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CoA IEE © ANTICRISTO Titulo original: Galileo Antichrist. A biography Copyricur © Micuaet Wurre, 2007 © dela traducei Laura Herrero pe. Fetipr, 2009 © de esta edicion: Epmoriat ALMUzaRA, s.L., 2009 Derechos exclusivos de edicién en lengua espafiola: Eprroria ALMuzara, Ss. L. Reservados todos los derechos. «No estdé permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento informdtico, ni la transmisién de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea mecénico, electrénico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.» Eprroriat, ALMUzaRA * Memorias y biografias Director editorial: Axtowio E. Cursta Lévcz Editor: Davip GonzAtez Romero Conversién: Oscar Corona www.editorialalmuzara.com - info@editorialalmuzara.com Disefio y preimpresién: Tatensoox Correcci6n: Fernanvo Ganere, 1S.B.N. 9788415828983 Introduccion [Que] el Sol esté en el centro del mundo y completamente inmévil es una insensatez y un absurdo en filosofia, y formalmente herético, pues contradice claramente la doctrina de las Sagradas Escrituras en muchos de sus pasajes, tanto en su significado literal como siguiendo Jas interpretaciones de los Padres y Doctores. Declaracion de la Comisién del Santo Oficio, 19 de febrero de 1616 Galileo es, junto con Miguel Angel, Napoleon, Jestis y pocos més, una de las pocas personas en la historia a quien nos referimos habitualmente solo con su nombre de pila. Gran cientifico, fue un hombre a quien podriamos equiparar con Newton, Einstein y Darwin. Pero hay mucho mas sobre este hombre que su ciencia. La mayoria de las personas, si se paran a pensar sobre Galileo, tan solo recuerdan dos cosas sobre él que aprendieron en el colegio: la Torre de Pisa y su proceso ante la Inquisicién. Sin embargo, en los cuatrocientos afios que han pasado desde que pisara la Tierra, algunos de los acontecimientos de su vida se han oscurecido. Esto es especialmente cierto en el periodo comprendido entre 1615 y 1642, cuando su trabajo cientifico chocaba de frente con la doctrina de la Iglesia. La causa de esta pérdida de claridad es que hay tantas opiniones y teorias sobre los hechos que rodean el juicio de Galileo, como enemigos suyos preparados y expectantes para acabar con él. En efecto, ni siquiera entre los expertos hay consenso sobre las causas de los problemas de Galileo con la Iglesia. Cada uno de los historiadores que estudia y escribe sobre este tema parece tener un punto de vista diferente. El conocido historiador Arthur Koestler, en su libro Los sonémbulos, le echa a Galileo practicamente toda la culpa de su enfrentamiento con los cardenales; a su vez, los apologistas catdlicos han escrito muchos libros y articulos sobre la batalla ideolégica que se sittia en el centro del proceso contra Galileo. Muchos de estos coinciden con el punto de vista de Koestler; pero, al mismo tiempo, la lucha de Galileo lo ha convertido en la mascota de los protestantes radicales, un cuestionable honor que lo habria dejado profundamente desconcertado a él mismo (y més atin a los padres fundadores del protestantismo). Cualquier biografia de Galileo es, en el fondo, el relato de la vida de este hombre y de sus asombrosos logros cientificos; pero desde el momento en que su ideologia comenzé a entrar en conflicto con la de la Iglesia catdlica, su vida adquirié una resonancia mucho mayor. Incluso en vida, muchos consideraban a Galileo un miartir, y no solo los protestantes interesados que se ponian de su parte en su lucha contra la persecucién de la Iglesia, sino también muchos otros catélicos devotos y ortodoxos que creian que la Iglesia estaba actuando de forma irracional en este asunto. Como las ideas de Galileo se oponfan de forma tan descarada a la Iglesia, esto lo ha convertido en un simbolo de las diferencias existentes entre la religién y la ciencia, que hoy en dia parecen tan grandes como nunca lo fueron en siglos pasados. Como espero dejar claro en este libro, la oposicion entre Galileo y las autoridades de Roma, la cual hizo que él se retractara de sus opiniones cientificas y que las autoridades lo mantuvieran bajo arresto domiciliario, ocurié por diversos factores. Algunos fueron banales y otros tenian sus raices en un conflicto de visiones del mundo. Galileo era un personaje riguroso, decidido y, a menudo, demasiado confiado. Tenia mucho amor propio y una gran prepotencia. También era muy impaciente con aquellos que no estaban de acuerdo con él en temas cientificos y no tardaba mucho en mofarse de ellos y ridiculizarlos. Por esta razn, tenia muchos enemigos, algunos de los cuales eran poderosos e influyentes y lograron finalmente derribarlo. Galileo también tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado a la hora de exponer sus ideas cientificas més radicales: en Ttalia, en pleno apogeo de la Contrarreforma, cuando la paranoia catélica era de la mayor intensidad. Y todavia peor, justo cuando Galileo estaba dando a conocer sus teorias tan poco convencionales, Europa se hallaba al borde de un conflicto militar en rapido crecimiento, la Guerra de los Treinta Afios, que era, por lo menos en parte, una guerra que habia comenzado como una oposicién entre catélicos y protestantes. Por otro lado esta el hecho de que las radicales opiniones de Galileo asestaron un duro golpe en el corazén mismo de la vanidad y el ego humano. El modelo copernicano, que Galileo apoyaba y para el cual proporciond pruebas que lo respaldaban, colocaba el Sol en el centro del universo y describia la Tierra como tan solo uno de los planetas que se hallaban en érbita alrededor del Sol. El dogma cristiano establecia que la Tierra era el centro de todas las cosas. Esta era una afirmacién ya antigua, respaldada principalmente por Aristoteles. Para dar paso a Copémico y rechazar a Aristételes era necesario aceptar que la Tierra no era el centro del universo, que los humanos no eran esenciales para la existencia, que podia ser que el universo no lo hubiera hecho Dios tan solo para satisfacer a la humanidad. Es dificil para nosotros, que vivimos en el siglo XXI, comprender por qué habria de ser un problema para los que vivieron en la época de Galileo; pero esto es asi, en parte, gracias a hombres como Galileo y a los avances cientificos ocurridos durante los ultimos cuatro siglos. De hecho, desde el siglo XVII y la revolucion galileana / copernicana, la ciencia nos ha llevado a otra revolucin, otra reduccién de la imagen de la humanidad. La teoria de la evolucién por seleccién natural de Darwin nos hizo dar un paso més en el pensamiento. No es solo que la Tierra sea una roca insignificante que orbita alrededor de un astro corriente, sino que ademas los seres humanos no difieren en nada de otros animales y han evolucionado a partir de formas mas simples: no hay necesidad de Dios. Como ha comentado recientemente el premio Nobel Steven Weinberg: «Uno de los grandes logros de la ciencia ha sido, si no hacer imposible que la gente inteligente sea religiosa, al menos hacer posible que no sea religiosa».” Hoy en dia, la mayoria de la gente se siente poco impresionada por el cristianismo ortodoxo y perciben muchas de sus ensefianzas como si hubieran sido una pérfida influencia en la historia de nuestra civilizacién: el cristianismo es contrario a lo intelectual y al progreso, y muchos se oponen con vehemencia al modo en el que los papas y otros personajes influyentes han usado su poder. Los apologistas del cristianismo se dan prisa en argumentar que el mal hacer de unos pocos no debe reducir el valor del cristianismo. Otros declaran que los errores de la Iglesia quedan en el pasado, que deberfamos olvidarnos de la Inquisicion y de los miles de inocentes que murieron en sus manos, que deberiamos ignorar el modo en el que la Iglesia catdlica en particular contuvo el desarrollo intelectual y cientifico en los siglos pasados. Esa gente alega que no seria posible que eso ocurriera en la actualidad. Esto es dificil de aceptar. Por supuesto, puede haber mucho trasfondo en la afirmacién de que los controladores de la doctrina catélica no han aprendido nada de los errores del pasado y que tan solo ha cambiado su objetivo. Gracias al desarrollo social y cientifico fuera de los limites de la Iglesia, el mundo ha dado un giro. La Inquisicion romana, que atin hoy existe como la Congregacion para la Doctrina de la Fe (y que estaba encabezada por el cardenal Joseph Ratzinger antes de ser elegido Papa en 2005), ya no puede torturar ni quemar a nadie. En vez de eso, la Iglesia prohibe a las mujeres convertirse en curas, expulsa a los clérigos homosexuales y clama contra el uso de anticonceptivos en los paises del Tercer Mundo, en los que mueren millones de personas al afio por causa de enfermedades relacionadas con el SIDA. Pero incluso estos argumentos solo juegan un papel secundario en la historia del conflicto de Galileo con la Iglesia, pues todo lo que sabemos sobre la historia de esta batalla podria no ser mds que una cortina de humo. Segtin la historia ortodoxa, a Galileo se le juzg6 ante la Inquisicién por desobedecer un pronunciamiento que estipulaba que solo podria hablar, ensefiar o escribir sobre el copernicanismo como hipétesis. A continuacién, él escribié un libro titulado Didlogo sobre los dos mdximos sistemas del mundo ptolemaico y copernicano, en el que exponia el modelo copernicano como un hecho. Pero hay pruebas recientes que muestran que Galileo en realidad habia dado con una teoria cientifica mucho mas peligrosa; una que, si fuera probada, habria puesto en peligro la doctrina en un tiempo en el que los hombres que regian la Iglesia se sentian especialmente vulnerables. Galileo habia escrito en detalle sobre esta teoria en un libro titulado El ensayador, que fue publicado en octubre de 1623. El nuevo concepto que albergaba tenia tanto potencial para hacer dafio que, cuando el Papa Urbano y sus cardenales se dieron cuenta del alcance del peligro, llegaron rdpidamente a la conclusién de que ni el mas minimo indicio de esa idea debia salir del Vaticano. Qué podrian hacer? Matar a Galileo? Sin duda, esa era una opcién valida para resolver el problema, y la Iglesia no tenia ningtin reparo a la hora de matar a gente inocente; pero podria levantar sospechas. ¢Deberian, en vez de eso, dejarlo marchar después de hacerle prometer que nunca hablaria o escribiria otra vez sobre sus ideas radicales? :Deberian simplemente prohibir sus libros y quemar tantos ejemplares como fuera posible? Esto lo consideraron demasiado arriesgado. Pero, por supuesto, habia un tercer camino que las autoridades eclesidsticas podian tomar: podian hacer un trato con el cientifico. Lo juzgarian por la herejia menor de hacer proselitismo del copernicanismo, aceptaria ir a prisién y nunca mas volveria a ensefiar nia publicar nada. A cambio, no lo torturarian ni lo quemarian. Asi que esta es la historia de la vida de Galileo, pero es también un relato de conspiracién y conflicto: la historia de un hombre cuyos intelecto y radicalismo fueron atacados por Roma en un acto de supervivencia, una historia en la que nuestro héroe fue derrotado por el poder de la Iglesia, pero que ha demostrado estar en lo cierto péstumamente. La vida de Galileo fue muy rica y estuvo colmada de triunfo y de agonia, pero gracias al fundamental acontecimiento de aquel siglo (su persecucion por la Iglesia) Galileo se ha convertido en un simbolo de la lucha por la libertad de pensamiento, la personificacién del individuo ilustrado que hace frente a la ignorancia institucionalizada y que triunfa... con el tiempo. * Steven Weinberg, citado en «The Public Square» de Richard John Neuhaus, First Things, febrero de 2000, pag. 92. (Nota del editor. Ante la importancia que confiere el autor y la edicién original inglesa a las fuentes y referencias consultadas, especialmente las antiguas (manuscritos y ediciones principe), y a las lenguas de origen de dichas fuentes, hemos decidido anotar las fuentes exactas, y en su caso, las localizaciones precisas, sin acudir a ediciones més cercanas y traducciones al espaiiol.) 1. De tal palo, tal astilla Arcetri, cerca de Florencia, invierno de 1641. El ciego anciano, con su blanco cabello cayendo sobre los hombros, se recuesta en su butaca y tira de la basta manta de lana arropandose hasta el cuello. Con él, en la fria habitacién, sentado en el escritorio cercano a la puerta, esta su amanuense, el joven y prometedor cientifico Vincenzo Viviani, que lleva ya varios meses viviendo con él. El Galileo Galilei de 77 afios no puede ver la habitacidn, pero sabe dénde esta todo: el robusto escritorio, la silla de madera, la entrada a su alcoba. Ahora, mientras dicta lo que serian sus tltimas notas, los tiltimos pensamientos sobre la ciencia que lo ha obsesionado durante casi toda su vida, puede visualizar en su mente la sucesion de hechos que han dado forma a su existencia. Ve otra vez las grandiosas torres de la Universidad de Pisa. Ante él se extiende la magnifica vista del Gran Canal de Venecia, contemplada desde una barca en la que esté sentado mientras se pregunta por el movimiento del agua y el verdadero significado de las mareas que la azotan. A continuacién aparecen las caras de todos los que han muerto: su amada Marina Gamba; su querida hija, bautizada Virginia, que se convirtié en la hermana Maria Celeste y murié muy joven. Les siguen en la procesién sus padres; sus queridos amigos, Filippo Salviati, Gianfrancesco Sagredo, Paolo Sarpi y el principe Cesi. Cuando comienzan a desdibujarse, ve a sus injuriosos enemigos: el papa Pablo V, el cardenal Belarmino, Orazio Grassi y el malicioso padre Michelangelo Seghizzi. Mas que muchos hombres, Galileo tiene razones para estar resentido, para estar inundado de odio hacia la Iglesia catélica, pues esta institucién destruyé su carrera y lo puso bajo arresto domiciliario. Su resentimiento siempre esta presente, pero poco a poco se ha ido resignando a su destino; el dolor y el mal genio se han desvanecido; aguarda la muerte. Tal vez Galileo sabe que un dia el mundo se dara cuenta de quién tenia razén y quién no en Ia lucha que ha caracterizado su vida. Tal vez sabe que un dia se revelara toda la verdad sobre por qué fue juzgado por la Inquisicién y perseguido por la Santa Sede. Se da cuenta de que, entonces, se debera desenmascarar al culpable y al ignorante. Cuando el licenciado de 42 aiios Vincenzo Galilei, musico de poco renombre, llegé por primera vez a Pisa a principios del afio 1562, se encontré con una ciudad muy pequeiia, de menos de nueve mil habitantes. Viniendo de la ciudad vecina de Florencia, mucho més grande, Vincenzo debié de sentir que estaba mudandose a un pueblo mintsculo y que dejaba muy lejos el glamour y la agitacién de la capital toscana a la que él estaba acostumbrado. Pisa habia pasado por una historia de miseria, y la culpa era en su mayor parte de los florentinos (de la familia Médici, en particular, quienes controlaban la region desde hacia muchas generaciones). La relacién que desde hacia siglos existia entre Pisa y Florencia se habia roto debido a una sucesién de guerras sangrientas; en una ocasién, en 1504, la mayor de las ciudades-estado sitié Pisa para privarlos de comida y tratar de que se rindieran. Pero los pisanos eran gente robusta y patridtica hasta el extremo, de manera que Florencia, con toda su riqueza y relativa fuerza militar, nunca logré someter por completo a esta ciudad. En los tiempos de Galileo, los pisanos y los florentinos trabajaban juntos y ponian en comin sus recursos bajo la bandera del ultimo de los soberanos de los Médici, Cosme de Médici, el gran duque de Toscana. Los Médici habian ido ganando poder en Toscana desde los tiempos del primer Cosme de Médici a quien, durante la primera mitad del siglo XV, se lo consideré el primer ciudadano de Florencia, pero nunca goberné la ciudad oficialmente. En el tiempo transcurrido entre los dos Cosme, los Médici se habian convertido en el clan mas acaudalado de Europa, y el nieto de Cosme I, Lorenzo el Magnifico, le habia dado a la regién una estabilidad y desarrollo social inimaginables. Como buenos mecenas de las artes, conductores del humanismo y hombres inspirados por las nuevas ideas de la filosofia natural, los Médici no solo encarnaban el Renacimiento, sino que también tenian un papel fundamental apoyandolo. La corte de los Médici proporcionaba suelo fértil para cualquier persona creativa que hubiera hecho suficiente como para llamar la atencién, y en él se establecieron personajes como Miguel Angel, Brunelleschi, Leonardo Bruni y un gran nimero de artistas y filsofos que conformaron la élite intelectual de su época. Muchos de los antepasados de Vincenzo Galilei habian sido en un momento miembros destacados de la comunidad florentina, y se podia seguir la pista de su linaje hasta el siglo XII. A lo largo de los afios, al menos diecinueve miembros de los Galilei habfan sido miembros del grupo dirigente de Florencia, la Signoria, y habian proporcionado un lider de estado (el gonfaloniere) en 1446. Este fue el primer Galileo Galilei, el hermano mayor del bisabuelo de Vincenzo. El politico Galileo Galilei acumulé grandes riquezas y honor publico para la familia, pero murié joven, en el afio 1450. Fue el Galilei mas ilustre hasta ciento cincuenta afios después, cuando su homénimo revolucioné el mundo de la ciencia. Para los tiempos de Vincenzo, la familia Galilei estaba atravesando momentos de penuria. Tan solo treinta y cinco afios después de que un Galilei hubiera presidido el gobierno de la ciudad, el hermano del gonfaloniere se vio obligado a vender sus tierras de Florencia y a marcharse con su familia al pueblo de Santa Maria a Monte donde, en 1478, nacié el abuelo de Vincenzo, Michelangelo, y donde permanecié durante generaciones la mayor parte de la familia. Las razones del rapido declive social y econémico de los Galilei siguen siendo todo un misterio, pero no seria poco razonable asumir que estaban, de alguna manera, metidos en politica y que, por razones que se han perdido en la historia, los Galilei chocaron con los poderosos Médici. Lorenzo de Médici habia subido al poder en Florencia en el afio 1469, y el mismo afio en el que los Galilei se fueron de la ciudad, 1478, el dirigente florentino habia sobrevivido a un intento de asesinato, promovido en parte por grandes rivales de los Médici: la opulenta y poderosa familia Pazzi. Aunque no hay ningtin dato sobre el vinculo oficial entre los Pazzi y los Galilei, es posible que estos perdieran el favor de los Médici por alguna razén relacionada con este ataque a Lorenzo. Poco se sabe de la infancia de Vincenzo. Nacido en algin momento del aiio 1520 (no hay documentos que indiquen la fecha exacta) en Santa Maria a Monte, su talento musical surgié a una temprana edad y probablemente comenz6 su educacién en Florencia. A pesar de ello, su educacién fue inusualmente reducida. Sabia poco latin y nada de griego. Es mas que probable que esto fuera un gran obstdculo en su trayectoria profesional pues, aunque sus dotes musicales le brindaron un cierto respeto, su modesta educacién limité sus posibilidades de ascenso y nunca lleg6 a alcanzar todo su potencial. Después de recibir una formacion basica en Florencia, Vincenzo fue educado en Venecia a manos del maestro Gioseffo Zarlino; pero pronto tuvieron un penoso desacuerdo y una divisién de opiniones sobre teoria de la musica. Sin desanimarse en absoluto, Vincenzo continué dedicandose a la musica. En un principio, adopté el papel de miisico ortodoxo que trabajaba para mecenas adinerados, incluido Bernadetto de Médici. Pero probablemente la figura més importante durante los primeros aiios de Vincenzo habia sido el acaudalado mecenas Giovanni Bardi, quien més tarde se convertiria en un gran defensor de Galileo. Fue Bardi quien financié la formacién del joven Vincenzo en Venecia y también el que proporcioné dinero para que el musico viajara a Turquia y a Oriente Proximo. Lo que Vincenzo aprendio en estos viajes tuvo una gran influencia a la hora de dar forma a sus ideas sobre la misica, y esta experiencia lo Ilevé a abandonar muchas restricciones musicales convencionales. Lo que es més importante, comenz6 a experimentar con melodias de una sola linea y rechazo los estilos musicales que empezaban a estar de moda: el descriptivismo y el madrigalismo. También tenia una opinién muy firme sobre el rigido sistema de disonancias con el que estaba de acuerdo la mayoria de los compositores y defendio una regulacion mis laxa. En 1562, poco después de llegar a Pisa, Vincenzo comenzo a acoger alumnos para poder llegar a fin de mes, y les ensefiaba a tocar el latid y el organo. Podemos imaginar que en estos afios vivid una vida bastante libre y sencilla. Nunca tenia mucho dinero, pero estaba rodeado de la musica que amaba y tenfa un gran circulo de amigos. A los pocos meses de asentarse en la ciudad, conocié a una mujer llamada Giulia Ammananti y se enamoré de ella; ella provenia de una familia noble que, al igual que los Galilei, estaba pasando por unos momentos duros. Giulia estaba orgullosa, y con razén, de su herencia y afirmaba ser una prima lejana de un cardenal muy conocido. Los Galilei y los Ammananti tenian mas cosas en comun de lo que pensaban: unos ochenta afios atras, sus caminos se cruzaron cuando una hermana del abuelo de Vincenzo, una mujer llamada Lisabetta Galilei, se casé con un miembro de la familia Ammananti. Por lo tanto, es bastante posible que Vincenzo conociera a Giulia de antes de llegar a Pisa, pues después de todo pertenecian a una comunidad no muy grande. Cualquiera que fuera el origen de su idilio, florecié con mucha rapidez, pues para el verano de 1563 Giulia ya estaba embarazada y, como consecuencia, Vincenzo tuvo que dar un giro radical a su vida. Se casaron el 5 de julio y cuatro dias después, el dia 9, Vincenzo alquilé un sitio pequefio para utilizarlo de academia de misica. El propietario era un conocido, el coronel Giuseppe Bocca, quien anoto este acontecimiento en su diario: «Alquilada nuestra casa situada en Chiaso di Mercanti por doce escudos de oro al pisano Vincenzo Galilei, maestro florentino de misica».* Después de la boda, Vincenzo recibié una dote de 100 escudos de oro del hermano de Giulia, Leon, pero incluso con esto y con los pequefios ingresos que le daba la academia de misica, siempre tenia problemas econémicos y no era capaz de proporcionarle a su mujer el estilo de vida al que ella aspiraba. En pocas semanas, el «maestro florentino de musica» se vio obligado a aceptar un trabajo en la empresa de comercio de lana del hermano de Giulia, Leon, y los recién casados alquilaron una habitacién en una gran casa situada en Via Giusti, que compartian con miembros de la familia Ammananti (incluidas la madre de Giulia, Lucrezia, y su hermana, Dorotea). Aqui fue donde nacié el primer hijo de los Galilei, un varon al que llamaron Galileo, el 15 de febrero de 1564. A dia de hoy, en una cafeteria llamada Settimelli se recuerda el lugar con una placa conmemorativa que afirma que Galileo Galilei nacié en la planta de arriba. La fecha exacta del nacimiento de Galileo es algo confusa. Durante el siglo XVI no habia una obligacién legal de hacer constar una fecha de nacimiento, y la tinica pista exacta que hay es la fecha del bautismo, que si tenia que hacerse constar en las iglesias locales. Galileo fue bautizado el 19 de febrero en el baptisterio de la catedral de Pisa. Su fecha de nacimiento varia entre los dias 15, 16 0 18 de febrero, dependiendo de las fuentes que se consulten. La Universidad de Padua ha insistido durante mucho tiempo en que fue el 18 de febrero; pero alrededor del aiio 1590, cuando Galileo estaba preparando una carta astral para si mismo, escribio que habia nacido a las 16 h del 15 de febrero de 1564. Esta informacién no se divulg6 hasta 1908, cuando el historiador Antonio Favaro encontré la fecha en el gran mont6n de notas de Galileo que Favaro describiria mas tarde como el t 7 «desastre astral»+ de Galileo. Galileo nacié en una época de gran intolerancia religiosa y esto hizo que viviera en un entorno muy severo durante su juventud. Para Galileo, el conflicto religioso y el poder corrosivo de la Iglesia romana eran simplemente hechos de aquella época, eran parte de la estructura que conformaba el mundo, y fueron tanta influencia a la hora de modelar su forma de pensar como lo fueron su interés por la ciencia y sus grandes dotes como pensador analitico y matematico. A pesar de la grandisima importancia de estas influencias, no podemos pasar por alto la influencia que ejercié el padre de Galileo a la hora de dar forma a su modo de pensar. Vincenzo Galilei era un innovador, un hombre dispuesto a saltarse todas las barreras, que se negaba a aceptar ciegamente el statu quo. «Me parece», escribié en su trabajo mas conocido, Dialogo della musica antica e della moderna, «que aquellos que tratan de demostrar una afirmacién basdndose en el peso de la autoridad actian de forma muy absurda»,® una actitud que tampoco adoptaria Galileo. ‘Ademis de adoptar ideas musicales poco ortodoxas, Vincenzo también era muy poco convencional en lo que a temas de religidn se refiere. Se avenia para guardar las apariencias, pero en realidad era bastante escéptico sobre algunas de las creencias basicas de la Fe. Esto se manifesté mas claramente en su aversion hacia la misica religiosa. Le indignaba el hecho de que toda la musica girase alrededor de la Iglesia, de que este medio de expresi6n artistica tan importante no tuviera valor a menos que fuera devoto. Vincenzo tenia un deseo irresistible de cambiar esta vision y crefa que la mejor forma de lograrlo era llevar la mtisica a la época precristiana, cuando atin se la valoraba por lo que era. Ademas, estimulado por lo que habia aprendido en sus viajes, estaba entusiasmado e inspirado por la musica antigua y deseaba fundir ideas musicales griegas y paganas con formas melédicas y arménicas modernas. Fue este enfoque el que produjo la disputa entre Vincenzo y su profesor, y probablemente fuera ésta parte de la raz6n por la que cada vez le resultaba mas dificil encontrar trabajo remunerado como miisico y compositor. Vincenzo fue un hombre dificil, amigo de las discusiones, y atin hoy sigue frustrando a muchos historiadores. «[Su] sinuosidad, inconsistencia y evasién», ha escrito un critico, «no solo son irritantes para nosotros, sino también desacertadas; pues era un pensador y un mtisico muy experimentado: decia haber recopilado y escrito mas de 14.000 piezas de misica, y tenia cosas muy interesantes que decir, pero su linea de pensamiento se desvia y se distorsiona constantemente».! Ganarse la vida como misico en la Italia del siglo XVI era de por si complicado, pero para tm miisico al que no le interesaba la mnisica religiosa ortodoxa y que sostenia una opinién extremista sobre la forma musical era practicamente imposible, y se vio obligado a dedicarle al negocio de lana de su cufiado mas tiempo del que le hubiera gustado. Pero en 1572, cuando Galileo tenfa 8 afios, Vincenzo dio un gran paso al aceptar un trabajo de musico de corte en Florencia, y alli comenz6 a desarrollar nuevos tipos de misica apasionantes. Sus composiciones pasaron desapercibidas casi por completo en su época, pero mas tarde fueron consideradas un elemento fundamental en el desarrollo de la forma musical occidental moderna. También escribio una coleccion de libros (siendo el mas destacado su Dialogo della musica antica e della moderna) en los que atacé vehementemente el estilo vocal polifénico de la época. Muchas de las ideas revolucionarias de Vincenzo dieron forma a la musica del siglo siguiente, entre ellas el recitativo de la épera. La madre de Galileo era completamente opuesta a Vincenzo en casi todos los aspectos. Su educacién debié de ser algo pobre y su maxima aspiracién en la vida era hacer que su familia subiera en la escala social. Provenia de una familia noble que habia sido adinerada, pero que atin asi estaba en mejor posicion econémica que la familia Galilei, de la que provenia su marido. Segin cartas y diarios que atin hoy existen, Giulia era una protestona que estaba constantemente descontenta con los esfuerzos de su marido por mejorar su suerte. No parece haber tenido absolutamente ningun interés en la musica y le molestaba mucho la obsesién de Vincenzo, burlandose de sus esfuerzos y quejandose sobre el hecho de que malgastaba su tiempo en algo que ella consideraba esfuerzos vanos e intitiles. A pesar de esto, Giulia cumplio con su obligacién: durante los primeros quince afios de matrimonio dio a luz a los siete hijos de Vincenzo. Poco se sabe de tres de ellos, excepto sus nombres: Benedetto (nacido poco después de Galileo), Anna (nacida sobre 1574) y Lena, que nacié cinco afios después. Es muy probable que los tres murieran siendo muy jovenes. Galileo tenia otros tres hermanos, que si sobrevivieron hasta la edad adulta. La més cercana en edad a él era su hermana Virginia, que tenia nueve afios menos. Ella se cas6 en 1591 y tuvo cuatro hijos. Dos afios mas joven que Virginia era Michelangelo, nacido el 18 de diciembre de 1575. Michelangelo result6 ser un holgazan, un miisico fracasado que se pasé la vida dependiendo del dinero y de la ayuda de su hermano. La sufridora de su esposa, Anna Chiari Bandinelli, le dio nueve hijos, cuatro de los cuales (Mechilde, Cosimo, Anna Maria y Maria Fulvia) murieron con ella en 1634 cuando la peste azoté Italia. La mas joven de los hermanos de Galileo era Livia, que tenia trece afios menos que Galileo. Ella se cas6 a los 22 aiios y tuvo cuatro hijos, uno de los cuales murié a las pocas horas de haber nacido. Los primeros afios de Galileo fueron de mucha soledad, ya que la casa de los Galilei no comenzé a Ilenarse con sus hermanos hasta que él tuvo 9 0 10 afios. Hasta ese momento, su educaci6n la recibia de tutores privados, algunos de los cuales parecen haber sido muy competentes. Segtin su primer bidgrafo, su ayudante Vincenzo Viviani (quien tenia una reconocida debilidad por la elaboracién), Galileo prometia. «Comenz6 a mostrar un intelecto prometedor en sus primeros aiios de adolescencia», escribié Viviani. «Durante su tiempo libre, construy6 para 61 mismo varios instrumentos y m&quinas pequefias, para imitar y reproducir en miniatura cualquier construcci6n artificial que veia, tales como molinos, carceles y también maquinas vulgares. Si a una construccién le faltaba alguna parte necesaria, él se encargaba de proporcionarla y la inventaba él mismo, usando huesos de ballena en vez de resortes de hierro, u otras cosas. Cuando necesitaba algo, utilizaba la cabeza para construirlo y nunca dejé nada imperfecto».~~ Esta es, muy probablemente, una descripcién muy precisa de la personalidad de Galileo de nifio, relatada a Viviani por el mismo Galileo durante sus tiltimos afios de vida; pero es asombroso lo parecida que es a una descripcién de Isaac Newton de nijio, narrada por su primer bidgrafo, William Stukeley: «El [Newton] penetro mas alla de la vista superficial del objeto... Obtuvo una nocién tan exacta del mecanismo que hizo en madera un modelo a escala perfecto; y se decia que era un trabajo tan bueno como el originaly.*t Intelectualmente, Galileo y Newton compartian mucho, asi que no debe sorprendernos que de nifios hubieran tenido perspectivas similares sobre el mundo. En 1572, cuando Galileo tenia 8 aijos, su padre se marché a trabajar a Florencia bajo el patronato del conde Giovanni de Bardi; la familia Galilei se quedo en Pisa durante los dos aiios siguientes y se volvieron a reunir con Vincenzo en el otoiio de 1574. A Galileo se le mando a la escuela del barrio y le dio clases uno de los instructores contratados por la Comuna de Pisa. Algunas pistas sobre el tipo de educacién que recibié Galileo provienen de instrucciones oficiales dirigidas a uno de los profesores de los niiios, Giacomo Marchesi de Piacenza, quien dio clases en el colegio desde mayo de 1571 hasta mayo de 1574: «Durante los dias de diario, los estudiantes estén obligados a estar durante tres horas por la mafiana y tres horas por la tarde, por lo menos los lunes, martes, miércoles y jueves, mas una hora de clase», informaba la instruccién. Los sabados, un estudiante debe dar la clase mientras los otros hacen observaciones, de manera que todos los estudiantes den clase por lo menos una vez. Por otra parte, se necesitan por lo menos tres clases de estudiantes: una compuesta de epistolanti, una de alumnos de latin estudiando todas las reglas, y una de principiantes, que estudiard las concordancias y la primera regla. La clase de epistolanti tiene la obligacién de escribir una epistola cada dia de los cuatro mencionados anteriormente. Para los estudiantes de latin se requieren dos textos en latin. En cuanto a los principiantes, la persona que repite es la que deberia recordarle al profesor que se encargue de ellos y hacerle que realice un examen general los viernes. Los sébados, ademas de la clase, el profesor deberia hacerles repetir unos versos aprendidos de memoriatt Mientras su hijo menor se ponia a trabajar bajo el régimen escolar de Pisa, Vincenzo estaba disfrutando de un tiempo apasionante en Florencia. Aunque recibia poco respeto de su materialista esposa, muchos intelectuales tenian sus ideas en muy alta consideracién y se convirtié en un personaje destacado en un grupo que se hacia llamar a si mismo la Camerata Florentina. Los miembros de este grupo, intelectuales, escritores y artistas de todos los rincones de Toscana, incluidos los conocidisimos compositores Giulio Caccini y Jacopo Peri, se reunfan periddicamente en la casa del conde Bardi para hablar sobre arte, literatura, musica y otros intereses intelectuales. Seguin el hijo de Bardi, Piero, en una carta escrita a su amigo el monsefior Dini unos setenta afios después: «La casa de mi padre estaba lena con los hombres mas famosos de la ciudad». 88 Es muy probable que Vincenzo se sintiera algo fuera de esta profundidad en esta compaiifa. Salvo por su intimo conocimiento de la mtisica, su educacién era muy limitada. Poco sabia él del arte de la politica y su conocimiento de filosofia natural se limitaba a una clara comprensi6n del sonido y la actistica, pero nada mas. Sin embargo, Vincenzo era un pensador radical. Poseia una mente inquieta y no tenia miedo de aventurarse en ese territorio intelectual desconocido; sin duda, él saboreaba esas aventuras, y durante el tiempo que fue miembro de la Camerata Florentina hizo muchas contribuciones, asi como también adquiri6 un conocimiento mucho mas amplio gracias a muchos de los otros miembros. La relacion de Vincenzo con este grupo tan influyente mas tarde resultaria beneficiosa para su hijo mayor. La época en la que la familia estuvo separada es uno de los pocos periodos de la infancia de Galileo de la que vislumbramos, aunque brevemente, su vida y la de su familia. Estas instanténeas proceden de la correspondencia entre Vincenzo Galilei en Florencia y un amigo de la familia, Muzio Teldaldi, un oficial de aduanas pisano, pariente lejano por parte de la familia Ammananti, quien luego se convirtié en el padrino del hermano menor de Galileo, Michelangelo. Desgraciadamente, tan solo han sobrevivido las cartas de Muzio, pero estas revelan parte de la vida familiar de los Galilei que vivieron en Pisa. El 13 de enero de 1574 escribe Muzio: He recibido el schizzatoio de Galileo y la bola, y también los libros para Sir Corvini. Lo Hlevaré todo lo antes posible, le he dado a Galileo cinco liras para pagar a su profesor, y respecto a vuestra sefiora haré todo lo que pueda: si Lady Lucrezia no estuviera enferma, me gustaria que se quedara en mi casa durante un mes. De cualquier forma, de nada sirve decirlo. La nifia [Virginia] es tan fantastica que a los que no estén acostumbrados a ella les resulta inaguantable. A pesar de todo, le pregunté [a un amigo comin] para que me diga lo que necesita y haré lo que pueda; como siempre estoy ocupado, no puedo hacer lo que seria mi obligacién, pero lo compensaré con mi dinero. En otra carta, con fecha 9 de febrero de 1574, declara: «Creo que no recibiréis ninguna carta de Galileo durante este viaje, no hay duda de que no os escribira antes del proximo miércoles, ya que maiiana es la celebracion del dia de San Guillermo. Aun asi, puedo aseguraros que todos estamos sanos y felices, incluida la nifia [Virginia], excepto vuestra esposa. Galileo esta feliz». Seguin parece en estas dos cartas, Giulia estaba enferma en ese momento. No hay ninguna pista que esclarezca la naturaleza de esa enfermedad, pero al final se curd, pues poco antes del comienzo de la primavera, Teldaldi escribié: «Vuestra esposa y todos los demas estamos bien y sanos». Después de que la familia se fuera de Pisa y se reuniera con Vincenzo en Florencia, los dos hombres continuaron escribiéndose. Gracias a una carta escrita unos tres meses después de que Giulia y los nifios se marcharan, sabemos que todo andaba bien para los Galilei después de asentarse en la capital toscana. «Recibé tus cartas junto con una para el rettore», escribe Teldaldi. «Me alegra saber que vuestra esposa, vos, vuestro hijo y los otros estan bien, que el talento de Galileo para la literatura est mejorando, y que Virginia esté creciendo, porque os quiero a todos tanto como a mi mismo, os veo como a otro yo. Vuestro amigo, Muzio Teldaldi» SS Durante sus primeros meses en Florencia, Galileo recibié clases de un profesor de la zona muy respetado llamado Jacopo Borghini da Dicomano, quien ensefiaba latin, griego y ret6rica basicos a los alumnos en su casa de Via de Bardi. Segtin Nicolé de Gherardini, amigo intimo de Galileo, Borghini da Dicomano era «un hombre bastante normal». Pero Vincenzo Viviani hablaba de forma més optimista sobre él y nos dice: Cuando él [Galileo] era un adolescente, se paso algunos aiios estudiando humanidades con un profesor muy conocido de Florencia, ya que su padre no podia darle mayores comodidades dada su gran familia y escasa fortuna. Aun asi, le hubiese gustado que fuera a vivir a un internado: sabia que la pasion y el intelecto de Galileo lo Ilevarian a hacer cosas fuera de lo comtin en cualquier profesién que eligiera. Aun asi, siendo consciente de su condicién y deseando ir més alld de sus posibilidades, el joven Galileo decidié afrontar la pobreza de su destino y dedicarse diligentemente a sus estudios. Por lo tanto, habiendo estudiado el primer curso de autores latinos, alcanz6 una gran erudicién en humanidades; estudié también griego por su cuenta, y lo aprendi6 bastante bien: lo utilizé mas adelante, en sus estudios mas profundos.— Esta forma de enseiianza no duré mucho. Por razones que siguen siendo confusas, en 1575 se decidié que Galileo dejara de recibir educacion privada y que debia comenzar el curso en el Monasterio de Santa Maria de Vallombrosa, justo a las afueras de Florencia. Galileo paso mas de tres afios en el colegio del monasterio y parece que le atrajo (al menos por un tiempo) la idea de unirse al clero. Cuando su padre se enterd del interés de su hijo, sintié vergiienza e intervino inmediatamente. Sin previo aviso, se presentd en el monasterio y se llevé a Galileo a casa con él, prohibiéndole volver. Como pretexto, Vincenzo afirmé que los monjes no estaban cuidando de su hijo como es debido y que habian dejado que tuviera una infeccidn de ojo que no se habian tomado la molestia de tratar. Pero la verdad era que Vincenzo era muy escéptico de la religién ortodoxa y, aunque en este momento atin no se habia dado cuenta de la profundidad de los talentos analiticos y matematicos de Galileo, dedicar su vida a la Iglesia habria sido lo Ultimo que deseara para su hijo. Curiosamente, el primer biégrafo de Galileo, Viviani, le quité importancia a la relacidn de Galileo con el monasterio. «Recibié clases de légica impartidas por un cura de Vallombrosa», escribié. «Pero el aprendizaje de todas estas palabras, definiciones y diferencias dialécticas, asi como también un gran mimero de escritos era aburrido e infructuoso. Su maravilloso intelecto no estaba satisfecho».t*t No hace mencién del hecho de que a Galileo le habia atraido la vida monastica, ni tampoco de su deseo de ordenarse sacerdote. Los archivos del monasterio arrojaron algo ms de luz sobre el asunto, haciendo constar que: «Galileo Galilei fue un hombre famoso y un personaje excepcional en el mundo de las matematicas: su nombre no deberia ser olvidado. Fue novicio en Vallombrosa, donde realiz6 su primera practica intelectual». A continuacién, el relato trata de pasada el conflicto con el padre de Galileo. «Fingiendo ocuparse de él en Florencia para que se recuperase de una seria oftalmia, su padre lo tuvo en casa tanto tiempo que se alejé del camino de la religién».-+t La ciencia siempre estard agradecida por la determinacién de Vincenzo, por su punto de vista anticlerical y por el hecho de haber sido tan concienzudo con la educacion de su hijo. Del monasterio, Galileo paso a la ultima fase de su educacién antes de entrar a la universidad: volvid a Pisa, donde recibio ensefianza en un internado. Teldaldi, el amigo de Vincenzo, apoyaba que alejara a Galileo del monasterio. «He leido en vuestra carta lo que habéis decidido hacer con vuestro hijo», escribié desde Pisa el 29 de abril de 1578. «No obstante, mientras esperdis conseguirle alojamiento en el internado de Sapienza, podéis dejar que Galileo comience sus estudios: en el caso de que no consigais plaza para él, os ofrezco mi casa, sin coste alguno, os lo prometo». En una carta posterior afiadié: «Me alegra saber que Galileo esta otra vez con vos y que os gustaria que estudie aqui». 888 Por estos aiios, la casa de los Galilei se estaba abarrotada de gente hasta el punto de resultar casi insoportable. Para aliviar la tensién de esta situacin y ofrecerle a Galileo la mejor oportunidad posible, se decidié que volveria a Pisa y que se encargaria de él la familia del primo de Vincenzo. Alli iria a la escuela como preparacién para ir a la universidad, y también le ensefiarian el negocio del comercio de lana, por si los estudios no Ilegaban a nada. En el verano de 1578, Galileo entré en el prestigioso colegio Sapienza, y dos afios mas tarde habia conseguido superar sin problemas el examen de ingreso para comenzar la carrera de medicina en la Universidad de Pisa. Estaba a punto de comenzar su verdadera vida académica. 4 Le Opere di Galileo Galilei, vol. XVIII (Barbera, Firenze, 1968-71), pag. 445. { Antonio Favaro, Atti e Memorie della R. Accademia di scienze, lettere ed arti in Padova, vol. XXIV (1908), pags. 6-8. § Sherwood Taylor, Galileo and the Freedom of Thought (London, 1938), pag. 1. {1 D.P. Walker, Studies in Musical Science in the Late Renaissance (London, 1978), pag. 45. ** Vincenzo Viviani, Racconto istorico della vita del Sig. Galileo Galilei. £4 William Stukeley, Memoirs of Sir Isaac Newton’s Life, ed. A. Hastings White (Taylor and Francis, London, 1936), pag. 44. ££ Archivio di Stato di Pisa, Comune D. 66, pags. 73t, 74r. Riassumo alcune osservazioni di N.Caturegli, di cui vedi larticolo di nota 11 88 Angelo Maria Bandini, Commentariorum de vita et scriptis Joannis Bapt Dini patricii florentini ecc (Firenze, 1755). {4N. Caturegli, La scula media in Pisa (Bollettino Storico Pisano, 1936). *** Vincenzo Viviani, Racconto istorico della vita del Sig. Galileo Galilei. +++ Ibid. {2 Fray Diego Franchi de Génova, archivo de Sta. M* de Vallombrosa, Florencia. ‘888 N. Caturegli, La scula media in Pisa (Bollettino Storico Pisano, 1936). 2. El poder de la religion Galileo fue bautizado el dia después de que falleciera en Roma Miguel Angel con 89 afios y algo mas de dos meses antes del nacimiento de William Shakespeare. La Europa en la que crecié era un continente escindido por un conflicto religioso, un mundo posrenacentista en el que, para mucha gente, la religién era una obsesion constante y autoritaria y el factor mas importante de su vida. En muchos aspectos, la Europa del afio 1564 estaba en un estado de confusién ideoldgica, y la Iglesia romana se estaba enfrentando a uno de los mayores desafios de su extensa historia. Hasta el siglo XVI, la Iglesia catélica era todopoderosa, y cualquier disidencia se atajaba rapida e implacablemente. Se perseguia a los herejes, se prohibian sus trabajos y se silenciaban sus opiniones. E ejemplo mas famoso es la terrible suerte que corrié el fildsofo y radical religioso Giordano Bruno, quemado en la hoguera en Roma en febrero de 1600, tras haber aguantado siete afios de prisién y tortura en los calabozos de la Inquisicién. Los crimenes de Bruno habian sido refutar las nociones de Sagrada Trinidad y de Inmaculada Concepcién, oponerse a la ciencia aristotélica, y proponer la idea de que podria existir vida inteligente en planetas lejanos a la Tierra. EI significado de «herejia» es muy amplio y tanto los tedlogos como los clérigos lo interpretan con una gran flexibilidad. El término se refiere en realidad a cualquier idea u opinién que contradiga las ensefianzas ortodoxas. Muchos herejes fueron personas que sostuvieron ideas sobre ciertos aspectos de la religi6n que no se ajustaban a la doctrina oficial. La Iglesia extermind a comunidades enteras por interpretar la teologia de una forma distinta de como lo hacian ellos. Un ejemplo son los cataros (0 albigenses), que vivieron pacificamente en el sur de Francia entre los siglos XI y comienzos del XIII. Practicaban una variante del cristianismo en la que le restaban mucha importancia a la esfera de lo fisico. Eran gnésticos y crejan en la preeminencia del desarrollo espiritual de cada persona. En 1208, la Iglesia romana mand6 un ejército cruzado para liquidar las comunidades cataras. En julio de 1209, la ciudad de Béziers fue asediada por el ejército del legado del papa, el abad de Citeaux, de quien se dice que, al preguntarle cémo podria distinguir a un cétaro de un catdlico, respondié: «Matadlos a todos, Dios reconocera a los Suyos».1"l La ciudad fue arrasada; millones de personas murieron en ella, incluidos mujeres y nifios. Cuando hubo terminado, Arnaud escribié a su sefior, el papa Inocencio III: «Hoy, Su Majestad, veinte mil ciudadanos han pasado por las armas, sin importar rango, edad, ni solo sexo». Los individuos y las congregaciones que defendian opiniones que divergian notablemente de la ortodoxia eran una clase diferente de herejes. Eran los misticos y los ocultistas, hermetistas y alquimistas, cuyos puntos de vista ponian en peligro el poder de la Iglesia, al ofrecer a los laicos sistemas de pensamiento totalmente nuevos. Iremos encontrando a muchos de estos personajes a medida que vayan incidiendo en la vida de Galileo, y no cabe duda de que su herejia se puede clasificar dentro de esta categoria. La herejia no era lo tnico que hacia peligrar la unidad de la Iglesia medieval y renacentista: habia diferentes facciones dentro de la propia institucién que siempre estaban en disputa. Los dominicos y los franciscanos discrepaban sobre diversos aspectos de la fe; y los jesuitas —una sociedad creada por un antiguo soldado, el padre Ignatius, y aprobada por el Papa en una bula de 1540— eran objeto de recelo por parte de las dos divisiones tradicionales del clero. La verdadera raz6n de la constitucién del Concilio de Trento fue crear un frente unido contra los herejes y los reformistas que intentaran corromper la Fe. Consistia en reuniones frecuentes de los miembros del clero en la ciudad de Trento, en Italia. La primera reunion se celebré el 13 de diciembre de 1545, y la ultima dieciocho aiios después, en 1563. De estas sesiones nacieron una serie de dogmas y decretos que ofrecian directrices estrictas para la practica del catolicismo, proscribiendo de forma efectiva cualquier desviacion 0 divergencia respecto a la palabra que dictaba el grupo de clérigos. Es asombroso que, casi medio milenio después de que se formularan estas normas, los ortodoxos modernos afirman que son inmutables y presentan un modelo prudente para la vida moderna. La Catholic Encyclopedia (Enciclopedia Catélica) en internet dice sobre el Concilio de Trento: «Aunque desafortunadamente el concilio, sin culpa alguna de los padres reunidos, no fue capaz de curar las diferencias religiosas de la Europa occidental, aun asi se proclamo claramente la infalible verdad Divina en oposicion a las falsas doctrinas del momento, y de esta manera se construy6 la base para la derrota de la herejfa y la realizacién de auténticas reformas internas en la Iglesia». El Renacimiento es un periodo de la historia que se asocia normalmente con el despertar del arte y de la literatura entre el siglo XIV y mediados del XVI, y que se centra en la explosién cultural que tuvo lugar en Italia y algtin otro estado europeo. Pero la evolucion de la filosofia y la ampliacion de los horizontes intelectuales que acompaiiaron a este cambio artistico y literario no deben subestimarse. Hacia finales del siglo XIV, casi dos siglos antes del nacimiento de Galileo, un Ppequefio grupo de europeos adinerados que buscaban innovacién, conocimiento y (no debe ignorarse) que deseaban una buena reputacién y prestigio social, buscaron activamente los tesoros literarios y filosdficos de las personas que vivieron en siglos remotos. Se enviaron emisarios por todas partes para encontrar manuscritos perdidos, originales en latin escritos por los personajes semimiticos de los tiempos clasicos. El foco de toda esta actividad era Florencia, lugar donde los Médici y otros arist6cratas acomodados alimentaban un verdadero apetito por el conocimiento y tenian el dinero y la fuerza social para perseguir el difuso rastro que deja el saber. Lo que recogieron procedia directamente de castillos arabes y turcos, de oscuros monasterios y de bibliotecas antiguas muy deterioradas: tesoros desenterrados por historiadores cuidadosamente seleccionados y lingiiistas a sueldo. Algunos de los textos en latin clasicos mas antiguos fueron encontrados por Giovanni Boccaccio, Coluccio Salutati y Giovanni Conversini, quienes Ilevaron a Florencia gran cantidad de escritos importantes tales como Historias de Tacito, Astronémica de Manilio y el libro radical de Cicer6n titulado Brutus. Poco tiempo después, estudiosos italianos (entre quienes se ha de resaltar a Francesco Petrarca) supieron de una fuente atin mas antigua de las ideas que habian recogido en Roma, y entonces fue cuando poco a poco se fueron desenterrando los manuscritos griegos originales y se fueron Ilevando a Italia (a Florencia, en un primer momento). Para el afio 1420, cientos de textos se hallaban en las manos de unos pocos mecenas adinerados y habia comenzado el trabajo de traducir estos escritos que influirian poderosamente en los acontecimientos posteriores. De esta manera, las ensefianzas en su forma original de Aristoteles, Platén, Pitagoras, Euclides, Hipocrates y Galeno pusieron en marcha una nueva era de humanismo y de reforma, e iniciaron una oleada de interés en la ciencia, la medicina y la filosofia. El humanismo es una filosofia antigua y se basa en la idea de que la existencia humana debe entenderse a través de la racionalidad. Los humanistas aseguran no necesitar textos divinos o inspiradores para guiar sus ideales, su moral y su sistema de valores; se basan en el principio de que somos individuos responsables que respondemos de nuestros propios impulsos y que no necesitamos una divinidad ante la que justificarnos. Los primeros personajes del Renacimiento adoptaron con entusiasmo el humanismo, incluidos hombres influyentes como Cosme de Médici y Leonardo Bruni. Estos hombres eran muy religiosos y cat6licos; pero apostaron por la idea de que un sistema alternativo de pensamiento tal como el humanismo podria ofrecer nuevas formas de entender la condicién humana. Se vera claramente en la historia de Galileo que su juicio ante la Inquisicién fue la peor crisis a la que se tuvo que enfrentar el humanismo durante el Renacimiento, un enfrentamiento entre la razén, un sistema de pensamiento basado en la observacion y la logica, y otro que dependia totalmente de la fe. El descubrimiento de la sabiduria antigua dio paso a un nuevo planteamiento de la ética y una nueva valoracién del lugar que ocupa la Humanidad, pero fue igualmente importante por la forma en que mostré nuevas perspectivas en el mundo de la pintura, de la escultura y de la escritura de obras de teatro. También ofrecié una nueva percepcidn de las ideas cientificas, la ingenieria, la construccién de armas y la filosofia. Y con estos cambios en la forma de pensar y de actuar de la gente, que afectaron a tan diversos aspectos de la vida, surgid una nueva conciencia. Por un lado, se cayé en la cuenta de que se podia y se debia cuestionar alguna de las premisas sobre las que se habia construido la ortodoxia religiosa. Todo esto quiere decir que el Renacimiento (que Engels denominé «la mayor revolucién progresiva que la humanidad habia conocido hasta entonces»t***) no fue simplemente el trampolin para una reevaluacin del arte: también abrié la mente de las personas. Pero el Renacimiento no solo estaba impulsado por el pasado. Todos los personajes clave de ese periodo, desde Leon Alberti hasta Maquiavelo, fueron de alguna forma criaturas de un tiempo pasado, infundidos con los ideales y sistemas de pensamiento de la Europa medieval; pero desde mediados del siglo XV (el «Alto Renacimiento») en adelante, estos pioneros vivieron en un mundo diferente, un mundo en el que un nuevo invento estaba comenzando a cambiar la forma de aprender. Algo mas de un siglo antes del nacimiento de Galileo, habia menos de treinta mil libros, todos ellos escritos a mano; pero el uso innovador que hizo Gutenberg de los tipos méviles hizo viable la impresion. La famosa Biblia de 42 lineas de Gutenberg se publicé hacia 1455; en menos de tres afios ya habia una imprenta en Estrasburgo; veinticinco afios después, en 1480, habia mas de una docena de prensas en Roma; y para finales del siglo XV, se estima que habia unas cien prensas en funcionamiento en Venecia. Para entonces, se habian impreso unos cuarenta mil titulos. Para 1564, afio en que nacié Galileo, habia ya un corpus de mas de cincuenta millones de libros impresos. Esto estaba bien para el progreso intelectual, pero desde un punto de vista mas prosaico, el mundo de 1564 poco diferia del de 1364. La esperanza media de vida era de veinticuatro afios para una mujer y de acaso unos veintisiete para un hombre. Pocas eran las personas que no estaban hambrientas o enfermas la mayor parte del tiempo. Los ricos tenian algunas ventajas: comian mejor, no tenian que trabajar tanto, podian permitirse el no pasar frio en invierno y, aunque eran tan vulnerables como el resto a la peste y a otras enfermedades, también podian escaparse a otros paises lejos de las abarrotadas ciudades y sus epidemias. Solo los ricos sabjan leer y escribir, y la mayoria de la gente comin no viajaba a mas alla de diez millas de sus casas en toda su vida. Desconfiaban patolégicamente de los desconocidos; como no habian recibido educacién, muchos no tenian ni idea del afio en el que vivian y tampoco sabian nada de lo que ocurria en el mundo mis alla de las fronteras de su pueblo o su ciudad. Su religién, aunque aparentemente era catdlica, estaba compuesta en un noventa por ciento de supersticién y magia de la tierra, y en solo un diez por ciento de Mateo, Marcos, Lucas y Juan; la doctrina cristiana que les obligaban a creer apenas era comprensible para ellos, envuelta como estaba en una maraiia de terminologia cuasimistica. Y lo que es mas importante, el pueblo recibia su adoctrinamiento religioso en una lengua antigua y, para la mayor parte de la gente, también ininteligible: el latin. En el siglo XIV, la educacién religiosa de los campesinos derivaba tnicamente de la Biblia y de los escritos sagrados ortodoxos, y estas ensefianzas cafan en saco roto, ya que se trataban asuntos que ni siquiera eran capaces de comprender. Para la gente corriente, el dia a dia era pura agonia y la sociedad en la que vivian se habia quedado anquilosada. Los estudiantes de medicina purgaban y cubrian con sanguijuelas, y los alquimistas centenarios alimentaban suefios codiciosos de convertir metal comtin en oro. El mundo que despertaba estaba controlado por bacterias que transmitian las ratas y que constantemente segaban las vidas de una gran parte de la poblacién de Europa, y también las guerras del hombre se cobraban muchas victimas. Entre tanto, el poder de la fantasia y el terror avivaba pesadillas en las que los demonios del averno acechaban y aniquilaban a los imprudentes. Las cosas no empezaron a cambiar hasta la llegada de la Revolucion Industrial, alrededor de 1780, ciento cuarenta aiios después de la muerte de Galileo. La mayor parte de la responsabilidad debe recaer sobre una de las principales instituciones que se alzaron con fuerza desde el centro de la civilizacién occidental durante unos trescientos aiios: la Iglesia catdlica. Pues si el esfuerzo intelectual laico y humanista del Renacimiento representa el auge del pensamiento humano, la Iglesia catélica fue su gemelo antitético, que dirigia sus miras justo hacia el sentido contrario. Y lo que es atin mas importante, la Iglesia dominaba por completo la vida en Italia y en otras partes de Europa. Por supuesto que no se consideraba la necesidad de separar Iglesia y Estado: ambos eran una unidad en apariencia. Los filésofos del Renacimiento eran casi todos cat6licos devotos quienes, por lo general, se guardaban para si sus ideas mas radicales. Si acaso publicaban algo, sus escritos solo los leian una minoria selecta. La Iglesia catolica impedia la libre expresién de opiniones radicales con una energia incesante y perseguia a los autores de cualquier tipo de filosofia anticatolica. Aunque los lideres de la Iglesia apoyaban la proliferacion de los conocimientos teolégicos autorizados entre las clases privilegiadas y cultas, desde una perspectiva més amplia eran impulsivamente antiintelectuales y premeditadamente enigmaticos. Para los cardenales que protegian celosamente su privilegiada existencia terrenal, tanto mejor cuanto menos supieran los laicos. Pocos podran poner en duda que la fe cristiana nacié de la pureza, pero el deseo humano la habia desequilibrado con rapidez: para la época de Galileo, la Iglesia estaba sumida en un lodazal de corrupcion. La doctrina que proporcionaban los padres fundadores de la Iglesia constituia un modelo para vivir una vida muy humilde, lo cual estaba bien para la mayorfa de laicos iletrados, pero era totalmente inadecuado para una minoria Hena de inquietudes. A medida que los filésofos Hevaban a cabo una investigacién més a fondo y que la «ciencia»t fff inductiva desbancaba al razonamiento deductivo, y al crear una visién mas sofisticada de cémo funcionaba el universo, se fue haciendo cada vez mas claro que la ortodoxia proporcionaba modelos inadecuados y paradigmas que dejaban tras de sf mds preguntas que respuestas. Para finales del Renacimiento, los intelectualmente curiosos encontraban dificil reconciliar lo que era claramente observable y cuantificable con la antigua teologia que ofrecia la Iglesia. Al mismo tiempo, la postura que adopt6 la Iglesia ante las cuestiones mundanas estaba causando cierto resentimiento. A lo largo del periodo medieval, la Iglesia romana se habja ido politizando cada vez mas y se habia vuelto mas materialista, combinando lo espiritual con lo secular para que el papa se convirtiese tanto en la cabeza de un estado soberano como en lider espiritual. Para financiar las ambiciones papales, la Iglesia puso en peligro la teologia, y cuando su doctrina manufacturada demostré no ser adecuada, los cardenales distorsionaron la interpretaci6n de las Escrituras hasta alcanzar un punto de maxima tensién. Tal vez, la expresién mas descarada de esto fuera el creciente uso de «indulgencias» para sacar dinero destinado a engrosar las arcas papales. Segtin este sistema, los pecadores podian pagar para ser absueltos de sus pecados; un papa tras otro iban pervirtiendo el sistema cada vez mas, de manera que, para el tiempo de la Reforma, este truco tan sencillo proporcioné una gran fuente de ingresos para el Vaticano. Un fraile dominico, Johann Tetzel, fue una especie de P. T. Bamum de su época y viajé por Europa vendiendo indulgencias a la poblacién subido en un taburete que colocaba en la plaza de cada ciudad que visitaba. Incluso vendia indulgencias para absolver los pecados antes de que hubieran sido cometidos. Con esta estrategia, un asesino podia recibir la absolucién antes incluso de cometer el crimen. Y no todo el dinero obtenido en este negocio (en el que se hallaban envueltos millones de soberanos) se destinaba a financiar las aspiraciones politicas de los papas; la mayor parte de este «oro de los pecadores», como se Iegé a conocer, reponian las arcas papales que se vaciaban a costa de festines orgidsticos, especias ex6ticas, sedas de calidad y los servicios de prostitutas especializadas. De esta manera, las indulgencias del papa y de sus cardenales preferidos de Roma se pagaban con las indulgencias de los campesinos, un espectaculo del perdén que supuestamente Dios aprobaba. Segtin se iba intensificando ese fariseismo desmedido, Erasmo, un académico cat6lico y muy sincero que anhelaba encontrar la pureza en el papa, escribié una serie de ataques mordaces y eruditos contra el clero y puso de relieve la evidente desemejanza que habia entre la «verdad» y la doctrina oficial. Con su Encomium Moriae (Elogio de la locura, 1509), un libro que escribié en Inglaterra mientras se hospedaba en casa de su amigo Thomas More, Erasmo dejé a Roma anonadada con sus ataques piblicos contra el papa Julio II. Pero lo que hirié mas profundamente fue el hecho de que Encomium Moriae fue un libro tan popular que répidamente fue traducido a nada menos que una docena de idiomas. Esto representaba un terrible peligro para Roma, sencillamente porque la Santa Sede se habia mantenido tanto tiempo donde estaba a costa de la ignorancia del laicado. Todos los textos religiosos, incluido la Biblia y el libro de oraciones, estaban disponibles solo en latin; todos los servicios religiosos y todos los decretos se realizaban tan solo en latin. Esto quiere decir que la mayoria de la gente no tenia ni idea de lo que estaba recitando en la Iglesia ni sabia a qué se estaba comprometiendo. De pronto, en la prosa de Erasmo, se planteaban cuestiones conflictivas en la lengua verndcula y, con ellas, las sospechas hacia todos los componentes del clero comenzaron a madurar tal y como los cardenales temieron que ocurriria. Alentado por intelectuales como Erasmo y miembros involucrados del bajo clero (hombres como Lutero y Calvino), no sorprende mucho que el laicado comenzara a cuestionar a la Iglesia y a demandar explicaciones. Tal fue la popularidad de Erasmo, que la Iglesia no logré en un principio retirar de la circulacién su obra maestra. Sin embargo, en los momentos mas criticos de la Contrarreforma, la Inquisici6n comenzé a recopilar material para tratar de inculpar al gran autor humanista (y esta persecucién continud incluso después de su muerte). En 1544, ocho afios después de la muerte de Erasmo, el entusiasta papa Pablo IV dio el enorme paso de excomulgarlo péstumamente y de consignar todas sus obras al indice de Libros Prohibidos (Index Librorum Prohibitorum).8888 Sin embargo, tan radical como era, Erasmo siguié siendo un devoto de la esencia del catolicismo; y, por supuesto, hasta la Reforma, el cristianismo ortodoxo era catolicismo. Esto cambié cuando el sacerdote aleman Martin Lutero asesté un duro golpe en el coraz6n mismo de la supremacia papal, pillandola tan desprevenida que por poco la hace caer. El papado, que se habia hecho cada vez més perezoso y demasiado confiado, vigilaba de cerca a los alborotadores intelectuales, pero estaban convencidos de que siempre podrian sofocar cualquier insurreccién de forma efectiva sin demasiado esfuerzo. El sucesor de Julio, Leén X, no le dio demasiada importancia hasta el 31 de octubre de 1517, cuando Lutero manifesté sus opiniones piblicamente clavando un aviso en la puerta de la iglesia de Wittenberg en el que declaraba los noventa y cinco puntos (0 «Tesis») en los que no estaba de acuerdo con Roma. Le6n dicté una bula contra el sacerdote aleman llamada Exsurge Domine, en la que le exigia a Lutero que se retractara de sus objeciones. Cuando se nego, el papa convocé a la jerarquia eclesidstica a una asamblea general, también Hamada «dieta», para tratar de ponerse de acuerdo. Esta reunion, presidida por el emperador del Sacro Imperio Romano Germanico Carlos V, se conoce con el nombre de Dieta de Worms, llamada asi por desarrollarse en la ciudad de Worms, en Alemania. Martin Lutero asistié al concilio pero desafié abiertamente a la Iglesia de Roma. Tuvo suerte de escapar de la muerte, escondiéndose en el Castillo de Wartburg después de que un seguidor suyo, el principe Federico elector de Sajonia, lo alejara de las garras de la Inquisicion. Lutero creé entonces una nueva religion, el protestantismo, que no guardaba ning vinculo con Roma y renunciaba al liderazgo del papa. Casi al mismo tiempo, el rey Enrique VIII de Inglaterra dio un paso igual de atrevido contra la Iglesia. No tenia ideas magndnimas y apenas tenia nada en comin con Lutero, excepto que en su juventud habia sido un catélico bueno y obediente. En 1528 quiso divorciarse de su esposa, Catalina de Aragon. El papa no daba su consentimiento para llevarlo a cabo, asi que Enrique dejé de dar apoyo a Roma y en tan solo tres afios se habia convertido en la maxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra. La combinacién de Lutero y Enrique volviéndose a la vez contra Roma y la introduccién en Europa de la imprenta a mediados del siglo XV hicieron que la dictadura de la Iglesia se tuviera que enfrentar a grandes desafios; eran amenazas que al final hicieron que tuviera que tomar medidas drasticas. En un intento para tratar de reeducar a las masas de la forma que queria el papa, Ignacio de Loyola fundé la Compaiiia de Jess en 1534. Se creé el Concilio de Trento unos aiios mas tarde, en 1545, en el que, como ya vimos anteriormente, un grupo de clérigos se reunian periédicamente para formular una politica papal disefiada para repeler los ataques teoldgicos. Pero tal vez la decisién mas polémica que se tomé para hacer frente a la creciente ola de protestantismo, de pensamiento cientifico y de herejia fue la creacién de la Inquisicién romana, fundada por el papa Pablo II en 1542 (veintidés aiios antes del nacimiento de Galileo). Tomando como modelo la Inquisicién pontificia, que llevaba realizando su sangriento cometido desde el siglo XIII, el tinico propésito de la Inquisicién romana era buscar y erradicar cualquier oposicién seria a la Iglesia catélica, en cualquiera de sus formas. Su deber era investigar y reeducar, devolver las almas perdidas a la madre iglesia; pero, en realidad, la Inquisicién era un arma utilizada para la venganza, un mecanismo para el asesinato, las SS del siglo XVI. Esta organizacin exterminé a mas de un millén de hombres, mujeres y nifios (1 de cada 200 habitantes de la Tierra en aquellos tiempos). Un representante de este grupo fue el inquisidor Conrad Tors, que en una ocasion declar6: «Quemaria a cien inocentes si entre ellos hubiera un solo culpable». La Inquisicién original, la denominada Inquisicién pontificia, habia sido fundada en 1231 por el papa Gregorio IX. E habfa justificado los métodos utilizados por la Inquisicién (incluidos el maltrato fisico y el encarcelamiento) al apelar a la interpretaci6n agustiniana de Lucas 14:23, que dice asi: «Y dijo el Sefior a uno de sus siervos: “Ve por los caminos y por los vallados y fuérzalos a entrar, para que se Ilene mi casa”». Interpretando la palabra «fuérzalos» como estimé conveniente, Gregorio autoriz6 la violencia fisica extrema contra todos los herejes. La Inquisicién habia prosperado en Espafia mientras se veia cada vez con mas desaprobacién en la Italia de principios del Renacimiento. Pero cuando la Reforma comenz6 a hacerse notar, el papa Pablo III decidié reavivar a la antigua institucién. Le dio poderes nuevos y cada vez mas draconianos, y una vez mas recurrié a una interpretacién muy libre de las Escrituras para justificar una serie de castigos, que incluian la confiscacién de todas las tierras y posesiones, cadena perpetua en confinamiento solitario, y casi cualquier tipo de tortura psicolégica 0 fisica. Habia grupos de investigadores recorriendo los reinos de Europa para sacar a la luz informacién sobre los presuntos herejes. Utilizaban el miedo como medida preliminar y empleaban técnicas psicolégicas muy sutiles para intensificarlo. En los dias que precedian a su Ilegada, se publicaban avisos que anunciaban la inminente visita. El Inquisidor entraba en la ciudad seguido de una solemne procesién de monjes encapuchados. Los espias ya habian identificado a todos aquellos que tenian inclinaciones heréticas y los detenian para que comparecieran ante el inquisidor. Con este ejemplo a modo de advertencia, la poblacion se veia obligada a confesar sus pecados antes de que una fuente secreta los denunciara, y se los animaba a delatar a cualquier persona que sospecharan que practicaba la herejia. Si un transgresor inculpaba a una docena de sospechosos, se lo absolveria de sus pecados y se salvaria de la hoguera. Segtin unos manuales atin hoy existentes escritos por Bernardo Gui, uno de los inquisidores generales mas detestables de la historia, la Inquisicién tenia dos formas de citacién general: la inquisito generalis y la inquisito specialis. La primera se levaba a cabo en pueblos y ciudades e implicaba a un gran numero de herejes, a veces poblaciones enteras; la segunda se dirigia hacia individuos particulares que habjan llamado la atencién de la Santa Sede. Cada una de ellas se usé sin compasién. Para culpar a alguien de herejia tan solo hacia falta el testimonio de dos informantes. El sospechoso era encarcelado durante la fase de interrogatorio y la Inquisicion nunca tenfa prisa. Muchas victimas inocentes murieron en prisién mientras esperaban a que el Inquisidor valorara sus confesiones. A otras personas se las torturé hasta la muerte, confesando desesperadamente ser los autores de delitos con los que en realidad no tenian nada que ver y sobre los que no sabian absolutamente nada. Nunca se identificaba a los informantes y tampoco se desvelaban las declaraciones que habian hecho en contra del sospechoso, de manera que el acusado nunca tuviera informacion que le pudiera ayudar a defenderse. Los sospechosos no tenian derecho a un abogado y, lo que es atin més insidioso, los procesos de la Inquisicién se Ilevaban a cabo en el mas absoluto secreto; muy a menudo, las victimas desaparecian sin mas. Naturalmente, semejante despotismo tuvo efectos dramaticos sobre el marco politico y social del mundo occidental. Un ejemplo muy ilustrativo es los ciento cincuenta aiios transcurridos entre 1500 y 1650 en los que se estima que unas treinta mil mujeres (y varios cientos de hombres y nifios) fueron asesinadas por la Inquisicién. Su delito no era tal; sencillamente tuvieron mala suerte. Segiin la politica oficial, estas personas eran sospechosas de practicar la brujeria. Si esta hubiera sido de verdad la creencia de las autoridades eclesiasticas, habria sido en verdad una gran ironia, pues la Iglesia oficialmente rechazaba la nocién de lo oculto y a la vez consentia el asesinato de aquellas personas que eran sospechosas de ser brujas. De hecho, a través de un detenido estudio de los documentos histéricos sobre las cazas de brujas, ha quedado claro que el asesinato de tantos inocentes en realidad no tuvo que ver con que los justos creyeran que estaban luchando contra una fuerza maligna encarnada en de miles de brujas. Se cree ahora que este proceso tan terrible no era nada mas que una expresién de misoginia potenciada por unos cuantos hombres poderosos de la jerarquia eclesiastica. 11 Incluso esta crueldad deplorable era solo un aspecto mas de la forma en que el fervor religioso podia convertirse en una fuerza destructiva. Extremistas de todas las confesiones asesinaban a sus conciudadanos y la inflexibilidad religiosa y la paranoia impulsaban a naciones enteras hacia conflictos violentos, rebeliones y, en ultima instancia, genocidios. A medida que la religién protestante se fue haciendo todopoderosa en Alemania, la rebelién de las minorias protestantes perseguidas en los estados cat6licos se intensificé hasta convertirse en una guerra total. Comenzando en 1562, dos afios antes del nacimiento de Galileo, una serie de guerras civiles en Francia conocidas como las Guerras de Religién se convirtieron en un conflicto paneuropeo que duré unos treinta y cinco afios y que atrajo protestantes de Alemania y catdélicos de Italia y Espafia. En Paris y en otras capitales, los calvinistas franceses (también conocidos como hugonotes) afirmaron haber sido perseguidos por la mayoria catélica y se organizaron para formar un grupo politico muy poderoso. La friccién entre hugonotes y catdlicos prendié la yesca de la debilitada monarquia francesa. Primero Carlos IX (que reiné desde 1560 hasta 1574) y después su sucesor, Enrique III (que fue asesinado en 1589 por un fanatico religioso), se enfrentaron a una sucesién de levantamientos por parte de los hugonotes que eran apoyados por los ejércitos protestantes extranjeros. Este conflicto alcanz6 su punto mas sangriento en el dia de la Matanza de San Bartolomé, el 24 de agosto de 1572, cuando durante tres dias seguidos unos setenta mil protestantes fueron aniquilados. Después de esto, un grupo de catdlicos moderados conocidos como los Politiques adquirieron cierta importancia politica a través de la poderosa familia de los Montmorency. Pero estos fueron desbancados por una familia noble fanaticamente antiprotestante, la Casa de Guisa, quienes crearon un grupo que se hacia llamar la Liga Santa y que se oponia rotundamente a cualquier tipo de acuerdo pacifico con los hugonotes. En 1589, cuando Galileo tenia 25 afios, fue un Guisa el que organizé el asesinato de Enrique III. Este hecho solo sirvié para empeorar el estado de confusién en el que se hallaba la politica y para intensificar la violencia durante casi una década. No fue hasta los tiltimos afios del siglo XVI, en 1598, cuando por fin se recobré6, aunque solo temporalmente, un aspecto de orden. Enrique IV, el decidido y valiente sucesor de Enrique III, firmé el edicto de Nantes, en el cual se declaraba libertad de conciencia e igualdad de derechos legales y educativos para los protestantes franceses, y también les permitia ocupar cargos en el gobierno. El recordatorio visible y glorioso del Renacimiento permanece en las grandes obras de arte que atin hoy conservamos en la memoria. Pero muchas més cosas cambiaron durante este despertar: se redescubrié el humanismo y, con él, llegé la transformacién de la percepcién fundamental que se tenia del universo y del lugar

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