El artículo 9, numeral 5° de la Constitución, respecto del precio pactado, establece claramente que

“se entiende por costo de reposición el análisis del inventario, siendo su evaluación el factor
principal para determinar el precio pactado”. Por lo tanto, reconocer los costos o los costos de
reemplazo al fijar el precio de los bienes y servicios es esencial para que una empresa sobreviva a
una economía hiperinflacionaria, preserve el capital y obtenga una ganancia razonable.

 Si el costo de reposición no se reconoce como una tasa y el precio aumenta rápidamente, la
empresa se ve obligada a cesar la producción de estos bienes sin obtener ganancias, perdiendo
capital y saliendo del mercado. La Ley también brinda orientación para que los precios se
acuerden sobre la base de la eficiencia, el costo de reemplazo y el beneficio general para estos
fines, de modo que las personas puedan acceder a los bienes y servicios dentro de un programa de
precios acordado. Los precios pactados son revisados y actualizados periódicamente de acuerdo a
las condiciones económicas y términos pactados. Por ejemplo, el Acuerdo sobre Precios de Bienes
Preferentes La propia Constitución prevé el reconocimiento de los costes de sustitución dentro de
la directiva.