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KENNETH E.

BOULDING

RECONSTRUCC1
DE LA ECONOMÍA

EDITORIAL "EL ATENEO" BUENOS AIRES


KENNETH E. BOULDING
Departamento de Economía
Universidad de Michigan

RECONSTRUCCIÓN
DE LA ECONOMÍA

¡mili
LIBRERÍA "EL ATENEO" EDITORIAL
BUENOS AIRES - LIMA - RIO DE JANEIRO - CARACAS
MONTEVIDEO • MÉXICO - BARCELONA - BOGOTÁ
Título de lu obra ni inglés:
A Kecomtructwn of Económica
Traducción autorizada de h edición en idioma infles
¡ml.lu-atl.i |ior John Wilcy & Sons, Inc.. NIAV York.
Ot>p\rig]it ¿) 1050 por (olni \\i\i-\, luí.-, lodos
los derechos resellados.

Traducción de índice
Alberto Lores

PAHTK I. MÍCROECONOM1A

1. Una introducción ecológica


2. El individuo social y el organismo económico 26
3. í-a teoría del organismo económico 39
4. El comerciante en un mercado imperfecto fí()
5. La teoría general de la preferencia 79
fi. La teoría de la producción y dí-1 imenlario 95
7. Expectativas, juego y seguro 117
S. La teoría del consumo 135
9. El equilibrio de la producción y el consumo 154

PARTE II. MACROECONOMIA

10. La naturaleza y significación de los agregados económicos . . . . 16ü


H . I,a estructura (¡e los agregados macroeconómicos: I. Capital
y renta 1SS
12. La estructura de los agregados macroeconómicos: II La teoría
de los pasos 206
13. La teoría de la producción y el empleo 229
14. Una teoría macroeconómica de la distribución 244
UNIVERSIDAD Lfl SflLLE
15. Dinero, deuda e interés 271
1141
16. La economía del gobierno 2S6
17. La teoría de la distribución de la renta 311
ÍNDICE ALFABÉTICO . 323
«OOlOt-

1 M 1' K !•: s i) L N 1. A A RC, E N T I N A

QIICI!:I )H t luí i - l dcpfaito (jiif pi'f\c l.i


Iry. (?) I'-'71. t.l \ti.-u«i" l'fclro í;;uria

914 b. A. 1 ¡ t u r n a . l-AÜiorial i' Inmobiliaria


l-'KirM:) ;HÜ - Buenos Aiivs
Prefacio

La reimpresión de este libro nn proporciona una oportunidad para


apreciar su posición en el mundo de Itts ideas económicas y en mi propio
pensamiento, doce años después de su publicación.
La idea básica de la Reconstrucción fue reformidar los tema* cen-
itales de la teoría económica tanto en lo tocante a la teoría del precio
y la empresa contó en lo relativo a la macroeconomía. utilizando el con-
cepto de balance ij el de estado de situación como las herramientas
analíticas esenciales a partir de las cuales se pueden derivar los conceptos
de ingreso. Nada ha hecho debilitar en los últimos doce años mi convic-
ción de (¡ue el sistema económico se analiza mejor como una secuencia
de "estados" o "cuadros'' de una película cinematográfica, i¡ (¡na la des-
cripción exacta de cotia estado es un requisito precio esencial para el
estudio de esa sucesión de situaciones que constituye la dinámica eco-
nómica. El concepto de ingreso, a rní juicio, sigue pareciendo aún esen-
cialmente derivado del de una sucesión de posiciones, if creo que /os
intentos de describir el sistema económico en términos de ingreso como
concepto primario, solo consiguen trastocar las cosas. Es evidente, sin
embargo, que la mayoría de mis colegas economistas no piensa de esta
maneta y que mi punto de vista es mucho más radical de lo que yo pen-
saba. No pretendo propagar una revolución copernicana. .Yo es "erróneo"
partir de un concepto de ingreso y derivar de él el concepto de capital;
simplemente, me parece inconveniente; es obvio que casi todos mis co-
legas prefieren lo inconveniente y familiar a lo conveniente y poco co-
nocido.
Hay dos puntos en los cuales admito que el enfoque del balance
arroja resultados que no pueden obtenerse por métodos más convencio-
nales. En la teoría de la empresa, me parece imposible introducir el esen-
cial concepto de incertidumbre sí partimos del de ingreso, aun(¡ne solo
sea porque es imponible calcular éste sin suponer cierto futuro. Sin em-
bargo, si comenzamos con el examen de cada situación, está claro que la
estructura de preferencia del Ijalcince no puede ser explicada, especial-
mente en lo tocante a la liquidez y flexibilidad de los bienes, sin intro-
ducir la incertidumbre desde el comienzo. La incertidumbre con respecto
al futuro solo puede reflejarse en el valor incierto de Ion bienes y las
defensas contra ella que se construyen en la estructura misma. Si trata-
mos de establecer una elaborada teoría de la conducta maximizadora
sin aludir a la incertidumbre, nunca podremos incluir a ésta en tal teoría.
rntiFACio

qui creo que debo reclamar una positiva superioridad, sobre las teorías
~>m Batidoras.
El segunda punto en que, a mi juicio, el enfoque del balance ofrece
go más que meras ventajas expositivas, es en la teoría macrocconémica
y la distribución. Ésta, lo admito prontamente, es la parte más centro-
^rtible y quizá menos satisfactoria de la Reconstrucción. Hay un serio
Tor técnico en la exposición de la teoría tal como se la presenta en la
econstrucción, que creo haber podido corregir en un artículo posterior. l
n embargo, la identidad esencial de esta teoría sigue valiendo: consiste
i que los ahorros de los negocios, que son exactamente iguales a los be-
fictos menos las colocaciones del capital, deben ser idénticos al cambio
i los valores netos agregados y en que el incremento de los capitales de
Zev negocios lia de ser equivalente al incremento del valor de los bienes
ales (inversiones), más el aumento de la provisión de dinero más el in-
cruento de las deudas netas contraidas por terceros en dichos negocios.
i /(/ Reconstrucción insistí, especialmente, en el impacto de las Ínter-
ines sobre los beneficios, sin comprender con suficiente claridad el al-
nce con que esta inversión era compensada por un incremento de las
•uc/ító de negocios, a menos que, por supuesto, fuera financiada indcpen- P A R T E I
sntemente de los beneficios mismos. No obstante, me parece que sigue
Unido el principio básico, aun cuando es evidente que no he logrado
rsuíulir a 7nis colegas de su validez. Microeconomía
Sin esta comprensión de que la distribución del ingreso nacional en
ireto por trabajo e ingreso por otros conceptos no es tanto una función
I sísfetna predos-salarios como del complejo total de decisiones rela-
madas, por ejemplo, con la distribución de dividendos, la inversión en
godos y las finanzas, me parece que la historia de hi economía de mer~
do es completamente ininteligible. Debo confesar, sin embargo, que
n i-l fin de que mis colegas se persuadan de la verdad de esta idea, es
cetario elaborarla más, especialmente en lo tocante a la conciliación de
• principios de la conducta maxímizadora, tal como están formulados,
r ejemplo, en la teoría marginal, con las identidades de la macroecono-
a. Después de doce años, durante los cuales me he ocupado de muchas
'as cosas, mi mente sigue sin conocer la solución de este problema cru-
'l ij central de la teoría económica, i¡ tengo la esperanza de que, quizás,
•as mentes más jóvenes puedan recoger el desafio. Por lo tanto, en al-
nos aspectos, la Reconstrucción representa lo que siempre intentó ser:
andamiaje. Aún falta construir el edificio y espero, en consecuencia,
e la reimpresión de este volumen pueda inspirar a una nueva generación
construirlo.
KEXNETH E. BOULDINC
de junio, 1962.
n Arbor, Michigan
1 K. E. BouldJiíj/, "The Fniits of Prueress and thc Dynamics oí DistribLition",
wit'an Economic RevieW, 43, muy. 1953, págs. 473-483. (Este artículo se incluye
t'l presente volumen, a con un uncu >n clt-1 capítulo 17.)
1
Una introducción ecológica

El fundamento de la economía

La materia de estudio conocida como economía puede dividirse con-


venientemente en dos partes, que lian dado t'n llamarse, por lo general.
"nucroeconomía" y "macroeconomía". La mícroeconomía es el estudio de
los organismos económicos particulares y su interacción, y de las magni-
tudes económicas particulares y su determinación. Se compone, en primer
lugar, de una teoría del organismo económico individual (empresa o ta-
miliu), cuyo objeto es determinar ciertas relaciones funcionales entre el
medio ambiente del organismo (aquellas magnitudes o funciones que le
están dadas y sobre las cuales no tiene control) y su "conducta" (aquellas
magnitudes sobre las cuales sí tiene control). Al desarrollar una teoría de
la interacción de los organismos a través del cambio, la microeconomía
desarrolla también una teoría de la determinación de las principales mag-
nitudes del sistema: precios, producción, consumo, etc.
La macroeconomía, que constituye el objeto de la segunda parte de
este libro, no se ocupa de las magnitudes individuales como tales, sino
de agregados de estas magnitudes, no de los ingresos individuales sino del
ingreso nacional *, no de ios precios individuales sino de los niveles de
precio, no de la producción individual sino del producto nacional.
No debe pensarse que, por tener métodos diferentes, la macro y la
microeconomía estudian fenómenos diferentes. Constituyen, tan solo, dis-
tintas maneras de estudiar el mismo conjunto de fenómenos. Por debajo
de ambas está el mundo real, del cual las dos son abstraídas. Nunca ha
de olvidarse que la economía misma es una abstracción, aunque sea pro-
vechosa y necesaria. No podemos dividir el universo de organismos y mag-
nitudes en los llamados "económicos" (por ej., empresas) y los llamados
"no-económicos" (iglesias, estados) y desarrollar así una teoría de la vida
económica confinada a organismos "económicos". Todos los organismos
sociales, en la medida en que participan en procesos de producción, con-
sumo e intercambio de bienes, tienen aspectos económicos. Las familias
compran bienes y venden servicios; las iglesias contratan mano de obra y
compran equipos. Los sindicatos negocian las condiciones bajo las cuales
se vende la mano de obra. Los gobiernos se entregan a casi todo tipo con-

1 La palabra "iwdunal", referida a fenómenos de este tipo, designa, im-nuiicuic.-,


\in agregado vasto: su u«.u nú se limita u estados nacionales, sino que puede referirse
u cualquier región o al inundo tonudo como un todo.
4 MICROECONOM1A UNA IXTRODCCCIÓX ECOLÓGICA ~>

cebible de actividad económica. Por lo tanto, tenemos que desarrollar un inadecuadas puede ser peor que no realizar ninguna síntesis en absoluto 2
concepto de vida económica no como un segmento sino como un aspecto y la tarea principal de este volumen es preparar la base pava la síntesis
del complejo total de relaciones sociales. Esto no significa, por supuesto, futura, intentando mejorar la abstracción que se conoce como "economía".
que debamos abstenernos de construir modelos estrictamente económicos. Incluso el economista, no obstante, habría de tener algunas nociones acer-
Sin embargo, estos modelos económicos han de construirse como casos ca de la estructura de su materia y de la realidad básica a partir de la
especiales de modelos sociales generales, si queremos apreciar su verda- cual se realiza su abstracción. El presente capítulo, pues, aunque de alguna
dero significado. manera constituye una digresión con respecto a la tarca principal de este
Esto significa que la distinción entre lo "exógeno" y lo "endógeno", libro, intenta desarrollar un concepto de la estructura de la realidad, y en
útil y necesaria como es en la construcción de cualquier clase de sistema particular de la estructura de la realidad social, que pueda servir como
abstracto, debe usarse deliberadamente como una herramienta para crear base para las posteriores abstracciones do la economía pura.
una primera aproximación en el análisis, y no debe servir como excusa
para la pereza intelectual. Demasiado a menudo, el constructor de siste-
mas (el economista no es el único delincuente en este punto) utiliza la La realidad como un sistema ecológico
conveniente distinción entre los factores endógenos que constituyen su
propio sistema y los factores exógenos que operan como fuerzas pertur- La realidad, en su aspecto cuantitativo, debe considerarse como un
badoras del "exterior", como una excusa para no pensar en absoluto acerca sistema de poblaciones, estimando como población un número de partes,
de los inconvenientes factores "exógenos". Con frecuencia, en las discu- cada una de las cuales se ajusta a una definición común, y que incluye
siones económicas, por ejemplo, oímos la afinnación de que tal política todas las partes que corresponden a esa definición. No necesitamos dis-
es "económicamente" aconsejable, pero "politicamente" imposible, pronun- cutir el problema filosófico acerca de si hay "quanta" o átomos de toda
ciada con un aire de rectitud moral, como si lo "económico" fuera justo población o si hay una continuidad real en el universo; incluso, si hu-
y lo "político" pecaminoso. De hecho, sin embargo, tal afinnación no de- biera poblaciones continuas formadas por un número infinito de unida-
bería tener más o menos implicaciones morales que el enunciado de que des indefinidamente pequeñas, éstas podrían cuantíficarse en términos
una cierta política es deseable desde el punto de vista de la agricultura de unidades arbitrarias que podrían considerarse como "quanta". Así,
pero indeseable desde el punto de vista de la industria. Al considerar la la provisión total de trigo puede describirse como tantas "toneladas", con-
política, en especial, no es legítimo separar los aspectos económicos y los siderando la ''tonelada" como un "quantum" o individuo de la población
políticos de la sociedad, como quien separa las ovejas de las cabras. Las de trigo, aunque se trate, sin embargo, de una cantidad arbitraria. Una
fuerzas que operan para determinar la acción del gobierno no son com- tonelada de trigo, no obstante, es lo suficientemente homogénea, por lo
pletamente distintas de las que determinan la acción de una empresa y no general, como para que pueda despreciarse su estructura, al menos para
tiene sentido construir una elaborada, teoría de la conducta e interacción los propósitos de la economía.
de las empresas y al mismo tiempo considerar al gobierno como un Deus Las poblaciones accionan y reaccionan mutuamente, y el tamaño
ex, machítia que desciende caprichosamente en momentos imprevisibles,
de equilibrio de cualquier población dada es una función del tamaño de
para confundir —o desenredar— los hilos internos del drama puramente
económico. Por supuesto, no estoy negando la utilidad de construir sis- equilibrio de cada una de las otras. El estudio general de los equilibrios
temas parciales; en realidad, el análisis de la vida social sería imposible y de la dinámica do las poblaciones parece no tener nombre; pero como
sin la habilidad para crear sistemas parcialmente endógenos. Estoy abo- probablemente ha alcanzado su más alto desarrollo en el estudio bioló-
gando, meramente, por el reconocimiento de la naturaleza fraccionaria gico conocido como "ecología", se le puede dar muy bien este nombre,
de cualquier modelo de este tipo y por la formación de un hábito mental especialmente para fenómenos sociales, cuino han hecho ya los sociólogos,
que capacite al especialista para ser consciente, al menos en forma oscura, aunque a menudo en un sentido geográfico bastante restringido. La ex-
de las otras piezas del rompecabezas intelectual. presión clásica de este concepto en la literatura económica es la compa-
No es propósito del presente libro brindar un análisis integrado de la ración de Marshall entre las empresas de una industria y los árboles de
sociedad. Tal análisis sería posible. Sería posible desarrollar un continuo un bosque.3 El equilibrio general \valrusiano, sin embargo, es esencial-
de modelos teóricos que incluyeran, digamos, en un extremo, el estado
o la iglesia y avanzara a través del gremio, el sindicato, la organización 2 El "institucionaíismo" en economía puede ser considerado como un prema-
turo intento por sintetizar las ciencias sociales, una tentativa de sintetizar mala
agrícola y así sucesivamente hasta la corporación comercial y la familia. economía, mala sociología y mala antropología en un trasfondo de prejuicios emocio-
Sería posible, también, construir modelos de la interacción de todos estos nales subconscientes.
organismos en la determinación de todas las variables sociales. Tal aná- 3 A. Marshall, Pr.'ru'ipíí's of Económica [Principios de la Economía], &' edición,
lisis, sin embargo, debe diferirse para el futuro. Una síntesis de partes Macmüían, pág, -157.
U MiChOECO \OMIA U XA INTHÜDITCIOX ECOLÓGICA

mente un equilibrio ecológico estático, y es fundamental en los sistemas vx/ algo más afines a la reproducción asexual —la Segunda Iglesia Bap-
ueolügicos la idea de la determinación mutua. tista puede ser fácilmente una división de la Primera— pero en general,
Pero el bosque no consta únicamente de árboles. Es un modelo los procesos genéticos sociales parecen ser más complejos que cualquier
complejo de organismos, árboles, hierbas, flores, pájaros, mamíferos, in- proceso genético biológico. Esto parece un resultado de la diferencia más
sectos, reptiles, bacterias, que subsisten, crecen, se propagan, mueren, en básica, quizás, entre los ecosistemas sociales y biológicos: la de que en
un laberinto de relaciones complementarias y competitivas, todas ellas una sociedad humana los "átomos" que constituyen los organismos son
asentadas en el nadiu ambiente físico de la tierra, el aire, el sol y el agua. individuos a cuyos fines se supone, al menos, que debe servir el sistema
'iodo come y es comido, alienta y es alentado, compite y complementa, social, mientras que en ios ecosistemas biológicos los átomos últimos son
encuentra competencia y recibe ayuda. Cada organismo tiene una ley de fisicoqui'mieos y, presumiblemente, indiferentes al organismo que los in-
crecimiento y de supervivencia propia; el tamaño o la existencia de cual- cluye, aunque con afinidades y relaciones propias que en parte determi-
quier individuo particular es un resultado de su ley interna de crecimien- nan el poder de supervivencia del organismo.
to y vida que lucha conlra un medio ambiente externo, un complejo de Los "genes" de los organismos sociales son ideas de las mentes hu-
hostilidad y amistad, que consiste, en parte, en su entorno inorgánico y manas, y las ideas tienen la notable propiedad de propagarse por mero
m parte en otros organismos coa los cuales entra en contacto. Los or- contacto. Cuando A "da" a B una idea, no la pierde, como ocurre cuando
ganismos pueden clasificarse en especies, aunque es importante notar que le da un bien: como resultado del contacto ¡dos personas tienen la idea,
esta clasificación no es esencial para el concepto de un sistema ecológico: en lugar de una! Se puede comparar, quizá, a los misioneros y propagan-
sería bastante posible tener un sistema en el cual cada individuo, como distas de la sociedad con los espermatozoides, portadores especializados
los ángeles de Dante, constituyera una especie en sí mismo, o un sistema de los genes de las iglesias, partidos, cooperativas, logias, colegios y cosas
en el cual los individuos constituyeran un continuo de características, por el estilo, pero la especialización en este terreno rio parece ir tan lejos
de manera tal que ninguna clasificación dejara de ser arbitraria. Uno se en lo social como ocurre por lo menos en las formas superiores de la vida
pregunta, a veces, si la taxonomía no es más bien un hábito de la mente biológica. Hay, obviamente, un fenómeno social que corresponde a la
humana que una propiedad de la naturaleza; como la taxonomía es ne- mutación: la persona que concibe una nueva idea con poder de propa-
cesaria para la existencia del lenguaje (¡porque no podríamos tener un gación, los fundadores de religiones, sectas y credos; aun, quizás, pero
nombre diferente para cada hoja de hierba individual!) estamos fuerte- en menor medida, los filósofos y científicos. Vastas organizaciones han
mente predispuestos hacia ella, y quizás, a veces, intentamos hacer cla- surgido de una idea en la mente de un hombre; como alguien ha dicho,
sificaciones demasiado arbitrarias con el fin de que resulten útiles. Podría todas las organizaciones son las sombras alargadas de sus fundadores.
ser, por ejemplo, que el concepto de una "indusfria", que en economía
corresponde aproximadamente a! de "especie" en biología, fuera una cla-
Mticación existente más en la conversación que en la realidad. Esto no
significa, por supuesto, eme debamos despreciar o rechazar lo que re-
presenta una ayuda para la conversación; simplemente, habremos de estar
alerta para no concederle más respeto del que merece.
Destacamos que, al llamar sistema ecológico a la sociedad, no esta-
mos usando una mera analogía; la sociedad es un ejemplo de un concepto
general de "ecosistema", esto es, un sistema ecológico, del que los sis-
temas biológicos —bosques, campos, pantanos— son otrus ejemplos. Es
instructivo, por lo tanto, considerar las diferencias entre los ecosistemas
sociales y biológicos. La diferencia más importante es de naturaleza
genética: en la ecología social hay muy poco que corresponda a la pro-
ducción de nuevos organismos por reproducción sexual. Hay fenómenos
sociales afines, de alguna manera, a la fertilización cruzada —Liberta
podría describirse, quizás, como idealismo americano salido de la jungla
africana— pero tienen luuar, habitualmcnte, en niveles más complejos
í.ue el organismo social individual; los suhecosistcmas que llamamos cul-
Bt X
turas interactúan a veces para producir un híbrido, pero no encontrare-
mos que la Primera Iglesia Baptista haya engendrado sexuatmente con
la Segunda una Tercera. Los procesos genéticos del sistema social son tal ;. 1. Equilibrio de dos uiuiuaiiiuiU- competitivas.
f) MICHOECONOMÍA UNA INTRODUCCIÓN ECOLÓGICA U

El estudio de la vida social podría comenzar muy bien, pues, con el tamaño de cada población es consistente con el tamaño de cada una
una consideración de la naturaleza de un ecosistema. * Puede definirse de las otras. No es necesario que esta solución sea única, por supuesto,
un ecosistema como un sistema en el que hay un cierto número de po- y pueden darse casos en los cuales no haya solución dentro del ámbito
blaciones, cada una de las cuales consiste en individuos idénticos para significativo de las variables implicadas.
los propósitos de este nivel de abstracción, es decir, individuos cuyas Podemos comenzar el estudio de las propiedades de tal sistema con
diferencias pueden despreciarse. El tamaño de cada población se mide la consideración de un sistema de dos poblaciones solamente, A y B.
por el número de individuos que tiene, y se supone que el tamaño de En la figura 1 medimos la población de A a lo largo de OX y la pobla-
equilibrio de cada población es una función de los tamaños de todas las ción de B a lo largo de OY. La línea A-|A3 es la curva A, que muestra
otras poblaciones. Así, si a, b, c, ... , z representan el tamaño de equi- lo que debería ser la población de equilibrio de A para cada población
librio de varias poblaciones, tenemos que de B. En la figura 1 hemos supuesto que la relación entre las dos pobla-
a — Fa(b,c, ... , z) ciones es de tipo competitivo, de modo que cuanto menor es la pobla-
b =L Ft>(a,c, .. . , z) ción de B, más oportunidad de prosperar tiene A y mayor será su
población. Similarmente, tenemos una curva B —la curva punteada
Bifí.j— que supone igualmente una relación competitiva. Está claro que
(1) el punto de intersección de estas dos curvas es un punto de equilibrio
ya que en este punto las dos poblaciones son consistentes, es decir, cada
una está en un nivel que es consistente con el nivel de la otra.

Ésta es una situación familiar de "equilibrio general" con n ecua-


La dinámica del equilibrio ecológico
ciones y n incógnitas y resulta claro que es posible una solución donde
Es necesario, por supuesto, investigar la estabilidad de este equi-
librio y para hacer esto es necesario discutir la dinámica de la situación.
Supongamos, por ejemplo, que el punto P de la fig. 2 representa los
tamaños de dos poblaciones en el tiempo cero, representados por OT de
A y OS de B. Ninguna de las dos es una población de equilibrio: al
proyectar la línea horizontal SP hasta encontrar la curva A (A¡Ai>) en
K encontramos la población de equilibrio de A (SK) que corresponde a
la población de B, OS; proyectando la línea vertical TP hasta encontrar
la curva B (B1B»} en // obtenemos la población de equilibrio de B,
TI/, que corresponde a la población de A, OT. Se ve claro, en el dia-
grama, que desde el punto P ambas poblaciones se incrementarán,
puesto que ambas están por debajo de sus niveles de equilibrio. Si
suponemos que el monto del incremento es proporcional a la diferencia
entre la población actual y la población de equilibrio, es decir, a PK y
a PH respectivamente, el movimiento resultante de las dos poblaciones
puede ser representado por un desplazamiento a lo largo de la línea PL.
Si suponemos que esto persiste durante un periodo de tiempo unitario,
nos lleva a P': el movimiento de P a P' puede llamarse "movimiento
de vector". A partir de P* podemos derivar un movimiento de vector
Fie. 2. La L-onitrutx-iún de lineas de vcL'tor. similar en el periodo de tiempo siguiente hasta P", y así podríamos
trazar el curso completo de las dos poblaciones desde el punto P. El
•* No estoy proponiendo ahondar nmtho en l.i matemática de los sistemas eco- período de tiempo unitario puede hacerse indefinidamente pequeño, en
lú(4Ícos: Vilo Voltcini, tn sus tSfona sur la théorie tnaíhématújue tle la lutte potir la cuyo caso las líneas de vector se convierten en curvas continuas de
t'.'t1 [Lecciones sobu- la teona matemática de la lucha por la vida], Puris, 1931, ha
desarrollado mu elaborada teoría para las poblaciones biológicas, sin llevar a cabo,
ajuste infinitesimal. En algunos problemas, sin embargo, podemos tener
^urentemente, sus aplicaciones más generales. Este capitulo intenta Bolamente indicar el deseo de suponer que un impulso inicial persiste durante un tiempo
las líneas más amplias de acuerdo ton las cuales podría construirse una teoría de finito, después del cua! se recibe un nuevo impulso; en este caso, las
tüíe tipo. lineas de vector serán discontinuas, como en la figura.
1U MlOtOEOONOMÍA UNA 1-NTRCJDUCCIÓN ECOLÓGICA U

Cual(|uiera sea el supuesto, las líneas de vector proporcionan a la línea de vector corta la curva A, como la linea V\e la fig. 1, en tanto
vez un balance de la dinámica potencial de la situación y un cuadro se desplaza hacia el punto de equilibrio desde un nivel bajo, la pobla-
claro de la estabilidad del equilibrio: un punto de equilibrio estable ción A puede crecer primero, alcanzar un máximum por encima de la
es un punto hacia el cual convergen las líneas de vector desde todos los población de equilibrio y entonces caer. Al desplazarse hacia el punto
lados. Debe observarse que en tanto se postule alguna relación funcio- tie equilibrio, desde un nivel alto, la población puede caer primero,
nal entre la tasa de cambio de la población y la divergencia entre la alcanzar un mínimum por debajo del nivel de equilibrio, y entonces
población actual y la población de equilibrio, pueden trazarse líneas subir. De manera similar ocurre con B.
de vector; no tenemos por qué confinarnos en e! supuesto limitado que En la fig. 3 mostramos un caso muy interesante de equilibrio ines-
nos da la construcción de la fig. 2. Si la población A, por ejemplo, table. El punto R en el que se cruzan las dos curvas (ahora la curva B
hiera más sensible a una situación de desequilibrio que la población B, corta a la curva A desde arriba, y no desde abajo, como en la fig. 1)
la linca de vector en P tendría un declive más pequeño que PP', pues A es un punto de equilibrio inestable, como muestran claramente las lineas
se incrementaría más rápidamente que B bajo el mismo estímulo. A de vector. Los puntos #1 y A- son puntos de equilibrio estable. Eu este
menos, sin embargo, que hubiera una relación "perversa" entre el exceso caso, el campo está dividido por una linea SfíT, que es una línea de equi-
o la deficiencia de equilibrio y la población actual, de modo tal que librio inestable. Desde cualquier punto de la línea Sfí la linea de vector
cuando la población actual fuera menor- que la población de equilibrio lleva hacia fí u lo largo de Sfí; de igual manera, en cualquier punto de
la población disminuyera y cuando fuera mayor que la población de 2'/í la linea de vector lleva hacia K a lo largo de TR. Desde cualquier
equilibrio, creciera, la hnoa de vector estaría entre PH y PK. punto hacia arriba y a la izquierda de SH7", sin embargo, todas las líneas
En ía fig. I liemos trazado algunas líneas di? vector. Se observará de vector llevan a B,. Kn un sistema que comience de cualquier punto
i ; ¡;c las lincas de vector no se cruzan nunca, porque eso significaría que de este tipo la población A será eliminada completamente y el máximum
!••. ;;an posibles do.s conjuntos de cambios de población distintos en el de la población B, OB¡, ocupará el campo en solitaria majestad. Desde
mismo punto. Se hace evidente en la fig. 1 que el equilibrio en el punto cualquier punto hacia abajo y a la derecha de SfiT tocias las líneas de
il es estable, pues todas las líneas de vector convergen hacia ese punto: vector llevan a A2) en que B será eliminada y A mantendrá una indiscu-
partamos de las poblaciones que partamos, el curso dinámico de éstas tida posesión. Esto corresponde claramente a muchas situaciones impor-
terminaré en fí. Se observará que dondequiera las líneas de vector tantes tanto de la ecología biológica como de la social. La hierba elimina
corten la curva tí son paralelas al eje A. cuando B está en equilibrio y completamente a los árboles, en las grandes llanuras: los árboles eliminan
solo A está aumentando. Uc manera similar, cuando las lincas de vector
c o r t a n la curva A, son paralelas al rje B. De ello se sigue que si una

Ku: 3. Equilibrio inc-stablt du duí poblaciones mutuamente competitivas. Fie. 4. Equilibrio estable de diu poblaciones mutuamente cooperativas.
12 MICÍtOECOXOMIA U
UNA INTRODUCCIÓN ECOLÓGICA

a la hierba en los bosques densos. Los médicos eliminan a los hechice-


ros en la cultura occidental; los hechiceros eliminan a los médicos entre
los dobu. Es evidente que incluso aunque los puntos de SRT representen
un equilibrio, este es altamente inestable: la más ligera desviación envia-
ra al sistema en la dirección de Bj_ o A...
En la fig. 4 mostrarnos un equilibrio estable en que la relación entre
Jas dos poblaciones es complementaria, mus que competitiva. Así, la
urva A,A,A 2 muestra que existirá una cierta población do A (OA^ en
ausencia de B, pero que cuanto mayor sea B, mayor será A: de manera
mular, existiría una población OB, eu ausencia de A, pero cuanto mayor
sea A, mayor será B. Podría pensarse, prima facie, que esta situación lleva-
ría a poblaciones indefinidamente crecientes, pero el diagrama muestra
claridad que no es necesaria tal situación: si las curvas se cortan, como
) Hacen en fí las lincas de vector indican que ésta es una posición de
equilibrio estable.
En la lig. 5 se muestra un caso interesante, en el cual las curvas 4
B presentan máximos, que indican que las dos poblaciones son comple-
mentarias en los valores bajos y competitivas en los valores altos. En la
gura hay un punto de equilibrio inestable, en el campo de la comple-
nentariedad, en fl: debajo de la línea SRT ambas poblaciones desapare- O B
gradualmente y se alcanza un equilibrio estable solo en O donde
ambas poblaciones son cero. En cualquier lugar por encima de la línea
Fie. 5. Equilibrio de dos poblaciones que muestran tanto competencia como
las poblaciones evolucionan hacia un equilibrio estable en fí'. cooperación.
- i C,aS,° ,d<Í lu fí?' ,6 es intcresar'te porque presenta un ejemplo de
mestabilidad de un lado . I. as curvas A y B se tocan en fí. Por debajo
de /i el equilibrio es inestable: todas las líneas de vector bajan hacia O
enc.ma de fí, las lincas de vector se mueven hacia fi. Si en un equi-
ibrio hay inestabilidad, sin embargo, éste del» considerarse como ines-
;: en la fig. 6, aunque un movimiento desde la línea de equilibrio SRT
li«<;ia arriba daría como resultad,, una línea hacia fi, un movimiento desde
icia abajo daría corno resultado una línea que se alejaría de fí.
^ Jtro^ caso muy interesante es el del "parasitismo", en el que el
sito (A) compite con el "huésped" (Zí\e el huésped es com-
ementano del parásito: cnanto más grande es la población de parásitos
mas pequeña es la población de huéspedes; cuanto más grande es la
población de huéspedes, más grande es la población de parásitos. Esta
siluitnun se muestra en las figs. 7, 8 y 9. En la fig. 7 supanemos que
parásito es enteramente dependiente del huésped, de modo que con
una población cero de huéspedes habrá una población cero de parásitos:
a medida que la población de huéspedes (B) aumenta, la población de
ar.isitos se acrecienta según la curva A, trazada con línea llena; sin
irasitos, Ja población de huéspedes sería Olí, y con cantidades crecien-
e parásitos, la población de huéspedes declina a lo largo de la curva
#. Se alcanza un equilibrio en fí. Las lineas de vector indican que este O fl, T fi.
equilibrio es muy estable, aunque puede haber recorridos en espiral hacia
¡I punto de equilibrio. El equilibrio es no solo estable, sino muy poco Fie. 6. Equilibrio con inestabilidad dt? un lado.
4 MICKOECONOMÍA UNA IKTTVíDUCCIÓN ECOLÓGICA 15

modtficable": pequeños cambios en las funciones A o B no cambiarán de vector que el equilibrio será alcanzado en OL con el máximo de
nicho la posición de equilibrio. población de huéspedes, y que el parásito será exterminado. Es intere-
l;,n las figs. H y 1J se muestran casos especiales interesantes. En la sante observar que en éste, como en algunos otros casos, las líneas de
ig. s el parásito pítale existir sin el huésped e incluso cuando la población vector muestran frecuentemente míe una población destinada a una
¡e huéspedes es cero, la población de parásitos (OA!) es tan grande que extinción final puede crecer en forma considerable hasta alcanzar un
LO permite ninguna población de huéspedes. Como muestran las líneas máximum desde el cual cae a cero. Una población creciente en deter-
.e vector, en esta situación la población de huéspedes será exterminada minado momento, por lo tanto, no es necesariamente un criterio de
' los parásitos quedarán en posesión del campo. En la fig. 9 se supone éxito final. La expansión y caída de ios na¿is pueden ser, justamente, un
|iie los parásitos deben tener una cierta población de huéspedes (OM) ejemplo de este fenómeno.
.ntes de qm; puedan existir en absoluto. Si OM es mayor que OL, la
náxiirui población de huéspedes puede verse nuevamente por las líneas
La "variabilidad" del equilibrio ecológico

Incluso del análisis de un sistema mnv simple, de dos poblaciones,


pueden obtenerse algunas consecuencias de interés. En primer lugar.
está claro que cuando hay relaciones competitivas entre las poblaciones
-es decir, cuando tanto la curva A como la curva B tienen una inclina-
ción negativa— la posición de equilibrio, aun cuando sea estable, puede
estar sujeta a grandes cambios, incluso si el cambio en las funciones de
población es pequeño. Así, en la fig. 10 ujn pequeño cambio en la curva
fi, de BB a B'B' hace variar el equilibrio, y lo lleva desde fi. con muchos
B y pocos A, a R' con muchos A y pocos B. Pueden representarse fácil-
mente situaciones en las que un debilitamiento muy pequeño de la
"fuerza" de una población, medida por la distancia de su curva desde
el origen, lleva de una prosperidad relativa a la total extinción: recípro-
I .... 7. Equilibrio di.- los parásitos. FK;. 8. Eliminación <le los camente, una pequeña mejora e:i las condiciones puede cansar un cre-
por los ¡;. ¡tus. cimiento enorme de una población particular. Varios ejemplos, biológi-
cos y sociales, acuden a nuestra mente. Los conejos, que en Inglaterra
sirven como pequeño pasatiempo agradable, se convierten en plagas
devastadoras en Australia; los partidos políticos, cmos enemigos natu-
rales son fuertes, v <-uya vitalidad es baja en el apático y relamido clima
i-Curva
político del mundn anglosajón, se multiplican como los conejos austra-
lianos en la a'-cósíera cordial de la vida política europea y amenazan la
viabilidad d< U democracia. F.l control de un conjunto de plagas pro-
duce, a meiüi-i'i. otra peor: los e^lorninos. llevados, quizás, para contro-
lar los ?(•• - : < > n e s ingleses, se con\n en una plaga peor que la de
los gorr ; - i > mismos. La supresión de las cantinas, cuando se aplicó en
EE. UU. i,; "ley seca", trajo como consecuencia una proliferación deplo-
rable de pandillas y tabernas clandestinas más inmunes a la policía. El
reformador social, como el biológico, necesita tener alguna idea del sis-
fl-Curva tema ecológico del cual se está ocupando; de otra manera, sus reformas
\ pueden tener consecuencias inesperadas e indeseables. Esto no equivale
a decir, por supuesto, que no debemos interferir en los sistemas ecológi-
A IParaiiio)—*
cos; en realidad, cada actividad humana consciente implica tal inter-
ferencia. La producción de un ¡irado o de un trigal es el resultado de
. U. Pura:,ilisrno: clunin.it ¡ó;: del Fio. 10. Variabilidad dtl equilibrio. una interferencia humana deliberada cri la ecología de la naturaleza; todo
parásito. el sistema político y social es un intento de hacer por la sociedad lo que
fi MICROECOXOMIA ÜN'A INTRODUCCIÓN ECOLÓGICA 17

n granjero hace por un campo: agregar al sistema ecológico ciertos esto, entiendo las relaciones funcionales entre el nacimiento, el creci-
lementos que incrementarán aquellas poblaciones que consideramos miento, la reproducción y la muerte del individuo y las condiciones am-
escabies (trigo, familias felices) y disminuir aquellas que consideramos bientales que lo rodean. Si la población debe medirse por su número de
ideseables (cizaña, ejércitos, asesinos). individuos solamente (sin tener en cuenta las variaciones en el carácter
A medida que expandemos el sistema para incluir más y más pobla- o la magnitud de dichos individuos), el factor determinante de su nivel
iones, la complejidad aumenta y se hace más difícil definir las condi- de equilibrio es simplemente la tasa de nacimientos y la duración media
iones de estabilidad, pero los principios fundamentales no cambian. de vida. En una población de equilibrio, de hecho, el número de la
ienipre habrá alguna posición de equilibrio, incluso aunque implique población es igual a la tasa de nacimientos multiplicada por la duración
i extinción de algunas poblaciones. La introducción de poblaciones medía de vida.5 Por ejemplo, si la producción de automóviles agrega a
mío complementarias como competitivas parece hacer a la posición de la población de automóviles un millón por año, y la duración media de
quilibrio misma menos sensible respecto de las variaciones de las fun- vida del automóvil es de diez años, entonces, cuando la población de
iones de población, de modo que hay menos probabilidad de cambios automóviles esté en equilibrio, habrá una población total de diez millo-
revolucionarios'' en la posición de equilibrio como resultado de cambios nes de automóviles. Estando en equilibrio, por supuesto, las tasas de
eq uenos de las funciones. La cadena de enlace, sin embarco, se vuelve nacimiento y muerte son iguales, y la población, estacionaria; en la fase
irgu y compleja, y poblaciones aparentemente no relacionadas resultan dinámica del cambio de la población, las relaciones son más complicadas,
aneciadas por largas cadenas de relaciones competitivas y complemen- y deja de ser cierto que la población total es igual a la tasa de nacimien-
trias. ] 1 famoso ejemplo de Darwin acerca de las solteronas y el trébol tos e multiplicada por la duración media de vida.
cude a mi mente: las solteronas tienen gatos, los gatos comen ratones, Si podemos establecer ahora las relaciones funcionales entre las con-
ts ratones comen abejas, las abejas fertilizan el trébol; de modo que diciones ambientales (es decir, otras poblaciones, incluyendo las pobla-
manto más solteronas haya, más gatos habrá, menos ratones, más abeias ciones inanimadas que constituyen el medio físico) y la tasa de naci-
, por lo tanto, más trébol. Es posible que haya, incluso, cadenas cerra- mientos de una población, y las relaciones correspondientes entre estas
as que vuelvan sobre sí mismas: por ejemplo, cuanto más nabos haya, mismas condiciones ambientales y la duración media de vida del indi-
las ganado habrá, más estiércol y, por ende, más nabos. Puede muy viduo, a partir de estos conjuntos de relaciones, podemos establecer, por
ien ocurrir (pie estas cadenas cerradas tengan gran importancia para simple multiplicación, la población de equilibrio que corresponde a cada
iterpretar los fenómenos del progreso económico y social. Simplemente, conjunto de condiciones ambientales.
m casos complejos de complementariedad. El análisis de la fig. 5 indica Probablemente, en una población biológica, el factor abrumadora-
ue puede haber ciertos niveles críticos en ciertas poblaciones, por enci- mente más significativo en la determinación de la tasa de nacimientos
la de los cuales dichas poblaciones crecen v por debajo de los cuales es el tamaño mismo de la población, o de sus grupos en edad de repro-
eclinan. Puede haber, por ejemplo, nn equilibrio estable en los niveles ducción. Por lo tanto, si no hubiera factores que afectaran la duración
ijos, pero si se altera dicho equilibrio lo suficiente, el punto critico de media de vida, una población biológica (por ejemplo, conejos) crecería
juililirio inestable puede ser sobrepasado y las poblaciones crecerán indefinidamente. En tal población, por lo tanto, el factor de limitación
itonces hasta un nivel de equilibrio alto. Desde el punto de vista de principal es la disminución de la duración media de vida del individuo
teoría del progreso económico y social, por lo tanto, el estudio de la a medida que las poblaciones competitivas influyen sobre sus medios
implernentariedad de las poblaciones puede ser de gran valor. de subsistencia y que los depredadores, las enfermedades y los parásitos
cobran más víctimas. Contrastando con esto, en las poblaciones de
bienes el crecimiento de la cantidad está limitado más bien por una
^terminantes de las funciones de población: mortalidad y fertilidad declinación en los nacimientos que por un acortamiento de la vida medía.
Nos ocuparemos ahora de la siguiente cuestión: qué determina las Así, la tasa de "nacimientos" de automóviles no depende en una forma
nciones de población, las curvas A y B de nuestros ejemplos de dos directa del número de automóviles sino, más bien, del número de opera-
iblaciones. En este punto es donde tenemos que desarrollar una teoría á Vende mi articulo "The application of the puré theory of population to the
;\ o sea, la unidad con la cual se componen las poblaciones, theory of capital" [La aplicación de la teoría pura de la población a la teoría del
íes. evidentemente la explicación del tamaño de equilibrio de la pobla- capital], Qtiarlerltj jourwd of Ecmu»nics, vol. XLVIII, púg. 64, en el cual se encon-
6n, dadas ciertas condiciones externas, debe derivarse de un conoci- trará una prueba simple de esta proposición.
6 La tasa cíe nacimientos es el m'unero tot,d de miembros que se agregan a la
iento acerca de la forma en que los individuos que componen la población en un período de tiempo dado: no debe confundirse con lo que luibitual-
lalación reaccionan a cambios de su medio ambiente. Necesitamos, mente se llama "natalidad", que es la proporción de los nacimientos por año con
>r lo tanto, una "descripción dinámica" del organismo individual: por íespecto a la población total.
MICROECONOMIA UXA INTHODITCIUX ECOLÓGICA 19

is, del capital invertido en la producción de autos, etc. A medida que


población de automóviles crece, no se produce, necesariamente, un
ni cambio en la duración media de vida: el incremento de los ucea-
ntes de tránsito cansados por la mayor densidad de éste puede aeor-
• la duración de la vida y el desarrollo de talleres de reparaciones
iccializados pueden prolongarla, pero probablemente ambos efectos
m pequeños. El principal factor que produce un equilibrio en la
.blaeión de automóviles es el espaciamiento de la producción (naci-
x-ntus) a medida que la población aumenta. En el caso de urbanismos
J.ili-s, como droguerías, iglesias evangelistas o sindicatos regionales es
ol>.il>lcmente cierto que un incremento de la población produce algún O .V
Población
seto adverso sobre la duración de la vida: si hubiera menos droguerías,
esperanza de vida de cada una podría ser mayor. Pero aquí también Fie. 12. Equilibrio do una población social.
un tactor importante el efecto sofocante del crecimiento de In pobla-
m sobre el número de nacimientos.
ajuste de la población a los nacimientos es lento la línea de vector será
LK, y la población y la tasa de nauaiieutua se tia\ladar;:n hacia el punto K.
Si la curva P corta a !a curva i$ desde arriba, el equilibrio será inestable.
La fig. 11 sería un caso extremo característico de una población b : i>-
lógica: la tasa de nacimientos es proporcional a la población, como se
indica trazando OB cuino línea recta desde el origen. La duración media
de vida es una función decreciente de la población; que indica el aumen-
to de "la presión de l,t población sobre los medios de subsistencia". Esto
está indicado mediante la concavidad de la curva P hacia el eje vertical,
que muestra que el ángulo AOM disminuye con el aumento de la pobla-
ción. En este caso, por lo tanto, la población es limitada por la declina-
ción de la longevidad (o el incremento de la mortalidad) más bien que
por una disminución de la natalidad. 1.a natalidad (la razón entre la
tasa de nacimientos y la población) es constante, e igual al declive de la
línea OB. En muchos casos reales, por supuesto, la natalidad efeuüva
Fie. 11. liquilibrio de una población biológica.
puede declinar con el aumento de la población, y la línea OB curvarse
hacia abajo.
Estos principios están ilustrados en las figs. 11 y 12. La línea llena La figura 12 muestra un caso extremo de población "social", por
LB representa el número de nacimientos que corresponde a cada nivel ejemplo, una población de automóviles. Se supone que la duración media
; la población: asi, en una población ON habrá un número de naci- de vida es independiente de la población, como se muestra por el trazado
ientos .VL. La línea punteada OA/P representa la población de equi- de la curva P como una línea recta desde el origen: la duración media
)ño que corresponde a cada tasa de nacimientos. Asi, en una tasa de de vida (tangente AÜAÍ) es, evidentemente, constante. La curva B, sin
tejimientos igual a O A. la población de equilibrio sería AAÍ. Esto im- embargo, es cóncava con respecto al eje de la población, e indica que la
icli! que cuando la población de equilibrio es AAÍ. la duración media natalidad declina con el aumento de población. En este caso, se alcanza
2 vida es AA//OA, o la tangente del ángulo AOAÍ. La población de el equilibrio de población no por un aumento de la "mortalidad", sino por
juilibrio está en K, donde se cruzan estas dos curvas. En el caso de una declinación de la "fertilidad . Podemos considerar esto, si nos pare-
¡tas figuras, el equilibrio es claramente estable. Si comenzamos con ce, de otra manera. La población de equilibrio que corresponde a la tasa
ia población ON, la tasa de nacimientos será OA; la población está de nacimientos OA es AA/: en esta población, la natalidad y la mortalidad
:)r debajo del nivel que puede alcanzarse con esta tasa de nacimientos serán iguales, siendo ambas medidas por OA/AA/. En ías poblaciones
la duración media de vida existente, de modo que la población crecerá; que están por debajo de K la natalidad esta por encima de la mortalidad:
medida que crezca la tasa de nacimientos, se incrementará. Si el ajus- la población crecerá; en las poblaciones que están por encima de K, la
de los nacimientos a la población es instantáneo, en tanto que el mortalidad esta por encima de la natalidad: la población disminuirá. Por
•10 MICBOECOXOM1A UXA INTRODUCCIÓN ECOLÓGICA 21

supuesto, muchas poblaciones se ajustarán a un equilibrio a la vez, me- demandas y las técnicas. Un aumento en la demanda de una mercancía
diante una declinación en Ui fertilidad y un aumento de la mortalidad, elevará su curva B y permitirá una provisión de equilibrio más grande:
cuando la población está en expansión. un abaratamiento de los costos de producción tendrá el mismo efecto. Sin
Debería observarse que la competitividad o complementariedad entre embargo, de acuerdo con los supuestos ordinarios de la economía estática,
poblaciones de diferentes clases puede establecerse a través del impacto puede esperarse que las curvas B y P sean lo suficientemente estables
sobre la fertilidad o u través del impacto sobre la mortalidad. Cuando como para convertirse en útiles herramientas para el análisis.
dos poblaciones biológicas compiten por una provisión de alimento común
el impacto de una sobre otra es probable que se haga sentir principal-
Poblaciones heterogéneas y competencia imperfecta
mente sobre la, mortalidad (duración de la vida): así, un aumento en la
población de ardillas de un bosque probablemente hará disminuir la Hasta este punto, hemos supuesto que las poblaciones consisten en
población de ardillas porque se acortará la duración de la vida de éstas. grandes cantidades de individuos, de modo que pueden describirse sus
Sin embargo, puede haber efectos sobre la fertilidad biológica, particu- relaciones funcionales mediante curvas aproxirn aclamen te iguales. En el
larmente si la mortalidad "infantil" aumenta y solo una pequeña propor- mundo de la naturaleza, especialmente en el mundo biológico, esto se
ción de la población sobrevive a la etapa reproductiva. La competencia cumple frecuentemente: la competencia es a menudo "perfecta", en el
de los dientes de león con el césped en un prado puede ser de las dos sentido de que el individuo es una parte tan pequeña de su población
clases: los dientes de león absorben los alimentos nutritivos y aumentan, total que sus peculiaridades pueden excluirse del cuadro. El modelo eco-
por lo tanto, la mortalidad de las briznas de césped, y al ocupar terreno nómico de competencia perfecta es un caso similar: se supone que el
impiden que las semillas de césped germinen. La complementariedad número de empresas de una industria es lo suficientemente grande como
(simbiosis) entre poblaciones biológicas puede operar también a través para que las variaciones de este número puedan considerarse como vir-
de la fertilidad, de la mortalidad o de ambas. Cuando tenemos dos po- tualmente continuas. Sin embargo, cuando consideramos poblaciones com-
blaciones, cada una de las cuales proporciona alimento a la otra, el impac- puestas por pocos individuos —o, incluso en un caso más extremo, por un
to se siente, principalmente, a través del efecto favorable sobre la dura- solo individuo— aparecen inevitablemente problemas de "competencia
ción media de vida. I lay muchos casos, sin embargo, en los que una imperfecta" (y, por supuesto, de cooperación imperfecta) entre las po-
íorma de vida ayuda a otra en su proceso reproductivo. Es bastante posi- blaciones.
ble, por supuesto, que la población A sea provechosa para B, mientras B Consideremos, en primer término, la situación de la fig. 13, en la
es perjudicial para A: éste es el caso del parasitismo, ya examinado. Tam- cual una de las poblaciones (B) está constituida por un pequeño número
bién es posible que la población A sea complementaria o competitiva de de individuos grandes e indivisibles, mientras que la otra población (A)
la población B, siendo B independiente de A; la curva B sería entonces está formada por un gran número de pequeños individuos, de manera
una línea recta paralela al eje A. En este caso el equilibrio es siempre que las variaciones de la población pueden considerarse continuas. No
estable: A, simplemente, se ajusta al nivel constante de B.7 podemos suponer ahora que las funciones de población son continuas, ya
El significado de este sistema de ideas para la economía puede que una población puede existir solamente en los niveles OB¡, OB», OBa,
advertirse inmediatamente si observamos que la "población" de una mer- etc. La curva A degenera, ahora, en la serie de puntos a0, «i,fli>,etc., que
cancía es su provisión total, su "tasa de nacimientos" es su tasa de produc- corresponden a valores enteros de B. Así, B¡OI es aquella cantidad de A
ción y su "tasa de muertes" es su tasa de consumo. Los economistas han que estará en equilibrio, dada OB\e B. De manera similar, la curva B
dejado de lado en, sus análisis la influencia de la provisión total de una degenera en una serie de puntos b0, b^, b2; B^ representa aquella can-
mercancía sobre su producción y su consumo. Es verdad, por supuesto, tidad de A en la cual la población OB¡ de B estaría en equilibrio. Tome-
que estas funciones dependen de muchas oirás cosas, por ejemplo, de las mos el punto R en que se intersectan las lineas en las cuales se encuen-
tran estos puntos: éste sería el punto de equilibrio si B fuera perfecta-
7 Se pueden señular interesantes relaciones cuando las poblauiones que interac-
túan son tres. Asi, puede darse un superparasitismo: el huésped A es perjudicado mente divisible. Las curvas continuas A y B tienen cierto significado in-
por los parásitos B y C mas los ayuda, en tanto B mismo es huésped del parásito C cluso en este caso: si una de las dos poblaciones está por debajo del
al fual ayuda y por el que es perjudicado. También puede darse un parasitismo valor correspondiente de la curva A o de la curva B, tenderá a crecer;
competitivo, en el que A es huésped de los parásitos B y C, en tanto B y C son si está por encima, tenderá a decrecer, incluso aunque los valores de
mutuamente competitivos. O puede ocurrir que A y tí sean huéspedes de un solo
parásito, C, etc. Hay nuu-has combinaciones posibles diferentes de las relaciones de "equilibrio" no puedan ser alcanzados. La condición límite es, por su-
fumpetenua, complementariedad e independencia entre tres poblaciones, y el número puesto, que B pueda crecer o decrecer solamente en unidades singula-
de combinaciones aumenta muy rápidamente a medida que aumenta el m'imero de res. Aun con esta limitación, podemos trazar líneas de vector; la forma
poblaciones. Oi-npanms más de estas complejidades nos llevaría lejos del akance que tomen ahora dependerá muy fuertemente de las condiciones dinámí-
du este trabajo.
MICROECONOMÍA UNA IMHUnilXIUN l.l O I . I X ' . K A

cas del problema. Si partimos de O, tanto A como tí se expandirán: A cu


forma continua y Zi a saltos. Puede ser que cuando B llegue a OE-. no
haya una expansión adicional de B, y no sea suficiente como para crear
una unidad adicional la presión hacia la expansiun de B. En ese caso, A
se expandirá hasta B-¿a-¿ y se establecerá un equilibrio en el punto a». En

L
V\. 4 fA . f \*

Fifi. 1L Compt-lriu i.i ruin- |i.<hl.:( ¡i»i,t". tiiiperfei.-tair.tnte divisibles.

capaces de existir solo en cantidades enteras. En esta figura, es aún


Fie. 13. Competencia con una población imperfectamente divisible. posible trazar las curvas A y B, aunque solo por accidente ocurrirá que
una de ellas pase por un punto entero. No obstante, para cualquier valor
dado de A, todos los valores de B por debajo de la curva B estarán sujetos
este punto existe aún alguna presión para una expansión de B, pero el a una presión hacia arriba y todos los valores de tí por encima de la curva
hecho de que solo pueda expandirse hasta Otí.-i impide esta expansión, B estarán sujetos a una presión hacia abajo. Similannente, para cualquier
que tendría lugar si B fuera divisible. Si los límites a la expansión están valor dado de B, los valores de A a la izquierda de la curva A mostrarán
dados por la "subsistencia" en algún sentido, esto significará que la pobla- presiones hacia arriba, y todos los valores a la derecha, presiones hacia
ción B es, por lo general, próspera.
abajo. La dirección de estas presiones está indicada por pequeñas flechas
Puede ocurrir, por otra parte, que la presión hacia el crecimiento de en los puntos del campo que representan posibles combinaciones de las
B produzca una expansión. B crecerá hasta Ofí:i y el sistema se trasladará dos poblaciones. Aquí son posibles, nuevamente, equilibrios estables o
desde el punto a-2 hasta h: desde este punto, la población A declinará circulares, lo cual depende de los supuestos dinámicos. En el punto K,.
hacia B-¿a¿. El punto a-.; puede ser un equilibrio estable si la presión hacia por ejemplo, hay una presión hacia arriba sobre ambas poblaciones, pero
la reducción de B no es sut¡dente para hacer desaparecer la unidad B-¿Bz. si la presión no es suficiente para producir un salto de una unidad en una
Sin embargo, si esta presión es suficiente, B declinará hacia Otí-, nneva-
de ellas, ni será un equilibrio estable. En forma similar, R 4 . .Rr> *> fr;
i i i « ' n U ' , en el punto k, A se expandirá hacia el punto o-_> y habrá un equi-
podrían ser también posiciones estables de equilibrio. Sin embargo, si
librio circular que seguirá el recorrido ujui-.-.k. También pueden estable-
en fi, las presiones subre A son suficientes para hacerle dar el salto a Íi 4:
cerse equilibrios circulares en cualquier rectángulo limitado por las líneas
y si en R4 las presiones son lo suficientemente grandes como para hacer
líji y B-.b-, lo cual dependí; de las suposiciones dinámicas que se hagan.
retroceder a A hada K, (cu tanto las pirsiniK-s sobre /> sean insuficien-
Asi, desde un punto como k la presión subre B puede producir un incre-
tes para moverla) habrá un equilibrio circular con saltos atrás y adelante
mento antes de que A llegue al punto a¿.
entre Ki y RI- l'udriamos tener equilibrios circulares similares entre Ri
En la lig. 14 se abandona incluso el supuesto de que una de las dos
y RZ o entre K:¡ y lir, o entre /i,; y K.;. según las tuerzas relativas de las
poblaciones es capaz de variación continua, y si- supone que ambas son
presiones. Deberá observarse- que el curso del equilibrio circular nú
MICROECONOMIA UXA INTRODUCCIÓN ECOLÓGICA 25

incluye necesariamente el punió de intersección de las curvas A y B, H. depender no tanto del número de individuos, como del producto del
aunque, probablemente, se halle en la vecindad de este punto. número con alguna medida del tamaño del individuo. Un gran número
Téngase en cuenta que estos cursos de equilibrio circular pueden de individuos pequeños puede tener el mismo significado que un peque-
existir incluso cuando las poblaciones tienen una variabilidad continua, ño número de individuos más grandes del mismo tipo. Así, lo significa-
si las variaciones mismas tienen lugar a saltos grandes y repentinos, los tivo al considerar una población de empresas de cierto tipo, es decir, una
cuales "superan" el equilibrio, o si el movimiento hacia el equilibrio desa- industria, no es meramente el número de empresas, sino también sus ínsu-
rrolla un impulso que también va más allá del equilibrio. Él movimiento mos totales y producciones totales: 100 empresas que produzcan un pro-
cíclico observable en algunas poblaciones naturales, por ejemplo, el famo- medio de 1.000 toneladas cada una, pueden tener la misma significación
so caso del lemming noruego es, probablemente, de este tipo. Hay tam- para las otras poblaciones del sistema (¡ue 200 empresas que produzcan
bién muchos ejemplos en la vida económica, verbigracia, el ciclo del 500 toneladas cada una, porque lo que afecta a las otras poblaciones pue-
cerdo. Es interesante observar que el modelo más extremo de competen- de no ser el número de empresas sino su producción. Este fenómeno no
cia perfecta en el que todas las empresas son exactamente similares y la se advierte quizás, tan claramente, en la ecología natural, en la que el
curva de oferta perfectamente elástica, debe dar lugar, probablemente, a individuo es más uniforme, pero incluso en ella los insumos y produccio-
estos equilibrios circulares. En este caso, si hay más empresas en una nes de las poblaciones continúan siendo lo más significativo para las
industria que el número de equilibrio, todas serán igualmente improduc- otras poblaciones.
tivas, y no hay ninguna razón para suponer que una empresa, y no otra,
dejará la industria. En realidad, la empresa se encuentra con un proble-
ma de estrategia, sorprendentemente parecido a los que se hallan en el
oligopolio; la empresa que abandona la industria ayuda a las que per-
manecen en ella. Por lo tanto, para cada empresa surge el siguiente
problema: "¿Tendría que abandonar y sufrir los inconvenientes de tras-
lerir mi ocupación o producción a otra industria, en cuyo caso aquellos
que se queden cosecharán las recompensas de mi perjuicio, o habré de
quedarme y esperar que abandone algún otro?" Lo que puede ocurrir
es que no se vaya nadie en absoluto, por hallarse cada uno a la expecta-
tiva de lo que hace el otro, hasta tanto la situación se vuelva completa-
mente intolerable: entonces, como se supone que todas las empresas son
similares, abandonará un gran número de ellas, ¡y quedará el campo libre!
Esto creará una oportunidad enormemente provechosa, pero las empre-
sas pueden titubear para entrar en la industria por temor de que un gran
número de ellas haga lo mismo; sin embargo, como la oportunidad pro-
vechosa persiste, esta resistencia será superada gradualmente, y en algún
momento, se derrumbará la resistencia de todas, ¡y todas las empresas
irrumpirán nuevamente en la industria! En esta forma extrema, por su-
puesto, el modelo resulta casi ridículo, pero el ciclo del cerdo es realmen-
te un ejemplo de una forma menos extrema de este fenómeno. Si las
distintas empresas no son similares, es decir, si hay una "escalera de cos-
tpfc". y las empresas están ordenadas en una escala ascendente de costos
medios mínimos y, consecuentemente, hay una oferta que no es perfecta-
mente elástica, este fenómeno no ocurrirá. Está bastante claro, entonces,
qué empresas dejarán la industria —aquellas que tienen los más altos
costos— y en este caso, tendrán lugar ajustes continuos, sin tendencia
alguna hacia la eircularidad. Símilarmente, al expandirse la industria,
las empresas que tengan los costos nías bajos ingresarán en primer término.
Hay otra razón, además de la posibilidad de discontinuidades, por la
que el tamaño de la unidad individual de una población puede ser impor-
tante en el equilibrio ecológico. El significado de una población puede
El, INDIVIDUO SOCIAL Y EL ORGANISMO ECONÓMICO 27

estado ocasionará una conducta por parte del organismo, tendiente a


restablecer el estado deseado. Asi, el cuerpo humano tiene un complejo
equilibrio fisicoquímico que incline, por ejemplo, una temperatura cons-
tante y ciertas concentraciones determinadas de distintas sustancias en
sus distintas paites. Si se perturba el equilibrio, surgen "necesidades" que
inducen al cuerpo a actuar en procura del restablecimiento de su con-
El individuo social y el organismo dición óptima.
La teoría más simple de la empresa consiste en suponer eme hay una
económico "homeostasis del balance", es decir, que hay alguna cantidad deseada
para cada uno de los distintos ítem del balance, y cualquier perturba-
ción de esta estructura producirá tuerzas que restablecerán el statu quo.
Cualquier teoría que se establezca en el marco de un sistema ecoló- De esta manera, ,si un cliente compra un producto terminado, esto hace
gico —como debí; hacerse en el caso de una teoría económica y social— decrecer las provisiones de producto terminado de la empresa e incre-
tiene que desarrollar una teoría del organismo individual. La conducía mentar sus provisiones de dinero. Para restablecer el statu quo, la
y relaciones de las poblaciones, es decir, de los agregados, están formadas empresa debe invertir la cantidad de dinero incrementada, a fin de pro-
por la conducía de los individuos que las componen. Por lo tanto, no ducir más producto terminado. De acuerdo con estos supuestos, la pro-
podemos comprender realmente la conducta de las poblaciones sin cono- ducción de una empresa y, en realidad. la producción de toda la socie-
cer algo acerca de la conducta de- los individuos, y los determinantes de dad, es una necesidad impuesta por el hecho del consumo. Debemos
su nacimiento, crecimiento, tamaño y muerte. Xo estamos proponiendo tejer más tela y fundir más hierro por lo que corrompen la polilla y la
una "teoría general" del organismo que se aplique con una diluida gene- herrumbre. Todo acto de producción, por supuesto, altera las provisiones
ralidad a criaturas tan diversas como ballico, conejos, tenias, profesores, de materia prima y mercancías en vía de fabricación, que también deben
adventistas del séptimo día, productores de leche, surtidores de gasolina, ser remplazadas. Por lo tanto, el consumo "causa' directamente la pro-
oficinas gubernamentales y sonetos. Ni siquiera es deseable tener una ducción en un sistema de este tipo y, ñútese esto, sin intervención alguna
"teoría general" de este tipo, qñe se aplique a rodos los diversos organis- de un sistema de precios o de cualquier supuesto acerca de la maximiza-
mos de la sociedad, \ecesitamos. más bien, un continunm de teorías: de ción de los beneficios o de cualquier otra variable.
lo contrario, se corre el peligro de que la generalidad degenere en mera La teoría de la homeostasis y el concepto de una "estructura de par-
vaguedad, v no queremos meter organismos tan diversos como la familia, tida doble" o balance pueden aplicarse, con distintos grados de significa-
la corporación, la iglesia y el estado en la camisa de fuer/a de una única ción, a cualquier organismo social. Un colegio, por ejemplo, debe rem-
Moría. Xo obstante, todos los organismos se ajustan a ciertos modelos plazar .sus alumnos del último año por loa del penúltimo, los del penúl-
muy amplios de forma y de cambio, a pesar de la ilimitada variedad en los timo por los de segundo, los de segundo por los de primero y éstos por
detalles. Todos los organismos muestran un "ciclo •\ital" de nacimiento, una nueva clase de aspirantes. Debe mantener su prestigio y su posición
crecimiento, decadencia y muerte y todos los organismos muestran mode- renovando los miembros de su claustro a medida que éstos se retiran o
los característicos de conducta a corto plazo, en periodos demasiado cor- ascienden. Debe mantener sus instalaciones a medida que éstas, se depre-
tos como para que se evidencie en ellos el ciclo vital. El primero es el cian. Principios similares se aplican a iglesias, sindicatos y todos los otros
problema a largo plazo, y el segundo, el problema a corto plazo. A largo organismos sociales.
plazo, estaremos todos muertos, como dice Keynes. A corto plazo, come- Así, el balance es a una empresa lo que su "estado" es a un cuerpo:
nips, bebemos y, ocasionalmente, somos felices. El teórico, sin embargo, describe la estructura de la empresa en términos de las distintas cantida-
debe contemplar la muerte —o al menos, ¡a trasfiguración— tanto como des de sus partes. Todo lo que le sucede a una empresa puede descri-
el regocijo. birse en términos de un balance "dinámico' —es decir, mía película de
los cambios del balance— ya que todo lo que afecta a la empresa en cual-
quier forma provoca cambios en el balance. El concepto de balance del
LJ homeoslaits del balance economista será, por supuesto, considerablemente más amplio que el del
contador; incluirá muchos ítem intangibles que las convenciones conta-
La teoría más simple posible acerca del organismo, a corto plazo, es bles no permitirían incluir, y también descompondrá los ítem con un
la teoría de la "homeostasis", para usar un término tomado de la fisiolo- detalle mucho mayor que el del contador.
gía. Ks la concepción según la cual existe algún "estado' del organismo De esta manera, el "activo" del balance del economista consistirá en
,:iie esto está dispuesto a mantener, y que cualquier perturbación de tal una lista detallada de todas las cantidades de los diversos tinos de bienes
18 MICROECÜNOMIA EL INDIVIDUO SOCIAL Y EL ORGANISMO ECONÓMICO 29

íe la empresa, junto con sus valores. Estrictamente, cada población ho- que represente, al menos, una tasa potencial de trasformación de bienes
nogénea de bienes debería figurar en lista separada, y debería incluirse no líquidos en bienes líquidos.
odo aquello que reflejara la "posición" de la empresa. La lista incluirá El "pasivo" del balance muestra la distribución del valor total de
aja, depósitos en bancos, valores de distintos tipus, cuentas por cobrar, bienes entre las distintas cuentas; visto de otra manera, identifica a los
as cantidades de todas las clases de mercancías, terminadas, en vía de proveedores o fuentes de recursos representados por los bienes. Algunas
abricación o materias primas poseídas por la empresa, las cantidades de obligaciones pueden ser contractuales, en tal caso están dadas en valores
odas las diferentes clases de edificios, tierra, maquinaria, etc. El balan- fijos en dólares (bonos, cuentas a pagar, documentos a pagar, etc.). El
ce del contador se detiene habitualmente en este punto, aunque ocasío- exceso del valor total de obligaciones (que es igual, por supuesto, al valor
miníente se incluye un ítem para el "crédito", que refleja el valor de la total de bienes) sobre las obligaciones contractuales es la obligación
)osición de la empresa en el mercado. En la descripción del economista residual, o el capital neto. No parece haber prácticamente nada, en el
cudria que encontrarse, quizás, alguna consideración acerca de la posi- mundo de los organismos vivos, que corresponda al pasivo de un balance:
:ión de la empresa en el mercado y también alguna referencia a sus los organismos vivos tienen "bienes", evidentemente, pero todos sus bie-
•ocursos potenciales. Así, en una sociedad libre, los trabajadores no nes son capital neto, ¡y no tienen deudas! Nuevamente, esto es una con-
iparecen en el balance de las empresas, como lo harían en una sociedad secuencia del hecho de que los átomos que constituyen los organismos
le esclavos: sin embargo, las oportunidades dadas al trabajo asalariado, vivos no son superiores a los organismos que componen, y son, hasta
' las otorgadas al trabajo directivo pueden representar cuentas positivas donde sabemos, bastante pasivos en sus relaciones con ellos: los "átomos
jara una empresa. En contaduría, a veces, se reconoce esto cuando, por de los organismos sociales son individuos humanos que están muy lejos
ijemplo, una empresa obtiene una póliza de seguros gracias a los servi- de ser pasivos y que son —o deberían ser— superiores a los organismos
dos de un hábil director, lo cual indica que su muerte o remoción repre- que componen. Por lo tanto, en el mundo de la sociedad, un organismo
lentaría tina verdadera pérdida de haberes para la empresa. En forma puede procurarse recursos de un eran número de individuos distintos, a
;irnilar, la alta moral de la fuerza de trabajo potencial o real de la em- menudo separados por muchos canale1; intermedios y organismos inter-
irt-sa puede ser también un rubro del activo en la descripción económica, mediarios. En última instancia, las obligaciones de las cuentas de un
ncluso aunque el mercado no establezca, habitualmente, un valor para banco o de otra empresa, tienen que ser adjudicadas a los capitales netos
actores de este tipo. de individuos, pero el pasivo de una empresa puede consistir, en parte,
Cada inventario físico de bienes se valúa de acuerdo con algún pre- en el activo de otra, cuyo pasivo, a su vez, consista parcialmente en el
ño. Un precio es, esencialmente, una relación trasformacional en la que activo de otra, v seguir así la cadena hasta que se llegue al activo de
ana cantidad física de bienes puede trasformarse en una cantidad de va- personas individuales.
or (dólares). Es necesario hacer esto a fin de sumar las cifras del inven-
ario de bienes. No podemos sumar toneladas de acero, latas de pintura,
ibras de goma y cantidades de automóviles; sin embargo, si reducimos La dinámica del balance
a cantidad física de estas cosas a su equivalente en dólares, o a su equi-
valencia en alguna otra "medida de valor", podemos sumar los "dólares" El problema siguiente es ¿nué cambios pueden tener lugar en la
jara obtener un total. posición de la empresa? Todo lo que le ocurre a una empresa puede
El "precio" de caja y depósitos en bancos es la unidad, ya que las expresarse por cambios en su balance: si tuviéramos una película del
:anüdades físicas de estos bienes son medidas en "dólares". Lo mismo balance completo, conoceríamos cada cambio objetivo y cada evento de
>uede valer para algunos títulos, aunque frecuentemente existe una rela- la historia de la empresa. F,stos cambios .son de varios tipos: (i) compras
jón trasformacional entre su "volumen", que se mide en dólares conven- y ventas de mercancías; (ii) compras v ventas de trabajo; (iü) trasfor-
cionales, y su valor en dolaros "reales". Los inventarios pueden evaluarse maciones de un bien en otro a través de la producción (por ej., de trigo
:le acuerdo con distintos principios, por ej., "precio de costo o da mérca- en harina); (iv) consumo de bienes no directamente atribuible a rrasfor-
lo, cualquiera sea el menor", "FIFO", "LIFO", pero cualquiera sea el maciones (depreciación, además del uso); (v) revaluaciones de bienes,
iriucipio de evaluación habrá algún "precio" o coeficiente de transforma- es decir, cambios en los precios o relaciones de valor mediante las que
ción, es decir, la proporción entre el valor y la cantidad lísica correspon- se expresan las cantidades físicas en cantidades de valor (dólar); (vi)
licnte. Los edil icios, y otros capitales fijos son valorados generalmente creación o destrucción de obligaciones de distintos tipos (por ej., median-
ionio unidades; el "precio" y el valor son iguales. Aquí, nuevamente, te la solicitud o el reintegro de préstamos). Muchos cambios consisten
encontramos diversos métodos de evaluación. Sin embargo, cualquiera sea en combinaciones simultáneas de uno o más de los tipos dados, pero todos
LÍ! método, el significado de la evaluación es siempre igual: se trata de los cambios objetivos pueden analizarse como uno o más de estos seis
descubrir un "equivalente en dolares" para cada unidad física de bienes, tipos.
o M1CBOECONOMÍA EL INDIVIDUO SOCIAL V EL ORGANISMO ECONÓMICO 31

Las compras y las ventas consisten en la trasformación de bienes harina (la "producción") e ( i i ) una disminución en los ítem caja, trigo
ior medio del intercambio: una compra representa la disminución de los y maquinaria (los "costos de producción''). Estos incrementos y dismi-
tienes en dinero y un incremento de bienes no líquidos. Así, si una nuciones pueden ser evaluados, por supuesto, en términos de dólares. SÍ
mpresa compra l.ÜCü búshels de trigo a u$s 2.00 la tonelada, el ítem de !a operación ha sido provechosa, el valor del incremento de harina debe-
cajú" o "depósitos en bancos" del balance disminuye en u$s 2.000; el ría ser mayor que el valor de las disminuciones en los otros ítem. Estu
tcrn "trigo1 del balance aumenta en 1.000 búsheís. La convención con- es la esencia del proceso de creación de beneficios: la manipulación
ttble habitual consiste en valorar las compras por el precio pagado por (trasformación) de los bienes a fin de conseguir un incremento en su
Has, es decir, se supone que se intercambian valores iguales, de modo valor total.
[ue en el caso citado más arriba el trigo sería valuado en u$s 2.000 y, en Debe observarse la peculiar naturaleza de las compras de trabajo.
armiños de valor, la transacción consistiría en un trueque de u$s 2.000 Desde el punto de vista de la empresa, ta compra de trabajo consiste en
le un ítem i'cajai a otro ítem (trigo), y queda inalterado el valor total una trasformación de los bienes líquidos en bienes rio líquidos. En pri-
le los bienes. En 1 orina similar, una venta representa un cambio de bie- mera instancia, por supuesto, a medida que se real i/a el trabajo, el tra-
LCS no líquidos a bienes líquidos (dinero): si fueran vendidos LOOU bajador crea una obligación salarial contra la empresa, que. lógicamente,
u'isLls a ii^'s 2.00 el búsfiel. la transacción representada un trueque inter- debe aparecer en el pasivo del balance; por el solo hecho de su tralmio.
ii) cu el balance, donde u$s 2.000 pasan del ítem "trigo" al itern "caja", el trabajador está proporcionando recursos a la empresa, está creando
isí, las compras y las ventas representan traáformadones cíe bienes jwr bienes y tiene una obligación generalizada pnr el valor de estos bienes
ncüio del intercambio. El intercambio consiste, normalmente, en una creados, o al menos, por parte de este valor. Un pago de salario cancela
ra.sierenciu de bienes lio líquidos a dinero, o viceversa; es bastante po.si- la obligación salarial; desde el punto de vista de la empresa representa
)K' MU embargo, un intercambio en forma de trueque, en el que se tras- una disminución de los bienes líquidos y una disminución correspondien-
onna un tipo de bienes no líquidos en otro. te de las obligaciones contractuales. El uso del trabajo, más el pago de
Los beneficios surgen del intercambio, como veremos más clara- salario, se trasforrna, entonces, en una disminución de los bienes líquidos
IH n e en el capítulo siguiente, por el incremento del valor de los bienes 'dinero) igual al monto pagado como salario, y en un aumento de otros
mVntrus éslos son poseídos. Supongamos que un hombre compra 1.000 bienes producidos por el trabajo.
júblurls de trigo 11 u$s 2.00 por biishel y los vende, nías tarde, a u$s 2.50. En general, tendríamos (¡ue esperar que cada disminución de un
Pambién es cierto entonces que la compra implica entregar u$s 2.000 de bien diera como resultado un aumento correspondiente de algún otro
Uñero por un valor de uSs 2.0CO en trigo, y la venta implica entregar un bien. A veces, sin embarco, los efectos del consumo de un bien están
'alor de ii$s 2.500 en trigo por un valor de u$s 2.500 de dinero. En el tan difusamente esparcidos a lo largo del proceso, que resulta imposible
ntervalo entre la compra y la venta, e! valor del trigo se ha increijien- especificar une bienes se han incrementado como consecuencia del con-
ado, de u$s 2.000 a u$s 2.5ÜÜ, a causa del aumento de su precio. Es sumo. En términos contables, tal consumo de bienes recibe el nombre de
l ste aumento en el valor, y no el intercambio mismo, lo que constituye "pérdida". Los salarios de los ejecutivos son, frecuentemente, de este ti-
'I beneficio. Este beneficio, por supuesto, "se convierte" en dinero solo po. También son de este tipo algunos de los castos generales fijos y los
'1 día. de la \enta, si por "conversión" entendemos la trasformación de trastos de mantenimiento, por ej., serenos. En principio, sin embargo, po-
os bienes en su forma original. La conversión, sin embargo, no es lo mis- dernos suponer que los bienes no serán consumidos salvo que su valor sea
no que la ganancia. remplazado, por lo menos, en el balance total, de modo que todo consu-
El intercambio no es el único método de trasformación de bienes: mo voluntario de bienes, en principio, tendría que considerarse como
istos pueden ser trasformados también por medio de la producción. Ge- una trasformación. Hay algunos problemas dificultosos relacionados con
leralmente, la producción significa la creación simultánea de una o el consumo imprevisto o indeseado de bienes, como, por ej., cuando el
ñas clases de bienes por medie) de la destrucción de otros tipos de bienes, fuego quema un edificio. Habitualmente, estas pérdidas pueden ser cu-
/ es su resultado neto el remplazo de los bienes destruidos por los bienes biertas en forma suplementaria mediante el seguro, cuyo costo representa
«•educidos, es decir, la trasformación de los bienes destruidos en los un tipo de depreciación de los bienes asegurados. También hay proble-
aienrs producidos. Lus bienes destruidos o consumidos constituyen el mas dificultosos relacionados con la depreciación, que surgen en la discu-
'costo" de los bienes producidos, desde el punto de vista de la empresa. sión del ingreso nacional: la depreciación es una forma de consumo de
\sí. cu la producción de LüOO toneladas de harina pueden consumirse capital (bien) que tiene lugar, frecuentemente, en forma casi indepen-
1.250 toneladas cíe trigo, cierta cantidad de maquinaria y equipamiento, diente del uso del bien. Cuando el trigo se trasforma en harina, no hay
/ debe emplearse también cierta cantidad de dinero para comprar tra- duda alguna acerca de la relación entre la disminución del trigo y el
jajo. Los cambios operados en el balance cuino resultado de esta opera- incremento de la harina. Hay muchas dudas, en cambio, acerca de si la
ción productiva consisten, por lo tanto, en (i) un incremento en el ítem depreciación de los molinos de trigo está relacionada con el incremento
¡ MICHOECONOMIA EL INDIVIDUO SOCIAL Y EL ORGANISMO ECONÓMICO

3 la harina, ya que los molinos podrían haberse depreciado en la misma caja y un incremento correspondiente en títulos de alguna especie, por
edida, incluso si no se hubiese producido harina en absoluto. ej., documentos a pagar.
La quinta categoría de cambios del balance —revaluación de los
enes— no afecta al balance "físico", es decir, la lista de cantidades Cambios en el activo y en el pasivo
sicas de bienes. Afecta, sin embargo, al balance en "dolares" y al valor
«tal de los bienes y, también, en la otra parte del balance, al capital Los cambios en la estructura del balance pueden describirse como
;to. Así, si un balance contiene 1.000 búshels de trigo a u$s 2.00 el activos o pasivos. Los cambios del activo son consecuencia de lo que la
jshul, esto se registra en el balance en dolaros como u$s 2.000, Si el empresa hace y los inicia la empresa misma: compras de materias primas
redo en que se evalúa el trigo aumenta a u$s 2.^0, el valor en dólares o de trabajo, préstamos de dinero, iniciación de una campaña propagan-
3 la misma cantidad de trigo es de uSs 2.500. Si no hay otros cambios dística, son ejemplos de esto. Los cambios del pasivo son consecuencia
i el balance, el capital neto so habrá incrementado en uSs 500, incluso de lo que le pasa a una empresa. Algunos Je ellos son iniciados por otros
inque no hayan tenido lugar cambios de ninguna especie en el balance organismos. Las ventas son, habitualmente, de este tipo, aunque pueden
sien. Es difícil el problema de si los cambios ocasionados por estas implicar algún tipo de actividad. Otros resultan de cambios meramente
'Valoraciones deben considerarse "espurios" o no. Si todos los precios externos, tales como la depreciación y la caída en desuso.
imbiaran en la misma proporción, y todos los valores de un balance Los cambios del activo implican frecuentemente pasividad por parte
imbiaran también en la misma proporción, evidentemente, todos asegu- de algún otro organismo: las compras, por ej., implican, habitualmente,
.ríamos que habría un cambio en el tamaño de la unidad contable: pasividad por parte del vendedor, aunque puede haber excepciones a esta
;to no tendría más significación que el cambio de una coma decimal regla, como cuando hay regateo. La "actividad" de una empresa (o de
n embargo, si hubiera cambios en los precios relativos de los distintos cualquier otro organismo) no se limita, necesariamente, a la conducta
5m de un balance, este cambio sería significativo, va que un precio. "activa". Puede consistir también en establecer los términos en que tie-
i el sentido de un coeficiente de evaluación, es un "peso" mediante el nen lugar los cambios pasivos y controlar, así, indirectamente, el volumen
lal se tasa la significación de un ítem físico. Supongamos, por ej., que de estos cambios pasivos. De esta manera, una empresa puede ofrecer un
empresa A tiene 2.000 toneladas de carbón y 100 toneladas de trigo, producto a la venta, dejando a cargo de los compradores la cantidad del
ienlras la empresa B tiene 200 toneladas de carbón y 550 de trigo. Si producto que será vendida (esto es, desde el punto de vista de la empresa,
precio del carbón es de uSs 10 por tonelada, v el del trieo es de nSs 40 tranformada en dinero) en un tiempo dado. La tasa de trasformaeión, sin
ir tonelada, ambas empresas tienen bienes valuados rn uSs 24.000. Su- embargo, será determinada en parte por el precio o razón trasformacio-
Mitiiimos ahora que el precio del carbón aumenta a uSs 20 y el del trigo nal: en general, cuanto más alto sea el precio, menos venta habrá en un
»¡a a uSs 20 por tonelada. Los bienes de la empresa A tienen ahora un tiempo dado (ley de demanda). Por lo tanto, una empresa puede ser
ilor neto de u$s 42.000, mientras que los de la empresa B valen solo capaz de afectar la tasa de trasformaciones pasivas, mediante la mani-
fs 15.000, a pesar de que no ha habido ningún cambín en la estructura pulación del precio —también, quizás, el precio de venta— de su producto.
sica de sus respectivos balances. El cambio, sin emlun 1 es significa- En un organismo que opera bajo el principio de la homcostasis pura,
do: A está en mejor situación, ya que ha mantenido ^is bienes princi- todo evento "pasivo será .compensado por un evento "activo". Si pudie-
ilmente en una forma que ha incrementado su ación, mientras ran suprimirse todos los eventos pasivos, podría mantenerse la homeos-
je íí está en peor situación, va que ha conserva bienes en una tasis si no se 1; • o luda en absoluto. El cavilar del avaro sobre su acopio
mía cuya significación ha disminuido. Esto no vale a decir, sin de riquezas es, q i s i / á ^ , la aproximación más estrecha a esta condición. Lo
nbargo, que los precios del mercado son la verd. medida de la que impulsa a la i,. <>ría de los organismos a la actividad es el hecho de
ignificación" de Ins bienes, pero no podemos dése; la posibilidad que hay ciertos evi pasivos inevitables, tales como la depreciación o
i que se operen cambaos í?l:AtTO pn la si«mficacM u 'leaV, los e\Kvks el CoíkSUíUG intento, y i»or lo tanto, puede ser necesaria una actividad
cctuiÚLi kv\x significativos ttitftlrs do Kut V^nes. sumamente compleja pura compensar estas inevitables depauperaciones
La sexta categoría de cambios, creación y destrucción de obligacio- de bienes.
ís contractuales o "títulos" puede determinar cambios en ambas partes
?1 balance. Si una empresa solicita un préstamo de uSs 1.000, el resul- La teoría estática de la empresa
do de esto consiste en sumar un haber de u$s 1.000 en caja y una obü-
ición'de uSs 1.000 en pagarés. De la misma manera, el reintegro de un Aunque el principio de la homeostasis es muy útil, es evidente que
"éstamo implica una resta de caja y una resta igual de pagarés. Sin se trata solo de una primera aproximación a una teoría del organismo y
nbargo, el otorgamiento de un préstamo (empréstito) solo da por resul- falla en varios puntos. En primer lugar, no dice nada acerca de lo que
do, en forma inmediata, cambios en el activo: hay una disminución en determina el estado de equilibrio misino. En biología puede suponerse
TL INDIVIDUO SOCIAL V Kl. UHüAMsMO ECONÓMICO
MiCROECONOMIA

alíñente que esto está dado por la constitución genética; en los orga- ni-to, sino un vector de una variable subjetiva (utilidad!. El principio de
is sociales, en cambio, la posición de equilibrio del organismo mismo maximi/ar un "maximans" bajo las limitaciones impuestas por una fun-
en un ¿irado considerable, bajo el control del director del organis- ción de oportunidad es básico para lo que se llama, habitualmente, "aná-
•Vsí. en el caso de la empresa, mu primera aproximación teórica se lisis marginal . En realidad, todo el análisis marginal, con ser tan elabo-
• ((instruir sobre la base de una supuesta homeostasis del balance, rado, es. simplemente, el desarrollo en detalle de este principio tle uiaxi-
debemos ir más allá para discutir el problema de lo que determina mi/aeión fundamental.
timum o equilibrio del balance mismo, en tanto está también, en La teoría estática de la empresa, aunque no es una verdadera teoría
a medida, bajo el control de la empresa. Esto nos llevaría directu- del "ciclo vital", puede arrojar alguna hiz no solamente sobre el tamaño
.' a la teoría del "ciclo vital", y en realidad se pudría haber esperado de equilibrio de la empresa, sino también sobre sus condiciones de naci-
a lamosa analogía de Marshall acerca de los árboles del basque miento y muerte. Se supone, generalmente, que una empresa no nacerá
ru llevado nuevamente a los economistas a discutir las fuerzas que si en el máximo rendimiento neto de esta empresa potencia!, dicho ren-
uinan el nacimiento, crecimiento, declinación y muerte de una dimiento neto es negativo. Por otra parte, se supone que siempre que
L-s.t. De hecho, la teoría de la empresa y del organismo económico hava para una cierta empresa una oportunidad de existir con un rendi-
neral no se ha desarrollado a lo largo de estas líneas, sino más bien miento neto positivo, esa empresa nacerá. De igual manera, si una em-
argo de la:» lineas de la teoría del equilibrio estático de la conducta presa existente descubre que su rendimiento in-to es negativo como con-
minadora". Desgraciadamente, el concepto de balance no se ha secuencia de algún cambio desfavorable en su función de oportunidad
ado en ninguna medida al desarrollarse la teoría estática de la —a causa de una disminución en la demanda de su producto, de los pre-
isa. de modo que tal como se la presenta habitualmente en los libros cios crecientes de sus insumos o de cambios adversos en su función de
xto. la empresa es una extraña criatura sin sangre, desprovista de producción— puede continuar existiendo durante un tiempo pero even-
ee, de cualquier estructura de capital perceptible, de deudas, y apa- rualmente saldrá del ramo ("morirá"', puesto que los recursos que están
rente, comprometida simultáneamente en la compra de insumus y organizados en ella pueden encontrar un empleo más provechoso o ven-
\ e u t a de productos a tasas constantes. A pesar de su debilidad, tomo tajoso en otro ramo. Los economistas no parecen haber aplicado nunca
ios después, una gran parte de la teoría estática de la empresa se este principio a la unidad iamiliar, pero, evidentemente, puede aplicarse.
.' Calvar y presentar bajo la forma de una teoría de balance: no Así. una familia nace cuando dos personas jóvenes decitlen (¡ue las ven-
lite, incluso aunque se lia hecho esto, no tenemos todavía una teoría tajas netas que resultan de vivir juntas son positivas. Esto puede ocurrir
icio vital, sino tan solo una teoría de una posición de equilibrio de o bien a causa de un cambio favorable en las funciones dé mercado (el
las variables de la empresa. joven obtiene un empleo mejor) o bien a causa de un cambio favorable
-a (curia estática considera a la empresa como un proceso de tras- anticipado en la función combinada de utilidad y producción ^se enamo-
icion de valores de insumo en valores de producción. Los valores ran), o bien, simplemente, a causa de la oportunidad del encuentro de
numo y los valores de producción están tuncionalmente relacionados, factores productivos (Hombre y m u j e r 1 e u > a combinación se considera
iim-r lugar, por medio de la luucioa de producción tísica, que reía- ventajosa. La unidad familiar se desintegra ; uniere) cuando uno de los
cantidades de insumos tísicos con productos tísicos, y en segundo cónyuges perece (agotamiento de los recursos naturales) o cuando se
, por medio de Junciones de mercado, que relacionan cantidades de considera que la relación de la pareja no es provechosa \e disuelve
ios y productos con sus valores. Estas i unciones de mercado pueden voluntariamente por separación o divorcio. El análisis estático no arroja
.r también ciertos otros insumos y productos, como en la teoría del quizás mucha luz sobre el tamaño de la unidad iamiliar que, frecuente-
D de venta. La combinación de todas estas funciones, sin embargo, mente, está determinado por el azar. Cutía vez más. sin embargo, vemos
la mía gran fundón que relaciona todas las variables implicadas que en la sociedad "económica" moderna, el numero de hijos se planea
irnos, productos, precios, etc.— en lo que puede llamarse una "lun- mediante un balance de las ventajas y desventajas, y bajo estas circunstan-
iíe oportunidad", ya que muestra todas las oportunidades o posibles cias, tendemos, incluso, a considerar que el tamaño de la familia, como
¡naciones de todas las variables posibles que tienen relación con la el de la empresa, crece junto con la demanda de su producto.
esa. L'na de estas variables —en la teoría elemental, el rendimiento i

o la diferencia entre el valor de los productos y e! valor de los


ios-- se supone maximizada, y la posición de todas las otras variables Insuficiencias de las teorías de la "conducta maximizadora"
función de oportunidad en la que esto "maximans está maximizado,
El tipo de teoría representado por ei análisis marginal estático no
nsidera como la posición de equilibrio de la empresa. La teoría de
arroja mucha luz. sin embargo, sobre algunas otras formas sociales. En su
milia sigue líneas completamente similares. saKo en que en este
el "maximans" no es una variable objetiva tal como el rendimiento intento de construir un modelo de sindicato, por ej., los economistas del
MICROECOXOMIA
EL INDIVIDUO SOCIAL Y EL ORGANISMO tCüNOMICO 37

trabajo no han encontrado particularmente útil el principio de maximiza-


de maximización de las ganancias en la empresa y del beneficio en la fa-
ción. Suponer, por ej., que los sindicatos desean maximizar algún "rnaxi- milia produjo resultados valiosos es que la divergencia con respecto al
inans" objetivo tal como la ley general de salarios de sus miembros, o el "maximans" es reconocida conscientemente como un estímulo para la ac-
salario medio de los miembros empleados, no parece ser un, principio de
ción y, por lo tanto, como una fuerza que tiende a hacer volver al orga-
interpretación provechoso para el análisis de la conducta real de los sin-
nismo al equilibrio, una vez que éste se ha apartado de él. En biología, sin
dicatos. La razón de esto aparentemente es la debilidad de todas las
embargo, y con respecto al equilibrio de muchos organismos sociales, la
fuerzas tendientes a conciliar la política de un sindicato con estos equi-
maximización de los beneficios" es una solución puramente formal, incapaz
librios. La teoría de la nwximización es provechosa solo en la medida en de fuerza interpretativa alguna, ya que la divergencia del "maximans" con
que se establecen fuerzas dinámicas razonablemente fuertes cuando las respecto a su valor máximo no es una fuerza operativa que incite al or-
variables implicadas divergen de los valores que arrojan un máximum para ganismo al cambio.
el "maximans". No tiene ninguna utilidad postular un equilibrio a menos
JLstá claro-que el concepto de posición de equilibrio de un organismo
que conozcamos algo acerca de la potencia de las fuerzas dinámicas que
es un concepto mucho más general que el de posición de máximum, en
tienden a hacer retroceder a las variables a sus valores de equilibrio, una
vez que se bu producido alguna perturbación. En la teoría de la empresa, especial si la divergencia con respecto al equilibrio está relacionada con
e incluso en la de la familia tomada como una unidad económica, hay las fuerzas dinámicas que dan origen a cambios del organismo. Asi, en
el caso de un sindicato, podría ser bastante apropiado postular como
algunas razones para suponer que puede encontrarse un "maximans" sig-
salario de equilibrio, no el que maximiza un monto salarial, ni el quo
nificativo, en el sentido de que las divergencias de la posición óptima
maximiza cualquier otra cosa, sino el que tiene una proporción definida
originan fuerais que harán regresar a esa posición al organismo.
con respecto a algún otro salario de alguna otra ocupación. Podría ocurrir
Debería observarse que no es necesario tener un "maximans" objetivo
perfectamente que el temor al descontento de los miembros de un sin-
para satisfacer esta condición. El éxito relativo del análisis por curvas de
dicato fuera lo que guiara a sus dirigentes, y que, a su vez, la causa del
indiferencia en el tratamiento de problemas de conducta económica
descontento no fuera ningún nivel absoluto de salarios, sino más bien,
individual y de unidades familiares es una prueba de que se pueden
la odiosa comparación con los salarios del vecino. O podríamos suponer
derivar proposiciones significativas de la teoría de la conducta maximi-
también que el descontento de los miembros estuviera relacionado con
zadora, incluso cuando lo que se maximiza es un vector de elección pura-
la longitud del lapso trascurrido desde el último aumento de salarios,
mente subjetivo y cuando, por lo tanto, la conducta maximizadora es
de modo tal que el salario de '"equilibrio" aumentara continuamente y,
simplemente una manera de expresar los modelos, reales o potenciales,
si los salarios estuvieran estacionarios, la divergencia entre el salario real
de la conducta humana. Puede suceder, sin embargo, que el máximum
y el salario de equilibrio también aumentara continuamente. Es evidente
mismo no sea un "pico" sino una ancha meseta, donde pueden aparecer
que podrían construirse muchos modelos como éstos, de los cuales aLu-
amplias variaciones en las variables que controla el organismo, sin que
nos podrían resultar provechosos para interpretar situaciones reales, sin
disminuya el "maximans". Puede ocurrir también que cuando el "maxi-
que ninguno implicara "maximización" alguna, salvo en el sentido más
mans" decline por debajo cíe su valor máximo, se produzca una pequeña formal y vacío.
tensión en el organismo, y por lo tanto, las fuerzas que tienden a cambiar
las distintas variables sean demasiado débiles como para superar las re- No quiero decir con esto que deba minimizarse la importancia de la
sistencias al cambio. En ambos casos, no hay un "punto" de equilibrio, sino teoría de la conducta maximizadora; en realidad, nosotros mismos emplea-
un amplio campo de equilibrio neutral, dentro del cual, el equilibrio está remos algún"1; capítulos en elaborarla. Sin embargo, esta teoría es, a lo
xistante indeterminado. Ésta es probablemente la causa por la cual los sumo, un c;n" especial de la teoría más general de la homeostasis, y no
1 tconomistas del trabajo tienen una convicción tan firme acerca de que un
puede arroj:!. uús que algunos destellos sobre el problema dinámico del
sindicato no maximiza nada, y de que se deben buscar criterios diferentes "ciclo vital". L n a tmría de la evolución de un organismo a través del tiem-
para su conducta. po debe ser, ma:; bien, una teoría del desequilibrio, que una teoría del
equilibrio. En realidad, el verdadero equilibrio no existe en el mundo
Toda teoría de un organismo singular puede construirse formalmente,
de la naturaleza, ya que todas las cosas están sometidas a procesos irre-
por supuesto, bajo el principio de la conducta maximizadora, mediante la
versibles de entropía. Quizás necesitaríamos desarrollar una teoría de las
suposición de que lo que se maximiza es el "beneficio", significando con
"presiones hacia el cambio" que operan contra ciertas resistencias, las
ello simplemente una cantidad o vector que está por debajo de un má-
cuales ceden ante ciertas "presiones" críticas, de manera similar al prin-
ximum en cualquier posición del organismo en que éste se aparte del equi-
cipio del "todo o nada" de las neuronas o el tubo de vacío. Puede ser
librio. En este sentido, sin embargo, incluso los árboles, los pájaros y las
que la mayor parte de la conducta humana no siga los modelos de la
flores "rnaximizan" el beneficio y puede dudarse acerca de si la teoría
maximización cuerda y reflexiva de las ventajas, sino más bien, en primer
formal tiene mucho valor interpretativo. La razón por la cual el principio
termino, el principio de inercia (nadie hace algo a menos que tenga que
Í8 MICROECO.NOMIA

hacerlo) y en segundo término, el principio del menor esfuerzo (si hay


que hacer algo, se hace lo que sea más fácil). Nada prueba que la línea
del menor esfuerzo sea lo mismo que la línea de la mayor ventaja, excepto
la larga y lenta retribución de la selección natural. Incluso este tipo de
teoría dinámica, sin embargo, no nos da, necesariamente, un "ciclo vital"
>• no explica el movimiento inexorable e irreversible hacia el equilibrio
de la muerte. El individuo, la familia, la empresa, la nación y la civiliza- La teoría del organismo económico
ción, todos siguen la misma ley inflexible, y lu historia de cualquier or-
ganismo es sorprendentemente similar al crecimiento y caída de pobla-
ciones en vía de extinción, como en el caso deí equilibrio inestable de
lu fig. 3. Será valioso ahora descender desde la altura de los principios ge-
nerales a la discusión detallada de algunos modelos simples de organis-
Una vez más, el concepto de una línea de vector puede ser prove- mos puramente "económicos", para cultivar tanto la profundidad como la
choso aquí para explicar la historia vital de un organismo, o incluso de amplitud.
cualquier población parcial. Supongamos que en la fig. 15, A representa
toda la población del organismo, y B una población relativamente peque-
ña dentro de ella. Se puede suponer que el valor de equilibrio de A es El comerciante puro
independiente del valor de B, y que la curva A será una línea recta per-
pendicular al eje A. Suponemos que JS es competitiva con A, de modo que El múdelo más simple de un organismo económico es el de un "co-
merciante puro". Se trata de un organismo cuya actividad se limita a
comprar, vender y almacenar mercancías de distintos tipos; sus trasfur-
maciones de mercancías consisten, únicamente, en las originadas por el
intercambio y no por la producción. Para simplificar aún más la discu-
sión, supondremos que el balance del organismo en cuestión consta so-
lamente de tres ítem: en el activo, dos tipos de cuentas o "bienes de
cambio" que llamaremos, por conveniencia, "dinero" y "trigo", y en el
pasivo, un solo ítem: capital neto. El capital neto, por supuesto, es igual
a la suma de los valores de los dos bienes de cambín, En esta etapa
no consideraremos las propiedades económicas generales de estos bienes
de cambio y, en particular, no nos ocuparemos de las propiedades pe-
culiares del dinero. Supondremos únicamente que los bienes de cambio
pueden trasformarse uno en otro a través del cambio en un "mercado",
O H A y que hay una función trasformacional definida, o función de oportu-
nidad, que muestra las distintas combinaciones de cantidades de los dos
Fie. 15. El délo vital.
bienes que pueden obtenerse a través del cambio. Si el mercado es
"perfecto", es decir, si cada uno de los bienes puede cambiarse por el
la curva B (punteada) tiene una inclinación negativa. Suponemos además otro a una tasa o precio que es independiente de la cantidad intercam-
que la curva B corta al eje A en H, en un valor de A menor que el valor biada, la función trasformacional será lineal. Si el mercado es "imper-
de equilibrio. Entonces, desde cualquier punto entre O y // del eje A,B fecto" lu función trasformacional no será lineal sino curva, lo cual indica
"nacerá", crecerá, alcanzará un máximum donde la línea de vector corta que la razón de cambio es una función de la cantidad intercambiada.
a Ui curva B y luego declinará hacia cero en el punto A. Los organismos En cualquiera de los dos casos, sin embargo, se supone que la función
singulares siempre parecen estar en este tipo de relación con el universo trasformacional misma es estable durante lo que puede llamarse "día
total. comercial", es decir, el período de tiempo durante el cual se pueden
aprovechar todas las oportunidades ofrecidas, y el organismo se traslada
de una posición de descanso o equilibrio relativo u la situación de opor-
tunidad existente. Debemos suponer también que las preferencias del
comerciante no cambian durante el día comercial; de otra manera, ten-
dría que moverse a una nueva posición de equilibrio.
40 MICRO ECO NO MÍA TEOIUA D;:L ORGANISMO ECONÓMICO 41

La aproximación más estrecha a este modelo que podemos encontrar dio de un diagrama, sin embargo, tendríamos que introducir una tercera
en la realidad es la del especulador en el mercado de bienes de primera dimensión y en esta etapa será más simple tornar uno de los dos bienes
necesidad o en el mercado de seguros. Así, un especulador de trigo (dólares) cumu medida de valor. Entonces, solo es necesario un coefi-
almacena sus bienes principalmente en la forma de trigo y dinero l, y ciente de evaluación: la razón de los valores de los dos bienes. Esto se
comienza su "día" con ciertas provisiones de ambos bienes. También él puede expresar en la figura mediante la inclinación de una línea que pase
se enfrenta con ciertas oportunidades para comprar o vender. Si el mer-
cado es perfecto, habrá un precio único, con el cual podrá comprar o
vender cantidades ilimitadas de trigo o, lo que es ío mismu, comprar o ven-
der cantidades ilimitadas de dinero, aunque sujeto, por supuesto, a las
limitaciones impuestas pov sus propios recursos y posición de crédito. En
la práctica, el precio de compra y el precio de venta pueden diferir un
tanto, dar una curva trasformacional "quebrada", y el precio puede de-
pender de la cantidad comprada o vendida. A la luz de todas las opor-
tunidades que se le ofrecen, el especulador toma una decisión, compra,
vende o no hace nada, y así, se mueve a una posición de equilibrio rela-
tiva respecto de sus preferencias y oportunidades existentes. Esto cierra
nuestro "día comercial" —que, por supuesto, puede ser un período de tiem-
po mucho más corto que el día calendario— y el especulador permanecerá
inactivo hasta que haya un cambio en sus oportunidades o en sus prefe-
rencias, y se abra así un nuevo "día comercial". liemos empleado aquí
un supuesto importante: que el cambio en las oportunidades resulta en- Búshelí
teramente de fuerzas externas al comerciante mismo, y que los futuros
FIG. 16. Un balance de dos rubros.
cambios de este tipo no son afectados por sus decisiones actuales. Bajo
algunas formas de mercado imperfecto (por ejemplo, oligopolio), este
supuesto no se cumple, y el problema se hace mucho más complejo. por el punto P,(, tal como V m P. ( V». MaVm es, entonces, el valor en dólares
En este punto, sin embargo, no nos ocuparemos de estas complejidades.
de !a cantidad de trigo A/o/V El coeficiente de evaluación es M^V^ / MoP«
La ventaja que resulta de emplear un modelo simple de dos bienes, dólares por búshel o la tangente VmPt¿f0. De la misma manera, por su-
es que el balance total y todos los eventos objetivos de la historia del puesto, WnVn. es el valor en trigo de la cantidad de dinero W()P0, y el
organismo pueden representarse en un simple diagrama bidimensional. coeficiente de evaluación podría expresarse, igualmente, por la tangente
Así, en la fig. 16, medimos "dinero" a lo largo del eje vr-rtical y "trigo", WtiPoVw búshels por dólar. Así, el capital neto del organismo, en términos
a lo largo del eje horizontal. Se puede representar, i-n¡ ^es, cualquier de dólar, es OAí» + M,.Vm, o OVm-t éste es el valor en dólares del dinero
punto del activo físico del balance mediante un pun¡¡; siendo OA/(1 más el valor en dólares del trigo. El capital neto podría expresarse también
la cantidad de dinero y OW0> la cantidad de trigo. \d de miando
medidacomo
de dinero, "dólares", y como u n u t u t ! de medida de
como OVW búshels; éste es el valor en búshels del trigo (OW rt ) más el
valor en búshels del dinero (W,,V W ). Un "alza" en el valor en dólar, o en
trigo, "búshels". Podría usarse el misino diagrama, p< muesto, cuales-
quiera fuesen los bienes de cambio en cuestión. el "precio" del trigo r-; lo mismo que una baja en el valor en trigo de los
dólares; esto se reí I, ,i en la desviación de la línea de evaluación desde,
Para calcular un capital neto es necesario retín ir ¡us bienes hete-
por ejemplo. VmV'w hasta Vn/Vw'. Esto ocasiona un alza en el capital neto
logcneos a algún denominador común. Esto se hatv multiplicando la
medido en dolares, y una baja en el capital neto medido en búshels. Ve-
tuntidad de cada uno de ellos por un "coeficiente de evaluación y
i rasformando así la cantidad física en una cantidad de valor. Podríamos remos más adelante que esta aparente paradoja lleva a algunas dificultades
usar, por supuesto, una tercera cantidad como medida de valor. Así, su- serias en la interpretación de los procedimientos contables.
pongamos que el coeficiente de evaluación del trigo fuera de 600 francos
por búshel, y el de los dólares, de 300 francos por dólar. Por ejemplo, El proceso de creación del beneficio
el valor total' dr 300 búshels de trigo más V$S 200 sería 180.000 + 60.000,
o 24G.OOO francos; éste sería el capital neto. Para representar esto por me- En la fig. 17 se muestran varias posiciones sucesivas posibles del or-
ganismo en el tiempo, a medida que se aprovechan oportunidades de cam-
1 Cuino vert-rnos más ailt-'Luite, los contratos dt; entrega futura pueden consi-
derarse como "trigo negativo" y Lis deudas como "dinero negativo". bio. Para simplificar la exposición, suponemos que se trata de un mer-
43
TEORÍA DEL ORGANISMO ECONÓMICO
42 MICROECONOMIA

presentar una cantidad negativa \\\4, lo cual indica una deuda de dinero
cado perfecto, de modo que las líneas de trasformación (de oportunidad) o una promesa de pagar dinero. Su capital neto consiste en el valor de
son rectas. En un mercado imperfecto, estas líneas serían curvas o que- sus provisiones de trigo menos su deuda de dinero, Suponemos ahora que
bradas, pero no cambiaría lo esencial del análisis. Suponemos entonces se satisfacen sus expectativas y el precio del trigo aumenta, al día si-
que el comerciante comienza en la posición P0 y tiene una oportunidad guiente: vende trigo, paga su deuda de dinero, y se mueve a P&; luego a
de intercambio, representada por la línea P,,Pl y sus prolongaciones.
Puede moverse a cualquier posición sobre esta línea; suponemos que se Ptí, P- y así sucesivamente.

Fie. 17. El proceso de creación de beneficio. 0 Búlhalt

Fie,. 18. Evaluación a precios de mercado.


mueve realmente a P¡, lo cual indica que ha comprado —y por lo tanto,
agregado a sus provisiones— una cantidad de trigo igual a flPí y ha
pagado por ella (con lo cual sustrae de sus provisiones) una cantidad
de dinero igual a Py/i. El precio del trigo es de /ÍP ( l /fíP,, o la tangente
P,(P]/l. Suponemos que al día siguiente ha aumentado el precio del tri-
go. Su línea trasformacional es ahora PiP? y sus prolongaciones: el precio
más alto del trigo se refleja en la mayor inclinación de la línea trasforma-
cional. El comerciante se mueve a P,,, de! segundo cuadrante. Esto sig-
nifica que ha vendido trigo de entrega futura; es decir, ha vendido, por
dinero, una promesa de pagar trigo en el futuro: ha incurrido en una
''deuda de trigo". Su balance físico consta ahora de una cantidad OM->
de dinero, mayor que su capital neto, y un ítem negativo P-M-¿ que re-
presenta la deuda de trigo. Para calcular su capital neto, debe restarse
de su provisión de dinero el valor en dólares de la deuda de trigo. Su-
ponemos que al día siguiente baja el precio del trigo; ahora, la línea de
trasformación es P-P,. y el comerciante se mueve a P:1, comprando trigo
y pagando completamente su deuda de trigo. Suponemos ahora que hay
un alza en el precio del trigo; sin embargo, esto se toma como un indicio
de un alü;i adicional, de modo que el comerciante se mueve hacia el
cuarto cuadrante, lo cual indica que ha comprado tanto trigo como para
agotar su provisión total de dinero y ha tomado dinero en préstamo. Fie. Ití. Evaluación a piccins constantes.
En PI, sus provisiones de trigo son OW4 y sus provisiones de dinero re-
4-1 MICHO ECONOMÍA TEOIUA DLL ORGANISMO ECONÓMICO 45

Este análisis arroja bastante luz sobre el proceso de creación del con una aparente alternancia de pérdidas y ganancias, de disminuciones
beneficio. Está claro que, a medida que tienen lugar las distintas tras- e incrementos del capital neto, aun euando el proceso general es, evi-
formaciones y el especulador recorre el camino P» l\. P7, alcanza cier- dentemente, un proceso de creación de ganancia.
tas posiciones que. obviamente, son bastante superiores a su punto de Un posible método para escapar de este dilema consiste en represen-
partida. De esta manera, si comparamos la posición P5 con PO, resulta tar todas las evaluaciones en una razón de evaluación constante, indepen-
evidente que. a menos que uno o ambos bienes sean, en realidad, artícu- diente del precio del mercado. Esto se muestra en la fig. 19. P,,. PI, P-, P:i
los inconvenientes, Pr> es incuestionablemente una posición preferible a son posiciones sucesivas del balance. Si hacemos ahora todas las evalua-
/',!, pues representa una mayor cantidad de ambos bienes que la que re- ciones del trigo con un coeficiente de evaluación constante ("precio")
presenta P0. Similanncnte, P,; es, de manera incuestionable, una po- igual a la inclinación de las líneas paralelas P(,S/o, P.Wi, P- M2, etc.. el
sición "mejor" que P:í, P7 que P,i, y así sucesivamente. Lo que no está capital neto aumentará continuamente a través de O.V,,. OA/,, OA/a, etc.
claro, de momento, es si P, es mejor que P0, porque aunque P, representa Sin embargo, desgraciadamente, el mero procedimiento de evaluación con
una mayor cantidad de trigo que P,,, representa una menor cantidad de un coeficiente de. evaluación constante no es suficiente para asegurar un
dinero. De igual manera, aunque P- representa una mayor cantidad de incremento estable del capital neto. Así, vemos que si se elige un coefi-
dinero que P0, representa una cantidad menor de trigo. Por lo tanto, si ciente de evaluación más pequeño, igual a la inclinación de las líneas
tuviéramos que decir si un cierto cambio dado representa una ganancia paralelas PD.V0, PI^I, P-fl». etc., el capital neto exhibe nuevamente un
o una pérdida, y más aun, si tuviéramos que medir la ganancia o la pér- movimiento hacia atrás y hacia adelante. ON0,OA?i, OA72, etc. Evidente-
dida, habríamos de tener un sistema de evaluación de los bienes que nos mente, hay un ámbito de coeficientes de evaluación constantes dentro
permitiera derivar una representación del capital neto a partir del ba- del cual el capital neto crece continuamente, sin altibajos, y no parece
lance físico. habe-r ningún principio particular por el cual podamos elegir uno cual-
quiera de estos coeficientes de evaluación, dentro del ámbito, con pre-
ferencia a cualquier otro. Toda valoración parece poseer, así, cierto ele-
La evaluación de los bienes
mento arbitrario inevitable, en la medida en que la estructura de bienes
permanezca heterogénea. El monto de beneficio se puede medir inequí-
Sin embargo, hay una cantidad de sistemas de evaluación posibles,
vocamente solo en aquellos procesos que comienzan y terminan con una
y elegir uno de ellos plantea un problema difícil. Si seguimos la regla
cantidad homogénea de algún único bien, por ej., dinero. Estas conside-
de igualar el coeficiente de evaluación al coeficiente de trasformación,
raciones también son importantes en relación con la definición de los
es decir, si evaluamos nuestras provisiones de trigo al precio de trigo del
agregados de la macroeconomía, y volveremos sobre este tema más
mercado, topamos con varias dificultades. Este supuesto, como hemos
visto, exige la proposición de que en el puro acto del cambio no se creen adelante.
valores ni beneficios, sino que los beneficios y las pérdidas se produzcan
solamente cuando se re valúan las provisiones a causa de un cambio en el Limitación del intercambio per ¡ncertidumbre
precio. Sin embargo, se puede argüir que esía convención no es realista
pues evidentemente el acfo del cambio SL- lleva a cabo para ubicar al A pesar de las dificultades que hay para la medición del beneficio
especulador en una posición mejor para aprovechar los cambios subsi- en el proceso de creación de éste, pueden derivarse algunas proposiciones
guientes de la función trasformacional. Así, supongamos que en la fig. 18 importantes. La primera de ellas consiste en (pie para cualquier serie
PH es la posición inicial y que el organismo sigue el recorrido P 0 PiP2 - - - dada de funciones trasformadonales, supuesto el uso de un método con-
Tanto en P0 como en P,, el capital neto es OAfn: el intercambio no pro- sistente de evaluación, cuanto más amplias sean las "oscilaciones", es
duce ninguna diferencia. Sin embargo, la revaluación de los bienes, al decir, cuanto más se compre a precios bajos y más se venda a precios
comienzo del día siguiente —al subir el precio, y por lo tanto, el coefi- altos, mayor será el beneficio. Esto se muestra en la fig. 20. Comenzando
ciente de evaluación al declive P,P-— aumenta el capital neto hasta O Ai u a partir del punto P.,, supongamos que las inclinaciones de las líneas
los beneficios del período consisten en el incremento del capital neto, P,,Pi y PtPn representan dos oportunidades de trasformación sucesivas
A/oMj. La revaluación (caída del precio) al comienzo del día siguiente, (precios de mercado). A partir de P0. el comerciante puede alcanzar una
hace disminuir el capital neto, sin embargo, a O A/a; hay una pérdida posición P-¿ inequívocamente preferida, si sigue el recorrido P.iPiP^, al
aparente de A/, A/2. No obstante, los beneficios subsiguientes se hacen comprar barato y vender caro. Si compra aún más, sin embargo, y vende
sobre la base cíe esta pérdida aparente, ya que si no fuera por los cambios todavía más, puede seguir el recorrido P.JY *Y I116 1° coloca en una
del precio, el capital neto no podría incrementarse nunca por medio del posición P-', claramente preferible a P2. De manera similar, cuando in-
cambio: el moverse a P-,. para poder aprovechar el alza subsiguiente del crementa la cantidad que compra a bajo precio y vende a alto precio,
precio, lleva al capital neto a A/3, el cuarto día. Así continúa el proceso, puede alcanzar siempre una posición preferida.
TEUIÚA DEL ORGANISMO ECONÓMICO 47
46' MIOROECONOMIA

a que espera un alza en los precios y confia en sacar provecho de ella


si acumula grandes provisiones de la mercadería cuyo valor está en alza.
Sin embargo, el alza del precio no es segura: siempre existe la posibili-
dad de una baja, y cuanto más compre, y mayores sean sus provisiones
de la mercadería, más peligrosa será la posibilidad de una baja. A me-
dida que desplaza hacia abajo la línea de trasío mi ación, es decir, incre-
menta su mercadería y disminuye sus provisiones de dinero, aumenta la
posibilidad tanto de la ganancia como de la pérdida. Aquí, sin embargo,
entra en juego el principio de la significación marginal decreciente. A
medida que el especulador desplaza hacia abajo la línea de trasforma-
ción, la significación de una pérdida marginal se incrementa; ningún
hombre quiere arriesgarse a ser destruido, por grande que sea la ga-
Búshelt nancia potencial. A medida que aumenta la ganancia potencial, sin em-
bargo, declina la significación marginal de la ganancia potencial. Eu
Fie. 20. Mayores "oseiladones" significan mayores beneficios.
algún punto, el especulador siente que la probabilidad de ganancia mar-
ginal casi no vale la pena teniendo en cuenta la probabilidad de pérdida
Surge entonces, naturalmente, la pregunta acerca de qué es lo que marginal. Se detendrá en este punto y no seguirá avanzando hacia abajo
limita las "oscilaciones" del especulador. ¿Por qué razón no se deshace en la línea de trasformación. Consideraciones similares se aplican para
í'l especulador de todo su dinero —e incluso se endeuda indefinidamen- restringir sus ventas cuando espera una baja en el precio.2
te— cuando el precio de la mercadería es bajo, y se deshace de toda la La descripción de las expectativas mismas y del grado de incerti-
mercadería, incluyendo aun mercadurías futuras, cuando su precio es dumbre que emiielven, es un tema de gran dificultad. Los intentos que
alto? El principio de maximización del beneficio se desbarata en este se han hecho para describir las expectativas inciertas en términos de un
caso, porque no hay máximum. Nos encontramos, al parecer, con un análisis probabilístico no han tenido éxito total porque el concepto de
problema análogo al del productor en condiciones de mercado perfecto probabilidad implica la ¡dea de un universo de eventos parecidos, idea
>• costos constantes. Una posible vía de escape es, por supuesto, la hi- que no está presente en el concepto de inccrtidumbre. En relación con
pótesis de la imperfección del mercado: ciertamente, cuando el comer- esto, las críticas de Shacklc son muy oportunas", aunque su formulación
ciante entra en su segundo o cuarto cuadrante la imperfección de mer- alternativa en términos de "resultados focales" únicos puede parecer de-
cado de su posición de crédito se vuelve importante, ya que hay límites masiado simplificada. Afortunadamente, sin embargo, para nuestros pro-
institucionales definidos para el monto que un individuo puede pedir pósitos actuales, estas dificultades pueden pasarse por alto, pues en este
prestado, ya sea en forma de préstamos monetarios o de mercaderías nivel de análisis todo lo que se necesita como instrumento analítico
a entregar. Sin embargo, hallaremos alguna fuerza que actúa proba- es alguna medida de preferencias con respecto a bienes. Estas prefe-
blemente mucho antes de que estos límites sean alcanzados, y no hay rencias con respecto a bienes serán una expresión y un resultado directo
necesidad de traer por los cabellos la imperfección del mercado para de las expectativas del comerciante; por ejemplo, si sus expectativas se
explicar la limitación de las oscilaciones especulativas. La limitación mueven hacia un grado de confianza mayor en un alza futura del precio,
más importante, con mucho, es la presencia de la iiicertidumbre con esto se reflejará inmediatamente en una preferencia mayor por la mer-
respecto a las oportunidades futuras (precios). Es verdad que si el cadería que por el dinero; si confía más en una baja de precios, dismi-
especulador conociera de antemano cómo será el curso futuro de los nuirá la preferencia por la mercadería y aumentará la preferencia por
precios, podría planear sus "oscilaciones" tan ampliamente como lo per- el dinero; la preferencia se desviará siempre hacía aquel bien del que.
mitieran las imperfecciones del mercado. Sin embargo, de hecho, no se espera más confiadamente que aumente el valor, o del que se espera
sabe con seguridad lo que el futuro le deparará, y si no es cuidadoso, que aumente el valor más bruscamente.
La estructura de preferencia de bienes refleja, asíf de la misma
puede sufrir pérdidas.
manera, ambas "dimensiones" de las expectativas: el tamaño de la ex-
De modo que un proceso de creación de beneficio tal como el
pectativa misma (por ejemplo, el alcance ck un alza esperada del precio)
representado por el recorrido P^PiP-2 • • • P.-. de la fig. 18 no es, de nin-
puna manera, automático. Si el especulador vende a precios bajos y 2 Estü piimipio es similar al "principio del riesgo creciente" de Kalttki y se
compra a precios altos, puede encontrarse a sí mismo siguiendo el reco- discute con más detalles en un capitulo posterior (págs. 126-1281.
rrido Pr,P.¡Pz • • • P», con un capital neto decreciente en lugar de uno 3 Véase O. L. S. Shackle, Expectation* in Ewnontics [Expectativas en economíaj,
creciente. Si en una situación dada, un especulador compra, esto se debe Cambridge Umversity Press, 1949, cap. VII.
48 MICROECONOMIA TEU1UA DEL ORGANISMO ECONÓMICO 49

y el grado de confianza que se tiene en ella. Un aumento en las dimen- valor de sus bienes en forma de trigo diriamos que su "lazón de prefe-
siones de un evento esperado puede ser compensado por una declinación rencia de trigo'' es del 25 c/l; si deseara mantener el 10 % de sus bienes
en el grado de confianza en la expectativa, y de esta manera, puede no en forma de dinero diríamos que su razón de preferencia de dinero (o
haber cambios en las preferencias de bienes.4 Desde el punto de vista liquidez) es del Iti'J'c. La suma de todas las razones de preferencia de
de la conducta del comerciante, sin embargo, solo las preferencias de bienes de un individuo debe ser igual a 1, o al 100 %, por supuesto. La
bienes son significativas, independientemente del modo en que se deter- gran ventaja de esta formulación es que un cambio en la estructura de
minen. La determinación de ¡as preferencias de bienes se vuelve impor- las preferencias de bienes puede describirse, simplemente, como un cam-
tante principalmente en los sistemas dinámicos en los que intentamos bio en las razones de preferencia de bienes. Así, en un sistema de dos
relacionar las preferencias de bienes de un período con los eventos (con- bienes, trigo y dinero, un cambio en las razones de preferencia de bienes
tratiempos, etc.) de un periodo o períodos previos. en el que se pasa, por ejemplo, del 70 /í de trigo y 3U % de dinero al
80 % de trigo y 20 e/c de dinero, representaría directamente un incre-
Medición de preferencias mediante razones d? preferencia da bienes mento en la preferencia por el trigo y una declinación correspondiente
en la preferencia por el dinero, tal como el que podría seguir, por ejem-
El método usual para describir preferencias de bienes consiste en un plo, a una expectativa más confiada en una futura alza del precio del
sistema de curvas de indiferencia. El análisis del comerciante y del fe- trigo o a una expectativa mayor de alza del precio. Los supuestos que
nómeno de intercambio por este método es familiar a la mayoría de los subyacen en el método de las razones de preferencia de bienes y sus li-
economistas: en el capítulo 5 haremos una discusión con referencia a este mitaciones, se discuten en el capítulo 5; mientras tanto, podemos supo-
método y sus resultados. Hay, sin embargo, varias objeciones al análisis ner, por lo menos, que las razones de preferencia de bienes son útiles
por curvas de indiferencia. En primer lugar, el análisis usual supone que ''parámetros de conducta", cuyos cambios corresponden bastante estre-
la estructura de preferencia de bienes es independiente de la estructura chamente a los cambios en los modelos de conducta real o potencial.
de precios de bienes. Así, se supone que el diagrama de indiferencia no El análisis del movimiento de un solo comerciante a lo largo de su
cambia incluso cuando hay cambios en la línea de oportunidad. Este línea de oportunidad (es decir, su conducta de intercambio) por medio
defecto puede remediarse, cuino veremos, si se introduce el precio como
de razones de preferencia de bienes se muestra en la figura 21.
una variable explícita en la función de indiferencia (utilidad). Sin em-
bargo, en ose caso, el análisis pierde mucho de la simplicidad y del ca-
rácter directo que lo han hecho valioso para los economistas. En general,
el hecho de que la estructura de preferencia se exprese mediante una
relación funcional toral significa que es difícil expresarla en una simple
forma cuantitativa. Así, un fenómeno tal como un "aumento en la pre-
ferencia por el dinero" ha de evpresarse por un cambio complejo en el
carácter de la función de indiferencia total, las inclinaciones de las curvas
de indiferencia fias tasas marginales de sustitución) en cada punto del
campo se vuelven menores que antes, al tomar más mercadería en cada
punto del campo para compensar la declinación en una unidad de las
provisiones de dinero.
Afortunadamente, hay un procedimiento sencillo por medio del cual
Fie. 21. Razones de preíVicnua de bienes.
puede expresarse aproximadamente la estructura de preferencia de bienes
en términos de una cantidad simple o razón. Esta cantidad es la razón
de preferencia de bienes, que puede definirse como la proporción del
La combinación de bienes que representa su punto de partida está en
valor de los bienes totales de un individuo que éste desea conservar en
ÍV Suponiendo por el momento que se trale de mercados perfectos,
la forma en cuestión. Así, si un individuo desea conservar el 25 % del
dicho comerciante tendrá una linca de traslonnación VUÍPV V WJ cuya incli-
+ Esti. hedió inui-slra ];i posibilidad de una medida dt-1 erado de confianza .sub- nación será igual al precio del "trigo". En este precio dado, todos los
jetiva, yii que si las preferencias de bienes son constantes, una baja del grado de con- puntos del campo que tienen la misma estrut'Uira de preferencia de bie-
fianza que compense exactamente un alza eri el valor esperado, es, en algún sentido, nes, se encuentran sobre una línea recta que parte del origen, tal corno
"equivalente" :t ésta; por lo tanto, el cambio "compensatorio" del valor e*per;iiío que
dejara invariable-, la.s preferencias de bienes, puede usarse para mtilii' el cambio ilel
O/V Si la razón de preferencia del dinero es r, la, razón de preferencia
grado de confianza. del trigo será de 1 - r. En cualquier punto del campo donde se presen-
51) M1CHOECONOMIA TEOJUA DLL ORGANISMO ECONÓMICO 51

ten estas razones de preterencia, tendremos que, si m es la cantidad de posición de equilibrio, y por lo tanto, la cantidad que comprará o ven-
dinero, <y la cantidad de trigo y p el precio del trigo, derá a distintos precios. Así, en la fig. 22, tenemos una. familia de líneas
m pr de trasfonnación que pasan por P0, cada una de las cuales representa
= r o m— un precio hipotético diferente. Dividiendo cada una. de ellas en propor-
m + pq
ción a las razones de preferencia de bienes, obtenemos el lugar geonié-
La intersección de la líuca de razón de preferencia con la línea de tras-
1 urinación, en P\, es el punto de equilibrio, ya que éste es el único punto
de la línea de trasfonnacióu (de oportunidad) en que las razones de
preferencia de bienes pueden ser satisfechas. De acuerdo con esta pers-
pectiva, el intercambio se considera como un medio para cambiar las
proporciones de los bienes poseídos: si los coeficientes de evaluación son
iguales a los precios do mercado, no se crean valores contables, en el
intercambio, como ya liemos visto, y el intercambio mismo no altera el
capital neto. Para explicar este fenómeno, debemos interpretar el inter-
cambio, pues, como una alteración de las proporciones de bienes dentro
de un valor total constante. Interpretamos así la insatisfacción del
comerciante en P0 como una consecuencia del hecho de que, a causa de
hi naturaleza de sus expectativas, siente que está guardando una pro-
porción demasiado grande de sus bienes en forma de dinero y que no
guarda lo suficiente en forma de trigo. Por lo tanto, compra trigo: al
hacerlo, disminuye la proporción de sus bienes en forma de dinero e
incrementa la proporción de trigo, y continuará haciendo intercambio
hasta alcanzar las proporciones que lo satisfagan, es decir, las razones
de preferencia de bienes. Una ventaja de esta formulación consiste en
que puede generalizarse a cualquier número de formas de bienes: el
individuo siempre tendrá una función trasformacíonal que le muestre las
distintas combinaciones de bienes que están abiertas a través del inter-
cambio; si las distintas razones de intercambio son consistentes,- es decir,
si no hay posibilidad de arbitraje, esta función será una "superficie" de
n - 1 dimensiones en un campo de n formas de bienes. Su posición ini-
cial, P0, es, por supuesto, un punto de esta "superficie". Generalmente,
habrá algún otro punió de esta superficie, PI, en que todas sus razones
de preferencia de bienes sean satisfechas: las cantidades de los distin-
tos bienes intercambiados están dadas por las diferencias entre las
coordenadas de estos dos puntos.

La& curvas de gastos e ingresos y de oferta y demanda


1
Volviendo ahora a la fig. 21, vemos que el punto Pl divide la línea
^'a,Vw en proporción a las razones de preferencia de bienes:

Si las razones de preferencia de bienes son por sí mismas invariables con


Búshel*
respecto al precio, esto nos da una fórmula muy simple para la curva de
gastos e ingresos del individuo, es decir, aquella curva que muestra su Fie. 22. Mercado;, !-: UU-V.L de oferta v
'52 MICHO ECONOMÍA TEORÍA DLL ORGANISMO ECONÓMICO 53

trico Pt'jyPi'PflPiPfc etc., que es la curva de gastos e ingresos. Puede tangente M'¿\V-¿O, el individuo comprará una cantidad de trigo igual a
mostrarse que en este caso la curva es una hipérbola rectangular.5 A PoQ-2 (íjíapü) y "venderá" una cantidad de dinero igual a Q*¿P*¿. Habrá
partir de esta curva se puede derivar inmediatamente la curva de ofer- algún precio, orno, al que ni comprará ni venderá. Llamaremos a éste
ta y demanda del individuo o mercado, como en la parte inferior de la ''precio nulo". La linea de trasformación a este precio (que no aparece
figura. También ésta es una hipérbola rectangular.5 Así, tomemos la en la figura) tocará la curva de gastos e ingresos en el punto P0,
línea de oportunidad AÍ/P^Vy. En la figura 22 suponemos que la razón Puede objetarse a este análisis el que suponga que las razones de
de preferencia del dinero es del 60 % y la razón de preferencia del trigo preferencia de bienes son independientes del precio, y que, por lo tanto,
del 40 %. El punto P3' se encuentra, dividiendo la línea A/a'Wy, de padezca el mismo defecto que el análisis por curvas de indiferencia. Sin
modo tal que M:!T/ es el 40 VÍ de A/,'W3' o, también, P/UY es el 60 % embargo, en el análisis por razones de preferencia de bienes, el defecto
de M-'\VA'. Se traza entonces una perpendicular a partir de P3' hasta en- se rectifica fácilmente, pues podemos incorporar rápidamente a nuestro
contrar a wi/py' en p:i', en la parte inferior de la figura, donde om;(' es sistema una relación funcional entre el precio y las razones de preferencia
igual a la inclinación de la línea M/W/ o O A// / O\VY; p¿ es, pues, un de bienes. En la construcción geométrica ya no dividiremos cada línea
punto de la curva de oferta y demanda del individuo, con origen en op. de trasformación de acuerdo con una proporción constante, sino de acuer-
A un precio igual a oí»:/, o tangente AÍ/WyO, el individuo se moverá do con una proporción variable, dada por la función que relaciona el
desde P0 a P3', y al hacer esto, venderá una cantidad de trigo P,((V (o precio con las razones de preferencia de bienes. En este caso, la curva
f/sW) y "comprará" una cantidad de dinero igual a (V P/. Igual signi- de gastos e ingresos no será, por supuesto, una hipérbola rectangular;
ficado se asigna a los puntos (P<¿, p./), etc. A un precio igual a orno, o tampoco lo será la curva de oferta y demanda. Según la naturaleza de la
función que relaciona el precio con las razones de preferencia, puede
6 Sean ni u , q,., las provisiones iniciales de dinero y de trigo. Si m, q son las coorde- obtenerse cualquier tipo de función de gastos e ingresos o de oferta y
nadas de un punto cualquiera de la linea de trasformación a un precio p, tenemos demanda. En general, por supuesto, aunque los anteriores cambios del
"lo precio, por el efecto que tienen sobre las expectativas de futuros cambios,
P = (1)
influirán muy considerablemente en las razones de preferencia de bienes,
no hay muchos fundamentos para suponer que el nivel absoluto de precios
Esta es la ecuación tic la linea de trusfonnación. Sí r es la razón de preferencia
tlel dinero, tenemos, en el punto de equilibrio, afectará a estas razones, excepto en la medida en que el nivel absoluto se
considere como "alto" o "bajo", con respecto a algún nivel tomado como
r = -^— (2) "normal". Si ocurre esto, un precio "alto" puede predisponer al comer-
ciante para esperar una baja, y un precio "bajo", para esperar un alza.
Despejando p en estas dos ecuaciones, obtenemos, al eliminar p En ese caso, la razón de preferencia de dinero será más alta para precios,
uní — mg u (l — r) — grm0 = O
altos que para precios bajos: puntos tales como P/ de la fig. '22 se moverán
(3)
hacia arriba, en dirección a A/;,', puntos tales como P.¿ se moverán hacia
Esta es la ecuación de la curva de yastos e ingresos. Se trata de una hipérbola abajo, en dirección a W.¿ y la curva de ingresos y gastos se volverá más
rectangular cuyas asíntotas son m = m»r y q =r (/. (1 — r ) . Éstas son las lineas AmAm llana que la hipérbola rectangular. La curva de oferta y demanda se alla-
y A*A» de la fig. 22.
Eliminando ahora tn de ambas ecuaciones, (1) y ( 2 ) , obtenemos
nará en forma similar.
pq — p<ía(l — r) — m 0 (l — r) = Ü (4)
Derivación del precio del mercado: la ecuación de mercado
Esta es la ecuación de la curva de oferta y demanda, o de mercado individual.
También es una hipérbola rectangular, con asíntotas en p—O (es decir, el eje oü^ La derivación del precio del mercado y la cantidad intercambiada
y en q ~q, ( l — r ) , que es la línea a-*a* de la fíy. 22. Si deseamos expresar esto en
términos de l;<s cantidades de trigo compradas y vendidas, q, simplemente trasferimos durante un "día comercial" a partir de todas las curvas de oferta y deman-
el eje de la cantidad al nuevo origen ov, escribiendo q — q — c/u en la ecuación ( 4 ) , da, o de mercado, de los distintos comerciantes de un mercado, es fami-
que toma entonces U forma liar a la mayoría de los economistas. Se encontrará una exposición gráfica
m&(l — r) en mi libro Economic Analysise. Las curvas de mercado de todos los
P = (5)
comerciantes se suman en forma horizontal: la curva resultante es la
curva total de mercado, o curva de oferta y demanda excedente, que
Se puede obtener el precio nulo, pn, colocando p — pB y 4 = <;0 en la ecuación
( 4 ) . Obtenemos entonces muestra el total de ofertas de compra o venta a determinado precio. El
— r) 6 Boulding, Eccmunñc Aiuilysis [Análisis económico], Rev. Ed., Harper and
(6)
Brothers, 1948, cap. 5.
54 MICROLCONOM1A
TEORÍA DEL ORGANISMO ECONÓMICO 55
precio de equilibrio del mercado es aquel en que el excedente total de
oferta o demanda es igual a cero o, lo que es lo mismo, en que la bajos valores de r. Un cambio en el estado mental de los "influyentes'
cantidad demandada total es igual a la cantidad ofertada total. En tér- del mercado tiene mayor efecto sobre el precio que un cambio similar
minos analíticos, si q\ F: ( p \ ) i q-.~Fs (p»), etc., son las curvas de del estado mental de los pequeños comerciantes.
oferta y demanda individuales de los distintos comerciantes, tendremos, Supongamos ahora que la razón de preferencia de liquidez de todos
para el precio del mercado que los comerciantes es idéntica, e igual a r. La ecuación (9) se reduce, en
ese caso, a
£91 = EFi(pi) - O (7) — r)
(10)
Una ventaja del análisis pur razones de preferencia de bienes consiste en Qr
que nos permite derivar una identidad simple y útil para el precio del
mercado. Supongamos que r l7 r-¿.. ,, rn son las razones de preferencia de Incluso si las razones de preferencia de liquidez de los distintos comer-
liquidez de los distintos comerciantes, mi, m»,.. -mu, sus provisiones de ciantes difieren, la ecuación (10) vale todavía si consideramos que r es,
dinero iniciales, q\ q-¿,. .., qa, sus provisiones iniciales de mercaderías, y en algún sentido, un "promedio de mercado" de todas las r individuales.
(li, (/a,- - • 9n, las cantidades de mercadería comprada o vendida por cada La razón de preferencia de liquidez del mercado, r, puede definirse como
uno de ellos, En este caso, aplicando la ecuación (5), de la nota 5 a pie aquella razón entre los bienes líquidos y el valor de los bienes totales en
de página 52, tenemos, como ecuación de la curva de mercado individual la que el mercado como un todo está satisfecho con mantener sus bienes.
del comerciante 1, la siguiente: Si la razón real de liquidez del mercado está por debajo de la razón de
preferencia, la gente del mercado sentirá que no tiene suficiente dinero y
(8) tratará de vender mercaderías para adquirir más. El intento de vender
mercaderías presiona el precio hacia abajo, junto con el valor monetario
Ecuaciones similares valen para todos los demás. Por lo tanto, si p es el total de los bienes y aumenta por consiguiente la proporción de dinero
con respecto al valor total de los bienes hasta que se alcance la propor-
precio de equilibrio y el exceso de demanda, V £1 *" O , tenemos ción deseada. En forma similar, si la razón real de liquidez del mercado
i está por encima de la razón de preferencia, la gente tratará de comprar
= mal ~ r '^ + " Ml ~ r*) + • • • + M»0 — r*} (m mercaderías para deshacerse del dinero; esto aumentará los precios y
r\q\ rtfi + .. . + rnqn valores hasta que la proporción de la provisión de dinero con respecto al
valor total de los bienes decline hasta el nivel deseado. Así, el precio es
Puede llamarse a esta "ecuación de mercado", y es muy útil e instructiva. considerado principalmente como un procedimiento para ajustar los valu-
Los parámetros i'i, r., etc., como hemos visto, son muy convenientes para res relativos de los diferentes tipos de bienes hasta que la gente esté
expresar el cstcidü mental de los comerciantes: un crecimiento de r,, por satisfecha con mantener las distintas cantidades de estos diferentes tipos
ejemplo, indica que el comerciante 1 ha aumentado su "demanda de de bienes existentes. El supuesto que está detrás de este análisis es,
dinero" y ha disminuido su demanda de mercadería. Las m y las q repre- obviamente, que las provisiones totales de dinero y de los otros bienes
sentan datos objetivos, que muestran las provisiones de dinero y de mer- no cambian el "día" que se determina el precio sino que meramente son
cadería poseídas por los comerciantes: por lo tanto, tenemos un proce- traspasadas por medio del intercambio entre los distintos comerciantes;
dimiento conveniente para separar los efectos sobre los precios causados el intercambio reordena simplemente las pertenencias de bienes, sin
por cambios en los datos objetivos, por un lado, y los datos subjetivos o
"estados mentales", por el otro. Se observará que un incremento en la crearlos ni destruirlos.7
provisión de dinero, una disminución de la provisión de mercadería o una 1 La razón de preferencia tl« liquidez del mercado, r, no es un simple prome-
disminución de la razón de preferencia de liquidez, de cualquier comer- dio de las n, TI, etc., individuales, excepto en condiciones bastante especiales. Si
ciante singular elevará el precio de equilibrio. Cuanto mayor sea la igualamos las fórmulas (9) y (10), tenemos
A/(l — r) _ Vmjd _ r¡)
razón de preferencia de liquidez (la r) de cualquier comerciante, mayor
será el impacto de un cambio de su provisión de mercadería sobre el pre-
cio, y menor será el impacto de un cambio de su provisión de dinero decir
sobre el precio. Cuanto mayor sea la provisión de dinero o mercadería
de cualquier comerciante, mayor será el impacto de un cambio de su (lia)
razón de preferencia de liquidez sobre el precio. Así, el dinero recién 1 + .\í
obtenido que cae en manos de "atesoradores" con altos valores de r, ten-
drá menos efecto ¿obre el precio que si cae en manos de "gustadores" con La expresión S/v/. / (>( = r,) t-s el promedio de las r evaluadas por las provisiones
de mercaderías df los diferentes comerciantes. La expresión 2ft i»i / M ( — r») t*
56 KUCROECONOM1A TEORÍA DIX ORGANISMO ECONÓMICO 57

No es diíícil extender la ecuación de mercado a mercados de muchos


bienes. Supongamos que tenemos muchos bienes diferentes, cuyas provi- Modelos que implican ta ecuación de mercado
siones totales son iguales a A, B, C, etc., incluido el dinero, Aí. Suponga-
mos que los precios de estos bienes son pu, pb, pt., etc. Podemos suponer La significación de esta.s relaciones debe ser cuidadosamente evalua-
ahora que hay una razón de preferencia del mercado para cada bien, da. Por supuesto, hay identidades que se derivan esencialmente de las
i",,, rb, rt., etc., y para eí dinero, rni. La razón de preferencia del mercado definiciones de las variables relacionadas, y en particular de la identidad
para cada bien es aquella proporción del valor del bien con respecto al de valor que sirve para definir el precio como la razón entre el valor
valor total de todos los bienes en que el mercado está satisfecho con monetario de una provisión de bienes y la cantidad física de ella. Las
mantener la cantidad del bien que posee realmente. Si ahora el valor identidades, sin embargo, pueden ser sumamente útiles para el análisis,
total de los bienes es T, tenemos, pura una mercadería A, si las variables componentes son parámetros descriptivos, es decir, si hay
cantidades que son útiles en la descripción de agregados significativos o
Tn = (12o) partes componentes de un sistema. iPuede sostenerse que todas las varia-
T bles de las ecuaciones de mercado (13) son parámetros descriptivos sig-
nificativos. Las provisiones totales de dinero y de otros bienes están
En turma similar, tenemos, para el dinero determinadas históricamente por los procesos de producción y consumo
de mercado hasta la fecha y son iguales al excedente de la producción
i» (126) sobre el consumo de cada bien desde su primera producción. Las razones
de preferencia son parámetros significativamente estables para describir
Despejando T en estas dos ecuaciones, tenemos el estado de ánimo de la gente del mercado. Por supuesto, no snn com-
pletamente estables, en el sentido de que puede haber cambios en Ins
Mr. estados mentales de los individuos, que no afecten las razones de prefe-
P- = Ar* (13a)
rencia. Así. las razones de preferencia de un individuo pueden ser fun-
ciones de los precios de los bienes; de la misma manera, bs razonrs de
luí turnia similar, tenemos, para los otros bienes
preferencia del mercado, ñor ser promedios comnleírn ponderados de las
Mr* Mrf razones de preferencia individual, pueden no reflejar los enrubios de las
Br ' Pc * (136) razones individuales, a causa de cambios compensatorios de las provisio-
nes de bienes. \ obstante, en ámbitos sustanciales, pueden considerarse
Inestabilidades secundarias y no invalidan la utilidad general del concepto
de razón de preferencia.
el promedio de lus r evaluadas por las provisión™ de dinero de los conievc ¡antes.
Fui lu tanto, podemui reescribir ( ( J) asi Si las razones de preferencia y las provisiones de bienes pueden con-
siderarse invariables con respecto a los precios, el sistema de determina-
ÍH6J ción de precios de las ecuaciones (13) es, por supuesto, completo. Es
1 + r.
interesante desarrollar la "estática comparativa" <le tal sistema. Un incre-
Si la proporción de dinero con respecto a las provisiones de menaderia poseídas mento en la cantidad de dinero aumentará todos los precios en la misma
(¡i </a (ja proporción. Un incremento en la cantidad de cualquier bien. A. dismi-
por cud« comerciante íuera igual, de modo tal que = — — ... — 1 entonces nuirá su precio, pa, pero no cambiará los precios de los otros bienes. Un
íííi til-, I7¡ „
¡-i y f,,, y la razón del mercado se convierte en el promedio aritmético ponderado cambio en la razón de preferencia de cualquier bien, sin embargo, afec-
de l.is razones individuales, evaluadas por el dinero o la mercadería pústula por cada tará no solo a su precio sino también a los precios de los otros bienes,
uno de ellos. Si las cantidades de provisión de dinero y de mercadería que tiene cada porque la suma de todas las razones de preferencia debe ser igual a uno,
comerciante fueran ¡Rúales (QÍ — f¡.¿ — </„ y mi = »ia = m n ) la fórmula se reduciría
al simple promedio aritmético no ponderado. es decir, ra -f- rt> + r .-4- - + ri" " !• P°r lo tanto, si nuestra razón de
lil hecho de que la razón de mercado es un promedio complejo ponderado de preferencia de A aumenta, pnr ejemplo, de un 20 a un 25 % de nuestro
l.i-, r.i/ones individuales significa, por supuesto, que pueoV cambiar sin que luya loíal de bienes nuestra razón de preferencia para todos los otros bienes
cambios en las razones individuales, simplemente por un cambio en las provisiones deberá caer de un SO a un 75 '-<. Un incremento de la preferencia por
guardadas por los individuo;,. Esto.,, sin embargo, es bastante razonable: si un individuo A, en consecuencia, no solo incrementará el precio de A; también hará
i* vuelve más o menos importante en el mercado, incluso aunque sus preferencias
no cambiaran, tendríamos que esperar que la razón de preferencia de mercado re- bajar los precios de todos los otros bienes en conjunto. Esto no significa
flejara el cambi,) de su significación. que deba afectar, necesariamente, el precio de todos los bienes: si el
58 MICROECONOMIA
TEORÍA DLL ORGANISMO ECONÓMICO 59

incremento de rn está totalmente compensado por una declinación de rb,


y así sucesivamente. El supuesto de que cuanto mayor es rm, mayor es el
no habrá, necesariamente, un cambio en rc o en el precio de C.
precio, y cuanto menor es rni, más rápidamente aumentan los precios, lleva
Si las razones de preferencia no son independientes de las otras varia-
al familiar "ciclo expectucional". Si comenzamos con precios bajos, rm es
bles, el problema es más complicado, pero en la medida en que podamos
baja; a medida que los precios aumentan, ésta cae más, y se acentúa el
escribir cada razón de preferencia como una función de las otras variables
alza; a medida que los precios aumentan, sin embargo, pueden llegar a
y de otros factores dados, el sistema estará determinado, pues para cada
ser, eventualmente, "altos". En ese caso, la altura absoluta logra, final-
incógnita añadiremos una ecuación. Así, si las razones de preferencia
mente, más que una compensación del efecto del alza, y rm comienza a
mismas son funciones de precios y cantidades de bienes, podemos escribir
subir; los precios caen y esto acentúa el alza de rn, y la caída del precio
i'ii general:
hasta que los precios son "bajos", nuevamente, y rra comienza a caer como
ra = Fa (pat pb, A, B, M) consecuencia de esto. Pueden construirse modelos de cualquier grado de
rb *= Fh (p,, pb, A, B, Ai) complejidad, aunque puede ser dudoso que alguno, salvo el más simple,
tenga valor interpretativo. Sin embargo, estos modelos ofrecen una posi-
y así sucesivamente. Las relaciones complementarias y competitivas tam- bilidad diferente para el futuro trabajo empírico, en especial en la medida
bién pueden describirse por medio de estas funciones. Si el bien A es en que mejora la información acerca de mantenimientos de bienes. Cuan-
complementario con respecto al bien B, un incremento de B incrementará do se conocen las provisiones de distintas clases de bienes, el análisis
la preferencia por A: es decir, —=" será positiva. Si el bien A es com- anterior proporciona un método simple para separar los factores "objeti-
vos" de los "subjetivos" que intervienen en la determinación del precio,
petitivo con respecto al bien C, entonces un incremento de C hará dismi- y por lo tanto, dará un método simple para el estudio de las expectativas.
nuir la preferencia por A: —^- será negativa. Si dos bienes son indepen- Los ejemplos citados más arriba habrán ofrecido suficiente indicio
de acerca de la utilidad del método de razones de preferencia de bienes. En
(iientcs, el diferencial parcial cruzado será igual a cero. Si los bienes el próximo capitulo desarrollaremos aún más aplicaciones de este método
A y B son complementarios, un incremento en la cantidad de B producirá a la teoría del intercambio y la producción.
no solo una declinación en ;>¡,, sino también un incremento de p ft . Si A
y B son competitivos, un incremento de B producirá una baja tanto en pn
como en ph. También puede haber reacciones sobre otros bienes, lo cual
depende de la forma en que los cambios de una razón de preferencia
afecten a las otras.
Los modelos dinámicos que implican ecuaciones de diferencia o dife-
renciales también pueden construirse fácilmente sobre la base de las ecua-
ciones de mercado. Así, podemos suponer que la razón de preferencia
es una función del precio y la tasa de cambio de precios, o la diferencia
entre el precio de un día y el del día anterior. Podríamos suponer, por
ejemplo, que la razón de preferencia de liquidez sería alta cuando los
precios fuesen altos, ya que entonces la gente esperaría una caída en los
precios y desearía conservar mayor proporción de sus bienes en forma de
dinero; de manera similar, la razón de preferencia de liquidez sería baja
cuando los precios fueran bajos, ya que entonces la gente esperaría alzas
en los precios y desearía conservar sus bienes en forma de mercaderías o
valores. Si suponemos un retraso de un día en la reacción, de modo tal
que la r,,,, de un día está determinada por el ;?„, del día anterior, se esta-
blecerá un simple ciclo de dos días de la variedad "telaraña", llevando un
alto precio de un día a una alta r ui y a un bajo precio al día siguiente, el
cual conducirá a sn vez a una baja rril y, nuevamente, a un alto precio al
tercer día. Fvte ciclo puede ser explosivo, amortiguadn o recurrente,
según la naturaleza de la función implicada. Modelos más complejos se
pueden construir sobre el supuesto de que rm es una función no solo del
precio del día de ayer, sino también del precio correspondiente a anteayer,
EL COMERCIANTE EX UN MERCADO IMPERFECTO 61

Intercambio en mercados imperfectos

Consideremos, en primer término, los mercados monopolisticos, o


resistencias del mercado. En este caso, cuanto más compra el comercian-
te, más alto es el precio que tiene que pasar, en general, y cuanto más
vende, menor es el precio que recibe. La función trasfonnacional no es,
El comerciante en un mercado imperfecto por lo tanto, una línea recta, sino una curva, como la de la fie.. 23. El
comerciante, en lugar de ser pasivo con respecto al precio y activo en la
decisión de cuánto venderá, al precio fijado por el mercado, como en un
mercado perfecto, es ahora activo con respecto al precio y pasivo con
En el capítulo anterior supusimos que el comerciante se enfrentaba respecto a la cantidad cjiíe se le compra o so le ofrece, al nrpcio que él
con un mercado perfecto, en el sentido de que podía comprar o vender mismo establece. Así. en la fie, 23. tenemos la posición inicial de bienes.
cualquier cantidad de su mercadería, dentro de los límites de su interés. PO, como en la fig. 18. A. un precio iirual a la tangente QiPn-V,, el comer-
a un precio que no dependía de su propia conducta. En el análisis del ciante puede vender P n V-: para vender más. sin embargo. '">or eiemnlo.
mercado, este supuesto implica, obviamente, las suposiciones familiares de una cantidad P,,N?. debe baiar su precio hasta la tangente ()L>PoAT;>. En la
la competencia perfecta: eran número de comerciantes en estrecho con- figura, la función de oportunidad (trasformacionaM muestra un valor má-
tacto, vendiendo todos ellos una mercadería homogénea. Ahora, se hace ximo de dinero en Qm, lo cual indica míe las resistencias del mercado más
necesario suprimir la restricción que impone este supuesto. allá de este punto, son lo suficientemente erandes como para volver rela-
Bajo el encabezamiento general de mercado imperfecto están com- tivamente inelásticas sus curvas de ventas: es decir, rara disminuir aún
prendidos dos casos muy distintos. Uno de ellos es el conocido habitual- más sus provisiones fie mercaderías por medio cíe la venta tendría míe
mente como competencia monopolística, cuando el comerciante choca con baiar tanto el precio one el incremento de l;is ventas no compensaría la
bnía del "r^pio Kn forma sirnilar hemos supuesto oue la función mneMra
ciertas resistcnciti.1; ti el mercado, a medida que expande sus ventas o sus
una cantidad máxima de bienes en O-'. ^ cual indica ""e "la curva de ven-
compras, resistencias que lo obligan a aceptar un precio más baio o a
ta*; por dinero" oVl merendó es asimismo, ine^ásticn más alH ríe este nunto.
aumentar su precio de venta, a medida que acrecienta el volumen de sus Más allá de/ él. los intentos ñor inducir al mercadn ,1 deshacerse de más
ventas, v a ofrecer un precio más alto o a aumentar su precio de compra, mercadería mediante el ofrecimiento de un precio más alto, fracasarán y,
a medida que eleva el volumen de sus compras. En esta situación, la lo que es más. pueden ocasionar, en realidad, una disminución de la can-
resistencia es una simple función del volumen fie compras o ventas y es, tidad de mercadería que el comerciante puede comprar. No es necesario,
esencialmente, un resultado de la diferenciación d<?] producto. El secun- por supuesto, que estos dos puntos máximos se encuentren en el primer
do caso es el del oligopolio, en sus muchas formas, en el que el comercian- cuadrante, aunque no hay nada improbable acerca de su presencia.
te debe enfrentarse con un problema de estrategia de mercado. En este Se traza la función trasfonnacional (^Pn(V. presumiendo que existe
caso, no podemos suponer que existe una i'mica o simple función trasfor- precio uniforme; esto es, se supone que el comerciante cobra o paca el
macional de intercambio de bienes en el mercado. Hasta dónde podrá mismo precio por todas las unidades que vende o compra. Es posible, sin
llegar el comerciante depende, ahora, de los planes de acción y de la embargo, nue el comerciante haga una discriminación de precios, es de-
conducta de otros comerciantes, cuyos políticas son afectadas consciente- cir, que cobre precios diferentes por diferentes unidades de lo que vende,
mente por su propia política.. Por lo tanto, no podemos considerar que o pague precios distintos por diferentes unidades de lo que compra. Esto
sus futuras oportunidades son independientes de su conducta presente. Los es posible solamente si no hay reajuste en el mercado. Si los individuos
problemas generales conectados con la teoría de la estrategia son suma- que le compran al comerciante pueden revender a otros individuos que
mente complejos y no serán tratados aqui sino los casos rnás simples. Re- también son sus clientes reales o potenciales, entonces, cualquier in-
mitimos al lector a la Theory of Gomes and Econuntic Befiaáor, de von tento de discriminación del precio ocasionará la reventa de la mercadería
Neumann y Morgenstern, para una investigación más elaborada de estos para aquellos que la están comprando cara, por parte de aquellos, que la
temas.1 obtuvieron barata. El comerciante descubrirá que la parte "barata" de
su mercado se expande a expensas de la parte "cara" y, si este proceso
1 J. von N'eumaim y O. Morscnstem, Tiw Theimj uf Gatnes and Ecanomic se completa integramente, venderá toda su mercadería al precio más
[_L;i teoría de los juegos y lu conducta económica], Princetoii, 1944. bajo que cobre. Sin embargo, si los individuos con los cuales comercia
63
EL COMERCIANTE EX US MERCADO IMPERFECTO
MICKOECONOMIA

mitad superior se presentan en un campo en el que la coordenada verti-


no se hallan todos eu mutuo contacto económico, será posible la discri- cal representa dólares por búshel en lugar de dolares Asi, ezc¡-¿ etfi, i f/i
minación de precios. de la figura inferior son iguales a las tangentes de los ángulos AfeFoQ*
Algunos de estos principios pueden ilustrarse más convenientemente N P O , v A,YPn<V de la figura superior, representan los precios unifor-
por medio de la mitad inferior de la fig, 23, en la cual los datos de la mes que deben cobrarse sfhay que vender cantidades iguales a P«ft
L.V P,,V, (ve,) o si hay que comprar P,,\ (pe, ). H precio >p.
¡Si. la inclinación de la curva P,?^/ en Pfc es el precio al cual el
comerciante no puede ni comprar ni vender. La curva q#0q> puede Ua-

fuera dada la oportunidad de comprar o vender cantidades ilimitadas a


los distintos precios. , ,
Suponemos ahora míe las ventas representadas por la cantidad
pe, (o PM son absorbidas por un pruno de compradores que no están
en contacto con los compradores de la cantidad representada por e&
n N,N~) En ese caso, el comerciante nndría cobrar un precio e^, al
primer grupo v e^ al segundo grupo. Su función trasformacional sena
Gonces P, O. E, donde O,R. se traza paralelamente a P,CK F1 comer-
ríante terminaría con «n incremento de V-Ea en su provisión de diñen:
icual al área de los dos rectángulos *qj,e> v e^d.p. en liW de un
incremento de .V-P-, ¡cual al rectángulo e^d,p, que es todo lo que ha-
bría adrmirido si hubiera cobrado ,,n precio menor, e*-. (ranéente güW
a todos los compradores. Cnanto rnás fina sea la discriminación de prec
más dinero podrá obtener el comerciante por una cantidad dada de r
radería Con una discriminación de precios perfecta, en la que se cobra
por cada unidad el precio exactamente suficiente para superar la resis-
tencia a la venta, la cantidad que podría obtener el comerciante por la
cantidad pe- sería el área e-w*>. o N,D,. El losar geométrico de todos
los puntos como »- es la une* Punteada / X D - P - O / . fis» rs kfaj.
rióii trasformacional en condiciones de discriminación de precios Perfecta
v representa la oportunidad teóricamente más favorable para el omer-
Hante. en el mercado dado. En la práctica ñor supuesto, minea es pos,h
discriminar con tanta fineza como para alcanzar «te máximum teor co
V por lo tanto el límite de la función de oportunidad estara en alcim
punto entre las n.rvas de no-disc-riminación v de discriminación perfecta.
Debería observarse une la función rrasíormacional representa el Iwufc
de l,i oue puede llamarse el "área de oportunidad", que es el área limitada
por h línea de trasformación. El individuo, a fuerza de malgastar bcnes.
puede alcanzar cualquier punto dentro del área limitada por la hnea tras-
furmacional. Sin embargo, a menos que uno o ambos bienes sean articulo;
inconvenientes, para cualquier punto que esté dentro del limite de a s'
nerficie de oportunidad podemos encontrar siempre un punto del
que representa una mayor cantidad de ambos bienes, y que, por lo tanto,
Fie. 23. Mercados imperfectos: la curva de compras y vintas.
i.; MJCROECONOMIA EL COME11C1ANTE EN UX MERCADO IMPERFECTO

será preferido. Sin embargo, si uno o ambos de estos bienes son artículos QPuQ' es la curva de trasformación de mercado imperfecto sin discrimina-
inconvenientes dentro del límite de la línea trasformacional, es bastante ción de precios. Supongamos que QÍ es el punto preferido de esta curva
posible que el punto preferido esté dentro del área de oportunidad, más y que el comerciante, por lo tanto, vende una cantidad de trigo PuQu y
bien que sobre su límite. En este caso, no se cumple, necesariamente, el
supuesto usual de que el punto preferido debe hallarse sobre el límite
del área de oportunidad.
Por lo tanto, en alguna parte de su campo de oportunidad, y habi-
tualmente, en alguna parte de su límite, el individuo tendrá un punto pre-
ferido hacia el que se trasladará comprando y vendiendo. Dado el punto
preferido, sabemos qué precios debe cobrar u ofrecer, y cuánto venderá
o comprará. Por supuesto, podemos definir el punto preferido por medio
del análisis por curvas de indiferencia, y suponer que es aquel punto en
fl que el límite de oportunidad toca una curva de indiferencia. Teniendo
211 cuenta la inestabilidad del sistema de curvas de indiferencia, y su po-
sible dependencia del precio u otras condiciones del mercado, es mucho
mejor nue tal análisis permanezca a nivel formal, y como en el caso de los
mercados perfectos, necesitamos explicar las preferencias del comerciante
3n términos de la magnitud dirección y certidumbre de sus expectativas
le situaciones de mercado futuras. El proceso de creación de beneficios en
nercados imperfectos es esencialmente similar al que se produce en con-
Jicíones de mercado perfecto: consiste en trasformar los bienes en dinero
intes de que la curva trasformacional se haea horizontal, y en trasformar- FIG 24. EvalutiL-ión en mercados impi'rkvlos.
os e.n mercaderías antes de que la curva se empine. Obtendremos, así. un
•ecorrido en /.iezai en la estructura de bienes, similar al de la fig. 18,
xin la excepción de que las sendas de trasformación son ahora líneas cur- adquiere Q0Q\e dinero a un precio representado pur la tangente QiPaQv-
.•as en lucar de rectas. También en este caso, cuanto más amplias sean Si ahora se evalúan las provisiones restantes de trigo, SiQi, al precio de
as oscilaciones, mayor será la tasa de beneficio: ñor otra parte, también venta de ese "día", su valor será S,K, y el capital total será Ofli. Si^ se
:o sisue cumpliendo (pie cuanto más amplia es cada oscilación mavor será traza la línea fíjPo hasta encontrar el eje horizontal en fi/, entonces la "ra-
'] riesen de pérdida, en el caso de que no se satisfagan las expectativas. zón de dinero" en Ql es QiRi'/flifíi' y la "razón de trigo" es AiQt/RiRi'-
J nr lo tanto, el comerciante seeuirá. nuevamente, cada curva de trasfor- Como en cada punto de la curva de trasformación hay una razón de bienes
nación, hacia arriba o hacia abajo, hasta el punto en el que sienta nup e1 definida, el movimiento a lo largo de la curva podría interpretarse como
*>mor marginal de pérdida compensa exactamente la esneranza marcinal una búsqueda de la razón de preferencia de bienes, siendo ésta una sim-
le ganancia a causa de futuros cambios en la oportunidad de mercado. ple medida de la preferencia de bienes. A medida que el comerciante
vende, la razón de trigo declina y la razón de dinero aumenta, por dos
causas: porque disminuyen las provisiones físicas de trigo del comer-
lazones de preferencia de bienes en mercados imperfectos ciante y aumentan sus provisiones físicas de dinero, y también, por un
motivo que no aparece en mercados perfectos: a causa de que para ven-
Surge naturalmente el problema acerca de si pueden usarse razones der más, el comerciante debe disminuir la evaluación por unidad de trigo.
'e preferencia de bienes como "parámetros de preferencia" convenientes En forma similar, a medida que el comerciante compra, aumenta su razón
n , el caso de mercados imperfectos. La respuesta parece ser que, si se de trigo y disminuye su razón de dinero, tanto por el cambio en las can-
ceptan ciertos supuestos, pueden utilizarse como tales, pero su uso pro- tidades físicas como a causa de que, para comprar más, debe aumentar
oca la aparición de problemas agudos relacionados con la evaluación de el valor de trigo por unidad. El comerciante orienta su razón de bienes
)s bienes en un mercado imperfecto. Las razones de bienes de cualquier hacia el trigo para aprovechar una futura alza de la demanda de su trigo,
unto de la línea de trasformación dependen, por supuesto, del método o, lo que es lo mismo, una baja de la demanda de su dinero: sin embargo,
e evaluación de los diversos bienes: en nuestro caso simple de una em- como no turne certidumbre acerca del futuro, no llegará al extremo de
resa de dos rubros dependen del método de evaluación del "trigo". Su- trasformar sus bienes en trigo sino que se detendrá en algún punto en el
ongamos, así, que cu la fig. 24, FU es la posición original de bienes y que sienta que las razones de trigo y dinero son "aproximadamente equi-
EL COMERCIANTE EX UN MERCADO IMPERFECTO 67
Ütí MICBOECONOMIA

expresarse, ahora, por medio de una linea recta desde el origen.3 Así, todos
tutivas", en vista de la posibilidad de que exista uu contratiempo. En forma los puntos de la línea OQ, representan una razón de dinero (^SV^iSi,
similar, orienta su razón de bienes hacia el dinero cuando espera un alza en la medida en que el coeficiente de evaluación del trigo es igual a la
en la demanda de su dinero o, lo que es igual, una baja en la demanda tangente fíiSjO. Para encontrar el punto de la curva de trasfonnación que
de su trigo: nuevamente, en este caso, no llegará al extremo, sino que se corresponde a cualquier razón de un bien dado, trazamos desde el origen
detendrá en alguna razón de bienes que, una vez más, parezca equitativa, la línea correspondiente a esta razón de un bien y tomamos el punto en
teniendo en cuenta la incertidumbre con respecto al futuro. <¿ que corta a la curva de trasfonnación.
En la construcción que figura más arriba, hemos supuesto que los El análisis por medio de un coeficiente de evaluación fijo se aplica
inventarios se evalúan de acuerdo con los precios de venta. No es necesa- igualmente bien, por supuesto, a la discriminación de precios; indepen-
rio que se evalúen de esta forma, sea en la teoría económica o en la prác- dientemente de la fonna en que se define la curva de trasformación, la
tica contable. Si la evaluación por precio de venta se aplica de una ma- construcción que hemos hecho más arriba nos permite encontrar el punto,
nera consistente, ocasiona el mismo tipo de fluctuación sin sentido del dada la razón de preferencia del bien. Sin embargo, la evaluación al "pre-
capital neto (y por lo tanto, de los beneficios) a cada revaluación, que cio del mercado" se vuelve algo ambigua en el caso de la discriminación
yu observamos en la fig. 19 (pág. 43). También aquí son posibles mu- de precios: ¿la evaluación debería hacerse al precio promedio recibido
por las venias totales (o pagado por las compras totales) o al ''precio mar-
ginal" recibido (o pagado' por la última unidad? No hay una respuesta
"correcta" a esta pregunta, a causa de la naturaleza esencialmente arbi-
traria del proceso de evaluación: solo podemos afirmar que, si se adopta
consistentemente un método de evaluación, el concepto de una razón de
preferencia de bienes tendrá algún valor descriptivo.

Monopolio bilateral

En el itnálisis anterior hemos supuesto una ck-rta "impersonalidad"


del mercado, al considerarlo, desde el punto de vista del comerciante in-
FIÜ. 25. Evaluación a precio constante en mctcados impertecto*. dividual, simplemente como una oportunidad de intercambio, cuyo carácter
no depende de sus propias decisiones. Debemos investigar, ahora, otro
aspecto del problema del intercambio, en el que aparece el elemento de
chos otros sistemas de evaluación, cada uno de los cuales puede dar lugar la estrategia, y en el cual las oportunidades con que se enfrenta cada
a una razón de bien diferente en términos de valor pura cada punto del comerciante están determinadas, claramente, por la conducta de los otros,
campo de bienes físicos. No obstante, supuesto que el sistema de evalua- cuya conducta, a su vez, puede estar condicionada por el compon amiento
ción sea consistente, las razones de bienes y, por lo tanto, las razones de del primer comerciante. El caso más simple de una condición de este tipo
preferencia de bienes, tienen uu significado definidu. Asi, en la fig. 25, es el "monopolio bilateral' o intercambio simple entre dos partes. En este
se hace la evaluación del trigo con un coeficiente de valuación constan- cuso, el camino recorrido en el intercambio de bienes es una trayectoria
te, independiente del precio de compra o venta. En e.st «.•asn, trazamos una de dos sentidos: el intercambio se ve, claramente, corno una redistribuí ion
linea RiSi por cualquier punto de la función trasformacional, tal como de bienes de diferentes tipos entre dos intercambistas. Esto se muestra
Qi, y la inclinación de esta línea será igual al coeficiente de evaluación eu la fig. 26. Suponemos aquí que dos comerciantes, A y fi, intercambian
constante. La razón del trigo es, entonces HiQi/RiSi y la razuti del dinero, dos bienes, que llamaremos, nuevamente, "dinero" y "trigo". Como esta-
Q&/R&. Está claro que en cada punto hay una razón de bien o de di- mos considerando el intercambio puro, supondremos que la cantidad total
nero perfectamente definida. La razón de "preferencia" de un bien puede de los dos bienes conservados por ambos comerciantes es constante, y que
el intercambio ocasiona, meramente, una redistribución de la propiedad.
2 Una construcción geométrica conveniente para encontrar aquel punto de la Comenzamos, por lo tanto, con un rectángulo, OJIO^K., en el que el lado
< urva de trastomiación que tiene- una razón de bien duda es el siguiente: trazar por
P. una hipérbola hipotética de gastos e ingresos P»'P0P, (como en la fig. 22) que co- 3 Si k es la inclinación de una linea a partir del origen, m y u' la cantidad de
rresponda a las razones de bienes dadas. En este caso, por supuesto, se trata simple- dinero y de trigo en cualquier punto de la línea, u el coeficiente de evaluación y r
mente de una linca de construcción, y no representa posibilidades alternativas para la razón de dinero, tenemos que r = m / ( w o + m) y rn =/tu;: por consiguiente
el comerciante. Kl punto requerido se encuentra dunde esta hipérbola de razón de
bit'ii constante torta a la curva de trasfnrmaeión.
oír. TET i
6o M1CROECONOMIA EL COMLÜlCIAXTt: EN UN M l H C A D í ) 69

OJI (=ObK.) representa la cantidad total de raigo que poseen los dos Supongamos ahora que se establece un precio igual a la tangente
comerciantes, y G a K (= O^li} representa la cantidad total de dinero. PuAiQ;,, de modo tal que fi^Si os la línea de trasforrnación mutua. El in-
En este caso, cualquier punto interior del rectángulo representa una posi- tercambio tendrá lugar hasta que ,se alcance el punto A,. En este punto,
ble distribución de los bienes totales entre los dos comerciantes. Medimos A se negará a seguir intercambiando bienes; y como el intercambio no
las cantidades de A a partir del origen Ou, y las cantidades de B, a partir puede tener lugar sin el consentimiento de ambas partes, yu no prose-
del origen Ob. Así, el punto PO representa una posición en la que A tiene guirá, fí desearía continuar el intercambio, pues no ha alcanzado, de nin-
A/ U P U de trigo, y B, P u Af b , y A tiene NUP0 de dinero y B tiene fV^b. Inde- guna manera, su razón de preferencia de bienes: a este precio, desearía
pendientemente del lugar en que se halle P0 dentro del rectángulo, tene- seguir hasta tí.. En la figura, ti-¿ esta fuera del rectángulo, lo cual indica
mos que A/aP0 + PyA/i, — Ou/7, y A/aP0 + ^Wi. — OaK. El intercambio a que, a este precio, B desearía adquirir más dinero que el que poseen en
un precio fijo será representado por un movimiento a lo largo de una línea total ambas partes, pero ésta no es la condición límite: B no puede sa-
recta que pase por PUl cuya inclinación será igual al precio de intercam- tisfacer sus preferencias de bienes a este precio porque A no está dispuesto
bio. Asi, el movimiento de Pu a Aj indicaría que A ha entregado, y B ha a ir más allá de A,. En forma similar, si el precio fuera la tangente
adquirido, una cantidad de dinero P^QU en pago de una cantidad de mer- PO#I(\ A querría seguir intercambiando bienes hasta A^.; sin embargo,
cadería Q»Ai a un precio representado por la tangente no podría hacerlo, ya que B habría alcanzado su razón de preferencia
de bienes en B¡ y no iría más lejos.

Fie. 27. Oisi i imiiui ion tU1 precio cu mi monopolio bilateral.

Fie. 26. Monopolio bilateral.


Esta claro que en estas circunstancias, hay un solo precio al que po-
drían satisfacerse simultáneamente las ra/ones de preferencia de bienes de
Supongamos ahora que cada comerciante tiene razones de preferencia
ambos comerciantes. Este es el precio i^ual a la inclinación de la linca
de bienes propias. Se puede trazar, para el comerciante A, mía hipérbola
PoP^ donde Pk es oí punto de interseccón de las dos hipérbolas de gastos e
de gastos e ingresos, P^AiP^, cada punto de la cual, tal cuino A1; muestra
ingresos. En este precio, los comerciantes se desplazarán hasta í\ donde
aquella combinación de bienes que proporciona a A su razón de prefe-
ambos estarán satisfechos. Se muestra más abajo que, independientemente
rencia de bienes al precio tangente PoAjA.. En este caso, hemos trazado
la hipérbola A, suponiendo que la razón de preferencia del dinero, ra, es del lugar del campo en que se encuentre el punto /',,. c! punto Pk deberá
de un 25 %, de modo tal que fíiSj = 4 AjSi, De manera similar, se puede estar sobre la hipérbola punteada O,Pk(\ Ésta puede ser llamada la
trazar una hipérbola de gastos e ingresos para B, con origen en Ob,P,,BiPk. curva de ajuste, por analogía con una construcción de Edgeworth. Dado
tal que todos sus puntos, tales como BI, muestran aquellas combinaciones un punto cualquiera del campo que no se encuentre sobre la curva de
de bienes que proporcionan a B su razón de preferencia de bienes al pre- ajuste, no podrá encontrarse ningún precio al que las razones de prefe-
cio tangente P 0 fii<^i,. En este caso, hemos supuesto que la razón de pre- rencia (¡t1 bienes dt- ambos comerciantes se satisfagan simultáneamente.
ferencia de dinero de B,rb, es de un 75%, de modo tal que TiBi ~ % Tit/i- Puede mostrarse que*, supuesta la posibilidad de que cada parte cotice un
u MKXOECONOMIA LL COMERCIANTE EN UN MUICAÜO IMPERFECTO 71

precio, no hay ninguna posición de equilibrio estable que no se encuen- comprador establezca el precio y tjue el vendedor decida cuánto venderá.
tre sobre la curva de ajuste. Asi, supongamos que en la fig. 27 partimos Hay situaciones habituales, por supuesto, en las que consideraciones so-
de la posición l},, y B cotiza un precio igual a la inclinación de /^A-j. El ciológicas, políticas o legales intervienen para impedir un ajuste "econó-
intercambio tendrá lugar hasta que lleguemos a A,, donde A cesará de mico". Asi, hay considerables presiones sociológicas e incluso legales en
intercambiar. Sin embargo, B no está satisfecho y para persuadir a A de contra de la práctica de la discriminación de precios. Si la discriminación
que compre más, bajará el precio. Ahora, la linea de trasformacíón se de precios es imposible, el que cotila un precio debe sostenerlo; si un
convierte en A^-V-; entonces, A está dispuesto a llegar hasta A u , donde la vendedor cotiza un precio que es más alto que el precio mutuo el com-
linea de trasformación corta nuevamente su nueva hipérbola de gastos e prador se detendrá bruscamente sin llegar hasta el punto de preferencia
ingresos. Si A-¿ no se encuentra en la curva de ajuste, B estará aún insa- del vendedor, y éste no tendrá ningún recurso para recotizar el precio.
tisfecho, y tendrá todavía una oportunidad de mejorar sus razones de En forma similar, si un comprador cotiza un precio que es menor que
bienes bajando su precio de oferta. Este proceso terminará únicamente el precio mutuo, el vendedor se detendrá sin llegar al punto de prefe-
cuando se haya alcanzado la curva de ajuste y ambas partes estén sa- rencia del comprador. Por lo tanto, si no hay discriminación de precios,
tisfechas. se produce una fuerte presión sobre el comprador o el vendedor para
En el caso anterior, hemos supuesto que B es activo con respecto a que coticen el precio mutuo, igual a !a inclinación de P,,P^ de las tigs. 2(i
la política de precios, pero permite a A determinar la cantidad intercam- y 27. En estas circunstancias, el problema del intercambio bilateral sim-
biada. Esto es posible porque el precio inicial (en Jas condiciones de la ple está más "determinado" en los modelos económicos de lo que habí-
íig. 27, donde B en la posición inicial tiene un exceso de trigo y será un tualmente se supone.
vendedor de trigo, y A tiene un exceso de dinero, y será un comprador En el apéndice de este capítulo, se muestra que. si M^M^Qa y Qb
de trigo) es mayor que el "precio mutuo" igual a la inclinación de P 0 Pk- representan las cantidades iniciales de dinero y de trigo poseídos por dos
Podríamos suponer también, por supuesto, que A es activo con respecto comerciantes, y ra.r(l son sus razones de preferencia de dinero, el precio
al precio y B determina la cantidad intercambiada. En este caso, el ca- mutuo, pk. está dado por la fórmula
mino hacia la curva de ajuste, seguirá un recorrido tal como P^B.P,.. .i/,n - O + Mt-(\— _r,— —
Usté representa la discriminación de precios por parte de A frente a B, ¡h — % , (ij
así como el recorrido /V^Aj/-^ representa la discriminación de precios '•„<?.. + rWi
por parte de B frente a A. Cuanto más finamente se lleva a cabo la dis-
Esto es esencialmente lo mismo que la "ecuación de mercado" [ecua-
criminación de precios —es decir, cuanto más secciones liaya en los re-
ción (0) de la pág. 54~\e muestra el precio de mercado en un mer-
corridos de discriminación de precios—, más hacia afuera caerán los re-
cado de competencia perfecta. No hay ninguna garantía, por supuesto,
corridos: la posición límite de la discriminación de precios perfecta está
de que en un intercambio bilateral se llegue realmente al precio mutuo.
dada por las curvas P$Db y P^D^. No obstante, hay presiones que tienden a establecerlo, como un precio
La posición final de equilibrio debe encontrarse sobre la curva de probable, especialmente en ausencia de discriminación de precios.
ajuste entre />, y Db. Las. líneas P{,Da y Pi,Db son verdaderas curvas de
indiferencia: DK representa una posición que es solo tan buena como P0
según la estimación de A, y Db representa una posición que es solo tan intercambio entre más de ;!os comerciantes
buena como Fu según la estimación de B. Cuanto más cerca de Du esté
el punto de equilibrio UrutI, mayores serán los beneficios que recibirá B El paso siguiente es extender el análisis a más de dos comerciantes.
del intercambio; cuanto más cerca de Db se encuentre, mayores serán los Esto se hace en la fig. 28, donde dentro del rectángulo OJIO.iK es fac-
beneficios de A, Se observará que los sucesivos ajustes de precios siem- tible representar todas las distribuciones posibles de la cantidad total de
pre tienen lugar en la misma dirección, en tanto la misma parte continúa dinero (Ü a K) y de la cantidad total de bienes (O,,//) entre cierto nú-
activa con respecto al precio. Son posibles, por supuesto, alternancias de mero de comerciantes. Si hay ¿V comerciantes son suficientes .\ — 1 puntos
actividad y pasividad por parte de un individuo, pero como la relación dentro del rectángulo para indicar la división de la provisión total de
actividad-pasividad está determinada, probablemente, por el carácter de bienes entre dichos comerciantes. En la fig. suponemos que hay cuatro
los individuos, o por el entorno sociológico del intercambio, es probable comerciantes, A,B,C y O. tres puntos, /',„ P, y Pd definen las posiciones
que sea una relación bastante constante. Así, en la venta al menudeo, de los rectángulos rotulados A, B, C y D. cuyos lados muestran cuántos
es una convención casi universal en la sc<-u-d:id occidental que el vende- bienes y dinero pertenecen a cada comerciante. Así, la cantidad total
dor sea activo con respecto al precio, y el comprador, con respecto a la de dinero, O,,K, se divide en OuM.t para A,P,,Mt, para B, PcA/t. para C y
determinación de la cantidad. En el intercambio catre granjeros y comer- J',i-W(l para D. De manera similar, la cantidad total de mercaderías, ÜM,
ciantes o comerciantes mayoristas, se acostumbra, con frecuencia, que el se divide en O^ para A,P b Q^ para BtPvQ,. para C y P¿Q¿ para D. Es
i2 MICRO ECONOMÍA EL COMERCIANTE C\N MERCADO IMPERFECTO 73

evidente que cualquier combinación de distribuciones de bienes en el mer- mente en el diagrama quienes cambiaron qué con quién, cu general solo
cado puede representarse por medio de distintas posiciones de los tres pun- es posible discernir los intercambios netos de cada comerciante, y no sus
tos Pb,P,., y P<I. Cualquier combinación de intercambios en el mercado transacciones individuales con compradores o vendedores particulares.
puede representarse, asimismo, por medio de cambios de estos tres pun- Se muestra en el apéndice de este capítulo que también aquí hay,
tos a lo largo de las lineas de oportunidad, cuyas inclinaciones son igua- normalmente, un solo precio en el cual todos los comerciantes pueden
les a los precios o razones de intercambio. Consideremos, por ejemplo, moverse hasta la posición que satisface sus razones de preferencia de
el movimiento desde Pi,,P,.,Pa, a Ph/,P/,.,P/. El comerciante A ha comprado bienes, suponiendo que la evaluación de la mercadería se realiza al precio
QíQ*' de mercaderías y ha pagado por ellas A/ tt A//. El comerciante B ha del mercado. El "precio mutuo", px. está dado, nuevamente, por la fami-
incrementado sus provisiones de mercaderías, desde Pi.Qt, hasta Ph'(V. es liar fórmula
decir, ha comprado Ri,'(V, donde se traza Qt,R\,', paralela a P»,Pb' y ha
entregado Sb'Qb de dinero. El comerciante C no ha cambiado ea abso- p* = (2)
luto sus provisiones: PeQ,. = Pt'Q.' y Q,.Pá — (VP/- El comerciante D ha
vendido A/tlA/,,' de mercaderías y ha recibido QdQt' en dinero. La can- Al discutir el intercambio hemos supuesto, hasta aquí, eme la razón
tidad total que se ha comprado de cada bien tiene que ser, por supues- de evaluación según la cual se valoran los bienes es la misma que el
to, igual a la cantidad total que se ha vendido: en este diagrama, se ve precio de la última unidad del bien comprado o vendido. Este supuesto,
claramente que A y B han comprado (>,,(?/ + flt/(V = Aí d A/,i' de merca- sin embargo, no es necesario para la lógica del argumento, y se pueden
derías a D y han recibido cantidades correspondientes de dinero. Se ob- construir modelos sobre la base de cualquier supuesto con respecto a la
servará que, aunque en este caso particular es posible discernir exacta- evaluación de los bienes. Un caso interesante es aquel en que la merca-
dería es evaluada por ambas paites del intercambio a una razón constante
que puede ser. sin embargo, diferente para cada una de las partes. La
solución, para el caso de dos comerciantes que realicen intercambio, se
muestra en la íig. 29. El rectángulo OJIO\JK. muestra la provisión total de
bienes y su distribución, como en las figs. 26 y 27.

O, B
hit;. -J. Intercambio ton r.-zoncs de evaluación í'¡;i;.

Si ahora el comerciante A tiene una razón de preferencia de bienes


constante, y si realiza sus evaluaciones a una razón de evaluación fija,
todos los puntos eu los cuales su razón de preferencia de bienes se satis-
face, se hallan sobre una linea recta desde el origen, tal como OaA, cuya
inclinación depende de la razón de evaluación y de la razón de preferen-
cia de bienes, como hemos visto en la pág. 49. Similarmente, todos los
puntos en que B puede satisfacer su razón de preferencia de bienes se
hallan sobre una línea tal como O,,B. El punto en que estas lineas se cor-
Fie. 2.Y i-ntir una tro comercíantts. tan, J\ rs el único punto en qno se pueden satisfacer ambas partes. La
74 EL COMERCIANTE EN UN MFIWADO IMPERFECTO
MICRO ECONOMÍA

naturaleza algo irreal de este supuesto particular se manifiesta por el hecho en términos de dinero (dólares) y por lo tanto la ganancia de uno no
implica
de que cualquier vía hacia este punto convendría igualmente bien t\s partes, en la medida en necesariamente la ganancia
que sus evaluaciones de todos. Sin embargo, tal ganancia
son independientes
puede considerarse ciertamente "espuria" desde el punto de vista de todo
de la razón de intercambio. En este caso, sin embargo, habrá poca o el mercado, incluso aunque para un individuo dado una ganancia por
ninguna tendencia para que el precio mutuo sea un precio de equilibrio, revaluación pueda representar un mejoramiento genuino de su posición
o para que los comerciantes se muevan hasta el punto Pk. Si comenzamos, relativa. La trasfonnación del juego de "suma-cero" del comerciante puro
por ejemplo, con que A cotice un precio igual a la inclinación de P0Pn, en en el juego de "sumapositiva" de ln actividad económica como un todo,
tanto A es pasivo con respecto a la cantidad, B se moverá hasta Pb, y en- puede efectuarse únicamente por medio de la creación de bienes, es decir,
tonces, no deseará ir más lejos. A desearía ir hasta Fu, pero no puede por. medio de la producción. Para continuar el análisis tenemos que ocu-
hacerlo a causa de que B no está dispuesto a ello. Sin embargo, una vez parnos de la teoría de la producción. No hay que inferir, por supuesto,
llegado a Pb, ningún cambio del precio induciría a B a trasladarse más que la actividad del intercambio es, en cierta manera, esencialmente "im-
lejos, salvo que se tratara de un precio negativo. Por lo tanto, sobre la productiva". El mercado, en una forma o en otra, es decir, el intercambio
base de estos supuestos, cualquier punto de la linea O:,PkOh será un punto de productos especializados, es absolutamente necesario si ha de tener
de equilibrio estable. La "curva de ajuste" es, en este caso, la línea que- lugar la división del trabajo, es decir, la especializaron de la producción,
brada OAO,, y se ha convertido en un lugar común de la economía el señalar que la
cspeciali/ación es la fuente principal del incremento de la productividad.
No obstante, puede afirmarse coa cierta seguridad que el intercambio
La creación de beneficios y el juego de suma-cero que no da lugar, en alguna forma, a la producción especializada, es un
jucL'o de "suma-cero" y que la justificación principal de las trasformacio-
El análisis anterior arroja mucha luz sobre el proceso de creación de nes de bienes por medio del intercambio es el efecto que tienen sobre la
beneficios en el intercambio puro. Es evidente, tanto en el caso de dos creación de bienes gracias a las Irasformaciones de la producción.
comerciantes como en el de muchos comerciantes, que si las cantidades
totales de bienes de todos los tipos del mercado permanecen constantes y
las razones de evaluación son igualmente constantes, entonces el twíor total
de todos los bienes es constante. En estas circunstancias, la ganancia de un
comerciante debe obtenerse, necesariamente, a expensas de otro: en el len-
guaje de la teoría de los juegos, tenemos, en este caso, un juego de "suma-
ccro". Estas ganancias y pérdidas relativas se dan de dos maneras. Un co-
merciante puede mejorar su posición a expensas de otro por sucesivos inter-
cambios, a diferentes precios, en diferentes momentos. Así, el comercian-
te que compra barato y vende caro, se beneficiará por cuenta de aquellos
que compran caro y venden barato. Se producirá un recorrido en zigzag
en el "rectángulo del mercado", similar al de la fig. 18 de la página 43
que dará por resultado una cantidad creciente de bienes en posesión del
comerciante próspero, y en forma correspondiente, una cantidad decre-
ciente en posesión del comerciante poco próspero, fiste es el proceso de
!a especulación "pura", o arbitraje a través del tiempo. E! otro método
'le cambio de la posición relativa es el arbitraje simple, es decir la com-
pra a un comerciante que está vendiendo barato y la venta a uno que
está comprando caro. Esto, por supuesto, puede ocurrir solo cuando hay
más de dos comerciantes implicados. En el caso de la fig. 28, por ejemplo,
si las líneas PtP,' y P,\P,i' difirieran, el comerciante C podría mejorar su
posición a expensas de los otros, pues podría alcanzar posiciones en que
¡uviera de un bien por ln menos tanto como el principio, y más del otro.
La única manera en que todas las partes de un "mercado puro" pue-
den tenor ganancias, si circulan cantidades fijas de bienes entre los comer-
ciantes, es por medio de una revalnación de los bienes. Si aumentan los
coeficientes de evaluación de los bienes no líquidos, aumenta el valor total
APÉNDICE AL CAPÍTULO CUATRO 77

En forma similar, tenemos

Sumando las ecuaciones ( 5 ) y (6), como mtt -j- mi, ~ M — A/ a -j- Mb,
tenemos
APÉNDICE AL CAPÍTULO 4
M.,(l — r.,); + -»/.(! —
i,. = —i ._. rb) c¡\
(¿,,'ü T \¿i,l ',
El equilibrio del precio mutuo
En general, en el e L SO de n comerciantes, tcncnvs
La ecuación de la curva de ajuste de la fig. 26 puede derivarse como
sigue. Sean A/,,, Qa las provisiones iniciales de dinero y de mercadería
poseídas por el eumerciunte A. Sea i\u razón de preferencia de dinero
i i
y in.,, (¡ít sus provisiones tíñales de dinero y mercadería. A/i,, Q\,, />„ m-,,,
í/t son las cantidades correspondientes del comerciante B, y f\ el precio y sumando todas las ecuaciones del tipo (5) para cada comerciante
mutuo. Entonces, por definición, tenemos

M
(2'}
Pi<!>, + fflt -f M — tu,
\ que íítu -f mt, — A/, o sea la provisión total de dinero poseída por los Ésta es la misma formula que desarrollamos para el caso de la competen-
dos comerciantes, y ry(l -j- (/,, —- Q, o sea la provisión total de mercadería cia perfecta de la página 54, ecuación (9). 'l'or lu tanto, es una formula
poseída por ambos. Si eliminamos pk de ambas ecuaciones (1) y ( 2 ) , perfectamente general para el pircio mutuo. Solo en condiciones de
tenemos competencia perfecta, sin embargo, hay alguna tendencia clara y positiva
hacia este precio.
También podemos hallar tas provisiones de equilibrio, al precio mu-
Ésta es la ecuación de la curva de ajuste de la fig. 26, medida desde el tuo, para cada comerciante. Asi, resolviendo las ecuaciones (1) y (4)
origen O;,. Es una hipérbola rectangular con asíntotas en para c/,, y ífi.,, tenemos, para el comerciante A
r..(l — / - , ) .M -r h (] —r,,)Q
.,•*=*» (I ~ ra) ílO)

Si ra — T),, es decir, si las razones de preferencia de dinero de los dos ^ (-U, + p,;Q;)r., (11)

comerciantes son iguales, la ecuación (3) se reduce a


Ecuaciones similares dan las posiciones de equilibrio de los otros comer-
Qm, — Mna = o ciantes. Si dividimos (11 • por (101, tenemos
Esta es la línea recta que une los orígenes Oaí-7tl, de la fig. 26. La curva
de ajuste pasa siempre por Ü u y O>,, como puede verse colocando m,t — O, (12)
1 — r.,
ífu — O, o m,, = M, í/;i = Q en la ecuación (3).
Ahora bien, si pk es el precio al cual se hace el intercambio, el valor Se obtienen ecuaciones similares para los otros comerciantes. Este con-
de dinero entregado (o adquirido) es igual al valor de las mercaderías junto de ecuaciones nos da una solución geométrica simple para el pro-
compradas (o vendidas). Esto es, blema del equilibrio del precio mutuo, cu el caso de muchos comercian-
M , — >n,. - ¡, Ir;. - i¡ (4) tes. El precio m u f l i ó se calcula con la fórmula (9). La razón m.Jq.A se
obtiene, entonces, de la ecuación (12). Se traza una linea desde Oa,
Si eliminamos (/,, de ambas ecuaciones (1) y (4), tenemos OuPi/ en la tig. 2a, COTÍ una inclinación H^/Í/,,, y una linea desde /V con
ptQar., = m» — .V,,r,r (5) una inclinación negativa igual a jj k . El punto en que se cortan estas líneas
/Y, es la posición de equilibrio de A. En forma similar, se traza la linea
78 MICROECONOMIA

/Y/Y cnn una inclinación de njh/r/i, hasta encontrar P,P/, cuya inclina-
ción es ph en Pc', la cual nos da la posición de equilibrio de B. Similar-
rncnte, se puede trazar todo el curso de la línea, de equilibrio, OaPh'P/ .. .
O,]. Si todas las r son iguales, las inclinaciones de los segmentos OnPt>',
Pi.'P,.' también son iguales, y los distintos puntos de equilibrio se encuen-
tran en la b'nea recta OuO,t.
flasta aquí liemos conducido nuestro análisis sobre la base de dos La teoría general de la preferencia
supuestos principales: que las razones de preferencia de bienes son cons-
tantes, es decir, son invariables con respecto a las otras variables del pro-
blema, y que los bienes se evalúan por la. razón a la cual pueden ser
intercambiados. Ninguno de estos supuestos es vital para el método de Hl método de describir la estructura de preferencia del individuo por
análisis aunque, por supuesto, su eliminación complica las soluciones. Si medio de razones de preferencia de bienes, tal como lo hemos presentado
suponemos, por ejemplo, que la razón de preferencia del dinero es una aquí, es nuevo para la economía, aunque pueden encontrarse las raíces de
función del precio, de modo tal que rü = Fa (pk), rb — Fu (pO, y «sí tal idea mucho más atrás, en la discusión de la teoría cuantitativa ¿t-1
sucesivamente, se deben resolver e.stas ecuaciones junto con la ecuación dinero; en realidad, puede que no sea incorrecto describir el método como
(9), para encontrar una determinada solución. Entonces, por supuesto, una generalización de la teoría cuantitativa. En consecuencia, parece
las curvas de gastos e ingresos y la curva de ajuste, en el caso de dos deseable detener el argumento general en este punto del análisis, para
comerciantes, no tienen por qué ser, ya, hipérbolas, pero si las razones aclarar los supuestos básicos y las limitaciones del método de razones de
de preferencia están relacionadas con las otras variables por funciones preferencia de bienes y relacionarlo con otros métodos empleados para
continuas conocidas, se pueden derivar estas curvas teóricamente. En describir estructuras de preferencia —en especial, por supuesto, con e!
forma similar, si los coeficientes de evaluación son funciones de algunas método por curvas de indiferencia—. El lector que esté impaciente por
otras variables, pueden incluirse estas funciones dentro del sistema y seguir el argumento familiar, y a quien le sea familiar el análisis por
obtenerse así una solución. curvas de indiferencia, puede proseguir perfectamente con el próximo
capítulo.

Curvas de indiferencia

La curva de indiferencia es, actualmente, un arma tan familiar del


análisis económico, que difícilmente sea necesaria su descripción en un
trabajo de esta naturaleza. Las curvas de indiferencia representan los
''contomos" de una hipotética función de utilidad o de preferencia. Una
curva de indiferencia particular (o función) define todos aquellos puntos
de un campo de elección potencial —es decir, todas aquellas combinacio-
nes de valores de las variables significativas— cuya elección le es indife-
rente al individuo. Se supone que. de dos puntos cualesquiera del campo
de elección potencial, A y B, siempre podemos determinar si uno será
preferido al otro, o sí ambos son indiferentes; esto es, hay tres posibilida-
des: que A sea preferido a B. que B sea preferido a A. o que A y B sean
igualmente preferibles, o sea. indiferentes. Por lo tanto, de dos curvas de
indiferencia Cualesquiera del mismo sistema, siempre podemos decir que
una es "superior" a la otra, es decir, que cualquier punto de la curva de
indiferencia "superior" será preferible a cualquier punto de la inferior.
Habituaímente, éste es el único supuesto necesario para determinar el
punto más preferible de un campo; en particular, no tendremos que supo-
ner (pie la utilidad o la preferencia sean cuantitativamente medibles.
El método de las curvas de indiferencia se lleva a cabo siempre de la
misma manera. En el campo general de elección potencial, que representa
so MICROECONOMIA TlOfliA í.KNERAl, J)F, I-A PREFERENCIA 8]

todas las combinaciones conceptualmente posibles de las variables rele- lares, lo cual indica que la superiicie de preferencia tiene un máximum
vantes, tenemos una función de uportiinidad <¡ue limita la elección a cier- dentro del área de oportunidad. En tal caso, Pl, el punto de tangencia.
tas áreas del campo. El problema consiste en encontrar el punto del no es particularmente significativo. El individuo avanzará hasta T. el
arca de oportunidad une se encuentra en la curva de indiferencia más punto máximo de la superficie de preferencia. En el cuadrante ATD am-
alta, es decir, el punto más preferido. Este punto preterido se encontrará bos bienes son artículos convenientes; es decir, un incremento de cual-
allí donde el límite del área de oportunidad tuca una curva de indiferen- quiera de ellos lleva a una posición preterida. En el cuadrante BTC anibüa
cia, a menos que la función de preferencia muestre un máximum dentro bienes son artículos inconvenientes, por ej., desperdicios, l'u incremento
del área de oportunidad. Este principio está ilustrado en las figs. 30 y 31. en cualquiera de ellos llevará a una posición menos preterida. En el cua-
drante DTC los "dólares" son artículo conveniente y los "búshels", incon-
veniente. En el cuadrante ATB los dólares son artículo inconveniente, y
los búshels, conveniente. Kn general, podemos suponer que cualquier bien
se convierte en un artículo inconveniente cuando se encuentra en una
cantidad suficientemente grande, incluso aunque con respecto a la mayoría
de los bienes de la vida económica estamos operando todavía en el cua-
drante ATD. Por lo tanto, probablemente, las curvas de indiferencia
deben ser concéntricas y de forma aproximadamente circular u oval.

Objeciones al análisis por curvas de indiferencia

La utilidad de las curvas de indiferencia en el análisis económico está


fuera de cuestión. Remitiré al lector a mi Econoinic Analysis ', para
algunos, ejemplos de su uso. Sin embargo, estas curvas, tomadas como
O W instrumento analítico, dan lugar a ciertas objeciones. L'na objeción es
L'.'i-.Hrl-,
que dicen demasiado; otra, que dicen demasiado poco. Dicen demasiado
Fie. 30. Curvas de indiferencia, i'io. 31. Curvas de indiferencia. porque al procurar cubrir el campo total de las preferencias potenciales
parecen expresar más de lo que existe realmente cu la mente. Elegimos
en situaciones particulares: no contemplamos la elección en un número
Supongamos que se trata de un campo de dos bienes, en un caso de indefinidamente grande de situaciones. Quizá podríamos eludir esta obje-
intercambio en mercado imperfecto. Ptl representa la posición inicial del ción diciendo que solo es relevante aquella parte de la función preferen-
comerciante; la línea .UP«M7 es la linea de oportunidad del mercado, como cia) relacionada con la posición actual del individuo; sin embargo, a menu-
. on la fig. 23. Las líneas punteadas son curvas de indiferencia: pueden do se obtienen conclusiones utilizando el supuesto de que hay un sistema
considerarse como los contornos de una "montaña de preferencia" que se estable de preferencias que cubre toda la experiencia potencial.
levanta por encima del plano de la figura. El "área -de oportunidad" es Un cambio en la preferencia solo se puede representar por un cambio
aquella limitada por la línea de oportunidad y los ejes (sin tener en complejo en toda la función preferencia!, y parece imposible derivar a
cuenta las posiciones de los otros cuadrantes 1 ), es decir, el área OAÍP.A^. partir de la (unción preferencia) o del sistema de curvas de indiferen-
Kl individuo puede lograr cualquier combinación de cantidades de bienes cia mismo, parámetros simples que expresen cambios simples en la
dentro de esta área, pero no puede hacerlo fuera de ella. Suponemos que preferencia. Supongamos, por ejemplo, que aumenta la preferencia por
hay una posibilidad de simple destrucción o desperdicio de bienes que los "dólares" y disminuye la preferencia por los "búshels". Esto significa
le permitiría moverse hacia el origen, si lo descara. As!, en la fig. 30, la que las curvas de indiferencia se volverán más llanas que antes. Así, en
posición preferida es P,, en la que el límite de oportunidad toca a una la fig. 30, P-¿ que estaba primero en una curva de indiferencia más baja
curva de indiferencia: desde cualquier otro punto del área de oportunidad que ?,, representa una situación con más dólares y menos búshels que
es posible alcanzar una curva de indiferencia superior. Podríamos pensar P]. Si ahora los dólares se aprecian más con respecto a los búshels, el
el límite de oportunidad como una "valla que cruza la "montaña" de aprecio que se tiene de P-> aumentará con respecto a P¡, y si este movi-
miento es suficiente, las nuevas curvas de indiferencia irán a través tanto
preferencia, y que el individuo no puede atravesar: sin embargo, el indi-
viduó desea llegar tan alto como la valla lo permita. ü* ["Análisis etonónñco], Rev. Ecl., líarper ¿uiJ
1 Buuklinjí, En>noinic
Las curvas de indiferencia de la fig. 31 son aproximadamente circu- ers. 1943, cap. 34.
M1CBOECONOMÍA TEORÍA GENERAL DE LA l'REt LBE\CLA 8d

de P, como de P->. Esto cambiará el punto de preferencia de P! hacia preferencia por un conjunto único de cuivas de indiferencia en dos dimcn-
Pj, digamos, a P:(, como esperaríamos: el aumento de la preferencia por siones, y debemos trazar superficies de indiferencia en una figura tridi-
los dólares lleva a un cambio favorable para las provisiones de dólares. mensional en que. por ejemplo, la cantidad de dinero, la cantidad de
lís difícil, sin embargo, si no imposible, ofrecer un significado pura la "trigo" y el precio del trigo sean los tres cíes. Vale la pena investigar cier-
cuestión de la magnitud del cambio en la preferencia hacia los dólares, tas propiedades posibles de este sistema. May dos razones principales por
en términos del análisis por curvas de indiferencia, por cuanto lo impli- las cuales podemos esperar que t-1 precio afecte las preferencias. Una es
cado no es un parámetro único o sinip'e sino una relación funcional muí- el hecho de que el calor monetario de las provisiones totales de bienes,
(¡dimensional total. Quizás podría hallarse una respuesta en términos de y por lo tanto, el capital neto del individuo en términos de dólares, depen-
la inclinación de la curva de indiferencia, una magnitud importante que de del "coeficiente de evaluación" del "trigo", que a su vez, puede ser
se llama habitualmente tuna marginal de sustitución. La tasa marginal igual a su precio, o función de és!e. Así, si un hombre tiene uSs 1.000 en
de sustitución es diferente, sin embargo, en diferentes puntos del campo. efectivo y 5ÍK) busilis de trigo, a un dólar por búshel, su capital neto es
Las curvas de indiferencia no pueden tener, posiblemente, una inclina- de ais 1.500 y a tres dolares por búshel, sería de u$s 2.500.
ción constante, a menos que los bienes sean sustitutos perfectos para la Este efecto se conoce a veces con el nombre de "ilusión monetaria',
mente del poseedor. Si pudiéramos suponer que en cada punto, un cam- ya que depende del hecho de que nuestra contabilidad se hace en términos
bio dado de la preferencia produce un cambio constante proporcional de de "dólares" más que de "búsliels". Si el capital neto fuera calculado en
la tasa marginal de sustitución, tal cambio podría tomarse como una "bushels" (y aparte de las convenciones, no hay ninguna otra razón por
medida del cambio de la preierencia; sin embargo, tal cambio propor- laque esto no podría hacerlo entonces, en el ejemplo anterior, el capital
cional constante es muy improbable. neto del individuo cuando el trigo estaba a un dólar por búshel, seria de
L ' n a objeción más seria al análisis por curvas de indiferencia es que, 1.500 bushels, y cuando estaba a tres dólares por búshel f o lo que es lo
t.il romo se lo emplea habitu.ilmente, por lo menos, supone que el sistema mismo, el dinero equivalía a un tercio de búshel por dólar) seria de
de preferencia es invariable con respecto a la t unción de oportunidad 833 1/3 bushels. Así, un alza en el precia monetario incrementaría el valor
y i/n particular es invariante con respecto a los precios de los bienes. Esto en dolores del capital neto y disminuiría el valor en bushels: por este
puede justificarse como una primera aproximación; sin embargo, sería motivo nos referirnos a tal efecto como una ilusión. Sin embargo, la
realmente imprudente suponer que tal invariabilidad se da siempre. Existe ilusión puede ser fuerte cuando existe el hábito de pensar en el dólar
el caso familiar del "bien, suntuario", por ej. diamantes, donde la función como en una unidad de una significación relativamente constante y, real-
preferencia! depende claramente del precio del bien; es más tuerte la mente, cuando la creencia en la estabilidad a largo plazo del valor está
preferencia por el bien cuando el precio es más alto, pues la preferencia justificada. la "ilusión monetaria" es mucho menos ilusoria y, de hechu, el
aumenta por el hecho de que el bien es un símbolo de riqueza. Sin em- efecto del precio sobre las preferencias se produce entonces por la segun-
bargo, el fenómeno puede ser mucho más genera! que lo que los econo- da razón.
mistas han supuesto. Si hay un sentido fuerte de "normalidad" en la acti- Esta segunda razón es que el nivel absoluto de precios puede afectar
tud hacia el precio -esto es, si hay algún nivel de precios que se siente las expectativas acerca de futuros precios y por lo tanto puede afectar
como "normal"— en tanto son considerados "altos" los precios que eskm bastante "racionalmente" las preferencias. Ello es particularmente cierto
por encima de ese nivel (y son susceptibles, por lo tanto, de una baja), sí hay algún nivel de precios considerado "normal". Los precios por
mientras que los precios que están por debajo de ese nivel se estiman encima de este nivel se consideran, entonces, "altos", y cuanto más alto
"bajos" (y son susceptibles, por lo tanto, de un alza), entonces, el nivel esté el precio con respecto al precio normal, mayor será la expectativa
absoluto de precios ejercerá una marcada influencia sobre la estructura de de una caída y por lo tanto, mayor la preferencia por el dinero. Los pre-
preferencia, la preferencia por un bien será menor a un precio alto que a cios que estén por debajo del normal se considerarán "bajos" y se espe-
un precio bajo. Debería observarse que esto no es igual que la inclinación rará que aumenten: esto provocará un cambio y favorecerá la preferencia
negativa de una curva de demanda, pues la curva se traza habitualmente por los bienes.
sobre la base del supuesto de una función de preferencia fija subyacente
de la cual se deriva la "ley de demanda".
Esta objeción no es, por supuesto, fatal para el principio de maximiza- La superficie de indiferencia
cióu de una función preferencial, aunque puede muy bien ser fatal para
buena parte de las conclusiones que se han obtenido, por ejemplo, en Consideramos ahora una sección del campo tridimensional de precio-
la economía de la prosperidad. Así, si suponemos que la "utilidad" depen- dínero-trigo, en el plano precio-dinero, tal como en las figs. 32 y 33, en
de de los precios tanto como de las cantidades de los bienes, entonces, tanto se mantiene constante la cantidad de trigo. Un efecto puro de ilu-
incluso en el caso de dos bienes, ya no podemos describir la estructura de sión monetaria dará curvas de indiferencia como las de la fig. 32; un
NfICHOECONOMIA Cli.NLHAI. I. \A S5

efecto de "nivel normal de precio" dará curvas de indiferencia como lus de Habrá también una superficie de oportunidad en el campo tridimen-
la fig. 33. En ésta, las curvas de indiferencia son secciones de las super- sional dinero-trigo-precio. Se íraía de una superficie helicoidal, p —
ficies de indiferencia del campo tridimensional. En el caso de la fig. 32. :,m ~ »i,j)/((/ ( h — (/), CUNOS contornos en el plano (¡-m son el conjunto de
al elevar el precio a lo largo de MU y dejar constantes la cantidad de lineas de oportunidad que pasan por el punto S, que representa la posi-
dinero y la de trigo, el individuo se alza a curvas de indiferencia sucesi- ción inicial de bienes, m0, í/0i tales como AiB\, A,¿B.,. etc., de las figs. 34
vamente más altas, lo cual indica posiciones de preferencia. Esto ocurre. y 35. Una línea como A.JíA de !u figura tridimensional (fig. 34) tocará
una de las superficies de indiferencia en un punto P.,; ésta es la posición
de preferencia a este precio. Similarmente, hay puntos de preferencia

Af
i)'. _'. •
-K;. 32. Curvas de indiferencia de VA.. .'i."i. Curvas do indiferencia
precio. precio.

como liemos visto, a causa del efecto del precio rnás alto sobre el valor en Fu,. 3-i. di- indiferencia y de oportunidad.
dólares del capital neto. En el cuso de la fig. 33, a medida que se eleva
el precio a !o largo de MK y se dejan constantes, nuevamente, la cantidad
de dinero y de trigo, encontramos que la "utilidad" crece hasta un máxi-
mum en H y después, cae. Esto significa que hay algún precio que per-
mite al individuo estar más satisfecho con sus cantidades de dinero y
trigo; con precios más altos o más bajos que éste se sentirá menos satis-
fecho de sus provisiones como consecuencia del efecto que tiene el precio
sobre sus expectativas. Probablemente, la linea que pasa por los puntos
en los que "se vuelven" las curvas de indiferencia [véase fig. 33], KJ/,
tenga una inclinación ascendente, pues con una provisión dada de trigo,
cuanto mayores sean las provisiones de dinero más satislechos estarán los
individuos con los precios altos, puesto que si los precios altos producen
una expectativa de caída, causarán gran preferencia por el dinero. Puede
esperarse que las secciones de la figura tridimensional del plano trigo-
precio tengan propiedades exactamente similares. Si hay una combina-
ción del efecto de ilusión monetaria con el efecto de nivel normal de
precio, el modelo general continuará siendo similar al de la lig. 33, pero
los puntos máximos estarán en los niveles más altns del precio. Cada Búihelt
superficie de indiferencia tridimensional será algo parecido a una nariz
chuta señalando hacia abajo, hacia el origen. Fie 35. Contüinus de indiferent-ia y de oportiimtLiJ.
ÍJÍ) M1CHOECOXOMIA
TKOH1A Ct:\FJiAL DF, LA l'HEI-KRl'NOA 87

P.I, PH, Pi, etc. sobre las otras líneas de oportunidad, donde éstas tocan punto menos preferido de la linea del punto de preferencia. Es decir,
una superficie de indiferencia. La línea PI .. . P4 puede llamarse linea de el comerciante está en la peor posición cuando el precio es igual a su pre-
punto de preferencia. Debería observarse que no hay ninguna razón para cio nulo y estará en la mejor posición si su precio es tal que desea trafi-
suponer que los puntos Plt P», P:t, P4, etc., de la fig. 34, se encuentran car. El intercambio siempre lleva al comerciante a ¡a obtención de una
sobre la misma superficie de indiferencia, aunque no hay nada intrínse- ganancia, ya que cualquier punto de la linea del punto de preferencia
camente imposible en semejante cosa. Sin embargo, normalmente, pode- distinto tle S, por ej., P¡ o PL está sobre una curva de indiferencia más
rnos esperar que se encuentren sobre superficies de indiferencia diferen- alta que S.
tes, y habrá algún punto de la linea PiP 4 que se halle sobre una curva de
Si ahora adoptamos el supuesto más general de que las preferencias
indiferencia más baja que cualquier otra ya sea por encima o por debajo
son una función del precio, ya no es cierto eme siempre haya una ganan-
de ella, es decir, es la menos deseable de todas las posiciones de la linea
cia en el intercambio. Las curvas de indiferencia en P\, P-¿, P.i, P4 de la
del punto de preferencia. La proyección de la línea del punto de pre-
fig. 35, pertenecen a diferentes sistemas, es decir, a diferentes secciones
ferencia sobre el plano de la base es la línea PJ\e la fig. 35, esa fami-
de las superficies de indiferencia tridimensionales, y no hay ninguna iwtm
liar curva de gastos e ingresos.
para suponer que S es el menor punto de preferencia de la curva del
punto de preferencia. Así, P., o P, podrían fácilmente encontrarse sobre
Implicaciones para la economía de la prosperidad superficies de indiferencia "más bajas" que S. SÍ un alza en el precio,
permaneciendo constantes las cantidades de bienes, aumenta la satisfac-
Si ahora las preferencias son independientes del precio, las superficies ción (es decir, si estamos en el recorrido A//Y de la fig. 3-3) entonces el
de indiferencia de la fig. 34 se vuelven superficies semicilíndricas vertica- movimiento de S a P] puede llevar a una declinación en la satisfacción
les con el sistema de curvas de indiferencia en el plano m-<y como base; porque implica una declinación en el precio. Si un alza en el precio hace
es decir, la sección de una superficie de indiferencia es la misma en todos disminuir la satisfacción, entonces P¿ puede representar una posición me-
los niveles de precio. Cualquiera de tales secciones se muestra en la nos sastisfactoria que S. A primera vista, este fenómeno puede parecer
fíg. 36: las líneas de punteado menos marcado son curvas de indiferencia enigmático, ya que, por supuesto, el intercambio no puede tener lugar
que se suponen independientes del precio; la linca de punteado mas mar- salvo cuando el comerciante sienta que estará mejor como consecuencia
cado es la línea del punto de preferencia o curva de gastos e ingresos. de haberlo hecho. A cualquier precio dado, que nn sea el precio nulo, el
En este caso, la línea del punto de preferencia toca una curva de indife- punto hacia el cual se mueve el comerciante, por ej., PI, P-, etc., es
rencia en S, la posición inicial del comerciante, y S es, por lo tanto, el un punto de preferencia con respecto a S. La combinación de bienes,
en el punto S, sin embargo puede ser, al precio del mercado, más o menos
satisfactoria que la misma combinación al precio nulo. La razón básica
de este fenómeno es que el precio tiene un doble aspecto: por un lado,
representa una oportunidad para el intercambio, y por otro, un medio
de evaluación. Solamente si suponemos que los aspectos evaluativos del
precio pueden dejarse de lado se aplicará el análisis usual por curvas
de indiferencia. Este aspecto evaluativo tiene la posibilidad de ser,
aunque no necesariamente, irracional. No debemos suponer que la eva-
luación se lleva a cabo al precio del mercado o que la preferencia por
valores de bienes altos (y por lo tanto, altos precios) es una "ilusión
monetaria", pues la evaluación depende de las expectativas del futuro y
el precio presente puede ser, muy legítimamente, una guía para estas
expectativas.
Esta generalización de la teoría de la preferencia destruye, desgra-
ciadamente, gran parte del fundamento de la moderna economía de la
prosperidad, que es válida solo en el caso, muy especial, en que las pre-
ferencias son independientes del precio. El concepto básico de la eco-
nomía de la prosperidad es el del pago compensatorio. Este es, esencial-
g a, B2 U. mente, un método de evaluación por medio de equivalentes de preferen-
cia. Así, en la fig. 36, si la curva de indiferencia en S corta al eje del
Fie;. 3Í>. El paiíu compensaturio. dinero en C'0, la cantidad de dinero OCV se considera equivalente, es decir,
ss MICROECONOMIA TEORÍA GENEKAL DE LA PRE1EBENCIA

igualmente preferida, u la combinación de bienes representada por el i;r¡ir¡,tl, una Junción de preferencia de la forma V - V (m, q, p} o, más
punto S. Para decir lo mismo en otros términos, la cantidad de dinero en general todavía, en el caso de múltiples mercaderías, V = U (m, q^,
A/C;, es la cantidad que bastaría exactamente para compensar al individuo • </", pi, p-, • • p,,)- Ahora, si r l t r., .. ., r,, son las razones de
por el sacrificio de sus bienes no monetarios, A/S. De muñera similar, si dinero y de mercaderías, tenemos por definición
la curva de indiferencia que pasa por Pl corta al eje del dinero en C\, la
c.mudad C,,C¡ es el "pago compensatorio" que mide la ''ganancia del etc.
intercambio", para el individuo que se mueve de S a P\: es decir, es el m -r - m + ^ m
pago que compensaría e .aclámenle al individuo por la prohibición de Si despejamos el valor de m -f ^ /),(/, en la primera de estas igualdades.
intercambio al precio tangente A,SA/. Incluso, en este caso hay una y Jo sustituimos en las otras, tenemos
posible ambigüedad en el concepto. Si <?S se extiende hasta encontrar la
curva de indiferencia a partir de P}, en el punto Ült SU, representa lo //ir, nú'-
—. ele.
agregado a la provisión de dinero que, si la provisión de bienes perma-
nece constante, compensaría por la pérdida de intercambio, como la que
hay entre las posiciones S y l\. SD, puede no ser igual a Cvd; por lo Con el reemplazo do estos \s de ;>,, p-, etc.. en la función general
tanto, al especificar el pago compensatorio es estrictamente necesario de preferencia obtenemos una nueva función,
aclarar la cantidad de los otros bienes a los cuales se agrega el pago U = e/,, rj
monetario. Solo si las curvas de indiferencia son paralelas ver I ¡cálmente
—es decir, si la tasa marginal de sustitución (la inclinación de las curvas Como la suma de todas las r es la unidad, una de ellas puede derivarse
de indiferencia) es invariante con respecto a la cantidad de dinero— el siempre a partir de todas las denlas y puede omitirse en la función de
pago compensatorio será independiente de la estructura de bienes. preferencia. En el simple caso de dos bienes, podemos expresar la fun-
Si ahora la preferencia es también una función del precio, el concep- ción de preferencia como una serie de superficies de indiferencia en un
to de pago compensatorio se vuelve casi carente de sentido. Las superfi- diagrama jj-f/-r ni , r := M' ( m, ( /_ /•„, !. Esto expresará exactamente el mismo
cies de indiferencia de la fig. 34 cortan al plano de precios-dólares en conjunto de preferencias que las superficies de indiferencia U ~ U (m,
una curva. l j ara especificar un equivalente en dólares de cualquier com- (/, / ) ) , de la fig. 3f>. Es evidente, entonces, que podemos sustituir p por r
binación de bienes dada, entonces, debemos especificar también un pre- como parámetro o, más generalmente, podemos poner el conjunto total de
ño, y parece no haber ninguna razón particular para elegir un precio razones de bienes en lugar del conjunto de precios, y seguiremos expre-
:mtes que otro. Quizá podemos decir que el equivalente en dólares de sando exactamente la misma estructura de preferencia.
cualquier combinación precios-bienes se encuentra donde la superficie En el análisis de los capítulos anteriores se supuso que las razones
de indiferencia que pasa por este punto corta al eje del dinero, o sea, de preferencia de bienes son constantes, es decir, que las razones de bienes
donde el precio y la cantidad de bienes valen cero. Así, en la fig. 34, en los puntos de preferencia P,, P,, etc., de las figs. 34 y 35 son iguales.
suponemos que la superficie de indiferencia que pasa por P.¿ corta al Esta es, por supuesto, una hipótesis sumamente restringida. Como hemos
i-je del dinero en My. entonces, ÜA/., es el equivalente en dólares (cuando visto, lleva a la conclusión de que la línea del punto de preferencia de la
el precio y la cantidad de bienes son cero) de la combinación bien-precio fig. 35 es una hipérbola rectangular. La justificación de esta hipótesis es
a-presentada por el punto P.¿. Tal cantidad, sin embargo, no es muy sig- que se trata de una primera aproximación muy conveniente, que nos per-
nificativa." mite sustituir las complejidades de las funciones generales de preferencia
por un simple parámetro de preferencia en la descripción de una estruc-
tura de preferencia; así. nos posibilita el decir, con mucha simplicidad, si
Teoría de las raioneb de preferencia de bienes
la preferencia por un bien ha aumentado o decrecido. Ahora se hace
Kl sigim.'iiU* problema es el de. considerar la relación de esta teoría verdaderamente posible extender más este método y suponer que las mis-
d p la preferencia más general con la teoría de las razones de preferencia mas razones de preferencia son funciones del precio. Esto dispensa inme-
• bienes de los dos capítulos anteriores. Hemos supuesto que existe, en diatamente a la línea de punto de preferencia de ser una hipérbola rec-
tangular: se puede derivar una función que relacione el precio con la
- L\ concepto dr superávit del consumidor se vuelve LII'III mus dudoso tonto razón de preferencia del dinero a partir de cualquier linea de punto de
•i.edid.i de prn-pi-i.ilad i.n.Liido turnamos un cuenta los efectos del precio sobre la preferencia, P,, F,,, P:I, etc.. de la fig. 35. Es razonable esperar, por ejem-
ii.rt'erencia. El comept» es estrictamente válido solí» cuando U m\u marginal de MIS-
liluuún es independiente de U cantidad de dinero. (Véase mi Economic Analyús,
plo, (jue a precios altus. habrá mayor preferencia por el dinero y a precios
P'IL'. 762.) Cuaiuíu la estructura de preien-nda depende del precio, es sumamente í;j¡us, mayor predilección por la mercadería. Esto (en la fig. 35) empu-
difícil otorgar algún significado al lontcpto de superávit drl consumidor. jara a P, desde A4 hacia B4 y empujará a P, desde fí, hacia A I . Tales
90 M1CHOECOXOMIA TEOHIA (.¡ENEHAL DE LA TBEl EBLNCIA 91

movimientos pueden ser suficientes para dar a la curva del punto de de satisfacción. Estas curvas deben distinguirse de las curvas de indife-
preferencia un valor mínimo para el dinero y el trigo a la vez, es decir, rencia, que son secciones de superficies de indiferencia cortadas por un
harán que su forma sea más bien circular que hiperbólica. plano p — p kj mientras el precio es constante. Solo si la satisfacción es
Aunque el supuesto de que las razones de preferencia de ItieiiCb son invariable con respecto al precio, de modo tal que las superficies de indi-
una función del precio es suficiente para darnos la curva del punto de ferencia de la fig. 34 sean cilindricas y con una sección trasversal cons-
preferencia (o la curva de gastos e ingresos) y, por lo tanto, la curva de tante del plano horizontal, las curvas de indiferencia y de equipreferencia
oferta y demanda del individuo, no alcanza a proporcionarnos el grado serán la misma curva.
relativo de preferencia para puntos de la línea del punto de preferencia; Debe insistirse en que el método de las razones de preferencia de
es decir, no nos dice si P^ está sobre una superficie de indiferencia mus bienes no implica supuestos básicos diferentes de los del método de la
¡tita que P! o no. En general, este problema debe resolverse mediante una ¡unción de indiferencia generalizada, es decir, no es en ningún sentido
referencia a la superficie de preferencia general de la fíg. 34. Si ¡as razo- economía "no euclidiana". Representa sencillamente una simplificación
nes de bienes en los puntos de preferencia son iguales, la superficie de bastante arbitraria de las junciones implicadas, simplificación que puede
indiferencia tridimensional puede simplificarse si se la convierte en un Justificarse sobre la base de la conveniencia para ciertos problemas. En
conjunto de curvas del plan» dólares-búshels, que pueden llamarse "curvas este sentido, es algo análoga a la simplificación arbitraria de ¡as funcio-
de equipreferencia", para distinguirlas de las curvas de indiferencia. En nes en que está incluida, por ejemplo, en el uso del concepto de elastici-
dad, o en el supuesto marshalliano de la utilidad marginal constante del
dinero. Esta última hipótesis, por supuesto, equivale a suponer que la
tasa marginal de sustitución (la inclinación de las curvas de indiferencia)
es independiente de la cantidad de dinero y depende únicamente de la
cantidad del otro bien. Esto da como resultado curvas de indiferencia
que son "paralelas'' en una dirección vertical, un supuesto que evidente-
mente puede valer solo en el caso de áreas muy pequeñas si las curvas
de indiferencia tienen forma circular, en general. A pesar de sus limita-
ciones, estas simplificaciones de la función de preferencia tienen un eran
valor especialmente en la medida en que revelan las propiedades signi-
ficatívas de la función general de preferencia.
O
Búshelt
Intercambio bilateral según la teoría general de la preferencia
Kir: 37. La curva de equipreierencia.
Las complejidades implicadas en el uso de la función general de pre-
ferencia pueden ¡lustrarse de una manera dramática por referencia a la
el campo búshels-dolari's de la fig. 37, las líneas que parten del origen, teoría del intercambio bilateral desarrollada en el capitulo anterior, según
OEi, OE-¿, etc., representan combinaciones con una razón de bienes cons- la simplificación de la razón de preferencia de bienes. La exposición habi-
tante- a distintos precios. Así, si ra es la razón de dinero, tenemos, por tual de este problema se hace en términos de curvas de indiferencia que
definición • m invariables con respecto al precio. Así, en la fig. 38, O^IfObk es el
rectángulo dentro del cual podemos mostrar la distribución de dos bienes
enhr dos poseedores, como en las fie;s, 2ri y 27 di- Lis págs. fi8-fi9. Otra vez,
P,( representa la posición inicial. Postulamos dos sistemas de curvas de
indiferencia, una para cada comerciante-, entonces, la "curva de ajuste" es
Las lincas ÜJ'.\ OE--, etc., pueden considerarse como los contornos <le la el lugar geométrico de todos los puntos en los cuales una curva de indi-
superficie de la constante r m en el campo pr/m de la fig. 34. Esta superfi- ferencia de un conjunte» es tangente a una del otro conjunto, como en D:I
cie corta a una tle las curvas tridimensionales de indiferencia en una linea 0 Db. PuAjP^ es parte de la curva de gastos e ingresos del comerciante
qiu-, proyectada sobre el plano dólares-búshels, es la línea EjE L . .. , £> A; es decir, es el lugar geométrico de todos los puntos de tangencia entre
l;"sta puede llamarse una curva de equipreferentia: cada uno de sus pun- 1 t.s curvas de indiferencia de A y las lineas rectas sucesivas que pasan por
tos produce igual satisfacción al individuo, con la condición de que el PK, que representan líneas de oportunidad alternativas a precios constan-
previo esté dado por la formula p = m (1 -r w )/f/r m . Habrá, por supuesto, tes. Similurmente, Po^P* es la curva de gastos e ingresos del comerciante
un sistema total de curvas de equipreferencia, una curva para cada nivel B. Estas dos curvas se cortan en Pk, que, por supuesto, debe hallarse
MICROECOXOMIA TtORlA t.E-NKRAI, DE LA PREILRENCIA 93

sobre la curva de ajuste. El precio representado por la inclinación de la La similitud rormal exacta entre el análisis de la fig. 38 y ,el de la
línea P0Pk es lo que he llamado anteriormente "precio mutuo", es decir, íig. 27 impresionará inmediatamente al lector. El de la fig. 38 es, apa-
aquel precio con el cual ninguna parte cesa en su intercambio por falta rentemente, más general: así. en el análisis por curva de indiferencia, la
de disposición de l¡i otra para continuar. La linea P,,Pk toca curvas de curva de ajuste no tiene que ser una hipérbola rectangular, ni tiene que
indiferencia de ambos individuos en Pk. La curva de indiferencia de A pasar por los orígenes. Como hemos visto, sin embargo, la pérdida apa-
que pasa por Pu {PnÜ.,/%) señala el camino de la discriminación extrema rente de generalidad del método de las razones de preferencia de bienes
de precios por parte de B\a curva de indiferencia de B que pasa por puede eliminarse si suponemos que la razón de preferencia de bienes es.
P,, (PoDfcPx) señala el límite de la discriminación extrema de precios en sí misma, una tunción del precio. El problema realmente dificultoso
por parte de A. En un punto cualquiera dentro del área r,(D,iP*Di, am- aparece, sin embargo, cuando tratamos de generalizar el tipo de análisis
bas partes están, por lo menos, tan bien como en P(); evidentemente, el por curvas de indiferencia para dar cuenta del electo del precio mismo
intercambio no puede conducir hacia ningún punto situado fuera de osla sobre las preferencias. En ki lig. 3íi tendríamos, entonces, un sistema
área. En realidad, el intercambio no llevará nunca más allá del área
PjD;,D[, > a que ir más allá de la curva de ajuste empeoraría la posición
dt- una de las partes. Si es posible el reajuste —es decir, si unu de las
partes puede cambiar el precio ofrecido, cuando se ha alcanzado un
equilibrio en algún precio previo— los interesados se moverán hacia alizmi
punto de la curva de ajuste entre 1).. y D,,: exactamente donde dependa
de las habilidades relativas para la discriminación de precios, de la "acti-
vidad" relativa con respecto al precio o de la potencia de regateo relativa.

i H.. '39. Intercambio bilateral.

diferente de curvas, de indiferencia y una curva de ajuste diferente en


cada precio. Tenemos todavía las curvas de discriminación extrema de
precios, pero ya no representan curvas de indiferencia. Puede haber,
posiblemente, una cantidad de "precios mutuos" diferentes, ya que cada
precio lU'va consigo su propio sistema de curvas de indiferencia. Las
curvas de justos e ingresos también tienen significado, pero ya no es
O H
necesariamente exacto que el movimiento de un individuo a lo largo de
I-'IG. '3f>. Inlmainbio bilateral analizado mediante t u n a s Je indiferencia su curva de gastos e ingresos, a punir de Pl(. mejore su posición, pues en
MldtOECONOKdA

cada punto de las curvas tenemos un nuevo sistema de curvas de indi-


ícrencia.
El análisis tridimensional de este problema se muestra en la fig. 39.
En ella medimos los dolares a lo largo de OttK, los búshels a lo largo de
Ojf y el precio verticalmente a lo largo de O..OU". Habrá sistemas de
superficie de indiferencia para ambos comerciantes: las curvas punteadas
lja> VA', VA", son las secciones de una de las superficies de indiferen-
La teoría de la producción y del inventario
cia de A en los planos que corresponden a los precios de O, O:íO/, y
OaO8", Las curvas llenas /,../,,./ t) 7i,', /i,"/u" son las secciones correspondien-
tes de una de las superficies de B. En cada plano de precio constante, Hasta este momento nos liemos ocupado solamente del intercambio
tal como OJ!O(,K, O¿H'Cb'K', Oa"/7"O,," K" habrá una curva de ajuste y de la trasformación de bienes a través del intercambio. Sin embaían,
tal como C..C,.. GYd', Ca" Cb", y cada una de ellas será el lugar geo- éste no es el único método de trasformación de bienes, y debemos exten-
métrico de la tangencia mutua de las curvas de indiferencia de ese plano. der ahora el análisis para incluir la trasformación de bienes a través de
Estas curvas de ajuste se hallan en una supedicie irregular, sombread;) en la producción.
la figura. En esta superficie de ajuste hay una línea de ajuste 0;1P[,D}.,
que '¿s el lugar geométrico de todos los puntos en los que las superficies
de indiferencia tocan a la superficie de ajuste. P,t representa la posición La producción en los mercados perfectos
inicial de bienes. PoP^ es el precio más alto que A está dispuesto a inter-
cambiar (por supuesto, solo hará intercambio de una cantidad iniiuitcsi- Desde el punto de vista de la empresa, la producción es nna forma
rnal a este precio}. Similarmente, P(,Pt, es el precio más bajo que está de intercambio interno, por medio del cual ciertos bienes, como por
dispuesto a intercambiar B. La línea que va de Pa a D., sobre la línea ejemplo dinero y materia prima, se trasforman en productos terminados.
de ajuste es la curva de discriminación máxima de precios en contra efe La producción implica, habituahncnte. la compra de trabajo, que. otra
A. Esta se encuentra sobre la superficie de indiferencia de A que pasa vez desde el punto de vista de la empresa, representa una trasformación
por P,, en los puntos en los que la inclinación de la taimente en un plano de bienes líquidos (el dinero pagado en concepto de salarios) en algún
de precio constante, es igua! al precio constante. La linea P\,Db es una tipo de producto. La función de producción o costo físico, que describe
curva similar de discriminación máxima de precios en contra de B, y se qué tipos y cantidades de bienes deben sacrificarse para producir distin-
halla sobre la superficie de indiferencia de B que pasa por Pfl. El volumen tas cantidades de producto, es, por supuesto, una cuestión multidimen-
limitado por estas dos superficies de indiferencia representa todas aque- sional, en la cual quedan implicadas relaciones entre muchas clases de
llas combinaciones de cantidades y precios que no son desventajosas por bienes, dinero, materia prima, máquinas, productos terminados, etc. Sin
lo menos para una de las partes. Las líneas PjP^ y PJ\n curvas de embargo, estas relaciones pueden resumirse en una curva de costo total,
gastos e ingresos, cuyas proyecciones son las curvas P«AiPi; y Pní>]Pi; de suponiendo que la compra de materias primas, trabajo, etc., da como
la fig. 38. Volviendo a la fig. 39, P^P^A es el "precio mutuo". Estamos resultado una disminución de ias provisiones de dinero, y que podemos
suponiendo aquí, en efecto, que el eje vertical es el "precio marginal", postular una cierta relación entre la cantidad de producto y la disminución
es decir, el precio de la última unidad comprada o vendida. El precio mínima de las provisiones de dinero necesarias para producir estas dis-
significativo desde el punto de vista de la estructura de preferencia puede tintas cantidades de producto, manteniéndose constantes los otros bienes.
ser diferente de éste, por supuesto, y el análisis se volvería entonces pro- Esta relación se muestra en la figura 40. Hemos supuesto nuevamen-
porcionalmente más complicado. te que el balance solo corista de dos rubros, provisiones de dinero (medi-
La complejidad de este análisis general de la preferencia difícilmente das verticalmente) y provisiones de mercadería (medidas horizontalmen-
parece justificarse si se tienen en cuenta los magros resultados adicionales tel. La posición inicial de la empresa es Pn- PoPiP- es la curva de costos
obtenidos de él. No obstante, es necesario incluirlo por amor a lo per- totales de la empresa, que muestra cuánto dinero debe entregarse para
fecto y quizá también para ilustrar la justificación de parámetros de pre- producir distintas cantidades de mercadería. Así, si la empresa produce
ferencia abreviados, tules como las razones de preferencia de bienes. En Q^Pi de mercadería, debe entregar P,,p, de dinero: P,,Q, es el "costo de
los capítulos siguientes emplearemos cualquier método de descripción de producción" de (>iP¡. La cuna de costo total de esta figura es nna "línea
la preferencia que parezca muy provechoso, sin procurar gran exactitud de oportunidad de producción", ya que muestra todas las combinaciones
o refinamiento. de dinero > mercadería con las cuales la empresa puede producir. El
costo marginal es la inclinación de esta línea de oportunidad de produc-
ción, y revela cuánto dinero debe emplearse para producir una unidad
06 MICROECONQM1A TF.ORJA DlL. ¡.\N Y UliL I N Y L N T A I U U 97

adicional de mercadería, liemos supuesto, en la figura, que el costo mediante una mayor producción, es decir, si se mueve más hacia abajo en
marginal aumenta continuamente con la. producción; con un costo mar- la línea de producción. A medida que lo hace, el recorrido de intercambio
ginal decreciente, la linea de oportunidad de producción seria convexa P\M¡ se mueve hacia afuera y toca sucesivamente curvas de indiferencia
hacia el origen; si el costo marginal es constante, la línea de oportunidad superiores. Sin embargo, en el punto P-, en que e! recorrido de intercam-
de producción es recta. bio toca la línea de producción, se alcanza la producción óptima; si la
Además, suponemos en la f'ig. 40, que la empresa tiene la oportunidad empresa produce más, el recorrido de intercambio retrocederá hacia el
de intercambiar mercadería por dinero en un mercado perfecto, a un pre- origen. Por lo tanto, el punto R_. es el mejor punto que la empresa puede
cio igual a la inclinación de las líneas F,A/,. P-M-. Si la empresa decide alcanzar por la combinación de producción e intercambio que se le ofrece:
producir entonces una cantidad igual a QiP,. se mueve de P,, a P 5 . a lo Q»P-> es la producción óptima, de la cual se venderá S-..P- y se agregará
largo de la línea de producción, y puede moverse después a cualquier Q-¿S-¿ al inventario.
punto, a lo largo de P } M i , mediante el intercambio. La línea PiA/, puede, El beneficio monetario hecho por la empresa es el incremento del
llamarse un recorrido de intercambio. Algún punto de esta línea, RI, será valor total de sus bienes. El valor total de sus bienes en P,, es OMtí, donde
preferido con respecto a cualquier otro. Corno en este caso el precio no P N A/,, es un recorrido de intercambio o evaluación. Esto presupone que
es una variable del problema, no hay objeciones al método simple de las los bienes se evalúan al precio del mercado. De manera similar, el valor
curvas de indiferencia, y podemos suponer que en fi] la línea de oportu- total de los, bienes en P, f o fí,) es O.W,, y en P, (o K,.} es OMS. El
nidad toca una curva de indiferencia. Si las razones de preferencia de beneficio total de la producción de Q^^} es. por ID tanto, A/nA/t; de la
bienes son constantes, todos los puntos preferidos se encontrarán sobre una producción de ^\>PL. es A/,,A/j. E! benclicio máximo es. evidentemente.
linca recta qt.it parte del origen, OR,R2, en tanto se suponga constante el A/,,A/j, donde A/,.P.j toca a la curva de producción.
precio, o más bien, la razón de evaluación. Se deducen algunas conclusiones interesantes de este análisis. La
primera, que la empresa producirá aquella cantidad respecto de la cual
e! costo marginal ( l a inclinación de la oportunidad de producción o curva
de costo total) es igual al precio que puede venderse el producto, en con-
M,
diciones ile mercado perfecto. Así, se ve que- la luiniliar condición del
Análisis marginal elemental debe set cierta, incluso en este caso más com-
plicado. Como segunda conclusión tenemos que la cantidad producida
depende solamente de la curva de costo total y del precio del producto
y no de los supuestos (pie hagamos con respecto a las curvas de indite-
rcncia o los sistemas de preferencia. Independientemente de los supues-
lus que elaboremos respecto de las preferencias, la empresa preferirá
siempre encontrarse sobre la linea PL.A/._. antes que sobre la línea P\M¡.
suponiendo que ni el dinero ni las mercaderías sean artículos inconve-
nientes, pues si tomamos cualquier punió fij tic la linea A/]Pi, puede en-
contrarse un ámbito de puntos de la línea P-A/., que represente mayores
cantidades, tanto de dinero como de mercadería. Asi, el supuesto de maxi-
nrización de los beneficios en la teoría de la producción, parece inde-
pendiente del sistema de preferencia; en realidad, el sistema de preferen-
cia determina la distribución de los bienes en sus distintas formas. Todo
lu que necesitamos suponer para la teoría de la producción en mercado
perfecto es que el valor total de los bienes está maximizado. La posición
Fu.. 40. Producción en mercados perfectos.
de las curvas de indiferencia determinará el lugar en que estará el punto
de equilibrio, ft~, sobre el recorrido de intercambio P-A/-; el punto ópti-
mo, sin embargo, deberá encontrarse en algún punto de PjA/L., y donde-
Por lo tanto, si la empresa decide producir Q^P¡, venderá Pi$i, y se quiera que esté R¿ —es decir, independientemente de la cantidad del pro-
moverá Finalmente desde el punto P,, hasta el punto R¡ por una combina- ducto que se intercambie— no será afectado el beneficio total, A/..A/-, pues
ción de producción e intercambio. Sin embargo, en la figura, es cierta- se supone eme se intercambian valores iguales y el total de los bienes tío
mente posible para la empresa alcanzar una curva de indiferencia superior íesulta afectado.
TEORÍA Di: LA PRODUCCÍÓX Y DEL INVENTARIO 9t)
98 MICRO ECONOMÍA

es tocada por una curva de indiferencia, suponiendo que la curva de


indiferencia en cuestión es consistente con el precio. Si P^fí-, es el reco-
La producción en los mercados imperfectos rrido de intercambio que pasa por &_.. entonces se producirá una cantidad
Si abandonamos ahora el supuesto del mercado perfecto, el problema Q-¿P»; el precio cobrado será la tangente K-P-Q^ y la cantidad vendida
será PjS;,.
se vuelve más complicado. Esto se ilustra en la lig. 41. P,h es la posición
original de la empresa, l\,Pl . . . Pt es la curva de costo total, o de oportu- Surge así la importante conclusión de que cuando ios mercados son
nidad de producción, como antes. En lugar de recorridos de intercambio imperfectos, la cantidad total producida no es invariante con respecto .J
rectos tenemos ahora recorridos curvos, PiKi/i-), P^jíL, etc., qiu- muestran sistema de preferencia de bienes, porque el precio es entonces una varia-
las oportunidades de intercambio en un mercado imperfecto, liemos su- ble del problema. L'n cambio en el sistema de preferencia —por ejemplo,
puesto, en la figura, que debe bajarse el precio para obtener un mayor una caída general en la tasa marginal de sustitución de dinero por mer-
volumen de ventas: por lo tanto, los recorridos de intercambio se curvan cadería— moverá el punto de equilibrio de K¿ a K,. La producción decli-
hacia abajo. Se supone que la forma de los recorridos PiKifí,, P-K-K-, na de Q»P._. a QiP¡. El precio cae de la tangente KjP-S, a la tangente
etc.. es constante, lo cual indica que el precio depende solamente de la KjPiSY Las ventas se incrementan de P-¿$-2 a FjSj.
cantidad que la empresa desee vender, no de la cantidad de bienes que Sigue siendo válido que en el punto de equilibrio, el rendimiento
ésta posee. Los distintos recorridos de intercambio tendrán una curva marginal de las ventas es igual al costo marginal de la cantidad produ-
envolvente, la línea punteada / >4 K S K.,K ! ; en P4, el recorrido de intercambio cida. La inclinación de la curva envolvente en K., es igual a la inclina-
ción de la curva de producción (costo total) en P-, siendo ambas iguales
a la tasa marginal de sustitución de dinero por mercadería. La condición
de que "los costos marginales sean iguales al rendimiento marginal" no es
suficiente, sin embargo, en este caso, para determinar el volumen de la
producción y de las ventas, ya que esta igualdad vale en todos los puntos
correspondientes de la curva envolvente y de la curva de costo total.
No es difícil aplicar el método de razones de preferencia a este pro-
Mema. Dividamos las líneas de precio P,A.'i, P-Kj. etc., en los puntos
Wi, ^'"ü, etc., de modo que, como en la fig. 21 fp. 49) la ordenada en el
origen, entre los ejes, se divide en una razón constante r, la razón de pre-
ferencia de liquidez de la empresa. Entonces, el lugar geométrico puntea-
do WiWj,, etc., puede ser llamado curva de razón de preferencia. El
punto en que corta a la curva envolvente, Kw, es el punto de equilibrio.
Un incremento en la preferencia de liquidez, medida por un aumento de
la razón de preferencia de la liquidez, mueve la curva de razón de pre-
ferencia AV-^V., hacia la izquierda. En consecuencia, mueve el punto tic
equilibrio KK hacia la izquierda, y da como resultado una declinación en
la producción, un incremento en las ventas y una eaida en el precio que.
se cobra. Este resultado es el mismo que se obtuvo previamente al supo-
ner una declinación en la tasa marginal de sustitución de dinero por mer-
Uwctdwrfu cadería en cada punto, que es una manera de medir un aumento en la
preferencia por la liquidez: se necesita más mercadería, ahora, para com-
Fie. -41. Producción t-n mercados imperfectos. pensar la pérdida de la unidad de dinero, más altamente estimada. Éste
es el resultado que deberíamos esperar. La producción implica la entrega
de bienes líquidos a cambio de bienes no líquidos; por lo tanto, debería-
y la curva envolvente tocarán la curva de costo total. La posición de mos esperar, normalmente, que un incremento de la preferencia por la
equilibrio, evidentemente, debe encontrarse sobre la curva envolvente, liquidez hiciera que la gente estuviera menos dispuesta a producir. Las
ya que se puede hallar, para cualquier punto de un recorrido cíe precio ventas implican entregar bienes no líquidos por bienes líquidos; por lo
que no esté sobre la curva envolvente, un punto de otro recorrido ile tanto, deberíamos esperar que un incremento de la preferencia por la
intercambio, en el que las cantidades de ambos bienes sean mayores. Kl liquidez aumentara la disposición de la gente para vender. Cuanto menor
punto de equilibrio K.¿ es, entonces, el lugar en que la curva envolvente
100 .\ÍICHOECO\OM1A
ILOH1A Di: LA PRODUCCIÓN V DEL I N V E N T A R I O luí

sea el precio cobrado, más íácil será vender, es decir, adquirir bienes
líquidos. Por lo tanto, no es sorprendente enconlrar que un aumento de total y el costo tolal es P<,\'\. Si las cantidades iniciales de bienes en Pu
la preferencia por la liquidez dé por resultado una caída del precio. se evalúan al mismo precio que las cantidades tíñales en K¡, el incremen-
to del capital neto es T01\, en tanto P{l'i\, es paralela a FiKi, ya que OT¡,
es el capital neto que corresponde a Ui posición /*„ y OT, es el capital neto
Los límites de la maximización del beneficio cjue corresponde a K , .
Si hay un cambio en el coeficiente de evaluación, entre el principio y
La relación de este análisis con los supuestos usuales de la maximiza- el fin del proceso, ya no es cierto que el incremento del capital neto es igual
ción del beneficio es de gran interés. El beneficio, en una trasformaeión a la diferencia entre el costo total y el rendimiento total (el rendimiento
simple, como l¿i (¡ue liemos descrito aquí, puede definirse en dos formas: neto). Supongamos, por ejemplo, que evaluamos /'„ de acuerdo con la
como el incremento del capital neto o como la diferencia entre el rendi- linea de evaluación PaTtt y que evaluamos fj de acuerdo con la linea P-¿T-¿,
miento total y el costo total. Así, en la fig. 42, con una producción QiPi, Es decir, suponemos que en el curso del proceso ha habido un alza en
el costo total es P»Qi y el rendimiento total (es decir, el valor de la pro- el precio del producto. El rendimiento neto en la producción Q-¿P-> es,
ducción) es Qi\'i, suponiendo que la producción se evalúe a su precio de entonces, P^V? ( — T¿'T.>. donde PnT-> se traza paralela a P-¿T-¿). El incre-
venta, la tangente K^PiQi. Por lo tanto, la diferencia entre el rendimiento mento del capital neto, sin embargo, es Tt]T-¿. Comprende dos partes: el
rendimiento neto, 7Y'/\ > mía suma T,,T/, que se obtiene por la revalua-
ción de las mercaderías aprovisionadas al comienzo del periodo. El méto-
do contable de inventario LIFí) ( ú l t i m o en entrar, primero en salir) es
esencialmente un intento de impedir que estas revaluaciones aparezcan en
el balance de ganancias y pérdidas: con este método, el inventario en la
posición Plt debería evaluarse aproximadamente a los mismos precios que
en K-j; por lo lanío, el incremento de! capital neto sería igual al rendi-
miento neto.
¿Que ocurre, entonces, con el principio Je maximización del bene-
ficio en estas circunstancias?1 Es evidente que el máximo rendimiento neto
L.-S F,,V:; donde P.¡ es el punto de tangencia de la curva, envolvente coa la
curva de costo total, y el precio (tangente \';;/>:^) :t ) es aquel ¡al que solo
se puede vender una cantidad infinitesimal! Qm el método LíFO de
calcular este capital neto será también el beneficio máximo. Es evidente
que solo en condiciones muy extremas será éste eí punto preferido. ¿Por
qué, entonces, el principio de maximización del beneficio (o rendimiento
neto) da, aparentemente, una solución determinada en eí análisis margi-
nal elemental?1 I,a respuesta es que el análisis elemental supone como
condición límite que todos los bienes producidos se venden, es decir,
que no hay ningún cambio en e! inventario durante el período contable.
Con esta limitación, por supuesto, el máximo rendimiento neto es roKm,
en que K UI es el punto en el cual la curva envolvente corta a PuV.i. Tras-
portando la curva de rendimiento total K ru P ni hacia airas, a la curva de
costo total en Pm, obtenemos el pinito de equilibrio sobre la curva de
costo total. El precio es la tangente ku.P,MQm; la cantidad producida y
vendida es QatPm. Por lo tanto, vemos claramente que la condición "costo
marginal igual rendimiento marginal" del análisis elemental, da unu
solución determinada solo a causa de la condición límite de que toda la
producción debe venderse. Esto implica realmente un caso especial de
la limitación impuesta por las preferencias de bienes. Si eliminamos del
todo cada limitación de este tipo, el principio de la maximización del
Fie. 42 M jximi/a; ion ik-1 beneficio en mercados imperfectos.
beneficio se convierte en un disparate.
TEOnÍA D:: LA PRODUCCIÓN Y UEU. I N V K V I . \ I I I O 1C3
MICHQ£CONOMÍA
superficie de indiferencia. La imperfección del mercado puede ser un
factor tan efectivo com» el aumento de los costos marginales, eu la limi-
Condiciones especiales de costo tación de la magnitud de las operaciones. Así, con costos marginales
constantes, la curva envolvente será una linea recta paralela a la curva
Algunos casos y aplicaciones especiales merecen ahora nuestra con de costo total y será tocada por una curva cié indiferencia en algún punto
Mderacum. En t -I primer caso, en que la producción tiene lugar a un óptimo, A*I. ¿n este caso especial, el precio cobrado es independíenle
costo marginal constante, la curva de costo total es una linea recta, como del sistema de preferencia. Una caída de la preferencia por la liquidez,
en las figs. 43 y -14. En mercados perfectos, en la medida en que el por ejemplo, puede enviar el punto de equilibrio desde K, hasta tí», ha-
costo marginal es constante y menor que el precio, un incremento de la cia abajo. Los rendimientos marginales en Kj y Kz serán iguales (siendo
producción siempre da como resultado un movimiento de ja Unen ambos iguales al costo marginal constante), y el precio eu &,, lan^ue
precio hacia afuera. Por lo tanto, la única posición de equihbra KlPlQlt de la misma manera sera igual al precio en A.",, tangente &?&,
estaría en el punto má.ximo del sistema de indiferencia, K, de la hg. 4A porque todas las curvas de rendimiento tendrán la misma loruia. Lu
Fste es el punto en el cual tanto el dinero como las mercaderías se coi este caso, por lo tanto, una caída de la preferencia por la liquidez au-
vierten en artículos inconvenientes. Si la posesión de bienes es gravos mentará la producción pero no afectará ni al precio ni al volumen de
esta posición de equilibrio no puede ser eliminada de la realidad has ; las ventas: S¡Pi es igual a S-¿P».
aquí como podría pensarse. Las cursas de indiferencia o la fundón d En los ejemplos anteriores, hemos supuesto eme no hay ningim costo
preferencia de la cual son contornos, representan las ventajas netas que fijo, es dech-, que no hay costo independiente de la cantidad producida.
se derivan de la propiedad de los bienes. Tna empresa podría muy biei "Sin'embargo, es fácil introducir un costo fijo en nuestras figuras, sim-
negarse a expandir sus operaciones, incluso aunque no se presentaran plemente si se hace descender el nivel total de la curva de oportunidad
obstáculos que impidiemn aumentar ios costos marginales m tampoco e de producción o de costo total. Así, en la fig. 45, el costo fijo total es
íiincionaiim-iito de mercados imperfectos para la producción, simplemen- /Vi,, lo cual indica que incluso si no se produjera nada, el total de bienes
te a causa de la perturbación que le ocasionaría el hecho de ser mt declinaría en esta cantidad. Tal como está trazada la figura, queda im-
«rande Esto representaría un verdadero caso de equilibrio en el puní plicado el supuesto de que el costo tija está dado totalmente en términos
máximo del sistema de indiferencia. Sin embargo, si la empresa t de "dinero", es decir, bienes distintos del producto. Podría ocurrir, por
que alcanzar un equilibrio que no sea este punto máximo, esta claro que
con mercados perfectos para la producción, deberán aumentar fe
marginales con la producción, pues a menos que la curva de costo
se dirija hacia abajo en algún punto, la linea P,K, se moverá siempre
hacia afuera en la medida en que P, mueva hacia abajo la curva L
costo total. . P, , ,
Si hay mercados imperfectos para la producción, como en la ti
el costo marginal puede ser constante, y habrá todavía un determinad
punto de equilibrio que puede ser diferente del punto máximo c

s, P,

O Q
Fio. 45. Ü;o c tija
Fie. «. Cubtumaruin.il tuneante. Fie. 44- Cuito marginal consUnte.
104 MICROECONOMIA TEORA LA l'K' D U C C I N V DEL INVENTARIO 105

supuesto, que también se depreciaran los inventarios del producto, in- rencia puede, por ejemplo, tocar a P-¿T-¿ en K/ y a P¡T\n ,Ki. Si las
cluso aunque no se emprendiera producción alguna. En este caso, el costo curvas de indiferencia son paralelas, es decir, si la tasa marginal de sus-
lijo estaría indicado mediante un movimiento hacia algún punto situado titución es invariante con respecto a la cantidad de dinero, el punto pre-
un poco a la izquierda de /i,. Sin embargo, por el momento dejaremos ferido K¿ estará directamente debajo de K J ( ya que las curvas de indife-
de lado esta complicación. rencia en Kj y K.¿ deben tener la misma inclinación, igual al precio del
La curva de costo variable total es ahora R i P } : la curva de costo producto. En este caso, el impuesto fijo no afectará ni a las ventas ni a
total o lu línea de oportunidad de producción actual, es Pofií/Y Se verá la producción. Sin embargo, si la tasa marginal de sustitución aumenta
que en estas circunstancias existe un tuerte aliciente para producir. Una con provisiones de dinero crecientes, lo cual indica <|tie una utilidad
empresa sin costos fijos puede permanecer en el mismo lugar, por lo marginal del dinero crece más rápidamente que la utilidad marginal del
menos, si no produce nada. Una empresa con costos fijos debe producir, producto, de modo tal que es necesario más dinero para compensar la
o al menos, seguir activamente alguna línea de oportunidad, ya sea de pérdida de una unidad de mercadería, entonces la curva de indiferencia
producción e intercambio, o de intercambio especulativo puro, para poder en Kj, inmediatamente por debajo de K,, será menos empinada que en
mantenerse. De otra manera, los bienes declinarán por el monto de costo K] y cortará el recorrido de precios: el equilibrio estará en K-/, a la iz-
lijo en cada período hasta que se extinga el capital neto. Tanto en este quierda ile K-- El resultado del impuesto fijo es, entonces, un incremento
caso como en el otro, con mercados perfectos, la empresa producirá de las ventas de P,S, a P-S-/ y una declinación en los agregados al in-
ventario.
aquella cantidad en la cual el costo marginal es igual al precio —es decir,
()[P, de la fig, 45— y se moverá hacia un punto preterido KI en el re- En el caso de mercados imperfectos para la producción, que se mues-
corrido de intercambio. >l'uede observarse que en este punto, el costo tra en la fig. 46, la divergencia del análisis simple es aún más grande,
medio total es la inclinación de la línea P,,Pi. El beneficio total (rendi- ya que si las curvas de indiferencia no son paralelas, un impuesto fijo
miento neto) es /Y/Y que corresponde a la diferencia entre el precio puede afectar la producción, las ventas y el precio. Así, antes del im-
y el costo medio total, multiplicada por la producción. Si el precio es puesto, el punto de equilibrio es IC,; después de un impuesto igual a
L'j;ual al costo medio total, el beneficio es cero; si el precio está por debajo KJ/ÍM, la curva de costo y la curva envolvente cambian verticalmente ha-
del costo medio mínimo total, el beneficio será negativo, incluso en el cia abajo. Si las curvas de indiferencia son paralelas, el punto de tan-
punto óptimo.

Los efectos de la contribución impositiva

Podemos estudiar ahora el efecto producido por un cambio en el


costo fijo, por ejemplo, el producido por un impuesto fijo, independiente
de la producción. Debemos modificar entonces una importante proposi-
ción del análisis marginal elemental. 1 Se trata de la proposición según la
cual un impuesto fijo (o cualquier otro cambio en los costos fijos) no
influirá ni en la producción ni en el precio de una empresa, suponiendo
que no conduzca a la empresa fuera de los negocios definitivamente,
al reducir sus beneficios por debajo del nivel en que la firma puede
operar. Para mercados períectos, la proposición sigue valiendo con res-
pecto a la producción, aunque no valga necesariamente respecto de las
ventas. Asi, en la íig. 45, un impuesto fijo igual a /íi/í-.. hará bajar la cmv;i FH;. 46. Un impuesto fijo en increadas imperfectos.
iie cosió total de P,,fi1P, a ?,,K-P-j. Sin embargo, como el costo marginal
•permanece sin cambios, y de la misma manera, se supone que el precio
del mercado es constante, la línea de precios Pj'fj tocará la curva R-P- gencia entre las curvas de indiferencia y la nueva curva envolvente, K¿,
m un punto i' . que está verticalmente por debajo de P,: es decir, Q^P, estará verticalmente por debajo de K,. pues la curva envolvente ha sido
y ^jPi- son iguales; el impuesto no ha gravado la producción. Las ventas, desviada verticalmente hacia abajo, y su inclinación en K- es, por lo tan-
••¡u embargo, pueden haber cambiado; el sistema de curvas de indife- to, igual a la inclinación en ¿C,. No obstante, si las curvas de indiferencia
se hacen menos empinadas, en provisiones bajas de dinero, y al inisui>>
1 Cfr. Büiilding, ELIHMJHÍC [Análisis económico], 2& e.l., U.irpcr
nivel de provisión de producto, e! punto de equilibrio después del im-
Brothers, 1948, pv i>~>2
TEORÍA Di LA PRODUCCIÓN Y DEL INVENTARIO 107
ioa MICROECONOMIA

será menor; no obstante, en este caso, las ventas y el precio son inde-
puesto será K./, El impuesto habrá lu-cho bajar ]a producción de Q-,P-¡
pendientes de la estructura de preferencia, ya que la curva envolvente,
a Q-¿P¿, habrá hecho aumentar las ventas de P^, a ?-¿S-' y habrá hecho
E-j, es paralela a la curva tie costo total. Esta última proposición es válida,
bajar realmente el precio desde la tangente K¡PiS, hasta la tangente por supuesto, solo en condiciones de costos marginales constantes. Si los
/O/PoS/, para obtener e! incremento de las ventas. Este extraño resul- costos marginales son crecientes con la producción, K-¿ estará más abajo
tado se sigue, por supuesto, del hecho de que el impuesto tiene un efecto
que la curva envolvente: ia producción será mayor, pero las ventas serán
inerem entudor sobre la preferencia por la liquidez, mediante una dismi- menores que en la fig. 48.
nución de la provisión de dinero, y por lo tanto, aumenta el deseo de
vender, de modo que es necesario, para vender más, ofrecer un precio
más bajo.
El efecto de impuestos variables puede examinarse también con
ayuda del análisis ¿interior. En el análisis marginal elemental-, se obtiene
el resultado de que un impuesto por unidad de producción hará bajar
la producción y aumenlar el ¡necio, al aumentar la curva de existo mar-
ginal. Tenemos que extender ahora el análisis, y distinguir entre los
electos do un impuesto por unidad de producción y un impuesto por
unidad de ventas, ya que no supondremos más que la producción y las
ventas son idénticas. La fig. 47 muestra el efecto de un impuesto por
unidad de producción; la fig. 48, el efecto de un impuesto por unidad
de ventas. El impuesto sobre la producción hace cambiar la curva de
costo total de P,,Pi a PuPj. Por razones de conveniencia, en la figura .se
ha trazado la curva de costo total como una línea recta, pero por su-
puesto esto no es necesario para el análisis. La curva envolvente se vuelve
más cercana a la curva de costo total, a medida que la curva de costo
total aumenta su inclinación. El punto de equilibrio antes del impuesto Fie. 47. Impuesto por unidad de FIG. 48. Impuesto por unidad de
producción. ventas.
es K,. incluso si la tasa marginal de sustitución es independiente de la
provisión de dinero, de modo tal que la inclinación de la curva de indi-
ferencia en K' es la misma que en K,, está claro que la curva de indi- La demanda del i,istmio
ferencia en K' debe cortar a la curva envolvente allí, y el punto de equi-
librio debe estar por encima de la curva en ÍC-. Es evidente que el im- El análisis anterior puede aplicarse también al problema de la de-
puesto ha hecho disminuir la producción, lia hecho bajar aún más las manda de insumo por parte de una empresa. Como el costo total de una
ventas y ha elevado el precio. producción dada es igual al valor de los insumos que se emplean al pro-
En la fig. 4$, se muestra un impuesto sobre las ventas y no sobre ducirla, un alza en el precio de uno de estos insumos tendrá, sobre la
l.i producción. Estr impuesto se considera más simplemente como una posición de la empresa, efectos muy parecidos a los de un impuesto por
deducción del rendimiento total. Fl resultado de aquél, por ln tanto, es unidad de producción. Si la productividad física marginal del factor es
quo las curvas de rendiiniento-total-menos-inipuesto, se hallan por de- constante, de modo tal que un incremento de una unidad en el producto
bajo de las curvas de rendimiento total y' tenemos una curva envolvente se obtiene siempre con el sacrificio de una cantidad dada del factor, los
'¡ría dr impuesto. F.J, por debajo de la curva envolvente original E f . dos casos son perfectamente análogos: un alza en el'precio del factor
La inclinación de la curva de rendimiento neto de impuesto, en K-.. es es exactamente equivalente a un impuesto por unidad de producción.
igual a la de K¡. vi rl costo marginal es constante, como en la figura. Sin embargo, si la productividad marginal del factor baja con el incre-
Por lo tanto, si además las curvas de indiferencia son paralelas, el re- mento de la producción, deberá usarse mayor cantidad del factor para
sultado del impuesto es- hacer bajar las ventas tanto como se ha dismi- producciones más grandes que para producciones más pequeñas, a fin
nuido la producción, di- modo tal que el cambio en los inventarios no de obtener un incremento de una unidad en el producto; por lo tanto,
quede afectado: piS¡ ~ Q-¿S-¿, Sin embargo, si la tasa marginal de sus- un alza en el precio del factor es equivalente a un impuesto, que es
lit ucion aumíMiía. con los incrementos de las provisiones de dinero, oí mayor en el caso de producciones niavores, es decir, un impuesto "pro-
'/unto K- se h.iÜai'.'i nús arriba que la curva envolvente. La producción gresivo'' sobre las producciones. Con mercados perfectos de factores y
factores independientes, el cambio en el costo marginal que resulte de
•' ¡IiiiiUii;..:., ¡''.(iiunnic Anulysix. 2" <•<!.. 553.
108 MICROECONOMIA TEORÍA Di: LA PRODUCCIÓN Y DEL I N V E N T A R I O 109

un cambio de una unidad en el precio de un factor, es igual a la recí- indiferencia una curva A/fiS diferente. El punto p.. es. entonces, la in-
proca de la productividad física marginal de ese factor.'" tersección de la curva de precios-ventas con la curva MRS que corres-
El efecto de un alza en el precio de un factor, en condiciones de ponde a la curva de indiferencia en F-.
mercados perfectos, tanto para el insumo como pura el producto, se mues- El efecto de un incremento en el precio de un factor consiste en au-
tra en la fig. 49. En relación con este problema, el análisis es a veces mentar la curva MC a MC' y en hacer descender, en forma correspon-
un poco más sencillo si se expresan las relaciones sobre un campo de diente, la curva de costo total a P,,^,'. Se observará que la producción
pn'cio-producto (o costo marginal, o rendimiento) como en la parte in- disminuirá desde Q,,Q] ( ( / u C / i ) basta Q,,Q¡' (r/,,í/i'). Esta disminución
ferior de las figuras 49 y 50. Así, la curva de costo total PJ\e traslada en la producción no es atectada, en este caso, por la posición de las
a una curva de costo marginal MC; cada ordenada de la curva de costo curvas de indiferencia, que influyen solamente sobre la distribución de
marginal mide la inclinación de la curva de costo total con la misma la producción entre las ventas y el inventario. Sí' sigue también —dado
cantidad de producto: la inclinación creciente de la curva de costo total que cada cantidad de producto se produce con una cantidad definida del
a medida que el producto se incrementa, se refleja en una curva MC insumo— que la función de demanda por el insumo no es afectada por
creciente. Todos los recorridos de intercambio se reducen a una única cambios de la preferencia por la liquidez. Si conocemos (además de los
línea de precios-ventas, HI/JJ, en tanto se suponga constante el precio. La datos presentados en la fig. -49) la función de producción, que muestra
producción de equilibrio, Q^Qi, o í/ (h r/,, está dada en el punto P¡, donde qué cantidad de insumo será empleada para producir cada cantidad de
la curva de costo total toca un recorrido cíe precio, o por el punto p\, en producto, se puede trazar la curva total de demanda de insumo conside-
el que la curva de costo marginal corta a la línea de precios-ventas, lo rando los electos de los distintos precios del insumo sobre las cantidades
nial Índica que el costo marginal es igual al precio. Si la tasa marginal de producto, y por lo tanto, sobre las cantidades de insumo. Es evidente
de sustitución es independiente de la cantidad de dinero, las curvas de ente, el grado de ía declinación en el producto que resulta de un alza
indiferencia se reducen a una única curva de tasa marginal de sustitución, del precio del insumo, depende de la inclinación de la curva de costo
AífiS. en la figura inferior, donde cada ordenada mide la inclinación marginal: si ésta es empinada, un alza de la curva de costo marginal cau-
i!e cualquier curva de indiferencia con la misma cantidad de producto. sará solamente una pequeña declinación del producto.
1 1 volumen de ventas es, entonces, p->p\ el agregado a los inventarios, Si la tasa marginal de sustitución es independiente de la provisión
de dinero, de modo tal que ha\e una curva A/fíS, un alza del
/',,/?-, donde p-i es el punto de intersección de la curva de la tasa mar-
precio de un insumo no afectará la inversión del inventario, popu- La de-
ginal de sustitución con la línea de precios-ventas. Si la lasa marginal
clinación del producto ocasionará una declinación exactamente igual en
de sustitución varia con las provisiones de dinero, no habrá una única
las ventas, siendo ambas declinaciones iguales a )>i'pt. Sin embargo, si la
curva A/flS, sino toda una familia de ellas, generando cada curva de tasa marginal de sustitución esta directamente relacionada con la provi-
sión de dinero, la curva A//JS', interior a la curva A//ÍS, será la significa-
3 Sea C el costo total cíe t i producción .t; K, el co?(o hjo tut.d. v i>-, )h, etc.. las
precios de los factores empleados en cantidades r/i, q^, e U . Entonces, tiva: el inventario solo se incrementará en pHp~ y las ventas declinarán me-
nos: hasta p¿p-¿, en lugar de declinar hasta p\'p-¿. Si la declinación de la
C — K -i- pi<ji -j- fizfjz -f etc.
inversión en el inventario es suficiente, seria posible, aunque improbable,
Si mr es d (.osito mui.0in.il y ;j¡, j>3, e t c , son constantes (mercados perfectos) que un aumento del precio de un insumo produzca, en realidad, un incre-
dC df¡] 'li¡2 mento de las ventas del producto en el siguiente período de planeamien-
—- ~ p! —- +- «-
ds dj- to, al hacerse esfuerzos por conseguir más bienes líquidos, aunque de
todas maneras decrezca la producción.
las cantidades , , etc., son las reciprocas de Jas productividades margínales Cuando hay mercado imperfecto para el producto, el problema es más
clx f/.v complicado, lo cual se ejemplifica en la fig. .50. PoE, es la curva de costo
juicas íle los distintos faetnu-s. Pueden ser lluradas e! msto factor marginal em- total origina!; MC,. la curva de costo marginal correspondiente, E¡P-¿ es la
pleado en lu producción, definido esto último como la cantidad de factor que debe
curva envolvente de rendimiento; la eurva correspondiente de la figura
emplearse, para abrogar una unidad más a la producción. Si suponemos que las
p i u d i i i t i v i d a d i ' S marginales > los costos de factor marginal dt- KJS distintos factures inferior es e-\p-¿, que puede llamarse "curva marginal envolvente : cada
M U Í independientes uno di- otro y los factores se compran en mercados perfectos, ordenada de esta curva mide la inclinación de la curva envolvente en la
¡i .^mos: cantidad correspondiente. El precio orn, es el menor precio en el cual la
dn)r dr/1 cantidad demandada es cero; es decir, es el precio en el cual la curva de
<ip\ ventas corta a su eje de precios. Desde cualquier punto de la eurva
K s f o es, el i.mihin ¡Id -.o.-ítn rii.iryin.il del producto por d i.iinlíio del precio marginal envolvente se puede trazar una curva de rendimiento marginal.
de u n factor en 1111:1 unidad es i'-'ual a su costo de factor nuirgin.il. tal como p?p]. La curva de, ventas correspondiente es p\d¡. Si la tasa mar-
MirnOECONOMIA TEORÍA DE l-A rn"I)UCCION Y DEL INVENTARIO 111

pnal de sustitución no varia con la pro\isión de dinero, habrá una única dfidínado las ventas, de r-2p\ rj¡¡,', pues las figuras triangulares p¿p¡r«
•uiva de tasa marginal do sustitución, A/fiS, y el equilibrio estará en p-, y /J//*/*"-/ son aproximadamente similares y />_>' está más cerca de la línea
londe la curva A/flS corta a la curva marginal envolvente. Si la curva f/tjC! ()ue p2- La acumulación dt 1 inventario lia declinado también. Si la
le rendimiento margina] que pasa por p-¿ se traza por detrás de pi sobre tasa marginal de sustitución cae con la declinación de la provisión de
n,fí¡, entonces p0pi será el producto, y r 2 pi, las ventas a un precio q?s-¿, dinero, la curva MRS relevante se desviará hacia la izquierda como en la
loude s-¿p! es la curva de ventas que pasa por p lp fig. 49, y el punto de equilibrio, ;j/, se moverá más abajo con respecto
a la curva marginal envolvente. Esto hará que la producción sea más
pequeña, y mayor el número de ventas, que si hubiera una única curva
A/fiS.
En el caso de mercados imperfectos para los productos, ya no es
cierto que el efecto de un alza de los costos marginales sobre la produc-
ción es independiente de la estructura de preferencia. Si la inclinación
de las curvas de indiferencia cambia —si, por ejemplo, hay un aumento
de la preferencia por la liquidez, de modo que la tasa marginal de sus-
titución cae en cada punto— las curvas MRS caerán hacia abajo y hacia
la izquierda y el punto de equilibrio ¡)-2 también se moverá hacia abajo
\a la izquierda, a lo largo de la curva marginal envolvente. Eviden-
temente, esto reducirá la producción (ya que todas las curvas de rendi-
miento marginal son paralelas) e incrementará las ventas a medida que
el punto p- se aleje más de la línea m,e¡ y. por lo tanto, aumente la dis-
tancia r..p,. Esta proposición ya ha sido establecida. La elasticidad de la
demanda del insumo depende, principalmente, de la inclinación de la cur-
\ MRS, digamos entre p- y ;)/. Un cambio general de la preferencia poi
la liquidez puede afectar o no a este fenómeno. Si la declinación de la
tasa margina] de sustitución es uniforme para todas las cantidades, la cur-
va MRS se moverá hacia abajo, paralela a si misma, y a menos que su
curvatura sea pronunciada, no habrá mucho cambio en la elasticidad de
ia demanda de insumo, aunque tendrá lugar, por supuesto, una caída
de ésta.

La dinámica de la producción

Hasta aquí hemos tratado únicamente la teoría de la producción en


un solo "día" o período de planeamiento. Podemos dirigirnos ahora hacia
la dinámica de la empresa, considerando el movimiento del balance a
través de una sucesión de períodos de producción. Ilustramos este pro-
ceso para mercados perfectos de productos, en las figs. 51 y 52. En la
fig. 51 se supone que las curvas de indiferencia son paralelas. Comenza-
mos a partir de P,, en el primer día, seguimos la linca de producción
I'"iu. 4Í). Demanda ile imumu Fie. 50. Demanda tk- P.iTi y el recorrido de intercambio 'f.P, hasta P,. El segundo día par-
timos de P, y avanzamos a lo largo de un recorrido similar —si no han
cambiado las condiciones de producción y de precio— hasta P-¿. Al día
Si hay ahora un aumento del precio de un insumo, la curva de costo siguiente, nos movemos hasta P;i, al siguiente hasta PÍ, y así sucesivamen-
marginal se elevará moviéndose hacia la izquierda, a la posición MC-. La te. Es evidente que, en este caso, los recorridos de intercambio P[7'[, P»Ts¡>
_-urva marginal envolvente cambia con ella a una posición en la que corta etcétera, serán paralelos y equidistantes. En consecuencia, de acuerdo con
i la curva MUS en p/. El producto décima de p,,p¡ a p ( ip,'. También han los supuestos de esta figura, el lugar geométrico de las posiciones inicia-
112 MICROECONOM1A
TF.OR1A DE LA I'HODUCCIO.N V DEL INVENTARIO 113

les, Po/Vj. . ., se volverá vertical en P t , lo cual indicará que la empresa


que en la íig. 52 la empresa comienza con un capital en dinero igual
lia acumulado todo el inventario que necesita, vende por completo su
a OM». En el primer periodo de producción avanza hasta P,, siguiendo
producto en cada período y agrega a su provisión de dinero el monto
del beneficio. su curva de costo total o su recorrido de producción A/,,'/ u Pi; en el ejem-
plo de la figura no venderá nada en el primer período, pues no habrá
Por la figura, da la impresión de que la empresa continuará acu- alcanzado todavía su inventario óptimo. Repetirá su proceso en los perío-
mulando provisiones do dinero indefinidamente y no distribuirá nunca dos de producción subsiguientes, hasta que llegue al punto P-, donde la
dividendo alguno. Esta conclusión algo absurda puede evitarse, sin em- línea de precio A/,,P2 toca una curva de indiferencia. Desde este puntu,
bargo, si suponemos que hay un costo fijo. Supongamos, por ejemplo, repetirá, simplemente, el modelo P-T-P.P- hasta tanto cambien las con-
que la empresa alcanza su inventario óptimo en /'¡ y que hay un costo diciones. Como no obtiene beneficio alguno, no puede evadirse de la línea
de precio o de evaluación, A/0P;i.
En la fig. 53 hemos hecho el supuesto menos restrictivo de una circu-
laridad general de las curvas de indiferencia, lo cual indica que hay alguna
cantidad de bienes más allá de la cual la empresa no desea avanzar. En
tal caso, si la empresa obtiene beneficios en cada período de pr< duc-
ción, indicado esto último mediante el ascenso por el recorrido de iu-

Búsfiels

Fio. 52. Equilibrio dinámico de l.i FIG. 50. Equilibrio dinámica dr ü


producción. producción.

Busfuls
tercarnbio, su posición inicial trazará un lugar geométrico F»P\P-¿-.. que
Kic. 51. Dinamita de producción. estará positivamente inclinada. Esto indicará que, mientras la empresa se
expanda, incrementará 110 solo sus bienes líquidos, sino también sus otros
bienes, en forma aproximadamente proporcional. Si suponemos que las
lijo igual a P.j/V En este caso, la curva de costo será, al segundo día, razones de preferencia son constantes, el lugar geométrico P<,P]P^.-- será
PjPjjT. y la empresa repetirá tan solo el ciclo P->P¡T-J?-¿ de modo indefi- una línea recta desde el origen y la expansión de la empresa dará como
nido. Éste es, en esencia, el equilibrio, en condiciones de competencia resultado un incremento de igual proporción en todos los bienes. Tam-
perfecta. Si pensamos en el costo fijo como en una "renta", entonces, la bién .aquí, por supuesto, es cierto que si una empresa obtiene un bene-
renta mas los otros costos con una producción óptima, es tan grande ficio igual a cero, simplemente se moverá a lo largo de la línea de precio
que no hay ningún "beneficio" y es imposible que la empresa se ex- que corresponde a su capital total hasta el punto en que se satisfagan
panda. SÍ ésta se desvía alguna vez de la posición óptima, tendrá pérdidas
sus preferencias de bienes. Así, si la empresa comenzara con una canti-
>• declinará. Si todas las curvas de indiferencia son paralelas, y hay
dad de bienes liquidas igual a OMi, avanzaría hasta alcanzar P t l después
costos fijos que absorben todo el beneficio, la impresa avanzará hacia de lo cual repetiría un ciclo como el de lu figura 52. En este caso ge-
el inventario óptimo y trazará un ciclo en ese punto. Asi, supongamos neral, sin embargo, el inventario óptimo no es independiente de la can-
114 MICBOECONOMIA TKO1UA Ui£ L.A PRODUCCIÓN Y DEL INVENTARIO 113

lídad de capital con que comienza la empresa. Cuanto más capital tenga, punto P. Podna producir más, por ejemplo, obtener asi un beneficio
mayor será su inventario; avanzará, pues, de OM-> a P-,. Si las curvas de y distribuirlo, entonces, en dividendos. Por ejemplo, si produjera en e'i
indiferencia liu-ran paralelas, esto no seria verdadero; con independen- punto de beneficio máximo. Í\, en el que el costo marginal es igual al
cia de la cantidad »¡e capital inicial se tendría siempre el mismo inventario precio del producto, podría seguir el recorrido PTRSP. Debe observarse
óptimo. Así, en la fig. 52, si la empresa empezara con OM,t' en lugar de aquí que no hay ninguna razún particular para que se detenga en el
OA/ lh , alcanzaría un equilibrio en P-/, donde el inventario del producto punto U, en el cual el recorrido de precio es tocado por una curva de
es el mismo que en P.2. indiferencia. Es cierto que U se encuentra en la curva de indiferencia más
La teoría dinámica de la empresa, incluso en este nivel de abstrac- alta que puede alcanzarse sobre la línea Sfi, pero la empresa siempre
ción, no seria completa sin alguna referencia al problema de la distri- puede llegar a puntos interiores del circulo de indiferencia eu L* que
bución íle los dividendos. Kste es un problema de la teoría de la em- sean preferibles, simplemente, mediante la entrega de dinero o de pro-
presa análogo al de la distribución del ingreso de un consumidor entre ducto. Por lo tanto, cualquier volumen, de producción entre QA. y Q'A'
ahorro y consumo. y presenta dificultades analíticas similares. Desde el permitirá a la empresa retroceder hasta el punto P, por una variedad
punto de vista del balance, un dividendo en efectivo representa una simple
destrucción de bienes líquidos. \ es un intercambio, ya que no se crea
ningún bien que corresponda a, los bienes destruidos; desde el punto de
vista de la empresa, es un acto de consumo más o menos voluntario.
Puede preguntarse, por lo tanto. r-por qué debe ejecutar tal acto la em-
presa? Sin duda, a menos que nos encontremos en la ciWiide o más allA
de la cúspide de la superficie de indiferencia —/\n l,i fig. 5o— una dis-
tribución de dividendos, al representar, como efectivamente sucede, una
simple declinación de los bienes líquidos y totales, es decir, un movi-
miento exactamente similar al ocasionado por un costo fijo, digamos, de
P¡¡ a T-_. en la fig. 52, arrojará siempre a la empresa a una curva de
indiferencia más baja.
Es evidente, entonces, que o bien consideramos los dividendos como
"costo fijo", a semejanza de la depreciación —una destrucción de bienes
impuesta por la naturaleza de las costumbres financieras, que no es por Fie. 54. La teoría de dividendos.
lo tanto resultado de una decisión de la empresa sino una imposición
externa, como los impuestos—, o bien debemos suponer que los dividen-
dos no serán declarados hasta tanto la empresa supere realmente la cús- infinita de combinaciones de producciones, ventas y distribuciones de
pide de su superficie de preferencia. Este supuesto, sin embargo, nos dinero o incluso de producto. Es evidente que solo las preferencias
conduce con rapidez a graves dificultades, pues si las líneas de oportu- de bienes no son suficientes para brindar una solución determinada
nidad se hallan en la vecindad de la cúspide de preferencia pueden ocurrir en este caso: debemos especificar un sistema adicional de preferencias
cosas muy extrañas. Así, en la fig. 54, suponernos que la empresa co- con respecto a los recorridos alternativos hacia la posición de bienes
mienza su "día" de producción en la cúspide de su superficie de indi- preferida.
ferencia. Si no tiene costos fijos, no habrá incentivo alguno para producir, Por fortuna, este problema probablemente es significativo solo cuan-
pues cualquier recorrido que tome voluntariamente la llevará a una curva do el "pico de preferencia" se encuentra a la izquierda del recorrido do
de indiferencia más baja. Sin embargo, si la empresa tiene costos fijos, intercambio, pues entonces hay alguna opción en los recorridos que
se ve forzada a producir para mantenerse. Supongamos, así, que tiene un llevan a la posición óptima. Incluso eu el caso más usual, sin embargo,
costo fijo igual a PT, y una curva de costo variable, TR. Si se abstuviera debe admitirse que e-1 análisis por razones de preferencia supone im-
de producir, caería desde P hasta T. que se halla sobre una curva de plícitamente que la empresa es neutral con respecto a distintos reco-
indiferencia más baja. Si produce a lo largo de la línea 7'fí y vende el rridos hacia sus posiciones de bienes posibles. Esto puede no ser cierto,
producto, puede hacer beneficios y restablecer su posición en la cúspide, hasta cuando el pico de preferencia de bienes está más allá del reco-
nuevamente, siguiendo el recorrido PTQP. rrido de intercambio: la empresa podría preferir una combinación de
No hay ninguna razón para suponer que el punto Q representa un bienes y no otra, a anisa del recorrido que lleva hacia ella y, por lo
punto máximo de provecho; en la figura se ve claro que no lo es. Hay, tanto, no podríamos suponer un sistema invariable de preferencia de
sin embargo, muchas formas con las cuales lu empresa podría volver al bienes. Estas consideraciones, sin embargo, nos llevan a complicaciones
16'
que están más alia del alcance de este análisis, y podemos dejarlas de
ludo con la esperanza de que no sean cuantitatu amenté importantes.
Xo supondremos, sin embargo, que la conducta de. la empresa pued.t
explicarse únicamente por medio de preferencias de bienes \-
remos otros sistemas de preferencia en el capítulo siguiente.
En el caso de la fig. 54, el supuesto más simple es, por supuesto, Expectativas, juego y seguro
rl de la maximización de beneficios; la empresa produciría hasta el pun-
to fi y vendería todo lo producido, avanzando a lo largo del recorrido
ile intercambio hasta el punto S, y entonces distribuiría sus beneficios.
S/ J , en dividendos, volviéndose al punto F. Debe destacarse, sin em- En cierta medida, este capítulo también constituye una digresión
bargo, que no hay necesidad alguna de la maximización del beneficio: con respecto al tema principal, y el lector impaciente puede omitir su
la empresa puede muy bien preferir una vida más tranquila o incluso lectura. Ha\ sin embargo, muchas cuestiones interesantes, relacionadas
más activa, que la que llevaría al beneficio máximo. con expectativas, riesgo e incertidumbre, que deberían ser consideradas,
al menos brevemente, en un trabajo de este tipo, incluso aunque no se
En suma, está claro que lo que emerge de este análisis es una teoría
contemple un tratamiento extenso del problema.
del inventario. Tal teoría, por supuesto, será más significativa en el
análisis a corto plazo que a largo plazo, pues podemos esperar razona-
blemente que cuanto más largo sea el período de tiempo tomado en Expectativas e incertidumbre
consideración menos importantes serán los cambios de inventario con
respecto al volumen total de producción y ventas y podemos esperar Las preferencias de bienes, como hemos visto, están determinadas,
que la empresa alcance, a la larga, un equilibrio tinal en la posición principalmente, por las expectativas con respecto a oportunidades o even-
Je la fig. 54. No obstante, los cambios dinámicos implicados en los mo- tos futuros, listas expectativas son de muchas clases. Pueden ser expec-
vimientos de inventario son de tal importancia para explicar los movi- tativas de precio, y en este caso se puede establecer el principio general
mientos reales de la economía, y especialmente, sus fluctuaciones, que de que los bienes o combinaciones de bienes se encontrarán tanto más
es muy útil tener alguna comprensión teórica de sus operaciones. En arriba en la escala de preferencia cuanto más rápidamente se espera que
li.ulícnlar, el efecto de las preferencias de bienes sobre las ventas y los aumenten sus precios. También puede haber expectativas de producción,
cambios de inventario es un asunto de máxima importancia para cual- por ejemplo, del rendimiento tle una mina, de la tierra, del capital fijo,
quier estudioso de las fluctuaciones de los negocios. Si, ahora, podemos de una educación, etc. Todas estas expectativas representan oportunida-
determinar las preferencias de bienes mismas por medio de su relación des esperadas, de trastormaciou o creación, de alguna manera, de bienes.
con algunas experiencias previas, tendremos todos los elementos de un Todas ellas muestran, en mayor o menor medida, el fenómeno de íncer-
Mstema de ecuaciones diferenciales en verdad dinámico. Por supuesto, (idunibre. \a de esto, como han señalado tan brillantemente Mnko-
el vinculo entre la experiencia pasada y las preferencias de bienes pre- \vi-r y Marschak, 1 no es solo la "lueratividad" esperada lo que afecta las
sentes está constituido por las expectativas con respecto al futuro. Las preferencias de bienes, sino también varias otras cualidades o propieda-
preferencias de bienes, como hemos visto, están determinadas por las des de la expectativa: seguridad, incertidumbre, etc. Por lo tanto, no
expectativas, que se presume son determinadas a su vez por la expe- podemos tratar el problema de lu incertidumbre si calculamos un "valor
riencia anterior. l j or lo tanto, es teóricamente posible pasar por alto las probable" de un suceso y consideramos esto como un "equivalente de
expectativas, de manera completa, en el desarrollo de sistemas dinámi- certeza". No somos afectados solo por lo que consideramos como el suceso
cos, y considerar las preferencias de bienes como si fueran derivadas más probable entre un conjunto de sucesos posibles, y ni siquiera por
en forma directa de las experiencias pasadas. Hay mucho que decir en algún "valor esperado" medio, medido por las distintas probabilidades;
favor de esto, pues las expectativas, por ser subjetivas en exceso, e in- en nuestra conducta, somos afectados por el menos probable, > aun por
cluso subconscientes, son notoriamente difíciles de manejar. Sin embar- el más improbable de los sucesos posibles, como lo testimonia la deman-
go, hay algunos fenómenos interesantes relacionados con las expectativas da de billetes de stveepstakes, de acciones de negocios arriesgados y, en
-y la incert i (lumbre que siempre las acompaña en mayor o menor gra- algunos casos, del matrimonio.
do— que serán considerados en el siguiente capítulo, antes de que se Probablemente, la manera más simple de desarrollar una teoría de
resuma el hilo principal del argumento. la incertidumbre consiste en registrar las preferencias en un mapa de in-
i H. Mdkower y J. Marsfhak, "Assets, pnces and monetary theory" [Bienes,
precios y teoría monetaria], Económica, N. S., vol. 5, agosto 1ÍJ38, pig. 261.
US MICHOECONOMIA KXl'ECTATIVAS, J (_'£(.O Y SfcC llü

diferencia, en un campo donde uno de los ejes es el valor más probable "chance" de ganar (es decir, de tener u$s 1C9) de 1 en 5. El valor
o esperado del bien, y el otro, alguna medida de Ja certidumbre de este esperado para sus bienes es, por lo tanto, igual a 99 (4) +109 (--)
valor más probable. Así, en la fig. 55, hemos trazado el valor más pro- 0 sea, uSs 1C1. Por lo tanto, está abierta la posibilidad indicada por el
bable de un bien a lo largo de (?!', y el ámbito posible de valores a lo punto del campo de la fig. 55 que representa un valor esperado de uSs 1Ü1
largo de OX.¿ Supongamos que el punto P representara un valor espe- y un ámbito de uSs 10 (99-109). Si apuesta uSs 2 puede tener 98 o
rado de u$s 110 (.VP) eon un ámbito de u$s 60 (ON); P representaría u$s 118, con un ámbito de uSs 20 y un valor esperado de uSs 102. A me-
un bien cuyo valor podría caer en cualquier punto entre, digamos, SO dida que apuesta más y más, se mueve, evidentemente, hacia arriba, por
y 14') dólares, o entre 70 y 130, pero que muy probablemente caerá en una "línea de oportunidad" tal como MP de la fig, 55. Si hay un "mer-
110 dólares. Esta construcción no permite diferenciar claramente las dis- cado perfecto" en el juego, es decir, si las apuestas desiguales que puede
tribuciones de prolv.bilidad de los diferentes grados de oblicuidad; no hacer (las "apuestas objetivas") y las apuestas que coasidera correctas ilas
obstante, tiene varias aplicaciones. "apuestas subjetivas") son constantes, esta línea di- oportunidad será recta.
Si las apuestas objetivas son más favorables al jugador que las subjetñ is,
La teoría del juego la línea de oportunidad se inclinara hacia arriba, como MP. Si las apuestas
objetivas y subjetivas son iguales, la linea será paralela al eje del ámbito,
Esta construcción puede aplicarse, por ejemplo, a la teoría del juego. como MR. Si las apuestas objetivas son menos favorables al jugador que
Supongamos que un hombre tiene uSs 100 en efectivo, y se encuentra las subjetivas, la línea de oportunidad se inclinará hacia abajo, como MT.
ante una oportunidad de jugar apuestas desiguales constantes, digamos, Así, si en el ejemplo anterior lus apuestas subjeti\.(s fm-an también de
1 en 10, entonces, con una postura de u$s 1. el valor esperado sena 99
(9/10) +109 (J/10), o sea, uSs 100; de manera similar, independiente-
mente de la magnitud de la apuesta, el valor esperado seguirá siendo
u5s 100: al apostar más, no se consigue más que incrementar el ámbito
posible de un valor esperado dado. Si las apuestas subjetivas fueran de
1 en 20, el valor esperado para u5s 1 de postura, sería de 99 (19/20} -f
10H (1/20), o sea, uSs 99,50.a
También podemos postular un sistema de curvas de indiferencia en el
campo de la fig. 55. Si el individuo es enemigo de arriesgarse, las curvas
de indiferencia'tendrán una inclinación hacia arriba, lo cual indicará que
para inducir al individuo a aceptar una "chance" mayor, debe incremen-
tarse el valor esperado. Probablemente, las curvas de indiferencia también

3 Supongamos que el jugador comienza con un munto de capital «, que puede


apostar cantidades indefinidas a una tasa de x a 1, y Que tiene IIILI evaluación sub-
jetiva de las apuestas desiguales de y a 1. Supongamos que apuesta un monto )
Entonces, los extremos del ámbito de valores posibles son tí - n, si pierde, y
« - j - f » ( x — 1 ) , si gana. El ámbito, r, esta dado por
Ámbito de valores (riesgo)
El valor esperado (subjetivo) del bien es:
Fie. 55. La teoria del juego.
ri(i: — i/)
„ = (u — n ) (</ — 11 -(-, a + B (x — 1)
y
de 10 a 1. Si apuesta u$s 1 puede tener luego ufa 99 si pierde, o u$s 109 Eliminando n de ambas ecuai. iones ( 1 ) y ( 2 1 , ubtenemos la ecuación de la
si gana. Supongamos que él estima en 5 a 1 las verdaderas probabili- linea de oportunidad;
dades de ganancia. Es decir, piensa que tiene una "chance" de perder — y)- - u + r I (3)
de 4 en 5 (es decir, una "chance" de 4 en 5 de tener uSs 99} y una

2 Esta fonstriicnón se debe, principalmente, a M. VV. Reder, Studies in the Si x — 'J, o sea, si las apuestas desnudes subjetiva* y objetivas son iguale;,,
Tlit-onj uf.\Vidftirc Erüitwnifs [Estudios sobre la teoría de la economía de bienestar], linea de oportunidad se trasforma, simplemente, rn v = a. Si x wcide a y, 1
tendrá una inclinación positiva; si y txcedv a x tendrá una inclinación negativa.
Columba, lií-17, ciip. Vil.
120 MICROECOSOMIA EXPECTATIVAS. JVKGO Y r-ECUBO 121

ye hacen más empinadas, con ámbitos más altos, lo cual indica que cuanto son taíes que la línea de oportunidad del jugador es AÍP, la del corredor
mayor es el riesgo que un individuo corre, menor e.s su deseu de tener de apuestas será MT; si la del jugador es A/T, la del corredor de apuestas
aún más riesgo y mayor el "soborno" que se le debe ofrecer, en forma será A/P.4 Está claro que si las apuestas subjetivas se basan en una es-
de incremento del valor esperado, pura inducirlo a ello. 1 .a inclinación de timación real, la línea de oportunidad del corredor de apuestas será pro-
una curva de indiferencia de este tipo podría llamarse la "tasa de sustitu- bablemente de una inclinación positiva, Por lo tanto, no hay ninguna ne-
ción de riesgo". Ésta consiste en el incremento del ámbito de valores que cesidad de suponer que los corredores de apuestas son amantes del riesgo;
el individuo estaría dispuesto a aceptar, a cambio de un incremento de un corredor de apuestas podría tener alguna aversión al riesgo, con una
una unidad en el valor esperado. En este caso, las curvas de indiferencia linea de oportunidad A/P y una curva de indiferencia /•_• y aún encontraría
"superiores" son aquellas que tienen valores esperados más altos y riesgos un punto de equilibrio en P, correspondiente a la cantidad de apuestas que
más bajos; la superficie de indiferencia es una colina que sube bacía el
punto )" y desciende hacia X.
Si las curvas de indiferencia como i} son más empinadas que lu línea ./,
de oportunidad en el punto \l, el individuo permanecerá en A/ y no jugará
cu absoluto. Sin embargo, si el individuo no es enemigo de correr riesgos,
sus curvas de indiferencia serán llanas como /;. y pueden tocar una línea
M
di- oportunidad en P. En ese caso jugará una cantidad representada por
el punto P, es decir, una cantidad ON/x, donde las apuestas objetivas son
tic .r a 1. Puede observarse fácilmente que si el individuo es enemigo de
arriesgarse, jugará solo si piensa que las apuestas objetivas son demasiado
alias, es decir, si piensa que la probabilidad de ganar es mejor que las
apuestas del "mercado", de modo tal que en la linea de oportunidad tiene
una inclinación positiva. Si el individuo cree que las probabilidades de
ganar son iguales a lo que las posturas apostadas indican o menores que
ellas, no jugará, excepto cuando sus curvas de indiferencia empiecen, por
K) menos, con una inclinación negativa, es decir, a menos que el riesgo
sea más "conveniente" que inconveniente para él, lo cual indicaría que está
dispuesto a perder el valor esperado con tal de tener un riesgo mayor. Así.
l,i línea de oportunidad A/7' podría ser tocada solo por una curva de in-
diferencia como /.;, De hecho, por supuesto, en cualquier situación de
FIG 56. La teoría del seguro.
juego en la que los corredores de apuestas vivan de éste, la probabilidad
H'.d de ganar deberá ser, normalmente, menor que las apuestas cotizadas;
por lo tanto, cualquier evaluación objetiva de la línea de oportunidad su- desearía tomar. En general, sin embargo, es razonable suponer que como
gerirá que debe ser más similar a A/T que a A/P. Por lo tanto, las únicas las inclinaciones de las líneas de oportunidad, dependiendo, como lo ha-
(. \plicaciones razonables de la existencia del juego son, en primer lugar, cen, de la diferencia entre las apuestas objetivas y subjetivas, no serán
que la mayoría de la gente tiene una opinión arrogante acerca de su pro- probablemente grandes, cualquiera que tenga una fuerte aversión al riesgo
pia buena suerte, y por lo tanto, estima su oportunidad de ganar en más —por ejemplo, cualquiera que tenga curvas de indiferencia como / i — no
que el valor real, que lo llevaría a líneas de oportunidad inclinadas posí- se comprometerá en el juego de ninguna manera, ni como corredor de
livamente; y en segundo lugar, debemos suponer que hay una positiva apuestas, ni como jugador.
preferencia por el riesgo, por parte del jugador.
La tig. 55 también nos permite desarrollar la teoría del corredor de 4 Utilizando la nolauón de lu aclaración ( 3 ) , t'l \ a l u i esperado del (.orredor
apuestas, el "proveedor" del juego, asi como la del jugador, su demandante. de apuestas es:
I n corredor de apuestas que acepta una apuesta de 10 a 1 comenzando
v -a+
i-on ii^s 100, tendrá 91 si el jugador gana, y 101 si no lo hace. Su ámbito
es, asimismo, u$s 10; el valor esperado de su capital, sin embargo, será Su ámbito es T~ ni, > l;t ccuaúun de su linca de oportunidad es:
in;iynr que u$s 100, solo si su estimación de las probabilidades es mayor
que 10 a 1. Por lo tantu si las apuestas desiguales objetivas y subjetivas
i
122 MICIIOECONOM1A EXPECTATIVAS, (UECO Y SECUHO 123

la cortan, se asegurará totalmente, es decir, se moverá en línea recta hacia


La teoría del seguro el punto R de seguro completo, en el cual el riesgo está totalmente eli-
minado. Si no tiene tanta aversión al riesgo y presenta una curva de in-
. Estas consideraciones pueden aplicarse también a la teoría del seguro. diferencia como /u, que toca la linea de oportunidad en 7", no se asegurará
Supongamos, por ejemplo, que tenemos una casa, valuada en uSs 10.000, en totalidad, sino que se dirigirá hacia abajo por la línea de oportunidad,
que tiene una probabilidad de 1 en 100 de quemarse durante el año. Si solo hasta el punto 7". No rs difícil construir, a partir de la figura, la
no se quema, tendremos u§s 10.000; si se quema, no tendremos nada. Sin cantidad gastada en seguro en el punto de equilibrio T. Para ello tra-
ningún seguro, entonces, el ámbito de valores posibles de nuestro capital cemos la línea horizontal BC de modo tal que OB sea igual al valor del
es de 0-10.000 o de 10.000: e! valor esperado, suponiendo que la casa se capital, A. Hagamos descender TV hasta BC para cortar la línea RC en [/.
queme completamente, o no se queme en absoluto, es de 10.000 (99/100) Entonces, "la cantidad gastada en seguro0, es decir, la prima del seguro,
o 9900. Supongamos ahora que podernos asegurarla a una tasa de 1 en es UV.
u$s 100. Si aseguramos un capital de u$s 1000 a un costo de u$s 10, el De manera similar se puede trazar la linea de oportunidad para una
compañía de seguros. Supongamos, por ejemplo, que suscribe un seguro
ámbito tic valores de capital es 10.000-10, o 9990, si la casa no se quema
que asciende a ai/ por una prima a. Si no sucede el accidente, o el evento
y !Í90 si se quema: el ámbito se ha reducido de 10.000 a 9003. E\r
asegurado, la compañía se enriquece en el monto ü; si realmente ocurre,
esperado es aún ÍJÍJÍJO. El resultado de un seguro a una tasa igual al valor
se empobrece en un monto igual a u (ij — 1). Se luí introducido un ámbito
esperado es, así, el de reducir el ámbito sin cambiar el valor esperado. de ay en su capital. Sin embargo, si el valor actuaría! del riesgo es menor
Mueve al individuo desde P, a lo largo de PM, hacia A/, en la fig. 56, re- que la prima, el valor esperado del capital de la compañía será mayor.7
presentando P su posición antes de asegurarse. Si el costo del seguro es La compañía de seguros tendrá, por lo tanto, una línea de oportunidad
mayor que el riesgo esperado —como podríamos suponer razonablemente, muy parecida a la línea MP. del jugador de la fig. 55. Esto no se aplica
.si las compañías de seguros han de sobrevivir— la línea de oportunidad cuando la compañía de seguros asegura exactamente un único ítem, sino
tendrá una inclinación positiva, tal como PK, lo mal indica que la dismi- que se aplica independientemente de la cantidad de ítem similares que
nución del riesgo ha de pagarse con alguna disminución del valor es- asegure.8
perado.6
Supongamos, entonces, que PR es la línea de oportunidad, que P re- 6 El monto gastado en seguro, n—(A~- r)/y. Tenemos BC = A, BV — T, de
presenta la ausencia total de seguro, y /i, el seguro completo. Si el individuo modu que VC — A — r.
tiene fuerte aversión al riesgo, y tiene curvas de indiferencia como /,, —
RB = — , de modo que UV ~ •-
más empinadas que la línea de oportunidad en todos los puntos donde y y
que es la piinia del seguro.
'•> Supongamos que el valor del objeto asegurado es A; la posibilidad de que se 7 Si K es t'l capital de la compañía, i-l valor esperado es:
destruya, l/x. Supongamos entonces que se paga una suma a de segi.ro a una tasa x — 1 I
cíe priir.a {/, de modo que, si acaece la pérdida, se abona una cantidad ay. En ese v = (K + a) - + (K + a — ay) —
•C X
i:¡so, si no ocurre t'l accidente, el valor del capital es :\ u; si ocurre, el valor del
capital es UIJ — H. Por lo tanto, el ámbito es r ~ A — aij. El valor esperado es, entonces. = ,- -f-i
A. 'i —
x
r = (A — a) x — 1 4- a (y — 1) - El ámbito. T, rs igual a ay, pur lo tanlo, la tcuauÓJi de la linea de oportuni-
dad de la compañía es:
Eliminando a, tenemos la ecuación de la linca de oportunidad:
i* = A" T r
U / i i \. = .[ - U -f (,| — r) [ -A L] (y J
-r Vx y ) 5 Supongamos que el asegurador asegura n ítem por una prima a, a «ru ta-a
y, siendo l/x la probabilidad de que tenga que pagar por algún ¡(ein. La siguiente
t;ib!a muestra las distintas posibilidades, siendo K su capital inicial:

Sí se hace d seguro al cosió actuaría! exacto, A- = r/, y la linca de oportuni- ítem por los que
Ul es; Valor esperado Probabilidad
del capital

K-t-na U - 1)"
l valor esperado rs (mistante e igual ;tl valor esperado del monto de capital
cntinúit tn Iti
124 MICBOECONOMIA EXPECTATIVAS. JUEGO Y SEf.UBO 125

Se puede sostener, sin embargo, que el simple ámbito de valores ex- Dadas las curvas de las figs. 55 y 56 pañi todos los individuos, no
tremos no constituye una medida adecuada de la incertidumbre o el riesgo sería difícil construir algo que cumpliera las funciones de las curvas de
de una situación, y que evaluaciones más refinadas de la distribución de mercado o de oferta y demanda, para el juego o para el seguro, y esto
la probabilidad, como por ejemplo la desviación standard, constituirían nos daría las "apuestas desiguales de mercado" para el juego, o la tasa
TiK-jores medidas del grado de riesgo. Cualquiera sea la medida de riesgo de prima de mercado para e! seguro. Asi, en la íig. 57. representamos un
que adoptemos, sin embargo, ei argumento esencial permanece inalterado: jugador con una expectativa dada de tas apuestas subjetivas. En este caso,
ludirá siempre alguna función de oportunidad (aunque no necesariamente, cuanto nías grandes sean las apuestas objetivas (de mercado), más em-
por supuesto, una línea recta) que relacione el valor esperado con las pinada será la línea de oportunidad, la cual se desplazará desde A/P ( j
distintas medidas del riesgo, y algún sistema de indiferencia que pueda donde las apuestas subjetivas y de mercado son iguales, a posiciones tales
aplicársele. Por supuesto, podemos extender el análisis a varias dimensio- como A/P,,A/Pj. Su punto de equilibrio trazará una linea, P,,PiP.j. de la
nes de riesgo, y expresar nuestras oportunidades y preferencias no solo en cual podríamos derivar su "curva de demanda' para apuestas, que indi-
términos de una medida simple del grado del riesgo, sino también en tér- caría cuánto apostará el jugador, en los distintos niveles de apuestas de-
minos de medidas de su cualidad, por ejemplo, la oblicuidad. Esto puede siguales. Generalmente, como se desprende de la figura, un aumento de
tener realmente alguna importancia en la teoría del juego, en los casos las apuestas de mercado lo inducirá a apostar más, suponiendo que esto
en que un jugador puede preferir, por ejemplo, una situación a otra, idén- no afecte sus propias expectativas. Deberíamos tomar en consideración,
tica en el valor esperado y en la desviación, pero que difiere con respecto sin embargo, la posibilidad de que haya curvas de demanda con incli-
.1 la "extensión" de las oportunidades implicadas (es decir, la oblicuidad nación hacia atrás: si las apuestas desiguales son muy buenas, según la
de la distribución de la probabilidad). A menudo, la gente está más dis- estimación del jugador, éste podría estar dispuesto realmente a apostar
puesta a tomar "chances extensas" que otras más reducidas, idénticas en menos. Tal resultado sin embargo es improbable, en este caso. Solo podría
otras circunstancias. Puede dudarse, sin embargo, si con tales refinamientos ocurrir si la tasa marginal de sustitución de riesgo se incrementara al au-
\an a obtenerse muchas proposiciones de interés para el economista, y para mentar la provisión cíe dinero. De hecho, es más probable que la tasa
los propósitos del presente libro, la teoría muy simple de estas páginas marginal de sustitución de riesgo disminuya con el aumento de la pro-
indicará suficientemente la forma de los principios implicados, aunque sim- visión de dinero: cuanto más dinero tengamos, más inclinados estaremos
plifique en exceso su contenido.'-* a tener un pequeño atrevimiento y menor será el incremento en el valor
esperado que podría necesitarse para compensar un aumento dado del
1 K -r iia — • U — l) r riesgo.

n-2 K -4- tía — 2oi/ (x


1-2 rn
k n— k -f rui — i(n — 1) . . . I H — A- -r 1) (x— D"

ti O K -f na — iTO-y

Multiplicando cada monto de capital por su probabilidad \, conse-


guimos, después de simplificar las expansiones binumiales así obtenidas,

i> = K' + na - (D
i
EJ ámbito dt> variación,
,A' + na —nay) =• nay (2)
Eliminando na de (1) y ( 2 ) , obtenemos la ecuación de la linea de oportunidad:
Ambilo
(ai Fu;. 57. La demanda del juego.
La linea df oportunidad es, independiente, por lo tanto, del número de casus
ic me jantes que asegure el asegurador.
s Ctr. H. Makuwrr y J. Mur&chak, Económica, N'.S , \ol. 5, agosto 1938,
De manera similar, podríamos derivar "curvas de oferta' para los
pag. 261. corredores de apuestas, que mostrarían cuánto estarían dispuestos a tomar
126 MiCROECONOMIA EXPECTATIVAS, JUEGO Y SEGURO

en apuestas en cada nivel de apuestas desiguales. La tasa de apuestas de empresa pierde el 10 7< de sus bienes totales. Si tuviera un capital neto
mercado es aquella en la cual el volumen de apuestas desiguales ofrecidas de uSs 100.000, y ningún capital tomado en préstamo, podría ocurrir
por los jugadores es igual al volumen que están dispuestos a turnar los -si fuera desafortunada— que su capital total se redujera a u$s 90.000.
corredores de apuestas. No tenemos por qué suponer que hay una divi- Sin embargo, si tomara en préstamo uSs 400.000, de modo que sus bienes
sión tajante entre jugadores y corredores de apuestas, aunque en la prác- (ótales fueran u$s 500.000, y sufriera la pérdida del 10 </< de sus bienes,
tica éste pueda ser a menudo el caso. Para cada individuo, podemos perdería uSs 50.000, lo cual representaría la mitad de su capital neto.
derivar teóricamente una curva de mercado que muestre cuánto estará Si tomara u$s 900.000 en préstamo y perdiera el 10 ('¡ de sus bienes to-
dispuesto a apostar o a aceptar en apuestas, en los distintos niveles de tales que ascienden a u$s 1.000.000, perdería completamente su capital
apuestas desiguales. La determinación de las apuestas desiguales, al apos- neto. Es evidente, por lo tanto, que con una oportunidad de pérdida de
tar en un "mercado competitivo" es exactamente análoga a la determina- una proporción dada de los bienes totales, habrá algún punto en que la
ción del precio en un mercado competitivo. empresa cesará de pedir dinero en préstamo para expandir sus opera-
De manera similar, en el mercado de seguros, como en la fig. 58, ciones, simplemente a causa del incremento del riesgo de pérdida de su
podemos suponer que un incremento de la tasa de prima, permaneciendo propio capital.
Puede ilustrarse tal principio por medio del sencillo método de este
capítulo. El incremento del préstamo hace acrecentar el "ámbito" de
valores posibles del capital neto: también puede aumentar su valor espe-
rado. (Podemos postular, por lo tanto, una línea de oportunidad tal como
MR de la fig. 59; ésta será tocada por una curva de indiferencia en el
punto de equilibrio, más allá del cual el incremento del riesgo, tal como
es medido por el ámbito, excede con creces el aumento del valor espe-
rado. No es difícil mostrar que en este caso la Linea de oportunidad también
es recta, y que su inclinación depende de la oportunidad relativa de pérdida
o ganancia.
O Ámbito
Supongamos que el capital inicial o capital neto de la empresa es A
y que solicita una cantidad B en préstamo, de modo tal que sus bienes
Fie. 58. La demanda de seguro. totales son A -4- B. Supongamos que hay solamente dos posibilidades: una
de pérdida, que reducirá los bienes totales a f A 4- B} y. donde y < 1,
constantes otras expectativas, dará como resultado una mayor inclina- y otra de ganancia, que incrementará el total de bienes hasta la cantidad
ción de la linea de oportunidad a través de posiciones sucesivas tales como (A-f-S}.r. donde x > 1. Supongamos que la probabilidad del evento fa-
/'.U0, PMj y PA/i. El punto de equilibrio sigue una línea PoPiP2, etc., y esto vorable es z, y la del evento desfavorable es. pues, 1 — z. En ese caso,
indica que cuanto más alta sea la tasa de prirnu, menor será el seguro el ámbito de valores posibles del capital neto, r, está dado por:
obtenido. Para cada individuo, entonces, se pueden derivar las curvas de r = (A -f B} (x - y) (1)
oferta y demanda de seguro y, también, la tasa de prima de mercado, puesto ya que el capital neto en el evento favorable es (A-f B)x— B y en el
que la cantidad de seguro demandada es igual a la cantidad ofrecida, la evento desfavorable es (A-\-B)y — B. El valor esperado, v. está dado por:
cual puede derivarse de la suma de las curvas de oferta y demanda del
mercado. v = {(A + B)x -B\z -i- \(A + My - B\(l - *) «
(A + B)\?z + y(l-z)\ B (2)
£1 principio del riesgo creciente Si eliminamos B de estas dos ecuaciones, obtenemos la ecuación de la linea
de oportunidad:
Las herramientas que liemos mencionado en este capítulo son aplicables
;i la exposición del "principio del riesgo creciente' de Kalecki.10 El prin- v = A +
cipio establece que, en tanto una empresa se expanda gracias a la ayuda
de capital prestado, aumenta la posibilidad de perdida de su propio Podemos observar que, cuando r = O, en (1), B es igual a —A. Es decir,
capital. Supongamos, por ejemplo, que hay una oportunidad en que una para evitar todo riesgo, sería necesario prestar el capital entero de la
empresa, suponiendo, por supuesto, que se puede hacer el préstamo sin
10 M. Kaltdd, "The princíplt.' of incrcasing risk" [El principio del riesgo cre-
ckTiteJ, Económica, N.S., vol. IV, noviembre 1ÍJ37, pig. 440.
riesgo. Si damos por sentado que la pérdida y la ganancia posibles son
128 MICROECOXOMIA EXPECTATIVAS, Jl'ECO V SEGURO 129

iguales, la ecuación de la línea de oportunidad se puede simplificar. Así, El punto de intersección de las líneas de oportunidad (31 y (6) se ob-
si escribimos r = l + t e y — 1 - t, la ecuación (3) se convierte en: tiene resolviendo las dos ecuaciones. Este punto es
v = A + r(z (4) = Á\, v = -1 \xz — y(z — t)í
fin estas circunstancias, la oportunidad de ganancia debe ser mayor que Éste es también e! punto en que la cantidad que se ha pedido prestada
la oportunidad de pérdida ( 2 > V > si la linea de oportunidad ha de es igual a cero, y la empresa se conduce solo con su capital propio, como
tener una inclinación positiva; cuanto mayor sea la probabilidad de ga- puede verificarse poniendo ¿i — O en las ecuaciones ( I y (2) ó ( 5 ) ,
nancia, mayor será la inclinación de la línea de oportunidad, y por lo Es decir, el efecto del interés consiste en hacer girar la línea de opor-
tanto, mayor será, probablemente, la cantidad pedida en préstamo. Si tunidad 'sobre el punto Pn. de la fig. 59, que representa la situación de
la probabilidad de ganancia y la de pérdida son iguales (z = J/a), la li- préstamo cero, un aumento en la tusa de interés provoca un mayor acha-
nca de oportunidad será horizontal; el préstamo aumentará meramente tamiento de la línea. Así. si MP,,R es la línea de oportunidad a interés
el riesgo, sin incrementar el valor esperado. En estas circunstancias, como cero, donde OM — A, el capital total de la empresa, entonces A/i/',,K,. es
hemos visto, no se establecerá empresa alguna, a menos que el empre- la línea a una tasa de interés r. donde, si t es el período de la empresa.
sario ame positivamente el riesgo, es decir, salvo que sus curvas de in-
diferencia tengan una inclinación inicial negativa. Si la probabilidad de OM, = . 1 ( 1
pérdida es mayor que la de ganancia, la inclinación de la linea de opor-
tunidad será negativa, por supuesto, y el empresario tendría que ser La empresa se moverá hacia el punto R a interés cero, donde la linea
muy amante del riesgo para comprometer su empresa. Debe observarse de oportunidad toca una curva de indiferencia. L'n crecimiento de la tasa
que el empresario tiene (pie ser amante del riesgo para comprometer de interés, al que corresponda la línea, de oportunidad A/iPJÍ,, hará mo-
su empresa del todo, no simplemente al pedir préstamo. El mero com- ver el punto de equilibrio hacia la izquierda, hacia /i,. Es fácil mostrar
prometerse en la empresa implica algún riesgo, es decir, moverse hacia que esto representa una declinación en el monto de la cantidad pedida
abajo por la linea de oportunidad, y a menos que la inclinación hacia en préstamo y en la posición de la empresa. Tracemos MÜK horizontal-
arriba de la linea de oportunidad contrarreste la falta de inclinación al mente, hasta que corte a /VV(1 en // y a fiS un K". Tracemos OH hasta
riesgo del empresario, o al empresario le guste realmente el riesgo, con- encontrar S/v (generada) en ¿>l(. Entonces, poniendo B ~ O en la ecua-
servará su capital en una forma desprovista de riesgo, y no se aventu-
ción (1), de la pág. 127. vemos que MU — A(.v- y): también, MK -
iará en negocios.
(A + B) (x-¡/); por lo tanto, HK = B(x-y). Pero OM - A, de modo
que, por las propiedades de los triángulos semejauíes. O.V// y/i,,K//: Ktí,, —
Aplicación a Id teoría del interés

Este tipo de análisis también arroja algo de luz sobre el efecto de un


cambín en la tasa de interés sobre la posición de la empresa. En la ex-
posición anterior, supusimos que el interés era cero. Sin embargo, se
puede tener en cuenta, fácilmente, un interés positivo. Supongamos
que la cantidad de interés pagado o recibido por un préstamo B es Bi.
Debe observarse que i no es la tasa anual de interés, a menos que el
periodo del préstamo sea de un año. Entonces, el capital neto será
(A + B)x-B( 1 + i ) , en el caso del evento favorable, y ( A + B ) í / -
#(! + ' ) , en el caso del evento desfavorable. Es evidente que el ámbito
no resulta afectado por la introducción del interés, pues el pago del interés
¡íi debe deducirse de ambos extremos del ámbito. El valor esperado, sin
embargo, se trasfnrma en:
r = (A + B ) l ( z — y ) * + yt (5)
y la ecuación de la línea de oportunidad es
?/ — I —
(6)
Fie. ."9. l'-t priiuipiu del rirs;'n
130 MlCROECONOMlA EXPECTATIVAS, JL'EGO Y SEGURO 131

H, la cantidad pedida en préstamo. Con una tasa más alta de interés, nes en las cuales se presia son diferentes de las condiciones en las cuales
una construcción similar muestra que KI&I es la cantidad que se ha se pide prestado. Por ejemplo, un banco puede pedir prestado, por lü
pedido prestada. A tasas de interés más altas aún, se prestará capital. general, a una tasa de interés más baja que la impuesta a sus présíai.iux
Así, se podría construir, a partir de la fig. 59, una curva de cierta y de- mientras que una empresa manufacturera o un individuo encontraran,
manda para préstamos, que mostrara cuánto prestará o pedirá prestado a menudo, que la tasa de interés para lo que puede pedir prestado es
<•! individuo a cada tasa de interés. Si ahura las curvas de indiferencia más alta que la tasa a la cual puede prestar. En ambos casos, hay uu
son verticalmeute paralelas, un aumento de la tasa de interés deberá "retorcimiento" en la línea de oportunidad en el punto f\,, que indica
mover el punto de equilibrio más hacia la izquierda, por ejemplo, desde la situación en la cual ni se pide prestado, ni se presta.
/í hasta fií y por lo tanto, deberá hacer bajar las cantidades pedidas en Esta situación se ilustra en las figs. 60 y 61. En la fig. 6''.Jf la empresa
préstamo o hacer subir las cantidades que se presten. Es posible una curva puede prestar solo a una tasa más baja que aquella correspondiente a
de demanda de prestamos con inclinación hacia atrás, y con más cantidad cuanto pide prestado. En estas circunstancias, existe la posibilidad de un
tic dinero pedido cu préstamo a lasas alias que a tasas bajas, si la tasa equilibrio bastante estable en el punto Pt¡: la empresa empleara su propio
marginal de .sustitución (la inclinación, de las curvas de indiferencia) au- capital pero se mostrará adversa a prestar o a pedir prestado. En las
menta cuando sube el valor esperado, y se mantiene constante el riesgo. circunstancias inversas de la fig. 61, en las cuales la empresa puede pedir
Esto, sin embargo, es muy improbable, pues implicaría que la aversión prestado a una tasa más baja que la tasa a la que puede prestir, el punto
n\o se incrementaría también con el aumento de riqueza. PO representaría más bien un mínimum de utilidad que mía posición de
Suponiendo que se trata de un mercado perlecto, podríamos obtener utilidad máxima, incluso si la curva de indiferencia locara ese punto. En
este caso, la empresa no estara satisfecha de trabajar con su propio capi-
una curva de oferta y demanda de mercado mediante la suma de todas tal: prestará o pedirá prestado, según su preferencia por el riesgo. Si
las curvas de oferta y demanda individuales de préstamos, y podríamos detesta el riesgo —como, por eji-mplo, es probable que lo deteste un
derivar de ella la tasa de interés de mercado en el punto en que la can- banquero— tendrá cunas de indiferencia muy empinadas, y se moverá
tidad de préstamos demandados iguale a la cantidad ofrecida. L'is su- en derechura hacia el punto Ai. Si es más afecta al riesgo, puede pedir
puestos de tal análisis, sin embargo, están muy alejados de la realidad: prestado. La figura muestra una posibilidad interesante en que una
el mercado de préstamos es extremadamente imperfecto y, en conse- curva de indiferencia toca ambas ramas de la línea de oportunidad, en
cuencia, el análisis del riesgo que brindamos aquí es bastante tosco. No PI' y P¡. Esta es una solución múltiple: a la empresa le será igualmente
obstante, arroja algo de luz sobre los fenómenos del mundo real. S&tísfactorío ser prestamista que prestatario, ¡supuesto que se preste o se
pida prestado en una escala suficientemente grande! Esta situación, sin
Imperfección del mercado de préstamos embargo, no es muy probable; prácticamente, las únicas empresas que
tienen este privilegio son los bancos y los banqueros, típicos enemigos
La imperfección del mercado de préstamos que enfrenta la empresa del riesgo, de modo que es probable que permanezcan en la posición
individual se reflejará en discontinuidades o curvaturas de la linea de de prestamistas. La teoría de un banco, sin embargo, es más compleja
oportunidad. Así podemos encontrar, frecuentemente, que las condicio- que cuanto pueda estudiarse mediante las herramientas de este capitulo.
Un mercado imperfecto de préstamos puede usar la forma de so-
meter u la empresa, con tasas de interés más altas a medida que aumenta

0
ti2. Mi-naJo de 63. Racionamiento de capital
I'»;. 00. Iinperici LÍ<'»n di-1 mercado di- <¿. 61. Imperfección cit-1 mercado de imperfecto.
préstamos. préstamos.
132 MICHOKf O N O M I A
ji'tr.o v SKOUKÜ 1JJ
la cantidad pedida en préstamo. Esto provocaría una curvatura hacia atrás
biliilad de sus bienes y programa. Ésta es una magnitud que no se presta
de la línea de oportunidad P{>P-., como en la fig. 62. Si ello conduce a
particularmente bien a una euantificación exacta y, por lo tanto, no es
algún resultado, éste es probablemente el de llevar a disminuciones en
muy tratable mediante el análisis matemático; no obstante, es, sin duda,
la cantidad que pide en préstamo la empresa y a menores magnitudes
una propiedad importante de una estructura de bienes, ílay ciertos bie-
de ésta. Un caso extremo, de gran importancia práctica, es el del racio-
nes., por ejemplo, maquinarias o edificios especializados, que solo pueden
namiento del capital, en que la cantidad que la empresa puede pedir
usarse en cierta forma para la producción de mercaderías específicas.
en préstamo está limitada por la falta de disposición del prestatario a ir
Hay otros bienes que pueden utilizarse de muchas maneras, particular-
más allá de cierto monto, independientemente del ofrecimiento que se
mente, por supuesto, el dinero, pero también ciertos edificios que se pue-
le haga. Ea términos de nuestra línea de oportunidad, esto significa que
den emplear para muchos propósitos, y materias primas que pueden ser
para cantidades superiores a la suma racionada, la tasa de interés es in-
trasiormadas en varios tipos diferentes de artículos, etc. Es tan imposible
finita y la línea de oportunidad se dirige verticalmente hacia abajo. En
cuantificaí este carácter de especificidad o flexibilidad como cuantificaí
términos de la fig. 63, si P, representa la posición extrema que permitirá
el carácter de liquidez relacionado con esto; en realidad, la flexibilidad
alcanzar a la empresa la cantidad racionada de dinero pedido en prés-
es a la producción lo que la liquidez al intercambio. Sin embargo, hay
tamo, la línea cíe oportunidad es PuPiQi- Resulta claro aquí que, proba-
posibilidad de definir preferencias de bienes, ya sea mediante un sistema
blemente, el punto P, es una posición de equilibrio bastante estable.
¡ir rurvüs de indiferencia o gracias a razones de preferencia, como hemos
Como ocurre en el racionamiento de mercadería-,, un cambio del "precio"
visto, y medir toscamente la flexibilidad de una empresa por la propor-
-en este caso, la tasa de interés— supuesto que el racionamiento se man-
i ' i n i i de los bienes totales que se eucnentran en una forma flexible, de l;i
tiene efectivo en el sentido de que se compraría más {o se pediría más
misma numera en que podemos medir toscamente la liquidez por l;i razón
en préstamo), si no hubiera racionamiento alguno al precio existente (o
de liquidez.
tasa de interés), no aíectará la cantidad tomada (en préstamo). Así, en
la tig. 63, un aumento eu la tasa de interés cambiará la línea de oportu- Un incremenln do la incertidumbre pro\, probablemente, un
nidad desde P0P, hasta Pl(fY, y el valor esperado declinará a medida aumento tanto en la preferencia por la liquido/ como en la preferencia
que se pague más interés, pero el ámbito no variará, ni tampoco la can- ¡>or la Flexibilidad y un desplazamiento de la empresa hacia un balance
tidad pedida en préstamo.11 De esto no se sigue, por supuesto, que un más líquido y más flexible, ira-luso a cosía de un sacrilicio en los beneficios
cambio en la tasa de interés no tenga absolutamente ningún efecto en esperados. Este hecho puede ser d<. gran importancia en la interpretación
condiciones di' racionamiento de capital. Un aumento suficiente de la <lr , ( conducta dinámica y especialmente, cíclica, de las empresas. Cual-
tasa cíe interés puede, por supuesto, hacer ineficaz el racionamiento, y quier aumento general de la incertidumbre, por ejemplo, un cambio en el
reducir las cantidades pedidas en préstamo por debajo de la cantidad clima de las opiniones financieras, tal como el que caracteriza a un punto
racionada; en la fig. 63, sí la línea P,tP, es cortada por una curva de in- decisivo de un auge económico, es probable que dé como resultado ui.a
diferencia en P,', cualquier aumento adicional de la tasa de interés re- t i i rimaeión de la preferencia por productos terminados y por el capital
ducirá, probablemente, las cantidades tomadas en préstamo, por debajo especializado, y un aumento de la predilección por las materias primas
de la cantidad racionada. Incluso si el racionamiento es todavía efectivo; \l dinero.
sin embargo, un alza o una caída de la tasa de interés puede afectar n la
vex la composición de los bienes de una empresa y su tasa de crecimientu, Riesgo versus incertidumbre
por cuanto permite una caída o un alza de los beneficios de dicha empresa.
Quizá convenga agregar una palabra con respecto u la famosa distin-
ción de Knight entre ''riesgo" e "incertidumbre". 1 - El riesgo se puede ase-
La flexibilidad de los bienes
gurar; la incertidumbre, no. Esto equivale a decir que el riesgo puede
Otra influencia importante del riesgo y la incertidumbre sobre la expresarse en términos de una probabilidad dada: en la incertidumbre,
estructura y el tamaño de la empresa es la que se opera sobre la flexi- 110 solo está en duda el valor de nuestros bienes, sino que ni siquiera po-
demos establecer la probabilidad de los distintos valores posibles. Esta
11 De la fi-u.it ion ( 1 ) , pág. 127, se desprende (jne: distinción surge a causa de que algunos eventos, aunque inciertos en si
mismos, son miembros de una gran familia o universo de eventos parecidos.
A Una probabilidad es simplemente la proporción de veces en que un evento
x— y
dad») acaece en un gran universo de casos. Lo que hace posible el seguro
Ks decir, b cantidad pedida en préstamo únicamente es una función del ám-
bito, y no (ii'l valor esperado: lus lineas de préstamos iguales, en estas figuras, i* F. H. Kmi;ht, Huk, i1 nccrtmnti/ aml Pm/ií (Riesgo, ¡ncertidumbre y beae-
líneas rectas verticales.
Üí-iDj, .New Yurk, 1921, páií. -16.
13-1 MICROECONOMIA

es la existencia de un universo de casos parecidos; así, de la compilación


de datos sobre la edad de fallecimiento de gran número de personas, po-
demos derivar tablas de vida que nos dan la probabilidad de muerte de
cualquier individuo singular. Se pueden derivar probabilidades similares 8
para cosas tales como incendios, accidentes de automóviles, desfalcos, y
tiempo. Hay otros eventos, sin embargo, que también son inciertos, pero
no son miembros de grupos grandes de eventos parecidos y, para los cuales,
por lo tanto, no se pueden derivar tablas de probabilidad o de frecuencia
t u universos. Según la consideración de Knight, los beneficios de una
La teoría del consumo
empresa son eventos de este tipo, y esto les da su carácter peculiar.
En algunos casos, incuestionablemente, el hecho de que no puedan El consumo es el motor principal de la producción, y es evidente
asegurarse los beneficios se deriva de la causa mencionada más arriba, que cualquier explicación adecuada del sistema económico debe contener
por ejemplo, en empresas altamente especializadas o recientes, en las alguna teoría del consumo. La teoría de la familia y de la empresa, y en
cuales no hay suficiente experiencia acerca de otras empresas de carácter realidad, la estructura total de la economía, se ha debilitado como con-
similar que justifiquen la construcción de tablas, de probabilidad. Hay secuencia de una omisión general respecto de la apreciación de la na-
otros casos, sin embargo, en los que figura un gran número de individuos; turaleza del consumo. Por esta razón, la actual teoría de la familia es en
la probabilidad de bancarrota de tiendas minoristas de distintos tipos, especial ¡«satisfactoria. Sin embargo, no es nada fácil formular un sus-
por ejemplo, podría ser calculada con alto grado de éxito. Uno sospecha tituto valioso. La teoría del consumo resulta, pues, en forma bastante
tau 1 en tales industrias hay otro elemento que impide la aplicación del sorprendente, una de las partes más difíciles de la economía, en la cual
seguro a los benelieios. El seguro es posible solo si el hecho del seguro parece particularmente arduo formular principios racionales y establecer
no afecta demasiado las apreciaciones de la probabilidad de la cosa proposiciones a partir de ellos.
asegurada. El seguro de vida puede promover suicidios y el seguro contra
incendio, incendios premeditados, pero afortunadamente, estos efectos
son demasiado pequeños como para tomarlos en cuenta. Parece haber una El principio de la minimización del consumo
Lunexión tan estrecha, sin embargo, entre la esperanza cíe beneficios, más
aún quizás, el temor a las pérdidas, y la actividad del empresario, que Debemos distinguir con claridad, en primer lugar, entre el consumo
asegurar los beneficios disminuiría, probablemente, la actividad empre- y la utilización o "disfrute" del capital. En su sentido literal, consumo
sarial y haría mucho más probables las pérdidas. En tal caso, la prima significa destrucción. Si preguntamos destrucción de qué, la respuesta
¡leí seguro debería ser tan alta que no valdría ía pena pagarla. será: destrucción de capital, es decir, de bienes reales. Cuando comemos
Hay alguna posibilidad de medir la ¡ncertidumbre en térnlinos de la alimento, quemamos combustible y usamos ropas, nos quedamos con una
"probabilidad de las probabilidades" de los eventos. Tales refinamientos, provisión de estas cosas, más pequeña que la que teníamos antes del
sin embargo, no parecen conducir a proposiciones útiles, por lo menos consumo. Los economistas han escrito, frecuentemente, como si el con-
en este estadio del conocimiento, y descansan sobre fundamentos filosó- sumo fuera el desiderátum, el resultado final de toda actividad económica.
ficos y empíricos tan dudosos que podemos muy bien dejarlos con una Sin embargo, no es éste el caso. Es cierto que hay algunos artículos que
simple mención. Es mejor evitar un refinamiento demasiado grande en al utilizarlos, de hecho se consumen, como por ejemplo la comida o e!
una teoría que no tiene, incluso, ningún valor en la interpretación de con- combustible. Sin embargo, éste es un ¿iccidcnte técnico, pues en la ma-
juntos de conducta.13 yoría de los artículos el consumo es meramente incidental con respecto
a su uso y, lejos de convertirse en un desiderátum, se lo evita lo más
posible. Deseamos vivir en casas, y derivamos satisfacciones de su existen-
cia y no de su desgaste o depreciación. Si nuestras casas no se depreciaran,
si los tejados no gotearan nunca, si la pintura no se cuarteara jamás, ni
las vigas cedieran, ni se pudriera el piso, tendríamos mucho menos con-
sumo de casas, pero, evidentemente, estaríamos mucho mejor alojados.
En forma similar, queremos usar ropas, antes que gastarlas, usar muebles
13 Este capítulo fue escrito antes de que llegara a mi la fibra de G L. S. ShaL- más bien que gastarlos, y así, con respecto a toda la lista de artículos.
U<- Economice of fwctatioii* [Economía de las expectativas]. Puede observar- Si dispusiéramos de tramas inmunes al deterioro, de loza irrompible y de
<„,«. t.| ,uiHt.-i>tu (I* "foco de sucesos", desarrollado alh, se adapta admirablemente muebles indestructibles, tendríamos, nuevamente, menos consumo, pero
,1 uso del "¿mhitu dr valuitV' como una medida de la Incertidumbre. seríamos todos más ricos gracias a este hecho.
l.'ífi MICIIOKOON'OMÍA
TEORÍA DLL CONSUMO 137

El principio di- que la economía en el consumo es siempre deseable por supuesto, que el bien cuya longitud de vida sea la mas larga, será
sr aplica también a los bienes que se utilizan una sola vez, como el com- siempre preferido. La tasa de depreciación o consumo de un bien es un
imstible o el alimento, que al usarlos se consumen. No deseamos consu- producto de dos factores: el valor del bien mismo y la tasa proporcional
mir combustible excepto como medio para obtener calor, luz o fuerza: de declinación del valor. Solo esta última magnitud está relacionada con
cuanto más de estas cosas podamos obtener de una unidad de combusti- la longitud de vida del bien. Así, supongamos que tenemos un bien —por
ble, mejor estaremos, y no poco del avance técnico de los últimos cien ejemplo una cama— con un valor de uíís 200 y que se deprecia a una tasa
años ha consistido en la economía de combustible. Quemamos carbón eu del 5'/* de su valor por año: su tasa de consumo de valor es de u5s 10
la hornalla de una casa solo porque la temperatura de la casa es un por año. Podríamos tener otra cama tan buena como la primera para
bien que se deprecia en invierno, y lia de ser remplazado con el consumo dormir o en cuanto a su aspecto, valuada en u$s 100 y que se depreciara
dt: combustible. Puede parecer que el principio de la miuimizaeión del a una tasa del 10 'v por año: ésta, a pesar de su menor durabilidad.
consumo lleva a dificultades en el caso del alimento. Podemos imaginar- tendría una capacidad para ser consumida, igual a la de la cama mas
costosa y durable, por su bajo precio.
nos casas, muebles, ropas y automóviles indesgastables: podríamos ima-
ginarnos incluso un combustible inmune al consumo. En realidad, para
todos lus propósitos prácticos, la tuerza hidráulica es de este tipo. Quizás Modificaciones del consumo mínimo
es ir demasiado lejos con la imaginación, concebir im biie inconsumible.
Incluso en el caso del alimento, no obstante, tiene significado el principio En este punto, puede hacerse necesaria cierta modificación del prin-
i!f la minimización del consumo. Solo las dificultades técnicas para econo- cipio del consumo mínimo. Entre dos bienes, que satisfacen la misma
mizar el consumo, en este caso, hacen difícil la concepción de tal proceso. necesidad y tienen tasas iguales de consumo, podemos preferir el bien
Sin embargo, evidentemente, un invento gracias al cual se nos permitiera más valioso y más durable a cansa de ciertos valores de prestigio. Sin
satisfacer nuestra hambre y proporcionar combustible y sostén a nuestro
cuerpo, con el menor consumo de alimento, nos dejaría mejor librados que
antes. En realidad, actualmente, se han dado pequeños cambios en esta
dirección: con el desarrollo de la ciencia de la nutrición y de las dietas
balanceadas que ésta propugna, es posible conservar la salud aunque se
ingiera una cantidad de alimentos considerablemente menor que la que
lormaba parte de las dietas no balanceadas de una generación anterior.
Puede objetarse que, a veces, la satisfacción se deriva, realmente, del
acto misino del consumo y no puede disociarse de éste. El alimento a base
de pildoras, de la ciencia ficción popular, no es ningún sustituto adecuado
tic los bifes y las papas fritas, aun cuando pudieran satisfacer tan bien
como éstos todas las necesidades corporales. Aun aquí, no obstante, la
vasija de aceite de la afortunada viuda 1 representaría un mejoramiento
técnico sustancial. El principio de la minimización del consumo no queda Tasa de consumo Tasa de consumo
invalidado simplemente porque haya casos en los cuales el consumo no
•ie pueda reducir sin que merme la satisfacción. Uno no puede evitar el FIG. 61. Et principio de! eunsi.it no Fin. 63. Kl prin*. ipiu del uun-unio
pensamiento de que la satisfacción por el consumo mismo se acerca a lo mínimo. mínimo.
sádico y a lo morboso. El sádico, el piroaianíaco y el glotón se asemejan
ni que obtienen satisfacción por la destrucción o desintegración de aque- embargo, podemos tomar en cuenta fácilmente esta modificación por me-
llas disposiciones ordenadas de materia que constituyen el capital y que dio del análisis usual por curvas de indiferencia. Así. en las figs. 64 y 65,
•ion el resultado de la actividad productiva. Tales satisfacciones, sin em- hemos trazado curvas de indiferencia i lincas punteadas) sobre un campo,
bargo, difícilmente puedan considerarse sanas, que muestran combinaciones de valor y tasas de consumo para distintos
El principio de la minimización del consumo puede enunciarse como bienes que satisfacen una determinada necesidad. En la fig. 64 suponemos
sigue: de los distintos tipos de bienes que cumplen con una necesidad que el valor del bien mismo no tiene efecto sobre las preferencias: las
dada, preteriremos aquel que es consumido (o depreciado) a la tasa más curvas de indiferencia son líneas rectas verticales, y la superficie de la
baja en términos de la unidad de valor. Esto no significa necesariamente, cual son contornos aumenta hacia el eje de los valores, lo cual indica que
un bien con una lasa de consumo menor se prefiere a otro que tenga
I I -1.
138 MICROECONOMIA TEORÍA DEL CONSUMO 139

una tasa mayor. En la fig. 65 suponemos que hay cierta preferencia de valor alto tendrán una pequeña desventaja, por el interés cargado. El punto
valor: las curvas de indiferencia tienen una inclinación positiva, y esto de equilibrio se encontrará un poco por debajo del punto de "cnnsumibi-
señala que el individuo está dispuesto a sufrir cierto incremento en la lidad" mínima: cnanto más alta sea la tasa de interés, mas pronunciada
capacidad de sus bienes para ser consumidos, con el fin de obtener un será la inclinación de las curvas de indiferencia y mayor la divergencia
bien con un valor mayor. Así, moviéndonos en la dirección vertical, cor- con respecto al punto de "consumibilidad" mínima. En mercados imper-
tamos sucesivamente curvas de indiferencia superiores, lo cual indica que fectos de capital o en condiciones de racionamiento di- capital, la curva-
cutre dos bienes con igual capacidad para sor consumidos, el individuo tura de las curvas de indiferencia será más pronunciada y la divergencia
preferirá el de mayor valor. del punto de "consumibilidad" mínima será tanto mayor. El principio de
Es probable que en este caso, la linea de oportunidad tenga la forma ''consumibilidad" mínima es. por supuesto, perfectamente general, y se
de la línea llena APA' de las figuras. Los bienes con valores muy altos aplica a todos los organismos, a empresas tanto como a familias. Si hay
y los bienes con valores muy bajos se asemejan en que pueden tener una una cierta cantidad de máquinas diferentes, por ejemplo, capaces de brin-
alta capacidad de consumo, los primeros porque el alto valor del bien dar el mismo servicio, la máquina seleccionada será aquella que tenga la
costoso compensa con creces cualquier aumento de su durabilidad y los menor tasa anual de depreciación, y esto estará sujeto a las modificaciones
segundos, porque la poca durabilidad del bien barato compensa con ex- mencionadas con anterioridad.
ceso su bajo valor. Habrá algún punto tal como P de la fig. 64, en que la
capacidad de consumo del bien sea mínima. Cada punto de esta linea
Producción, consumo, gastos e ingresos
de oportunidad representa un tipo o cualidad diferente de una clase ge-
neral de bienes; así, si los bienes son automóviles, el punto A podría
El paso siguiente en la teoría del organismo económico singular, con-
representar un automóvil de alto precio y muy durable, el punto P uno
siste en esquematizar las relaciones entre la producción, el consumo, los
de precio medio y menos durable y el punto A' uno de precio bajo y no
gastos y los ingresos. Estas relaciones son completamente generales y se
durable (quizá, de segunda mano.) Es más probable, por supuesto, que
aplican tanto a empresas como a familias. Ya hemos definido el concepto
la línea de oportunidad consista, más bien, en una serie de puntos dis-
de consumo como la destrucción de capital. Podemos distinguir, si así lo
continuos que en una curva continua, pero no caeremos en ningún error
deseamos, entre el consumo planeado, como por ejemplo el ingerir alimen-
serio si suponemos una variación continua del valor y del consumo. En
tos, usar zapatos y gastar combustibles, y el consumo accidental, como el
el caso de la fig. 64, el punto de capacidad de consumo mínimo es el
incendio de una casa, la rotura de un auto y el rasgado de ropas. Puede
punto preferido. En la fig. 65. sin embargo. H punto preferido es P, que
dudarse, sin embargo, acerca de si esta distinción tiene gran importancia,
está en un valor más alto y tiene mayor capacidad de consumo que el
especialmente en gran escala. I'na vez que hemos admitido que la satis-
punto de capacidad de consumo mínimo, lo cual se debe a la inclinación
facción reside no ya en el consumo sino en la utilización del capital, el
positiva de las curvas de indiferencia. Es probable que la fig. 65 sea
intento por distinguir entre el consumo planeado y el accidental, se vuelve
característica del rico, que prefiere bienes de valor más alto incluso al
menos necesario. El consumo total es indeseable, con excepción de los ca-
costo de una mayor capacidad para ser consumidos. También es posible
sos morbosos observados anteriormente. Que una casa arda, se derrumbe
una situación inversa (no mostrada en las figuras'i en la cual las curvas
o se gaste, meramente, constituyen todas ellas, formas de consumo del
de indiferencia limen inclinación negativa; esto indica que el individuo
mismo modo incidentales con respecto a su uso.
está dispuesto a pagar cierto precio en términos de capacidad para ser
Concebimos originalmente el concepto de consumo como un concepto
consumido, con el fin de obtener un bien de valor más bajo. Ésta podría
físico, es decir, como una lista de tantas hogazas de pan, tantos juegos de
ser muy bien la situación del pobre, cuya conducta económica está do-
ropa, etc., consumidos en un período de tiempo dado. Como tal, por su-
minada por la inadecuación (o incluso, magnitud negativa) de su capital
neto y que ha de sacrificar, por lo tanto, la economía del consumo, para puesto, es heterogéneo y no expresable por medio de una suma; para sumar
economizar bienes. consumo debemos reducir sus distintos ítem heterogéneos a un numerario
Dicho fenómeno está asociado, evidentemente, con la posición total común, por medio de la evaluación de cada ítem a un cierto precio, tal
del individuo como prestatario y como prestamista, y en particular con el como en el caso de la suma de capital. El valor agregado del consumo
elemento del racionamiento de capital. Si un individuo puede pedir pres- puede ser llamado egreso, ya que, como liemos visto, es estrictamente
tado o prestar libremente en un mercado perfecto de préstamos, la única análogo al de la renta.
limitación de su habilidad para minimizar la "consuimbilidad" será el pago Tenemos un concepto correspondiente al de consumo, por supuesto,
de interés. A causa de esto podemos esperar que en ausencia de cualquier el concepto de produción, que es la creación de bienes reales. La produc-
preferencia positiva por valores altos o bajos, las curvas de indiferencia, ción, como el consumo, es un agregado de ítem heterogéneos; cuando éstos
de la figura f¡4 tendrán una pequeña inclinación negativa; los bienes de U --valúan a un precio, el valor agregado es la renta monetaria. Los con-


-11U MICROECONOMIA TEORÍA DEL CONSUMO 141

ceptos de renta y egreso, que son esencialmente valores agregados de adi- de lado, aunque con cierto riesgo, por quienes emprendan el estudio de
ciones y sustracciones de la provisión total de bienes, deben distinguirse la dinámica de la demanda.
cini claridad de los conceptos de gastos e ingresos. Los ingresos consisten
en las adiciones a lu.s bienes líquidos o dinero. Los gastos consisten en las
sustracciones de los bienes líquidos o dinero, Pero sería una exageración El concepto de ahorro
muy severa decir que la falta de una buena distinción entre ingresos y
icnta, por un lado, y gastos y consumo, por el otro, ha sido el origen de La renta menos el egreso es el agregado al total de bienes, que puede
la mayor parte de la conlusión suscitada en la economía, y especialmente, ser llamado con propiedad "ahorro". En este concepto hay cierta ambigüe-
t u la macroeconomía, de la generación pasada. La confusión ha surgido dad, que surge de una dificultad similar de los conceptos sobre renta y
a causa de que, con frecuencia, lian sido incluidos en !a misnuí transacción egreso. En términos físicos, no hay ninguna ambigüedad. Si un hombre
la renta y los ingresos, por un lado, y el egreso y los gastos, por el otro. produce, por ejemplo, 100 libras de patatas y consume 90. está claro que
Asi. el pago de salarios parece ser. a la vez, renta e ingresos. Sin embargo, ha agregado 1U libras A su provisión, si incluimos en el consumo no solo
ambas cosas deben separarse, en principio. Un pago de salario no es renta. lo que se come sino también lo que se desperdicia. En forma similar, si
Representa, simplemente, un intercambio de una forma de bien —una evaluamos siempre los ítem heterogéneos de la producción y el consumo
obligación salarial sobre el empleador— por otro tipo de bien, dinero, o a precios constantes, no hay ambigüedad alguna: si produzco un valor
quizás, depósitos en bancos, que son una obligación sobre un banco. La de uSs 1(1.000 de bienes y consumo un valor de uSs 9.000, entonces,
renta se devenga a medida que la venta diaria de trabajo crea la obliga- evidentemente, he "ahorrado", o sea. agregado a mi provisión, un valor
ción salarial sobre el empleador. Incluso, si no se pagaran salarios du- de u$s 1.000. La ambigüedad surge cuando cambian, durante el período
rante el día en que un hombre trabaja, éste devengaría aún su renta, ya contable, los precios a los cuales se evalúan las provisiones, y los agre-
que aumentarían sus bienes totales por la cantidad de la obligación sa- gados que se hacen a ellas o las sustracciones. Supongamos, por ejem-
larial sobre el empleador. De manera similar, un granjero devenga su plo, a modo de ilustración, que- hay un artículo solamente, trigo, y que
renta a medida cine crece el valor de su cosecha; el momento de la venta, el individuo comienza con 500 búshels, produce 1.000 búshels, y consume
en el que obtiene ingresos, es meramente un intercambio de una forma 900, agregando 100 búshels a su provisión, que alcanza entonces a 600
de bien, la cosecha, por otra forma de bien, el dinero. búshels. SÍ el precio del trigo es de uSs 2 por búshel, su renta es de
uSs 2.000. su egreso es de uSs 1.800 y el individuo añade uSs 200 al valor
Con respecto a las "salidas", la distinción entre gasto y egreso es to-
davía más clara. Cuando se compra un bien durable, es evidente que no de su provisión, que aumenta desde u$s 1.000 hasta uSs 1.200; aquí no
está implicado ningún consumo; todo lo que ocurre es una trasferencia hay ambigüedad alguna. Supongamos ahora, sin embargo, que el precio
del trigo se eleva, durante el último día del período contable, hasta un
de bienes o intercambio, en la cual disminuye el dinero y aumentan los
valor de uSs o por búshel. Al comienzo del período, el individuo posee
bienes en el balance del comprador. El consumo aparece más tarde, cuan-
500 búshels, evaluados a u$s 2 por búshel. o sea. un capital de uSs 1.000.
do el bien se deprecia o es destruido. La distinción vale incluso en el caso
Al final del período tiene 600 búshels. a ii$s 3 por búshel, o sea u$s 1.800.
de los bienes no durables: la compra de un helado no es lo mismo que
El valor de sus bienes se ha incrementado no en uSs 200, sino en uSs 800,
su consumo. En el caso de los servicios, el gasto y el consumo pueden ser
simultáneos. Cuando se toma en cuenta el capital psíquico, sin embargo, aunque el valor de su producción continúa siendo igual a uSs 2.000 y el
si puede dudar acerca de si hay en realidad bienes no durables. Aun de su consumo, a uSs 1.800. Puede considerarse que este "ahorro" de uSs SOO
consiste en dos parles: el valor de los bienes agregados a su provisión,
Lis cosas tituladas iiabitnalmente como servicios, como por ejemplo las
es decir, el valor de su ahorro real a! antiguo precio, que es de uSs 200,
películas, producen de hecho, capital psíquico con una tasa limitada de
depreciación. Vamos al cine para producir justamente el estado mental como antes, mas el incremento del \alor de sus bienes a causa de un
cambio en su precio, qm- es de uSs (100, habiéndose acrecentado el valoi
di- haber ido al cinc. Este estado mental es el artículo que compramos al
pecio de la entrada; es un artículo que se deprecia como cualquier de cada uno de sus 600 búshels en u$s 1, durante el último día del pe-
n|]M. En el caso de algunos individuos, la depreciación es rápida, de modo riodo. En este caso, por lo tanto, en vez de escribir simplemente
que debe ser remplazada en una semana o menos; para otros individuos. Valor del ahorro [ S)
la tasa de depreciación es más baja, de modo que no necesitan ir a ver — 'Valor de la producción (P) —Valor del consumo (C) (1)
otra película durante un mes o aun durante varios meses. Cosa extraña,
el estado mental que provoca el haber visto una mala película puede tendremos que escribir:
depreciarse a una tasa más baja que el estado de haber ido a ver una Valor del ahorro, o Incremento del capital neto (S)
buena película. Existen problemas interesantes relacionados con la in- -Valor de la producción (P) 4- Incremento del valor de los
lluencia de la decepción y el estimulo del apetito, que deben ser dejados bienes por cambios de piecto (P') —Valor del consumo (C) (2)
1-12 MICROECONOMIA IEOR1A DEL CONSUMO 143

Si deseamos, ahora, definir la renta (fí) como P', la ecuación antes— es U fórmula standard de la empresa según el contador. Todo esto
puede escribirse nuevamente, en la forma simple: supone, sin embargo, que el poder adquisitivo del dinero es aproximada-
(3) mente constante y que, mientras otros valores de bienes fluctúan unos con
respecto a otros, el "valor monetario" general se mantiene, y es, con poca
Para muchos propósitos, sin embargo, es importante distinguir entre la diferencia, el misino valor. Este supuesto queda destruido en épocas de
parte de la renta que representa el agregado bruto a los bienes físicos, inflación o deflación general, y en ese caso no hay una certeza mayor con
y aquella parte que se genera por la revaluación de los bienes físicos, respecto .al poder adquisitivo del dinero, que la que existe respecto de
pues estas partes no poseen la misma significación. Es tentador considerar cualquier otro bien. Por lo tanto, no hay ninguna razón particular para
solo a P como renta "verdadera" y a P' como renta espuria, en algún sen- suponer que, en ausencia de estabilidad en el valor del dinero, los
tido, una renta que es. arrojada, por decirlo así, por nuestras convencio- valores monetarios son una medida segura de la renta o de los beneficios.
nes contables. De hecho, se han realizado ciertos intentos para revisar Podría muy bien ocurrir que el "grano" o el trabajo, como sugirió Adam
las convenciones contables a fin de minimizar P'; el método LIFO de in- Sinith, o algún otro índice más sofisticado de un grupo de mercancías,
ventario contable, por el cual se valúa, en efecto, el inventario, aproxi- fueran una "medida de valor" mejor que el dinero. Así, es peligroso con-
madamente en un mismo nivel de precios al principio como al final, del servar dinero en una época de inflación; incluso, el más dudoso de los
periodo contable, es un ejemplo de este tipo. También en la valoración bienes reales puede ser preferible.
cliM equipamiento fijo y la planta industrial, los contables se han mostrado
muy renuentes para tener en cuenta los cambios de los niveles de precio
y han tendido a realizar la evaluación en algún nivel de precios standard Atesoramiento y ahorro
bastante constante. Hay algo de supersimplificación sin embargo, en con-
siderar espuria a cada renta obtenida por el aumento de los precios de Podemos llamar "atesoramiento" ai incremento neto de los bienes li-
bienes existentes (y, por supuesto, a cada renta negativa que provenga quidos de un individuo (dinero), para distinguir esta magnitud del "aho-
de una caída del precio)- El hombre que posee bienes reales cuyos pre- rro", que ya hemos definido como el incremento de los bienes totales.
cios aumentan en un período inflacionario está, evidentemente, en mejor Como los ingresos representan un aumento de la provisión de dinero y
situación que aquel que posee dinero u obligaciones contractuales (deu- los gastos representan un decrecimiento, podemos escribir:
das e hipotecas) fijados en términos monetarios. Hay un cambio real en Atesoramiento ( A } — Ingresos (í) -Gastos (G) (4)
la distribución de la riqueza, como consecuencia de cualquier devaluación
En ningún sentido el atesoramiento es igual al ahorro: es muy posi-
de diferentes clases de bienes, y no parecería irrazonable decir que quie-
ble que ambas magnitudes tengan incluso signos diferentes. Así, es pro-
nes se han beneficiado con tal redistribución han recibido rentas a ex-
bable que un individuo que compra una casa, encuentre que en ese año
pensas de aquellos nue sufrieron a causa de ella. La ley de impuesto a
ha ahorrado, pero su atesoramiento ha sido negativo; sus bienes totales
la renta, en los Estados Unidos, reconoce que estas "ganancias de capital"
han aumentado, si bien disminuyeron sus bienes líquidos. De modo si-
son rentas de algún tipo, aunque peculiar, y les impone contribuciones
milar, un individuo que vende una propiedad en un año, puede hallar
pero a una tasa distinta de la que corresponde a la renta ordinaria, aun-
que en ese año su ahorro ha sido negativo, pues su egreso ha excedido
que, por supuesto, rio cada renta de este tipo se presenta como ganancias
a la renta; no obstante, muv bien puede haber atesorado, es decir, haber
de capital. Las ganancias de capital no realizadas no están sujetas a im- incrementado sus bienes líquidos. Si ^7 representa el cambio total del
puesto; esto resulta algo ilógico, en principio, aunque probablemente se valor de los bienes no líquidos de un individuo, tenemos
justifica en la práctica a causa de las dificultades que hay para conta-
bilizar los aumentos en los intereses. También aparecen como renta or- S= N+A (5)
dinaria ciertos beneficios y pérdidas que tienen su origen en una reva- Es decir, el cambio de los bienes totales debe ser igual al cambio de los
hiación del inventario n otro capital. bienes líquidos más el cambio de los bienes no líquidos. Se deduce que
Esta es una dificultad profundamente arraigada en la actualidad, que
se halla en la raíz misma de gran parte de la práctica legal y contable N = S-A — P-C-Í -f C (6 1
convencional. Considerar lo realizado como real es una convención legal K.sí.is relaciones pueden generalizarse para cualquier número de clases
\e general: esto es, un valor de un bien es incierto y dudoso hasta de bienes. Supongamos que el individuo tiene una cantidad de clases
que se "convierto" mediante el intercambio, en dinero y. por lo tanto, un diferentes de bienes, A. B, C, etc. Sean V...V,,, etc.. el valor del cambio
incremento de los bienes liquidos es la medida más segura de la renta o <lr la cantidad del bien conservada durante el periodo contable ("año".!
do los beneficios. La famosa fórmula de Marx, D — M - D' —dinero con- Í ' I I Í ^ I R C S . la provisión de cada bien aumenta por la producción y por la
vertido en mercancía, la cual se vuelve a convertir en más dinero que compra, que consiste en el intercambio de algún otro bien por el primero.
í-14 MICROECOXOMIA
DEL CONSUMÍ) 140

I .a provisión disminmo por el consumo y la veuta, que consiste en el


sumo mínimo. El principio marginal puede aplicarse, evidentemente, a
intercambio del bien por algún otro. Asi, si P, es la producción. Ca el este problema: propugnaremos el uso de cada bien hasta el punto en que
valor ilc su consumo, C.,, el valor de la cantidad comprada e /,, el valor juzguemos que la ganancia marginal (utilidad) implicada en el consumo
¡le la cantidad vendida, tenemos; vale exactamente el costo marginal (desutilidad) del consumo mismo. El
V.srF.-C.+ G.-I. (7) costo marginal (desutilidad) del consumo está compuesto, a su vez, por
Suponemos que. en el caso del dinero, no hay producción ni consumo del dos elementos: el consumo es inconveniente porque implica la pérdida
bien, ¡a menos que nuestro individuo sea un falsificador! La "compra" de de bienes; y es inconveniente, porque para que estos bienes sean rem-
dinero constituye un ingreso, y su "venta", un gasto. Para el dinero, por plazados debe haber producción, que, a su vez, puede ser inconveniente.
lo tanto, la ecuación (7) se reduce a la ecuación ( - i ) . Si sumamos todas las Si suponemos que los bienes siempre deben ser remplazados, entonces
ecuaciones del tipo ( 7 ) , para todos los bienes, hallamos que los G y los cada acto de consumo implicará uu acto de producción. Esto significa
/ se anulan mutuamente, de acuerdo con el principio de que. en el inter- que, si el intercambio es gratuito, en la decisión sobre si debemos consu-
cambio, los valores intercambiados son iguales. Xos basta, pues, con la mir un cierto valor de dolares de bienes o no, ha de ponerse en equili-
ecuación ( 1 ) , suponiendo que no cambia el valor relativo de los bienes. brio la ganancia resultante del uso de bienes implicado por su consumo,
con el sacrilicio que supone ei «¿anar el dolar de renta necesario para
remplazar el dolar de egreso. Si este sacrificio es invariable, entonces,
Una teoría del consumidor por supuesto, Ki utilidad marginal de un cierto valor de dólares de con-
sumo será igual en todas las vías posibles del uso de bienes. Éste es el
Veamos ahora cuál es el problema que debe resolver una teoría del famoso principio equ¡marginal y podemos refonnularlo, por supuesto.
consumidor, que puede ser tanto una empresa como una unidad familiar. si así lo (.leseamos, en términos de1 las menos objetables tasas marginales
Durante un "día" pueden ocurrirle varias cosas. En primer lugar, serán con- de sustitución.
sumidos algunos de sus bienes. Parte de este consumo puede ser, simple- Es evidente, sin embargo, que el problema tiene mas dimensiones
mente, una función de los tipos y cantidades de bienes que el consumidor de las que admite la teoría usual. El supuesto implícito en la teoría más
posee al principio del día: sus muebles, su casa, sus ropas, su equipo, etc., antigua, acerca de que el consumidor desea tener una estructura de
se depreciarán a una cierta tasa durante el día, cualesquiera sean sus demás bienes estable, no es de ninguna manera necesariamente válido. Un
actividades. 1.a teoría más simple del consumo consistiría en suponer que consumidor puede desear disminuir sus provisiones de nú bien particu-
lodo el consumo fuera de esta naturaleza, y en este easo, no sería afectado lar mediante ei proceso tle consumirlo sin reponerlo \e desear in-
por los planes o la actividad presente del consumidor, sino que resultaría crementar sus provisiones de dicho bien, remplazando más de lo que
simplemente de sus acumulaciones previas de provisiones de bienes. Si éste consume. El problema se complica aún más por el hecho tle que las
conserva bienes altamente consumibles, su consumo será copioso; si con-
provisiones particulares de bienes pueden aumentar o disminuir de dus
vrva bienes durables o no consumibles, el consumo será pequeño. Esta
maneras; o bien mediante la producción y el consumo, o bien mediante
descripción, aunque muy útil como primera aproximación, no es comple- la compra y venta. Una teoría del consumo no es suficiente, por sí mis-
tamente satisfactoria, porque hay cierto monto de consumo que depende, ma, para proporcionarnos una teoría du la demanda del consumido.,
evidentemente del grado de uso al que expone sus bienes el individuo. Si
lampoco basta una teoría de la producción o de la renta para darnos
éste recorre en su automóvil 3(K) millas durante el día, su automóvil puede una teoría de la demanda tle los tactores de producción. I'na teoría
consumirse un poco más, es decir, decaer más en valor, que si permanece
de la demanda es una teoría de las compras; en particular, es una teoría
en el garaje de su casa. No podemos suponer, sin embargo, que exista al- de los determinantes de la función de demanda, que relaciona compras
guna relación muy simple entre el uso y el consumo. Para muchos bienes, y preeio. Las compras, sin embargo, uo son lo mismo que el consumo,
parece haber un monto de uso que minimiza el consumo: si un auto per-
y no serán iguales al consumo, salvo por accidente, a menos que (i) se
manece en el garaje durante todo el santo día, puede depreciarse realmente
mantengan constantes las provisiones de bienes, e (¡i) sea imposible que
más rápido que si lo maneja unas pocas millas. Esto puede ser igual-
el comprador mismo produzca el bien en cuestión. La teoría usual de la
mente cierto, incluso respecto de los neumáticos. Por otra parte, hay
demanda supone implícitamente que e] consumo y las compras son idén-
algunos bienes —como, por ejemplo, la gasolina— para los cuales se al- ticos o, al menos, iguales, y que por lo tanto, el individuo se precipita
canza el consumo mínimo en el punto de uso cero. Es evidente que en a remplazar mediante la compra (y no mediante la producción) los
esle caso no podemos emplear ningún principio de consumo mínimo; bienes que ha consumido.
podemos muy bien preferir usar nuestro automóvil por encima del punto
de consumo mínimo, y hay también situaciones concebibles, en las cua- Por lo tanto, hay varias preguntas que debe contestar la teoría del
les podríamos desear usar un bien en un grado inferior al punto del con- consumo. La primera es la siguiente: ¿por qué consume un individuo
las cantidades de los distintos tipos de bienes? La segunda es: ¿qué
146 MICROECONOMÍA TEORIA DEL CONSUMO 147

cantidad de lus bienes consumidos desea remplazar? La tercera es: ¿cómo tercambiar. Sin embargo, un mero sistema formal de ecuaciones no nos dice
desea remplazados: mediante la producción o mediante el intercambio?, mucho; lo que hace al caso es el carácter de las funciones. Este carácíei
y si quiere hacerlo mediante el intercambio, ¿qué otros bienes piensa es complejo y puede variar considerablemente de individuo a individua,
dar a cambio de ellos? La cuarta pregunta es: ¿qué otros bienes desea De hecho, los patrones del consumidor suri patrones de vida y requieren
adquirir, sea mediante la producción o el intercambio? Para contestar a un complejo estudio psicológico y sociológico. Puede1 muy bien ocurrir
estas preguntas, necesitamos conocer no solo los determinantes del pa- que aquellas variables que caen en el campo general de la sociología
trón de consumo del individuo sino también los determinantes de su —por ejemplo, el consumo ostentoso de Veblen, la emulación de los ve-
estructura de bienes. Si nos proporcionan un patrón de consumo y una cinos, los patrones convencionales asociados con ciertas ocupaciones o "po-
estructura de bienes, entonces podemos describir el proceso dinámico siciones" en la sociedad— jueguen un papel más importante que todas las
ile los parámetros económicos del individuo a lo largo del tiempo. Su consideraciones estrictamente "económicas", eu la determinación de la con-
patrón de consumo merma continuamente sus bienes: si el individuo no ducta económica del consumidor.
hiciera más que consumir, no solamente disminuiría la cantidad total o
el valor de su estructura de bienes, sino que ésta modificaría también Los efectos del precio sobre el consumo y las provisiones
su composición rápidamente; los bienes no durables desaparecerían antes
que los durables, el alimento se esfumaría de la despensa mucho antes de Lo que necesitamos para la economía, sin embargo, es principalmen-
({iie se gastaran sus ropas o se derrumbara su casa. te algún tipo de penetración en la influencia de ciertas variables eco-
El acto del consumo, por lo tanto, obliga al individuo a hacer dos nómicas, como los precios y las provisiones de dinero, sobre el complejo
cosas: a producir, es decir, a devengar renta que agrega a sus bienes total de la conducta del consumidor. El economista está familiarizado con
totales, y a intercambiar, es decir, a cambiar la forma de sus bienes. Si no la teoría de la influencia de los precios sobre el consumo. Un cambio en
hiciera más que consumir y devengar (producir), podría remplazar el la estructura relativa de precios de ¡os distintos bienes desalentará, nor-
r.idor total de su consumo, o aún más que remplazarlo, si fuera ahorrando, malmente. el consumo de los bienes de nías alto precio y alentará el
de modo que el valor total o el índice de cantidad de sus bienes se in- consumo de los de precio más bajo. Puede haber excepciones a esta regla,
crementara. La composición de sus bienes, sin embargo, cambiaría, pro- en el caso de los "bienes inferiores", a causa de un tuerte "efecto de renta'
bablemente, pues las cosas que añade a sus bienes mediante su produc- del cambio de precio; estos bienes se consumen eu mayor cantidad con
ción o ganancia, no son necesariamente iguales a las que consume. Gene- rentas baja-, que con rentas altas, y, por lo tanto, un aumento relativo de
ralmente, aunque no siempre, por supuesto, las ganancias se dan en Forma su precio, por reducción de la renta real del consumidor, puede obligar
de dinero; el consumo, generalmente, es consumo de distintos bienes rea- realmente a éste a consumir más.2 Estos casos, sin embargo, son raros.
les. Si el consumidor no hiciera más que consumir y devengar, entonces La influencia de los cambios de precio sobre el consumo se complica tam-
podría no alterarse el valor total de sus bienes, pero su composición cam- bién por la existencia de relaciones complementarías: y competitivas
biaría radicalmente, con disminución de cosas tales cnmo el alimento y entre los bienes. Cuando muchos bienes cooperan para servir a los mis-
la ropa, al mismo tiempo que se incrementarían los bienes líquidos. Para mos fines —por ej., automóviles, aceite, gasolina, carreteras, estaciones
enmendar esta situación, el consumidor está obligado a intercambiar; ge- de servicio— una caída de! precio de uno de ellos llevará, probable-
neralmente, tendrá que cambiar su producto por dinero e intercambiar mente. a un incremento del consumo del grupo total, sujeto a las posi-
este por los distintos bienes que haya consumido. El granjero cuyo pro- bilidades de sustitución. Los bienes competitivos con el artículo que ha
ducto se da en la forma de trigo, vende el trigo y con el dinero así adquiri- sufrido una caída de precio se consumirán menos, probablemente, pues
do compra alimento, ropa, etc., de distintos tipos, para remplazar lo que se los sustituye por este bien de menor precio.
consume y quizá también para agregarlos a su provisión total. El trabaja- Todo esto es terreno familiar para los economistas. Lo que ha sido
dor cuyo producto es una obligación salarial, de la misma manera, cambia dejado de lado, no obstante, es la influencia de los cambios de precio
su obligación salarial por dinero al recibir el salario, y remplaza su con- sobre el deseo de los consumidores de restructurar sus provisiones. Co-
Mimo intercambiando el dinero por otros bienes. mo hemos visto en la ecuación ( 7 ) , las compras equivalen a las acu-
Se ve claro que tenemos aquí un complejo sistema de variables inte- mulaciones más el consumo y menos la producción y las ventas. Aun
iTflaeionadas. No sería difícil postular un equilibrio de tal sistema en tér- suponiendo que la producción y las ventas son cero, vemos que la dis-
minos del análisis por función de preferencia o utilidad, basado en las pro- posición para comprar no depende meramente de la disposición para
posiciones de que, en cualquier día, el individuo produce aquella cantidad consumir, sino también de la disposición pura acumular. En el caso de
de los distintos bienes que según cree vale la pena producir, consume los bienes durables del consumidor, esta última disposición puede ser
aquella cantidad de cada bien que de acuerdo con su estimación interesa
2 Véase Bouldíng, Eiwiomic Analysis, Ed, pág. 736.
consumir e intercambia aquellas cantidades que él opina vale la pena in-
148 MICBOECONOM1A TEORÍA DEL CONSUMO 14U

un ¡actor mucho más importante en la determinación de la demanda la fig. títí. la distancia vertical entre las líneas de compras y de consumo
del consumidor que la disposición pura consumir. ¿Cuál será, pues, la indica la tasa de acumulación en tanto las compras exceden al consu-
influencia de los cambios de precio sobre la disposición para acumular mo, y la tasa de desaprovisionamiento. cuando el consumo excede a
( o a desaprovisionarse}? Es evidente que no podemos ni siquiera dis- las compras.
cutir este problema sin tomar en cuenta consideraciones dinámicas. La
disposición para acumular no depende simplemente de la estructura de ComplemenUriedad y competencia de las provisiones y el consumo
precios actual; también depende de las expectativas del individuo con
respecto a estructuras de precios futuras. Hablando en general, esta- El problema del efecto que pueden producir, a la larga, los cambios
remos mus dispuestos a acumular bienes cuando esperemos un alza de de la estructura de precios sobre la estructura de bienes deseada, es
sus precios que cuando esperemos una caída de ellos. La influencia decir, sobre la disposición para conservar distintas cantidades de los dis-
de un cambio de precio, entonces, depende de la influencia de! cambio tintos tipos de bienes, presenta ciertas dificultades. Quizá las suposiciones
mismo sobre las expectativas de cambios posteriores. Si la elasticidad más simples que podamos hacer son: primero, que el individuo desea
de las expectathas. pura usar el provechoso concepto de 1 licks ;i , es distribuir el valor total de sus bienes en ciertas proporciones fijas —diga-
positiva, entonces una caídu del precio, al producir expectativas de un
mos, por cj., 1Üf( en forma de dinero, 20 c< en forma de ropa, 25 f é en
iiucvo descenso, es capa/, de causar un desaprovisionamiento del bien y.
I orina de automóviles, y así sucesivamente— y, segundo, que desea man-
por lo tanto, realmente puede hacer disminuir las compras. De manera
tener el valor total de todos sus bienes en un nivel constante. Si fuera
similar, un alza del precio, ul estimular las expectativas de una nueva
así, la elasticidad de precio del bien sería unitaria; a medida que de-
alza, puede incrementar realmente las compras de un bien, en íornia
contraria a la "ley de demanda" general. Es cierto, por supuesto, que ut.L-iera el precio de mi bien se incrementaría en la misma proporción
estas influencias serán, probablemente, temporarias. Si un precio sube la cantidad que se posee1 de él, de manera que el valor monetario total
hasta un nivel permanentemente más alto, pronto cesarán las expecta- del bien permaneciera constante. Sin embargo, si, como puede muy bien
tivas de un alza adicional y puede haber un desaprovisionamiento de ocurrir, una caída del precio de un bien hiciera disminuir el valor total
ias provisiones previamente acumuladas. La influencia de un alza per- de todos los bienes que el individuo quiere mantener, la elasticidad del
manente del precio sobre las compras y el consumo, por lo tanto, puede pivcio del bien sería numéricamente menor que la unidad: es decir, una
ser algo similar a lo ilustrado en la fig. 66. Suponiendo que el bien tiem caída del precio de un bien haría incrementar la cantidad conservada en
sustitutos en el consumo y que el efecto de renta no es grande, ha> menos que la misma proporción, (le manera que el valor total del bien
una declinación gradual del consumo, a medida que se ajusta por si declinaría. Si una caída del precio tiene el efecto de hacer disminuir la
mismo el patrón de consumo. Las compras pueden incrementarse, .il preferencia por el bien, o sea, si hace bajar la razón de preferencia del
principio, pues el alza del precio estimula la acumulación; eventual- valor del bien en cuestión con respecto al valor total de los bienes, la
mente, sin embargo, las compras descenderán u\l del consumo cuan- elasticidad del precio del bien también disminuirá. Es más probable, sin
do la provisión poseída alcance una posición de equilibrio. Puede habci embargo, que una caída del precio de un bien incremente su razón de
un período de desaprovisionaniiento ( f í ) , después del período de acumu- preferencia. Es necesario conservar una cantidad mayor del bien para ob-
lación (A), cuando las compras descienden por debajo del consuma En tener el consumo incrementado que alentará, probablemente, el precio
más bajo, a menos que sea posible aumentar su consumo solo mediante
Compra* un uso más intensivo. Este efecto acrecentará el valor numérico de la
elasticidad del precio del bien y puede ser suficiente para hacer que este
valor sea superior a la unidad. En tal caso, una caída de! precio del bien
provocará un incremento de su provisión.1

* Si T es el valor total de los bienes poseídos por el individuo, y r : . la razón


de preferencia del valor del bien 1 con respecto ai valor total de todos los bienes,
siendo pi el precio del bien y q, la provi;,ión de éste, tenemos, por definición:
/MI = '• tu
Derivando con respecto a f; t , tenemos:
l'ic. \1 consumo.
P\ VI r¡ — (2)
I f k ' k v Vu/iif und ('ufíilul j_Valur >' Capital], 1^ i/d., Oxford UniversHy api dpi
en la piitf.

i
150 MICROECONOMIA TEOIUA DEL CONSUMO 151

Puede haber relaciones de compleinenturiedad y sustitución tanto con


La unidad familiar como empresaria
respecto al mantenimiento de bienes como con respecto al consumo de
éstos, lo cual puede complicar aún más la descripción. Como hemos visto Se puede mencionar otro problema de interés en la teoría del consu-
con anterioridad, estas relaciones pueden describirse mediante las rela- mo, aunque más no sea por su importancia para la teoría de la unidad
ciones cruzadas de las razones de preferencia de bienes. Si un incremento familiar y para la teoría monetaria. Se trata del problema de la relación
en la preferencia por un bien hace aumentar la preferencia por otro, am- entre ingresos y gastos, o sus correlativos, ventas y compras, por un lado,
bos bienes son complementarios; en la situación inversa, los bienes son y renta y egreso, o producción y consumo, por otro lado. Hemos visto
competitivos. Normalmente, deberíamos esperar que la complementarie- que no hay necesariamente una igualdad entre los ingresos y la renta
dad o competencia entre bienes correspondiera bastante estrechamente a o entre los gastos y el egreso. Un consumidor que produce por sí mismo
la complementaríedad o competencia de consumo, a causa de la relación, una iíran cantidad de los bienes eme consume en su propia casa —por
L-n general positiva, existente entre las provisiones de bienes y el consumo ejemplo, una familia de granjeros autosubsistente— tendrá, probablemen-
de bienes. Sin embargo, pueden concebirse casos en los cuales, por ejem- te, un total de renta o egreso muy por encima de sus ingresos o gastos.
plo, la complementaríedad de consumo provenga principalmente de las Una parte sustancial de su renta consiste en el valor de los alimentos
diferencias en la intensidad del uso de los bienes, de modo que podríamos producidos, los muebles fabricados, los edificios construidos, las telas te-
tener dos bienes complementarios en el consumo pero competitivos, o al jidas por el propio consumidor y su familia, que aunque no entra en
menos, complementarios en menor medida, con respecto a las provisiones absoluto en la economía de mercado, influye sin embargo sobre éstos,
acumuladas. Asi, una caída del precio de los huevos puede incrementar por cuanto tiene efecto en las demandas y ofertas de la familia. De ma-
el consumo de las sartenes, al hacer que aumentemos el uso de éstas para nera similar, una parte de su egreso consiste en el valor del consumo de
treii un mayor número cíe huevos, pero no es probable que influya en la sus propios productos, obtenidos por su propia producción y no mediante
provisión de sartenes. Como es probable que haya aumentado la provisión compras y gastos. Por otra parte, hay unidades familiares con un total
media de huevos, la provisión relativa de sartenes, aunque no haya cam- tíe ingresos y gastos muy superior al total de su renta o egreso: por ejem-
biado la provisión absoluta, puede haber disminuido como resultado de plo, esto sucede con las familias cuya producción de una parte de los
la caída del precio de los huevos, lo cual indicaría 1a existencia de una bienes que consumen es muy pequeña, pero que venden todos sus pro-
relación ligeramente competitiva entre las provisiones de huevos y de ductos por dinero y, además, realizan mucho intercambio en el mercado
sartenes. de segunda mano mediante la compra y venta de automóviles, muebles,
etcétcn;, quizás deberíamos incluir también aquellas familias que ad-
Dividiendo por (¡¡, tenemos la elasticidad dt-1 precio del bien, e,: quieren y venden valores. La extensión con que aparecen en los diarios
pi d'li = _ (. _ r\_ _dT T-Í d r i _ \i dpi \i dpi í/i dfi| / los "avisos en los cuales se solicita algo" da un cierto índice de la forma
eu que las familias pueden expandir sus totales de gastos e ingresos por
Se sigue que. si T y r t son invariantes con respecto a pi, fií = — 1. Los valorea encima de sus totales de rentas y egresos. Un problema difícil que se
numéricos de e, disminuirán o aumentarán, según sean positivos o negativos los presenta aquí es el de precisar el momento en el cual una familia deja
\,tli»ies de — — y —— Es más probable que sea positivo, es decir, es probable que de ser una familia y se convierte en un negocio. Las actividades "comer-
ciales" de una familia tienen, más bien, el carácter de un negocio, en
un cambio del piecio baga cambiar el valor total de bienes deseado en la misma mayor medida que las actividades productivas o de consumo, y es ten-
ilirceciun, > a que un aumento del precio hará aumentar el valor monetario de los
bienes, y una calda, lo liará descender, incluso aunque permanezcan constantes las tadora la idea de tratar de detinir una "familia p u r a ' como aquella en la
cual los ingresos y los gastos igualan a las rentas y al consumo, respec-
cantidades físicas de éstos. Por otra parte, es mus probable que. ——' sea negativo, pues
</;>, üvamente. Tal definición, sin embargo, seria demasiado restrictiva para
un auimiiU) de precio estimula el mantenimiento de un bien particular, mientras qui- ser especialmente útil; es más importante reconocer las distintas activi-
tina caida de precio, lu desalienta. El hecho de eme la elasticidad del precio del dades de las familias, en lugar de intentar ]¿t formación de un minuciuso
bien sen mayor ü menor que —1 depende di- la fuer/a relativ-i de estos i'ai-tuiv-i
opuestos. E» cierta forma, el primer factor i-s análogo al "efecto de renta", y el "tipo ideal", luí excedente de los gastos e ingresos sobre la renta y el
secundo, al 'Vici-lo cié sustitución", cíe la tecnia del valor de Hicks. t-iiivso t-s una buena medida de lo que puede llamarse el carácter "em-
Observamos que la elasticidad del precio del bien será, ias¡ seguramente, ne- presarial" de la familia, con la familia de granjeros autosubsistente y Ro-
j-ativa; paia que ti hu'ia positiva, tendríamos que tener un gran efecto tiel precio binson Crusue en un extremo de la escala, y la familia moderna, altamente
vjbie el valor total de preferencia de bienes, o un gran efecto inverso, sobre la especializada, urbanizada y con sentido'del mercado, en el otro extremo.
preferencia de bienes. Volviendo abura a la fií?. 66', esto significa que, si hay un au-
mento de piei io, se producirá un de>aprovisionarniento del bien; el área B, que re- El carácter empresarial de una unidad familiar parece estar deter-
1 uM.nl.i tJt-saprovisionamiento, probablemente seiá mayor, por lo tanto, que el áicu A. minado por dos principios gom-rali'S. L'I primero es el de la ventaja
que representa acumulación. eomparati\a, que determina el grado en que vale la pena realizar una
152 M1CBOECONOM1A TE'IRÍA PEL CONSUMO 153

producción especializada para su intercambio en el mercado. Ninguna que no tiene esta capacidad o p re lerenda por el comercio se especializará
unidad familiar, por supuesto, lleva la especializado!! al máximo. La a lo sumo, probablemente, en la producción pura, y remitirá la función
mayoría de los hombres se afeitan por sí mismos, se visten por si mis- mercantil a comerciantes o asociaciones de mercado cooperativas.
mos y realizan innumerables tareas domésticas productivas, de índole E! grado cu que el volumen total de comercio de una suciedad excede
menor, en su hogar. La producción doméstica por parte de esposas \s es aúii más significativa,
al volumen yde constituye
producciónuna
y consumo
parte sustancial
depende, del
en gran medida, del grado
en que los miembros de la sociedad tienen la "comezón del comercio". En
producto nacional. En general, es evidente que, en forma análoga a nues- general, por supuesto, cuanto mayor sea el deseo de comerciar —o, para
tra conducta ante los dos métodos posibles de adquirir bienes —produc- usar otra famosa frase de Adam Smith, la "propensión a traficar"- habrá
ción directa, por un lado, y producción indirecta a través de la producción rnás comercio y menor será el costo de una "unidad' de comercio cu esa
de algún producto especializado y su intercambio por el bien deseado, sociedad. Los márgenes y comisiones de los comerciantes son altos cuando
por otro lado— elegiremos siempre lo que resulte "más barato", en tér- hay una falta de disposición general para cumplir la función comercial.
minos de no utilidad: éste es simplemente el principio que he llamado, Por otra parte, parece haber una propensión óptima para el comercio desde
en otra parte, el "principio de la mejor alternativa".5 el punto de vista de la prosperidad social. En ocasiones, la propensión
La fecunda alirrnación de Adam Smíth, según la cual el grado de es- para el comercio se convierte en una fiebre especulativa durante la cual
pt-cializaeión (división del trabajo) depende de la extensión del mercado, las actividades normales de producción y consumo son dejadas de lado
se aplica claramente a la unidad familiar individual, llobinson Crnsoc en el afán de lograr una rápida sucesión de transacciones comerciales, en
estaba obligado a ser autosuiiciente por completo, porque no tenía mer- un mercado ascendente. La especulación de los bulbos holandeses, la de
cado alguno disponible: tenía renta y egreso, o al menos, producción y la compañía de los Mares del Sur [South Sea bubble], la crisis de la Bol-
consumo, pero no tenía ni gastos ni ingresos. Las oportunidades de mer- sa de Nueva York en 1927-1929 y el auge repentino de las tierras de la
cado abiertas a la familia campesina primitiva son magras; por lo tanto, Florida en el siglo xjx no son sino algunos pocos ejemplos de estos excesos
una gran cantidad de la producción está destinada al consumo interno y de la fiebre del comercio. En tales épocas, es difícil pintar a la unidad
la proporción de los gastos e ingresos con respecto a la renta y el egreso familiar como el consumidor algo pasivo de la economía tradicional.
es, probablemente, baja. En la moderna unidad lamiliar urbana, para la Lo que ocurre en economía con respecto a esto es que se vuelve cada
cual las oportunidades de mercado son amplias, la producción doméstica vez más difícil distinguir claramente entre una teoría de la empresa y
puede estar a cargo, en especial, de servidores asalariados, en tanto que de la producnón por un lado y una teoría de la unidad familiar y del
la mujer y el marido venden su trabajo u otras fuentes de renta a cambio consumo, por otro lado. Los mismos conceptos y los mismos problemas
de ingresos de dinero, y pueden incluso vender y comprar gran cantidad conciernen a ambas teorías en distintos grados y estamos avanzando ha-
de bienes familiares y de otro tipo. cia una teoría general de un organismo económico y de las interacciones
La "dimensión del mercado" no es el único principio que debe in- entre los organismos de este tipo. Debe conlesarse, súi embargo, que la
vocarse para explicar el carácter "empresarial" de la unidad familiar. Dos teoría del consumo, ya sea en el caso de la familia o en el de la empresa
familias pueden enfrentarse con la misma situación de mercado y, no obs- es, probablemente, la parte menos satisfactoria de la teoría actual y pue-
tante, una puede ser altamente especializada y empresarial, y la otra de muy bien ocurrir que sea necesario realizar más estudios de casos
nii-nos especializada y tener una proporción más pequeña de los gastos particulares antes de que puedan hacerse más generalizaciones provecho-
e ingresos con respecto a la renta y el egreso. Esta diferencia proviene del sas, por ejemplo, acerca de los hábitos de ahorro y de consumo.6
carácter empresarial de la familia misma o de los individuos que lu di-
rigen. A alguna gente le gusta comerciar y a otra no. La "oferta de em-
pir.'.a" o de "comercio" en una economía es un factor real del sistema,
aunque es extremadamente dilicil cuantificarlo satisfactoriamente. Encon-
tramos de nuevo, por supuesto, que el jefe de familia empresarial tiende
a convertirse en un comerciante especializado o agente de negocios. Ve-
nios avanzar este proceso en la agricultura, en la cual un granjero, por
ejemplo, que se desempeña bien comprando y vendiendo, y disfruta con
un buen negocio, tiende a desarrollar el aspecto mercantil de sus nego-
cios hasta que. eventualmente, puede hasta hacer entrega de su granja,
por completo, y convertirse u-n un comerciante especializado. El granjero
fi Los estudios del Survev Researcli Center de la Universidad de Michigan
un primer paso importante en esta dirección: véase, por ejemplo, t.'l
5 límilding, Ectintiítiic Anulyst*., Rrv. Ed., páys. 28 y 45. vf Container Finalices de lü-19, Ffdt-ral líeatrvt BuUetin, 1949 y 1950.
EQUILIBRIO DE LA ERODUCCIO.N V EL CONSUMO 155

que el exceso de consumo pone en acción fuerzas que har.ín subir el


precio, en especial a través de su efecto sobre la declinación de las pro-
visiones.

Reacciones de la producción versus reacciones del precio


El equilibrio de la producción y el consumo En este punto, es importante reexaminar tales condiciones, y apuntar,
en particular, a su generalidad. Aunque no hay ninguna duda acerca
de que el sistema de precios opera realmente en la forma esquematizada
Nuestra tarea siguiente consiste en examinar juntos los procesos de
más arriba en el caso de muchos bienes, este tipo de equilibrio puede
producción y consumí» y considerar su interacción, como hemos conside-
rio ser universal. El supuesto implicado en el análisis anterior es el si-
rado antes la interacción entre comerciantes. Las líneas generales de esta
guiente: las funciones de precio-produccion y de precio-consumo son es-
teoría son familiares para los economistas y no liaremos más que esque-
matizarlas. tables, y el impacto principal del exceso de producción o de consumo se
produce sobre el precio. Sin embargo, hay circunstancias en las cuales
puede no ocurrir esto. Una situación en la cual hay exceso de producción
La teoría del precio normal de un bien y, por lo tanto, una acumulación del inventario no deseada
o no planeada, puede ocasionar no un ajuste del precio sino un ajuste
Por lo común se estima que el equilibrio de la producción y el con- directo de la producción o, con menos probabilidad, del consumo.
sumo tiene su origen en e] sistema de precios. Para cualquier tipo de Consideremos, por ejemplo, la situación de un fabricante de cierto
articulo se puede considerar que, tanto su producción como su consumo equipo familiar bastante voluminoso, como por ejemplo, máquinas de lavar
son funciones de su precio, siendo la función de producción-precio la o estufas. La continuidad de su producción depende de su habilidad para
curva norma! tic oferta, cuya inclinación se considera habitualmente po- vender el producto, es decir, para trasferir sus bienes, desde la forma del
sitiva, y siendo la función de consumo-precio la curva normal de deman- producto final hasta la forma monetaria, u una tasa aproximadamente igual
da, que por lo general tiene inclinación negativa. El precio normal es el a su tasa de producción. Si se produce una súbita declinación de la de-
que crea un equilibrio de la producción y el consumo. Si suponemos que manda de su producto, se encontrará con que tiene inventarios no planea-
no hay ningún cambio en las provisiones de !a mercadería, entonces el dos, en sus manos. Su estructura de bienes cambia al declinar sus provi-
precio normal es aquel que iguala la producción y el consumo. Sin em- siones de dinero —en tanto continúa pagando costos de producción— y al
bargo, no hay ninguna necesidad de hacer un supuesto tan restrictivo. incrementarse sus provisiones de productos terminados. En un lapso rela-
Si hay cierta tasa dr crecimiento de provisiones considerada como ''nor- tivamente corto —quizá solo en cuestión de días- esta situación creará
mal", entonces el precio normal puede ser definido como aquel en que una severa crisis y exigirá alguna acción de algún tipo. La crisis puede
k producción es igual al consumo más el crecimiento normal de provi- afectar a la empresa de varias maneras diferentes. Las facilidades para
siones. almacenar el producto terminado, especialmente si éste es voluminoso,
Además, la teoría usual supone que este equilibrio es estable si cada pueden agotarse y también haber dificultad para conseguir otras. La em-
precio que esté por encima del normal provoca un exceso de producción presa se encuentra con máquinas de lavar en los corredores y oficinas y
sobre el consumo, mayor que el exceso cuyo resultado sería un cambio comienza a sufrir de ¡constipación industrial aguda! Aun cuando estas
normal en las provisiones. De esta manera las provisiones de mercadería facilidades se consigan sin dificultad, la empresa puede verse en apuros
aumentan más rápidamente que lo común. En forma similar, si el precio a causa de la merma en sus provisiones de dinero, que implica la acumu-
está por debajo del normal, el consumo será excesivo, y las provisiones lación de bienes terminados. No se les puede pagar a los trabajadores con
se incrementarán con menor rapidez que lo habitual o, incluso, declina- estufas eléctricas y. si frases hechas conversacionales de los hombres de
rán. El supuesto implicado aquí es que, un exceso de producción, pone negocios constituyen alguna indicación de las neurosis económicas a las
en juego fuerzas que hacen bajar el precio. La fuerza cuya existencia cuales están sujetos, "hacer frente a una nómina de salarios" es evidente-
habitualmente se supone es el incremento de provisiones, que, en au- mente, una crisis siempre en potencia. Si la empresa tiene amplias faci-
sencia de cambios en las provisiones de dinero o de las preferencias de lidades de crédito, puede enfrentar la situación, por supuesto, pidiendo
bienes, h;trá bajar el precio ;il cual la gente está dispuesta a conservar préstamos para financiar la acumulación del inventario sin agolar su efec-
las provisiones en e\istencia, como hemos visto.1 Similannente, se supone tivo. Sin embargo, cuando se acumula inventario en forma no deseada, no
se presenta una situación en la cual los bancos u otras agencias de prés-
1 De la ecuación df mercado, p, = A f r . / A r m , vemos que. permaneciendo enlis-
tantes los tirina;, factures, un incremento de la provisión A hará descender p- tamo puedan sentirse inclinados, probablemente, a otorgar préstamos a la
156 M1CBOBCONOM1A EQUILIBRIO DE LA PRODUCCIÓN Y EL CONSUMO 157

rinpresa. Una gran paite depende, por supuesto, del juicio de la comuni- ya sea a causa de pura inercia, o porque los vendedores consideran la
dad financiera acerca de si la crisis es temporaria o permanente. En ge- política del precio étimo una cuestión a largo plazo no perturbada por
neral, los bancos están completamente dispuestos a extender el crédito a cambios temporarios de la demanda. Ciertos automóviles posteriores a la
una empresa que está en una posición de ¡liquidez temporaria. Sin embar- segunda Guerra Mundial proporcionan un excelente ejemplo de este fe-
go, si la acumulación de inventario se toma como un signo de depresión nómeno. La existencia de oleoductos estaba vacía, los magníficos salones
general de los negocios, los prestamistas estarán tan poco inclinados a de ventas seguían sin exhibir elegantes nuevos modelos, había largas lis-
prestar, como los compradores a comprar el producto, y la crisis de la tas de personas en espera de nuevos automóviles y era casi imposible
empresa no podrá resolverse mediante el préstamo. obtener uno con la simple influencia del dinero de la compra. Siu embargo,
En estas circunstancias, la única manera gracias a la cual la empresa ante este exceso de demanda, el precio de los nuevos automóviles que,
que sufre una súbita pérdida de demanda puede corregir su peligrosa si el mercado de segunda mano proporciona algún indicio, podía haber
situación de ¡liquidez, consiste en disminuir la producción, despedir a al- sido centenares de dolares mus alto, aumentó solo muy lentamente. Tal
gunos trabajadores y dejar de comprar materias primas hasta tanto la vez sucedió esto porque los fabricantes establecidos no desearon correr
venta gradual del almacenamiento no deseado de productos terminados el riesgo de perder la buena disposición del consumidor si adoptaban una
alivie la presión ejercida sobre el espacio de depósito y reintegre la pro- actitud (¡ue hubiera podido parecer aprovechada, en una situación difícil.
visión de dinero agotada. Evidentemente, tenemos aquí una situación donde Por lo tanto, el exceso de la demanda, en lugar de crear una presión
el exceso de la producción y el consecuente acumnlamiento anormal de hacia arriba sobre el precio, suficiente para restablecer un equilibrio li-
provisiones de bienes da como resultado no una baja en el precio de los bre en el mercado, acarreó en este caso un ajuste de las compras del
bienes con el fin de estimular su venta, sino una merma de su produc- consumidor a la producción ilr automóviles, por medio de un raciona-
ción; la producción se antoajusta al precio, más que el precio a ella. Éste miento informal de ¡os comerciantes. Sin embargo, nuevamente, en el
será, probablemente, el caso de los artículos muy durables, fabricados caso'de los frutos perecederos, una "merma", es decir, un precio por de-
un condiciones de considerable imperfección del mercado, de modo que bajo del normal, en el cual l.is provisiones se apartan muy rápidamente
la determinación del precio se convierte en un asunto de política a largo del mercado, provoca una situación con una fuerte presión hacia arriba
plazo para la empresa y no puede usarse como un mecanismo para arre- sobre el precio, hasta que el pieeio alio ejemplifique por sí misino la
glar la producción al consumo, a corto plazo. Si la empresa encuentra función de racionamiento, obstruye las compras y las ajusta a la oferta
que hay una permanente declinación en la demanda, es decir, en la tasa reducida.
de compras al precio existente, puede experimentar con precios más ba- La rr.iccion ante una situación de exceso de demanda (consumo)
jos, pero es probable que esto tenga lugar solo después de un período o exceso de oferta (producción) puede hallarse también, por supuesto.
sustancial de producción de la mercadería en cuestión, por debajo de entre estos dos extremos. Un acumulamieuto no deseado de bienes puede
la capacidad de la empresa. provocar, (/ la c-cz, una baja en la producción y una caída del precio:
En el otro extremo encontrarnos mercaderías altamente perecederas. un desaprovisionamiento anormal de las provisiones puede producir tanto
hedías en condiciones competitivas, con mercados aproximadamente per- una merma en el consumo, a través del racionamiento formal o informal,
fectos, o por lo menos, con mercados que muestran una ¡ipreciable elas- como un aumento del precio. Hablando en general, cuanto más flexibles
ticidad de la demanda por las ventas de la empresa individual. Las frutas sean los precios, menos disminuciones o mermas de la producción causa-
frescas y los vegetales son buenos ejemplos. Aquí, el mecanismo de pre- rán las acumulaciones o desaprovisionamientos anormales. Las declina-
cios tradicional opera aun en cortos periodos: si el precio es tal que ciones del precio y de la producción representan maneras alternativas de
crea un exceso de producción con respecto a algún mercado particular, enfrentar la crisis de las acumulaciones anormales; los aumentos del precio
con el consecuente almacenamiento de provisiones no deseadas, éstas y el racionamiento de las compras del consumidor, representan maneras
ejercen una influencia muy poderosa sobre el precio, que cae hasta tanto alternativas de enfrentar la crisis de los desaprovisionamientos anormales.
se produce un exceso de consumo suficientemente largo como para ab-
sorber las provisiones, salvo, por supuesto, que el excedente sea sumo, El equilibrio de los salarios
caso en el cual los vendedores pueden preferir desperdiciar las provi-
siones más bien que tratar de venderlas. El problema peculiar de los salarios de equilibrio es digno de con-
El exceso de consumo, que lleva a una declinación anormal del sideración, en relación con los principios anteriores. No se puede acumular
inventario, puede provocar asimismo dos clases diferentes de reacción. del todo el trabajo, excepto en la pequeñísima medida en que un descanso
El precio de una mercadería puede estar tan por debajo de su punto de de hoy puede capacitar a un hombre para (pie trabaje más intensamente
equilibrio a corto plazo que disminuciones agudas de él se vuelven evi- mañana. Por lo tanto, la divergencia de un salario —por ejemplo, del
dentes, y no obstante, el precio puede mostrar poca tendencia al aumento, salario de los carpinteros— con respecto a un nivel "normal", no puede
158 MICHOECOXOMIA EQUIUBBIO DE LA PRODUCCIÓN Y EL CONSUMO 159

reflejarse totalmente en acumulaciones o desaprovisionamientos de tra- la macroeconomía, estudio de la renta, el empleo y otros agregados del
bajo. \ obstante, el concepto de un salario de equilibrio tiene sentido, sistema. El enunciado más simple de la teoría del equilibrio general con-
aun cuando la significación de la divergencia con respecto al equilibrio siste en postular eme el exceso de demanda o de oferta de cada bien
sea compleja. Hay algún salario por encima del cual, el mercado de es una función de todos los precios, y en imponer la condición adicional
trabajo exhibe un conjunto de fenómenos que puede describirse colec- de que. en este sistema, el exceso de demanda o de oferta de cada bien
tivamente como un "excedente de trabajo", y por debajo del cual, el (incluidos, por supuesto, el trabajo, los seguros, etc., en suma, todo aque-
mercado de trabajo exhibe otro conjunto de fenómenos de tipo inverso, llo que pueda tener precio) debe ser igual a cero. Tenemos, entonces.
que pueden describirse como un "déficit de trabajo". E! primero se ca- un sistema de n ecuaciones y n incógnitas, y si este sistema tiene una
racteriza por dar curvas de oferta de trabajo perfectamente elásticas para única solución rea!, el problema está resuelto, teóricamente. En la prác-
el empleador: coloca un aviso en que se solicita empleados, y obtiene tica, se supone que el sistema se aproxima al equilibrio mediante una
aspirantes inmediatamente; el segundo se caracteriza por curvas de oferta serie de tdtannements*: cudn vez uní- se produce un exceso de demanda
de trabajo de elasticidad menos que perfecta para el empleador: un sim- de una mercadería, su precio aumenta; cada vez que se produce un ex-
ple aviso en que se solicita empleados no produce resultado alguno; el ceso de oferta, el precio baja. Estos cambios de precio originarán, por
empleador debe realizar un "gasto de compra" para atraer trabajo, o bien supuesto, exceso en las demandas u ofertas, en otras partes del sistema,
debe aumentar los salarios, en alguna forma, si necesita más ayuda. Es lo cual depende de la naturaleza de las funciones que relacionan el exceso
evidente que hay más probabilidad de que un déficit de trabajo y no un de oferta y demanda, y el precio. Hablando en genera!, un aumento de
excedente provoque una situación de "crisis" para un empleador: en con- un precio incrementará el exceso de demanda por los bienes complemen-
secuencia, habrá, probablemente, un considerable grado de asimetría entre tarios del bien cuyo precio ha subido r incrementará el exceso de oferta
los resultados de los déficit de trabajo y los de los excedentes de trabajo. de U)s bienes competitivos dr «^te. A su voz. estos excesos de oferta y
l'n déficit de trabajo provoca, casi siempre, una marcada presión hacia demanda producirán cambios de precio, une tendrán efecto y reper-
arriba sobre los salarios. Las empresas se encuentran con inventarios de- cutirán a través de todo el sistema de bienes relacionados hasta que se
crecientes, órdenes sin cumplir y clientes vociferantes, y sienten una apacigüe la turbulencia en la íiuietud del equilibrio, a menos, por su-
enorme presión para incrementar sus producciones y contratar más tra- puesto, que como es probab'e. -¡Itíuna nueva perturbación provoque una
bajo; pero en un mercado en el cual existe déficit de trabajo, una vez nueva serie de consecuencias.
agotados los escasos recursos de las horas extra, es difícil lograr esto. Aun aceptando el supuesto snbvacente de que rl exceso He oferta
en alguna forma, excepto atrayendo trabajadores de otros empleadores, y demanda tiene realmente efecto sobre los precios, deberíamos distinguir,
mediante la oferta de salarios más altos, o condiciones de trabajo más por supuesto entre el ctniilibno peñera! del intercambio, que consiste
atractivas. Por otra parte, en un mercado con exceso de trabajo, no hay en aquel conjunto de precios al cual la gente está dispuesta, en general,
gran presión hacia salarios más bajos. Tener que bajar los salarios es, en a conservar las provisiones existentes de todos los bienes, y el equilibrio
sí mismo, algo sociológicamente desagradable y crea tensiones personales general de la producción, que es aquel conjunto de precios al cual las
entre el empleador y los empleados, lo cua! disgusta a la mayoría de los provisiones ele todos los bienes crecen o declinan en cantidades "norma-
empleadores. Es más probable que la crisis surgida a raíz de la situación les". Esta distinción, .sin embarco, no presenta ninguna dificultad rea!;
de exceso de trabajo en la empresa, se resuelva más bien mediante des- corresponde aproximadamente a la distinción entre equilibrio a corto y
pidos y disminuciones de la producción, antes que por reducción de los largo plazo. Lo que más consnira contra la utilidad HP! concepto de equi-
'alarios; de manera similar, es más probable que la crisis en que una librio ceneral es el supuesto une hemos cuestionado más arriba, según
situación de exceso de trabajo deja a un trabajador desocupado sea en- el cual el exceso de oferta o de demanda afecta realmente los precios.
frentada por éste mediante retiros de sus ahorros, dedicación a otras SÍ esto no ocurre en alen nos casos, entonces el concepto de equilibrio
ocupaciones, dependencia de sus familiares y acudiendo a la ayuda pú- general puede ser realmente engañoso: no nos orienta con resnecto a los
blica, antes que ofreciéndose a realizar las tareas de gente ya empleada, cambios dinámicos del sistema, sino rpie. al poner énfasis sobre las re-
tur menos salario. Por supuesto, esto no significa que un exceso de tra- laciones causales drbifes. de hecho puede desviar la atención de los pro-
>ajo no cree presión alguna sobre los salarios, sino que la presión es
ble/nas reales. El fracaso del tratamiento del problema del desempleo
mucho menor en una situación de exceso que en una de déficit de trabajo.
en la economía marshalliana puede originarse muy bien en esta debilidad:
no tiene sentido postular un concepto de equilibrio, a menos que una
Equilibrio general divergencia con respecto a éste ponga en acción fuerzas apreciables que
tiendan a restaurar el equilibrio.
Las implicaciones del análisis anterior para la teoría del equilibrio
general tienen mucha importancia y nos llevan al borde del dominio de 0 También cu francés, cu el uiiginal [tanteos] (N. del T.)
J6U MICROECONOMIA EQIULLH1UO D1Ü l_\N \I CONSUMO 161

liará aun en procesos en los cuales normalmente no tiene lugar, como cu


Un equilibrio independiente del precio agricultura. El granjero que produce trigo y se encuentra con una cose-
cha de trigo de un año en su granero, en tiempo de siembra, ¡se turnará,
Como un ejercicio extremo en un sistema de equilibrio independien- probablemente, unas vacaciones! Por lo tanto. la producción será redu-
te del precio, es instructivo discutir los ajustes del sistema económico cida hasta el punto en que pueda hacerse cargo exactamente, del consu-
a un sistema de precios fijos completamente arbitrarios, digamos, un sis- mo, al precio fijo, más cualquier acumulación normal.
tema de precios impuesto por ley. En tal sistema es obvio que se pueden Sin embargo, puede haber también un mayor énfasis sobre la pro-
hacer ajustes a los cambios producidos en gustos y técnicas, aunque, por moción de ventas. Los productores se encontrarán, probablemente, con
definición, estos ajustes no puedt-n operar a través del sistema de precios. mercados muy imperfectos, a cansa de los excesos de oferta, aun cuando
> deben obrar por medio de otras variables. En un sistema de este tipo no puedan \ariar el precie); es decir, podrán vender menos de lo (Míe
habrá, por supuesto, excesos de demanda y oferta, y acumulaciones y necesitan producir, no podrán enfrentar esta situación reduciendo ios
desaprovisionamientos no deseados de bienes. Los excesos de demanda precios y, por lo tanto, pueden descubrir que la promoción de venta.-* e.i
darán por resultado, simplemente, algún tipo de racionamiento. Si la au- un modo ventajoso de disponer de sus excedentes, lista promoción de
iuridad no impone ningún racionamiento formal, habrá un racionamiento ventas, por supuesto, incrementará las compras al precio fijo, es decir,
informal, bajo la forma de la inconveniencia, la cantidad de tiempo y los aumentará las demandas y, por lo tanto, hará disminuir la oferta exce-
ros. tos perturbadores que demanda la adquisición de la mercadería, o la dente. Más aún, el hecho de que el interés de los productores se desvíe
i!e racionamiento del comerciante cu favor de ciertos clientes, y cosas hacia la promoción de las ventas puede significar que se dispensa menor
por el estilo. .Parte de estos métodos de racionamiento informal consisten atención al progreso técnico, en esas mercaderías, ¡as cuales quedarán
i'u favores arbitrarios hacia clientes afortunados; parte de ellos operan en rezagadas, de modo que sus costos aumentarán con respecto a los de
torina algo parecida a un "precio con perturbaciones", en que aquéllos, aquellas demandadas en exceso. Esto también dará como resultado la
dispuestos u pagar el costo más alto en términos de tiempo e inconvenien- disminución del exceso de oferta.
cias sufridas, obtienen la mercadería. Cualquiera sea el método, sin em- Es evidente, por lu tanto, que incluso en un sistema de precios ab-
bargo, el resultado c-, un cambio de las curvas de demanda hasta que solutamente rígidos, entrarán en juego fuerzas provenientes de los costos,
con el precio legal fijado, la demanda es exactamente suficiente para el cambio técnico, la promoción de compras y venias, y el racionamiento,
hacerse cargo de la oferta, el consumo iguala exactamente a la produc- las cuales tenderán a suprimir los excesos de ofertas y de demandas y.
ción y no hay desaprovisionamiento anormal de la provisión, más allá del eventualmente, alterarán los determinantes fundamentales del sistema de
nivel necesario para imponer un grado de racionamiento suficiente (tal precios de equilibrio, de tal manera que ¡el mismo sistema de precios
nivel puede ser más bajo (pie en condiciones de libertad de precios), fijos arbitrario se tranformará en el sistema de equilibrio! Es evidente que
Los excesos de demanda también son capaces de producir un efecto, el el sistema de equilibrio, dinámicamente hablando, no está determinado;
de incrementar la producción de una mercadería. Cuando haya excesos el curso del equilibrio mismo depende de la forma en que ejerzan su in-
de demanda de una mercadería, no habrá problemas de venta: la cur- fluencia los excesos de ofertas y demandas. Es cierto que el sistema de-
va de ventas del productor individual será perfectamente elástica, y podrá testa los excesos de ofertas y demandas y que éstos son un poderoso síntoma
vender tanto como quiera al precio fijo. Con un mercado ilimitado de de desequilibrio. No es verdad, en cambio, que el movimiento hacia el
este tipo, las energías de los productores pueden concentrarse perfecta- equilibrio deba producirse a través de la estructura relativa de los precios.
mente en la reducción de costos, antes que en la promoción de las ventas, Como hemos visto en nuestro "caso fuerte", el movimiento hacia el equi-
de modo tal que puede haber una tasa de progreso técnico más rápida librio puede tener lugar sin cambio alguno en la estructura relativa de
ejn aquellos bienes para los cuales el precio fijo arroja un exceso de de- precios. Normalmente, por supuesto, esto no es así, pues casi todos los
manda; este progreso, al empujar la curva de oferta hacia la derecha, precios son aigo sensibles a los excesos de oferta y de demanda, y muchos
hará disminuir el exceso de demanda y puede, eventualmente, supri- de ellos son extremadamente sensibles a tales excesos. El curso dinámico
mirlo. del sistema, sin embargo —es decir, que los ajustes a los excesos de oferta
tlabrá otras mercaderías con exceso de oferta al precio fijo. La ín- y demanda tomen la forma de ajustes del precio, o que tomen la forma
Hueneia inicial se revelará en el desarrollo de excedentes de estas merca- de los distintos ajustes independientes del precio, mencionados más arri-
derías; estos excedentes no pueden producir, sin embargo, ningún impacto ba- depende enteramente de la regulabilidad relativa de los distintos
Mjbiv el precio. Si los productores tienen que conservar dichos excedentes, parámetros. Cuando los precios son ajustables y los otros factores no lo
romo ocurriría más allá de aquel nivel de provisiones que están dispuestos son, naturalmente, el ajuste tendrá lugar a través del sistema de precios;
.1 mantener los comerciantes especializados, al preciu fijo, entonces, el cuando los otros factores son más fácilmente ajustables, éstos serán ajus-
íesultado será una reducción de la producción. Esta disminución se hu- tados untes que el precio.
162 MICHOECOXOMIA oí; i A PRODUCCIÓN y EI. CONSUMO 163

pongamos, por ejemplo, que un sistema de este tipo está en equilibrio.


El argumento en favor de los ajustes independientes del precio es decir, la producción de rada bien es exactamente igual al consumo
que de él se hace, más la acumulación normal, con la estructura de pre-
Todo lo que implican estas consideraciones pura la prosperidad y la cios predominante. Supongamos ahora que este equilibrio es perturbado,
pulítica económica es importante, y aunque no podemos dispensarle un digamos, por un cambio en los gustos, por ejemplo, que un reavivamiento
tratamiento completo en este punto de la argumentación, debemos con- de la le religiosa convirtiera a un gran número de personas en abstemia
cederle alguna referencia, lia sido bastante general entre los economistas, absolutos e incrementara eí apoyo para las misiones. Sin duda, la primera
uiut suposición: que los ajustes de precio son deseables y los ajustes in- inlluencia de este cambio consistiría en que el dinero que fluía anterior-
dependientes del precio son indeseables. En gran parte, esta proposición mente hacia los destiladores, a cambio de licor, se destinará ahora al
parece haber surgido de la estructura del pensamiento económico mismo, apoyo de la misión. Los destiladores se encontrarán con que sus saldos
a saber, del hecho de que la economía se ha concentrado sobre los ajus- en efectivo declinan y sus provisiones de productos terminados se acu-
tes de precio hasta excluir, casi, los ajustes independientes del precio. mulan. Por otra parte, el consejo de la misión ve aumentar sus efectivos,
De hecho, parece haber muy poca justificación para una conclusión de pues el flujo incrementado de contribuciones excede en mucho a sus
este tipo. En realidad, en la medida en que los ajustes independientes gastos corrientes. La persistencia de una situación de este tipo forzará a
del precio consisten en progreso técnico, parece haber una fuerte razón realizar algún tipo de acción. Si los precios son flexibles, los del licur
para preferirlos con respecto a los ajustes de precio. El progreso técnico, descenderán, y se alentará así, lamentablemente, el consumo de licor por
en parte ul menos, es una respuesta a una situación de "crisis", es decir, paite de los no convertidos. Con estos precios bajos, los destiladores mar-
puede resultar de una tentativa por hallar una solución a algún problema ginales abandonarán el negocio y la producción de licor decaerá hasta
impuesto por el sistema de precios. No todo progreso técnico es de este que. la producción disminuida se ajuste al consumo expandido, entonce^
tipo, por supuesto: alguno surge de la inventiva pura; alguno, del descu- se restaure el equilibrio y cese la sangría del efectivo de los destiladores.
brimiento espontáneo, etc.; pero parece estar impregnada la naturaleza A su vez, el consejo de la misión, al encontrarse con recursos tan abun-
humana, de una tendencia conservadora suficiente al menos para otorgar dantes, contratará más misioneros, más miembros de apoyo y se expandirá
alguna plausibilidad a la proposición de que nadie modifica sus modos en empresas más amplias, hasta que la expansión se equipare con sus in-
establecidos de obrar, salvo que algún tipo de crisis lo obligue a realizar gresos incrementados y deje también de aumentar su efectivo. Ahora se
una acción. Por lo tanto, en la medida en que el progreso técnico es un ha restablecido el equilibrio; evidentemente, se habrá producido una in-
sustituto de los ajustes de precio, todo se debe alegar, a fin de evitar los numerable cantidad de reajustes, además de éstos. No tenemos por qué
ajustes de precio y desviar, de ese modo, el proceso de ajuste, hacia ca- suponer que los trabajadores desplazados de las destilerías se convierten
nales socialmente más útiles. en misioneros. Habrá una larga cadena de ajustes en el mercado de tra-
Por otra parte, desde luego, hay muchos ajustes independientes del bajo; los misioneros se reclutarán entre carpinteros, maestros, etc.; las bre-
precio que son socialmente nocivos. La promoción de las ventas más chas producidas por estas trasferencias al campo de la misión serán cu-
allá de cierto punto —un punto situado, probablemente, muy por debajo biertas por otros, otros cubrirán, a su vez. las brechas producidas por estos
del actual nivel de esta actividad— es un solo malgastadora de recursos, movimientos ocurridos en segundo término y así sucesivamente, por todo
desde el enfoque económico, sino que tiene derivaciones sociológicas el sistema, hasta que también los empleados de las destilerías se convier-
y psicológicas indeseables, bajo la forma de la desintegración del carác- tan en trabajadores en fábricas de bebidas gaseosas, tronquistas, granje-
ter, el desarrollo de las taimadas artes de la sugestión y el engaño y la ros, etc. No hay nada, en todo este proceso, que sugiera la génesis de un
vulgarización de los periódicos y la radio. Sin embargo, el ajuste inde- desempleo general. Es un cuadro de excedentes temporales de trabajo en
pendiente del precio más nocivo es, indiscutiblemente, el desempleo, es las destilerías, y de délicit temporales de trabajo en otros campos, con
decir, la producción a un nivel inferior a !a capacidad del sistema. Nos una subsiguiente redistribución de recursos entre las áreas de exceso y
ocuparemos con mucho más detalle de este problema en la segunda parte déficit de trabajo.
del libro: no obstante, vale la pena echar ahora una ojeada a ciertos po- Este proceso de trasferencia de recursos no depende necesariamente,
sibles mecanismos tic ajuste microeconómico que pueden dar como re- para consumarse, del ajuste de precios y salarios. Aun en un sistema con
sultado, en general, un subempleo de recursos. precios y sakirios completamente rígidos podría tener lugar una traste-
rcucia de recursos. Los ingresos en expansión permitirían emplear más
misioneros, probablemente, sin necesidad de aumentar sus salarios. L,i
Ajustes al cambio: desempleo "licardiano"
impotencia de las destilerías para vender su producción presente de licor
Será útil describir, eu primer término, el proceso de ajuste ''ideal' las obligaría a interrumpir el trabajo y a despedir a algunos de sus em-
en un sistema de equilibrio general con precios altamente flexibles. Su- pleados, aun cuando no hubiera ajustes de precios o salarios. De manera
164 MICROECONOMIA t:ol'll 1HHIO l)t: LA PRODUCCIÓN V F,L CONSUMO lüó

similar, todos los diversos ajustes intermedios podrían tener lugar, perfec- hombres despedidos, tanto como los empleadores, hallarán súbitamente
tamente, mediante la simple trasferencia de recursos, sin ningún cambio empeorada su situación económica por una aguda declinación de renta
en la estructura de precios y salarios. En realidad, éste es, precisamente, e ingresos, Se encontrarán, también, "desatesorando" y "deseconomizan-
el modelo de la economía ricardiana, exceptuando la producción de au- do", a la vez; o sea, gastando más de lo que perciben como ingreso y
mento. Ricardo supuso que la producción industrial tiene lugar en con- consumiendo más de lo que tienen en concepto de renta. La reacción
diciones de costo constante, lo cual no está muy lejos de la verdad, en la natural a esta crisis consiste en una reducción tanto del consumo como
mayoría de los casos. En estas circunstancias, no hay razón para suponer de los gastos, en un intento por disminuir este desatesoramiento y dese-
que un cambio en los gustos o en la demanda afectará la estructura de conomización; puede resultar más fácil habérselas con una crisis de de-
precios: producirá, simplemente, una redistribución de los recursos. satesoramiento y deseconomización si se reducen los gastos y el consumo,
¿Cómo puede surgir, entonces, un desempleo general? En primer lu- que si se trata de expandir los ingresos o la renta. La reducción del con-
gar puede aparecer, evidentemente, por diferencias en el tempo de ajuste sumo y los gastos significa, sin embargo, que bajarán los ingresos y ventas
entre las distintas ocupaciones. Un cambio repentino, en el que la demanda de otros bienes. Los trabajadores despedidos de las destilerías no com-
se desplace del licor a las misiones, puede ocasionar una declinación muy prarán la ropa, los muebles y las radios que. de otra forma, habrían ad-
rápida del empleo en las destilerías, pues éstas se enfrentarán con una quirido. En consecuencia, los fabricantes de estos artículos, que los han
crisis inmediata, causada por las provisiones sin vender y los saldos en producido, quizás, eon la expectativa de venderlos a los trabajadores de
efectivo agotados. Sin embargo, la expansión del empleo en el campo las destilerías, se encontrarán también con provisiones sin vender y ago-
de la misión puede ser lenta y puede que, durante un largo tiempo, el tamiento de electivo; su reacción a esta situación puede consistir, tam-
resultado principal del cambio sea la acumulación de efectivo por parte bién, en despedir operarios y reducir la producción, lo cual tendrá, a su
del consejo. Lleva tiempo encontrar y entrenar misioneros, desarrollar vez, consecuencias sobre otras partes del sistema. Asi, obtenemos una
nuevos campos, etc. Por lo tanto, puede haber un largo periodo durante reacción en cadena: el desempleo lleva a una declinación del consumo,
el cual el empleo total esté por debajo del normal, a causa del distinto (¡ne conduce, por su parte, a nuevas perturbaciones de las estructuras
ritmo de ajuste a las situaciones de déficit y el exceso de trabajo. Esto de bienes de las empresas y a más desempleo. Esta reacción puede em-
también es buena economía ricardiana: Ricardo reconoció claramente pujar al sistema, fácilmente, hasta un equilibrio de desempleo, y provocar
los efectos de "los cambios repentinos en los canales de comercio".2 una merma de la producción, de la cual puede no ser suficiente para
rescatarlo el desarrollo posterior de ocupaciones en expansión. Cada vez
que la reací ¡on inmediata a la dislocación sea una reducción de la pro-
Desempleo "malthusiano"
ducción, un sistema que cambie con rapidez se deslizará, probablemente,
El tipo de desempleo mencionado más arriba es, no obstante, tem- hacia el subempleo.
porario, independientemente de la longitud temporal que alcance, en el
sentido de que surge por los retrasos de ajuste del sistema. Por otra parte, El marco ecológico
puede haber desempleo de un tipo más fundamental y permanente; este
último podría describirse como desempleo "malthusiano", como opuesto Para completar este esquema de inicroeconomía deberíamos retornar
al "ricardiano", ya que Malthus dio la primera descripción sistemática al concepto de sistema ecológico bosquejado en el primer capitulo, ¡del
dí-1 fenómeno, en sus Principies.* liste es el desempleo que resulta de la cual nos hemos apartado, al parecer, un largo trecho! ¿Podemos encua-
falta de disposición o de la incapacidad del sistema para consumir y drar la teoría de la empresa, del consumidor y del equilibrio general del
acumular tanto como puede producir. Examinaremos este fenómeno con sistema de precios en un marco ecológico? El sistema económico parece
mucho más detalle en la 2^ Parte. Podemos observar aquí, sin embargo, descomponerse en ciertus grupos de poblaciones altamente complemen-
cómo podría crear desempleo general una cadena de reacciones microeco- tarios, que podemos designar, de un modo general, "industrias , y dentro
nómicas, por medio de un subconsumo y una inversión inferior a la nor- de cada una de las cuales podemos postular algunas "relaciones de po-
mal. \ hemos considerado aún la-reacción qne provoca esta merma de blación" bastante simples, entre distintos tipos de bienes, empresas e
empleo y de producción de la industria destiladora, en el consumo de las individuos. Sin embargo, exisle una importante diferencia entre los sis-
personas afectadas. Es evidente que la crisis de la industria destiladora temas ecológicos naturales y los sociales, en el sentido de que, en la
no se detendrá con el despido de hombres y el paro de las fábricas. Los ecología natural, las funciones de pob'uciún —es decir, las funciones que
relacionan el tamaño de equilibrio de una población con los tamaños de
2 Ricardo, Principies <»/ Politiral Kconmru/ [J'riíicíp/av <le Economía Política], otras— son bastante estables y completamente ajenas al control o voluntad
Biblioteca Evenmun, cap. 19. de los participantes individuales. En la ecología social, sin embargo, te-
a Malthuí, Principies oj Putiiii-ul r.cunomy [Princip/ait de Economía Pülitica],
Libro II. nemos eí factor "demanda" que determina la relación entre la población
I fifi MTCROnCONOMIA

de automóviles y la de familias, por ejemplo. Es importante comprender,


sin embargo, que las funciones de población del capítulo 1 son, en si
mismas, el resultado de modelos complejos de relación funcional y pueden
estar sujetas a cambios. En lus sistemas ecológicos naturales el cambio
acaece, generalmente, como resultado de ciertos eventos "exógenos" —la
intervención del hombre que derriba árboles del bosque, los c.ambios cli-
máticos, las erupciones volcánicas o la aparición de nuevas especies por
mutación genética— antes que a causa de cambios en las mismas funcio-
nes de población. En la ecología social, la presencia del tactor de elec-
ción consciente da a las funciones de población una inestabilidad que
no parecen tener en el campo y en el bosque.
En todo sistema ecológico hay algo parecido a la circulación de
bienes. En las ecologías naturales tenemos, por ejemplo, ciclos químicos
como el del nitrógeno o el del oxígeno, constituyendo los productos de
i!esL-cho de algunos organismos el alimento para otros. La composición P A R T E II
química de un árbol es algo parecido a un balance: sus procesos de res-
piración y nutrición son semejantes al intercambio comercial; la circula-
ción de los elementos químicos esenciales mediante estos procesos de Macroeconomía
intercambio entre distintos organismos es un proceso análogo al de íu
circulación del dinero. Debemos precavernos, sin embargo, contra la ana-
logía: una cosa es percibir la similitud- entre los distintos sistemas del
universo —tal es lu máxima tarea del lilósoío— y otra cosa muy distinta
es nr/onar por analogía, pasando de un sistema a otro. El estudiante de
c'.tda sistema debe investigar las leyes propias de éste; el razonamiento
por analogía es un indicio seguro du la debilidad dr una ciencia. En la
medida en que toda definición implica el concrptu de una población
de la cosa definida, todas las ciencias empíricas, cuantitativas, se basan
t.-n un sistema ecológico de algún tipu. Sin embargo, la superestructura de
cada disciplina debe construirse por sí misma.
10

La naturaleza y significación de los


agregados económicos

Justificación de la macroeconomía

La macroeconomía es H estudio de la naturaleza, de las relaciones


y del comportamiento de los agregados y promedios de las magnitudes
económicas. La microecODomía estudia la naturaleza y comportamiento
de cantidades y organismos económicos individuales: precios, produccio-
nes, empresas y unidades familiares particulares, el salario deí sindicato
de carpinteros df Seattle, el precio del trigo en la bolsa de cereales de Chica-
go, la producción de automóviles de una planta determinada, etc. Puesto
que los agregados y promedios estudiados por la macroeconomía son, me-
ramente, agregados y promedios de estas magnitudes económicas indivi-
duales, puede muy bien surgir la siguiente pregunta: ¿por qué preocuparse
en absoluto dt la macroccoi'nniía? SÍ conociéramos la conducta de todas
las variables microcconómicas y sus relaciones mutuas, podríamos descubrir
todas las relaciones macroeconomicas mediante el simple proceso de su-
mar o promediar. Todo lo que necesitamos saber acerca del sistema
económico está ya implícito en la microeconomia; más aún, los precios,
salarios y producciones particulares, etc., estudiados en ella, constituyen
las verdaderas realidades de la vida económica: los agregados y los pro-
medios son, cuando mucho, simples construcciones matemáticas y no son
"reales", en el sentido en que lo son sus componentes individuales. ¿Por
qué sobrecargarnos, entonces, con generalizaciones peligrosas e inevita-
blemente imprecisas acerca de agregados, cuando podríamos contentar-
nos con alcanzar exactitud y periección a nivel microeconómico?
La pregunta es digna de ser formulada, y tiene varias respuestas.
En primer lugar, podemos defender nuestro interés por los agregados y
promedios —conceptos tales como el nivel general de precios o de sala-
rios, el ingreso nacional— desde un punto de vista rigurosamente prác-
tico. Cualquier discusión sobre política económica debe expresarse pri-
mariamente en términos de agregados y promedios económicos. Existe
una buena razón para esto. Entendemos por política económica la in-
fluencia económica del gobierno sobre el sistema económico. El gobierno
debe operar, no obstante, en conjunto. El verdadero concepto de ley im-
plica alguna condición que se aplica a todos los individuos de una cierta
17U M ACROECON OM1A NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN DE LOS AGREGADOS ECONÓMICOS 171

clase, es decir, que se ajustan a cierta definición. No se trata simple- no exhibe las características y el comportamiento de los árboles indi-
mente de que el gobierno no posea la habilidad técnica para regular viduales, como objeto de estudio, aunque consista, simplemente, en una
tocios los precios, salarios, rentas, empresas y unidades familiares indi- agregación de árboles. Cu árbol líennina, crece, muere y cae. Un bosque
viduales, por separado. En cualquier sociedad que tenga un gobierno en equilibrio puede continuar exactamente con la misma composición,
responsable —un gobierno de leyes y no de hombres, para usar la frase respecto de la edad y carácter de los árboles que lo componen, para
familiar— es algo básico para el propio concepto de gobierno que éste siempre. A medida que crecen, maduran y mueren los árboles indivi-
debería operar no sobre los individuos como tales sino sobre los indi- duales, brotan nuevos individuos que los remplazan, y el bosque con-
viduos en tanto tienen capacidad como miembros de un cierto grupo tinúa siendo el mismo. Es casi imposible quemar un árbul aislado: los
definido. Esto es teóricamente cierto, aun cuando el individuo sea el bosques, en cambio, están sujetos a incendios, l'n árbol aislado no afec-
único miembro del grupo. Por ejemplo, cuando un presidente es acusado, tará el clima en que se desarrolle; un bosque sí lo hará. Podrían darse
lo es no como un individuo, sino como miembro del grupo conocido por muchos otros ejemplos del mundo natural, pero las más notables de las
grupo de los presidentes, el cual tiene, no obstante, ¡únicamente un miem- diferencias cutre características individuales > grupales provienen, qui-
bro! Aquellos actos juzgados en los individuos en tanto tales constitu- zás, de la vida social y, en especia!, de la vida económica. Difícilmente
yen, únicamente, un gobierno arbitrario y tiránico, y todo ei desarrollo sean tan grandes los peligros de generalizar a partir de la experiencia
de la ley y de la constitucionalidad se ha encaminado en la dirección individual en cualquier otra ciencia, como lo son en la economía. Quizás,
de evitar este tipo de acción gubernamental. 1 la mayor fuente de error del pensamiento económico liayu surgido a
Como la conducta y política gubernamentales deben operar, enton- causa de la dificultad que parece tener la mente para concebir un
ces, sobre grupos y clases amplias de variables económicas, es necesario sistema cerrado como un todo y a causa de la consecuente tendencia
tener una teoría sobre el comportamiento cíe los agregados económicos, a aplicar a la sociedad o a la economía, como totalidades, proposicio-
que arroje luz en los problemas de la política económica del gobierno. nes derivadas de la experiencia individual.
No se necesita, por supuesto, justificar un interés teórico en los Lo que puede recibir el nombre de "paradojas macroeconómicas
agregados mediante una referencia a su utilidad práctica. Cada ciencia -las proposiciones que son \erdaderas referidas a un individuo solo pero
dt'be estar interesada en el intento de describir su universo como un falsas cuando se aplican al sistema económico como totalidad— son ac-
todo, por medio de diversos recursos. Es imposible hacer la descripción tualmente familiares para la mayor parte de los economistas, y aquí
de un amplio y complejo universo de hechos, tal como e! sistema eco- solo necesitamos esquematizarlas. La proposición más importante es,
nómico, en términos de ítem individuales. Dí'bcmns generalizar y sumar quizás, la siguiente: aunque un individuo puede acumular saldos en
para obtener alguna idea acerca de cómo es el sistema y cómo funciona, efectivo (provisión de dinero) mediante el proceso de "atesoramiento"
en cuanto totalidad. En realidad, ni siquiera la microeeonomia se desin- (permitiendo que sus ingresos excedan a sus gastos), una sociedad sulo
teresa de los agregados; en la medida en que intenta generalizar, la mi puede incrementar el airrcgado de sus provisiones de dinero por crea-
croeconomía trata do construir modelos de conducta económica particular ción de dinero y no puede aumentar sus provisiones de dinero por el
que sean característicos de vastos grupos cíe ítem similares. La teoría proceso del atesoramiento individual. Generalmente, basta con una re-
de la empresa no es una lista de los patrones de conducta de la General flexión seria, durante un momento, para convencer a un estudiante de
Motors y la Podunk Ice Company. es un intento por construir un modelo la verdad de esta proposición, \ obstante, sorprende comprobar que
que sea de valor para interpretar la conducta de grandes grupos de esto no se reconoce entre la actual generación de hombres de negocios.
empresas. Aun la forma más primitiva de ciencia —la taxonomía o cla- e incluso, entre la última generación de economistas. En una sociedad
sificación de un universo de objetos— implica cierta agregación. El en la cual es constante la cantidad total de dinero los individuos solo
botánico está interesado en su flor, no como individuo, sino como re- pueden incrementar sus provisiones personales de dinero a expensas de
presentante de un grupo de plantas similares. las provisiones de dinero de otros. Si un individuo "atesora", gastando
La principal justificación He la macroeeonomía. sin embargo, es menos de lo que recibe como ingreso, se sigue —si es constante la
que el carácter y el comportamiento de agregados o poblaciones de provisión agregada de dinero conservada por todos los individuos— que
cosas no puede obtenerse, simplemente, generalizando a partir del ca- el atesoramiento de un individuo obliga a otros, in loto, a gastar más
rácter y el comportamiento de los componentes individuales. El bosque de lo que reciben como ingreso, y, por lo tanto, a desatesorar. Los dis-
cursos de los presidentes de bancos, durante la segunda Guerra Mun-
i Por Miput'-sto, no debí1 pensar*1 que el carácter colectivo D agregativo de la dial, proporcionan muchos buenos ejemplos de incomprensión de e^ta
acuión gubernamental constituye una justificación suficiente de rila, si bien es ne- eíementaíísima proposición. Frecuentemente, estos discursos compren-
cesaria. F,s completamente posible que el gobierno actúe snbre los individuos, como
miembros de grupos, por ejemplo, en la institución de la esclavitud, o en el «eno- dían dos partes. En la primera parte, el orador señalaba, con majestuo-
düio, en una foi'i'a repulsiva para nuestro ientido de \A justicia. sidad, el maravilloso record de "ahorro" batido por el público durante
172 MACROECONOM1A NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN DE LOS AC-REGADOS ECONÓMICOS 173

la guerra, entendiendo por ahorro el incremento de los depósitos ban- de peligros. De hecho, está particularmente sujeto a error, y, por lo tanto,
carios, es decir, el incremento de las provisiones de dinero del público. puede resultar de utilidad, en este punto, indicar algunas trampas oculta^
En la segunda parte, el orador consideraba, con alarma, el enorme dé- en él. Ya hemos mencionado el mayor peligro: el cíe generalizar al sistema
ficit dei presupuesto del gobierno y sugería remedios para reducirlo, como un todo, a partir de la experiencia individual particular y, por lo
sin percatarse, aparentemente, de cualquier relación entre el déficit que tanto, sin comprender las paradojas macroeconómicas. Otro peligro, quizás
deploraba y el "ahorro" público que elogiaba. De hecho, cuando hay igualmente grande, es el de pensar en términos de agregados que son de-
un déficit efectivo en las cuentas del gobierno, es decir, si el gobierno masiado heterogéneos para ser viables. Debe destacarse siempre que los
recibe menos dinero del que paga, el público no puede ayudar porque agregados no son una realidad sino una imagen o aproximación a aquella.
se encuentra con un excedente en efectivo, o sea, recibe más cíe lo que Las cosas reales, en economía como en cualquier otra disciplina, son los
paga; y sí no hay ninguna otra creación de dinero en el sistema, el individuos componentes de los agregados. Si nuestro agregado (o pro-
déficit en efectivo det gobierno será exactamente igual al incremento medio i se integra con individuos muy heterogéneos, no será significativo.
<lc la provisión de dinero del publico, con independencia de las deci- La significación de cualquier agregado depende de la homogeneidad de
siones individuales tomadas respecto del "atesoramiento". Es decir, el los individuos que lo componen. Añadir seis manzanas A siete manzanas
atesoramiento agregado de la sociedad no es resultado de decisiones da por resultado un agregado completamente significativo, de trece man-
de atesorar, sino de decisiones de crear o destruir dinero. Este proceso zanas. Sumar seis manzanas a siete naranjas aún da por resultado un
será examinado con mayor detalle más adelante, y aquí no necesita más agregado bastante significativo, de trece hutas. Es decir, las manzanas
explicación. y las naranjas tienen lo suticitTiU 1 en común como para dar algún signi-
Otra paradoja macroeconómica importante es la del ahorro y la ficado a su agregación. Agregar seis manzanas a siete chinches da por
inversión. Nuevamente, éste es un problema que retomaremos después, resultado trece objetos pequeños: un agregado que, nuevamente, puede
y solo es necesario mencionarlo aquí. Un individuo "ahorra" mediante tener algún tipo de significado, por ejemplo, para un artista, pero que
el proceso de consumir menos de lo que produce, e incrementa así su ciertamente va perdiendo significado con rapidez. Seis manzanas, añadi-
capital neto. El agregado del ahorro, sin embargo, no está determinado das a siete rascacielos, constituyen un agregado que difícilmente podría
por la suma de las decisiones de ahorrar, sino por la suma de las de- tener significado para alguien, excepto, quizás, para los superrealistas.
cisiones de acumular bienes, o sea, de invertir. \Por lo tanto, las deci- La significación de los promedios depende, además, de la distri-
siones de ahorro individuales pueden no ocasionar ahorro, es decir, no bución frecuencia! de las cosas promediadas. Un promedio es una razón
causar un incremento de los capitales netos sino una declinación de la de agregados: el peso medio de los americanos, por ejemplo, se hallaría
producción y la renta. si se sumara el peso total de todos los americanos y se dividiera el resul-
Hay aún una tercera paradoja: !a tic los beneficios y los salarios. tado por el numero total de americanos. Por lo tanto, todas las consi-
(¡ue no es tan familiar como las otras dos. No obstante, es quizás igual- deraciones con respecto a la homogeneidad, que hemos aplicado a los
mente importante. Mostraremos después que la distribución de la renta agregados, se aplican, igualmente, a los promedios. Sin embargo, para que
nacional entre beneficios y salarios o, más bien, entre renías por trabajo un promedio sea interesante, debe derivarse de una distribución de fre-
y rentas no provenientes del trabajo, no está determinada directamente cuencias que sea, al menos, unimodal y no tenga una dispersión demasiado
por el precio barato del trabajo o por la eficiencia productiva de la ad- grande. Los promedios son interesantes solo en tanto son representativos
ministración, sino por una combinación de otros factores. El más im- de los individuos promediados. El peso medio de los americanos es un
portante de éstos consiste en las decisiones para invertir, tomadas por la guarismo bastante interesante, porque podemos esperar que muchos in-
administración, o sea, las decisiones para acumular bienes reales, y el dividuos tengan un peso aproximado al promedio, y lograr así una idea
complejo de decisiones de toda la sociedad acerca de preferencias con muy clara acerca de la probabilidad de encontrar individuos con un peso
respecto a la liquidez. considerablemente inferior o superior al promedio. Esto es interesante,
Estas paradojas, más que cualquier otro factor, son las que justi- pues, en cierto sentido, el promedio se aproxima a nuestra idea de "nor-
fican el estudio separado del sistema como un todo, no simplemente ma", aunque por supuesto debemos precavernos de aplicar, con demasiada
como un inventario o lista de ítem particulares, sino como un complejo rapidez, patrones éticos de normalidad a los promedios estadísticos. En
de agregados. el caso del peso, sin embargo, estamos razonablemente justificados al
suponer que un individuo que tiene casi el peso promedio para su edad
Los peligros del pensamiento agregativo y altura, pesa "aproximadamente el peso justo y que los individuos mu-
cho más pesados o mucho más livianos respecto del peso promedio son,
Aunque hay amplia justificación pura que se estudien los agregados en un sentido normativo, de un peso "excesivo" o "insuficiente" con re-
económicos, no debe creerse que el pensamiento agregativo está libre lación al normal.
174 MACHO ECO N OMIA NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN DE LOS AGREGADOS ECONÓMICOS 175

Sin embargo, si tomamos el peso medio de los americanos y el de sus de rape a un centavo de dolar cada una. entonces podemos deeir, con
automóviles, el resultado —digamos, cerca de 1000 libras— no sería un bastante seguridad, que quince ciclantes y veinticinco pulgaradas de
guarismo interesante, de ninguna manera, no tanto porque no sean sig- rapé "valen" u$s 75.000,25. Independientemente de lo heterogéneo que
nificativos los agregados de los que se ha derivado el promedio, sino por- sea un agregado, si cada ítem puede ser expresado en términos de su
que el promedio no representa a individuo alguno. Nada hay de incorrecto equivalencia o "valor', en algún denominador común, o numerario, en-
en sumar pesos: podemos añadir las ISO libras de peso de un hombre tonces se puede sumar el valor del agregado. No es necesario, por su-
a las 3.<MK) de un automóvil y obtener un agregado significativo de 3.18Ü puesto, sumar el agregado de capital en términos de dinero. El agregado
libras, agregado que puede ser completamente significativo, por ejemplo. heterogéneo puede sumarse siempre que tengamos una serie de razones
para el maquinista de un trasbordador sobrecargado. El agregado de de valor que nos permitan expresar todos los distintos Ítem en términos
números de automóviles y números de personas no tiene mucho sentido, de una única variable homogénea. Si supiéramos que un elefante es equi-
porque los automóviles y las personas no son. por lo general, suficien- valente a una tonelada de trigo y que una pizca de rapé es a su vez
temente homogéneos en su carácter como para constituir un agregado equivalente a una onza de trigo, podríamos reducir el in\entariu de
interesante; no obstante, no es completamente disparatado como agregado. elefantes \e a un total común eu términos de trigo.
í.o (pie hace sin sentido al promedio es el hecho de que la distribución
frecuencia! de la población promediada es bimodal, con un modo en el
Medición del capital agregado o renta
lieso modal de los americanos, y otro modo en el peso modal de sus
automóviles. Por lo tanto, el promedio —independientemente del tipo de Confiamos eu el concepto de una provisión total de capital como
inedia que sea— se hallará entre ambos modos, y no representará el peso magnitud particular, porque leñemos cierta le eu que las razones de
ríe individuo alguno, l'n hombre de 1.000 libras sería una monstruosidad; valor o equivalencia de los diferentes tipos de capital son bastante es-
un automóvil de J . f K H ) libras sería, por lo menos, ¡una curiosidad! tables. Debería observarse que estas razones Je valor no tienen por que
Estas consideraciones fieueu uran importancia para la construcción ser valores cíe intercambio, es decir, razones a las cuales puedan tras-
de acregados y promedios económicos, pues existe un peligro real en el formarse realmente los bienes, unos en otros, por medio del intercambio.
uso de agregados demasiado heterogéneos, o promedios que sean dema- Es cierto que las razones de v.ilor se basarán, probablemente, en lus
siado no representativos para ser suficientemente significativos. La difi- valores de intercambio; sin embargo, con frecuencia, hay ocasiones en
cultad aparece porque no podemos mostrarnos muy escrupulosos con las cuales la g< nte siente que hi estructura vigente de valores de inter-
respecto a los agregados y promedios económicos. No podemos insistir, cambio es "anormal". En este caso, tienen como referencia, evidentemen-
por ejemplo, en la perfecta homogeneidad de nuestros agregados, pues te, algún sistema de valores pasado o algún promedio de relaciones an-
muchas de las cosas en las que estamos interesados son. de hecho, agre- teriores, como el "verdadero" sistema de valores. Después de la segunda
gados de individuos bastante heterogéneos. Se hallará un excelente ejem- Guerra Mundial, por ejemplo, la mayoría de la gente sintió que los pre-
plo de tal heterogeneidad en el concepto de agregado de capital real. cios de las casas y de los automóviles de segunda mano estaban "fuera
El capital real consiste en una lista o inventario de una colección fan- de línea , es decir, por encima de sus "valores normales', en la estructura
tásticamente diversa de objetos —tantos elefantes, tantos pianos, tantos ce-
general de las proporciones relativas de valor. Con frecuencia, los conta-
pillos de dientes, tantos perros de porcelana, tantos tnrnos-revólveres, etc.—,
dores asignan valores algo arbitrarios al capital fijo y al equipo, en un
Es evidente que, en este caso, el simple hecho de agregar carece de sentido;
intento por evitar que se tengan en cuenta las fluctuaciones tan solo
un tiene objeto añadir quince elefantes a veinticinco pulgaradas de rapé:
el resultado no es cuarenta cosas, ¡ni siquiera cuarenta estornudos! Sin temporarias, en las relaciones de intercambio. Exactamente en la misma
embargo, el agregado de capital real es algo que nos interesa. Queremos forma en que nuestra experiencia común de comprar y vender crea en
saber si el capital real se incrementa o decrece, si es mayor o menor en nuestras mentes cierta concepción acerca di-1 "valor del dinero" o de "lo
un lugar o tiempo que en otro, y no se nos puede entretener con la que .vale un dolar", así también, en nuestra experiencia común encontra-
respuesta de que la pregunta es un disparate estadístico. mos que la estructura de valores relativos es moderadamente estable.
Nuestra sensación de que el agregado de capital real es significativo Obtenemos, así, cierta convicción acerca de qué cosas son "realmente"
se deriva de una convicción acerca de que los distintos ítem del capital valiosas, unas en términos de las otras. Debe señalarse que ésta es una
real pueden c\:dutifíic unos en términos de otros. Es decir, podemos pos- convicción puramente subjetiva, que puede cambiar, por supuesto, a me-
t u l a r ciertas razones de equivalencia, o precios, que nos permitirán con dida que cambian nuestras experiencias. T,a mayoría de la gente de me-
vertir en una suma homogénea todos esos ítem heterogéneos. El método diana edad tuvo, después de ia segunda Guerra Mundial, cierta sensación
más común de evaluación es, por supuesto, hacer ésta en términos de de que los precios eran alfós: la manteca a un dólar, las casas pequeñas
dinero: si evaluamos los elefantes 5.000 cada uno y las pulgaradas a u$s 10.000, los Chevrolet a uSs 1.400, etc., costaban más de lo que valían
176 MACHÍ,'ECONOMÍA N.VmiALEZA V SIGNIFICACIÓN DE LOS At.IU&ADOS ECONÓMICOS 17'

realmente, ( Io cual es cierto! La gente joven, que nunca había conocido provisión de trigo horizontalmente, y la de dinero, verticalmente. P,, repá-
ningún nivel interior de precios, no tenía, por supuesto, tal sensación: senla una provisión inicial de dinero y trigo; P¡ representa una nueva com
para ellos, la manteca a 50 centavos y los Chevrolet a u$s 800, les hubie- binación de provisiones. Surge, pues, el problema acerca de si P, representi
ran parecido baratos. En turma similar, aquellos cuyos marcos de refe- una provisión de capital mayor o menor que Pu. Si ?, estuviera en el campí
rencia económicos se habían establecido en la decáela del treinta, podrían limitado por la línea horizontal P,,.\\ y la línea vertical P,,Y,,, n« habría pro
haber tenido la impresión de que, después de la segunda Guerra Mun- blema, ya que PI representaría en ese caso una mayor cantidad de ambo
dial, los alimentos estaban caros sí se los comparaba cun otras cosas. bienes que P,,, y a menos que uno o más de los bienes fueran articulo:
Efectivamente, era cierto, comparados con los precios de la década del inconvenientes, un incremento de ambos representaría claramente un au
treinta. A quienes no conocieron ningún otro sistema de valores relativos, mentó del total. De la misma manera, no hay problema alguno en com
sin embargo, el estado de cosas de la posguerra les hubiera parecido nor- parar la combinación P,, con una combinación en el cuadrante limitad.
mal por completo. por P,iX0' >' PUY,,', donde hay menos provisión de ambos bienes que unte»
Evidentemente, solo se puede dar una medida inequívoca de las El problema aparece al comparar la combinación Pt, con una com
existencias físicas de capital si los equivalentes de valor de lodos los binación del cuadrante A',/,,}',,', en el eme hay mas trigo pero menos di
distintos ítem permanecen constantes. Solo si una máquina de escribir es ñero que antes, o con una combinación del cuadrante Y () PnXu', en el qui
siempre equivalente a dos trajes, podemos decir que la provisión total hay más dinero pero menos trigo que antes. En estos cuadrantes, el cam
de capital ha aumentado, decrecido o permanecido en el mismo nivel, bio de P(, a P} puede representar un incremento, una disminución o nin
al agregar x máquinas de escribir a la provisión total, y quitar y trajes de guna alteración del valor total de bienes, según los equivalentes de valu
o precios eme se empleen para obtener un denominador de valor común
Así, si el precio del trigo para los propósitos de la evaluación es igua
a la inclinación de la línea P, ( P,. que corla al eje del dinero en A,, y a
de los bienes en P,,, el cambio en la composición de bienes no represen!;
ningún cambio con respecto al total; el valor monetario tanto de la com
binación P,, como de la combinación /' ; es O A»; el valor del trigo, ei
ambas, es O/i,,. Ahora bien, si t-1 precio de evaluación del trigo es meno.
que éste —diñarnos, igual a las inclinaciones de C,,D(1 o CiDí- el moví
miento desde la posición P., a PI representa una declinación del india
del capital total, sea que lo midamos en valores monetarios, que deeli
nan desde OC,, a OC t , sea que lo hagamos en valores de trigo, qu(
declinan de OD,, a O/>i- Sin embargo, si el precio de evaluación es mayo
—digamos, igual a las inclinaciones de £,F] o EuFu— el movimiento dt
P() a P! representa un incremento t'ii el índice del capital total; se au
mentan los valores monetarios de OEtl a OE,, y los valores de trigo, di
OF,, a OFj. Es evidente que el principio de esta figura puede extender»
a cualquier número de dimensiones. Independientemente de la canuda*
Fio, 67. La agregación de capital.
de ítem diferentes de capital que tengamos, habrá algunos sistemas d«
evaluación relativa de precios que no arrojarán ningún cambio en e
índice del capital total, al movernos de una combinación a otra. Si no
ésta. Si los valores relativos de las mercaderías cambiaran rápida e irre- dan todos los precios de evaluación, con excepción de uno, podemos en
gularmente, no tendría sentido que la provisión total del capital físico contrar un nivel de ese precio que igualará los valores de esas dos com
hiera un agregado mensurable. En efecto, la provisión total de capital
binaciones.-
no puede ser medida exactamente, tanto por sus razones de intercambio
objetivas como por alguna razón subjetiva "normal", porque, de hecho, 2 Siiponj-iiiiins que tí-ucmos las cantidades A.,. #„. C B , etc., de los clüt¡iaitf\ tip.
los valores relativos de las mercaderías cambian en el curso del tiempo; i l e Ldpital. para comenzar, > AL, tí,, C,, etc., en la nueva posición. Sea b el precio d
sin embargo, podemos postular ciertos valores extremos para su variación. .valuación de B i-n términos dt- A; L\l clt- C. en (¿mimos de A, etc.: es decir, s
El análisis de la evaluación de bienes de la primera parte arroja mucha <-imsidrr.i que un.i unidad de B es equivalente a b unidades de A, y asi sin.r*iwmfutt
Entonces, t-1 valor total tit- la primera posición en términos de A es Vu =; Au +
luz sobre iodo este problema. Xos ocuparemos nuevamente del caso simple Bg íí -(- Cu ( • + • - - > rl valor total de la segunda posición tm términos de A, c
de dos bienes: llamémoslos "trigo" y "dinero". Ea la figura 67 se mide la Y-, -.= A. + B. b + C, c + . . . Si se conocen todos los valores precios de evaluada
178 MACHOECOXOMIA NATU1UIEZA V SIGNIFICACIÓN DE IXXS AGREGADOS ECONÓMICOS

En general, uí comparar los valores de esas dos combinaciones di- es el equivalente en dinero de P t , y la razón entre OM\(, es una po-
ferentes de bienes, obtendremos dos conjuntos extremos de precios de sible medida del incremento o disminución del capital total de PM a P,.
evaluación: uno, en el cual se evalúe objetivamente la primera combina- De manera similar, podríamos medirlo en términos del cambio en el equi-
ción; otro, en el cual se evalúe objetivamente la segunda combinación. valente en trigo, o sea. OU",/O\V,,. El equivalente en trigo tendrá siempre
Asi, en la fig. 67, supongamos que el precio del trigo en la combinación Pu el mismo signo que el equivalente monetario, pues las curvas de indife-
es igual a la inclinación de £UFU (o EiF-i) y que el precio en la combi- rencia no pueden cru/arse, pero, en general, no tendrá la misma magnitud.
nación P! es igual a la inclinación de CoDu (o CM^). En ese caso, OE, Este método puede ser generalizado, evidentemente, a un sistema de más
es el valor de la combinación P! a los valores de P0, y OC,, es el valor de dos tipos de bienes. Sin embargo, tal método no es particularmente
de la combinación P,, a los valores de P¡. SÍ estamos construyendo un evaluable de una manera empírica. Cuando hay un gran número de bienes,
índice del cambio en el capital entre PO y P\, \0 es igual a 100, digamos, el equivalente en un bien dado, de un grupo grande de bienes, puede ser
OF virtualmente infinito, y consistir todo el significado del grupo de bienes
entonces, a los valores de Pu¡ el índice del valor de /\a 100
en sus combinaciones.
y, a los valores de P,, el índice del valor de P t sería 1ÜÜ. En el caso Otra posible medida sería la de evaluar cada cantidad de bien a bii
OCo tasa marginal de sustitución, cotí el numerario o medida de valor. Kn
de la figura anterior, vemos que el índice aumenta cuando se usan los va-
términos de la figura, esto implicaría la existencia de tangentes a las cur-
lores de PU y disminuye cuando se utilizan los de P¡. Esto no es necesa-
vas de indiferencia en P,, y P,, que correrían hasta encontrar el eje del
riamente verdadero, por supuesto, y sería posible que aumentara o dis-
dinero en Su y Si; entonces, la razón OSi/OS^ sería la medida monetaria
minuyera cualquiera de ellos. Se puede decir que estos dos índices denotan
el ámbito estadístico extremo de la medida del cambio en el capital total,
JW,
ya que, evidentemente, no tiene significado alguno moverse hacia valores
más extremos, aunque esto pueda llegar a darse.
Es posible comprender un poco más este problema, al menos con-
M
ceptualmente, con la ayuda del análisis por curvas de indiferencia. Si
podemos suponer que hay un sistema estable de curvas de indiíerencia If
común a las dos combinaciones de bienes (un supuesto bastante arries-'
gado), entonces podemos definir la mayor combinación de capital como la
preferible, es decir, la que se encuentra en la curva de indiferencia supe-
rior. Así, en la fig. 68.,, P, sería una provisión de capital "mayor" que P,,;
en la fig. b8,,, P, seria más pequeña, pues figura en una curva de indi-
ferencia iníerior. Si conociéramos his curvas de indiferencia, podríamos
medir el cambio en el capital, de P,, a P t , de varias maneras. Podríamos
medirlo mediante el "equivalente monetario" o el "equivalente en trigo."
CM/,i es el equivalente monetario de la combinación Py —es decir, se li.u.i
FtG. 68. A^rep;adón de bienes pur de indiferencia.
de aquella cantidad de dinero que combinada con una cantidad nula de
trigo sería exactamente tan satisfactoria para el individuo como la com-
binación de dinero y trigo representada por P^—. En forma similar, del cambio del capital: si estas tangentes corrieran hacia el eje del trigo,
nos darían la correspondiente medida en trigo.
b, í,', etc., uní e.U-'t'piiún de uno —por ejemplo, ¡>— se puede niiioirtrar un valor de Hay muchas objeciones que hacer u todos estos procedimientos. La
que hará iguales \'u y Vi: raíz tic la dificultad se halla en el siguiente hecho- lo que estamos tra-
,!„ - Ai + c(Ct tando de medir es la utilidad en un sentido objetivo, numérico, problema
b =
H; - que no hemos podido resolver, y que probablemente sea insoluble. En
El \.ilor lie I) que l i ü t t - iguales amitos valores puedt- no ser positivo, por su-
realidad, queremos conocer la "altura relativa" de los dos contornos de
puesto, y en ote taso, no sena una solución válida, ;i menos que el bien evaluado indiferencia, y una respuesta perfectamente posible para esta cuestión.
fuera un articulo inconveniente. Sin embargo, es probable que siempre h,i\ un ám- uunque no muy satisfactoria, es decir, que la cuestión misma es ilegí-
|jilo amplio lie preuos relativos de evaluación positivos, ni los cuales sean iguales
los valores de dos combinaciones cualesquiera de cantidades de bienes. tima. Hay unu objeción particular para el método de evaluación a la
180 MACHOECONOMIA XATl'HAl.EZA Y SIGNIFICACIÓN DE LOS Af REGADOS ECONÓMICOS

marginal de sustitución y es que, si la curvatura de las curvas de indi-


lerenda es considerable, puede producir fácilmente un resultado carente índices de niveles de precio
ile sentido, y dar un valor más bajo a una combinación que se encuentre
sobre una curva de indiferencia más alta. Sin embargo, la objeción más Dificultades similares a las señaladas se aplican al concepto y me-
fundamental de todas es que, a! medir el capital total de una sociedad, dición de un nivel de precios general o promedio de un cierto agregado
no tenemos manera de sumar las distintas curvas de indiferencia indi- de bienes, ya sea que concibamos el nivel de precios como una carac-
viduales de las personas que integran la sociedad. Supongamos que el terística de una provisión de capital o de un flujo de renta. De la misma
individuo A prefiere la combinación PI a la combinación P(l, mientras que manera como podemos medir los cambios de una provisión de bienes
el individuo /> pretiere P(( a P,. No parece haber manera de resolver estas heterogéneos en forma inequívoca —solo si los precios de evaluación
diferencias, o de sumarlas. Para construir "curvas sociales de indiferencia" permanecen constantes— podemos medir los cambios del nivel de precios
tendríamos que violar los preceptos del análisis por curvas de indife- de un agregado de bienes siempre que la composición de éste se man-
rencia, suponer una utilidad numéricamente mensurable y, además, la tenga constante. Si deseamos comparar los niveles de precio de dos agre-
posibilidad de hacer comparaciones interpersonales de utilidad, es decir, gados diferentes de bienes con precios distintos, solo podemos obtener
que la unidad de utilidad fuera la misma para todos los individuos. Por. un ámbito de valores posibles cuyos extremos se establecen al medir el
lu tanto, aunque el análisis por curvas de indiferencia arroja, al menos, cambio del valor total, bajo la influencia del cambio en los precios, pri-
algo de luz sobre la naturaleza del problema de la medición de provi- mero en un agregado, y después, en el otro.
siones heterogéneas de capital, no nos lleva muy lejos en la solución del Supongamos que tenemos dos agregados de bienes, cada uno con
problema; nos deja tan solo la proposición de que la medición de la su precio: el agregado P (h , que consiste en qa de A, evaluado en un precio
provisión de capital es posible en términos completamente inequívocos, ;í:1; í/i, de tí, a un precio ;»,„ etc., y el agregado P,, que consiste en (/»'
únicamente si la estructura tle precias de evaluación es estable. Si hay de A, a un precio pa', í/ ip ' de B, a un precio pi/, etc. De estos valores,
fluctuaciones en esta estructura, debemos contentarnos con un ámbito de podemos derivar cuatro magnitudes de valor agregado:
valores posibles, y cuanto podemos decir es que este ámbito, por lo co-
mún, es lo bastante pequeño como para que el concepto de un cambio r0 - -/>,//„
en el total de bienes, tenga la significación suficiente para interesar. r, = 2p.v
Los problemas implicados en la medición de un total de bienes se U)
repiten exactamente en el problema de la medición de un total de "renta
real" o "egreso real". En la misma forma en que el total de bienes es nn
inventario heterogéneo de ítem diferentes, así también, las adiciones bru- V,, y \'i son magnitudes de valor "reales"': \' 0 es el valor total del agre-
tas a este total —que constituyen la renta real— o las sustracciones brutas gado P(), evaluando cada ítem a su propio precio; siinilarmente, V7! es
de él —(|iie forman el egreso real— son inventarios helero «léñeos de di- el valor total del agregado P,. U',, y \\\n valores imaginarios o hipo-
ferentes ítem, y si hay que reducirlos a una medida común, cada ítem téticos: U',, es el valor total del agregado de bienes P(l, que resultaría
debe multiplicarse por un precio de evaluación. A menos que el sistema de realizar dicha evaluación a los precios del agregado P t ; W t es el valor
de precios de evaluación sea constante, tenemos de nuevo una ambigüe- total del agregado P¡. si se lo evaluara a los precios de Pl(. Aquí, se halla
dad en el concepto de total de producción, es decir, la renta o consumo presente un supuesto: el de que todos los bienes representados en ambos
real. Hay una dificultad adicional en el caso del agregado de renta y agregados tienen precios representados en los dos agregados. No es ne-
consumo: que los precios de evaluación mismos pueden cambiar durante cesario suponer que todos los bienes están presentes en ambos agregados.
el período contable. No parece haber solución para este problema, excepto Así, por ejemplo, no necesitamos que fí exista en los dos agregados; si
si consideramos períodos contables lo bastante cortos como para que </(, — O, incluso en ese caso, podemos agregarlo. Para calcular Wi o \V,,
podamos suponer la ausencia de cambios en los precios de evaluación debemos suponer, sin embargo, que podemos postular un precio hasta
durante el período y la presencia del cambio solo en el último momento para bienes que no existen en uno u otro de los agregados. Esto puede
de aquél. No hay, pues, manera de escapar a la ambigüedad fundamental originar un problema real cuando se intenta comparar niveles de precios
ilel concepto de capital total, como han supuesto, al parecer, ciertos es- de agregados de bienes muy diferentes, por ejemplo, los niveles de pre-
critores, intentando reducir el capital a algún equivalente de renta. La
cios de culturas o épocas muy distintas.
renta es simplemente un diferencial de capital, es decir, adiciones o sus- De estos cuatro agregados de valor se pueden derivar, inmediata-

i
tracciones con respecto a éste, y todas las dificultades del concepto de
mente, los niveles extremos tanto de los índices de cantidad como de lus
capital son por igual inherentes al concepto de renta.
182 MACROECONOMÍA NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN i>fc LOS AUUXADOS ECONÓMICOS 183
de precio. Tenemos los dos índices de cantidad, que expresan el agregado
En el caso de los dos bienes, pueden visualizarse muy simplemente
de cantidad de PÍ como una proporción de P0 (P0 —1),
estas relaciones, en nuestro diagrama habitual. En la fig. 69 hemos su-
W> r, 1 (O'X puesto nuevamente la existencia de dos bienes, dinero y trigo. El precio
V'J n~7) Vi = "77^ (¿)
v, W0 del dinero, por supuesto, es igual a 1. P0 y PI son dos combinaciones de
trigo y dinero. El precio del trigo en el agregado PU es igual a la in-
Qv es la razón entre el agregado de cantidad P¡ y el correspondiente PQ, clinación de P0Vo, y en el agregado P,, es igual a la inclinación de
evaluados a los precios de P0; Q¡ es la razón entre los agregados de can- PiAV Entonces, OVU = V',,, o sea, el valor de la combinación P0, a los
tidad P¡ y PU, evaluados a los precios de PV precios de PU, y OV7! = V',, es decir, el valor de la combinación PI a los
En forma similar, tenemos los índices de precios: precios de P t . Si trazamos ahora P«|W0 paralela a PiV } , hasta encontrar
el eje del dinero en \\'», O\\\ ~ W0| o sea, el valor de la combinación PU
-r JÍL ,' Zl ttl
"O v,
* O
-1 ~ -777-
"1
(Ó)
a los precios de P ] É Similarmcnte, trazando P]W[ paralela a PUV0, obte-
nemos O\\''i --= U',, es decir, el valor de la combinación P¡ a los precios
TÍO es la razón entre el valor del agregado de bienes Po, medido a los de P0. Con precios constantes, se puede medir el cambio en la cantidad
precios de Plt y el valor del mismo agregado, medido a los precios de P<>. por el movimiento de Vl( a U',, o de \\'lt a V}. Permaneciendo constantes
;ii es la proporción del valor del agregado de bienes PI, medido a los pre- las cantidades, se puede medir el cambie» en los precios por el movimien-
cios de P, con respecto al valor del mismo agregado, a los precios de Pu. to de V0 a AV ( , o de \\\ V",. Se puede dividir el movimiento de valor,
Es decir que ,t,, mide el cambio relativo de la media aritmética ponde- de V,, a V'i en un movimiento de precio y de cantidad en \\'ü o en Wi:
rada de los precios entre las dos situaciones, sopesadas por las cantidades si se trata de U7,,, el movimiento de precio da cuenta del movimiento
de P(); ;i] es un cambio similar en la inedia aritmética ponderada del desde V*u hasta U'u (.1,1); el movimiento de cantidad, del movimiento
cambio de precio, sopesada por los precios de PI. desde U' 0 hasta \\. Si, en cambio, dividimos el movimiento de va-
Como no hay manera de decir cuál de las dos posiciones extremas lor en U'j, V g U'i (Qo] indica e! cambio en la cantidad, y U'iVj {rtj}, el
es "correcta", si la del índice de cantidad o la del índice de precio —o cambio de precio.
cualquier otra posición intermedia— no tiene mayor importancia qué
índice elijamos. Sin embargo, si usamos el índice de cantidad Qtí debemos
utilizar el índice de precios .t,, y si usamos el índice de cantidad {),,
debemos utilizar el índice de precios ,T(I. La razón de esto es que deben
seleccionarse aquellos índices de cantidad y de precio que tengan la pro-
piedad de que el producto de estos índices sea iguaj al índice de cambio
en el valor total, a los precios propios. De las fórmulas, se desprende que


» t)
(•i)
Con los índices seleccionados en esta forma, las medidas de nivel de can-
tidad y de precio obedecerán la regla a la cual se atienen todos los
precios y cantidades individuales: que el valor total de cualquier can-
tidad es igual a la cantidad multiplicada por su pnvio.
Sin duda, hay una gran cantidad de otros íi¡;liees posibles de precio Fir., 69. Niveles de- precio y de cantidad.
y cantidad, además de los simples promedios aritméticos ponderados que
usamos aquí. Existe, por ejemplo, la media geométrica, o incluso, medias El análisis por curvas de indiferencia ha sido utilizado también en
( mucho más complejas, tales como el asi llamado número de índice "ideal ,
de Fisher, que es la media geométrica de las dos inedias geométricas
un intento por otorgar mayor precisión al concepto de un cambio en el
nivel de precios, siendo medido el cambio por el pago compensativo
extremas. Algunas de estas otras medias o agregados tienen propiedades que es exactamente suficiente para compensar por los cambios de precio.
estadísticas convenientes. Ninguna, sin embargo, tiene más significación Esta definición, sin embargo, padece del detecto fatal de todos los aná-
económica que las simples medias aritméticas usadas aquí y ninguna lisis por curvas de indiferencia, desde el punto de vista macroeconómico:
puede escapar a la ambigüedad conceptual fundamental de un agregado se puede decir que tiene precisión solo desde el punto de vista de un
cié ítem heterogéneos. Por lo tanto, no parece haber muchas razones en individuo particular. Por lo tanto, un cambio objetivo de la estructura
Favor d^ su uso. de precios puede representar tantos cambios diferentes de nivel de pre-
NATUTUI.EZA V SIGNIFICACIÓN DE LOS AGREGADOS ECONÓMICOS 185
1W M VCBOECONOMA

vitablemente, gran cantidad de "bienes libres" que, por su propia naturaleza,


cios eomo individuos haya y, por lo tanto, es imposible, incluso concep- no pueden ser incluidos en ningún índice estadístico: la agitación de Nueva
Uialmente, idear una medida de nivel de precios que evite esta ambi- Yoik y el aire fresco de Denver son incógnitas para el mundo de las es-
güedad, a menos que estemos preparados para admitir comparaciones tadísticas económicas, pero pueden desempeñar un papel principal en
interpersonales di1 utilidad. Esta ambigüedad no es, meramente, una di- las decisiones de un individuo con respecto a la elección de su lugar de
licultad estadística; está enclavada en la naturaleza misma del concepto
de un nivel de precios o de cualquier otro intento por evaluar una masa residencia.
heterogénea de ítem en términos de un único parámetro.
Supongamos, por ejemplo, que deseamos comparar el nivel de pre- La f, Una de la agregación
cios de Denver y el de la ciudad de Nueva York. Para un individuo
particular, esto equivale al problema: ¿tendrá mayor valor adquisitivo un Debe destacarse la importancia de un peligro más en el pensamiento
dólar en Nueva York o en Den ver? La respuesta a esta pregunta, sin em- económico. Frecuentemente, es necesario tratar los agregados y promedios
bargo, depende de ío que desee comprar el individuo. Algunas de las económicos como simples variables homogéneas, para los propósitos del
cosas que pueden comprarse en Nueva York, como entradas de teatro, análisis matemático. Así. nos encontramos a menudo con que el econo-
por ejemplo, no son asequibles en Denver. Algunas cosas disponibles en mista escrute: "Sea /{ la renta nacional' o "Sea S el nivel de salarios". De-
Denver, tales como paseos u lus montañas, no se hallan en Nueva York. trás de estos símbolos matemáticos de apariencia inocente, acecha un mun-
Tara un individuo, el problema mismo se trasformu. en realidad, en la do de peligros. I'no de los postulados más fundamentales del análisis
cuestión acerca de si preferiría vivir en Denver o en la ciudad de Nueva matemático, por lo menos al simple nivel del cálculo newtoniano, es el de
York, en condiciones similares y con el mismo salario. Evidentemente, que las variables del análisis son cantidades homogéneas que no tienen
esta cuestión podría ser resuelta en forma diferente, incluso por parte del estructura relevante para el problema en cuestión. Este supuesto consti-
misino individuo, con diferentes niveles de sueldo: uno podría preferir tuye, frecuentemente, una aproximación a la verdad bastante razonab'e,
muy bien vivir en Dcavcr con u$s 3.01)0 al año, y en Nueva York con en problemas de. ingeniería, física y astronomía. Asi, si escribimos "Sea D
u^s 2C.UCU. Sin duda, esta cuestión podría ser contestada en distinta for- la distancia de la Tierra al Sol", tenernos nú grado de confianza razonable
ma por dos individuos distintos. Ms cierto que, para un individuo parti- en que esta distancia no tiene una estructura relevante, es decir, todas las
cular, a un cierto nivel de salario dado, y en condiciones dadas de trabajo millas son exactamente semejantes entre sí. en la medida en que se tenga
;, tonna de vida, la diferencia en el nivel de precios entre Nueva YorV en cuenta únicamente su propiedad de extensión. Por otra parte, el inge-
y Denver podría expresarse correctamente por medio de un pago com- niero que escribe "Sea \V el peso de la viga" puede vei>e en dificultades
L¡emalor¡o. Así, si al tiempo que el individuo tuviera un sueldo de u$s 5.000 si descuida la distribución del peso en las distintas partes de la viga,
en Denver, tuviera olro de uSs 6.000 en Nueva York, entonces podríamos aunque por lo menos tiene la satisfacción de saber que cada gramo, una
decir que. para él, y a ese nivel de renta, el nivel de precios en Nueva vez localizado, se comporta en la misma forma que cualquier otro gramo,
York era de 12't, en comparación con el nivel de 100 de Denver. Consi- al menos p.ira sus propósitos.
derando el mismo conjunto de precios en las tiendas, otro individuo podría El economista que escribe "Sea ¡i la renta nacional" corre, sin eni-
lener sueldos exactamente semejantes, de u$s fi.ÜUÜ en Denver y u$s 3.0CO h.irai. un peligro mucho mayor: está .suponiendo implícitamente que
en Nueva York; para él, el nivel de precios de Nueva York sería de 83l/:!, para los propósitos del problema que estudia, la estructura de la renta
en comparación con el nivel de 100 de Denver, Teóricamente, por supuesto, nacional no es relevante y que lo único que interesa es el tamaño de su
sería posible agregar estos distintos niveles de precios tomando todos los agregado. Esto puede ser aproximadamente verdadero para algunos pro-
individuos (;ue tuvieran el mismo tipo de opción respecto de vivir en Nueva pósitos; sin embargo, ¡jara la mayoría de los problemas, la estructura de
York o en Denver. Hallaríamos para cada uno cíe ellos aquella renta que la renta nacional puede tener tanta importancia como el tamaño de su
lucra equivalente en los dos sitios, sumando estas rentas; entonces, si para agregado, y hasta ser más importante. Por mucho que se emplee el aná-
101) individuos, por ejemplo, observamos que u¡?s ÓÜ-.í-O en Denver equi- lisis matemático con la variable /i, este hecho no quedará al descubierto,
valen exactamente a uSs 550.000 en Nueva York, podríamos decir que el pues el análisis matemático no puede descubrir más de lo que ya estaba
nivel de precios en Nueva York es de 110 con respecto a! ni\el de 100 de implícito en el problema, y a menos que explícitamente descomponga-
mos U en algunos de sus componentes, la mera manipulación matemática
l>'nver. Pero este procedimiento tiene muy poco que hacer con los habi-
tuales métodos estadísticos de comparación de niveles de precios, y el re- no lo hará por nosotros. Lo inadecuado de las predicciones hechas por
los macroecononústas con respecto al período inmediatamente posterior
sultado obtenido mediante el método de "pago compensatorio" ni siquiera
a la guerra, cuando la mayoría de ellos había pronosticado una severa
podría situarse en el ámbito del nivel de precios, en tanto se determine éste
depresión durante el período de transición, parece haber sido el resultado
por el promedio ponderado de bienes hallado en el mercado de las dos
de confiar demasiado en ciertas relaciones funcionales entre agregados
Ciudades;. Kn la determinación de las decisiones individuales se filtran, ine-
1S6 MACROECONOMIA
N-ATURALEZA V SIGNIFICACIÓN DF. LOS AGREGADOS ECONÓMICOS 1ST

heterogéneos, como por ejemplo la función de consumo, sin que se com-


prendiera la importancia de la composición de estos agregados. soluto la heterogeneidad económica de ios estados políticos y la homo-
El "arte" del análisis macroecouómico consiste, en gran medida, en dad entre el comercio internacional y el doméstico. Los teóricos del
la descomposición de los grandes agregados del sistema en agregados comercio internacional han tendido a considerar las naciones como indi-
rnás pequeños que no sean tantos como pura que su número resulte duos que comercian alrededor de una mesa, en lugar de estimarlos como
poco manejable, pero sí lo suficientemente pequeños como para que la astos agregados de individuos comprometidos en una intrincada trama
inevitable heterogeneidad no alcance a perturbar los resultados del aná- tráficos individuales. Evidentemente, hay agregados comerciales con
lisis. Cuanto más pequeños sean los agregados con los cuales nos ma- la suficiente unidad como para servir de objetos del discurso pero rara
nejemos en nuestro análisis, menos probable será que el descuido de su vez coinciden con limites nacionales. Todo el problema de como tratar
estructura interna noi conduzca por caminos seriamente desviados. Por con propiedad os agregados espaciales y políticos es de gran interés v
otra parte, cuanto más pequeños sean nuestros agregados básicos, mayor «necesario dedicarle mucho trabajo; sin embargo, tal tema está excluido
del alcance de este libro.
será su número y más complejo el análisis que hagamos de ellos. Podemos
manejar cuatro o cinco agregados con facilidad, pero es bastante difícil
hacer jugar juntos diez o veinte de ellos. Así, para la mayoría de los
propósitos, el "salario medio" o la nómina de salarios agregados es un agre-
gado demasiado heterogéneo como para que resulte de mucha utilidad;
la estructura de los salarios relativos puede ser un factor mucho más im-
portante para la determinación del curso de los eventos económicos qiu>
el nivel medio de salarios. Por otra parte, si definimos cien grupos de
salarios diferentes, tales como los salarios medios de carpinteros, plome-
ros, etc., nuestro sistema tendrá tantas variables que será difícil tratarlas
analítica o estadísticamente.
La "falacia de la agregación", es decir, de trabajar con agregados que
tienen una estructura demasiado heterogénea en aspectos relevantes, ha
sido común en la historia del pensamiento social. Un ejemplo particular-
nente interesante de esta falacia es el sistema marxista que, a pesar de sus
muchas ideas valiosas, pierde la mayor parte, de su validez y de su poder
predictivo porque supone que grupos heteroLjéneos rci¡¡ . !.t "clase traba-
jadora", por ejemplo, son mucho más homogéneos d< l , i que son en reali-
dad. Ue hecho, la "clase trabajadora" del marxismo r-. una pura ficción,
un agregado que tiene aún menos consistencia i n t i - n u y homogeneidad
que la "nación". En lugar de eso, tenemos simplenirnir. . n inventario he-
terogéneo de carpinteros, cavadores de zanjas, maeM !••••- y cosas por el
estilo, cuyos distintos agrupamientos tienen un alto r _;::i': > de homogenei-
dad interna pero muy poco en común los unos con IMS i.;,os. Por lo tanto,
la interpretación marxista del movimiento laboral no rt moce en absoluto
la significación de la lucha iuU-rgrupal o interindustrial, mncepto opuesto
al de "lucha de clases". Los trabajadores y empleados UL una industria
particular, por ejemplo, la del cuero, tienen un vínculo común y un interés
común más fuerte que los trabajadores del cuero y del caucho o los em-
pleados de estas mismas industrias, por ejemplo. Por lo tanto, la "lucha de
clases" en la industria consiste, con frecuencia, en una mera práctica
de boxeo con la sombra, niicnlras las luchas reales tienen lugar entre gru-
pos industriales, como por ejemplo, entre grupos de empleados en com-
petencia, o sindicatos rivales,
Otro ejemplo interesante de la falacia de agregación ha sido la teoría
del comercio internacional, que habitualmente no hu reconocido, cu .ib-
ESTBl'CTUBA D£ LOS AGREGADOS MACBOECONOMICOS í l

miento y el momento presente es su "edad". Puede observarse que cual-


quier definición determina una población de aquellas cosas definidas, y
que cuando algo se conforma con la definición, "ha nacido" y cuando
11
deja de conformarse con ésta, "muere".
La distribución por edades del capital físico puede constituir un ele-
mento muy importante en la explicación de los ciclos económicos, y er
La estructura de los el curso de la producción y el consumo. Por distribución por edades se
entiende, habitualmente, la proporción de cada grupo de edad con res-
agregados macroeconómicos pecto a la población total. Así, podemos tener un 5 f í de O a 1 año de
edad, 10 r'< de 1 a 2 años, 12 f,', de 2 a 3 años, etc. El estudio matemáticc
I. Capital y renta de estas distribuciones por edad y sus relaciones con la historia de la
población es uno tle los temas principales y muy complejos de la ciencia
actuarial. No resulta difícil, sin embargo, esquematizar las cuestiones
SÍ queremos analizar los agregados del sistema económico sin caer esenciales de las relaciones implicadas. El primer principio es la identi-
en la falacia de la agregación debemos examinar, en primer lugar, la dad, según la cual el incremento en cualquier población durante un pe-
estructura y composición de estos agregados para ver, en la medida de lo ríodo de tiempo dado, es igual al número total de "nacimientos", o sea
posible, qué subclasificaciones serán de utilidad. A partir de estas suh- a las adiciones brutas a la población menos el número total de "muertes
clasificaciones, podremos derivar las identidades maeroeconónricas fun- es decir, las sustracciones brutas a la población. Esta proposición, tai
damentales que constituyen las bases de cualquier sistema de análisis simple como es, quizá sea la más fundamental de cada ciencia y la en
rnac'ioeconómico. eontraremos una y otra vez, aclarando problemas económicos1. Tal ves
podría llamarse a este principio el "principio de la acumulación". Puedí
aplicárselo inmediatamente a la derivación de una importante segunda
La estructura do edades del capital ley de población: que el número de individuos de un grupo de edad dad»
disminuye, en un periodo de tiempo dado, en una cantidad igual al nú
Consideremos, cu primer término, el agregado de capital tísico. Como mero de muertes que han tenido lugar cutre los individuos de ese grupr
hemos visto, consiste en un vasto inventario heterogéneo de diversos ítem. de edad. Los individuos que nacieron en 1950 estarán entre las edadeí
El problema de la "estructura" del capital radica, esencialmente, en la U y 1 el I9 de enero de 1951; entre las edades 1 y 2 el I'-' de enero de
subclasificación de estos diversos ítem en grupos significativos. Es evi- 1952, y así sucesivamente. Si consideramos a todos los individuos nacido;
dente que, de manera hipotética, podría haber muchas subclasificaciones cu 1950 como una población, es evidente que no se producirán "naci-
de este tipo, cada una de ellas útil para un propósito distinto, y que tales mientos" en esta población particular, después que haya terminado 1950
clasificaciones podrían superponerse mutuamente. Existe, por ejemplo, la pues por definición solamente pueden pertenecer a esta población par-
posibilidad de hacer la clasificación de acuerdo con el propósito para el ticular los nacidos en 1950. El número de miembros de esta población
cual se emplea cada ítem del capital físico. La distinción que hacen los al 1" de enero de 1951, será igual al número de individuos nacidos ei
libros de texto entre los bienes del productor y los del consumidor se 1950 menos el número de muertes: este número puede recibir el nombrt
basa en un principio de este tipo, aunque es dudoso que tal diferencia- de "nacimientos netos" dentro tle la población. El número de individuo!
ción sea muy significativa. También puede clasificarse de acuerdo con de esta población, al 1" de enero de 1952. será igual al número que habí*
alguna característica del propietario: podría ser útil, por ejemplo, distin- el 1'' de enero de 1951, menos el número de muertes durante el año 1951
guir entre bienes poseídos por personas de diferentes niveles de renta, o y así sucesivamente. La proporción de un número dado de nacimiento1
con distintas preferencias respecto de la liquidez. Otras clasificaciones, netos que se halla en cada "año" subsiguiente puede llamarse su "distri
incluso, pueden basarse en algunas propiedades físicas de los mismos buciou de supervivencia".
ítem del capital. Probablemente, la clasificación más importante, de las También es conveniente tener un término que describa el numere
de este tipo, es la que se hace sobre la base de la distribución por edades absoluto de ítem individuales en cada grupo de edad: el "agrupamieníí
de la provisión del capital. Puede considerarse que los miembros de cual-
quier ítem particular del capital forman una "población". Cuando se 1 Esta proposición es, esencialmente, como el principio que he llamado en ott¿

produce un ítem, "nace dentro de su población, > cuando se consume parte, 1:011 derla gracia, "teorema de la bañera": el agregado ¡l la población de got,t
de ;i;_rua de vina baiifra es ¡pial al número de «otas que han caído dentro, menos e
—es decir, cuando deja de responder a la definición mediante la cual se número de yolas que han caído hiera. Ver mi Ec&iuwiics of Ptmctí [Economía dt
determina la población— "muere". El tiempo trascurrido entre su naci- paz], Pmitúc-Hall, 1945, pag. 127.
190 MAGRO ECO NO MI A ESTRUCTURA DE LOS AGREGADOS MACROECONÓMlCOS ( i ) 191

por edad'. Similarmente, necesitamos un termino —el "grupo sobrevi- supervivencia. De los B<> nacimientús en el año O, a, sobreviven en el año 1,
viente"— que describa el número absoluto de individuos que sobreviven ¿2 en el año 2, «3 en el año o, d+ en el año 4 y ninguno en el año 5. De los
en cada año subsiguiente, con respecto a un cierto número absoluto de B! nacimientos en el año 1, sobreviven ítj en el año 2, /?.t en el año 3, y así
nacimientos netos. Así, supongamos que se producen un millón de au- sucesivamente. Si podemos hallar, partiendo de cualquier agrupamiento
tomóviles en 1950, y que en 1951 sobreviven 950.000; en 1952, 900.000; por edad dado, los nacimientos netos de cada año como una función, di-
en 1953, 800.000, y así sucesivamente hasta el último sobreviviente de gamos, de la población tota!, y conocemos el grupo de supervivencia de
museo del año 2000. La serie 1.000.000. 950.000, 900.000, 800.000, etc., cada promoción de nacimientos netos, podemos registrar toda la marcha
constituiría el grupo sobreviviente. La distribución de supervivencia seria futura de la población en una tabla de este tipo. Según los supuestos que
1, 0,95, 0,90, 0,80, etc., la cual indica la proporción de la producción de hagamos con respecto a las distintas relaciones funcionales, podemos ob-
1950 que sobrevivió en los años subsiguientes. De manera similar, en el tener poblaciones de equilibrio estable, poblaciones con oscilaciones de
año 1950 podríamos tener 1.000.000 de autos entre O y 1 año de edad; expansión o disminución, etc. La teoría completa de estas relaciones es
900.000 entre 1 y 2 años de edad; 800.000 entre 2 y 3 años de edad, etc. muy compleja y no necesitamos detenemos en ella aquí, ya que es sufi-
Esto constituiría el grupo por edad. Si el 10 [", de la población total de ciente ilustrar mediante unos pocos ejemplos los principios implícitos
autos estuviera entre una edad de O y 1 año, el 9 %, entre 1 y 2, y así en ella.
sucesivamente, esta serie representaría la distribución por edad. Si los nacimientos netos y la distribución de supervivencia son cons-
Se puede predecir la historia del número de individuos y la distri- tantes, la población, sea cual fuere su posición inicial, alcanzará muy pron-
bución de edades de cualquier población a partir de los siguientes datos: to (es decir, dentro del curso de vida del individuo de más larga existencia)
f i ) la distribución de supervivencia o, en el caso de que ésta no sea una posición de equilibrio en la cual la población total y el agrupamiento
invariable, las relaciones funcionales que nos proporcionen la distribución por edad permanecerán constantes de año en año. Si B es el número cons-
ck- supervivencia de cada "promoción", es decir, el número de nacimien- tante de nacimientos por año, de los cuales #.YI, Bs-, Bs¿, etc., sobreviven
tos netos de cada año; (¡i) el agrupamiento por edad existente; (iii) el hasta tener 1, 2. 3, etc., años de edad, la marcha de la población, a partir
número de nacimientos netos por año o, en el caso de que éste no sea de la posición o,,, b,,, ctí, du será como la que se representa en la Tabla 2.
invariable, las relaciones funcionales que ROS den el número de nacimien- Resulta claro que la población ha alcanzado un equilibrio en el año 4,
tos netos por año. Una vez inás, la solución matemática de estas funcio-
nes puede ser muy ardua, pero el principio presupuesto aquí no es difícil TABLA 2
de emprender. Para abreviar la exposición, supongamos que tenemos una MOVIMIENTO DE VXA POBLACIÓN EN EQUILIBRIO
población con cuatro grupos de edad. Sea ao/^e.J,, su agrupamiento ptor í>o co do O
edad inicial, es decir, un número de miembros a,, en el primer grupo de
edad, /;„ en el segundo, c<\n el tercero y d,-, en el cuarto. La población ci di 1
total inicial es F(l — o,, -\- fc,( -j- cft -f- (Í0- Asignemos los subíndices 1, 2, etc.,
a los años subsiguientes. Entonces, podemos describir la marcha de la po- dt 2
blación mediante una tabla tal como la Tabla 1. B (l) B¡, etc., son los na-
3
cimientos netos en el año O, en el año 1, etc. Por consiguiente. la serie ho-
rizontal da los agolpamientos por edad; la serie vertical, los grupos de 4

TABLA 1 6
MOVIMIENTO DE UNA POBI_\CIÓN A TRAVÉS DEL TIEMPO
La población total es constante, y está dada por:
B0
P = K (*, + s, + si + st) (1)
Bí ai
l-'J agrupamiento por edad no solo es constante de año en año, sino que
£i o» 6» es idéntico al grupo de supervivencia, el cual, a su vez, en tanto es cons-
tante el número de nacimientos de año en año, también es constante. La
B» a ÍH Cj
tasa de muertes D —es decir, el nú mero anual de muertos— es igual a la
04 b Ci dt tasa de nacimientos, B:
Jj = jf) / i _ ^ ^ . i i „ w '| _1_ e \= lí (9)
MACROECONOMIA ni"- LOS AC.KIJ;AIX>S MACROECONOMICOS ( i )

Esta condición debe cumplirse si la población no varia. Puede mostrarse poral del capital es, quizás, el tactor particular mas importante en la de-
también que la razón de la población con respecto a la tasa de nacimientos terminación de la razón capital-renta.
se mantiene y es igual a la duración media de vida del individuo. Supon- Hay una gran parte de verdad en d punto de vista austríaco sobre
gamos que, de los B nacimientos, mueran B( 1 ~ s,) a una edad O, B(SI — ,v-j) el capital, si bien el concepto de tiempo medio de producción no ha de-
a una edad de 1 año, etc. Entonces, la duración media de vida, L, está mostrado ser un instrumento de análisis especialmente refinado, y las apli-
dada por: caciones de la teoría han sido, por lu general, decepcionantes. Los ataques
— «¡ji 4- (s,)4¡ a la teoría, hechos en especial por J. B. Clark, F. II. Knight >• sus segui-
dores, no han sido particularmente útiles, y se basan en una apreciación
B del capital que parece aún menos realista que la criticada.
- „ + « + * i- 5< - ;j De acuerdo con el modo de ver de Clark \, el capital es un
acopio homogéneo de valores automáticamente sustituíbles que, por de-
finición, no puede tener, tal vez, una estructura temporal. En cada acto
K.sla fórmula no puede ser completamente exacta cuando los intervalos de trabajo (u otro tactor de producción) se crean valores, en íorma in-
f i l t r e los grupos de edad son Finitos, ya que, en realidad, la edad media, mediata, los cuales pueden ser convertidos de inmediato si lo desea
,i la muerte de aquellos individuos que mueren entre O y 1, no es O sino el productor, por medio del cambio, que a su vez, solo es una nueva
alguna cifra entre 1) y 1, y de igual manera para las otras cifras. Esta torina más: de producción, de modo que no hay intervalo temporal entre
inexactitud desaparece, sin embargo, en el limite, cuando el intervalo la creación y la realización de lus valores. \ deja de ser curioso que esU:
filtre grupos de edad es cero, y el agrupamiento por edad se trasfoima punto de vista padezca, aparentemente, de la misma debilidad que hace
¡.-u una función continua. poco realista a la teoría austríaca: el punto tic vista según el cual lus
"valores", de alguna manera, tienen una existencia independiente de los
bienes tísicos en los cuales están "incorporados". l,a misma palabra "in-
L a teoría austríaca del capital corporado" es, de hecho, muy engañosa. Se deiiva de una teoría más
tosca del trabajo-incorporado del valor, atribuida a menudo, a Ricardo,
La ecuación (3) tiene eran interés histórico para el pensamiento eco- aunque es muy dudoso que Ricardo mismo la sostuviera. La creación de
nómico, porque la así llamada teoría "austríaca" del capital se basa en un ítem de capital i,-.ico. tal cuino un bú.shel de trigo o una casa, no
ese supuesto. La teoría austríaca, qne se remonta, en realidad, a la dis- entraña, necesariamente, U creación de un "valor" que, por decirlo asi.
tinción de Ada ni Smith entre trabajo productivo e improductivo y el habita en el trigo o en la casa, como un alma en el cuerpo. La evaluación
concepto de capital ornio trabajo incorporado, de Ricardo (¡más tarde es un proceso esencialmente "presente", que surge de las opiniones, creen-
sometido a usos tan poco ricardianos por Marx!), concibe el capital como cias y sentimientos de los poseedores del capital físico (incluyendo el
una población de "valor", más bien que como una población de bienes. dinero), quienes manejan las provisiones de las distintas formas de ca-
Ksto equivale a decir que los bienes son considerados como "Valor in- pital físico actualmente en existencia, en el linimento de la evaluación.
corporado". Cada vez que se les agrega valor "nace" un nuevo ítem de Ni la historia pasada del capital ni aun sus expectativas f u t u r a s pueden
afectar su valor presente, excepto en la medida en que estas cosas m-
valor, y cada vevs que- se les resta valor, mediante el consumo, "muere"
fluyan en ia mente de sus propietarios. Es cierto que tanto la historia
un ítem de valor. I.a duración media de vida de estos "valores incorpora-
pasada como las perspectivas futuras afectan realmente el estado mental
dos", es decir, e] intervalo medio de tiempo trascurrido entre su "naci-
de los poseedores, pero esta relación no es un absoluto estable, y la
miento", o incorporación a una mercadería, y su "muerte , o liberación
evaluación llega siempre a través del intermediario del estado mental
romo satisfacción, es el famoso "'tiempo medio de producción". Si tal
presente, o "preferencias de bienes' de los propietarios.
población de valores fuera una población en equilibrio, observamos que
•! tiempo medio de producción sería igual a la razón entre el valor total Es difícil que haya en la economía una falacia más sutil o corruptora
Id capital y la cantidad anual de valor incorporado o no incorporado que que la del carácter concreto, fuera de lugar en tanto se aplique a los
•oustituye la renta o el egreso, la tasa de nacimientos o de muertes (siendo valores; el punto de vista de que todo bien va de por vida con un certifi-
unbas iguales) en la población de capital. Si la "población de valor" del cado de nacimiento, en la forma de una etiqueta con su precio. Aquello
que persiste, aquello que posee una estructura temporal es el bien físico:
'•apital no es una población en equilibrio, ya no es cierto que la razón
entro el valor de la provisión de capital y el valor de renta o egreso sea los búshels, las toneladas, las casas, las máquinas. La evaluación es un
igual al tiempo medio de producción. Aun en este caso, sin embargo, proceso, esencialmente, un proceso mental, aunque pueda expresarse en
el tiempo medio de producción o, ñus exactamente, la estructura tem- actos físicos de intercambio aplicados a bienes físicos. Un valor no es
194 MACROECONOMLA IXIKUCTUHA Dt LOS AMIEliADUS MACHOEOQNÓMiCQS ( i ) 195

una "cosa", como un búshel de trigo: es una descripción parcial de un acto plo, cuino una perturbación en la distribución de edades de una población
o de un proceso. Por lo tanto, concebir e¡ capital como los austríacos, no solo se perpetúa de año en año —pues se traslada gradualmente la
como una "población de valores", es demasiado suponer; los valores no distorsión a través de la distribución de edades, a medida que pasa el
son individuos identificabas de una población, o no pueden ser conside- tiempo— sino que también da origen a movimientos cíclicos en el con-
rados tales sin llevar el concepto demasiado lejos de la realidad. sumo, y por lo tanto en la producción. La teoría matemática general de
Por otra parte, es demasiado suponer, corno lo hacen Clark y Knight, estos cambios es muy difícil y no me propongo exponerla, pero los prin-
que el capital es un acopio homogéneo de valores; de hecho, el capital cipios son simples y pueden entenderse sin tener mucha preparación
es una colección heterogénea de objetos tísicos, los cuales son evaluados matemática. Es evidente que el consumo anual de cualquier ítem parti-
y revaluados continuamente. Todos los principios del análisis de pobla- cular de capital —por ejemplo, automóviles— depende principalmente del
ción, sin embargo, se aplican con rigor a cualquier agregado definido agrupamiento por edades, es decir, del número de miembros de cada gru-
de objetos físicos, que en verdad nazcan, existan durante un lapso finito po de edad. Si pudiéramos calcular una "tabla de vida" estable, de modo
de tiempo, tengan una "edad" y mueran. Y en la teoría económica de- que supiéramos con exactitud qué proporción de miembros de cada grupo
jamos de lado, con el riesgo que ello implica, el hecho de la existencia de edad "morirá", es decir, será destrozado o descartado, y conociéramos
de una estructura de edad del capital físico, a causa del hecho empírico el número de automóviles de cada grupo de edad, podríamos calcular
de que el consumo o la revaluación del capital físico están estrechamente exactamente qué cantidad desaparecerá en un año dado. De hecho, por
relacionados, en la mayoría de los casos, con su edad. .Para muchos ítem supuesto, la tabla de vida no es lo baslante estable como para permitir
del capital físico, automóviles, heladeras, todas las máquinas, ropa, la una predicción exacta; durante la segunda Guerra Mundial, por ejemplo,
mayoría de los muebles, la porcelana, etc., sería posible construir "tablas los automóviles fueron administrados de algún modo que los hizo durar
de vida", en forma similar a las que elaboramos para población humana. mucho más de lo que pudría haberse esperado, a causa del racionamiento
Hay ciertas diferencias, por supuesto, entre la población humana y las de gasolina y un programa de conservación. Sin embargo, la tabla de vida
distintas poblaciones de bienes. Las características de ios seres humanos para automóviles es, en verdad, lo suficientemente estable como para
individuales dependen, probablemente en forma mucho más estrecha, de permitir predecir su consumo, dentro de ¡írnitís bastante estrechos. La
su edad que de las características del capital físico. Sería imposible que tabla de vida para automóviles se ajusfa al modelo habitúa! de tablas
un individuo que poseyera las características de un hombre de setenta de vida humana: cuanto más viejo es el automóvil, mayor es la proba-
años fuera un "recién nacido": cada ser humano que nace es un bebé. bilidad de que sea descartado durante el año. Por lo tanto, una población
Sería posible reproducir las características de un coche de diez años de de automóviles dada tendrá un consumo más pequeño sí se concentra
edad en uno nuevo, hecho por algún taller muy raro, pero es muy im- en los grupos de edad "jóvenes', que si se concentra en los grupos de
probable que esto ocurra. En unos pocos casos aislados, en los que ciertas edad "viejos". Por lo tanto, si hay una distorsión en los grupos de edad,
características deseables aparecen con la edad, por ejemplo, vinos y mue- ésta comienza, por supuesto, en los grupos de edad mas jóvenes.
bles antiguos, puede haber alguna reproducción de las características de La guerra proporcionó un excelente ejemplo: se produjeron muy
la edad en una pieza nueva. Cuantitativamente, sin embargo, esta re- pocos automóviles en los años 1943, H'44, 1945 y 1946'. Por lo Lmto,
producción puede ser dejada de lado, y podemos tratar, para todos los alrededor de 1947 hubo una marcada distorsión en el agrupamiento por
propósitos prácticos, a una población de bienes, casi exactamente como edades; había pocos automóviles "jóvenes", y se hallaba casi toda Li
si fuera una población humana. Es indiscutible que si la población de población de automóviles por encima de los cinco años de edad. En
automóviles estuviera en equilibrio, la razón de la provisión total de au- consecuencia, se podría haber esperado que la mortalidad estuviera muy
tomóviles con respecto a la producción y el consumo anuales, sería igual
por encima de lo normal y que la demanda de remplazos se hallara,
a la duración media de vida, es decir, a una cifra estrechamente rela-
asimismo, muy por encima de lo normal. Como resultado de esto, hubo
cionada con el "tiempo de producción" austríaco. Hasta aquí, el análisis
de los austríacos es correcto. Sin embargo, los aspectos más interesantes una enorme producción de automóviles desde 1947 hasta 1ÍJ5Q; es pro-
del carácter de población del capital son aquellos que aparecen en si- bable que esto continúe durante la década del 50. Alrededor de 1905,
tuaciones de desequilibrio. digamos, la situación se habrá invertido completamente. Casi todos los
automóviles estarán entre los O y los 8 años cíe edad; no habrá práctica-
mente automóviles en el grupo de S a 12 años de edad que, normalmen-
Poblaciones de capital en desequilibrio te, tiene una tasa de mortalidad bastante alta. En consecuencia, podemos
El análisis "progresivo" de la población, esquematizado más arriba, esperar con certeza que. en e^a época, la demanda de remplazo de au
puede tratar el problema del desequilibrio en una forma como no puede tomóvües caerá muy bruscauícnU 1 . y a menos que haya una expansión
hacerlo Ui teoría austríaca. Podemos observar, inmediatamente, ñor ejem- correspondiente cu el númc-ro total de automóviles, podemos esperar
I
KSTRIXTUHA DK LOS ACHEtlADiiS MACHOECONÓM1COS ( i ) 197
196 \ u.niiF.coxoMLA
tomoviles. pero las herramientas mecánicas y los trabajadores especiali-
unu brusca disminución de la producción de automóviles, que podría zados sí los engendran y puede haber movimientos cíclicos eu el equipo
llevar muy bien a una crisis general. de producción, tanto mecánico como humano, los cuales influirán sobre
La situación se empeora por el hecho de que, probablemente, cual- el ciclo de la producción de automóviles.
quier distorsión severa de la distribución de edades del capital se perpetúe Las distorsiones principales de la distribución de edades del capital
durante las vidas de las "generaciones" sucesivas de bienes, por fortuna, que dan origen a fluctuaciones en el consumo y en la producción parecen
en una escala algo decreciente. Así, si disminuye la producción durante ser, esencialmente, resultado de las perturbaciones económicas ocasio-
los años 1955-1959, a causa del peculiar agruparniento de edades de los nadas por la guerra. De hecho, y hasta cierto punto, las fluctuaciones
automóviles, esto provocará también una nueva distorsión en el agrupa- económicas más importantes de la sociedad occidental, al menos, pueden
miento por edades, tal vez menos intensa que la inicial, de 1943-1946. considerarse como un problema de "pico-depresión" donde til "pico" se
pero, no obstante, digna de atención. Antes de que se atenúe la distor- halla en la guerra. Así como una compañía de energía eléctrica debe
sión, pueden pasar tres o cuatro "generaciones" de automóviles. Esto disponer de una cierta capacidad no empleada a las 3 A.M., para poder
recibe, a veces, el nombre de "efecto sombra". enfrentar el pico de exigencia a lus 6 P.M., a causa del hecho técnico de
En el caso de las poblaciones humanas (y de todas las otras pobla- que no puede trasformar su equipo como para darle otro uso en unas
ciones biológicas), hay una importante fuente adicional de perpetuación pocas horas; de la misma manera, la capacidad no empleada de la década
de las distorsiones en la distribución de edades, porque la tasa de naci- del 30, puede considerarse, en parte, como un potencial de guerra no
mientos, tanto como la tasa de muertes, depende del agiupamieuto por usado en tiempo de paz. Sin embargo, tal opinión es muy siniplificadura,
edades. La natalidad de una población biológica depende, en gran me- aunque éste sea un tactor importante que contribuye a producir los mo-
dida, de la proporción de población que se halle en edad reproductiva. vimientos cíclicos mas amplios del capitalismo occidental. En verdad, el
Podemos tener dos poblaciones humanas iguales, con igual natalidad en ciclo de precios es, principalmente, un ciclo de guerra, con picos en las
cada grupo de edad; pero si una de ellas tiene más miembros en el grupo guerras principales y, eu menor medida, el así llamado ciclo amplio de
de edades de 20 a 40 años, tendrá mayor natalidad y mayor tasa anual kondratiert de la producción, puede ser de hecho un resultado de la na-
de nacimientos. Por lo tanto, las distorsiones en las distribuciones de eda- turaleza cíclica de la desorganización política, más bien que de algo que
des de la población humana, resultantes de la declinación de la natalidad,
pudiera ser llamado específicamente económico.
digamos, durante una guerra, pueden muy bien producir "sombras" cu
lu siguiente generación, cuando los padres potenciales se encuentran en
menor número que el que hubiera habido en otra situación, y, por lu La tasa de equilibrio del crecimiento de capital
tanto, la natalidad disminuye, a causa de la menor proporción de pobla-
ción que se halla en edad reproductiva. Una población de niños y viejos Hay, sin embargo, otros factores en la estructura del capital que
tendrá grandes dificultades para reproducirse, al menos hasta que los niños pueden provocar distorsiones en los grupos de edad, de los cuales el más
maduren. La evolución de lu población alemana desde 1914 es un trágico importante es la misma tasa de crecimiento del capital. Cuando el capital
ejemplo de este fenómeno. Es mucho menos probable, por supuesto, que crece a una. tasa más rápida que un cierto mínimum dado, es imposible
la "sombra generacional" se produzca en poblaciones de capital físico, evitar distorsiones en los agrupamientos por edades. Esto se ve más
ya que la "natalidad" de los automóviles, por ejemplo, depende de un claramente en la situación más extrema de la tabla de vida: la de Qne-hoss
conjunto mucho más complejo de variables que la simple distribución shay°. Supongamos que tuviéramos una población de bienes de capital
de edades de los automóviles mismos. No hay automóviles eu edad re- de esta naturaleza en equilibrio, en la cual cada ítem durara u años y
productiva, y aunque la historia del diseño de automóviles proporciona luego se desintegrara de pronto. Si hubiera B nacimientos >' muertes den-
un fuerte apoyo, bastante incómodo, para la graciosa tesis de Samuel tro de la población, cada año, cada grupo de edad, hasta el n-ésimo con-
Butler acerca de que los seres humanos son, meramente, los órganos re- tendría B miembros, y los grupos de edades n -j- 1-ésimos y subsiguientes,
productivos de la maquinaria, el nuevo Ford, a pesar de las apariencias no tendrían ningún miembro, porque han muerto todos los de n años du-
en contrario, no es el resultado de la unión biológica entre un Buiek y rante el uño n-ésímo. Si entonces hay un incremento de la demanda del
un StudebaU-r, y su natalidad no depende, de ninguna manera, del nu- ítem, de modo que su población crezca, habrá más de B nacimientos por
mero de automóviles que se hallen en la flor de su vida. Sin embargo, año. Si el incremento total de la demanda se satisface en un uño, habrá
la tasa anual de nacimientos del capital físico, es decir, su producción, una producción de B ~\- b ítem ese año, digamos. Al año siguiente, sin
está estrechamente relacionada con su consumo, el cual a su vez, como embargo, solo desaparecerán B ítem —los de n afios— de modo que será
hemos visto, está muy relacionado con la distribución de edades. Puede
* Frase pruvtmente ik-1 titulo ilt> un poi-ni;i escrito t-n 1858 por Oliver \\c.iiu!l
haber, incluso, un pequeño y genuino efecto de "sombra generacional
en el caso del capital físico. Los automóviles mismos no engendran au- lluhiu-s. L N '> ¿el T.]
198 MACROECONOMIA ESTRUCTURA DE LOS AGREGADOS MACBOECONÓMJCOS (l) 199

necesario producir B ítem para mantener la población más grande. Esto población total constante, entonces, es posible tener un movimiento cí-
será verdadero para fi años. En el uño u-ésimo, sin embargo, lus B -\- b ítem clico de nacimientos y muertes, esto es, en la producción y consumo en
obtenidos en el año de la gran producción alcanzarán, repentinamente, el caso de las poblaciones de bienes, cuando se produce una distorsión
el lapsu asignado y deberán ser remplazados por otros B -j- b ítem. Es en la distribución de edades.
evidente que en este caso se establece un ciclo perpetuo: la producción En la Tabla 4 se consigue el aumento de población p mediante un
será B -\~ h en cada año n-ésimo y íí, en todos los años intermedios. incremento de 1/4P cada año; esto da como resultado, una vez más, una
Aun en este caso extremo es posible que el crecimiento tenga lugar población de equilibrio en el año 6.
süi que se produzcan distorsiones en la distribución de edades, si dicho
TABLA 4
crecimiento se realiza exactamente al ritmo justo. Si deseamos incremen-
tar la población total en un monto p, debemos agregar p/n a la pobla- LNCHEMENTD ÜE UNA POBLACIUN SIN PSRTUHBACIONE8
ción, cada año, durante » años, siendo el número de nacimientos en cada
año B + ( p / n ) , en todos los casos. Al cabo de n años, habrá (P-j-p)/» Naci- cíón
Aíiü mientoa Total
individuos en cada grupo de edad anual, y la población total será P + p
(si P es la población original) y el número anual de nacimientos y muer- 1 ÍP ÍP ÍP
tes, B-\-(p/n). Las siguientes tablas de población pueden ayudar a ] u 1 p 1P i O
2
visualizar más claramente estos procesos. Para mayor simplicidad, se su-
pone que se trata de una población de cuatro grupos de edad. 3 i; ÍP ÍP ÍP
En la tabla 3, la población está en equilibrio en el nivel F en el * li ÍIP+P) IÍP + C! ÍP ÍP
año 1; en el año 2 hay un aumento en la demanda, de modo que la po- a í(p+n ííf+t) ÍP
blación crece hasta P -\- p en el año 3, gracias a un aumento del número
• P+r
de nacimientos en el año 2. En el año 3, sin embargo, solamente muere
1/4P —el cuarto grupo de edad— de modo que necesitamos 1/4P para 7 Í<P+P>

TABLA 3
PERTURBACIONES CÍCLICAS EN UXA POKI.ACIÓN Es interesante observar que una población de este tipo no puede
Pobla-
incrementarse a una tasa más baja que p/n si se desea aumentar la
Nata- ción población total en una cantidad p. ya que si la población es incremen-
Año Total tada a una tasa k ( p / n ) (fc < 1) durante u años, se establecerá una po-
blación de equilibrio en el nivel P -\- kp, menor que la población deseada:
1 ¡P JP
cada año, el grupo de edad de los nacidos n años antes, morirá, y, sim-
2 ÍP ÍP plemente, será remplazado y no habrá crecimiento en la población.
3 JP }P + P í/1 \P Í La población one-hoss aliuij es, por supuesto, un caso muy extremo
4 \t> ÍP IP + P \r \P que probablemente no se dé nunca en la práctica. Por lo común, hay
cierta cantidad de muertes en cada grupo de edad, cada año. Cuando esto
5 ÍP ÍP ÍP ÍP + P ÍP ocurre, el movimiento cíclico introducido por un crecimiento demasiado
6 ÍP ÍP ÍP ÍP + P rápido de la población es amortiguado —por lo general, con bastante ra-
i ÍP ÍP ÍP pidez— y la población recobra un equilibrio aproximado. Esto sucede a
causa de que el número de muertes, y por lo tanto, el de nacimientos de
remplazo que tienen lugar cada año, es una función no tan solo del último
remplazado. Sin embargo, como consecuencia de la gran cantidad de grupo de edad, sino de todos ellos.
nacimientos durante el año 2, hay una distorsión en la. distribución de El tratamiento algebraico o analítico de este problema es bastante
edades, que da por resultado la presencia de un grupo de edad desusada- complicado y puede usarse con ventaja respecto del método geométrica
mente grande además de los nacidos durante ese año. Los individuos de En la fig. TU se representan verticalmente las cantidades de individuos. Se
este grupo de edad se vuelven gradualmente nías viejos: introduciéndose postulan tres grupos de edad. A, B \, el último de los cuales tiene
en la población; finalmente, mueren y deben ser remplazados en el año 6. O miembro. El número de miembros del grupo A se mide a lo largo de
Esto ocasiona un gran número de nacimientos también en ese año, que OA,; el del grupo lí, a lo largo de BH^ Supongamos, ahora, que hay una
originan, igualmente, un grupo de edad inusitadamente grande. Con una población de equilibrio con Ü\n el primer grupo de edad, y O Bu
2a» MACROECONOMIA ESTRUCTURA DE LOS AGREGADOS MACROECON'ÓMICOS ( i ) 201

en el segundo. Las muertes del primer grupo de edad ascienden a En el año 1, habrá OAj en el grupo A (A,Pi — OL,.}> S#u en el grupo B.
(OLo = BB () ); en el segundo grupo de edad, ascienden a BB0, siendo el Para encontrar eí número de muertes de los OA! miembros del grupo A,
total de muertes (OL,, + UAi) igual al total de nacimientos (OA,)- Su- proyectamos A^/J,, hasta encontrar a OB en F, y trazamos, entonces, AiF,
pongamos ahora que se desea incrementar la población hasta O?i y esto que corta a BBi en B¡. En ese caso. BBj muestra qué cantidad del número
OAi sobrevive en el grupo de edad siguiente, y L¡A} es el número de muer-
se hace en un solo año y que de allí en adelante la población se mantiene
tes del grupo de edad A. El número de muertes del grupo de edad B
constante, y supongamos, además que la "tabla de vida", es decir, la pro-
es, todavía, BB(1 (OL,,), de modo que el número total de muertes es
porción de muertes en cada grupo de edad durante cada año, es invariable. OLo-f-L^i, o OA,;. Para mantener la población constante, entonces,
se necesitarán OA^ nacimientos, de modo que al año siguiente éste será
el número de los miembros cid primer grupo de edad; el número de
miembros del segundo grupo de edad es ahora OB}, los sobrevivientes de
OA,. Similannente, trazando A..F hasta que corte OB, en B-, obtenemos
1-1 número de sobrevivientes, BB_. (~ OL-..). de OA- en el segundo grupo,
y el número de muertes en el primer grupo, LjAy. Ese año, el número
de muertes del segundo grupo es 6B¡ f ~OL¡}, de modo que el número
total de nacimientos y muertes es L-Aj-t-OL,, que es igual a OA;i. Po-
demos repetir este proceso indefinidamente, obteniendo valores sucesivos
para los nacimientos y muertes anuales, OA,, O Ai. OA;[, OA4- etc. Podrá
observarse en la figura que éstos forman un movimiento cíclico amorti-
guado, fluctuando con amplitud decreciente alrededor del valor de equi-
librio OA,,. Si trazamos A,,F hasta cortar OB, en B,,, entonces BSn -
AnfV La tabla de vida constante o distribución de supervivencia está
dada por OB/OF, £sta es la proporción que muere, del primer grupo
cíe edad; BF/OF es l;i proporción que sobrevive, en el segundo grupo de
edad. Tal método es .iplicablr, evidentemente, con independencia de la
cantidad de grupos cíe edad que se tenga, y da el mismo resultado ge-
neral: una oscilación cíclica amortiguada, después de un rápido creci-
miento. Para evitar esta oscilación en el presente ejemplo, basta con que
incrementemos la tasa anual de nacimientos hasta OA,, y la mantenga-
mos en ese punto. En dos años, la población lleeará a su valor deseado
con una distribución de edades en enuílibrio. El método resulta clara-
mente aplicable a cualquier número de grupos de edad, aunque, como
es natural, la geometría se vuelve tnás complicada, a medida que aumen-
ta el número de aquéllos.

Estructuras de renta

La estructura de los agregados de renta o producción, de egreso o


consumo, y de acumulación o inversión -los tres grandes agregados de
cantidades fluyentes- puede ser tan importante para la interpretación de
la dinámica económica como la estructura de la provisión de capital.
Por supuesto, lo que interesa no es solo el agregado total de producción,
ronsumo y acumulación; interesa lo c/uc se produce, consume y acumula,
es decir, de qué bienes se componen f.sus agregados. Un agregado de
producción integrado esencialmente por bienes muy consumibles tendrá
Fu;. 70. Oscilaciones dt° población, efectos económicos muy diferentes tic1 los de una producción que, en lo
ESTRUCTURA DE LOS AGREGADOS NIACBOECONQMICOS I 203
202 MACBOECONOM1A

demanda inelástica. Tn aumento del precio de A, combinado con una


principal, conste de bienes durables; una producción que consista amplia- caída del precio de B puede dejar inalterado el nivel de precios: sin em-
mente en bienes de guerra tendrá un efecto diferente del provocado por bargo, hará disminuir en forma muy apreciable las compras de A e incre-
una producción que se componga de bienes de paz. También puede cla- mentará muy poco las de ¡í. a causa de las diferentes elasticidades de
sificarse la producción, de un modo general, en bienes salariales y bienes demanda, Por lo tanto, el índice de cantidades compradas puede declinar
no salariales, siendo los bienes salariales aquellas mercaderías compradas aun cuando permanezca constante el nivel de precios. Consideraciones
por los trabajadores. A corto plazo, la distribución de la producción entre exactamente similares se aplican a la oferta. En consecuencia, solo es
los distintos tipos de bienes determina, probablemente, la distribución posible trazar curvas de oferta y demanda agregada, cuando los bienes
real de renta, en especial, si los precios son flexibles. Así, a corto plazo, añadidos tienen aproximadamente la misma elasticidad de oferta y de-
los salarios reales dependen, principalmente, de la produción de bienes manda. Por esta razón, las curvas de oferta y demanda agregada que
salariales: si los salarios en dinero aumentan sin que haya ningún cambio incluyen grupos de mercaderías nuiy grandes y, más aún, las que intentan
en la producción de bienes salariales, los trabajadores solo pueden incre- abarcar la totalidad de la producción, son herramientas de análisis peli-
mentar sus compras a expensas de los inventarios de los negocios. El grosas y muy poco confiables.
grado hasta el cual es posible esto está estrictamente delimitado, y cual- Las consideraciones que se aplican a la estructura de los precios se
tmier declinación marcada de los inventarios ocasionará nn alza del precio aplican también a la estructura de sa'arios, siendo un salario un mero
de los bienes salariales, suficiente como para impedir un mayor agotamien- caso especial del precio, por supuesto. La estructura de salarios relativos
to. Esto significa, sin embargo, que el aumento de los salarios monetarios puede ser, fácilmente, un tactor más importante une el nivel absoluto o
es por completo absorbido por el aumento en los precios de los bienes medio de salarios, en la economía. Una vez más. los agregados más sig-
salariales, y los salarios reales se hallarán exactamente en el punto en que nificativos de cantidades de trabajo y niveles de salario son los de aquellas
estaban antes de que aumentaran los salarios monetarios. En ciertas cir- ocupaciones en que las elasticidades de la oferta v la demanda son apro-
cunstancias, por lo tanto, los salarios reales pueden ser bastante indepen-
dientes de los salarios monetarios o pueden moverse, incluso, en la direc- ximadamente iguales. Para los propósitos del análisis, puede tener impor-
ción opuesta a la de aquéllos. Mencionamos, tan solo este problema, ahora, tancia clasificar las diferentes clases de trabajo de acuerdo con sus elas-
para ilustrar la importancia de descomponer los agregados de producción; ticidades de demanda u oferta. El no apreciar este punto ha conducido
volveremos a ocuparnos de él. con más detalle, más adelante. a algunos errores en la teoría del empleo. Para cualquier ocupación par-
ticular, o grupo de ocupaciones, que tengan casi las mismas elasticidades
de demanda, es probable que el salario y la cantidad de empleo ofrecido
Estructuras de niveles de precio y de salario sean inversamente proporcionales; es decir, un salario más bajo, en con-
diciones de estabilidad de la demanda, provocará un mayor volumen de
De manera similar, puede ser importante para muchos problemas, des- empleo. Sin embargo, no es cierto, como se ha supuesto a veces, que
componer los niveles de precio en agregados más pequeños. El movimiento podemos generalizar esta proposición y suponer que una caída general
del nivel general de [¡recios mismo puede ser. en parte, una función de en los salarios monetarios incrementará el volumen de empleo. No se
la estructura de los precios relativos. Una clasificación importante de los trata tan solo He que pueda haber efectos dinámicos adversos como re-
precios puede ser aquella realizada de acuerdo con la elasticidad de la sultado del efecto negativo eme podría producir sobre las expectativas
demanda para la mercadería justipreciada. Un cambio en el precio de las de negocios una caída de salarios, sino que aun en ausencia de estos
mercaderías con demandas inelásticas puede tener, sobre el sistema, efectos efectos dinámicos no hay nada que garantice que una caída general de
completamente diferentes de los producidos por un cambio en el precio los salarios monetarios, sin cambios en la estructura relativa, afectará
de las mercaderías con demandas elásticas. La clasificación de acuerdo al empleo en una u otra forma. La función de demanda de cualquier
con la elasticidad es particularmente importante en la construcción de tipo particular de trabajo dependí' de los salarios de otros tipos de tra-
funcionen de oferta o demanda que relacionen agregados de producción, bajo. Por lo tanto, es bastante ilegítimo agregar las demandas de distintas
ventas, compras o consumo con los niveles de precio de estos agregados. clases de trabajo, pues cada curva de demanda se traza sobre la base del
Si los agregados consisten en bienes de elasticidad individual de oferta o supuesto de que los salarios de otras clases de trabajo no cambian. Puede
demanda muy diferente, la curva de oferta o demanda agregada puede ocurrir muy bien que el principal factor salarial que afecte al empleo
carecer casi de sentido, ya que. .sin detrimento del nivel de precios dado sea la estructura relativa de salarios, tal como la que se da, por ejemplo,
del agregado, puede haber un amplio ámbito de valores posibles de nivel entre las ocupaciones de alta y baja elasticidad, en la medida en que el
de cantidad, dependiendo esto de la comjtoyicwn del nivel de precios. factor salarial sea importante, de alguna manera. Un alza de salarios en
Así. supongamos que tenemos un agregado compuesto por la mercadería las ocupaciones cíe demanda iuclástica y una caída de ellos en las ocu-
A, que tiene una demanda elástica, y por la mercadería B, que tiene una
204 MACROECONOMIA ESTHITTUBA DE LOS ACREC.ADÜb MACHO ECO NO MIC OS ( i 205

paciones de demanda elástica, aun conservándose constante el nivel ge- Es evidente que si se han de producir fluctuaciones en el valor de
neral de salarios, podría muy bien producir un efecto favorable sobre el la producción, es muy descable que éstas tomen la forma de variaciones
empleo. El efecto primario del alza en las ocupaciones de demanda ine- de precio, que son simplemente inconvenientes y llevan, quizás, a una
lástica será una caída pequeña del empleo, en ese campo; el efecto cierta redistribución de la riqueza, cosa que no es injusta, de ninguna
primario del alza en las ocupaciones de demanda elástica, puede ser una manera, antes de que tomen la forma de fluctuaciones de la producción,
gran alza en ese ámbito; por lo tanto, la suma de los efectos primarios con sus consecuencias de subempleo y pobreza general. Por lo tanto, es
será tm alza. Los efectos secundarios, a través del incremento de la renta necesario investigar más acerca de las causas de la flexibilidad de precios.
en ambos tipos de ocupación, pueden ser beneficiosos para ambos.

Estructuras de flexibilidad de precios

Desde el punto de vista de la teoría de los precios y salarios, puede


ser necesario clasificar también las mercaderías y ocupaciones de acuerdo
con el estado del mercado en el cual se determinan estos precios o sala-
rios, es decir, según sea el mercado monopolista o competitivo. Los
precios en los mercados competitivos son mucho más propensos al cam-
bio que los precios en los mercados monopolistas, principalmente porque
en los primeros, la política de precios de compradores y vendedores es
una política a corto plazo, es decir, es la reacción más obvia y rápida
para cualquier situación de crisis, tal como una impotencia para vender
o comprar las cantidades deseadas. En los mercados monopolistas, por
otra parte, la política de precios es una política a largo plazo, principal-
mente porque hay otras reacciones posibles, ante una crisis, en las com-
pras o las ventas, como por ejemplo, la de incrementar el efecto de venta
o de compra, o reducir la producción y los cambios en el consumo. En
la teoría del ciclo de negocios, la diferencia con respecto a la propensión
de los precios para el cambio es un importante factor interpretativo. Así,
en un período de declinación en los ingresos totales o en la renta total,
un cambio en la estructura relativa de precios puede ser más trascen-
dente que el cambio del nivel absoluto. Por ejemplo, es un hecho familiar
que en un período de renta baja (bajo valor de la producción) la merma en
el val-or total en dólares de las producciones de las distintas industrias
es aproximadamente la misma. En algunas industrias, sin embargo, como
la agricultura, la declinación en el valor de la producción se alcanza casi
totalmente por medio de una caída en su precio, en tanto permanecí'
bastante estable la cantidad de producción. En otras industrias, la de-
clinación en el valor de la producción puede lograrse casi por completo
gracias a un cambio en la producción, siendo los precios aproximadamen-
te estables. En otro tipo de industrias, aún, el ajuste en el valor de la
producción se consigue en parte mediante un ajuste en ésta, y en parte
mediante un ajuste en el precio. La identidad
Valor de la producción — Precio de la producción X cantidad
de la producción
exhibe claramente estas distintas relaciones.
ESTRUCTURA DE LOS AGREGADOS MACROECONÓMICOS (V 207

un diagrama del tipo de un tablero de ajedrez, como se aprecia en la


tabla. En cada celdilla del diagrama escribimos el pago hecho por la
12 cuenta indicada a la izquierda de la fila en que figura la cifra, a la cuenta
indicada en el encabezamiento de la columna de la cifra. Por ejemplo, ab
es el pago hecho por A a ¿i, y /v el pago de tí a A. La suma de cada fila
representa el gasto total de la cuenta que figura encabezando la fila. De
La estructura de los esta manera, tenemos el gasto total de la cuenta A:
agregados macroeconómicos £"„ = ab + «r -f fl-í (la)
y, similarmente, los de las otras cuentas:
II. La teoría de los pagos Ek = ba + 6C + &rf (Ib)
Etc.
Los problemas de la estructura de los agregados no se limitan de El ingreso total de cada cuenta es la suma total de su columna. Así. en
ninguna manera a los agregados heterogéneos. Aun los agregados ho- la Tabla 1 tenemos registrado el ingreso total de la cuenta A:
mogéneos, tales como los pagos o los valores monetarios efectivos, pueden K.. = 6., + c, + d., (2o)
tener una estnictura y, de hecho, el rasgo más importante de todo el sis-
Similarmente, tenemos
tema macroeconómico es, quizás, la estructura de los pagos. Un pago es
una trasferencia de dinero de una persona a otra, o de una cuenta a otra, o, (26)
habitualmente, aunque no siempre, en retribución por algún otro bien. Etc.
Por lo tanto, los pagos pueden clasificarse tanto de acuerdo con las per-
sonas o cuentas entre las cuales circulan, como de acuerdo con el tipo de Cada una de las cifras de las celdillas de la tabla se registra una vez
como ingreso y otra como gasto, ya que todo pago es un ingreso para
bien por el cual se hace el pago.
la cuenta que lo obtiene y un gasto para la cuenta que lo paga. Por lo
tanto, el total de ingresos global es igual al total de gastos global, T,
La tabla de pagos componiéndose ambos totales de todas las cifras de pago, aunque suma-
das de manera distinta en cada uno.
La clasificación de acuerdo con la persona o cuenta puede realizarse El balance de pagos de cada cuenta, o el monto de atesoramiento (o
mejor por medio de una "tabla de pagos", como la Tabla 1. En ella se desatesoramiento, si es negativo) realizado por cada cuenta, es igual a sus
ingresos menos sus gastos. Esto es,
TABLA 1
//, = ff. — En (3o)
LA TABLA DE PAGOS
Castos Balance /A = Rh ~ Eh (36)
A B C D Total? s de Pagos
Etc.
A a* n. a< En H.-E.
B b. b. bt JE. ñ* — E» Se deduce de esto que la suma algebraica de todos los balances de pagos,
C Ct Ct, C4 E, /i,-£ r es decir, de todos los montos atesorados y desatesorados, es igual a cero:
D d. ti. d. E, fí, - E,
!//„ - ^Ka — 2 Ea = O (4J
Ingresos totales H. Ri /i, R, r T-T-Q
En el análisis precedente se ha supuesto que no ha habido creación ni
destrucción de dinero en ninguna de las cuentas del sistema. Si hay crea-
supone (¡ue hay cuatro cuentas, A, B, C y D, dentro de una sociedad ce- ción o destrucción de dinero, las identidades precedentes deben modificarse
rrada, y que todos los pagos tienen lugar entre esas cuatro cuentas. Ob- un tanto. Una creación de dinero representa un agregado a la provisión
viamente, se puede extender el análisis a cualquier número de cuentas de dinero de la persona o cuenta que ha creado ese dinero. lo cual no
pero, para propósito 1 ; ilustrativos, basta considerar cuatro. Indicamos, pues, está representad o por ningún gasto por parte de ninguna otra cuenta del
sistema. En forma similar, la destrucción de dinero representa una dismi-
las cuatro cuentas tanto en forma vertical como en forma horizontal, en
nución de la provisión de dinero que no queda registrada por ningún in-
208 MACHOECONOMIA DÜ LOS ACHACADOS MACBOECONÓMICQS ( i t ) 2UÍ)

greso. Por lo tanto, si A/ a es la creación neta de dinero de la cuenta A, y //„ (su atesoramiento) igual a su creación neta de dinero más su balance
es el incremento en la provisión de dinero de A, tenemos: de pagos {exceso de ingresos externos sobre gastos externos.) Esta pro-
//„ = A/,, + A',, — £. (5o) posición es importante, ya que significa que las propiedades de la tabla
de pagos se aplican en la misma forma a grupos y a individuos. Esto
por consiguiente, es particularmente importante en la teoría de lus balances internacionales
v //„ = v M0 de pagos: la identidad de! balance de pagos es válida con respecto al
grupo de cuentas llamado "nación", exactamente en la misma forma en
Es decir, la suma algebraica de todos los atesoramientos o balances de que ocurre en el caso de cualquier otro grupo de cuentas. En el caso
pagos (incrementos de las provisiones de dinero) es igual a la cantidad de los balances internacionales el problema se complica, por supuesto,
neta de dinero creado. SÍ la cantidad de dinero destruido excede al mon- a causa de que los distintos pagos y balances se calculan en monedas
to creado, el atesoramiento neto será, por supuesto, negativo. Esta iden- distintas, pero el principio continúa teniendo validez.
tidad puede recibir el nombre de "identidad del balance de pagos". Para que el balance de pagos se encuentre en completo equilibrio,
es necesario, por supuesto, que los ingresos de cada cuenta individual
El agregado de pagos sean iguales a sus gastos; de otra manera, algunas cuentas estarán ga-
nando dinero a expensas de otras. Es decir, tenemos
La tesis siguiente afirma que la identidad del balance de pagus Ila = E,., Kb = Et,, etr. (7)
no es afectada por el agregado de cuentas. Supongamos que en la
Tabla 1 se amalgaman, por un lado, las cuentas A y B y, por otro, las Pagos determinados por velocidades parciales
cuentas C y D, de modo que solo se muestran los pagos externos de cada
grupo, como en la Tabla 2. Se deduce que, para cada grupo, como para ¿Qué es lo que determina, entonces, los distintos item de la tabla
las cuentas individuales, el exceso de los ingresos externos con respecto de pagos? Obviamente, no se puede esperar que tengamos una teoría
completa de la determinación de estos factores en este estadio, ya que
TABLA •>
ellos y todos los demás factores del sistema económico se determinan
LA TABLA un PAGOS: UNIÓN DE CUENTAS
mutuamente. Sin embargo, un supuesto simple nos permitirá separar, en
C + D algún grado, el problema de la estructura de pagos de los otros elemen-
A + B a* 4- i> c tos de la vida económica. Construyamos, pues, un modelo simple, sobre
C + D + e* + db el supuesto de (pie, en el siguiente período contable, el gasto que haga
cualquier cuenta en otra, será una proporción lija de la provisión total
a los gastos externos es igual al atesoramiento neto o incremento de la de dinero de esa cuenta. Asi, si suponemos que m ;i . m b , m.., etc., son las
provisión de dinero del grupo, en ausencia de toda creación o destruc- provisiones de dinero de las cuentas A, B, C, etc., tenemos:
ción de dinero, o es igual al exceso de los ingresos externos con respecto
a los gastos externos, más la creación neta de dinero en las distintas db = mai\, iie — mai;lr, a,t = mttva,i, etc.
cuentas del grupo. De la Tabla 1, se sigue que, k, = Hti.l'i,.,, bc = m,,i;.,, b,, — etc. (8)
para A: Etc.
//„ = Ai,, + ba + c,, + rf. — a, — a.i Si nos son dados los valores de las letras c, podemos determinar una po-
sición de equilibrio de todo el sistema de pagos, consistente con dichos
para B: valores, ya que si hay n cuentas tenemos n(n — 1) ecuaciones del tipo ( S ) ,
//,, = A/,, -f- 06 + Cí + db — ba — bf, — b, ( n — 1) ecuaciones independientes del tipo ( 7 ) , \a ecuación (9):
Sumando estas dos identidades, obtenemos, para el grupo A - p B : /"ü ~f- tith -f- mc . . = J/ (9;

II., + 11 „ = Ai,, + Af ÍP + lr n -f ft 4- d,, 4- db) - donde M es la cantidad tota! de dinero. Suponemos aquí que no se crea ni
se destruye dinero; si fuera creado dinero, deberíamos modificar las ecua-
ciones (7) y escribir
Fste procedimiento se aplica independientemente de la cantidad de cuen-
A',, - /•;„ + A/, M etc.
tas que agreguemos, pues al sumar las identidades de balances de pagos
de todas las cuentas individuales de un grupo, los pagos internos siempre donde A/ 4 es la cantidad de dinero creada por la cuenta A : y están dados
se anulan, dándonos un incremento de la provisión de dinero del grupo los valores de A/ a A/ bl etc.
210 MACROECONGMÍA ESTRUCTURA DE LOS AGREGADOS MACHOEOONÚM1COS (ll) 211

Aunque hay n ecuaciones del tipo { 7 ) , solamente ( n - 1 ) son indepen- El total de ingresos o gastos de tal sistema, T, está dado por
dientes, ya que si la condición de igualdad entre ingresos y gastos se
cumple para todas las cuentas con excepción de una, también debe cum- T = ah + t u = .U ("^ = J/r (15)
plirse por la otra, al ser el total de ingresos igual al total de gastos. Estu
es, si fí es el total de ingresos y £ el total de gastos, dado que V* es la velocidad de circulación del dinero en los negocios en todo el
sistema, es decir, la razón entre el volumen total de pagos y la provisión
total de dinero. Observamos que V7 es la.media armónica de las veloci-
podemos deducir que dades parciales u uh y tw También podemos expresar los mismos hechos
A',. = R — Ra — #6 ,^ = E — Ea — Et en términos de las recíprocas de las velocidades kul, y k^, que en este
caso representa el período de giro monetario de las dos cuentas, es decir,
Esto nos da \n(n~ 1) + (n- 1) + 1¡-, o u* ecuaciones en total. la tracción del período contable en la que los ingresos podrían reponer la
Tenemos también n¿ incógnitas: 11(11-!) pagos y n provisiones de di- provisión de dinero si no hubiera gastos, o los gastos podrían agotar
nero de las distintas cuentas. Podemos suponer que son dadas las u, que la provisión de dinero si no hubiera ingresos. Por definición:
podemos llamar velocidades parciales, ya que son análogas a las velo-
cidades de circulación, y U. Como todas las ecuaciones son lineales, es
posible una única solución. t'afr ftu

Será instructivo ver cómo se aplica un sistema como éste en algunos


casos simples. Tomaremos primero un sistema con solo dos cuentas, A y B. Si k es el período de giro monetario promedio pura toda la sociedad,
k es la media aritmética de los períodos individuales, es decir,
La tabla de pagos será como la tabla 3.
TABLA 3
A- - i-^ + ¿-fcI)
¡i La significación de las velocidades de circulación (o sus recíprocas,
los períodos de giro monetario) es pasada por alto a menudo, y es in-
b. teresante ilustrar más el concepto. La velocidad de circulación del indi-
viduo, por ejemplo, t;H, es la suma de todas sus velocidades parciales de
= fa h. de modo que en estado de equilibrio tenemos: gastos. Así
f a = iu + i',lf 4- +
Si t ul , y Oí,, son las correspondientes velocidades parciales, y m., y mi, son La recíproca de la velocidad individual,
las provisiones de dinero de equilibrio de las dos cuentas,
a t = maval,

o periodo de giro monetario es una medida de la "demanda de dinero"


Tenemos también que del individuo, y a veces se le ha dado este nombre, algo inapropiada-
m a 4- m,, = A/, la provisión total de dinero de la sociedad i 12' mente, ya que un parámetro singular no debería ser llamado con propie-
dad una "demanda", en vista de que este término se reserva habitual-
Con dos cuentas tenemos 22 = 4 ecuaciones (10, U«, Ufa y 12) que mente para una relación funcional. El período de giro monetario puede
pueden resolverse fácilmente, dando: ser denominado, con bastante acierto, una medida de la "preferencia por
el dinero", especialmente por lo que puede llamarse "balances de pago",
aunque deberíamos precavernos del intento de identificar cualquier parte
Vab + fi»,
(13) particular de la provisión de dinero de un individuo con su balance de
pagos. Un individuo que desea conservar una provisión de dinero igual
\¡va!. u los ingresos de seis meses tiene, evidentemente, en algún sentido, una
nth =
mayor preferencia por el dinero que un individuo que se contenta con
una provisión de dinero igual a los ingresos de tres meses. La velocidad
Oh = &„ (14) de circulación del individuo es, por supuesto, inversamente proporcional
a su preferencia por el dinero. Un individuo que conserva una cantidad
MArilOECONOMIA EST1UTTUIÍA DE I.OS AGKEOXDnS MACROECONÓMICOS (ll) 213
212
de dinero igual a sus ingresos de seis meses tiene una velocidad de cir- desfavorables para ellos. El dinero que él guarda en su bolsillo debe pro-
culación de dos veces por año; uno que conserva una provisión de dinero venir de los bolsillos de otros, supuesto que sea constante el total de
igual a los ingresos de tres meses tiene una velocidad de circulación de dinero existente en todos los bolsillos. SÍ los individuos que han sopor-
cuatro veces por año. Si los ingresos y gastos no son iguales, es decir si tado una declinación en sus balances de dinero aceptan este hecho e
el individuo está acumulando o sacando dinero, puede hacerse necesaria incrementan así, efectivamente, sus propias velocidades individuales de cir-
una distinción entre la velocidad de gastos y la velocidad de ingresos, culación, para compensar la reducción de velocidad por parte del primer
haciéndose la proporción de los ingresos totales y de los gastos totales, individuo, no es necesario que se produzca cambio alguno en el total
con respecto a la provisión media de dinero. Los dos conceptos se vuel- de pagos: lo que resulta de este cambio es, simplemente, una. trasferen-
ven iguales, por supuesto, en el caso de balances de pago de equilibrio. cia de dinero, de una cuenta a otra. En términos de nuestra simple
La velocidad de circulación del individuo, o período de giro mone- sociedad de dos cuentas, si el individuo Á aumenta su preferencia por
tario, es un índice de su estado mental con respecto al dinevo. Puede dinero, tratará de expandir su pnn'isión de éste con una reducción de sus
cambiar con los cambios de circunstancias. Hablando en general, un in- gastos, «,,. Pero como sus gastos equivalen a los ingresos de B, éste ve
cremento de la incertidumbre estimulará el deseo de una mayor flexi- disminuidos sus ingresos como consecuencia de la reducción de los gas-
bilidad de bienes, provocará expectativas de caídas de precios —que lle- tos de A. El balance de pagos favorable que experimenta A origina un
varán a una mayor preferencia por el dinero que por otros bienes— y balance igual, pero desfavorable, para B; pues, mientras A aumenta su
también expectativas de mayor irregularidad en los pagos. Todo esto provisión de dinero, B ve disminuir la suya en igual cantidad. Si ahora B
llevará hacia un aumento en la preferencia individual por el dinero, que disminuye su preferencia de dinero, de manera que aumenta vt,a tanto
se expresará como un aumento de su período de giro monetario o, lo que como ha disminuido A su v.,,,, entonces no habrá cambios en el total
es lo mismo, una declinación en su velocidad individual de circulación. de pagos; el efecto del cambio en la preferencia es, simplemente, la re-
Kl período medio de giro monetario o velocidad media de circulación distribución de la provisión de dinero entre A y B, de manera que A
(de pagos), para una sociedad entera, es un promedio ponderado de los percibe más dinero > B menos, comí) lo muestran las ecuaciones (13).
períodos individuales de giros monetarios o velocidades de circulación Sin embargo, si B no está dispuesto a soportar una declinación en su
de todos sus miembros constituyentes. Como tal, constituye un índice del preferencia por dinero y desea mantener constante ¿ ha o cbii, el resultado
estado mental de toda la sociedad —o, para mayor seguridad, ya que la de la operación de A será una declinación del volumen total de pagos.
sociedad no tiene una mente cuyos estados se puedan describir— un re- B reducirá sus gastos como respuesta a la caída de sus ingresos, lo cual
sumen o agregado de los estados mentales de todos los distintos indivi- proporcionará a A un volumen de ingresos más pequeño que el anterior;
duos de la sociedad; cualquier cambio en las actitudes de los individuos A puede reducir, nuevamente, sus gastos, en su empeño por acumular
hacia el dinero se reflejará en un cambio en la velocidad media V o su dinero; B sufrirá, así, otra pérdida en sus ingresos, y rebajará sus gustos,
con lo cual baj.trán aún más los ingresos de A. Este proceso circular con-
recíproca. K.. tinuará hasta que se satisfagan, una vez más, las ecuaciones (13) y (14).
SÍ r,,i, ha declinado, sin que cambie i\, bajará el volumen total de pagos,
La p¿r¿do¡a de los pagos 7', y habrá ;imi alguna redistribución de la provisión de dinero, en que
éste fluirá de B hacia A, hasta tanto B encuentre que su razón entre
Nos vemos enfrentados aquí a otra de las paradojas macroeconómi- su disminuida provisión de dinero y sus disminuidos ingresos es como la
cas. Un individuo ajusta su preferencia de dinero mediante la alteración razón < | i i r tenía antes.
de sus provisiones de dinero, conservando su total de gastos e ingresos ¡'.u general, la velocidad tic circulación de pagos promedio de una
aproximadamente constante. Si no hay creación o destrucción de dinero socied.nl ciimplera es el promedio aritmético ponderado de las velocida-
en la sociedad, un cambio general en la preferencia pur d dinero solo des de cii\n individuales, consideradas por la provisión de dinero
puede acarrear consecuencias a través de su impacto sobre el total de de cada individuo. De este modo, si L.,, tu, etc., son Lis velocidades to-
pagos. Si Ja provisión total de dinero de una sociedad es constante, un tales individuales de los individuos A, B, etc., y RA, R\,, etc., son sus in-
incremento en la preferencia por el dinero, reflejado en una declinación gresos totales (que se suponen iguales a sus gastos), tenemos, por de-
de V o un aumento de K, hará disminuir el total de pagos hasta que finición, que
éste guarde la proporción apropiada con respecto a la provisión cons-
tante de dinero. El individuo trata de incrementar sus k individuales, lin = E:¡ = ;/í,,¿',,, ¡íi. - Kt, = rribt'b, etc. (16)
mediante la disminución de sus gastos y el incremento, en consecuencia, En tunees, si A/ es la provisión total de dinero de la sociedad, y V, su
de su provisión de dinero, para tener un balance de pagos positivo. El velocidad promedio, el total de ingresos de la sociedad es
resultado de su acción, sin embargo, consiste en hacer bajar los ingresos
de aquellos a quienes efectúa sus pagos y en crear balances de pagos K = .1/1' - S/-/J', (17)
214 MACHOECONOMIA ESim'CTUKA DE LOS AGREGADOS MACROEOONÓMICOS (u) 215

y, por lo tanto, la situación actual del individuo afecta su conducta en el "periodo con-
table" siguiente. Es necesario suponer algún tipo de funciones de reacción
V = (18)
estables, para poder derivar los sistemas de ecuaciones diferenciales, o sea,
ecuaciones que relacionan los valores sucesivos de una variable dada, las
En el caso especial de la sociedad de dos cuentas, podemos sustituir los cuales constituyen los fundamentos de cualquier sistema dinámico. En este
valores de mu y w b por las ecuaciones (13) y obtener, como en (15), caso, la dificultad no consiste meramente en que parece no haber un
fundamento a priori para elegir entre una cantidad de suposiciones po-
2p.yt
V = sible con respecto a las funciones de reacción, sino también en que no
v« + vi, hay ninguna garantía de que las mismas funciones de reacción sean es-
Debe advertirse también la significación de las velocidades parciales, u u b, tables, en alguna forma simple.
iV, etc. Estas son parámetros que expresan la demanda o, más precisa- Sin embargo, puede resultar aclaratorio considerar algunos sistemas
mente, la preferencia de un individuo por el producto o el bien de otro dinámicos relativamente simples, y señalar las consecuencias de ciertos
individuo, suponiendo que los pagos se realizan a cambio del recibo de patrones de reacción, ya que casi todos estos patrones pueden encon-
bienes de algún tipo. Así, si el individuo B vende zapatos a cambio de trarse en la practica.
los pagos que recibe, el parámetro ü ul) es, de alguna manera, una medida El supuesto más simple es, quizas, que las velocidades parciales
de la demanda o preferencia de A por los zapatos de B, al menos, en el permanecen estables en cada periodo contable, suponiendo que éste es
sentido de que si aumenta la preferencia de A por los zapatos de B, el "período de reacción'. Cualquier cambio producido en las provisiones
también aumentará, probablemente, uui,; es decir, si no cambia la cantidad de dinero conservadas por un individuo al comienzo de un período pro-
de dinero que posee A, A gastará más que antes en zapatos. Se observará, voca un cambio proporcional en todos sus gastos. Corno el análisis ma-
obviamente, que este parámetro no da cuenta del precio de los zapatos temático de la tabla de pagos es bastante complejo, nos contentaremos
y no es, por lo tanto, una expresión perfectamente satisfactoria de la de- con ilustraciones aritméticas para los propósitos de este capitulo. Utiliza-
manda. Si se produce un alza en el precio de los zapatos, A puede au- remos una tabla de pagos de tres cuentas, puesto que la mayoría de las
mentar sus gastos en zapatos, es decir, puede aumentar o disminuir a\, propiedades importantes de las tablas más grandes se hallan ya en ésta.
y en consecuencia, v:¡t, se acrecentará o disminuirá pues no estamos supo- En la Tabla 4a, entonces, mostramos una tabla de pagos de tres cuen-
niendo ningún cambio en la provisión de dinero de A. dependiente de que tas, A, ¿i y C, que se halla en un equilibrio de balance de pagos. La
su demanda de zapatos tenga o no una elasticidad mayor o menor que
uno. No obstante, en esta etapa del análisis dejamos de lado los cambios TABLA 4a
de precio, y consideramos las velocidades parciales como parámetros in- A H C E .A/ dM
dependientes que expresan las preferencias de los individuos. La varia- 0
A 15 30 45 300
bilidad funcional de las velocidades parciales puede ser introducida en B 2U 15 35 250 0
una etapa posterior del análisis. C 25 20 45 500 0
B 45 35 45 T - 125 1050 0
La dinámica del sistema de payos
La dinámica de los sistemas de pagos presenta algunos problemas columna E muestra el gasto total. A/, la provisión de dinero (supuesta)
interesantes e importantes, ya que hallaremos un valioso indicio para el de cada individuo, y ilM. el cambio de la provisión de dinero durante el
•problema del ciclo de los negocios, precisamente, en el estudio de los mo- siguiente periodo. Las velocidades parciales son i;:(i, — U,C5, ü:ll. ;= U,l,
vimientos de un sistema de pagos. Desde el punto de vista teórico, des- clia ~ Ü,OS: üu. = 0,06, u,.a — 0,05 y u,. b = 0,04. Se supone que estas ve-
graciadamente, tenemos una confusión entre los bienes posibles. Se puede locidades son constantes, de modo que, en cada período, A gasta el 5 Ve-
construir una gran cantidad de sistemas dinámicos; todos ellos pueden rle su provisión de dinero con B y el 10'í de su provisión de dinero
tener alguna significación para la interpretación de la realidad, pero nin- con C, y así sucesivamente para las otras.
guno es muy realista, tomado por separado. Eu consecuencia, en este caso, Supongamos ahora que se entregan u$s 300 tic dinero nuevo a A,
la elaboración de sistemas matemáticos puede trasformarse fácilmente en y que deseamos descubrir los efectos de esto sobre el sistema. Se mues-
un desperdicio tic tiempo, pues cualquier sistema matemático dinámico tran estos efectos en las Tablas 4h, c y d. Se resuelven las tablas hasta el
debe basarse, en última instancia, en la suposición de ciertos patrones de dígito más próximo. El procedimiento de trabajo es el siguiente. En cada
estabilidad en las "funciones de reacción", es decir, en la forma como tabla se hallan los pagos si se multiplican las provisiones de dinero, A/,
AGREGADOS MACBOECONÓMICOS (u) 217
ESTKCCTUHA DE LOS

MACBOECONOUÍA
216 las de A. el volumen total de pagus habría bajado, al principio, al tencí
la mayor provisión de dinero, y luego habría aumentado nuevamene
TABLA 4i>
ai Distribuirse el dinero. Si todas las velocidades -div.duale o , i ^
les el total de pagos será constante, después del impacto inicial >a^que
la Redistribución uY la provisión de dinero no afectara •-««**£
locidad general. V. En este ejemplo, el sistema se aproxima al equi

TABLA 4c

A B C E M ¿U
58 386 0
A 19 39
0
19 45 321
6 26 643 0
32 28 58
C
1350 0
ií 58 45 58 T «» 161

dado por la "I'alila 4f (aproximadamente, liasta el dknro más cercano^


eu ima ]imgresión firme )ien) decreciente. 1.a velocidad ffeneral de cir-
TABLA 4(í culación (0119) es la misma en ambas posiciones de equilibrio, tanto en
l-i Tabla 4a ( 1 -'o/lOSm como en la 4e ( 161 '13-50) . La razón de esto es que
en la solución de las ecuaciones (7). (S) v (9V las provisiones de di-
nero de equilibrio de los distintos individuos, m,, m,., etc., se expresan
como proporcione* dadas de la provisión total de dinero. A/, proporciones
que dependen, por supuesto, de los valores de ü. Como en este caso no
ban cambiado los valores de i . tampoco han cambiado las proporciones
de las provisiones de dinero y. por lo tanto, las ponderaciones relativas del
promedio ponderado de las velocidades Individuales, que es la velocidad
de cada individuo, por lus vt general, no ha variado. Esto significa que el resultado final de un incre-
mento de la cantidad de dinero, independientemente de ¡a pcrscnia a
i ^ y
, bla se quien se entregue el dinero, es un incremento de! volumen total de pagos.
4/1, rfM, = H,, - E. = a obtener la igual al incremento en dinero, multiplicado por la velocidad de circula-
de l ción, supuesto que no cambien las velocidades particulares. Asi, por ejem-
plo, si la velocidad de circulación es de siete veces por año, cada aumento
de u$s 100 en la provisión de dinero aumentará, eventuahnente, el volu-
men total de pagos en u$s TüÜ. Cuando decimos que la velocidad de
circulación es de siete veces por año, queremos decir, en efecto, que en
promedio cada dólar crea u$s 7 de pagos durante el año.1
aumentan

s¡ e
piedad general, bim que «
Le» ^^tt^tot^t Predio íXado
e w respectivamente)
me-
i El volumen total de pagos, £, es igual a MV. Se sigue que
A£ = -U A I ' -r V A.U + A l A.l/
Si V no r* afectada por el cambio producido cu M, como ocurriría si las ve-
(iiie A (Ü,lo). Lomo u declina a provisión de locidades particulares nú cambiaran, entonces £V = O, y
Lo por las provisiones de cimero, a meel a ^ leU aa ^
A A1
dinero de A y aumenta as de fi > de. "A0 = v
cüm(, ,a P ' Si ,a «ab¿
218 MACIZO ECONOMÍA ESTBUCTUBA DE LOS A(,REGAIX)S MACHO ECONÓMICOS (II 219

TABLA 5J
U fenómeno de "las otas"
A B c; £ M dM
No siempre se puede suponer, sin embargo, que el progreso hacía la A 32 — 55
posición de equilibrio es tan uniforme como en las Tablas 4a-4d. La uni- B 18
85
14 E
32
65
23 19
formidad del progreso depende de que los valores de v sean pequeños. C 24 19 43 47 36
Si éstos son del orden de magnitud I, es decir, si el período de reacción R 42 51 79 T = 172 135 0
o período contable es aproximadamente igual al periodo de giro mone-
tario, pueden ocurrir violentas fluctuaciones, tanto en los balances de pagos TABLA 5e
como, incluso, en los totales de pagos, en el intento de alcanzar el equi-
librio. Esto se ejemplifica en la Tabla 5, en la cual se dan los mismos va- A B C £ M dM
lores relativos de las velocidades parciales que en la Tabla 4, pero donde A 5 10 15 10 60
los valores absolutos son diez veces mayores. En cada periodo de reac- li 33 23 58 42 -20
C 42 33 75 83 -40
ción, los individuos gastan una cantidad aproximadamente igual o mayor
que su provisión de dinero total. Encontramos ahora que la provisión de R 75 38 35 r = 148 135 0
dinero, en lugar de distribuirse gradualmente por el sistema, como en la
Tabla 4, emerge en una ola violenta de A, ya que A devuelve más que TABLA 5/
lo que se ha agregado a su provisión, a B y a C, de los cuales vuelve a
A B C £ II dM
emerger con igual o mayor violencia, hacia A. En este ejemplo, estas
oleadas aumentan realmente su intensidad, hasta que A quede completa- A 35 70 105 70 -66
B 18 13 31 22 21
mente desprovisto de dinero. C 21 17 38 43 45
Debemos aclarar los supuestos que dan origen a fluctuaciones como
R 39 52 83 T = 174 135 0
Lis de la Tabla 5, considerando, especialmente, la probabilidad de que

TABLA .5a TABLA 5g


A B C £ M dM
A C E Af
M dM
rf.U
E
A 15 30 45 30 30 -,
0 A 2 4 6 4 72
B 20 15 35 25
B 34 26 60 43 -23
C 25 20 45 50 0
rC
k.' .d-i
44
TT TT
35
•-*'-* 7Q
79
• *' 88 -49
— 49
R 45 35 45 T - 125 105 30
R 78
78 37
37 30 rT = 145
145 135
135 00

• TABLA 56
surja esta alarmante situación. En primer lugar, se supone que las de-
A B C £ M dM cisiones con respecto a gastos se hacen al comienzo de cada periodo con-
A 30 60 90 60 -45 table o de planeamiento y que tales decisiones se llevan a cabo, sin con-
B 20 15 35 25 15 siderar lo que ocurra durante el periodo de planeamiento. Al final del
C 25 20 45 50 período entonces los resultados se evalúan y se hacen nuevos planes para
R 45 50 75 I1 = 170 135 U el período siguiente. En el caso de resultados como los de la Tabla 5, es
necesario suponer que el período de planeamiento es lo suficientemente
largo como para que las provisiones individuales de dinero puedan ago-
TABLA 5c
tarse casi enteramente, antes de que se haga cambio alguno en la política
A B C E M dM de gastos. Es evidente que esto no ocurre a menudo, probablemente, en
A - 15 22 15 50 el caso de los individuos. Sin embargo, en el caso de los balances inter-
H i2 21 56 40 -17 nacionales, la posición de liquidez de los miembros de una nación con
C 10 32 72 80 — 3-5
respecto al poder de compra de bienes extranjeros puede quedar oculta
72 39 39 T = 15U 135 0 por ia existencia de un sistema monetario y bancario nacional. Por lo tanto,
R
22(1 MACHO ECONOMÍA ESTRUCTURA DE LOb AGREGADOS MACROECO-VÓMICOS (ll) 221

a pesar del hecho de que el sistema de pagos es un sistema perfectamente general en las velocidades hará acrecentar, a su vez. tanto los ingresos
general, que abarca a todos los individuos y a cualquier grupo arbitrario como los gastos, sin perturbar la estructura del balance de pagos.
que deseamos construir, las circunstancias de la soberanía nacional y de
los sistemas monetarios nacionales independientes pueden crear un proble- TABLA Ga
ma real de ajuste en los balances internacionales, que no tiene, de ninguna
manera, el mismo alcance, en los balances domésticos. A ii C E M ,/Ai
El tratamiento matemático de la dinámica de la tabla de pagos se A 15 30 45 30 0
B 20 10 i 35 25 0
complica gravemente por el hecho de que, aunque indiscutiblemente C 25 20 45 50 0
existe un "periodo de planeamiento", de modo que no podemos supo-
ner que los ajustes a los cambios de los balances sean simultáneos, es R 45 35 45 T = 125 105 0
probable que dicho período en sí mismo, difiera de individuo a indivi-
duo y, lo que es peor, ni siquiera se mantenga constante para un mismo TABLA 6b
individuo. Es probable que el período de ajuste sea una función de la A /i C E M rfjtf
necesidad de ajuste. En lugar de suponer un periodo de planeamiento
fijo, sería más realista, quizá, suponer que hay nn cierto "ámbito de A 20 35 55 30 n
H 2ó 20 45 25 0
inercia", dentro del cual no vale la pena molestarse en hacer ajustes, C 30 25 55 •50 n
pero que, en cambio, se hacen ajustes, independientemente de la dura-
R 55 45 5.Í í T = 150 105 0
ción del período de tiempo considerado, cuando la provisión de dinero
.o las velocidades parciales, o cualquier otro Índice que queramos tomar
como índice significativo de una necesidad de ajuste, trasgrede los lí- Es interesante observar que un cambio general en las velocidades, que
mites de ese "ámbito de inercia". En tal caso, el hecho de que se observe no altere el equilibrio de! balance de panos, representa un cambio <ib-
o no el fenómeno de "la ola" depende de la extensión del ámbito de solnto de la misma magnitud en todos los gastos particulares, como en
inercia: cuanto más pequeño sea este ámbito, menos probable será que la Tabla (•>/;. También es posible, por supuesto, que se produzcan otros
el sistema dé lugar a "olas" de dinero dirigidas de una cuenta a otra, cambios que no perturben el equilibrio del balance de pagos, como.
una y otra vez. Sin embargo, si no se hacen ajustes hasta que éstos por ejemplo, un cambio igualmente proporcional en las velocidades.
tengan que ser drásticos para poder enfrentar la situación, se pueden Esto se muestra en la Tabla Ge, en la cual se supone que se han du-
producir, fácilmente, "olas" que originen movimientos cíclicos en las plicado las velocidades con respecto a las de la Tabla íiú.2
estructuras de los balances de pagos, o aun. cu el total de pagos.
TABLA 6c
A 8 C E Ai cíM
Variación sistemática en Us velocidades
A 30 6ü : 90 30 (1
íí 40 30 i 70 25 0
Una complicación adicional en el modelo de íijuste consiste en que
los movimientos en los totales de pagos producen, probablemente, cam-
C 50 40 i 90 50 0

bios en las velocidades; es decir, que las velocidades mismas son fun- 90 70 90 T = 250 105
ciones de los cambios en el total de pagos. En parte, las velocidades
son una expresión de la disposición para conservar bienes reales en lu- Ahora bien, si los pagos han aumentado y a raíz de esto se espera
gar de dinero. Si hay una declinación en la preferencia por la liquidez, que sigan aumentando, es probable que se acrecienten también los
entonces, dada una cierta provisión de dinero, la gente estará más precios y se espere, por lo tanto, que sigan aumentando. En estas cir-
dispuesta a hacer gastos (es decir, a desprenderse de dinero a cambio cunstancias. es muy probable que haya un aumento en las velocidades,
de otros bienes} y las velocidades parciales aumentarán. Si este aumento pues la gente estará ansiosa por desprenderse de su dinero, ante la per-
es general, no hay necesidad de que se produzcan grandes perturbacio-
nes en la estructura del balance de pagos. Las provisiones de dinero 2 Si t.i,', v,r', etc.. representan el cambio en las velocidades parciales, entonces,

constituyen una "vasija de la viuda", que no puede consumirse, y cuanto el equilibrio del balance de pagos no será perturbado, siempre que:
más gasta la gente, más tiene para gastar, quizás, ante su propia sor- o(l T- l ' a r ' j = ItllVl,,' T

presa. Esto se muestra en la Tabla 6, donde aun comenzando con la


peligrosa e inestable situación de la Tabla 5a, vemos que un aumento
222 MACROECOXOMIA ESTRUCTUHA DE LOS AGREGADOS MACHOECONÓMICOS ( l l ) 223

dida de su valor adquisitivo, y deseará conservar una mayor parte de nidos para dicha cantidad. Puede muy bien ocurrir, entonces, que las
sus bienes en forma de bienes reales. Sin embargo, este aumento en reacciones dinámicas ante los balances positivos de pagos sean más dé-
las velocidades originará un alza adicional en el total de pagos, que biles que las reacciones ante balances negativos. En estos casos, es pro-
puede a su vez, elevar aún más los precios. En estas circunstancias, es bable que cualquier perturbación pronunciada de la estructura de pagos
fácil que se produzca un "ciclo de expectativas" en el total de pagos. tensa un efecto deflacionario neto sobre el total de pasos.
Solo necesitamos suponer que, con pagos crecientes, el cambio en las La existencia de una perturbación de la estructura de pagos significa
\eloeidades pierde fuerza a medida que aumenta el total de pagos, de que en algunas cuentas se está acumulando dinero (tienen un balance
manera que cuando el total de pagos es "alto", el aumento en las velo- positivo) mientras que otras cuentas tienen un balance negativo y en
cidades se detiene o se invierte, incluso, poniendo en movimiento la ellas se produce un desaprovisionamiento de diaero. Si las reacciones ante
fuerza contraria —una caída de los pagos, que lleva a una caída en las estos eventos son simétricas no hay necesidad de cambio alguno en el
velocidades, la cual, a su vez, provoca una nueva caída en los pagos. total de pagos. l,as cuentas que están ganando dinero aumentarán sus
y así sucesivamente— hasta que los pagos son tan bajos que las velo- gastos y las que están perdiendo dinero disminuirán sus gastos, pero no
(idades no pueden descender aún más, y comienzan a aumentar nue- cambiará el total de ingresos si el aumento de gastos de algunas cuentas
vamente. Aún queda un problema, sin embargo, acerca de cómo co- iguala exactamente a la disminución de los gastos de otras. Sin embargo,
nlien/un estos ciclos de expectativa, y por qué no caen bruscamente por si las cuentas que están L'aiiundo dinero no incrementan sus gastos, o
MI base, como uno esperaría normalmente que ocurriera. solo los incrementan un poco, en tanto que las cuentas que están per-
diendo dinero disminuyen severamente sus gastos, el resultado neto será
una declinación en el total de gastos, y por lo tanto en el total de ingresos,
M principio de la reacción asimétrica ya que son la misma cosa.
La descripción analítica o algebraica generalizada de estos proce-
Quizá pueda encontrarse una respuesta parcial a esta cuestión en sos es tan compleja e implicaría tantos supuestos arbitrarios, que otra vez
otra interesante propiedad posible del sistema de pagos: el hecho de que podremos ilustrar mejor los tipos de procesos incluidos, por medio de un
las reacciones ante un aumento o disminución de la provisión de dinero ejemplo aritmético. La tabla ~<i muestra una sociedad de tres cuentas en
de un individuo pueden no ser simétricas. Eslo puede ser particular- condiciones de equilibrio de pasos.
mente cierto cuando sé trata de reacciones a cambios inesperados en la
provisión de dinero. Por ejemplo, si un individuo se encuentra ante TABLA 7o
un balance de pagos inesperadamente jaoomblc. con el consecuente A B C E .A/ dM
incremento de su provisión de dinero (a causa, quizá, de una súbita alza A II 8 17 10 0
en la demanda de su producto) ¿será igual su reacción a la de un in- 8 3
dividuo que se enfrenta con un balance de payos inesperadamente des-
10 13 10 n
C 14 2 Ifi 10 0
favorable y con la consecuente merma en su provisión de dinero? Es 17 13 16 T= 46 30
cierto que un balance favorable originará, probablemente, un incremento
ríe los gastos del individuo, así como un balance desfavorable acarreará,
quizás, una disminución de dichos gastos. Sin embarco, cuando hay un Supongamos, para comenzar, que cada cuenta tiene una provisión de
T ialance positivo con expansión de las provisiones de dinero, no hay dinero de 10 unidades. La columna í/.l/ muestra el cambio en la provisión
nada que ha ira a esta presión particularmente urgente, de modo que un de dinero de cada una (=R—E); ^f indica directamente la provisión
inesperado balance de pagos positivo puede no producir una gran ex- de dinero. Como el sistema está en equilibrio, los ingresos son iguales
pansión de los gastos, durante bastante tiempo. Un balance negativo a los gastos, y dM es igual a cero para las tres cuentas. Supongamos
inesperado, sin embargo, puede provocar una presión mucho más aguda ahora que estas tres cuentas representan tres industrias y que sobreviene
sobre el individuo. Una cosa es reposar mientras la provisión de dinero una brusca declinación en las compras que las otras cuentas hacen del
¡le uno se va acumulando, y preguntarse, durante algún tiempo, cómo producto de la industria .4, sin que se lleve a cabo una expansión co-
va a gastar uno el dinero sin alterar realmente los modelos establecidos rrespondiente en sus restantes gastos. En el período contable siguiente.
de la conducta con respecto a los gastos. Otra cosa muy distinta es sopor- la situación producida será corno hi indicada en la Tabla ~b.
tar un agudo h.dance de pagos negativo, con su correspondiente declina- En lo que antecede hemos supuesto, simplemente, que B y C han
ción en la provisión de cunero que uno posee: hay límites inferiores reducido sus gastos en la cuenta A, de 3 a 1 y de 14 a 9, sin que se reali-
perfectamente definidos con respecto a la cantidad de dinero con la que zaran otros cambios. Eslo podría ocurrir, por ejemplo, si A produjera un
uno se siente cómodo; en cambio, no existen limites superiores tan defi- producto durable, cuya provisión total hubiera estado en expansión por un
224 MACROECONOM1A
ESTRUCTURA DE l.OS Aí.HET.ADOS MACROEOONÓM1COS ( l i ) 223

tiempo, y luego hubiera dejado bruscamente de expandirse. En 192U la bancarios, expande sus gastos desde 11 a 14. La expansión de los gastos de
industria del automóvil representó un caso de este tipo. El resultado de tal C compensa ahora la declinación de los de A y 6, y el volumen total de
situación es el de originar una profunda perturbación en la estructura del pagos permanece constante en 32. Algunos de los abultados balances de C
balance de pagos, A se encuentra ante un balance negativo de 7, y una vuelven a A; sin embargo, B sigue perdiendo efectivo. Esto se muestra en
provisión de dinero reducida a 3; B y C tienen balances positivos de 2 y 5 la Tabla Id.
"y sus provisiones de dinero han aumentado hasta 12 y 15. Suponemos que
TABLA 7 ( /
TABLA Ib
</\
A B C /•: M JU
A B C £ M
A 5 3 8 6 +3
A 11 fi 17 3 -7 fi 1 9 10 H —1
B 1 10 11 12 +2 C 1Ü 4 14 16 -2
C 9 2 11 15 +5
11 12 T = 32 31)
10 16 T = .39

la provisión total de dinero se mantiene constante; el desequilibrio del ba- Ahora, A y B tienen sus provisiones de dinero aproximadamente en la
lance de pagos ocasiona su redistribución. Uno de los resultados de la misma proporción que antes de la perturbación, con respecto a sus pagos.
declinación de los gustos es la merma en el volumen total de los pagos. Sin embargo. C halla que su provisión de dinero es proporcionalmente más
que ha descendido de 4fi a 39. alta que lo habitual. Puede muy bien ocurrir, entonces, que C se ajuste.
Esta situación no puede prolongarse, por supuesto; si continuara por fcventualmente, a esta situación, disminuyendo su provisión de dineru, lo
cual implicaría la expansión de sus gastos. A, al estar satisfecho con su
ntro período contable, la cuenta A no solo quedaría totalmente desprovista
provisión de dinero, expandirá sus gastos hasta mermar su balance pusitivo
de dinero, sino eme se endeudaría en el monto de 4 unidades. Se ve con
de pagos. El siguiente período, entonces, puede parecerse al que ilustra
claridad que la situación exige una acción drástica por parte de A; no
requiere, necesariamente, una acción de la misma urgencia por parte de la Tabla le. Observamos que el total de pagos está creciendo nuevamen-
te; ahora es de 38. A, a pesar de la expansión de sus gastos, tiene aún
fí y C, que pueden contentarse no más con dejar que sus provisiones de
un balance Favorable, porque la expansión de los gastos de C le produce
dinero aumenten. un incremento de sus ingresos. C puede sentir ahora que tiene apro.\i-
En la Tabla le vemos entonces que A ha ajustado su situación haciendo
madumente la cantidad de dinero conveniente, de modo que disminuye
drásticas disminuciones de sus gastos, "balanceando", así, "su presupuesto ,
y logrando detener la declinación de su provisión de dinero. TABLA le
Esto reduce más aún el total de pagos, que ahora es de 32. A ha ba-
A B C j E M d\I
lanceado su presupuesto, pero ahora encontramos que B se está desaprovi-
sionando de dinero, mientras C está atesorando más aún que antes. Entre- A 6 4 1Ü 9 •4-3
B 1 9 LO 1Ü +2
tanto, las provisiones de dinero cíe A son todavía muy bajas, y C ha acu- C 12 tí 18 11 —5
mulado la mayor parte del dinero del sistema. En el período siguiente,
entonces, suponemos que A trata de aumentar su provisión de dinero, li- 30

TABLA le
oirá vez sus gastos para detener su balance negativo, tí y A gastan un
A B C E M dM poco más con el fin de parar sus balances positivos. Se establece así un
A 6 4 10 3 (1 equilibrio de pagos como el de la Tabla If.
tí 1 10 11 9 -3 Se observará que el equilibrio del balance de pagos se ha restable-
C 9 o 11 Ib ^3 cido en un nivel de pagos por debajo del nivel inicial de la Tabla la. (46).
10 14 Kste no es un resultado necesario, por supuesto, y fácilmente podemos
diseñar ejemplos donde no ocurra lo mismo. Para que la situación de la
i'abla If sea realmente estable tendríamos que suponer que han cam-
mitando aún más sus gastos, hasta 8 unidades, y que B. encontrándose ante biado las velocidades individuales de circulación de los comerciantes
un balance de pagos peligrosamente negativo, también reduce sus gastos individuales. En la Tabla la estas velocidades son: A, 17/10 o 1,7; B.
desde 11 hasta 10, en tanto C, regocijándose por sus abultados balances 13/10 o 1,3; C. 16/10 o 1,0. En la Tabla 7/j las velocidades correspou-
ESTHUCTUHA Dt LOS AGREGADOS MACROBCQNÓMICOS ( l l j •rr
226 MACHOECONOM1A

mente, como ingresos, y se gasta k.kc, o k-e. Así continúa el proceso;


dientes son: A, 12/9 o 1,33; £, 12/10 o 1,2; C, 15/11 o 1,36. La velo- el incremento final en los gastos, nie, está dado por:
cidad media es, en Id Tabla 7a, 46/30 o 1,53. En la Tabla 7f es de
39/30 o 1,3. Por lo tanto, la Tabla 7/ no puede representar un verda- me = e + ka + k'-e -f- k^ + • • • hasta el infinito
dero equilibrio si la velocidad media "normar de circulación no ha
cambiado, es decir si se consideran "temporarios" los cambios dinámicos
que se han reflejado en las tablas. Es bastante posible, por supuesto,
que las velocidades "normales" cambien. Por ejemplo, parece haber
TABLA 7/ m
( = —-jes el multiplicador. De acuerdo con la terminología key-
1 — kI
A U C E M dM nesiana, k podría recibir el nombre de "propensión marginal para gustar".
A 7 5 12 9 0 Éste debe distinguirse del concepto de la propensión marginal para con-
B 2 10 12 10 1) sumir —nombre que ha recibido algunas veces equivocadamente-, con-
C 10 5 15 11 U cepto de una significación mucho mayor, y que será desarrollado más
12 15 = 39 10 adelante.
La debilidad del concepto del multiplicador o de la propensión para
alguna evidencia acerca de que el nivel general de velocidades lia mos- gastar, tal como se aplica al sistema de pagos, consiste en que debe su-
ponerse que los pagos se dividen en dos categorías, una (a la que podemos
trado una declinación secular durante las últimas dos o tres décadas.
llamar de los gastos espontáneos), que es independiente del volumen de
Es difícil, sin embargo, abrir juicio acerca de tal movimiento a partir
de una experiencia tan corta, ya que las velocidades bajas pueden re- ingresos y otra (que podemos denominar de los gastos inducidos), que
depende de los ingresos.3 El enfoque del multiplicador tampoco es muy
flejar simplemente las consecuencias de una situación dinámica de gran
perturbación. útil para analizar el carácter de "sistema" que tienen los pagos, la estruc-
tura de las velocidades o los efectos de la redistribución de la provisión
de dinero.
El multiplicador de pagos Este enfoque confunde, también, dos conjuntos de fenómenos com-
pletamente diferentes; el aumento (o disminución) del total de pagos,
Podríamos seguir construyendo posibles modelos de un sistema de que es resultado de un aumento (o disminución) de. la provisión total
pagos casi tul infinitum; sin embargo, lo que hemos dicho es suficiente de dinero, y el cambio en el total de pagos, que puede ser resultado de
para indicar sus propiedades generales y su uso en el análisis. Solo nos un cambio de las velocidades parciales o individuales. Como ya hemos
falta comentar un concepto que se lia aplicado a veces al sistema de visto (p. 218) en el caso de un aumento en la provisión de dinero, si los
pagos, aunque no con resultados enteramente satisfactorios: el multi- cambios producidos en ésta no afectan la velocidad general de circulación,
plicador. El concepto general del multiplicador, tal como se aplica a los existe un "multiplicador", que es la velocidad de circulación misma. La
pagos, es la proporción de la expansión total de los pagos, (pie resulta velocidad de circulación es la razón entre los pagos y la provisión de di-
de un aumento individual de los gastos por parte de una cuenta. El nero, y por lo tanto, si esta velocidad es constante, representa también
incremento de los gastos se manifiesta en mayores ingresos en las cuentas
do sus recibidores; en consecuencia, ellos aumentan sus gastos, los cua- a Supongamos qm; el toLil i!r gastos, £, conmista en yastos espontáneos, £ u ,

les, u su vez, se traducen en ingresos para otras cuentas, y el proceso y gastos inducidos, E,. Entonces:
continúa, de esta (orina, hasta que el volumen total de gastos e ingresos Ea = EÜ T
M' acrecienta en un múltiplo del incremento original de los gastos. En £_ , dEr_
Vi caso de una disminución particular en los gastos, se aplica el mismo "*" ' dS
proceso, por supuesto, pero como "divisor". Generalmente, se establece
el supuesto de que todo el incremento de los pagos tiene lugar durante
rl período contable y todo aumento en los pagos es una proporción de- -J7T— "i, t'i multiplicador: fl cambio en el total Je patíos por cada unidad de cjiubiu
finida k (que se supone menor que 1) de un incremento en los ingresos. d£,
Así, si k es igual a 0,8, un incremento de u$s 10 en los ingresos da por en los gasto1? espontáneos. - ''-—k, la propensión marginal para gastar: cito es la
ar.
resultado uno de u$s 8 en los gastos. Entonces, si e es el incremento proporción de m.ilquier iiiL'ieinenlo en el total de. pagos (ingresos) que dé tumo
inicial en los gastos, los ingresos de otras cuentas quedan incrementados n-sultiidí) gastos inducidos. Por lo tanto, tenemos, igual que antes, m = - -r-.
cu e y éstas gastan kc, de este incremento; este gasto aparece, nueva-
22K M \mOECn\OMIA

la razón entre un incremento de los pagos y el aumento de la provisión


de dinero que le dio origen. Si la velocidad no es constante, pero es una
función de la provisión de dinero, como puede ocurrir en períodos breves,
el "multiplicador" no es la velocidad "inedia" sino la velocidad "marginal".4
13
Un cambio en el total de pagos también puede ser causado por un
cambio en las velocidades. Los efectos de un cambio de este tipo son más
complejos, pues casi siempre implican una redistribución de la provisión La teoría de la producción y el empleo
de dinero entre las distintas cuentas del sistema de pagos, y por Iu tanto
cambian las pótale raciones de las velocidades parciales o individuales que
han quedado sin alteración. Un cambio en una velocidad parcial individual Un total de pagos dado es compatible con cualquier volumen de
puede dar como resultado un cambio bastante complejo cu la velocidad producción física y de empleo; por lo tanto, una teoría de los pagos no
general, V, No obstante, teniendo en cuenta que el volumen total de es una teoría de la renta o del empleo. En consecuencia, el paso siguiente
pagos solo es función de la cantidad total de dinero y las velocidades consistirá en desarrollar una teoría del empleo, de la renta y de la pro-
parciales —quedando determinada la distribución de equilibrio de la pro- ducción, en general, que pueda relacionarse con la teoría de los pagos.
visión de dinero por las velocidades parciales mismas— podemos postular
el concepto de un "multiplicador de la velocidad parcial", es decir, del
cambio producido en el volumen total de pagos como consecuencia Un modelo keynesiano simplificado
tic un cambio de la velocidad parcial en una unidad. Éste, a su vez.
puede analizarse en términos del cambio provocado en la velocidad ge- Desarrollaremos, en primer lugar, un modelo muy sencillo, basado
neral por el cambio, en una unidad, de la velocidad parcial, multiplicado cu el sistema keynesiann que, en realidad, es aún más simple que el mo-
por la provisión total de dinero, ya que el cambio en el volumen total delo keynesiano. La identidad más fundamental de la macroeconomía
de pagos es igual al cambio en la velocidad general multiplicado por la es, quizás, "la identidad de la acumulación" (ver p. 189} que por un
provisión de dinero, supuesto que la provisión de dinero misma no sea lado iguala la acumulación, y por el otro, iguala con el excedente de la
una función de la velocidad/ producción sobre el consumo, l'ara cualquier ítem particular de capital,
K. o en general, para cualquier cosa, la producción (pn) es el agregado
bruto a la provisión total; el consumo ( C \ es la sustracción bruta de la
provisión total, de modo que la acumulación ( Í / K > —el agregado neto a
la provisión total— debe ser igual a la producción menos el consumo.
Esto es,
aK = ¡IK — CK (1)
Si construimos ahora índices de acumulación, producción y consumo,
usando las mismas ponderaciones de evaluación, WK, en todos los casos,
la identidad ( 1 ) también es verdadera para los índices de producción
risica (P) (producción), consumo (C) y acumulación ( A ) , ya que
P—C (2}
4 Tenemos E = A/V; cor lu tanto.
También podemos escribir la identidad de esta otra manera:
La velocidad marginal = — . .T- = M ~TTT -f-
r = .1 + C (3)
Como ante:», £ := MV, y En esta forma, la identidad es estrictamente ex poóí, por supuesto. Es
ll - decir, observando retrospectivamente cualquier período dado, podemos
dP decir con certeza que la producción tolul fue, en electo, igual a la acu-
Si A/ c.s constante, sin duda, dM/d\' — O. Con un sistema kincario flexible', mulación total más el consumo total, simplemente a causa de que cual-
i's muy rxisililr que <JA//t/V sea positivo; es decir, un aumento en lis velocidades, quier producto de un cierto período que nú haya sido consumido durante
que provoque u» aumento en los pago*, puede alentar la expansión de los créditos dicho período, deberá integrar las existencias en alguna parte, o sea, de-
y depósitos balitarlos. Cuando esto ocurre, por supuesto, el "multiplicador de ve- berá haberse acumulado durante fl período. Esta identidad se basa, fun-
W ¡dad" se iniTenienta.
23Ü MACROECONOMU
TEORÍA DE LA 1'HÜÜUCClÜX V EL EMPLEO ¿O

damentalmenle, en la proposición de que cualquiera de las existencias


de item definibles es una población: el aumento del número de Ítem esperado son, ellos mismos, funciones de la producción realizada durant
en cualquier período (acumulación) debe ser igual al número de "na- el período inmediatamente anterior, y el supuesto adicional de que I
cimientos" —agregados a la población definida, o producción de ítem— producción planeada se realiza en la siguiente etapa. Dadas estas coi
menos el número de "muertes", sustracciones de la población definida o dicioaes, podemos derivar inmediatamente una ecuación diferencial d
consumo de ítem. 1 Un ítem "nace" cuando comienza a ajustarse a b la producción. Si p0, p¡ son las producciones de los periodos de planea
definición que caracteriza a la población y "muere" cuando deja de ajus- miento sucesivos, y cl^=C(p0) y ú i = A ( / j 0 ) , entonces:
tarse a esa definición. La modificación que acarrea cualquier agregado Pi - Ü! + c = fW + -- (;
físico de cosas en la línea divisoria de una definición de población puede
ser bastante pequeña, por supuesto. F.l nacimiento de un bebé no repre- Si estas funciones son estables, tenemos:
senta un cambio muy drástico en su constitución física pero, sin em-
bargo, representa una transición de una población (la de los fetos) a otra
PÍ = A(pi)
(la de los seres humanos); representa una "muerte" para una población
y un "nacimiento" para otra. De esta manera, todo nacimiento en una y así sucesivamente,
población es una muerte para otra: éste es el principio fundamental de Si tenemos estas funciones y conocemos la producción de un ciert
la conservación. Sin embargo, en economía, estamos considerando solo período, podemos deducir las producciones de todos los demás período
una parte del universo — aquella que tiene valores— o incluso quizás tanto los pasados como los futuros. La producción de equilibrio, p, est
más estrictamente, aquella parte en especial que tiene valor monetario. ciada por la condición:
Por lo tanto, el principio de conservación no se aplica al capital, el cual
puede aumentar o disminuir a expensas o por el incremento del resto
del universo. Fs decir, la producción de equilibrio es aquella a la cual el consumo e
SÍ preguntamos ahora por qué se entregan algunos a la actividad perado más la acumulación planeada que, conjuntamente, pueden rccib
de la producción, es decir, de agregar cosas a la provisión de bienes el nombre de "absorción total planeada", es igual a la producción niism
(cosas evaluables), la respuesta debe ser: para remplazar lo que ha sido En cualquier nivel de producción en que la absorción total planeada si
consumido, total o parcialmente, y para incrementar la provisión exis- menor que la producción, ésta debe declinar, pues no puede ser absorbía.
tente. El supuesto más simple que podemos hacer con respecto a la pro- En mi nivel de producción en que la absorción total planeada sea may<
ducción (como hemos visto en el capitulo I I ) es el principio de húmeos- que la producción, ésta deben aumentar o bien habrá de producirse algú
tüsis; lo que quiere hacer la gente es preservar su estructura de bienes cambio en las funciones.
existente. De acuerdo con este supuesto, cualquier consumo provocará Estos principios se ejemplifican en la figura 71. Trazamos la produ
la producción suficiente, y exactamente la producción suficiente, para don del "año" n, a lo largo del eje horizontal; a lo largo del vertical, t<
remplazar lo consumido. En este caso, el consumo es la causa única nemos la acumulación planeada, el consumo esperado y la prodúcele
y suficiente de la producción, y si sabemos qué determina el consumo, planeada del año n -j- 1, que corresponden a cada nivel de producción d
entonces ti-nemos toda la teoría de la producción que necesitamos. Este
año íi. Entonces, lu curva C es la curva de consumo esperado para el año
supuesto es, obviamente, demasiado simple como para tener mucho uti-
lidad. Sin embargo, podemos hacerlo mucho más provechoso si supone- que muestra cnanto consumo se espera para el año n --J- 1, a distúlti
mos que la gente proyecta acumular o desaprovisionarse de ciertas can- niveles de producción del año ti. Suponemos que las expectativas se s
tidades de bienes de diferentes tipos en un "periodo de planeamiento' tisfacen. porque se supone que las funciones son estables y conocida
dado. Si sabemos cuál es la acumulación planeada o deseada de un cierto es decir, se sabe cuánto consumo seguirá a un nivel dado de prodúcelo
bien, íi, y también cuál es el consumo esperado, c, entonces la produc- La curva C -f- A, trazada con guiones, es la curva de consumo-esperad
ción planeada debe ser igual a la acumulación deseada más el consumo más-acumulación-planeada o curva de absorción-total-planeada. La di
esperado: tanda vertical entre la curva C y la curva C- -j- A representa la acumul
7> = « + c (4) ción planeada en los distintos niveles de producción. Se ha supuesto t
la figura que la acumulación será negativa a bujos niveles de produ
Todo lo que se necesita ahora para completar una teoría simple de ción, corresponderá a cevo cuando las dos curvas se cruzan y será p
la producción es el supuesto de que la acumulación planeada y el consumo Mtiva niveles más altos. Este supuesto es factible, aunque no uetesari
indudablemente, para el argumento. La curva C -f A es la curva de produ
1 Sf [rata, nuevamente, del "teorema de la bjficra". Véase pág. 1S9.
ción-planeada, es decir, la curva que muestra la producción planea*
TEOKIA DE LA PRODUCCIÓN Y EL EMPLEO 233
MACBOECONOM1A

Hasta ahora, no hay nada que indique en este sistema que el nivel
—y realizada— para el año /i + 1 en cuda nivel de producción del año 11. de equilibrio de la producción es idéntico a la producción "máxima" u
Ksta es la curva que corresponde a la ecuación (5). "óptima". Puede ocurrir muy bien que al nivel óptimo de producción, el
La producción de equilibrio es NK. ~ 0/V, donde K es el punto de sistema no esté dispuesto a absorber la producción total, mediante el con-
intersección de la curva cíe absorción planeada con la línea que forma un sumo o la acumulación planeada o proyectada, y en estas circunstancias,
ángulo de 45" con los ejes, OK. En este punto, ptl — pu + i, y la pro- la producción tendrá que declinar por debajo del nivel óptimo, y habrá
ducción continúa en un nivel estable. Se muestra que éste es un equilibrio desempleo de recursos, en el sentido de que el nivel de empleo es menor
que el óptimo. Si las funciones de consumo y acumulación son "correctas",
evidentemente, el sistema puede darnos la producción óptima. Puede muy
bien suceder, por otra parte, que ;il nivel óptimo de producción el sistema
desee consumir y acumular nía*; de lo que puede producir. Esto puede
llevar, por un tiempo, a un estado de superempleo, en el que la produc-
ción se halle por encima de lo míe sería .socialmente deseable por ejem-
plo, desde el punto de vista de la conservación a largo plazo. Hay algún
punto, sin embargo, míe representa la capacidad absoluta de un sistema,
por encima de la cual la producción no puede pasar. Si en este punto, el
sistema insiste aún en tratar de acumular y consumir más de lo que
produce, fracasará, por supuesto; la acumulación será menor que lo espe-
rado, incluso podrá haber desaprovisionamiento, v es probable que basta
una inflación de precios que limite el consumo. Evidentemente, el obieto
de las distintas perturbaciones que tendrán lugar es el de aiustar las fun-
ciones de consumo y de acumulación hasta el punto t>n que la producción
de "pleno empleo* sea absorbida exactamente por el consumo v la acu-
N, ff mulación voluntaria. Si estas perturbaciones fracasan en su objetivo, ci
Arton resultado puede ser la hiperinflación.
IMG. 71. Tt-uiía di'l fiit[-)K-u.

Supuestos microeconomicos en el modelo keynesiano


estable sobre la base de- los supuestos dados, suponiendo una producción
inicial menor que ¡a producción de equilibrio, digamos, O/V,, por ejemplo, Para examinar la validez de los supuestos que subyacen en este sis-
en el año 0. En este nivel de producción, el consumo \a acumulación tema, es necesario volver a la teoría de la empresa y del organismo eco-
planeada lle^rán al monto A',P,; por 1<> tanto, en el año 1 se producirá nómico individual. Quizás el supuesto más controvertible del modelo sea
un monte» igual a .V,/', — N«P¿. En forma similar, al año siguiente, la el de que existe una función estable de consumo que relaciona la pro-
producción será JV;(P:¡ — A/ 4 P 4 > así sucesivamente, hasta alcanzar el pun- ducción, o sea, la renta real, con el consumo. Hemos visto que el consumo
ió de equilibrio L. L)e manera similar, si comenzamos con una producción puede ser más bien una función del tamaño y composición total de Li
que esté por encima del punto de equilibrio, la producción declinará a lo provisión de capital, que una función de la producción. Aun en el caso
largo de los puntos /Y, P-¿', /Y, etc., basta volver al punto de equili- de que el consumo sea completamente independiente de la producción,
brio ti. La estabilidad del equilibrio depende de que la curva de pro- sin embargo, el sistema sería útil, en especial si el nivel de consumo fuera
ducción-planeada corle a la línea de 45 r desde arriba, lo cual indica razonablemente estable. Así, en la fig. 71. podríamos haber supuesto sin
que una producción más pequeña que la de equilibrio ocasionara una inconveniente que la curva de consumo C era horizontal, lo cual hubiera
absorción lotal planeada mayor que la producción, y una producción indicado que el nivel de consumo estaba dado independientemente de la
mayor que la de equilibrio acarreará una absorción total planeada mas producción, e incluso asi el análisis tendría validez. Aún conservaría un
pequeña que la producción. Si se da el caso inverso, o sea, que la linea valor formal en el caso de que el nivel de acumulación planeada también
de producción-planeada corta a la línea de 45 * desde arriba, el equilibrio fuera independiente de la producción, de modo tal que la curva de pro-
es inestable, si la producción declina por debajo de la producción de equi- ducción-planeada fuera también horizontal; es decir, el nivel de equilibrio
librio, la acnmularion y el consumo caerán más aún y llevarán la produc- di la producción seria igual a la suma determinada de otra manera, del
ción a un nivel aún más bajo. consumo v la acumulación.
234 MACHOECONOMIA
TEORÍA DE L-\' V EL EMPLEO 235

La teoría de la empresa que subyace en este análisis parece implicar situación real, más bien que un cambio de la situación real hacia la pro-
el supuesto de que los planes de producción de cada empresa para cada ducción de equilibrio. Cuando esto ocurre, sin embargo, el valor inter-
período de planeamiento dependen de la renta (producción) nacional real pretativo del concepto de equilibrio es destruido en gran medida, in-
obtenida en el período anterior. Formulada de esta manera, por supuesto, dependientemente del grado de validez formal que pueda retener.
la hipótesis parece muy poco realista. Sin embargo, es probable que se
aproxime a la realidad si se formulan otros supuestos. Consideremos, por
ejemplo, que formulamos la hipótesis de que cualquier acumulación no Ld identidad inversion-ahorro
planeada del inventario provoca una disminución de la producción de una
empresa y que cualquier desaprovisionamiento no planeado del inventario Antes de seguir discutiendo estos problemas, puede ser útil examinar
ocasiona un incremento en la producción de una empresa; tenemos un algunos aspectos adicionales del modelo simple keynesiano. En primer
estado de cosas que se aproximará a las condiciones de n-iestro modelo, lugar, hay algunas dificultades que deben aclararse, concernientes a la
aun sin que medie previsión consciente alguna con respecto al consumo, relación entre los conceptos "reales" de acumulación, producción y con-
por parte de las empresas individuales. En cualquier período, la tasa real sumo, y los conceptos monetarios de inversión, renta y egreso. La renta
de acumulación debe ser igual a la producción menos el consumo. Si la y el egreso, como ya hemos visto, son los valores monetarios de la pro-
acumulación se produce a una tasa más rápida que la que están dispuestos ducción y del consumo, respectivamente, evaluados a los precios presentes.
a aceptar los capitalistas, los capitalistas individuales se encontrarán reali- Existe un problema en relación con esta evaluación cuando los precios
zando acumulaciones "no planeadas", por ejemplo, se hallarán con inven- de las mercaderías integrantes de los agregados "reales" cambian durante
tarios de productos sin vender. Hemos visto que una reacción muy común el período contable; debemos suponer, para evitar confusiones teóricas,
ante esta crisis consiste en reducir la producción en el periodo de pla- que todos los precios se mantienen idénticos durante el período contable
neamiento siguiente, con el objeto de conservar las provisiones de dinero \n solo en las fechas que separan períodos contables sucesivos.
y disminuir los inventarios. La producción de equilibrio será, entonces, Este supuesto no acarrea dificultades prácticas serias: siempre podemos
aquella en la cual la tasa real de acumulación, en üeneral, sea tal que hacer nuestro periodo contable lo suficientemente corto como para que
no obligue a los capitalistas a reducir la producción, ni los aliente a valga el supuesto, y en la práctica estadística no nos extraviaremos mien-
difundirla. Si !a producción se halla por debajo del equilibrio, es evi- tras el movimiento de. los precios no sea demasiado violento, si evalua-
dente que el consumo absorberá en tal forma la producción total que mos la renta y el egreso a algún promedio de precios. Sin embargo, para
los capitalistas se encontrarán con inventarios acotados y provisiones de que sea verdadera la identidad atiorros-igual-inversión, es necesario que
dinero expandidas, lo cual alentará una expansión de la producción. evaluemos la renta, el egreso y la inversión al mismo conjunto de precios.
Luego, si definimos la inversión como el valor monetario tota! de la acu-
En este modelo —y el defecto es algo característico de los análisis
keynesianos— hav un completo descuido de las posibles reacciones de mulación durante un período, tenemos que:
precio. Hemos visto ya que la baja de la producción no es la única reac- Inversión — Renta — Egreso =r Ahorro
ción posible de una empresa ante inventarios henchidos, así como tam-
poco es la única respuesta posible para inventarios agotados, la expansión El concepto de la diferencia entre renta y egreso es, probablemente, el
de la producción. También son factibles las reacciones de precio: que merece mejor la aplicación del ambiguo término de "ahorro'. Para
cuando una empresa se encuentra con mayores provisiones de una cualquier individuo, éste representa el incremento en su capital neto, y
mercadería que las que desea conservar, su reacción puede consistir para la sociedad como un todo, representa el incremento total en los ca-
en el aceleramiento de la tasa de trasformación de estas provisiones en pitales netos, que es el valor del aumento en e! capital. Hemos discutido
dinero, mediante una rebaja en el precio de venta. En forma similar, una ya algunas de las dificultades inherentes a estos conceptos cuando se
situación de provisiones agotadas puede enfrentarse merced a un alza producen incrementos del capital neto no como resultado de agregados
dei precio, así bajará la tasa a la cual las provisiones se están acotando, al capital real a precios constantes, sino como resultado de aumentos de
por causa de la compra. Los efectos de los cambios generales de la es- precios (¡uc elevan el valor del capital existente en los libros.
t r u c t u r a de precios sobre el consumo v el deseo de acumular son com-
plejos. En la medida en (¡no éstos existen, la utilidad de nuestro modelo
Los multiplicadores
simple se ve amenazada pws las funciones de consumo-producción e
inversión producción no permanecerán estables, y la reacción ante una En el sistema keynesiano se formula frecuentemente el supuesto de
situación de desequilibrio no consistirá solo en una modificación de la que la inversión, o mejor, la acumulación planeada, es una variable de-
producción, sino también en un cambio en las funciones que determinan terminada independientemente del sistema simple. Podemos postular
la producción de equilibrio: es decir, un cambio del equilibrio hacia la entonces un "multiplicador de inversión", ni —el cambio en la renta que
23b MACROECONOM1A TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN V EL EMPLEO 23'

resulta de un cambio en una unidad en la inversión— que, a su vez, de- AA. Entonces, si K,,C,, es una línea recta, es decir, si la propensión mar
pende de la "propensión marginal para consumir", c, es decir, el incre- ginul para consumir es constante, en el ámbito de renta relevante, tenemos
mento en el consumo que resulta de un aumento en una unidad en la
renta. Estas dos razones están relacionadas de acuerdo con la fórmula:- A\ LC, + C..A' A)
(\K A.L
1
711 =
= 1 + cm
por lo tanto
Debe advertirse la similitud con la fórmula del multiplicador de pago:»
de la página 227, Sin embargo, las dos fórmulas son completamente dis-
tintas, desde el punto de vista conceptual, y no deben confundirse: per-
tenecen a dos procesos del sistema económico completamente diferentes,
aunque por supuesto relacionados. Se proporciona una prueba geomé- Debe ponerse de relieve que e! multiplicador de inversión no tiene ningún;
trica en la fig. 72. La línea C-\-A es la "curva de absorción" original. relación directa con los flujos monetarios, los pagos o los gastos e ingresos
es, esencialmente, un concepto "real", incluso aunque pueda expivsarsi
en términos de valores monetarios.
Se pueden construir, por supuesto, otros conceptos de multiplicadores
(¡ue pueden tener algún interés. En general, si c es la "propensión margina
para absorber", es decir, la inclinación de la curva de absorción, C -f- /
—(pie se supone constante en el ámbito relevante— y cualquier cumbi"
provoca una elevación de la curva de absorción en un monto fijo, el efecto
sobre la renta será igual al cambio mismo multiplicado por un multiplicado
dado por la fórmula anterior. Así, en lugar de un cambio en la invcrsiói
o en la acumulación, puede haber un cambio espontáneo en la función d
consumo, es decir, un cambio vertical en la función de consumo total. Par
cada aumento en dólares del consumo, en cualquier nivel de renta, habr,
un aumento de m dolare^ rn la renta. En forma similar, podemos tener ni
O R cnta
"multiplicador gubernamental". Kste será el aumento en cantidad de do
lares, de la renta que resulte de un incremento en una unidad de la ab
Fie. 72. El multiplicador.
sorción gubernamental del producto, siendo esta absorción gubernamental
la producción neta que compra e! gobierno.
antes del incremento en la inversión. Un aumento de la inversión, si se
supone que la inversión es una variable independiente, eleva esta curva
verticalmente, hasta la posición C-\-A', en un monto igual al incremento Absorción gubernamental y déficit
en la inversión AA. La antigua posición de equilibrio es K,,, la nueva Kj,
encontrándose ambas en los puntos de intersección de la línea de 45' En la fig. 73, la curva PP^. es la "curva de absorción privada": ést
con las curvas de absorción, antigua y nueva, respectivamente. fC.L es muestra qué cantidad de producto es absorbido voluntariamente por el sec
el aumento en la renta, AV; LC» es el aumento en el consumo, que resulta cor privado de la economía, sea en forma cíe consumo o de acumulació
del incremento de la renta, AC. CltK} es el incremento en la inversión, voluntaria. La absorción total, por supuesto, es igual a la absorción privad
2 Si V Ci la renta, C el Consumo y A la mveibión, más la absorción gubernamental. Entonces, si nos dan la función de absoí
ción privada, podemos encontrar inmediatamente la cantidad de absurdo
}• - .4 + f
gubernamental necesaria pura alcanzar cualquier nivel deseado de proilm
Por lo lanío. ción y de empleo.
II 4C • ííC <iY En ausencia de cualquier absorción gubernamental, e! nivel de produt
.U dA-l+dY-dA-l +m ción será O.Y, ( _ > / , ? , } , donde OP, es la línea a 45C que corta la curv
es decir, de absorción prhada en l'\. Supongamos que OAr- es el nivel de producció
deseado u óptimo ("pleno empleo' ). En esta producción, la absorción pr
vada es, solamente, N-tP», que difiere de la producción misma (A^Cj) e
239
23S MACROECONOMIA
TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN" Y EL EMPLEO

un monto PoGa. Entonces, el monto de la absorción gubernamental que sin embargo, su valor principal reside en los efectos que tienen sobre el
provocará una produción óptima, es P,G2, y en ese nivel de absorción gu- consumo real, la acumulación real y la producción real.
bernamental, la curva de absorción total será CG2. Evidentemente, se sienta
aquí el supuesto de que la absorción gubernamental no afecta la posición Ld teoría keynesiana del interés
de la curva de absorción privada. Las condiciones en las cuales es probable
que valga este supuesto, se examinarán en el capítulo 16. El sistema keynesiano, tal como está establecido en la Teoría Ge-
Debe observarse que la magnitud significativa aquí no es el déficit nera} 3 y reducido a la forma simbólica, por ejemplo, por Mcade.4 no se
presupuestario —que afecta meramente al total de pagos— sino la absorción detiene en el modelo mu\e esquematizado anteriormente, en el
gubernamental, es decir, los bienes y servicios comprados por el gobierno cual el volumen de la inversión planeada se considera como uno de los
a empresas privadas y familias, y no revendidos. Esta absorción puede ex- Factores dados del sistema o como algo determinado simplemente por el
presarse, por supuesto, en términos de valor, pero lo significativo es la ab- nivel de producción existente o previo. Keynes estaba muy interesado en
sorción física. Esto no equivale a decir, por supuesto, que los efectos de la el problema de los determinantes del volumen de la inversión, pues pen-
acción gubernamental sobre los pagos no tienen significación; sin embargo, saba que éste era el determinante directo principal de la renta, la pro-
operan modificando la función misma de absorción privada. Así, un déficit ducción y el empleo. En general, su pensamiento acerca de esta materia
presupuestario, al incrementar la cantidad de dinero que se encuentra en proviene de las ideas de Wícksell, quien consideraba (pie el volumen de
manos del público, y aumentar, por lo tanto, el volumen total de pagos, inversión estaba determinado principalmente por la divergencia entre una
puede que produzca como efecto la elevación de la función de consumo tasa "natural" de interés y la tasa de "mercado". En el sistema keynesiano
y, por lo tanto, de ¡a función de absorción privada, y permita, en conse- la tasa "natural" de interés de \Vicksell (nunca definida muy satisfacto-
cuencia, a la saciedad, que alcance un nivel dado de producción con un riamente por él) se convierte en la famosa ''eficiencia marginal del ca-
monto menor de absorción gubernamental. Sin embargo, estos efectos pital". que es la tasa margina! c^wrailu de beneficio proveniente de la
son indirectos y, en general, es probable que tengan carácter dinámico, inversión en capital rea!. Keynes consideró, entonces, que la tasa de
inversión era principalmente 1 un.i función de la diferencia entre la efi-
ciencia marginal del capital v la tasa de interés, pues entendía por ''tasa
de interés", e! complejo total dr las Facilidades de crédito.
Examinaremos el imp.u to del sistema de créditos en un capítulo pos-
terior: mientras tanto, es suficiente observar que aparentemente. Keynes
consideró a la eficiencia marginal del capital como "dada" en cada si-
tuación por e! estado mental de la clase capitalista (siendo la eficiencia
marginal de capital significativa el concepto ex ante, lo que los capita-
listas piensan que devengará la nueva inversión, y no el concepto ex post,
lo que la inversión ha devengado realmente, h incluso lo que la inversión
devengará efectivamente 1 y, por lo tanto, consideró la tasa de interés,
o la facilidad o retracción de crédito, como el principal factor que con-
traía la situación de empleo. Un aumento en la tasa de interés, estando
dada la eficiencia marginal del capital, haría disminuir el volumen de
inversión, y por lo tanto, el de la renta, mientras que una caída de la
Fin. 73. Absorción gubernamental. tasa de interés provocaría un incremento en ambos volúmenes. Por con-
siguiente. la inversión se considera ahora como una función no solo de la
renta (producción) sino también de la tasa de interés.
es decir, que su eficacia depende de ciertos "retrasos", por ejemplo, en
En forma similar, podría estimarse al consumo como una función
los precios, o de ciertas reacciones al cambio dinámico. Cuanto más nos de la renta y de la tasa de interés; sin embargo, es controvertible que la
ocupemos del tratamiento a largo alcance de los problemas, más pro- tasa de interés tenga algún efecto perceptible sobre el consumo. La cues-
bable será la validez de la economía de Adum Smith. en oposición a la
de Keynes: la cantidad de dinero, el volumen de pagos y el nivel de 3 [. M- Keynes, The General Tlicort/ of Employmmt, Intere-it, and Moncy [La
precios pueden alinearse en cualquier nivel, siendo su valor absoluto una teoría genera! de] empleo, el interés y el tunero], Harcmirt, Braw & Co,. Xutíva York.
i antidad insignificante. A corto plazo, por supuesto, los cambios en la * ]. E. Miacle, "A simplífied rnodel of Mr. Keynes' system" [Un modelo sim-
estructura precios-pagos, pueden ser de gran importancia; aún entonces, plificado del sistema keynesiano]. Rctteic of Ecmtomic Stitdies, febrero, 1937.
2-10 MACROECOXOMIA
'JJiOlilA ÜE I A HUJDUCCION V ÜL t 241

tión crítica se convierte, entonces, por supuesto, en lo siguiente: r;qué


en mercaderías, aumento que desde el punto de vista keynesiano puede
determina la tasa de interés? La respuesta keynesiana a esta cuestión ser tan conveniente como una caída en la tasa de interés, pero que cier-
se encuentra en la teoría de la preferencia por la liquidez, la cual, re- tamente no es lo mismo. Si el nuevo dinero cae en especial en manos de
montándose a los mercantilistas, considera que el principal determinante asalariados, por ejemplo, merced a reducciones en ios impuestos para las
de la tasa de interés es la cantidad de dinero (bienes líquidos). En tér- L-íases más bajas, los efectos pueden advertirse, eu su mayor parte, en
minos de nuestro análisis previo, la tasa de interés es una función inversa un incremento del consumo. Se observará que. probablemente, de una
del precio de los valores y, por lo tanto, dadas las razones de preferencia manera general, los efectos de la creación de nuevo dinero serán favo-
por la liquidez y por los valores, un aumente» en la cantidad de dinero rables al empleo, especialmente en un período de desempleo, pero el
hará acrecentar el precio de los valores y bajar, consiguientemente, la mecanismo por el cual se produce este fenómeno puede ser muy diferente
tasa de interés. El supuesto implícito que está por detrás de esta teoría del postulado por Keynes.
es, obviamente, que los pagos futuros de los valores no se alterarán.
Si un aumento en la cantidad de dinero eleva los precios de las merca-
derías, con el trascurso del tiempo, a medida que se palian las antiguas La relación entre los pagos y U producción
obligaciones y se acuerdan otras nuevas, el precio más alto de estas ñ l -
lirnas será compensado por pagos más altos y TÍO hav ninguna razón L'na cuestión de considerable dificultad pero de gran importancia
particular para suponer que un aumento en la cantidad de dinero hará para la teoría del empleo es la de la relación exacta existente entre el
disminuí']' la tasa de interés. Fsta es la famosa réplica de Adam Sniilh sistema de pagos y el volumen de la producción y del empleo, y en par-
a los mercantilistas. en esencia, \, también es probable, en ticular, la de la relación entre el total de p;igos y el volumen total de
<'ste caso, que esté acertado con respecto a los problemas a largo alcan- producción y tic empleo. Los pagos (con excepción de los pagos de
ce. Es decir, la teoría del interés basada en la preferencia por la liquidez trasferencia pura o dádivas) se hacen siempre a rtinihiu tía algo. Esto
es, esencialmente, una teoría a corto plazo cuya validez depende de dos es. podríamos postular una tab'.a que correspondiera a la tabla de pagos
supuestos: en primer lugar, que el impacto principal de un aumento en del capítulo anterior, donde se mostrara qué bienes no líquidos han pa-
la cantidad de dinero se registra en los mercados de valores —especial- sado de cada uno de los individuos a los demás durante el "año". Lus
mente, en el mercado de obligaciones— y no se registra en los mercados valores de estas "compras-ventas" 6, serían iguales, por supuesto, a los
de bienes; y en segundo lugar, hav un volumen suficiente de obligacio- pagos hechos en virtud de ellas, suponiendo que en el intercambio se
nes a lartro v mediano plazo, de modo tal que un aumento general en los intercambian valores iguales. Sin embargo, una compra no tiene por qué
precios de las obligaciones nue no afecte íi\o contractual de ellas, ser consumida por el comprador durante el año contable en que se reali-
tiene un efecto perceptible sobre la tasa de interés. Ambos supuestos za; por lo tanto, no hay ninguna razón por la cual el volumen total de
—especialmente el primero— constituyen, más bien, casos especiales que compras deba ser igual al volumen del consumo. En forma similar, no
pueden valer en alcnnas circunstancias, pero que de ninguna manera son hay ninguna necesidad de que una venta, es decir, una mercadería ven-
verdaderos en general. dida, haya sido producida durante el año contable; ptiede haber sido
Aquí, corno en muchas otras proposiciones macroeconómicas. pode- producida mucho antes y puede ser meramente el resultado de un cambio
mos enredarnos en e! peligro de la "agregación", í,a creación de nuevo de manos. Por Iü tanto, no hay ninguna razón para suponer que el volu-
dinero puede tener efectos dinámicos muy diferentes, lo cual dependerá men total de ventas esté relacionado muy directamente con el volumen
<le cómo sea creado, e incluso de las manos a que vaya a parar en primer de producción.
término, aunque puede ser cierto que cuando el nuevo dinero se dise- Podríamos concebir con bastante facilidad un sistema en el cual no
mine a través de todas Jas cuentas del sistema mediante el proceso de hubiera producción ni consumo, ni renta o egreso alguno, pero donde un
los pagos, se producirá un efecto aproximadamente similar en todos los conjunto de bienes inmortales cambiaran continuamente de dueño y en el
mercados. En los estadios iniciales, sin embargo, el impacto del nuevo cual, por lo tanto, habría un sistema de compra-venta y un sistema corres-
: dinero depende, en gran parte, de su distribución. Si el nuevo dinero pondiente de pagos. De hecho, en períodos cortos, el mercado de valores
cae principalmente en manos de los agentes de los mercados de valores, se aproxima a tal sistema: hay muy poca producción o consumo de valo-
ejercerá su primer efecto sobre los precios de los valores, por supuesto, res, c-s decir, se agrega muy poco al total mediante nuevas emisiones de
y es muy probable que se cumpla la primera condición keynesiana. Sin
embargo, si e! nuevo dinero cae en manos de gente que actúa en espe- •• \ p:iu-u' K-iljrr mi ^ii-,iituU> ilc la m» óiiiuiia f\pri",iuu "compra-venta" para
indicar la tusícivnci.! t¡<- un bien (a»f put-d.1 st-r. poi supueitu, una mercadería, un
cial en mercados de bienes, su impacto puede expresarse principalmente valor o un s p m i i u j por el cual ve reali/a un payo. Es importan tu destacar que toda
a través de un itumniito en los precios de las mercaderías al por mayor. trü.síen-iKÜ tlr t^tc tipo es, a la tí'-, mía compra y una vrnhi; una ccmpiM P.II.I l-t
Esto aumentará, pur supuesto, la eficiencia marginal del capital invertido i [R'i.1.1 que (.üjnpr:i el ubjeto y una venta para U que lo vende.
TL'uKiA DE LA PRODUCCIÓN Y EL EMPLEO 24;
242 MACHOEOONOM1A

aun cuando E fuera constante, podrían tener lugar fluctuaciones en di


valores y se sustrae muy poco de él, mediante retiros, no obstante lo cual recciunes opuestas en P y en T.
puede haber un gran volumen de transacciones y un gran volumen de Podemos postular una razón \V, tal que U" — T/'Q, donde (J es e
pagos. Es evidente que, normalmente, en el sistema considerado corno volumen total de producción: esta razón ha sido llamada, a veces, "velo
un todo, el volumen de transacciones y de pagos excederá quizá muchas (.•¡dad dt! circulación de bienes", que es un nombre algo ¡impropiado
veces al volumen de producción o de renta. El problema de qué es lo que pues T incluye intercambios de valores. La ecuación de Eisher puedt
determina la relación entre el volumen de pagos y el volumen de produc- escribirse, entonces, así:
ción es importante, aunque difícil; es importante, aunque más no sea. por
la razón de que el gobierno puede controlar con mas facilidad, probable-
mente, el volumen total de pagos que el volumen total de producción y La razón \ es susceptible de algunas fluctuaciones independientes; sil
de empleo. En verdad, es un error considerar el problema del control del embargo, es un parámetro muy heterogéneo, y debe usarse con cuidadu
volumen total de pagus como sinónimo del problema de controlar el vo-
lumen de producción. Sería perfectamente posible que los pagos aumen-
taran y la producción disminuyera, por ejemplo, si hubiera un brusco
aumento en el nivel de precios o un aumento en la razón t rans accione s-
producción, es decir, sí hubiera más transacciones por unidad de pro-
ducción.
Desde el punto de vista del sistema producción-consumo-empleo, el
significado principal del intercambio es que trasfiere bienes a las manos
de aquellos que están más dispuestos a ser consumidores o acumuladores.
Es un lugar común de la economía que, si no hubiera intercambio, cada
individuo tendría que producir lo que él consume. Sin embargo, la espe-
cialización que permite el intercambio es significativa no meramente por-
que mejora la eficiencia de la producción y permite, por lo tanto, un
potencial mayor o una mayor capacidad de producción con los recursos
dados; también es significativa porque facilita una mayor "absorción"
de la producción, ya sea por el consumo voluntario o la acumulación
voluntaria. SÍ se produce una paralización en el sistema de intercambio
{que es, en parte, lo que constituye una depresión), no solo advertire-
mos un retroceso en la especíalizución, como por ejemplo, un retorno
a la granja de autosubsistencia, sino también una menor disposición para
consumir o acumular. Es decir, un movimiento deflacionario en el sis-
tema de pagos —ocasionado, por ejemplo, por un desequilibrio en el
balance de pagos, como el descrito en las páginas 222-226— puede llevar
fácilmente a una caída en las funciones tío producción-consumo o pro-
ducción-acumulación, y por lo tanto, en el nivel de equilibrio así como
en el nivel óptimo de producción.
El vínculo principal entre el sistema pagos-intercambio y el sistema
renta-producción, es el sistema de precios. Si el volumen físico de los
intercambios es constante, un aumento en los precios a lus cuales se
realizan los intercambios liará acrecentar el volumen de pagos. Esto se
ve claramente en la ecuación del intercambio de Físher, donde si E es
el volumen total de pagos,

Permaneciendo T constante, un aumento en P di-bt/ra producir un au-


mento de £ en la misma proporción. Por lu tanto, vemos claramente que
TEORÍA MACROECONOM1CA DE l.A DISTRIBUCIÓN 243

que el salario por año represente la renta por unidad de factor. Tene-
mos, así:
Renta — Cantidad de fue tur poseído X Henta por unidad de factor
H — Cantidad de factor poseído x Coeficiente de utilización X
Renta por unidad de utilización.

En el caso de la renta del trabajo, un hombre posee un cuerpo que hace


Una teoría macrocconómíca de la distribución trabajar, digamos, 2.000 horas por año (éste es el coeficiente de utiliza-
ción) a un salario horario de uSs 2: la renta que obtiene por su cuerpo es
'de uSs 4.000 por año. O supongamos que uu hombre tiene 10 casas, y
Uno de los problemas más importantes de la economía, tanto desde alquila cada una de ellas 9 meses por año a u$s 5U por mes; la renta
<•! punto de vista de su ubicación central en cualquier estructura teórica anual que obtiene por las casas es de 10 X 9 X 50. o sea, uSs 4.500.
como desde el punto cíe vista de su significación pava la política pública, A causa del hecho de que la renta personal de un individuo puede
es la distribución de la renta social. En realidad, entendemos por "renta derivarse de estos tres elementos —su propiedad (incluyendo su propia
social" la estructura o composición del producto social desde el punto de persona), el grado de utilización de e!hi y el precio de la unidad de ser-
vista de los títulos sobre él o de su propiedad "real". Hemos visto ya vicio de la propiedad— el problema de la distribución ha sido tratado,
que la renta consiste, en esencia, en la adición bruta de valor a la pro- generalmente, como un problema micrueconóim'co. La distribución de la
visión total de capital, que se refleja en una adición brnta a los capitales propiedad se considera como dada por factores históricos tales como la
netos. Naturalmente, surge, pues, la siguiente cuestión: ¿quién obtiene herencia y el ahorro personal; el grado de utilización de la propiedad
estas adiciones?, es decir, ¿en los balances de quién, en las cuentas de puede tratarse como un problema de la teoría del organismo económico
quién aparecen estns incrementos brutos? Cada acto de producción da individual por medio de curvas de indiferencia ', y el problema del precio
como resultado, por sí mismo, un incremento en el total de capitales de los servicios (por ejemplo, salarios por hora, rentas por unidad de
netos: el problema esencial de la distribución es el de cómo se distribuye propiedad), considerarse como un caso especial de la teoría de los pre-
este incremento entre los capitales netos correspondientes a diferentes cios particulares. Así, la teoría de la productividad marginal es, esencial-
individuos, diferentes clases de gente, u diferentes categorías de bienes. mente. de esta naturaleza micro», conómiea, a pesar de los intentos hechos
por J. B. Clark, y otros, por darle una significación macroeeonómíca.
Su significación real consiste en que nos proporciona una teoría útil, como
i,- teoría mícroeconómica de Id distribución primera aproximación, sobre la demanda de insumus por las empresas.
Es decir, nos permite derivar, por ejemplo, una función que relaciona el
El problema de la distribución de la renta cutre diferentes personas salario monetario y el monto de empleo ofrecido por cualquier tipo par-
o clases de personas se conoce como distribución "personal'. Los eeonu- ticular de trabajo. 2 Entonces, puede determinarse un salario monetario
mistas han retrotraído el problema, liahitualmente. a lo que se conoce de equilibrio económico, al relacionar esta función de demanda con lus
como distribución "funcional", o sea. la distribución de acuerdo con la condiciones de la oferta y la naturaleza del mercado (por ejemplo, si es
clase de bien o "factor de producción" poseído. Cada factor es conside- competitivo o monopulizadur),
rado como renta "productiva", que produce un aumento en la cuenta del Sin embargo, esta teoría microeconómica arroja muy poca luz subre
< j i i e lo posee. La renta personal de cada individuo está determinada, en- una cantidad de problemas importantes. Como las curvas de oierta y
tonces, por Ui cantidad de factores de producción que tiene y por la demanda no pueden ser agregadas para el total de la economía, nos
renta por unidad de cada factor. Para incluir la renta del trabajo en este dicen muy poco acerca del impacto de un cambio ru el salario general,
cuadro debemos considerar, de hecho, que el cuerpo y la mente de un por ejemplo, subre el empleo y la producción; aunque tiene perfecto
hombre se cuentan entre sus bienes. El problema se complica más aún sentido trazar una curva de demanda para el trabajo de los carpinteros
porque la renta por unidad de factor poseído depende de la intensidad
de utilización del factor y porque, frecuentemente, el problema de la , Ecunoinic Aiwlysis [Análisis Económico], pátf, 712.
distribución lia sido discutido en términos de renta por unidad de uti- 2 Incluso a este nivel, cuino ya hemos visto (pags. 107-111), la teoría de la
productividad marginal solo es válida si dejamos de lado las preferencias de bienes
lización más bien míe en Icnninos d*; renta por unidad de factor. I n i 11 de la empresa, >a (¡ue la tfuría se basa en el supuesto de la ma\iinización de lus be-
"salario por h o r u ' es renta por unidad de utilización: es mas probable neficios, sin tener en cuenta la composición de bienes.
246 MACHO ECONOMÍA TEORÍA MACROECONÓMICA ÜL LA DISTRIBUCIÓN 247

de Chicago, tiene muy poco sentido construir una curva de demanda poder para realizar convenios, de los empleadores, y por lo tanto, "la
para el trabajo total, simplemente porque el volumen general de empleo plusvalía" (es decir, la renta ao proveniente del trabajo) es el residuo,
puede no ser una función particularmente significativa del promedio de es decir, la diferencia entre la producción total y ¡a nómina total de
salarios monetarios. La teoría mieroeconóinica tampoco aclara mucho lu salarios. Ninguna de estas leonas, sin embargo, es muy satisfactoria: la
cuestión acerca de salarios monetarios versus salarios reales: solo puede teoría del fondo salarial se apoya en una confusión fundamental entre
discutir los salarios "reales" en el sentido no significativo del poder ad- "provisiones" y "flujos", y ni siquiera el intento de Bóhm-Bawerk por
quisitivo de una clase particular de trabajo en términos de su propio evitarla tuvo realmente éxito. La teoría del salario de Marx es tan evi-
producto particular, una magnitud que no es de gran interés para el dentemente falta de realismo coa respecto a la economía moderna (uno
trabajador, que por lo común solo gasta una proporción muy pequeña de cuyos rasgos característicos es una notable estabilidad en la propor-
de su salario en su propio producto. Al trabajador del ramo de zapatos ción del producto total retribuido a la fuerza de trabajo) que no puede
no le interesa únicamente cuántos zapatos puede comprar con el trabajo considerarse como una contribución teórica seria. Sin embargo, queda
de una hora, sino también cuántas hogazas de pan, cuántas botellas de aún el problema acerca de cuáles son los determinantes de la distribución
leche, etc., puede adquirir con dicho trabajo. Por lo tanto, la teoría mi- del producto total entre la renta proveniente del trabajo y la renta ao
croeconómica, al suponer que los cambios de los salarios particulares tie-
proporcionada por él. La distribución de la renta no originada en el tra-
nen lugar en un medio en el cual todas las otras cosas son iguales, no
bajo entre la renta contractual (interés y alquiler) y la renta residual
puede iluminar mucho la cuestión de si un aumento general en los salarios
['beneficios) está históricamente determinada en cualquier época por la
monetarios dará como resultado un aumento en los salarios reales y un
cambio en la distribución, con incremento dt- los salarios a expensas de naturaleza y extensión de las obligaciones contractuales y no presenta
los beneficios. muchos problemas teóricos serios. La distribución de la renta total entre
la renta dada por el trabajo (salarios) y la renta no proveniente de él,
que podemos llamar "beneficios brutos" (la "plusvalía" marxista}, es un
Necesidad de una teoría macroeconómka problema teórico de primera magnitud.

Está claro que la teoría microeconómica de la distribución, que es


Las identidades del balance
excelente, por ejemplo, pura tratar problemas de salarios y beneficios
relativos 3 , no es adecuada para tratar problemas relacionados con niveles Enfocaremos este probK ma con el método de los balances compara-
generales de salarios y beneficios, y los determinantes de los vastos agre- tivos que ya hemos encontiado de utilidad antes, tratando la reata esen-
gados de la estructura de distribución. Necesitamos, por lo tanto, una
cialmente como un aumento bruto en el capital. Supondremos que hay
teoría macroeconómica de la distribución. Es interesante observar que los dos clases de organismos económicos, los negocios y las familias. Por el
economistas clásicos, incluso Marx, habían advertido la necesidad de una
momento, dejaremos de lado al gobierno; formalmente, puede ser con-
teoría de este tipo e lucieron algunos intentos por proporcionarla. La
siderado como ;uiui clase bastante peculiar de familia! Supondremos que
teoría del fondo de salarios de Smith y Ricardo -e incluso, en alguna hay tres clases de bienes: mercaderías, Q (bienes reales) obligaciones o
medida, la de B»"ihiu-Bu\verk— y la teoría de Marx de la plusvalía son deudas, K. y dinero. A/.
intentos por encontrar mut respuesta, en términos esencialmente macvoecu-
Supondremos que en el balance de un comercio individual se pue-
nómicos, a la amplia cuestión: ¿qué es lo que determina la distribución del
den clasificar los ítem en siete tipos, como se enumeran en la Tabla i.
producto en la parle del trabajo y la parte del capital? De estas respues-
tas la de Ricardo es, indudablemente, la más satisfactoria: la renta está
determinada por el grado de presión de la población sobre la tierra uti- TABLA 1
lizable, ) los salarios están determinados pur una presión similar de la BALANCE D£ CN COMEUCIO ACTIVO
población sobre el fundo salarial, de modo que los beneficios, esencial-
Activo Pasivo
mente, son un residuo. En la teoría marxista (cuya significación se pierde,
a menudo, a causa de que gran parte de ella es, básicamente, teoría ma- Dinero Dfud.üi ;i u tro;, füii
croeconómua vertida en términos microeconómicos) los salarios están Mercaderías Deudas .1 familias ¿Y
di-lcrminad.is t-n el nivel de subsistencia, aparentemente por el mayor Deuda* contraídas Capital nc'lo
por otros comercius
3 Vi'-iiiiM.-, por i-JL'inplo, los (.lisíeos capítulos de Adum Smith sobre el teína, Deudas contraídas
fjue d i t ú i l m c n t i ' liay.m sido mejorados. (Libro I, eap. 8 y 9). por familias
248 MACROECONOMÍA TEORÍA MACHI ¡ECONÓMICA DE LA DISTRIBUCIÓN 249

Por la definición de capital neto, el total de bienes debe ser igual al total Puede construirse una identidad de balance similar para las familias.
de obligaciones; por ]o tanto, tenemos la "identidad de balance" fun- Los ítem del balance de cualquier familia pueden clasificarse como sigue:
damental:
Bienes Obligaciones
MÍ + Qb +frb + k* = kb' 4- khr 4- 0t, (1)
Si ahora sumamos los balances de todos los comercios, obtenemos una Dinero Deudas de familias a
Bienes (valor cíe las) comercios
identidad de balance colectiva, Deudas a otras familias
Deudas de comercios a
A/ t + QL 4 K, 4 A', E AY 4AY + C,, (2) familias Capital neto de la familia
Capital neto d? comercios
A/i, (=2mi,) es la provisión total de dinero conservada por todos los poseídos por la familia
comercios. Qb ( = 2í/u) es el valor de la provisión total de capital real, Deudas contraídas por
otras familia1;
o bienes, conservados por todos los comercios: incluye inventarios de
productos terminados, bienes en proceso de producción y materia prima:
edificios y equipos, tierra, etc.; también puede incluir ciertos bienes no Podemos formular nuevamente una identidad de balance, como sigue:
materiales, como derechos de patentes y derechos de autor. La prueba
tjue debe hacerse para saber si hay que incluir o no un ítem en Q es la fflk 4- *>fc 4 khh + fft* 4- khl. = kkb' + khh' 4- gh (41
de que dicho ítem debe aparecer únicamente en un balance: si aparece También podemos sumar estos balances y obtener así, para todas las fami-
como un bien en un balance y como una obligación en otro fu otrosí lias, escribiendo A/,, = 5Ü m,,. ()„ =2</ h , etc..
el ítem se clasifica más exactamente bajo uno de los ítem de K.
AM, es el monto total de deudas de comercios a comercios; K b ' es.el M, 4- Q,, + K,,, 4- Gbk 4- A",,, = AV + AV + Gk (5)
monto tutal de deudas a comercios, por comercios. Es evidente que KI,' Sabemos que el total de deudas de familias a familias (K h h 1 es igual al
y K h representan la misma magnitud, ya que toda deuda entre comercios total de deudas a familias por parte de familias (K\,,,f). Sabemos también
aparecerá dos veces en los balances de comercios: una vez comu un bien (iue el total de deudas de familias a comercios (Kbt/) es igual al total de
y otra vez como una obligación. Por lo tanto, tenemos deudas a comercios por parte de familias (K h ). va que en realidad son la
AY = A'ft (2a i
misma cosa. En forma similar, tenemos K llh = KI,'. También tenemos que
GM, = Gt,. pues todo el capital neto de los comercios debe asignarse final-
K|/ es el total de deudas que las familias tienen con los comercios. Con- mente a familias. Podemos reformular la identidad (5). entonces, como
siste principalmente en créditos de varias clases extendidos a las familias sigue:
por los comercios, tales como las libretas de crédito y el crédito en men- G, = Mk + Qk- (Kh - AY) + 6', (6)
sualidades. En la mayoría de los casos, son de naturaleza a corto plazo.
K,,' es el total de deudas que los negocios tienen con las familias. Combinando las identidades (6) y C3), tenemos:
Consiste principalmente en obligaciones contractuales (títulos de deuda) Gh = M, + Q,+ A/b + Q» (7)
de comercios contraídas por familias. El capital neto total de los comer-
cios (Oh) también está representado por provisiones conservadas por Es decir, el capital neto total de las familias es igual a la cantidad de
familias. Las provisiones conservadas por otros comercios serán conside- dinero total del sistema (A/i,+Aí b ) más el valor total de la provisión de
radas como incluidas en K h y K\,', simplemente, como parte de las deudas bienes reales f mercaderías) del sistema ((?i,-f-()),). Este resultado ex-
entre comercios. presa el hecho de que los valores de todos los títulos sobre la propiedad
quedan cancelados cuando sumamos todos los balances, y nos quedamos
Podemos combinar, entonces, las identidades ( 2 ) y i2í/) y reformu- con la identidad según la cual el capital neto de las familias es igual al
larlas corno sigue, para obtener lo que puede llamarse la identidad ik>
valor de todas las propiedades '"reales", incluyendo el dinero. Esto refleja
comercios-capital neto-,
el hecho de que el "capital neto" de los comercios es, en algún sentido,
C!,, = .U, + Q, -f ( A ' A - A Y ) (3) una ficción contable, pues los comercios como tales (al ser "personas
imaginarias") no pueden ser los poseedores últimos de la propiedad. La
Es decir, el capital neto total de los comercios es igual a las provisiones
diferencia final entre el valor real de una propiedad y el valor por el
de dinero de éstos más el valor de los bienes (bienes reales) conservados cual está hipotecada, debe estar siempre en poder de familias o personas.
por los comercios, más el monto neto total adeudado por las familias a Existe un problema interesante con respecto a la forma de tratar ciertas
los comercios. organizaciones no lucrativas como por ejemplo iglesias, colegios, orfa-
TEORÍA MACBOECONÓMICA DE LA DISTRIBUCIÓN 251
250 MACROECQXOM1A
en intereses y dividendos. El beneficio total es el aumento bruto en el
natos y fundaciones de caridad, ya que el capital neto de estas institu- capital neto de los comercios que resulta de sus operaciones. Los inte-
ciones no está representado en los balances de las familias, incluso aunque reses >• dividendos se pagan de este aumento bruto, lo cual representa
las familias puedan beneficiarse por su propiedad y actividades. Tales una disminución en el capital neto. Lo que queda después que se han
organizaciones pueden considerarse como familias o puede hacerse al- sustraído de los beneficios brutos ios intereses y dividendos, son los aho-
guna distribución imaginaria de sus capitales netos entre sus benefi- rros del comercio. Por lo tanto, si D representa las distribuciones totales
ciarios. de los comercios en intereses y dividendos, y V, el total de beneíicios
de los comercios, tenemos;
V = tíCb + D (9)
La identidad comercios-ahorros
Como los pagos de intereses están determinados, en gran medida, en
Toilas las identidades anteriores pueden diferenciarse y continuarán cualquier año dado, por obligaciones contractuales pasadas, el total dt1
valiendo si los símbolos representan no las provisiones de bienes u obli- distribuciones de los comercios está gobernado, principalmente, por de-
gaciones sino los cambios registrados en estas cantidades durante cual- cisiones con respecto a los dividendos declarados. Si podemos suponer
quier período de tiempo dado. Así, partiendo de la ecuación (3) pode- que dG|, está determinada independientemente de las distribuciones de
mos obtener: comercios —una suposición que no es completamente verdadera, como
(iG,, = tlM,. + <ÍQ<, + r/A' A — dK,' (8) veremos más adelante, pero que es lo suficientemente verdadera como pava
servir de primera aproximación— entonces, las distribuciones de los co-
donde la (/ que se encuentra delante de cada símbolo significa el cambio mercios representan una "vasija de la viuda y una jarra de Danaides" 4 ;
registrado en la cantidad así modificada, en un período de tiempo dado. cuanto más distribuyen los comercios en intereses y dividendos, más re-
Todas las cantidades de la identidad (8) representan conceptos impor- tornará a ellos en forma de beneficios para distribuir; cuanto menos se
tantes. La cantidad </G h es el cambio en los capitales netos de todos los distribuya de esa manera, menos habrá para distribuir. Es como sí las
comercios, durante el período considerado (un año, digamos). Esta can- distribuciones fueran corriendo a través del sistema en un rápido reflujo,
tidad puede llamarse ahorros de los comercios, si es positiva, y "des- y cayeran nuevamente en los bolsillos de los comercios.
ahorros" de los comercios, si es negativa. Representa aquella parte de Supongamos, por ejemplo, que los ahorros de los comercios, tal como
los beneficios totales que no ha sido distribuida en dividendos. La mag- están dados por los distintos ítem de la ecuación (8), que determinan
nitud í/A/i, es el aumento en las posesiones totales de dinero de los co- el incremento neto en los bienes de aquéllos, es decir, en el capital neto
mercios; í/CV es el aumento en el valor de los bienes (capital reaH po- de los comercios, son 10 mil millones. Si los comercios esperan un bene-
seídos por los comercios; dKh es el aumento total en el crédito extendido ficio de 30 mil millones y deciden ahorrar 12 mil millones, distribuirá!'
a Jas familias por los comercios; í/Kt¡' es el aumento en las deudas con- solamente 18 mil millones; por lo tanto, los beneficios reales serán 2Í
traídas ante las familias, por los negocios. Tal como figura, esta identidad mil millones en lugar de 30, y a pesar de la decisión de ahorrar 12 mi:
"comercios-ahorros", evidentemente, es una perogrullada, como todas las millones, los comercios solo podrán ahorrar 10 mil millones. En formí
otras. Sin embargo, es significativa, porque, en general, los distintos ítem similar, si en las mismas circunstancias los comercios deciden ahorrai
de ella están determinados con cierto grado de libertad, unos de otros. solamente 8 mil millones y por lo tanto, distribuyen 22, el total de be
Por lo tanto, obtenemos otra "paradoja macroeconómica": que los aho- neficios será de 32 mil millones y nuevamente los comercios, a ¡lesa
rros de los comercios no se hallan determinados, en su mayor parte, por de su decisión de ahorrar S mil millones, se encontrarán con un aborn
las decisiones para ahorrar de parte de los comercios, sino que son
el resultado de un complejo de otras decisiones que determinan el vo- de 10 mií millón»^.
Viendo esto, parece que estuviéramos habitando un extraño mund<
lumen de ahorros de los comercios independientemente de las decisiones
m aero económico, y especialmente lo sentirán asi aquellos acostumbrado
de los comercios individuales ron respecto al ahorro; es decir, aumentan
a pensar en términos de la experiencia de una empresa individual y
sus capitales netos. generalizar a partir de esa experiencia. Ciertamente, una empresa sol
SÍ aceptamos el hecho —que será elaborado más adelante— de que
no encontrará que un aumento en sus distribuciones provoque automí
el total cíe ahorros de los comercios se determina con independencia,
ticamente un aumento correspondiente en sus beneficios. Un aumento e
entonces las rlccMimes cíe ahorrar, de los comercios, tal como se reflejan
las distribuciones de una empresa, sin embargo, incrementará los bent
en la política de dividendos, no determinan los ahorros de los comercios
sino el nivel de los beneficios mismos. Esto puede verse claramente en * Cfr. J. M. Keyncs, Treati^e on Moiiey [Tratado sobre el dinero], Macmilla
otra identidad: si V es e] total de beneficios de los comercios, será i'nul
Londres. Libro I, páy. 139.
a los ahorros de los comercios más las distribuciones de los comercios
MACROECONOMIA TEORÍA MACROECONÜM1CA LJE 1-A DISTRIBUCIÓN 253

ficios de otras; un aumento en las distribuciones de todas las empresas ecuaciones para salarios y para beneficios brutos, y mostrar que ambos
liará aumentar los beneficios de todas. agotan el producto total:
H' ^ <?» + <*&- T (loa)
Las identidades de beneficios y salarios
v E= dQ, + r (156)
Si consideramos conjuntamente las ecuaciones (8) y (9) podemos
derivar ahora una identidad para los beneficios totales: Producto neto total = I\ H' + V = (\ <lQh + dQ,, (16)

]' = dQ. + dM,, + dK, — í/AY + V Puede compararse la ecuación (16) con la ecuación (3) de la pági-
na 229; el producto neto total, Pu. es igual al producto bruto, P, menos
El siguiente paso consiste en derivar una identidad similar para los sa- un ítem de "consumo de los comercios" o depreciación del capital de
larios. Esto puede intentarse también desarrollando primero una identi- los comercios, d,. Por lo tanto, el consumo total es Cb + Ci, ~ C; la acu-
dad para el ahorro de la familia, diferenciando la ecuación (7): mulación total, A, es igual a í/^),, -f- dQ\,, es decir, la acumulación de la
k = dQ, + dQ, + dM h + dM,, (11) familia más la acumulación del comercio. Por lo tanto, la ecuación (16)
puede derivarse directamente de ia ecuación (3) de la página 229, y
Por el momento, suponemos que no hay creación ni destrucción de dine- vemos, entonces, que se distribuye e] producto neto total. La significa-
ro, de modo que el aumento en las provisiones de dinero de los comercios ción del concepto de producto bruto se examinará en otra parte: por el
debe ser igual a la disminución de las provisiones de dinero de las fami- momento, podemos contentamos con observar que el producto neto es
lias, ya que el total de las provisiones de dinero de familias y comercios todo lo disponible para la distribución, pues la depreciación no representa
conjuntamente es constante, es decir, ¿¿Mb + £¿M], = dM = O, donde dM "renta". El producto neto es el concepto que habitu amiente recibe el
es el cambio en la provisión total de dinero. Por lo tanto, la ecuación (11) nombre de "renta nacional", aunque no hay ninguna razón para confina!
se convierte en: el concepto a los límites nacionales, y se puede aplicar tanto a cualquier
dGk = dQ, + dQ,, (12) grupo de gente como a toda la economía mundial. Observemos que la
composición del producto neto puede expresarse en cualquiera de las
Es decir, los ahorros totales de las familias —que por supuesto son iguales dos formas siguientes: como consumo de la familia (C|¡) más la acumu-
a los ahorros totales de la economía total, pues los ahorros de los comer- lación total (dQb-\-dQb] o cuino la "absorción" familiar (C h + £/Q h ) más
cios son poseídos, en última instancia, por las familias— deben ser iguales la acumulación de los comercias (dQ\,}. La absorción familiar es el total
al aumento en el valor del capital real tot.il. incluyendo tanto el poseído neto de bienes y servicios que las familias reciben de los comercios. Re-
por las familias como por los comercias. Este incremento representa el presenta el aumento bruto en las provisiones de bienes de la familia y. por
cambio en el capital neto de las familias. Sin embargo, los ahorros de la lo tanto, debe ser igual al consumo tamiliar más la acumulación familiar.
familia también pueden ser considerados desde otro punto de vista: pues caria vez que una familia deja de consumir algo, debe acumularlo.
dichos ahorros son iguales a la renta familiar menos el consumo familiar. SÍ yo compro seis camisas durante un año y gasto cuatro, habré incre-
La renta familiar, Yh, consiste en los agregados brutos a los capitales netos mentado mi provisión de camisas eu dos camisas. La absorción familiar es
de las familias. Está integrada por los salarios devengados, los cuales no lo que los keynesianos han llamado "consumo": a pesar del uso general
son necesariamente iguales a los salarios pagados ( W ) ; desde el punto del término, parece ser un mimbre tan ¡impropiado que sería mejor reservar
de vista de los bienes totales de la familia, una obligacit- -rial es tan la palabra "consumo" para su sentido más exacto de destrucción de bienes.
buena como el dinero mismo más los dividendos pagar' )) más los
ahorros de los comercios (dG b ) que, por lo menos ei, -i, afluyen a
-. oenoriütos ,»_ SaUrios »-i
Tas familias. Si C h es el consumo de la familia, tenemos brutos , :

tIG, * }\' -r D + dG>, - (\= (ÍQ, + dQ,, (W A C D 1


(Acumulación f-*-7"—*-t Absorción
r*- -iH-«
familiar
-i
Remplazando dG\> por su valor en la ecuación (S) y dC\ por su valor comercial
en la ecuación (12), tenemos KK;. 'M. I«is identidades df distribución.
W - (',, -r dQ, — (dM,. + dK,, — dAY + £>) <H)
Se observará que el i t t i n J.\/¡, -r t/Ki,- cÜÍL' -f D (=T) aparece tanto Vemos ahora en las ecuaciones (15) que la distribución del pro-
en la ecuación (14) como en la (10). Este ítem puede recibir el nombic ducto entre salarios y beneficios brutos está determinada por dos ele-
de "ítem de trasferencia". Podemos considerar ahora, conjuntamente, las mentos; la composición de la absorción del producto, por ua lado, en
254 MACBOECONOMIA TEORÍA MACROECONOMICA DE LA DISTRIBUCIÓN 255

inversión comercial y absorción familiar, y por otro lado, un factor de a ser, en proporción con las otras magnitudes del sistema, este balance
trasferencia que agregamos a la absorción comercial para obtener el de pagos. Un período r/A/b positivo debe ser seguido, inevitablemente, por
total de beneficios, y sustraemos a la absorción familiar total con el fin un período í/Aíb negativo; el balance de pagos es algo cambiante y nin-
de obtener el total de salarios. La fig. 74 ejemplifica gráficamente esta guna parte de la sociedad puede continuar con un balance de pagos po-
proposición: AB es la renta total, dividida en AC (acumulaciones de los sitivo —ni un balance negativo— indefinidamente, o de lo contrario, la
comercios), CB (absorción familiar), AD (beneficios brutos) y DB (sa- provisión total de dinero de una sociedad se concentraría en una parte
larios). Entonces, CD es el factor de trasferencia. 7'. Tal como figuran, de ella.
por supuesto, estas identidades son meras verdades trilladas. Que sean Los determinantes de esta trasferencia neta de dinero de las familias
provechosas o no depende de que los componentes sean útiles como "pa- a los comercios son las preferencias relativas por la liquidez de las fami-
rámetros de conducta", es decir, que los componentes varíen en una forma lias y los comercios. Si ambos intentan desatesorar dinero con igual grado
lo suficientemente regular, con ciertos cambios de la conducta humana. de intensidad, sin duda, ninguno tendrá éxito: el resultado será un au-
En particular, es importante examinar la composición del factor de tras- mento en el volumen total de pagos, pero no se producirá ningún cambio
fcroncia, T, para ver si es probable que tenga alguna estabilidad y si es en el balance de pagos. En forma similar, si ambos intentan atesorar
probable que se determine con algún grado de independencia de los dinero con igual intensidad tampoco tendrán éxito; habrá una declinación
factores de acumulación comercial y absorción familiar. en el volumen total de pagos, pero no se producirá cambio alguno en el
balance de pagos. Sin embargo, si las familias muestran un deseo mus
fuerte de atesorar, o un deseo más débil de desatesorar, que los comer-
El factor de trasferencia: e! ítem balance de pagos cios, habrá un cambio en las provisiones de dinero, en el sentido de los
comercios a las familias: éstas se encontrarán con un balance de pagos
A partir de las ecuaciones (10) y (14) vemos que el factor de tras- generalmente favorable > los ronu-reios .se hallarán con un balance por
ferencia puede descomponerse en cuatro partes: lo común desfavorable.
T = dM,, + f/A% — dKS+D (17) El para metro de "velocidad de circulación" es un método taquigrá-
fico conveniente para expresar las preferencias relativas por la liquidez,
t !ada uno dr esíos cuatro componentes os una magnitud económica alta- como ya hemos visto en e! capitulo 11. En efecto, tenemos un sistema
mente significativa. El ítem í/A/ h . el incremento en los balances monetarios
de los comercios (que, por supuesto, será negativo si hay una disminución de dos cuentas amalgamadas, fino en la siguiente tabla:
en las provisiones de dinero de los comercios) es un ítem de balance de
pagos puro; también es igual a la declinación en las provisiones de dinero •i.M
de las familias. Es decir, representa el balance de pagos favorable de los
roinercios o, lo que es lo mismo, el balance desfavorable de pagos de las h, - b*
familias. Si el total de los pagos monetarios de los comercios a las familias h,
es bb> y el de las familias a los comercios es /ii,, entonces
(18a) Si M es la cantidad total de dinero; m,, y m,.- las cantidades de dinero
poseídas por las familias y los comercios, respectivamente, y t;h y u b las
velocidades parciales de las familias y los comercios, entonces:
(186)
i = m., -f
I^or el momento, no tenemos en cuenta los cambios en la provisión total
ilr dinero de la suciedad, que suponemos constante: como veremos, el de- !•-'
bilitamiento de este supuesto no producirá muchos cambios en el argu- k>, — V/.fíl>,
mento. Podemos considerar, entonces, la provisión de dinero de la sociedad I
como una carga cambiante, que va desde los bolsillos de la familia a los hi, = bt. s.en equilibrio)
de los comercios, cuando las familias gastan en los comercios más libre-
mente (jue los comercios en las familias, y vuelve en sentido contrario, Resolviendo estas eciuciniií'>. obtenemos (ci. p. 210);
desde los bolsillos de los comercios a los de las familias, cuando los co- T , '

mercios gastan más libremente que las familias. Se ve con claridad que M, A/
• vi + + fj,
cuanto mayor sea el período de tiempo que consideremos, menor tenderá
256 MACROECOXOMIA TEORÍA MACROECONOMICA Dlí l . \N ¿Oí

Supongamos ahora que hay un cambio en las velocidades parciales, hasta del crédito al consumidor por parte de la comunidad comercial puede
t;b' y t)b' entre las fechas ü y 1. Se producirá, entonces, una redistribución reflejar una apreciación subconsciente de su efecto favorable sobre lus
de la provisión de dinero, quedará como resultado una cantidad mb' en beneficios. No parece haber una aversión equivalente, por parte de los
manos de los comercios, y mü' en manos de las familias. Tenemos, sin grupos laborales, hacia el crédito del consumidor, en especial porque
embargo, tenemos aquí un caso claro de "paradoja macroeconómica". En ella, el
efecto de un cierto modelo de conducta sobre un grupo no es igual
nth IV
(206) a la suma de las experiencias individuales. Así, muy a menudo, es con-
-U
veniente para el trabajador individual, contar con facilidades de créditu
para el consumidor. Este crédito le permitirá disponer, en su empresa
Comparando las ecuaciones 20ü y 206, obtenemos: doméstica, de un volumen de bienes mayor al que, de otra manera*
tendría con su capital neto. Sin embargo, el efecto directo general con-
(¡mt, — ni,,' "ti,
+ ,* +n': (21 siste en reducir la proporción del producto total que afluye al trabajo.
El tercer ítem del factor de trasferencia, t/Kh' presenta, asimismo,
í/»ii. es, por supuesto, el balance de pagos positivo de los comercios, igual otro ejemplo de paradoja macroeconómica. La citra í/Kh' es el aumento
al bidanee de pagos negativo de las familias, entre las dos fechas dadas. en el monto adeudado por los comercios a las familias, y representa, en
\s inmediatamente, por la ecuación (21), que dm\, será positivo, nulo su mayor parte, el volumen de obligaciones a pagar (títulos de deudas¡
o negativo, según vendidas a las familias durante el período. Esto representa un ítem ne-
gativo en el factor de trasferencia; por lo tanto, cuanto mayor sea el
volumen de obligaciones a pagar vendidas a la familia, mayor será
t'fc < Vh el cambio producido en el modelo de distribución desde los beneficios
es decir, si las velocidades parciales cambian en la misma proporción, brutos hacia los salarios. Por lo tanto, la venta de obligaciones a pagar
no habrá ninguna redistribución de la provisión de tunero y resultará afecta en forma adversa a los beneficios en procura de los cuales fueron
un balance de pagos nulo; sin embargo, si la velocidad parcial de los ofrecidas las obligaciones a pagar. Exactamente en la misma forma en
comercios aumenta más. proporcionalmente. o disminuye, proporcional- que el interés individual y del grupo pueden divergir cuando un tra-
mente. menos que las velocidades parciales de las familias, el balance de bajador usa un crédito de consumidor, así, la compra de obligaciones
pagos de los comercios será negativo o el de las familias será positivo. a pagar (generalmente, por parte de la clase propietaria), que puede
La velocidad parcial expresa el deseo de desprenderse de dinero, y si el constituir una ventaja real para el comprador individual, puede ir en
deseo es mayor en los comercios que en las familias, los comercios "ga- detrimento de la clase propietaria como un todo. Esto no significa, por
narán" en la "cinchada" y lograrán poner dinero en los balances de las supuestí), que la venta de obligaciones al público sea funesta para los
familias. Si las familias acrecientan sus velocidades más que los comer- beneficios, que están determinados, principalmente, por el volumen de
cios, sin embargo, el cargamento de dinero se introducirá en los balan- la inversión en negocios: tal venta pone en movimiento, simplemente,
ces de los comercios desde las cuentas familiares. una fuerza directa tendiente a reducir los beneficios brutos y a expandir
los salarios.
El cuarto y último ítem del factor de trasferencia, el volumen de las
E! factor de trasferencia: deuda e ítem de distribución distribuciones de los comercios, D, es, quizás, el más perturbador y
paradójico de todos ellos. Sabemos que el efecto directo de las distri-
El segundo ítem en la ecuación del factor de trasferencia (17), buciones de los comercios consiste en incrementar los beneficios brutos
), es el aumento en el monto de las deudas de las familias a los en el mismo monto: éste es el efecto de 'la vasija de la viuda". Pero
comercios, es decir, en el crédito extendido por los comercios a las fa- sabemos muy poco, en cambio, acerca de los determinantes y del efecto
milias. E! principal componente de este ítem es el crédito en cuotas; de las distribuciones de los comercios. En la medida en que éstas con-
sin embargo, la libreta áe crédito común y las cuentas abiertas cons- sisten en pagos de participaciones contractuales, no hay grandes difi-
tituyen una parte considerable. Es evidente, entonces, que la extensión cultades, pues tales distribuciones pueden tomarse en cualquier periodo.
del crédito a las familias tiene un efecto directamente favorable sobre como dadas, aproximadamente, aunque existe un problema real a largo
los beneficios brutos y modifica el modelo básico de distribución, y plazo, que discutiremos más adelante, acerca de los determinantes his-
aumenta la renta no derivada del trabajo, a expensas de la renta pro- tóricos del volumen de la deuda contractual. El problema que se presenta
ducida por el trabajo. No creo que éste sea un efecto claramente ob- a corto plazo, sin embargo, es principalmente el de los determinantes de
servado hasta el momento; no obstante, el fuerte prejuicio en favor, las distribuciones de dividendos en partes proporcionales, y el de los
258 MACROECONOMÍA TEOHIA MACHOECONOMICA DE LA DLsTHlBUCIOX

retiros de los comercios y compañías pri\-ndas para uso familiar, el cual cuento de liquidez" la renta afluye a un accionista cuando su conipau
•*• reduce casi al mismo problema. Aquí, casi tenemos que abandonar el obtiene beneficios independientemente de que se declaren los dividendi
sólido fundamento de la maximización económica, ya que, como hemos o no. En un caso, la renta se expresa como un aumento en el valor c
visto anteriormente, es sumamente difícil obtener una teoría racional del sus acciones, en el otro caso, como un aumento en su saldo efectivo. Pi
consumo, de la familia o del comercio, sin duda, y la distribución de di- lo tanto, no deberíamos esperar que la política de los dividendos afectai
videndos representa, para la corporación, un consumo de bienes, espe- los patrones de consumo, excepto en la medida en que éstos sean afo
cialmente, de bienes líquidos. La variedad de políticas con respecto a esto lados por la posición de liquidez o las preferencias del accionista.
es enorme. Por un lado, tenemos la casi automática declaración de una tasa No podemos dejar de lado, al considerar las fluctuaciones a cor!
lija de dividendos {como en la compañía A. T. y T.), caso en el cual los plazo, la posibilidad de interacciones secundarias entre los cuatro ítei
dividendos se convierten convencionalmente en algo similar a los pagos del tactor de trasferencia. Probablemente, las interacciones más impu
de intereses y las acciones se asemejan en su carácter a los títulos de tantes sean las reacciones a los cambios producidos en la deuda o en li
deudas. En el otro extremo, tenemos distribuciones de dividendos suma- dividendos del balance de pagos comercio-íamilia. Así, un aumento e
mente erráticas que no parecen obedecer a ningún principio particular, los pagos de dividendos puede ser compensado, en parte, por el hecl
salvo una cierta tendencia general a redituar más en épocas de altos be- de que una parte del dinero que se distribuye permanece simplemenl
neficios. Una corporación en expansión dotada de directores ambiciosos en los balances familiares, sin gastarse. Esto significa, en efecto, que L
puede dudar mucho para "malgastar dinero bueno" en una multitud do distribuciones de dividendos pueden producir reacciones temporarias, pe
accionistas invisibles e inútiles. El mismo fenómeno ocurre, incluso, en so- lo menos, en las velocidades pardales de las familias y los comercios. Puet
ciedades cooperativas en las cuales una ambición y una tendencia adqui- haber un aumento en las velocidades parciales de los comercios, a.
sitiva paralelas se manifiestan frecuentemente en una renuencia hacia el como una caída en las velocidades parciales de las familias: los come
rembolso. Por otra parte, un comercio que ha alcanzado su tamaño máximo cios no reaccionan inmediatamente ante la declinación en las provisiom
y no parece tener muchas oportunidades de expansión puede inclinarse a de dinero, y las familias tampoco reaccionan inmediatamente ante un ai
distribuir casi todos sus beneficios en dividendos para evitar la acumula- mentó de ellas. Esto dará como resultado una declinación en dMh, \e
ción indeseada de bienes. La actitud de los directores hacia los dividendos
puede depender también del grado en que ellos mismos sean accionistas balances familiares, lo que, por lo menos en parte, compensa el aunienl
importantes. Es evidente que en una situación tan compleja los modelos en D. Sin embargo, cuanto mayor sea el período de tiempo que cuns
de conducta simples serán considerados, al menos, con cierto recelo. deremos, menos importan!* será este efecto. Cuanto mayor sea el pt
El efecto de las distribuciones de los dividendos sobre los accionistas ríodo, mayor será O, puesto que las distribuciones se extenderán duraní
que los reciben es casi tari misterioso como las sutiles fuerzas que motivan todo el tiempo; sin embargo, el balance de pagos neto no muestra nii
la política de los directores. Si el valor de mercado de una provisión re-
guna tendencia habitual, ya que el dinero se desplaza, simplemente, ur
fleja con exactitud el capital neto de su corporación (lo cual por supuesto,
y otra vez, de una cuenta a otra. Se pueden producir efectos similaiv
no ocurre, de ninguna manera, en todos los casos) siempre es posible para
un accionista individual "declarar sus propios dividendos" vendiendo una a corto plazo, como consecuencia de cambios en el volumen del dedil
parte de su provisión. Así, si una empresa tiene 10.000 acciones de pro- comercio-familia. Un aumento en el crédito del consumidor puede s»
visión y un capital neto de u$s 1.000.000, podríamos esperar, razonable- reforzado, en parte, por el hecho de que permite a las familias manti
mente, que el valor de mercado de la acción se aproxime a su "valor de nerse con menores provisiones de dinero, y puede haber un cambio t
libro" de u$s 100. Si la empresa devengara uSs 200.00(3 de beneficios, e! cual el dinero se desplace de la familia a las cuentas de los comercie
tle modo tal que aumentara en capital neto hasta u§s 1.200.ÜUO. el valor ( u n t/A/i, positivo), que hará acrecentar los efectos de aumento de b
de libro de la provisión aumentaría a u$s 120 y si el valor de mercado neficios que tiene el incremento del crédito. En forma similar, la vent
aumentara en forma correspondiente, el accionista individual, vendiendo de obligaciones a pagar por las familias puede dar como resultado u
t-'l 20 % do sus acciones a fin del año, conservaría el mismo valor de desplazamiento en las provisiones de dinero, desde los balances familii
provisión que al comienzo del año y habría obtenido un "dividendo" res hacia los balances comerciales, en la medida en que las obligación
efectivo del 20 %. Evidentemente, si todos los accionistas hicieran lo a pagar sean, en ¿ilgún grado, un sustituto del dinero, y las familia
mismo, el valor de mercado de la provisión bajaría, reflejando una de- sientan que pueden mantenerse con menos dinero como consecuencia c
clinación en la ¡¡(¡uiilcz de los beneficios en los cuales tiene participación sus mayores provisiones de obligaciones a pagar. Esto servirá para con
el- accionista. Este factor puede forzar a las corporaciones a declarar pensar el desplazamiento, en la distribución, de los beneficios a los s;
dividendos regulares. Está claro, entonces, que la política de dividendos larios. Es probable que todos estos efectos sean tanto más impoitautt
no afecta directamente la renta de los accionistas: aparte de un "des- cuanto menor sea el período de tiempo que consideremos, ya que cuaní
:ibU MACHOECONOMiA TEORI\A DE LA UISTIUJll'CIOX

mayor sea el período, menor será, probablemente, el ítem del balance


de pagos con respecto a los otros tres. K
Un factor que no entra directamente en las ecuaciones, pero que
puede tener alguna importancia al afectar oí balance de pagos comercio-
familia, es el desarrollo de facilidades de crédito entre los comercios y
otros tipos de empresas, tales como las fusiones comerciales, que permi-
ten _ a los comercios mantenerse con una provisión de dinero que es
proporcional mente menor que sus gastos e ingresos. Esto puede llevar a
un aumento en las velocidades parciales de los comercios con respecto
a las velocidades de las familias, y producir asi un balance de pagos ne-
gativo de los comercios, que será adverso para los beneíicios.

Equilibrio distribucional: modelo I

Tomando como base las identidades de este capítulo, es posible


construir un gran número de "modelos" de equilibrio mucroeconómico e
incluso, de cambio dinámico, cada uno de los cuales dependerá, por
Mipuesto, de lus hipótesis que se hagan acerca de la naturaleza de las
relaciones funcionales entre los distintos ítem de nuestras identidades.
Todo lo que se necesita para construir un modelo de este tipo es rela-
cionar, en alguna forma, el modelo distribucional con los determinantes
del empleo y de la producción, es decir, con los distintos componentes
de la "absorción". Un modelo instructivo, si bien no demasiado realista.
se puede construir sobre la base del supuesto de que existe una relación
definida entre la distribución proporcional del producto (entre salarios
y beneficios brutos) y el volumen del consumo y la inversión o, si de-
seamos hacer la división más habitual, entre absorción familiar y absor-
ción comercial. Podemos suponer, por ejemplo, que cuanto m;i>ur sea la
. :<.. 75. Equilibrio de distribución: modelo I.
proporción de la producción que se destine a salarios y cuanto menor sea
la destinada al beneficio bruto, mayor será el volumen de la absorción
lamiliar y menor el de la absorción comercial. Sumando las funciones larios y en Uí¡t ei '• '"-o del producto se destina a beneficios brutos. La
de absorción íamiliar y comercia), obtenemos la función de absorción absorción t •milia nción de "consumo" es CWC,,; la absorción comer-
(ota!, y la condición de que la absorción tntal será igual a la produc- cial o luncí, ,- de. rsión" es Jwíp. Suponemos en esta figura que la
ción, nos proporciona la producción y distribución de equilibrio. Kn este absorción familiar crt medida que aumenta la proporción de sala-
nádelo, el 'arlnr determinante • '"'renda.5 rios, pero a un:; Msa < 'iente, Suponemos también que la absorción
-reciente a medida que aumenta la pro-
a distribución •»»>•.. .;. .» . - ; .us uiuii'> jjoic.wü út. jjcui*-t-tu¿. i_. ,.í, ....:'H familiar se mide hacia arriba, a
e U I)ASC t'-. '"» ;H->'.'í"-, cM¡ -se f i n a a su- partir de la linea de IXÍMÍ OwO¡t y lu absorción comercial se mide ha-
cia abajo, a partir de la misma linea. Así, en. vuu distribución propor-
5 Sen C U absorción familiar; /, l.i absorción comercial; V, la producción íutal; cional, O-2, en la cual el 20 % se destina a beneficios y el SO % a sala-
U", l,i renta total derivada de salarios; P, la renta total en concepto de beneficios y rios, OjjCa es la absorción familiar, O>.l-¿ es la absorción comercial e
7', el tactor de trasffrt-nciu. Sea u; ki proporción Je la producción total destinada a
s.ilurios y ¡i, la proporción iK-stinndii a beneficios. Suponiendo que T «.té dado, te- l»C-, (—(XC;,-f-O 2 / 2 ) es la absorción total. S¡ trazamos O3Ya igual a
nemos siete incúiíiülus: C, /, P, \V, p y w. Tenemos también siete ecuaciones indepen- L.CÜ, Y;, se encontrará sobre la curva de absorción total, YwVsTp. En esta
dientes: la función rlr absorción familiar, C ~ F (tí;); la fundón de absorción comercia). figura, la curva de absorción toial muestra un valor máximo de Y en Ys.
/ = F, ( í > ) ; las identidades de composición, V - C + /, Y - W + P y \ = C-T En este punto, las inclinaciones de las curvas de absorción familiar y
(o, lo qiif es lo nii>mo, í' = l + T); y las definiciones w = W/Y, y p = P/Y. Por comercial son iguales; es decir, la tasa de declinación de la absorción
l(i tanto, la.s ecuaciones ie pueden
MACHO ECONOMÍA TKOfUA MACHOECONOMICA DE I-A DISTIUBL'CION 263

ferencia desde abajo, es un equilibrio inestable: un pequeño movimiento


familiar es igual a la tasa de aumento de la absorción comercial a medida
que aumenta la proporción de los beneficios. Este máximum no aparece hacia la izquierda de 7Y generará una oscilación adiciona! hacia la iz-
quierda, hasta que se alcance el equilibrio estable T 0 ; una pequeña per-
necesariamente dentro del ámbito OW0P, aunque si las funciones de ab-
turbación a la derecha de 7Y generará una oscilación hacia la derecha
sorción comercial y familiar muestran "vueltas decrecientes" en toda su
y llevará a todo el sistema hacia Ol¡} o incluso más allá, si esto fuera
extensión, debe haber un máximum de absorción total en algún lugar;
posible.
sin embargo, el máximum puede encontrarse a la derecha de Op (salarios
Es instructivo, ahora, debilitar el supuesto de que el factor de tras-
negativos) o a la izquierda de Ow (beneficios negativos). •
ferencia, T, se encuentra dado, y considerar a T como una variable del
La línea íjC] se encuentra ahora dividida en TI, de modo tal que:
sistema, dependiente de la distribución proporcional. Esto significa in-
0:0 troducir otra variable, T, en las ecuaciones de la nota 5 de la pág. 260,
'' más otra ecuación, T ~ Ft (p). En la figura 75 ésta es la curva fiBKy,
que podemos llamar la curva fí; eu esta figura, la curva R corta a la curva
En la figura O W O, es un décimo de OmOp y representa una distribución del factor de trasferencia, o curva T en 7*r, que es el punto de equilibrio.
en la que se destina el 10 % a beneficios brutos y el 90 % a salarios. Es probable que la curva R tenga propiedades similares a las que
/]T, es el 107" de íid, es decir, el 10% de la absorción total, en la ya hemos trazado. Recordemos (p. 254) que el factor de trasferencia,
cual el equilibrio sería igual a la producción total; liTi es, por lo tanto, T, = dMh -p dKb — £/K|/ -(- D. No es probable que los dos primeros ítem
el total de beneficios, y en forma similar, TjCj es el total de salarios, a estén relacionados con la distribución proporcional, en alguna forma muy
!a distribución Oj. De la misma manera, en la distribución O-¿, que re- clara; aunque los efectos inmediatos de un desplazamiento hacia los sa-
presenta un 20 c/í de beneficios y un SO % de salarios, dividimos l-_>C-¿ en larios podrían ser un aumento en los balances familiares y una dismi-
T-¿, donde nución, quizas, en el crédito del consumidor (o tal vez un incremento
ZV7, = YO /2cs de éste), no es probable que estos efectos sean importantes, especial-
= /sc( ) mente, en equilibrios a largo plazo. Es probable que el tercer ítem, dti¿
Z«r¡¡ nos da, entonces, el total de beneficios y T-¿CZ, el total de salarios, esté correlacionado estrechamente con el volumen de la inversión: en el
en la distribución (X El lugar geométrico de T¡ y T-, es la línea del factor caso extremo, en el que toda la inversión está financiada por la venta
de trasferencia, / B T Ü C,,: esta línea divide la producción total en salarios de obligaciones a pagar a las familias, tendríamos £/Kh' ~ I. Es probable
(la mitad superior) y beneficios (la mitad inferior 1 ! en cada nivel de que el cuarto ítem, D, este correlacionado con los beneficios; cuanto ma-
distribución. En cualquier distribución, por ejemplo, O-, O<.T2 es el factor yores sean los beneficios, mayores serán las distribuciones. Si todos los
de trasferencia en equilibrio, T ( — P — /, es decir, I-¿T-> — O-J2, o, lo que beneficios son distribuidos inmediatamente, tenemos P — D. En el caso
es lo mismo, C —U', es decir, O>C-2 — T«C 2 ), En la figura T muestra extremo en que dKh' — / y D ~ P, y podemos suponer que dMti ~f- dK.b
un mínimum en T,, y un máximum en Tx: no es necesario, por supuesto, es igual a cero, tenemos, en el caso de la ecuación de la curva fi, que
que éstos se encuentren dentro del ámbito O.AO,,, T = P — /; ésta es idéntica a la curva T y la solución está indeterminada:
Ahora bien, si nos es dado el factor de trasierencia real, y es igual hay un equilibrio neutral en todo el ámbito. Normalmente, sin embargo,
a U W S W , el equilibrio de todo el sistema estará en el punto T,,, donde la deberíamos esperar que, a niveles de beneficios muy bajos, hubiera poca
línea horizontal que se origina en Sw corta la curva del factor de trasfe- o ninguna venta de nuevas obligaciones a pagar —ya que no habría
rencia desde arriba. La distribución proporciona] es O. la absorción nuevas inversiones para financiar— y las distribuciones se confinarán a
comercial es Ovlf\a absorción familiar es O,.C,.; IM producción total es alquileres contractuales y pagos de intereses, igual a O«KW, en un nivel
7^CP; los beneficios totales son Z,.T,.; los salarios totalr-, sou T?Ce. La di- nulo de beneficios. Sin embargo, una vez que los beneficios brutos ex-
námica y estabilidad de este equilibrio son del tipo '¡ue pasamos a des- ceden a las distribuciones contractuales, es probable que tanto D como
cribir. Consideremos la posición O-..; el factor de trastcn-iicia real, OoS^, es Í/KI-/ aumenten. Como, siendo 7' positivo, los beneficios brutos son ma-
, mayor que el que daría como resultado una distribución dada por el pun- yores que la absorción comercial, es probable que D aumente más rá-
'• to QL,. Por lo tanto, los beneficios aumentarán a expensas de los salarios; pidamente que dK.h'; por lo tanto, es probable que la curva K se incline
es decir, la distribución se desplazará desde O., hacia la derecha, hacia hacia arriba. Sin embargo, la posibilidad alternativa no es ajena, de nin-
O,.. En forma similar, si el factor de trasferencia real (O*S W ) está por guna manera, al problema de si la política de dividendos es convencional
debajo del equilibrio, como en Tít la distribución se desplazará hacia y no depende en gran medida, de los beneficios, ni al problema de si
existe o no una fuerte tendencia a financiar la inversión mediante la
las salarios, es decir, hacia la izquierda, nuevamente hacia Or. Es evi-
emisión de nuevos títulos.
dente que T, representa un punto de equilibrio estable. Sin embargo,
Si las inclinaciones de la curva T y de la curva R son similares, el
el punto T,' en el que la línea S»S,, corta a. la curva del tactor de tras-
264 MACROEOONOMIA
TEORÍA MACROECO.NOMICA DE LA DISTRIBUCIÓN 265
equilibrio, cuando existe, será altamente inseguro y "cambiante"; es decir, beneficios y una caída en la proporción de los salarios tendrá un efecto
un pequeño cambio en las funciones subyacentes provocará un gran» desfavorable sobre la producción. Que un cambio en la proporción distri-
cambio en la posición de equilibrio, o incluso destruirá las posibilidades bucional desde los salarios a los beneficios tenga un efecto favorable o
de equilibrio completamente. Así, si la curva R se encuentra completa- desfavorable sobre la producción depende, por supuesto, de las inclina-
mente por encima de la curva T, no habrá equilibrio, sino una tendencia ciones relativas de las curvas de consumo e inversión; si la caída en los
constante a aumentar la proporción de beneficios, hasta que se desbarate salarios hace disminuir el consumo en un monto menor que el incremento
el modelo. En forma similar, si la curva fí se encuentra totalmente por de la inversión producido por el aumento de los beneficios, entonces, una
debajo de la curva T habrá una tendencia constante similar al aumento caída en la proporción de los salarios será favorable al empleo y a la pro-
de la proporción de los salarios. El modelo muestra la posibilidad de un ducción. Sin embargo, si una baja en los salarios desalienta al consumo
cambio a partir de un equilibrio estable, que lleve hacia un estado apa- más que lo que el aumento de los beneficios alienta la inversión, entonces,
rentemente caótico de perpetuo desequilibrio, cambio que halla cierto un descenso en la proporción de los salarios es desfavorable para el empleo.
Fundamento en la experiencia. Así, una declinación relativamente peque-
N7o hay nada en este modelo, sin duda, que indique si la producción
ña en la disposición para invertir, que estaría representada en la fig. 75
máxima en Y, es la producción do equilibrio, o si el máximum o cualquier
por un cambio de la curva / n -/ p , en dirección ascendente —lo cual signifi-
otra producción es el óptimum. iPodría muy bien ocurrir, por ejemplo, que
caría en este caso que se invertirá menos que antes en cada nivel distri-
el nivel de producción sociaímente más deseable fuera, digamos, O«K«-
bucional— desplazaría la curva T hacia arriba, y en especial si la curva
de la fig. 75, por encima del punto máximo de la curva de absorción total.
R está "anclada" en /í« por una partida relativamente fija de alquileres e
En este caso, ningún monto de manipulación distribucional podría propor-
intereses, este cambio podría llevar con facilidad a la curva T a una po-
cionarnos "empleo completo" a menos que hubiera un cambio en las fun-
sición completamente por encima de la curva R y ocasionaría una situación
ciones de inversión o consumo. Por otra parte, el nivel de producción so-
de agudo desequilibrio, caracterizada por un aumento constante en la pro-
cialmente óptimo podría estar por debajo de la curva Yx del nivel máximo.
porción de salarios y la desaparición de beneficios. Puede ser que haya
por ejemplo, cu O.V,,. Puede haber, entonces, dos sistemas distribucionales
ocurrido algo parecido a esto en 1929 y que el desplazamiento distribu-
cional de beneficios a salarios —con el consecuente desempleo, que sucedió que den como resultado producción óptima, representados por los puntos
después— podría interpretarse cuino una irresistible carrera de salarios, L y A/. Por supuesto, no hay ninguna razón para suponer que la distii-
causada por mi cambio en la curva de inversión, digamos, hacia la posición bución de equilibrio estará en /. n en M.
J ,/V de la (ig. 75 y la consiguiente modificación en la curva T, hacia una Surge un problema interesante 1 , acerca de si la producción se aproxima
posición /,,'C,,, enteramente por encima de la curva fi. Una declinación a la "capacidad potencial''. En el modelo, tal como está construido, no
similar en la función de consumo podría crear, quizá, la situación inversa, hay límites evidentes para la producción, fuera de aquellos establecidos
y desplazar h¡ curva T hasta una posición completamente por debajo de por la capacidad del sistema para absorberla: si el consumo y la inversión
la curva /i, con lo cual crearía una declinación acumulativa en los salarios aumentan, la producción aumentará juntamente con ellos. Evidentemente,
y un aumento en los beneficios. El hecho de que un evento como éste esto es poco realista a altos niveles de producción, aunque puede ser una
no haya ocurrido nunca en la historia moderna es, quizás, un tributo a la descripción bastante adecuada de lo que ocurre a bajos niveles de produc-
ción, donde existe un gran volumen de recursos tío empleados. A medida
estabilidad tic la Junción de consumo, en contraste con la inestabilidad de
que el sistema se aproxima al empleo "completo", es decir, a la producción
la función de inversión. Puede observarse en este modelo que un aumento
en la Función de consumo siempre desplazará la distribución hacia ios sa- óptima, aparecerá una limitación para la expansión de la producción no
larios, y un aumento en la función de inversión provocará un desplazamien- por el lado de la absorción, sino por el lado de la producción misma. Esto
to hacia los beneficios. puede reflejarse en distintas formas. Si el sistema de precios es flexible.
habrá inflación de precios más allá de cierto nivel de producción, lo cual
Este modelo resulta interesante porque muestra claramente que un
tendrá algún efecto sobre las funciones de consumo e inversión. Incluso,
cambio en las proporciones de la distribución, causado por modificaciones
si el sistema de precios es inflexible, por ejemplo, bajo condiciones de
en el factor de trasferencia, puede tener tanto un efecto favorable como control de precios, a medida que aumenta la producción, aparecerán "re-
un efecto desfavorable sobre la producción y el empleo, según en qué ducciones" que tendrán un efecto directo, especialmente sobre la función
parte del máximum de la curva de absorción total se halle el sistema. de consumo. Por lo tanto, debemos postular algún nivel de producción
Así, si la curva de absorción total muestra un máximum en Y^ de la fig. 75, que podemos llamar "umbral de inflación", por encima del cual las limi-
entonrt's, a la izquierda de este punto, un aumento en la proporción de taciones de la producción comiencen a evidenciarse, por medio de la
los beneficios y una disminución en la proporción de los salarios tendrá modificación de las funciones de inversión y consumo. Este umbral de
un efecto favorable sobre la producción y el empleo. Sin embargo, a la inflación puede no ser, por supuesto, ni la producción de equilibrio dis-
derecha dt- }\, e! caso es inverso: un aumento en l:i proporción de los tribucional, como se definió para el modelo anterior, ni la producción
TEORÍA MACHO ECONÓMICA DE LA DISTRIBUCIÓN 267
_00 MACnOECONOMIA

rial. Si se traza la linea OT-, a 45 , hasta cortar a K r Ci en LI, entonces


"ideal" desde el punto de vista de la sociedad. Si la producción decae la producción real será KiL : ( = O K j , por construcción) y los beneficios
por debajo de la ideal, como puede ocurrir perfectamente, la sociedad serán \V,/, U siendo la inversión real igual a CiLi. (Tal como está di-
sí; enfrentará con un problema serio, en que el intento por conseguir em- bujada, es negativa, lo cual indica que se trata de una desinversión real.)
pleo completo, con los modelos de consumo e inversión existentes, dé por Podemos postular ahora una función de inversión que relacione los be-
resultado inevitablemente la inflación, sea ésta real o reprimida. neficios con la inversión planeada, tal como se muestra en la figura
Otro valioso aporte proporcionado por el modelo anterior es el de
que el efecto de un cambio distribucional sobre el empleo depende de las
catisas de tal cambio. Hemos visto que un cambio distribucional puede
ser el resultado de un cambio en el factor de trasferencia (o curva fí)
0 el resultado de un cambio en las funciones de consumo o inversión.
Como hemos visto, la intervención gubernamental puede afectar la dis-
tribución a través de todos los canales. Sin embargo, los efectos de un
cambio dado sobre la proporción distribucional pueden ser muy dife-
1 cutes, lo cual depende de la forma en que haya sido producido. Como
hemos visto, un cambio en la proporción distribucional, por ejemplo,
hacia los salarios, que haya sido causado por un cambio en el factor de
trasferencia. puede aumentar o disminuir el empleo, y esto depende de las
inclinaciones relativas de las curvas de consumo e inversión. Un cambio
en el modelo distribucional que sea resultado de un aumento en las fun-
ciones de consumo o inversión tendrá casi siempre un efecto favorable
sobre el empleo {suponiendo, por supuesto, que el sistema no se encuen-
DO Uros
tre en su nivel máximo de producción) y un cambio ocasionado por una
disminución en estas funciones tendrá casi siempre un efecto desfavora- FIG. 76. Equilibrio de distribución; modelo II.
ble sobre el empleo. En consecuencia, una caída en la proporción de los
salarios, a causa de un aumento en la función de inversión, tendrá un
electo favorable sobre la producción y el empico, una caída en los sa- pequeña. Así, a un nivel de beneficios igual a L,\r¡ (igual a np^ en la
larios como consecuencia de una caída en la función de consumo tendrá figura pequeña) la inversión planeada será Cj.f\. ( — oi-, en la figura
mi efecto desfavorable. pequeña). En ese caso, /C,T] será la absorción planeada al nivel de pro-
ducción OKi- Por medio de una construcción similar, podemos trazar la
Equilibrio distribucional; modelo II
curva de absorción total (planeada) TT'. En la figura, suponemos que
la inversión es positiva, incluso al nivel nulo de beneficios, pero el método
Se pueden construir muchos modelos como el anterior, y esto de- no necesita este supuesto. El equilibrio final se encuentra, entonces, en
pende de las hipótesis que hagamos acerca del tipo de relaciones fun- el punto T r , en el cual la línea a 45° corta a la curva de absorción total.
cionales. Será suficiente, quizás, esquematizar un modelo más, basado La producción de equilibrio es OKj í — K-jT-j). La inversión es C-T--, el
i n el supuesto —más realista, tal vez, que el del primer modelo— de que consumo es K..C-, el total de salarios es K-U".. y el total de beneficios es
el consumo es función no de la distribución proporcional sino del nivel Vil*1
absoluto total de renta (producción) y de que la inversión es una función El efecto de los cambios sobre los distintos componentes del modelo
del nivel absoluto de beneficios. Este modelo se ilustra en la fig. 76. La se ejemplifica en la fi'¿. 77. Las curvas \V\V\ TT' tienen el mismo
producción se mide a lo largo del eje horizontal, y sus distintos com- significado que en la fig. 76. Suponemos ahora que se produce un incre-
ponentes se miden verticalmenta La función de consumo está dada por mento en el factor de trasferencia, lo cual da como resultado un despla-
la curva CC' que muestra cuánto se consumirá en cada nivel de produc- zamiento de salarios a beneficios. Esto nos proporcionará una nueva curva
ción (renta). Si el factor de trasferencia es independiente de la produc- de salarios, W,UY, que se encuentra por debajo de la antigua curva
ción igual a f' h l , la curva dr salarios. \VU*', estará por debajo de la curva
('.C'. en nn grado equivalente al factor de trasferencia. Esto muestra la 6 La expresión algebraica de este jniídelo os la siguienU'; utilizando los símbolos
tle la nota 5 ;i pie de página, U'iienms ciño) incógnitas: C, !, Y. \V y V. Hay do.i
¡'"¡nina de salarios absoluta en cada nivel de producción, cuando ésta ecuaciones independientes: C = F C ( V ) (la función de consumo); l = F , ( P ) (la
se encuentra en su nivel de equilibrio. En cada producción OK.\. K-,C\a el monto de lofunción
consumido, y K,W|y representa
du inversión); la nómina
tres identidades sala- )' = C -f / = W + P (las
independientes,
identidades de renta) y W — C — T, o P—l + T (la identidad de trasfertocia).
268 MACROECONOMIA TEORÍA MACBOECONOMICA DE LA DISTRIBUCIÓN 269

l". El factor de trasferencia (que se supone independiente de la pro- Se observará que, sobre la base de los supuestos de este modelo,
ducción) aumenta desde CW hasta CWj. En cada nivel de producción un desplazamiento de la distribución desde los salarios a los beneficios
aumentan los beneficios, y como resultado de esto, al derivarse una nueva incrementa siempre la producción (a menos, por supuesto, que se haya
curva de absorción total T,!*/ de la pequeña figura en la fig. 76 encon- alcanzado el nivel máximo de producción). Ésta es una consecuencia del
tramos que la nueva curva de absorción total se encuentra completamente supuesto de que el consumo depende solamente del tamaño de la renta
por encima de la antigua. La razón de esto es que hemos supuesto que la v no de su distribución. Si el consumo disminuye por un desplazamiento
curva de consumo es independiente de la distribución de la renta, es decir, de los salarios a los beneficios, como podría ocurrir perfectamente, esto
liemos supuesto que el consumo depende solamente del tamaño de la influirá contrarrestando los efectos del aumento de la producción causados
renta y no de su composición. El punto de equilibrio se mueve de T» a por un desplazamiento de salarios a beneficios: si el efecto es lo bastante
7Y: la producción aumenta desde OK-. hasta OK-/, el total de beneficios grande, compensará con creces los efectos del aumento de la producción
se acrecienta desde W2I\ hasta W2''/Y y el total de salarios cae desde y puede producir netos efectos de disminución de ésta, como en el primer
2 hasta KYW..'. La disminución de los salarios es algo menor que el modelo.

A', AY
Dolaras
. 77. Dinámica del modelo II: cambio de! factor de trasferencia. A A"
Dólares

Fit. 75. dul modelo li: cambio Ju Ui hindones de absorción.


cambio en el factor de trasferencia: si hacemos descender \VYS en forma
perpendicular a K.U', y U'jMY corta a K.2\V-2 en S', entonces el cambio
i:a la nómina salarial total es SU';,, más pequeño que el cambio en el factor Los efectos de un cambio en la 1 unción de consumo misma se ejem-
<le trasferencia, S'U*-. En forma similar, puede observarse que los benefi- plifican en la fig. 78. Las curvas llenas representan las curvas de consumo,
cios aumentan más que el tactor de trasferencia. El efecto del desplaza- de salarios y de absorción total, como anteriormente, encontrándose la pro-
miento de beneficios a salarios puede descomponerse, por lo tanto, en un ducción de equilibrio en ÜK (-KT), los salarios totales en A^', los be-
''efecto de trasferencia —sumando, simplemente, eí aumento en el factor neficios totales en UT, el consumo en A.'C y la inversión en CT. Suponemos
de trasferencia, a los beneficios totales, y restándolo del total de salarios ahora que se produce un aumento en la curva de consumo, que se tras-
más un "efecto de renta"— dividiendo el aumento en la renta causado por lada a la posición punteada, en C'. Se supone que el factor de trasfe-
el cambio, entre salarios y beneficios, disminuyendo la caída en los salarios rencia ha permanecido sin cambios, de modo que la curva de salarios
r incrementamln el aumento en los beneficios. La proporción de esta di- aumenta con el mismo monto que la curva de consumo, hasta alcanzar
visión depende de las inclinaciones relativas de las funciones cíe consumo la posición trazada con puntos, en W. Esto significa que, en cada nivel
<• inversión. Cuanto nías empinada sea la función de consumo, muyur hipotético de producción, habrá un desplazamiento de los beneficios a
será el monto de la renta incrementada que afluirá a los salarios, pues los salarios: ello ocurre pulque' la distribución di- la producción de-
será mayor SS'. pende de corno L-U., ¡c halla i'cnipuesta. Par lo tanto, un aumento en
270 MACROECONOMIA

la curva de consumo, sin ninguna modificación en la función inversión-


beneficios, desplazará la distribución desde los beneficios a los salarios,
como vemos en la fórmula \V = C ~ T. Por lo tanto, la curva de inversión- 15
produeción, desciende algo, desde 7 hasta /', y la curva de absorción total,
7", es más baja con respecto a C' de lo que lo es T con respecto a C.
SÍ la caída en la función de inversión-producción no es demasiado grande.
la curva de absorción total, T, se encontrará todavía por encima de la Dinero, deuda e interés
curva T, y el resultado del aumento en la función de consumo será un
aumento en la producción, como en la figura. Sin embargo, si la inversión
es extremadamente sensible a los cambios en los beneficios, de modo que Cambios en la cantidad de dinero
se produce una brusca caída en la curva de inversión-producción, el au-
mento en la función de consumo podría llevar, realmente, a una merma En el análisis del capitulo precedente, supusimos, para lograr und
en la producción, si la caída en la inversión excediera al aumento en el mayor simplicidad, que la cantidad total de dinero del sistema era cons-
consumo, en la producción de equilibrio. tante, Ahora debemos eliminar este supuesto y considerar los efectos dt
Se puede aplicar un análisis similar al problema de los efectos de un los cambios en la cantidad de dinero. Estos cambios pueden tener lugai
aumento espontáneo en la función inversión-beneficio.s. En este caso, de tres maneras diferentes. La primera consiste en la creación o destruc-
no hav un cambio en las curvas C o W, pero la curva T sube, digamos, ción de dinero por parte de comercios o familias corrientes. Esta forma
de T hasta T'. Aquí no hay ninguna duda acerca de si existe una expan- puede ser dejada de lado, virtiiahnente, en nuestra sociedad. Una ciertd
sión de la producción. Sin embargo, la mayor parte de la producción cantidad de dinero es destruida ñor la acción del fuego, etc. También
incrementada aparecerá en forma de beneficios: solo habrá una pequeña puede haber una cierta cantidad de falsificaciones satisfactorias y en una
í'xpansión en los salarios totales, de K\V hasta K'\VV Sin embargo, la ex- sociedad que tenga una moneda de cuenta tal como el oro. la producción
pansión en los beneficios es sustancial, y va desde WT hasta W,T, La de este metal cuenta con una creación de dinero por parte de comercio;
mavnr parte de la expansión de la producción se distribuye en beneficios. o familias privadas. Sin embarco, estos ítem son pequeños en el rnundt
Es interesante notar que en este modelo, un aumento de la producción, occidental. Las otras dos fuentes de creación o destrucción de diñen:
causado por un incremento en la función de inversión, originará, casi se- son el gobierno y el sistema bancario.
guramente, una declinación en el salario medio. Si el equilibrio es estable, El gobierno aumenta la cantidad de dinero que circula por manoí
la curva T debe cortar la línea a 45° desde arriba, es decir, debe tener privadas cada vez que tiene un "déficit en efectivo", es decir, siempre que
una inclinación menor que 45". La inclinación de la curva W es. incluso, recibe del sector privado menos dinero de! que le paga. En forma similar
menor que la de la curva T, de modo que también tiene que ser menor la cantidad de dinero que circula por manos privadas disminuye cada
de 45°. Si se supone que la producción mide el volumen de empleo, aue vez que el gobierno tiene un excedente en efectivo. La cantidad del
es lo que ocurre, aproximadamente, el salario medio será proporcional a aumento o disminución es exactamente igual al déficit o excedente er
la tangente WOK (KW/OK) en el equilibrio inicial. Después del aumen- efectivo. Así, si el gobierno recibe en un período dado 100 millunes dt
to en la función de inversión, el salario medio es proporcional a la tan- dólares y paga 90 millones, debe producirse, como consecuencia directa
gente W-tOK. menor que la tangente WOK. Si el aumento de la produc- un aumento de 10 millones en las provisiones de dinero poseídas poi
ción es cansado por un aumento en la curva de consumo, sin embarco, comercios y familias privadas. Se trata, simplemente, de un caso especia
el salario medio puede aumentar, ñor ejemplo, desde la tangente WOK de la identidad del balance de pagos, en el cual el balance positivo (Y
hasta la tangente W'OK. Sin embargo, no tiene por nué ocurrir esto negativo) de una parte de un sistema bipartito cerrado debe ser igual
cuando la inversión es altamente sensible a cambios en los beneficios, y al balance negativo (o positivo) de la otra parte. Sin embargo, del hechr
hay, por lo tanto, una gran expansión, tanto en la inversión como en el de que el gobierno es virtualmente único en su capacidad de crear di-
consumo. nero, sin crear obligaciones a pagar compensatorias, se deriva una espe
Probablemente, la dinámica de todos estos modelos se complica por cial significación y. por lo tanto, dispone, en cierto sentido, de una can-
la inestabilidad dinámica del factor de trasíerencia e incluso, de las tidad potencial de dinero indefinidamente grande. Un balance de paco?
mismas funciones de consumo e inversión. Por lo tanto, deben tomarse negativo para el gobierno, entonces, es decir, un flujo neto de dinero del
como cuadros ilustrativos, más bien que como definitivos, del sistema gobierno hacia el resto del sistema tiene consecuencias inmediatas de mu-
económico, y quizás nos proporcionen más intuición que conocimiento. cho menor cuantía para el gobierno, de lo que representarían para una
Sin embargo, sirven para ilustrar las complejidades del mundo real. parte privada que careciera del poder de crear dinero.
La creación o destrucción de bienes líquidos por el sistema bancaric
DINERO, DEUDA E ÍNTERES 27
¿' - MACROECONOMÍA

en la forma de depósitos bancarios tiene algunos rasgos en común con de los comercios, no figuran en la identidad de los beneficios y su volume
la creación de dinero por parte del gobierno, pero existen también di- no tiene un efecto directo sobre éstos. Aun considerando los bancos com
ferencias importantes. Cuando un banco hace un préstamo, crea al mismo algo ajeno a la comunidad comercial, por ejemplo, como cierto tipo d
tiempo, un depósito -un depósito que es, simplemente, una deuda (obli- "unidad familiar", el resultado de la creación de un préstamo-depósito t
gación a pagar) del banco- que pagará al producirse el pedido del pro- un incremento en la cantidad de "dinero" (depósitos bancarios) poseíd
pietario del depósito, para quien, por supuesto, representa un bien líquido. por los comercios, y un incremento equivalente en las obligaciones de éste
En oí momento de la transacción, el banquero aumenta sus bienes en el con las "unidades familiares". En términos tle la identidad de los benef
valor fijado por el pagaré del prestatario e incrementa sus obligaciones cios (p. 252). aumenta JA/,,, pero su incivmento es compensado por el i!
f/K h , que se acrecienta en el mismo monto, de manera tal que no se prt
a pagar por un depósito equivalente. En tal circunstancia, no se produce
ningún cambio en el capital neto del banquero sino, meramente, agregados duce ningún cambio en el total de beneficios.
iguales, tanto en el activo como en el pasivo. Sin embargo, a medida que Sin embargo, una expansión (o contracción? de los préstamos bar
pasa eí tiempo, el valor del bien (el pagaré) crece al acercarse su ven- carios puede tener sustanciales efectos indirectos sobre los beneficios. E
cimiento, en tanto que el valor de la obligación (suponiendo por el mo- primer lugar, es probable que una expansión de los préstamos bancaric
mento que el depósito no sea retirado, o, si se trasfiere, se trasfíera sim- haga aumentar eí capital real en poder de los comercios, pues los bieat
líquidos creados por los préstamos se emplean en construir fábricas, con
plemente a otros depositantes del mismo banco) no cambia; por lo tanto,
el capital neto del banquero aumenta, y en esto consiste su proceso de prar maquinaria, provisiones de materia prima u otros elementos del ii
obtención de beneficios. De igual manera, tampoco hay cambios inme- \entario. etc. En términos de la identidad de los beneficios, ha disminuid
diatos en el capital neto del prestatario: se produce, simplemente, un í/p tl . Sin embargo, el aumento del capital físico puede ser compensad
en parte por un desplazamiento operado en los depósitos bancarios rt
aumento equivalente, tanto en sus bienes (el depósito) como en sus obli-
eientementt' creados, hacia las familias. Si incluimos los bancos dentr
gaciones (el pagaré). Si el prestatario retuviera solo el depósito, su capital
de la comunidad comercial, un desplazamiento cu e! total de los dept
neto disminuiría i>u rl monto de los intereses redituados por til depósito, y
sitos, en la dirección de comercios a cuentas familiares, es equivalente
'•1 beneficio del banquero consistiría únicamente en la pérdida del pres-
tatario. Sin embargo, el prestatario no se contenta, por lo común, con con- un aumento en í/Jt h ', el cual hace disminuir el total de beneficios. Si e)
fluimos, en cambio, a los bancos de la comunidad comercial, un despk
servar su depósito y hacer una dádiva de intereses al banco. Éste inter-
/amiento de los depósitos hacia las cuentas familiares, se reflejará en un
cambia el depósito por otros bienes, y mediante el manejo de ellos, a
disminución de rfA/i,, lo cual lambiéu tendrá por efecto Ui disminucJó
través del intercambio y la producción, espera aumentar el valor de sus
de los beneiicios. Una expamiún de los préstamos bancarios, al propo.
bienes totales a una tasa más rápida que afjnella a la cual aumenta la
obligación a pagar contraída con e! banco. Es decir, espera lograr una donar más liquidez a los comercios, eri general, puede tener también *
efecto de alentar la extensión del crédito brindado por los comercios a 1¿
tasa de beneficio más alta que la que tiene que pasar en concepto de
familias, como, por ejemplo, la del crédito en cuotas. Esto, a su ve:
intereses. Surge ahora la siguiente cuestión, expresada en términos ma-
croeconómicos: el beneficio t|ue obtiene un individuo particular —si es tiene un efecto favorable sobre los beneficios, como ya hemos visto. Tan
bien puede producirse una reducción en las obligaciones a pagar vend
que obtiene alguno— ¿representa un agregado neto al beneficio total, o da.
das por los comercios u las familias: si los comercios pueden pedir prestí
en parte, como resultado, una sustracción de los beneficios de los otros
mos a los bancos, tendrán menos necesidad de aumentar sus provisión*
empresarios? Se puede jograr cierta comprensión de este problema con
monetarias, mediante la venta de nuevas obligaciones a las familias. Esi
la ayuda del análisis del capítulo anterior. reducción también produce un efecto favorable sobre los beneficios, \,

Efectos del crédito bancario sobre los beneficios impresión directa sobre la disminución de los beneficios; a causa de est
efecto, el ítem negativo í/ÍC,/ puede ser menor de lo que sería en otr;
Analizando la ecuación (10) de la p. 252, vemos que la creación de condiciones.
Vemos, entonces, que aunque una expansión (o contracción) del en
depósitos bancarios por un préstamo a un comercio no tiene efectos inme-
dito bancario no provoca un resultado directo en los beneficios, pueii
diatos directos sobre los beneficios de la comunidad comercial, pues da
tener un efecto indirecto muy importante, a través del impacto de 1¿
como resultado, simplemente, un aumento igual, en los totales de bienes
modificaciones resultantes en la estructura de los balances sobre los di:
y obligaciones. Si consideramos los bancos como parte de la comunidad
tintos ítem de la identidad de beneficios. De la misma manera, el et'ect
comercial, entonces, el efecto directo de la creación de un pagaré-depósito
causado sobre el empleo es una cuestión compleja e indirecta. En 1
consiste en incrementar el volumen de las cieudas ¡ntercomerciales. Sin
medida en que la expansión del crédito bancario lo permita, un aument
embargo, corno estas deudas se anulan cuando sumamos todos los balances
274 MACHO ECONOMÍA DINERO, DEUDA li 275

del capital físico de los comercios, que no se produciría en otras condi- en el tactor de trasterencia, el monto absoluto destinado a salarios dis-
ciones, tenderá a aumentar el empleo y la producción, suponiendo que minuirá. Sin embargo, sí la expansión de las compras familiares (desde
haya disponibles recursos no empleados. En la medida en que exista una BG hasta B'G') es mayor que la expansión del factor de trasferencia
Uasfereucia de depósitos bancarios a las manos de las familias, originando (desde BF hasta B'F') habrá una expansión absoluta neta de los salarios,
un aumento en los depósitos poseídos por ias familias, puede producirse desde FG hasta F'C'. La probabilidad de una expansión absoluta de los
una expansión en las compras familiares a los comercios, y si hay recursos beneficios brutos (desde AF hasta A'F'} es considerablemente mayor, a
uo empleados disponibles, esto no dará como resultado una declinación causa de la probable expansión del factor de trasferencia y también por-
cu los inventarios de los. comercios, sino más bien un aumento de la pro- que es probable que un aumento en el crédito bancario tenga un efecto
ducción pura remplazar las provisiones de bienes que se agotan más más directo y más inmediato sobre el incremento de la inversión comercial
rápidamente. Este efecto sobre el consumo también tendrá, en ese caso, que el que tiene sobre el incremento de las compras familiares. Es difícil
un resultado favorable en el aumento del empleo. formular proposiciones muy significativas con respecto a las participacio-
Todos estos complejos efectos pueden ilustrarse por medio de un nes relativas; parece haber cierta predisposición en favor de un incre-
diagrama simple c-omo el usado en el capitulo precedente. Así, en la mento en la participación relativa de los beneficios a expensas de los
figura 79, AB representa el aumento del capital físico poseído por los salarios, pero se pueden concebir perfectamente circunstancias en las
comercios ( d Q ^ ) , BC es el aumento en el monto adeudado por las fami- cuales se cumpliría la situación inversa.

T ír Efectos del autillo no bancario


A
B^J? C ,£ !*• G
/ rgrP
«— dQ0-7±Üíttea r * \ La expansión o contracción del crédito bancario es, por supuesto,
/
/ «r. * i \ solo un caso especial de la expansión o contracción general del crédito.
4—,* 4 Su peculiaridad consiste en que una expansión del crédito bancario
B' H'C' E' F1 O' mediante adelantos o préstamos ocasiona una doble creación de crédito:
Fie. 79, Efet'tos distributivos del .sistema bancario. tanto en el balance del banquero como en el del prestatario se escriben un
crédito en el activo y un débito en el pasivo, uno de los cuales (el depo-
sito bancario) es un bien líquido, susceptible de ser trasferido con faci-
lias, a los comercios (dK.^), CH es el aumento del monto adeudado pui
lidad a otras cuentas. Cuando ni¡ banco compra una obligación ya exis-
los comercios u las familias (dK-^'J^HE es el aumento de las provisiones
tente, o cuando una persona privada presta dinero con un pagaré o hipo
monetarias de los comercios (t/A/b), EF representa las distribuciones
lir.i solo se crea un ítem débito-crédito en los balances. Así, si un hombre
comerciales {£)) y BG representa las compras de las familias a los comer-
pide en préstamo a un banco uSs 5.000, en efecto, "libra una obligación"
cios. Entonces, BF es el factor de trasferencia, AF es el total de benefi-
(su pagaré o promesa de pagar u$s 5.000) en primer lugar, y luego "ven-
cios, FG, el tota! de salarios y AG, la renta total. Los efectos posibles de
de" esta obligación al banco, a cambio de otra "obligación"' de u$s 5.00U
un incremento del crédito bancario están representados en la línea inte-
(el depósito bancario) librada por el banco. El resultado inmediato de la
rior, A'G', AB se dilata hasta A'B', BC hasta B'G', dando como resultado
transacción es que el banco tiene ahora un bien de uSs 5.000 (el pagaré)
un aumento en la renta total (producción) hasta A'G'. Las variaciones
que antes no poseía, el cual se registra en su balance bajo el rubro présta-
del factor de trasferencia, BF, dependen, por supuesto, de las fuerzas
mos o adelantos, y tiene una obligación de u$s 5.000 que no tenía antes
relativas del impacto producido sobre los distintos componentes. Fuer-
(el depósito del prestatario); de la misma manera, el prestatario tiene
zas como los posibles incrementos en el crédito del consumidor, las posi-
una obligación de uSs 5.000 (su pagaré) y un bien de uSs 5.000 (el
bles disminuciones en la venta de obligaciones a las familias por parte de
depósito). Ahora bien, si un banco compra un título de deuda existente
los comercios, y también la posible expansión de las distribuciones de
por uSs 5.000, agrega u$s 5.000 a su activo (registrado en el rubro inver-
dividendos, como resultado de una posición de mayor liquidez por parte
siones) y añade u$s 5.000 a su pasivo, en forma del depósito creado por
de los comercios, favorecen la expansión del factor de trasferencia. Fuer-
la compra del título de deuda. Sin embargo, el primer propietario del
zas como una posible pérdida de dinero, causada por un desplazamiento
¡MI la dirección de balances comerciales a balances familiares, favorecen título ha realizado un mero intercambio o írasferenciu de bienes: no se
la contracción del factor de trasferencia. En general, parecería probable añade nada a su pasivo, ni al tota! de su activo, pero el ítem de títulos de
que predominaran los tactores en expansión, y por lo tanto, puede expan- deuda de su balance disminuye en u$s 5.000 y el ítem de depósitos ban-
dirse el factor de trasferencia, digamos, desde BF hasta B'F'. A menos carios aumenta en uSs 5.000. En forma similar, cuando una persona par-
que la expansión en las compras familiares sea mayor que la expansión ticular o comercio pide u$s 5.000 en préstamo a otra, el prestatario libia
2? (i MACROECONOMÍA DINERO, DEl'DA E INTERKS

una "obligación" (su pagaré o compromiso de pago) que vende al pres- provocar, asimismo, u u efecto secundario sobre el balance de
tamista: éste ve disminuir su efectivo en u$s 5.00U e incrementarse sus desplazándose las provisiones de dinero de las familias a los comercios,
documentos a cobrar en u$s 5.000; el prestatario acrecienta su efectivo al permitir que las unidades familiares se mantengan con una cantidad
en u$s 5.0()0 y su pasivo, en la cuenta documentos a pagar, en u§s 5.001). menor de dinero. Esto tiene además un efecto favorable sobre los bene-
La venta de bienes a crédito tiene efectos algo similares sobre los balan- ficios. También puede ocurrir que una mayor facilidad de crédito con-
ces; en efecto, los bienes se compran mediante la creación de un tipo cedida por los comercios a las familias dé como resultado una expansión
inlormal de obligación conocido como cuentas a pagar. Cuando se vende neta en las compras familiares. Se incrementará así la renta nacional y
a crédito un valor de uSs 5.000 de mercaderías el vendedor registra sim- se hará aumentar la proporción de ella que se destina a salarios.
plemente una trasferencia de bienes en su balance, deduciendo uíis 5.000 El aumento en las deudas de los comercios a las familias, por ejem-
del ítem bienes y añadiendo uSs 5.000 al Ítem cuentas a pugar. El com- plo, mediante ía venta de obligaciones a las unidades familiares, tiene
prador registra un agregado igual en el activo y el pasivo, añadiendo un algunos efectos inversos. Aparece de nuevo un efecto directo sobre el
valor de u$s 5.000 en mercaderías a su activo y u$s 5.000 en cuentas a tactor de trasferencia, desfavorable para los beneficios. Probablemente,
pagar, en su pasivo. hay también efectos indirectos: en la medida en que las obligaciones son
Los efectos sobre el empleo y ia distribución de la creación de formas un sustituto del efectivo en las mentes de los jefes de familia, habrá, pro-
di' deuda (crédito} distintas de los préstamos bancarios, también pueden bablemente, un desplazamiento neto del balance de pagos de las provi-
analizarse por medio del instrumento del factor de trasferencia. Asi, la siones de efectivo de las familias a las de los comercios, y un incremento
compra de obligaciones existentes (títulos de deuda) por parte de los de los beneficios a expensas de los salarios. Sin embargo, en la medida en
bancos, hace aumentar la liquidez de las empresas no bancarias y de las que las familias consideran las obligaciones como sustitutos de las pro-
familias a expensas de la liquidez huncariu. Si esto representa una dismi- visiones de bienes, puede haber una disminución en las compras de mer-
nución real de la preferencia por la liquidez por parte de los bancos, es caderías por parle de las familias, de manera tal que se produzca una
decir, si la compra de la obligación no significa tan solo una disminución declinación en la renta nacional, aunque haya un nuevo desplazamiento
di- los préstamos bancarios en un monto equivalente, hay un aumento de la distribución hacia los henelicios. luí tanto la venta de obligaciones
m-to en la liquidez de las empresas no bancarias y de las familias. Si esta a las Familias permita y aliente a los comercios a incrementar sus bienes
liquidez incrementada lleva a una expansión de las acumulaciones comer- reales, sin embargo, aumentará la renta nacional, con un desplazamiento
ciales y de las compras familiares, se producirá un aumento de la renta adicional desde ios salarios hacia lu^ beneficios. Por lo tanto, a pesar del
nacional. El efecto de esto sobre la distribución depende, como antes, en directo efecto desfavorable sobre t-l factor de trasferencia, la venta de
primer término, de la composición del incremento —yendo el incremento obligaciones a las familias, a través de sus efectos indirectos, puede des-
de la acumulación comercia! a los beneficios y el de las compras familia- plazar la distribución hacia los beneficios.
res a los salarios— y, en segundo término, de los efectos sobre el factor
di? trasferencia. La extensión del crédito entre los comercios no tiene
ningún efecto directo sobre la renta nacional o su distribución, pues tal U significación de la deuda y el interés
extensión da como resultado, simplemente, un aumento en las deudas
iutcrcoinerciules y queda anulado en la suma de los balances. Sin em- El análisis anterior esclarece mucho la significación del fenómeno de
bargo, puede tener considerables efectos indirectos. Por ejemplo, puede la deuda en el sistema económico, y también, la naturaleza y significación
permitir un mayor volumen de acumulación comercial que el que se pro- del interés. La función principal del sistema financiero consiste en sepa-
duciría en otras condiciones pues da por resultado un cambio en el con- rar la propiedad del capital real de su control, esto es, permitir a la gente
trol de los recursos, el cual pasa a manos más audaces. Esto incrementará administrar capital real sin poseerlu, y poseerlo sin administrarlo. Como
ai la vez la renta nacional y los beneficios. Piicilr tener también un ya hemos visto, cuando sumamos todos los balances de una sociedad, los
efecto sobre las liquideces relativas de comercios y familias, ya que una activos y pasivos financieros (deudas y obligaciones) se anulan, y nos
facilitación del crédito intercomercial significa que los comercios deben quedamos, por un lado, con el capital real total y por el otro lado, con el
conservar mfcnos efectivo y, por lo tanto, puede haber un desplazamiento total de capitales netos. La maraña de relaciones financieras y cuentas
del balance de pagos, pasando las provisiones de efectivo de manos de los monetarias que se encuentran entre el capital real y su correspondiente
comercios a las di* las familias. Esto provoca una disminución del factor capital neto (propiedad) tiene el efecto de organizar el capitaí real en
de trasferencia y debilita la influencia favorable sobre los beneficios. complejos bajo control unitario que no corresponden a los complejos de
La extensión del crédito de los comercios a las unidades familiares. propiedad. Si no hubiera ningún sistema financiero, ni de deudas, crédito
cumo ya hemos visto, hace aumentar en forma directa al factor de trasfe- y obligaciones, ni activos y pasivos financieros, entonces todo balance
ivnchi v tiene también un resultado favorable sobre los beneficios. Puede consistiría simplemente en bienes reales, por un lado, y capital neto, por
278 MACaOEOONOMIA DINEBO, DEUDA E INTERÉS 279
• >tro. Cada persona tendría que administrar los bienes reales que poseye- tancia concedida a este factor, y la noción de que el cambio económico
ra, independientemente de su capacidad o incapacidad para tal tarea. El general, sea en los precios o en la producción, está condicionado princi-
sistema financiero se ha desarrollado porque la propiedad personal de los palmente por la divergencia entre la tasa de interés del mercado y alguna
bienes reales es un resultado de un largo proceso de accidentes históricos, tasa "natural", es importante aun en los escritos de hombres tan diver-
a través del ahorro y la herencia individual, cuya estructura no guarda gentes como Irviiig Fisher,2 Hawtrey, 3 y el Keynes del Treatise.*. Un coro-
necesariamente una relación con la estructura de las capacidades admi- lario natural de este énfasis teórico en la tasa de interés como un factor
nistrativas o de las necesidades económicas. Una granja, por ejemplo, pue- regulativo, fue la importancia concedida a la política bancaria central,
de quedar, por herencia, en manos de una solterona de edad avanzada, como llave de regulación del ciclo económico. Aun en época tan avanza-
tísicamente incapaz por completo de explotarla. Sin embargo, en la ausen- da como mediados de la década del treinta, los economistas se mostraban
cia de todo sistema financiero, tendría que explotarla por sí misma o no optimistas acerca de la posibilidad de controlar las depresiones mediante
hacerlo de ninguna manera. No obstante, si hipoteca la granja, la propie- el mercado abierto y la política de redescuento de los bancos centrales.
dad "real", es decir, la diferencia entre su valor y el valor por el cual está Sin embargo, la experiencia de la gran depresión constituyó una evidente
hipotecada la granja, puede estar aún en sus manos, pero la explotación demostración de lo inadecuado de estos dispositivos para hacer frente a
de ésta se halla en poder del "propietario-explotador" en cuyo balance una depresión seria, y el interés de los economistas se desvió, de la polí-
aparece la granja como un bien, compensado por la obligación de la hipo- tica monetaria y bancaria, a la fiscal, y se consideró entonces, con acierto,
tí-'cu. Aunque el administrador tiene posesión legal sobre la granja y es que el sistema de rentas públicas y gastos del gobierno es el mecanismo
muy dueño de explotarla cuanto le plazca, no es dueño de la diferencia más poderoso disponible para controlar los pagos y la renta.
entre el valor de la granja y su hipoteca; su capital neto no proviene del Con el instrumental analítico que tenemos ahora a nuestro alcance,
valor de !a granja. En contraste, el capital neto de la propietaria de la quizá podamos proporcionar alguna apreciación sobre qué significa la
hipoteca sí proviene del valor de la granja, pero ella rio asume la respon- "tasa de interés" para la teoría del empleo y la distribución, aunque no
sabilidad de explotarla, dejando de lado cierta responsabilidad implícita nos es posible, en este estadio, evaluar su significado cuantitativo exacto.
en el derecho de entablar un juicio hipotecario. Debe quedar claro, desde el principio, que no existe, estrictamente hablan-
La creación de deudas explícitas o cuentas financieras no es la do, una cosa tal como ía tasa de interés. No solo hay una elaborada
única manera, por supuesto, en que se puede llevar a cabo la separación estructura de tasas de interés para los distintos tipos de valores —valores
entre la propiedad y la administración. También se puede arrendar el a corto y largo plazo, asegurados y sin asegurar, etc.— sino que, además,
capital real; esto es, en lugar de que el propietario ceda el derecho de la tasa de interés misma no es un "precio" objetivo, determinado en el
administración por nú período de tiempo indefinido, cede este derecho, o mercado como se determina, por ejemplo, el del trigo, sino que, más bien,
ciertos derechos específicos, a un arrendatario, por un período de tiempo es una estimación subjetiva de la posible utilidad del valor, proveniente
definido. Sin embargo, un contrato de arrendamiento equivale, desde el de su precio actual y de los retornos esperados. Hay casos, por supuesto,
punto de vista teórico, a un activo-pasivo a corto plazo: el arrendatario como el de los títulos de corte dorado del gobierno y el de los préstamos
agrega a su activo el valor de uso de la propiedad arrendada durante el bancarios a corto plazo, en los cuales las utilidades son tan positivas, que
período especificado, y a su pasivo, la renta contractual que debe pagar la tasa de interés adquiere una máscara de objetividad. Pero como, desde
por ella. El dueño de la propiedad arrendada tendría que sustraer, desde un punto de vista teórico estricto, todos los eventos futuros son inciertos,
un punto de vista teórico estricto, el valor de uso de la propiedad arren- así, todas las tasas de interés, al depender de suposiciones acerca de suce-
dada de su activo, y agregar el valor del contrato de arrendamiento. Por sos futuros, son también inciertas, y, por tanto, subjetivas. El mismo valor
lo tanto, podemos extender, evidentemente, el concepto de sistema finan- al mismo precio, puede representar, fácilmente, diferentes tasas de inte-
ciero, para incluir los contratos de alquiler. rés para distintas personas, de acuerdo con sus distintas expectativas res-
pecto de las futuras utilidades del valor.
La situación se complica aún más por las imperfecciones del mercu-
El ínteres y el empleo do de valores, ya se trate de emisiones de valor recientes o antiguas.
En el período comprendido entre Bohni-Bawerk y Keynes, los econo- Ningún individuo ni ninguna empresa puede pedir en préstamo o prestar
mistas otorgaron una gran atención a la tasa de interés como un factor cantidades indefinidas a una tasa constante de interés; es decir, nadie
determinante, y también como un factor regulativo, de los cambios eeotm-
inicos. El nombre di- \Vicksell ' está especialmente asociado con la hnpor- ~ Irving FishLT. The Purchasing Poict-r of Muneij [El poder adquisitivo del
dinero], Macmillmi, Nueva York, 1912,
3 R. Hawtrey, Currency atuí Cretlit [Circuíanlo y crédito], 3* edición, Long-
1 Knut Wú ki<-H, liitivcst <¡ruÍ Pnces [Interés y preuu¿], traducido por K. mans. Green, Londres, 1928.
F. K'-ilin. Miifinillun, Lundres, 1930. 4 J. M. Kf>nes, A Treatise un Muiieii. Ma^miliau, Luudivs, 1930.
2SÜ MACHOECONOMIA DINERO, DELTDA E INTERÉS 281

puede comprar o vender cantidades ilimitadas de valores teniendo ciertas El precio de los valores, como cualquier otro precio o nivel de precios,
expectativas a precios constantes. Estas imperfecciones del mercado pue- puede expresarse en términos de la identidad de mercado,
den no ser significativas para cualquier individuo, pues éstas pueden Mr,
aparecer solo más allá del punto en el cual el individuo mismo deja volun- P> ~ Sr'n
tariamente de expandir las cantidades que pide en préstamo o qué presta.
Para muchos, quizá para la mayoría de los individuos y las empresas, estas donde ps es el nivel de precio de los valores, S, un índice de la cantidad de
imperfecciones tienen gran importancia, y como ha señalado el Dr. Albert valores pendientes, M, la cantidad de dinero en el mercado, rh es la razón
Hart a el racionamiento de capital puede ser un factor determinante de de preferencia del valor y rm la razón de preferencia de la liquidez. Un
la limitación de la escala de operaciones de una empresa o una familia. aumento en la preferencia por la liquidez, expresado por un aumento de
)•„, y quizás por una disminución de r,, da por resultado una caída de p k ,
En los escritos de la escuela wickselliana la "tasa de interés" se ha
usado, a menudo, como un símbolo de! estado general del mercado de que equivale a un aumento de la tasa de interés.
capitales o. más exactamente, del mercado de préstamos y valores. La Un fenómeno que ha sido dejado de lado, tanto en los estudios teóri-
tasa de interés ha sido considerada como un importante determinante det cos como en los empíricos, es el de la interrelación entre el mercado de
volumen de la inversión ; >.\, también, del monto total pedido en prés- bienes y el de valores. No conocemos el alcance de especialización de la
tamo y prestado. Sin embargo, es beneficioso discutir este problema gente que opera en estos mercados, ya sea que actúe en uno de ellos o
en un conjunto, ni el grado en que los agentes se desplazan de un merca-
explícitamente en términos de las condiciones de los mercados de présta-
do a otro en tanto advierten oportunidades en ellos. El hecho de que
mos y valores, ya que ki estructura de las tasas de interés o de los precios
haya habido épocas en las cuales una inflación en los mercados de valores
tle los valores constituye tan solo una parte de estas condiciones generales
no ha sido acompañada por una inflación en lus mercados de bienes (como
>• no puede tomarse como símbolo del total sin correr el riesgo de caer en en 1927-1929), y épocas en las cuales una inflación en el de bienes (como
un grave error.
en 1936-1937) no ha sido acompañada por una inflación en el de valores
Ks importante, desde el comienzo, trazar una distinción entre dos indica que los dos conjuntos de mercados pueden estar perfectamente
conjuntos de condiciones: la condición del mercado para los valores "anti- separados, desde el punto de vista institucional. N'o obstante, deben exis-
guos" y la condición para la creación (emisión) o retiro de valores. La tir algunas conexiones entre ellos. Esta dependencia —o falta de depen-
relación existente entre estos dos problemas es similar a la que se da dencia- puede expresarse por medio de relaciones funcionales entre las
entre el problema del precio de mercado y el del equilibrio de la produc- distintas i .¡/iones de prefcrcitctn. Supongamos, por ejemplo, que solo hay
ción y el consumo a largo plazo, en el caso de una mercadería. La así tres tipos de bienes: mercaderías .alores y dinero, cuyas razones de pre-
llamada teoría del interés de la "preferencia por la liquidez", asociada con ferencia son r,. rs y rm. Las distintas razones de preferencia están vincula-
el nombre de Keynes. es una teoría del precio de mercado de los valores das por la relación general según la cual se establece aue su suma debe
existentes. No difiere en modo alguno de la teoría general de la "prefe- ser igual a la unidad. Dentro de esta relación general, sin embargo, es
rencia por la liquidez", teoría del precio de mercado, tal como la hemos posible una amplia variedad de relaciones internas. Así, un aumento en
desarrollado anteriormente (pp. 53-59). La tasa de interés de los valores rm pocln'n ser compensado por una caída equivalente en r.; en tal caso, el
con expectativas dadas es una función inversa de su precio: cuanto más c ti h¡" ''"I nrecio quedaría confinado completamente al mercado de valo-
tengamos que dar por un cierto valor dado, menos devengará, para nos- res. Sin -'n.bargo, si un aumento de r,,, originara una caída tanto en r..
otros, la tasa de interés. Por 1.» ¡auto, dada una nóini< a de valores, con rumo i . '• . cualquier movimiento de precios provocado por cambios en
utilidades esperadas dadas, el problema de la tasa di- ¡uterés de estos la.-, pivi, rucias se haría sentir en ambos conjuntos de mercados. En gran
valores y el de su precio son idénticos. En realidad. l,i .¡sí llamada "tasa ".irte ' ' exposición de Keynes acorra de la eficacia de las baias tasas de
de interés" es, simplemente un método de cotizau¡m de los precios de üih'ivs si' i ncuentra un supuesto implícito: el de que el mercado de valo-
los valores, sobre oí supuesto de utilidades conocidas para ellos, y lo que res v el de mercaderías son, de hecho, sumamente independientes, de
se determina en el mercado de valores y préstamos es el precio de los modo que. por ejemplo, un aumento en los precios de los valores (es
valores, y no su tasa de interés. Los empréstitos son, por supuesto, una decjr, una caída en la tasa de interés) puede ser oriirinado inyectando
I orina de valor, simplemente; el prestamista emite, y el prestatario com- dinero a los balances privados o bien estimulando un desplazamiento de
pra un "título de deuda", bajo la forma de un pagaré. la preferencia por la liquidez, sin que se produzca repercusión alguna en
la forma como aumentan los precios de las mercaderías. Hemos visto en
el capítulo 13 que la interrelación de los mercados no afecta, quizás, la
r> A. G. H.irt. "Antidpations, husmeas planníng, uml the i-yule" [Anticipadum.'*.
planeamiento coim-nul > r[ dcl<» econi'nnk-o], (¿uarterly Jüunutl u¡ Econontias, vol. L!, validez general del análisis keynesiano acerca de la utilidad de la infla-
ifbrero, 1937, pág. 3. ción, pues incluso si una inflación producida en el mercado de valores
2S2 M ACHUECO N OMIA DINERO, DEl'DA E INTERÉS 2S3

se extiende al de bienes, esto hará aumentar la eficiencia marginal dei las expectativas que tenga con respecto a las posibilidades de aumentar
capital, aunque solo sea en términos monetarios, y de esta manera alen- sus bienes. En ausencia de incertidumbre, el individuo acrecentará, pre-
tará la inversión, al menos, a corto plazo. sumiblemente, sus obligaciones (y bienes), es decir, contraerá deudas,
hasta el punto en que su eficiencia marginal esperada del capital sea
exactamente equivalente a la tasa marginal de interés. Si hay incerti-
La teoría del interés a largo plazo dumbre, por supuesto, entra en juego el "principio del riesgo creciente" y
la eficiencia marginal del capital debe ser rebajada, por un factor de riesgo
No podemos, sin embargo, contentarnos con la teoría de la preferen- que aumenta con el monto solicitado en préstamo. Este monto, sin em-
cia por la liquidez, como tal, en lo que respecta al interés, porque ésta bargo, dadas las condiciones del lado activo del cuadro, estará inversa-
se ocupa, esencialmente, tan solo del precio de mercado de los valores mente relacionado con la tasa de interés de las obligaciones. Ésta, a su
existentes. El problema de la "producción y el consumo" en el mercado vez, depende del precio al cual puedan venderse los valores dados en
de valores es un problema de índole diferente y más dificultoso. Desde el mercado de valores.
el punto de vista del balance, la creación de valores es un proceso idén- Podemos trazar ahora el vínculo entre la determinación a corto plazo
tico al de "contraer deudas". Este proceso implica, desde un comienzo, de las tasas de interés o de los precios de los valores por la preferencia
inscribir ítem equivalentes en ambas partidas, activo y pasivo, del balan- de liquidez, etc., en el mercado de valores, y la teoría del interés a largo
ce. Así, puedo hacer un pagaré por uSs 1.000: el pagaré mismo es una plazo, que lo equipara a cierto tipo de tasa de rendimiento del capital
partida del activo; la promesa de pagar es una obligación. El mero acto real. Si la tasa de mercado dada por los precios de los valores existentes
de creación de un valor no tendría significación alguna, por supuesto, a está muy por debajo de la tasa "natural", en tanto se halla determinada
menos que el bien representado por el valor fuera vendible, es decir, inter- por la tasa de utilidad de las combinaciones de bienes, será provechoso
cambiable por dinero, y, por lo tanto, por otros bienes. Sin embargo, una para los poseedores de bienes (empresarios) crear y vender valores en
operación de solicitud tic un préstamo puede descomponerse en dos pro- el mercado, a fin de incrementar sus existencias de bienes. El volumen
cesos fundamentalmente diferentes: uno, la creación de un valor, es decir, total de valores aumentará; por lu tanto (por la fórmula de mercado) y
de un activo-pasivo, y el otro, el intercambio (venta) de un activo-obliga- no produciéndose cambios compensatorios, su precio caerá, lo cual sig-
ción por dinero. La confusión de estos dos procesos esencialmente dis- nifica que se incrementarán sus tasas de interés. Este proceso continuara
tintos —comprensible porque ambos son, frecuentemente, simultáneos y hasta que no exista más incentivo para incrementar el volumen de deudas.
porque la posibilidad del segundo es la que da origen al primero— ha Si, en cambio, el precio de los valores es bajo, y las tasas de interés son
contribuido en mucho, no obstante, a la oscuridad de todo este problema. altas, los empresarios se encontrarán demasiado endeudados, cancelarán
rl otorgamiento do un préstamo, en cambio, es un simple proceso de inter- las deudas, el volumen total de valores disminuirá y esto hará subir los
cambio o trasfcrencia do bienes: el prestamista no crea ningún valor, sino precios de los valores y bajar sus tasas de interés,
que cambia, tan solo, dinero por el valor que crea el prestatario. KM su Por lo tanto, si existiera un mercado razonablemente competitivo
balance no hay variante alguna en el total del activo o de! pasivo, en para todos los valores, el concepto de una tasa de interés "a largo plazo"
primera instancia, sino, meramente, una trasferencia del ítem efectivo al tendría mucho sentido v guardaría una estrecha relación con la tasa de
de "documentos a cobrar", o a algún otro ítem que represente una esti- utilidad a larsjo plazo de los "bienes reales", es decir, con la "tasa de
mación de los valores. beneficio". Sin embargo, hay dos cosas que disminuyen la utilidad de
¿Cómo se produce, entonces, la creación (producción) o destrucción un concepto a largo plazo de este tipo. Una son las fluctuaciones suma-
(consumo) de valores? r'Quó es lo que hace que la gente "contraiga deu- mente rápidas producidas en la tasa de beneficio misma y, más aún, en
flas" (emita valores) o "cancele deudas" (retire valores)? Al contraer Ui tasa esperada de beneficio de nuevas combinaciones de bienes. Tales
pna deuda, un individuo (o compañía) incrementa tanto el total de sus fluctuaciones no invalidan necesariamente por supuesto, rl concepto ¡i
bienes como el de sus obligaciones. El valor de las obligaciones aumenta largo plazo, o incluso el concepto de un desequilibrio entre las tasas de
continuamente a medida que se acrecientan los intereses; por lo tanto. interés de mercado y las tasas de beneficio. Debilitan, sin embargo, la
tales obligaciones no serán contraídas, a menos que el individuo crea que utilidad del concepto para la interpretación de la efectiva conducta del
su estructura de bienes puede ser manejada, mediante el intercambio y la mercado, l'na inconsistencia más Fundamental, no obstante, es la que
producción, de modo <aio rinda una tasa de incremento de bienes superior surge de la imperfección del mercado de valores. El mercado de valores
a la tasa de aurnonfo de las obligaciones. La tasa de incremento de bienes existentes emitidos por empresas bien establecidas tiene un alto grado de
es "I,i eficiencia media del capital", cu la terminología keynesiana; la tasa organización, por supuesto, y se aproxima casi tanto a un mercado per-
di 1 incremento cíe las obligaciones es la tusa de interés. Evidentemente, la fecto como es posible. El mercado de valores emitidos por individuos no
disposición del individuo para incrementar sus obligaciones depende de muy conocidos, en cambio, por ejemplo, el de hipotecas y pagarés, está
2S4 MACBOECOXOMIA DINERO, DEUDA E INTERÉS 285

muy lejos de ser un mercado perfecto, Los compradores de estos docu- cíe emplearla para establecer las tasas de interés de los préstamos de los
mentos (bancos, asociaciones de préstamos, etc.) operan, en su mayor bancos comerciales fue, de hecho, aunque no legalmente, una regulación
parte, en un mercado altamente oligopólico, muestran hegemonía de directa de los términos en los cuales podían otorgar préstamos los bancos.
precios y una estructura de precios firmemente convencional. El 5 % La política de mercado abierto es un ejemplo de regulación mediante
tiene algo de sagrado, y las tasas de interés de los préstamos e hipotecas compra y venta de valores por parte del sector público. Exactamente en
bancarias resisten fuertemente cualquier presión hacia arriba o hacia abajo. la misma forma en que una autoridad monetaria puede regular el precio
Como resultado de esto, en este campo, la creación de valores no está blo- del oro, comprando y vendiendo oro a un precio que ha fijado la autoridad
queada por un aumento en la tasa de interés de ellos, sino por su incapa- misma, así se puede regular el precio de los valores —especialmente,
cidad para encontrar un comprador a la tasa convencional de interés. En por supuesto, el de las valores del gobierno— si la autoridad monetaria
forma similar, no se puede desarrollar una expansión en el volumen de los compra y los vende a un precio fijo. En este momento, se podría
este tipo de valores a causa de cualquier declinación en las tasas de inte- decir que los Estados Unidos se hallan, virtualmente, en un sistema re-
rés, sino a causa de un incremento en la disposición para comprarlos, por gulador de títulos públicos, ya que la política del Sistema Federal de
parte de los bancos y compañías de crédito. Reserva consiste en fijar el precio de los títulos del gobierno a través
de las operaciones en el mercado abierto.
Sin embargo, el fin de toda política "monetaria" es igual: expandir
El impacto de la política monetaria o contraer la cantidad total de valores (es decir, de crédito) o modificar
su composición de manera que convenga a los fines de la política social.
Teniendo presentes estas consideraciones, podemos ahora analizar Se puede esperar, razonablemente, que una expansión del crédito incre-
brevemente el efecto de lo que se llama, por lo común, política "moneta- mente el empleo durante una depresión, como hemos visto. Una con-
ria" sobre el empleo, la producción y la distribución. De hecho, el térmi- tracción del crédito, o, al menos, los frenos a su expansión, pueden con-
no política "monetaria" constituye un nombre algo errado, en especial, tener una inflación, si ése es e! problema. Sin embargo, no se puede
mando se distingue la política monetaria de la "fiscal", pues ésta es la que tratar el problema en términos simples, cuantitativos. La clave del gran
ha determinado principalmente la cantidad de dinero, al menos en la dilema de la política de empleo —como conseguir y mantener pleno em-
época moderna. En realidad, lo que habitualmentc recibe el nombre de pleo sin inflación— puede muy bien hallarse en el control cualitativo de
política monetaria es. concret,miente, política "financiera", es decir, accio- la estnictura de crédito. Hacer girar esta llave, sin embargo, es algo que
nes del gobierno (¡ue afectan la estructura y magnitud de los documentos está más allá del alcance o del poder de este libro.
financieros (deudas). En relación con esto, el término "monetario" se
utiliza porque el elemento más importante sujeto al control del gobierno
i s lu estructura financiera del sistema bancario, y los depósitos bancarios
son considerados por sus propietarios, por supuesto, como bienes líqui-
dos, es decir, como dinero. No obstante, no podemos discutir con segu-
ridad el control de los bienes v obligaciones bancarios. excepto como
parte del sistema general de deuda, va que una "línea de crédito", incluso
de crédito comercial ordinario, puede equivaler a un bien liquido en la
medida en que se tome en cuenta su efecto sobre la conducta.
Las autoridades monetarias —se entiende por ellas al tesoro nacional
v al sistema bancario central— pueden afectar, indiscutiblemente, las
i .Midicioncs generales de los mercados de documentos financieros y,
por lo tanto, la creación y destrucción de aquéllos. Las autoridades pue-
den hacer esto, ya sea mediante regulaciones y prohibiciones directas
que imponen ciertas restricciones a la estructura de los balances indi-
\kluales. o bien mediante una intervención del mercado, afectando la
estructura de los balances privados por medio fie compras y ventas por
cuenta del sector público.
BIBLIOTECA u, SALLE
Los requerimientos acerca de la reserva legal de los bancos y las
restricciones al crédito del consumidor son ejemplos de regulación di-
recta. La "tusa bancaria" del Banco de Inglaterra, a causa de la costumbre
ECONOMÍA DEL GOBIERNO 287

trasferencias son de algún tipo de dinero. Las trasferencias positivas son


definidas como aquellas en las cuales el dinero pasa de las manos del
16 gobierno a la propiedad privada, como por ejemplo, pagos de asistencia
y subsidios. Las trasferencias negativas son aquellas en las cuales el di-
nero pasa de las manos privadas a propiedad del gobierno. Los pagos
de impuestos, por supuesto, son trasferencias negativas, y virtualmente,
La economía del gobierno todas las trasferencias negativas son pagos de impuestos.
Uno o dos casos difíciles de definir requieren especial atención. Los
pagos de salarios y sueldos por parte del gobierno no son pagos de tras-
El gobierno interviene en el sistema económico, de dos maneras. ferencia, sino intercambios, aun cuando el bien trasferido al gobierno
En primer lugar, existen los aspectos regulativos del gobierno, por medio a cambio del pago sea un bien intangible. Supondremos, sin embargo,
de los cuales éste ejerce su poder coercitivo para prohibir a las personas que cuando se contrata trabajo, el trabajador produce "trabajo", y vende
privadas la realización de actos ilegales de producción, consumo o inter- este trabajo al comprador, siendo el valor del trabajo (medido por el
cambio. Las leyes antimonopolistas, las de trabajo, las de salario mínimo, salario) parte del valor total de producción o renta. Los pagos gubernamen-
control de precios, trasporte, y otras leyes similares, caen, habitual mente, tales de interés sobro la deuda nacional, sin embargo, representan un
en esta categoría. El segundo aspecto del gobierno puede considerarse problema aún más dificultoso. Ciertamente, suponer que los acreedores
como su aspecto positivo, en el que actúa como un organismo económico de la deuda nacional, por el mero becho de su calidad de propietarios,
más, realizando actos de intercambio, producción y consumo. Nos ocu- "producen" renta que "venden" al gobierno a cambio del paeo de inte-
paremos, principalmente, de este segundo aspecto. reses, parece representar un alcance excesivo del concepto de produc-
ción. En consecuencia, los estadísticos de la renta nacional, habitualmen-
te, consideran los pagos de intereses sobre la deuda nacional como una
Aspectos positivos de ia acción del gobierno pura "trasferencia de pagos", es decir, algo que influye en la distribución
pero no en la magnitud de la renta nacional. Si se sostiene este punto de
Los actos económicos positivos del gobierno pueden clasificarse, a su \-ista, los pagos de intereses sobre la deuda nacional representarán "im-
vez, en intercambios y trasf0rencías. También pueden ser ininortantcs los puestos negativos": pueden tratarse como un subsidio a los acreedores
actos de producción y de consumo del gobierno, a causa de su efecto de la deuda. Teniendo en cuenta ¡ue una gran proporción de la deuda
a largo plazo sobre la capacidad de intercambio del gobierno; pero desde nacional es mantenida por bañen-, y compañías de seguros, esto significa,
el punto de vista de la influencia directa del gobierno sobre el sector en efecto, un subsidio a los depositantes y tenedores de póli?as. Discu-
privado de la economía, la estructura y trasformaciones de los bienes que tiremos más adelante en qué medida representa esto una redistribución
el gobierno conserva en su poder pueden dejarse de lado, sin inconve- real de la renta.
nientes. Un intercambio gubernamental es una transacción en la cual se
produce una trasfercncia de una clase de bienes de una parte privada
al gobierno, y una trasferencia recíproca de otro tipo de bienes, del go- Efectos de la absorción gubernamental del producto
bierno a la parte privada. Además, estos intercambios pueden clasificarse
en ventas gubernamentales, en las cuales se reciben bienes líquidos de Consideráremos, en primer término, el efecto de la actividad guber-
partes privadas y se entregan bienes no líquidos a cambio, y compras namental po-Hu a sobre la producción y el empleo. La influencia más direc-
ííubernamentales. en las cuales se entrenan bienes líquidos a las partes ta del gobierno tiene lugar a consecuencia del hecho de que éste absorbe
nrivadas. a cambio de bienes no líquidos. El gobierno puede realizar producto. En ote aspecto, podemos tratar al gobierno como un tipo
trueques, también, aunque éstos no son cuantitativamente importantes. particular de unidad familiar. Ya hemos analizado este efecto en el ca-
Los intercambios del gobierno deben ser distinguidos cuidadosa- pítulo 13 fpp. 237-238). Si puede postularse aquí una función de absor-
mente de las trasferencias gubernamentales. Un intercambio representa ción privada estable, habrá un "multiplicador de absorción gubernamen-
una doble trasfcreneia de bienes; una trasferencia consiste, simplemente, tal", dependiente de la "propensión a absorber"' marginal privada, y si se
en el traslado de una determinada cantidad de bienes de una cuenta a nos da la función de absorción privada, es fácil calcular cuánta absorción
otra. En su mayoría, las trasferencias del gobierno son de bienes líquidos, gubernamental sería necesaria para obtener cualquier nivel deseado de
aunque puede haber algunas trasferencias de otros tipos de bienes, por producción, como hemos visto en la p. 237. Un incremento en la absorción
ejemplo, asistencia en especie, o algunas formas de contribuciones de gubernamental <| Ue no produjera ningún cambio en la función de ab-
capital. Para los propósitos de esta discusión, supondremos que todas las sorción privada podría recibir el nombre de incremento "neutral". El
258 MACROECONOMIA ECONOMÍA DLL COHILJÍXO 289

concepto de multiplicador es interesante solo sobre la base del supuesto la misma influencia sobre el sistema económico que un aumento espon-
de la estabilidad de las funciones de absorción privada.; no obstante, oí táneo en la absorción familiar que, en, condiciones de oferta elástica
supuesto de los cambios "neutrales" en la absorción gubernamental es muy (producción por debajo de la óptima producción potencial;, hará acre-
improbable. Un aumento en la absorción gubernamental puede hacer que centar la producción, aun cuando la familia tenga un "presupuesto equi-
se acreciente o decrezca la absorción privada a cualquier nivel de renta, librado", por ejemplo, financiando el incremento de su absorción me-
es decir, puede provocar un alza o una baja de la curva de absorción diante la venta de obligaciones.
privada. En el primer caso, el efecto de la absorción gubernamental Un modelo simple para ilustrar la proposición anterior se muestra
se ve reforzado y eu el segundo está compensado por el cambio inducido en la figura 80. La renta privada (!',,) se mide a lo largo de OK a partir
en la función de absorción privada. El caso de la "compensación total" ile Ü; la absorción gubernamental (G) se mide en la dirección inversa,
es interesante; en él. un aumento de la absorción gubernamental produce a lo largo de OL. Entonces, si V, es la renta total ¡producción), leñemos:
una declinación en la absorción privada que la compensa exactamente
y, por lo tanto, no causa cambio alguno cu la absorción total ni en la F( = Yp + (1 (1)
producción. Esto podría muy bien llamarse el caso "rícardiano", pues si suponemos que el gobierno opera con un presupuesto equilibrado y
corresponde a la consideración general de Ricardo acerca de los efectos por lo tanto no hace contribuciones fiscales puras a las rentas privadas.
de un aumento de la actividad gubernamental. Sobre la base del supuesto Así, si V,, — OK. y O — OL. \\ LK. Postulamos ahora una función de
ilc pleno empico continuo o. más exactamente, de un nivel de producción absorción privada estable, indicada por la curva HM, que relaciona la
constante, siempre habrá compensación completa, y será contrabalan- absorción total privada t ^ B ) (consumo e inversión tanto de comercios
ceada una expansión en la actividad gubernamental por una disminución como de familias) con la renta privada, 1 ,„ es decir,
<¡c la actividad privada.
B = 'yl y (2)

Esto es más realista que suponer que la absorción privada es una función
ile la renta total. La renta privada es, por supucso, neta, una vez que
se han pagado los impuestos. Hn la producción de equilibrio, tenemos
y, = c + B (3)
es decir, la producción total debe ser igual a la absorción total espun-
túnea. Se sigue que, en equilibrio,
>-„ = Y. — G = It U)
Por lo tanto, en la íig. SO, si trabamos la línea a 45° a partir de Ü, o sea.
OM, hasta cortar la curva de absorción privada en ¿U, A/K — ÜK ; es el
nivel de equilibrio di- la renta pri\ada. Si se traza una línea similar
desde L, LA', qu<- ajrte a KA/, originada en ;V, KJV — LK es la renta
total, evidentement» igual a B ( K A / ) más C (A/.V).
Fio. SO. Efectos de l;i absorción gubemamei

Efectos del super-w! Q del déficit


Debería observarse que la compensad"'in completa no s ie. i¡-
fiesariamente. de un presupuesto equilibrado- Aun cuando el \alor ue Podemos aUuiu extender fácilmente este ejemplo para incluir el caso
inda la absorción gubernamental fum igual 3 todas las trasferencias en que el gobierno tiene un déficit o un superávit. Hay algunos proble-
positivas netas, de modo que no hubiera aumento directo o disminución mas complejos implicados en la estructura de los déficit y superávit
en los capitales netos privados como resultado de la actividad guber- del gobierno que no discutiremos aquí: tan solo definiremos un déficit,
namental, y un acrecentamiento en la absorción gubernamental diera como una situación en U cual el gobierno recibe menos de lo que paga,
eonio resultado una disminución equivalente en las rentas privadas netas, representando esta diferencia un incremento de la renta, privada. En forma
potlría mostrarse que un aumento en la absorción gubernamental da como similar, un superávit es el excedente de lo que el gobierno recibe con
i exultado un aumento de la absorción total. Esto es previsible, puesto respecto a lo que paga, y por lo tanto, representa una deducción de la
'¡iir si consideramos al gobierno como un tipo particular de unidad fa- renta privada. Un superávit se deduce de los bienes privados, y un dé-
miliar, un aumento cu la absorción gubernamental tiene, en gran medida, ficit se suma a éstos. Asi, si /;" <'.s «1 déficit gubernamental ^ u n superávit
290 MACHO ECONOMÍA ECONOMlA DEL COBiEHNO 291

sería, simplemente, un valor negativo de F), las identidades y ecuaciones ción es igual a A/S, o MK + SK, es decir, B -f F: asi, la ecuación 1^7}
(1), (3) y (4) deben reformularse en la siguiente forma: se cumple. Si trazamos ahora una línea horizontal, RT, de modo que
flr=:OL — G, la absorción gubernamental, y otra linea a 45°, TN, des-
Y, = 1', - G + F (5)
de T hasta cortar KA/, originada en .V, y KL, originada en V, KA' — KV
en equilibrio es la renta total, Y, ; vemos que K.Y = KA/ -j- A/A 7 : ésta es la ecuación (6).
De igual manera, si RM corta a LK. en U', Yp = OK = VK - V\ + OW =
ÍY- 5 + G (6) = Y, — (; -j- F. que es lo que establece la identidad (5).
por lo tanto, En estos diagramas se pueden observar fácilmente los electos de
Y. = los cambios en la absorción o déficit gubernamental. Tomemos, primero,
(7)
un aumento en la absorción gubernamental, desde RT a RT' sin cambio
La identidad (5) establece que la renta privada debe ser igual al valor alguno en el déficit o en la función de absorción privada. Repitiendo
de la producción total, menos aquella parte que es absorbida por el la construcción anterior de la fig. 81, vemos que el efecto es, simplemen-
gobierno, más el déficit gubernamental, representando éste agregados te, el del aumento de la renta total desde KA' hasta KA", que deja sin
a los bienes privados en Forma de valores o dinero. La ecuación (,6) alteración tanto la renta como la absorción privada. Es decir, un incre-
establece, simplemente, en la forma usual, que la renta total en situación
de equilibrio, debe ser absorbida, ya sea por el sector privado o por el
gobierno. La ecuación (7) se deriva de las otras dos. En la fig. 81 se
muestra una representación gráfica de este modelo, tomando como su-
puesto, nuevamente, la estabilidad de una función de absorción privada.
De la misma manera que en la fig. 80, la renta privada se mide hacia

K K-

T" T
Fie. 82. Efectos del cambio en el déficit.

T T mentó de la absorción gubernamental provoca un aumento, simplemente,


de la producción total (renta) en un monto equivalente, en estas con-
Fie. 81. Efectos del déficit gubernamental. diciones, siempre que no haya cambios en el déficit, o sea, si el incre-
mento en la absorción gubernamental se paga mediante alzas en los im-
la derecha, a partir de O y a lo largo de OK, y la absorción gubernamen- puestos netos (trasferencias). Esto es válido solo en condiciones en las
tal, hacia la izquierda, a lo largo de OL. El eje vertical en O se proyecta cuales existen recursos no empleados y fácilmente asequibles, como ocurre
hacia abajo en dirección a R, de modo que O/i — F, el déficit guberna- en todos estos modelos.
mental, romo antes. HM es la curva de absorción privada. Entonces, si Los efectos de un cambio en el déficit, sin cambio alguno en la ab-
trazamos una línea de 45°, RAÍ, desde el punto K, A/ da el punto de sorción gubernamental, se muestran en la fig. 82, donde los símbolos co-
equilibrio, OK es la renta privada de equilibrio, Yp, que por construc- rrespondientes tienen el misino significado que la fig. 81. Suponemos que
292 MACHO ECONOMÍA
ECONOMIA DEL GOBIERNO 203

se produce un aumento en el déficit desde OR hasta OR'. Esto desplaza


rl punto de equilibrio desde M hasta M'. la renta privada aumenta desde dores", tales como los pensionistas y rentistas, hacia los grupos que no
OK hasta OK' y la renta total (producción) se eleva desde KA1 hasta K'A". son altos consumidores; esto reducirá el volumen del consumo en cada
El aumento en la renta privada depende de la propensión privada margi- nivel de renta. Éste es el fenómeno conocido, a veces, con el nombre de
"ahorro forzado", aúneme como cualquier otro concepto de "ahorro", re-
nal para absorber. Si d}'¡, es el aumento en la renta privada, dF. el aumen-
to del déficit y k la propensión privada marginal a absorber, tenemos: sulta insatisfactorio como herramienta cuantitativa. Puede haber también
una creciente situación desfavorable en el mercado de préstamos, refle-
dYp - MQ = MI' + l'Q = RR' + QM ' = dF + kdYP jada en el aumento de las tasas de interés o en un racionamiento más
por lo tanto, estricto de los préstamos. Esto hará disminuir la tendencia a acumular.
La inflación de precios, por otra parte, es probable que aumente directa-
ii ' i 11 in mente dicha tendencia, pues hace desusadamente provechosa la posesión
</> a =
—* A de bienes reales. Esto compensa los efectos de la inflación de precios
sobre ei consumo, y hace de la inflación de precios un método poco
El acrecentamiento en la renta total es O_'N': esto es igual a O A/', ya que confiable para que baje la función de absorción privada.
A/.V — M'\ ~ C. Si í/V, es el aumento en la renta total, tenemos:

./y, = 1 — jfc
mv puede recibir el nombre de "multiplicador del délicit de renta privada
y f/i,, el de "multiplicador del déficit de renta total".
Supónganlos ahora que tenemos un aumento en la absorción guber-
namental que no es pagado medíante un aumento impositivo y que da
como resultado una elevación igual en el déficit. Esto se representa en la
fig. S2, proyectando NT hasta cortar R'T', originada en T". Entonces,
T'T" es el aumento en la absorción gubernamental, igual al aumento en
el déficit, 7T' (igual a RR'}. El aumento en la renta privada continúa
siendo igual a KK' (~ÍY()'}. Sin embargo, el aumento en la renta total
es ahora Q'iV", que es igual a XQ'; es decir, el aumento en la reata total.
1
í/Y,, es igual al aumento en la renta privada, JV,,. e igual a db.
1
La expresión - es el multiplicador usual. Sin embargo, vemos que
1-fe T T H
el multiplicador, en este sentido, se aplica solo al efecto producido sobre
la renta privada por un aumento puro en el déficit o al efecto sobre la Fie. 83. Absorción gubernamental: el niudtlu "ricardiano'
renta total, producido por un aumento igual en la absorción y el déficit
gubernamental. El multiplicador puro del déficit de la renta total, m, s es
Con el lin de que se cumpla la condición "ricardíana", sin embargo
considerablemente menor.
—es decir, que un aumento en la absorción gubernamental, sin cambios
en el déficit, produzca una declinación equivalente en la absorción pri-
El "principio de sobrefinanciadón" vada— debe haber una declinación en la curva de absorción privada, como
resultado del aumento en la absorción gubernamental. Esto es, no solo
Todos estos modelos, por supuesto, muestran un grado de irrealidad debe darse una declinación en la renta privada, sino también una decli-
tanto mayor cuanto más se aproxime el sistema al "pleno empleo", a causa nación eu el monto que el sector privado está dispuesto a absorber a
del supuesto de que la función de absorción privada es invariable. A me- cada nivel de renta privada. A menos que ocurra esto, efectivamente, no
dida que se va alcanzando el pleno empleo, habrá perturbaciones cre- puede haber una reducción en la renta privada, mientras el déficit no
cientes en el sistema de precios, las cuales tenderán a hacer bajar la curva cambie. Esta proposición se ejemplifica en la fig. 83. La construcción
de absorción privada. Asi, puede haber inflación de precios, que tenderán es la misma que la de la fig. &2. Suponemos que se produce un aumento
a desplazar la renta real desde aquellos grupos que son "altos consumi- en la absorción gubernamental, desde l\T hasta RT'. En ausencia de todo
294 MACBOEOONOMÍA ECONOMÍA DEL 295

cambio en la función de absorción privada, la renta total aumentará de absorción privada— para darnos la misma renta total que antes? Esto
desde KN hasta KN'. Ahora bien, si no cambia la renta total por el au- se encuentra, desplazando la línea K.V hasta la posición K'N', en la cual
mento en la absorción gubernamental, debe haber una declinación en la M'N' es igual a la nueva absorción gubernamental, R'TV. Entonces, tra-
curva de absorción privada, desde HM hasta H'A/'. En el nuevo equili- zando la línea a 45° desde A/' hasta cortar a O/í en R' obtenemos el
brio, la renta total es K'/V", igual que antes (K.V); la renta privada ha nuevo déficit, Ofi'. La renta privada es, ahora, OK', y la renta total, K'N',
caído en un monto KK', igual a 77", el aumento en la absorción guberna- la misma que antes.2
mental. La absorción privada real ha caído en un monto igual a Aí'Aí", La conclusión que se desprende de este análisis es interesante y de
que también es igual a la declinación en la renta privada (MM"). Se importancia: si hay un aumento en la absorción gubernamental en ua
observará, sin embargo, que la declinación en el monto de la absorción período de pleno empleo, la única forma en que puede prevenirse un
privada en cada nivel de renta, es decir, el desplazamiento hacia abajo impactu inflacionario es mediante el aumento de los impuestos en un
de la curva de absorción privada misma, PM', es menor que la declinación monto mayor que el valor del aumento en la absorción gubernamental,
de modo que el déficit se reduzca o se incremente el superávit, o de otra
manera, bajando la curva de absorción privada en alguna otra forma
distinta de ht de inflación, por ejemplo, por regulación o racionamiento
directo. Un aumento en la absorción gubernamental durante un periodo
de pleno empleo tendrá un impacto inflacionario aun cuando sea com-
pletamente financiado por impuestos crecientes; debe ser "sobrefinancia-
do" para que sus efectos sean realmente "ricardianos". Esto puede reci-
bir el nombre de "principio de sobrefinanciación".
El principio de sobret inundación también se aplica a un aumento en
la inversión privada en un período de pleno empleo, Aun si la inversión
es financiada en la forma estrictamente ortodoxa de vender valores a las
familias (que es aproximadamente equivalente a tener un presupuesto
equilibrado por parte del gobierno) habrá todavía un efecto inflacionario,
/o. a menos que haya una caída real t-n la función de consumo.

Gobierno y distribución

. El principio de sobrefinanciación. El siguiente problema es la influencia de la acción gubernamental


positiva sobre el sistema de distribución de la renta nacional entre la renta
derivada del trabajo y la renta no ocasionada por el trabajo. El análisis
en !a renta privada. 1 liste desplazamiento hacia abajo no es necesaria-
mente uniforme: en la medida en que sea suficiente el desplazamiento 2 Si dG es el cambio en la absorción gubernamental, y dl\' c-1 cambio en L
hacia abajo en la -proximidad de ?, no tiene importancia lo que ocurra renta priíada, tenemos dG - A/'.N" - A/.V - Q&l = PQ , y rfYp = A/'p.
en el resto de la curva. Si k es la propensión marginal privada a la absorción dentro del ámbito MM
tenemos:
Si se logra un aumento en la absorción gubernamental sin cambio
k =_^ = ^ 0liY = ldG
alguno en la producción total ni en la función de absorción privada, debe M'Q dYf' f k
haber una declinación en el déficit, o, lo que es lo mismo, un aumento en
el superávit. Esto se muestra en la fig. 84, en la cual, nuevamente, la Si üF es el cambio en el déficit, dF = flfi' •=. M'P, de modo que
construcción es como la de la fig. 81. A/ indica la posición original de Q\I dG
K =
equilibrio, con la absorción gubernamental en RT, el déficit en Ofi, la renta M'P + PQ df+dO
privada en OK y la renta total en KN. Supongamos ahora que se pro- es decir,
duce un aumento en la absorción gubernamental hasta RT': ¿a cuánto
df = dG
debe ascender el monto del déficit —permaneciendo inalterada la curva
Cuanto mayor sea la propensión privada pura absorber, menor será la declina
1 Si dC rs 1 1 aumento en la absorción gubernamental, y k, la propensión mar-
don en el déficit (o incremento en el superávit) necesaria para compensar ua au
ginal a la absorción entre V y M, entonces PM' = dG { 1 — k~>. mentó de la absorción gubernamental.
ECONOMÍA DEL GOBIERNO 297
20(i MAriUlECONOMIA

neta, tanto por parte de los comercios como por parte de las familias.
de los dos capítulos anteriores puede habernos preparado para extraer Puede haber, por supuesto, desplazamientos en las provisiones de títulos
algunas conclusiones extrañas, y realmente, se encontrará que hay una am- del gobierno entre las cuentas de las familias y las de los comercios, lo que
plia divergencia entre los efectos microeconómitiis de la acción guber- producirá cambios en K..¿. Estos cambios, probablemente, serán pequeños,
namental y el efecto macroeconómico. En ninguna parte son tan sorpren- sin embargo, y en la medida en que los títulos del gobierno sean bienes
dentes ni tan poco comprensibles, como en la teoría de las finanzas públi-
sumamente líquidos éstos sustitmen al dinero, y el desplazamiento en las
cas las paradojas macroeconómicas.
provisiones de títulos gubernamentales entre las cuentas de las familias
Comencemos por considerar un sistema en el cual el déticit o supe-
y las de los comercios pueden considerarse principalmente como parle de
rávit, en el sentido en que hemos usado estos términos, es igual a cero, la estructura general de las preferencias relativas por la liquidez. Si ésta
de modo tal que no hay aumento neto en las provisiones de dinero o
es bastante estable, no habrá cambio ^preciable t-n K_. con respecto a
valores como resultado de la actividad gubernamental directa; es decir,
esto. Por lo tanto, con mi presupuesto equilibrado, <IK., v í/fC/ pueden
i' — O. Volvamos, en primer término, a la identidad fundamental de
dejarse de lado en una primera aproximación y la identidad (2) se reduce
ahorros de los comercios, de la pág. 250:
a la identidad (11.
<IG,. a c/A/u + í/g,, + í/K,- dK ü ' (1) La identidad de los beneficios totales [ecuación f l Ü ) de la pág. 252]
¿Une modificaciones deben introducirse por la inclusión del gobierno como debe ser modificada, sin embargo, incluso sobre la base de los restringi-
un ítem separado del sistema? Como la identidad se deriva solamente de dos supuestos de esta sección, ya que los beneficios totales deben ser
ahora iguales a los ahorr.os de los comercios más las distribuciones de
la suma de los balantes de los comercios, el asunto se reduce a !a cuestión
éstos más los impuestos netos de los comercios. T\,. Los impuestos de los
adicional de si la actividad gubernamental, como tal, produce directamen- comercios pueden considerarse como distribuciones comerciales hacia el
te en los balances de los comercios ítem no incluidos en los cuatro ante- gobierno. Los impuestos comerciales netos consisten en trasferencias
riores. Los únicos ítem claramente distinguibles, producidos en los balan- netas de pasos de los comercios al gobierno y son iguales a los impuestos
ces de los comercios por la actividad de! gobierno (dejando de lado ventas pagados por las cuentas de los comercios (impuestos a la sociedad, a la,
gubernamentales) son las deudas, tanto al gobierno como de parte de trasfereucia. a la nómina salarial etc.) menos los subsidios recibidos por
el. En lu identidad (1), hemos supuesto que el gobierno era una clase de las cuentas comerciales del gobierno. Tenemos, por lo tanto, para el total
"unidad familiar" > las deudas del gobierno a los comercios y las de éstos dp beneficios, V,
al gobierno pueden incluirse en las deudas familiares. Es deseable ahora
hacer una distinción explícita entre las deudas a las familias y las de v = í/u + D 4- n (4)
estas, propiamente dichas, que seguiremos designando KU, y Kb', y las La cifra significativa, en este caso, sin embargo, no es el total de benefi-
deudas del gobierno y las que se tienen con él, que designaremos Kg y cios antes de los impuestos y subsidios, sino después de ellos, V. Por lo
K/. La identidad di> balance completa se leerá, entonces: tanto, tenemos:
U = A/ b -f Qb -i- K h - K,,' + Ks - Xt' (2) V = V _ T,, = r/Cr. 4- D (5)
y la identidad de ahorros de comercio será: Surge, por lo tanto, una conclusión sorprendente a primera vista: que, en
düh = ¿A/,, + dQtl + Í/KL - JK h ' + dKK - dKs' (3) las condiciones supuestas, la imposición de impuestos a las cuentas co-
merciales no produce efectos directos sobre los beneficios después de los
El monto adeudado por el gobierno a los comercios (K t ) consiste, en su impuestos; cuanto más impuestos sean establecidos a los comercios, mavo-
mayor parte, en títulos del gobierno poseídos por los comercios, aunque res serán los beneficios que se les pagarán, sunoniendo que no haya cambio
el ítem puede incluir algunas cuentas a cobrar. El monto adeudado por alguno en las política* comerciales o familiares como resultado de la
los comercios al gobierno no incluye, probablemente, una gran parte en imposición de impuestos. Se observará que hemos supuesto que se trata
forma de títulos comerciales poseídos por el gobierno, sino que consiste tle un presupuesto equilibrado; en estas circunstancias, un incremento en
i-n cuentas a pagar por compras al gobierno más obligaciones impositivas. los impuestos debe ser compensado, lógicamente, por un incremento
l'nr una convención contable, las obligaciones impositivas incluyen sola- igual en los gastos, Un aumento de los impuestos sin efecto compensa-
mente obligaciones impositivas "corrientes", es decir aquellas a pagar torio alguno reducirá el déficit (o aumentará el superávit , \r lo tanto,
dentro de! año iiscal. Esto, como ya hemos visto, es un hecho de consi- producirá efectos sobre A/,,, Kb, etc. que modificarán los ahorros de los
derable importancia. comercios.
Si no hay délieit o superávit gubernamental, MU habrá ningún cam- Podemos comprender claramente la verdad de la proposición anterior
ii consideramos el efecto de un impuesto sobre la.-, ventas al consumidor.
bio en las provisiones totales de dinero ni en la deuda gubernamental
2flS MACROEOONOMIA ECOXOMLA DEL GOBIERNO 299

Este representa un desplazamiento de los pagos en concepto de impuestos, la contribución impositiva. El impuesto sobre ganancias corporativas, in-
de las cuentas de las familias a las de los comercios. Sus efectos sobre la discutiblemente, ha tenido algún efecto, por ejemplo, aunque es imposible
distribución de la renta son bastante fútiles, ya que tendrá muy poca in- establecer qué cantidad de la "renta de una empresa no incorporada'
fluencia sobre el comportamiento de los comercios. Si se computaran los representa renta derivada dd trabajo, como debiera hacerlo gran parte
beneficios "con anterioridad a los impuestos", mostrarían un incremento de ella, y qué cantidad representa verdaderas ganancias. Sin embargo,
equivalente al impuesto, a causa de la declinación en los pagos de sala- éste es aún un efecto indirecto, que opera por intermedio de la influencia
rios. En este caso, el contable no se molesta en calcular los beneficios con ejercida por el método de calcular los impuestos según las políticas indi-
anterioridad a los impuestos, porque la magnitud del impuesto no depen- viduales, y no en virtud del efecto directo de los impuestos mismos.
de de esta cifra. Los beneficios "posteriores a los impuestos" no son
afectados de manera directa por este cambio, evidentemente. Sin embar-
go, es igualmente cierto eme un desplazamiento de los impuestos familia- Las identidades de actividad del gobierno
res a un impuesto a la renta societaria no provocaría cambio alguno en
los beneficios posteriores a los impuestos solo si el impuesto no ocasionara Procederemos ahora a obtener una identidad de salarios que incluya
cambio alguno en las políticas. Desde luego, el hecho de que el impuesto a la actividad gubernamental específicamente. Si K,,K es el total de la deu-
a la renta societaria varíe con la magnitud de la cifra de los beneficios da gubernamental, poseída por las familias, y K,,B' es el total de las deudas
anteriores a los impuestos, significa que puede producir algún efecto sobre de las unidades familiares al gobierno, podemos ampliar como sigue la
las políticas comerciales, a causa de la forma en que influye en el grava- identidad (6) de la pág. 249:
men del impuesto a las diferentes empresas (lo que podemos llamar la
incidencia microeconómica del impuesto). Estos efectos sobre la política Gh = Mh + Q* — (K* — AV) +0, + K*a — XV (6)
individual serían probablemente mayores aún, en el caso de un impuesto Esto es, el total de capitales netos de las unidades familiares iguala a las
sobre ganancias excesivas o en el de un impuesto sobre ganancias no provisiones de dinero de éstas, más sus provisiones de capital real, más
distribuidas, por ejemplo. Pero incluso el efecto de estos impuestos depende los capitales netos de los comercios, más las deudas netas de los comer-
de sus efectos sobre las políticas comerciales o familiares, y no de los im- cios a las familias, más las deudas netas del gobierno a las familias. Sus-
puestos mismos.3 tituyendo el valor de G,, por el que tiene en la identidad (2) de la pág.
Esto no significa, naturalmente, negar toda eficacia a la práctica de
248, tenemos:
8 La estabilidad de los beneficios después de los impuestos, en condiciones de Gk = .*/„ + A/* + & + & + Ka - A'/ + KH. — AV (7)
un agudo incremento en las recaudaciones impositivas de las sociedades, se muestra,
de manera muy notable, en la siguiente tabla. Esto es, el capital neto total de las unidades familiares es igual a la suma
(En miles de millones de dólares} del dinero y del capital real tanto de las cuentas familiares como de las
Beneficios de las Obligaciones Beneficios de las cuentas de los comercios, más la deuda neta gubernamental pendiente.
Compañías antes impositivas de Compañías después Diferenciando la ecuación (7), tenemos:
Año de los impuestos las Compañías de los impuestos
dG, = dQ, Q* + <iK, - dKa' + dKha - dK,a' (8)
1939 fi,5 1,5 5,0
1940 9,3 2,9 6,4 Esto nos proporciona una expresión para el ahorro familiar, dG^.
1941 17,2 7,8 9,4 El ahorro de la familia, sin embargo, debe ser igual a la renta fami-
1942 21,1 11,7 9,4
1943 25,1 14,4 10,6
liar, Yh, menos el consumo de la familia, C h . y menos los impuestos paga-
1944 24,3 13,5 10,8 dos por las cuentas familiares, T,,; la renta familiar se compone de sala-
1945 19,7 11,2 8,5 rios, W, más las distribuciones de los comercios, Ü, más los ahorros de
1946 23,C 9,6 13,9 los comercios, dG,,, los cuales podemos suponer que pasan a engrosar
1947 31,6 12,5 19,1
194H 34,8 13,6 21,2 lus cuentas familiares. Esto es,
19-19 27,6 10,9 16,7 dG, = W + D + dG, ~Ch~Th (9)
Estimaciones basadas en datos incompletos.
Combinando las ecuaciones (8) y (9) y sustituyendo el valor de dGb en
Fuente: Dep.irlamento de Comercio. Tomado de The Econonac Reparí »f the
<:n/, enero 1950. la ecuación (3) de la pág. 29tí, obtenemos:
Parecería, realmente que t i Estado usa u la compañía como un mero recaudador W = Ch + dQ, + T, t- (dA\ — dKha'} +
de impuestos, y un desplazamiento en los impuestos de las compañías a la renta pri- dK¿] (10)
vada, probablemente no provocaría muchos cambios en la distribución fina!.
»• 1
3(K) MACROECOKOMIA ECONOMÍA DEL GOBIERNO

Supongamos, ahora, que escribimos Las cié la tributación


eLI/A = dAV -A' (11) De estas identidades parecen surgir algunas conclusiones aparente-
donde X es el factor de balance de pagos, es decir, el desplazamiento de mente paradójicas. La primera consiste en que un incremento de los
las provisiones de dinero desde las familias a los comercios, como resulta- impuestos hace aumentar la renta nacional en un monto igual al del
do de un excedente de los ingresos comerciales provenientes de las fami- incremento de los impuestos, de manera que la renta posterior a los im-
lias sobre los ingresos familiares provenientes de los comercios, y £/A/ h ' es puestos no es afectada por el monto de éstos. Ésta es una teoría de la
aquella parte del dinero creado recientemente que se desliza hacia los tributación del tipo de ''la vasija de la viuda' ; cuanto más impuestos haya.
balances familiares. Ks decir, estamos considerando el cambio en las más renta habrá sobre la cual pagar impuestos: una teoría sumarnentt
provisiones de dinero de las familias como si fuera, en parte, un resultado encantadora^ Ksta conclusión, sin embargo, depende de que otros factures
de su balance de pagos con los comercios, y en parte, un resultado de la de las identidades permanezcan constantes. Si el aumento en los impues-
creación de nuevo dinero. De manera similar, podemos escribir: tos no es compensado por un aumento correspondiente cu los gastos y
<lMb = tJMS + X (1-2 j absorción gubernamentales, habrá un aumento en el superávit (o una
declinación en el déficit) que se reflejará en una declinación de las pro-
donde dMhf es el nuevo dinero de los balances comerciales y X es el mis- visiones de dinero o del monto de la deuda gubernamental, mientras que
mo factor de balance de pagos. la renta permanecerá inalterada. Si no se producen cambios en el super-
Podemos escribir, ahora, el factor de trasferencia del capitulo 14 de ávit o en el déficit, entonces el aumento de los impuestos reflejará un
la siguiente manera: incremento en la absorción gubernamental. Si esto no es compensado poi
r s X + D + (d£b -í/K h ') (13) una declinación en la absorción privada, habrá un aumento en la renta
nacional, exactamente en la misma forma en que cualquier incrcmenti:
Podemos simplificar, entonces, la identidad de salarios, (10), sustituyendo en la absorción —sea pública o privada— hará aumentar la renta nacional.
en las ecuaciones (11) y (13). y tenemos: si no es compensado. En condiciones que se aproximan a las de plenc
ir = c\ < / , + dMk' + Th </A O -i" empleo, por supuesto, un aumento en la absorción gubernamental debe
producir una declinación en la absorción privada, sea a través del impac-
Simílarmente, sustituyendo en la ecuación (4; dG* por su valor en la to de los anuncios de aumentos en las tasas impositivas sobre las decisio-
ecuación (3), y haciendo remplazos en (12) y (13), tenemos, para la nes privadas o por medio de los efectos de la inflación o de los controles
identidad de beneficios: directos. Incluso en períodos de subempleo, cuando el anuncio de aumen-
Y ^ (!Qh + dM,' + T* + (dÁ'3 — JA'/J + T (146; tos en las tasas de impuestos provoca una restricción en la absorción fami-
liar de la producción y un planeamiento para tener menores acumulacio-
Sumando las ecuaciones i!4fl) y (14/>), obtenemos la renta nacional: nes. por parte de los comercios, habrá una declinación en la renta después
Pn = dQ, + JQ, + C\ (Tb + T,) + (,/.V.,' + .LM,') -f de los impuestos.
Las identidades ( l-la ') y ( 14/j I pueden rescribirse fácilmente en for-
ma de identidades de "reñía privada", es decir, la renta que queda des-
La ecuación (15) identifica la renta nacional con el consumo y la inver- pués de haber pagado los impuestos, o "renta disponible". Dividimos lo;
sión total privada más el total de impuestos más el aumento total en la impuestos pagados por las cuentas familiares en dos partes: los pagado;
provisión de dinero más el aumento neto en ia deuda gubernamental, l,a por cuentas salariales, 7',,, y los pagados sobre las cuentas de dividendos
distribución de la renta nacional entre salarios y beneficios brutos depen-
de, nuevamente, de su composición modificada por el factor de trasfe- T,\, de modo que
YOiHJla. Los sálanos equivalen a la absorción familiar más los impuestos r,, * r w + r, ríe)
a las familias más los agregados a la provisión de dinero que engruesan Sj \ - W — 1\a los "salarios disponibles', es decir, los sala-
las cuentas familiares más el aumento neto en los valores de la deuda rios después cíe los impuestos, \ ^ V — TI, — T,¡, los "beneficios disponi-
gubernamental, poseídos por las familias menos el factor de trasferencia. bles", es decir, la renta no derivada del trabajo después de los impuestos
Los beneficios brutos equivalen a las acumulaciones de los comercios entonces, a partir de las ecuacium-s f!4<;) y (14Í>), obtenemos:
(inversión) más los impuestos a comercios más el incremento neto en
\\" *= C, - ()„ -i- rM/ l: ' - T + (dK,,, - f/K,,,') -4- T,i (l'a;
los valores dr deuda gubernamental poseídos por los comercios más el
lactor de trasferencia. V = db -i- f /M b ' -r T -r (dKK - dKs') - T¿ (11 b
302 MACHO ECONOMÍA ECONOMÍA DEL GOBIERNO 303

Es decir, permaneciendo constantes los demás factores, un incremento en Es decir, el déficit total del gobierno debe ser igual a la cantidad de
los impuestos sobre los dividendos hará aumentar los salarios disponibles dinero nuevo más el monto neto de los nuevos valores gubernamentales.
u expensas de la renta disponible no ocasionada por el trabajo. Éste Podemos considerar el dinero, por supuesto, como un tipo peculiar de
puede ser el efecto principal de la progresividad del incremento en la valor gubernamental no gravado por intereses. La distribuciún del déficit
tributación impuesta a la renta, sobre la distribución funcional, ya que entre el dinero nuevo y los nuevos valores emitidos es asunto cíe política
probablemente -aunque no necesariamente-, la renta devengada por los gubernamental. Por lo tanto, podemos suponer que dM = aF y que
dividendos es mayor, término medio, que la devengada por el trabajo. En dK — (1 — o)F, donde a es una razón que expresa la política del gobier-
este caso, los demás factores no permanecerán iguales, indudablemente, no con respecto a la financiación del déficit: cuanto más se financie el
pues los impuestos sobre los dividendos pueden muy bien afectar las déficit mediante la emisión de circulante, mayor será a. Tenemos, en-
políticas de distribución de dividendos, y, por lo tanto, al factor de tras- tonces,
ferencia, 7". Si un incremento en los impuestos sobre los dividendos
_ - dK¿ = r dM -f 5 dK
provoca una reducción de éstos, y se reduce así el factor de trasferencia,
el efecto sobre la distribución será reforzado. (19a)
/ + í¿K he -t/K 1 ,,'=(l-r) dM+(\-s) dK
Las ecuaciones (17) pueden simplificarse más, si observamos que
oMh' + dMlt' — dM, o sea, el incremento total de la cantidad de dinero, = (l-b) dF (19M
y que dKe]l -f dKK - dKK}l' - dK.e' es el aumento neto de la deuda gu-
bernamental, (1K. La distribución del incremento en la provisión de dinero donde / j ~ o ( r — .s) -f s puede recibir el nombre de "fracción comercial'
entre las unidades familiares y los comercios, depende de la preferencia dej déficit, y ( I — / ; ) , "fracción familiar" del déficit. Podemos, entonces.
reformular las ecuaciones (14):
relativa por la liquidez, o de las velocidades particulares de las familias
v comercios, y está determinada por las mismas fuerzas que determinan U' = Cb + dQh + (1 - fe) í/F -f T,, - T (2ü a )
la distribuciún de la provisión monetaria, en general Es decir, si conce- V =dQtl + ¿> c/F -f Th -f T (2ÜM
demos un período suficientemente largo como para que operen las pre-
ferencias por la liquidez, la distribución del "dinero nuevo" va no depende y las ecuaciones (7) en la siguiente forma:
de quiénes sean sus recibidores originales. Incluso, si todo el dinero nuevo Wa = Cl; + dQ* -L (1 - fo) rfF + Td- T (21o)
se encuentra, al principio, en manos de los comercios, se dispersará pron- \ n = rfgt, _j_ /7 Í/F _ T.. + r
tamente a través de la economía, por medio del sistema de pagos, y ter-
minará por distribuirse entre los comercios y las familias en la'misma Así como se pueden construir modelos cu los casos más simples
proporción que el "dinero viejo", supuesto que no hayan cambiado las también podemos construirlos cuando intervienen variables gubernamen-
preferencias relativas por la liquidez, en el intervalo. Lo mismo puede tales; la estructura de éstos dependerá de los distintos supuestos que ha-
decirse de la deuda gubernamental: donde existe un mercado libre para gamos con respecto a las relaciones funcionales entre las distintas magni-
los valores gubernamentales, la distribución del volumen total de éstos tudes. Así, podemos suponer que la absorción familiar es una función cU
entre los comercios y las familias dependerá de sus preferencias relativas la renta familiar disponible, Y]1B — W,, -f- D.,, y que la acumulación co-
por la liquidez y por los valores, y esto valdrá también para la distribu-
ción de las provisiones del incremento neto de la deuda gubernamental.
Podemos escribir, por lo tanto, dM¿ = rdM y eB/h'= ( 1 - r ) dAí, don- é , bdF (1 - b) dF
1 •
de r es una razón determinada por las preferencias relativas que tienen A B C D E F G Í K
las familias y los comercios por la liquidez. Similarmente, podemos es- ' l i
Renta nacional
cribir dKK - dKK' = $dKy dK^ - dKhg' - (1 -s) dK, donde s es una
razón determinada por las preferencias relativas de los comercios v fami- Btífielicius luíales Sálanos . ' * ' • • • - \s aisüonibl
lias por los valores. Un aumento en la preferencia de los comercios por 1
1
la liquidez con respecto a la de las familias provocará un aumento en r; 1
Beneficios oiitnir.iUi.-> 1
un aumento en la preferencia de los comercios por los valores con res- 1
pecto a la de las familias producirá un aumento en .?. Tenemos también, 1
Renta disp jiiiole
ahora, siendo F el déficit total, 1
1

dK = F (18) FK:. S."> Gobierno v üistiibudón.


304 MACHOECOXOMIA

mercial es una función de los beneficios disponibles: de estos supuestos


se pueden obtener determinados sistemas, suponiendo que están dadas
F, /), etc. Se puede poner en duda, sin embargo, el grado de utilidad de la
construcción de tales modelos de equilibrio estático, ya que es muy contro- 17
vertible que puedan descubrirse funciones lo suficientemente estables corno
para constituir la base para sistemas dinámicos de ecuaciones diferenciales.
No obstante, las identidades anteriores pueden usarse como una he-
rramienta útil para los análisis aproximativos. La interpretación diagrama-
Una nota final
tica de la fig. 85 puede resultar provechosa. La renta nacional (el dinero)
es AK, y se compone de impuestos (AB, pura los comercios, y HK. para
las familias); el déficit (BC para los comercios, GH para las familias); El objetivo principal de este trabajo no ha sido el de exponer res-
acumulaciones comerciales, CD; y absorciones familiares, DG. DF es el puestas definitivas para problemas de política social; su propósito ha sido,
factor de trasferencia, T; EF, los impuestos sobre dividendos, TV Enton- más bien, el de desarrollar métodos de análisis, antes que aplicaciones.
ces, AF es el total de beneficios, FK, el total de salarios, BE, los benefi- No obstante, es posible esquematizar brevemente algunas de las conclu-
cios disponibles y Eli, los salarios disponibles. BU es la renta nacional siones que arroja nuestro análisis sobre los problemas económicos.
privada (disponible). Debe observarse que la abwrcwn gubernamental
total es igual al total de impuestos más el déficit total, esto es, igual a
Cibernética de la economía
-\C -f- GK. Si hay una reducción en los impuestos sin cambio alguno en
la absorción gubernamental, habrá un incremento equivalente en el dé- Para el mundo occidental, e! problema más crítico de la política eco-
ficit total, (¡ue dará como resultado expansiones proporcionales correspon- nómica es el de si las amplias fluctuacioik's en la producción y el empleo.
dientes en BC y (.'.¡I. que han caracterizado su historia, pueden reducirse a dimensiones tole-
Cuando nuestro modelo está en equilibrio, todas las distintas mag- rables. Se trata esencialmente, tle un problema de "cibernética", para usar
nitudes deben ser consistentes. Por ejemplo, si Li acumulación comercial la palabra acuñada por el Di. Wiener.1 l r n capitalismo sin restricciones
es una función de los beneficios disponibles, el total de beneficios dispo- ni limitaciones muestra Fluctuaciones complejas e irregulares en sus agre-
nibles />/',, tiene (jue dar como resultado una acumulación comercial de gados básicos, que son sintomáticas de una ausencia de mecanismos ho-
Í'D. Si la absorción familiar es una función de los salarios disponibles, meostáticos adecuados. Lo qni j ni'cesií.i el sistema, evidentemente, es un
o de la renta total disponible, DG debe ser consistente con EH, o BH, etc. '"regulador" o "termostato" de adecuada sensibilidad. El mismo Dr. U ' k i K ' i .
El tratamiento ampliado de estos posibles modelos escapa, sin embargo, como la mayoría de los científicos naturales, subestima el grado de ho-
del ámbito de este trabajo. meostasis o capacidad de autorregulación que hay en una economía de
mercado libre, y más bien, se siente agraviado por la falta de disposición
del hombre para comportarse como la materia. No obstante, el desarrolla
de una mecánica cibernética adecuada para una economía libre, que no
'• *. .
alcance estabilidad solo al precio de la tiranía o el estancamiento, es un
• proyecto de primera prioridad, quizás solo superado en urgencia por la
necesidad de desarrollar mecanismos cibernéticos similares para la esta-
- bilización de la paz. Evidentemente, estos mecanismos deben provenir de

\\•
>
•••'. .
- '.. l f v<
la gestión gubernamental, ya que el gobierno es el único organismo qiu-
tiene el poder de actuar como regulador. El mecanismo mismo, sin em-
bargo, es complejo, y ni las señales para la acción, ni las acciones mismas
pueden ser identificadas fácilmente.
PECA La forma mas simple dt- mecanismo cibernético es el regulador u
termostato, que siempre pone en juego fuerzas tendientes a restaurar el
equilibrio constante en el sistema que controla. Asi, un regulador retarda
.1 Li máquina que corre tU-masiail» rápido y acelera a aquella que corre

1 N'oibcrt \\ifiitr, Julm U i l c y & bu¡i¡,. \ n e \ York,


306 MACBOECONOM1A UNA NOTA F I N A L 3ü7

muy lentamente. En forma similar, un termostato opera para elevar la del "plan de impuestos ajustable" deschpto en mi Economics of Peaces
temperatura de la casa cuando está demasiado fría, y para hacerla des- I'na declinación en el total de pagos podría ser seguida, automáticamen-
cender cuando está demasiado caliente. Todos los mecanismos ciberné- te, por una reducción en los pagos de impuestos, y un aumento en el
ticos implican un ciclo de algún tipo; la amplitud del ciclo depende, sin total de pagos, por un aumento en los pagos de impuestos. Para decirlo
embargo, de la sensibilidad del mecanismo. Si el mecanismo es insensible de otra manera, los cambios en las velocidades de pagos pueden com-
puede haber un ciclo considerable. Una caldera de encendido manual pensarse mediante cambios de la cantidad de dinero del sector privado:
tiene un termostato en el mismo fogonero, que reacciona —habitualmente, si las velocidades de pagos aumentan, esto puede ser compensado dismi-
en forma bastante lenta— frente a las temperaturas superiores a la óptima nuyendo la cantidad de dinero que se encuentra en manos privadas, me-
bajando y revisando el tiro, y frente a las temperaturas inferiores a la diante un mayor superávit de efectivo del gobierno; si las velocidades de
óptima, bajando y apaleando carbón. Sin embargo, como las reacciones pago disminuyen, esto puede compensarse mediante un déficit de efec-
de un fogonero son lentas, sus actividades darán por resultado, probable- tivo del gobierno.
mente, un ciclo de temperatura considerable, aunque irregular, y la casa Sin embargo, los pagos no son producción ni renta, y sería bastante
estará la mayor parte del tiempo demasiado caliente o demasiado fría. posible tener un volumen de pagos estable dentro del cual la producción,
Un fogonero automático es un cerebro más especializado que pone en la renta y los precios fluctuaran violentamente. La cibernética económica
movimiento la caldera en el momento en que la temperatura cae por de- implica, por lo tanto, más que una simple operación de regulación: se
bajo de la óptima y la detiene en el momento en que la temperatura se parece más a la cibernética del piloto automático, ya que implica al me-
eleva por encima de la óptima. Hay todavía un ciclo de temperatura, pero nos dos mecanismos, y quizás, más de dos. N'o basta estabilizar los pagos
es lo suficientemente pequeño como para que sea difícil observarlo. Debe por medio del déficit-superávit; puede ser necesario estabilizar la pro-
tenerse en cuenta que un termostato demasiado sensible y demasiado ducción y la renta mediante fluctuaciones en la absorción gubernamental.
poderoso también pondrá en movimiento fluctuaciones de una naturaleza Esto representa un problema político y social mucho más difícil de tratar,
similar al "fenómeno de la ola", siendo eí movimiento hacia el equilibrio ya que cuesta más efectuar cambios rápidos en la absorción gubernamen-
demasiado violento, y llevando al sistema más allá del punto de equili- tal (excepto, irónicamente, en tiempos de guerra) qiíe hacer cambios
brio en oscilaciones que pueden ser, incluso, de amplitud siempre cre- rápidos en los pagos gubernamentales. No obstante, H problema debe ser
ciente. abordado, ya que no podemos suponer que las fluctuaciones de pagos
Es tentadora la idea de aplicar esta analogía al sistema económico, puedan sustituirse totalmente por las fluctuaciones en la absorción.
con sus oscilaciones de inflación y deflación, y argüir que todo lo que se Otra solución posible consiste en hacer al nivel de absorción guber-
necesita es un "regulador" que opere en forma inflacionaria cuando se pro- namental lo suficientemente grande como para que dé por resultado una
duzcan deflaciones en el sistema, y en una forma deflacionaria, cuando "economía de presión" en la cual la absorción total planeada esté siempre
haya inflaciones en el sistema. El viejo patrón oro fue, por supuesto, un presionando sobre el rendimiento, regulando entonces la economía por
mecanismo de este tipo. Una deflación, al hacer desusadamente prove- medio del control directo del consumo o de la inversión privada. En cierto
chosa la producción de oro, se corregía, eventuafmente, a sí misma, me- sentido, ésta es la solución socialista, como se lia observado en forma
diante un incremento en la producción y provisión de oro, y una inflación, extrema en Rusia y, en forma menos aguda, en Inglaterra. Sin embargo,
al hacer poco provechosa la producción de oro hacía mermar la producción si la absorción gubernamental es demasiado grande, la restricción de Li
y provisión de él. Existe alguna evidencia de que este mecanismo actuó, actividad privada, que lleva consigo tanto en el consumo como en la
efectivamente, en el siglo diecinueve; sin embargo, operó con mucho vc- inversión, se vuelve gravosa y nociva para el bienestar general de la eco-
traso y estuvo sujeto a toda clase de irregularidades extrañas. Los dis- nomía. Esto es, evidentemente, cierto con respecto a Rusia, donde la
tintos sustitutos propuestos, tales como el bimetalismo, el sistema pluri- ideología inhibe la actividad empresarial, incluso aquella de tipo más
metalista, el sistema combinado, e incluso el plan de impuestos ajustable deseable, desde el punto de vista social, y puede ser cierto aún respecto
son, principalmente, propuestas para incrementar la sensibilidad del me- de Inglaterra. Puede muy bien ocurrir, sin embargo, que una ampliación
jcanismo regulador, y como tales, por supuesto, son todas buenas, ya que bastante pequeña de la absorción gubernamental pueda dar como resul-
parece haber poco peligro de obtener un "regulador" demasiado sensible. tado una situación donde la mayoría de los beneficios de la empresa
El análisis de este libro indica, sin embargo, que el problema puede privada sean contenidos, sin riesgo de depresiones severas. Esto es par-
ser mucho más complejo como para poder resolverse por medio del sim- ticularmente cierto, por supuesto, cuando el "multiplicador gubernamen-
ple mecanismo regulador mencionado más arriba. Sería bastante fácil tal" es grande, como puede ocurrir en nuestra sociedad. Una absorción
para el gobierno regular el volumen total de pagos, dentro de limites ra- gubernamental del 2U '/'< de la renta nacional, en vez de la absorción
zonables, por medio de su propio sistema de pagos, dundo rápida y ade-
mada información acerca de! volumen total de pagos. Éste es el objetivo 2 Bouldií:',;, The L.i:vnumL'!, u¡ Peace, N u t v a Vurk, 1945, pág. 161.
UNA. SO'IA 1'INAL
MACROEOON'OMÍA

control de precios de salarios, ya que no hemos desarrollado, evident


del 11-12 ','< que tuvo lugar, aproximadamente, en la década del treinta, mente, hasta ahora la habilidad administrativa necesaria para hacer (
podría proporcionarnos con facilidad una economía elástica de "presión la regulación gubernamental del precio un sustituto adecuado del mt
moderada", que podría regularse sin controles severos.
cado libre.

Inflación secular
El futuro del capitalismo

Queda en pie, sin embargo, la cuestión acerca de si evitando el Escila Otro problema sobre el cual arroja alguna luz el análisis presenta*
del estancamiento secular no caeremos en el Caribdis de la inflación se- en este trabajo, es uno que ha concernido, en gran medida, a los ecos
cular. Éste es un problema que no ha sido enfrentado adecuadamente por mistas clásicos, y que, sin embargo, ha sido inexplicablemente dejado
la mayoría de los kcynesianos, aunque Keynes mismo le otorgó una impor- lado por gran parte de la moderna economía. Es el problema de lo q
tancia no exenta de intranquilidad. De acuerdo con Keynes, la "verdadera ocurre con la distribución de las participaciones "en el progreso de
inflación" no comienza hasta que no se produce pleno empleo, pero mucho sociedad". Deben desaparecer los beneficios, finalmente, a medida q
antes de alcanzar este estadio, pueden aumentar los precios en la mayor continúa la acumulación y ¿existe, en consecuencia, una contradice!
parte de la economía, a causa del problema "del embotellamiento"; la interna dentro del capitalismo que sella su destino histórico? ¿Es posil
inmovilidad de los recursos lleva a ofertas inelásticas y, por lo tanto, a que podamos mantener pleno empleo en estado estacionario? Diftí
precios ciecientes en lugar de producciones crecientes, industria tras in- mente haya problemas mas importantes para ser resueltos en el mun
dustria, a medida que aumenta la demanda. Con respecto a esto, la ex- occidental. El análisis del capitulo 14, en particular, aclara algunos pi
periencia de 1936-1938 es desalentadora. En esa época, una recuperación ttis dudosos relacionados con esto. Está claro que no puede haber tutu
de la producción comenzó a eliminar la inflación del precio de los salarios a la larga, para los ahorros comerciales, como se desprende de la íd(
con altos niveles de desocupación, y el intento de contener la inflación de tidad de ahorros comerciales ( S ) , de la pág. 250. A largo plazo, no put
precios llevó, en realidad, a la deflación de la producción más aguda, re- darse un aumento perpetuo en las provisiones de dinero de los comerci
gistrada hasta entonces. En nuestras instituciones económicas existen fuer- o en el monto neto de l¡i deuda de las familias a los comercios y, en
zas poderosas, a largo plazo, que promueven inflación secular. Es más estado estacionario, no puede haber acumulaciones comerciales a lai
fácil manejar una economía que. tenga un sistema laboral y agrario alta- plazo. Puede haber variaciones a corto plazo en todos estos ítem, pen
mente organizado, cuando el nivel monetario general aumenta lentamente, líendo alternancias entre periodos de ahorros comerciales y periodos
ya que esto proporciona un medio ambiente en el cual es relativamente LI horro comercial negativo, pero estas variaciones deben anularse, a
fácil satisfacer las necesidades sociales de lograr "triunfos" que experimen- larga. Por lo tanto, el ahorro comercial, como todo ahorro, debe desa;
tan estos grupos. Una caída en el costo de la vida es, para el individuo, tvcer en la etapa estacionaria y el egreso debe ser igual a la renta. E
algo que le acontece; un aumento en los salarios monetarios es algo que, un significa, sin embargo, que también deban desaparecer los beuefic
obtiene, y al cual se reconoce, habitualmente, un mérito apropiado. Por IV la identidad de beneficios ( 9 ' . de la pág. 251, se desprende que í
lo tanto, como el efecto de un cambio en los salarios monetarios sobre Cuando los ahorros comerciales (dG,,) sean iguales a cero, los benefk
el empleo es tan complejo que es casi imposible predecir incluso su di- pueden continuar siendo positivos en tanto se distribuyan, de acuerdo <
rección, no se puede ejercer ninguna presión social efectiva que conduzca el principio de la "vasija de la viuda". Por lo tanto, el esquema de <
a una reducción de los precios de los salarios, aun en épocas de desempleo. tribucion en el período estacionario es bastante indeterminado, exce
En consecuencia, las fuerzas políticas y M" ¡uli". indicarían, ciertamente, en la medida en que está determinado por la política de dividendo
que una política de pleno empleo favorecer!:; la inflación secular en el consumo empresarial. No hay necesidad de que los beneficios desaparea
sistema económico. Hemos tenido tan poca exp-'ríencia de este fenómeno en tanto los comercios estén dispuestos a distribuirlos.
en los Estados Unidos, donde no ha existido una tendencia secular en el Es una cuestión difícil de decidir la de saber cuál es, exactume:
nivel de precios durante bastante más de un siglo, que probablemente, la política deseable con respecto a estas distribuciones. En general.
t puede afirmar que la proporción de la renta nacional destinada a be
estamos demasiado ciegos para los problemas que pueden surgir, por ejem-
plo, en el terreno de los seguros, pensiones y seguridad social. También ficios debería ser el imnmunn consistente con el funcionamiento eficíe
de un sistema de libre empresa. Donde se halla ese mínimum, sin (
existe un problema con respecto al grado en que los efectos favorables de
burgo, es un problema difícil de resolver. En una etapa estacionaria,
la inflación se deben a su carácter inesperado. Si este factor es importante,
concebible un sistema de libre empresa en el cual no haya benef:
la inflación tendría que acelerarse para ser efectiva, ¡una perspectiva
alguno, es decir, en el cual toda la renta sea renta del trabajo y c¡
muy poco agradable! Por otra parte, no desearnos, por cierto, llegar a la
empresa se mantenga por el proceso de la simple "humeostasis del bal
conclusión de que una política de pleno empleo solo es posible con un
aiü MACHOKCONOMIA

ce". Sin embargo, la existencia del cambio y de la incertidumbre, junto


con la posibilidad de una retracción de los empresarios hacia los bienes LA TEORÍA DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
líquidos significa que es necesario cierto nivel medio de beneticios para
que el sistema opere a su nivel de rendimiento potencial. Así, la desapa-
rición de los beneficios en 1931-1932, causada pur desinversiones comer- LOS FRUTOS DEL PKOGREtíO Y LA DINÁMICA DE LA DISTRIBUCIÓN
ciules (una dQu negativa), declinación del precio y una cautelosa política Por KENNETH BOUI.DLNC
de dividendos, llevó u serias perturbaciones en la economía y a un desem- Universidad de Michigan
pleo general. Los métodos de este trabajo no son adecuados para descu-
brir qué es lo que determina la tasa óptima de beneficios. Es alentador,
.
sin embargo, descubrir que, cualquiera sea la tasa, no hay razón alguna Los economistas clásicos dedicaron mucha atención al problema de
para que no pueda ser alcanzada. lo que ocurre con las distintas magnitudes tle un sistema económico "en
La importancia de las distribuciones de los dividendos en la deter-
el progreso de la sociedad", especialmente con la estructura de precios
minación de los beneficios hace surgir, nuevamente, la cuestión acerca
relativos y la distribución de las participaciones. Esto es lo que Baumol
de si debería agregarse al arsenal de las armas políticas un impuesto sobre
llamó, ocurrentemente, la "dinámica magnifica". Desde la época de Mili,
beneficios no distribuidos (es decir, un impuesto sobre los ahorros comer- sin embargo, los economistas se lian preocupado por desarrollar teorías de
ciales}. Las dificultades administrativas de un impuesto de este tipo son equilibrio y estática comparativa, e incluso, el reciente resurgimiento del
considerables, a pesar de que podría revelarse como una pieza del aparato interés por la dinámica, como resultado del uso cíe ecuaciones diferencia-
de control desusadamente valiosa, para evitar la desaparición de los be- les (en especial, por parte de Samuelson) se ha confinado u problemas "de
neficios cuando declina la inversión comercial. pequeño alcance", más bien que de amplio alcance. Más aún, la muerte
A medida que nos aproximemos a la etapa estacionaria, por supuesto, de la teoría del fondo de salarios dejó en ruinas a la dinámica clásica, y
la producción st- acercará más y más al consumo. Por lo tanto, puede ser ninguna teoría macroeconómica adecuada de la distribución ha llenado
muy importante aumentar la función de consumo mediante un estímulo
directo, ;i través del sistema de impuestos, o mediante la expansión de la nunca el claro.
El problema do llenar este claro no es solo de interés académico. Uno
absorción comercial. Ciertamente, no parece haber razones por las cuales de los principales atractivos clel marxismo es que tiene una dinámica pro-
no se pueda ajustar la función de consumo al nivel que arroje la produc- pia magnífica. La debilidad del marxismo, como también de la teoría clá-
ción óptima, incluso sin ninguna inversión neta. En consecuencia, no pa- sica a la cual se parece en muchos aspi ctos, es evidente tanto eu la lógica
rece haber una razón absoluta para que una. sociedad de libre empresa, como en la práctica. Lo que ocurre, simplemente, es que las cosas no han
adecuadamente modificada, no pueda sobrevivir a su propio éxito en la resultado de la manera que lo predijeron'Marx o los economistas clásicos.
acumulación. Determinar si puede, de hecho, sobrevivir, nos llevaría más Los salarios nú se desplazaron a un nivel de subsistencia, sino que la pro-
allá de los límites de la economía, en la dirección de la dinámica total de porción de la renta nacional destinada al trabajo es casi estacionaria, o
la ecología social, perú, al menos, podemos mostrar, por medio de la eco- incluso, muestra pequeños incrementos, trente a un enorme crecimiento
nomía, que la tarea de preservar una economía libre no es económicamente de la renta nacional. Los beneficios no revelan ninguna tendencia signifi-
imposible. Esta nota de vacilante optimismo puede muy bien servir de cativa para reducirse, a la larga, incluso trente a las enormes acumulaciones
conclusión a este trabajo. de capital. El arrendamiento no ha aumentado a expensas de los frutos del
progreso, sino que se ha convertido en una parte cada vez más insigni-
ficante de la renta nacional. No obstante, todos los hechos del mundo nú
parecen ser adecuados para demoler una teoría elegante y atractiva. Solo
otra teoría puede destruir a una teoría, y ese atractivo intelectual del mar-
xismo depende, en no escasa medida, de ta debilidad que ofrecen las teorías
alternativas clel cambio a largo plazo.
No podemos esperar reconstruir en media hora, de la nada, una de
las áreas principales de la teoría económica. \ obstante, es posible in-
dicar, al menos, los problemas que debe tratar una dinámica magnifica.
El principal problema es el del impacto del progreso sobre la estructura
de la villa económica. Debemos preguntarnos, por lo tanto, cuáles son
los componentes significativos tle la estructura, a los efectos de nuestro
r*l i
TE'íRÍA DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA oJ
312 MACHOECON'OMIA

de la distribución, que se ocupa de los determinantes del número de per-


propósito. Supongamos que tomamos el atajo consistente en delinir el
sonas que se encuentran dentro de distintas categorías de volumen de renta
progreso técnico como un aumento en la renta real per cápita de una
sociedad. Hay grandes dificultades concernientes a índices numéricos en o distribución personal. Existe también otro problema relacionado: el de
tal definición, pero es la única que parece ofrecer una esperanza de aná- los determinantes de las participaciones en la distribución funcional; es
lisis cuantitativo. Entonces, el problema de la dinámica, a la larga, tiene decir, la proporción de renta que se asigna al trabajo, a la tierra y al ca-
que ver con los determinantes de los cambios en la distribución de La pital, o a cualquier otra categoría interesante de renta funcional. El víncu-
reata total, entre las distintas categorías significativas, a medida que au- lo entre estos tres aspectos de la distribución es la distribución de la riqueza.
menta la renta total misma (o disminuye, por supuesto). esto es. de distintos tipos de bienes, entre los diferentes propietarios o
El foco principal de este artículo es el problema de la distribución ijrnpos de propietarios. Suponemos que la renta de cualquier individuo
con respecto a las participaciones funcionales. \ obstante, debería ob- proviene del empleo productivo de los bienes que posee. Incluimos, por
servarse brevemente que muchas otras distribuciones de la renta son re- supuesto, las mentes v los cuerpos entre los bienes; de modo que la renta
levantes pura el problema general de las relaciones recíprocas entre la del trabajo se considera derivada del empleo tle un bien, como cualquier
estructura y el crecimienU). Se lian realizado trabajos interesantes como otra forma de renta. Entonces. l;t renta de cualquier individuo es la suma
el de Colín Clark, por ejemplo, acerca de los efectos del progreso econó- de las rentas une reeibe de sus distintos bienes, y cada una de éstas es
mico sobre la distribución de la renta, por parle de la industria de la c u a l ¡Cual a la cantidad del bien noseído multiplicada por la renta ñor unidad
procede. Aquí tenemos la famosa proposición acerca de que en el curso de bien. Por lo tanto, dada la renta por unidad de bien y la distribución
del progreso ecimómico las industrias primarias (por ejemplo, la agricul- personal de bienes, calcular tanto la distribución personal de la renta
tura) sufren una declinación relativa, y que en estadios posteriores, aun por ampos de niveles distintos, como la proporción de renta destinada
las industrias secundarias (manufactureras) pueden declinar con respecto n cualquier factor de bien particular, ns una mera cuestión de aritmética.
a la rama de los servicios terciarios. Por lo tanto, parecería como si el problema de la distribución fuera una
Otra cuestión muy interesante es la de la estructura del cambio técnico mera cuestión de teoría de precios, ¡unto uuizás con algunas notas de la
mismo, su influencia sobre las tasas generales de crecimiento y las con- dinámica de la herencia y distribución de la propiedad. Es un hecho bien
secuencias estructurales de él. La clasificación de las mejoras técnicas en conocido, por ejemplo, que la propiedad tiende a cnncentrarse en las ma-
ahorros de trabajo, ahorros de tierra y ahorros de capital tiene considerable nos de clamas solteras de edad avanzada, que un sistema de primogenitura
importancia aquí. Desde el punto de vista del crecimiento de la renta per v de casta concentra la propiedad, en tanto la división equitativa entre
cápita, las mejoras consistentes en ahorro de tierra, que permiten un mayor los hijos y la movilidad de clases tienden a dispersarla.
producto por acre, pueden constituir un prerrequisito del desarrollo eco- Si la dinámica di- la distribución de la propiedad puede entregarse
nómico. Se podría considerar, incluso, una categoría especial de mejoras o extenderse, así, sumariamente, a los sociólogos, parecería entonces que
en el ahorro de espacio, de la cual formarían parte las mejoras en el ahorro la sendo distribución en el sentido de Cannan os la médula del problema.
ile tierra y las mejoras en el trasporte. El significado principal de éstas es, Sin embargo, no se trata, como podría parecer, de un simple problema
en primer lugar, el impacto de las mejoras en el ahorro de tierra sobre la de la teoría de precios. En efecto, se trata del supuesto de la teoría de la
nutrición en áreas superpobladas y, en segundo lugar, los efectos econó- productividad marginal aplicada a este problema, La remuneración de
micos externos de las mejoras en el ahorro de espacio que permiten mayor cada factor tiende a ser equivalente a su productividad marginal, que
especialización y más comercio. Un aumento en la producción de alimento declina a medida que aumenta la cantidad de factor: cuanto más tenga-
por acre, por ejemplo, puede tener más importancia inmediata para la mos de cada factor, por lo tanto, menor será su remuneración por unidad,
India, que un aumento en la producción por hombre: uno, proporcionaría siguiendo la línea de declinación de la curva de productividad marginal.
inmediatamente, mejor nutrición; el otro, podría cíe.ir, simplemente, más Esto presupone, obviamente, que cada factor está empleado por com-
subempleo rural. La naturaleza de la mejora en t i ahorro de capital tiene pleto, o al menos, que el monto empleado está limitado solo por reduc-
. también importancia para las áreas de bajo nivel, que necesitan mejoras ciones voluntarias para usos de "ocio".
para aumentar la producción por hombre y por acre sin que esto implique Sin embargo, aquí se halla implicada una falacia de composición
mucha acumulación de capital, hazudas y reorganización de la tierra, an- an/iloga a la envuelta en la opinión de que todo lo que se necesita paja
tes que represas y tractores. asegurar el pleno empleo es una reducción de los salarios. Nos enfrenta-
Después de esta breve ojeada a los aspectos mas generales podemos mos con un sistema de determinación general del precio y no se puede
dedicarnos ahora a! problema de la "distribución clásica", o distribución suponer, como en un análisis parcial, que las funciones de demanda de
por participaciones funcionales. Cannan distinguió lo que él llamó "seudo- los factores son invariables con respecto a sus precios. Incluso, las con-
distribucióu", que es el problema de los determinantes de los salarios per clusiones generales del análisis de la productividad marginal deben ser
cápita, la renta por acre y el interés por ciento, de! "verdadero" problema cuestionadas: por ejemplo, la de que si la población es alta con respecto
314 MACBOEOONOMIA TEORÍA DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA 31

al capital y a la tierra, los salarios serán bajos, o la de que si la tierra es el modelo básico del sistema kcuicsiano (al que he llamado, a vece;
es abundante respecto de la población y el capital, las rentas serán bajas. el sistema subkeynesiano). Consta de una identidad: Producción o rent
Cuanto se necesita para remplazar la teoría clásica es una teoría ma- ( Y ) = Consumo (C) más Acumulación ( A ) , y de dos ecuaciones d
croeeonómica de la distribución. Con respecto a esto, me encuentro en comportamiento: una función de consumo, C — Fe ( Y ) y una funció.
una posición algo delicada, puesto que persigo ciertas finalidades. En mi de inversión o de acumulación. / ~ Fi ( Y ) . Los agregados implícitos ei
RecoñftfUCtíon of Economics he presentado lo que pretendía ser una este sistema son sumamente heterogéneos. El consumo, por ejemplo, n
teoría macroeconómica de la distribución o, por lo menos, una estocada depende solo del volumen de la producción (renta) sino también de si
en esa dirección. Esta teoría ha sido recibida con criticas y denuestos composición y distribución, tanto en el espacio como en el tiempo. L
a ambos lados del Atlántico, como así también con algunos juicios crí- función de consumo tampoco es muy estable en el tiempo; una verda<
ticos inteligentes. No es éste el lugar para aseverarla o defenderla, y ni fiue. desgraciadamente, se ha mostrado con toda evidencia a la atenciói
siquiera para modificarla. No obstante, como ocupa un lugar predomi de los economistas, por el desastre de las predicciones de desempleo d
nante en mi propio pensamiento, y aún creo que es correcta en lo sus- posguerra. No obstante, aun siendo tosco e imperfecto como es, est<
tancial, a pesar de las muchas expresiones poco felices que contiene la modelo ha demostrado ser la clave para revelar los misterios básicos de
versión originaria y de algunos legítimos malentendidos, por palle de los fenómeno de desempleo.
críticos, difícilmente pueda desecharla por completo. En lo que resta de Consideremos, entonces, qué es lo que buscamos en un modelo bá
este artículo, por lo tanto, me propongo considerar, brevemente, qué es sico de teoría de distribución. Tomemos la distribución más simple pü
un modelo macroeconómico y a lo largo de qué lineas maeroeconumicas sible de la renta nacional mediante participaciones funcionales: la d-
podrían construirse modelos macroeconómicos de distribución. salarios ÍW) y la no destinada a salarios ( V I . Esta última incluye, en
Todo modelo macroeconómico consta, en primer lugar, de dos parles: tonces. el beneficio, el arrendamiento v el interés. Tenemos una klentidaí
una o más identidades que relacionen los distintos agregados del sistema.
básica, deducida del principio de la división del producto nacional total
y las suficientes ecuaciones de comportamiento que relacionen los agre-
gados de las identidades entre sí, para proporcionar un mismo número de
ecuaciones y de incógnitas, haciendo así posible una solución de equilibrio.
Podemos postular ahora funciones de consumo e inversión ligeramente
Las ecuaciones de comportamiento pueden incluir variables que no figuren
en las identidades básicas, en tanto haya suficientes ecuaciones como para más extendidas;
determinar todas las incógnitas. Se puede definir una ecuación de com- *. V) (2'
portamiento como una relación entre agregados que correspondan a algún =rFi(M', V) (3
aspecto de la conducta humana tal que, si la relación no es satisfecha por
las variables del sistema, tenga lugar una conducta tendiente a cambiar v aún tenemos la composición del producto básica, n identidad "ahorros
alguna de las variables implicadas. La validez de cualquier modelo —es inversión":
decir, su utilidad para interpretar los fenómenos de la vida económica— Y = C-M (4
depende de dos factores: el primero es el de si los agregados que consti-
tuyen las variables básicas de los modelos son lo suficientemente homogé- Este sistema es incompleto, sin embargo; tiene cuatro ecuaciones y ciña
neos como para que se puedan dejar de lado los cambios en la estructura incógnitas, de modo míe necesita otra ecuación para convertirse en ui
y composición del agregado. Esta condición no puede cumplirse jamás a sistema de equilibrio. El problema es el siguiente: ¿qué ecuación debe
la perfección, pero si los agregados son muy heterogéneos, las modifica- riamos postular? En efecto, los economistas clásicos postularon una ccua
ciones producidas en su estructura afectarán la estabilidad de las ecuaciones ción W ~ kS. donde S es la provisión total de capital. Esta es la teorí;
de comportamiento. El segundo factor es el de si las ecuaciones de com- del fondo de salarios, según la cual la nómina total de salarios es un,
portamiento corresponden, efectivamente, a patrones estables de conduc- cierta proporción de la provisión total de capital, una proporción dcter
ta humana. Para que la dinámica del modelo tenga sentido, las ecuaciones minada por los gustos y hábitos del capitalista. En un período breve, í
de comportamiento deben ser capaces de expresarse como ecuaciones di- puede considerarse como dada; de modo que la ecuación no introduu
ferenciales estables, relacionando los valores de un conjunto de variables ninguna incógnita adicional. Sin embargo, no constituye una ecuación di
(las variables de respuesta) como determinadas por los valores de otro comportamiento aceptable, pues es difícil imaginar alguna conducta es
conjunio (las variables de estímulo) durante un período o períodos an- peclfica que resulte del incumplimiento de ella.
leriores. La teoría de la productividad marginal postula, en realidad, la ecua
Un modelo puede alejarse en un grado considerable de estos requi- ción W — Fv(L), donde L es la fuerza de trabajo total, que se supone
sitos ideales y ser. no obstante, útil. Un buen ejemplo, en este sentido, dada por la teoría cíe que el salario medio es igual a cierta productividac
TEORÍA DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA RLNTA 317
316 MAGRO ECONOMÍA

donde I. es la inversión externamente financiada, es decir, la inversión


"media" marginal del trabajo, que, a su vez, se considera una función financiada por la emisión de valores para el público. Las identidades (6)
de la fuerza de trabajo. La hipótesis que sustenta, en términos de com- y (7) son, meramente, formas diferentes de la misma identidad básica y,
portamiento, es que si se produce desocupación, el salario real medio por supuesto, no representan dos ecuaciones Independientes.
disminuirá y que a medida que éste baje, se incrementará el empleo; Hemos añadido ahora la ecuación perdida a nuestro sistema total,
en correspondencia con el pleno empleo, existe un único salario real per pero al hacerlo hemos agregado cinco incógnitas más -/,., 1,,. í/A/ b , D y
cápita y, por lo tanto, mía única nómina de salarios total. La dificultad dK,,—,
, , y,, poro rlo tanto, necesitamos ¡cinco ecuaciones más! Una de estas
que presenta esla hipótesis sobre el comportamiento es no solo que, en
colaciones es una identidad.
la sociedad moderna, es poco realista suponer que la desocupación pro- (8)
ducirá una gran presión, incluso sobre los salarios monetarios, sino tam-
bién que es dudoso que una declinación de los salarios monetarios redunde que nos deja la necesidad de encontrar cuatro ecuaciones más, que rijan
en una declinación de los sa'arios reales, pues una disminución general las variables /,. (o / „ ) , dMh. D y C/ÍM,. Cada una de estas variables corres-
de los salarios monetarios provocará una caída en los precios de los bienes ponde, de todas formas, a una área específica de decisión. Sus magnitudes
y; de esta manera, no llevará a una declinación de los salarios reales. pueden
En mí Reconstruction of Económica, he sugerido otra aproximación a p u e e n considerarse
c o n s e r a r s e como
om determinadas por la suma de otras magnitudes,
in
cada una de las cuales está determinada como resultado de una decisión
la "ecuación perdida", esta vez en términos de la identidad del agregado individual. Así. el total de la inversión, tanto de la financiada interna-
de balances, una de las relaciones necesarias del sistema, que ha sido sor- mente como de la financiada externamente, es un resultado de decisiones
prendentemente descuidada en la construcción de modelos económicos. Los tomadas por hombres de negocios individuales. Podemos tratarlas, tan
ahorros comerciales agregados se definen como el incremento de los ca- solo, como variables exógenas del modelo, o bien, podemos considerarlas
pitales netos de todos los comercios. Éste debe ser igual al incremento como funciones de algunas otras variah'es del sistema. El incremento en
en los bienes comerciales netos, que se compone tle otras cuatro magni- las provisiones de dinero de los comercios es una consecuencia de dos
tudes: el incremento en el valor de los bienes reales conservados por los factores: primero, las preferencias relativas por la liquidez de los comer-
comercios ("inversión"), /; el incremento en la provisión de dinero de los cios y las familias (desplazando dinero de las familias a los balances co-
comercios, </A/i,; el incremento de las deudas de las unidades familiares merciales, una preferencia relativa por la liquidez, superior por parte de
a los comercios (crédito de los consumidores, en su mayor parte), í/Ki., los comercios) y, segundo, el cambio en la provisión total de dinero. Una
menos el incremento en las deudas de los comercios a las unidades fami- vez iná.s podemos considerar a ésta como una variah'e exógena, sin hacer
liares (valores comerciales poseídos por familias), í/K' tl . La renta total no mucha injusticia u la verdad, en especial, porque cuanto más largo sea
destinada a salarios (V) es, ahora, igual a los ahorros comerciales más el período que tomemos, menor será este ítem, con respecto a los otros.
las distribuciones comerciales en intereses y dividendos ( D ) , de modo Así, en un periodo corto, un incremento en los dividendos puede dar por
que tenemos: resultado un desplazamiento de la provisión monetaria de los comercios
V = / +rfA/,,+ dK b - dK\r D (5) a los b.ilances familiares, que compensará, en parte, tal aumento, pero en
periodos más largos tal efecto carecerá de importancia. El ítem crédito
El Sr. Turvey, en su excelente reseña de la Reconstruction (Económica, de los consumidores puede considerarse, de igual manera, exógeno, o
mayo, 1951, p. 203) señaló, en realidad, que / y í/K'b no eran indepen- puede relacionarse, en tina función de crédito de los consumidores, con
dientes ya que, si la inversión se financia mediante la venta de valores otras variables, tales como W o Y.
a las familias, / se compensa exactamente por el incremento de los valo- El propósito de este artículo no es examinar detalladamente las pro-
res en manos de las familias, de modo que / — tíK'b = 0. No obstante, piedades de este modelo, en especial, porque ya he discutido las pro-
este defecto de la formulación puede subsanarse fácilmente, escribiendo piedades de uno similar en The impact of thc Union { Harcourt, Brace,
/ — f/K () — /,., siendo entonces J.. la inversión financiada internamente; es 1951). Lo que sí es relevante para mis propósitos actuales es la luz que
decir, inversión financiada independientemente de los beneficios. La iden- puede arrojar este modelo sobre los procesos acumulativos de la sociedad.
tidad (5) se convierte, entonces, en: Existen tres procesos principales de acumulación: el crecimiento de la
población, el del capital y el del conocimiento. E! crecimiento de la po-
V = / 1 1 - r .Z5-HrfA/ l l +£/K 1 . (6)
blación incrementa el consumo pero también la inversión, de modo que
Ksla misma identidad puede rescribirse con facilidad en forma de iden- no es fácil predecir el efecto que puede tener sobre la composición re-
tidad tic "salarios", poniendo lativa de la renta nacional, con sus dos componentes. Por otra parte,
puede esperarse que el crecimiento del capital modifique la composición
W = Y-V = C - f - í - /„ - (dMi -r D -r- í/K,,)
de la renta nacional y la desplace de la inversión hacia el consumo, puet
= C + l.- (dMt, + D + dK tl ) (7)
318 MACR O ECONOMÍA IEORÍA DK LA DISTRIBUCIÓN DE LA RCM'A

a medida que aumenta el capital, deben declinar, cventualmente, las opor- es inducida a comportarse la gente, y no está predeterminado por ley
tunidades de incrementar el capital provechosamente, mientras que el físicas férreas, en absoluto.
consumo, al menos en la forma de mantenimiento y depreciación, debe El problema de las relaciones mutuas entre la estructura del cumb
incrementarse. El aumento del conocimiento puede postergar este pro- técnico y la estructura de distribución de la renta constituye otro canil
ceso al abrir nuevos campos para la inversión. de estudio fascinante, al cual se le ha concedido muy poca atención,
¿Cuáles serán, entonces, probablemente, los efectos de estos cam- sobre el que ofreceremos aquí tan solo unas pocas y sucintas sugestión*
bios sobre la distribución? A largo plazo está claro que podemos dejar La distribución personal de la renta afectará, evidentemente, a la diré
de lado los ítem dM\, y (íKtl. Los comercios no pueden acumular dinero ción del cambio técnico. Así, la habilidad técnica destinada, en el Antigí
ni expandir el crédito de los consumidores eternamente, a menos que Egipto, a la construcción de enormes pirámides para el faraón, seria di
haya inflación perpetua. Un desplazamiento general en la composición gida. en sociedades más igualitarias, al desarrollo de comodidades y luj
de la renta nacional, de la inversión al consumo, reflejado en un aumento para las masas. Quizás resulte menos obvio, pero es igualmente cierto q
en lu función de consumo, y una caída en la función de inversión, tendrá, la naturaleza de las técnicas y lu dirección de las trasformaciones técnic
probablemente, un amplio efecto sobre el incremento de la renta salarial, afectará a la distribución personal de la renta. Una mejora en la oferta <
a expensas de la renta no destinada a salarios. Este efecto puede ser alimentos no puede dejar de ser distribuida con bastante imparciulida
compensado en parte, s¡ se produce, al mismo tiempo, un desplazamiento al ser limitada incluso la capacidad del estómago más rico. De igual mocJ
en la estrur.-tura de la inversión misma, que vaya de la inversión externa- los automóviles tampoco pueden dejar de ser distribuidos equitativamen'
si existe un número suficiente de ellos. Las mejoras en la confesión t
mente financiada a la financiada internamente.
ropas proporcionan buena ropa a casi todo el mundo. Por otra parte. 1
La conclusión más importante que podemos extraer del modelo, sin
progresos en la producción de artículos muy suntuarios no pueden difu
embargo, es nue la tendencia final, a lartro plazo, depende de la natu- dirse, posiblemente, entre la líente. Aquí parece abrirse un amplio camj
raleza de la "función de dividendos". Si las empresas, en general, dis- tanto para la investigación teórica como para la histórica.
tribuyen una proporción constante de sus ganancias totales, eventtml- Otro problema de gran importancia práctica, pero acerca del cu
mente. estas eanancias se reducirán a cero, pues en el equilibrio final, nuestra ignorancia es prácticamente total, es el de los efectos de la red
í,, ~ í/A/i, = ííKh — 0. cío modo que V — D. La existencia de distribucio- tribueión de la renta y la riqueza sobre la tasa de desarrollo econúmí-
nes contractuales del interés y el arrendamiento evitará la desaparición mismo. La importancia de este problema se asienta en una cuestión <
dr toda la renta no destinada a salarios, pero a menos que exista algún aritmética simple: la de que si la redistribución dirigida hacia algún gni]
nivel de beneficios en el cual las distribuciones totales de los comercios determina una caída en la tasa de crecimiento cíe la renta nacional, p
itntalen a los beneficios con dividendos positivos fes decir, un nivel en ligera que sea, habrá algún período más allá del cual la renta absolu
el cual no se procura un ahorro comercial neto), los dividendos desa- del grupo favorecido será menor que lo que hubiera sido si no hubie
parecerán. tenido lugar la redistribución. Así. en la fíg. 1, suponemos que la ren
Así. mientras resulta perfectamente posible hacer suposiciones acerca nacional (en términos reales^ es OB en el periodo base, y que se divit
de las funciones de comportante i'o del mode'o que nos proporcionen en dos partes, OA y AB. Es irrelevante determinar cuáles son esas d
un "día del inicio", según las líneas keynesianas o marastas, en el cual partes. •Pueden ser salarios y beneficios, o agricultura e industria, o ríe
la acumulación sea tan grande que cese toda inversión. los beneficios se v pobres, o cualquier otra dicotomía que nos guste. Suponemos que
reduzcan a cero y el consumo se vuelva inadecuado para absorber la pro- renta nacional aumenta a una tasa constante, siguiendo la linea B/>, i
ducción de pleno empleo, de modo que el sistema sucumba en un pantano escala logarítmica. Si las participaciones proporcionales son constantes.
valor absoluto de la participación de A seguirá la línea paralela Aa. S
de desocupación y falta total de beneficios, tal conclusión no es necesa-
pongamos ahora que un incremento inicial en la participación de A, q
ria, sino que depende de ciertas funciones de comportamiento, sujetas,
vaya de OA a OA', permaneciendo constante lu proporción de la ren
ellas mismas, a !a influencia pública. Puede ocurrir que incluso sin la in-
nacional, da por resultado una declinación en la tasa de crecimiento. 1
tervención pública, las funciones de comportamiento permitan el pleno
renta nacional sigue la línea Bh' y el valor absoluto de la participación <
empleo y una distribución de la renta nacional suficiente, en cuanto a los
A, sigue la linca A'a'. Está claro que Aa y A'a' deben cortarse. S¡ E
beneficios, como para facilitar el funcionamiento de un sistema de em-
el punto de intersección, entonces, en el período correspondiente. F,
presa privada cu el periodo estacionario, o a medida que nos aproximamos
renta absoluta del grupo A será exactamente igual que la que habría sii
a éste. Lo que se deducv del análisis, en cualquier caso, es un concepto
de no haberse producido redistribución alguna en su favor. Más allá de
de dinámica a largo plazo mucho menos determinista (pie el de la escuela por supuesto, la renta absoluta del grupo A c.s menor que la que liabr
clásica, marxista o marginftUsta. Fl movimiento histórico de las partici-
sido de no haber sido "favorecido", y la disparidad aumenta continúame
paciones relativas está determinado por la forma en que se comporta o
MACHOECOXOMIA
I H i H Í A ui: I.A DISTRIBUCIÓN ÜL LA Kl.NTA 321

te. Si no hay período de descuento, resulta evidente que a ningún grupo toman ignorando el efecto más importante que tienen aquéllas. Significa
le será beneficioso, en ningún momento, aceptar una redistribución a su
también que la economía del bienestar ha sido obligada a limitarse a pro-
favor que haga descender la tasa de desarrollo, aunque sea en el monto blemas casi triviales, en comparación con los verdaderos temas de discusión
mus pequeño, y aun cuando nuestra función de bienestar considere que de casi cualquier decisión política. Significa igualmente que la ética eco-
solo la renta de ese grupo contribuye al bienestar. Si hay período de des- nómica ha sido seriamente tergiversada por criterios de valor estáticos y
cuento, las ganancias anteriores pesarán más que ias últimas pérdidas. Aun a corto plazo. Se ha interpretado la "justicia" mucho más en términos de la
así debe existir un horizonte de tiempo absoluto, más allá del cual el valor
división de un pastel determinado que en términos del incentivo brindado
presente de las futuras pérdidas o ganancias es cero, antes de que se dé
a la cocción de más pasteles. Una de las formas más simples de habérselas
una posibilidad de que las ganancias obtenidas por esa redistribución ex-
cedan, en su valor, a las pérdidas.1 con una importante área de ignorancia consiste, simplemente, cu pasarla
por alto. En consecuencia, no es siempre simpático llamar la atención sobre
Por lo tanto, y en vista de la extremada importancia que tiene, aun
tales áreas, de manera especial, cuando no resultan de ningún modo claras
para los grupos iniciahnente favorecidos, el evitar las redistribuciones que
las vías de investigación por las cuales se puede remediar la ignorancia.
hacen descender la tasa de crecimiento del producto total, nuestra com-
A la larga, sin embargo, puede ser de mayor valor para la sociedad el
llamar la atención hacia necesidades no percibidas que satisfacer las que
se sienten.
Lo que se deduce de toda la discusión anterior es que en el terreno
de la distribución, como en el de la producción, el hombre no se halla
desamparado, en las garras de fuerzas inflexibles de desarrollo histórico,
sino que su desenvolvimiento depende de su conducta, y ésta, a su vez,
está sujeta a análisis racional y es pasible de modificarse a la luz de tal
análisis. La gran tarea del científico social es encontrar aquellos aspec-
tos de la conducta que son realmente importantes, aun cuando sus esfuer-
zos puedan diferir, a menudo, en su totalidad, de lo que resulta inmedia-
tamente claro. El problema de la sucesión ecológica de la vida social
puede ponerse, entonces, en mayor medida, bajo el control del hombre,
y se puede ejercer una presión social de distintos tipos para moldear el
equilibrio más cercano a ciertos anhelo^ del corazón, l'ero determinar a
qué corazón o al de quiénes deben pertenecer esos anhelos es un pro-
blema que dejo para otra oportunidad.
Tiempo

FlG. 1

pleta ignorancia con respecto a los efectos de cualquier tipo de redistri-


bución sobre la tasa de crecimiento es una cuestión de gran interés. Sig-
nifica que casi tocias las decisiones principales de politica económica se

t 1
|!
Sea AI — K^e*1' la ecuación del crecimiento antes do U redistribución, y As —
la ecuación del crecimiento después de la redistribución. Entonces, ciuindo
— AÍ , K,e»' =
L.OL' K en

Piír.t tener mía idea de los órdenes de magnitud implicados, su pongamos


h,
Tr = 1 - 1, O — p = 0.01. Ii,s di-i.ii 1 , un aiuncnlo del lü por cic-nto en la renta inicial del
Liupo A determina mu c-;iirl.i <lc un punto del porcentaje de la tasa de crecimiento.
i.n ese caso, t ~ !)..) anos, lo rn;il no es, de ninguna manen!, un período largo, a la luí
ite las decisiones políticas. liLiilü con autorización de la Sindican Lconüinic Reweic).
índice alfabético
Capitalismo, futuro del, 309
Cibernética de la economía, 305-308
Absorción, 231
gubernamental, 237-238, 287-289 expectacional, 58
Acumulación, principio de la, 189 cu las pobliumm-s, 24-25, 194-201
Agregación vital. 37
falacia de ]a, 185-187 C l a i k . J. B., 193-194, 245
de payos, 208 Coeficiente de evaluación, 40, 45
peligros cu la, 240 Comerciante, teoría del, 39-50
Agregados en política económica, 169-170
Comen, io iiilcriiaciüii.d, 186
estructura de, 185
mediciones de, 175-180 Competencia
Aliorro(í), 141 imperfecta, 21-24
de comercio, identidad de, 296 de do.s poblaciones, 7-10
Ajuste, curva de, 69-70 Coiiipleinentariediid, 12, 58, 149-151
superficie de, 9-1 -vt-iitas. 241
Apuestas, 119 de, 63
Atesoramiento, 143. 171-172 Conducta
in.ixiniizadora, 35-38
B lui.unetros de, 49, 57
Coasumidor
L i edito par;i el, 257
uimbios tu el, 29-33 teoría del, 144-154
definición, 26-29 Consumo
identidades del, 247-250. 296 afectado por lo.s dividendos, 259
ilt? pu£u>, -MW-209, 254-256 como causa de producción, 230
Bení'fiun(,s definición de, 135-136, 139
identidad de los. 250-251. 298 Contribución impositiva (iva*? Impuestos i
maximizadón del, 36. 100 Custo
proceso de creación de, 42, 74-75, 97 (.mistante, 102
Bienes iactor marginal, 108
evaluación de. 32, 44-45, 65-67, 73 Creación de beneíicios, proceso de, 42,
flexibilidad de los, 132 74-75
trasformat iones de, 30 Crédito
Bohm-Bauerk, lí. vi>n, 246
bancario, 272-275
Boiildiiig, K. E., .53, 81, 104. 106, MI
152. 245, 307 efecto del. 272-275
Butler. Samuel, 196 i'iitre los comercios, 260
consumidor, 257
no bancario, 275-277
Curva
Capital de ajuste, 6U-70
agregación de, 176 envolvente, 98
como mu 'TobLuíón. 188-201 de equ¡preferencia, 90
teoría auvtnaca del. 192 de indiferencia, 79-33, 178-lfaO
324 ÍNDICE ALfAUE'liCO
ÍNDICE ALFABÉTICO 325
D í-isher. I., 182, 270
Flexibilidad
Danvi», C,, 16 de los bienes, 132 Kalecki, M., 47, 126
Déficit de precios, 204 agregado de, 208
Keyíiüs, J. M., 26, 238, 279
en efectivo, 271 Fondo de salarios, teoría del, 246 compensatorio, 87
Knight, F. H., 133, 193-194
efectos del, 289-292 Función trasformaeional, 39, 61 multiplicador de, 226-228
Demanda relación con la producción, 241-243
de dinero, 211 tabla de, 206-207
del insumo, L07-111 teoría de, 206-228
Desempleo, 1C2-165, 229-213 Ganancia(s) UFO, 101, 142 Paradoja (i)
"nialtbusíano", 164 de capital, 142 Liquidez, preferencia por la, 240 roacroeconómica, 171
ñcardiano 162 del intercambio, 8h de los patíos, 212-213
Deud.i, significación de la, 277 Gastos e ingresos, curvas de, 50-53 de la tributación, 301-304
Distribución (¡enes de los organismos sociales, 7 M Parámetro de conducta, 49. 57, 214
de edades, 190 Ciro monetario, período de, 211 "Parasitismo", 12-14
y gobierno, 295-301 Gobierno Macroeconomia, 3, 169 Patrón de oro, 306
de supervivencia, 190 y distribución, 295-304 MaWer, H., 117, 124 Periodo
teoría, nacrüecoaómíca di' U, 246-270 identidades de actividad del, 299-300 Marsehak, J., 117, 124 de giro monetario, 211
microeconómieu de la, 245 Marshall, A., 5, 34 de producción, 193
Dividendo*, teoría de los, 113-115, 257 Maximizauón del beneficio, 100 Pico-depresión, 197
li
Meade, J. E., 239 Poblaciones, teoría de las, 5-25
Mercado Política monetaria, 284-285
Hart, A G., 280
ecuación de, 71, 281 Precio (A)
Hawtrey, H., 279
Ecología,, 5, 165 imperfecto, de piéslamos, 130 discriminación del. 61-63
Hieles, j. H., I4tí equilibrio independiente del, 160-162
— Economía de la prosperidad, 86-88 Homeostasis, 26-29, 230, 305 para producción, 98
Ecosistema, teoría del, 5-25 resistencias del, 60 mutuo, 70, 73, 76-78
limación de mercado, 53, 54, 71, 77 Merma en la producción, 156 normal, 154
Edades, distribución de, 190 I MicTOeconomía, 3, 169 nulo, 53
Edgeu'orth, F. Y., 6y Modelos en la teoría del empleo, 234
Efeclo sumhr.i. 19fi Identidad de distribución, 260-270 Preferencia de liquidez, 280
Egreso, 14Ü de comercios-capital neto, 248 de mercado, 56-59 razón de, 55
Elasticidad del precio del bien, 147-150 inversión ahorro, 235 Préstamo*
rtcanUanos, 287, 293
Ilusión monetaria, 83 efecto sobre el balance, 32-33
Empleo, teoría del, 229-243, 265 Monopolio bilateral, 67-71, 91-94
Empresa, dinámica de, 155 Impuesto(i-) Morgenstern, Ü., 60 mercado imperfecto de, 130
sobre beneficios no distribuidos, 310 Principio
Equilibrio Mortalidad, 16-17
efectos sobre, los beneficios, 298-299 de l.i acumulación. 189
de empleo, 232 Multiplicador
los dividendos, 302 de honieostasis, 230
-K«HíriJ, 158 sobre Li producción, 104-107 del déficit de renta, privada, 292
independiente del pieuo. 160-162 total, 292 de mitiiiuijudun del consumo, 135-139
ile lo.s parásitos, 12-1-1 lijo, 103 de la reacción asimétrica, 222-226
[«certidumbre, 117 gubernamental, 237 del riesgo creciente, 126
ile población, 191 índices de niveles de precio. 181-185 inversión, 235-237
precio mutuo, 76-78 de sobrefitianciación, 292-295
Indiferencia de pagos, 226-228 Producción, 95, 111, 14Ü
de salarios, 157-158
curvas de, 79-83 Productividad marginal, 245
variabilidad del, 15, 2fi4
superficie de, 23-86 Promedios, significado de. 170
Equipreferencia, curva de, 90 N
Estrunturas de niveles de precio, 202 Inflación secular, 308 Propensión para gastar, 227
Intercambio
Ktapa estacionaria, 310 Niveles de precio
bilateral, 67-71, 91-94
Evaluación y empleo, 242 estructuras de, 202
de bienes, 32, 44-45, 65-67, 73 R
multilateral, 71-73 Índices tle, 181-18-5
coeficiente de, 40, 45
recorrido de, 96 Racionamiento de capital, 131, 280
i orno método de agregación, 174 Interés, teoría del, 128-132, 239-241, 278-
Expectativas, 47, 116 Razón de preferencia de liquidez, 55
284 O Reacción asimétrica, principio de la, 222-
226
Oferta y demanda, curvas de, 50-53 Recorrido de intercambio, 96
"One-Koss-shav", poblaciones, 197-199 Renta, 139-140, 180, 201-204
Factores CMícenos. -1 Oportunidad Resistencias del mercado, 60
Kenónicnu de "las olas Juego, 118-121, 125 función de, 80 Revaloración de bienes, 32
Fertilidad, 1648 de "suina-cero", 74-75 .superficie de, 85 Riesgo versns ¡ncertidumbrt'. 133
ÍNDICE ALFABÉTICO

de los dividendos, 113-113, 257


del fondo de salarios, 246
Sálanos Termostato, 306
en el balance, 31 Trasterencia(s)
equilibrio de, 157-158 factor de, 254
estructuras de, 203 gubernamentales, 286
identidad, 252 Tributación, paradojas de la, 301-304
Seguro, teoría del, 122-I2Í!
Shackk, G. L. S., 47, 134
Sistema U OBRAS DE LA BIBLIOTECA DE CIENCIAS ECONÓMICAS
ecológico, 5, 6
marxista, falacia del, 186 Umbral de inflación, 26o
regulador de títulos públicos, 285 Unidad familiar como empresaria, 151
Smith, Adam, 152, 153, 246
Sobreíinanuación, principio de, 292-295 Serie: ECONOMÍA
Solución socialista, 307
"Sombra", efecto, 1!X>
"Sunia-cero", juego de, 74-75 Variabilidad, 15 Política Agraria, por Wilhelm Abel, Profesor titular de la Universidad de Gotinga
Su per empleo, 230 del equilibrio, 264
Superparasitierno, 20 "Vasija de la viuda", 22U, 251, 257, 301, Basándose en una vasta bibliografía, el autor expone el desarrollo histórico de
Superficie 308 la agricultura y la política agraria, hasta llegar a la situación actual con todos
de ajuste, 94 Veblen, T., 147 sus problemas, como son la administración agraria, la organización de] trabajo,
de indiferencia, 83-86 Velocidad de circulación el ordenamiento de la propiedad, las reformas agrarias, el reajuste del campo,
de bienes, 243 el capital, la producción y la venta, la política de mercado, etc.
del dinero, 255 De gran interés y utilidad par;i los lectores latinoamericanos resultan los agre-
parcial, 209-210 gados del supervisor Ing. H. García Mata. 5Ü4 paginas
Ventas al consumidor, impuesto sobre la
Tasa 297 Política de Salarios, por Erich Arndt, Profesor de la Universidad de Hamburgo
marginal de sustitución, 82 Volterra, Vito, 8
de sustitución de riesgo, 120 Von Nuimi.in.il, j., 60 El objeto de esta obra consiste en suministrar el instrumental teórico necesario
"Teorema de la bañera", 189, 230 para apreciar este problema de gran actualidad y contribuir también, en forma
Teoría general, a la investigación de las baM s teóricas de la política del salario.
austríaca del tapiUil, 102 W Con numerosos gráficos y esquemas, 305 páginas
del comerciante, 39-50
del consumidor, 144-154 Wicltitll, K., 273 Historia económica y social, por Cari Bnnkmann
EsU obra pretende conscientemente unir las reatizacionei especificas del his-
toriador y del economista: extraer los hechos históricos de Lis propias fuentes
y utilizar para su Interpretación los conceptos básicos de la teoría económica,
asi como los análisis obtenidos por los modelos dei pensamiento. El autor
demuestra que los conceptos espirituales de antaño siguen siendo presentes
hasta cierto punto un Lis sociedades económicas de hoy y explica lo complejo
de las tundiciones previas y efectos recíprocos que contribuyeron a formar
nuestro orden económico actual. 256 páginas

Reconstrucción de la economía, por K. E. Boulding, Profesor de Economía de


la Universidad de Michigan
En este libro, el autor, eminente economista matemático, proporciona un
enfoque altamente estimulante y significativo con respecto a la teoría de la
firma y la situación de la empresa particular en el conjunto de la doctrina
económica. "La idea básica de Reconstrucción de l.¡ economía —expresa el
autor— fue reformular los teínas centrales de la teoría económica, tanto en lo
tucante a !a teoría del precio como en lo relativo a la niacroeconomía, utilizando
el concepto de balance y el de estado de situación como las herramientas ana-
líticas L-sfiiualeü a partir de las que se pueden derivar los conceptos de
ingreso."
328 32
Análisis económico de ios impuestos trando los limites de la explicación inecanistica y subrayando la importand
en el cuadro general de las finanzas públicas, por john F. Due, profesor de de los tactores sociales y psicológicos de los movimientos económicos y 1
Economía en la Universidad de Illinois necesidad de una nueva orientación de la Ciencia Económica, orientación
la cual esta obra brinda un aporte ULÜUMJ. 7-6 pagina
Esta obra constituye un adecuado análisis teórico líe los impuestos, que insiste
en sus aspectos económicos, pero se ocupa a la vez de los aspectos administra-
tivos de la técnica legal. Es, esencialmente, un libro de texto para la enseñan/a Fundamentos teóricos de la política económica, por Waiter Adolf Jbhr, Pn
universitaria, en el cual se distingue claramente entre lo principal y lo accesorio, fesor de la Escuela Superior de Comercio de Saint Gall, Suiza
de modo que su lectura permite al estudioso captar ¡as ideas y problemas
básicos fu un plano avalizado de desarrollo, sin perjuicio de ser orientado tam- Dentro de una crítica minuciosa del liberalismo económico se anali¿an sus tu
bién hacia trabajos particulares a través de valiosas notas al pie de página y fundamentos: el metaíisico, el empírico y el hipotético. El autor indaga cu
bibliografía indicada al final de cada capitulo. El doctor E. J. Rcig ha agre- es k distancia entre la competencia perfecta y la realidad, para ir reduciendo
gado notas que dan al lector una idea comparativa sobre la situación tributaria metódicamente' y para descubrir la conformación actual del mercado y de h
en la República Argentina. 3* edición - 614 páginas fuerzas que operan en lo estrictamente económico. 280 página

Dinero y crédito, por Albrecht Forstmann, Profesor de la Universidad de Berlin Metodología de la ciencia económica, por Andre Marcha!, Profesor de la F<
cuitad de Economía de la Universidad de París
El autor elabora las cuestiones de la teoría y la política del dinero, sobre la base
de, prácticamente, toda la bibliografía especializada, en un lenguaje preciso que El rasgo específico del análisis económico contemporáneo es su progre&ív
va acompañado por ecuaciones y diagramas relativamente sencillos. Esta obra realismo. Sus enfoques característico» son el macroeconómico y el diiuaiio
contribuirá mucho a precisar la terminología di1 la materia, mediante defini- estudio de grupos, de conductas colectivas y desequilibrios cambiantes de 1
ciones exactas, y a facilitar la comprensión de tos complicados problemas vida económica. Esta obra es una guía segura a través de estas tendencia
teóricos y prácticos, estableciendo prolijas clasificaciones. y realizaciones. 258 págjni
{2 lomos) 860 páginas
Introducción a la economía política, por Hans Peter, Profesor de la Untve
Curso de economía política, por Charles G¡de sidad de Tubinga
Es ésta una obra que no necesita presentación, pues es bien conocida de los Se trata de una introducción clara y metódica en los más intrincados problema
que se dedican al estudio de la economía en todo el mundo. Especialmente de la economía política contemporánea. El autor, oxccpcionalmente bien pr<
consagrada a los estudiante* de derecho y ciencias económicas, la sencillez de parado t-n el manejo de los concepto^ modernos, brinda al lector al misin
su estilo L ¡jone ul alcance, también, de todos aquellos que se preocupan, aun tiempo amplias perspectivas en el fundamento filosófico y sociológico d
cuando no sea de una manera directa, por los problemas económicos. Nueva nuestra ciencia, sin ciño conocimiento nos está cerrado el camino para 1
edición revisada y aumentada con arreglo a las nuevas teorías económicas. comprensión de los fenómenos económicos, logrando el lector obtener un
5* edición - 706 páginas idea cabal de todo el mecanisrro del proceso económico.
380 i áe;ini
El balance de pagos, por M. Friedman y R. V. Roosa
Fundamentos del análisis económico, por P. A. Samuelson, Profesor de Ec
La piedra fundamental de una sociedad ubre es el debate racional. Con esta nomia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts
idea se creó en 1943 el Instituto Norteamericano de la Empresa y sobre esa
base continúa funcionando actualmente. En este libro se ha trascrito el cuarto Ningún economista puede prescindir del estudio de oste trabajo de uno de It
de una nueva SITÍU de Debates Racionales, patrocinados por dicho instituto autores contemporáneos más prestigiosos, que le posibilitará el dominio de 1
a fin de invcstin:ir los problemas públicos más importantes. Esta forma de pre- teoría estática y la penetración tn la dinámica económica.
sentación se ideó para evitar lo que ocurre demasiado a menudo cuando se La obra constituye un esfuerzo digno de toda atención, dirigido a la mofleado
debaten asuntos públicos de interés vital: la repetición de fórmulas absolutas de sectores aparentemente tan diversos como, por ejemplo, la economía de 1
que no brindan opciones racionales. Los doctores Friedman y Roosa han acla- producción, la conducta del consumidor, el comercio internacional, las finuí
rado los aspectos confusos del problema suscitado por los tipos de cambio libres /as públicas, los ciclos económicos, el análisis de rentas. >a que todas 1;
contrapuestos a los tipos fijos. 168 páginas ramificaciones del análisis económico están ligadas por un pequeño númei
de principios fundamentales. 3* edición - 462 págioi
Las fluctuaciones económicas, por Walíer Adolf Johr, Profesor de la Escuela
Superior de Comercio de Saint Gal), Suiza Política económica general, por Hans-júrgen Seraphim
La crítica contemporánea ubica, con suma razón, este estudio del economista La política cconumica general —o teoría de la política económica— con^ist
suizo IVof. Dr. W. A. Jóhr al lado de las grandes obras modernas sobre las en tina investigación sistemática de lo* i-lementos y tactores que detumnu
fluctuaciones cíclicas de Schumpeter, Haberler o Hansen. El objetivo principal v representan i-l proceder político-económico: agentes, fines y medios de 1
tle esto inomii:,. nt.i! tratado es ofrecer al estudioso una exposición sencilla, política económica. La producción científica cu esta disciplina puede ser agr¡¡
sistemática y exhaustiva de las teoríus fundamentales del ciclo económico. pada en dos ramas principales: una, de enloque cuantitativo, que se concentr
Pero, al mismo Ut-rnpo, el Prof. ]olir expone üu propio punto de vista, demos- en los problemas instrumentales y de procedimiento; otra, de enfoque cualita
331
330

tivo, interesada en los problemas metodológicos. El autor más representativo Administración de empresas agropecuarias, por E. N. Castíe y M. H. Backer,
de esta última corriente es H. J. Seraphim y su Política económica general Profesores de la Oregon State üniversity
constituye la investigación más fundamental que se haya publicado hasta
ahora en la literatura económica. 356 páginas Una valiosa colaboración pura los estudiantes de administración agropecuaria
y personas relacionadas con las actividades del agro, que si bien es el resultado
de experiencias de establecimientos agropecuarios de los Estados Unidos, per-
Historia de las teorías económicas, por Gerhard Stavenhagen, Profesor de la mite la integración de conocimientos con una excelente y didáctica exposición
Universidad de Gotinga
de los principius que rigen la disciplina.
Muestra realista del desarrollo de la utilización de los elementos de análisis,
En esta obra se complementan los dos métodos de la Listoria de las doctrinas dosificando lo conceptual con la práctica y puesta en marcha del proceso de
económicas: el método cronológico (los primeros 11 capítulos) y el método toma de decisiones y la confección de alternativas posibles. 332 páginas
ideológico que sep.ua los temas del análisis, y en cada uno de ellos examina
las diversas teorías que han formulado las escuelas y los grandes economistas
La gerencia y la empresa, por F. Frischknecnt, Profesor titular de Administra-
(p. e-, la teoría de los precios, el dinero, el comercio internacional, las coyun-
turas y los circuitos económicos). 572 páginas ción, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires
Destinado a toda persona interesada en la manera en que se comportan las
Introducción filosófica a la economía — Ensayo de una empresas, sea para dirigirlas o para controlarlas desde una posición gerencial,
fundamentación filosófica de la economía política, por Rudoif stoizmann, o simplemente para satisfacer la inquietad muy humana de conocer esa realidad.
Profesor y Doctor h. c. de Ciencias Económicas y Políticas E! autor ambiciona que su libro sea la descripción completa de la empresa que
se requiere para un eficaz desempeño de la gerencia. El autor pretende, además,
Este libro no sólo es un ensayo de un sistema filosófico integral de la economía, que su explicación sea válida para cualquier empresa y para cualquier gerente.
sino también un programa de política económica. El autor dedica su obra a El libro contiene tres partea: Filosofía de la Empresa. Teoría de la Empresa
cubrir un vacío y una necesidad. Un vacío porque, en el momento en que y Teoría de la Gerencia. La Filosofía proporciona las premisas de decisión; la
escribe su obra, no se efectúan con la independencia y autonomía de otros Teoría de la Empresa explica, en orden sucesivo; cómo se conducen sus com-
temas, análisis filosóficos de la economía política. Y una necesidad, porque la ponentes humanos, cómo circula la información y cómo se toman las decisiones.
ciencia económica, como todas las ciencias de nuestro tiempo, esta afectada Es éste el enfoque descriptivo que explica cómo es la realidad, para pasar
por una crisis que lia tornado contradictorios sus principios y ha hecho vacilar al enfoque normativo que sugiere cómo debería ser ésta.
sus fundamentos, no dando sus teorías el conocimiento de toda la realidad 29 edición - 224 páginas
económica en unidad coherente y autónoma. 380 páginas
Teoría económica de la empresa, por Ench Gutenberg, Profesor titular de la
Economía política general, por Otto Von Zwíedineck Sudenhorst, Profesor titu- Universidad de Kiel
lar de Ciencias Económicas y Políticas en la Universidad de Munich
Tomo I: La Producción
Testigo ocular dr dos mundos científicos distintos —final del siglo XIX y siglo Tomo II; La Venía
XX—, Zwiedineck Sudenhorst lop;ra juntar en un todo armonioso, didáctico y Prólogo por el Prof. Oreste Fopescu. Supervisión por el Dr. Juan Alem.mii.
de lectura sumamente accesible, la tradición de la escuela histórica alemana
con los refinados adelantos de la teoría económica contemporánea. El fruto Esta obra del prominente economista alemán trata en una forma sistemática y
de sus esfuerzos lleva en sí, pues, tanto los rasaos ponderativos de la economía exhaustiva las innumerables cuestiones científicas y prácticas de la producción
tradicional, como los elementos nuevos, purificados de extravagancias ultra- y la venta en las empresas, examinando toda la respectiva bibliografía moderna.
modernas de los innovadores en el campo de la ciencia. 498 páginas La amplísima discusión que provocó y las ediciones sucesivas realizadas cu pocos
años constituyen una prueba de la importancia de la obra.
(2 tomos) 962 páginas

Serie: DIRECCIÓN DE EMPRESAS


Comercialización: Métodos y modelos, por P. Langhoff, Del Market Research
Council
La dirección de !a pequeña empresa, por D. c. Baso y F. Frischknecht El Maiket Research Council, fundado el 14 de enero de 1927, está integrado
por un grupo de investigadores en el área de comercialización, que se reúnen
Los autores de esta obra reflejan, con un estilo llano y de fácil captación, su mensuabnente para discutir asuntos recíprocos de interés profesional. El prin-
experiencia como asesores de gran número de empresas de los Estados Unidos cipal objetivo del citado instituto es "estimular los estudios científicos e impul-
y de la Argentina. Se adoptan así, por primera \ez, las técnicas de tradicional sar la investigación teórica y la aplicación práctica en comercialización". Este
desarrollo cu los Kstados Cuidos a la realidad empresaria latinoamericana. libro, que representa una contribución a esa finalidad, ofrece una serie de
Otra importante originalidad de la obra es la de decantar, cíe la teoría y Lis trabajos presentados en los almuerzos mensuales del instituto, durante el
técnicas habitusbnente referidas .1 la gran cmpie.sa, aquellos principios y reglas período en que lo presidia el doctor Peter Langhoff. Esos trabajos configuran
de especial aplicación .1 la firma de mediana magnitud. Por último, la exposi- un paso fundamental para el desarrollo del campo de la teoría científica y la
ción sigue la evolución de la empresa en su crecimiento, desde los 5 hasta los
l.(XK) empleados, an;i!i/a los problemas que se presentan en cada etapa y práctica de la gerencia en el área de la comercialización actual.
294 páginas
propone soluciones concretas para resolverlos. 15-1 páginas
333
332
Teoría de la inversión, por E. Schneider, Profesor de la Universidad de Kiel
La efectividad publicitaria, por D. B. Lucas y S. H, Britt, Profesores de la New
York University y de la Northwestern University La importancia práctica del apáralo metódico v el rigorismo de las concepcio-
nes teóriut-, de S'ehneider hacen de su trabajo una obra tundaniciital. Como
Esta obra contiene U más reciente \l información acerca deocurre frecuentemente, también en este caso la teoría eumóiuiea es la base
la medición
de los mensajes publicitarios, a la cual está consagrada la primera parte, y la para la consideración de los problemas relativos a la economía de la empresa.
medición de los medios de publicidad, a la que se dedica su secunda parte. Cuando ésta se ocupa ciel cálculo económico como sistema v técnica, la obra
En aquélla se explica tanto la planificación de la medición de publicidad como del profesor dp Kiel sirve de punto de partida a las investigaciones de usta
las técnicas de medición de los mensajes publicitarios. Hay distintos capítulos índole. Este libro contiene, en esencia, todo lo que puede expresarse acerca
relativos a tests de reconocimiento, de recordación y asociación, apreciaciones de tal problema. Dentro de la economía de ¡u empresa nada existe, eu la actua-
o porcentajes estimativos (fOÍíng») de opinión y de actitud, métodos pro- lidad, que pueda equipararse al libro de Scimeider sobre cálculo económico.
\ectivos, pruebas de laboratorio y análisis de contenido y encuestas y medidas l'J8 páginas
de ventas. En la .secunda parte se dedican diversos capítulos a audiencias
en medios gnifico.s. audiencias de radio y televisión, exposición de anuncios Principios de administración científica, por F. w. Tayior, y
publicitarios, clases de personas afectadas por cada medio publicitario y acti-
tudes de las audiencias propias de cada medio. Termina esta obra con una Administración industrial y general, por H. Fayoi
exposición sobre las acunnilaciones v combinaciones de audiencias y las Con un estudio del Dr. Orustf Popescu sobre ia obra ilc Favol \l Taylorismo.
deducciones de programación matemática. El presente es el único estudio Se reúiK-n en un mismo volumen dos obras fundamentales de la economía
realmente comprensivo de evaluación e investigación de medios, por lo cual de empresa, (pie enfocan la técnica de la racionulúación empresaria partiendo
será de suma utilidad para los estudiantes v hombres de negocios interesados de dos polos distintos y mundialmente iamusus: la doctrina administrativa co-
en el tema, asi como para los profesionales de la publicidad. 396 páginas nocida con el nombre de fayolisnio y el método denominado taylorismo.
Asi como Tayior coiuvnlro sus esfuerzos en la organización científica del tra-
Comercialización, por J. E. McCarthy, Profesor asociado de Comercialización, bajo, fomentando de esta numera la ladonuli/acíón di-1 trabajo obrero, cuu. la
coordinación de estuemjs dentro de una perfecta sis tenia ü/ación de los mé-
Universidad de Notre Dame todos de producción, Favo! por su parte, dirigió su Mención iiueia i'l jete de
Esta obra está especialmente dirigida a todas aquellas personas interesadas en empresa y tendió a perfeccionar la racionalización y el gobierno de ésta.
la administración de empresas, a las cuales otorga pleno conocimiento de los Este libro está destinado especialmente al u.so de los estudiantes de ciencias
problemas y las prácticas de la Gerencia Comercial. económicas, políticas, jurídicas y sociales, así como a los jefes de empresas
La larga experiencia que posee el autor le ha permitido ofrecer un trabajo de y servicios públicos, contadores públicos nacionales, economistas, abogados \.
valor Incalculable sobre un tema tan importante como el de la Comerciali/.ación,
partiendo del principio de que aquellas personas interesadas en la adminis-
tración de empresas deben tener pleno conocimiento de los problemas y prác- Costos directos standard para la decisión
ticas de la Gerencia Comercia). y el control empresarios, por w. Wright
Además del enfoque gerencial. que constituye la trmática de la obra, tiene
gran importancia el tratamiento dedicado al efecto recíproco entre la economía El propósito de este libro es tender un puente entre los métodos contable:
y la comercialización. 2a edición - 960 páginas tradicionales y las necesidades de la gerencia operativa. El autor está plena-
mente convencido del gran valor potencial del sistema de costo directo stuudart
como herramienta de dirección, en cuya adopción debe insistir cada ejecutivo
Planeamiento de la producción y control de inventarios, por J, F. Magee Este sistema, que ha sido calificado como el camino más corto para la tonu
de decisiones, está estructurado a fin de presentar información en la forniü
Esta obra está destinada a introducir en los conceptos del titulo a ingenieros que se necesita para las decisiones operativas diarias.
de planta, alumnos v ejecutivos de empresas. Los métodos y procedimientos descritos en este libro lian sido adoptados poi
Satisface en forma amplia las necesidades de información que las citadas ijran cantidad de empresas, que han obtenido importantes resultados en e
personas necesitan, sin por ello convertirse en un libro de difícil lectura o con ¡ncTeiiiento de sus utilidades, y están desarrollados con tal claridad que lo:
empleo de términos técnicos que sólo puede ser leído por personas con ante- ejecutivos operativos \s de- cualquier empresa, asi como tambiei
riores conocimientos de la materia. los estudiantes de administración, pueden utilizarlos en íonna eíícaz.
216 página:
Sistemas de distribución, por J. F. Magee
Serie; SISTEMAS DE CONTROL GERENCIAL
El propósito de este libro es introducir a aquellos que lo lean en el concepto
del sistema de distribución física y sus elementos y a conceptuar las técnicas Cada Mulo d<- esta serie presenta una exposición, completa e integrada, di
de análisis que puedan ser de utilidad en el planeamiento y dirección del un área funcional de la [impresa. Cada obra —a car^o de un reconocido espe
sistema. cialista— trata la especialidad como un "sistema", con el objeto de establece
El desarrollo en la tecnología de los procesos de información y comunicacio- un nexo entre la función uerenciul de decisión y la tarea técnica de programa,
nes contribuye a la perspectiva de dirigir el sistema como un conjunto y a la el procesamiento electrónico. Kl avance de la tecnología de computación tiendt
oportunidad de aplicar íntegramente los conceptos y reglas de decisión al pro- a automatizar 'as decisiones operativas para incorporarlas a un sistema dt
ceso de planeamiento y dirección. 228 páginas
334

información que, liberando a la Gerencia de las decisiones de la rutina diaria,


le permita poner creciente énfasis en su función especifica de planeamiento
y control. Fura estar a tono con este avance se hace cada vez más necesario
lograr un lenguaje común entre la Gerencia y la Ingeniería de Sistemas, len-
guaje que nú puede basarse en otra alternativa que la de explicitar con precisión
y método las variables y los procedimientos que se emplean en las decisiones
gerenciales. Este concepto' de "sistema" determina el enfoque de toda la
Serie, a fin de presentar cada área operativa como un todo integrado, en lugar
de una colección de aspectos parciales yuxtapuestos.

Sistemas de decisión gercticial, por Howud L. Timms


Sistemas de decisión financiera, por William T. Morris
El sistema de dueño de productos, por Lewis N. Goslin
Diseño átí 'sistemas de producción, por Gerald Nadier
Loralización, "layout" ;/ mantenimiento de planta, por Ruddt/11 Heed, Jr.
Planeamiento y control de producción, por James H. Cri/ene
Sistemas de control de calidad, por tlobert B. Fetter
Sistemas de compras, por Wilbur B. Eugland
Sisteman de costos operativos, por R. N. Anthony y J. S. Hekimian
La gerencia de publicidad, por A. H. Oxenfeldt y C. Swan
El precio como decisión evrencial, por Alfred R. Oxenfeldt
Este libra
se terminó de imprimir
Serie: SISTEMAS DE PROCESAMIENTO ELECTRÓNICO en "U segunda quincena de diciembre
de 1971 en los talleres
Introducción al estudio de la sistematización electrónica de datos, ADECRAF
por Roger Nett y Stanley A. Hetzler Avda. Cobo 1642
Buenos Aires
Esta obra se ha preparado para aquellas personas que tendrán que decidir
si van a adoptar computadoras para la organización de sus trabajos de inves-
tigación en empresas privadas o dependencias oficiales. El libro abarca, en
lineas generales, la tecnología, las técnicas, la economía, los problemas de
personal que origina el progreso en la investigación de computadoras. Los
autores han interpretado con éxito el significado y las funciones de la compu-
tadora, expresándolo! en un lenguaje comprensible para todo ese vasto con-
junto de hombrea de ciencia y cíe negocios que no han sido participantes pri-
vilegiados en esta extraordinaria creación contemporánea, pero que están an-
siosos de disfrutar cíe sus beneficios. 290 páginas

Procesamiento electrónico en la empresa, por Robert w. Swanson, instruc-


tor de Procesamiento Electrónico en las Empresa-., de la Universidad i¡:
California, San Diego
El propósito de esta obra es ofrecer al lector un rabal panorama de las princi-
pales características de las tres áreas fundamentales del procesamiento elec-
trónico de datos; la computadora en si, la programación de ésta y la aplicación
de !a máquina a sus tareas especificas. Este libro t.-st;i dirigido especialmente
a quienes se interesan en el conocimiento de esta materia y abarca todo aque-
llo que pueda ser esencial en el procesamiento de datos aplicado a los negocios.

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