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politica, es decir, ay ar las conting lanes reabizadlay de un mismo ul as que vershuderamente paso, eon verso de posibles PERSPECTIVAS SOBRE LAS HISTORIAS PRAGMATICAS Francis Chateauraynaud ¢ Yves Cohen Fs dificil escoger una expresion dnica para hacer referencia @ una fami- lia de elaboraciones historiograficas que también podrian reconocerse como “historias pragmaticas”, “historia de las practicas” 0 “historias pragmatistas”’ Eligiendo la primera, sin duda la mas abarcadora, la idea de una multiplici- dad de enfoques pragmaticos en el seno de las ciencias sociales prevalece sobre las querellas disciplinares ast como sobre el razonamiento orientado hacia el objeto. La referencia a las "practicas", muy frecuente en ciencias sociales, no siempre supone que estemos frente a una historia de las pricti- cas propiamente dicha, De igual modo, evocar directamente el pragmatismo hace correr el riesgo de un malentendido sobre el estatus de un conjunto de investigaciones historicas que no pueden presentarse como un manifiesto fi losofico. En cuanto al plural de “historias”, tiene que ver con dejar la puerta abiertaa la diversidad de experiencias y de caminos que continuamente mo- tiva la indagacion historiea. La reivindicacion de la diversidad es mas comoda cuando los puntos en comiin no faltan, Ahora bien, en la multiplicidad de las experimentaciones, la experiencia, los actos de habla, la accion, el pensa- ‘miento de la accion y el pensamiento en la accion, las formas de hacer y de explicitar las practicas que se estan haciendo, hasta el rol crucial dela contro- versia y de la detiberacion colectiva, todas esos temas estan en el corazon de las aproximaciones pragmaticas ~dando lugar a interpretaciones diferentes Elegimos, entonces, hablar de “historias pragmaticas” "Este vetoes wna adapracin del presenta del volamen publicado por E Chsteanannacn eV. Cont (ens, Histouresprogmatiqus, Raison Praiques 25 Editions de TEeole des Hautes, Eudes en Sciences Sociales, Paris, 2016. Rs Para comprender sir aleance en el seme del espacio historiografico es ail resttuir sus principales jalones, revisitande las décadas que nos separan do de la publicacivn de Artes de hacer de Miche! de Certeau®. Convocandy al investigadot al estudio de las practicas ordinarias, sin precedente 1e0rico, it su desarrollo aleatorio y en su dinémica exploratoria, Avtes de hacer se Insetle bia en la estela de la historia de las mentalidades, apuntandlo una “historia de lo cotidiano” concebida en sintonta con aquella que en simultanco se des plegaba en Alemania’. Si la eleccion de los momentos fuertes y de los puntos de apoyo es siente pre dificil, hay tno que es ineludible: se trata del articulo programatico, ried) y fecundo, de un historiador que iba a desaparecer lamentablemente ut ano después de su publicacion. En el movimiento del “giro eritico” de Annales ‘que Bernard Lepetit habia contribuido a lanzar, su introduceién a Las formus de la experiencia, titulada “Historia de las practicas, practicas de la historia", proponta volver a los actores y tomar distancia de las grandes determinacio nies estructurales’. Esa obra coincidfa con la eclosion reciente de una version) de la sociologis pragmatica lanzada a fines de 1987, con la publicacion de lat primera edicion del modelo de Ia justificacion de Luc Boltanski y Laurent Thévenot’, Poniendo el acento sobre las formas de la justificacion wtilizadas cen situaci6x, setrataba de tomar en serio las logicas de la accidn y las razoney ‘que dan losactores para actuar: responder a un juicio critico, converger hitcin um acuerdoo llegar a coordinar acciones concretas. En su discusion con la sie ciologia pragmética nactente, B. Lepetit ofrecia un punta de vista historiadon, inspirandose ala vez en la “economia de las convenciones”. Para esta ultitit corriente, is formas del acuerdo elaboradas por los actores ~que producer Me Coneav, Linvention de quotiien, I~ Avs de fine, Gallimard, Paris, 1980. Este traduccion al casllano: M. De Cerreav, La Invencion de lo Cotidina 1: Artes de Hacer ‘Universidad fberamricana, Mexico, 2014, VA Lepres(@) tsoie du quoidin, Editions de la MSH, Paris, 1994 4B Leper (@), Ls Formes de experience: unc autre histoire sociale Albin Michel, Paris, 199 » Axqaten."Hitoir etsciences sociales, Un tournant critique?” en Annales Economies, Societe, Civilisations sa. 4, 2, 1988: Awsais,“Tentons Fexpérience”, en Annales Feonomies, Sovites Givilisatons, sol. 4-6, 1989, B. Leer yJ. Reva, *Lexperimentaion contre Partie", et “Annales Benamies Societe, Collation, vol. 47,1, 1992, 1°FT primer exto de L. Bo.zassey L, Twtvexor, Les economics de ta grandeu', PUE; Pais 1087 fue puliead» en una version enmendada y aumentada ajo el titulo L Bocas ¥ Tuevevo, Debs jusification: les éeonomies de Ia grandeur, Gallimard, Paris, 1991, Reeondemos que esta socicngia,que no se propuso bajo la égida "pragmatica" sna mis tarde, se apoyal Patcalmente «I bgOistca pragmatic de John 1. Austin, de acuerdo a la impontanclt particular presade bs performances ertcas de los atores en sition. J. 1. Atsi, Quant! dre, cet fir Editons du Seuil, Pars, 1970, Existe traducein a castellano: JL. Austr, Como hacer cosas eopalbras: palabras yacciones, Paid, Barcelona, 1998, 126 ‘al iomno tiempo to soctal y su norma: son tos mejores puntos de captar la formusclon de Ia *soeledad” B. Lepetit convocaba a la “reformulacion del proyecto historiografica”! Invitaba a *insertbir a la historia en Ia estela de It pragmatica” y a *revisar [...1 los usos aprendidos de las categorias temporales”. En ese sentido, se aproximaba al paradigma de la accién situada, otro marcador del “giro prag- ‘mitico", al menos en la expresion que se daban las ciencias sociales en los afios noventa en Europa y Estados Unidos. Una obra decisiva en ese mo- mento fue la de Lucy Suchman®, que ponta en tension el plan y la accion. L. Suchman muestra como la planificacion no es la clave de la accion, contra riamente a lo que una gran parte de las ciencias humanas y sociales habian desarrollado desde comienzo del siglo XX, En una formulacién bastante ra- ical, B. Lepetit sostiene que hace falta “prestar atencion a la accion situada y reportar la explicacion del orden de los fenomenos a su desarrollo”, Esta ambicion, que marea el cambio det nombre de la revista de Annales & partir de 1994, devenida Annales. Histoire, Sciences Sociales, no apunta tan solo a la disciplina historica como a la reconfiguracion del paisaje de las ciencias sociales en su conjunto. La accion situada atravesaba ese paisaje: “Me parece que es alrededor de este paradigma de la accion, de esta atencidn a la accion situada que es susceptible de recomponerse, al menos en parte, la prictica interdisciplinariay, en todo caso, la practica del historiador”". B. Lepetit no se apoya explicitamente en la lectura de los autores pragma- Listas, pero las formulas que adopta lo acercan sensiblemente a esta corriente. Giertos enunciados hacen pensar, incluso, que la historia que él imagina comparte los preceptos de los padres fundadores del pragmatismo: “La so- ciedad no dispone, para organizar sus estructuras del momento o regular sus dinamicas, de ningiin punto fijo exterior que le sea trascendente. Fla cons- truye sus propias referencias y constituye su propio motor” EL movimiento de Ia historia ya no remite a la accion de categorias y de propiedades sociales objetivadas, nia regularidades estacisticas que hasta ha- ‘ce poco el historiador de la larga duracion identificaba como garantia de la cientificidad de su disciplina contra una yersion mundana o acontecitnental ces para 7B Laven (em), Les Fores de Vnpiene lt p15 * L suc aman Machine Reconfiguration: Plans and Situated Actions, Cabidge University Press, cambridge, 2006, Se ila de una version revsada y aumentada de [a obra orginal publica en L987. Ver también Soci, Plans dation Problems de representation dela Dtigue en sciences cogntves” en Puno yL Quexe (eds), Ls formes de Tacton. Semandque ft sctolgie, Editions de TEES, Pais, 1950. Siar 0), Les Formes de experience ct p14 © thd ip. v7 de la historia": “Los movimientos seculares 0 etclcos, eocretiatlarigcie Wipe Pitesti tractos,idealizados"” ‘Oponer a historia a la ciencia no era el objetivo de B. Lepetit, Parece, mas bien, vincularse con la definicion que Augustin Cournot, matemitico y fi sofo, daba en 1842 de “la historia pragmatica’. A. Cournot admitia que una clencia de la sociedad pudiera tener un eardctereientifico, Era incluso posible decia, *teducir ala forma cientifica” a clertas ramas del conocimiento social y para ello, apoyarse en la estadistica que “constata positivamente leyes y rela ciones permanentes". Ciencias auiliares ala historia como la numismatica Peden iguatmenterevestir as “formas de a cena, Por el conta ls historia politica” (migraciones, invasiones, conquistas,“revoluciones en las costumbres y las creencias") esti sujeta a “heche (i 's,no tienen realidad, Son movimiento abs: ya fnereas) Enenos, no se x r leyes. Ast, a historia pragmatica no puede jams convert cla” porque no deja adivinar el futuro y no podria prover de st primera figuracién lexical de una “historia pragmatics * storia pragmatic” estt paradojalmente uy lejos de las précticas y de Ia accién, y no puede servir de guia 0 acum para pensar las propensiones ¢ las orientaciones actuales Es posible remontarse mas aris para encontrar una primer ¢ interesante nocidn de “historia pragmatica” en el historiador griego Polibio, Ella no po- dria ser, segtin él, ni una historia mitologica, ni una historia genealégica, ni 3 int hp ha Deon tue hen ha nin stg scp foun dai be cg slic Comathoendo de manen deci 2 dfn de ce neo momento de ln senciat sees Asus 7 Teron, seeesiomals, a Dene, ea, ps partir de entonces, el recurso a las estadisticas exige ~o deberia exigir- una “resefia ts oncom sls ol rin br Pres depen dep ne isc Os a is por ov pene, tendon deuparece art ls mers edo ragmaica que reivindica una forma de constructivismo. i ree Teche en Mev en Rav), Je cl é cr) Jue del, Gln Paris, 1996, p. 89. Existe traduccion al castellano en; J. Revet (ed.), Juegos de escalé Baie le icroaalss UNSAM, Buenas Aines, 2015. ” TR Coser En slander de ns comasonces sur ks carat ehtesophigue Hachette, Paris, 1851, pp. 211-213. res dele cree or cpus Cai Tarde que fees ms hseradr qh Cone, y laarqusloge ya ena vin dude dee aponimacon desu coleg mayor ona que Wom pragmatics no estd lejos de la historia “anecdética”, por su sumisién a los elem a hm eventos leatortos come ls epldemiss, G. Tome, Le Tos a Pmitaton Etudes ogi, t alam fel ph. Ls Sa Se de cope tA Cone cra en i, nom cn ean nad Teestdetca Ente talulgnal eran: Tae Las ee dele acon lec, 8 Ma, 2012 stanomiemasicn Le una historia ofiela. Deberia, ab contrary, Cuswlarse sabre igs caractertsticas, sin ser obliy iiles: reeurrir a fuentes escritas, proceder de wn vonoctinjchte personal de tos ugares inwestigados y benefickarse de una ex: pesiencia politica y militar también pers gos de los que no seria vano ‘buscar sus correspondencias actuales"* TE proyecto de B. Lepetit y los textoistieit obra que coordins siguieron ans unde direcciones diversas, Mis alla de ello, la imspiracion de la historia vn le cortiente de la Sociologia pragmatica propuesta por L. Bolranski y 1 ‘Thevenot dio lugar a maltiples trabajos, en particular de historia socal, poll- tieay cultural, Nicolas Offenstadty Stephane Van Damme emprendieron es cartografia en 2009”. Hace falta, de todas mar tender el foco y consi- derar un paisaje més Vasto durante los anos no roriavia mas despues Mis vasto porque muchas corrientes se habian o, corrientes que com- partan con el programa de B. Lepett rantos rechazos coro aulesiones, Is vennee, de manera notable, de la macrohistora, tal como ella habia tomado forma en tala, Su programa no eva menos ambicioso ya que apuntaba @ recomponer el conocimiento sobre la “experiencia social”, no Privilesian- Ro al estudio de pequesios abjes, camo se lee demasiado frecuemtemente, sino el analisis de las relaciones a diferentes escalas, consideradas cada una segn so metvologa y su logic social propia. El encuentro con Js micro, historia es remarcablemente ilustrado, en Las formas de Ia experiencia, por roeilmucion de Simona Certtti, en donde Ta atora pone en cuestion Ia Ealicional entre “normas y practicas”'S. S, Cerutti muestra asta Sas normas son dependientes de las pricticas como para que sea erlas de modo tajante®. Igualmente vinculada a las proposiciones storia, y no menos vigorosa en el desplazamiento que ella ope- Thistoria de las ciencias que emerge en los afios ochenta rechaza Toon, Pragmatic history”, en The Encyclopedia of cent History, Jon Wiley & Sons, New York, 2012 sen cosresswon 5. Vax Danie, “Les prtiques Wimenennes aw esque de In sociologle rapuasgue” en M Buonaues, C Laarey D. Ts (eds), Competences eitiqust 2 8 Pe oceans 2009 Vere el mismo volumen la contioucion de RE Doh 8 da an de act elle possible hstorsaion?”, en M. Breese, ars Tet ry Competences crugue sens del justice, Economics Paris, 2009, Mas recieniemenie ats ves vers ta were Une autre hisire de le pilsephie aw temps des Lumiere, Seuil, Paris, 2014 rey Rae), Jeued hele: amlcrmanayae experience, Galland Seu Fars. 99 ropa wioclon al eastllano:) Reve. (0), Juegos de excell, Expertencas de micoonalisi, aa eee Norines et prtigues, ode egtité de leur opposition” en B. Leet (el), tes mes de Feperenc: une autre sire soit, Albin Michel, Pais, 1995. sear eons eParcours de la pratique de 1966 4 1995", en F Cuurtaganaun € ¥. COW fede), Hitouns Pragmatics, vol 25, Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, Pars ee gensons Peas) Traducida castellano este mismo votumen, 129 faracion en la que Jos enunciados no hablan mas que a los enuncladon Su otientacion cor implicando entidades de todo tipo que meemiienen relacionesdiversne ean Plejas con e] mundo no cienufico, y especialmente con el mundo maternal Las prbbdceitidseeRuberantes de los Social Studies of Science engendraron Hentaris,en particular alrededor del amoso Leva Fumie de'Steven Shapin y Simon Schaffer, obra quc puso un to Imposiblé-de sobiegstimar, en sintonta con la ‘poxinecon desarta ; Frannie Uitoury Michel Callonalededgeeae tuccion” y de “actor-red"™. La dindmica ast creadyeWFeHiaAH fle In historia elas cienciasy de las tcnicas tuvo, en Francia ye ee etl considerable”. z : Sila microhistoria y los Social Suaties of Science MRGRERIGE la interven Clon de B. Lepetit, nuevas corrientes aparecieron despiiés ‘entre las ‘mds prolifca es la historia medieval. Esta es, en verdad, sede de varia como confuNtes prElctiCos, igeiones de “1 Austin, que habia revolucionado a la lingtistica, la historia de las manerns les que los fldsoos y los tedlogos pensaron la performatividad del lenguaje del discurso, de las palabras, extendida ala de los pensamientos lela secon, foma cuerpo en el trabajo de Irene Rosier-Catach sobre el “discurso coms acto’ 11 Segunda corriente de historia medieval se concentra en las practicas de le escrito, Como para los historiadores en general, el interés por lo cess Xo €s muy antiguo entre los medievalistas, para quienes se trata “a la ves de un objeto de estudio y de la mediacion para el estudio de cualquier objeto de la sociedad medieval”™. Esta corriente conoce, estos wltimos anos on "5 Sur y8 Sa, Levathon ond th : Cd the sirup abs, Boyle, an the eine Lt Ernst Univer res, Princeton 1985. Ene educion a can et Scr 1 Levatony ta bona de vc: Hobie, Boye y na Cotman ae ed Nacional de Quilmes, Bernal, Buenos. Aires, 2005. ° vnc M. Caen YB Lita, Soledad: tee fo cole des nes Foi 2606, ee adios efor, ron 1D Pes "Pour vine hse soc et cle des sciences. Nowell définion, nouveaux objets now priqus en Als Hite Scones Soca Sean Poms, Inadiction au Senet Suis ta Decouere fan ne font Et parole comme acte, sur la grammaire tla sémantique au Lome site, Vein, Pari Aste Pvc, “Les pratiues de eet dans les soci 2 A = pra dans les soci medhevales'en Mada, 130 desarrollo conserable,eseindiendose en-tgs rans! La sabre tol en a produccion de eserits y eps ies pteocupa por personas, tipos de actividad foFinag les, sobre tems y gestos, recurriendo a los recites. pafiliginas.de la decion”” La segunda rama conduce mis bien hacia Iésjisps vcupantose dela Yescritu- ra pragmatica” (pra te Schrfilichkeil Ben tesatoliat en Alemania). Se trata de identifc itos que tierfen,un “efee@directa Sotre,la vida cotidiana de los hoi Esta aproxiniatidn es thas clisieay puede, 0 no, relevar de un interés particular por las practicas. En sti conjuinto, en todo ca- 0, la historia de la Edad Media pudo ser caracterizada, ya hace mas de diez afios, como estando bajo los efectos de un “momento pragmatico™®. En su gesto de refundacion de la historia cultural, Roger Chartier aborda Io escrito bajo el angulo de las pricticas de lectura y de escritura™®. Cap- $hE dispositivos en accion le permite salir de una version funcionalista que vee en categorias sociales 0 sobre estatus fijos en el tiempo, yendo més “ald de la funcion-autor o del contrato de lectura, conceptos que langamente marcaron el analisis de las producciones culturales. También el Grupo de Investigaciones Interdisciplinarias sobre la historia de lo literario (GRIHL) se interes6 en la “escritura como medio de accisn” bajo multiples formas: 5 Gra lines de vabajos se desarolloendilogo coy ig investgaiones le Betice Fraenkel agaist y sntopslogs que, siglendo al prog GED cue ete” leans, elbors tot papadica ee cots 7 un solmenie Ente ote muchos textos ver B Fuchs, sacs 2eedtre quand écue cst IBM ongoge et soci, ol 9, 12-122 2007, } Gist y HJ. Live, “La spragmaiqe tate et es agges dela Raltion range” eh Mos, vo 2198) HU. Gama, Historische Texipogat le Grondlgensissnscal der Geachchsschereibung”enLendemais, al, 1977 5 NumetososMtoriadores no solamente medias dcoe 190 han sido lecoes sues dla coleccon RetsonsPratiqus S ben sguncehistoriadores han cont pantalmente ono autores, el texto qi pbllnmosrecenementesciprimeteconagrado vests Natérleey aloe ios de reendad que elas noducen en soda Cuneaexnaun eV Con eo), Hoes pragmatics, ct S°E- Aunty P Cousin, “Les paigus de Pert dans les socés médias, et. Ver tambien | Batniven, “La notion dertrepragmatque dans la recherche fanealse du deat dunk sick" en Cahiers ectoniqts ste txuledsLAMOP. Parts 2012 Kou. K CGromttenyN. Sitar (om), Pagatsche Serf im Mitte Erchemangsormen tnd Enenkcingsstafen, Fn, Maschen, 192 3G uence, “Ds social en hitte médile: le mamentprgmatgus A props tan auwrage recent en Ren ged pho et itt vo 0, 42002 2g Chonan, ule ecto sot: Lone des ve, 20V-RVIe see, Albin Michel, aris, 1996 Exist race al astelno:R. Cue, El onlen de sb cos, aoe, biblctecs en Exp ents silos XIV XVI, Cedi, Barcelona, 2005 BI accion por la escritura, accion de la escritura, accion sobre la eserit crituras de la aecion”", a ae Las relaciones de la historia y del pragmatismo no se reducen a la sola referencia a lasypricticas. Se podria decir en primer lugar qute ka historia pragingtital yor i Logica de investigacion, en la medida en que su relacion & 1as lugni oFdng el conocimiemto que ella labors, La considera de bs fuen{gs:e6fnS pydducto de précticas no es reciente, aunque la mictohistorla ar, duga venovacidn pujante de su tratamiento, Se desarrollo wi interée'poF ta ffente en s{ misma, como telewancdo pricticas de lo escrito Un reporte policial devino fan interesante en tanto que huella 0 testinonio de la vigilancia de tal persona o tal asociacién como en tanto que purito de vista sobre las pricticas de la policia ~aunque ellas no releven siempre actos de escritura- Las cartas de gobierno de Stalin, cuyo corpus se concentra en Is mitad de los ahos treintay fue desclasificado en los noventa, dicen tanto sobre los asuntos de 10s que tata como sobre el recurso al escsito matwsscrt cen su préctica de gobierno. En segundo Sep ve de la escritura, esto ‘escritos revelan tambien acciones. Son. ge buscan un efecto perlocuto- rio 0 ilocutorio®. En estos dos planos, sélos os recursos de fa pragmatica y Ue la exploracin de las formas de "performatividad” son suscepubles de set ‘nowtaados, como lo mista Marie Bouhalk-Gironts. En tetcer hat, es posible poner el acento no ya sobre la fuente, como elemento de price +d faccidn, si no sobre las “acciones grabadas en la fuente”. Fl desplazamien: to analitico abre entonces a otras aproximaciones que a aquellas que priviteg orias o normas sociales, o inckuso instinuciones © Leyes, permitiendo, emplo, reconsiderar a estas tltimas bajo un angulo de aplicacion totalmente distinto. As, la masa archivistica mavilizada por S. Ce- ruttisobte el derecho de advenia en la época moderna muestra que los actos de posesidn, cota exstrar en una casa y comportarse como duefio, fueron TE fn is Ooapetvrtet meherhs tet suc Cust dy ron tated ln onthe pipats. verumien sect omg . Bass Sans (os), Ete ec ocr KVc kel team nore PLS en ‘enon an Ol espe sg re era nie P21 Esk cee or, oe me deo Snort Gens “ce eatin Le po ; 5, Cer etn, eso mien pe del sata i esi ston SBD on Ca Cones) ios pepe, aH eo ne te 28 xile-XVItle Sikcle)", en Revue de Synthese, vol. 32, 2012. es ee Pros (Ear Cement eeprom ate ace eee aan tae S Com, emi pagan on al ‘entre hisigite sociale et histoire culturelle”, en Tracés. Revue de Sciences hwmaines, 15, 2008. ‘a 132 slos de propiedad, No solamente ellos no son el curt prop pliniento paseo del derecho sino. que transforman las condiciones de vimarividad En euarto lugar, por identificacion dle diversas fuentes pete coy ereintonta,abordadas de una w otra de ls tres maneras indica para “Jocumentar diferentes posiciones ¥escals, se puede i mas Yjos y Hesedes 8 sea historia de la practiea Un ejemplo seria el de Ia organizacion del trabajo por la asociaci del examen de a practica de coneepetonde Bs nots y del ie as practices obreras lucha con esas mnisraas normas de trabajo. En efecto, : Rajensable no tenunciat 1 abordar la produecion de normas (o reglas, {gfe incluso cn 5u ms alto formalism. Esto puele hacelse ‘estudiando| “ip practcas de su concepcion, como la historia social de las °C lo hace “Gat kgs gunciados ciemtificos Se combina as el estudio dea prouceion de Fusieitine, weglas y leyes y el estudio de las practicas que se ejercen en Yn verieate en el que se distribuyen y sirven de referencia o de rnitacién. NO ae cuection de “aplicacton”, sino de confrontacton de mundos pricticos die Componen una practica a escala mas grande que eas norms teghas y leyes Sean portadas por los objtos, la arquitectura, la iscripciones, a Jeng los tos, las personas y sus discarsos, stata y su presentaciOn de o! mist a cluso de erupos~. Ast, las fuentes plur-localizadas, tratadas de mancrs pragmitica, en elseatide amplio y estrecho a a ve, se imponen a historia Ue las pretias que Son, mas que a cualquier otro objeto de historia fené- menos multi-escalares. Pordemos imagioar otra manera de interrogar Tos Yazos entre historia ¥ pragmatismo. Consistifa én estudiar como la historia, en ano isciplina, Fae iisenada a partir del siglo XIX por historiadores exya postetan de preci ores on ou escritura los hacia pragmatistas antes de tiempo. Arriesguemos algunas hipotesis destinadas a abris la discusion y a permitir intercambios & largo termino sobre To que puede sigaificar, et las clencias sociales conten: pordneas, el desarrollo de una historia pragmatica ‘Comencemos pot el pragmatismo de Marc Bloch. Referencia constan's ¥ siempre renavada en el trabajo de los historiadores ¢n Francia, M Bloch es sinmnguna dda un punto de pasae obligado para el ejrcicio de Ja well vidad 2 le que invita un enfogue de “historia praginttica”, Gerard Noiriel, vida J Tos raros historiadores en Francla que se refs expliieamente al pragmatismo, en particular a través de las obras de Richarl Rory evoe! TN rine veces la perspectiva de M., Bloch, recordando la formula que incita & cee eontrar el sentido de la. comunidad”, Seguin G. Notril, “la puesta en reer rmecrupiosa del stot histrico no es suficente para garantizst ls 5A Fonman yf: Gunetin, “Quel pragatisme en sone Ensen ae Gérard Notre" en Thanks Rewue de Sciences huvraines, 15, 2008, p. 247 133 verdad de los eonocimientos producidos Por uri historiador"™, Para que es tos puedan ser considerados como verdaderos hie tita «ite pasen la prog del “Julcio de los pares": prucba que remite a la historia como prictiea eo lectiva distribuida. G. Noiriel recuerda este proposito de Charles §, Pelwe iciendo que “por mis largo tiempo qute un solo hombres cap. mancha en el planeta Venus, e50 no lo hace un hecho establecido™ tuna de las tres caracteristicas que una de las grandes voces de pragin en historia, James Kloppenberg, detecta en la relacién ue los histor an Esta es sm) lores americanos tienen con esa perspectiva desde comienzos del siglo XX". In fentemos ir un poco mas alla, Una de las huellas mayores de las ensenansas de M. Bloch consiste en subrayar la atencion al presente del historiador, na Por la simple “impregnacién instintiva”, sino por una “observacion volunta, Tay controlada™: el “conocimiento del presente” importa a veces mis que |a “educacion de la sensibilidad historica”. Llega asi a nombrar wna modal. dad de esta “ciencia de los hombres en el tiempo” que los histortadotes na deberian jamds ignorar, hablando de un método “prudentemente regiesivo ue parte del presente y, através de el, trata de reconstruir la historia "a con trapelo”, Esta modalidad mantendia ciertamente en una retacion complejs con Ia exigencia opuesta de situarse en el pasado para captar allt todas sis ostbilidades abiertas. Sin embargo, es posible atender alli a otra invitacion de C. S, Peirce, quizas mas fundamental todavia, que consiste en no encara tuna prictica sin comprender sus efectos, que pueden en historia llevarnos hasta el presente: “Consideremos qué efectos, que puedan tener concebible. ‘mente repercusiones pricticas, concebimos que tenga el objeto de nuestra Concepcion. Nuestra concepcién de estos efectos es la totalidad de nuestra concepeisn del objeto” % G. Nomn., “Le statut de Phistoir dans Apologie pour Phstoir”,en Cahiers vol 3, 1997.4, Ver también C, Detacto, “Histoire Le syndrome epsternologh spaces Temps, vol. 64,1, 1997; G. Noma, Sut la crise de Unistcre, Belly 1996. Existe waded {gstellano: G. Notch, Sobre la crisis del histori, Universitat de Valencis, Valencia: 1997 SoS cages en 1902, ado en. Dever, Lgiqe la here de Tengu, PUF ars 1993, p 392. Estate traduccion al castellano: J. Dewer, Lica: Teoria dela Investigacion, CE, Mexicy, 1950, * J.T. Keormexectc, "Pragmatism and the Practice of Hi “Today”, en Metaphilosophy, vol. 35, 1-2, 2004, 2M Blocn,“Apologie pour histoire ou méterdhistorlen” en Lhisoire, la guerre lavesistance, Gallimard, Pars, 2006, pp. 880-881. Existe traduccin al castellano en M. Busch, nroduceng {la histori, Fondo de Cultura Econémica, Mexico, 2010, 3-M Boos, “Apologie pour histoire ow meter Thistoren’, ci, pp. 80-881. © € Pres, “Comment rendre nos ides claives*,en Revue philosophiqu, vol, 4, 7, 1879, P 49, Ente aduccidn al castellano en: C. 5, Pance y J Voie, £l hombre, un signs dt Pragmatism de Perce), Editorial Cie, Barcelona, 1988 story fom Turner snd Du Bois 134 pllen ‘una forma de eonseeuencial al enfoque arqueoto J. Kloppenbeng euado ex pragmatism" Pra estos Jos aspectos ui de pan 1 lappentorg, el pepetvsno" a ne hace falta todavia integra a primaq : sifefucues sobretolasponinacion a Pte ote dide bs fuentes se nuaren de un dispositive tedrico o de una intencion de busqueda construida, la telacion con los materiales siempre tiene ventaja, Por lo tanto, no es cuestion de dar testimonio de ant-tericsino, ya que es precisamente soe a base de et eli com is fuentes que, Po na pare, a sr Configura el uso de las teorias que desea convocar y que, por la otra parte, crea las condiciones de su propia imventividad teoria, Precisarente es ese un meso par a avesegacion seen qu conte med les mar cs concep de ls ees soca, ee a omo cada ns de as dcp, ptr de a praca spi, de sts putes de comacto com ea Unni sts pude ser pues en elo por ura eo tein see lwo de una palabra en ur fete, sobre la dspsin de ta pig de rho 0 sore a siguicacian de wn conju doeamena tla no puede seo por una costes teria. El enfogu de historia no es el de la constriccion de tna axiomica auténoma, Reposa sobre una lie de serait, de eco y de merretacin®. Ls hstonadores grants de invesigicion.y pueden toma po cena el a Xo de on Dewey sobre a gh "Lae os apa sre naa estenoraIsnvestiacton™®. La experiencia de Alice Ingold en historia EP edoumbient, ein dda emer ejemplo mene en Fanci, de tuna prictca de la historia que organiza wna comunicacion expliita cone Se a ee ee oe aa eo SPE Caan, Aan dan amp de jess: Eide alsin olga, 135 pragmatismo y en lt que la busqueda de la historiadona, pe actores, oeaparan hugte central! La obra de B, Lepetit se orientaba ya hacia na historia de ha prterieas que procederia prestando atencidn a la “accion situada’, un metodo que teh Hitaba “el tiempo conto de tas facalizaciones y de las tegulacionies div situacion de interaccion”™ y, entomtces, es0 que los socidlogos pra aman las *pruebas”®. Los esquemas analticos que B. Lepetit distinigue ef las tendencias que detecta en el sen de variadas disciplinas (economia, 50 ciologia, antropologia, ingatstica ¢ historia) “encuentran en las modal de ordenamiento de lo social y en las practicas interindividwales y soc que los ponen en juego la fuente de ta comprension de lo social [....]"™. Esta concepcién de las practicas captadas en “cada momento de la historia” Neva a B, Lepetit mas alla del presentismo de M. Bloch ya que, segtin ¢l, "sl hhacia falta investigar un origen al tiempo de la historia es en el presente que convendria situarlo" En esta perspectiva, la situacién matricial puede ser aquella de la escritura de los documentos que luego se transformaran en archivos. En cuanto a la posibilidad de una historia de las précticas, mas alla de as Artes de hacer de M. de Certeau, la atencion de los istoriadores ha sido atraida por los trabajos de Michel Foucault. La ausencia casi completa, y en todo caso remarcable, de M. Foucault en los textos producidos alrededor dle los nuevos paradigmas de la accidn y a pesar del lugar que las practicas ocu~ pan én su obra, proviene de una reduccién de st aproxitnacién a la puesta ey evidencia de la programacin y de la ractonalidad de las practicas. Sin entbar- 0, M. Foucault nos ha invitado a captar esas practicas tanto de los espacios concretos del asilo y de la prision como de las técnicas de gobierno e, inchiso, cenlos gestos de las pricticas de st y de los modos de subjetivacion. Es cierto que M. Foucault proclamé que las “practicas reales” no le interesaban. A pro- posito del gobierno eseribe A ticoto, “Beri lp nature De histoire socal a Ia question environnementale?”, Annales Iistoir, Sconces Socisles, vol. 65, 1, 204% A. WvearD, “Qulesvce quiun Meuve? Chiique et enquetes de situations indéterminées",en Pascale aag, Cyril Lemieu (ed) Fore d sciences, soeales. Critique, Editions de TEHESS, Pars, 2012 (Ralsons Pratiques), © Leer (eo), Les Eormes de Teapeiencs, it, p. 21 © Enuablando un puente entre la concepcign de B. Latour de le proba como “prueba de fuerza" y aquella de L Boltnski y L Thevenot como “prucba de justicia", es posible concebir lun marco analitica que defina la pruebe como la “posbilidad de un cambio de estado”. F ‘Churesumaraun, La Jew professionnelle, Une socologie des conf de espensabile, Métaii Paris, 1991 8, Laer (eo.), Les Formes de Vexpérince, cit, pM 8 dp. 136 Maen real, Lal 6% No het SF quiero estudiar la pr sn ella af enol determivovde 4a Y roca as tine, as cus legis, os sume za, dima, tHe querido esti late de goberat es ei we Rance rllesjonada de pobeewar mejor y también al wismo tempo 1 Tlevon sobre la mejor mera posible de gobemar. Es decir que he intense tla a instant del flexion ela prcuica de goblero y sobre pr de gobierno. i la situacion en ct mesos tiizados, direeciones cerradas en otro. Du- M. Foucault podia lanzar en un texto an ram uaa discuston con historadores que lo intecrogaban en 1978 sobs st historia de la piston y sobre su selacion con la historia asses pings tun ona obra dirigida por Michelle Perrot, imposible prison, se defnis Com” ean pr de les “practcas™ enumeraba aquellas del “secuestro ae locos", de le “medicina clinica”, de la “organizaci6n de las ciencias empinistsy CS ia *punicicn legals o sea toda su obra, 0 poco menos. Oponit las pr las instituciones, a las teorias y a la ideologsa, La hponsisseragu stipe de pts 0 on sent dds por neers a por ldcolgin unin or lasciconsatcis—

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