Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lacan: /' Ed Oroob
Lacan: /' Ed Oroob
C T I C A
1
D E L DESEO EN EL I N C O N S C IE N T E F R E U D L '\ N O
A.hora bien, ese sujeto que debe saber lo que hace, o por lo
1
E.He texto representa la comunicación que aportamos a un Congreso
Orf� , nQ 1
/'ied o r o ob E., la fecha de este texto anterior al congreso de Bonneval [al que corres
p o ,.- el C l 1lEPs publicarlo: para dar al lector una idea del adelanto que ha tenido siempre
(El .grafo producido aquí fue construido para nuestro Seminario sobre
\ en Z,006
las formaciones del inconsciente. Se elaboró especialmente sobre la estruc
tura del chute, tomada como punto de partida, ante un auditorio sorpren
dido. Fue el primer trimestre. o sea el último de 1957. Una reseña sobre
lb. é poc a . )
[773]
sUBVER5ION DE.!. SUJETO Y OIAl.tcrICA � OUl!.O 775
parece en el universo contemporáneo: donde t�o el �undo se comático el hecho de. que su tema se aísle cada vez más enfática
encuentra pues a su nivel sobre este punto de ignorancia, mente, como si se tratase del retorno de cierto sujeto del cono
Ya sólo esto merece que se hable de un sujeto de la ciencia. cimiento o como si lo psíquico tuviese .. que hacerse valer como
puede decirse que muestra en ello más pretensión que éxito. Hay que tomar aquí como patrón la idea en que confluye
De-donde, sépase aquí, la referencia totalmente didác�ca �ue ; todo un pensamiento tradicional de habilitar el término no sin
hemos tomado de Hegel para dar a: en tender para las finalida�,¿¡ fundamento de estado del conocimiento. Ya se trate de los esta
1
des de formación que son las nuestras, lo que hay en cuanto a· dos de entusiasmo en Platón, de los grados del samadhi' en el
¡
la cuestión del sujeto tal como el psicoanálisis la subvierte pr<>-::j budismo, o del Erlebnis, experiencia .vivida de l o . alucinógeno> ·
.�---· -
piamenre, . · · · ·. . .· -"! .',] conviene saber lo que autentifica de ello una teoría cualquiera.
Lo, que. noa.califica p� proceder en _este camino es evid�-:::, Autentifica de ello e n . el registro de l o · que el conocimiento
teniente nuestra experiencia.de. esa praxis. Lo que nos. ha dea;; supone de 'connaturalídad • . , . . .. _. · . - .,., . ·.
dido- a. esto ... aquelloss que. Iios,.siguen:.�arán· fe de ello, �-un� _ Es claro· que el 53:bei:J��gelian� • .� la. �1Úf��bung._:_l�ci_zantr; . . . , . ,-'.
resultan tanto la una como los otros en una ausencia total d¿ ellos un objeto de experiencia en cuanto ocasión de definir cier- ·
estatuto· científico. Plantear la cuestión de las condiciones ·� tas coordenadas; pero en ningún caso una. ascesis que S'et"ia:· di.:'· · ;
nimas exigibles para semejante estatuto no era tal ve: un punto gamos, epistemógena o neéfora, . . .. . . · . . 1
de partida 'deshonesto. Se ha demos�do que lleva-Iejos. · --�- �� L:,- ero por cier_io ��. er.t lo que .su referencia es para nosoÚ-os !.:..-��• ..
No nos remitimos aquí a la amplitud de un alegato socíale; pertmente. . · . . _ · . . .
debido adoptar contra las desviaciones notorias en lnglatett:i y� freud.i�a para darse cuenU:. dé que semejantes estados. no des- 1
·-· América· de la praxis que se autoriza en el nombre de psico-- empeñan en ella ningún papel; pero _una cosa cuya importancia
1
• • • - · ·1
noes �pre�ada, es, el h_ech.:o de q u e � pretendida p�col?gía-.de
an á l í s i e . . . ···- •. •_ :· •¡
Es p r o p i am e n t e � lo que vamo! a i n t e n t a r · d efi - las profundidades no ptensa en obtener de ellas una iluminación
1
nir · excwándonos ante esta asamblea cuya calidad acabamos d e .
por ejemplo, ni síquíeraJes afecta una cotización en la parte
1
1
" mom entos fecundos" en nuestra 'ubicación- del .. 'conocimiento ,
empirismo.' . . . .
- - ··paranoico.no es una referencia freudiana.. J
· E n c o ndo
tr se
áenun
n segundo•uempo lo quede e.uqueta-aen,-.
Nos topamos con algunas dificultadesparahacer entender en
tífica se.ha constituido ya bajo- el nombre de psicología.
un medio i�fatuado del :11ás ii;i�eíble ilogismo lo �ue supone
,.._ . Que nosotros recusamos. Precisamente porqu_e, como vamos a
el hecho de mterrogar al mconsciente como lo hacemos, es d e ci r ·
- demostrar la función del sujeto tal como la instaura la expe-.
hasta que dé una respuesta que no sea del orden del arrebato, o
rienci¡ fr�udiana descalifica desde su raíz lo qu-e bajo �t�. títu.:
del derribamiento, sino que más bien "diga por qué".
lo, cualquiera que sea la forma en que � vistan sus premisas,
Si llevamos al sujeto a alguna parte, es a un desciframiento
no hace sino perpetuar un cuadro académico. - ' . . . .
B! B U O T E C A DE PSlCOLOG�A -z
7 i9 .
· _J • • -
debe son a r la liara de la verdad. mmac�n, reco:dando que la ciencia piloto del estructuralismo
¿Y por qué no habríamos d:e ver que l os asombrosos miramien- :
e:1 Ocq�enre tiene sus raíces en Rusia donde floreció el forma-· ¡ ·
. ,.: '.No ',�os:�referimÓS� �r. supuesto;;a;: esaPextra�rdi��· �::,,: ?'eScnt�s p or F reud como los del proceso- p ri m ari ó r: en: qué:'et.::¡
"rencía lateral;' gracias·a·Iá ·cuaLregresan' a ·bañarse en· el ps í co-"
mco�soente encuentra_ su régimen. recubran . exactamente las ,
mismo movimiento con que re imPone en el ca m po de su p raxis:- Pu ede m tent a rs e aq uí, por un prurito de método t' d
¡ d f· · ·ó . . , par 1r e
reprimida, retoma. . :i e InlCI n estrictamente l i n gü í s t i ca del Yo íJel corno s i gn if i -
¿Quién no ve la distancia que separa la de s gra c ia d_e la . con-
c:mt�: en la que no_ es nad� sino el shiiter o i n d i c a t i v o que en
ci e ncia de la cual, por muy poderoso que sea su b u nla m i e n t o
el S U J e t o del en u nc i ado de s i gn a a l su j eto en· cuanto '1'-'� habla
en H e ge l , puede decirse que sigue siendo suspensión de un saber
actualmente.
oblicu a (en; ing l és- se diría: skew) .que se p a ra al sujeto del sexo?
ciado, apart e de q ue los h a y q ue di fi eren del Yo [jf}, y no . ú n i
En.nuestro sesgo •para O
situar.' a-:FTeud, nada pu e s que se or
carnente lo q ue IIai:namos i ns u fi cientemente los casos de 1� pr i - :
dene.pcr la<astrologia -judiciaria -en·:que es t á su m id a la p s i c o l 0-
me r a i:iersona:del smgula�, aun q ue se ad j u n ta se su alojamiento
,..
...-;
. .
, _. _ , . • ,
\·
'l> •·,(•
estrechar de
.'�-�-áia'='•eno---qu� tirr:priviiegio-:seá::'.�Iega
·
·pa· SO · �CO=iéai,i,";,. ' " •
r -- - - . ,(
en s�_d_�tri� .. �-; �
. .
d
' " . ·" .
o,·' en·ces��:.
.
Ji
.. . .. ... �
. f:...
verdad y
nue�tra
?el �aber de_ la que puede decirse después de tix.:i-5{_/<
lenguaje tiene r e curs o s más ocu lto s que tocan JUSta��nte_a _I�:
• Incluso si ,e intenta despertar un interés, bajo_ la rúbrica ?e: los fenómc�"--� smo la conj unción de lo simbóli�o:.con un r eal deLqué'.ya·:i(6Ji����:j:�:�fj�'{. ..,·'
no, ¡'.)si, _.en la telepatía; ·o. incluso en toda la. psicologfa . g é r í ca j . q u e .pueda .. - ��y n_a da. q ue �perar. ¿Q ué es esto sino un sujet o a ca b ad oen su""''.f'0�:\�::it¡,,í:i,0(ff,:}rf,:1¡':..
resucí tarse por un Myen, el más vulgar trotaestradas no podrá ,tr.i.spasa: el - 1 d e n tt d a d c onsigo m ismo? En J o cua l se lee qu e ese suj eto ese,( ,. ·:: · · ·
u teoría psicoanalítica, Incluso si se pr05:1tuye. 5l�e sienoo mo11gata. Sdbstbewusstsán, el ser de sí consciente, omnic¿nsci�te� ·
frasgo bien conocido del b u rd e l ) . Como �·· dice después de Sartre, C3 una Ojalá fuese así, pero la h i storia misma de l a ciencia, queremos
respetuosa: no hará el trattoir por cua l q u i er lado (nota de 1 966) . ·,
i n c r eí b l e d e a l gu n o s e n t re los mejores que consideran su forma 781
co m o entregad a al capricho. Ojalá qu e la carga q ue le da m o s ser p sino la moneda ele curio desgastado de que habla Ma.
que no c om p r e n d e n nada ([ e n fr a n c é s ], si r e t i ram o s ese ne, el Este corte de la cadena s i gn i f i c a n t e es �¡ único que verifica
enunciado pi e r d e su valor de ataque p ue s Yo [Je] me e lid o en la e s t ru c t u r a del sujeto como discontinuidad en lo real. Si Ia
l o i m pe r s o n a l ) . Per o te mo así q ue a caben [qu'ils n'en vi en ne n t] lingüística nos promueve el s i gn i fi c a nt e al ver en él el deter
p o r e x cl u i r m e ([ e n francé s ] d e s l i c émon o s s obr e e s a n ' y su ause n minante del significado, el análisis revela la verdad de esta re
cia, re d u ci en d o el temor alegado" por la o pinión de mi repug. lación al hacer dé los huecos del sentido los determinantes de
su díscurso.x,
nancia a una asev e raci ó n tí mi da, r e d uc e el ac e nto de mi e nun
ciación a s itua rme en el e n u n c i a d o ) . _ Es 1� vía 'donde 'S; ·c_umple el imperativo que Freud _aplic a a
P e ro si e mpl ea n do [en fran c és] el ver bo m a tar, digo "tue", l o s ublime de l a gno m 1ca p reso crá ti ca: Wo Es uiar, soll [ch uier
p u e st o que me . a p a b u l l a n , ¿dó n d e me s i t ú a sino en el tú con el den, q u e hemos co m entad o más de una vez y que dentro de un ¡
1' o lo tomen a ma l, evo co al sesgo lo que me resisto a · cub�ir C on t en tá nd onos con dar un pa so en gramática: allí donde ·eio\.:;;) ·.,-.,=.,,, .
.
con el mapa forzado de la clmicac., >óo e s tuv o . . . ¿q u é 9uier e de cir? Si no fuese sino "ello" que hubi�=rJ-.
. A saber/ I am an e r a . j u s tar d e- c o n t e s t a r . a. l a . p re gu n ta : eQuién,, j' es.t�do .( e n a o ris t o ) , ¿cómo llegar allí -mismo para hacerme �Bi{t
habla> cuando.ise+rrata- delvsujeto dele.inconsciente . . Pues· esta \ _alh, po_r el hecho de e n unciarlo ah o ra ? . · . . . ., ·: .. - : ?�:!if:;.,{i,;L
0
re spu e s t a n o - p od rí a ven ir de é l , si él no sab e lo que dice, ni si- , . . . -Peroel francés d ice: iss« c' é t a i t . . . [allídond; estaba]...:út�r�
q uie ra qu-e h ab l a, como la e xperi e nci a del a n á l i s i s entera nos lo ! licemos el favor que no� ofrece de un imperfecto di s t i n t o . Alli J ·
enseña. d on d e estab a en e�te _mismo mo m e nto, a llí donde por poco es- i
Por lo cual e l lugar de l ínter-d ic t o , que es lo intra-dicho de un ta b a , e ntre esa extinción q�e luce to da v ía y �,a e closión que se r
entre-dos-sujetos, es el mismo d o nd e se di vi d e la transpar e ncia estrella, Yo [Je] pu e do veni r al ser desapareciendo de mi dicho. /
1
del s uje to clás i c o p a r a · pasa r a los efectos de fading qu!! especi Enu�ciación qu� _se denu�cia, e n u ncia do que se renunci a , ig-
fican al sujeto fr e u d i a n o con su ocu l t a ci ó n por un s i gn i f i ca n t e ' �oranc1a que se disipa, o c a si ó n que se pi e rd e , ¿qué queda aquí
cada vez más p u ro: que estos efec tos nos llevan a los con fi n es s ino el r a s tro de lo que es pr ec i s o que sea para caer d e l s er ?
d onde l aps us y ch i ste en su co lu sión se con fu n d en , o in cluso . Un s u e ño referido por Fr eu d en su a rtícul o : Los dos princi
adonde la e l i sió n es hasta tal p un t o la más a l u s i v a para reducir pios del su�eder ps�qu.ico,'- n o s ent r e ga, u n ida al patetismo con
a su r educ to a la pr e se nci a, que se a som bra uno de que la caza q u e se sostiene la figu r a ele un padr e d i fu n t o por ser la de un
Para q u e no sea van a n u es tra caza, la de los a n a l i s t a s , nece si La cual nos ha servi do ya de pr et ext o para ilustr a r la rela.
• U u o:: g o de pa l a b ras: d pronombr·-= I ra n c é s tu, "tú", y d v e rbo tu�, "mata", se con3uga po r Ja doble aporía de una subsistencia v e r d ade r a
� pronuncian i g u a l. n] · ·•.•
' c . W,, vm, PP· '.¿ J i - 8 : B. �-. ll, pp. 495-8; :\ , , XII, PP· 2"...3-31.
732 :iL:iYz..R.SIÓ.-.. UEL -> U j E7 O Y � í .\..LZcnc.'\ DtL i)f.SC.O
muerte la que sosti e n e a la existencia. Rec�gemos aquí el guante del desafio que se nos dirize al
¿Pon d r e mos a este ser como contrapar t ida del que Hegel traducir con el �o.mbre de instinto lo que Freud llama T�ieb:
forjó como sujeto, p o r ser el s u j e to qu e s o s ti e n e sobre la h i s t o '. º cu�! se traducma bastante bien por drive 'en inglés, cosa que
r i a del d iscu rso del saber a b s o l u t o ? R e cuérdes e q ue él nos da fe :.e evita, Y por ello la palabra dérive ("deriva") sería en fran
de haber experimentado con eso la tentación de la loc u ra. ¿Y cés nuestra s o l u � ó n desesperada, en caso de que no lográsemos
no es acaso n ues t ra vía la que la sup e ra, por ir hasta la verda d da r a la b�stard1� d� la palabra pulsion su punto de acuñación.
No ad e lan tem os aquí nu e stra d oc t rin a de la l o cura. Pues es t a o�s·ervac1ón b i o l ó gi c a . ' el instinto, entre los modos de co n ocí
excursión e scat o lógica sólo está aquí para señalar la hiancia mi e n �o que la nat�raleza e xige de lo vivo para qu e satisfaga sus
que separa a esas dos relaciones, la freudiana y l a hegeliana, del n eces i dad e s , se define como a quel conocimiento en el que admi
suj et o con el saber. ram o s el no poder rer un saber. Pero de lo que se trata en Freud
Y que n o · hay raíz suya más segura· que los modos con qu e - se es de o tra c o sa , que es ciertamente un-saber, pero un saber que
d is t ingu e · allf.-la dialéctica del. deseo; .. no compor_ta e l menor conocimiento, en cua nt o que- está inserí.
¡. , _ . , . ·
Pues en Hegel, es al deseo, a l�.Begierde, a · quien se remite. la · 1 · to en u:1 discurso _del cu al , a la-ma�era del esc_lavo-mensajero del
;'.Jté�'. ' carga: de ese.mínimo d�� nexo que es-preciso que el sujeto con-. uso antiguo, el sujeto que l!ev3:- bajo su_ cabellera su codicilo-qué
serve con el antigu o conocimiento para que la verdad sea i nma Ie c o nden a a m�erte 1:1º _sabe m su sentido ni su texto; ni en q ú é
nente a la realización del saber. La as t ucia de la razón quiere l e ngua está e scrit o ,· m siqu ie ra qu� lo han tatua do en su cuero '
decir que el sujeto desde el origen y has t a el final sab e lo que c ab e ll u d o r asurado mientras dormía. ,
En el siguiente punto: que el deseo se anuda en ella al dese� el p s i c o a n á l i s i s ha aportado a la fisiología desde que · t . .
'b -6 exis e. esta 1
__ del Otro, pero que en ese lazo se al o ja el d e seo de saber. ; contri ucr n es ? u l a , n i siquiera en' lo que se refiere a los 6 _ ·
El bíologismo de Freud no -uene 'riada que· ver 'con esa aoyec nos sexual-es. N mgun a fabulación prevalecerá contra este �-
1 a n ce.
ción serm o n e a d ora q ue nos llega por b ocanadas de la oficin a
psic oa nalítica. _ _ _ _ Pues el psicoanáfüis i m p l ica por sup ues to lo real del cu .
. d ¡ · · . erpo
Y era n e c e sari o hacerles vivir el instinto de m u e rt e _que allí Y .,e o irnagmano de s u . e squ em a mental. Pero para reconocer
a bo m i n a n . ' para pon e rlos a t ono con la b i ología de Freud. Pues e-! .. !ca n ee en la pers�ct1va que se autoriz a en él por el desa-
-- Desde el e nfoque que hemos disp u esto en e lla, reconozcan funcionan a ll í ant e todo como los elementos de una heráldica,
;:-;-··
F l en la me táfora d e l r e tomo a l o - i n a n i m a d o con qu e Fr eu d af e cta de un blasón del cuerp o . C?rn� se_ confirma por el uso -que-se-�
a todo c u e r p o . v i v o ese margen más allá de la vida qu e el lengua j e h a c e de e ll a s para leer los dibujos in fa n t i l e s . - . -
'
¡• '
'
:.: L as e gura al ser por el hecho de que habla, y que es jus t ament e . A q_u í se en��ntra el p�ncip�o; v o lveremos sobre ello, del p r í .__
aq u el don de -ese ser compromete en pos i ción de s i gn i f i c a n t e no �nlegio _parado�1co, qu e sigue si e ndo el del falo en la d i a l éc t i e a - , ·
sólo lo q u e d e su c u erpo se p r e s t a a e l l o por ser i nt e r c a m b i a b l e , mcons�1ente, s1z:1 qu e baste para e x p l i c a rl o ·1a teorí a producida - ·
del o bj e to con el c u erpo no se defin e en absoluto como· una Tendremos que decir ahora que si se c o n c i be qué clase de
i d e ntificación parcia l · q u e tuv i es e qu e t o tal i zars e en e ll a , pu e sto a p o y. o . hemos _ �uscad� en Hegel para criticar una degrad a ció n
que , por el contrar i o, ese ob j e to es el p ro t o t i p o de la s i gn i f i c a n . ?el p s i c o a � .:i l 1 s 1 s t a n m e p t a que no en cuentra otro mo t ivo para
cia del cuerpo como lo qu e está en juego del ser. '. n t e r e s J. r s in o el �e ser el de hoy, es i n a d mi s i b l e que se nos
1
o ª I) · Se .i l ncula al l í lo que hemos llamado el punto de
trata del deseo, encontramos en su i rr e d u c ti b i li d a d a la deman
l�as_ca �r el· cual el 3 i g n i f i c a n t' e detiene el deslizamiento• indc-
da �1 resorte m i s m o de lo que i m p i d e igualmente r e d u ci rl o a la fm1do s1 no de ¡ · T · • ·
· , a s 1 gn 1 rcacion. Se su p o n e c¡ue. la cadena sig-
necesidad. Para decirlo e lí p t i c a m e nt e : que el deseo sea articu
. a, me n o s p ro p i o p ara f i gu r a r lo
ampliamente p r á c ti ca de .los ... datos.'de .. nuestra ,experiencia.-.Nos:7') .• / La.. función diacrónica de este punto de-basta d e be- encontrarss
con un sujeto definido a través de su a r ti c u l a c i ó n por el s1g- , / con s u últi1:1o térm in o, ya que cada" término está' antícípado en
nificante. l a c o nstr uc ci ón d e lo s otros; e iriv rsamente sella e su sentido por -
GRAFO l su e fecto retroactivo; '
1 . . ,.
_,
personal contra- los "psicoanalistas" según- él demasi�do inclinados al hege- · s i g rn u c a n t e , l o cual no q uiere deci r del código, pu e s no es qu e
1·
lianismo," como si:_ a l g ú n - otro· aparte de: nosotros pudiese ser blanco de: .ellas. ¡
s<! c o nse r v e en él la c o rresponde n ci a u n ívoca de un sign o con
en e:� colectividad. . ·"'· - -
alg o , sin o que e l s i gn i f i c a n re no s e c o n s ituy
t e sino de una r e u
Esto en el v u e la p l u m a de unas páginas de su diario l a n za d a s a los vicn-
tos (azarosos siu duda) que se las habían arranado. . nión sinc r ó n i c a y n u m e r a b l e donde n ingu n o se s o stien e sino por
Tras de: lo cual le: hicimos part ícipe de que, �ra interesar a esa su
el principi o d e s u opo s ición a ca da un o d e los ot ros. E l o tro,
o n t o l o g í a . con los termino, mismos d i v e rt i d � s �ºr:1 q u e: � l . la. viste: en ci e r t o s
c o nn o tad o s (A), es lo qu·e pu ede llamarse la p untuación d on d e
billetes fa m i l i a r e s , en c o n t r á b a m o s ese procedimiento. sin duda no, pc:ro
121 vez" destrnado ;i. extraviar a los espíritus. " b significación se c o n s t it u y e corno producto termina d o.
787
bien que espacio) con respecto al otro que es un momento (es n o se d i s t i n g u i r i a · d e l fingimiento que en la Iu ch b ·
_ . . · · a com auva 0
c a ns i ó n más b i e n que d u r a ci ó n ) . b ceremonia sexual, es sin embargo bien d i f e re n t e D - 1 ,
d ¡ · . . . . . • e.,p ega n
Los dos participan de esa oferta al s i gn i f i c a n t e que constiru.
. ose en a ca. p t u : a 1magmana,. el f rng1miento se i n t e gr a en el
ye el agujero en lo real, uno como h u e c o de recelo, el otro corno Juego de a c e r c a m i e nt o y de ru p t u r a que constituy 1 d ·
. . e a an za on.
perforación para la salida.
g_1�ar:a, en qu� :sas dos s it u a c i ones v ital e s encuentran su esc�n
La sumisión del sujeto al significante, que se produce en el sien, y los p a r u ci p a n t e s que o rdenan segú n ella 1
. . . . o q ue nos atre -
circuito que va de s (A) a A para regresar de A a s ( A ) , es pro ver e m o s a llamar su dancídad. El animal por lo demás se mues-
piamente un círculo en la medida en que el aserto que se ins tra capazde est o cuando está acosado; llega a despis tar inici a n.
taura en él, a falta de cerrarse sobre nada sino su propia escan do una Clr:rera que es de e ngañ o. E sto pu e de ir tan lejos como
sión, dicho de otra manera a falta de un acto en que encontrase para sug_enr en las p re sa s la no�leza de honrar lo qu e hay de
.su certidumbre, no remite sino a su propia anticipación en la ceremonia en l a caza. Pero un animal no finge fingir. N produ
O
composición del significante, en sí misma insignificante. c� h u e ll as cuyo e ngañ o consi�tiría en hacer se pa s ar por falsas
'.�
· La cuadratura - d e ese. círculo.. para. ser posible; no exige sino t s. endo la s verdaderas, e s · decir las que d a rfan la buena pista; .
la "completud" ,de la batería' signííicante. instalada en A .. simbo-. C�mo· tamp?co. b_orra sus h u e ll as , lo cual sería ya para· él hacerse
t·-·
t
. Iizando. desde.ese ...momento ehlugax:�.deL�Otro.�:En--lo-ctial.~re ve�/
:¡
;i
t•~· L trategía de los fuegos, como ta! perfectamente accesible· al cálcu- ,,
filósofos su�· emba�o profesionales. Pero es. cla r o · que la . Paia-7:
lo de la conjetura, en la medida en que el sujeto real, pa,ra b:3: _no comienza smo con el paso de la ficción' al orden del sig- '
• regular et suyo, no tiene que tener en cuenta para nada nin nífícanre y que e_I significa?te exige otro lugar -el lugar del
guna aberración llamada subjetiva en el sentido común, es decir '?�º• el O_tro testigo. el testigo Otro que cualquiera d e los par
psicológica, sino fa sola inscripción de una combinatoria cuyo ttc1pantes- para que la Palabra- que soporta pueda mentir, es
Esa cuadratura es sin embargo imposible, pero sólo por el Así, es de un lugar o tr o que la Realidad a la que concierne
hecho de que el sujeto no se constituye sino sustrayéndose a de d�nde Ia Verdad saca JU- ga ra n t í a : es de .la palabra. Como es
· - ·-ella y déscompletándóla -esencíalmente jior deber a la yc;z con- ta m bién de· ella _de quien recibe esa m a r c a · que la instituye \:n
� - tarse en ella. y no llenar en ella otra f u n ci ó n que la de falta. una estructura de ficción. ·
El Otro como sede previa del puro- sujeto �el s i gn i f i ca n t e . Lo d i ch o primero decreta, legisla, "aforíza", es o r á cu l o , con
o:upa allí la posición 'maestra, incluso antes de venir allí a la fiere al otro r e al su oscura au t oridad.
existencia, para decirlo con Hegel y contra él, como Amo abso T�memos_ solamente un s i gn i fi ca n t e como in s ignia de esa
l u t o , Pues lo que se o m i t e en la chatura de la moderna teoría de o_mmpotenoa, �o �al qui e r e decir de ese p od e r t odo en p oten
la información es que no se puede ni siquiera hablar de código aa, �e ese nacirnrento de la posibilida d , y te n dr e m o s el trazo
si no es ya el código del Otro, pero es ciertamente de otra cosa unan_o 9�e, por col1:1ar la marca !nvisible que el suje t o recibe
de lo que se trata en el mensaje, puesto_ que es por él. como el del sígnificante. en a jena a ese sujeto en la ident i ficación pri- .
sujeto se constituye; por=lo cual es: del=Otro de q u i e n · el sujeto. mera que forma . . el i d e a l del yo. - · ··. ·
Observemos entre paréntesis que ese Otro distinguido como c?'nv1erce en l o q u e era co m o a ntes y no se a n unc i a: hab r á sido,
. . . ----+
1 (A) $ . �
r i f i ca ci ó n , posteriores (1962).
• D e j a rn o s es t e p á rra f o ú n i ca m e n t e como es t el a de una batalla superada
La lucha que la instaura es i::1:-r.:1,.!:1 con r :i. z ó n . de p u ro �res su c o ; 1 rt a d :i en b m u e rt e del A m 0 . � P e ro qué h a y de esa muerte?
. ¡ ue está en . uezo,
J nues va en e ll o la vida, a p ro p i a. d o .:; i rn p l e m e n r e él la espera.
tigi o, 'i o q o • · . · .· d
ara hacer eco a ese peligro el e b. p r e m a t ur :i c 10 n gencuca e l De h e ch o , es desde el lugar del O t ro donde se i ns t a l a , de don.
P · · t · cnorado por Hezel v del que hem o s he c ho e l re- de s i g u e e l j u e g o , haciendo i n o p e r a n t e codo riesgo, -especialmen
nac.mren o, 1 11 o ,
5
te el de cualquier justa, en una " co n c i e n c i a - d e - s í " para la cual
serte dinámico de la captura e sp e c ul a r. . ,
Pero la muert e , [ u s r a m e ru e por ser arrastrada a b I u n c i ó n de sólo está muerto de mentiritas.
aunque se trate también de un póke r , pues t o que aqu1 la pu3a mente de la irrupción que fue la palabra de Freud referente
es limitada- muestra a la vez lo que que�a elidido <l� una regla al deseo.
previa tanto como del reglamento c o n clusiv o . Pues a fin de <::1en Y esto bajo el pretexto de que la demanda, con los efectos de
tas es preciso que el vencido no perezca para 9ue se conv1�rta la frustración, ha sumergido todo lo que les llega de una práctica
D i ch o de otra manera el pacto es siempre previo a caída en una banalidad educativa que ni siquiera sus blanduras
en ese 1av o . ' · b
la violencia antes, de perpetuarla, y lo que llamamos lo sim Ó: _ levantan ya. . .
lico domina-lo imaginario;·· en-lo c ual puede· uno preguntarse si · Sí, los traumatismos enigmáticos del descubrimiento freudia
�ad ere.yendo que e s . s u - t r a b a j o . e l que habri_ de volv_er a abrirle la política? Para d e ci rl o todo: h a s t a el punto-de que .esas. nece- -
la p u e r t a del. goce: Rindiendo u n homenaje propiamente 1;· s idades han pa sado al r e g i s t ro del de seo , con todo lo que nos
0
consciente a la historia escrita por H e g e l, enc uentra a m e nu imp one c o n fr o n t a r a n u e s t r a. nueva experiencia, de sus pa rad o
s=
mu 1 te
er Ao:pt.:imos con Dylan Thom:u que no haya dos, ¿Pero e n t o n c es e
h a. y:¡ sido p r e c i sa m e n t e sobre el N o m b r e - d e l - P a dr e s_obre el �ue h a y a. ro � ! to Pe ro nos detenemos aquí también para regresa r al e s t a t u to
mado tres a.1103 mis tarde la. sa n c i ó n de dejar dormir las tesis que � a b i a :n o s
de l deseo que se presenta como autónomo con relación a esa . 1 1
prometido a n u es t r a · a nza.
enscu d ebido
'-'� a la oe
r - rm a n e n c i i de esta s i tu a c ió n .
.:; t; LI V E R.S l Ó :-. DEL 5 li j ::T O Y DULl::CTlCA DEL DESEO
mediación de la Ley, por la razón de que es por el deseo por el
795
que se origina, en el hecho de que por una simetría singular, �bser�emos que puede e?contrarse un indicio en !a clara
invierte lo incondicional de la demanda de amor, donde el suje enaJe.nación que de�a al SU J e t o el favor de tropezar sobre la
to permanece en la sujeción del Otro, para llevarlo a la poten cuestión de su esencia, en la medida en que puede no descono-
sidad, este desasimiento es un logro ya desde su modo más hu !ª permanencia ?e su deseo a un yo sin -embargo evidentemente
milde, aquél bajo el cual lo entrevió cierto psicoanalista en su intermuen.te, e inversamente se protege de su deseo atribuyén
práctica del niño, nombrándolo: el objeto transicional, dicho dole esas intermitencias mismas.
de otra �anera: la hilacha de pañal, el trozo de cacharro amado Claro. que puede un? so:prenderse de la extensión de io que
que no se separan ya del labio, ni de la mano. es �cces1ble a la coi:1c1enoa-de-sí, a condición de que se haya
Digámoslo, esto no es más qU'e emblema; el representante <le sabido por otros caminos. Lo_ cual es sin duda el caso aquí.
la representación en la . c o n d i ci ó n absoluta está en su lugar en
GRAFO 3
el ínconsciente.cdonde-causa-el deseo �n la estructura de la
dónde desea.
por i n t ro d u c i r s e en- e ll a en. primer l u ga r como el dibujo de un P�es para volver a encontrar -la p e r t i n e n ci a . de 'todo esto, es
p u n t o de i n t e r ro g a c i ó n - p l a n t a d o en el cí r c u l o de la A m a y ú s c u l a �rec1so q�e un .estudio �asta_me profundizado, y que no puede --
¿De qué frasco es éste el abridor? ¿De qué respuesta el-signi-�-:-� lesquiera qu·e sean sus elisiones ocasionales, a la condicióh--de---
í i c a ru e , clave universal? un objeto (respecto del cual no hemos hecho más arriba: sino -
-;¡-z-
:;:ü B V ERS I Ó N DEL S U J ET O Y DlALECTlCA DEL DUF.O
s u a v o.st ÓN Dll. S U J !:TO Y 01.ALÉCTICA DEL DESEO 797
796
GRA.FO C O � P L IT O
eclipse del s u j e to , es t r e c h a m e n t e ligad_o_a la S p a lt u n g o escisión
0
, r:-;.::.�,_EL�<?��� -
� be",_q�e :el::.d��
1 (A)
Digamos, par a p ro se g u i r la met á fo ra de D amoure tt e y P i ch � n :
' .
d es ti n a d a , que la I a n t as í a é s pro pi a me n te _ _"p a fi o " de ese �o lJe] Que la demanda desaparece también, es cosa que se sobreentien
qtre se encuentra primordialmente reprimido, por no ser indica de; con la salvedad de que queda el corte, pues éste permanece
He aquí ah o ra � efecto nuestra atención solici_tada p�r el es que h a b i t a : _ a saber su artificio gramatical, tan manifiesto 'en las
tatuto subjetiv o . de la cadena s i gn i fi ca n t e en el m c o n s c i e n re . o reversiones de su articulación con la fuente tanto como con el
Se concibe m e jor e n n u estra deducción que haya habido que La d e l i m i t a c i ó n misma de la "zona erógena" que la pulsión
interrogarse sobr e l a función que sostiene al sujet? del i n c o n s aísla del metabolismo de la fu n ci ó n (el acto de la d e v o r a cí ó n
ciente, al observar que es d i fí ci l designarlo en n in g u n a _ parte interesa a otros órganos aparte de la boca, pregúntenselo al
como sujeto de un e n uncia d o, por consiguiente como articulán perro de P a v l o v ) es el hecho de un corte favorecido por el rasgo
dolo cuando no sabe ni s iquier a que habla. De donde e} con a n a t ó m i c o de un margen o de un borde: labios, "cercado .de los
cept�.de l a . p uls i ó rr . d o n d e se le designa -p�r:c,un� u b i c a c i ó n orgi-, d i e n t e s " , margen del ano, surco peniano, vagina, hendidura pal ..
nica, oral. an a l, etc., que satis face esa exigencia de estar tanto pebral, incluso cornete de la oreja (evitarnos aquí las precisio
m ás l�jos del hablar cu a n t o más ha b la. . . _ nes · embriológicas) . La erogeneidad respiratoria está mal estu
P e ro si nuestra gr á f i c a c o mpleta nos permite situar a la pul- diada, pero es evidentemente por el espasmo como entra en
0
s i ó ri ! " como tesoro de los s i gn i f i c a n t e s , su n o t a c i ó n como ($ D) Juego.
mantiene su estructura l i g :i n <l o l a a la d i a c ro n í a . Es lo 4ue Observemos que este rasgo del corte prevalece 'con no menos
· l <l · l el sujeto .,. desvanece en ella.
adviene de 1a e ernan a cuanto ., .,... claridad en el o b j e to que d e s cr i b e la teoría a n a lít i ca : pezón,
;¡ 3
3L'oVZlUIÓN DEL SIJJJITO Y DI.ALtcnCA DEL DESE:o
798 .> L il Y =-: i{.) l U . ', üc...... j L. j i. .\ ü Y DL-\..L.EL.'TlCA De.l. DE.SEO
. 7�
que, robada de s� volumen que hincha �a- sombra, vuelve a �·- ii - -_- Es como. tal impromin'é:iáble;· pero no su 'opéráéi6n�pÜes'�8b� �:z-.,¡= -="' . . .
Lo que el grafo nos propone ahora se sitúa en el punto e� nunaado. Su enunaado se iguala a su sígriificación. · ·
que toda cadena significante se honra en cerrar el círculo de !§i '!J.e donde resulta que "al calcular ésta: 'según el álgebra .que
significación. Si hay que esperar semejante efecto de la enutr�� uc1hzamos, a saber: - · ·
tesoro del significante. Esto en la medida en que al Otro se::fe� =s (el e n un ci a d o ) , . con S = (-1),
s (significado)
pide (che vuoi) que~ responda del valor 'd é é se tesoro, es cle�r-"'1
lado ya: que no hay un Otro del Otro. Pero este rasgo de la N� ¡
1 .
Es lo que falta �1--Sujeto para pensarse agotado por su cogito,
Fe de la verdad, ¿es en efecto la última palabra válida para da1j
a saber lo que es impensable. ¿Pero de dónde proviene ese ser
· a la pregunta: ¿qué me quiere el Otro? ¿Su respuesta, cu�ndo nos:- :
que aparece como faltando en el mar de los nombres propios?
otros; analistas, somos su portavoz? -Seguro que no, y JUStame?.- �
i:. .. : N o _ podemos preguntárselo a ese sujeto en cuanto Yo [Je].
te en la medida en q u e · nuestro ofici� no tiene nada _de_ doctrí- �
Para saberlo le falta todo, puesto que si ese sujeto, - y estuviese
O
nal. No tenemos q':le·responde� de n m gu :1 � . verdad ú l t i m a , e s- : - -
muerto, ya lo hemos dicho, no lo sabría. Y que por,fonsiguienté
pecialmente ni pro ni contra nmguna rehgio�. . ':�
no me sabe vivo. ¿�ómo pues me lo probaré Yo [Je]? -· ,_
Ya es mucho quetengamos que.colocar a q u 1 , en el mito f re u � ; .
- Pues puedo en ngor p�obar _al· Otro que existe, no por cierto·
diana, al Padre muerto. Pero un mito no se basta por no soste- :
c?n las pruebas de 1� existencía de Dios cuyos siglos lo matan,
ner ningún rico; y el psicoanálisis no es el rito del Edipo, ob::
sino amándolo, solución aportada por el kerígma cristiano. - -
s e rva ci ó n que habrá de desarrollarse más tarde. s, i ·
Poi: lo d�m�s, es una solución demasiado precaria para que
- u Cosa que juatificamos más tarde por medio de_ u� modelo topológico- - p_ens-emos siquiera en fundar sobre ella un camino desviado ha
tomado de la teoría de las superficies en el analysis s1tw (nota de I%2)j
cia lo que es nuestro problema, a saber: ¿Qué_ soy Yo [Je]?
-;_ _ ...;
14
800 s u a v zas r ó x DU - S V J IT O y DIAÚCTICA DEL DESEO S lJ !J V !:: RS I Ó N DEL SUJETO Y D I A L É CT I CA DEL DESEO
801
Soy en el l u ga r desde donde se v o ci f e r a que "el universo es d i cl a crisis del pensamiento sino para reducir por el ·
12
. . · contrano
un defecto en la pureza del N o-Se r " .
su tals_o b ri l l o a la h i a n c i a que d e s i gn a n , siempre para n o s o t ro s
Y esto no sin r az ó n , pues de conservarse, ese lugar hace lan
muy s1mplem:nte edificante, y sobre todo para tratar de forjar
guidecer al Ser mismo. Se llama el Goce, y es aquello cuya falta
en e!los el meto?º de una especie de cálculo cuyo secreto - sería
haría vano el universo. revelado por la madecuación como tal.
¿Está pues a mi cargo? -Sin duda que sí. Ese goce cuya fa l ta
Así �se fa�tas1:11a de la causa, que hemos perseguido en la más
hace inconsistente al Otro, ¿es pues el mío? La experiencia
p u r a . s1mbohzaaón de lo imaginario por la alternancia de lo
prueba que ordinariamente me está prohibido, y esto no única.
semejante con l¡C?, �$se��j�I?,,te/ª
mente, como lo creerían los imbéciles, por un mal arreglo de
º?servemos bien ¡'jcir consiguiente lo que se opone a que se
la sociedad, .sino, di r í a yo, por la culpa del Otro si existiese: _
conf1er� a nuestro s i g n i f i ca n t e S ($..) el se n t i d o del Mana ele
O
como el Otro no existe, no me queda más remedio que tomar :
cualqm�ra de sus c on gé nere s. Es qué no- podemos contentarnos·
la- culpa sobre Yo [Je], es decir creer �n aquello a lo que Ia �- :;; con art i c u la rl o p or • la miseria del hecho · 1 f
· -d h socia , a u n q ue - uese .
períencía, nossarrastra a .todos.. y a Freud el primero: al pecadoz]
acosa o asta un p retendido hecho total: · . _ - - -
--� �n:ex�r�sa:co�o �esolá�,'��u�a����o �:q��-�-1 :,nit�r��� - rielo reconocer en él el efecto 'de unsfmbolo ceró;:Pero en.nues-.
bargo tan pronto como_ el Edípo, es el complejo de éastracióri.)j el; sí m b o l o B que- t ambién se escribe i e n . l a . teoría ci é · los
Encontramos en este complejo el resorte mayor de la subver� nun:ier�s comple10�, sólo se justifica evidentement e no aspirando
sión mi s ma: que intentamos articular aquí con su d i a l é c ti ca__.,,� a nmgun aucomausmo en su empleo· subsigui e n t e . .S. !
Pues, propiamente desconocido hasta. Freud, que lo introdujoJ � lo que hay q ue atenerse. es a que el goce está pr o hibido· �
en la formación del deseo, el complejo de castración no puede.� quien h a bla como tal, o también que no puede decirse sino
ya ser ignorado por ningún pensamiento sobre el sujeto. · , �'\ entre líneas. para n ú i e n q u í e r a que sea sujet o de la Ley, puesto
En el psicoanálisis sin duda, lejos de haberse intentado ll e va r A que la Ley. se funda en esa prohibición misma. . · .
�ás allá su articulación, �s muy precisamente a no dar explica. :J En efecto, aun si _l_a ley ordenase : Goza, el sujeto sól o podría .
ciones a lo que se ha dedicado mucho esfuerzo. Por eso ese gran -1 c o nte sta r con un: Oigo.u donde el goce ya no e staría sin o so
breen te n di do .
cuerpo, exactamente como Sansón. se ve reducido a mover la '
rueda de molino para los filisteos de la psicología general. P_ero _ no es la Ley mi sma la q ue Ie cierra al suj e to el pas o
Sin duda a l gu n a hay a q u í lo que se 11ama un hueso. Por ser h a a a _el goce , ella h ace solamente de una barrera cas i natural
j u s t a m e n t e lo que adelantamos a q u í : estructural del sujeto. cons- · �n _sureto tach a do. P ue s es el p la cer el que ap o r t a al goce sus•·
tituye e s e n c i a l m e n t e - ese .margen que _ _ todo .. pen s a m i e n to ha evi l í mit es , e l . p_la_cer co m o ne�o- de la v ida , i ncoh ere nt e , hasta qµe
fado, saltado, rodeado. o taponado a la \,éz -·qurlogra .aparente-. - C>_tra p ro h 1 b 1C1 ó n , és t a no i mpu gn a ble. se eleve· de - esa regula
m e n t e sostenerse con un círculo: ya sea d i a l é c t i c o o matemático.' aó� d esc u b ie rt a p or Freud como proceso primari o y ley perti
n e n t e del p l a c e r.
Por e s o - llevamos de buen grado a los que nos s i gu e n a los
en las paradojas que a l lí se engendran, ni en n i n gu n a pre.:en- aquí de_ la artrcul�aón subjetiva. O indu50 en la simple rduudón de ¡
3
pr�tend1da paradoja del_ "Yo m�cnto'" (nota de 1962).
15
mente calificada de cí n i c a . Algunos en nuestros dbs, obsesio
Se ha di c ho que Freud en es t e punto no hizo sino seguir la
nados s i n duda por ese recuerdo, han creído, hablando a nues
vía por la que avanzaba ya la ciencia de su tiempo, o incluso la
tra persona, poder hacer descender a Freud mismo de esta tra
tradición de un largo pasado. Par a m edi r la verdadera audacia
dición: t é c n i ca del cuerpo, 0
1:;0mo dice Mauss. Queda el hecho de
de su paso, bast a con considera r su recompensa, que no se hizo
que la experiencia analítica nos enseña el carácter original de '·
¡_;
esperar: la caída sobre lo he t eróclito del c om p lejo de castración . .
la culpabilidad que engendra su práctica.
Es la mera indicación de ese goce en su infinitud la que im,
Culpabilidad ligada al recordatorio del goce de que fa l t a el
· p lica la marca de su prohib i ción, y, por con s tituir esa marca; i
preside a la carga del objeto como narcisista. Es sobre este -eunió,i ma yú s cu la ) , el fa lo simbólico Imposible de hacer negatívoésígnf
sobre e! que hemos ..ruelto por nuestra parte, demostrando" qtl'l, fícante del goce. Y es este carác er t de la <P el que explica taH�o:
la- imagen especular es el canal que t oma la transfusión de. lá-/1 las parti cularidades del abcrdamiento de la sexu alidad por-Ia
. ella lo más. íntimo del autoerotismo, · su posición "en punta ... �- No abo:daremos �quí la pe_rv�rsió� �':1.E- .. ��d��n que--a�:
1ª (QI1Pa la predispone a la fantasía de caducidad en . e]. q��;, --nas a c e n t ú a f af uñ ci ó n del deseo en el ho mbre, en cuanto que
viene a acabarse la exclusión en que se encuentra de· la imagen· inst i tuye la d o minan ci a, en el siti o privilegia<lo del gocef= del.
especular y del prototipo que constituye para el m undo de l os' ob jeto a del fantasma qu e s ustituy e al A. La perversión añade
Iabl e �l v--=r d e la significación más arriba pr o ducida, del ' mula en el neuróti c o, justament e porqt1e= él la falsea.
goce al que restituye por el coeficient e - de su enunciado a la- fon El n e u r ó t i c o en efecto, hist é rico,
.
obsesivo ·o más radicalmente
-a . .
..
dón de falta .de .signíficante: . ( - 1 ) . fóbico, es aquel que i d entifica.)a falca del Otroeón su demanda; ·· ·'"'··•··.:-,.,...
<D con D. · · · ·
Si. le es dado. anula r así la interdicción del goce, no por ello i
es debido a esas razones de forma, sin o que es ciertamerrre que-' Resulta de ello que la demanda del Otro toma fu n ci ó n . de
su r e basami e nto sign ifica lo que redu c e todo goce c o diciad o a objeto en su fantasma, es decir que su fa n t a s m a (nuestras fórmu-
la brevedad. del autoerotisrno: las vías p e r fe c t a m ente trazadas las permiten saberlo inmediatamente) se reduce a la pulsión:
por la conform ació n an a t ó m i ca del ser h a blant e , a s a be r la mano .. ($ ◊ D) . Por eso el catálogo de las pulsiones ha podido esta- . -<•
en ci e r t a ascesis filosóf i c a co m o vías de una sabidur ía abusiva. Este plural cubre a un filósof� c9..n,tcm�r�nco cmi:!-cn_t,ec-- (1_!!7�)� _ ,
P e ro esta preeminencia dada por el neurótico a la demanda, a él en análisis, de su ignorancia siempre n u e va para que n in
a t o d a la cu r a h acia el manejo de }a fr u stra c i ó n , o c u l t a su a n gus. Para volver a la fantasía, digamos que el perverso se imagina
t ia del deseo del Otr o , i m posi b le de d e sconoc e r cua n d o s ó l o es tá ser el Otro para asegurar su goce, y que esto es lo que revela
c u b ie rt a por el objeto fób ico , más d i fí c i l de comprender par a el neurótico imaginando ser un perverso: él para aseg·, lrarse
estab l e ce r la fa ntas í a como d ese o del O t ro. Se en cu e nt ra n en Lo cual da el sentido de la pretendida perversión colocada
tonces sus dos t é rm inos co m o h en di dos : u no en el ob s e s i v o en como principio 'de la neurosis. Está en el inconsciente del neuró
la medida en q ue nie ga el deseo del O t ro a l fo r m ar su fa nta sm a tico en cuanto fantasía del Otro. Pero esto no quiere decir que
acentuan d o lo im p osibl e del desvanecimiento del s u j eto , el otro en el perverso el inconsciente esté a cielo abierto. Él también se -1 ·
en el histérico en la medida en queel deseo sólo se mantiene. .defiende a su manera con su deseo. Pues el deseo es una d'efensa,; ! - ·
1
Estos rasgos.se coníirmanvpcr la. necesidad; fundamental; que"< El fantasma, en su estructura definida por nosotros, contiene-'::tt¾:'ik,,-2i'"'
tiene el obsesivo de-presentarseicomo-aval del O t ro , . así como· · el ( - <p ) , función imaginaria de la. castración bajo una forma{ ·
por- el-Iadc-de-No-Fe desla-íntríga- histérica. · · . _ _-· ocul ta�.y reversible de. �o de sus, términos. �l otro; Es decir. q1.1e:1:;
·- -'
w-��¿_he�o..Ja �inia�--del/Ea4re::ideal es.una. fan�ía::·d�neur�é�",. a. fa manera de: un número. coniplejc;';::imaginarüa . ._ (si, .se enos . •
"""tfc'1�)2°Mis' "a Il á 'de' la-- Madre, Otrc> -real..�- fa .demanda, , que : ��� permite ·,�téª'"i:érniiñof ..alternativamente uño: de . e s o s . térmi11os-· .
-9uisiera que calmase el deseo (es deci: su d e se o ), se perfila_!�:.-� en relación con el otro.
i ma gen de un padre q ue cerrase los OJOS sobre los deseosc.Con ¡ · Incluido en el objeto a., es: el ayalµa. el tesoro inest imab l e que
lo cual queda m a r ca d a. más aún que revelada, la verdadera Iun- . Alcib ia d es p r oc la ma estar encerrado en la caja rústi ca que Ior.
ción del Padre que en el fondo es la de unir (y no la de oponer) ma para él el· rostro de Sócrates. Pero observemos que lo es afec-.
1
El Padre deseado por el neurótico es claramente, como se ve, · se nos permi t irá · decirlo después de Pla tón q ue no nos escatima
p ara a q uellos que no po d rí a n de otro modo tener i d ea de él: mundo, no v aci l a en no mb rar como o b j eto de la t r a ns f e r e n c i a ,
ginar i a de �u n o-do m inio, de su -necesaria imperfección, es algo listas i g no ra n tod a v í a : que el efecto a m o r -od i o en la sit ua c i ó n
v olu n taria de su n e s c iencia en cuanto a cada s u jeto que viene P ero Alcibiades no es en m od o alguno un neurótico. Es in-
W6 5 Ui3 V E R.S I Ó .-; DU. 5UJITO Y D IA LZCTI C A DEL DESF.o
lejos como se puede en el goce, por lo que pued� asi (salvo �l 807
apresto de una embriaguez instrumental) p r od u c i r an�e la mi de la Causa perdida (es la vía de lo trágico griego, que Claudel
rada de todos la articulación central de la transferencia, pues vuelve a en�ontrar. en un cristianismo de desesperación).
ta en presencia de objeto. adornado con sus reflejos. , La castración quiere decir que es preciso que el goce sea re
No por ello es menos cierto que ha proye:tado a Socrates en chazado, para que pueda ser alcanzado en la escala invertida
de la Ley del deseo.
el ideal del Maestro perfecto, que, por la a c ci ó n de ( - <p ) , lo ha
No iremos más l ejos aquí.
ímaginarizado completamente.
1
· _ . . De-Más,. ¿por:· qué sacr ficaría i Sl.! diferencia (todo men� . eso).__·:-
· anormal.
dfda: "C�ndo el mi n e ro regresa a la ,casa , su mujer le da fric-
·A c ondición de que. oscile en alternar de $ a a en la fantasía, ciones. . . En este punto nos m ostramos sin defensa.
la ca s tr ació n hace de la fantasía esa c adena flexible e inextens�- _ _ Fue d uran te una conuersaciári personal cuando una ele_, las
ble a l a vez por la cual la detención de la car ga obje_t�I, que no~ personas q ue nos s o n cercanas n os preguntó (ésta fue la forma
p u ede rebasar ci ertos lí m ites naturales, toma la. f u n c i ó n trascen de su p_regunta) si ha blar para la pizarra imp l icab a una fe en . _
de n tal de asegurar.. el. goce del Otro que me pone esa. cadena: u n . e s criba e t ern o . No es ne�esario, le fue contestado, a quien
. en Ia Ley. . . q uaera q u e sepa que to do discurso tom a sus efectos del incons
cien te. ·
· . A quien quiere verdaderamen t e enfrentarse � ese O t ro , se le