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Estructura organizacional divisional


Son el resultado de empresas muy grandes. Surgen cuando un producto
o una unidad de negocio poseen un tamaño tal que se convierten en una
división de un holding. En cada división se agrupan algunas funciones y
temas clave para la organización, como los clientes y los mercados
geográficos.
La mayor ventaja es la transparencia porque cada división tiene un
centro de costos que muestran claramente el desempeño de la misma y,
de esta manera, se evita la dilución de responsabilidades.
Una organización divisional requiere de una gran coordinación entre la
división y la empresa central. Su ventaja es la rapidez, flexibilidad y
adaptabilidad para dar respuesta a los requerimientos del cliente. De
igual modo, su mayor desventaja es que pierde capacidad de generar
economías de escala y ahorros.
Normalmente, una estructura divisional es descentralizada y entrega
derechos de decisión al director de división lo cual resta poder a la
organización central. Es más ágil y eficaz que la estructura funcional
porque la definición de objetivos facilita avanzar hacia logros concretos y
no funciones.
3.    Estructura empresarial matricial
Es la más compleja de todas las estructuras, pero cuando la gente se
acopla a ella permite altos niveles de coordinación e integración.

Su complejidad radica en que combina funciones, productos y territorios,


lo cual implica que una persona tenga muchos jefes y líneas de reporte.
Por este motivo, quien hace parte de estas estructuras debe tener
muchas habilidades de negociación y comunicación.

Asimismo, los jefes deben alcanzar objetivos desde la persuasión y el


convencimiento, porque las líneas jerárquicas se diluyen más, con
respecto a otras estructuras. Su mayor ventaja es la coordinación y la
capacidad de respuesta interna y externa, siempre y cuando haya cultura
de las reuniones y del trabajo en equipo. Su desventaja consiste en el
caos que se genera en una organización matricial que no tiene cultura,
formación y, sobre todo, unidad de propósitos.
4.    Estructura empresarial en red
Son las más ágiles, rápidas y generadoras de innovación. Al tiempo,
pueden ser caóticas, desordenadas y completamente informales. Las
empresas de publicidad y de tecnología suelen creer mucho en este tipo
de estructuras. Pero cuidado, no son “una medida que calce en todas las
hormas”. Son útiles siempre y cuando haya una cultura interna fuerte;
dominante. También son perfectas para las empresas que quieren
innovar y buscar mediante la creatividad nuevos espacios de mercado.
5.    Estructura empresarial por proyectos
Son, en muchos casos, estructuras ad hoc, es decir, “para esto” y
especiales para el logro específico de un objetivo. Tienen la ventaja que
van más allá de la función y mueven a la organización hacia un propósito
concreto.
Su ventaja consiste en que un proyecto muestra todos los pasos para
obtener un resultado concreto, lo cual facilita la rendición de cuentas y,
sobre todo, visibiliza el liderazgo de quien está a cargo.

De otro lado, con una estructura por proyectos, se corre el riesgo de


crear poderes paralelos. No obstante, en muchas ocasiones nombrar un
gerente de proyecto es la única manera de que las cosas se hagan
porque, muchas veces, en las estructuras funcionales los objetivos se
aplazan y el día a día diluye los resultados.
Lee también: ¿Cómo hacer una gestión organizacional exitosa?
Conclusión
No hay una receta única. Toda definición de una estructura
organizacional debe ser fruto de un trabajo interno de mucha reflexión y
valoración de las circunstancias particulares de una empresa. No
obstante, una adecuada definición le puede permitir a la empresa o
institución avanzar de manera expedita hacia sus objetivos. Es decir, es
factor clave de éxito una buena estructura. Sin embargo, lo crucial de
toda estructura es la creación de cultura organizativa.
Por estas razones, el mensaje final es simple: muchas veces tenemos
metas para un Mercedes Benz y capacidades para carros con un motor
de Renault 4.

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