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Padre Pio 12
Padre Pio 12
Hizo sus primeros estudios en una escuela católica privada. Después de terminar sus
estudios primarios, Pacelli emprendió sus estudios secundarios clásicos en el liceo
Ennio Quirino Visconti, de Roma, una escuela con tendencias anticlericales y
anticatólicas.8
Funciones eclesiásticas
Sacerdote y monseñor
Pacelli ordenado presbítero, 1899
Pacelli fue ordenado sacerdote el 2 de abril de 1899, (Domingo de Resurrección) por
el obispo Francesco Paolo Cassetta —viceregente de Roma y amigo de la familia— y
recibió su primera asignación como encargado en Chiesa Nuova, donde había servido
como acólito.9
Arzobispo y nuncio
Cardenalato
Negoció y firmó los concordatos de la Santa Sede con el ducado de Baden (1932), la
república de Austria (1933) y el reino de Yugoslavia (1935). Destaca históricamente
la firma del Reichskonkordat entre la Santa Sede y Alemania, con el apoyo de los
dirigentes conservadores y católicos alemanes Franz von Papen y Ludwig Kaas. Este
concordato sigue vigente en la actualidad.1819
Por otro lado, una de sus actuaciones más importantes como secretario de Estado fue
dar forma a la que luego sería la encíclica Mit brennender Sorge, que supuso una
dura condena de las políticas del régimen nazi. Esta encíclica se escribió a
iniciativa de los obispos alemanes, redactada en Roma en un primer borrador por
Michael von Faulhaber, cardenal del título de Santa Anastasia y arzobispo de Múnich
y Frisinga. Pacelli fue el redactor del texto definitivo. Fechada el 14 de marzo de
1937, fue leída en todas las iglesias de Alemania el 21 de marzo (Domingo de
Ramos), lo que provocó la ira de Hitler. Fue respondida por el aparato de
propaganda del régimen a cargo de Joseph Goebbels. En su presentación de la
encíclica, Pacelli comparó al Führer alemán con el diablo y advirtió proféticamente
su temor de que los nazis lanzaran una «guerra de exterminio».[cita requerida]
Pacelli acumuló a la secretaría de Estado –cargo que mantuvo incluso después de ser
elegido papa– los cargos de arcipreste de la Patriarcal Basílica Vaticana (1930),
de gran canciller del Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana (1932) y de
camarlengo de la Iglesia católica (1935).
Papado
Elección
Artículo principal: Cónclave de 1939
En su editorial de Navidad de 1941, el New York Times elogió a Pío XII por
«oponerse plenamente contra el hitlerismo» y por «no dejar duda de que los
objetivos de los nazis son irreconciliables con su propio concepto de la paz
cristiana».23
Finalizada la guerra, Israel Zolli, gran rabino de Roma, quien como nadie pudo
apreciar los esfuerzos caritativos del papa por los judíos, se convirtió al
catolicismo y, en señal de gratitud, tomó en el bautismo el nombre de pila del
pontífice, Eugenio. Zolli escribió un libro sobre su conversión ofreciendo
numerosos testimonios sobre la actuación de Pío XII.23
El 7 de septiembre de 1945, Giuseppe Nathan, comisario de la Unión de Comunidades
Judías Italianas, declaró:
Ante todo, dirigimos un reverente homenaje de gratitud al Sumo Pontífice y a los
religiosos y religiosas que, siguiendo las directrices del Santo Padre, vieron en
los perseguidos a hermanos, y con valentía y abnegación nos prestaron su ayuda,
inteligente y concreta, sin preocuparse por los gravísimos peligros a los que se
exponían.23
Giuseppe Nathan
L'Osservatore Romano, 8 de septiembre de 1945
Retrato de Pío XII por Peter McIntyre, hacia finales de la Segunda Guerra Mundial
El 21 de septiembre del mismo año, Pío XII recibió en audiencia a A. Leo
Kubowitzki, secretario general del Congreso judío internacional, que acudió para
presentarle, en nombre de la Unión de las Comunidades Judías, su gratitud por los
esfuerzos de la Iglesia católica en favor de la población judía de toda Europa
durante la guerra.272328
En 1958, al morir Pío XII, Golda Meir (Ministra de Asuntos Exteriores de Israel)
envió un elocuente mensaje:
Compartimos el dolor de la humanidad (...). Cuando el terrible martirio se abatió
sobre nuestro pueblo, la voz del papa se elevó en favor de sus víctimas. La vida de
nuestro tiempo se enriqueció con una voz que habló claramente sobre las grandes
verdades morales por encima del tumulto del conflicto diario. Lloramos la muerte de
un gran servidor de la paz.2829
Golda Meir
El presidente de Estados Unidos, Eisenhower, al enterarse de la muerte del
pontífice, declaró que «el mundo ahora es más pobre después de su muerte».30
El diplomático israelí Pinchas Lapide calculó que Pacelli fue responsable por
salvar personalmente al menos 700 000 judíos. El historiador judío Richard Breitman
ha escrito un libro sobre el holocausto. Como consultor del Grupo de trabajo para
la restitución de los bienes a los judíos –grupo que ha obtenido la
desclasificación de los dossieres del OSS–. En una entrevista al Corriere della
Sera, del 29 de junio del 2000, Breitman –el único autorizado a ver los documentos
del espionaje estadounidense en la Segunda Guerra Mundial– ha explicado que lo que
más le ha impresionado ha sido la hostilidad alemana hacia Pío XII y el plan de
germanización del país de septiembre de 1943. Breitman ha encontrado también
«sorprendente el silencio aliado sobre el holocausto».23
Fotografía del papa saludando a los peregrinos durante una audiencia general en la
basílica de San Pedro, 9 de septiembre de 1950
Las actitudes anticomunistas del papa se volvieron más fuertes después de la
guerra. En 1948, Pío XII declaró que cualquier italiano católico que apoyara a los
candidatos comunistas en las elecciones parlamentarias de ese año sería excomulgado
e instó a Azione Cattolica para que apoyara a la Democracia Cristiana. En 1949,
autorizó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a excomulgar a cualquier
católico que militara o apoyara al Partido Comunista. También condenó públicamente
la Revolución húngara de 1956.36
Le tocó ser el papa de la Guerra Fría, y en este contexto su opción fue clara:
ferviente anticomunismo y aproximación a la nueva potencia emergente, los Estados
Unidos. En este sentido, resultó determinante su amistad personal con Francis J.
Spellman, arzobispo de Nueva York y vicario militar de las fuerzas norteamericanas,
al cual nombró cardenal del título de Ss. Giovanni e Paolo (1946).
Terminada la guerra, Pío XII también fue el vocero para instar a la clemencia y al
perdón de todas las personas que participaron en la guerra, incluyendo a los
criminales de guerra. Así también intercedió, mediante el nuncio apostólico en
Estados Unidos, para conmutar las sentencias de los alemanes convictos por las
autoridades de ocupación. El Vaticano solicitó el perdón para todos aquellos que
estaban condenados a muerte, una vez que se permitió la ejecución de criminales de
guerra en 1948.37 Una red de conventos e instituciones religiosas católicas, junto
con la Cruz Roja, ayudaron a numerosos criminales nazis a evadirse de la justicia,
entre ellos figuras tan relevantes como Eichmann, quienes se dirigieron a países
como Argentina, España, Australia o EE. UU.
Uno de sus últimos documentos fue la encíclica Fidei donum (1957), por la que
invitaba a toda la Iglesia a reactivar el espíritu misionero, especialmente en
África.
Últimos años
Pío XII en el trono papal, retratado por Luis Fernández-Laguna, 1958
Los últimos años del pontificado de Pío XII comenzaron a finales de 1954 con una
larga enfermedad, durante la que se llegó a considerar su renuncia. Posteriormente,
los cambios en su hábito de trabajo se hicieron notar. El papa empezó a evitar las
largas ceremonias, las canonizaciones y los consistorios, además de mostrar
vacilaciones en asuntos personales.
Durante sus últimos años, empezó a demorar las designaciones de personal dentro del
Vaticano, encontrándose cada vez más difícil sancionar a los subordinados y
designados como Ricardo Galeazzi-Lisi (su médico personal), que después de
numerosas indiscreciones, fue excluido del servicio papal en los últimos años de
Pío XII, pero manteniendo su título, fue capaz de entrar en los apartamentos
papales para fotografiar al pontífice moribundo; vendiendo luego las instantáneas a
revistas francesas.39
Pío XII tenía la costumbre de elevar a jóvenes sacerdotes como obispos, como Julius
Döpfner (35 años) y Karol Wojtyła (38 años), siendo este uno de sus últimos
nombramientos en 1958. Además, tomó una posición firme contra los experimentos
pastorales, tales como los «sacerdotes obreros», que trabajaban a tiempo completo
en las fábricas y se unían a los partidos políticos y sindicatos. Continuó la
defensa de la tradición teológica del Tomismo como digno de una reforma continua, y
como superior a las tendencias modernas como la fenomenología o el
existencialismo.40
Enfermedad y muerte
Antes de 1955, Pío XII trabajó durante muchos años con Giovanni Battista Montini.
El papa no tenía un asistente a tiempo completo. Robert Leiber le ayudó en
ocasiones con sus discursos y publicaciones. Augustin Bea era su confesor personal.
Pascalina Lehnert fue su asistente y ama de llaves durante cuarenta años. Domenico
Tardini, probablemente era el más cercano a él.
Fallido embalsamamiento
El médico de Pío XII, Ricardo Galeazzi-Lisi, informó que el cuerpo del pontífice
fue embalsamado en la sala donde murió mediante un nuevo proceso inventado por un
embalsamador de Nápoles, el profesor Oreste Nuzzi.42
A diferencia de todos los papas anteriores a él, Pío XII no quería que sus órganos
vitales fueran extraídos, exigiendo que se le mantuviera en la misma condición «en
la cual Dios lo creó».43 Según Galeazzi-Lisi, esta fue la razón por la que él y
Nuzzi utilizaron un nuevo método de embalsamamiento.43
Funeral
El Papa de María, un cuadro de la Virgen con el Niño, agregado por Juan Pablo II en
1982, sobre la tumba de Pío XII en las grutas vaticanas.
Su cortejo fúnebre en Roma fue la mayor congregación de los romanos a partir de esa
fecha. Los romanos lamentaron la muerte del papa, el cual había nacido en esa
ciudad, aparte de su recuerdo como héroe en tiempos de guerra.45 El cardenal Angelo
Roncalli escribió en su diario el 11 de octubre que, probablemente, ningún
emperador romano había disfrutado tanto de un triunfo, que él consideraba como un
reflejo de la grandeza espiritual y la dignidad religiosa de Pío XII. Fue
finalmente sepultado en las grutas vaticanas.46
Testamento
Artículo principal: Testamento de Pío XII
Su testamento fue publicado inmediatamente después de su muerte.
Durante los años posteriores al final del conflicto, la opinión acerca del papel
que jugó Pío XII durante la guerra era por demás favorable y laudatoria. Se pueden
citar las opiniones —ya expuestas en las secciones anteriores de este mismo
artículo— de Yitzhak Herzog, Giuseppe Nathan, Leo Kubowitzki, Golda Meir, Dwight D.
Eisenhower, Eugenio Zolli y Albert Einstein, entre otros.
Einstein dijo:47
Siendo un amante de la libertad, cuando llegó la revolución a Alemania miré con
confianza a las universidades sabiendo que siempre se habían vanagloriado de su
devoción por la causa de la verdad. Pero las universidades fueron acalladas.
Entonces miré a los grandes editores de periódicos que en ardientes editoriales
proclamaban su amor por la libertad. Pero también ellos, como las universidades,
fueron reducidos al silencio, ahogados a la vuelta de pocas semanas. Sólo la
Iglesia permaneció de pie y firme para hacer frente a las campañas de Hitler para
suprimir la verdad. Antes no había sentido ningún interés personal en la Iglesia,
pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración, porque sólo la Iglesia ha
tenido la valentía y la obstinación de sostener la verdad intelectual y la libertad
moral. Debo confesar que lo que antes despreciaba ahora lo alabo
incondicionalmente.
Albert Einstein
Time, 23 de diciembre de 1940
El agradecimiento a Pío XII de la comunidad judía de Roma quedó inmortalizado en
una placa que se puede ver en el Museo Histórico de la Liberación de Roma.48
El editorial del New York Times en 25 de diciembre de 1942 decía: «La voz de Pío
XII es la única voz en el silencio y oscuridad que envuelve a Europa esta
Navidad... Él es el único gobernante que queda del continente de Europa que se
atreve a hablar en voz alta».49
Peter Gumpel repite lo dicho por la colaboradora de Pío XII, sor Pascalina Lehnert
acerca de lo que ella escuchó decir al cardenal Pacelli sobre Hitler:
Este hombre está completamente exaltado; todo lo que dice y escribe lleva la marca
de su egocentrismo; este hombre es capaz de pisotear cadáveres y eliminar todo lo
que le sea un obstáculo. No llego a comprender cómo hay tantas personas en Alemania
que no lo entienden y no saben sacar conclusiones de lo que dice o escribe. ¿Quién
de éstos al menos se ha leído su espeluznante Mi Lucha?50
Gumpel revela que Pío XII realizó varios exorcismos a distancia a Hitler. Lehnert
declaró bajo juramento:51
... el cardenal alemán Michael von Faulhaber y otros obispos estaban persuadidos de
que Hitler estaba endemoniado, así que alertaron al Santo Padre, y éste, cuando se
empezó la guerra, no sólo hizo oraciones, sino que recurrió al exorcismo sobre
Hitler en su Capilla privada, presentes nosotras, las religiosas.
El escritor católico Ronald J. Rychlak dice que, después de la guerra, las agencias
de inteligencia soviéticas desprestigiaron intencionadamente a Pío XII como parte
de una guerra encubierta contra la Iglesia.52
En su libro The Pontiff in Winter (2005), John Cornwell tiene una mirada más
piadosa sobre Pacelli y su silencio, diciendo que el papa no tenía mucho margen de
acción bajo la dictadura de Mussolini y la posterior ocupación nazi, aunque sigue
señalando que Pío XII no habló al concluir la guerra.56
Según el historiador Michael Hesemann, Pío XII arregló el éxodo de cerca de 200 000
judíos alemanes tres semanas antes de la noche de los cristales rotos.58
El historiador judío Saul Friedländer, destaca la aversión que Pacelli tenía por el
nazismo y recalca su decisiva colaboración en la redacción de la encíclica Mit
brennender Sorge.59
Durante la II Guerra Mundial, las acciones de Pío XII y sus asistentes del Vaticano
(incluyendo al futuro Pablo VI) no solo ayudaron a salvar a casi 800 000 judíos,
sino que también él mismo y en persona asistió a muchos de ellos en Roma, según
afirma un experto historiador judío, Gary Krupp,62 respaldando las conclusiones del
historiador judío y diplomático israelí, Pinchas Lapide. Krupp y su esposa Meredith
son fundadores de la Pave the Way Foundation iniciada en 2002 para «identificar y
eliminar los obstáculos no teológicos entre las religiones». En 2006 líderes
católicos y judíos le solicitaron investigar el «escollo» de la reputación del papa
Pío XII durante la guerra. Pave the Way cuenta con unas 46 000 páginas de
documentación histórica que sostienen estas afirmaciones.
Muchos otros testimonios y pruebas de la obra de Pío XII en defensa de los judíos y
en su resistencia a las políticas nazis pueden encontrarse en la obra del rabino
David G. Dalin,63 quien indica que el título de Justo entre las Naciones debería
ser conferido a Pío XII, ya que salvó a más judíos que Oskar Schindler.64
Dan Kurzman sostiene que Hitler pensó en secuestrar e incluso asesinar al pontífice
en 1944, pero que desistió por temor al posible levantamiento de los italianos.
Kurzman también menciona que Pío XII participó en 1939 en un frustrado intento de
derrocamiento de Hitler.66
Franz Josef Müller, último miembro con vida de la Rosa Blanca opinaba acerca de que
Pío XII no hubiese hecho una declaración pública denunciando el Holocausto: «Mire,
hasta yo aún hoy me pregunto: ¿habría podido hacer algo más? En Alemania entonces
había también muchos católicos cuya vida estaba en peligro. Párrocos, obispos y el
mismo papa dijeron palabras iluminadoras; ¿pero cómo habrían podido oponerse más al
poder, sabiendo que los católicos habrían pagado las consecuencias de ello?
Escuchando los radio-mensajes del papa, nosotros captábamos entre líneas sus
indicaciones».75
El padre Pierre Blet recuerda que Pío XII una vez se decidió a escribir una
declaración condenando las atrocidades cometidas por los nazis en Polonia. En
agosto de 1943, Pío XII envió al padre Quirino Paganuzzi a Polonia para que
entregase la protesta en las manos del Arzobispo de Cracovia, el príncipe Adam
Sapieha para que fuese publicada. Ni bien monseñor Sapieha leyó la carta la quemó,
aduciendo que: «esta es una valiente declaración... pero si este escrito cae en las
manos de los Nazis, nosotros, los polacos, lo pagaremos con una masacre masiva».76
Martin Gilbert sostuvo, en 2008, que el análisis final acerca de la actitud de Pío
XII acerca de los judíos solo se podrá realizar cuando se abriesen los archivos
secretos del Vaticano del período de su pontificado al escrutinio de los
investigadores, cosa que se esperaba que ocurriera en 2013,83 pero que hasta mitad
de 2016 no ocurrió. No obstante, Gilbert hizo algunas observaciones en cuanto a las
críticas que ciertos investigadores hicieron a la actuación de Pío XII con respecto
al pueblo judío y que se hallan plasmadas en el memorial de Yad Vashem:
Pío XII no firmó y nunca podría haber firmado la declaración conjunta de los
Aliados de 1942 respecto a la persecución de los judíos europeos precisamente
porque era una declaración de los Aliados y el Vaticano no formaba parte de esa
entente político-militar y que la crítica la realizó sólo siete días después en el
mensaje de Navidad de 1942.54
El mensaje radial de Navidad de 1942 nunca mencionó expresamente que los judíos
fueran perseguidos por los nazis, pero sus destinatarios comprendieron la crítica
que el mensaje contenía: los altos círculos de la diplomacia alemana expresaron que
«en una manera nunca vista antes, el papa ha repudiado el nuevo orden nacional-
socialista europeo. Él prácticamente ha acusado a todo el pueblo alemán de
injusticias contra los judíos y se ha convertido en el vocero de los criminales de
guerra judíos».54
Gilbert señala que es injusto que en el monumento se señala que los esfuerzos en
favor de los judíos de Hungría y de Eslovaquia solo se realizaran hacia fines de la
guerra como una manera que tuvo la Iglesia de congraciarse tardíamente con la
comunidad internacional; los esfuerzos hechos por la Iglesia se realizaron en ese
momento porque fue precisamente en ese momento y no con anterioridad, que los
gobiernos de Eslovaquia y de Hungría llevaron a cabo la deportación masiva de
judíos hacia los campos de concentración nazis.54
En julio de 2012 —debido a la gran cantidad de material documental y al aporte de
los historiadores antemencionados— las autoridades del Yad Vashem modificaron el
texto escrito en el monumento:8485
El Vaticano, bajo Pío XI, Achille Ratti, y representado por el Secretario de Estado
Eugenio Pacelli, firmaron un concordato con la Alemania nazi en julio de 1933, con
el objetivo de preservar los derechos de la Iglesia Católica en Alemania.
La reacción de Pío XII, Eugenio Pacelli, sobre el asesinato de judíos durante el
Holocausto es materia de controversia entre los eruditos. Durante el desarrollo de
la Segunda Guerra Mundial, el Vaticano mantuvo una política de neutralidad. El
pontífice se abstuvo de firmar la Declaración de los Aliados del 17 de diciembre de
1942 condenando el exterminio de los judíos. Sin embargo, en su mensaje radial de
Navidad del 24 de diciembre de 1942, él se refirió a los «cientos de miles de
personas que, sin ninguna culpa de su parte, a veces por su nacionalidad u origen
étnico, han sido consignados a la muerte o a una lenta desaparición». Los judíos no
fueron explícitamente mencionados. Cuando los judíos fueron deportados de Roma
hacia Auschwitz, el Pontífice no hizo protesta pública alguna. La Santa Sede apeló
separadamente a los gobernantes de Eslovaquia y Hungría en favor de los judíos.
Más de 150 personas solicitaron acceder a los archivos, aunque solo 60 pueden
acomodarse en las oficinas a la vez. Entre los primeros en ver los documentos
estuvieron representantes de la comunidad judía en Roma y académicos de Yad Vashem,
el Museo del Holocausto de Israel y el Museo del Holocausto de los Estados
Unidos.88
Los archivos del Vaticano han proporcionado muchos millones de páginas y se espera
que lleve muchos años procesar los hallazgos. Hasta ahora, el estudio del archivo
no ha sido concluyente.94
Causa de canonización
En la cultura popular
En la película The Scarlet and the Black (Escarlata y negro), de 1983, John Gielgud
protagoniza a un Pío XII que avala la labor de monseñor Hugh O'Flaherty, quien
ocultó judíos y prisioneros de guerra en la Roma ocupada por los nazis.
En la cinta Amen., de 2002, Pío XII es interpretado por Marcel Iureș como un
pontífice que sufre por lo que le ocurre a los judíos, pero también se siente
impotente por su suerte.99
También es interpretado por el actor James Cromwell en la miniserie de televisión
Bajo el cielo de Roma (Sotto il cielo di Roma), un filme del 2010 que refiere la
actitud de la Santa Sede, en especial del papa, frente a los acontecimientos de la
Segunda Guerra Mundial, con un énfasis hacia la intención de los nazis de raptar a
Pío XII y de las acciones tomadas por él durante este difícil período de la
historia.100
La poderosa sierva de Dios, una serie de televisión alemana de 2011, que relata la
vida de la monja y asistente personal Pascalina Lehnert, mostrando también la labor
de Pío XII (interpretado por el actor italiano Remo Girone) durante la época
nazi.101
La película Shades of Truth (Sombras de la Verdad), es una producción estrenada en
el 2015 que defiende la figura de Pío XII, basado el trabajo secreto que realizó
para salvar a los judíos.102
En 2016, la National Geographic Channel emitió el docudrama El Papa vs. Hitler
(Pope vs Hitler) en el que se detalla la colaboración que prestó Pío XII en los
complots contra Adolf Hitler.
Véase también