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Crecimiento de renovales de Nothofagus dombeyi y

definición de sistemas silviculturales según productividad de


sitio y manejo.

[062/2011]
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Crecimiento de renovales de Nothofagus dombeyi y definición de


sistemas silviculturales según productividad de sitio y manejo.

Financiado por:
Fondo de Investigación del Bosque Nativo
CONAF

Investigador Responsable:

Dr. Carlos Esse Herrera.


Instituto de Bosques y Sociedad
Universidad Austral de Chile.

Co-investigador (es):

Pablo Donoso Hiriart., Ph.D.


Dr. Víctor Gerding Salas.
Instituto de Bosques y Sociedad

Institución Patrocinante:
Universidad Austral de Chile

Abril, 2014. Valdivia, Chile

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Agradecimientos

El equipo investigador agradece al Fondo de Investigación en Bosque Nativo administrado por la Corporación
Nacional Forestal (CONAF). Además, la participación de la Universidad Católica de Temuco, propietarios de bosque
nativo de las regiones de la Araucanía y los Ríos, en especial a la administración del Parque Futangue, la Gerencia de
Bosques Nalcahue, los habitantes del sector Maite ubicado en la comuna de Curarrehue.

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TABLA DE CONTENIDO

1. Introducción 8

1.1 Hipótesis 14
1.2 Objetivos 15
Objetivo General 15
Objetivos Específicos 15

2. Material y método 16

2.1. Área de estudio 16


2.2. Definición de zonas de crecimiento 18
2.3. Toma de datos para la construcción de las series edad-altura dominante
y curvas de índice de sitio. 21
2.3.1. Muestreo de campo. 21
2.3.2. Productividad forestal e índice de sitio. 22
2.3.3. Construcción de funciones edad-altura dominante y de índice de sitio. 24
2.3.4. Criterio de selección y evaluación de modelos. 25
2.3.5. Selección de la edad base. 26
2.4. Evaluación de los tratamientos en cada zona homogénea de crecimiento. 27
2.5. Desarrollo de propuestas silviculturales para renovales de N. Dombeyi. 27

3. Resultados y Discusión 28

3.1. Definición de zonas edafoclimáticas homogéneas para bosques


secundarios de N. dombeyi. 28
3.1.1. Análisis estadístico multivariado 28
3.1.2. Zonas edafoclimáticas homogéneas determinadas. 32
3.1.3. Características de los suelos en las zonas homogéneas de crecimiento,
con base en análisis químico, físico y foliar 35
3.1.3.1. Análisis físico de suelos 35
3.1.3.2. Análisis químico de suelos 38
3.1.3.3. Análisis foliar de los bosques secundarios de Nothofagus dombeyi 41
3.1.4. Descripción y discusión para la zonificación obtenida. 45
3.2. Validación de las zonas de crecimiento y construcción de curvas
de índice de sitio. 47
3.2.1. Selección y validación de modelos 47
3.2.2. Construcción de los modelos de altura dominante y curvas
de índice de sitio para cada zona edafoclimática. 50
3.2.3. Descripción y discusión sobre productividad. 55

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3.3. Análisis de rodales intervenidos y no intervenidos. 56


3.3.1. Características generales de crecimiento para los rodales
De la zona homogénea 1. 57
3.3.2. Características generales de crecimiento para los rodales
De la zona homogénea 2. 59
3.3.3. Características generales de crecimiento para los rodales
De la zona homogénea 3. 61
3.3.4. Características generales de crecimiento para los rodales
De la zona homogénea 4. 63
3.3.5. Características generales de crecimiento para los rodales
De la zona homogénea 5. 65
3.3.6. Discusión sobre los crecimientos de rodales en cada zona
Edafoclimática homogénea. 67
3.4. Definición de sistemas silviculturales según zonas
de crecimiento y composición y estructura de bosques. 69
3.4.1. Sistemas silviculturales para la Zona 1. 69
3.4.2. Sistemas silviculturales para la Zona 2. 71
3.4.3. Sistemas silviculturales para la Zona 3. 72
3.4.4. Sistemas silviculturales para la Zona 4. 72
3.4.5. Sistemas silviculturales para la Zona 5. 73
3.4.6. Especificaciones técnicas sobre los sistemas silviculturales propuestos. 74

Resumen 75
Bibliografía 75
ANEXOS
- Base de datos 83
- Análisis estadísticos (t-student) 87

ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Área de estudio. Distribución de bosques secundarios de N. dombeyi,
provincias de cautín y Valdivia, Chile. 17
Figura 2. Diagrama de flujo correspondiente al procesamiento y análisis multivariado
para la definición de Zonas Homogéneas de Crecimiento. 19
Figura 3. Trozado realizado para la obtención de rodelas y posterior análisis fustal. 22
Figura 4. Diagrama de flujo correspondiente a la selección de la función candidata y
modelo de índice de sitio. 26
Figura 5. Scree plot que muestra el número de componentes y los valores propios
asignados. 64,37% de la varianza explicada para el tercer componente. 31
Figura 6. CART análisis para la asignación de los rodales de N. dombeyi
en cada zona edafoclimática homogénea. 32
Figura 7. Delimitación espacial obtenida para las zonas edafoclimáticas
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homogéneas para bosques secundarios de N. dombeyi. 33


Figura 8. Distribución de los valores foliares en cada zona de crecimiento.
Caja: representa el 50 % de los datos; bigotes: representan los valores máximo y mínimo;
punto dentro de la caja: representa la mediana; línea horizontal en la caja:
representa la media. 44
Figura 9. Curvas medias de crecimiento en altura dominante obtenidas para
cada zona edafoclimática homogénea. 48
Figura 10. Gráfica del error relativo (ER%) para la definición de la edad base,
en filas: a) zona 1; b) zona 2; c) zona 3; d) zona 4; e) zona 5. Barra color rojo
indica zona de menor error. 49
Figuras 11. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 1. 51
Figuras 12. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 2. 52
Figuras 13. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 3. 53
Figuras 14. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 4. 54
Figuras 15. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 5. 54
Figura 16. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal
Intervenido (b) en la zona homogénea de crecimiento 1. 58
Figura 17. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales
en un período de 5 años. 59
Figura 18. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal
Intervenido (b) en la zona homogénea de crecimiento 2. 60
Figura 19. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en
periodos de 5 años. 61
Figura 20. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal
Intervenido (b) en la zona homogénea de crecimiento 3. 62
Figura 21. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en
periodos de 5 años. 63
Figura 22. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal
Intervenido (b) en la zona homogénea de crecimiento 4. 64
Figura 23. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en
periodos de 5 años. 65
Figura 24. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal
Intervenido (b) en la zona homogénea de crecimiento 5. 66
Figura 25. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en
períodos de 5 años. 67
Figura 26. Crecimiento en diámetro cuatro años después del raleo de un renoval
de N. obliqua de 50 años en la zona de Panguipulli expresado en árboles dominantes
y codominantes de N. obliqua (RD y RCD) y árboles del dosel intermedio (I)
antes (AR) y después (DR) del raleo. 70
Figura 27. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de
la Zona Edafoclimática Homogénea 1: intervenciones propuestas. 71

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Figura 28. Curva de crecimiento medio en altura dominante para


rodales de la Zona Edafoclimática Homogénea 2: intervenciones propuestas. 72
Figura 29. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de
la Zona Edafoclimática Homogénea 3: intervenciones propuestas. 73
Figura 30. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales
de la Zona Edafoclimática Homogénea 4: intervenciones propuestas. 74
Figura 31. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de
la Zona Edafoclimática Homogénea 5: intervenciones propuestas. 75

ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Funciones candidatas para el modelamiento de la altura dominante. 24
Tabla 2. Factores y variables biofísicas seleccionadas para el ACP. 29
Tabla 3.Análisis descriptivo de las variables biofísicas definidas para cada zona
edafoclimática homogénea. 34
Tabla 4. Análisis químico de los suelos de las distintas zonas de crecimiento
(valores promedio para la profundidad de 0-20 cm). 40
Tabla 5. Análisis foliar de Nothofagus dombeyi según zona de crecimiento. 42
Tabla 6. Estimadores de bondad de ajuste y capacidades predictivas para las funciones
candidatas evaluadas (en color negro modelo seleccionado). 47
Tabla 7. Modelos de índice de sitio por cada zona edafoclimática. 50
Tabla 8. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido. 58
Tabla 9. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido. 60
Tabla 10. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido. 62
Tabla 11. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido. 64
Tabla 12. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido. 66
Tabla 13. Sistemas silviculturales propuestos. 74

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1. Introducción

En Chile los bosques secundarios o renovales alcanzan una superficie de 2,9 millones de
hectáreas, lo cual corresponde al 21,6 % del total nacional estimado en 13,4 millones (CONAMA-
CONAF, 1999; Covarrubias y Contreras, 2004). Según Donoso et al. (1999), los bosques de
segundo crecimiento o renovales son bosques coetáneos, en su etapa de iniciación o exclusión
fustal (sensu Oliver y Larson, 1996), generados después de la ocurrencia de una alteración de gran
escala. Estos bosques son considerados económicamente muy atractivos (CONAF et al. 1997;
Navarro et al. 1999) debido a la buena forma de sus fustes, rápido crecimiento y calidad de la
madera. Las especies del género Nothofagus se caracterizan por constituir mayoritariamente este
tipo de formaciones, por presentar altas tasas relativas de crecimiento y una rápida respuesta a
intervenciones silviculturales (Ramírez, 1987; Donoso et al. 1993a; Donoso et al. 1999; Grosse y
Quiroz 1999). Debido a que la mayoría de los renovales de la zona centro-sur de Chile se
originaron luego de los grandes incendios de las décadas de los 40’s y 50’s del siglo XX (Otero,
2006), en la actualidad estos renovales tiene en promedio cerca de 60 años de edad, han
desarrollado (según el sitio) estructuras crecientemente multiestratificadas y han comenzado a
disminuir sus tasas de crecimiento y probablemente la capacidad de respuesta a los raleos.

La diversidad de sitios que ocupan estos renovales amerita estudiar en profundidad la


capacidad de respuesta a raleos de estas formaciones precisamente en función del sitio y de la
composición de especies. En particular entre los Nothofagus la especie más plástica y que ocupa
una mayor diversidad de sitios es N. dombeyi, de modo que el estudio de la capacidad de respuesta
a raleos de renovales dominados por esta especie es un desafío mayor a aquel en otras especies de
Nothofagus que ocupan una variedad más restringida de sitios.

Nothofagus dombeyi se destaca por su rápido crecimiento y alta productividad (> 20 m3


ha año-1 a partir de los 25 años; Donoso et al. 1999), amplia distribución, y gran resiliencia a
-1

distintas perturbaciones (Ramírez, 1987; Donoso, 1994; Lusk y Ortega, 2003). N. dombeyi se
distribuye desde la provincia de Colchagua hasta la de Aysén, encontrándose desde el nivel del
mar hasta el límite altitudinal arbóreo y ocupando distintos tipos de sitios, lo cual refleja su
adaptabilidad a muy variadas condiciones de suelo y clima (Donoso, 1981; Rodríguez et al. 1983;
Hoffmann, 1997). Según Donoso et al. (1991), esta especie suele desarrollarse bajo un clima
templado húmedo mediterráneo con verano seco en su distribución septentrional (zona que
abarcará el presente estudio) y templado lluvioso en su área austral.

En términos de suelo se establece en distintas profundidades y condiciones de drenaje; en


la Depresión Intermedia y la Cordillera de Los Andes se desarrolla en suelos trumaos que cubren
rocas volcánicas y sobre sustratos pumicíticos, arenas y escoria volcánica; en la Cordillera de la
Costa es común de encontrar en suelos pedregosos en quebradas y sobre rocas metamórficas
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(Donoso et al. 1994). Una de las características más relevantes de la especie es la de colonizar
áreas desnudas derivadas de deslizamientos de tierra, actuando como especie colonizadora
(Veblen y Ashton, 1978; Larraín, 1997).

La productividad forestal, aplicada a estos ecosistemas boscosos, se define como la


máxima productividad, expresada en volumen (m3) de madera, de una estación forestal con las
restricciones que la imponen el suelo y clima de la misma. Prodan et al. (1997) indican que dicha
productividad debe ser entendida como la respuesta en términos de crecimiento de una o varias
especies a la totalidad de las condiciones ambientales existentes en un determinado lugar.

Los estudios de productividad permiten una correcta toma de decisiones sobre el uso
sustentable de los recursos de un área en particular (Daniel et al., 2006) integrando variables
autoecológicas de las especies que explican su presencia y dominancia. El clima es uno de los
factores de mayor influencia en la productividad de sitios forestales (Schlatter y Gerding 1995,
Flores y Lee, 2004), especialmente la precipitación anual (ppa) y la temperatura media anual
(tma). Otro factor incidente en el crecimiento y desarrollo de las especies forestales corresponde al
suelo, en el cual las variables más relevantes son profundidad del suelo, textura, porosidad, drenaje
y densidad aparente (Gerding y Schlatter, 1995; Peña y Mardones, 1999; Huber y Trecaman,
2002; Schlatter et al. 2003; Flores y Lee, 2004; Jaque et al. 2004; Maderey, 2005). Estas variables
determinan el agua disponible para las plantas, la aireación de los suelos y su capacidad de
arraigamiento. Una tercera variable de relevancia en la productividad de sitios corresponde a la
topografía, especialmente en lo referido a las variables altitud, pendiente y exposición (Rodríguez
et al. 1983; Gerding y Schlatter, 1995; Hoffmann, 1997; Donoso, 2006; Esse et al. 2007). Según
Donoso (2006), N. dombeyi ocupa una gran variedad de climas, suelos y condiciones topográficas.
Esta variabilidad debiera influir en el crecimiento de N. dombeyi y en la productividad de los
bosques dominados por esta especie, así como se ha demostrado que ocurre en otros renovales de
Nothogafus en Chile (Donoso et al. 1993).

En Chile, la experiencia en la definición de zonas de crecimiento en bosques nativos es


escasa, e incluye el trabajo de De Camino (1976) relacionado con una metodología para la
definición de unidades de gestión silvícola a través del concepto de homogeneidad de rodales, el
trabajo de Donoso et al. (1993) en que se proponen zonas de crecimiento para renovales de N.
obliqua y N. nervosa en su rango de distribución natural en base a variables biofísicas y de
productividad, el de Echeverría y Lara (2004) en que se definen patrones de crecimiento en
bosques secundarios de N. obliqua y N. nervosa en las provincias de Cautín y Valdivia en base a
variables climáticas y edáficas, y el estudio de Esse et al. (2007) sobre índices de sitio para N.
dombeyi en la zona preandina de la provincia de Cautín. Esta precaria situación con respecto a la
definición de zonas de crecimiento para formaciones tan importantes como los renovales de
Nothofagus necesita ser revertida, especialmente para el caso de N. dombeyi. El conocimiento de

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la productividad de las especies forestales permite la correcta planificación de actividades de


manejo cuyo objetivo es la máxima productividad a la edad de corta o rotación. La calidad de
sitio, definida como la capacidad intrínseca del mismo para el crecimiento de los árboles de una
especie forestal (Thrower 1989) es una expresión directa la producción obtenida al momento de la
corta final. Esta productividad es alterada por las condiciones de manejo así como por las especies
que ocupan el sitio, en cuyo caso se habla de productividad forestal. Debido a la influencia del
manejo sobre la densidad y el crecimiento diametral de los árboles, se considera como mejor
indicador de calidad de sitio a la variable altura de los árboles dominantes, la cual sirve de base
para la definición de Índices de Sitio.

La capacidad para predecir el crecimiento y la producción futura de rodales y bosques es


fundamental para el manejo del recurso, siendo las curvas de Índice de Sitio y crecimiento en
altura componentes básicos en la mayoría de los modelos de crecimiento y producción (Thrower y
Goudie, 1992). En términos de productividad, los estudios existentes en N. dombeyi se han
centrado en el modelamiento y ajuste de funciones de Índice de Sitio a escalas locales, los cuales
han carecido de un ordenamiento por medio de un sistema de zonificación de masas forestales y
sólo se han basado en el registro de variables fisiográficas asociadas a la autoecología de la
especie (Esse et al. 2007).

Los métodos de evaluación de la calidad del sitio se dividen en métodos directos e


indirectos (Carmean 1975; Daniel et al. 1982; Cluter et al 1983). Los métodos directos se basan en
la medición de la masa existente y en el desarrollo de tablas de rendimiento normal, para rodales
con un monitoreo continuo de su desarrollo y crecimiento. Este método ha sido utilizado en países
con una larga historia forestal y en donde la información requerida ha sido recolectada a partir de
múltiples rotaciones. Los métodos indirectos son menos costosos al no estimar directamente el
volumen, sino que la altura dominante, una variable de más fácil medición y estrechamente
correlacionada con el volumen. La altura dominante es la variable menos sensible a las variaciones
de densidad del rodal y por ello se usa con los fines señalados (García, 1983; Ortega y Montero,
1988; Prodan et al. 1997). Según García (2003) el crecimiento en altura dominante es
ampliamente usado como un indicador de productividad del sitio. La ventaja sobre medidas
directas, tales como la producción de volumen, es que ésta es menos afectada por los tratamientos
que manejan la densidad del rodal. Es asumido que la curva de altura-edad varía entre sitios.
Dependiendo de la calidad del sitio, las curvas alcanzan diferentes niveles, sin interceptarse unas
con otras, a una edad clave.

Existen tres índices relacionados a los métodos indirectos: a) índice de sitio dasométrico, el
método más ampliamente aceptado, el cual requiere de la medición de la altura y la edad de los
árboles de un rodal, información que puede ser capturada a partir de parcelas permanentes y de
análisis fustal (García, 1983; Ortega y Montero, 1988); b) índice de sitio vegetacional, el cual se

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basa en asociarle un índice de sitio a un área definida en donde se presenta dominancia de una
especie considerada indicadora de la calidad de sitio (Daniel 1982); c) el índice de sitio ambiental,
también conocido como edafoclimático, que relaciona el índice de sitio con variables
edafoclimáticas. Para la determinación del índice de sitio dasométrico, García (1983) propone el
ajuste de la función [1] de crecimiento biológico conocida como de Chapman-Richards
(Bertalanffy-Richards), a partir de series de crecimiento altura-edad obtenidas directamente de
análisis fustal.

H = a [ 1- exp { -b (E-to)}]1/c [1]

Donde; H = Altura Dominante (m), E = Edad (años), a = Parámetro que indica la asíntota, b =
Parámetro de escala, c = Parámetro de forma, y t0 = Parámetro que indica el valor inicial de la
abscisa.

La amplia variación de condiciones de sitio bajo las cuales crece N. dombeyi hace
necesario definir un sistema de clasificación de la productividad, a fin de poseer herramientas que
permitan decidir de manera eficiente sobre las actividades silviculturales que mejor orienten la
producción de bienes y servicios de este recurso (Schlatter y Gerding, 1995). Gayoso (2000)
establece que para la determinación de zonas de crecimiento o de manejo, deben analizarse las
condiciones de sitio dadas por las variables climáticas, edáficas y fisiográficas, las cuales según
Gómez Orea (1999) pueden constituir unidades ambientalmente homogéneas (UAH). La
delimitación de estas unidades ambientales se logra a través de una serie de elementos o
características concurrentes que se replican en el área de estudio; la partición en áreas homogéneas
puede hacerse intuitivamente o mediante técnicas apropiadas. Los criterios pueden ser dispares de
acuerdo al área de estudio. Sin embargo, una de los criterios generales es considerar la
geomorfología y la vegetación como elementos de análisis.

Las UAH pueden definirse en forma simplificada, como resultado de un estudio


zonificado de variables concretas, como por ejemplo unidades edafológicas, hidrográficas,
vegetacionales, etc., generando áreas homogéneas que equivaldrían a las UAH. Desde el punto de
vista de las actividades productivas como la agrícola o forestal, pueden definirse zonas con
distintos niveles de productividad, las que podrían constituir de igual forma unidades ambientales
(Glaría, 1980). En concordancia con lo anterior, la interpretación de la productividad asociada a
ecosistemas de bosques es conocida como calidad de sitio, que según Ortega y Montero (1988)
será mejor definida cuando todos los factores que la afectan, entre ellos clima, suelo y vegetación,
estén correctamente evaluados. Los factores más determinantes sobre la calidad de sitio son el
clima (Gerding y Schlatter 1995; Flores y Lee 2004), las propiedades físicas y químicas del suelo
(Toro 2003; Roel y Terra 2006; Ortega y Santibáñez, 2007), y a las variaciones topográficas
(Toro, 2003; Roel y Terra 2006). La definición de zonas de crecimiento es posible a través de la

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integración de datos espaciales almacenados en bases de datos digitales alfanuméricos que reúnen
información georreferenciada sobre variables del medio físico. Su adecuada integración bajo un
sistema de información geográfica (SIG) constituye una información relevante para la toma de
decisiones por parte de los silvicultores y propietarios de bosques.

Dado lo anterior, es factible proponer un método de definición de zonas homogéneas de


crecimiento (ZHC) orientadas a estudiar la productividad de los bosques secundarios de N.
dombeyi bajo un esquema de ordenamiento basado en los modelos de planificación física de UAH.

Los raleos o cortas intermedias en bosques secundarios tienen como objetivo fundamental
concentrar el crecimiento en los árboles de mejor calidad pero a la vez manteniendo una alta
productividad forestal en el sitio a nivel de rodal. Para bosques latifoliados se ha determinado que
en general la línea de manejo, es decir aquel rango de densidades relativas (densidad actual con
respecto una densidad estándar para un tamaño o diámetro medio) en el cual se mantiene un alto
crecimiento neto y al mismo tiempo una buena tasa de crecimiento individual ocurre entre 60 y
80% de densidad relativa (Nyland 2002). Este rango determina tanto la intensidad de los raleos
como la periodicidad entre raleos (se hace un nuevo raleo cuando el rodal alcanza cerca de 80% de
DR). Las otras dos variables a definir con respecto a los raleos en el contexto de un sistema
silvicultural son cuándo hacer el primer raleo y qué método de raleo usar. Con respecto a cuándo
hacer un primer raleo se ha sugerido que sea cuando se alcanza el máximo crecimiento anual
corriente en diámetro de los árboles de mayor diámetro, lo cual Donoso et al. (1999) determinaron
que para N. dombeyi ocurre alrededor de los 9 años tanto en la Cordillera de los Andes como en la
de la Costa de la provincia de Valdivia.

El método de raleo depende mucho de la estructura del rodal, la cual está determinado
generalmente por la composición de éste. Un renoval puro de una especie pionera (por ejemplo
Nothofagus) tenderá a ser muy monoestratificado, mientras que uno en el cual a la especie pionera
es acompañada por especie(s) tolerantes o semitolerantes tenderá a tener al menos dos estratos. En
el primer caso un método de raleo adecuado puede ser el método por lo alto o de copas, en el cual
las copas de los mejores individuos son liberadas de competencia resguardando el control de la
DR; en un renoval estratificado el método de raleo puede ser uno de copas, pero éste debe
concentrarse en cada estrato. Alternativamente se puede hacer un raleo de árbol futuro o cosecha
(crop-tree thinning) en el cual sólo los árboles de mayor valor potencial son liberados de
competencia (Nyland 2002).

El efecto de los raleos es altamente dependiente de la especie, el sitio y la edad del rodal.
Por ejemplo, Juodvalkis et al. (2005) determinaron que respuestas significativas en crecimiento se
logran en incremento volumétrico raleando sólo bosques de 10–20 años en el caso de Pinus,
Betula y Fraxinus, mientras que en el caso de Quercus, Populus y Picea los efectos significativos

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se extienden hasta los 30 años. En el caso de renovales de Nothofagus en Chile Donoso et al.
(1993) evaluaron la respuesta de raleos en renovales de 27 a 44 años de edad en la precordillera
Andina de las provincias de Cautín y Valdivia, determinando que la respuesta de árboles
dominantes a un primer raleo (en promedio a los 20-30 años) fue leve durante los primeros 4 años
post raleo y mayor entre los 5 y 9 años post raleo. Además estos autores determinaron que un
segundo raleo tiene mayores efectos que un primer raleo, lo que es consistente con lo señalado
recientemente ya que los árboles al momento de un segundo raleo ya han desarrollado buenas
copas y en consecuencia pueden tener una rápida capacidad de respuesta ante un estímulo en
recursos luego del raleo. Similarmente Silva (2003) evaluó la respuesta a raleos de renovales de N.
obliqua de aproximadamente 30 años de edad (comuna de Loncoche) seis años después de
ocurrido el raleo y determinó respuestas significativas al raleo en árboles dominantes y
codominantes. En relación a la interrogante acerca de cómo responden los renovales a raleos a
mayor edad, se ha registrado que en renovales mixtos de la comuna de Panguipulli sometidos a
raleo a los 52 años en promedio tanto los individuos dominantes y codominantes de N. obliqua
como los individuos de Eucyphia cordifolia y Laurelia sempervirens del estrato intermedio
tuvieron respuestas significativas al raleo (datos aún no publicados, comunicación personal P.
Donoso). En todos estos casos se trató de raleos por lo alto en que se favorecían los árboles
dominantes y codominantes. Grosse y Quiroz (1999) también reportan respuestas positivas a
raleos en renovales de Nothofagus de 30 a 50 años de edad.

La respuesta a raleos es dependiente también del método de raleo y la intensidad del raleo
(Nyland 2002). El sistema silvicultural debe incluir los raleos y el método de cosecha a ser usado
en función de las variables anteriores y en función de maximizar el VNP de la rotación. Para ello
es necesario evaluar financieramente la mejor oportunidad de aplicar un método silvicultural para
un determinado bosque, lo cual estará determinado por el tipo de producto principal a cosechar y
variará según se trate de un bosque puro (por ejemplo de uno o más Nothofagus de similares tasas
de crecimiento) o mixto (un dosel superior dominado por Nothofagus con uno intermedio o
inferior dominado por especies tolerantes o semitolerantes). En un renoval puro deberá escogerse
como método silvicultural alguno de los clásicos como tala rasa, protección o árbol semillero. En
un rodal mixto es recomendable trabajar con un sistema silvicultural que promueva la diversidad
en estructura y composición de ese bosque en función de incrementar la productividad. Este
sistema silvicultural debe incluir un método silvicultural que tome en cuenta las diferentes tasas de
crecimiento de las especies, y en ese sentido se puede pensar en un método de Protección con
Reservas (Nyland 2002). En todo caso en general en sitios frágiles, ya sea por condiciones
edáficas o climáticas, será necesario usar métodos silviculturales que reduzcan las oportunidades
de exponer el suelo, es decir métodos de cubierta continua como el de protección en el caso de
silvicultura coetánea.

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En resumen, el desarrollo de sistemas silviculturales apropiados para renovales de N.


dombeyi, según sitio, edad y composición de especies (asociadas a N. dombeyi), es un imperativo
nacional por la gran superficie nacional cubierta por este tipo de renovales en las provincias de
Cautín, Valdivia y Ranco, y la alta productividad de estos renovales. Estos renovales en la
actualidad contienen una gran biomasa (Lusk y Ortega 2003), pero su mayor potencial económico
debe ser analizado en base a la capacidad que tienen de alcanzar, en períodos razonables y
probablemente con el apoyo de intervenciones silviculturales, dimensiones adecuadas para
cosechar productos de alto valor.

1.1 Hipótesis

a.) Los criterios de raleos (oportunidad del primer raleo, método de raleo, intensidad de raleo y
periodicidad entre raleos) son distintos según zonas de crecimiento y composición de bosques
(puros v/s mixtos) en renovales dominados por N. dombeyi.

b.) Los sistemas silviculturales para renovales dominados por Nothofagus están determinados
según zonas de crecimiento así como por la composición y estructura de los rodales que está
afectada por la ocurrencia o ausencia de especies de mayor tolerancia a la sombra.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

1.2 Objetivos

1.2.1. Objetivo General

Evaluación de la respuesta a raleos de bosques secundarios de Nothofagus dombeyi en base a la


productividad de sitio en zonas homogéneas de crecimiento en el centro sur de Chile.

1.2.2. Objetivos Específicos

a.) Definir zonas de crecimiento en base a cartografía digital.


b.) Validar las zonas de crecimiento mediante el desarrollo de curvas de índice de sitio.
c.) Evaluar el crecimiento en diámetro y productividad de rodales raleados en las distintas
zonas de crecimiento definidas.
d.) Definir sistemas silviculturales según zonas de crecimiento y composición y
estructura de bosques.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

2. Material y métodos

2.1. Área de estudio

Corresponde a las provincias de Cautín, ubicada en la región de La Araucanía, Valdivia y


del Ranco pertenecientes a la región de Los Ríos (figura 1), donde se encuentran concentrados
cerca del 40% los renovales de N. dombeyi, cuya sub-clasificación corresponde a rodales
abiertos, semidensos y densos. Según el catastro nacional de los recursos vegetacionales
(CONAF et al. 1999, actualizada al año 2007) el total de superficie es de 173.062,34 hectáreas
(205.165 rodales catastrados) distribuidas en las zonas de la Cordillera de la Costa, Depresión
Intermedia, precordillera de Los Andes y Cordillera de Los Andes en su gradiente longitudinal.

El clima, se caracteriza por ser de tipo templado y lluvioso, pero con una corta temporada
de verano seco debido a la influencia del Mediterráneo en la región (CEPAL, 2012). En Cautín,
el régimen de lluvias es suficientes para permitir que la cubierta forestal continua, y por un
período de seca bien definida, desde tres a siete meses (Schlatter et al, 1997). Valdivia y Ranco se
caracterizan por la alta precipitación anual y un período seco de 1-2 meses, y por la presencia de
temperaturas limitantes para algunas especies de clima templado (Schlatter et al, 1995). En la
Cordillera de los Andes, el suelo es profundo a moderadamente profundos (> 50 cm; Schlatter et
al, 2003), sus clases texturales varían desde franco arenoso grueso a franco limoso, mostrando un
drenaje excesivo. En la Depresión Intermedia, los suelos son mayormente sedimentos volcánicos
proceden de diferentes épocas geológicas. A bajas elevaciones en el lado este de los suelos
Cordillera de la Costa son profundas y se han desarrollado a partir de antiguas cenizas volcánicas
depositadas sobre el complejo metamórfico. A mayores elevaciones de la Cordillera de la Costa
suelos son poco profundos y derivado de metamórfica (Luzio et al., 2010).

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Figura 1. Área de estudio. Distribución de bosques secundarios de N. dombeyi, provincias de


cautín y Valdivia, Chile.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

2.2. Definición de zonas de crecimiento

Para la definición de las zonas homogéneas de crecimiento, este estudio, consideró las
aproximaciones metodológicas descritas por Gómez Orea (1999), las cuales fueron adaptadas de
acuerdo a los requerimientos autoecológicos de la especie, información de estudios científicos y
las aproximaciones empíricas sobre N. dombeyi. Las variables climáticas analizadas
correspondieron a un total de trece variables biofísicas seleccionadas a partir de tres factores
(clima, suelo y topografía), siendo éstas: temperatura mínima (tmin), temperatura máxima (tmáx),
temperatura media (tma), oscilación térmica (ost), precipitación (ppm), profundidad del suelo
(pfs), densidad aparente (dsa), porosidad (por), drenaje (drj), textura (txt), altitud (alt), exposición
(exp) y pendiente (pnd).

La información sobre clima fue obtenida a partir del sistema WorldClim (Hijmans et al.
2005), DGF-Conama (2006) y CEPAL (2012). La información sobre suelo, factor altamente
incidente en el crecimiento y desarrollo de las especies forestales (Gerding y Schlatter, 1995;
Peña y Mardones, 1999; Huber y Trecaman, 2002; Schlatter et al., 2003; Casanova et al., 2004;
Flores y Lee, 2004; Jaque et al., 2004; Maderey, 2005), se obtuvo a través de la cobertura digital
del SOT (sistema de ordenamiento de la tierra) desarrollado por Schlatter y Gerding (1995),
CIREN (Centro de Investigación de Recursos Naturales 1999, 2006) y de la cartografía
correspondiente a los suelos volcánicos de chile (MINAGRI, 1985).

Finalmente las variables topográficas exposición, altitud y pendiente, lo anterior


coincidente con lo expuesto por Esse et al. (2007) para la especie N. dombeyi quienes señalan que
las condiciones ideales para su crecimiento están condicionadas por estas tres variables, dichas
variables fueron obtenidas a través de un modelo de elevación digital (MED) del sensor remoto
ASTER (AQdvanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer) y del catastro
nacional de los recursos vegetacionales (CONAMA-CONAF, 1999).

Se utilizó el formato shape para la creación de nuevas coberturas geográficas en conjunto


con herramientas geoestadísticas como los modelos de interpolación que permitirán cubrir la
zona con información faltante (clima y suelo). Para lo anterior se utilizarán los softwares SIG
ArcGis y ERDAS.

Con la información levantada se construyeron dos bases de datos, una espacial


correspondiente a los rodales de N. dombeyi existentes en el área de estudio (basadas
principalmente en la información del catastro de bosque nativo, CONAF et al., 1999) y otra
alfanumérica con información sobre las variables biofísicas seleccionadas. Posteriormente, la
unión de ambas bases de datos permitió generar una cobertura vectorial conformada por “n”
polígonos georreferenciados correspondientes a los individuos de la población distribuidos en

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toda el área de estudio. Cada polígono o registro de la base de datos final quedó descrita por el
total de variables o atributos biofísicos.

Finalmente, se procedió a depurar la nueva base de datos eliminando del análisis los
polígonos sin información. Con ello, se generó un vector paramétrico de igual dimensión al
número de parámetros que describe a cada polígono, el cual fue procesado a través de técnicas
estadísticas multivariadas. Los resultados del análisis estadístico permitieron conocer el número
de zonas homogéneas de crecimiento para el área de estudio.

La delimitación espacial de cada una de ellas se realizó utilizando como base la


información del SOT (Sistema de Ordenación de la Tierra) en formato vectorial (Schlatter et al.,
1995). Para todo el análisis estadístico se utilizaron los softwares R-project y SPSS. La Figura 2,
muestra los pasos metodológicos aplicados en esta primera etapa.

Figura 2. Diagrama de flujo correspondiente al procesamiento y análisis multivariado para la


definición de Zonas Homogéneas de Crecimiento.

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Proyecto 062/2011 Informe
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Para la reducción de los valores de esta matriz se empleó el método multivariado de


componentes principales (Pearson, 1901). Adicionalmente se aplicó la prueba Shapiro-Wilks para
evaluar el supuesto de normalidad multivariada (P < 0,05) (Saavedra, 2001; Lema, 2001; Quinn
y Keough, 2002, Guerrero, 2009; Crawley, 2010).

El método estadístico de análisis de componentes principales (ACP) consideró: a) la


generación de una matriz de correlaciones; b) selección del número de componentes principales
en base a la menor pérdida de información; c) análisis de las correlaciones entre componentes
principales y variables iniciales; d) rotación ortogonal de los ejes de referencia (Método
Varimax); e) se aplicó la normalización de Kaiser, a objeto de evitar que los componentes con
mayor capacidad explicativa pesarán más en el cálculo y por ende condicionarán dicha rotación;
f) se realizó la prueba de esferidad de Barlett para contrastar la hipótesis nula de incorrelación
entre las variables (P < 0,05); g) se calcularon los componentes principales; y finalmente h) Se
definieron los componentes principales, los cuales quedaron definidos por la combinación lineal
de las variables de cada factor biofísico.

A partir de la información inicial reducida (obtenida del ACP), se aplicó el método de


análisis de clúster (AC) a objeto de analizar las relaciones de homogeneidad entre las variables
con lo cual se obtuvo una agrupación a posteriori (Saavedra, 2001; Ortega et al. 2002; Saavedra y
González-Alonso, 2002). Este tipo de análisis permite la clasificación de datos mediante la
identificación de los grupos naturales existentes en el conjunto de datos de manera tal que las
diferencias dentro de cada grupo sean minimizadas y se maximicen las diferencias entre grupos,
asignándose cada punto o píxel a una clase en particular (Di Bella et al., 2007; Ortega y
Santibáñez, 2007).

La definición de grupos basados en homogeneidad ambiental se determinó sobre la base


del concepto de distancia euclidiana (DE), definida por:

p
DE ih = [∑ (aij – ahj)2]1/2 [1]
j=1

Donde aij, ahj: distancia entre individuos; p: dimensión espacial de los individuos.

Se utilizó el algoritmo de K-medias, el cual parte asignando medias arbitrarias, y medias


de pruebas sucesivas, contrastando el efecto que tiene sobre la varianza residual y sobre cada uno
de los casos, a cada uno de los grupos; el valor mínimo de varianza determinará una
configuración de nuevos grupos (Saavedra, 2001; Crawley, 2010), posteriormente se asignaron

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

nuevamente todos los casos a estos nuevos centroides en un proceso que se repite hasta que
ninguna transferencia pueda disminuir la varianza residual.

Finalmente para la espacialización de las ZHC, a partir del análisis de clúster, se


estableció el número final de zonas. Para determinar el número y conformación de las ZHC se
debió procurar que estas tuvieran una cierta continuidad espacial, esto permitió minimizar la
variabilidad biofísica a través de la aplicación del algoritmo de las K-medias (Carrasco y Hernán,
1993; y Saavedra, 2001; Saavedra y González-Alonso, 2002; Crawley, 2010).

Para la validación de cada grupo obtenido se realizó un análisis de varianza (ANOVA)


sobre la base de la no existencia de diferencias entre los centroides o medias de cada grupo (P <
0,05), acompañado de un análisis discriminante por medio del método de clasificación y árboles
de regresión (CART, QUEST analysis) (McCune, 1988, SPSS, 2007, Pesch et al., 2011).

2.3. Toma de datos para la construcción de las series edad-altura dominante y curvas de
índice de sitio.

2.3.1. Muestreo de campo.

Las curvas de índice de sitio tuvieron por objetivo describir y conocer la productividad de
cada zona homogénea de crecimiento, y a su vez permitir relacionar las variables biofísicas más
incidentes en el crecimiento de la especie con su productividad. Para la construcción de las
curvas de índice de sitio se seleccionaron, en cada zona de crecimiento, rodales representativos
en los cuales se aplicó un muestreo sistemático.

Complementariamente, en cada zona se realizó análisis físico del suelo a través de la


construcción de calicatas representativas de las condiciones edafológicas de cada rodal
seleccionado (a lo menos cuatro por zona). Se levantó información sobre un total de 200 unidades
muestrales con un tamaño de 500 m2 cada una, distribuidas proporcionalmente de acuerdo a la
superficie de cada zona de crecimiento. En cada unidad muestral se registró la pendiente,
exposición y altitud, se midió el DAP en centímetros (diámetro a 1,3 metro del suelo) de todos
los árboles, y se obtuvo una muestra representativa de alturas por estrato vertical. Se extrajeron
muestras de suelo para análisis químico y tejido vegetal del último período vegetativo para
realizar análisis foliar, ambos análisis basados en las técnicas metodológicas propuestas por
Sadzawka et al (2006 y 2007).

Para el análisis fustal (Figura 3) se seleccionaron tres árboles dominantes de N. dombeyi


por cada unidad muestral (en total se voltearon 600 árboles), a cada árbol volteado se le marcó la

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orientación norte a lo largo del fuste, se extrajeron un total de 10 rodelas (dos pulgadas de
espesor), la primera a la altura del tocón (0,3 m), seguida a los 0,8 metros, al DAP (1,3 m),
posteriormente se midió la distancia total a la altura de comienzo de copa (Hcc) distancia que
luego se dividió en seis parte iguales a las cuales se sumó la altura total del árbol (Ht) lográndose
con ello, 10 secciones de cada árbol volteado para la construcción de la base de datos edad-altura
dominante (6000 pares edad-altura dominante).

Dado que la longitud de las secciones (altura de corte de las rodelas) no coincide
necesariamente con el final del crecimiento vegetativo anual, se aplicó el método de corrección
de sesgo en la determinación del crecimiento en altura propuesto por Carmean (1972) y
modificado por Newberry (1991) con apoyo de los softwares Windendro y WinStem (Regent
Instruments Inc. 2005).

Figura 3. Trozado realizado para la obtención de rodelas y posterior análisis fustal.

2.3.2. Productividad forestal e índice de sitio.

El índice de sitio ha sido desarrollado principalmente para el estudio en plantaciones


coetáneas monoespecíficas (Clutter et al. 1983, Ivancich et al. 2011). Sin embargo, debido a la
simpleza de los bosques de segundo crecimiento del género Nothofagus (Ramírez and Figueroa
1987, Donoso 2006, Ivancich et al. 2011) es factible considerar la utilización de este índice como
medida de la productividad de un rodal dominado por especies de este género (Martínez Pastur et
al. 1997, Trincado et al. 2002, Salas and García, 2006, Esse et al. 2007, Ivancich et al. 2011).

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El modelo, no lineal, más utilizado corresponde a la ecuación de crecimiento de


Chapman-Richards (García 1983, Ker and Bowling 1991, García 2005, Esse et al. 2007). Sin
embargo, existen otros estudios que han ajustado otras funciones logrando buenos resultados,
como por e.g.: Schumacher, von Bertalanffy, Richard’s, Gompertz, Logística, Weibull,
Monomolecular, entre otras (Fekeduelegn et al. 1999, Palahí et al. 2004, Upadhyay et al. 2005,
Carrero et al. 2008, Cieszewski and Strub 2008, Hu and García 2010, Weiskittel et al. 2011,
Kyriaki et al. 2012, Perin et al. 2013). En todos los casos debe considerarse que las condiciones
del sitio dependen de varios factores como la luz disponible, temperatura, humedad y
disponibilidad de nutrientes, entre otras variables del suelo como profundidad y aireación. Estas
variables influyen en la estimación de cada parámetro del modelo ajustado, por ello el modelo
seleccionado debe ser flexible y permitir una buena representación de dichos efectos (Kitikidou et
al. 2012).

Entre las principales técnicas de ajuste de funciones de índice de sitio están el método de
la curva guía, el método de las diferencias algebraicas (ADA) y el método de predicción de
parámetros (ecuaciones diferenciales estocásticas) (Clutter et al. 1983) las cuales incluyen
algunas variantes. Una vez ajustado y seleccionado el modelo se construye una familia de curvas,
las cuales pueden ser proporcionales entre sí (anamórficas) o bien poseer diferentes formas
(polimórficas), que en definitiva permiten determinar las categorías de calidad de sitio Weiskittel
et al. (2011).

Este estudio tuvo como objetivo principal desarrollar un modelo de crecimiento de altura
dominante en función de la edad para bosques secundarios de N. dombeyi distribuidos en zonas
edafoclimáticas emplazadas entre las provincias de Cautín y Lago Ranco, información con la
cual se evalúo la factibilidad de construir un único modelo de productividad de sitio para todas
las zonas definidas. Para lograr este objetivo, se analizaron la variabilidad del crecimiento en
altura dominante para cada una de las zonas edafoclimáticas para N. dombeyi definidas, los
parámetros estimados del modelo seleccionado y las diferencias del modelo de productividad de
sitio entre zonas edafoclimáticas.

Una vez construida la base de datos, se depuró y se eliminaron datos outliers que
presentaron información fuera de rango, para ello se aplicó la rutina ‘outlier’ del software
estadístico R. Finalmente los datos se dividieron en dos grupos, el primero correspondiente al
80% de la información con la cual se ajustaron y evaluaron los modelos, y el 20% restante
utilizado para validación, la cual se logró a través del test de Kolmogorov-Smirnov (P < 0,05).

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2.3.3. Construcción de funciones edad-altura dominante y de índice de sitio.

Se seleccionaron tres funciones candidatas del tipo no lineal, cada uno de tres parámetros
(Tabla 1), para el ajuste de las funciones de altura dominante en cada zona edafoclimática. Se
optó por estos modelos, como funciones candidatas, por ser los más utilizados en la investigación
forestal y haber entregado los mejores resultados (Cieszewski and Bella 1989, Palahí et al. 2004,
García 2005, Upadhyay et al. 2005, Carrero et al. 2008, Haywood 2009, Lumbres et al. 2012). En
cada modelo, el parámetro ‘a’ representa la asíntota o valor máximo que puede alcanzar la curva;
‘b’ corresponde a un parámetro global a todos los rodales relacionado con la altura alcanzada a la
edad base y ‘c’ es un parámetro local específico de cada rodal y que podría representar alguna
condición particular del sitio (García 2005, Haywood 2009, Carrero et al. 2008).

Para el ajuste de cada función, se optó por el método de las diferencias algebraicas. En
donde la elección del parámetro a eliminar determina el comportamiento del modelo; si se
sustituye el parámetro de la asíntota se producirán curvas anamórficas, y la sustitución de
cualquier otro parámetro producirá curvas polimórficas con igual o diferentes asíntotas. Basado
en lo anterior, se decidió despejar el parámetro ‘b’ en el modelo seleccionado, lográndose curvas
de tipo polimórficas, las cuales pasan por el punto en que la altura es igual al índice de sitio a la
edad base seleccionada (Clutter et al. 1983, Tewari and Kumar 2002, Álvarez et al. 2004, Kyriaki
et al. 2012).

El ajuste de las funciones fue realizado a través de mínimos cuadrados no lineales, para
ello se utilizó el software estadístico R y el paquete ‘nls2’ que incluye el algoritmo ‘brute-force’
que permite una buena estimación de los valores de partida del modelo (Grothendieck 2013).

Tabla 1. Funciones candidatas para el modelamiento de la altura dominante.


Modelo Nombre Fórmula Modelo Diferenciado


H
 


H  a 1  1     


a
H  a 1  e

Chapman-Richards
1
(Kiviste et al. 2002)

a
H  

1  c !"$ %  1& /c( )



#
H  a⁄1  ce

Logístico
2 (Carrero et al. 2008) 

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H

 
H  a 1  *1   + )


a
H  a1  e


3 Weibull
(Carrero et al. 2008)

Simbología: a, b, c parámetros a estimar; H altura; E edad; Eb edad base.

2.3.4. Criterio de selección y evaluación de modelos.

La evaluación de cada función candidata se basó en los indicadores de bondad de ajuste,


capacidades predictivas y análisis gráfico de residuales (Tabla 2). Así, se determinó el valor de
significancia para cada parámetro (P<0,05), el coeficiente de determinación (r2) ‘calculado como
el cuadrado del coeficiente de correlación entre la altura dominante observada y estimada’, el
error estándar de la estimación (Sx), el error medio cuadrático (REMC), la desviación estándar de
los residuales (DSR), la diferencia agregada (DIFA), además del criterio de información Akaike
(AIC) y el valor de máxima verosimilitud (log-likehood) (Kitikidou et al. 2012).
Para la validación de las funciones de crecimiento se realizó una prueba de Kolmorov-
Smirnov (Zar 2010) con una muestra independiente de registros de edad-altura dominante
correspondiente al 20% del total de datos registrados (P <0,01).

Para caracterizar diferencias entre regiones geográficas (Álvarez et al. 2005; Calama et al.
2003, Kitikidou et al. 2012), y así poder evaluar la necesidad de ajustar en forma específica para
cada zona edafoclimática de crecimiento los parámetros de la función candidata, se aplicó el test
estadístico ‘F‘ correspondiente a la suma extra de cuadrados no lineal [2] (Bates and Watts, 1988,
Kitikidou et al. 2012).

4
,,- . ,,- / ,,- /
012 013 013
F= [2]

Dónde: SSE corresponde a la suma de cuadrados del error; df son los grados de libertad
del modelo, C corresponde al modelo completo, y R al modelo reducido; F sigue una distribución
F de sneedecor.

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2.3.5. Selección de la edad base

Una vez seleccionada la función candidata, se procedió a la selección de la edad base,


para ello se utilizaron diferentes edades base y sus correspondientes alturas observadas,
información con la cual se procedió a calcular el error relativo (RE%) de acuerdo a la función [3]
la cual permite comparar los valores observados en el análisis de tronco con los estimados por la
función de sitio (Álvarez et al. 2004).

< =
;A:; :;  ⁄> ?
8∑@
56%  B
∗ 100
:
[3]

Donde Hi, Ĥi y Ħ corresponden a los valores observados, predichos y medio de la altura


dominante; n es el número de observaciones y p el número de parámetros del modelo. La edad
base se seleccionó dentro del intervalo que mostró el menor error relativo y el mayor número de
observaciones.

Figura 4. Diagrama de flujo correspondiente a la selección de la función candidata y modelo de


índice de sitio.

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2.4. Evaluación de los tratamientos en cada zona homogénea de crecimiento.

En base a la definición de zonas de crecimiento homogéneas se seleccionó un renoval


dominado por N. dombeyi que haya sido manejado (raleado) en cada zona. Estos rodales fueron la
base para la evaluación de respuesta de los renovales a raleos (complementada con información
Las Universidades Católica de Temuco y Austral de Chile que poseen renovales manejados en las
Cordilleras de los Andes y de la Costa de las provincias de Cautín, Valdivia y Ranco).

En cada rodal se obtuvo una muestra estratificada de tarugos de incremento de árboles


según clases diamétricas para N. dombeyi y para las principales especies arbóreas asociadas (30
árboles, con dos tarugos perpendiculares por árbol), los cuales fueron medidos con el software
Windendro. A cada árbol tarugado se le medió su diámetro y altura, con los datos de DAP y
altura, y los datos de crecimiento, se utilizaron funciones de volumen de modo de estimar la
productividad de los renovales (Drake et al. 2003). Con dicha información y junto a la estimación
del volumen por rodal y su respectivo incremento medio anual (IMA) neto (sin considerar
mortalidad) se analizaron los crecimientos en diámetro y volumen, además del crecimiento en
diámetro como respuesta a los raleos. Los datos fueron obtenidos desde parcelas de 500 m2 cada
una en cada zona de crecimiento en que aparte de los tarugos se medió el diámetro y la altura de
cada árbol > 5 cm de DAP.

Todos los tarugos fueron procesados según técnicas dendrocronológicas clásicas


desarrolladas por el Laboratorio de Dendrocronología por la Universidad Austral de Chile y la
Universidad Católica de Temuco (software Windendro). Según los registros de año de raleo en
cada situación se comparó el crecimiento pre-raleo con el crecimiento post-raleo. La respuesta al
raleo fue estimada para cada árbol en función de la competencia circundante anterior y posterior
al raleo.

La comparación de crecimiento pre-raleo v/s post-raleo se hizo a través de un análisis de


varianza (ANOVA) con un test post hoc de Diferencias Mínimas Significativas (P<0,05) para
evaluar diferencias en crecimiento según zona de crecimiento homogénea.

2.5. Desarrollo de propuestas silviculturales para renovales de N. Dombeyi.

Según los resultados de respuestas a los raleos en los renovales estudiados se propusieron
sistemas silviculturales según zonas homogéneas de crecimiento y composición/estructura de
renovales. Considerando que en algunas zonas no es necesario realizar raleos o cortas de
mejoramiento debido a la posible ausencia de respuesta de los árboles a estas intervenciones; en

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aquellas situaciones en que sí se observó respuesta se propusieron sistemas silviculturales que


incluyeron al menos dos raleos por especie y el método de cosecha apropiado para el rodal en
función de si es un rodal puro o mixto.

El método silvicultural fue propuesto en función de que cada especie componente en el


rodal alcance un DMC de 35 cm, por lo que en algunas ocasiones se propuso un método coetáneo
clásico (protección, árbol semillero o tala rasa de un determinado tamaño) y en otras un método
de protección diferido. En este último caso la cosecha de la especie dominante cuando ésta haya
alcanzado 35 cm de DMC será parcial, en función de hacer la cosecha final de los árboles
residuales de esta especie una vez que la especie acompañante (aquella del dosel codominante o
intermedio de una especie semitolerante o tolerante) haya alcanzado los 35 cm de DMC.

El sistema silvicultural, con raleos, incluyó proposiciones con respecto a cada uno de los
cuatro componentes fundamentales de los raleos a través de una rotación de bosque: (1)
oportunidad del primer raleo, (2) métodos de raleo, (3) intensidad de raleos, y (4) periodicidad
entre raleos. Finalmente, el método de raleo se consideró como función de la edad y de la
composición/estructura del renoval. La oportunidad del primer raleo fue definida en función de lo
observado en los tarugos de crecimiento así como en los resultados de análisis fustal,
considerándose oportuno un primer raleo cuando el crecimiento anual corriente en DAP sea
máximo.

3. Resultados

3.1. Definición de zonas edafoclimáticas homogéneas para bosques secundarios de N.


dombeyi.

3.1.1. Análisis estadístico multivariado

El número total de polígonos correspondiente a bosques secundarios de N. dombeyi


alcanzó un total de 205.165, lo que representa una superficie total de 173.062,34 ha. La matriz de
datos definitiva incorporada para el análisis preliminar correspondiente al ACP se aprecia en la
Tabla 2.

El análisis de componentes principales mostró que los tres primeros factores representaron
el 64,37% de la variación (35,71, 16,68 y 11,98%, respectivamente) (Figura 5). El análisis
identificó ocho variables biofísicas como las más importantes. En este sentido, para el factor clima
las variables fueron oscilación térmica, la temperatura mínima, la temperatura media anual y la

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precipitación anual; para el factor suelo fueron la profundidad efectiva del suelo, drenaje interno y
porosidad; finalmente para el factor topografía la variable explicativa correspondió a la altitud.

Tabla 2. Factores y variables biofísicas seleccionadas para el ACP.


Factor Variable Rango Clase
Clima Temperatura media anual (°C) 7-9 8
9 - 11 10
11 - 13 12
13 - 15 14
15 - 17 16
Oscilación térmica (°C) 16,2 – 17,7 17
17,8 – 19,3 19
19,4 – 20,9 20,2
21,0 – 22,5 21,7
22,6 – 24,0 23,3
Temperatura mínima (°C) -3,4 - -1,74 -2,3
-1,75 - -0,07 -0,8
-0,06 – 1,58 0,8
1,57 – 3,23 2,3
3,24 – 4,90 4,0
Temperatura máxima (°C) 16,9 – 18,6 17,8
18,7 – 20,4 19,6
20,5 – 22,3 21,2
22,4 – 24,1 23,5
24,2 - 26 25
Precipitación media anual (mm) < 750 750
750- 1,550 1,150
1,550 – 2,550 2,050
2,550 – 3,550 3,050
3,550 - 3950 3,750
3,950 – 5,000 4,450
Suelo Profundidad fisiológica del < 25 25
suelo (cm)
25 - 50 37
50 - 75 62
75 - 100 87
100 - 150 125

29
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

> 150 150


Textura (mm) < 0,122 0,122
0,122 – 0,254 0,188
0,254 – 0,456 0,355
0,456 – 0,614 0,518
0,614 – 0,634 0,624
Densidad aparente 0-25 cm - 0
(g cm-3) - 0,74
- 0,76
- 0,82
- 0,83
- 0,88
- 0,92
- 1,16
- 1,42
Drenaje Excesivo 1
Bueno 2
Moderado 3
Imperfecto 4
Pobre 5
Muy pobre 6
Porosidad (%) Areno-arcilloso 40
Arenoso 42,5
Arcilloso 45
Topografía Pendiente (%) 0 - 15 7,5
15 - 30 22,5
30 - 45 37,5
45 - 60 52,5
60 -100 75
Exposición (°) 0 0
0 – 22,5 11
22,5 – 67,5 45
67,5 – 112,5 90
112,5 – 157,5 135
157,5 – 202,5 180
202,5 – 247,5 225
247,5 – 292,5 270
292,5 – 337,5 315
337,5 - 360 349

30
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Altitud (m) 0 - 200 100


200 - 400 300
400 - 600 500
600 - 800 700
800 – 1,000 900
1,000 – 1,200 1,100
1,200 – 1,400 1,300

El análisis de clúster permitió la generación de cinco grupos, con la maximización entre


grupos para cada clúster. Para todas las variables y todos los grupos obtenidos, los valores medios
de cada centroide fueron altamente significativas (P < 0,01). Las zonas 1, 2 y 3 representan el 89%
de la superficie total cubierta por N. dombeyi, lo cual mostró que la mayor concentración de
rodales están ubicados en la Cordillera de los Andes, en las provincias de Valdivia y en la
Depresión Intermedia y la pre-cordillera de los Andes en la provincia de Cautín .
Valores Propios

64,37%

Componentes Principales

Figura 5. Scree plot que muestra el número de componentes y los valores propios asignados.
64,37% de la varianza explicada para el tercer componente.

El análisis CART (Figura 6) contribuyó a la identificación de las variables que más


aportaron a explicar la clasificación de las cinco zonas de crecimiento,. Siendo éstas: (1)
oscilación térmica, (2) precipitaciones, (3) porosidad del suelo y (4) drenaje del suelo. La

31
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

fiabilidad de los resultados asociados a este modelo se muestra en la matriz de confusión, que
alcanzó un 100 % de asignación correcta para los rodales clasificados en cada clúster.

Figura 6. CART análisis para la asignación de los rodales de N. dombeyi en cada zona
edafoclimática homogénea.

3.1.2. Zonas edafoclimáticas homogéneas determinadas.

Producto del análisis descrito, la Figura 7 muestra las zonas edafoclimáticas homogéneas
obtenidas, a partir de ella se despenden los análisis respectivos correspondientes a: análisis
estadístico descriptivo sobre las variables biofísicas relevantes, complementado con análisis físico,
químico de suelos y análisis foliar de muestras de bosques secundarios de N. dombeyi.

32
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Figura 7. Delimitación espacial obtenida para las zonas edafoclimáticas homogéneas para
bosques secundarios de N. dombeyi.

La zona 1 representó principalmente a los rodales de N. dombeyi ubicados en la Cordillera


de los Andes a través de la distribución latitudinal de la zona de estudio. El área de bosques
secundarios de N. dombeyi representó 32 % del total. El factor que mayoritariamente contribuyó a

33
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

definir esta área fue el clima, con la mayor precipitación anual y la oscilación térmica y la
temperatura mínima más baja.

La zona 2 correspondió a la Cordillera de la Costa, Depresión Intermedia y la Precordillera


Andina de las provincias de Valdivia y del Ranco. Los bosques secundarios de N. dombeyi
correspondieron al 30 % del total . Los factores que permitieron definir esta área fueron el suelo,
con una porosidad más baja y la profundidad de suelo fisiológico, y la topografía, con sectores que
mostraron las elevaciones más bajas (similares a la Zona 4)
La zona 3 representó la Cordillera de la Costa y la Depresión Intermedia en las provincias de
Cautín, además de las precordillera de los Andes, en la parte sur del área de estudio. Esta área
cubre el 27,3% de los rodales de N. dombeyi. El factor que define esta área correspondió
principalmente al clima, con la máxima oscilación térmica, similar a la zona 1.

La zona 4 correspondió a la Depresión Intermedia en la provincia de Ranco y representó el


6,2 % de la masa de N. dombeyi. El factor que definió dicha zona fue el clima, mostrando la
precipitación anual más baja y la más alta temperatura media anual.

Finalmente, la zona 5 se ubicó en la Cordillera de la Costa en la provincia de Cautín. Esta


área reúne un 5,5 % de todos los rodales existentes en el área de estudia. Los factores que
permitieron definir esta área fueron principalmente el clima y la topografía, mostrando la
oscilación térmica más baja y la mayor altitud (Tabla 3).

Tabla 3. Análisis descriptivo de las variables biofísicas definidas para cada zona edafoclimática
homogénea.
ZEH Estadísticas T.O M.T AAT ALT AR PSD POR
(ha) (°C) (°C) (°C) (m.a.s.l.) (mm) (cm) DR (%)
1 mín. 21 -1.4 10 700 3250 62 1 40
máx. 23.1 0.1 10 1300 3750 87 6 42.5
(55,339) media 23 -1.3 10 720 3656 85 1.4 42.3
cv % 0.6 30.8 0 9.6 1 9.4 - 1.7
2 mín. 19.6 3.5 12 100 2250 87 1 40
máx. 19.6 3.5 12 100 2250 87 1 40
(51,553) media 19.6 3.5 12 100 2250 87 1 40
cv % 0 0 0 0 0 0 - 0
3 mín. 16.6 1.2 10 700 1750 62 1 40
máx. 22.8 3.4 12 1100 2450 125 3 45
(47,314) media 21.9 2.3 11 797 2102 102.5 1.6 42.5
cv % 6.4 17.4 9 12.5 12 20.5 - 2.1
4 mín. 19.8 3.4 14 100 1350 125 2 45
(10,786) máx. 19.8 3.4 14 100 1350 125 2 45
media 19.8 3.4 14 100 1350 125 2 45

34
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

cv % 0 0 0 0 0 0 - 0
5 mín. 16.6 1.2 10 500 1200 62 1 40
máx. 20 2.7 12 900 3000 125 2 45
(8,070) media 18.4 2 10.5 809 1900 122.4 1.9 43.8
cv % 4.9 20 8.6 20.6 31.6 8.4 - 4.6
T.O: Oscilación térmica; M.T: Temperatura mínima; AAT: Precipitación media anual; ALT: Altitud; AR:
Precipitación anual; PSD: Profundidad fisiológica del suelo; DR: Drenaje; POR: Porosidad; cv: Coeficiente de
variación.

3.1.3. Características de los suelos en las zonas homogéneas de crecimiento, con base en
análisis químico, físico y foliar

3.1.3.1. Análisis físico de suelos

En las zonas homogéneas de crecimiento fueron seleccionados rodales en los que se


tomaron muestras de suelo superficial de los primeros 20 cm de profundidad. A continuación se
describen las características principales de tales suelos.

Descripción de la zona 1

Los suelos pertenecen a la Asociación Caburga, la cual es un miembro de la Familia


medial, mésica de los Typic Hapludands (Andisol). Estos se ubican en la Cordillera de Los Andes
en altitudes de 600 a 1.400 m snm. Son profundos, desarrollados a partir de cenizas volcánicas.
De textura franco limosa y color pardo muy oscuro en el matiz 10YR en el suelo superficial; en
profundidad, de textura franco limosa y de color pardo oscuro a pardo amarillento oscuro en
matices 7.5YR a 10YR. Bien drenados y con buena capacidad de agua aprovechable. El régimen
de elementos nutritivos tiene niveles bajos. La permeabilidad es moderada, en topografía de
montañas con pendientes de 30 a 50%. La capacidad de uso predominante es VII. Se observaron
profundidades de 56 ± 19 cm, considerando los horizontes A y B, teniendo generalmente un
horizonte A con una profundidad entre 10 y 38 cm.

Descripción de la zona 2

Los rodales de esta zona se ubicaron en la precordillera y Cordillera de Los Andes y en las
cercanías de Valdivia. En la precordillera y cordillera andina los suelos pertenecen a la serie
Liquiñe, la cual es un miembro de la Familia media sobre arenosa, mésica de los Acrudoxic
Hapludands (Andisol). Son suelos moderadamente profundos a profundos, derivados de materiales
volcánicos, en posición de cerros de la Cordillera de Los Andes, en altitudes de 300 a 1.000 m
snm. De textura franco arenosa fina y color pardo oscuro en el matiz 7.5YR en el suelo superficial;
en profundidad, de textura franco arenosa fina y color pardo fuerte en el matiz 7.5YR. El substrato

35
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

está constituido por pómez fuertemente meteorizada. Presentan buena capacidad de agua
aprovechable a pesar de su drenaje excesivo. El régimen de elementos nutritivos tiene niveles
bajos. La topografía dominante es de cerros con pendientes de 30 a 50%, existiendo también áreas
fuertemente onduladas con pendiente de 15 a 20%. La capacidad de uso predominante es VII.

En sectores de la precordillera andina también es posible encontrar suelos en terrazas


aluviales recientes de los ríos de la precordillera, los cuales no pertenecen a ninguna serie, y
corresponden a suelos estratificados, de texturas gruesas y muy gruesas de arenas basálticas
mezcladas con cenizas volcánicas, con gravilla de escoria volcánica. Son profundos, bien
drenados y casi planos, con 1 a 3% de pendiente. La capacidad de uso predominante es VI.

Los suelos ubicados en las cercanías de Valdivia pertenecen a la serie Los Ulmos, la cual
es un miembro de la Familia muy fina, haloisítica, mésica de los Typic Paleudults (Ultisol). Son
suelos profundos, rojos arcillosos, originados a partir de cenizas volcánicas antiguas depositadas
sobre el complejo metamórfico de la costa, ubicados en la Cordillera de la Costa en altitudes entre
100 y 280 m snm. De textura franco arcillosa y color pardo rojizo oscuro en el matiz 5YR en el
suelo superficial; en profundidad, de textura arcillosa y color rojo amarillento en el matiz 5YR.
Muy bien estructurados. Bien drenados y con buena capacidad de agua aprovechable. El régimen
de elementos nutritivos tiene niveles bajos. La topografía dominante es de cerros con pendientes
entre 30 y 50%. La capacidad de uso predominante es VII. Se observaron profundidades de 62 ±
3 cm, considerando los horizontes A y B, con una profundidad del horizonte A entre 20 y 27 cm.

Descripción de la zona 3

Los suelos de esta zona corresponden a la Asociación Los Nevados, cuyo pedón
representativo es un miembro de la Familia cinerítica, mésica de los Acrudoxic Hapludands
(Andisol). Son suelos desarrollados a partir de cenizas volcánicas, moderadamente profundos, que
se ubican en la Cordillera de Los Andes en altitudes de 900 a 1.200 m snm. De textura franco
arenosa y color pardo grisáceo muy oscuro en el matiz 10YR en el suelo superficial; en
profundidad, de textura arenosa y color pardo oscuro en el matiz 10YR. Substrato de gravas
escoriáceas. Suelos de permeabilidad moderadamente rápida y drenaje excesivo; con capacidad de
agua aprovechable baja. El régimen de elementos nutritivos tiene niveles bajos. Se ubican en
topografía de cerros con pendientes dominantes de 30 a 50%, La capacidad de uso predominante
es IV.
En sectores de menor elevación los suelos corresponden a la serie Los Prados, la cual es
miembro de la Familia medial, mésica de los Acrudoxic Melanudands (Andisol). Son suelos que
se ubican en la parte alta de la Depresión Intermedia e inicios de la precordillera andina en
altitudes de 350 a 500 m snm. Se presentan en forma de depósitos de cenizas volcánicas sobre
planos fluvioglaciales. De textura franco limosa y color pardo muy oscuro en matices 7.5YR en el

36
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

suelo superficial; en profundidad, de textura franco limosa y color pardo en el matiz 7.5YR. De
permeabilidad moderada y bien drenados. La capacidad de agua aprovechable es elevada. El
régimen de elementos nutritivos tiene niveles bajos. Se presentan en una amplia gama de
pendientes, desde topografías onduladas a cerros y montañas. La capacidad de uso predominante
es VII. Se observaron profundidades de 53 ± 14 cm, considerando los horizontes A y B, con una
profundidad del horizonte A entre 15 y 40 cm.

Descripción de la zona 4

Los suelos de los rodales muestreados corresponden a la serie Los Ulmos, la cual es un
miembro de la Familia muy fina, haloisítica, mésica de los Typic Paleudults (Ultisol). Son suelos
profundos, rojo arcilloso, originado a partir de cenizas volcánicas antiguas depositadas sobre el
complejo metamórfico de la costa, ubicado en la Cordillera de la Costa en altitudes entre 100 y
280 m snm. De textura franco arcillosa y color pardo rojizo oscuro en el matiz 5YR en el suelo
superficial; en profundidad, de textura arcillosa y color rojo amarillento en el matiz 5YR. Muy
bien estructurados. Bien drenados y con buena capacidad de agua aprovechable. El régimen de
elementos nutritivos tiene niveles bajos. La topografía dominante es de cerros con pendientes
entre 30 y 50%. La capacidad de uso predominante es VII. Se observaron profundidades de 57 ±
4 cm, considerando los horizontes A y B, con una profundidad del horizonte A entre 5 y 40 cm.

Descripción de la zona 5

Los suelos de esta zona corresponden a la Asociación Nahuelbuta y la serie Quiripio. El


pedón representativo de uno de los componentes de la Asociación Nahuelbuta es un miembro de la
Familia muy fina, mixta, isomésica de los Rhodic Paleudults (Ultisol). Suelos profundos y
formados a partir de rocas metamórficas especialmente filitas y micaesquisto, de textura arcillosa
de color pardo rojizo oscuro en el matiz 5YR en la superficie y texturas franco arcillo limosa y
arcillo limosa de colores rojo fuerte y pardo rojizo oscuro en matices 2.5YR en profundidad.
Suelos bien drenados, pero con baja capacidad de agua aprovechable. El régimen de elementos
nutritivos tiene niveles bajos. Ocupan una posición de cerros y montañas dentro de la formación
de la Cordillera de la Costa, de topografía escarpada con pendientes dominante sobre 20%. La
capacidad de uso predominante es VII.

La serie Quiripio es un miembro de la Familia medial, mésica de los Acrudoxic Ultic


Hapludands (Andisol). Suelos profundos, formados por depósito de cenizas volcánicas, en
posición de lomajes y cerros. De textura franco limosa y color pardo rojizo oscuro en el matiz
5YR en el suelo superficial; en profundidad, de textura franco arcillo limosa y color pardo rojizo
en el matiz 5YR. Substrato de rocas metamórficas meteorizadas. Suelos con permeabilidad
moderada y bien drenados; la capacidad de agua aprovechable es elevada. El régimen de

37
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

elementos nutritivos tiene niveles bajos. Los suelos se presentan en topografía de lomajes y cerros
con pendientes complejas dominantes de 20 a 50%. La capacidad de uso predominante es VI. Se
observaron profundidades de 48 ± 14 cm, considerando los horizontes A y B, con una profundidad
del horizonte A entre 17 y 27 cm.

3.1.3.2. Análisis químico de suelos

A continuación se describen los suelos según sus características químicas, de acuerdo con
los datos del Tabla 4.

Reacción del suelo (pH). El pH al agua observado fue fuertemente ácido para las zonas 1,
2, 3 y 5, con valores entre 5,2 y 5,5; y fue muy fuertemente ácido para la zona 4 (valor de 4,8).
Estos valores son esperables, ya que los rodales se ubican en zonas con alta pluviosidad y suelos
ricos en materia orgánica.

Materia orgánica. Se observó un alto contenido de materia orgánica del suelo de todas las
zonas. El rango de valores se encontró entre 15 y 25 % (equivale a contenidos de carbono total del
suelo de 8,3 a 14,3 %).

Nitrógeno total. En general, los niveles de nitrógeno total fueron altos en todas las zonas,
con excepción de la zona 4 que tuvo un valor intermedio (0,3 %). En el resto de las zonas los
valores estuvieron entre 0,4 y 0,7 %, destacándose las zonas 1 y 3, ambas con 0,7 % de nitrógeno
total.

Relación carbono/nitrógeno (C/N). La relación C/N presentó diferencias entre las zonas.
Tuvo un valor intermedio en las zonas 1, 2 y 5; lo cual indicaría un nivel de mineralización
intermedio de la materia orgánica. En la zona 3 el nivel fue bajo, por lo que tendría un nivel
mineralización más rápido; y el caso contrario se observó en la zona 4, con un alto valor en la
relación C/N.
Fósforo. El nivel de fósforo disponible (método Olsen) presentó niveles bajos en todas las zonas.
En las zonas 2, 3 y 4, el nivel fue más crítico con valores menores a 3 mg de fósforo por
kilogramo de suelo. Los niveles de las zonas 1 y 5, también se consideran bajos (3-5 mg kg-1).
Esto resultados son esperables, ya que en caso de suelos de origen volcánico, que se presentan en
la mayoría de las zonas, existe una alta retención de fósforo. En la zona 5 también podrían
presentarse suelos de origen metamórfico, pero estos son muy antiguos y pobres, en general, en
cuanto a oferta de elementos nutritivos.

38
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Potasio. En general, los niveles de potasio extraíble fueron intermedios en todas las zonas,
con excepción de la zona 4, que tuvo un nivel alto (188 mg kg-1). Los valores del resto de las
zonas tuvieron valores entre 114 y 159 mg kg-1.

Calcio. Hubo diferencias en los niveles de calcio extraíble entre las zonas. Las zonas 1 y 3
presentaron altos niveles (aproximadamente 800 mg kg-1) mientras que las zonas 4 y 5
presentaron niveles bajos (160 y 75 mg kg-1, respectivamente). La zona 2 presentó un nivel
intermedio (472 mg kg-1).

Magnesio. Hubo diferencias en los niveles de magnesio extraíble entre las zonas. La zona
2 tuvo un nivel alto (144 mg kg-1), las zonas 1, 3 y 4 presentaron valores intermedios (64 a 119
mg kg-1) y la zona 5 presentó un nivel bajo (45 mg kg-1).

Sodio. En todas las zonas hubo bajo niveles de sodio extraíble, con valores entre 37 y 77
mg kg-1. Estos valores son esperables, ya que en zonas con altas precipitaciones no existe
acumulación de sodio en el suelo, por lo que los suelos no son salinos, como sí sucede en la zona
norte del país.

Saturación de aluminio y aluminio intercambiable. La saturación de aluminio fue alta para


todas las zonas. Valores entre 10 y 30 % se consideran elevados, lo cual sucede en las zonas 1, 2 y
3. En las zonas 4 y 5 los valores son mayores a 40 %, por lo que son aún más extremos. Los
contenidos de aluminio intercambiable, que permiten el cálculo de la saturación de aluminio,
presentaron tendencias similares a esta en cuanto a las variaciones ente zonas.

Suma de bases y capacidad de intercambio catiónico. Tanto la suma de bases como la


capacidad de intercambio catiónico efectiva presentaron diferencias entre las zonas, pero en
ningún caso tuvieron niveles altos. En las zonas 1 y 3 alcanzaron niveles intermedios, en la zona 2
fueron bajos y en las zonas 4 y 5 muy bajos. Estos valores son esperables, ya que en general los
suelos de estas zonas presentan una baja oferta nutritiva y una alta saturación de aluminio.

Hierro. Los niveles de hierro presentaron valores entre 212 y 577 mg kg-1, los cuales se
consideran muy altos (>150 mg kg-1). Esto puede atribuirse a la alta acidez de los suelos.

Manganeso. Hubo diferencias en los niveles de manganeso entre las zonas. Tuvo niveles
altos en las zonas 2, 3 y 5 (45 a 59 mg kg-1), un nivel intermedio en la zona 1 (22 mg kg-1) y un
nivel bajo en la zona 4 (5,7 mg kg-1).

39
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Cobre. El cobre presentó niveles intermedios a altos dentro de las zonas. Tuvo niveles
intermedios en las zonas 3, 4 y 5, con valores entre 4,6 y 5,5 mg kg-1, y niveles altos en las zonas
1 y 2 (4,6 y 5,5 mg kg-1, respectivamente).

Zinc. El zinc presentó niveles intermedios a altos dentro de las zonas. Tuvo niveles
intermedios en las zonas 4 y 5 (2,3 y 0,6 mg kg-1, respectivamente) y niveles altos en las zonas 1,
2 y 3, con valores entre 2,7 y 4,7 mg kg-1.

Azufre. Hubo diferencias en los niveles de azufre entre las zonas. Tuvo un nivel muy alto
en la zona 5; un nivel alto en la zona 1; niveles intermedios en las zona 2 y 4 y un nivel bajo en la
zona 3.

Boro. El boro presentó niveles intermedios a bajos dentro de las zonas. Tuvo niveles
intermedios en las zonas 2 y 5 (0,9 y 0,7 mg kg-1, respectivamente) y niveles bajos en las zonas 1,
3 y 4, con valores entre 0,5 y 0,6 mg kg-1.

Aluminio extraíble. El contenido de aluminio extraíble presentó niveles altos a muy altos
en todas las zonas. Tuvo niveles muy altos en las zonas 3 y 4 (> 2.000 mg kg-1) y niveles altos en
las zonas 1, 2 y 5 con valores entre 1.160 y 1.733 mg kg-1.

Tabla 4. Análisis químico de los suelos de las distintas zonas de crecimiento (valores promedio
para la profundidad de 0-20 cm).
Parámetro Zona 1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Zona 5
pH (H2O) 5,5 b 5,3 b 5,2 b 4,8 a 5,3 b
pH (KCl) 4,5 b 4,3 b 4,4 b 4,0 a 4,4 b
Ct (%) 14,3 e 8,3 d 10,1 e 9,7 d 8,7 d
Nt (%) 0,7 e 0,4 d 0,7 e 0,3 c 0,4 d
MO (%) 24,6 e 14,3 d 17,5 e 16,7 d 15,0 d
C/N 22,0 c 22,1 c 15,5 b 31,1 d 24,0 c
P (Olsen) 4,6 b 2,9 a 2,3 a 1,2 a 3,1 b
K (mg kg-1) 113,8 c 158,5 c 154,8 c 188,1 d 125,0 c
Ca (mg kg-1) 810,9 d 472,1 c 797,5 d 160,2 b 74,9 b
Mg (mg kg-1) 96,4 c 144,2 d 118,8 c 63,9 c 45,4 b
Na (mg kg-1) 36,8 a 66,2 b 54,1 b 77,2 b 44,6 a
Fe (mg kg-1) 227,0 e 314,6 e 350,3 e 577,4 e 212,7 e
Mn (mg kg-1) 21,6 c 44,7 d 54,1 d 5,7 b 58,9 d
Cu (mg kg-1) 8,9 d 7,2 d 5,5 c 4,6 c 5,3 c
Zn (mg kg-1) 4,6 d 2,7 d 4,7 d 2,3 c 0,6 c
S (mg kg-1) 15,8 d 11,5 c 6,4 b 10,4 c 34,5 e
B (mg kg-1) 0,5 b 0,9 c 0,5 b 0,6 b 0,7 c
Al extraíble (mg kg-1) 1.734 d 1.415 d 2.683 e 3.350 e 1.164 d

40
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Al intercambiable (mg kg-1) 55,2 d 94,6 d 99,8 d 273,3 e 77,0 d


Suma de bases (cmol+ kg-1) 5,3 c 4,2 b 5,6 c 2,1 a 1,3 a
CICE (cmol+ kg-1) 5,9 c 5,3 b 6,7 c 5,2 a 2,1 a
Saturación de Al (%) 14,5 d 28,9 d 22,0 d 58,6 e 41,8 e

3.1.3.3. Análisis foliar de los bosques secundarios de Nothofagus dombeyi

A continuación se describe el estado nutricional de los árboles de N. dombeyi muestreados


en los rodales, de acuerdo con los datos del cuadro 2 y la Tabla 5.

Nitrógeno. Los niveles foliares de nitrógeno son similares entre las zonas. En todas las
situaciones se presentan niveles adecuados, aunque cabe destacar el alto contenido que se observa
en la zona 3 (2,1%).

Fósforo. Los niveles foliares de fósforo son similares entre las zonas. Presentan valores
adecuados, con un rango entre 0,08 y 0,11 %.

Relación nitrógeno/fósforo (N/P). Esta relación es más elevada que la media general de
las plantas (Güsewell 2004), lo que coincide con una alta acumulación de nitrógeno y una baja
disponibilidad de fósforo en los suelos de estas zonas.

Potasio. Los niveles foliares de potasio son similares entre las zonas. Presentan valores
adecuados en un rango estrecho, entre 0,31 y 0,44 %.

Calcio. Los niveles foliares de calcio son similares entre las zonas. Presentan valores
adecuados en un rango estrecho, entre 0,38 y 0,49 %.

Magnesio. Los niveles foliares de magnesio son similares entre las zonas. Presentan
valores adecuados en un rango estrecho, entre 0,11 y 0,15 %.

Hierro. Los niveles foliares de hierro son adecuados y similares entre las zonas, con
excepción de la zona 4, que presenta un contenido más elevado (127 mg kg-1). Las otras zonas
poseen niveles entre 60 y 82 mg kg-1.

Manganeso. Los niveles foliares de manganeso son adecuados y similares entre las zonas,
con excepción de la zona 4, que presenta un contenido más elevado (1.712 mg kg-1). Las otras
zonas poseen niveles entre 378 y 553 mg kg-1.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Cobre. Los niveles foliares de cobre son adecuados y similares entre las zonas. Presentan
un rango estrecho, entre 4,4 y 6,7 mg kg-1.

Zinc. Los niveles foliares de zinc son adecuados y similares entre las zonas. Presentan un
rango estrecho, entre 15 y 23 mg kg-1.

Boro. Los niveles foliares de boro son adecuados y similares entre las zonas, con
excepción de la zona 5, que presenta un contenido más elevado (27 mg kg-1). Las otras zonas
poseen niveles entre 10 y 14 mg kg-1.

Tabla 5. Análisis foliar de Nothofagus dombeyi según zona de crecimiento.


Elemento Parámetro Zona 1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Zona 5 Total
N (%) Media 1,62 1,75 2,07 1,66 1,38 1,7
DS 0,38 0,48 0,18 0,27 0,05 0,3
Mín. 1,22 1,27 1,91 1,50 1,33 1,4
Máx. 1,97 2,26 2,26 1,97 1,43 2,0
P (%) Media 0,10 0,11 0,10 0,08 0,08 0,10
DS 0,01 0,01 0,01 0,00 0,01 0,01
Mín. 0,08 0,10 0,10 0,08 0,08 0,08
Máx. 0,10 0,13 0,11 0,08 0,09 0,13
N/P Media 17,41 16,12 20,02 20,75 16,63 18,2
DS 5,65 5,08 0,80 3,36 0,74 3,1
Mín. 12,20 10,85 19,10 18,75 15,89 15,4
Máx. 24,63 20,55 20,55 24,63 17,38 21,5
K (%) Media 0,44 0,43 0,41 0,31 0,36 0,4
DS 0,07 0,12 0,12 0,04 0,04 0,1
Mín. 0,36 0,29 0,29 0,28 0,32 0,3
Máx. 0,53 0,58 0,53 0,36 0,41 0,5
Ca (%) Media 0,48 0,43 0,46 0,38 0,49 0,4
DS 0,15 0,07 0,02 0,07 0,01 0,1
Mín. 0,29 0,33 0,45 0,29 0,48 0,4
Máx. 0,65 0,51 0,48 0,42 0,50 0,5
Mg (%) Media 0,15 0,14 0,14 0,15 0,11 0,1
DS 0,01 0,03 0,02 0,00 0,05 0,0
Mín. 0,14 0,11 0,11 0,15 0,06 0,1
Máx. 0,15 0,19 0,15 0,15 0,15 0,2
Fe (mg kg-1) Media 70,33 59,81 83,20 82,63 129,17 85,0
DS 30,40 24,13 10,25 16,55 35,85 23,4
Mín. 41,37 27,24 73,78 65,85 95,50 60,7
Máx. 98,94 81,71 94,12 98,94 166,86 108,1
Mn (mg kg-1) Media 482,5 378,1 419,3 552,9 1712,0 709,0
DS 135,7 236,3 270,4 16,6 77,8 147,3
Mín. 281,0 242,7 246,2 535,7 1644,8 590,1

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Máx. 568,8 730,9 730,9 568,8 1797,2 879,3


-1
Cu (mg kg ) Media 5,00 4,40 6,67 5,29 4,60 5,2
DS 2,28 2,41 1,59 0,40 0,53 1,4
Mín. 2,07 2,07 4,83 4,83 4,14 3,6
Máx. 7,58 7,58 7,58 5,52 5,17 6,7
Zn (mg kg-1) Media 21,20 22,84 19,19 14,48 15,05 18,6
DS 5,24 10,39 6,17 1,03 2,42 5,1
Mín. 13,45 12,07 12,07 13,45 12,76 12,8
Máx. 24,82 36,89 22,75 15,51 17,58 23,5
B (mg kg-1) Media 11,89 10,08 9,88 13,79 25,63 14,3
DS 2,85 2,62 1,21 2,74 2,93 2,5
Mín. 8,62 6,55 8,62 10,69 22,75 11,4
Máx. 15,17 12,76 11,03 15,86 28,61 16,7
DS: desviación estándar; Mín: valor mínimo; Máx: valor máximo.

En resumen, es factible indicar que el estado nutritivo de Nothofagus dombeyi es adecuado,


como es esperable para este tipo de formación forestal creciendo en su área de distribución natural
y sobre suelos que no presentan limitaciones extremas. Es decir, no obstante que los suelos
presentan deficiencias nutritivas comunes, que son limitantes para cultivos agrícolas o forestales
de alto rendimiento (por ejemplo, Pinus radiata, Eucalyptus spp.), las especies forestales nativas
demuestran una adaptación a estos suelos pobres, logrando en todas las zonas descritas un
adecuado estado nutricional de los árboles de Nothofagus dombeyi, independientemente del suelo
en las que crecen dentro de los rangos observados.

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Proyecto 062/2011 Informe
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2,4 0,13 25

2,2
0,12 22

2
0,11 19
N (%)

P (%)

N/P
1,8
0,1 16
1,6

0,09 13
1,4

1,2 0,08 10
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
ZONA ZONA ZONA
0,58 0,69 0,21

0,53 0,18
0,59
0,48
0,15

Mg (%)
Ca (%)
K (%)

0,43 0,49
0,12
0,38
0,39
0,09
0,33

0,28 0,29 0,06


1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
ZONA ZONA ZONA

180 1.800 8

150 1.500 7

Cu (mg kg-1)
120 1.200
Mn (mg kg-1)
Fe (mg kg-1)

90 900 5

60 600 4

30 300 3

0 0 2
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
ZONA ZONA ZONA

37 30

32 25

20
B (mg kg-1)
Zn (mg kg-1)

27
15
22
10

17
5

12 0
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
ZONA ZONA

Figura 8. Distribución de los valores foliares en cada zona de crecimiento. Caja: representa el 50
% de los datos; bigotes: representan los valores máximo y mínimo; punto dentro de la caja:
representa la media; línea horizontal en la caja: representa la mediana.

44
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

3.1.4. Descripción y discusión para la zonificación obtenida.

Las variables climáticas y de suelos seleccionados son consistentes con los estudios de
zonificación para otras especies y sitios que se basan en técnicas cartográficas tradicionales
(Gerding y Schlatter 1995, Schlatter y Gerding 1995, Schlatter et al. 1995, 1997, Thiers, 2004,
Cruz et al. 2009). En particular, Schlatter et al. (1997) demostraron que en el clima de la región en
general, y más específicamente la disponibilidad de agua, determinar el crecimiento de las
especies de plantas, que se explica por su influencia directa en la fotosíntesis e indirectamente a
través de la apertura y cierre de los estomas de las hojas (Alberdi 1987). Otro factor importante es
la humedad del suelo, que está relacionada con la profundidad de éste y el drenaje (Schlatter et al.
1995). Se ha informado anteriormente que N. dombeyi se adapta mejor a las zonas de mayor
humedad, donde alcanza sus mejores tasas de crecimiento (Donoso et al. 2006). Este estudio
mostró que las principales variables que permitieron la clasificación de las diferentes zonas
homogéneas de crecimiento para los rodales de N. dombeyi fueron la precipitación media anual, la
oscilación térmica y el drenaje del suelo.

La zona 1 presenta suelos provenientes de cenizas volcánicas (Inceptisoles y Andisoles) en


diferentes etapas de desarrollo (Luzio et al. 2010) . Esta zona se caracteriza por presentar la
mayor humedad y la más baja temperatura de todos los valores determinados (-1,3°C). Estos
factores permiten una disponibilidad permanente de la humedad del suelo. La temperatura media
(10 °C aprox.) tiende a ser baja para otras especies de Nothofagus lo que favorece el crecimiento
de N. dombeyi en esta región, observación reportada por Weinberger y Ramírez (2001) para un
rango de elevación 700 a 800 msnm. A estas alturas, y por encima, N. dombeyi forma rodales
puros, debido a su mayor tolerancia a las bajas temperaturas en comparación con otras especies
(Weinberger y Ramírez 2001, Donoso et al. 1999), excepto cuando se reúne con N. pumilio en
elevaciones > 1000 m (Donoso et al. 2006). Con este clima y las características del suelo, N.
dombeyi puede alcanzar tasas de crecimiento cercanas al 20 m3 ha-1 año-1 después de 20 años de
edad, lo cual ilustra el gran potencial de crecimiento de los bosques secundarios en esta zona,
(Donoso et al., 1999).

La zona 2 se merece una atención especial. Está separada de la Zona 3, debido a la


presencia del Cordón cordillerano de Loncoche, que es una extensión de la Cordillera de la Costa
que se ensancha hacia el este (Illies, 1970). Su clara división muestra la precisión de la
metodología utilizada. La división de las dos zonas se explica por la variación en el clima. En
general, la zona 3 es la que tiene mayor oscilación térmica (Tabla 3), lo que puede reducir las
ventajas competitivas de N. dombeyi en ella, y puede ser una razón por la que había muy pocos
bosques secundarios de N. dombeyi en esta zona. Como resultado, la zona 2 abarca la Cordillera
de la Costa y el citado Cordón Montañoso de Loncoche, la mayor parte en la provincia de
Valdivia, donde los suelos tienen menor porosidad, la profundidad y la amplitud de la altitud.

45
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

La zona 4, a diferencia de las otras, mostró rodales de N. dombeyi que crece en zonas de
baja precipitación y altas temperaturas, concentrados en la Depresión Intermedia en la provincia
de Ranco. Esto demuestra la capacidad de la especie para establecer y desarrollar en distintas
condiciones del terreno.

La zona 5 se caracteriza por presentar un paisaje altamente fragmentado, con un bajo


número de rodales debido al proceso de cambio de uso de bosque natural hacia agricultura, sobre
todo desde mediados del siglo XX (Camus, 2006). Se identificaron rodales de N. dombeyi
creciendo en zonas de mayor altitud (promedio 900 m) y baja oscilación térmica de toda el área de
estudio.

Varios estudios realizados en Chile han propuesto áreas de crecimiento para diversas
especies exóticas y nativas (Donoso et al. 1993, Gerding y Schlatter 1995, Schlatter y Gerding
1995, Echeverría y Lara 2004, Esse et al. 2007). Sin embargo, las zonas edafoclimáticas para las
especies nativas con alto potencial silvícola y una amplia distribución espacial son desconocidos.
En general, los métodos utilizados para la zonificación han considerado técnicas cartográficas
tradicionales (Schlatter et al. 1995, 1997). Sin embargo, en los últimos años diferentes métodos
estadísticos multivariados se han utilizado para reducir las variables e identificar patrones
(Echeverría y Lara 2004, Thiers 2004, Cruz et al. 2009, Chambers et al. 2013), con aplicación de
los métodos jerárquicos para la definición de los tipos de bosque, y el análisis de árbol de
clasificación (Pesch et al. 2011). Este estudio recomienda una metodología que, a través de la
integración de los factores biofísicos contribuye a la determinación de las zonas edafoclimáticas
homogéneas para el potencial de crecimiento de las especies que tienen una alta capacidad de
adaptación a diferentes condiciones ambientales y que son económicamente atractivas.

El presente estudio demuestra que el uso de técnicas de zonificación en zonas homogéneas


para identificar y describir el potencial de crecimiento de las especies de interés económico es
viable y tiene una explicación ecológicamente razonable. Estos resultados pueden tener
aplicaciones relevantes para la asignación de uso de la tierra, como en el caso de la silvicultura
para la selección de las zonas de crecimiento homogéneo para fines de producción o conservación
diferencial.

46
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

3.2. Validación de las zonas de crecimiento y construcción de curvas de índice de sitio.

3.2.1. Selección y validación de modelos

En cada zona edafoclimática (Tabla 3), los parámetros de los modelo ajustados resultaron
ser altamente significativos (p <0,01). Las medidas de bondad de ajuste y capacidades predictivas
mostraron escasas diferencias para cada modelo evaluado (Tabla 6).

Tabla 6. Estimadores de bondad de ajuste y capacidades predictivas para las funciones candidatas
evaluadas (en color negro modelo seleccionado).
Zone Model r2 REMC %REMC RSD %DIFA AIC Log-Link SE
chapman 0,88 2,02 27,89 4,10 -0,28 3793,39 -1892,69 2,028
1 logistico 0,87 2,09 28,49 4,37 -1,46 3852,44 -1922,22 2,096
weibull 0,88 2,02 27,85 4,10 -0,35 3791,72 -1891,86 2,026
chapman 0,88 4,33 41,68 18,73 -0,41 1622,984 -807,4918 4,351
2 logistico 0,87 4,43 42,31 19,64 -1,33 1636,542 -814,2712 4,457
weibull 0,88 4,33 41,65 18,75 -0,54 1623,292 -807,646 4,353
chapman 0,83 2,26 34,56 5,11 -0,32 3985,68 -1988,84 2,265
3 logistico 0,82 2,34 35,34 5,47 -0,32 4048,62 -2020,31 2,346
weibull 0,83 2,27 34,51 5,13 -0,66 3989,56 -1990,78 2,27
chapman 0,81 2,26 33,517 5,09 -1,13 2553,804 -1272,902 2,263
4 logistico 0,76 2,46 36,146 6,04 -2,22 2652,546 -1322,273 2,468
weibull 0,80 2,27 33,551 5,13 -1,49 2559,132 -1275,566 2,274
chapman 0,87 1,75 28,79 3,07 -0,74 1352,005 -672,0023 1,745
5 logistico 0,85 1,84 29,74 3,36 -1,66 1386,27 -689,1351 1,845
weibull 0,87 1,75 28,55 3,05 -0,29 1354,879 -673,4393 1,762

En la zona edafoclimática 1, se descartó el uso del modelo logístico debido a que mostró
mayores errores en dichas medidas. En cambio, los modelos de Chapman-Richards y Weibull,
mostraron escasas diferencias, sin embargo, en el caso de Chapman-Richards se apreció un menor
porcentaje de sesgo en las estimaciones por lo cual se decidió su selección. En términos generales,
las restantes zonas, mostraron similares resultados que la zona 1, sin embargo, el modelo de
Chapman-Richards fue superior a los demás. La zona 3, mostró un patrón similar al anterior, por
ello se seleccionó el modelo de Chapman-Richards. En resumen, en todas las zonas
edafoclimáticas, el modelo de Chapman-Richards mostró ser el mejor modelo.

La validación del modelo seleccionado, al ser comparado con la muestra independiente de


datos, no mostró diferencias significativas (p <0.01). Este resultado fue similar para todo el

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

conjunto de datos de las zonas edafoclimáticas, sin embargo, para la zona 2 y 3 se obtuvo para
datos observados a partir de los 10 años. Por lo tanto se asume que los modelos permiten modelar
de buena forma el crecimiento en altura dominante en bosques secundarios cuyo rango de edades
fluctúe entre los 10 y 60 años.

Las curvas medias para cada zona edafoclimática se aprecian en la Figura 9. En ella se
observa la amplia distribución de datos observados en cada zona edafoclimática, lo cual indica la
variabilidad de cada sitio estudiado. A partir de estas curvas de crecimiento se evidencias las
diferencias en crecimiento siendo muy notorio el bajo crecimiento, y por ende el sitio menos
productivo, de la zona cuarta con bosques secundarios ubicados en la provincia del Ranco.

Figura 9. Curvas medias de crecimiento en altura dominante obtenidas para cada zona
edafoclimática homogénea.

El error relativo (Figura 10) mostró que el rango en donde se minimiza dicho error fue
entre los 30 y 40 años, por lo cual se fijó para cada zona edafoclimática una edad base de 35 años.
Esta técnica propuesta buscó ser una metodología objetiva para la selección de la edad clave o
base, dado que en términos normales, y según Ortega y Montero (1988), es recomendable definir
la edad base como aquella correspondiente al final del turno o a la mitad de este. Para no incurrir
en sesgos y valores aproximados se optó por aplicar la estimación del error relativo (ER%).

48
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

a.) d.)

b.) e.)

c.)

Figura 10. Gráfica del error relativo (ER%) para la definición de la edad base, en filas: a) zona 1;
b) zona 2; c) zona 3; d) zona 4; e) zona 5. Barra color rojo indica zona de menor error.

49
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

3.2.2. Construcción de los modelos de altura dominante y curvas de índice de sitio para cada
zona edafoclimática.

La Tabla 7 muestra los modelos de sitio ajustados para cada zona edafoclimática. Para el
uso del modelo de diferencias algebraicas (DA) ajustado en la estimación de la altura dominante H
de árboles de un rodal a una edad E determinada, dado un índice de sitio (IS) y su correspondiente
edad base, se debe sustituir H2 por H, E por la edad a la altura H, H1 por IS y Eb por la edad base.
Para la estimación del sitio a partir de un par de datos de edad-altura dominante, se deberá sustituir
H2 por IS, E por la edad base, H1 por H y E por la edad a la altura H.

Tabla 7. Modelos de índice de sitio por cada zona edafoclimática.


Q .STTUTT RP .STTUTT

LM E
 RP  Q

E  34.699067 1  1      LM  34.699067 1  1     
.NOOPOO .NOOPOO

1 34.699067 34.699067

Q .Z[\ RP .Z[\

LM E
 RP  Q

E  35.703408 1  1      LM  35.703408 1  1     
.XRY .XRY

35.703408 35.703408
2

Q .ZU_Z RP .ZU_Z

LM E
 
RP Q

E  24.893745 1  1      LM  24.893745 1  1     
=.XP^X =.XP^X

24.893745 24.893745
3

Q .UU_a RP .UU_a

LM E
 
RP Q

E  22.617524 1  1      LM  22.617524 1  1     
.PP^` .PP^`

22.617524 22.617524
4

Q .TTa[ RP .TTa[

LM E
 
RP Q

E  22.747896 1  1      LM  22.747896 1  1     
=.O=O`R= =.O=O`R=

22.747896 22.747896
5

La comparación de los parámetros de crecimiento entre zonas edafoclimáticas (Test F-


Snedecor) mostró diferencias altamente significativas (p <0,05). Por lo tanto la hipótesis nula de
un único modelo de productividad para las cinco zonas edafoclimáticas fue rechazado, lo que se

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Proyecto 062/2011 Informe
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tradujo en la necesidad de considerar un modelo de altura dominante con parámetros ajustados de


forma específica para cada zona edafoclimática, que sirvieron, junto a la edad base, para la
construcción de las curvas de índice de sitio.

Las curvas de índice de sitio (Figuras 11, 12, 13, 14, 15), generaron clases de 4 metros para
las zonas 1 y 2, siendo éstas las más productivas, para las restantes zonas se construyeron cada 4
metros a alturas más bajas y alturas menores que las anteriores, a una edad base de 35 años, con
ello se cubrió el rango total de la distribución de datos observados en cada zona edafoclimática,
siendo 6 metros el índice de sitio de más baja calidad y 24 en aquellos sitios de mayor calidad. La
familia de curvas obtenida sigue la tendencia de los datos cubriendo todo el rango de edades
observadas.

El análisis de la productividad en altura para la especie N. dombeyi, fue realizada


considerando tres etapas de desarrollo, la primera referida al establecimiento e inicio del
crecimiento de la especie, seguida del crecimiento logrado a la edad base, para finalmente
interpretar el comportamiento del crecimiento de la especie al proyectar su edad máxima de
crecimiento hasta los 65 años, edad que representa, y cubre a su vez, la muestra de datos obtenida
del análisis fustal.

Figuras 11. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 1.

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Proyecto 062/2011 Informe
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Ambas zonas edafoclimáticas muestran los mejores crecimientos, con una alta amplitud de
sitios, lo que indica la variabilidad, en términos de productividad, de los rodales que crecen en
ambas zonas. Es importante destacar que en la zona 1, las variables biofísicas más incidentes en el
crecimiento de la especie corresponden a la alta oscilación térmica y la lata precipitación, siendo la
variación entre temperaturas bajas y alta uno de los factores que pueden influir en el crecimiento
de N. dombeyi en las primeras etapas de desarrollo, lo cual explicaría en parte la presencia de
curvas de baja productividad.

Figuras 12. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 2.

La zona 3, mostró una baja productividad, por debajo de los 20 metros en casi todas las
curvas definidas para esta zona, los factores biofísicos incidentes correspondieron, en forma
coincidente a la zona 1, con la presencia de una mayor oscilación térmica, pero con un menor
régimen de precipitación anual, lo que claramente influye en el crecimiento de la especie y en la
caída de la asíntota en las edades mayores.

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Proyecto 062/2011 Informe
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Figuras 13. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 3.

Las curvas de índice de sitio para las zonas edafoclimáticas 4 y 5, mostraron ser
las menos productivas, en su trayecto al alcanzar la edad clave de 35 años, como en su
proyección a los 65 años. La zona 4, presenta diferencias de suelo muy altas, siendo éstos muy
ácidos (por el régimen de precipitaciones que posee esta área), por otro lado, esta zona presenta
los rodales de composición mixta lo cual explicaría en parte su bajo crecimiento dada la
competencia existente al cierre de copas. La zona 5, ubicada en la cordillera de Nahuelbuta en la
provincia de Cautín Región de la Araucanía, mostró curvas de crecimiento con una productividad
similar a la de la zona 4 ubicada en el extremo sur del área de estudio. Ambas zonas mostraron a
los rodales creciendo en los suelos más profundos de toda el área de estudio, lo cual estaría
indicando que no necesariamente la profundidad del suelo es un factor que explique la
productividad de la especie.

Cabe señalar que en ambas zonas (4 y 5) los rodales estuvieron acompañados de especies
tolerantes en su estrato inferior, lo cual, al parecer, produce un efecto de competencia luego de la
etapa de cierre de copas que se traduce en una disminución del crecimiento de la especie dada la
competencia intra-específica e inter-específica que ocurre.

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Figuras 14. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 4.

Figuras 15. Curvas de índice de sitio zona edafoclimática 5.

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Proyecto 062/2011 Informe
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3.2.3. Descripción y discusión sobre productividad.

Los resultados obtenidos son los primeros en representar a escala regional la productividad
de los bosques secundarios de N. dombeyi. Previamente existe un estudio realizado por Esse et al.
(2007) que desarrolló curvas de índice de sitio para un área específica en los Andes del centro-sur
de Chile. Del mismo modo, varias curvas de índice de sitio han sido elaboradas por otros autores
para áreas específicas en otras especies de Nothofagus (Martínez Pastur et al. 1997, Trincado et al.
2002, Salas y García 2006, Ivancich et al. 2011). Teniendo en cuenta la gran importancia
ecológica y potencial económica de estos bosques de Nothofagus, asoma como prioridad
comenzar a desarrollar estudios regionales de índice de sitio para las especies de este género y de
otras especies de importancia económica. Este proceso es más fuerte si va acompañado de una
identificación de los factores físicos que determinan el comportamiento de la altura dominante en
una determinada especie. En este sentido, este trabajo permitió validar el estudio de Esse et al.
(2013), que definió zonas edafoclimáticas de bosques secundarios de N. dombeyi en base a
factores climáticos, de suelos y topográficos y las principales variables dentro de ellos. Los
resultados mostraron que los cinco modelos construidos fueron estadísticamente distintos. Esto
significa que cada zona requiere de un modelo ajustado con parámetros único para la estimación
de la altura dominante. De las cinco zonas, dos tienen un alto índice de sitio similar a los 35 años
(24 m) y los restantes tres tiene un índice de sitio más bajo a la edad base (22 m). Estos índices
sitio son más altos en comparación con los de N. obliqua en una región cercana, que osciló entre
24 y 30 metros a los 50 años (Salas y García 2006).

La alta variabilidad de crecimiento en altura dominante puede ser efecto de la calidad de


sitio, el cual puede ser afectados por factores edafoclimáticas y variables como las descritos por
Esse et al. (2013). Las diferencias también se podrían explicar, dada la historia de intervenciones
en el rodal. Aunque la altura del árbol suele ser bastante independiente de la densidad del rodal,
algunos estudios han demostrado que hay algunas excepciones (Menzies et al. 1989, Mason 1992).
En el caso de los bosques secundarios de N. dombeyi, estos tienen índices de densidad superior a
otras especies del género Nothofagus en Chile y Argentina (Chauchard et al. 1999 y 2001, Esse et
al. 2007, Gezan et al. 2007). Los rodales medidos en este estudio mostraron densidades muy altas
(hasta 4.000 árboles ha-1), por lo tanto creemos que las densidades de los rodales podrían afectar el
crecimiento en altura para esta especie en particular.

Las curvas de crecimiento fueron muy variables (de 6 a 24 metros) antes de llegar a la edad
base. En este sentido, la zona edafoclimáticas 4 tuvo el crecimiento más bajo, donde la curva de
mayor productividad a la edad de base alcanza 22 metros, la cual se mantiene al ser ésta
proyectada hasta los 60 años, con una asíntota bien marcada alrededor de los 40 años. En esta
zona, la curva de crecimiento más bajo sólo alcanzó 6 min altura a la edad base y menos de 10 m
para su proyección final.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Las mejores tasas de crecimiento ocurrieron en la zona 2 con árboles que alcanzaron los 24
metros de altura a la edad de base y sobre los 30 metros de altura proyectada a la edad de 60 años.
Zona 1 presentó árboles dominantes que alcanzaron los 24 m de altura a los 35 años de edad y
cerca de 30 metros de altura proyectada a la edad de resultados 60 años. Estos resultados son
similares a los encontrados por Salas y García (2006), Trincado et al. 2002 y Ivancich et al. (2011)
en otras especies de Nothofagus en términos de una alta variabilidad en la altura de los árboles
dominantes entre sitios y dentro de ellos.

La selección del modelo de Chapman -Richards mostró, al igual que estudios similares
(García 1983, Ker y Bowling 1991, Esse et al. 2007) Que este modelo permite una buena
representación del crecimiento de los árboles con parámetros suficientemente sensibles a los
diversos factores del sitio. Esta afirmación se basa en los resultados de la prueba estadística de la
suma de cuadrados extra, la cual mostró que los rodales de N. dombeyi crecen bajo el efecto de los
distintos factores del sitio que son característicos para cada zona.

Los resultados permitieron validar la zonificación propuesta por Esse et al. (2013), quienes
definieron zonas edafoclimáticas homogéneas para N. dombeyi a través de análisis espacial basado
en un conjunto de variables biofísicas relacionados con factores climáticos, suelo y topográficos,
que influyen en el crecimiento y desarrollo de esta especie.

Como resultado de la validación de los modelos, se recomienda que se deban aplicar en


rodales con edades comprendidas entre 10 y 60 años. Este resultado, es similar a otros (Clutter et
al. 1983, Carrero et al. 2008, Kitikidou et al. 2012) y muestra que los modelos de crecimiento y de
productividad, tienen problemas de ajuste de curvas en las edades más tempranas de desarrollo,
por lo que la gama de aplicaciones de éstas deben estar claramente definidas.

La información obtenida, sobre la productividad de los bosques secundarios dominados


por una de las más importantes especies nativas del sur de Chile, es pertinente para los proyectos
de desarrollo forestal, para la asignación diferencial de las subvenciones actuales para las prácticas
silvícolas en estos bosques, y para la planificación del uso del suelo. Estas cuestiones deberían
contribuir sustancialmente a la gestión sostenible de las especies naturales cuyas características de
crecimiento y de productividad han demostrado su alto potencial para el sector forestal.

3.3. Análisis de rodales intervenidos y no intervenidos.

Basado en el conocimiento de los rodales visitados, y en conversación con algunos


propietarios de bosques, se logró identificar, en dos etapas de terreno, rodales intervenidos y no
intervenidos. Es importante resaltar que la condición de ‘intervenido’ y ‘no intervenido’ dista de la
planificación original del presente estudio, el cual proponía la identificación de rodales

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

‘Manejados’ y ‘No Manejados’, debido principalmente a que la experiencia lograda a través del
proyecto nos ha mostrado que los bosques secundarios en general, sufren de prácticas de
extracción de madera en forma permanente y muy alejada de las prescripciones técnicas que
orienten de mejor forma el manejo sustentable del recurso. Es por ello, que los resultados de este
objetivo no permiten un análisis en detalle de los crecimientos, y por ende, los sistemas
silviculturales propuestos atienden a establecer un sistema orientado al mejoramiento y ordenación
de estos tipos de bosques, basado principalmente en el comportamiento del crecimiento y la
variabilidad de sitio de cada zona estudiada.

3.3.1. Características generales de crecimiento para los rodales de la zona homogénea 1.

El rodal no intervenido se ubica en la precordillera andina de la provincia de Cautín


(comuna de Curarrehue) a los 650 m snm, sobre suelos originados de cenizas volcánicas
modernas. El rodal intervenido en la cordillera andina de la provincia de Cautín (comuna de
Curarrehue) a los 550 m snm, sobre suelos originados de cenizas volcánicas modernas. Ambos
rodales se ubican en la región de la Araucanía. En términos generales el rodal intervenido
presentan una estructura que sugiere una condición mixta (presencia de coihue <70%); en cuanto
al rodal intervenido, este mostró una composición pura (presencia de coihue >70%) (Figura 16).

El rodal no intervenido presenta una densidad media alcanza los 1.280 árboles por
hectárea, sin embargo, en algunos sectores vecinos, los rodales presentaron densidades superiores
a los 4.000 árboles por hectárea. El DMC bordea los 33 cm con un volumen medio estimado en
alrededor de 550 m3 ha-1, y una altura total media de 25 metros.

El rodal intervenido, de acuerdo a información proporcionada por el propietario, fue


intervenido el año 1995 (proyecto GTZ de cooperación Alemana), y al año 2013 alcanza 1160
árboles por hectárea, aunque en algunos sectores vecinos, el rodal presentó densidades superiores
a los 1500 árboles por hectárea. El DMC bordea los 33 cm con un volumen medio estimado en
alrededor de 396,42 m3 ha-1, y una altura total media de 23 metros. El manejo al cual fue sometido
este rodal consistió a la extracción de individuos de menor calidad favoreciendo el crecimiento de
los mejores individuos, cabe destacar que en los sectores visitados los bosques secundarios de
coihue crecen y se desarrollan a altas densidades en sus primeras etapas de desarrollo, es por ello
que los productos madereros que potencialmente pueden extraerse a partir de las primeras
extracciones solo atienden, en su mayoría, al autoconsumo como fuente energética, y en algunos
casos excepcionales, venta de trozos para madera aserrable país y durmientes para la industria
ferroviaria. La Figura 17, muestra los incrementos de cada rodal.

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final 2014

a.) b.)

Figura 16. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal intervenido (b) en la zona
homogénea de crecimiento 1.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla 8.


Cabe señalar que los crecimientos corresponden al incremento total en periodos de 5 años.

Tabla 8. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido.

Rodal no intervenido Rodal intervenido


Periodo (años) Di (cm) Di (cm)
1979 3,73 4,04
1984 3,81 3,21
1989 4,01 3,36
1994 4,26 2,65
1999 4,30 3,28
2004 4,68 4,31
2009 5,28 3,61
Promedio 4,30 3,49
Altura Total (m) 20,00 23,08
DAP (cm) 23,30 28,00
Edad (años) 47,00 55,00
Volumen (m3 Ha-1 ) 550,31 396,42
3 -1
IMA (m Ha ) 11,83 7,11

Al analizar los crecimientos medios de ambos rodales, a través de la prueba t-student, se


evidenció la existencia de diferencias significativas (p<0,05).

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Figura 17. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en un período de 5 años.

3.3.2. Características generales de crecimiento para los rodales de la zona homogénea 2.

El rodal no intervenido se ubica en el sector de Llancahue, zona de la costa de la provincia


de Valdivia, con una altitud aproximada de 350 m snm, sobre suelos rojo arcillosos. En términos
generales el rodal no intervenido (Figura 18b) presenta una estructura que sugiere una condición
pura (presencia de coihue >70%); en cuanto al rodal intervenido, este se ubica en el sector de
Futangue en la comuna de Lago Ranco provincia Del Ranco, ubicado a una altitud de 150 m snm
dicho rodal mostró una composición pura (presencia de coihue >70%) (Figura 18a).

El rodal intervenido, de acuerdo a información proporcionada por el propietario, fue


intervenido el año 2002, al año 2013 alcanza 560 árboles por hectárea, aunque en algunos
sectores vecinos, el rodal presentó densidades superiores a los 1800 árboles por hectárea. El DMC
bordea los 21 cm con un volumen medio estimado en alrededor de 405,8 m3 ha-1, y una altura total
media de 19,40 metros.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla 9.


Cabe señalar que los crecimientos corresponden al incremento total en periodos de 5 años. Al
comparar los crecimientos a través del test t-student, se determinó la no existencia de diferencias
significativas (p>0,05) para ambos rodales. Este resultado indica que ambos rodales mantienen
crecimientos similares pese a que uno de ellos ha sido intervenido, lo cual muestra un potencial
silvícola interesante para el rodal intervenido ya que responde de forma óptima al manejo.

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a.) b.)

Figura 18. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal intervenido (b) en la zona
homogénea de crecimiento 2.

Tabla 9. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido.


Rodal intervenido Rodal no intervenido
Periodo (años) Di (cm) Di (cm)
1979 2,17 2,37
1984 2,41 2,76
1989 2,91 3,10
1994 3,26 3,24
1999 3,30 3,21
2004 3,47 3,31
2008 3,66 3,81
Promedio 3,02 3,11
Altura Total (m) 22,5 19,4
DAP (cm) 20,75 20
Edad (años) 50,25 50
Volumen (m3 Ha-1 ) 446,11 405,8
3 -1
IMA (m Ha ) 8,83 7,96

La Figura 19, muestra las curvas de crecimiento diametral para cada rodal analizado en
periodos de 5 años.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Figura 19. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en periodos de 5 años.

3.3.3. Características generales de crecimiento para los rodales de la zona homogénea 3.

El rodal no intervenido se ubica en la precordillera andina de la provincia de Cautín en la


región de la Araucanía (Licán Ray) a una latitud de aproximadamente 750 m snm, sobre suelos de
origen volcánico. En términos generales éste rodal presenta una estructura coetánea en términos de
composición florística (presencia coihue>70%) (Figura 20).

El rodal no intervenido presenta una densidad media alcanza los 720 árboles por hectáreas.
El DMC bordea los 29 cm con un volumen medio estimado en alrededor de 653,47 m3 ha-1, y una
altura total media de 23,80 metros.

El rodal intervenido se ubica en la precordillera andina de la provincia de Cautín en la


región de la Araucanía (Laguna Quepe). En términos generales el rodal presentan manejo, el cual,
y de acuerdo al propietario data del año 1990, dicho rodal presenta una densidad media alcanza los
820 árboles por hectáreas. El DMC bordea los 20 cm con un volumen medio estimado en
alrededor de 388,10 m3 ha-1, y una altura total media de 23,17 metros.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla 10.
Cabe señalar que los crecimientos corresponden al promedio de los últimos 5 años.

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a.) b.)

Figura 20. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal intervenido (b) en la
zona homogénea de crecimiento 3.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla


10. Cabe señalar que los crecimientos corresponden al incremento total en periodos de 5 años.
Al comparar los crecimientos a través del test t-student, se determinó la existencia de
diferencias altamente significativas (p<0,05) para ambos rodales. Este resultado muestra que
ambos rodales poseen crecimientos muy distintos, lo cual se evidencia en al comprar las curvas
de crecimiento diametral, en las cuales al parecer ambos rodales poseen una historia de
intervenciones que dificultan su análisis, así como también los crecimientos totales de cada
rodal (Figura 21).

Tabla 10. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido.

Rodal no intervenido Rodal intervenido


Periodo (años) Di (cm) Di (cm)
1979 2,20 3,08
1983 2,20 3,07
1988 2,07 3,04
1993 2,55 4,35
1998 2,96 4,76
2003 2,64 4,67
2008 2,44 4,14
2013 2,64 4,08
Promedio 2,46 3,89
Altura Total (m) 23,8 23,17

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

DAP (cm) 22,4 21,23


Edad (años) 53 52
3 -1
Volumen (m Ha ) 653,47 388,1
3 -1
IMA (m Ha ) 12,22 7,4

Figura 21. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en periodos de 5 años.

3.3.4. Características generales de crecimiento para los rodales de la zona homogénea 4.

Los rodales intervenido y no intervenido se ubican en el cordón cordillerano de la costa de


la provincia del Ranco (La Unión) en la región de los Ríos. En términos generales el rodal no
intervenido presenta una estructura coetánea en términos de composición florística (presencia de
coihue>70%), condición similar para el rodal intervenidos. Ambos rodales se establecen,
principalmente, sobre suelos del tipo rojo arcilloso y metamórfico a una altitud media de 420 m
snm.

El rodal no intervenido presentó una densidad media alcanza los 800 árboles por hectáreas.
El DMC bordea los 24 cm con un volumen medio estimado en alrededor de 371,97 m3 ha-1, y una
altura total media de 22 metros.

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

El rodal intervenido presenta manejo, el cual, y de acuerdo al propietario data del año
2000, dicho rodal presenta una densidad media alcanza los 940 árboles por hectáreas. El DMC
bordea los 24,45 cm con un volumen medio estimado en alrededor de 245,77 m3 ha-1, y una altura
total media de 20 metros.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla 11.
Cabe señalar que los crecimientos corresponden al promedio de los últimos 5 años.

a.) b.)

Figura 22. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal intervenido (b) en la zona
homogénea de crecimiento 4.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla 11.
Al comparar los crecimientos a través del test t-student, se determinó la existencia de diferencias
altamente significativas (p<0,05) para ambos rodales. Este resultado muestra rodales que crecen y
responden a las intervenciones de forma muy distinta, lo cual dificulta el análisis final.

Tabla 11. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido.


Rodal no intervenido Rodal intervenido
Periodo (años) Di (cm) Di (cm)
1984 4,15 2,09
1989 4,71 2,38
1994 5,79 2,59
1999 6,81 2,90
2004 6,95 3,17
2009 6,40 3,45
Promedio 5,80 2,76

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Altura Total (m) 22 20,34


DAP (cm) 22 21
Edad (años) 48 46
3 -1
Volumen (m Ha ) 371,97 245,77
3 -1
IMA (m Ha ) 7,75 4,9

Figura 23. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en periodos de 5 años.

3.3.5. Características generales de crecimiento para los rodales de la zona homogénea 5.

Los rodales intervenido y no intervenido se ubican en el cordón cordillerano de la costa


ubicado en la provincia de Cautín (Carahue) en la región de la Araucanía. En términos generales el
rodal no intervenido presenta una estructura coetánea y pura en términos de composición
florística, condición similar para los rodales intervenidos (Figura 24). Ambos rodales crecen y se
desarrollan sobre suelos de tipo metamórficos a una altitud media de 650 m snm.

El rodal no intervenido presentó una densidad media alcanza los 2320 árboles por
hectáreas. El DMC bordea los 15,19 cm con un volumen medio estimado en alrededor de 471,74
m3 ha-1, y una altura total media de 18 metros.

El rodal intervenido, el cual, y de acuerdo al propietario data del año 2000, dicho rodal
presenta una densidad media alcanza los 1.640 árboles por hectáreas. El DMC bordea los 11 cm

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

con un volumen medio estimado en alrededor de 471,74 m3 ha-1, y una altura total media de 18
metros.

a.) b.)

Figura 24. Distribución diamétrica para rodal no intervenido (a) y rodal intervenido (b) en la zona
homogénea de crecimiento 5.

Los resultados de crecimiento en diámetro, para ambos rodales, se aprecian en la tabla 12.
Al comparar los crecimientos medios a través del test t-student, se determinó la existencia de
diferencias significativas (p<0,05) entre ambos rodales. Este resultado muestra rodales que crecen
y responden a las intervenciones de forma distinta, lo cual dificulta el análisis final. Además, que
ambos rodales muestran un nivel de intervención más allá de lo indicado por el propietario.

Tabla 12. Crecimientos diametrales estimados para rodal intervenido y no intervenido.

Rodal no intervenido Rodal intervenido


Periodo (años) Di (cm) Di (cm)
1979 4,41 3,98
1984 4,40 4,09
1989 4,16 3,07
1994 5,11 3,04
1999 5,94 5,85
2004 5,28 4,76
2009 4,88 3,67
2012 5,28 4,09
Promedio 4,93 4,07
Altura Total (m) 18 22
DAP (cm) 18 20

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Edad (años) 48 50
3 -1
Volumen (m Ha ) 471,74 234,43
3 -1
IMA (m Ha ) 9,83 4,71

Figura 25. Curvas comparativas de crecimiento para ambos rodales en periodos de 5 años.

3.3.6. Discusión sobre los crecimientos de rodales en cada zona edafoclimática homogénea.

La información correspondiente al punto 3.3 del presente informe, ilustra que la mayoría
de los renovales tiene edades entre los 47 y 53 año, en promedio por zona. Las Zonas 1 y 5
representan renovales con menor mezcla de especies, donde coihue crece formando rodales más
puros, mientras que las zonas 2 a 4 corresponden a sectores donde existe una mayor presencia de
especies acompañantes, tolerantes y semitolerantes a la sombra. Las poblaciones de coihue
generalmente tienen una distribución diamétrica cercana a una normal, salvo aquella en este caso
representada en la zona 3 que está sesgada hacia la izquierda. Cuando se trata de renovales de
avanzada edad, como en estos casos cercanos a 50 años, es común encontrar distribuciones
diamétricas similares a una normal, ya que los árboles más pequeños han muerto por competencia
dependiente de la densidad.

Los crecimientos observados para árboles dominantes fluctúan entre 2,5 y 5,8 mm por año
para las últimas dos décadas, y entre 2,5 y 6,7 mm por año en la última década. Estas son buenas
tasas de crecimiento considerando que los árboles dominantes en estos renovales tienen diámetros

67
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

entre 30 y 50 cm, es decir en ellos se acumula una alta área basal y volumen por unidad de
crecimiento.

En cuanto a crecimientos en volumen, los renovales han crecido en promedio entre 7 y 13


3
m /ha/año, lo que ilustra que claramente en estos últimos años deben estar creciendo más debido a
que se encuentran en la etapa de mayor pendiente de la curva sigmoidea de crecimiento típica de
estas poblaciones, tal como lo demuestra la Figura 9 de este estudio y que muestra las curvas
medias de crecimiento en altura dominante para todas las zonas estudiadas. Es probable que los
crecimientos del último período sean cercanos a los 15-20 m3/ha/año como lo reportado por
Donoso et al. (1999) en renovales entre 23 y 27 años.

Los patrones de respuesta a raleos no fueron claros. Hay tres zonas donde el crecimiento
en los últimos años ha sido superior en los rodales intervenidos (zonas 2, 3 y 4) y dos en que ha
sido inferior (zonas 1 y 5), y en promedio el crecimiento ha sido aproximadamente un 10%
superior en los rodales intervenidos.

Algunos resultados que permiten generar algunas interpretaciones, indican que donde se
encontró un mejor crecimiento fue en el rodal intervenido de menor edad (zona 4), que de acuerdo
a los antecedentes, fue intervenido el año 2000, cuando tenía 33 años. Es interesante observar que
el rodal de la zona 3 también fue intervenido cuando tenía 30 años, y luego de ello, cuando tenía
entre 30 y 40 años, describiendo un crecimiento entre 4,6 y 4,7 cm para períodos de 5 años.

La ausencia de patrones claros puede ocurrir debido a que no se conoce con precisión en
qué consistieron las intervenciones en los rodales. Si éstas buscaron liberar los árboles dominantes
y codominantes de mejores características, como en un raleo de copas, es probable que debería
haber habido una respuesta clara en crecimiento, especialmente entre los codominantes liberados.
Sin embargo, si las intervenciones extrajeron los mejores individuos dominantes y codominantes
hasta un punto de respectar el área basal máxima posible de extracción, entonces eso podría
explicar la ausencia de respuesta a las intervenciones en algunas situaciones. Para ilustrar esta
situación se muestran los resultados de un raleo en un renoval de Nothofagus obliqua con especies
tolerantes de similar edad a los renovales de este estudio (alrededor de 50 años), en que queda en
evidencia que tanto los N.obliqua dominantes, como los codominantes, y las especies
semitolerantes del dosel intermedio responden positivamente al raleo (Figura 26).

Con respecto a la propuesta de sistemas silviculturales es muy relevante si los bosques son
o tienen el potencial de ser sólo puros o también pueden ser mixtos. Nosotros usamos la
definición de que un bosque puro es aquel que tiene más del 70% del área basal en coihue en este
caso. De acuerdo a eso, la mayoría de los renovales (parcelas) estudiadas fueron puras en
composición arbórea, pero esta condición sólo se mantiene en el tiempo, a través de la sucesión

68
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

forestal, en las zonas 1 y 5 por sus ubicaciones geográficas, a diferencia de las zonas 2, 3 y 4 en
que naturalmente los actuales renovales que por definición aparecen puros definición, con el
tiempo pasarán a tener una composición mixta. Que los renovales a los 50 años sean puros por
definición no es extraño, ya que las especies del dosel intermedio aún son pequeñas y no
contribuyen mucho en área basal al bosque (esto queda bien reflejado en un estudio de Chris
Lusk y Alicia Ortega del año 2003). Estas consideraciones son importantes ya que los renovales
de N. dombeyi pueden ser conducidos a través de la silvicultura por una trayectoria para
manejarlos en forma pura pero en el caso de las zonas 2 a 5 también pueden ser intervenidos de
manera de manejarlos como bosques mixtos.

Figura 26. Crecimiento en diámetro cuatro años después del raleo de un renoval de N. obliqua de
50 años en la zona de Panguipulli expresado en árboles dominantes y codominantes de N. obliqua
(RD y RCD) y árboles del dosel intermedio (I) antes (AR) y después (DR) del raleo.

3.4. Definición de sistemas silviculturales según zonas de crecimiento y composición y


estructura de bosques.

3.4.1. Sistemas silviculturales para la Zona 1.

Los sistemas silviculturales para esta zona, que corresponde a la Cordillera de los Andes
en general sobre los 500 m de altitud, deben estar orientados principalmente al crecimiento de
bosques puros de coihue o, eventualmente, mixtos con acompañamiento de raulí (Nothofagus
alpina), ello debido a que sobre este rango altitudinal los bosques del género Nothofagus poseen

69
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

una estructura simple en composición que a menos altitudes, especialmente en las provincias de
Valdivia y Ranco. En el caso de la situación actual, con renovales que en promedio tienen cerca
de 50 años, aún se puede esperar que haya respuestas en crecimiento si el método y la intensidad
del raleo es adecuada. Considerando que se trata de renovales con un alto DMC, claramente hay
que reducir la densidad hacia valores de densidad final para la cosecha, lo que implica dejar entre
400 y 500 árboles (coihue soporta mayores densidades que otros Nothofagus; Lusk y Ortega
2003), y cosechar cuando el propietario lo estime conveniente, probablemente cuando el rodal
alcance entre 35 y 40 cm de DMC.

La Zona 1 además corresponde al sitio de calidad intermedia entre las zonas 1 a 3, lo que
implica que: La oportunidad para el primer raleo es relativamente temprana (Figura 27),
alrededor de 15 años. El crecimiento en diámetro a esta edad es de aproximadamente 7 mm
anuales para los árboles dominantes, lo que han alcanzado 10 cm de diámetro. Por tratarse se
bosques puros se recomienda hacer tres raleos (dos más después del primero a los 10 años) de
acuerdo al criterio de mantener un rango de densidades relativas entre 50 y 70%. De acuerdo a
los crecimientos registrados para árboles dominantes de coihue en esta zona se estima que con
este régimen silvicultural, al cabo de 60 años se puede logar un diámetro medio de alrededor de
40 cm.

1er Raleo 2° Raleo 3er Raleo


Corta final

Figura 27. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de la Zona
Edafoclimática Homogénea 1: intervenciones propuestas.

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final 2014

3.4.2. Sistemas silviculturales para la Zona 2.

La Zona 2, mostró los mejores sitios de crecimiento para coihue. En términos generales,
la composición de los rodales tiende a ser mixtas, por lo cual coihue crece mezclado con otras
especies, y en especial con canelo, es decir otra especie relativamente pionera y de buen
crecimiento. Esta mezcla refleja las mayores condiciones de humedad de estos bosques de
altitudes medias y bajas con respecto de aquellos a similares altitudes en la zona 3, más al norte.
En esta zona se propone intervenir los rodales a través de tres raleos (Figura 28) con el objeto de
favorecer tanto al estrato dominante de coihue como aquel intermedio o codominante de canelo
(y otras especies tolerantes de interés), se espera llegar a una edad de cosecha de 55 años de
coihue y de 70 años de canelo (más coihues de grandes dimensiones).

Para los renovales actuales, con edades cercanas a 50 años y DMC entre 25 y 30 cm, se
recomienda un raleo de coihue hacia densidades de 400-500 árboles por ha, y luego cuando se
haya alcanzado el diámetro de cosecha definido por el propietario cosechar el coihue excepto por
los 50 individuos más vigorosos que se deben dejar crecer hasta diámetros de alto valor y hasta el
momento en que las especies acompañantes hayan alcanzado su diámetro objetivo.

1er Raleo 3er Raleo


Corta final otras Spp.

2° Raleo
Corta final Coihue

Figura 28. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de la Zona
Edafoclimática Homogénea 2: intervenciones propuestas.

71
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

3.4.3. Sistemas silviculturales para la Zona 3.

La Zona 3, al igual esta la Zona 4, son las menos productivas. Sin embargo, la Zona 3
muestra rodales creciendo en su mayoría en la precordillera de los Andes (siendo los rodales
menos productivos de los Andes del centro-sur de Chile), renovales que en general poseen una
composición mixta. Es necesario definir para dicha Zona, sistemas silviculturales de rotaciones
más largas y cosechas en dos tiempos, uno para la mayoría del volumen de coihue cuando
alcance diámetros comercialmente interesantes, y otro para cuando las especies acompañantes
alcancen dichos diámetros comerciales, debe ser acompañado de a lo menos una corta de
mejoramiento (Figura 29).

Cosecha final
Cosecha 1

Corta de
mejoramiento

Figura 29. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de la Zona
Edafoclimática Homogénea 3: intervenciones propuestas.

3.4.4. Sistemas silviculturales para la Zona 4.

En términos generales esta zona es la menos productiva de todas, y es la que ha mostrado


el más lento crecimiento de todas las zonas analizadas, los rodales se ubican en tierras bajas de la
ladera occidental de la cordillera de la Costa, sobre suelos arcillosos. Por tratarse de tierras bajas
son renovales con altos niveles de mezcla de especies. Los resultados señalan que el rodal

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final 2014

intervenido en esta zona ha tenido muy buenas respuestas en crecimiento en diámetro, a pesar de
ser una zona de crecimiento pobre. En forma preliminar se sugiere efectuar varios raleos en
periodos de 10 años para favorecer el desarrollo de renovales mixtos, donde la menor densidad de
coihue favorecería su crecimiento y el de especies acompañantes.

Cosecha final
Cortas de Mejoramiento

Figura 30. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de la Zona
Edafoclimática Homogénea 4: intervenciones propuestas.

3.4.5. Sistemas silviculturales para la Zona 5.

Los crecimientos de la Zona 5 corresponden a renovales puros en suelos de textura fina,


donde se debe trabajar el manejo de la densidad sólo de coihue. Presenta crecimiento muy
parecidos a los de la Zona 3, por lo tanto es necesario definir para dicha Zona, sistemas
silviculturales de rotaciones largas y cosecha final en un turno, para el total del volumen de
coihue cuando alcance diámetros comercialmente interesantes, debe ser acompañado de a lo
menos una corta de mejoramiento (Figura 31).

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

Cosecha final
Corta de
mejoramiento

Figura 31. Curva de crecimiento medio en altura dominante para rodales de la Zona
Edafoclimática Homogénea 5: intervenciones propuestas.

3.4.6. Especificaciones técnicas sobre los sistemas silviculturales propuestos.

Proposición de sistemas silviculturales para renovales de composición pura en las Zonas 1


y 5; y para renovales mixtos en las zonas 2, 3 y 4. Las edades son variables según productividad
de las zonas, con intervenciones más tempranas en las mejores zonas.

Tabla 13. Sistemas silviculturales propuestos.


Primer raleo
Tipo de Manejo
Edad Intensidad Método

Puro 15 50% Por espaciamiento

Mixto 15 50% Por espaciamiento libre en segundo estrato

Mixto 20 60% Por espaciamiento libre en segundo estrato

Segundo raleo
Tipo de Manejo
Edad Intensidad Método

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Puro 25 60% Copa

Mixto 25 50% Copa libre en segundo estrato

Mixto 30 60% Copa libre en segundo estrato

Tercer raleo
Tipo de Manejo
Edad Intensidad Método

Puro 38 60% Copa

Mixto 38 50% Copa libre en segundo estrato

Mixto 45 60% Copa libre en segundo estrato

Cosecha 1 Cosecha 2
Tipo de Manejo
Edad Edad Método

Puro 55 - Tala rasa / Tala rasa en fajas

Mixto 55 (coihue) 70 (coihue y canelo) Tala rasa / Tala rasa en fajas

Mixto 60 (coihue) 80 (coihue y otras) Tala rasa / Tala rasa en fajas

Resumen

El proyecto abordó una temática fundamental para la ley de bosque nativo cual es conocer
en forma diferenciada la productividad de los renovales dominados por Nothofagus dombeyi en
el centro sur de Chile, y a partir de ello generar propuestas silviculturales. Los resultados
permitirán avanzar en la idea de asignar en forma diferenciada los recursos para el manejo de
renovales, ello en función de su productividad y potenciales productivos.

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ANEXOS

1. Base de datos (parcelas N°=206)

RESUMEN PARCELAS Proyecto CONAF N° 062/2011


Zona N° N° Sector Parcela N DMC AB Edad Dap med Hmed composición se acoge a la norma si/no
1 1 Maite 1 880 37,51 97,22 35 32 13 Pura
1 2 Maite 2 3560 25,98 188,68 47 22 12 Pura si
1 3 Maite 3 1840 28,81 119,98 45 23 13 Pura si
1 4 Maite 4 1200 30,41 87,13 51 29 15 Pura si
1 5 Maite 5 800 32,00 64,33 49 31 14 Pura si
1 6 Maite 6 2240 13,24 30,85 51 13 13 Pura no
1 7 Maite 7 2520 14,99 44,47 49 14 15 Pura si
1 8 Maite 8 1440 26,84 81,46 47 24 18 Mixtas si
1 9 Maite 9 1240 21,26 44,04 45 19 10 Mixtas si
1 10 Maite 10 1680 27,66 100,97 41 26 19 Pura si
1 11 Maite 11 1000 31,43 77,57 43 27 21 Pura si
1 12 Maite 12 1080 32,20 87,93 39 28 19 Pura si
1 13 Maite 13 840 30,33 60,68 47 29 23 Pura si
1 14 Maite 14 920 25,42 46,68 42 24 21 Pura si
1 15 Maite 15 960 22,21 37,18 43 20 18 Pura no
1 16 Maite 16 1120 29,26 75,32 40 28 21 Pura si
1 17 Maite 17 1280 32,88 108,69 43 31 25 Pura si
1 18 Maite 18 1160 26,20 62,54 42 23 22 Pura si
1 19 Maite 19 1240 22,25 48,20 44 22 18 Pura si
1 20 Maite 20 1280 29,22 85,82 42 27 22 Pura si
1 21 Maite 21 1040 32,66 87,10 39 31 20 Pura si
1 22 Maite 22 1160 32,77 97,84 41 28 13 Mixtas si
1 23 Maite 23 1400 28,62 90,08 45 27 17 Pura si
1 24 Maite 24 1840 21,67 67,84 65 19 16 Pura si
1 25 Maite 25 1320 29,51 90,28 49 28 20 Pura si
1 26 Maitenes 1 640 34,47 59,73 46 33 19 Pura si
1 27 Maitenes 2 800 25,10 39,58 53 24 20 Pura si
1 28 Maitenes 3 720 26,86 40,79 58 25 22 Pura no
1 29 Maitenes 4 1240 27,76 75,04 51 26 19 Pura si
1 30 Maitenes 5 920 25,34 46,39 53 24 19 Pura si
1 31 Maitenes 6 1160 21,64 42,67 55 20 16 Pura si
1 32 Maitenes 7 880 21,32 31,41 47 20 18 Pura no
1 33 Maitenes 8 1040 27,84 63,29 48 26 20 Pura si
1 34 Maitenes 9 1040 20,90 35,68 51 19 20 Pura no
1 35 Maitenes 10 1320 14,35 21,35 44 14 20 Pura no
1 36 Manzano 1 3320 11,36 33,65 54 12 14 Pura si
1 37 Manzano 2 1400 17,89 35,20 51 17 20 Pura no
1 38 Manzano 3 500 18,66 13,67 61 18 20 Pura no
1 39 Manzano 4 580 21,30 20,66 49 21 20 Pura no
1 40 Manzano 5 1300 14,59 21,74 51 15 16 Pura no
1 41 Manzano 6 820 23,46 35,45 56 23 20 Pura no
1 42 Manzano 7 480 24,67 22,94 55 26 20 Pura no
1 43 Manzano 8 1360 18,55 36,76 54 18 19 Pura no
1 44 Manzano 9 1400 14,52 23,17 56 14 15 Pura no
1 45 Manzano 10 1080 16,18 22,21 55 16 16 Pura no
2 46 Futangue 1 560 16,26 11,63 59 16 22 Pura no
2 47 Futangue 2 1000 18,78 27,71 63 19 24 Mixtas no
2 48 Futangue 3 1000 18,02 25,50 64 19 21 Pura no
2 49 Futangue 4 620 22,20 23,99 61 24 24 Pura no
2 50 Futangue 5 820 19,45 24,35 56 20 14 Pura no

83
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

2 51 Futangue 6 840 19,82 25,92 60 21 21 Mixtas no


2 52 Futangue 7 740 20,52 24,46 53 22 16 Pura no
2 53 Futangue 8 1500 15,51 28,36 59 16 19 Mixtas no
2 54 Futangue 9 900 19,67 27,36 64 22 21 Pura no
2 55 Futangue 10 1360 20,06 42,98 58 22 24 Pura si
2 56 Futangue 11 1460 13,92 22,23 59 13 23 Pura no
2 57 Futangue 12 1440 15,54 27,30 61 16 27 Pura no
2 58 Futangue 13 1000 16,80 22,16 60 17 25 Mixtas no
2 59 Futangue 14 560 21,31 19,97 58 20 24 Pura no
2 60 Futangue 15 1000 19,32 29,32 62 20 29 Pura no
2 61 Llancahue 1 2670 25,83 139,86 85 22 34 Pura si
2 62 Llancahue 2 4620 23,62 202,38 46 19 26 Pura si
2 63 Llancahue 3 3780 25,96 200,09 91 21 25 Pura si
2 64 Llancahue 4 3870 30,13 275,89 87 22 27 Pura si
2 65 Llancahue 5 3780 21,95 142,99 83 18 33 Pura si
2 66 Llancahue 6 3780 31,75 299,19 79 22 32 Pura si
2 67 Llancahue 7 4830 22,15 186,06 56 17 34 Pura si
2 68 Llancahue 8 2940 22,78 119,79 73 18 31 Pura si
2 69 Llancahue 9 4410 18,67 120,78 70 15 22 Pura si
2 70 Llancahue 10 5730 18,57 155,24 85 15 23 Pura si
2 71 Llancahue 11 6270 16,73 137,89 85 13 24 Pura si
2 72 Llancahue 12 4440 17,37 105,16 82 15 21 Pura si
2 73 Llancahue 13 778 31,60 60,99 77 26 22 Pura si
2 74 Llancahue 14 2122 26,73 119,10 75 22 20 Mixtas si
2 75 Llancahue 15 833 30,88 62,42 70 23 28 Mixtas si
2 76 Llancahue 16 611 23,16 25,75 76 18 30 Pura no
2 77 Llancahue 17 967 21,48 35,03 66 18 22 Mixtas no
2 78 Llancahue 18 1200 30,99 90,51 78 24 21 Pura si
2 79 Llancahue 19 511 32,04 41,20 74 27 30 Pura si
2 80 Llancahue 20 433 26,61 24,09 73 22 26 Pura no
2 81 Llancahue 21 1133 24,13 51,83 65 19 22 Pura no
2 82 Llancahue 22 1800 19,33 52,80 74 16 30 Pura si
2 83 Llancahue 23 967 19,84 29,87 71 17 23 Pura no
2 84 Llancahue 24 990 16,45 21,05 69 13 22 Pura no
2 85 Llancahue 25 578 32,90 49,12 81 24 20 Pura si
2 86 Llancahue 26 533 32,50 44,25 80 23 20 Pura si
2 87 Llancahue 27 511 27,95 31,35 78 23 22 Pura no
2 88 Llancahue 28 1470 16,19 30,28 77 13 31 Pura no
2 89 Llancahue 29 1800 24,13 82,35 66 24 28 Pura si
2 90 Llancahue 30 1860 22,41 73,37 72 21 29 Pura si
2 91 San Pablo 1 1170 15,59 22,33 51 17 19 Pura no
2 92 San Pablo 2 720 15,53 13,64 47 16 24 Pura no
2 93 San Pablo 3 720 19,02 20,46 48 19 14 Pura no
2 94 San Pablo 4 900 17,13 20,74 41 18 20 Pura no
3 95 Laguna Quepe 1 900 21,23 31,85 55 26 27 Pura no
3 96 Laguna Quepe 2 820 22,23 31,83 49 27 24 Pura no
3 97 Laguna Quepe 3 840 24,06 38,19 54 28 21 Pura no
3 98 Laguna Quepe 4 960 19,32 28,15 52 20 28 Pura no
3 99 Laguna Quepe 5 980 22,01 37,27 55 27 29 Pura no
3 100 Laguna Quepe 6 880 23,76 39,03 51 28 20 Pura no

84
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

3 101 Laguna Quepe 7 700 27,54 41,71 58 33 26 Pura no


3 102 Laguna Quepe 8 720 21,67 26,56 57 26 21 Pura no
3 103 Laguna Quepe 9 880 22,26 34,25 55 28 27 Pura no
3 104 Laguna Quepe 10 820 19,89 25,49 51 26 30 Pura no
3 105 Laguna Quepe 11 800 20,79 27,15 58 25 28 Pura no
3 106 Laguna Quepe 12 880 21,76 32,73 38 26 23 Pura no
3 107 Laguna Quepe 13 900 22,78 36,69 43 28 22 Pura no
3 108 Laguna Quepe 14 860 23,04 35,85 49 28 13 Pura no
3 109 Laguna Quepe 15 940 17,79 23,35 44 24 30 Pura no
3 110 Laguna Quepe 16 1040 16,90 23,32 46 19 13 Pura no
3 111 Laguna Quepe 17 1100 22,94 45,47 37 29 15 Pura no
3 112 Laguna Quepe 18 800 18,19 20,78 52 24 22 Pura no
3 113 Laguna Quepe 19 920 25,59 47,32 42 32 31 Pura si
3 114 Laguna Quepe 20 900 26,73 50,49 59 32 25 Pura si
3 115 Laguna Quepe 21 1000 22,87 41,08 51 30 22 Pura no
3 116 Laguna Quepe 22 740 23,97 33,38 49 30 31 Pura no
3 117 Laguna Quepe 23 800 24,48 37,66 52 30 27 Pura no
3 118 Laguna Quepe 24 940 17,90 23,65 45 22 27 Pura no
3 119 Laguna Quepe 25 820 28,97 54,06 49 32 22 Pura si
3 120 Laguna Quepe 26 820 19,94 25,61 51 23 24 Pura no
3 121 Laguna Quepe 27 680 20,96 23,46 50 24 25 Pura no
3 122 Laguna Quepe 28 800 20,38 26,10 48 22 24 Pura no
3 123 Laguna Quepe 29 820 22,31 32,05 47 24 22 Pura no
3 124 Laguna Quepe 30 720 28,31 45,33 53 26 25 Pura no
3 125 Lican Ray 1 960 24,09 43,75 53 24 20 Pura no
3 126 Lican Ray 2 880 20,56 29,20 51 19 19 Pura no
3 127 Lican Ray 3 1060 21,35 37,96 60 22 16 Pura no
3 128 Lican Ray 4 960 22,18 37,09 50 21 17 Pura no
3 129 Lican Ray 5 460 22,11 17,66 58 19 14 Pura no
3 130 Lican Ray 6 720 29,49 49,19 55 30 15 Pura no
3 131 Lican Ray 7 660 16,54 14,18 58 19 22 Pura no
3 132 Lican Ray 8 640 20,04 20,19 62 19 18 Pura no
3 133 Lican Ray 9 840 20,71 28,31 62 21 20 Pura no
3 134 Lican Ray 10 900 17,99 22,87 59 18 18 Pura no
3 135 Lican Ray 11 600 24,95 29,34 60 24 16 Pura no
3 136 Lican Ray 12 1060 20,36 34,51 61 21 21 Pura no
4 137 Cumulelfu 1 800 24,02 36,25 47 24 15 Pura no
4 138 Cumulelfu 2 960 22,20 37,17 43 22 17 Pura no
4 139 Cumulelfu 3 820 23,09 34,33 48 21 16 Pura no
4 140 Cumulelfu 4 840 25,69 43,53 42 25 17 Pura si
4 141 Cumulelfu 5 520 29,37 35,23 39 28 19 Pura no
4 142 Cumulelfu 6 840 22,93 34,68 47 23 19 Pura no
4 143 Cumulelfu 7 660 26,40 36,13 61 26 16 Pura no
4 144 Cumulelfu 8 720 21,71 26,66 49 20 19 Pura no
4 145 Cumulelfu 9 640 22,59 25,66 35 22 20 Pura no
4 146 Cumulelfu 10 700 23,40 30,10 56 23 15 Pura no
4 147 Cumulelfu 11 780 19,92 24,32 50 19 17 Pura no
4 148 Cumulelfu 12 800 21,63 29,40 54 20 15 Pura no
4 149 Cumulelfu 13 840 20,30 27,19 53 19 17 Pura no
4 150 Cumulelfu 14 820 22,84 33,59 48 22 18 Pura no

85
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

4 151 Cumulelfu 15 500 22,99 20,76 56 23 17 Pura no


4 152 Cumulelfu 16 800 22,18 30,91 51 21 19 Pura no
4 153 Cumulelfu 17 780 22,42 30,79 57 22 16 Pura no
4 154 Cumulelfu 18 760 20,47 25,00 53 18 17 Pura no
4 155 Cumulelfu 19 980 22,52 39,04 60 21 16 Mixtas no
4 156 Cumulelfu 20 760 20,78 25,78 43 19 19 Pura no
4 157 Cumulelfu 21 640 23,29 27,27 52 22 15 Mixtas no
4 158 Cumulelfu 22 900 23,99 40,69 66 22 15 Pura no
4 159 Cumulelfu 23 840 23,60 36,75 60 23 17 Pura no
4 160 Cumulelfu 24 1240 21,78 46,18 55 21 16 Pura si
4 161 Cumulelfu 25 1240 22,23 48,11 61 22 18 Pura si
4 162 Cumulelfu 26 720 21,52 26,19 55 20 18 Pura no
4 163 Cumulelfu 27 620 23,68 27,30 55 24 20 Pura no
4 164 Cumulelfu 28 680 20,51 22,47 97 19 21 Pura no
4 165 Cumulelfu 29 760 25,14 37,73 83 25 17 Pura si
4 166 Cumulelfu 30 700 22,64 28,18 79 21 21 Pura si
4 167 Cumulelfu 31 780 21,48 28,26 90 20 18 Pura no
4 168 Cumulelfu 32 720 25,96 38,10 79 26 20 Pura no
4 169 Cumulelfu 33 720 22,37 28,31 83 22 18 Pura no
4 170 Cumulelfu 34 640 22,91 26,38 80 22 20 Pura no
4 171 Cumulelfu 35 680 23,91 30,54 77 24 22 Pura no
4 172 Cumulelfu 36 760 24,18 34,89 83 23 23 Pura no
4 173 Cumulelfu 37 660 22,59 26,46 73 22 22 Pura no
4 174 Cumulelfu 38 720 24,11 32,88 68 24 17 Pura no
4 175 Cumulelfu 39 860 22,73 34,91 58 22 19 Pura no
4 176 Cumulelfu 40 860 23,03 35,82 67 22 17 Pura no
4 177 Cumulelfu 41 1380 23,80 61,41 68 22 18 Pura si
4 178 Cumulelfu 42 940 24,45 44,14 67 24 19 Pura no
4 179 Cumulelfu 43 1600 21,03 55,55 83 19 20 Pura si
4 180 Cumulelfu 44 1240 24,53 58,61 74 24 19 Pura si
4 181 Cumulelfu 45 1520 17,88 38,15 77 17 20 Pura no
4 182 Cumulelfu 46 1480 20,13 47,11 72 19 20 Pura si
4 183 Cumulelfu 47 1640 19,43 48,63 67 18 22 Pura no
4 184 Cumulelfu 48 1400 23,18 59,07 55 21 18 Pura si
4 185 Cumulelfu 49 1400 21,72 51,89 68 20 20 Pura si
4 186 Cumulelfu 50 1680 20,53 55,62 87 19 21 Pura si
5 187 Casa Blanca 1 640 15,81 12,56 47 15 15 Pura no
5 188 Casa Blanca 2 1000 20,64 33,46 48 19 18 Pura no
5 189 Casa Blanca 3 640 18,28 16,79 48 18 15 Pura no
5 190 Casa Blanca 4 1140 15,28 20,91 48 15 15 Pura no
5 191 Casa Blanca 5 580 21,40 20,86 53 18 19 Pura no
5 192 Casa Blanca 6 360 19,00 10,20 56 17 17 Pura no
5 193 Casa Blanca 7 520 20,47 17,12 53 19 17 Mixtas no
5 194 Casa Blanca 8 860 15,10 15,40 47 13 16 Pura no
5 195 Casa Blanca 9 1140 14,92 19,93 49 13 16 Pura no
5 196 Casa Blanca 10 940 17,85 23,54 52 16 18 Pura no
5 197 Casa Blanca 11 800 15,42 14,95 48 13 18 Pura no
5 198 Casa Blanca 12 1360 14,14 21,37 47 14 19 Pura no
5 199 Casa Blanca 13 860 17,70 21,16 48 16 15 Pura no
5 200 Casa Blanca 14 880 20,18 28,14 49 18 17 Pura no
5 201 Casa Blanca 15 960 20,04 30,29 49 19 15 Pura no
5 202 Casa Blanca 16 840 24,74 40,39 50 25 22 Pura no
5 203 Casa Blanca 17 1160 24,26 53,64 52 24 24 Pura si
5 204 Casa Blanca 18 1100 22,87 45,17 51 23 12 Pura no
5 205 Casa Blanca 19 1640 11,10 15,88 51 12 14 Pura no
5 206 Casa Blanca 20 1400 21,65 51,56 50 22 20 Pura si

86
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

2. Análisis estadísticos (t-student) comparación de medias de crecimiento entre rodales


manejados y no manejados.

(a).- Z-1

Welch Two Sample t-test

data: zona$no and zona$si


t = 2.7414, df = 11.994, p-value = 0.01789
alternative hypothesis: true difference in means is not equal to 0
95 percent confidence interval:
0.1644306 1.4384266
sample estimates:
mean of x mean of y
4.295714 3.494286

(b).- Z-2

Welch Two Sample t-test

data: zona2$no and zona2$si


t = -0.327, df = 11.522, p-value = 0.7495
alternative hypothesis: true difference in means is not equal to 0
95 percent confidence interval:
-0.6814710 0.5043281
sample estimates:
mean of x mean of y
3.025714 3.114286

(c).- Z-3

Welch Two Sample t-test

data: zona3$no and zona3$si


t = -5.1613, df = 9.234, p-value = 0.0005474
alternative hypothesis: true difference in means is not equal to 0
95 percent confidence interval:
-2.0633246 -0.8091754
sample estimates:
mean of x mean of y
2.46250 3.89875

87
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

(d).- Z-4

Welch Two Sample t-test

data: zona4$no and zona4$si


t = 5.9211, df = 6.874, p-value = 0.0006282
alternative hypothesis: true difference in means is not equal to 0
95 percent confidence interval:
1.820426 4.256241
sample estimates:
mean of x mean of y
5.801667 2.763333

(e).- Z-5

Welch Two Sample t-test

data: zona5$no and zona5$si


t = 2.2411, df = 11.965, p-value = 0.04477
alternative hypothesis: true difference in means is not equal to 0
95 percent confidence interval:
0.02373722 1.70376278
sample estimates:
mean of x mean of y
4.93250 4.06875

88
Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

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Proyecto 062/2011 Informe
final 2014

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final 2014

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