Está en la página 1de 3

NO TODAS LAS MADRES AMAN A SUS HIJOS

"Qué pasa cuando la madre narcisista cae enferma o muere

La muerte de nuestros progenitores es siempre un acontecimiento traumático que nos deja


mucho dolor. Pero cuando fallece una madre o padre narcisista a ese dolor le sumamos un estado
de gran confusión.

Cuando una madre narcisista envejece NO esperes empatía, compasión o remordimiento por su
parte porque se está muriendo.

La madre narcisista, muere igual que ha vivido.

NO esperes que haga una sana introspección sobre sí misma como cualquier otras persona y se
muestre arrepentida.

Esto es lo que te gustaría, porque es lo que has esperado toda la vida, pero lamento decirte que la
persona narcisista maligna, no muestra remordimientos ni en su último suspiro.

Cuando caen enfermas o envejecen, su naturaleza celosa aflora y sienten celos de la gente joven y
saludable y hacen que el mundo gire todavía más que antes alrededor de ellas. Utilizan más que
nunca los sentimientos de pena y culpabilidad de las víctimas, de nosotros sus hijos, para seguir
manipulando más que nunca.

Saben que es su última actuación, y exigen que todo tu tiempo, dinero, admiración vayan a ella. Se
vuelve más controladora y abusadora que nunca.

Pero delante de los demás actuando y será la viejecita tierna que ha dado todo en esta vida. Verás
a Jekill y Mr.Hyde en ella más claro que nunca. Ella digna hasta la muerte.

Aunque esté en la cama y apenas pueda moverse, seguirá manejando los hilos de la familia. Se
encargará de que los monos voladores te hagan sentir culpable por no encargarte lo suficiente de
ella.

A pesar de ello no esperes que tu madre cambie y deje de manipular cuando cae enferma y está
mayor. Seguirá utilizando a su ejercito aliado, a sus monos voladores para manipularte.

Aunque te parezca inconcebible utilizan tus emociones a flor de piel y tu confusión para
manipularte.
Y qué pasa cuando fallece

Cuando la madre narcisista fallece quedas hecha un lío, con sentimientos encontrados, te sientes
confundido o confundida. Por un lado te alegras de que por fin haya muerto, (tranquila/o o eres
un monstruo por pensar esto), y por otro sentimientos encontrados de por fin se ha muerto y
dolor por no haber tenido nunca amor. No eres una mala persona por ello, te han hecho mucho
daño.

Esperabas que al envejecer, la coraza se le cayera y se ablandara e incluso te pidiera perdón. Pero
se ha ido sin disculparse y eso te deja con dolor y rabia.

Has de pasar por un duelo. Un duelo no por una madre maravillosa, sino por aquello que has
anhelado y nunca has tenido.

No echas de menos sus abrazos, sus consejos,… porque nunca los hubo. Pero sigues imaginando a
una madre amorosa.

Es normal tener diferentes emociones, te enfrentas a ti y a tu debate interno.

Cuando una madre narcisista muere no solo se pasa por el duelo de la madre que nunca tuviste, si
no por todas las cosas en tu vida que destrozó.

Lloras porque no entiendes su falta de remordimiento ni tan siquiera en sus últimos días. Sufres un
duelo porque no entiendes cómo un ser humano ha podido ser como un témpano de hielo y no ha
pestañeado ni pedido perdón ni en su último suspiro. Digna, hasta la tumba.

Tienes que prepararte para sus monos voladores, ya que una vez la señora te deje para irse a otra
vida, se encargarán de perpetuar su manera de actuar para prolongar el sentimiento de
culpabilidad en ti. Te acusarán de haber sido un mal hijo o mala hija.

Te enfrentarás al tabú social, hijo rebelde o la hija díscola.

Pero pasado un tiempo, sin más relación con los monos, sentirás que se ha ido alguien a la que
apenas conocías.

Tienes que aceptar que se ha ido sin nunca haberte regalado amor materno. Por favor no trates de
disociarte de ese sentimiento, está ahí, y es un sentimiento muy válido. Permítete sentir ansiedad,
dolor,… sácalos. Han de salir y has de aceptar que se ha ido sin recibir lo que siempre quisiste de
ella; atención y amor.

Tu dolor puede curarse y puedes encontrar tu propia identidad, nunca es tarde. Date el permiso
de ser feliz, de sacar de dentro de ti a la persona que realmente eres.
Desde el amor, una vez hayas pasado el período del duelo, trabaja en reconocer tus propias
emociones, y trata de encontrar a la gran persona que eres. No permitas más que el pasado
hipoteque tu presente ni tu futuro.

Por favor, empieza a creer en ti, a sacar esos ecos de tu cabeza con las palabras que tu madre te
ha repetido toda tu vida, no son verdad. Permite que la verdad, tu verdad sea lo único que te
acompañe de ahora en adelante".

Olga Fernández Txasko

(Del libro Sobrevivir a una madre narcicista)

También podría gustarte