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8 010, 0 ¢5 movie por otro, dejar de moverse es deja de vivit Solo, pues, lo que se mucne fo pusede perder su propio ser por si mismo, nunca fue, para ls otras cosas que se mucsen, Ia fuente y e! ovigen del movimento. ¥ ese principio ss ingéovto. Porgue, necesariamente, del ptincibio se or 4a todo fo que se origina; pera él misma no procede de nada, porgue si de algo procediera, no seria va princoio original. Como, ademas, es también insénita, tiene, por necesidad, que ser imperecedero, Porque sie principio pe- reciese, ni mismo se orignaria de nada, ni ninguna otra ‘cosa de él; pues todo tlene que orisinarte del principio, Asi pues, €5 principio del movimiento lo que se mueve a si mismo. ¥ esto no puede perecer ai orisinarse, 0, de 10 contrario, todo el cielo y toda generacién ™, viniéndose abajo, se fomoviizarian, y no habria nada que, al orisi- arse de nuevo, fuera el punto de arranque del movinnien- to, Una vez, es, que aparece como inmoral lo aus. nor si mismo, se mueve, nadie tendria reparos eo afirmar ave esto mismo es lo que constituye el ser del alma v su propio eoncepto. Porque todo cuerpo, al que le viene de fuera «1 movimiento, es inanimado; mientras que al que te viene de dentro, desde si mismo y para si mismo, es animado, Si esto cs as, si lo que se mueve a i twismo no es otra sate cosa que el alma, necesariamente cl alma tendria que se epee Ms ySobre la inmoraldad, baste ya con to dicho. Pero sobre sa idea hay que afadir Io siguiente: Cémo et el al rma, requeriria toda una larga y divina explicacién: pero decir a qué se parece, es ya asunto homano y. por supves- to. ms breve. Podriamos entonces decir aue st parece 2 nina fuerza ane. como

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