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Revista de hidrogeología (2021) 29:2789–2802 https://

doi.org/10.1007/s10040-021-02404-1

REPORTE

Causas y consecuencias de la extracción excesiva de agua

subterránea a largo plazo en Jordania

1
Florian Brückner1 & Rebecca Bahls1 & Mohammad Alqadi2 & Falk Lindenmaier & Ibrahim Hamdan3 &
Mohammad Alhiyari1 y Ala'a Atieh4

Recibido: 8 de diciembre de 2020 / Aceptado: 30 de agosto de 2021 / Publicado en línea: 25 de septiembre de 2021
# El(los) Autor(es) 2021

Resumen

En 2017, se llevó a cabo una revisión exhaustiva de los recursos de agua subterránea en Jordania por primera vez desde 1995. Se encontró que el cambio en
los niveles de agua subterránea entre 1995 y 2017 fue dramático: se registraron grandes disminuciones en todo el país, llegando a más de 100 m en algunas
zonas. Las áreas más afectadas son aquellas con agricultura de regadío a gran escala con agua subterránea, pero también se ven afectadas las áreas que
solo se utilizan para el suministro público de agua. La disminución de los niveles de agua subterránea y el espesor saturado plantea una amenaza creciente
para el suministro de agua potable y la demanda debe satisfacerse desde fuentes cada vez más profundas y remotas, lo que genera mayores costos de
perforación y extracción. Las curvas de nivel del nivel del agua subterránea muestran que la dirección del flujo del agua subterránea se ha invertido por
completo en algunas partes del acuífero principal. En consecuencia, los modelos conceptuales previamente establecidos, como el concepto de 12 “cuencas
de agua subterránea” que se usa a menudo en Jordania, deben revisarse o reemplazarse. Además, las condiciones hidráulicas están cambiando de confinadas
a no confinadas; Es muy probable que este sea un factor importante de la contaminación geogénica con metales pesados a través de fugas del acuitardo
bituminoso suprayacente. Se presentan tres estudios de casos ejemplares para ilustrar y discutir las principales causas de la disminución de las capas freáticas
(agricultura y crecimiento demográfico) y para mostrar cómo los resultados de esta evaluación se pueden utilizar a escala regional.

Palabras clave Regiones áridas. Agricultura . Sobre-abstracción. Abastecimiento de agua. Jordania

Introducción para suministro de agua doméstico (MWI y GTZ 2005); el consumo industrial
de agua subterránea es inferior al 5% (Margane y Almomany 1995). Se han
La sobreexplotación de los recursos de agua subterránea en Jordania ha implementado muchas medidas para paliar el déficit: reutilización de aguas
estado en curso durante al menos 30 años y se ha convertido en una residuales (Abdulla et al. 2016), reducción de fugas (Al-Ansari et al. 2014),
amenaza creciente para el suministro de agua potable en el país (Salameh cierre de pozos ilegales (MWI 2017) y desalinización de aguas superficiales
2008). Las principales razones del déficit hídrico son el elevado crecimiento y subterráneas salobres (World Banco 2004). Los aumentos de tarifas
demográfico y la intensificación de la agricultura de regadío, pero también también se han utilizado para hacer que los pozos ilegales no sean rentables
influyen otros factores como el cambio climático. En total, el 55% de todas (Al Naber y Molle 2017b); sin embargo, esos esfuerzos no han sido suficientes
las aguas subterráneas se utiliza para la agricultura y el resto principalmente para mantener el ritmo de la creciente demanda de la agricultura y el aumento
de la población (Yorke 2016). Los pozos de monitoreo en todo el país
registran caídas dramáticas en los últimos ~25 años, en promedio alrededor
* Florian Brückner
de 50 m pero hasta 100 m en casos extremos (Bahls et al. 2018; Fig . 1). La
florian.brueckner@bgr.de
descarga de manantial promedio total de 5 años en todos los acuíferos
disminuyó de 249 millones de metros cúbicos por año (MCM/año) en 1971–
1
Bundesanstalt für Geowissenschaften und Rohstoffe, Stilleweg 2,
1975 a 136 MMC/año en 2011–2015 (MWI y BGR 2019) .
D-30655 Hannover, Alemania
2
Lehrstuhl für Hydrologie und Flussgebietsmanagement, Technische
Universität München (TUM), 80333 Múnich, Alemania
Varias consecuencias negativas surgen de esta sobreexplotación.
3
Instituto de Ciencias Ambientales y de la Tierra, Geología Aplicada y
Debido a la gran extracción, el agua para el suministro público de agua y la
Departamento de Ciencias Ambientales, Universidad Al al-Bayt,
Mafraq 25113, Jordania agricultura debe bombearse desde profundidades cada vez mayores.
4 Sondeos de más de 500 m
Ministerio de Agua y Riego, Amman, Amman 11181, Jordania
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2790 Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802

Fig. 1 Ubicaciones de estudios de casos discutidos en el texto y extracción en el acuífero principal de piedra caliza (A7/B2) entre 1995 y 2017 (modificado de
MWI y BGR 2019 )

profundidad con una elevación de bombeo de más de 300 m son (Goode et al. 2013), por ejemplo, mediante la movilización de metales
comunes en Jordania (MWI 2019). Se han perforado numerosos pesados debido a condiciones redox cambiantes (Al Kuisi et al. 2015)
pozos a profundidades de 1.000 m para investigar el potencial de las o mediante la extracción de aguas subterráneas más profundas y
aguas subterráneas profundas, algunos de los cuales ahora se mineralizadas (Salameh 1996; Kaudse 2014). Además, los
utilizan para la producción de agua potable, por ejemplo, en el campo ecosistemas están amenazados por la reducción del flujo base y el
de pozos de Lajjun en el centro de Jordania (Margane et al. 2010) . cese del flujo de manantial; el ejemplo más notable de esto son los
La electricidad necesaria para bombear agua subterránea ya manantiales que alimentaban el humedal de Azraq, una parada
representa el 15 % de la factura energética nacional (NEPCO 2018). importante para las aves migratorias y para las antiguas rutas
Se ha informado sobre la disminución de la calidad del agua debido a la extracción
comerciales
excesiva
en el desierto oriental de Jordania. El humedal está ahora en sólo
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Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802
10% de su tamaño original y se abastece con agua subterránea bombeada
(RSCN 2015). Los cambios hidráulicos a gran escala causados por la
sobreexplotación ocurren en muchos acuíferos en todo el mundo. Algunos
ejemplos bien conocidos causados principalmente por la extracción agrícola
incluyen los acuíferos de High Planes y Central Valley en los Estados Unidos
(Scanlon et al. 2012; McGuire 2017) , la llanura del norte de China (Foster et
al. 2004; Currell et al. 2012 ). ), el norte de India (Kumar Joshi et al. 2021) y
Yemen (Alwathaf y El Mansouri 2012).
Los cambios hidráulicos debido al rápido crecimiento de la población están
generalizados alrededor de los grandes centros urbanos como la Ciudad de
México (Carrera-Hernández y Gaskin 2007) y en muchas megaciudades de
rápido crecimiento en Asia, como Bankok en Tailandia (Lorphensri et al.
2011), Dhaka en Bangladesh ( Islam et al. 2021; Khan et al. 2016), Yakarta
en Indonesia (Kagabu et al. 2011) y Kolkata en India (Sahu et al.
2013). Además de los efectos negativos ya mencionados, la sobreexplotación
de los recursos de aguas subterráneas y la subsiguiente disminución del
nivel de las aguas subterráneas a menudo provocaron el hundimiento de la
tierra en los acuíferos aluviales (Galloway y Burbey 2011) y la intrusión de
agua de mar en los acuíferos costeros (Alfarrah y Walraevens 2018 ) .
A pesar de las consecuencias, los intentos de cuantificar la escala del
problema en Jordania son sorprendentemente raros: la última evaluación
exhaustiva de los recursos de agua subterránea a escala (sub)nacional se
remonta a principios de la década de 1990 para el sur de Jordania (Hobler et
al. . 1991) y mediados de la década de 1990 para el norte de Jordania (Hobler
et al. 2001). Los cálculos del presupuesto de agua basados en datos
climáticos y datos oficiales de extracción subestiman ampliamente el déficit
debido a la escasez de datos. Dado que las decisiones de gestión del agua
basadas en estos datos podrían no ser suficientes, para llenar este vacío, se
realizó un estudio integral de evaluación de aguas subterráneas en 2017
(MWI y BGR 2019). El estudio se publicó en 2019 con muchos mapas
complementarios, todos disponibles en línea (MWI y BGR 2019). El resultado
principal de esto es un mapa de contorno de agua subterránea actualizado
(Fig. 2). A partir de este mapa, se derivaron mapas secundarios que muestran
los niveles de agua subterránea desde 1995, la profundidad del agua
subterránea y el espesor saturado restante. Juntos forman una base
importante para la gestión de los recursos de agua subterránea en Jordania,
mostrando dónde los pozos podrían secarse pronto y dónde aún existen
ubicaciones favorables para pozos de reemplazo.
Las curvas de nivel de las aguas subterráneas también son la entrada
principal para delinear las zonas de captación de aguas subterráneas. El
concepto de 12 “cuencas de agua subterránea”, introducido en el primer Plan
Maestro Nacional del Agua (Vierhuff y Trippler 1977) todavía se usa
ampliamente en la literatura, sin tener en cuenta los patrones cambiantes del
flujo de agua subterránea debido a la extracción excesiva.
Este informe se basa en tres estudios de caso para mostrar qué factores
han contribuido a los cambios desde los estudios anteriores y resaltar cómo
los resultados del nuevo estudio pueden utilizarse a nivel regional.
Representan algunas de las áreas con mayor reducción.
2791
Área de estudio
Jordania se encuentra en el noreste de la península arábiga y el clima es
mediterráneo con veranos cálidos y secos e inviernos frescos. Las
precipitaciones se producen únicamente durante los meses de invierno y su
distribución está controlada principalmente por la topografía y la distancia al
mar Mediterráneo (Margane y Zuhdy 1995). El Valle del Jordán, con
elevaciones de hasta 400 m bajo el nivel del mar, recibe una precipitación
media anual de alrededor de 300 mm y tiene un clima subtropical. Las
precipitaciones aumentan con el aumento de la elevación y alcanzan hasta
600 m/año en las tierras altas del norte de Jordania. Hacia el este y el sur, el
clima es cada vez más árido, con un 90% de la superficie terrestre recibiendo
lluvias de menos de 200 m/año. Las temperaturas alcanzan los 40 °C en
verano y pueden llegar a menos de cero grados en invierno (Margane y
Zuhdy 1995).
En Jordania se pueden diferenciar tres sistemas acuíferos principales.
El más antiguo es un complejo de arenisca del Cámbrico al Cretácico Inferior
que aflora a lo largo del Rift del Mar Muerto y en el sur de Jordania. Alrededor
del 20% de toda el agua subterránea en Jordania se extrae de este sistema
acuífero (Hobler et al. 2001), casi en su totalidad de un solo campo de pozos
cerca de la frontera con Arabia Saudita, el Disi Wellfield (UN-CESPAO y BGR
2013). Por encima de este complejo acuífero se encuentra un acuífero de
piedra caliza del Cretácico Superior, conocido localmente como el acuífero
A7/B2. Este es el acuífero más importante de Jordania y representa alrededor
del 50 % de todas las aguas subterráneas extraídas (MWI 2019). El resto de
las aguas subterráneas proceden de diferentes acuíferos someros, en su
mayoría basálticos y calcáreos del Eoceno, que cada vez son menos
importantes debido a que muchos de los manantiales que brotan de ellos se
han secado.
El enfoque de este estudio está en el principal acuífero de piedra caliza
(A7/B2), que se encuentra en la mayor parte del país con la excepción del
desierto del sur y la escarpa del Rift del Mar Muerto. Aflora a lo largo de las
Tierras Altas de Jordania y desciende ligeramente hacia la depresión de Wadi
Sirhan en el este (Fig. 1), donde alcanza su espesor máximo de hasta 2200
m.
El A7/B2 es principalmente un acuífero de roca fracturada, pero hay un grado
moderado de karstificación donde aflora en zonas de mayor precipitación,
especialmente en las Tierras Altas del Norte.
La conductividad hidráulica horizontal generalmente está entre 10ÿ6 y 10ÿ4
m/s y aproximadamente 10 veces mayor que la conductividad hidráulica
vertical (MWI y BGR 2019).
materiales y métodos
Los niveles de agua subterránea en Jordania son medidos por el Ministerio
de Agua e Irrigación (MWI), ya sea manualmente a intervalos mensuales o
mediante estaciones de monitoreo telemétricas a intervalos diarios.
Las mediciones manuales se ingresan en la base de datos central del
Ministerio (Sistema de Información del Agua, WIS), mientras que los datos
telemétricos se transmiten a una base de datos en línea (SEBA
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2792 Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802

Fig. 2 Niveles de agua subterránea

en el acuífero A7/B2 en 2017.
Modificado de MWI y BGR (2019 )
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Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802
hidrocentro). En 2017, el MWI y el Instituto Federal Alemán de Geociencias y
Recursos Naturales (BGR) llevaron a cabo una extensa campaña de campo
para medir los niveles de agua subterránea, tanto en pozos de monitoreo para
validación (n = 34) como en pozos de bombeo detenidos para mantenimiento
o rehabilitación. (n = 64) para una mejor distribución espacial de los datos. Las
mediciones se utilizaron para verificar los valores de las bases de datos del
WIS y SEBA y los datos se corrigieron si había errores obvios.
tomas tales como cambios repentinos o valores atípicos. La elevación absoluta
[m NN] de todos los pozos de extracción y monitoreo medidos, así como la
ubicación de los manantiales, se volvió a medir por medio de un sistema de
posicionamiento global diferencial (DGPS). En áreas donde los datos
gubernamentales sobre aguas subterráneas son escasos, también se utilizaron
datos de consultores, proveedores de agua y empresas de perforación (n =
138). Este es particularmente el caso en el este de Jordania, donde la
densidad de población es baja. Cuando no se disponía de otros datos, se
utilizaron la elevación de los manantiales (n = 10) y los datos históricos
extrapolados del WIS (n = 22). Para este último se aplicó la tendencia lineal
de los últimos 5 años (2012-2016).
Los contornos de las aguas subterráneas se dibujaron a mano, utilizando
el mismo enfoque que en los estudios anteriores de la década de 1990 para
mejorar la comparabilidad. Además, se pueden considerar muchos factores
que influyen en los niveles de las aguas subterráneas, como la topografía, la
geología estructural, la ubicación de los pozos de producción y las plantas de
tratamiento de aguas residuales, así como los patrones de flujo conocidos de
los estudios locales (Brückner et al. 2015; Dorsch et al. 2020 ) . ; Gassen et
al. 2013; Margane et al. 2009, 2010, 2015). Para calcular las diferencias entre
los datos del nuevo y el
mapas antiguos, los contornos de las aguas subterráneas se convirtieron en
una superficie continua (ráster) utilizando un entorno de sistema de información
geográfica (SIG). Para el cálculo de la profundidad de las aguas subterráneas,
el ráster de los niveles de aguas subterráneas se sustrajo de un ráster de
elevación de la superficie (SRTM-1; USGS 2015). El espesor saturado y las
áreas donde está confinado el acuífero se calcularon combinando niveles de
agua subterránea con rásteres de geometría del acuífero (Brückner 2018). El
déficit de agua subterránea se determinó multiplicando la pérdida de espesor
saturado por el área correspondiente y la porosidad, que se supone entre 1 y
3 % (Bahls et al. 2018).
Las áreas agrícolas mencionadas en la sección "Materiales y métodos" se
mapearon utilizando el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI)
calculado a partir de imágenes Landsat de agosto de cada año (final de la
estación seca) para garantizar que estas áreas estén irrigadas por agua
subterránea y no sean de secano. .
Resultados y discusión
Visión general
Los niveles de agua subterránea en el acuífero A7/B2 han caído
dramáticamente en la mayoría de las áreas donde los datos han estado
disponibles desde 1995 (Fig. 1). Los mayores descensos se han producido en el norte a lo largo
2793
la frontera con Siria, al sur de la capital Amman y al este del sitio arqueológico
de Petra en el sur de Jordania (Fig. 1).
La disminución no es constante en el tiempo: en muchos pozos, la tendencia
se acelera, alcanzando hasta 10 m/año en 2017. Se puede observar una
aceleración de la reducción en alrededor del 30 % de todas las series
temporales de pozos de monitoreo. En los pozos de producción, este
porcentaje es probablemente más alto porque algunas áreas de alto descenso
están subrepresentadas por los pozos de monitoreo. Sin embargo, los niveles
de agua subterránea en los pozos de producción no se miden de manera
rutinaria, solo para estudios específicos.
Las áreas no saturadas en el acuífero A7/B2 han aumentado alrededor de
un 20% entre 1995 y 2017. La pérdida de espesor saturado corresponde a un
déficit de agua subterránea promedio anual de entre 220 y 665 Mm3/año en
el acuífero A7/B2, asumiendo una porosidad entre uno y 3%, respectivamente.
En contraste, el déficit calculado con los datos de extracción reportados es
solo entre 170 y 210 MMC/año para todos los acuíferos. Solo aproximadamente
la mitad de esta extracción informada corresponde al acuífero A7/B2, por lo
que el déficit solo en este acuífero sería significativamente menor (MWI 2013,
2015, 2017).
Otros estudios informan resultados similares que muestran que la
extracción real es mayor que la extracción oficial.
Liesch y Ohmer (2016) estimaron las pérdidas de almacenamiento de agua
subterránea a partir de los datos del satélite GRACE en un promedio de 205
MMC/año entre 2003 y 2013 en el norte de Jordania, en comparación con los
145 MMC/año calculados con la extracción informada. En dos de las cinco
áreas que investigaron, el déficit era el doble de lo que se informó oficialmente
y en un área incluso cuatro veces más. Al-Bakri (2016) calculó que la
extracción documentada para la agricultura en 2015 fue solo del 57 al 83 %
de la demanda de agua de cultivo prevista a partir de los patrones de cultivo
detectados remotamente, mientras que Margane et al. (2015) estimaron que
la extracción real podría ser de dos a tres veces mayor que la informada
oficialmente en función de la pérdida de espesor saturado.
Estas discrepancias se pueden explicar principalmente con el agua no
contabilizada. Algunos de los problemas más importantes son las extracciones
ilícitas y el robo de agua, la medición faltante o falsa y las fugas. Los pozos
ilegales y las conexiones de agua se han representado a partir de imágenes
satelitales mediante la identificación de cultivos de regadío que están lejos de
los pozos autorizados (Al-Bakri et al. 2016).
Entre 2007 y 2017, el gobierno rellenó 1443 pozos ilegales (MWI 2017). Fitch
(2001) encontró que aunque el 90 % de los pozos agrícolas encuestados (n =
156) en la cuenca Amman Zarqa tenían un medidor de agua, solo el 61 %
funcionaba correctamente. Una encuesta de medidores de agua a granel (n =
475) reveló condiciones aún peores en el suministro público de agua. Un total
del 46 % de los medidores no funcionaba en absoluto y de los medidores
restantes, el 43 % no midió con precisión (USAID 2015). Las fugas son
comunes, pero difíciles de detectar debido al suministro de agua intermitente.
Grimmeisen et al. (2016) identificaron fugas en la red de agua a través del
monitoreo de alta resolución del flujo y la composición del manantial. Según
un análisis en Madaba gover norate en el centro de Jordania (Fig. 1), las fugas
representan dos tercios
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2794 Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802

Fig. 3 a Cambio en la dirección del flujo de agua subterránea entre 1995 y 2017. crecimiento y refugiados sirios registrados (línea roja) y disminución del nivel de
b Áreas no saturadas y espesor saturado restante. c Expansión de áreas agua subterránea medido en el pozo de monitoreo AL 3387. d Áreas agrícolas
agrícolas entre 1995 y 2017 en mapa recuadro (puntos), población entre 1995 y 2017 en el mapa insertado
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Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802
de agua no facturada en el suministro público de agua, o alrededor del 20%
del total de agua suministrada (Aboelnga et al. 2018).
Las consecuencias de la disminución de las aguas subterráneas varían
según las regiones. Los costos operativos están aumentando debido al
mayor consumo de electricidad por parte de bombas más grandes y potentes
y elevadores de bombeo más altos. Cuando los pozos se secan, los pozos
de reemplazo a menudo se perforan más profundo y lejos de los consumidores (W.con agua subterránea en el área de estudio se han multiplicado por más de
Taha, comunicación personal, 2019). La capital, Ammán, recibe agua del siete, de 3,2 km2 en 1995 a 24,5 km2 en 2017 (Fig. 3c, d). La población de
campo de pozos de la Autoridad de Agua y Alcantarillado de Ammán (AWSA,
por sus siglas en inglés) cerca de Azraq, aproximadamente a 80 km al este,
y del acuífero de arenisca fósil en la frontera sur, a casi 300 km de distancia
(y alrededor de 800 m más abajo en elevación).
En las siguientes secciones, se utilizan tres estudios de caso para
resaltar las diferentes causas y consecuencias de la sobreexplotación de las
aguas subterráneas. En la meseta basáltica del norte de Jordania, el
desarrollo de la agricultura de regadío condujo a la disminución de los niveles
de las aguas subterráneas y a una reversión a gran escala de las direcciones
del flujo de las aguas subterráneas. En Wadi Al Arab, en el noroeste de
Jordania, la extracción para el suministro de agua potable condujo a la
disminución de los niveles de las aguas subterráneas y al cambio de las
condiciones de confinamiento, lo que provocó la contaminación geogénica
de las aguas subterráneas. Cerca de Petra, en el sur de Jordania, la recarga
reciente es insignificante y casi toda la extracción proviene de aguas
subterráneas fósiles. Un gradiente paleo-agua subterránea hacia el Mar
Muerto aumenta la disminución de los niveles de agua subterránea causada
por la extracción para la agricultura, el uso doméstico y el turismo.
Estudio de caso de la meseta de basalto
La meseta de basalto es un paisaje desértico característico en el noreste
de Jordania. La topografía es mayormente plana pero se eleva suavemente
hacia la montaña Jebel Al Druze en el sur de Siria, el área principal para la
recarga de aguas subterráneas. Las colinas más pequeñas están formadas
por canales de alimentación volcánicos, a menudo alineados a lo largo de
fallas (Fig. 3a). Los cantos rodados de basalto oscuro que cubren la superficie
son producto de la erosión de los volcanes del Mioceno-Cuaternario (Allison
et al. 2000).
Debido a una precipitación media anual de menos de 200 mm y la
ausencia de arroyos o lagos perennes, el área estuvo poblada tradicionalmente
por beduinos nómadas. La introducción de bombas diesel en la década de
1980 permitió la agricultura irrigada con agua subterránea (UN-ESCWA y
BGR 2013), una práctica que el gobierno alentó activamente para desarrollar
económicamente el área y asentar a los beduinos (Fitch 2001). En la década
de 1990, la extracción excesiva ya se había convertido en un problema y se
establecieron leyes para regular la perforación, limitar la extracción mediante
licencias y cerrar pozos ilegales (Al Naber y Molle 2017a). Sin embargo, la
expansión de la agricultura en el área aún está en curso (Fig. 3c, d), con un
cambio hacia campos más grandes y cultivos de alto valor, administrados
por inversionistas para el mercado de exportación y manejados por mano de
obra extranjera, a menudo de Egipto o Yemen ( Al Naber y Molle 2017b).
Los pozos para el suministro público de agua de las gobernaciones del norte
se alinean a lo largo
2795
Carretera de Bagdad que conecta Jordania e Irak (Fig. 3a). La mayoría de
los pozos extraen agua del acuífero principal de piedra caliza (A7/B2), que
está conectado hidráulicamente al acuífero de basalto poco profundo
suprayacente en la parte occidental del área de estudio, formando un acuífero
combinado. En la parte oriental, los dos acuíferos están separados por las
margas del acuitardo B3 (UN-ESCWA 1996). Las áreas agrícolas irrigadas
Jordania se ha duplicado aproximadamente de 4,8 millones a 10 millones en
2017 (Fig. 3c). Además, Jordania alberga a más de 600 000 refugiados
sirios, de los cuales alrededor del 20 % vive en el área de estudio, lo que
ejerce una presión adicional sobre los recursos hídricos.
Sin embargo, la disminución acelerada de los recursos de aguas subterráneas
es anterior al inicio de la Guerra Civil Siria en 2011 por varios años. Como
ejemplo, el gráfico de monitoreo del pozo de observación AL3387 se muestra
en la Fig. 3c, donde la aceleración del declive comenzó en 2007.
Las curvas de nivel actualizadas de las aguas subterráneas sugieren
que se ha formado un cono de descenso regional alrededor de la zona
agrícola al norte de la ciudad de Mafraq, lo que conduce a una inversión total
de la dirección del flujo de aguas subterráneas en la parte oriental del área
(Fig. 3a) en comparación con la anterior . en 1995. Esto significa que las
zonas de captación de agua subterránea cambian con la disminución de los
niveles de agua subterránea. El concepto estático de “cuencas de agua
subterránea” (Vierhuff et al. 1977) no tiene esto en cuenta porque se
desarrolló antes de que ocurriera una extracción excesiva generalizada.
Además, el concepto no considera los diferentes sistemas acuíferos. Se ha
demostrado que se producen fugas significativas entre los sistemas acuíferos:
toda el agua subterránea finalmente llega al acuífero profundo de arenisca y
fluye hacia el Mar Muerto, el nivel de drenaje más profundo de la tierra. En
lugar de “cuencas de aguas subterráneas”, se recomienda utilizar acuíferos
individuales o sistemas acuíferos como punto de referencia.
La profundidad hasta el nivel freático aumenta desde alrededor de 100
m en el sur del área de estudio hasta 500 m en las laderas de Jebel al Druze,
cerca de la frontera con Siria. En los pozos de suministro público de agua a
lo largo de Baghdad Road, la profundidad hasta el nivel del agua subterránea
se encuentra principalmente entre 250 y 300 m. El mapa de espesor saturado
(Fig. 3b) muestra el espesor saturado restante y las áreas donde el acuífero
A7/B2 ya se ha secado (áreas no saturadas).
Muchos pozos ubicados en áreas con menos de 100 m de espesor saturado
sufren de baja productividad o podrían secarse en un futuro cercano, entre
ellos tres pozos perforados para el suministro de agua del campo de
refugiados de Zaatari, el campo de refugiados más grande de Jordania (van
der Helm et al. 2017).
Estudio de caso del campo de pozos de Wadi Al Arab
Wadi Al Arab es un valle cercano a la confluencia del río Jordán y el río
Yarmouk en la parte noroeste de Jordania (Fig. 4a). El campo de pozos está
ubicado aguas arriba de la presa homónima (Fig. 4b), que se encuentra a
una altura
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2796 Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802

Fig. 4 un campo de pozos de Wadi Al Arab. b Niveles de agua subterránea en el pozo de monitoreo AE1003 y concentraciones de molibdeno en el pozo AE3021
(Dorsch et al. 2020). c Condiciones hidráulicas regionales. d Perfil hidrogeológico A–Aÿ (c)
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Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802
de 100 m bajo el nivel del mar. La recarga proviene principalmente de las
tierras altas de Ajloun, al sur del área de estudio, que reciben una
precipitación media anual de hasta 550 mm, la más alta registrada en
Jordania. Rodiger et al. (2014) determinaron que la recarga promedio en el
área es del 12% de la precipitación con un modelo hidrológico calibrado con
diferentes conjuntos de datos independientes.
El campo de pozos de Wadi Al Arab (Fig. 3c) proporciona alrededor del
40% del suministro de agua potable de Irbid (Alqadi et al. 2019), una de las
ciudades más grandes de Jordania con casi 1 millón de habitantes (DoS
2019). Cuando se estableció el campo de pozos en 1982, seis de los nueve
pozos del campo de pozos de Wadi Al Arab eran artesianos; sin embargo,
solo unos pocos años después de que comenzara la producción, los niveles
de las aguas subterráneas comenzaron a descender y el flujo de manantial
en el área cesó casi por completo (Subah y Hobler 2006). Hoy en día, las
tasas de disminución del nivel del agua subterránea en el campo de pozos
se encuentran entre las más altas de Jordania. El pozo de monitoreo más
cercano AE1003, ubicado 5 km aguas arriba del campo de pozos (Fig. 4a,c),
muestra una disminución de 3 m/año con una variación estacional de
alrededor de 1 m (Fig. 4b). Las mediciones en pozos de producción
desconectados por mantenimiento revelaron que las tasas de disminución
en el campo de pozos son en realidad de hasta 10 m/año (Dorsch et al. 2020).
En consecuencia, el acuífero se está volviendo cada vez más
desconfinado. Más abajo, hacia el valle del Jordán, aún prevalecen las
condiciones artesianas (Fig. 4a, c, d). Los patrones de isótopos estables en
las muestras de agua muestran que el agua no pasa por el acuitardo y se
mezcla con el agua subterránea en el valle del Jordán (Salameh 2004),
posiblemente a través de la falla transformante del Mar Muerto.
Las condiciones hidráulicas cambiantes de confinadas a no confinadas
tienen implicaciones en la calidad del agua: se supone que la edad de fuga
hacia abajo de las secciones ricas en materia orgánica en el acuitardo
suprayacente es la causa principal del aumento de las concentraciones de
molibdeno (Al Kuisi et al. 2015) y la fuerte metales (Dorsch et al. 2020). Por
ahora, el proveedor de agua logra la calidad del agua potable a través de la
dilución con agua del campo de pozos Tabaqat Fahel cercano (Subah y
Hobler 2006), pero si se afectan más pozos, el tratamiento costoso es
inevitable. Es probable que sellar el acuitardo durante la construcción del
pozo reduzca las concentraciones, pero aún no es una práctica común. En
el futuro, este proceso podría afectar grandes partes del norte de Jordania
que tienen una configuración hidrogeológica similar (Fig. 4a). Aparte de los
problemas de calidad, las condiciones hidrogeológicas en el campo de
pozos son favorables, con una profundidad a nivel freático de alrededor de
100 m y un espesor de saturación remanente de alrededor de 350 m en la
mayoría de los pozos.
estudio de caso petra
La antigua ciudad de Petra se encuentra a mitad de camino entre el Mar
Muerto y el Mar Rojo en la parte superior de la fosa oriental del Valle del
Rift del Mar Muerto. Petra fue tallada en areniscas que están cubiertas por
las calizas del acuífero A7/B2 al este de la ciudad en
2797
las Tierras Altas de Jordania. Al oeste de Petra, la topografía cae
abruptamente hacia el Valle del Rift (Fig. 5a). La precipitación anual
promedio alcanza hasta 200 m/año en las elevaciones más altas del área
de estudio, pero disminuye a menos de 50 m/año hacia el este (Fig. 5b).
Hobler et al. (1991) determinaron que la recarga es el 10% de la precipitación
en áreas donde la precipitación anual supera los 300 m/año, basándose en
modelos de aguas subterráneas. Según Hobler et al. (1991), la proporción
de recarga luego disminuye ligeramente con la disminución de la precipitación,
y en áreas donde la precipitación es inferior a 75 m/año, esencialmente no
hay recarga. Debido a la topografía empinada alrededor de Shobak en la
parte norte del área de estudio, la proporción de recarga podría ser aún
menor debido a la alta escorrentía superficial. Esto significa que casi toda el
agua subterránea en el área de estudio es agua subterránea fósil. Ya en el
año 300 antes de la era común (a. C.), los antiguos nabateos canalizaban el
agua de los manantiales cercanos a la ciudad de Petra, excavada en la roca,
como parte de su elaborado sistema de suministro de agua para la ciudad
(Ortloff 2005) . Hoy en día, casi 1 millón de personas visitan las ruinas cada
año, generando ingresos significativos, pero también ejerciendo una presión
adicional sobre los recursos hídricos. (Figura 5c).
Los niveles de agua subterránea han descendido más de 90 m en el
centro del área de estudio desde 1995 (Fig. 5b). Además de la variación
estacional de 1 m/año, el gráfico de monitoreo del pozo G1346 muestra una
disminución sostenida de 3 m/año que aumenta a 5 m/año desde alrededor
de 2007 (Fig. 5c) . El agua subterránea fluye hacia el este debido a la
geometría del acuífero y llega al acuífero inferior de arenisca a través de
una fuga donde fluye hacia el oeste hacia el Mar Muerto (Salameh y Udluft
1985; Fig . 5a).
Este patrón de flujo está estrechamente relacionado con el paleoclima y la
tectónica: hace unos 15ÿ000 años, el clima regional era húmedo y el
paleolago de Lisan ocupaba una gran parte del valle del rift (Levy et al.
2019; Fig. 5a ) . Los registros sedimentarios muestran evidencia de un gran
humedal a unos 50 km al este de Petra, ahora completamente seco, que
solía cubrir aproximadamente la mitad del tamaño del lago Lisan, lo que
indica un nivel freático significativamente más alto que el actual (Mischke et
al. 2015; Fig . 5a ) . Desde entonces, el clima ha sido más o menos similar
al actual, con la excepción de dos períodos húmedos más cortos y menos
intensos en ca. 10.000 y 5.000 BP, respectivamente. Como resultado del
clima cambiante, el nivel del agua del lago Lisan (nivel de drenaje tanto para
el agua superficial como para el agua subterránea) descendió 200 m y el
lago se separó para formar el Mar Muerto y el Lago Tiberíades. El gradiente
más pronunciado da como resultado un mayor flujo de agua subterránea
hacia el Mar Muerto. El modelado de aguas subterráneas indica que aún no
se ha alcanzado un nuevo equilibrio y que los niveles freáticos aún están
disminuyendo debido a esto (Hobler et al. 1991). Durante las últimas
décadas, el nivel del agua del Mar Muerto ha disminuido a un ritmo de casi
1 m/año (Fig. 5c). La interfaz de agua salada-agua dulce también se está
retirando debido a la disminución, lo que provoca una entrada adicional de
agua subterránea. Salameh y El-Naser (2009) calculan que se necesita una
entrada adicional de 461 MMC de agua subterránea cada año para
compensar la pérdida de agua salada y
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2798 Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802

Fig. 5 a Mapa de ubicación, características paleohidrológicas (modificado de Levy et lluvia (base de datos del SIO). c Serie temporal de descenso del nivel de las aguas
al. 2019; Mischke et al. 2015) y dirección del flujo de agua subterránea regional. b subterráneas y del Mar Muerto, en comparación con el aumento del número de
Disminución del nivel de agua subterránea entre 1995 y 2017 y promedio anual turistas. d Serie temporal de niveles de agua subterránea (pozo de monitoreo G1346) y lluvia
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Hidrogeol J (2021) 29: 2789–2802
alcanzar el equilibrio hidrostático. Además, se forman sumideros donde el agua
dulce disuelve las capas de sal que antes estaban saturadas con agua
subterránea salina (Yechieli et al. 2016).
El cambio climático es otro factor que disminuye la disponibilidad de agua:
las dos estaciones pluviométricas del área de estudio muestran una disminución
promedio de alrededor de 1,5 m/año (G0009) y 4,5 m/año (DA0003) en los
últimos 25 años (Fig. 5d ) . Se puede observar una tendencia similar en el resto
de Jordania: Rahman et al. (2015) informan una disminución promedio de 0,41
m/año de 58 estaciones en Jordania durante 44 años. Las proyecciones del
clima futuro predicen que la tendencia continuará junto con el aumento de las
temperaturas, lo que disminuirá aún más la recarga (MoE y PNUD 2014). A partir
de 2017, la profundidad promedio del nivel freático en esta área de estudio es
de alrededor de 100 m, con alrededor de 200 m de espesor saturado restante.
Retos y limitaciones metodológicas
Además de los resultados, durante el análisis se revelaron importantes
observaciones sobre el monitoreo de las aguas subterráneas. La calidad de los
datos de monitoreo en Jordania varía desde excelentes series de datos a largo
plazo hasta series cortas con saltos, lagunas y cambios que a menudo pueden
estar relacionados con la introducción del monitoreo telemétrico (y el fin de las
mediciones manuales) a partir de 2010. El el principal déficit es la ausencia de
control de calidad antes de ingresar los datos en la base de datos; por lo tanto,
es necesaria una selección, validación y limpieza de datos extensas y que
consumen mucho tiempo para garantizar su utilidad. Los errores más comunes
identificados fueron errores de entrada de datos en el caso de mediciones
manuales y calibración incorrecta, batería baja, vandalismo y sensores por
encima del nivel freático en el caso de mediciones telemétricas. Coordenadas y
elevación de pozos
son frecuentemente inexactos: en lugar de medir las coordenadas en el campo,
a menudo se leen de un mapa. Además, la ubicación propuesta de un pozo a
menudo se ingresa en la base de datos del WIS, en lugar de la ubicación en la
que realmente se perforó el pozo. En pozos telemétricos, los valores atípicos y
la desviación del sensor son comunes. Debido a restricciones financieras, los
pozos de monitoreo generalmente no se construyen a propósito. En cambio, los
pozos de bombeo de bajo rendimiento fuera de servicio con una conexión
cuestionable al acuífero y/o un diseño de pozo desconocido se convierten en
pozos de monitoreo. En algunos casos, no están lejos de pozos de bombeo
activos y, por lo tanto, registran niveles dinámicos de agua subterránea en lugar
del nivel natural de agua subterránea. La extrapolación de datos históricos debe
usarse con cuidado, porque las tendencias y las variaciones estacionales no son
sistemáticas y pueden variar significativamente entre áreas. Aunque el enfoque
de dibujar líneas de contorno manualmente da como resultado una representación
más precisa del entorno hidrogeológico, se basa en el juicio de expertos y, por
lo tanto, es difícil de reproducir. Algunas de las diferencias entre los mapas de la
década de 1990 y la actualización de 2017 pueden deberse a la diferente
interpretación de los datos.
2799
Conclusiones
La primera evaluación integral de las aguas subterráneas en Jordania desde la
década de 1990 (MWI y BGR 2019) revela una disminución drástica del nivel de
las aguas subterráneas en gran parte del país.
Los datos validados de los pozos de monitoreo y otras fuentes brindan una
imagen continua de la situación del agua subterránea en gran parte del acuífero
principal de Jordania, incluidas las direcciones de flujo, el espesor saturado y la
reducción desde 1995.
Tres estudios de caso ilustran las principales causas y consecuencias de la
extracción excesiva a largo plazo, en la que en la meseta de basalto, las áreas
agrícolas irrigadas con agua subterránea se multiplicaron por más de seis desde
1995, mientras que la población de Jordania se duplicó durante el mismo tiempo.
Debido a la mayor extracción de agua subterránea, la dirección del flujo de agua
subterránea ha cambiado significativamente y la disminución del espesor
saturado afecta el rendimiento de los pozos. En el campo de pozos de Wadi Al
Arab, las condiciones hidráulicas se vuelven cada vez más libres debido a la alta
caída. Se sospecha que este es uno de los principales impulsores de la fuga
descendente de contaminantes geogénicos del acuitardo suprayacente.
Alrededor de Petra, la recarga es mucho menor que la extracción debido al clima
árido.
El agua subterránea extraída es en su mayor parte agua subterránea fósil del
último período húmedo, lo que da lugar a grandes extracciones. Los impulsores
de la disminución de las aguas subterráneas a menudo se superponen y son
difíciles de separar unos de otros. Sin embargo, el análisis de los datos de
monitoreo de aguas subterráneas puede ayudar a identificar brechas importantes
en los datos; por ejemplo, la extracción de la agricultura probablemente se
subestime por un factor de al menos dos. El conjunto de mapas presentado en
este estudio (contornos de agua subterránea, espesor saturado y tasa promedio
de disminución del nivel de agua subterránea) proporciona información clave
para los tomadores de decisiones, los investigadores y el público en general. La
actualización de los datos de aguas subterráneas muestra que se han producido
grandes cambios que hacen necesario actualizar también modelos conceptuales
como el concepto de las 12 “cuencas de aguas subterráneas” de Jordania.
Además de los resultados de la evaluación, un análisis exhaustivo de la red
de monitoreo y los datos reveló varias deficiencias. Aunque la red de monitoreo
en Jordania es extensa, todavía existen algunos vacíos, especialmente en el
este de Jordania y en las tierras altas donde no existen muchos pozos. En
algunas áreas, los pozos de monitoreo están ubicados demasiado cerca de los
pozos de bombeo u otros pozos de monitoreo. En consecuencia, fue necesario
utilizar varias fuentes de datos adicionales para producir los mapas. Se corrigieron
las ubicaciones de los pozos de monitoreo y las series temporales en la base de
datos. Debido a cambios y problemas con los sensores, los pozos telemétricos
deben compararse con mediciones manuales al menos dos veces al año para
verificar su precisión. Para producir evaluaciones de aguas subterráneas con
mayor frecuencia en el futuro, el control y la garantía de calidad de los datos son
fundamentales para reducir el tiempo necesario para la limpieza y validación de
los datos.
Agradecimientos Los autores desean agradecer al Ministerio de
Agua y Riego por su continua cooperación. los autores son
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2800
también agradecido por los útiles comentarios de dos revisores anónimos y el editor
asociado que mejoraron enormemente el manuscrito.
Financiación Financiación de acceso abierto habilitada y organizada por Projekt DEAL.
Esta investigación se realizó en el marco del proyecto de cooperación técnica:
"Gestión de los recursos de aguas subterráneas" del Ministerio de Agua y Riego de
Jordania (MWI) y el Instituto Federal Alemán de Geociencias y Recursos Naturales
(BGR), financiado por el Ministerio Federal. de Cooperación y Desarrollo Económicos
(BMZ). Mohammad Alqadi agradece el proyecto WaterD2D, Stiftung Fiat Panis y la
beca DAAD.
Declaraciones
Conflicto de intereses En nombre de todos los autores, el autor de correspondencia
declara que no existe ningún conflicto de intereses.
Acceso abierto Este artículo tiene una licencia internacional Creative Commons
Attribution 4.0, que permite el uso, el intercambio, la adaptación, la distribución y la
reproducción en cualquier medio o formato, siempre que se otorgue el crédito
correspondiente al autor o autores originales y a la fuente. , proporcione un enlace a la
licencia Creative Commons e indique si se realizaron cambios. Las imágenes u otro
material de terceros en este artículo están incluidos en la licencia Creative Commons
del artículo, a menos que se indique lo contrario en una línea de crédito al material. Si
el material no está incluido en la licencia Creative Commons del artículo y su uso
previsto no está permitido por la regulación legal o excede el uso permitido, deberá
obtener el permiso directamente del titular de los derechos de autor. Para ver una
copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/.
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