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AEE LOSS a comprender a los demas Guia practica para educadores Patricia Howlin, Simon Baron- sie aL iemeEvenvatal C@ac educ: ‘Titulo original: Teaching Children with Autism to Mind-Read. A practical Guide for Teachers and Parents de Patricia Howlin, Simon Baron-Cohen y Julie Hadwin ‘© 1999 John Wiley & Sons Ltd, The Atrium, Southern Gate, Chichester, West Sussex PO19 8SQ, England Todos los derechos reservados. ‘Traducci6n autorizada de la edici6n inglesa publicada por John Wiley & Sons, Ltd. Ediciones Ceac, 2006 Planeta DeAgostini Profesional y Formacién, S.L. Avda, Diagonal, 662-664 - 08034 Barcelona (Espafia) Para la presente edici6n en lengua castellana www.editorialceac.com info@editorialceac.com Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografia y el tratamiento informatico, asi como la distribuci6n de los ejemplares mediante alquiler o préstamo pablicos. Traduccién y produccién: EdiDe ISBN: 84-329-1514-9 Depésito legal: B-4.860-2006 Impreso en Espafia por Grafos S.A. Arte sobre papel indice Lista de figuras Lista de tablas_. ‘Nota para profesores y padres . Reconocimientos Antecedentes y propésito de este libro Intentos previos de mejorar los déficit sociales y de comunicacién en nel autismo 1 1 Limitaciones de los enfoques tradicionales de la intervenci6n 2 Lacomprensi6n de la mente enel nifionormal ......... 2 La importancia de comprender la mente: ,para qué la usamos? 5 Encontrar sentido al comportamiento social .... 5 : a 3 Utros usos de la comprenston de la mente . T Ceguera mental en el autismo 7 Ejemplos procedentes de la experiencia clinica 9 2Es posible ensefiar a comprenderla mente? a Enfoques de la ensefianza de los conceptos de estado mental B Principios de Ia ensefianza .... 1B ‘Superar los problemas de la generalizacion 4 Resultado del estudio experimental . 16 7A quién va dirigido este manual? 16 Limitaciones de los enfoques de la ensefianza de este tipo 17 Estructura de la guia 7 Bibliografia y notas 19 Los cinco niveles de la comprensién emocional 8 ‘Nivel 1: Reconocimiento de las expresiones faciales a Rpaniiaetoniaraer Ah ‘ 24 2! Materiales y procedimientos de evaluacién Establecimiento de una linea base Nivel 2: Reconocimiento de las emociones a partir de dibujos esqueméticas ..._ 26 Materiales y procedimientos de evaluacién - 26 Establecimiento de una linea base... 27 Procedimientos de ensefianza ......0....0c00c eee ee ec enc ee tceeeneens 27 Principio general de ensefianca .......sssvecceevsseceseuvseeeevees 30 Materiales y procedimientos de evaluacién ......-- aera .. 79 E ee: 79 Principio general de ensefanza Nivel 5: Identificacién de las emociones «basadas en la creencia» Materiales y procedimientos de evaluacién Establecimiento de una Iinea base . Procedimientos de ensenanza ... Principio general de enseftanza . PARTE III: ENSENANZA SOBRE LOS ESTADOS DE INFORMACION .........0000008 Los cinco niveles de comprensién del estado de Ia informacion . 133 Nivel 1: Toma de perspectiva visual simple ........ Materiales y procedimientos de evaluacién Principio general de ensefianza Nivel 2: Toma de perspectiva visual compleja Materiales y procedimientos de evaluacién Procedimientos de ensefanza .. Principio general de ensefanza Nivel 3: Comprensién del principio «ver lleva'a conocer»... Materiales y procedimientos de evaluacién Procedimientos de ensefianza .. Principio general de ensefianza . Nivel 4: Prediccién de acciones basadas en el conocimiento de una persona _...245 Materiales y procedimientos de evaluacién Establecimiento de una Iinea base . Principio general de enseftanza . Nivel 5: Comprensién de las creencias fals Materiales y procedimientos de evaluack Establecimiento de una linea base . Procedimientos de ensefianza Principio general de ensefianza . Indice PARTE IV: DESARROLLO DEL JUEGO SIMBOLICO .............- 259 Los cinco niveles del juego simbélico . .. Evaluaci6n y ensefianza del juego simbdlico_. Materiales y temas de juego sugeridos . Establecimiento de una linea base . Evaluacién del juego esponténeo Ev a Bee eee gure ae 262 oe mae 264 Incremento del nivel de juego simbélico a+. 264 Principios generales de ensefanza.. .. PARTE V: DIRECCIONES FUTURAS ............. 20-2000 e ee eee eee ee 273 Uso de Ia direccién de la mirada de una persona para inferir Jo que la persona desea o en lo que esté interesada, o Jo que pueda tener la intencién de hacer a continuaci6n Uso de fotografias para representar pensamientos y creencias . Uso de (tareas de transferencia inesperada) . .. 250 3.6 Materiales y procedimientos utilizados en la evaluacién y la ensefianza de lacomprension de la «falsa creencia» (tareas de contenidos inesperados) .. 253 5.1 Qué golosina quiere Carlos? (adaptado de Baron-Cohen et al, 1995) .... 274 Lista de tablas 1.1 Los cinco niveles de la ensefianza del estado mental 1.2. Algunos principios que subyacen bajo los conceptos fundamentales de estado mental 4.1 Ejemplo transcrito de juego espontineo . 4.2. Desarrollo de juego esponténeo: ejemplo 1 . 43. Desarrollo de juego esponténeo: ejemplo 2 . Nota para profesores y padres En esta guia encontrard gran cantidad de material gréfico para un uso préctico en casa oen el aula. No se desconcierte ante su volumen. Se ha incluido para permitirle tra- bajar mediante muchos ejemplos de maneras sutilmente diferentes, para aumentar la comprensién de la mente, los pensamientos, las intenciones, los deseos y las emo- ciones que tiene su hijo 0 su alumno. Algunas veces puede que también tenga dudas sobre los términos técnicos empleados (p.¢j., en la introduccién). De nuevo, no se arredre, ya que éstos sélo se incluyen para proporcionar la base cientifica necesaria para el lector profesional. Esperamos que la guia sea autoexplicativa, a través de los dibujos, y que la encuentre valiosa. PARTE I Introduccién ANTECEDENTES Y PROPOSITO DE ESTE LIBRO El autismo es un trastorno complejo que afecta a muchos aspectos del funciona- miento del nifio. El desarrollo social y la comunicacién se ven seriamente perturba- dos, incluso en individuos con inteligencia no verbal normal, y estas dificultades estén exacerbadas por rigidos patrones de comportamiento, intereses obsesivos y rutinas!. Aunque el «enigma» del autismo? ha motivado una cantidad enorme de investigacién, las causas de este trastorno todavia no se comprenden. En muchos casos, los faciores genéticos tienen una clara importancia, aunque por ahora no se ha encontrado el mecanismo genético especifico. Se pueden emplear tratamientos efi- caces, habitualmente de naturaleza conductual, para reducir algunos de los proble- mas secundarios asociados al autismo*, pero las alteraciones sociales y de comuni- caci6n tienden a resultar resistentes a la intervenci6n. Este libro se concentra en el remedio de dichos problemas. INTENTOS PREVIOS DE MEJORAR LOS DEFICIT SOCIALES Y DE COMUNICACION EN EL AUTISMO Existen literalmente cientos de estudios que afirman mejorar las habilidades sociales y de comunicacién de los nifios y adultos autistas*. Los tratamientos con farmacos, vitaminas y dietéticos, las intervenciones basadas en terapias de «abrazo», «mtisica» y «caricias», la comunicacién facilitada, los programas de estimulacién sensorial y fisica y muchos otros tienen sus defensores. Desgraciadamente. las afirmaciones de éxito rara vez cuentan con el apoyo de la evidencia experimental. Las intervenciones que han probado tener mas éxito son las que incluyen un elevado grado de estructura y que se concentran en el desarrollo de las habilidades sociales y de comunicacién més apropiadas®. En varios estudios® se ha explorado el empleo de compafieros no disca- pacitados como terapeutas. y también se ha comprobado que las técnicas para reducir Introduccién laansiedad son eficaces para mejorar las interacciones sociales’. La representacién de papeles y las técnicas teatrales se han usado también para desarrollar habilida- des sociales, mientras que las grabaciones de video pueden resultar titiles para propor- cionar retroalimentacién y ayudar a reducir las conductas obviamente anémalas como el contacto ocular y los gestos faciales inadecuados o las vocalizaciones extrafias*, LIMITACIONES DE LOS ENFOQUES | TRADICIONALES DE LA INTERVENCION Aunque los programas de comunicacién y de habilidades sociales pueden tener un impacto importante en algunos aspectos del funcionamiento social, la generalizacién a los entornos no entrenados es frecuentemente limitada, Ademés, suele haber poca evidencia de mejoras generales en la comprensién social. La sincronizacién de las habilidades verbales y no verbales (como el contacto ocular, las sonrisas y los gestos) también sigue siendo escasa’. Como los problemas de comprensién social son fun- damentales para el autismo, no sorprende que los programas de intervencién que se concentran en dificultades especificas tengan un éxito limitado. Parece razonable asumir, en consecuencia, que centrarse en los aspectos clave del desarrollo de la com- prensi6n social podria causar cambios mAs extensos en el comportamiento social. Es decir, en lugar de intentar cambiar comportamientos especificos en situaciones es- pecificas, las intervenciones dirigidas a mejorar la comprensi6n social pueden pro- ducir cambios cualitativos més significativos en las habilidades sociales y de comu- nicacién de los individuos. {Cudles son, no obstante, los aspectos clave de la comprensién social que més pro- bablemente tengan tal impacto en el desarrollo global? Estudios recientes de nifios pequefios normales han puesto énfasis en la importancia del desarrollo de una «teo- ria de lamente», y sugerimos que es sobre esta idea en concreto que tienen que hacer hincapié los programas de intervencién en el futuro. LA COMPRENSION DE LA MENTE EN EL NINO NORMAL” La «teoria de la mente» se define como la capacidad de inferir los estados mentales de otras personas (sus pensamientos, creencias, deseos, intenciones, etc.), y de usar esta informacién para interpretar lo que dicen, encontrar sentido a sus comportamientos y predecir lo que hardn a continuacién. Cuando los nifios empiezan a hablar lo hacen en términos de estados mentales. Desde una edad temprana, entre los 18 y los 30 me- ses, los nifios nommales se refieren a una gran variedad de estados mentales: emociones, La comprensién de la mente en el nifio normal deseos, creencias, pensamientos, suefios, propésitos, etc.!!- !2 Hacia los 3 0 4 afios, como muestran los estudios experimentales, la teorfa de la mente del nifio esta bien desarrollada. No obstante, recientes debates han cuestionado si este tipo de compren- si6n recibe apropiadamente el nombre de «teoria». Nosotros no discutimos este asun- to, pero preferimos usar el término més neutro de «comprensién de la mente», Dennett! propuso el «test del écido» para ver si un nifio es capaz de comprender la mente en situaciones que implican falsas creencias. Asi, si un nifio sabe que hay dinero dentro de un viejo jarrén chino, pero que el ladrén cree que esté en el cajén del escrito- rio, al preguntarle d6nde buscard el ladrén el dinero, el nifio debe pensar que mirard en el lugar equivocado: el cajén del escritorio. Usando una tarea de falsa creencia, Wimmer y Pemer'4 mostraron que los nifios de aproximadamente 4 afios de edad eran capaces de pasar dicha prueba. En la figura 1.1 se muestra una adaptacién de su procedimiento!5, Como puede verse, el test implica apreciar que dado que Sonia estaba ausente cuando Ana movié la bola desde su lugar original, ella no vio cémo la trasladaba y no sabré que lo hizo, y consecuentemente debe creer que esté en su lugar original. Al preguntarles «;Dénde buscar Sonia su bola?» (p. ej., una pregunta de creencia) la gran mayorfa de los nifios de 4 afios son capaces de responder correctamente. La capacidad para comprender las falsas creencias es compleja, dado que el nifio debe tener en cuenta lo que Sonia cree para realizar una prediccién correcta sobre su comportamiento. No obstante, incluso en una etapa mucho mds temprana parece que os nifios normales son muy conscientes de que las personas tienen conocimientos dentro de sus cabezas, es decir, estados de informacién. Se percibe un signo tempra- no de dicha comprensién en su capacidad para pasar el test de toma de perspectiva visual. Se pueden identificar dos niveles de toma de perspectiva visual. El primero se denomina Nivel 1, y es la capacidad para inferir Jo que otra persona ve. Parece que empieza a presentarse hacia los 2 afios de edad, Asf pues, los nifios de esta edad pueden ensefiar y esconder objetos cuando se les pide que lo hagan. El Nivel 2 de toma de perspectiva visual estriba en la capacidad de inferir cémo aparece el objeto ante otra persona. El desarrollo de esta capacidad requiere mas tiempo. De hecho, hasta la edad de 3 a 4 aiios los nifios no pasan a realizar las tareas del Nivel 2 con seguridad. Por ejemplo, cuando se les muestra el dibujo de una tortuga que aparece orientado hacia un lado o al contrario (dependiendo del lugar de la mesa desde el que ‘se mire), los nifios de 3 afios son incapaces de identificar correctamente cudl de las dos perspectivas tendré el experimentador, cuando difiera de la suya. Un logro relacionado con el desarrollo de la comprensiGn de la mente es el recono- cimiento por parte de los nifios del principio que «Ver lleva a conocer». Por ejemplo, los nifios de 3 affios son capaces de indicar facilmente cul de dos personas sabré lo que hay en un recipiente, si una de ellas ha mirado en su interior y la otra simplemente lo ha tocado!’, Tal capacidad demuestra que incluso a esta temprana edad, los nifios son conscientes de la importancia del acceso a la informacién para adquirir conocimiento. Existen miltiples pruebas para detectar la comprensi6n que tienen los nifios de los estados de informacién. ;Pero cémo averiguar la comprensién del deseo y la emo- ci6n? Se suele pensar que el deseo es ef otro estado mental clave, junto a la creencia, para comprender cl comportamiento de los demés. A través de las ercencias y los de- Introduccion zDénde buscaré Sonia su bole? Figura 1.1 La escena de Sonia y Ana (reproducido de Baron-Cohen, Leslie y Frith, 1985; con autorizaci6n). La importancia de comprender la mente: gpara qué la usamos? eos, cualquier conducta se vuelve interpretable. Por ejemplo, al ver una pelicula inten- tar comprender por qué el protagonista entra de puntillas en su piso vacio, podriamos deducir su creencia de que hay otra persona alli y su deseo de entrar sin ser percibido. Varios estudios muestran que para los nifios normales, el deseo es comprendido antes que la creencia (de hecho, el deseo es comprendlido claramente por los nifios norma- les a los 2 afios)'*. Ciertamente, los «terribles 2 afios» han sido interpretados como evidencia de la creciente percepcién que tienen los nifios de este grupo de edad de la frustrante diferencia que existe entre sus propios deseos y los de sus padres. Respecto a la comprensién de la emocién, incluso los nifios muy pequefios pueden discriminar las expresiones faciales de felicidad, tristeza, enfado 0 miedo. Hacia los 3 aiios de edad son capaces de predecir cémo las situaciones afectardn a las emocio- nes, y hacia los 4 afios, de tener en cuenta tanto los deseos como las creencias de alguien para predecir c6mo se sentir4. Por ejemplo, si Juan quiere un libro nuevo, pero piensa que hay otra cosa dentro del paquete de regalo, se sentira triste. Otro estado mental importante que se ha estudiado a fondo es el simbolismo. Los nifios empiezan a producir juego simbélico desde una edad tan temprana como los 10 a 18 meses!”. Los experimentos con nifios que hablan muestran también que, tan Pronto como son capaces de responder a preguntas, parecen entender que el simbo- lismo es distinto de la realidad®. Asi, aunque puede que jueguen con un plétano como si fuera un teléfono, no tienen dificultades para reconocer la funci6n real de ambos objetos. Este es claramente un logro complejo. Encontrar sentido al comportamiento social Llegados a este punto, vale la pena hacer una pausa para reflexionar sobre por qué los nifios adquieren este cuerpo de conocimientos tan extraordinariamente rico: cules son los beneficios para ellos de ser capaces de comprender la mente? Quiz Dennett fue uno de los primeros que sugirié la necesidad de comprender la mente para comprender el mundo humano. La atribucién de estados mentales a las personas es, con mucho, la forma mis facil de comprenderles. Al decir comprender, Dennett quiso decir formular explicaciones de sus comportamientos y predecir lo que iban a hacer a continuacién. La comprensién de la mente puede denominarse también «psicologia popular», y éste puede ser un término para identificarla. La atraccion de hablar de esta capacidad en términos de psicologia popular estriba en que nos recuerda que simplemente se trata de nuestra forma cotidiana de comprender a las personas. Como Dennett sefiala: Empleamos la psicologia popular continuamente para explicar o predecir el com- Portamiento de cada uno; atribuimos creencias y deseos a los demés con confianza ~Y.con bastante inconsciencia— y pasamos una parte sustancial de nuestras vidas for- Introduccién mulando el mundo -sin excluimos a nosotros mismos—en estos términos... Cada vez que nos aventuramos a salir a la autopista, por ejemplo, sometemos nuestras vidas a la fiabilidad de nuestras expectativas generales sobre las creencias, deseos normales y probables decisiones de los otros conductores. Nos encontramos con que... 65a es una teorfa de gran poder generativo y eficiencia. Por ejemplo, al ver una pelicula con un argumento muy imaginativo y muy alejado de los estereotipos, vemos que el héroc sonric al villano y répidamente y sin esfuerzo llegamos al mismo diagnésti- co tedrico complejo: «;Ah!», concluimos (aunque quizé sin ser conscientes de ello), «él quiere que ella piense que no sabe que intenta engafiar a su hermano!»2!, Encontrar sentido a la comunicacién Una segunda funcién de comprensién de la mente consiste en comprender la comu- nicacién. Quiz4 Grice”, fildsofo del lenguaje, propuso el ejemplo mds claro. Arguy6 que la accién clave que Hevamos a cabo cuando investigamos el sentido de lo que alguien acaba de decir es imaginar cual puede ser su intencién comunicativa. Ast pues, cuando un policfa dice «;Suéltala!»,el ladrén no se queda en un estado de duda aguda sobre la ambigiiedad del término «la». Por el contrario, éste establece una répi- da presuncién de que el policia dice intencionadamente «la» para referirse al arma que lleva en la mano, y que ademés pretende que é1 reconozca su intenci6n al usar un pronombre. De manera similar, si la profesora de dibujo dice a sus alunos: «Hoy vamos a pintar el conejo dentro de su jaula», todos en la clase son conscientes de que esto no supone que el infortunado conejo quede cubierto de pintura. Claramente, al decodificar el habla figurativa (como la ironfa, el sarcasmo, la metéfora o el humor), ¢s esencial la capacidad para comprender la mente, puesto que en dichos casos el hablante no pretende que sus palabras se tomen literalmente. Este andlisis del lenguaje en términos de intenciones comunicativas complejas aclara que, al decodificar el habla, hacemos mucho més que simplemente basarnos en las palabras pronunciadas. Vamos més allé de lo que oimos para efectuar hip6te- sis sobre el estado mental del interlocutor. Grice no limit6 su anilisis al habla, sino que arguy6 que se empleaba el mismo proceso en la comunicacién no verbal. Asi, siel individuo A realiza un gesto en direccién a la entrada con el brazo extendido y Ja palma de la mano abierta, el individuo B asumira de inmediato que A quiere decir (= pretende que B comprenda) que debe dirigirse hacia la puerta. La otra cuestién donde se supone que la comprensi6n de la mente tiene un papel esencial en el éxito de la comunicaci6n es en la monitorizacién que hace el hablante de las necesidades de informacion de su oyente: es decir, en juzgar lo que el oyente ya sabe 0 desconoce, y cudnta informacién se le tiene que suministrar atin para que ese oyente pueda comprender la intencién comunicativa. Ademés, para que una comuni- cacién sea satisfactoria, el hablante necesita estar controlando si su mensaje ha sido comprendido como él espera que lo sea, o si es necesario reformularlo para aclararla ambigiiedad. De nuevo, el didlogo entendido de esta forma se convierte en algo mas que simplemente produccién del habla: se revela como intrinsecamente ligado ala hahilidad para comprender la mente. Ceguera mental en el autismo Otros usos de la comprensién de la mente La importancia de comprender la mente para el entendimiento y la comunicacién social se ha puesto de relieve porque podria decirse que éstas son sus funciones mas importantes. No obstante, existen otras varias funciones de esta crucial capacidad. Exploraremos tan sélo unas cuantas. ‘ En primer lugar est el engajfio, que consiste, por supuesto, en hacer que alguien crea que algo es cierto cuando en realidad es falso. Los nifios normales comienzan a participar en engafios muy convincentes poco después de comprender la nocién de creencia falsa, alrededor de los 4 afios”>. En segundo lugar est la empatia. La comprensi6n de la mente confiere a los nifios de manera natural la capacidad de inferir c6mo puede estar alguien interpretando los acon- tecimientos y cémo se puede sentir. Por ejemplo, los nifios de 3 afios pueden entender el estado emocional de otra persona cuando esti causado por situaciones extemas, y sobre laedad de 5 afios son capaces de comprender las emociones de una persona en términos de lo que pensaron que habia ocurrido probablemente (p. ej., «Marta est contenta por- que piensa que ha ganado la carrera»), independientemente de si sus pensamientos coin- ciden con la realidad**. Un tercer aspecto de la comprensién de la mente estriba en que permite la autocon- ciencia 0 autorreflexién. Tan pronto como un nifio puede atribuirse estados mentales, puede empezar a reflexionar sobre su propia mente. De ese modo, los nifios de 4 afios consiguen distinguir la apariencia de la realidad”5 y reconocen la falibilidad de sus cre- encias («Cref que era un [x], pero quizé estaba equivocado»), y las causas de su propia conducta («Busqué la pelota bajo el coche porque cref que estaba alli), ademas de la fuente de su conocimiento («Sé que es el cumpleafios de Caty porque mamé me lo dijo»). Claramente, esto transforma sus pensamientos desde el enfoque en el aqui y ahora a la concentracién en su propia subjetividad. Una ventaja que se afiade a esto con- siste en que puede ensayar posibles soluciones a los problemas que tienen en su propia mente, antes de ponerlas en practica («/maginate que hiciera [x]; ;funcionaria?», etc.). Un cuarto uso de comprender la mente consiste en ensefiar o intentar cambiar la mente de una persona a través de la persuasi6n, etc. El descubrimiento de que los pensamientos y las creencias de las personas adquieren forma segiin la informacién a la que estén expuestas, permite la posibilidad de informar a los dems con el pro- pésito de cambiar lo que saben 0 cémo piensan. CEGUERA MENTAL EN EL AUTISMO La capacidad para entender la propia mente y la de los demés parece ocurrir en la infancia de manera bastante esponténea”®. Sin embargo, un ntimero creciente de estu- dios han mostrado que los nifios autistas presentan dificultades particulares para ra- zonar acerca de los estados mentales y se ha propuesto que este déficit subyace bajo muchas anormalidades del desarrollo caracteristicas de este trastorno”’, Por ejemplo, Introduccién en las pruebas sobre la comprensién de falsas creencias, los nifios autistas cometen més errores que los nifios normales y que los nifios que presentan dificultades de aprendizaje de edad mental mas temprana®, Este subgrupo oscila entre el 20 y el 35% en diferentes muestras. Pero cuando se efecttian pruebas més taxativas sobre la com- prensi6n de la creencia (que incluyan comprensi6n de segundo orden, creencias arrai- gadas 0 creencias sobre creencias; p. ¢j., del tipo «Ana piensa que Sonia piensa x») —estando todo ello absolutamente dentro de la comprensi6n de nifios normales de 6a 7 afios— incluso muchos adolescentes autistas fallan estrepitosamente®. Parece, pues, que aunque la mayor parte de los nifios autistas no comprenden las creencias incluso al nivel que Jo harian los nifios normales de 3-4 afios, algunos lo hacen; pero €stos muestran deficiencias en la comprensi6n de las creencias a nivel de nifios norma- les de 6a 7 afios. Evidentemente, algo falla en su desarrollo del concepto de creencia. La incapacidad de los individuos autistas para comprender las creencias de los demis se revela mas draméticamente en las pruebas de engafio*. Como se ha comen- tado anteriormente, el engafio implica una manipulaci6n de la creencia, y esto avala las dificultades que presentan los autistas en la comprensién de la creencia. De ese modo, en el juego de la moneda®!, simple test de engafio que requiere que los nifios escondan una moneda en una mano, los nifios autistas fracasan a la hora de esconder las claves que permiten poder inferir quién tiene que adivinar el lugar donde se encuentra la moneda®*. Por ejemplo, no cierran la mano vacfa, o esconden la moneda a la vista de quien debe adivinar dénde estd, o bien le muestran dénde est4 la mone- da antes de que la encuentre. En contraposicién, los nifios con dificultades de apren- dizaje y los nifios normales a los 3 afios cometen muchos menos errores de este tipo. {Qué ocurre con su comprensién de los estados mentales? Cuando se pregunta a los nifios autistas cémo se sentirfa el personaje de una historia cuando se le diera algo que © bien desease 0 bien no quisiera, se encuentran pocas diferencias en comparacién con otros nifios de edad mental similar", La comprensién de este simple aspecto del deseo parece estar dentro de su capacidad, De manera similar, en los tests relaciona- dos con la comprensién de la percepcién, se han realizado pruebas con nifios autistas en ambos niveles de toma de perspectiva visual y parecen mostrar pocos déficit™*, Otra cuestisn clave del estado mental es la emocién. En sus estudios iniciales, Hob- son?) hallé que los sujetos autistas tenfan una actuacién considerablemente peor que otros individuos en tareas que implicasen aparecer expresiones emocionales. Otras investigaciones no se han centrado en el reconocimiento, sino en la prediccién de emociones. El objetivo de estos estudios consistia en establecer en qué medida entien- den los nifios autistas las causas de la emocién —cémo se sentird una persona ante un conjunto de circunstancias particulares-. Como se ha mencionado anteriormente, los nifios normales de 3 a 4 afios comprenden que la emoci6n puede estar causada por situaciones (las situaciones agradables te hacen sentir feliz, las insatisfactorias te hacen sentir triste) y deseos (los deseos satisfechos te hacen feliz, los no satisfechos te entristecen). Hacia la edad de 4 a 6 afios, los nifios normales también compren- den que las creencias pueden afectar a la emoci6n (si piensas que estas consiguiendo lo que querifas, te sentiras feliz, y si piensas que no es asf, te sentirds triste, sin tener en cuenta lo que estés consiguiondo en realidad). Ejemplos procedentes de la experiencia clinica En el estudio de Hobson, Jos nifios autistas demostraron ser capaces de juzgar la emoci6n del personaje de una historia, cuando ésta era causada por una situa- cién, y lo hicieron tan bien como un grupo de nifios que padecfa dificultades de aprendizaje a Ia hora de predecir la emoci6n del personaje teniendo en cuenta su deseo. Sin embargo, fueron significativamente peores al predecir la emocién del personaje cuando ésta estaba producida por su creencia, en comparacién con nifios normales de 5 afios o con nifios que presentaban dificultades de aprendiza- je*®. La implicacién es que las emociones «simples» pueden encontrarse dentro de Ia comprensi6n de los autistas, mientas que las «complejas» les representan con- siderables dificultades. ‘También son caracterfsticos los déficit para la comprensién del simbolismo. Nor- malmente, el juego simbélico esté presente desde al menos los 2 afios de edad” pero Ios nifios autistas, con una edad mental verbal muy por encima de los 2 afios, mues- tran capacidad simbélica esponténea nula o muy escasa’®, También producen juego simbélico esponténeo a nivel significativamente inferior que los grupos control con dificultades de aprendizaje®. EJEMPLOS PROCEDENTES DE LA EXPERIENCIA CLINICA” La ceguera mental tiene implicaciones mucho més amplias para el desarrollo que lo que pueden mostrar los estudios experimentales solos, Dichas dificultades contintian afectando a las funciones sociales y de comunicacién hasta muy entrada la edad adul- ta, como indican los ejemplos siguientes: a) Insensibilidad frente a los sentimientos de otras personas Federico, nifio autista de 12 afios, tenfa unos padres que estaban extremadamente ansiosos respecto a cémo serfa la adaptacién de su hijo en el instituto local de educa- cin secundaria. Quedaron horrorizados cuando se enteraron de que durante su pri- mera semana el nifio se acercé al director cuando estaban reunidos y le hizo un comentario sobre la cantidad de granos que tenia. b) Incapacidad para tener en cuenta \o que saben las otras personas José, un joven autista extremadamente capaz, con un puesto de responsabilidad en una compefifa de informatica, no lograba apreciar que si él habfa sido testigo de un acontecimiento, los demés podrfan no compartireste conocimiento. No lograba com- prender que su experiencia era distinta de la de los dems, y, a menudo, se referia a los hechos sin proporcionar la informaci6n bésica esencial necesaria para que sus colegas comprendieran el cantexto de sns argumentas Introduccion c) Incapacidad para iniciar amistades comprendiendo y respondiendo a las intenciones A Sandra, nifia autista de 10 afios que asistfa a una escuela normal, sus padres le ha- bfan ensefiado cuidadosamente a decir su nombre y direccién correctamente. Cre- yendo que en apariencia eso era todo lo que se necesitaba para «hacer amigos», solfa acercarse a un grupo de nifios y recitar solemnemente su nombre y direccién, golpe- ando después al nifio més cercano si esto no producia una proposici6n inmediata de que se uniera al grupo. d) Incapacidad para percatarse del nivel de interés que el oyente tiene en el propio discurso Roberto, un nifio de 12 afios que también asistia a una escuela normal, irritaba cons- tantemente tanto a sus compafieros como a sus profesores con sus «aburridos» moné- logos sobre el cubicaje de los automéviles, los detalles estructurales de un puente cer- cano 0 el albinismo. Hablaba s6lo de estos tres temas con cualquiera y no era capaz de reconocer que su entusiasmo por ellos no era en absoluto compartido. e) Incapacidad para detectar el significado que el hablante desea transmitir En laclase de dibujo, el profesor dijo a David, autista de 14 aftos, que pintase al nifilo que tenfa al lado, TomAndoselo al pie de la letra, hizo exactamente eso, para sorpresa del nifio en cuesti6n. Luis, monaguillo en una iglesia, también se metié en dificultades porque solfa actuar literalmente segiin lo que le decfan. Asi, si alguien le decfa en tono exaspe- rado: ;Vuelve a hacer lo mismo...!», él se alejaba obedientemente y lo hacfa, aunque fuera lo contrario de lo que deseaba el hablante. Sf) Incapacidad para anticiparse a lo que el otro puede pensar de las propias acciones Cuando José era un adolescente solfa contar a los desconocidos detalles muy perso- nales sobre sf mismo, sin darse cuenta de que no era apropiado hablarles de sus pro- pias funciones corporales o darles detalles intimos de su vida familiar. También cau- saba problemas al desnudarse en pablico siempre que hiciese calor sin sentido alguno del pudor. Aunque muchos de estos problemas se solucionaron cuando se hizo mayor, las dificultades volvieron a surgir poco después de comenzar a trabajar en una empresa de informética. No demostré ningiin sentido del espacio personal y solfa inclinarse sobre las mesas de las empleadas femeninas o apoyarse en ellas en ascensores o al hacer cola, etc. Unas semanas después de comenzar, el personal de secretariado exi- 2i6 que se le despidiera alegando acoso sexual. Ejemplos procedentes de la experiencia clinica &) Incapacidad para comprender \os malentendidos Un joven autista llamado Miguel fue despedido de su empleo después de un inciden- te en el que atacé a la empleada de guardarropfa. No mostr6 ningtin arrepentimiento después de haberle golpeado con su paraguas «porque Ic dio el 1esguurdo equivo- cado». Al estar acostumbrado a hacerlo todo él mismo, de manera muy meticulosa, simplemente no podia comprender que los demas cometieran errores. Mucho tiem- po después seguia mostrando extrafieza por haber perdido su trabajo, mientras que, por justicia, la empleada del guardarropfa tenfa que haber perdido el suyo. h) Incapacidad para engaftar o comprender el engaiio Juan, autista de 25 afios, tenfa un empleo en una joyerfa. Debido a que lo considera- ban totalmente honesto, tenfa acceso a las Iaves de la caja fuerte. No obstante, su incapacidad para comprender el engajio le expuso a ser el blanco de la explotacién de los demés y el nuevo guarda nocturno se aproveché de la situacién. Una noche le pidieron las llaves de manera casual, y Juan las entreg6 de inmediato. Cuando el guarda nocturno, las Haves y el contenido de la caja fuerte hubieron desapareci- do, le acusaron de complicidad en el robo. Aunque se retiraron estos cargos, no pudo volver a trabajar nunca més en un puesto de confianza. i) Incapacidad para comprender las razones que existen detrds de las acciones de los demas David, joven autista de 20 afios e inteligencia normal, pero con considerables difi- cultades sociales, recibi6 una oferta de empleo de su tfo. Teniendo en cuenta el par- ticular patrén de comportamiento social de David, su tfo, muy sensatamente, le habfa encontrado un espacio en un tranquilo rincén de una oficina de contabilidad. En lugar de estar agradecido por los esfuerzos de su tfo, David se indigné porque no le habja nombrado inmediatamente director administrativo de la compaiifa. Abandoné su empleo pocos dias después y desde entonces alberga un intenso resentimiento hacia la persona que hizo tantos esfuerzos por ayudarle. J) Incapacidad para comprender las «reglas no escritas» o las convenciones Jorge, de 25 afios, habfa pasado muchos meses en un grupo de habilidades sociales intentando mejorar sus capacidades conversacionales y para realizar otras activida- des sociales. Ten‘a dificultades especiales para realizar comentarios espontaneos, y el terapeuta dedicé mucho esfuerzo a intentar ayudarle a desarrollar «técticas» con- versacionales, buscar temas de interés mutuo o hacer cumplidos a las personas por su aspecto. Al dfa siguiente de asistir a su primer baile Ileg6 henchido de orgullo por la forma en que habfa conseguido entablar conversacin con una joven durante gran parte de la noche. «;Qué clase de cosas le dijiste?», pregunté intrigado el terapeuta. 1 12 Introduccién «Bueno, le dije lo guapa que estaba y cémo me gustaba el color de su vestido rojo jporque era exactamente igual que el de sus encfas!». Estos ejemplos de errores en comprender la mente no son suficientes para expre- sar c6mo suelen fracasar los autistas en la comprensi6n de las acciones y mensajes de Jos demas. Proporcionan alguna indicacién de la cantidad de dificultades sociales que sufren los individuos con autismo y cémo les llevan al rechazo, el aislamiento, la incomprensién e incluso el abuso. {ES POSIBLE ENSENAR A COMPRENDER LA MENTE? Los nifios normales no parecen necesitar ensefianzas explicitas para ser capaces de comprender la mente. Sin embargo, se puede ensefiar a los nifios que no han logrado adquirir esta habilidad de manera natural. Dicha ensefianza puede proporcionar una ruta alternativa hacia la comprensién de la mente, probando de este modo que existe una forma més eficaz de ayudar a los nifios autistas a mejorar sus habilidades socia- les y de comunicacién, Considere la analogfa con nifios ciegos congénitos aprendiendo a leer: el Braille proporciona una forma alternativa de acceder al problema de aprender a descifrar palabras escritas. Nos interesa saber si habria una posible altemativa al problema de «leer» mentes. Los nifios ciegos no presentan un déficit cognitivo central en sus «sis- temas de reconocimiento de palabras», pero sufren un impedimento sensorial que el Braille sortea. En contraste, los nifios autistas se postulan como carentes de impe- dimento sensorial, pero sufren un déficit cognitivo central en su capacidad para leer la mente. La tarea, por tanto, al intentar enseiiarles a realizar esta lectura puede ser considerablemente més dificil que ensefiar a leer a los nifios ciegos, puesto que est implicado un cambio de la comprensi6n. Pese a ello, parece que se puede ense- fiar con éxito a los nifios autistas a interpretar los estados mentales. Estudios recientes indican que pueden aprender a entender las falsas creencias*!, © a distinguir entre apariencia y realidad“. En estos trabajos la ensefianza fue lleva- daa cabo por varios medios, incluyendo ordenadores y actores reales*3, Ademés, uno de esos estudios“ emples indicaciones conductuales y emocionales para ayudar a los nifios a comprender la creencia falsa, mientras que otro** utilizé un tipo de instruc- cién directa para ensefiar la distinci6n apariencia-realidad. Estos estudios utilizaron Jarepeticién de la tarea, junto a la retroalimentacién, y los resultados fueron notoria- mente consistentes. Casi todos los nifios autistas lograron aprender a resolver las ta- Teas y, en algunos casos, mantener lo que habjan aprendido durante un perfodo de dos o mas meses. Sin embargo, continué estando limitada la generalizacién para las ta~ Teas no entrenadas, incluso si éstas eran similares a las originalmente trabajadas. En consecuencia, los estudios existentes también suscitan unas cuantas preguntas importantes. aunque ofrezcan algo de aliento a Ja intervencién terapéutica. Enfoques de la ensefianza de los conceptos de estado mental Si se pueden ensefiar los conceptos de estado mental, ¢qué técnicas facilitan el aprendizaje? {Cudnta ensefianza es necesaria y cudnto tiempo persistirén sus efectos? {Sonalgunos conceptos del estado mental (p. e}., emocién o simulacin) mas diff- ciles de adquirir para los nifios autistas que otros (p. ej., conocimiento y creencia)? {Se adquieren los estados mentales en una estricta frecuencia? Es decir, gprecede siempre la adquisici6n de un concepto (como la emocién) a la adquisicién de otro (como la creencia). En otras palabras, ;1a comprensién de la emoci6n es un pre- cursor necesario para comprender las creencias? {Si los conceptos del estado mental se adquieren por medio de la ensefianza de tareas especificas, se produce una generalizacién que permite a los nifios com- prender ejemplos nuevos de comportamiento? {Se usan de la misma forma los conceptos de estado mental que se adquieren mediante la ensefianza explicita que los adquiridos de manera mds natural? * La adquisicién de los conceptos de estado mental conduce a cambios en otros aspectos de la conducta social y de comunicacién? Si asf fuere, ja cuales? {Qué factores pueden ser responsables de que algunos nifios adquieran términos de estado mental y otros no lo consigan? ENFOQUES DE LA ENSENANZA DE LOS CONCEPTOS DE ESTADO MENTAL La siguiente seccién incluye un breve esbozo de los principios mas importantes que subyacen en nuestro programa de ensefianza y resume los resultados totales de nues- tros estudios'®. Capftulos posteriores describen detalladamente las técnicas y mate- riales empleados en dicha ensefianza. Principios de la ensefianza + La ensefianza precisa ser fragmentada en pequeiios pasos, de forma que las habili- dades complejas se adquieran gradualmente, como una secuencia de componentes separados. Las secuencias de desarrollo normal son generalmente una guia importante para la secuencia de adquisici6n de habilidades. Asf pues, las que se adquieren temprana- mente por nifios de desarrollo «normal» es probable que se aprendan con mayor rapidez que las que se adquieren en una etapa mis tarda del desarrollo. La ensefianza naturalista es habitualmente mis efectiva que los procedimientos de ensefianza que tienen poca consideracién por el ambiente normal del nifio o tienen poco en cuenta las habilidades o intereses individuales. Las conductas que se refuerzan sistematicamente se adquiriran mas répidamente y es ms prohable que se mantengan que las que no se refuerzan de este mada Ann- 13 Introduccién que los refuerzos extrinsecos (como el elogio) son importantes para este propésito, las recompensas intrinsecas que provienen de la propia tarea, o del placer que resulta de completarlas con éxito, son al menos igualmente potentes. + Al asegurar el aprendizaje sin errores (p. ej., evitando la oportunidad de cometer errores en Io posible) la velocidad de la adquisicién de una tarea se puede incre- mentar enormemente. + Los problemas de la generalizaci6n (p. ej., la incapacidad para adaptar el aprendizaje a nuevas situaciones 0 tareas), que frecuentemente limitan el éxito de los programas educativos, se pueden reducir si la ensefianza se centra sobre los principios en los que se fundamentan los conceptos, en lugar de fiarse tnicamente de la instruccién. Los enfoques de la ensefianza adoptados en el estudio mencionado més abajo se diseftaron especificamente para abordar estas cuestiones. Parecia posible que las limi- taciones de los estudios anteriores se pudieran deber al hecho de que, al concentrar la ensefianza en la comprensi6n de falsas creencias, el entrenamiento se dirigié a un nivel demasiado complejo. Asf, para minimizar la complejidad conceptual de las tareas, la comprensi6n de los estados mentales se dividié en tres componentes independientes: + Comprensién de los estados de informacién. + Comprensién de la emocién. + Comprensién del simbolismo. Se brind6 a cada nifio la ensefianza de uno de estos conceptos. Después, cada uno de los conceptos se ordené en cinco niveles sucesivos de comprensién, siendo el nivel 1 cl més simple y el 5 el més dificil. Los ejemplos de estas etapas se presentan en la tabla 1.1. Las etapas de la ensefianza se basaron en el conocimiento del desarrollo de la com- prensién del estado mental en los nifios normales*” ya que asi se aseguraba que las tareas segufan una secuencia evolutiva. Para hacer el aprendizaje lo més natural posi- ble, se amplié el ambiente educativo mediante el empleo de una amplia gama de métodos, incluyendo la diversién, dibujos, ordenadores y juegos. Las propias tareas fueron disefiadas para que resultaran lo més satisfactorias posible para los nifios y los materiales empleados ofrecieron una retroalimentacién répida y clara sobre la actua- cién del nifio. En cada etapa se proporcionaron elogios y aliento. Cuando se come- tieron errores, el nifio fue ayudado de inmediato con la respuesta correcta para evitar cualquier perseveracién de las equivocaciones 0 los malentendidos. SUPERAR LOS PROBLEMAS DE LA GENERALIZACION Finalmente, los procedimientos de ensenanza intentaron vencer el fenomeno del «fracaso de la generalizacién» que se produjo en estudios anteriores. Las evidencias sugieren que ensefiar a los nifios los principios (tabla 1.2) en los que se sustentan los Superar los problemas de la generalizacion Tabla 1.1 Los cinco niveles de la ensefianza del estado mental EMOCION CREENCIA SIMBOLISMO NIVEL1 — Reconocimientode Tomade perspectiva Juego sensoriomotor fotografias faciales simple (feliz/triste/enfadado/ temeroso) NIVEL2 _ Reconocimiento Toma de perspectiva Juego funcional facial esquemético —_compleja (S 2ejemplos) (feliz/triste/enfadado/ temeroso) NIVEL3 — Emociones basadas Ver lleva a conocer Juego funcional en la situaci6n (uno mismo/otro) (> 2 ejemplos) (feliz/triste/enfadado/ temeroso) NIVEL 4 — Emociones basadas Creencia Juego simbélico en el deseo verdadera/prediccién (<2 ejemplos) (feliz/triste) de accién NIVEL5 — Emociones basadas Creencia falsa Juego simbélico en lacreencia (> ejemplos) (feliz/triste) Tabla 1.2 Algunos principios que subyacen bajo los conceptos fundamentales de estado mental La percepcién causa conocimiento: una persona sabrd x si vio u oy6 sobre x (por ejemplo, Blancanieves no sabe que la manzana est envenenada porque no vio cémo la bruja le inyectaba veneno). Los deseos se satisfacen con acciones u objetos: si una persona desea x, serd feliz obteniendo x. Contrariamente, si una persona no consigue x, serd infeliz. Los nifios desean ir al parque y se sienten felices cuando sus madres les llevan a él. No se sien- ten felices cuando, en lugar de ir al parque, van al supermercado El simbolismo implica la sustitucién de objetos o la suspensién de resultados: cuando una persona simula x, lo hace sin los habituales objetos/consecuencias, sélo es por diversi6n (por ejemplo, Rosa sujeta un platano en la oreja para fingir que esta hablando por teléfono). 15 16 Introducci6n conceptos es més titil que la simple instruccién, ya que les ayuda a generalizar lo que aprenden més eficazmente*, Naturalmente, para muchos nifios no es necesario hacer explicitos dichos principios, excepto cuando han de ser ensefiados «inductivamente», por medio de entrenamiento intensivo con muchos ejemplos y por medio de varias técnicas (p. ej., historias con mufiecos y marionetas, representacién de papeles, histo- rias en dibujos, etc.). En el presente estudio se proporcioné a los nifios principios gene- rales para ayudarles a aprender estados mentales especificos®, que en el desarrollo normal estén presumiblemente implicitos® 5", En la tabla 1.2 se han presentado ejem- plos de dichos principios para algunas etapas mentales fundamentales (conocer, desear y pensar). RESULTADO DEL ESTUDIO EXPERIMENTAL Nos sorprendimos al hallar que ocurrfan cambios significativos en las areas especifi- cas scleccionadas, después de un perfodo de entrenamicnto relativamente breve, y de que esas mejorias se mantenfan mucho tiempo después de cesar la intervencién. Pen- samos que un perfodo de entrenamiento mis largo, junto a la implicacién de las fami- lias y de los profesores, podfa aumentar incluso més la efectividad de los métodos usados. Por esta raz6n, en respuesta a las solicitudes de los padres y los profesores, hemos realizado esta Guia, para compartir nuestros enfoques de la ensefianza. ¢A QUIEN VA DIRIGIDO ESTE MANUAL? El estudio experimental en el que se basa este manual incluyé a nifios autistas, de edades comprendidas ente los 4 y los 13 afios, con una edad de lenguaje de al menos elnivel de 5 afios, que es el nivel lingiifstico en el que los nifios normales demuestran claramente la capacidad para comprender la mente. Se crearon todos los materiales teniendo en cuenta este grupo de edad y el nivel de capacidad, pero no hay ningdn motivo que impida que se puedan adaptar para ser empleados con grupos de suje- tos mayores, siempre que hayan alcanzado estos niveles mfnimos. Por ello, aunque alo largo del texto se haga referencia a los «nifios», con modificaciones apropiadas (especialmente en los materiales para el juego), los procedimientos se pueden adap- tar con relativa facilidad a las necesidades de individuos de mayor edad. Estructura de la guia LIMITACIONES DE LOS ENFOQUES DE LA ENSENANZA DE ESTE TIPO Los programas eficaces de educacién e intervenci6n dirigidos a nifios autistas requie- ren muchas estrategias y enfoques distintos. Ademis, los procedimientos de ense- fianza siempre necesitardn ser modificados segtin las habilidades individuales, los intereses y las dificultades de cada nifio. No existen «libros de recetas» simples que se puedan utilizar para vencer las discapacidades fundamentales del autismo, y este libro no pretende ofrecer un enfoque completo para ensefiar a los nifios acerca de cre- encias, emociones 0 imaginacién. Comprender -y reaccionar adecuadamente- ante las emociones de las personas implica algo mAs que la capacidad de reconocer unas cuantas emociones claras y relativamente simples en dibujos o imagenes. El que una situacién se considere feliz, triste 0 atemorizante dependerd no s6lo del contexto en el que se produzca, sino tam- bién de la historia pasada del individuo 0 individuos implicados. Por ende, las expre- siones faciales por s{ solas puede que no siempre sean una verdadera representaci6n de cémo se siente alguien (una sonrisa, por ejemplo, se puede emplear en un valien- te intento de disfrazar la tristeza 0 el dolor). Ademis, ser capaz de reconocer cier- tas emociones inequfvocas en otras personas puede no ayudar necesariamente alos nifios autistas a reconocer 0 a afrontar por completo sus propias respuestas emociona- les, especialmente si éstas difieren de las de los demés. Las celebraciones de Navidad, las fiestas de cumpleafios, las vacaciones escolares pueden producir gran ansiedad en un nifio autista, y esto entraré en conflicto obviamente con las expresiones de placer mostradas por otros nifios en tales situaciones. De igual modo, el juego supone no sdlo la capacidad de emplear los juguetes ade- cuadamente, sino que, tan pronto como se incluyan las interacciones con otros nifios, requeriré mAs niveles diferentes de habilidades cognitivas y sociales. Tales complejidades no se pueden abordar usando materiales educativos preempaque- tados, dado que se necesitardn estrategias de ensefianza mucho mis sofisticadas ¢ indi- vidualizadas una vez que el nifio se acerque a estos elevados niveles de competencia. No obstante, en lasetapas iniciales de la adquisicién de tales habilidades, los materiales o las técnicas educativas simples pueden tener un papel valioso. Esta guia esti disefiada para los nifios, o individuos de mayor edad, que se encuentran en el umbral del desarrollo de los dominios de la comprensi6n de creencias, emociones capacidad simbélica. ESTRUCTURA DE LA GUIA Los cuatro capitulos siguientes de esta gufa estan organizados en tres partes princi- pales, una para cada una de las tres clases de conceptos de estado mental ensefiado en nuestro estudio experimental: emocién, estados de informacién y juego. 18 Introduccion Cada seccién proporciona detalles sobre: + Cémo evaluar el nivel de habilidad mostrado por el nifio individual. + Cémo establecer una linea base (p. ej., para determinar el nivel en el que debe comenzar la ensefianza). Los materiales que se usardn en cada etapa. + Los procedimientos de ensefianza que se deben seguir. El consejo sobre procedimientos de ensefianza incluye los principios generales que necesitan ser establecidos, ademas de ejemplos de ensefianzas especificas. Los materiales y directrices para ensefiar la comprensién de los estados emocionales y de Ja informacién son mucho més especificos que los de la ensefianza del juego simb6- lico. En esta tiltima drea se deben seguir los propios intereses individuales del nifio hasta donde sea posible para efectuar un progreso real. No obstante, en todas las sec- ciones sdlo se pretende que las sugerencias sobre materiales y estrategias educativas proporcionen directrices a los profesores; no estén destinadas a ser prescriptivas 0 testrictivas. Por el contrario, los ensefiantes deben usar su creatividad con naturalidad siempre que sea posible y basar los procedimientos de ensefianza en las estrategias con las que se sientan cémodos, seleccionar los materiales que, en su experiencia, puedan ser de particular interés para nifios individuales a los que estan destinados, Para medir el progreso, hay formularios de registro para cada una de las tres reas ensefiadas. Estos proporcionan también un marco al programa de ensefianza y se deberfan completar al final de cada sesi6n (véase Apéndice 1.1). La puntuacién considera las respuestas correctas ¢ incorrectas ademas de las que son idiosincra- sicas, parcialmente correctas 0 dificiles de codificar. En cada etapa del programa resulta crucial reforzar los intentos del nifio de coope- rar, Esto se puede llevar a cabo de formas muy diferentes; por ejemplo, asegurdndo- se de que los materiales usados sean lo més interesantes posible, comprobando que el profesor parezca muy entusiasmado por lo que est haciendo; reforzando siempre las respuestas correctas durante el entrenamiento 0 ayudando rapidamente con las correctas, si el nifio comete un error. Excepto durante las etapas de valoracién inicial, se debe proporcionar al nifio retroalimentacién consistente y ayuda, y nunca hay que dejar que «navegue sin rumbo», carente de direccién 0 apoyo. Al final de la sesion se le debe proporcionar una recompensa adicional (permitiéndole que haga algo que le guste, que puede relacionarse o no con los procesos de ensefianza). Por supuesto, es importante recordar que, por definicién, un reforzador es un evento que fortalece la probabilidad de que una conducta se vuelva a producir y que lo que resulta reforzan- te para un nifio autista puede ser muy diferente de las recompensas que funcionan con otros nifios. Asf pues, silencio, en lugar de elogios; dejarlo tranquilo durante un rato 0 permitirle que pase algtin tiempo en actividades obsesivas o ritualisticas puede resul- (ar mucho més eficaz que las recompensas «convencionales». Las sesiones siempre deben comenzar con una actividad que ya esté bien estable- cida antes de dar comienzo al entrenamiento en tareas mas dificiles. Bibliogratia y notas BIBLIOGRAFIA Y NOTAS |. Lord, C. and Rutter, M. (1994). Autism and pervasive developmental disor- ders. In M. Rutter, E. Taylor, and L. Hersov (Eds) Child and Adolescent Psychiatry (3rd Ed.). Oxford: Blackwell. . Frith, U. (1989). Autism: Explaining the Enigma. Oxford: Basil Blackwell. |. Howlin, P. and Rutter, M. 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Recunucimieutu de las expresiunes faciales a partir de ftugrafias Capacidad para reconocer, a partir de fotograffas, expresiones faciales como felici- dad, tristeza, enfado o temor. Nivel 2. Reconocimiento de las emociones a partir de dibujos esquematicos Se puntda si el nifio es capaz de identificar la cara correcta a partir de cuatro dibujos faciales: feliz, triste, enfadado y temeroso, de la misma forma que anteriormente. Nivel 3. Identificacién de las emociones «basadas en la situaci6n» Emociones desencadenadas por situaciones (p.ej., miedo cuando esté a punto de pro- ducirse un accidente). A este nivel, el nifio debe ser capaz de predecir cémo se senti- r4 un personaje, dado el contenido emocional obvio del dibujo. Nivel 4, Identificacién de las emociones «basadas en el deseo» Emociones causadas por el deseo satisfecho 0 insatisfecho de una persona. A este nivel, el nifio debe ser capaz de identificar los sentimientos del personaje (felices 0 tristes) de acuerdo con la satisfaccidn o insatisfaccién de sus deseas. Nivel 5. Identificaci6n de las emociones «basadas en la creencia» Emociones causadas por lo que alguien piensa de la circunstancia, incluso cuando lo que piensa est4 en conflicto con la realidad. Se pide al nifio que siga una secuencia de tres dibujos e interprete el sentimiento que experimentardn los personajes dibujados, segiin si creen que sus deseos han sido o no satisfechos. Las siguientes secciones describen cémo evaluar cada uno de estos niveles y c6mo ensefiar en ellos. Ensefianza sobre las emociones NIVEL 1: RECONOCIMIENTO DE LAS EXPRESIONES FACIALES A PARTIR DE FOTOGRAFIAS Se puntiia como correcto el nivel 1 si el nifio puede reconocer, a partir de fotografias, expresiones faciales de las cuatro emociones: feliz, triste, enfadado y temeroso. Materiales y procedimientos de evaluacién Cuatro fotografias en blanco y negro de personas con expresién feliz, triste, enfada- da y temerosa. Fotos iguales para aparear (0 tarjetas laminadas) para el nifio. Los materiales también se pueden adaptar para que las caras del nifio se puedan convertir en «pegatinas» o engancharse con Velcro para hacer que la tarea de aparear sea mas interesante. Figura 2.1 Fotografias de expresiones faciales de emociones (reproducidas con la autorizacin de Ekman y Friesen, 1975, Unmasking the Face, copyright © Paul Ekman, 1975). Profesor: Elija una de las cuatro emociones y pida al nifto que sefale la fotografia correcta. Pregunta sobre la emocién: {Puedes sefialar la cara feliz/triste/enfadada/temerosa? Ayuda: Muéstrame dénde estd la persona feliz/hriste/enfadada/temerosa. Reconocimiento de las expresiones faciales a partir de fotografias Establecimiento de una linea base Presente las cuatro fotografias al nifio. Diga Ahora vamos a mirar algunas caras que nos muestran cémo se sien- ten las personas. Pregunte ;Puedes sefialar la cara [feliz]? Siel nifio no consigue reconocer ninguna de estas cuatro emociones mostradas en las fotografias, comience a ensefiarle a este nivel. Procedimientos de ensefianza Se pide a los nifios que identifiquen las cuatro expresiones faciales fotogrificas de emocién (feliz/triste/enfadada/temerosa) por turno (aleatoriamente). El profesor coloca primero el juego de fotografias sobre la mesa y nombra las emociones que se muestran en cada una de ellas. Entonces se pide al nifio que aparee sus caras con las mostradas por el profesor. Pongamos aquf as cuatro caras. Son feliz, triste, enfadada, temerosa. ‘Tengo algunas caras més para que tii las mires. ;Puedes ponerlas con las. fotografias que parezcan iguales? Esta es feliz. D6nde deberfamos poner la cara feliz? 1Si, esta bien, esa cara también es feliz! Etcétera El profesor facilita la tarea al nifio proporciondndole un modelo inicial. Si se cometen errores en algiin momento, se proporciona al nifio la respuesta correcta de inmediato. Ensefianza sobre las emociones NIVEL 2: RECONOCIMIENTO DE LAS EMOCIONES A PARTIR DE DIBUJOS ESQUEMATICOS Esto punta si el nifio es capaz de identificar la cara correcta a partir de los cuatro dibujos faciales: feliz, triste, enfadada, temerosa de la misma forma que antes. Materiales y procedimientos de evaluacién Cuatro dibujos esquemiticos en blanco y negro de personas con expresiones feliz, triste, enfadada, temerosa. Las caras iguales que se entregan al nifio pueden estar dibujadas en pegatinas o enganchadas con Velcro, ete. Figura 2.2 Expresiones faciales esquemiticas de emociones (adaptadas de Hobson, 1989). *,* Cyr a” ae By Reconocimiento de las emociones a partir de dibujos esqueméaticos Establecimiento de una linea base Presente los cuatro dibujos al nifio. Diga Ahora vamos a mirar algunas caras que nos muestran cémo se sien- ten las personas. Pregunte ¢Puedes sefialar la cara [feliz]? Si el nifio no consigue reconocer ninguna de estas cuatro emociones mostradas en los dibujos, comience a ensefiarle a este nivel. Procedimientos de ensefianza Se pide a los nifios que identifiquen las cuatro expresiones faciales fotogréficas de emocién (feliz/triste/enfadada/temerosa) por turno (aleatoriamente). El profesor coloca primero el grupo de dibujos sobre la mesa y nombra las emo- ciones que se muestran en cada uno de ellos. Entonces se pide al nifio que aparee sus caras con las mostradas por el profesor. Pongamos aqui las cuatro caras. Esta es feliz, triste, enfadada, temerosa. ‘Tengo algunas caras mas para que tii las mires. ;Puedes ponerlas con los dibujos que parezcan iguales? Esta es feliz. zDénde deberiamos poner la cara feliz? iSi, esta bien, esa cara también es feliz! Etcétera. El profesor facilita la tarea al nifio proporcionandole un modelo inicial. Si se cometen errores en algiin momento, se proporciona al nifio la respuesta correcta de inmediato. 27 Ensefianza sobre las emociones NIVEL 3: IDENTIFICACION DE LAS : EMOCIONES «BASADAS EN LA SITUACION» Las emociones basadas en la situacién son las provocadas por las situaciones (por ejemplo, miedo cuando est4 a punto de producirse un accidente). A este nivel, el nifio deberd ser capaz de predecir cémo se sentir un personaje, dado el contenido emo- cional del dibujo. Materiales y procedimientos de evaluacién Juego de cuatro caras dibujadas como en la seccién previa, junto con una serie de dibujos que indican varias situaciones emocionales. El nifio necesita interpretar el contexto social y emocional del dibujo y predecir cual serd la expresin emocional de los personajes. Las situaciones indican MIEDO, FELICIDAD, TRISTEZA 0 ENFADO. Algunas veces existe una alternativa igualmente plausible (p. ¢)., algunas de las historias «tristes> también pueden invocar una respuesta de «enfado») y en ese caso el profesor debe usar su propio juicio para puntuar. Establecimiento de una linea base Para evaluar una emoci6n basada en la situacién, elija una historia de entre las sec- ciones emocionales que se incluyen a continuacién (cuatro en total). El siguiente ejemplo ilustra cémo administrar las historias, Situaci6n: El perro grande esta persiguiendo a Daniel por la carretera (ejemplo 1). Presente el dibujo al nifio. Diga: Mira, el perro grande est persiguiendo a Daniel por la carretera. Pregunta sobre la emocién: ;Cémo se sentira Daniel cuando el perro grande le persiga? ;Se sentira feliz, triste, enfadado 0 asustado? Sefiale cada una de las caras alternativamente. ‘Vamos a yer cémo se siente Daniel. E] nifio puede sefialar una cara. Mira, Daniel est asustado. Pregunta sobre el motivo: ;Por qué esté asustado? \dentificacion de las emociones «basadas en la situacién» Si el nifio no logra contestar a la pregunta sobre la emocién o el motivo sin ayuda, en cualquiera de las cuatro situaciones emocionales que usted ha elegido, comience la enseffanza en este nivel. Procedimientos de ensefianza A partir del conjunto de dibujos proporcionados (véanse las paginas siguientes), el profesor selecciona los dibujos que reflejan las cuatro emociones diferentes (feliz/ triste/enfadado/asustado). Hay doce dibujos distintos para cada emocién. El profesor muestra el dibujo al nifio y describe lo que est ocurriendo. EI profesor pregunta entonces cémo se sentird el personaje del dibujo, ayudéndo- le con cuatro alternativas posibles (p. ej., «Se sentiré feliz, triste, enfadado, asusta- do?»). Se anima al nifio a que sefiale el dibujo correcto. Si la respuesta es correcta, el profesor la refuerza y se asegura de la comprensién del nifio, preguntandole <;Por qué se siente feliz/triste, etc.?». Si la respuesta es inco- rrecta, se le proporciona la respuesta correcta y también la raz6n por la que el per- sonaje se siente de ese modo. Ejemplo de historia emocional situacional (ejemplo 22): Tomés ve a los payasos en el circo. Presente el dibujo al nifio. Mira, Tomas ve a los payasos en el circo. Pregunta sobre la emocién: ;Cémo se siente Tomas al ver a los payasos? AYUDA: {Se siente feliz, triste, enfadado, asustado? (varie el orden en que menciona las emociones). Sefiale cada una de las caras alternativamente. ‘Veamos cémo se siente Tomas. El nifio puede sefialar una de las caras. Mira, Tomas se siente feliz. Pregunta sobre el motivo: Por qué se siente feliz? Ensefianza Pregunta sobre la emocién: Para una respuesta incorrecta. ‘Vamos a ver cémo se siente Tomas. Mira, Tomas se siente feliz. Sefiale la cara de Tomas. Se siente feliz porque ve a los payasos. Sefiale los payasos. ‘Tomas se siente feliz porque ve a los payasos en el circo. Sefiale a Tomis. Ensefianza sobre las emociones Principio general de ensefianza Dele la respuesta correcta o incorrecta, siempre que proporcione al nifio el principio general subyacente a las emociones, Cuando alguien te da algo bonito/haces algo agradable (etc.), entonces te sientes feliz. Cuando pasa algo que da miedo, te sientes asustado y quieres escapar/ esconderte. Cuando pasa algo desagradable accidentalmente/la gente se marcha (ete.) y entonces te sientes triste. sientes enfadado. Cuando alguien te hace algo desagradable a propésito (etc.), entonces te | Figura 2.3 Nameros 1-48 Dibujos y procedimientos empleados para identificar las emociones < iS nG — ame = 47 Ensefianza sobre las emociones Profesor: Describa el dibujo al nifio y pidale que o bien diga cémo se siente la per- sona que aparece en la historia, o bien que sefiale una de las caras que representan emociones que aparecen abajo. Dibujo 18: La hermana de Tina le compra un cuadro con flores. Pregunta sobre la emocién: ¢Cémo se sentird Tina cuando su hermana le regale un cuadro con flores? Ayuda ~ ¢Se sentird feliz/rriste/enfadada/asustada? Pregunta de justificacién: ;Por qué se sentiré feliz/triste/enfadada/asustada? "= Cyr OK ——Z —_ — Identificacién de las emociones «basadas en la situacién» Profesor: Describa el dibujo al nifto y pidale que o bien diga cémo se siente la per- sona que aparece en la historia, o bien que sefiale una de las caras que representan emociones que aparecen abajo. Dibujo 19: Elisa empuja a Rosa en el columpio para que suba y baje. Pregunta sobre la emoci6n: {Cémo se sentira Rosa cuando Elisa empuje el columpio? Ayuda — ¢Se sentird felizhriste/enfadada/asustada? Pregunta de justificaci6n: ;Por qué se sentiré feliz/triste/enfadada/asustada? SiS % As] \\ ey Ensefianza sobre las emociones Profesor: Describa el dibujo al nifto y pidale que o bien diga cémo se siente la per- sona que aparece en Ia historia, o bien que sefiale una de las caras que representan emociones que aparecen abajo. Dibujo 20: Ana y Nuria vana una fiesta de cumpleaiios. Pregunta sobre la emoci6n: ;Cémo se sentiré Ana cuando ella y Nuria vayan a la fiesta? Ayuda — ;Se sentird feliz/triste/enfadada/asustada? Pregunta de justificaci6n: ;Por qué se sentird feliz/triste/enfadada/asustada? ee

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