Preparate para la
venida de mejor tiempo.
Navidad con
la Corona
de Adviento
Estamos en el tiempo de Adviento,
tiempo en el que nos preparamos para la
venida del Señor que viene a nuestras vidas
para transformarla en una realidad nueva. La
palabra Adviento significa venida. Hace
referencia a la espera activa que el cristiano
realiza para la segunda venida de Nuestro
Señor. Pero también es el tiempo que nos
prepara durante 4 semanas para la
celebración de la solemnidad de la Natividad
del Señor, o Navidad.
La Corona del Adviento es uno de
los símbolos más representativos del
tiempo del Adviento. La Corona de
Adviento tiene origen en las costumbres
pre-cristianas de la actual Alemania.
Durante el frío y la oscuridad, juntaban
coronas de ramas verdes y encendían
fuegos como señal de esperanza en la
debe ser llegar a una unión más
Para la tradición cristiana,
simboliza el tiempo que va pasando, con
su aparente monotonía, que se rompe con
la venida esperada del Señor Jesucristo.
La Corona es una preparación para vivir
bien el Tiempo de Navidad; es un
itinerario, un camino que quiere llevarnos
a Jesús Niño.
La Corona de Adviento está
formada por varios símbolos:
1. La forma circular: El círculo no
tiene principio ni fin. Es señal del
amor de Dios que es eterno, sin
principio y sin fin, y también de
nuestro amor a Dios y al prójimo
que nunca debe de terminar.
2. Las ramas verdes: Verde es el color
de esperanza y vida. Dios quiere
que esperemos su gracia, el perdón
de los pecados y la gloria eterna al
final de nuestras vidas. El anhelo
más importante en nuestras vidas
estrecha con Dios, nuestro Padre.
3. Las cuatro velas: Nos hacen pensar
en la oscuridad provocada por el
pecado que ciega al hombre y lo
aleja de Dios. Después de la
primera caída del hombre, Dios fue
dando poco a poco una esperanza
de salvación que iluminó todo el
universo, como las velas de la
Corona. Las tinieblas se disipan con
cada vela que encendemos cada
domingo. Lo más recomendable es
que sean 3 velas moradas y 1 vela
color rosa. Las 3 velas moradas son
las que se encienden el primer,
segundo y cuarto domingo de
Adviento, mientras que la vela
color rosa se enciende el tercer
domingo de Adviento, conocido
como el domingo Gaudete (o de la
alegría, pues todas las lecturas se
enfocan en la espera gozosa).
Celebración en familia Bendición de la corona: “Señor, te +Segundo domingo

de la Corona pedimos que derrames tu bendición sobre

esta corona, para que nos recuerde domingo Todos: Hacen la Señal de la Cruz.
de Adviento a domingo que debemos estar despiertos
“Señor
para cada esperando a Cristo que nos trae la salvación.
estamos
Oración
cerca
inicial:
de vivir un
Jesús,
gran
domingo No dejes que los males que nos rodean nos
acontecimiento: tu nacimiento en medio de
impidan comprometernos con la realidad
nosotros. Juan el Bautista anunció tu llegada
para cambiarla. Te lo pedimos por Cristo
pidiendo a los hombres que se arrepintieran
Para que puedas rezar la corona de Nuestro Señor. Amén.”
de corazón. Hoy, nosotros, arrepentidos, te
adviento en familia. Invita a todos los
Oración frente a la corona: pedimos perdón a Ti, que vives y reinas por
miembros de tu familia a que sean parte de la
“Encendemos Señor esta luz, como aquel que los siglos de los siglos. Amén”.
corona y que dejen sus propias peticiones
enciende su lámpara para salir en la noche
personales. Oración frente a la corona: “Los
al encuentro del amigo que ya viene. En esta
profetas mantenían encendida la esperanza
+Primer domingo primera semana de Adviento queremos
de Israel. Nosotros, como un símbolo,
levantarnos para esperarte preparados, para
encendemos estas dos velas Padre, que nos
Todos: Hacen la Señal de la Cruz. recibirte con alegría. Dios Padre, gracias
has dado una familia en la que todos nos
por darnos una familia. Te pedimos que,
Oración inicial: “Señor Jesús, ayudamos y somos felices, te pedimos
ahora que comienza el adviento, en nuestra
queremos hoy armar la Corona de Adviento y bendecir nuestros trabajos y tareas de todos
familia podamos demostrarnos el amor que
encender la primer vela morada, para los días para que cumplamos con más ganas
nos tenemos y vivamos cada día más unidos.
reconocerte como la luz del mundo que ha y alegría la tarea que nos toca hacer a cada
Te pedimos llenar nuestro hogar de tu amor
triunfado sobre las tinieblas y la muerte. uno de los miembros de esta familia en
divino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro
Amén”. nuestro hogar. Te lo pedimos por Jesucristo
Señor. Amén.
nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro
Padrenuestro
+Tercer domingo
Todos: Hacen la Señal de la Cruz.
Oración inicial: “Señor Jesús, no
dejes que la alegría de tu presencia se borre
de nuestro corazón, a pesar de los
acontecimientos dolorosos que estamos
viviendo en nuestra patria. Que la razón de
nuestra alegría sea siempre el sentirnos
amados por Ti. Tú, que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén”.
Oración frente a la corona:
“Señor Jesús, prendiendo estas tres
velas, nosotros queremos ser portadores
de alegría, llevando en nosotros mismos
una profunda alegría, una alegría que
tenga su fuente en la fe y en el amor que
nos tiene el Padre Celestial. Padre, en
nuestra familia crecemos y aprendemos a ser
mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser
una familia cristiana y ser un buen ejemplo
para los que nos rodean. Señor, te pedimos
que seas la causa de nuestra alegría. Tú,
que vives y reinas por los siglos de los vidas. Te pedimos que en esta Navidad nos
siglos. Amén.” regales el quedarte con nosotros en nuestros
corazones y sentir que vives en nuestro
Padrenuestro hogar, en nuestras familias. Te lo pedimos
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
+Cuarto domingo
Padrenuestro
Todos: Hacen la Señal de la Cruz.
Oración inicial: “Señor Jesús, hoy
la liturgia nos invita a mirar a María
embarazada, que te ha llevado en su seno
durante nueve meses y que pronto te dará a
luz. Que ella nos ayudes a vivir con fe este
misterio llamado “Encarnación”. Tú, que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén”.
Oración frente a la corona: “Al
encender estas cuatro velas, en el último
domingo de Adviento, pensamos en ella, la
Virgen, tu madre y nuestra madre. Nadie te
esperó con más ansia, con más ternura, con
más amor. Nadie te recibió con más alegría.
Padre, que nos has dado una familia en la
cuál te hemos conocido y amado, ayúdanos a
vivir teniéndote siempre presente en nuestras