La película me pareció interesante, la vi 3 días antes de que nos la dejaran como

tarea junto a mi hijo, me pareció muy interesante debido a que mi hijo padece
asperger y sentí cierta relación en cuando a como se siente mi hijo en ocasiones,
un tanto incomprendido, con talentos especiales que desgraciadamente no se han
podido desarrollar de manera oportuna debido al entorno, aunque en este
momento cuento con los recursos económicos para apoyarlo, este municipio
carece de clases especiales, talleres y áreas en donde los niños pudieran
desenvolverse.
Mi hijo tiene ciertas similitudes a Jeremias, le gusta el ajedrez, las matemáticas, y
la música
Jeremías es un niño que vive en Sonora, ahí vive con su bisabuela, abuela, tío,
padres y hermano. Su familia es una promedio es decir, nadie “hace algo
importante” y las mujeres no tiene estudios, su papá es un machista y su mamá es
una mujer con deseos de sobresalir.
El niño se siente incomprendido en la escuela, en casa y no tiene amigos hasta
que un par de adultos lo acogen como compañero de juego de ajedrez descubre
que es diferente a los demás y que eso le puede dar la seguridad de no ser como
los miembros de su familia.
A través de su actuación, podemos sentir su enojo, confusión y frustración hacia
su familia, quienes son ignorantes ante el don del niño genio y no logran
entenderlo.
La sátira social siempre está presente, algo que verdaderamente no esperaba,
considerando que es una comedia, pero lo inesperado no siempre es negativo. 
Por otro lado, la película abarca temas de los que no a mucha gente le gusta
hablar, entre ellos: la muerte, el suicidio, las creencias religiosas y el futuro de los
niños. Cabe destacar que los temas presentados se observan bajo la perspectiva
de un niño de ocho años.
Me hizo cuestionarme acerca de los sueños que yo tenía cuando era niña y en
como el entorno y mi familia fueron formando y cambiando aspectos de mi
infancia.