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Replica de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casacién Civil CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACION CIVIL FERNANDO GIRALDO GUTIERREZ Magistrado Ponente SC9788-2015 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 {Aprobada en sesién de veintiocho de julio de dos mil quince) Bogota D.C., veintinueve (29) de julio de dos mil quince (2015). Decide la Corte el recurso de casacién interpuesto por los demandantes frente a la sentencia de 17 de febrero de 2011, proferida por la Sala Civil de Descongestion del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogota, dentro del proceso ordinario de Alvaro Ruiz Leén, Elvira Leonor Arizabaleta y Natalia Ruiz Arizabaleta contra la Corporacién Club El Nogal. 1- EL LITIGIO 1. Los accionantes pidieron declarar_— la responsabilidad civil en la muerte de Andrés Ruiz Arizabaleta, como resultado del estallido acaecido en una edificacion de su adversaria, debiendo reconocer a titulo de indemnizacion (folios 13 al 15, cuaderno 1): Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 a.) Para los padres del causante, Alvaro y Elvira Leonor: (i) Trescientos treinta dos millones de pesos ($332000.000) cada uno, por «perjuicios morales, que deben ser indexados. (ii) Doscientos millones de pesos ($200°000.000) «a titulo de perjuicios materiales», con los correspondientes intereses comerciales. b.-) En favor de Natalia, hermana del difunto, ciento sesenta y seis millones de pesos ($166'000.000) por la afliccion sufrida, actualizada con base en el IPC que certifique el DANE. 2... Expusieron como sustentos facticos los que a continuacién se compendian (folios 15 y 16, cuaderno 1): a.-) En las instalaciones del Club El Nogal «exploté un artefact (7 feb. 2003), mientras se encontraba alli Andrés Ruiz Arizabaleta, quien fallecié como consecuencia de las heridas sufridas en el suceso. b.-) Seguin investigaciones, los doscientos (200) kilos de «anfor con que se produjo la voladura, fueron colocados por personas que tuvieron acceso a la sede, mediando autorizacion e invitacién de algunos asociados. Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 c.-) El vehiculo cargado con los «explosivos» ingresé al Club, sin que el personal de seguridad se percatara de ello, siendo accionados a control remoto, lo que es constitutivo de negligencia. d.-) Para ese momento el occiso contaba con diecinueve (19) afios, curs6 la primaria y el bachillerato en el Colegio Andino y era alumno de la Facultad de Artes Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana, por lo que dependia econémicamente de sus progenitores. 3.- Notificada la demandada, se opuso y adujo como defensas que «no se retinen los elementos de la responsabilidad civil», «conducta diligente asumida por parte de El Club El Nogab y «fuerza mayor o caso fortuito» (folios 215 a 219, cuaderno 1). 4.- El Juzgado Cuarenta y dos Civil del Circuito de Bogota neg6 las pretensiones (9 feb. 2010), porque no encontré «pruebas que permitan demostrar los supuestos de hecho a los que aluden los actores» (folios 1556 al 1573, cuaderno 1). 5.- El superior confirmé la sentencia, al desatar la alzada de la promotora (folios 83 al 102, cuaderno 8). FUNDAMENTOS DEL FALLO IMPUGNADO Se sintetizan asi: Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 1- Como el pleito deriva de «un hecho propio en la modalidad de omisién», debia demostrarse la culpa, «pues yerra el apelante al sefalar la actividad de la persona juridica demandada como peligrosa», como se «deduce de la simple lectura del objeto social, en donde «la calidad de los socios o invitados en lo que atana a su seguridad personal por los cargos que ocupan no resultan ser extensivos a la calidad de la demandada». 2.- Para establecer si se «omitié realizar una conducta que habria evitado la produccién del dano, como quiera que tiene el deber contractual de actuan, se analiza si el sistema de seguridad dispuesto por la opositora «resultaba idéneo 0 no para la época del siniestro». 3.- Sobre las anotaciones a la valoracién de las pruebas dada por el a quo, se precisa que el tenerlas que apreciar en conjunto no quiere decir que «deba derivar una conclusion de cada una de las mismas en la providencia»; el alcance de los indicios «son meras probabilidades del elemento culpa y no pruebas contundentes y fehacientes del mismo» y si «no se hizo referencia al dictamen pericial no quiere decir que no fue estudiado». 4.- Como en el fallo de primer grado falt6 resolver la «objecién al dictamen pericial se suple dicha labor improbandola, porque «si bien es cierto incurrié en error el perito al determinar que no se allegaron los videos pertinentes, no puede establecerse que a partir de alli fungieron las conclusiones determinadas», pues, evalué las Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 declaraciones y «sus postulados fueron producto del andlisis conjunto de los elementos probatorios», ademas de que al estimar que «el inconveniente en el sistema de seguridad resulta ser las fallas determinadas en el sistema de grabacién», admitié esa forma de vigilancia y «lo indicado fue la ausencia de los mismos en el proceso civil mas no en el penab, En cuanto a la idoneidad del profesional, su seleccién se hizo «siguiendo las reglas previstas en el articulo 243 del Cédigo de Procedimiento Civil, pues se oficié a la Direccién del CTh, sin que lo impusieran, y sus «apreciaciones subjetivas» fueron el «resultado de la labor encomendada con base en el conocimiento del sujeto designado. 5.- La actora endilga como fallas que «la puerta a través de la cual ingresé el vehiculo cargado con los explosives contaba con una vigilancia precaria y (...) que la carga debié ser advertida por quien lo revisé atendiendo el volumen de la misma. Tomando en cuenta la forma como «se perpetré el siniestro seguin lo indicado por ta Fiscalia: y los testimonios recaudados, se extrae que «el sistema de seguridad era completo y adecuado para la época». A pesar de que se advirtieron falencias por intransigencia de los mismos socios, «el carro en el cual se cargaron los explosivos fue revisado, mas no se advirtié la situacién de inconformidad por cuanto la técnica empleada Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 para distribuir la carga fue lo suficientemente avanzada para pasar inadvertidar, como 10 sostuvo en su concepto el Departamento Administrativo de Seguridad. Habiéndose «camuflado la sustancia como se indicé en el proceso penal, no era una deteccién facil, adicionalmente ya no se contaba con la presencia del canino entre otras circunstancias porque en aquella época no resultaba obligatorio para tales fines», sin que se configure negligencia «como quiera que no se probé que el sistema de seguridad del Club El Nogal fuese inferior al que debe prestar ni se omitié el deber de cuidado exigido al momento de inspeccionar el vehiculo». 6.-_ En ausencia de culpa, como uno de los elementos axiolégicos de la responsabilidad civil, «deviene la denegacién de la misma», sin que tenga relevancia la comisi6n en tratandose de la resolucién del error grave que se le endilgé al dictamen pericial practicado para probar los perjuicios reclamados». 7.-_ Le asiste razén a la falladora de primera instancia en que la admisién de los socios no era una actividad propia de la contradictora «ya que estaba delegada a una persona juridica que no esta subordinada a la pasivay como se advierte en prueba documental aportada, fuera de que «la sociedad que tenia acciones en la demandada satisfizo todos los requisitos establecidos en los estatutos para adquirir la calidad que ostentaba». Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 8.- Aunque no es necesario verificar causales de exoneracién de responsabilidad, por sustraccién de materia, vale recordar que la Corte en SC 26 jul. 2005, rad. 1998- 06569-02, precisé que no todas las acciones perpetradas por movimientos subversivos son constitutivas de fuerza mayor 0 caso fortuito, lo que se debe examinar para cada caso en particular. 9.- Frente a los «perjuicios aludidos en el escrito de apelaci6n, (...) el recurso instaurado resulta ser un medio de impugnacién _y no una oportunidad para incoar las pretensiones que fueron obviadas en el libelo incoatorio». Il.- LA DEMANDA DE CASACION Los promotores formularon dos ataques, con fundamento en la causal primera del articulo 368 del Cédigo de Procedimiento Civil, por errores de hecho en la interpretacién del libelo y la forma como se sopesaron los medios demostrativos, los cuales se conjuntan, tal como se precis6 al admitir la sustentacién (folios 114 y 115). PRIMER CARGO Acusan la vulneracién de los articulos 63, 1604 y 2341 del Cédigo Civil, por aplicacién indebida, y 2343, 2344 y 2356 ibidem, que no fueron tenidos en cuenta, como consecuencia de una inadecuada «apreciacién de la demanda y de las pruebas relacionadas con la actividad del demandado». Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 Lo sustenta en estos términos: 1 Al establecer el ad quem que el pleito es el producto de «un hecho propio en la modalidad de omision», correspondiéndoles probar la culpa como sustento de sus aspiraciones y sin que puedan argiir como peligrosa la actividad que desarrolla la convocada, desconocié «principios de la responsabilidad solidaria en la causacién de un dario, de una parte y, de la otra, las caracteristicas de la actividad peligrosa para ser considerada como tal con los efectos juridicos que de ello se deriver». 2.- No se puede considerar unicamente el riesgo creado por el hecho de las cosas como aspecto de dicha tipologia, «que es precisamente el que no resulta aplicable al presente caso. En esta oportunidad se trata de la «solidaridad derivada de la omisién por desarrollar una actividad peligrosa», siendo que la calidad de los socios o invitados al Club, «en lo que atarie a su seguridad personal por los cargos que ocuper, se extiende al desarrollo del objeto social, exigiendo una mayor revision de quienes ingresaban a las dependencias. 3.-. Trae el fallador conceptos del derecho penal «al exigir al demandante la demostracién de la culpa, partiendo de un criterio objetivo o abstracto que la aprecia teniendo en cuenta el modo de obrar de un hombre prudente y diligente considerado como arquetipo». Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 4.- Confunde «el tipo de responsabilidad invocadw al analizar la somisién de realizar una conducta que habria evitado la produccién del dario, como quiera que tiene el deber contractual de actuar, siendo que se reclamé la «responsabilidad civil extracontractual de la demandada en la produccién del dari, invocando como fundamento de derecho los articulos 2341 y siguientes del Codigo Civil, y que, como se insistié en los alegatos de primera instancia, era la mas evidente «por cuanto entre el fallecido y el demandado no se celebré contrato alguno». En este caso «se trata de responsabilidad directa de la entidad demandada por omisién» y no «bajo los principios de responsabilidad por el hecho ajeno, pues, se citaron expresamente como fuente los articulos 2343 y 2344 del Cédigo Civil, lo que trato la Corte en SC 15 abr. 1997. 5.- La autoria del siniestro se atribuyé a las Farc, pero ello no impide establecer que «al dario concurrié de manera eficiente y necesaria la conducta omisiva de la entidad demandada, la que de haberse comportado con un minimo de prudencia y diligencia, hubiera evitado el enorme dafo que se causé en el atentado terroristas, como se ha sefialado en CSJ SC 30 sep. 2002, rad. 7069. Las pretensiones tienen venero no desde la perspectiva de accién sino de la somisién por comisién» como antecedente del dao, imputable de manera solidaria a ambos responsables y causa adecuada del dafio, con base en la ausencia de medidas juridicamente exigibles 0 de Radicaci6én n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 precauciones indispensables para evitar el _perjuicio causado a las victimas, desatendiendo el deber general de comportamiento de un «hombre normalmente prudente y diligente colocado en las mismas circunstancias». La imposicién de cumplir el hecho omitido no solo proviene de la ley, también surge «de una manera implicita en la obligacién general que se tiene de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas» y para que esa conducta «genere responsabilidad civil, debe estar causalmente ligada con el resultado final, de modo que se pueda afirmar que la abstencién ha actuado como factor eficiente en el dario causado. Detectado el vinculo de causalidad y concurriendo en la generacién del perjuicio tanto el obrar del autor como la omisién de que se habla «es aqui donde debe entrar el tema de la responsabilidad solidaria del articulo 2344 del Cédigo Civil y asi se trato en CSJ SC 24 ago. 2009, rad. 2001-01054-01. 6.- El juzgador fue ajeno a las modernas tendencias expuestas en esa misma providencia, «al no tener en cuenta la denominada teoria de la “creacién” 0 “exposicién al peligro”, definida también de forma excepcional (...) como “el peligro intrinseco que comporta el ejercicio de ciertas actividades y que impone adoptar medidas idéneas de prevencién o evitacién del daio”. Se equivocé asi al partir de los estatutos del Club para coneluir «sin mds ni mds que se trata de una entidad sin dnimo de lucro comin y corriente», por lo que su actividad no 10 Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 se reputaba peligrosa, puesto que de la calidad de las personas que concurrian a las instalaciones, entre ellos dignatarios y altos ejecutivos, «es de donde se deriva la exposicién al peligro para la colectividad, pues demanda una gran responsabilidad en materia de seguridad», exigiendo medidas extremas «para evitar la comisién de hechos como el que infortunadamente ocurrié». El efecto de esa situacién era que la responsabilidad debia «ser analizada desde la dptica de la responsabilidad objetiva y no sobre la base de la culpa probada». 7.- La «teoria de la exposicién al peligro ...) analiza la relacién que media entre sujeto causa del peligro y sujeto efectivamente damnificado», cuyo daiio, culposo 0 no, debe ser resarcido incluso por quien no lo ha ocasionado, «teniendo en cuenta la peligrosidad de la actividad con la cual ha sido producido 0 la peligrosidad de los medios de los cuales el agente se ha servido, lo que justifica juridicamente la «relacion entre responsabilidad objetiva y peligro». La principal implicacién de eso es que «al demandado solo le era dable exonerarse de responsabilidad mediante la prueba de caso fortuito o fuerza mayor, el hecho de un tercero como causa exclusiva del dafo o la culpa exclusiva de la victima, lo que no logré durante el tramite procesal, donde se alego que la produccién del dafio era atribuible unicamente al grupo armado al margen de la ley, cuando «los atentados cometidos por grupos terroristas, per se, no Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 pueden ser calificados como constitutivos de caso fortuito o fuerza mayon, acorde con las SC 14 abr. 2008, rad. 2001- 00082-01 y 26 jul. 2005, rad. 1998-6569-02 8. En resumen, los errores del fallo son el sefialamiento tangencial de la responsabilidad como contractual; el estudio del caso bajo la directriz de la culpa probada, cuando debi6 ser por responsabilidad objetiva, y la falta de prueba del «hecho de un tercero como causa exclusiva del dario reclamado». SEGUNDO CARGO Indica como afectados los articulos 1494, 2341, 2343 y 2344 del Codigo Civil y 177, 187, 217, 241, 248, 250, 262 y 264 del Cédigo de Procedimiento Civil, producto de un error de hecho «por cuanto omitié analizar o apreciar las pruebas documentales, dictamen pericial y testimonios que existen en los autos». Lo hace consistir en: 1. En la providencia cuestionada se seleccionaron los medios de conviccién que favorecian a la opositora, «pero jamds se hizo un andlisis exhaustivo, como Ia ley to ordena, de las pruebas documentales provenientes de la |...) Fiscaliw, con las que se demuestran la omision de la contradictora y su obligacién de indemnizar. También se desfigura lo que «se entiende por el 12 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 concepto de indicioy y se llega a la conclusién errénea de que la falta de referencia del a quo sobre la experticia «no indica que no fue estudiada}» y anuncia que se valorara, sin hacerlo. Ademés, se sopesan de forma amafiada los testimonios cuando indican «que el Club contaba con algunas medidas de seguridad, pero desatiende olimpicamente la parte que sefiala que en ocasiones esas medidas no eran utilizadas 0 los equipos estaban dariados»; lo que sucede de nuevo al citar el concepto del Departamento Administrativo de Seguridad y estimar que no era obligatoria la presencia del canino en la sede. Yerra ostensiblemente en la «interpretacién probatoria», pues, la discusién nunca se enfocé en la «negligencia del demandado al admitir como socia a una empresa que permitié el ingreso a las dependencias del demandado a uno de los terroristas que colaboré en la comisién del atentado», sino en el «hecho indiscutible de que quien colaboré en la causacién del dario era una persona que podia ingresar a las dependencias del Club El Nogal, para lo cual recibié la anuencia de sus directivos, lo que lo colocaba en una posicién de privilegio debido a una actividad de la demandada». 2. fallecié «debido a las lesiones que sufrié al estar dentro de No hay discusion en que Andrés Ruiz Arizabaleta las dependencias del Club El Nogab cuando exploto un «carro-bomba» (7 feb. 2002), correspondiente a un «Renault Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 Megdne cargado con «anfo», que ingreso por la puerta de acceso ubicada en la carrera quinta, sin que fuera inspeccionado por caninos y conducido por quien portaba un «carnet falso que no fue detectado por las personas encargadas de verificar la documentacién a la entrada de sus dependencias». 3.- Esa «conducta gravemente omisivay, que obliga a indemnizar, esta plenamente demostrada con lo siguiente: a.) Auto de calificacién de mérito probatorio del sumario 59535/03 (19 jul. 2004), de la Fiscalia Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito Especializados — Unidad Nacional contra el terrorismo. b.-) Carta CCEN-CG 264/07 (5 dic. 2007). c.-) Informe n° 389035 (1 abr. 2008) de la Fiscalia General de la Nacién, en el cual se hizo referencia a la declaracién de Jhony Alejandro Cervera Rojas; la entrevista realizada a Campo Elias Abril Tello, vigilante de Atempi Ltda, segiin radicado 00606 FGN-DNCTI-GDE (14 feb. 2003), el reporte 108694 DNCTI-DI-SI-GDE-C.4987 (29 abr. 2003) y los testimonios de Reinaldo Martinez Cortés (24 abr. 2003) y Elkin Edgar Castro Rodriguez (24 jun. 2003), ante la Unidad Investigativa de la Sijin. 4.- El anilisis de esa experticia implica una variacién diametral de la conclusién a la que arribé el falladom, pues, de ella se extrae «que la culpa del demandado contribuyd Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01 definitivamente en la causacién del dafio, ya que John Freddy Arellan tenia acceso a esas dependencias, sin que tuviera trascendencia que «haya sido o no socio como persona natural, y esa persona contribuyé al éxito del atentado terrorista colaborandole a un tercero «que portaba un carnet provisional de socio, aprovechando las deficiencias de seguridad que en ese aspecto se presentabar», fuera de que el vehiculo «no fue requisado adecuadamente por los guardias de seguridad a su ingreso y no fue revisado por un guia canino, que al momento del ingreso se encontraba en otra dependenciar. 5.- Inexplicablemente el sentenciador dejé de apreciar el informe n° 389035 de la Fiscalia (1° abr. 2008), donde se conchuyé que «si se hubiese “permitido una requisa minuciosa al interior del vehiculo tanto externa como interna por parte de los vigilantes», ocupando el tiempo necesario para su ejecucién con la ayuda de un guia canino y su perro, «se hubiera podido detectar el ingreso de estas sustancias» Por el contrario le otorg6 «mérito probatorio, por encima de él, a un concepto de la Administradora de Riesgos Profesionales y basando su conclusién en un hecho que no se encuentra demostrado en el proceso, cual es el de que el explosivo fue colocado en el vehiculo de forma sofisticada». CONSIDERACIONES 1.- Los familiares de Andrés Ruiz Arizabaleta piden 1s Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 que se les resarzan los perjuicios materiales y morales derivados del fallecimiento de éste, como consecuencia de la explosion ocurrida en las instalaciones del Club El Nogal (7 feb. 2003), y en vista del proceder negligente de la demandada. 2.- La decision del a quo que nego las pretensiones fue confirmada por el Tribunal, porque la actividad que desarrolla la opositora no podia catalogarse como peligrosa, siendo carga de los promotores demostrar su culpa en los acontecimientos, sin que se vislumbrara algun grado de responsabilidad, ya que para la época de los hechos se contaba con un sistema de seguridad apropiado. Ademas, el camuflaje de los explosives los hacia de dificil deteccién y las particulares condiciones de proteccién que requerian los socios y visitantes, por sus cargos y actividades, no se extendian a la demandada. 3.- Los impugnantes aducen que se le dio una incorrecta lectura al libelo, ya que se estudi6 la existencia de una «responsabilidad contractuab, haciendo caso omiso que era eminentemente extracontractual por una indebida exposicion al peligro, a titulo de «responsabilidad objetiva», que los liberaba de la carga demostrativa impuesta. Aniadiendo que le correspondia a su contraparte acreditar la ocurrencia de algdn eximente, en lo que no tuvo éxito. También denuncian la apreciacién sesgada que se le dio a algunos medios de conviccién, dejando de valorar 16 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 otros de donde emerge la culpa del Club en los perjuicios ocasionados. 4.- Los ataques por transgresi6n de la ley sustancial en forma indirecta, frente a la ocurrencia de errores de hecho en la apreciacién de la demanda, su contestacién o determinada prueba, exigen que los desaciertos sean de tal magnitud que incidan adversamente en la forma como se desaté el conflicto, produciéndose un resultado contrario a la realidad procesal, lo que deja por fuera los replanteamientos del debate o las formulas alternas de solucién del mismo, que no alcanzan a derrumbar lo resuelto por el fallador y que se estima enteramente atinado. Cuando se concreta a un desvio del marco litigioso trazado en el libelo, es labor del recurrente develar como se desfiguré el debate por una visién equivocada del fallador frente al querer expresado por quien estima lesionados sus derechos, lo que se traduce en una solucién que no esta acorde con lo requerido y por lo tanto queda pendiente de definir. Eso si, queda a salvo de este tipo de discusi6n, el ejercicio de la facultad de esclarecer o dilucidar los textos confusos 0 contradictorios, cuando con ello se persigue un. apropiado ejercicio de la funci6n judicial. En ese sentido la Corte, en SC 19 Oct. 1994, rad. 3972, citada en SC10298-2014, recordé como [ja apreciacién errénea de una demanda constituye motivo 17 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 determinante de la casacién de un fallo proferido por la jurisdiccién civil, habida consideracién que adoleciendo este ultimo de un defecto de tal naturaleza, la decision adoptada dirimird el conflicto con apoyo en reglas de derecho sustancial que le son extrarias y, por consecuencia, habra dejado de aplicar las que son pertinentes para regularlo. Pero es en verdad importante no perder de vista que al tenor de aquella disposicion procesal, para que asi sucedan las cosas y sea viable la infirmacién por la causa aludida, deben reunirse varias condiciones que no siempre se dan con la facilidad que por lo comtin suponen los litigantes que al recurso en referencia acuden, residiendo una de ellas, como se sabe, en la necesaria ocurrencia de un genuino error de hecho que ademas de manifiesto e influyente en lo dispositivo de la resolucion judicial por esta via impugnada, ha de consistir en la desfiguracion mental 0 material del escrito de demanda por falta de cuidadosa observacién, capaz de producir por lo tanto una desviacién ideolégica del juez en relacién con los elementos Uamados a identificar el contenido medular de dicho escrito y respecto de los cuales ese funcionario no tiene atribucién para suplir a las partes (...) En otras palabras y en orden a que tengan relevancia para los fines senalados, la falencia de juzgamiento de ta que viene haciendo mérito debe tener origen en un yerro objetivo que surgiendo de una desfiguracién evidente y por eso mismo perceptible de manera intuitiva, vaya contra toda razén en cuanto que, tergiversando el texto de la demanda “...le hace decir lo que no expresa o le cercena su real contenido” (GJ. t. CXXXIX, pag. 136) en lo que atarie a la causa pretendt hecha valer por el actor, el petitum por él formulado o la naturaleza juridica de la pretensién concreta entablada. Si el yerro de facto manifiesto deriva de la forma como se sopesaron las pruebas, se requiere de una labor argumentativa encaminada a develar la relevancia de la 18 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 equivocacién, por existir disparidad evidente entre las conclusiones del fallo, con lo que arrojan los elementos recaudados para acreditar lo planteado por las partes en litigio. La Corte sobre esta variable tiene dicho que (...) al denunciarse en el punto la comision de errores de hecho probatorios, pertinente resulta memorar que no cualquier yerro de esa estirpe es suficiente para infirmar un fallo en sede de casacion, sino que se requiere que sea manifiesto, porque si se edifica a partir de un complicado proceso dialéctico, asi sea acertado, frente a unas conclusiones también razonables del sentenciador, dejaria de ser evidente, pues simplemente se trataria de una disputa de criterios, en cuyo caso prevaleceria la del juzgador, puesto que la decisién ingresa al recurso extraordinario escoltada de la presuncion de acierto (SC del 9 de agosto de 2010, rad. 2004-00524). 5.- El estudio a la par de las censuras, ambas por la via indirecta, se justifica porque combaten los dos pilares que sustentan la resolucién adversa del ad quem, por un lado disintiendo de la categorizacién que se tuvo en cuenta en relacién con la responsabilidad endilgada, para revertir la carga demostrativa, y, del otro, con el fin de desvirtuar que no se comprobé uno de los presupuestos requeridos para la prosperidad de la accion, ambos con el propésito de que se reexamine a fondo el objeto de la litis. 6.- El titulo XXXIV del Cédigo Civil corresponde al régimen de la sresponsabilidad comin por los delitos y las 19 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 culpas», que parte del principio general de que todo dato ocasionado debe repararse. Para que tenga éxito la solicitud indemnizatoria por actos perjudiciales extracontractuales de que trata el articulo 2341 ibidem, es menester que el reclamante corrobore la existencia de sus elementos estructurales, esto es, el dafio, el hecho intencional o culposo del obligado a responder y el nexo causal. No obstante, el articulo 2356 id. establece una situacién particular para aquellas conductas imputables a «malicia 0 negligencia de otra persona que, por regla general, «debe ser reparado por ésta», partiendo de un principio de presuncién de culpa, cuya exoneracién sélo seria el producto del caso fortuito, la fuerza mayor o la intervencién de un elemento extrafio, como lo es la «culpa exclusiva de la victima>. Si bien la norma relaciona como «especialmente obligados a esta reparaciér» a quien manipula un «arma de fuego», desatiende el cuidado debido en la remocién de «losas de una acequia o carieria» o descubre las de la via publica; y mantiene en riesgo a los transetintes que tropiezan con obras de «construccién o reparacién de un acueducto o fuente»; esa enunciacién no es taxativa sino que corresponde a aspectos relevantes de la época en que se expidié. De ahi que los alcances del precepto trasciendan a una «suposicién de culpa» en quien genera una propensién al «peligro», estando implicito en la forma como se produjo el 20 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 dano. No quiere decir ello que se prescinda del concepto de culpa en esos eventos, sino que se releva al afectado de establecer su existencia, por estar implicita. pag. La Corte desde la SC de 14 mar. 1938, G.J. t. XLVI, 215 y 216, sefialé como [ell art. 2356 ibidem, que mal puede reputarse como repeticion de aquél [2341] ni interpretarse en forma que seria absurda si a tanto equivaliese, contempla una situacién distinta y la regula, naturalmente, como a esta diferencia corresponde. Ast es de hallarse desde luego en vista de su redaccién y asi lo persuaden, @ mayor abundamiento los ejemplos que aduce o plantea para su mejor inteligencia, a manera de casos en que especialmente se debe reparar el daio a que esta disposicién legal se refiere, que es todo el que ‘pueda imputarse a malicia 0 negligencia de otra persona." (...) Exige, pues, tan sélo que el dario pueda imputarse. Esta es su tinica exigencia como base 0 causa o fuente de la obligacién que en seguida pasa a imponer (...) Esos ejemplos 0 casos explicativos corresponden, y hasta sobra observarlo, a la época en que el cédigo se redact6, en que la fuerza del hombre como elemento material y los animales eran el motor principal, por no decir tinico en la industria en las labores agricolas, en la locomocién, todo lo cual se ha transformado de manera pasmosa en forma que junto con sus indecibles favores ha traido también extraordinarios peligros, Innecesario expresar el protuberante contraste, por ejemplo, entre la locomocién de hoy y la de entonces. Si para aquella edad fueron escogidos ejemplos el disparo imprudente de un arma de fuego; la remocién o descubrimiento de las losas de acequia, carieria, calle 0 camino sin las precauciones necesarias para que no caiga el transetinte, 21 Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01 0 el dejar en estado de causar dario ta obra de construccién o reparacién de acueducto o fuente a través de un camino, apenas se podré imaginar de qué ejemplos se habria valido el legislador en disposicién dictada cuando el ferrocarnil eléctrico queda a la zaga del automévil y éste parece lento ante el velivolo, y en que los caminos y las calles se atestan y congestionan por obra del paralelo crecimiento y desarrollo de la poblacién, de la produccién y del intercambio comercial (...) La teoria del riesgo, segtin la cual al que lo crea se le tiene por responsable, mira principalmente a ciertas actividades por los peligros que implican, inevitablemente anexos a ellas y miran a la dificultad, que suele legar a imposibilidad, de levantar las respectivas probanzas los damnificados por hechos ocurridos en razén 0 con motivo o con ocasién de ejercicio de esas actividades. Un depésito de sustancias inflamables, una fabrica de explosivos, asi como un ferrocarril o un automévil, por ejemplo, evan consigo 0 tienen de suyo extraordinaria peligrosidad de que generalmente los particulares no pueden escapar con su sola prudencia. De ahi que los darios de esa clase se presuman, en esa teoria, causados por el agente respectivo, como seria en estos ejemplos el autista, el maquinista, la empresa ferroviaria, etc. Y de ahi también que tal agente 0 autor no se exonere de la indemnizacién, sea en parte en algunas ocasiones, sea en el todo otras veces, sino en cuanto demuestre caso fortuito, fuerza mayor o intervencién de elemento extrario (...) A esta situacién se ha llegado en algunos paises por obra de una labor jurisprudencial ardua en cuyo desenvolvimiento no han dejado de tropezar los juristas, en su camino hacia la humanizacién del derecho, con la rigidez de los textos legales (...) Fortuna para el juzgador colombiano es la de hallar en su propio cédigo disposiciones previsivas que sin interpretacién forzada ni descaminada permiten atender al equilibrio a que se viene aludiendo 0, por mejor decir, a la concordancia 0 ajustamiento que debe haber entre los fallos y la realidad de cada época y de sus hechos y clima Porque, a la verdad, no puede menos de hallarse en nuestro citado art. 2356 22 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 una presuncién de responsabilidad. De donde se sigue que la carga de la prueba, onus probandi, no es del damnificado sino del que caus el dario, con sdlo poder éste imputarse a su malicia 0 negligencia (...) No es que con esta interpretacién se atropelle el concepto informative de nuestra legislacién en general sobre presuncién de inocencia, en cuanto aparezca crearse la de negligencia 0 malicia, sino que simplemente teniendo en cuenta la diferencia esencial de casos, la Corte reconoce que en las actividades caracterizadas por su peligrosidad de que es ejemplo el uso y manejo de un automévil, el hecho danoso leva en st aquellos elementos, a tiempo que la manera general de producirse los darios de esta fuente o indole impide dar por provisto al damnificado de los necesarios elementos de prueba Ese precedente fue reiterado en SC 31 may. 1938, G.J. t. XLVI, pags. 560 a 565, donde se precisé que los factores eximentes de responsabilidad al tenor del articulo 2356 del Cédigo Civil, también permiten «atenuarla modificando la indemnizacién. De ahi el art. 2357 del C.C., que establece el principio de la reduccién de la indemnizacién, de la compensacién de ella, que puede legar hasta la exoneracién en la indemnizacién de perjuicios». Ya en CSJ SNG 17 jun. 1938, GJ t. XLVI, pag. 688 all citar la anterior, dijo la Corte que «se trata en la sentencia de mayp (...) de una culpa presunta para los casos de riesgo creado, 0 sea cuando el dafio se produce por alguno de los elementos que en la civilizacién acarrean peligrosidad y que del articulo 2356 se hace emanar «una presuncién legal mixta, ya que se dice que no puede desvanecerse por cualquier medio en contrario, sino por determinados hechos» y en CSJ SNG 18 abr. 1939, GJ t. XLVIII pag. 165 dejé claro 23 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 que «ejl articulo 2347 del C.C., establece el principio de la responsabilidad por hechos ajenos y el articulo 2356 del mismo texto, sienta esta norma, bien se trate de responsabilidad directa o indirecta», donde «los ejemplos que alli se mencionan son ilustrativos y se refieren a hechos en que el dafio aparece en la cosa misma, por cierta peligrosidad que en ella se transparenta», acotando que con base en ello «existe una presuncién de responsabilidad en contra del agente respectivo, en los casos de danos causados por ciertas actividades que implican peligros, inevitablemente anexos a ellas». Posicién que se ha mantenido constante y es asi como en SC 27 feb. 2009, rad. 2001-00013-01, se dijo que (...) la responsabilidad civil es uno de los campos del derecho privado en el que mds se ha advertido la necesaria adaptacién del Derecho a las realidades de los tiempos, lo cual ha obedecidio, en buena medida, a los efectos que en materia de darios han producido nuevas _problemdticas sociales derivadas, particularmente, de los avances cientificos y tecnolgicos que, por una parte, han provocado el surgimiento, en lo que aqui interesa, de distintas actividades que califican como peligrosas 0, dicho de otra forma, conllevan una mayor exposicién o riesgo para los asociados, entre las cuales, aunque sélo a titulo ilustrativo, pueden citarse los medios de transporte que con la utilizacién de diversas formas de energia superan velocidades antes no alcanzadas, la construccién de estructuras con diversa finalidad de magnitudes cada vez mayores, la instalacién de plantas nucleares, 0 el establecimiento de centrales eléctricas que se sirven de fuerzas naturales, como las del agua, el calor o el viento, y por otra parte, han conducido a la revision de los 24 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 criterios tradicionales de prevencién y de evitacién de daros, con el propésito de determinar con la mayor precisin posible hasta donde ha de responder el sujeto cuyo comportamiento antijuridico se examina, y a partir de qué pardmetro se puede considerar que el dato ha sido el producto de una causa extrana aél Recientemente se insistié en SC5854-2014, que [t}ratandose del ejercicio de actividades peligrosas, en la sentencia de 26 de agosto 2010, se dejé sentado que se arropan bajo el “alero de la lamada presuncién de culpabilidad (...) circunstancia que se explica de la ... carga que la sociedad le impone a la persona que se beneficia o se lucra de ella y no por el riesgo que se crea con su empleo. El ofendido unicamente tiene el deber de acreditar la configuracién 0 existencia del dario y la relacion de causalidad entre éste y la conducta del autor, pudiéndose exonerar [el demandado] solamente con la demostracién de la ocurrencia de caso fortuito o fuerza mayor, culpa exclusiva de la victima o la intervencién de un tercero”. 7... Al amparo de la interpretacién jurisprudencial sobre la «presuncién de culpabilidads, se han fijado algunos patrones consistentes durante su desarrollo, como son: a.-) El concepto de las «actividades peligrosas», entre las cuales se encuentra la conduccién de vehiculos (SC 14 mar. 1938); «un convoy de ferrocarril en movimiento (CSJ SNG 19 may. 1939, GJ t. XLVI, pag. 801); el manejo de un avion (CSJ SNG 15 jun. 1944, GJ t. LVII, pag. 851); el uso de un tractor (SC 2 may. 2007, rad. 1997-03001-01); la manipulacion de armas a que se refiere expresamente cl 28 Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 ordinal primero del citado articulo 2356 del Cédigo Civil (SC 20 ene. 2009, rad. 1993-00215-01); la realizacién de obras de construccién (SC 27 abr. 1972, GJ t. CXLII pag. 173 y 9 dic. 2008, rad. 1999-00206-01); la __ generacién, transformacién, transmisién y distribucion de energia eléctrica (SC 8 oct. 1992, CCXIX, p. 523 y SC 19 dic. 2008, rad. 1999-02191-01); y labores de explotacién en una mina subterrdnea de carbén (SC9788-2014). A pesar de que no existe en el cédigo civil una norma que defina la «actividad peligrosa» o sefale los esquemas para calificarla como tal, la Corte en SC 16 jun. 2008, rad. 2005-00611-01, rememor6 que (...) por tal, debe entenderse aquélla que “...aunque licita, es de las que implican riesgos de tal naturaleza que hacen inminente la ocurrencia de darios,...(G.J. CXLII, pag. 173, reiterada en la CCXVI, pag. 504), 0 la que “.. debido a la manipulacién de ciertas cosas 0 al ejercicio de una conducta especifica que leva insito el riesgo de producir una lesién 0 menoscabo, tiene la aptitud de provocar un desequilibrio 0 alteracién en las fuerzas que de ordinario- despliega una persona respecto de otra”, como recientemente lo registré esta Corporacién en sentencia de octubre 23 de 2001, expediente 6315. Adicionalmente, como se sefialé en SC 24 ago. 2009, rad. 2001-01054-01, no puede confundirse {..) la responsabilidad por el ejercicio de una actividad peligrosa con la derivada de las cosas riesgosas 0 peligrosas; “cosa” y ‘actividad” son diferentes, y en el supuesto que se analiza, dimana de “actividades” y no exclusivamente de “cosas Radicacion n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 riesgosas” o “peligrosas’; la cosa se utiliza en la actividad, puede ser inocua y la causa del dario se conecta no a la cosa sino a su utilizacién en el ejercicio de una actividad peligrosa. b.-) La existencia de «empresas lamadas de riesgo, creadas y desarrolladas en virtud de la «civilizacién contempordnea, los adelantos en la ciencia, en la industria, en la técnica, y la complejidad de las relaciones sociales y econémicas» que «llevan en si una actividad peligrosa, tanto para los que se sirven de ella y las dirigen 0 manejan, como en ocasiones para los extrarios a esas actividades», entre las que estan las ferroviarias (S.C. 31 may. 1938). En igual sentido las de «cable aéreo (CSJ SNG 18 abr. 1939, GJ t. XLVI, pag. 801); las encargadas de prestar servicios publicos de transporte (SC 20 abr. 1944) y energia eléctrica (SC 7 sep. 1948, GJ t. LXIV, pag. 744 y SC 16 jun. 2008, rad. 2005-00611-01); asi como las hidroeléctricas (SC 27 feb. 2009, rad. 2001-00013-01 y SC 13 may. 2010, rad. 2001-0016 1-01). c-) El que «tratandose de actividades peligrosas, como la de conduccién de un ferrocarril, de un tranvia, de un automévil, la presuncién milita en contra de la empresa o de los patrones respectivos» como producto de la «culpa invigilando o in eligendor, sin que «pueda caerse en la aplicacién de la teoria del riesgo, de la guarda juridica con el cardcter de itimitada o irrestricta, teoria que la Corte no acepta, como lo ha dicho en varios fallos» (SC 20 abr. 1944). Incluso en SC196-1992, rad. 3382, se hizo énfasis en a7 que Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 (..) la presuncién de culpabilidad ast reconocida, dando por sentado que fuere factible acudir a ella como elemento con virtualidad decisoria en un juicio jurisdiccional determinado, se extiende inexorablemente respecto de todos aquéllos a quienes pueda tenérseles como responsables de la actividad en cuyo desarrollo se produjo el evento causante del daio; esa presuncién tantas veces mencionada, al tenor de una conocida doctrina de esta Corporacién reiterada recientemente (cfr. G.J. T. LXI, pag. 569, y Casacion Civil de 12 de abril de 1991, no publicada), "... afecta no sélo al dependiente o empleado que obra en el acto peligroso, sino también al empleador duerio de la empresa o de las cosas causantes del dao... ", y es entendido, ademas, que en un estado de cosas semejante, desde el punto de vista de la victima de dos sistemas de imputacién juridica que confluyen son acumulables pues ella puede demandar la reparacion "... acogiéndose, bien a la regulacién legal de la responsabilidad por el hecho ajeno -es decir a la regulacién contenida en los articulos 2346 a 2349 y 2352 del Cédigo Civil, se agrega-, bien a la regulacién legal por el ejercicio de actividades peligrosas. d-) Las personas juridicas estén obligadas a indemnizar por responsabilidad civil extracontractual, pues, son «directamente responsables por el hecho doloso 0 culposo de sus agentes, causado en ejercicio de sus funciones propias del cargo, tratese de personal directivo o subalterno» (SC 27 abr. 1972, GJ t. CXLI pag. 173). Asi también lo indicé la Sala en la precitada SC196- 1992, rad. 3382, segun la cual el Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 (..) deber de reparar también obliga a las personas juridicas pues ellas, segtin lo vienen reiterando la Corte a partir de renombrados fallos proferidos sobre el tema en junio de 1962 (cfr. GJ. Ts. XCIX, pags. 88y 655, CVI, pag.130 y CXL/1, pag. 173 entre muchas otras), son directamente responsables por el comportamiento de sus agentes, ocurrido desde luego en ejercicio de las funciones propias del cargo 0 con ocasién de éstas ¢ independientemente de que se trate de personal directivo o apenas subalterno, principio éste de significativa importancia que suele compendiarse en la siguiente formula, por cierto evocada con insistencia por el recurrente en varios apartes de su demanda de casacién: ’... la culpa personal de un agente dado compromete de manera inmediata a la persona juridica, porque la culpa de sus agentes, cualesquiera que éstos sean, es su propia culpa... En igual sentido se pronuncié la Corporacién en SC 20 jun. 2005, rad. 7627. e.-) El que no pueda «darse una _interpretacion irrestricta al articulo 2356 del Cédigo Civil en el sentido que basta que se produzca un accidente, que se traduzca en dano, para que la victima, alegando la existencia de éste y demostrando la relacién de causalidad, eche la carga de la prueba al demandado, ya que la norma «no tiene aplicacién sino cuando a quien se designa como demandado estaba ejerciendo una actividad peligrosa, por si o por medio de una cosa que le pertenece» - resaltado ajeno al texto- (SC 29 abr. 1943, GJ t. LV, pag. 287). Quiere decir lo anterior que, en materia de 29 Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01 responsabilidad civil, la aplicacion de la «presuncién de culpabilidad» del articulo 2356 del Cédigo Civil, que no conlleva un alejamiento del principio de la «responsabilidad subjetivas, exige del sentenciador un anélisis de los precedentes sobre la materia y de ser el caso la aplicacion de reglas de la experiencia, para establecer la «peligrosidad» de la actividad de donde se predica la ocurrencia del dafto, que puede estar predispuesta por la naturaleza de la parte a quien se atribuye. Esto no es nuevo, tomando en cuenta que la Corporacién desde SC 26 oct. 1946, concreté los alcances de la figura en estudio a que (... el precepto contenido en el articulo 2356 del C. C. no tiene por objeto repetir la regla del articulo 2341 de la misma obra, sino que separandose del sistema en éste tltimo consignado, establece una presuncién de culpa cuando el dario deriva de hecho que por su naturaleza o las circunstancias en que ocurre permiten atribuirlo a malicia o negligencia de otra persona (...) La colocacién del articulo en cuestién en seguida de una enumeracién de casos en que se presupone responsabilidad y la expresién en él empleada de que "por regla general" todo dario que pueda imputarse a malicia 0 negligencia de otra persona debe ser reparado por ésta, esta indicando que tal expresion se toma por éstas u otras semejantes: ‘en igualdad de circunstancias’, "en los demas casos andlogos", se presupone culpa (...) La expresién alli también empleada de que "todo dario que pueda imputarse’, esté diciendo que puede reemplazarse por "que sea susceptible’, con lo cual la relacién del articulo quedaria: "Todo davio que sea susceptible de imputarse a dolo 0 culpa de otra persona debe ser reparado por ésta” (...) No es que 30 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 el legislador de una manera terminante declare qué hechos de tal naturaleza constituyan dolo o culpa, sino que establece una presuncién, que por no ser de derecho admite prueba en contrario, arrojando ta carga de ella sobre quienes ejercitan actividades de tal indole (...) A la victima le basta demostrar los hechos que determinan el ejercicio de una actividad peligrosa y el perjuicio sufrido; y serd el demandado quien deba comprobar que el accidente ocurrié por imprudencia exclusiva de la victima, por Ia intervencién de un elemento extrafio, 0 por fuerza mayor 0 caso fortuito, ya que el ejercicio dé una actividad peligrosa, por su naturaleza, lleva envuelto el de culpa en caso de accidente (...) El articulo 2341 del C. C. autoriza la indemnizacién cuando la victima prueba la culpa o el dolo del autor del dario; el articulo 2356 la releva de esta obligacién, arrojando la prueba de la irresponsabilidad sobre la persona que ejercita actividades reputadas peligrosas (...) La culpabilidad se presume en aquellos casos en que el dafio proviene de un hecho que la razén natural permite atribuir, a culpa o dolo de otro, o de aquellos hechos que, por su propia naturaleza, o por las circunstancias en que se realizaron, sean susceptibles de imputarse a culpa de terceros. Fuera de estos casos la presuncién no tendré aplicacién (resaltado ajeno al texto) 9.- Tiene trascendencia para la decision que se adopta: a.-) Que los padres y la herrmana de Andrés Ruiz Arizabaleta, pidieron que se les repararan los perjuicios ocasionados con la muerte de su pariente, como consecuencia de la +explosié» ocurrida en las instalaciones de la demandada, imputando a ésta «negligencia determinante en la causacién del darior ¢ invocando como «disposiciones sustanciales (...) ademas de las que fueren 31 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 también aplicables, las siguientes: articulos 288 y ss., 1491, 2341 y ss. del Cédigo Civib (folios 13 al 21, cuaderno 1). b.-) Que el fallo de segundo grado se basé en los siguientes pilares: (i) La actividad desarrollada por la opositora no es peligrosa, como se extrae de su objeto social, sin que las particulares condiciones de seguridad personal de los socios o invitados, por los cargos que desempenan, tengan alguna incidencia en ese sentido. (ii) En vista de esa precision, la accién deriva de un hecho propio en la modalidad de omisién, pero no se probé el elemento culpa que era imprescindible de determinar para su éxito, siendo que por el contrario se contaban con los elementos necesarios para garantizar la tranquilidad de quienes estaban en las instalaciones. Ademas, tampoco tenia responsabilidad la contradictora «con respecto a la admision de los socios», porque esa labor no le era propia sino delegada a una persona juridica no subordinada. c.-) Que la determinacién del ad quem adversa a las pretensiones le dio relevancia a las siguientes pruebas: (i) El «dictamen periciab del experto que asigné el CTI, para analizar la objecién de que fue objeto, y servirse del mismo para resolver (folios 942 al 966, cuaderno 1). (ii) Calificacién sumarial de la Fiscalia sobre lo 32 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 ocurrido (folio 624, cuaderno 1). (ii) Concepto de la ARP emitido con posterioridad al atentado (folio 36, cuaderno 1). (iv) Los testimonios de los vigilantes encargados de velar por el sistema de seguridad. (v) Informe de un funcionario del DAS (folio 763, cuaderno 1). d.-) Que a pesar de que la sentencia de segundo grado encontré mérito para desestimar la objecién por error grave de la experticia para probar los perjuicios, de todas formas resulté inocuo ante la improcedencia de la reclamaci6n. e.-) Que por ese mismo motivo el juzgador encontré razon en la prescindencia del a quo de determinar la causal de exoneracién propuesta, resaltando que de todas maneras los ataques terroristas no dan lugar a ello en todos los casos. f.-) Que los promotores alegan como suficientemente verificada la «conducta gravemente omisiva del demando en la verificacién del ingreso del vehiculo, constitutiva de negligencia, segun: (i) El mismo auto de calificacisn de mérito probatorio del sumario 59535/03 de la Fiscalia (folio 171, Radicacién n’ 11001-31-03-042-2005-00364-01 cuaderno 1). (ii) Respuesta del Club El Nogal a los requerimientos del fallador de primera instancia (folio 899, cuaderno 1). Informe rendido por investigador criminalistico de la Fiscalia (folios 942 a 966, cuaderno 1). 10.- Los ataques propuestos no logran socavar la decision cuestionada por estas razones: a.-) Frente al primer cargo donde se acusa una inadecuada «apreciacién de la demanda y de las pruebas relacionadas con la actividad del demandado»: () _ Ninguna distorsién se aprecia en la lectura que se le dio al libelo en que los accionantes esbozaron los alcances de sus reclamos. Es asi como frente a la «negligencia determinante en la causacién del dari sefalada como constitutiva de responsabilidad, el sentenciador inicié la labor verificando si la persona juridica accionada era de aquellas que calificaba como generadora de riesgo, lo que deseché con base en sus estatutos. Baste recordar como precisé al respecto que, «de la simple lectura del objeto social, salta de bulto la ausencia de las caracteristicas mentadas para que la actividad desarrollada se repute como peligrosa y por ende se rechaza 34 Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01 el argumento al respecto». Descontado ese tema paso a revisar si las especiales condiciones de quienes concurren a la sede, que por sus dignidades y desempeno profesional cuentan con exigentes medidas de seguridad, trasciende a la categoria de «acciones peligrosas a cargo del Club, para concluir que «la calidad de los socios 0 invitados en lo que atania a su seguridad personal por los cargos que ocupan no resultan ser extensivos a la actividad de la demandada». A pesar de lo anterior, se procedié al estudio de la existencia de «un hecho propio en la modalidad de omision», con base en el material probatorio obrante, lo que no pudo hallar, razén por la cual «ausente el elemento de culpa y siendo éste uno de los elementos axiolégicos de la responsabilidad civil extracontractual alegada, deviene la denegacién de la misma. Ese entendimiento revela que el pleito se abordé desde la perspectiva de la responsabilidad extracontractual, como Jo plantearon los accionantes, sélo que al no encontrar razén para aplicar la «presuncién de culpabilidad» de que trata el articulo 2356 del Cédigo Civil, se procedié a examinar si se daban los supuestos del articulo 2341 ibidem, a lo que tampoco encontré asidero. (i) Cosa muy distinta es que los impugnantes acudan a plantear que el litigio estaba regido por la «responsabilidad directa de la entidad demandada por 35 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 omision» y las modernas tendencias de la SC 24 ago. 2009, rad. 2001-01054-01, sobre la «teoria de la “creacién” o “exposicién al peligro”, definida también de forma excepcional (...) como “el peligro intrinseco que comporta el ejercicio de ciertas actividades y que impone adoptar medidas idéneas de prevencién o evitacién del dani Esa discusién, que se aleja de la senda indirecta propuesta y era més propia de un ataque frontal al articulo 2346 del Cédigo Civil, de todas maneras ya fue superada por la Sala, puesto que como se dijo en SC 26 ago. 2010, rad. 2005-00611-01. (..) la sentencia de casacién de 24 de agosto de 2009, expediente 01054-01, contiene una rectificacién doctrinaria, tal como aparece en su motivacién y la parte resolutiva, circunscrita exclusivamente al punto relativo al tratamiento juridico equivocado que le dio el Tribunal al aspecto atinente a la “concurrencia de culpas” en el ejercicio de actividades peligrosas, mas no frente a la doctrina tradicional de ia Sala referente a que éstas se examinan bajo la perspectiva de una responsabilidad “subjetiva” y no “objetiva’ (...) La Corporacién de modo reiterado tiene adoptado como eriterio hermenéutico el de encuadrar el ejercicio de las actividades peligrosas bajo el alero de la Uamada presuncién de culpabilidad en cabeza de su ejecutor o del que legalmente es su titular, en condicién de guardian juridico de la cosa, escenario en el que se protege a la victima relevandola de demostrar quién tuvo la responsabilidad en el hecho causante del dario padecido cuyo resarcimiento reclama por la via judicial, circunstancia que se explica de la situacién que se desprende de la carga que la sociedad le impone a la persona que se beneficia 0 se lucra de ella y no por el riesgo que se crea con su empleo. El ofendido 36 Radicacion n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 unicamente tiene el deber de acreditar la configuracién o existencia del dano y la relacién de causalidad entre éste y la conducta del autor, pudiéndose exonerar solamente con la demostracion de la acurrencia de caso fortuito o fuerza mayor, culpa exclusiva de la victima o la intervencién de un tercero (...) Este estudio y andlisis ha sido invariable desde hace muchos arios y no existe en el momento actual razén alguna para cambiarlo, y en su lugar acoger la tesis de la responsabilidad objetiva, porque la presuncién de culpa que ampara a los perjudicados con el ejercicio de actividades peligrosas frente a sus victimarios les permite asumir la confrontacién y el litigio de manera francamente ventajosa, esto es, en el entendido que facilita, con criterios de justicia y equidad, reclamar la indemnizacién a la que tiene derecho (negrita fuera de texto). (iii) El sefialamiento angenciah de que «el demandante debe responder por aplicacién de los principios de responsabilidad contractual, no es tal. Todo el contexto del fallo confutado se refiere a que, descartada la peligrosidad de las actividades propias de la opositora, «la accién instaurada resulta ser la derivada de un hecho propio en la modalidad de omisién», esto es, circunscrita a la «responsabilidad extracontractual directa» de una persona juridica. Es cierto que en dos apartes figura, primero, que en vel caso del extremo demandado se configura el elemento determinado en el evento en que se pruebe que omitié realizar una conducta que habria evitado la produccién del datio, como quiera que tiene el deber contractual de actuan, y luego que «no es posible predicar responsabilidad del 37 Radicacién n* 11001-31-03-042-2005-00364-01 agente que aiin ajeno a la causacién del dario, omite actuar teniendo la obligacién legal o contractual de hacerlo, pues como se demostré si se contaban con los elementos necesarios para la seguridad de los socios y sus invitados» (folios 92 y 100, cuaderno 8). Sin embargo, el solo empleo del término «contractuab no puede ser visto fuera de contexto, ya que en las dos oportunidades se refiere al deber de velar por la seguridad general de quienes acuden a las instalaciones conforme al acuerdo social, mas no refiriéndose al caso particular del fallecido Andrés Ruiz Arizabaleta que se revis6 bajo la senda propuesta. (iv) En cuanto a la falta de prueba del «hecho de un tercero como causa exclusiva del dario reclamado», baste con recordar que el fracaso fue consecuencia de la falta de acreditacién de uno de los presupuestos ontolégicos de este tipo de pleitos. Fuera de eso, los argumentos de los censores no difieren en nada de lo que «a titulo de ilustraciém anoté el Tribunal en el sentido de que los ataques terroristas «no constituyen en todos los casos, causal de exoneracién». Pierde asi relevancia cualquier discusién sobre la falta de acreditacion de excluyentes de responsabilidad o una presunta equivocacién, en lo que precisamente se esta de acuerdo. 38 Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 b.-) En relacién con el segundo cuestionamiento al juzgador «por cuanto omitié analizar o apreciar las pruebas documentales, dictamen pericial y testimonios que existen en los autos», ninguna labor se adelanté por los recurrentes encaminada a evidenciar una equivocacién mayuscula en esa labor. Los reparos se limitaron a citar de una manera dispersa apartes de algunos elementos de conviccién, que si bien dicen se desatendieron, por el contrario corresponden a los que sirvieron de apoyo al pronunciamiento que combaten, sin que se tomaran el trabajo de resaltar cuales eran las discordancias entre lo visto por el ad quemy lo que en su esencia arrojan. Las manifestaciones contraevidentes de los opugnadores se concretan a: () Se dice que de forma inexplicable la Sala de Descongestién del Tribunal omite la apreciaciéry del informe n° 389035 de la Fiscalia (1° abr. 2008), cuando por el contrario ese mismo fue materia de estudio al «resolver la objecién» que se le habia planteado en el curso de la primera instancia. Y si bien ese reparo de la Corporacién Club El Nogal no salié avante, a pesar de que se advirtié y probé el error, fue porque «la supuesta ausencia de los videos de seguridad» no repercutia en las conclusiones del perito, ya que su dicho de la revision del material probatorio no 39 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 constituia una «actividad calificada» sino «el resultado de la labor encomendada con base en el conocimiento del sujeto designado. La importancia de dicho informe no fue pasada por alto y, al contrario, expresamente se dijo que «se tendra en cuenta para adoptar la decisién», solo que su contenido fue sopesado con los demas medios demostrativos. Si bien el que en el fallo con posterioridad consta que «se presenté también una omisién en tratandose de la resolucién del error grave que se le endilgé al dictamen practicado para probar los perjuicios reclamados, sin embargo tal actuacién resulta inocua», ello obedece a que en el curso del tramite se realizaron dos dictamenes completamente diferenciados El primero, a solicitud de los gestores para «que determine el valor de los costos de educacién, manutencién y salud sufragados» por los progenitores, el cual fue decretado en el auto de pruebas (27 mar. 2007) y rendido por la auxiliar designada, siendo objeto de contradiccién por la contraparte (folios 20, 245, 531 al 540, cuaderno 1). El segundo, de oficio (3 oct. 2007), para que un funcionario de la Fiscalia General de la Nacion «con observancia en Ia investigacién surtida al interior del proceso No. 63.769 y en los videos -imagenes de monitoreo», rindiera concepto técnico sobre algunos puntos, lo que en efecto acontecié y también fue sometido a consideracién de las Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 partes (folios 851, 942 al 970 y 975 al 981). De esos dos trabajos, el inicial fue desatendido por obvias razones, mientras que el ultimo si fue sopesado y confrontado con las restantes probanzas, sin que asi lo admitan los inconformes (folios 93 al 99, cuaderno 8). El auto de calificacion de mérito probatorio del sumario 59535/03 (19 jul. 2004), de la Fiscalia Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito Especializados — Unidad Nacional contra el terrorismo (folio 171, cuaderno 1) que citan los demandantes sin decir con qué fin (folio 33), es el mismo proveido de calificacién (folio 624, cuaderno 1) destacado por el sentenciador, coincidiendo en la mayor parte de ambas transcripciones y sin que se anuncie alguna contradiccién en sus alcances. (ii) En cuanto a la carta CCEN-CG 264/07 (5 dic. 2007), toman los censores un fragmento que trata del ingreso de uno de los responsables del suceso catastréfico, haciendo uso del carné de usuario del Club, pero se hace de manera aislada y sin sefialar cual es el alcance del mismo, ni precisar su trascendencia para los fines del debate. (iv) Si bien se enuncian las anteriores piezas procesales, solo se le confiere trascendencia al «informe anotado, en alusion al concepto del investigador criminalistico, para extraer de esa unica prueba los cuatro puntos que justifican sus peticiones. a. Radicaci6n n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 c.-) No puede olvidarse que cuando se acude a la causal primera de casacién por yerros de facto, como precisé la Corporacién en SC5854-2014, (...) los errores en el campo de tos hechos se estructuran en los casos en que el sentenciador de manera ostensible aprecia equivocadamente la demanda u omite, adiciona, cercena o tergiversa el contenido material de las pruebas, y no cuando se aparta de la posicién subjetiva que, al margen de su objetividad, tenga la parte recurrente acerca de los distintos medios de conviccién (,..) Por esto, en ese preciso dmbito, al decir de la Corte, un yerro es de recibo cuando es “tan grave y notorio que a simple vista se imponga a la mente, sin mayor esfuerzo ni raciocinio, 0 en otros términos, de tal magnitud, que resulte contrario a la evidencia del proceso. No es por lo tanto, error de hecho aquél a cuya demostracién sélo se lega mediante un esforzado razonamiento” (Sentencia 006 de 12 de febrero de 1998, expediente 4730, reiterando doctrina anterior), 0 el que surge de “ensayar un discurrir que se juzgue con mejor perfil dialéctico 0 con mayor rigor légico” (Sentencia 073 de 20 de abril de 2001, expediente 6014, citando casacién civil de 22 de octubre de 1998). 11.- Los cargos, en consecuencia, no prosperan. 12. Teniendo en cuenta que la decision es desfavorable a los impugnantes, de conformidad con el Ultimo inciso del articulo 375 del Cédigo de Procedimiento Civil, en armonia con el 19 de la Ley 1395 de 2010, se les condenara en costas. 13.- Se fijaran en esta misma providencia las agencias 42 Radicacién n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 en derecho. Para su cuantificacién se tendra en cuenta que la opositora replicé (folios 122 al 196). IV.- DECISION En mérito de lo expuesto, la Sala de Casacién Civil de la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en nombre de la Reptiblica y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia de 17 de febrero de 2011, proferida por la Sala Civil de Descongestion del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogota, dentro del proceso ordinario de Alvaro Ruiz Leon, Elvira Leonor Arizabaleta y Natalia Ruiz Arizabaleta contra la Corporacién Club El Nogal. Costas a cargo de los recurrentes y a favor de la replicante, e incluira en estas la suma de seis millones de pesos ($6'000.000) por concepto de agencias en derecho. Notifiquese y devuélvase TOWOSA VILLABONA Presidentg de Sala 43 Radicacion n° 11001-31-03-042-2005-00364-01 TS -Sa'8u, RAFAEL AURELIO CALDERON MARULANDA Conjuez [levte Yetma——> $s RAFAEL H. GAMBOA GALEANO Conjuez bina do Giralde Costhane)_ FERNANDO GIRALDO GUTIERREZ,

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