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EL CONCEPTO DE CONTRATO por JuLiIo C&sAR RIVERA ‘Sumamzo: L Nociones introductorias. 1, La teorfa general de los hechos y actos jurfdicos ¥ la teorfa general del contrato, 2. Nocién bésica de contrato. 3. El contrato como operacién econmica y jurdica. 4. La utilidad social del contrato. 5. La nociéa de contrato a lo largo del tiempo. Bvolucién. 6. El contrato en el Derecho Romano. 7. La formacién del concepto modemo de contrato. 8. La nocién de contrato desde la codificacién. Il. La nocién de contrato en el CCyC. 9. Definicién legal. 10, Elementos. a) Acto voluntario. b) La manifestacién de la vohmtad. c) El conflicto entre la declaracién y Jo efectivamente querido. 4) El consentimicato. 11. Los distintos,tipos de contratos: su recepcién en el CCyC. 2) Contratos de consumo. b) Contratos por adhesin a cléusulas generales predispuestas. c) Con- tratos de larga duracién. d) Contratos internacionales. 12. Conclusiones: respuesta a una critica injustificada. III. Otras cuestiones. 13. El contrato como acto y como fuente de derechos. 14, Contrato y convencién. 15. Contratos comerciales y civiles. 16. Contrato y cuasicontrato. 17. Contrato y relaciones contractuales de hecho. 18. Partes dei contrato. a) Texto legal. b) Concepto de parte. c) Otorgante. d) ‘Representante. e) Transmisién de la calidad de parte. 19. Partes e intereses con- trapuestos. 20. Consentimiento, a) Introducci6n. b) Cémo se manifiesta el con- sentimiento. 21. Ambito del contrato. a) Efectos’ del contrato. b) Contrato y De- rechos Reales. c) Contrato y Derecho de Familia. d) Contrato y Derecho Sucesario. ©) Contrato y derechos intelectuales. 22. Patrimonialided de la relacién jurfdica. a) Patrimonialidad de la relaci6n jurfdica e interés no patrimonial. 23. Otros re- guisitos del contrato. IV. Extensién del contrato fuera del Derecho Privado. 24. Contrato y Derecho Administrativo. 25. Contrato y Derecho Internacional P\iblico. L Nociones introductorias 1. La teorta general de los hechos y actos jurtdicos y la teorta general del contrato Spota condensaba la definicién doctrinaria diciendo que el contrato es un acto jurtdico bilateral y patrimonial'. 1 SPOTA, Alberto G., Contratos en el Derecho Civil, Bsnacla, Buenos Aires, 1964, t. I, N° 11, p. 25: W Ezcaneado con CamScanner a “94°8°56 0079 AY smog hr 1 “pI NAT ET ode pL IAD Boa 9p EMD ND “D OSATY “YIONS + ‘we yea a1 Sy 1956 RY soon "UA KOR FS ‘wonteemoy 9 en “anunco pf seaseg Somme “OBNISSIM -any pwnd ee onus ofp ope 204 “HOF oxsBoud =p ‘osauangmo im op ‘ond ‘men og ofegen Te upRsed ere apc wr ‘ntaans epposeo weep oe p;eztooo vf empand 3 ‘ORF 1p wBaoape sub und comp cmmuraen yp sys ‘SRR 0 jqums 9p oalgo Wor sou 99 ‘HENLO® [ap OPE ng “AHIR ‘epmpece sas op gpm 9p eppoessae sro © nd ‘8b oopapal usm fo oreo fe ab sees 2p SOUND A. mace op 8 pep eT “y ‘samnoofo osmardia ‘semagayzo gop ori 18 sano sr ‘fee sauoppuce sey ominy “ere “ooh “owts) scant snd _Boujaizp ome wed & exaoo e waowaGo ean} uakngge SOAR sootpnfsostemaeqio 80] sopen a so ota of anogsrtbap 0 9p J SF. ToPHN! up U;IGIN $9 OTANI Te oN ORY ey ‘ype oxmoo “woe 0 ‘oopapud ove ome0 onEI6> [e's ie “SEU YHA a8 op kopepyoogn soatpar MSORSHNS ssa ma sm swum Seuosod sy ab ojos [> boo SaepHIED ‘ox o sowendo swiureoqorsesmern 9p uot. wy ueMar sob ‘oqmipuose eps Ep SOpePRENY Sepa Sys ezaxonb oonapad ‘oatmnnsu in 9 "Spo S| 9p EPA Hap On To TOOT onpyn| € vouipuacs uppniado owe ose “sopovonpanuySovzoa02 scans 2p upmeagdaa x © rane ered ooeyg enfant a eased um W09 AN WOT 0 “pempnf sasofoner reo BIH © MATOS TAR soon uwpuenst Soe! se a go 308 Poof soon 50 30909 NOE ‘upmgem owpmafze oye W> 'SHEME SFUK SOMATA omOD ar ouap tn 2 UponIpruo o PAREN #¥ OTE apn topend k Sapypeiqgo wan sp sopnap 0 2opess ap Ye DINE SS ie ae ‘epmenyon roe e 20d 265; 2 anb owed oP 93} 30d “ea Fr capes eretteuscipany HOE ORIEN SUMS a 1 4 6349p 40 'NILSD oppor me sg -sdupes 0 seprpoc ‘econ aeed ein Popa eos! oe ‘end p op ‘oman pp HUOIUGRP we son! eave 9 temp Py BAL 966 Mind M9 77-T p Por ane any mpi] 29009 popes V7 ny NNSA Poo aa TT ote K eOET a soar os BAS IGN PANT pepe aod ao oe “oyna carbon ian CPT OH EDS py oHNTIN|OS Ce WFD FURIES aonb apetma ¥ apo wo SPM & a ~ GaipAT ose Caos opeEBOS Te WHuyap wos onb opedionue sours oanuoo 9p w1899 UOREON Yam vf otofgo te mompap os eb se woo apsons om09 ‘sonennoo. sepetpapFrunos sua open e209 ae ap ag US ‘mn sesondra mse od zouodindas 9 onb ear k(optey pS “apap sop roe 80; 9p sopra 80 "e!U2]0Ka ‘Of SON) prmeon 9p Soma so] sorena09 ap wuss Uo Uproamce Ganon an est smd, sso my os onb sonorsegpsy mimo anb souotts jy 9 {S10@ 9p owo8e ap 19 apsep aBx sou anb 3499) 18 208 spines fojopoacr | ‘anaueOy “2 X "@g6t 2p >adeag ‘561

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Contempo- sq ieeumente el desarrollo del comercio intemacional y nuevos tipos e relacionamicatos entre empreses evan a advertir car @ calizres ex los contratos de larga duracién y en los contratos inter- @ —szcionales. ° Todo ello tiene reflejo en la regulacién que el CCyC hace del contrato. ° . relevante porque efectivamente la nocién ha pasado por distintas cta- sintetiza de la manera que sigue. istas advirtieron que toda promesa debfa ser cumplida; ‘ tio César, El contrato como sensimiento y el cc pela endless rar reer ated 1 DIBZ-PICAZO, Las, Fundamentos det Derecho Cit Parimonicl, 6 ei " ‘Thomson-Civitas, Madrid, 2007, Cap. V a partir de p. 133. Aires, 1991, p. 143. ro : 15 j iene como un objetivo ta liberacidn de las trabas del Derecho Rowano- y la imposicién del deber de Jos pac- tos, Los tribunales de mereaderes -tribunales consulares~ impusieron esta regla, Finalmente, los desarrollos de 1a Tustraci¢n y Ia Bscuela del De- recho Natural permitieron concluir que el fundamento racional de In sreacidn de las obligaciones se encuentra en la yoluntad de los con- tratantes. De este modo se llega a identificar al contrato como todo acuerdo de voluntades por medio del cual las partes se obligan’, 8. La nocién de contrato desde la codificacién BI concepto de contrato que acabamos de dar es el que asumen los e6digos decimonénicos. Ast, el artfculo 1137 del Cédigo de 1869 decfa: “Hay contrato cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una declaracién de voluntad comiin, destinada a reglar sus de- Como ya se dijo, se partfa de Ia idea de que las partes eran libres Para contratar 0 no contratar y de que cuando lo hacfan eran jurfdi- camente iguales. Por ello, to convenido era una regla a la cual debfan ajustarse como si fuera I ley misma; asf lo disponfa el artfculo 1197 del Cédigo 9, agregando la nota puesta al pie del artfeu- igrafe Lesidn enorme o enormésima: “El consenti- error ni violencia y con las solemnidades requeridas por las leyes, debe hacer imevocables los contratos”, concepcisn de la fuerza obligatoria casi absoluta del contrato ido restricciones importantes a lo largo del siglo XX y lo que va del presente en virtud de distintas circunstancies que actian de consuno. * DIEZ-PICAZO, ob. y lug. cits, 6 ee lk CONGRITO_ DR CONTRATO cl soflularse como factoros que han I Ba a a etn = La masificncién do le Se 2 oe 4 Y prinsle jones oclales, 7 rane felon do Ta empresa com suelo de 1s tlt- resu celebra multplicidad de contratos individnales 0 con otras empresas y seneruimen in do celebrar, po~ o uniform os contos que hn de elebre Do osibllidnd do acoptar un contenido del contrato ya pre- mie én de las relaclones - jucga el Estado en In regulucién de las teonsas al Retado tuvo una intervencién notable en distintos ssctores de In economfa, Jo que ae tradujo on su interferencla en Ins roluciones jurfdicas privadas, Ast, ol Estado fija preclos y tusas de interés; impono plazos mfnimos para el contrato de 1o- ccacién destinado a vivienda o comercio, regula los mercados de ltiples productos, y controla In concurrencia de modo de evitar prfcticas monopéticas, otostera, = Las crisis econSmicas puoden sefialarse como torcet factor fun- damental de la evolucién de la materia que estamos tratando, y fen particular In influci6n, que ha exigido el abandono de los principios bésicos del Derecho Privado, en particular el nomi- nalismo monetario, sustituido por el realismo o valorismo, asf como 1a intervenci6n dol legislador o de los jueces modificando ¢1 contenido contractual cuando por imperio de Ins nuevas cir- cunstancias econ6micas éste hubiese sido alterado en tal forma que hubiese perdido eu equilibrio inicial. También las guorras europeas han dado pic, en Jos pufses que sufrieron més grave~ mente sus consecuencias, a la intervencién legislative y judicial para In modificacién, ulteracién o reajuste de las prestaciones contractualmente impuestes. = Por sitimo, en Ia doctrina, In jurisprudencia y In legislacién se ha acentuado el carfcier social de 1a contratacidn, es decir que se abandons el individualismo absoluto de los cédigos del si- glo XIX en amas de obtener un verdadero equilibrio contractual Ezcaneado con CamSeanner “teatime ee BL concerto De conraato i ce la parte mis débil. Asf, se recurri6 a los principios de la buena fe, Xe monly bs buenas costumbres, que nuestro Cédigo a se re Funidor, los contaios de larga dorai6n, los coatratos internacionales. II, La noci6n de contrato en el CCyC. gis distintos, en los que prevalece la finalidad tuitiva de la par- te debi. Del mismo modo es una evidencia innegable que una gran masa e contratos, ann exchuidos de la calificacién de contratos al consu- ; sist io da ° ‘ Seguimos aqu el criterio del COyC. HI Proyecto de 1998 distingufa -a noeso ‘midor, se celebran por adhesiéa a formularios predispuestos, lo que ae ae ae - impone al Estado ~en sus diversos estamentos— el control de sus con- Snare ca Comet pr theca y contains melas 2 om » Doc @ Acto voluntario Acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intencién y libertad; éstos son los denominados cominmente elementos internos del acto voluntario. (©) La manifestacién de la voluntad EICCYC dice con toda claridad que el acto voluntario ‘se manifiesta or un hecho exterior” (art. 260). Los articulos 262 a 264 tratan de c6mo se manifiesta la voluntad. ©) Elconflicto entre la declaracién lo efectivamente querido Un tema clisico en la literatura jurfdica es el del conflicto entre Jo manifestado y lo efectivamente querido por aquel que emitié la declaracién de voluntad. Tradicionalmente los autores han planteado el problema de la vo- Juntad interna y la declaracién en los siguientes términos: sila voluntad intema no coincide con la declarada, zqué debe prevalecer: lo declarado © lo efectivamente querido por el agente? Ese planteamiento parece limitarlo a la esfera del declarante. a declaracién puede de lo efectivamente jlema no se circunscribe al agente de quien emana 4 LARENZ, Karl, Derecho Civil. Parte general, trad, de Miguel Taquierdo Macias Picaves, Edersa, Madrid, 1978, p. 451, , 20 Ex CONCEFTO DE CONTRATO. ieclaraciones. ia deta, sno que debe teers ex cveta ge ess yueden afectar los derechos © intereses. de @ Importancia del tema _ ela cuestiOn sub examine se revela en dos ‘Sanbitos: declaracién de la voluntad; ‘erradas; protegeria al tercero de buena fe que ha adquirido derechos en virtud de un acto simolado; y en la interpretaci6n de un acto jurfdico, buscaré saber qué es lo que pudo entenderse de 1a de- claracién, conforme a la buena fe y los usos del tréfico. ‘Las distintas teorfas han sido expuestas en la obra citada de Larenz ¥y estimamos excesivo reiterarlas aqui. Por ello nos limitamos a sefialar que en 3a actualidad prevalecen en Ia doctrina las posiciones que parten de la distincién entre las de- claraciones recepticias y no recepticias. ‘Las declaraciones recepticias deben ser analizadas en cuanto a su validez e interpretadas, en principio, conforme a lo efectivamente que- rido por el declarante. Pero al estar dirigidas otro sujeto, esa indagacién de la voluntad real se hard a través de la declaracién. frente al tercero de buena fe; y en orden a la interpretacién, se tendré en cuenta lo que las partes veros{milmente pudieron entender, obrando de buena fe y de acuerdo con los usos del tréfico. En cuanto a las declaraciones no recepticias (como el testamento), que tienen una funcién exclusiva de conocimiento, la voluntad interna a OOOO eek TTC aT ocr Bom prevalece sobre To deli, siempre que es vont reo dee sn volta intern tenga alguna expresiGn, asf incompleta, en la declaracién. we 7 Ja posicién que asume el CCyC. or un ldo require que esti presentes los elementos i Pm est Jos elements interes: ce pro, eaten Intec, porel er de “Pero 30 cualquier enor ana lt, toques co ate 7 Tecepticio,e5 necesro que sea esencial recon (arts. 265 y 266, CCyC). Y sseonoeibe Desde ya que maestro CCyC no acpi la reserve mental, y adem pty ter eben ete ltl snd st 86 7, Con respecto a la interpretacién de los contratos, la tratamos més adelante, pero anticipamos que ella debe respetar la confianza y la lealtad que las partes se deben reciprocamente (art. 1067, CCyC). d) Elconsentimiento Hasta ahora hemos repasado conceptos conocidos: voluntad y ma- nifestacién de voluntad. Pero el CCyC cuando define el contrato alude @ 1a manifestacién del consentimiento (art. 957), y més adelante trata de la “formacién del consentimiento”, Entonces Ja pregunta es: jla manifestacién de la voluntad es 10 mismo que Ja manifestaci6n del consentimiento, 0 soa dos ideas re- lacionadas pero no idénticas? () Noci6n de consentimiento contractual Existe consentimiento cuando ambas -o todas— partes del contrato han manifestado su voluntad absolutamente coincidente, Esto sur- ge de la propia definicin del artfculo 957 cuando dice que contra- to es el acto jurfdico por el cual dos o mds partes manifiestan su consentimiento para crear, modificar... relaciones jurfdicas patrimo- niles. Cuando hablamos de manifestacién de voluntad estamos aludiendo al sujeto individual, aislado. Cuando hablamos de consentimiento -0 8 [Bx concarro we covraaro corr ot covers consenso- estamos expresando que dos o ms partes han expresado gu voluntad plenamente ooineidente. Era bien claro en el Cédigo de 1869 cuando definfa al contrato como “declaracién de voluntad comin destinada a reglar sus derechos” (art. 1137). ‘De allf que el consentimiento ha sido caracterizado como un acto bilateral (Lépez de Zavalia, Alterini), lo que implica rechazar la idea de que son dos actos unilaterales que se encuentran. ( Relevancia El consentimiento de las partes, requisito necesario para el naci- rmiento del contrato ya desde el Derecho Romano, constimye la base ‘Gel Derecho Contractual modemo (Lara Aguado). Concurso de voluntades de dos personas, de las cuales una promete figo 2 la otra y ésta acepta la promesa que se le hace. Por su parte Wolff hizo lo propio en Alemania destacando el consenso como la pase y razén de las obligaciones contractuales y Puffendorf requiere cl consentimiento de las dos partes contratantes, que tendré que ser ‘manifestado para que la coincidencia de las dos declaraciones de vo- Tuntad dé oxigen al contrato"” 1. Los distintos tipos de contratos: su recepcién en el CCyC Es preciso destacer que lo que venimos diciendo tiene un adecuado reflejo en el CCyC. Bs cierto que el Cédigo en vigencia contiene una definicién -ya transcripta- que pone el acento en el acuerdo de voluntades, y con cllo parece mantener una concepcién clfsica del contrato como un producto de dos sujetos igualmente libres y por ende con un poder de negociacién equivalente. {LARA AGUADO, Angeles, La oferta y cceptaciin contractuales,en SANCHEZ LORENZO, Sixto (edit), Derecho Contractual Comparada. Una perspectiva ewopes ¥ transnacional, Thomson. Revters-Civitas, Pamplona, 2009, ps. 25/26. 2B pn cE Docransa 2) Contratos de consumo Tambia es cierto que ei Cédigo Civil y Comercial contiene pre- cepts que se refieren a los contratos de consumo (Titulo I del Libro para el consumidor. Cuando existen dudas sobre los alcances de su obligacién, se adopte la que sea menos gravosa”. ») Contratos por adhesin a cléusulas generales predispuestas La negociaciéa no es de le esencia del contrato; puede existir con- mato sin negociaciénY._ De allf que las categorias de contratos de contenido predispues- %0, los sujetos a condiciones generales, los celebrados por adhe- ‘si6n, los coatratos de consumo y los forzosos o impuestos son con- ‘tats a pesar de no estar necesariamente precedidos de una nego- ciacién. - Claro es que ex este caso debe mediar la interveacién del Estado, 2 través de sus tes poderes, pera proteger a la parte que debe adherir © acepiar condiciones generales o todo un contrato lisa y anamente predispuesto. Esta es también una realidad que el CCC tiene presente pues sia pesjuicio de ls regulaciéa de los contratos de consumo, se trata también © GHESTIN, ob ci, p15, ry [BL CONCEPTO DE CONTRATO ispuestas (Sec- ‘i salas generales predispues! de los contratos por adhesin a cléust ee ee 984 y 88.) ‘Gin 2° del Capftulo 3 del Titulo I del Libro Tercero, ae Ja otra. En consecuencia, la superioridad de una parte sobre la otra no depende tanto del mayor poder econémico sino de las circunstancias {que hacen que una parte pueda imponer a Ja otra un negocio sobre la base de documentos prerredactados; ello solo es suficiente para En esa linea, definia como contrato predispuesto a aquel cuyas 3 LEIBLE, Stefan, Cléusulas obusivas en el ejemplo de las cldusulas penales contractuales en las condiciones generales de contratacién, en Revista de Derecho ‘Comparado, N* 1, Rubinzal-Culzoai, Santa Fe, 1999, p. 101, con cita de ALFARO AGUILA-REAL, Las condiciones generales de la contrataciéa, Madrid, 1991, p. 180. 25 SSIS OOS REED EC RED, 0 0 spuestos, como Je contratscién del seguro de vida de los empleados piblicos o del Seguro de accidente y de vida de los asistentes a un especticulo de- portivo. ~ De todos modos, como ya lo hemos dicho, es vali , como ya Ic . i080 el hecho de ee aceyc contenga disposiciones referidas a las clénsulas abusivas de lo que también se regula en los contratos de consumo. ©) Contratos de larga duracién 6 f Gque estos contratos exigen cooperacién en lugar de conapetencia!, Esto tiene reflejo en el CCyC, cuyo articulo 1011, bajo el actpite Contratos de larga duracién, dispone: "En los contratos de larga do- raciés ‘es esencial para el cumplimiento del objeto, de modo los efectos queridos por las partes o se satisfaga la indujo a contratar sazonable de renegociar de buena fe, sin incurtir en ejercicio abusivo de los derechos”. @) Contratos internacionales ‘Finalmente el CCyC tiene también plena conciencia de la necesidad de reconocer los perfiles propios del contrato internacional. Pero be aguf que los contratos intemacionales han adquirido una dimensién propia, por varias razones. un Docran, La primera es que la slobalizacién —como fe 8 considerar al mundo co a cacién exponencial del mi Ina mera pro- 800 Don su originalidad. ‘muy diversa, como pueden ser los Estados, entidades blicas, grupos y empresas multinacionales, Aparecen figuras contractuales que pueden ser el resultado del distintas figuras Upicas © conocidas con otras que no lo son, En Lin, $n insercidn en el tiempo y en espacios no homogéneos los expone ¢ Hesgos no habituales que los operadores se esfuerzan por lun esfucrzo creativo fecundo y en renovaci § punto de una gama de cléusulas origin En otro aspecio, el contrato intern se ha convertido en una fu denominada lex mercatoria; como veremos poco més ‘rculacién de los modelos contractuales es considerada de un Derecho consuetudinario no estatal y de vigencia 10y se habla de un Derecho del comercio internacional tema de los contratos internacionales constituye s6lo un Imente, Ia lex mercatoria ha ido creando su propio sistema i6n de conflictos: el urbitraje. Como prucba de ello basta on recordar que la Corte de Casacién francesa ha dicho que el juez ‘natural del comercio internacional es el Arbitro internaci ” OPPIETIT, Bruno, Auour de cont de thdorte juridique, N° 1 1 Del informe de pret PT Putrabali Adyaraulia Revue de I’ Arbltrage 2007-507, ‘ntemattonal, en Dros. Revue frangise 1990, p. 107, 296-2007, ‘Rena Holding et Sociéié Maogutia Est on not de Emmanuel Gaillard, 28 EL CONCEFTO DB CONTAATO El CCyC te hace cargo de 1a categoria de los contratos interna clos ef Tals [Vel Lito Sexo denominado Disporiclones de Derecho Internacional Privado, donde trata los grandes temas ¥- lacionados con esta materi: Ia ley aplicable al contrato internaci sentando el principio bisico hoy universalmente reconocido de que les partes pueden elegir el Derecho apliable; y la juradicién, ext bleciendo también la libertad de las partes salvo para los casos jurisdiccién ex : 12. Conclusiones: respuesta a una crftica injustificada Carlos Ghersi ha publicado recientemente un artfculo en ef que concluys que el Cédigo Civil y Comercial regula los contratos a partir nOmico real y especialmente la exigt det consumidor y usuario, para satisfac smanas como simples insumos-objetos en el sistema de ica e# injusta, Como hemos visto, el CCyC 108 tipos de contratos, tipos que encuentran as: In calidad del sujeto que celebra el contrato cen el contrato de consumo; el modo en que el contrato es negociado (en realidad “no es negociado”) en los contratos por adhesin a cléu- sulas generales predispuesias; los elementos 0 puntos de conexién con distintos pafses en los contratos internacionales; el factor tiempo en Jos contratos de large duraci Por lo demés, el CCyC es prédigo en la regulacién de instituciones que tienden a tulelar el equilibrio entre las partes contratantes en cual- quer circunstancia que lo hagan. De este modo rige el principio in- oroguble de 1a buena fe (art. 9%, el abuso del derecho (art. 10), la lesion como vicio de los actos juridicos (art. 332), Ia frustraci6n del GHERSI, Carlos A., Los contratantes en el C6digo Civil y Comercial, en LL. el 157-2016, 29 Ezcaneado con CamScanner ~~ TFFSSSSCSSSECETEUEU (art 1497) De modo que a fins del Cig y cl reconocimiento de que ei conmate xe perfecciona por la confluencia de las voluntades 0 . Ie exis los que el Io hs saorrrain« # las legions como Hmies a It vere ‘liga oria contato, ‘TIL Otras cuestiones 13. El contrate como acto y como fuente de derechos is de Kelsen merece alguna precisién; entendemos que -en [_AELSEN, au, La sol jrigue de le convention, 0 eee sophie du Dro et de Sociologie Jundique, Sirey, Paris, 1940, ps _Be comer ox eomernat, 7) pes wavés de la circulaciéa de los modelos conmractuales. De Prd que elon tonstiten a primera fect ein lx marmasorie ee LL 21-2120, sai pots oo Wo Seer et Chee Ct ae 2 vigencia del CYC, pues conforme a Ia definiciéa del anfculo 957 Coof. GHESTIN, ob. cit, p. 19. Ex concerto De CONTEATO contratos de comercializacién (agencia, disteibucién, concesion, fran- {quicia) entre Jos contratos comerciales. . uni it la en vigencia del CCyC ba ‘La unificacién consagrada con puesta Yee cierto es que Jos ” 46. Contrato y cuasicontrato ‘Durante la vigencia del Cédigo Civil de 1869 algunos autores S0s- tavieron que entre las fuentes de las obligaciones se encontraba una ffs cual denominaban cuasicontrato, cuyas especies eran la gestion de negocios y el empleo stil. Hoy estas categorias estin reguladas por el CCyC como “otras fuentes de las obligaciones”, prescindiendo de Ia calificacién como cuasicontratos. 17. Contratoy relaciones contractuales de hecho a) Teo legal El precepto que acabamos de transcribir comienza seiialando que 1 contrato es un acto jurfdico en el que prestan su consentimiento dos 0 més partes. 3 esc \Camscanner 4 Doce eee De este modo supera una antigua objeciGn que se hact es fn que se hacta al Cédigo Para comprender a nocién de parte has Y que recurrir al Jo 1023, conforme al cual: “Se considera parte del contrato a z 1o otorga # nombre propio, aunque 1o hi b) es representado por un otorgante interés; “ 6) manifiesta Ia voluntad contractual, aunque ésta sea transmitida or un corredor 0 por un agente sin representacién”. ») Conceptodeparte __ __Parte del negocio juridico es Ia persona fisica o jurf Juridica de actuaci6n es alcanzada por los efectos del n En otros términos, es aquel cuyos derechos u oblig: iacen, se modifican, se transmiten o se extinguen como consecuencia de] negocio juridico. bre propio. Es el efecto propio de la consignaci6n, hip6tesis de man-_ dato sin representaci6n para Ja venta de cosas muebles (art. 1335, ccyc). Como es evidente, cada parte puede estar integrada por una 0 més personas. La plurisubjetividad, esto es, la integracién de la arte por més de una persona, genera una serie de cuestiones, tales como: : — La naturaleza del vinculo entre los coacreedores 0 los codeudores, esto es, si son simplemente mancomunades, solidarios o concu- rrentes; ~ el modo en que se ejerce la “suspensi6n del cumplimiento” cuan- do Ja prestacién es debida a varias personas; sobre el punto el CCyC autoriza la suspensién de Ia parte debida a cada uno hasta Ja ejecucién completa de la contraprestaci6n (art. 1031); In comunicacitm de In extincitm Ges comtestnr gen tackacschln te ta elas partes, que Bebe hacerse 9 toon 6m wiipion Gon meer tuna parte a voon los cys integran Ya cre (at. 107%, i, ©) Otorgante Generalmente la parte es quien ctorga el acto, en 4 sentido de es quien lo concluye por sf mismo, prestando sa consentimiento. d) Representante si 61 mismo hubiera ejecutado el acto. De donde, los elementos para que exista representacién son: © La declaracién en nombre ajeno, efectuada por el representante; cel actuar por cuenta 0 interés ajeno; > una facultad apropiada y suficiente, que puede © de la convencién. ‘De modo que -a titulo de ejemplo es voluntaria 1a representaci6a que emana de un contrato de mandato, Es legal Ia representacién de los padres respecto de las personas por nacer y de sus hijos menores, asf como la que ejercen tutores y curadores. Y es orgénica Ie que 35 octane jerce el presidente de! directorio de una sociedad anénima o el gerente de una sociedad de responsabilidad limitada. ©) Transmision de la calidad de parte La calidad de parte es por regla general transmisible; el CCyC prevé expresamente ahora la denominada “cesién de posicién contrac~ tual” (arts. 1636 y ss.), para la cual es necesario el consentimiento de las otras partes del contrato. 19._Partes ¢ intereses contrapuestos La utilizaci6n de la expresi6n “partes” implica que entre ellas exis- ten intereses contrapuestos. 20. Consentimiento _ 8) Introduccién La docttina sefiala que cuando s¢ habla del consentimiento de los se est aludiendo de manera relativamente promiscua a interna de cada uno de los contratantes; de esa voluntad; = y lo que puede Hamarse 1a zona de coincidencia entre las vo- Juntades declaradas, que constituye entonces Ja declaraci6n de voluntad comin o intenci6n comin, que propiamente constituye el consentimiento contractual. b) Cémo se manifiesta el consentimiento El contrato es definido como acto jurfdico mediante el cual dos 0 ‘més partes “manifiestan su consentimiento”, Obviamente el acto jurféico es un acto voluntario y como tal debe set obrado con discernimiento, intencién y libertad (art. 260), pero ello solo no es suficiente, sino que esa Yoluntariedad “interna” ba de ‘manifestarse “por un hecho exterior” (art. 260, in fine). La manifestacién de la volunted puede tener lugar “oralmente, por escrito, por signos inequ{vocos por la ejecucién de un hecho material” 36 [EL cONCEFTO DE CONTRATO (art. 262); el silencio no es ~por regla general exteriorizacion de me ertsatad salvo en los easos excepcionales previstos ene) axtculo 263; y finalmente, el CCyC prevé Jo que se denoming cexpresién técita la voluntad (art. 264). i hemos sefialado, hay disposiciones de la teorfa Saree eae om pees Tos actos Jurcieos ‘culo 979 trata de In manifestacién de 1a aceptacién de une eee vaio une Tegla particular sobre el valo: del silencio que Se Mecesario compaginar con la previsién del artfculo 263. ‘Bl consentimiento debe ser de ambas partes sobre el mis i contrato supone el acuerdo de ambas partes sobre todot elementos del contrato, Por ello el articulo 978 establece que “Pars Gue el contrato se concluye, la aceptacin debe expresar Ia Plena con” formidad con Ja oferta.” ‘De todos modos el CCyC ha relativizado Ia exigencia del consony timlento sobre todos los elementos del coatrato, pues conforme al sr L{ealo 982, “Los acuerdos parciales de las partes concluyen el contrato $i todas elias, con la formalidad que en su caso corresponda, expresan fu consentimiento sobre los elementos esenciales particulares...” El examen detallado de estas disposiciones, su interpretaci6n y sus efectos, se bace en otros trabajos incluidos en este mismo mimero de Ia Revista. 21. Ambito del contrato Con la expresién “émbito del contrato” queremos reflejar dos cues- tiones: én de contrato se limita al acuerdo de voluntades que igaciones, o si se extiende al que las extingue, transmite © modifica; — cufl es la relacién del contrato con el Derecho de Familia, los Derechos Reales, el Derecho Administrativo. ‘A estos teroas dedicamos los pérrafos que siguen. a) Efectos del contrato Ya hemos explicado que conforme a la definicién legal entran en a Ezcaneado con CamScanner a Decomn fore apr 1a soca de comeato los actos joridicos que crean relacioces jocidicas, wos pe toric pt ceo beens omens ae pas (ec = endo in pobbaciée Gxt pamer pean. pe ia imme sesée) las regalan (€! conerato de arbitaje) o las extinguen (a tran ed bh poietic == 7 nuccipactoers sxckuvias de cmlopier dpa, con mins snow. )) Commazo ¥ Derechos Reales seracica de la umidad de la peste epee ot ee Fe mee solsciCe de confiiccs, pueden icin Espoeicsones mientas 2 Saas io eae 0 cen, Mensionss como el que sirve de derechos heredtarics y establecer compensaciones «3 favar de anos — Oye ae mane Samhos reales. Ast surge det legitimerios. Esics pacts soe vilidos, sean 0 20 pare oi Somme comme cielo 1882 dei CYC que para Ia adquisicién derivada de der, ven a ao aiocom ba equine berets, lm eacee al coos males cxige tfttlo y modo; timlo es el acto juridico que tien 2 vhs ee r. ; ESSE SEES SSE St Saree el comtato oe oe ee cceprrects perma o donaciéa. El articalo 2185 dei CCyC consolida P Sm Ses al Gispocer que “Los derechos reales de garantia slo pocdes empresa familiar. SS coastuides par const", lo cual en el caso confiema ademis A = = Dececko argentino no hay hipocecas legaies © icine. ©) Contrato y derechos inaelecnaaies ; De socos modos bay que tener en cuenta que el contrato no puede ‘El derecho inmelecamal sequiere un acto de coracite de 2 ober aria, Pe Sesshos reales atfpicos ya que ex nuestro sistema rige el principio Tieraria, mmsical, picwirice, canter. De donde el comma mo pork & simero cemado (mmerus clawsus) (ars. 1884, 1886) dar Ingar al nacimiento de un dexecho imeiecual: pero ex so ampecn Patimonial obviameaie cl commto jeega el rol orien, por io ©) Conmaio y Derecho de Familia ol mu po vow cease oni, sons ie ‘Tradicionalmente en el Derecho de Familia el émbito de le amto- Por un precio que Je pags el editor si es ums obra Eeecena, y pare nomia de le volanted cra mucho més reducido que en el Derecho cceder esos derechos patrimoniales 2 texceros, darios en gecameiaemsforca pattimonial. Sin embargo, se advierte que en el CCyC hay una apertora ee = ‘hacia Je contacwalizaciGa de las relaciones entre los céayages y con 2 Patrimonialided de la relacites jurkica ‘vivientes. Ello se aprecia en la postbilidad de optar por un régimen eee eae ae ee de bienes ahemativo (arts. 505 y ss. celebrar “\pactos de con- pee ae eer ore ee vivenciz” (ers. 513 y i eae exinguir seiacsoecs jeridicas Com Pmualizar que el Anteproyecto de CCyC prevets también Explicaba Spota que la convencisa joriiica es conto ceamio se ie ies conyuges tvieran la posibilidad de contratar entre si. Sin desenvaelve en el campo patrimonial, por Jo que cumade elo secode ‘gnms (26m valedera se agregé entre las inhabilidades especiales, | “resulta cocrecto aseverer que los téominos convenciée: jeridica ¥ Ee ne TO @ “Jos cOnyages, bajo el régimen de comunidad, entre contrito son intecambiables”. De alli que se soseaga que el acaeio st” (art. 1002, ine. de partes por el que se decide someter una conmoversia petrimonial Cao 4 la decision de érbitres es un conan, pues prodace sas efeeaos ex ) Sucesorio ese Ambito. Y asi lo resuelve el CCyC al regular el arbitraje como (Cédigo derogado fulminaba toda posibilidad de que hubiere con- Docrmsa, a) Patrimonialidad de la relacién Juridica ¢ interés no patimonial Cuando el CCyC trata del objeto del contrato, establece que debe ser lfcito, posible, determinado 0 determinable, susceptible de valora- ign econSmica y coresponder a un interés de las partes aunque éste no sea patrimonial (art. 1003). Esta titima frase permite calificar como contrato el caso de quien tiene interés en estudiar una lengua muerta ¥ Paga por ello a un profesor; ese acto juridico es un contrato aun cuando el interés en spreader Jatin o sfnscrito no pueda ser objetiva- mente estimado en dinero (Lorenzetti). 23. Otros requisitos del contrato La nocién de contrato no estarfa plenamente deseripta si no se atiende a aspectos atinentes al consentimiento en s{ mismo y a otros elementos. Por empezar, el consentimiento requiere la capacidad de las par- tes; en este seatido, la capacidad es un presupuesto de la validez del contrato. El CCyC regula la capacidad en general en-el Libro Primero (@ partir del art. 22) y las inhabilidades para contratar a partir del articulo 1009. Y como ya hemos dicho, el consentimiento ha de exteriorizarse a través de una manifestacién de voluntad, a la que nos hemos referido supra. Cabe agregar a lo ya dicho que en determinados casos la decla- racién de la voluntad estaré sujeta a alguna forma establecida por Ia ley o por las partes (arts. 284 y ss. y 1015 y ss.). Pero la doctrina argentina en general no considera a la forma como un elemento del contrato. Amén de ello, se consideran elementos del contrato al objeto (art. 1003) y la causa (art. 1012), los que deben a su vez reumir ciertos requisitos; el objeto debe ser Iicito, posible, determinado 0 determi- nable, susceptible de valoracién econémica y comesponder a un interés de las partes aunque ste no sea patrimonial. Mientras que la causa debe exist y ser Icita (ver art. 1014). Al objeto y la causa del contrato 4” EL concurro DE CONTEATO se aplican las disposiciones més generales sobre el objeto y 12 causa do los actos jurfdicos (arts. 279 a 282). _ ‘Anticipamos que con la mencién de la causa se supera Ia disput doctrinaria sobre si ella constituye 0 no un elemento de los actos ju- ridicos en general y del contrato en particular. IV. Extensin del contrato fuera del Derecho Privado 24. Contrato y Derecho Administrativo ‘La mayor parte de las figuras jurfdicas son communes a los distintos sectores del ordenamiento; no las hay exclusivas del Derecho Privado 0 del Derecho Pablico. La propiedad, los contratos, la responsabilidad, el derecho subjetivo, son instituciones utilizadas en el Derecho Piiblico y en el Derecho Privado cuya esencia permanece idéntica sea que se Jas use en el Derecho Paiblico como en el Derecho Privado (Marienhoff, Dromi)®. ‘De modo que cuando el Estado -a través de cualquiera de sus emanaciones- se relaciona con los particulares o distintas entida- des estatales se relacionan entre sf para establecer relaciones juridi- cas patrimoniales, estamos frente a un contrato. Contrato que ac- ‘tia en el érea del Derecho Administrativo pero que se rige por los ~ mismos principios que cualquier otro contrato, entre ellos el de bue- ma fe. ‘Ahora bien, la cuestién central que plantea el contrato adminis- trativo es si hay uno 0 dos tipos de contratos celebrados por la ad- ministraci6n, esto es: (i) aquellos en los cuales ¢l Estado nacional, provincial o municipal o cualquier otra entidad estatal se coloca en Jos mismos planos, condiciones y forma que los particulares, y por ende regidos por el Derecho Privado, y (ii) aquellos en los cuales el Estado se reviste del ropaje propio de un poder jurfdico superior, que subordina al contratista. Categorfas que se identifican como contra- tos civiles de la administraci6n y contratos administrativos respecti- vamente™, % DROMI, Roberto, Derecho Administrative, 9 ed., Ciudad Argeatina, Buenos ‘Aires, 2001, Cap. X. % DROML, ob. y lug. cits, 4 i Docranea, La doctrina civilista asume esta distincién sin mayores cuestiona- mientos™, pero en cambio en el Ambito propio del Derecho Adininis- trativo Dromi la excluye pues sostiene que el Estado tiene una perso- nalidad jurfdica nica y por ende propugna un régimen jurfdico nico para todos los contratos que s¢ celebren en Ia i lo pertinente por Jas normas administrativas y, en subsidio, por las de este capftulo”, 25. Contrato y Derecho Internacional Piblico ‘Una de las fuentes principales del Derecho Internacional Pablico son los tratados. Su identificacién con los contratos fue propuesta por Hans Kelsen, quien seiial6 que tanto el contrato de Derecho Privado como los tratados entre los Estados son fuentes de Derecho, en tanto de ellos nacen derechos y obligaciones para las partes, que en tn caso son sujetos particulares y en otros son los Estados, y los trata como tales bajo la denominacién de “convenci6n’®’. Kelsen incluso descree de Ja distincién que hasta entonces hacfa Ja doctrina entre tratados-ley ¥ tratados-contrato (ejemplo del primero, el acuerdo que crea las Na~ Ciones Unidas, que hoy se podsfa mencionar cualquier convencién de derechos humanos; ejemplo del segundo, un acuerdo entre dos Estados que termina un conflicto de limites atribuyendo una parte del territorio de derechos y obligaciones. La doctrina contempordnea sigue coincidiendo en que el tratado intemacional es ~en sentido amplio~ un negocio juridico con caracte- risticas propias debido a los sujetos que en él intervienen —Estados y otros sujetos de la comunidad internacional entre las que se menciona a las reservas que se pueden formular. Por ello un jurista de enorme 25 En esta orientacién SPOTA, Contratos. Instituciones... cit, ps. 182 y 88; AL- TERINL Atdio Anibal, Contratos. Civiles. Comerciales. De consumo. Teoria general, 2 ed, Abeledo-Perrot, Bueoos Aires, 2011, Cap. I, N° 28, p. 27. 2° DROML, ob. y lg. cits. 2 KELSEN, ob. y lug. cits. 2 [EL CONCEPTO DE CONTRATO prestigio en esta materia ha definido al tratado como toda concordancia de voluntades entre dos 0 més sujetos de Derecho Intemacional, des- tinada a producir efectos jurfdicos, es decir, a crear, modificar, 0 ex- tinguir un derecho**. ‘De todos modos las diferencias entre el contrato y los tratados son ms que evidentes, y no s6lo por los sujetos que intervienen en ellos, sino porque el conirato se desenvuelve siempre en el Ambito de lo patrimonial creando, modificando o extinguiendo obligaciones y los correspondientes derechos subjetivos. Mientras que las obligaciones causadas @ los sujetos del Derecho Internacional por los tratados n0 necesariamente se manifiestan en el 4mbito patrimonial; es més, nor- malmente no operan en ese émbito. 3 DIEZ DE VELASCO, Manuel, Instituciones de Derecho Internacional Piblico, S* ed, Teenos, Macvid, 1991, t. I, Cap. V, ps. 124 y ss. a

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