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PARROQUIA “EL BUEN PASTOR”

El cristiano se identifica con María, quiere ser como Ella, poder sumergirse en la
profundidad de su vida interior, siendo lo que es Ella, santuario de amor a Dios y de los
hombres. A dejarse renovar por el Espíritu Santo, a no tener miedo de lo nuevo, a no temer
la renovación en la vida de la Iglesia
Ser cristiano significa dejarse
renovar por el Espíritu Santo,
convertirse en vino nuevo. Hace
un mes y medio muchos de los
agentes pastorales de nuestra
Parroquia, renovamos nuestro
compromiso y otros asumieron
un compromiso nuevo, el padre
nos invitaba a ser LUZ Y SAL DE
LA TIERRA. La sal que hemos
recibido es para darla; es para
dar sabor, para ofrecerla. De
otro modo «se vuelve insípida y
no sirve».
¿Cómo podemos ser luz y sal en medio de la
cuarentena?
¿Cómo hacer para que nuestra sal no se
vuelva insípida?
JESUS, permite en este tiempo de
pandemia, que aumente mi fe para
comprender tu Palabra, para dar
gloria a Dios, mi Padre.
Dame un corazón sencillo
para poder ser sal de la tierra y
luz del mundo.
Que yo aprenda a valorar este
tiempo de desierto y incertidumbre,
valore la vida de comunión
espiritual, contigo para poder ser
luz
de los que caminan en la oscuridad,
que mi testimonio dé sabor a mis
hermanos
con las buenas obras que debo y
quiero vivir. Amén
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre
mía! Yo me ofrezco
enteramente a ti y en prueba
de mi filial afecto te consagro
en este día, mis ojos, mis oídos,
mi lengua, mi corazón; en una
palabra, todo mi ser. Ya que
soy todo tuyo Oh Madre de
bondad, guárdame y
defiéndeme como a
pertenencia y posesión tuya.
Amén.
Gloria al padre, gloria al hijo,
gloria al Espíritu Santo. Amen

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