en el atentado terroristas, como se ha
sefialado en CSJ SC 30 sep. 2002, rad. 7069.
Las pretensiones tienen venero no desde la perspectiva
de accién sino de la somisién por comisién» como
antecedente del dao, imputable de manera solidaria a
ambos responsables y causa adecuada del dafio, con base
en la ausencia de medidas juridicamente exigibles 0 deRadicaci6én n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
precauciones indispensables para evitar el _perjuicio
causado a las victimas, desatendiendo el deber general de
comportamiento de un «hombre normalmente prudente y
diligente colocado en las mismas circunstancias».
La imposicién de cumplir el hecho omitido no solo
proviene de la ley, también surge «de una manera implicita
en la obligacién general que se tiene de obrar con prudencia
y pleno conocimiento de las cosas» y para que esa conducta
«genere responsabilidad civil, debe estar causalmente ligada
con el resultado final, de modo que se pueda afirmar que la
abstencién ha actuado como factor eficiente en el dario
causado. Detectado el vinculo de causalidad y
concurriendo en la generacién del perjuicio tanto el obrar
del autor como la omisién de que se habla «es aqui donde
debe entrar el tema de la responsabilidad solidaria del
articulo 2344 del Cédigo Civil y asi se trato en CSJ SC 24
ago. 2009, rad. 2001-01054-01.
6.- El juzgador fue ajeno a las modernas tendencias
expuestas en esa misma providencia, «al no tener en cuenta
la denominada teoria de la “creacién” 0 “exposicién al
peligro”, definida también de forma excepcional (...) como “el
peligro intrinseco que comporta el ejercicio de ciertas
actividades y que impone adoptar medidas idéneas de
prevencién o evitacién del daio”.
Se equivocé asi al partir de los estatutos del Club para
coneluir «sin mds ni mds que se trata de una entidad sin
dnimo de lucro comin y corriente», por lo que su actividad no
10Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
se reputaba peligrosa, puesto que de la calidad de las
personas que concurrian a las instalaciones, entre ellos
dignatarios y altos ejecutivos, «es de donde se deriva la
exposicién al peligro para la colectividad, pues demanda una
gran responsabilidad en materia de seguridad», exigiendo
medidas extremas «para evitar la comisién de hechos como el
que infortunadamente ocurrié».
El efecto de esa situacién era que la responsabilidad
debia «ser analizada desde la dptica de la responsabilidad
objetiva y no sobre la base de la culpa probada».
7.- La «teoria de la exposicién al peligro ...) analiza la
relacién que media entre sujeto causa del peligro y sujeto
efectivamente damnificado», cuyo daiio, culposo 0 no, debe
ser resarcido incluso por quien no lo ha ocasionado,
«teniendo en cuenta la peligrosidad de la actividad con la
cual ha sido producido 0 la peligrosidad de los medios de los
cuales el agente se ha servido, lo que justifica
juridicamente la «relacion entre responsabilidad objetiva y
peligro».
La principal implicacién de eso es que «al demandado
solo le era dable exonerarse de responsabilidad mediante la
prueba de caso fortuito o fuerza mayor, el hecho de un
tercero como causa exclusiva del dafo o la culpa exclusiva de
la victima, lo que no logré durante el tramite procesal, donde
se alego que la produccién del dafio era atribuible
unicamente al grupo armado al margen de la ley, cuando
«los atentados cometidos por grupos terroristas, per se, noRadicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
pueden ser calificados como constitutivos de caso fortuito o
fuerza mayon, acorde con las SC 14 abr. 2008, rad. 2001-
00082-01 y 26 jul. 2005, rad. 1998-6569-02
8. En resumen, los errores del fallo son el
sefialamiento tangencial de la responsabilidad como
contractual; el estudio del caso bajo la directriz de la culpa
probada, cuando debi6 ser por responsabilidad objetiva, y la
falta de prueba del «hecho de un tercero como causa
exclusiva del dario reclamado».
SEGUNDO CARGO
Indica como afectados los articulos 1494, 2341, 2343
y 2344 del Codigo Civil y 177, 187, 217, 241, 248, 250, 262
y 264 del Cédigo de Procedimiento Civil, producto de un
error de hecho «por cuanto omitié analizar o apreciar las
pruebas documentales, dictamen pericial y testimonios que
existen en los autos».
Lo hace consistir en:
1. En la providencia cuestionada se seleccionaron
los medios de conviccién que favorecian a la opositora, «pero
jamds se hizo un andlisis exhaustivo, como Ia ley to ordena,
de las pruebas documentales provenientes de la |...)
Fiscaliw, con las que se demuestran la omision de la
contradictora y su obligacién de indemnizar.
También se desfigura lo que «se entiende por el
12Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
concepto de indicioy y se llega a la conclusién errénea de que
la falta de referencia del a quo sobre la experticia «no indica
que no fue estudiada}» y anuncia que se valorara, sin
hacerlo.
Ademés, se sopesan de forma amafiada los testimonios
cuando indican «que el Club contaba con algunas medidas
de seguridad, pero desatiende olimpicamente la parte que
sefiala que en ocasiones esas medidas no eran utilizadas 0
los equipos estaban dariados»; lo que sucede de nuevo al
citar el concepto del Departamento Administrativo de
Seguridad y estimar que no era obligatoria la presencia del
canino en la sede.
Yerra ostensiblemente en la «interpretacién probatoria»,
pues, la discusién nunca se enfocé en la «negligencia del
demandado al admitir como socia a una empresa que
permitié el ingreso a las dependencias del demandado a uno
de los terroristas que colaboré en la comisién del atentado»,
sino en el «hecho indiscutible de que quien colaboré en la
causacién del dario era una persona que podia ingresar a las
dependencias del Club El Nogal, para lo cual recibié la
anuencia de sus directivos, lo que lo colocaba en una
posicién de privilegio debido a una actividad de la
demandada».
2.
fallecié «debido a las lesiones que sufrié al estar dentro de
No hay discusion en que Andrés Ruiz Arizabaleta
las dependencias del Club El Nogab cuando exploto un
«carro-bomba» (7 feb. 2002), correspondiente a un «RenaultRadicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
Megdne cargado con «anfo», que ingreso por la puerta de
acceso ubicada en la carrera quinta, sin que fuera
inspeccionado por caninos y conducido por quien portaba
un «carnet falso que no fue detectado por las personas
encargadas de verificar la documentacién a la entrada de
sus dependencias».
3.- Esa «conducta gravemente omisivay, que obliga a
indemnizar, esta plenamente demostrada con lo siguiente:
a.) Auto de calificacién de mérito probatorio del
sumario 59535/03 (19 jul. 2004), de la Fiscalia Delegada
ante los Juzgados Penales del Circuito Especializados —
Unidad Nacional contra el terrorismo.
b.-) Carta CCEN-CG 264/07 (5 dic. 2007).
c.-) Informe n° 389035 (1 abr. 2008) de la Fiscalia
General de la Nacién, en el cual se hizo referencia a la
declaracién de Jhony Alejandro Cervera Rojas; la entrevista
realizada a Campo Elias Abril Tello, vigilante de Atempi
Ltda, segiin radicado 00606 FGN-DNCTI-GDE (14 feb.
2003), el reporte 108694 DNCTI-DI-SI-GDE-C.4987 (29 abr.
2003) y los testimonios de Reinaldo Martinez Cortés (24
abr. 2003) y Elkin Edgar Castro Rodriguez (24 jun. 2003),
ante la Unidad Investigativa de la Sijin.
4.- El anilisis de esa experticia implica una variacién
diametral de la conclusién a la que arribé el falladom, pues,
de ella se extrae «que la culpa del demandado contribuydRadicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01
definitivamente en la causacién del dafio, ya que John
Freddy Arellan tenia acceso a esas dependencias, sin que
tuviera trascendencia que «haya sido o no socio como
persona natural, y esa persona contribuyé al éxito del
atentado terrorista colaborandole a un tercero «que portaba
un carnet provisional de socio, aprovechando las deficiencias
de seguridad que en ese aspecto se presentabar», fuera de
que el vehiculo «no fue requisado adecuadamente por los
guardias de seguridad a su ingreso y no fue revisado por un
guia canino, que al momento del ingreso se encontraba en
otra dependenciar.
5.- Inexplicablemente el sentenciador dejé de
apreciar el informe n° 389035 de la Fiscalia (1° abr. 2008),
donde se conchuyé que «si se hubiese “permitido una requisa
minuciosa al interior del vehiculo tanto externa como interna
por parte de los vigilantes», ocupando el tiempo necesario
para su ejecucién con la ayuda de un guia canino y su
perro, «se hubiera podido detectar el ingreso de estas
sustancias»
Por el contrario le otorg6 «mérito probatorio, por encima
de él, a un concepto de la Administradora de Riesgos
Profesionales y basando su conclusién en un hecho que no se
encuentra demostrado en el proceso, cual es el de que el
explosivo fue colocado en el vehiculo de forma sofisticada».
CONSIDERACIONES
1.- Los familiares de Andrés Ruiz Arizabaleta piden
1sRadicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
que se les resarzan los perjuicios materiales y morales
derivados del fallecimiento de éste, como consecuencia de la
explosion ocurrida en las instalaciones del Club El Nogal (7
feb. 2003), y en vista del proceder negligente de la
demandada.
2.- La decision del a quo que nego las pretensiones
fue confirmada por el Tribunal, porque la actividad que
desarrolla la opositora no podia catalogarse como peligrosa,
siendo carga de los promotores demostrar su culpa en los
acontecimientos, sin que se vislumbrara algun grado de
responsabilidad, ya que para la época de los hechos se
contaba con un sistema de seguridad apropiado.
Ademas, el camuflaje de los explosives los hacia de
dificil deteccién y las particulares condiciones de proteccién
que requerian los socios y visitantes, por sus cargos y
actividades, no se extendian a la demandada.
3.- Los impugnantes aducen que se le dio una
incorrecta lectura al libelo, ya que se estudi6 la existencia
de una «responsabilidad contractuab, haciendo caso omiso
que era eminentemente extracontractual por una indebida
exposicion al peligro, a titulo de «responsabilidad objetiva»,
que los liberaba de la carga demostrativa impuesta.
Aniadiendo que le correspondia a su contraparte acreditar la
ocurrencia de algdn eximente, en lo que no tuvo éxito.
También denuncian la apreciacién sesgada que se le
dio a algunos medios de conviccién, dejando de valorar
16Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
otros de donde emerge la culpa del Club en los perjuicios
ocasionados.
4.- Los ataques por transgresi6n de la ley sustancial
en forma indirecta, frente a la ocurrencia de errores de
hecho en la apreciacién de la demanda, su contestacién o
determinada prueba, exigen que los desaciertos sean de tal
magnitud que incidan adversamente en la forma como se
desaté el conflicto, produciéndose un resultado contrario a
la realidad procesal, lo que deja por fuera los
replanteamientos del debate o las formulas alternas de
solucién del mismo, que no alcanzan a derrumbar lo
resuelto por el fallador y que se estima enteramente
atinado.
Cuando se concreta a un desvio del marco litigioso
trazado en el libelo, es labor del recurrente develar como se
desfiguré el debate por una visién equivocada del fallador
frente al querer expresado por quien estima lesionados sus
derechos, lo que se traduce en una solucién que no esta
acorde con lo requerido y por lo tanto queda pendiente de
definir. Eso si, queda a salvo de este tipo de discusi6n, el
ejercicio de la facultad de esclarecer o dilucidar los textos
confusos 0 contradictorios, cuando con ello se persigue un.
apropiado ejercicio de la funci6n judicial.
En ese sentido la Corte, en SC 19 Oct. 1994, rad.
3972, citada en SC10298-2014, recordé como
[ja apreciacién errénea de una demanda constituye motivo
17Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
determinante de la casacién de un fallo proferido por la
jurisdiccién civil, habida consideracién que adoleciendo este
ultimo de un defecto de tal naturaleza, la decision adoptada
dirimird el conflicto con apoyo en reglas de derecho sustancial
que le son extrarias y, por consecuencia, habra dejado de aplicar
las que son pertinentes para regularlo. Pero es en verdad
importante no perder de vista que al tenor de aquella disposicion
procesal, para que asi sucedan las cosas y sea viable la
infirmacién por la causa aludida, deben reunirse varias
condiciones que no siempre se dan con la facilidad que por lo
comtin suponen los litigantes que al recurso en referencia
acuden, residiendo una de ellas, como se sabe, en la necesaria
ocurrencia de un genuino error de hecho que ademas de
manifiesto e influyente en lo dispositivo de la resolucion judicial
por esta via impugnada, ha de consistir en la desfiguracion
mental 0 material del escrito de demanda por falta de cuidadosa
observacién, capaz de producir por lo tanto una desviacién
ideolégica del juez en relacién con los elementos Uamados a
identificar el contenido medular de dicho escrito y respecto de los
cuales ese funcionario no tiene atribucién para suplir a las partes
(...) En otras palabras y en orden a que tengan relevancia para
los fines senalados, la falencia de juzgamiento de ta que viene
haciendo mérito debe tener origen en un yerro objetivo que
surgiendo de una desfiguracién evidente y por eso mismo
perceptible de manera intuitiva, vaya contra toda razén en
cuanto que, tergiversando el texto de la demanda “...le hace decir
lo que no expresa o le cercena su real contenido” (GJ. t. CXXXIX,
pag. 136) en lo que atarie a la causa pretendt hecha valer por el
actor, el petitum por él formulado o la naturaleza juridica de la
pretensién concreta entablada.
Si el yerro de facto manifiesto deriva de la forma como
se sopesaron las pruebas, se requiere de una labor
argumentativa encaminada a develar la relevancia de la
18Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
equivocacién, por existir disparidad evidente entre las
conclusiones del fallo, con lo que arrojan los elementos
recaudados para acreditar lo planteado por las partes en
litigio.
La Corte sobre esta variable tiene dicho que
(...) al denunciarse en el punto la comision de errores de hecho
probatorios, pertinente resulta memorar que no cualquier yerro de
esa estirpe es suficiente para infirmar un fallo en sede de
casacion, sino que se requiere que sea manifiesto, porque si se
edifica a partir de un complicado proceso dialéctico, asi sea
acertado, frente a unas conclusiones también razonables del
sentenciador, dejaria de ser evidente, pues simplemente se
trataria de una disputa de criterios, en cuyo caso prevaleceria la
del juzgador, puesto que la decisién ingresa al recurso
extraordinario escoltada de la presuncion de acierto (SC del 9 de
agosto de 2010, rad. 2004-00524).
5.- El estudio a la par de las censuras, ambas por la
via indirecta, se justifica porque combaten los dos pilares
que sustentan la resolucién adversa del ad quem, por un
lado disintiendo de la categorizacién que se tuvo en cuenta
en relacién con la responsabilidad endilgada, para revertir
la carga demostrativa, y, del otro, con el fin de desvirtuar
que no se comprobé uno de los presupuestos requeridos
para la prosperidad de la accion, ambos con el propésito de
que se reexamine a fondo el objeto de la litis.
6.- El titulo XXXIV del Cédigo Civil corresponde al
régimen de la sresponsabilidad comin por los delitos y las
19Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
culpas», que parte del principio general de que todo dato
ocasionado debe repararse.
Para que tenga éxito la solicitud indemnizatoria por
actos perjudiciales extracontractuales de que trata el
articulo 2341 ibidem, es menester que el reclamante
corrobore la existencia de sus elementos estructurales, esto
es, el dafio, el hecho intencional o culposo del obligado a
responder y el nexo causal.
No obstante, el articulo 2356 id. establece una
situacién particular para aquellas conductas imputables a
«malicia 0 negligencia de otra persona que, por regla
general, «debe ser reparado por ésta», partiendo de un
principio de presuncién de culpa, cuya exoneracién sélo
seria el producto del caso fortuito, la fuerza mayor o la
intervencién de un elemento extrafio, como lo es la «culpa
exclusiva de la victima>.
Si bien la norma relaciona como «especialmente
obligados a esta reparaciér» a quien manipula un «arma de
fuego», desatiende el cuidado debido en la remocién de
«losas de una acequia o carieria» o descubre las de la via
publica; y mantiene en riesgo a los transetintes que
tropiezan con obras de «construccién o reparacién de un
acueducto o fuente»; esa enunciacién no es taxativa sino que
corresponde a aspectos relevantes de la época en que se
expidié. De ahi que los alcances del precepto trasciendan a
una «suposicién de culpa» en quien genera una propensién
al «peligro», estando implicito en la forma como se produjo el
20Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
dano.
No quiere decir ello que se prescinda del concepto de
culpa en esos eventos, sino que se releva al afectado de
establecer su existencia, por estar implicita.
pag.
La Corte desde la SC de 14 mar. 1938, G.J. t. XLVI,
215 y 216, sefialé como
[ell art. 2356 ibidem, que mal puede reputarse como repeticion de
aquél [2341] ni interpretarse en forma que seria absurda si a
tanto equivaliese, contempla una situacién distinta y la regula,
naturalmente, como a esta diferencia corresponde. Ast es de
hallarse desde luego en vista de su redaccién y asi lo persuaden,
@ mayor abundamiento los ejemplos que aduce o plantea para su
mejor inteligencia, a manera de casos en que especialmente se
debe reparar el daio a que esta disposicién legal se refiere, que
es todo el que ‘pueda imputarse a malicia 0 negligencia de otra
persona." (...) Exige, pues, tan sélo que el dario pueda imputarse.
Esta es su tinica exigencia como base 0 causa o fuente de la
obligacién que en seguida pasa a imponer (...) Esos ejemplos 0
casos explicativos corresponden, y hasta sobra observarlo, a la
época en que el cédigo se redact6, en que la fuerza del hombre
como elemento material y los animales eran el motor principal,
por no decir tinico en la industria en las labores agricolas, en la
locomocién, todo lo cual se ha transformado de manera pasmosa
en forma que junto con sus indecibles favores ha traido también
extraordinarios peligros, Innecesario expresar el protuberante
contraste, por ejemplo, entre la locomocién de hoy y la de
entonces. Si para aquella edad fueron escogidos ejemplos el
disparo imprudente de un arma de fuego; la remocién o
descubrimiento de las losas de acequia, carieria, calle 0 camino
sin las precauciones necesarias para que no caiga el transetinte,
21Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01
0 el dejar en estado de causar dario ta obra de construccién o
reparacién de acueducto o fuente a través de un camino, apenas
se podré imaginar de qué ejemplos se habria valido el legislador
en disposicién dictada cuando el ferrocarnil eléctrico queda a la
zaga del automévil y éste parece lento ante el velivolo, y en que
los caminos y las calles se atestan y congestionan por obra del
paralelo crecimiento y desarrollo de la poblacién, de la
produccién y del intercambio comercial (...) La teoria del riesgo,
segtin la cual al que lo crea se le tiene por responsable, mira
principalmente a ciertas actividades por los peligros que
implican, inevitablemente anexos a ellas y miran a la dificultad,
que suele legar a imposibilidad, de levantar las respectivas
probanzas los damnificados por hechos ocurridos en razén 0 con
motivo o con ocasién de ejercicio de esas actividades. Un
depésito de sustancias inflamables, una fabrica de explosivos,
asi como un ferrocarril o un automévil, por ejemplo, evan consigo
0 tienen de suyo extraordinaria peligrosidad de que generalmente
los particulares no pueden escapar con su sola prudencia. De ahi
que los darios de esa clase se presuman, en esa teoria, causados
por el agente respectivo, como seria en estos ejemplos el autista,
el maquinista, la empresa ferroviaria, etc. Y de ahi también que
tal agente 0 autor no se exonere de la indemnizacién, sea en
parte en algunas ocasiones, sea en el todo otras veces, sino en
cuanto demuestre caso fortuito, fuerza mayor o intervencién de
elemento extrario (...) A esta situacién se ha llegado en algunos
paises por obra de una labor jurisprudencial ardua en cuyo
desenvolvimiento no han dejado de tropezar los juristas, en su
camino hacia la humanizacién del derecho, con la rigidez de los
textos legales (...) Fortuna para el juzgador colombiano es la de
hallar en su propio cédigo disposiciones previsivas que sin
interpretacién forzada ni descaminada permiten atender al
equilibrio a que se viene aludiendo 0, por mejor decir, a la
concordancia 0 ajustamiento que debe haber entre los fallos y la
realidad de cada época y de sus hechos y clima Porque, a la
verdad, no puede menos de hallarse en nuestro citado art. 2356
22Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
una presuncién de responsabilidad. De donde se sigue que la
carga de la prueba, onus probandi, no es del damnificado sino
del que caus el dario, con sdlo poder éste imputarse a su malicia
0 negligencia (...) No es que con esta interpretacién se atropelle el
concepto informative de nuestra legislacién en general sobre
presuncién de inocencia, en cuanto aparezca crearse la de
negligencia 0 malicia, sino que simplemente teniendo en cuenta la
diferencia esencial de casos, la Corte reconoce que en las
actividades caracterizadas por su peligrosidad de que es ejemplo
el uso y manejo de un automévil, el hecho danoso leva en st
aquellos elementos, a tiempo que la manera general de
producirse los darios de esta fuente o indole impide dar por
provisto al damnificado de los necesarios elementos de prueba
Ese precedente fue reiterado en SC 31 may. 1938, G.J.
t. XLVI, pags. 560 a 565, donde se precisé que los factores
eximentes de responsabilidad al tenor del articulo 2356 del
Cédigo Civil, también permiten «atenuarla modificando la
indemnizacién. De ahi el art. 2357 del C.C., que establece el
principio de la reduccién de la indemnizacién, de la
compensacién de ella, que puede legar hasta la exoneracién
en la indemnizacién de perjuicios».
Ya en CSJ SNG 17 jun. 1938, GJ t. XLVI, pag. 688 all
citar la anterior, dijo la Corte que «se trata en la sentencia
de mayp (...) de una culpa presunta para los casos de riesgo
creado, 0 sea cuando el dafio se produce por alguno de los
elementos que en la civilizacién acarrean peligrosidad y que
del articulo 2356 se hace emanar «una presuncién legal
mixta, ya que se dice que no puede desvanecerse por
cualquier medio en contrario, sino por determinados hechos»
y en CSJ SNG 18 abr. 1939, GJ t. XLVIII pag. 165 dejé claro
23Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
que «ejl articulo 2347 del C.C., establece el principio de la
responsabilidad por hechos ajenos y el articulo 2356 del
mismo texto, sienta esta norma, bien se trate de
responsabilidad directa o indirecta», donde «los ejemplos que
alli se mencionan son ilustrativos y se refieren a hechos en
que el dafio aparece en la cosa misma, por cierta
peligrosidad que en ella se transparenta», acotando que con
base en ello «existe una presuncién de responsabilidad en
contra del agente respectivo, en los casos de danos causados
por ciertas actividades que implican peligros, inevitablemente
anexos a ellas».
Posicién que se ha mantenido constante y es asi como
en SC 27 feb. 2009, rad. 2001-00013-01, se dijo que
(...) la responsabilidad civil es uno de los campos del derecho
privado en el que mds se ha advertido la necesaria adaptacién
del Derecho a las realidades de los tiempos, lo cual ha obedecidio,
en buena medida, a los efectos que en materia de darios han
producido nuevas _problemdticas sociales derivadas,
particularmente, de los avances cientificos y tecnolgicos que, por
una parte, han provocado el surgimiento, en lo que aqui interesa,
de distintas actividades que califican como peligrosas 0, dicho de
otra forma, conllevan una mayor exposicién o riesgo para los
asociados, entre las cuales, aunque sélo a titulo ilustrativo,
pueden citarse los medios de transporte que con la utilizacién de
diversas formas de energia superan velocidades antes no
alcanzadas, la construccién de estructuras con diversa finalidad
de magnitudes cada vez mayores, la instalacién de plantas
nucleares, 0 el establecimiento de centrales eléctricas que se
sirven de fuerzas naturales, como las del agua, el calor o el
viento, y por otra parte, han conducido a la revision de los
24Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
criterios tradicionales de prevencién y de evitacién de daros, con
el propésito de determinar con la mayor precisin posible hasta
donde ha de responder el sujeto cuyo comportamiento
antijuridico se examina, y a partir de qué pardmetro se puede
considerar que el dato ha sido el producto de una causa extrana
aél
Recientemente se insistié en SC5854-2014, que
[t}ratandose del ejercicio de actividades peligrosas, en la
sentencia de 26 de agosto 2010, se dejé sentado que se arropan
bajo el “alero de la lamada presuncién de culpabilidad (...)
circunstancia que se explica de la ... carga que la sociedad le
impone a la persona que se beneficia o se lucra de ella y no por el
riesgo que se crea con su empleo. El ofendido unicamente tiene el
deber de acreditar la configuracién 0 existencia del dario y la
relacion de causalidad entre éste y la conducta del autor,
pudiéndose exonerar [el demandado] solamente con la
demostracién de la ocurrencia de caso fortuito o fuerza mayor,
culpa exclusiva de la victima o la intervencién de un tercero”.
7... Al amparo de la interpretacién jurisprudencial
sobre la «presuncién de culpabilidads, se han fijado algunos
patrones consistentes durante su desarrollo, como son:
a.-) El concepto de las «actividades peligrosas», entre
las cuales se encuentra la conduccién de vehiculos (SC 14
mar. 1938); «un convoy de ferrocarril en movimiento (CSJ
SNG 19 may. 1939, GJ t. XLVI, pag. 801); el manejo de un
avion (CSJ SNG 15 jun. 1944, GJ t. LVII, pag. 851); el uso
de un tractor (SC 2 may. 2007, rad. 1997-03001-01); la
manipulacion de armas a que se refiere expresamente cl
28Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
ordinal primero del citado articulo 2356 del Cédigo Civil (SC
20 ene. 2009, rad. 1993-00215-01); la realizacién de obras
de construccién (SC 27 abr. 1972, GJ t. CXLII pag. 173 y 9
dic. 2008, rad. 1999-00206-01); la __ generacién,
transformacién, transmisién y distribucion de energia
eléctrica (SC 8 oct. 1992, CCXIX, p. 523 y SC 19 dic. 2008,
rad. 1999-02191-01); y labores de explotacién en una mina
subterrdnea de carbén (SC9788-2014).
A pesar de que no existe en el cédigo civil una norma
que defina la «actividad peligrosa» o sefale los esquemas
para calificarla como tal, la Corte en SC 16 jun. 2008, rad.
2005-00611-01, rememor6 que
(...) por tal, debe entenderse aquélla que “...aunque licita, es de
las que implican riesgos de tal naturaleza que hacen inminente la
ocurrencia de darios,...(G.J. CXLII, pag. 173, reiterada en la
CCXVI, pag. 504), 0 la que “.. debido a la manipulacién de
ciertas cosas 0 al ejercicio de una conducta especifica que leva
insito el riesgo de producir una lesién 0 menoscabo, tiene la
aptitud de provocar un desequilibrio 0 alteracién en las fuerzas
que de ordinario- despliega una persona respecto de otra”, como
recientemente lo registré esta Corporacién en sentencia de
octubre 23 de 2001, expediente 6315.
Adicionalmente, como se sefialé en SC 24 ago. 2009,
rad. 2001-01054-01, no puede confundirse
{..) la responsabilidad por el ejercicio de una actividad peligrosa
con la derivada de las cosas riesgosas 0 peligrosas; “cosa” y
‘actividad” son diferentes, y en el supuesto que se analiza,
dimana de “actividades” y no exclusivamente de “cosasRadicacion n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
riesgosas” o “peligrosas’; la cosa se utiliza en la actividad, puede
ser inocua y la causa del dario se conecta no a la cosa sino a su
utilizacién en el ejercicio de una actividad peligrosa.
b.-) La existencia de «empresas lamadas de riesgo,
creadas y desarrolladas en virtud de la «civilizacién
contempordnea, los adelantos en la ciencia, en la industria,
en la técnica, y la complejidad de las relaciones sociales y
econémicas» que «llevan en si una actividad peligrosa, tanto
para los que se sirven de ella y las dirigen 0 manejan, como
en ocasiones para los extrarios a esas actividades», entre las
que estan las ferroviarias (S.C. 31 may. 1938). En igual
sentido las de «cable aéreo (CSJ SNG 18 abr. 1939, GJ t.
XLVI, pag. 801); las encargadas de prestar servicios
publicos de transporte (SC 20 abr. 1944) y energia eléctrica
(SC 7 sep. 1948, GJ t. LXIV, pag. 744 y SC 16 jun. 2008,
rad. 2005-00611-01); asi como las hidroeléctricas (SC 27
feb. 2009, rad. 2001-00013-01 y SC 13 may. 2010, rad.
2001-0016 1-01).
c-) El que «tratandose de actividades peligrosas,
como la de conduccién de un ferrocarril, de un tranvia, de un
automévil, la presuncién milita en contra de la empresa o de
los patrones respectivos» como producto de la «culpa
invigilando o in eligendor, sin que «pueda caerse en la
aplicacién de la teoria del riesgo, de la guarda juridica con el
cardcter de itimitada o irrestricta, teoria que la Corte no
acepta, como lo ha dicho en varios fallos» (SC 20 abr. 1944).
Incluso en SC196-1992, rad. 3382, se hizo énfasis en
a7que
Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
(..) la presuncién de culpabilidad ast reconocida, dando por
sentado que fuere factible acudir a ella como elemento con
virtualidad decisoria en un juicio jurisdiccional determinado, se
extiende inexorablemente respecto de todos aquéllos a quienes
pueda tenérseles como responsables de la actividad en cuyo
desarrollo se produjo el evento causante del daio; esa
presuncién tantas veces mencionada, al tenor de una conocida
doctrina de esta Corporacién reiterada recientemente (cfr. G.J. T.
LXI, pag. 569, y Casacion Civil de 12 de abril de 1991, no
publicada), "... afecta no sélo al dependiente o empleado que obra
en el acto peligroso, sino también al empleador duerio de la
empresa o de las cosas causantes del dao... ", y es entendido,
ademas, que en un estado de cosas semejante, desde el punto de
vista de la victima de dos sistemas de imputacién juridica que
confluyen son acumulables pues ella puede demandar la
reparacion "... acogiéndose, bien a la regulacién legal de la
responsabilidad por el hecho ajeno -es decir a la regulacién
contenida en los articulos 2346 a 2349 y 2352 del Cédigo Civil,
se agrega-, bien a la regulacién legal por el ejercicio de
actividades peligrosas.
d-) Las personas juridicas estén obligadas a
indemnizar por responsabilidad civil extracontractual, pues,
son «directamente responsables por el hecho doloso 0 culposo
de sus agentes, causado en ejercicio de sus funciones
propias del cargo, tratese de personal directivo o subalterno»
(SC 27 abr. 1972, GJ t. CXLI pag. 173).
Asi también lo indicé la Sala en la precitada SC196-
1992, rad. 3382, segun la cual elRadicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
(..) deber de reparar también obliga a las personas juridicas
pues ellas, segtin lo vienen reiterando la Corte a partir de
renombrados fallos proferidos sobre el tema en junio de 1962
(cfr. GJ. Ts. XCIX, pags. 88y 655, CVI, pag.130 y CXL/1, pag.
173 entre muchas otras), son directamente responsables por el
comportamiento de sus agentes, ocurrido desde luego en ejercicio
de las funciones propias del cargo 0 con ocasién de éstas ¢
independientemente de que se trate de personal directivo o
apenas subalterno, principio éste de significativa importancia que
suele compendiarse en la siguiente formula, por cierto evocada
con insistencia por el recurrente en varios apartes de su
demanda de casacién: ’... la culpa personal de un agente dado
compromete de manera inmediata a la persona juridica, porque
la culpa de sus agentes, cualesquiera que éstos sean, es su
propia culpa...
En igual sentido se pronuncié la Corporacién en SC 20
jun. 2005, rad. 7627.
e.-) El que no pueda «darse una _interpretacion
irrestricta al articulo 2356 del Cédigo Civil en el sentido que
basta que se produzca un accidente, que se traduzca en
dano, para que la victima, alegando la existencia de éste y
demostrando la relacién de causalidad, eche la carga de la
prueba al demandado, ya que la norma «no tiene
aplicacién sino cuando a quien se designa como
demandado estaba ejerciendo una actividad peligrosa,
por si o por medio de una cosa que le pertenece» -
resaltado ajeno al texto- (SC 29 abr. 1943, GJ t. LV, pag.
287).
Quiere decir lo anterior que, en materia de
29Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01
responsabilidad civil, la aplicacion de la «presuncién de
culpabilidad» del articulo 2356 del Cédigo Civil, que no
conlleva un alejamiento del principio de la «responsabilidad
subjetivas, exige del sentenciador un anélisis de los
precedentes sobre la materia y de ser el caso la aplicacion
de reglas de la experiencia, para establecer la «peligrosidad»
de la actividad de donde se predica la ocurrencia del dafto,
que puede estar predispuesta por la naturaleza de la parte a
quien se atribuye.
Esto no es nuevo, tomando en cuenta que la
Corporacién desde SC 26 oct. 1946, concreté los alcances
de la figura en estudio a que
(... el precepto contenido en el articulo 2356 del C. C. no tiene por
objeto repetir la regla del articulo 2341 de la misma obra, sino
que separandose del sistema en éste tltimo consignado,
establece una presuncién de culpa cuando el dario deriva de
hecho que por su naturaleza o las circunstancias en que
ocurre permiten atribuirlo a malicia o negligencia de otra
persona (...) La colocacién del articulo en cuestién en seguida de
una enumeracién de casos en que se presupone responsabilidad
y la expresién en él empleada de que "por regla general" todo
dario que pueda imputarse a malicia 0 negligencia de otra
persona debe ser reparado por ésta, esta indicando que tal
expresion se toma por éstas u otras semejantes: ‘en igualdad de
circunstancias’, "en los demas casos andlogos", se presupone
culpa (...) La expresién alli también empleada de que "todo dario
que pueda imputarse’,
esté diciendo que puede reemplazarse por
"que sea susceptible’, con lo cual la relacién del articulo
quedaria: "Todo davio que sea susceptible de imputarse a dolo 0
culpa de otra persona debe ser reparado por ésta” (...) No es que
30Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
el legislador de una manera terminante declare qué hechos de tal
naturaleza constituyan dolo o culpa, sino que establece una
presuncién, que por no ser de derecho admite prueba en
contrario, arrojando ta carga de ella sobre quienes ejercitan
actividades de tal indole (...) A la victima le basta demostrar los
hechos que determinan el ejercicio de una actividad peligrosa y el
perjuicio sufrido; y serd el demandado quien deba comprobar que
el accidente ocurrié por imprudencia exclusiva de la victima, por
Ia intervencién de un elemento extrafio, 0 por fuerza mayor 0 caso
fortuito, ya que el ejercicio dé una actividad peligrosa, por su
naturaleza, lleva envuelto el de culpa en caso de accidente (...) El
articulo 2341 del C. C. autoriza la indemnizacién cuando la
victima prueba la culpa o el dolo del autor del dario; el articulo
2356 la releva de esta obligacién, arrojando la prueba de la
irresponsabilidad sobre la persona que ejercita actividades
reputadas peligrosas (...) La culpabilidad se presume en aquellos
casos en que el dafio proviene de un hecho que la razén
natural permite atribuir, a culpa o dolo de otro, o de
aquellos hechos que, por su propia naturaleza, o por las
circunstancias en que se realizaron, sean susceptibles de
imputarse a culpa de terceros. Fuera de estos casos la
presuncién no tendré aplicacién (resaltado ajeno al texto)
9.- Tiene trascendencia para la decision que se
adopta:
a.-) Que los padres y la herrmana de Andrés Ruiz
Arizabaleta, pidieron que se les repararan los perjuicios
ocasionados con la muerte de su pariente, como
consecuencia de la +explosié» ocurrida en las instalaciones
de la demandada, imputando a ésta «negligencia
determinante en la causacién del darior ¢ invocando como
«disposiciones sustanciales (...) ademas de las que fueren
31Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
también aplicables, las siguientes: articulos 288 y ss., 1491,
2341 y ss. del Cédigo Civib (folios 13 al 21, cuaderno 1).
b.-) Que el fallo de segundo grado se basé en los
siguientes pilares:
(i) La actividad desarrollada por la opositora no es
peligrosa, como se extrae de su objeto social, sin que las
particulares condiciones de seguridad personal de los socios
o invitados, por los cargos que desempenan, tengan alguna
incidencia en ese sentido.
(ii) En vista de esa precision, la accién deriva de un
hecho propio en la modalidad de omisién, pero no se probé
el elemento culpa que era imprescindible de determinar
para su éxito, siendo que por el contrario se contaban con
los elementos necesarios para garantizar la tranquilidad de
quienes estaban en las instalaciones. Ademas, tampoco
tenia responsabilidad la contradictora «con respecto a la
admision de los socios», porque esa labor no le era propia
sino delegada a una persona juridica no subordinada.
c.-) Que la determinacién del ad quem adversa a las
pretensiones le dio relevancia a las siguientes pruebas:
(i) El «dictamen periciab del experto que asigné el
CTI, para analizar la objecién de que fue objeto, y servirse
del mismo para resolver (folios 942 al 966, cuaderno 1).
(ii) Calificacién sumarial de la Fiscalia sobre lo
32Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
ocurrido (folio 624, cuaderno 1).
(ii) Concepto de la ARP emitido con posterioridad al
atentado (folio 36, cuaderno 1).
(iv) Los testimonios de los vigilantes encargados de
velar por el sistema de seguridad.
(v) Informe de un funcionario del DAS (folio 763,
cuaderno 1).
d.-) Que a pesar de que la sentencia de segundo
grado encontré mérito para desestimar la objecién por error
grave de la experticia para probar los perjuicios, de todas
formas resulté inocuo ante la improcedencia de la
reclamaci6n.
e.-) Que por ese mismo motivo el juzgador encontré
razon en la prescindencia del a quo de determinar la causal
de exoneracién propuesta, resaltando que de todas maneras
los ataques terroristas no dan lugar a ello en todos los
casos.
f.-) Que los promotores alegan como suficientemente
verificada la «conducta gravemente omisiva del demando en
la verificacién del ingreso del vehiculo, constitutiva de
negligencia, segun:
(i) El mismo auto de calificacisn de mérito
probatorio del sumario 59535/03 de la Fiscalia (folio 171,Radicacién n’ 11001-31-03-042-2005-00364-01
cuaderno 1).
(ii) Respuesta del Club El Nogal a los requerimientos
del fallador de primera instancia (folio 899, cuaderno 1).
Informe rendido por investigador criminalistico de
la Fiscalia (folios 942 a 966, cuaderno 1).
10.- Los ataques propuestos no logran socavar la
decision cuestionada por estas razones:
a.-) Frente al primer cargo donde se acusa una
inadecuada «apreciacién de la demanda y de las pruebas
relacionadas con la actividad del demandado»:
() _ Ninguna distorsién se aprecia en la lectura que se
le dio al libelo en que los accionantes esbozaron los
alcances de sus reclamos.
Es asi como frente a la «negligencia determinante en la
causacién del dari sefalada como constitutiva de
responsabilidad, el sentenciador inicié la labor verificando
si la persona juridica accionada era de aquellas que
calificaba como generadora de riesgo, lo que deseché con
base en sus estatutos.
Baste recordar como precisé al respecto que, «de la
simple lectura del objeto social, salta de bulto la ausencia de
las caracteristicas mentadas para que la actividad
desarrollada se repute como peligrosa y por ende se rechaza
34Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01
el argumento al respecto».
Descontado ese tema paso a revisar si las especiales
condiciones de quienes concurren a la sede, que por sus
dignidades y desempeno profesional cuentan con exigentes
medidas de seguridad, trasciende a la categoria de «acciones
peligrosas a cargo del Club, para concluir que «la calidad
de los socios 0 invitados en lo que atania a su seguridad
personal por los cargos que ocupan no resultan ser
extensivos a la actividad de la demandada».
A pesar de lo anterior, se procedié al estudio de la
existencia de «un hecho propio en la modalidad de omision»,
con base en el material probatorio obrante, lo que no pudo
hallar, razén por la cual «ausente el elemento de culpa y
siendo éste uno de los elementos axiolégicos de la
responsabilidad civil extracontractual alegada, deviene la
denegacién de la misma.
Ese entendimiento revela que el pleito se abordé desde
la perspectiva de la responsabilidad extracontractual, como
Jo plantearon los accionantes, sélo que al no encontrar
razén para aplicar la «presuncién de culpabilidad» de que
trata el articulo 2356 del Cédigo Civil, se procedié a
examinar si se daban los supuestos del articulo 2341
ibidem, a lo que tampoco encontré asidero.
(i) Cosa muy distinta es que los impugnantes
acudan a plantear que el litigio estaba regido por la
«responsabilidad directa de la entidad demandada por
35Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
omision» y las modernas tendencias de la SC 24 ago. 2009,
rad. 2001-01054-01, sobre la «teoria de la “creacién” o
“exposicién al peligro”, definida también de forma
excepcional (...) como “el peligro intrinseco que comporta el
ejercicio de ciertas actividades y que impone adoptar
medidas idéneas de prevencién o evitacién del dani
Esa discusién, que se aleja de la senda indirecta
propuesta y era més propia de un ataque frontal al articulo
2346 del Cédigo Civil, de todas maneras ya fue superada
por la Sala, puesto que como se dijo en SC 26 ago. 2010,
rad. 2005-00611-01.
(..) la sentencia de casacién de 24 de agosto de 2009,
expediente 01054-01, contiene una rectificacién doctrinaria, tal
como aparece en su motivacién y la parte resolutiva, circunscrita
exclusivamente al punto relativo al tratamiento juridico
equivocado que le dio el Tribunal al aspecto atinente a la
“concurrencia de culpas” en el ejercicio de actividades peligrosas,
mas no frente a la doctrina tradicional de ia Sala referente a que
éstas se examinan bajo la perspectiva de una responsabilidad
“subjetiva” y no “objetiva’ (...) La Corporacién de modo reiterado
tiene adoptado como eriterio hermenéutico el de encuadrar
el ejercicio de las actividades peligrosas bajo el alero de la
Uamada presuncién de culpabilidad en cabeza de su
ejecutor o del que legalmente es su titular, en condicién de
guardian juridico de la cosa, escenario en el que se protege a
la victima relevandola de demostrar quién tuvo la
responsabilidad en el hecho causante del dario padecido cuyo
resarcimiento reclama por la via judicial, circunstancia que se
explica de la situacién que se desprende de la carga que la
sociedad le impone a la persona que se beneficia 0 se lucra de
ella y no por el riesgo que se crea con su empleo. El ofendido
36Radicacion n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
unicamente tiene el deber de acreditar la configuracién o
existencia del dano y la relacién de causalidad entre éste y la
conducta del autor, pudiéndose exonerar solamente con la
demostracion de la acurrencia de caso fortuito o fuerza mayor,
culpa exclusiva de la victima o la intervencién de un tercero (...)
Este estudio y andlisis ha sido invariable desde hace muchos
arios y no existe en el momento actual razén alguna para
cambiarlo, y en su lugar acoger la tesis de la responsabilidad
objetiva, porque la presuncién de culpa que ampara a los
perjudicados con el ejercicio de actividades peligrosas frente a
sus victimarios les permite asumir la confrontacién y el litigio de
manera francamente ventajosa, esto es, en el entendido que
facilita, con criterios de justicia y equidad, reclamar la
indemnizacién a la que tiene derecho (negrita fuera de texto).
(iii) El sefialamiento angenciah de que «el
demandante debe responder por aplicacién de los principios
de responsabilidad contractual, no es tal.
Todo el contexto del fallo confutado se refiere a que,
descartada la peligrosidad de las actividades propias de la
opositora, «la accién instaurada resulta ser la derivada de
un hecho propio en la modalidad de omisién», esto es,
circunscrita a la «responsabilidad extracontractual directa»
de una persona juridica.
Es cierto que en dos apartes figura, primero, que en vel
caso del extremo demandado se configura el elemento
determinado en el evento en que se pruebe que omitié
realizar una conducta que habria evitado la produccién del
datio, como quiera que tiene el deber contractual de actuan,
y luego que «no es posible predicar responsabilidad del
37Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01
agente que aiin ajeno a la causacién del dario, omite actuar
teniendo la obligacién legal o contractual de hacerlo, pues
como se demostré si se contaban con los elementos
necesarios para la seguridad de los socios y sus invitados»
(folios 92 y 100, cuaderno 8).
Sin embargo, el solo empleo del término «contractuab
no puede ser visto fuera de contexto, ya que en las dos
oportunidades se refiere al deber de velar por la seguridad
general de quienes acuden a las instalaciones conforme al
acuerdo social, mas no refiriéndose al caso particular del
fallecido Andrés Ruiz Arizabaleta que se revis6 bajo la senda
propuesta.
(iv) En cuanto a la falta de prueba del «hecho de un
tercero como causa exclusiva del dario reclamado», baste con
recordar que el fracaso fue consecuencia de la falta de
acreditacién de uno de los presupuestos ontolégicos de este
tipo de pleitos.
Fuera de eso, los argumentos de los censores no
difieren en nada de lo que «a titulo de ilustraciém anoté el
Tribunal en el sentido de que los ataques terroristas «no
constituyen en todos los casos, causal de exoneracién».
Pierde asi relevancia cualquier discusién sobre la falta
de acreditacion de excluyentes de responsabilidad o una
presunta equivocacién, en lo que precisamente se esta de
acuerdo.
38Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
b.-) En relacién con el segundo cuestionamiento al
juzgador «por cuanto omitié analizar o apreciar las pruebas
documentales, dictamen pericial y testimonios que existen en
los autos», ninguna labor se adelanté por los recurrentes
encaminada a evidenciar una equivocacién mayuscula en
esa labor.
Los reparos se limitaron a citar de una manera
dispersa apartes de algunos elementos de conviccién, que si
bien dicen se desatendieron, por el contrario corresponden
a los que sirvieron de apoyo al pronunciamiento que
combaten, sin que se tomaran el trabajo de resaltar cuales
eran las discordancias entre lo visto por el ad quemy lo que
en su esencia arrojan.
Las manifestaciones contraevidentes de los
opugnadores se concretan a:
() Se dice que de forma inexplicable la Sala de
Descongestién del Tribunal omite la apreciaciéry del informe
n° 389035 de la Fiscalia (1° abr. 2008), cuando por el
contrario ese mismo fue materia de estudio al «resolver la
objecién» que se le habia planteado en el curso de la primera
instancia.
Y si bien ese reparo de la Corporacién Club El Nogal
no salié avante, a pesar de que se advirtié y probé el error,
fue porque «la supuesta ausencia de los videos de
seguridad» no repercutia en las conclusiones del perito, ya
que su dicho de la revision del material probatorio no
39Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
constituia una «actividad calificada» sino «el resultado de la
labor encomendada con base en el conocimiento del sujeto
designado.
La importancia de dicho informe no fue pasada por
alto y, al contrario, expresamente se dijo que «se tendra en
cuenta para adoptar la decisién», solo que su contenido fue
sopesado con los demas medios demostrativos.
Si bien el que en el fallo con posterioridad consta que
«se presenté también una omisién en tratandose de la
resolucién del error grave que se le endilgé al dictamen
practicado para probar los perjuicios reclamados, sin
embargo tal actuacién resulta inocua», ello obedece a que en
el curso del tramite se realizaron dos dictamenes
completamente diferenciados
El primero, a solicitud de los gestores para «que
determine el valor de los costos de educacién, manutencién y
salud sufragados» por los progenitores, el cual fue
decretado en el auto de pruebas (27 mar. 2007) y rendido
por la auxiliar designada, siendo objeto de contradiccién
por la contraparte (folios 20, 245, 531 al 540, cuaderno 1).
El segundo, de oficio (3 oct. 2007), para que un
funcionario de la Fiscalia General de la Nacion «con
observancia en Ia investigacién surtida al interior del proceso
No. 63.769 y en los videos -imagenes de monitoreo», rindiera
concepto técnico sobre algunos puntos, lo que en efecto
acontecié y también fue sometido a consideracién de lasRadicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
partes (folios 851, 942 al 970 y 975 al 981).
De esos dos trabajos, el inicial fue desatendido por
obvias razones, mientras que el ultimo si fue sopesado y
confrontado con las restantes probanzas, sin que asi lo
admitan los inconformes (folios 93 al 99, cuaderno 8).
El auto de calificacion de mérito probatorio del
sumario 59535/03 (19 jul. 2004), de la Fiscalia Delegada
ante los Juzgados Penales del Circuito Especializados —
Unidad Nacional contra el terrorismo (folio 171, cuaderno 1)
que citan los demandantes sin decir con qué fin (folio 33),
es el mismo proveido de calificacién (folio 624, cuaderno 1)
destacado por el sentenciador, coincidiendo en la mayor
parte de ambas transcripciones y sin que se anuncie alguna
contradiccién en sus alcances.
(ii) En cuanto a la carta CCEN-CG 264/07 (5 dic.
2007), toman los censores un fragmento que trata del
ingreso de uno de los responsables del suceso catastréfico,
haciendo uso del carné de usuario del Club, pero se hace de
manera aislada y sin sefialar cual es el alcance del mismo,
ni precisar su trascendencia para los fines del debate.
(iv) Si bien se enuncian las anteriores piezas
procesales, solo se le confiere trascendencia al «informe
anotado, en alusion al concepto del investigador
criminalistico, para extraer de esa unica prueba los cuatro
puntos que justifican sus peticiones.
a.Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
c.-) No puede olvidarse que cuando se acude a la
causal primera de casacién por yerros de facto, como
precisé la Corporacién en SC5854-2014,
(...) los errores en el campo de tos hechos se estructuran en los
casos en que el sentenciador de manera ostensible aprecia
equivocadamente la demanda u omite, adiciona, cercena o
tergiversa el contenido material de las pruebas, y no cuando se
aparta de la posicién subjetiva que, al margen de su objetividad,
tenga la parte recurrente acerca de los distintos medios de
conviccién (,..) Por esto, en ese preciso dmbito, al decir de la
Corte, un yerro es de recibo cuando es “tan grave y notorio que a
simple vista se imponga a la mente, sin mayor esfuerzo ni
raciocinio, 0 en otros términos, de tal magnitud, que resulte
contrario a la evidencia del proceso. No es por lo tanto, error de
hecho aquél a cuya demostracién sélo se lega mediante un
esforzado razonamiento” (Sentencia 006 de 12 de febrero de
1998, expediente 4730, reiterando doctrina anterior), 0 el que
surge de “ensayar un discurrir que se juzgue con mejor perfil
dialéctico 0 con mayor rigor légico” (Sentencia 073 de 20 de abril
de 2001, expediente 6014, citando casacién civil de 22 de
octubre de 1998).
11.- Los cargos, en consecuencia, no prosperan.
12. Teniendo en cuenta que la decision es
desfavorable a los impugnantes, de conformidad con el
Ultimo inciso del articulo 375 del Cédigo de Procedimiento
Civil, en armonia con el 19 de la Ley 1395 de 2010, se les
condenara en costas.
13.- Se fijaran en esta misma providencia las agencias
42Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
en derecho. Para su cuantificacién se tendra en cuenta que
la opositora replicé (folios 122 al 196).
IV.- DECISION
En mérito de lo expuesto, la Sala de Casacién Civil de
la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en
nombre de la Reptiblica y por autoridad de la ley, NO CASA
la sentencia de 17 de febrero de 2011, proferida por la Sala
Civil de Descongestion del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogota, dentro del proceso ordinario de Alvaro
Ruiz Leon, Elvira Leonor Arizabaleta y Natalia Ruiz
Arizabaleta contra la Corporacién Club El Nogal.
Costas a cargo de los recurrentes y a favor de la
replicante, e incluira en estas la suma de seis millones de
pesos ($6'000.000) por concepto de agencias en derecho.
Notifiquese y devuélvase
TOWOSA VILLABONA
Presidentg de Sala
43Radicacion n° 11001-31-03-042-2005-00364-01
TS -Sa'8u,
RAFAEL AURELIO CALDERON MARULANDA
Conjuez
[levte Yetma——> $s
RAFAEL H. GAMBOA GALEANO
Conjuez
bina do Giralde Costhane)_
FERNANDO GIRALDO GUTIERREZ,