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Compraventa Mercantil
Compraventa Mercantil
«Artículo 3.
1°. La compra y permuta de cosas muebles, hecha con ánimo de venderlas, permutarlas o
arrendarlas en la misma forma o en otra distinta, y la venta, permuta o arrendamiento de estas
mismas cosas.
2) Existe ánimo de vender, permutar o arrendar en igual forma o en otra distinta (al
momento del contrato). Ej.: compra de harina para hacer pan
VENTA.
Es mercantil cuando:
PERMUTA
“La compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a
pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero que el comprador da por la
cosa vendida, se llama precio”.
> las cosas que se tienen a la vista y se designan por su especie al contratar;
A) Compras a la vista
El artículo 130 del Código señala: “en la venta de una cosa que se tiene a la vista y es designada
al tiempo del contrato sólo por su especie, no se entiende que el comprador se reserva la
facultad de probarla”.
Conforme al artículo 132, “siempre que la cosa vendida a la vista sea de las que se acostumbra
comprar al gusto, la reserva de la prueba se presume, y esta prueba implica la condición
suspensiva de que la cosa fuere sana y de regular calidad”.
En caso de discusión será el juez de la causa quien determine si la cosa es o no de aquellas que
se acostumbra comprar al gusto, y será necesario el informe de peritos para determinar si la
cosa es “sana y de regular calidad”.
Art. 131.
Artículo 131.
«Cuando el comprador de una cosa a la vista se reserva expresamente la prueba sin fijar plazo
para hacerla, la compra se reputa verificada bajo condición suspensiva potestativa durante el
término de tres días.
Este término se contará desde el día en que el vendedor requiera al comprador para que
verifique la prueba, y si el comprador no la hiciere dentro de él, se tendrá por desistido del
contrato».
En este tipo de compras el objeto del contrato no está a la vista del comprador y por tanto éste
no puede examinarlo.
La compra por orden de una cosa designada sólo por su especie, y que el vendedor debe remitir
al comprador, implica de parte de éste la facultad de resolver el contrato, si la cosa no fuere
sana y de regular calidad (Art. 134 inc. 1º).
Si la cosa es designada a la vez por su especie y calidad, el comprador tendrá también la facultad
de resolver el contrato si la cosa no fuere de la calidad estipulada”. (Art. 134, inc. 2).
En caso de desacuerdo entre las partes, en cualquiera de los casos se ordenará que la cosa sea
reconocida por peritos (Art. 134, inc. 3º).
Artículo 134.
«La compra por orden de una cosa designada sólo por su especie, y que el vendedor debe remitir al
comprador, implica de parte de éste la facultad de resolver el contrato, si la cosa no fuere sana y
de regular calidad.
Siendo la cosa designada a la vez por su especie y calidad, el comprador tendrá también la
facultad de resolver el contrato si la cosa no fuere de la calidad estipulada.
Habiendo desacuerdo entre las partes en los dos casos propuestos, se ordenará que la cosa sea
reconocida por peritos».
El mismo principio informa la compra efectuada teniendo a la vista solamente muestras del objeto
del contrato (Art. 135).
«Art. 135. Cuando la compra fuere ejecutada sobre muestras, lleva implícita la condición de
resolverse el contrato si las mercaderías no resultaren conformes con las muestras».
Del mismo modo, “vendida una cosa durante su transporte por mar, tierra, ríos o canales
navegables, el comprador podrá disolver el contrato toda vez que la cosa no fuere de recibo o de
la especie y calidad convenidas” (Art. 136).
Si la cosa comprada y expedida por orden ha sido vendida bajo condición de entregarla en un
lugar determinado, se entiende que la compra ha sido verificada bajo la condición suspensiva
casual de que la cosa llegue a su destino.
Cumplida la condición, el comprador sólo puede resolver el contrato si la cosa no fuere de recibo o
de la especie y calidad estipulada (Art. 137).
Artículo 137.
«Comprada y expedida por orden la cosa vendida bajo condición de entregarla en lugar
determinado, se entiende que la compra ha sido verificada bajo la condición suspensiva casual de
que la cosa llegue a su destino.
Cumplida la condición, el comprador no podrá disolver el contrato, salvo que la cosa no fuere de
recibo o de la especie y calidad estipuladas».
Conforme a las normas generales del C.C., la venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el
contrato se supone existente y no existe, no produce efecto alguno. Asimismo, la venta de cosas
que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha bajo la condición de existir, salvo
que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato aparezca que se compró la
suerte. (Arts. 1.813 y 1.814 del C. Civil).
«La compra de un buque o de cualquier otro objeto que no existe y se supone existente, no vale.
Pero si tal compra fuere hecha tomando en cuenta los riesgos que corre el objeto vendido, el
contrato se reputará puro, si al celebrarlo ignoraba el vendedor la pérdida de este objeto».
Si el vendedor hubiere actuado de mala fe, esto es, sabiendo la pérdida del objeto, no sólo no vale
el contrato de compraventa, sino que podría incurrir en sanciones penales, ya que el artículo 470
Nº 6º del Código Penal castiga con las penas de la estafa “a los que con datos falsos u ocultando
antecedentes que les son conocidos celebren dolosamente contratos aleatorios, basados en dichos
datos o antecedentes”.
Normas especiales sobre el precio
El precio de la venta debe ser determinado por los contratantes, pudiendo hacerse esta
determinación por cualesquiera medios o indicaciones que lo fijen, incluso puede dejarse el precio
al arbitrio de un tercero; pero en ningún caso puede faltar.
El artículo 139 del Código lo dice expresamente: “No hay compraventa si los contratantes no
convienen en el precio o en la manera de determinarlo”.
Precisamente por ello, puesto que la compraventa es consensual y podría haber dificultades para
probar el precio: “si la cosa vendida fuere entregada, se presumirá que las partes han aceptado el
precio corriente que tenga en el día y lugar en que se hubiere celebrado el contrato”; “habiendo
diversidad de precios en el mismo día y lugar, el comprador deberá pagar el precio medio” (Art.
139).
El mismo criterio establece el Código para el evento de haberse dejado el precio al arbitrio de un
tercero y éste no lo señalare: si el objeto vendido hubiere sido entregado, el contrato se llevará a
efecto por el precio que tuviere la cosa el día de su celebración, y en caso de variedad de precios,
por el precio medio (Art. 140).
«Art. 140. Si el tercero a quien se ha confiado el señalamiento del precio no lo señalare, sea por el
motivo que fuere, y el objeto vendido hubiere sido entregado, el contrato se llevará a efecto por el
que tuviere la cosa el día de su celebración y en caso de variedad de precios, por el precio medio».
El contrato de compraventa no transfiere el dominio del bien objeto del contrato, sino que de él
nacen derechos personales o créditos para los contratantes: principalmente para el vendedor el de
percibir el precio y para el comprador el de recibir la cosa comprada.
Lo lógico sería que los riesgos de la cosa fueran de cargo del vendedor hasta su entrega al
comprador.
Sin embargo, el artículo 142 altera el principio al disponer que “la pérdida, deterioro o mejora de
la cosa, después de perfeccionado el contrato, son de cuenta del comprador, salvo el caso de
estipulación en contrario, o de que la pérdida o deterioro hayan ocurrido por fraude o culpa del
vendedor o por vicio interno de la cosa vendida”.
Entonces resulta que esta norma general se aplica más bien a las mejoras de la cosa (son de
cuenta del comprador), puesto que en lo que se refiere a la pérdida o deterioro, existen muchas
excepciones (en que el riesgo es de cuenta del vendedor):
• - La estipulación en contrario;
• - El fraude o culpa del vendedor;
3°. Cuando las mercaderías, debiendo ser entregadas por peso, número o medida,
perecieren o se deterioraren antes de pesarse, contarse o medirse, a no ser que fueren
compradas a la vista y por un precio alzado, o que el comprador hubiere incurrido en mora
de concurrir al peso, numeración o medida.
Esta regla se aplicará también a la venta alternativa de dos o más cosas fungibles que
deban ser entregadas por número, peso o medida;
4°. Siempre que la venta se hubiere verificado a condición de no entregarse la cosa hasta
vencido un plazo determinado, o hasta que se encuentre en estado de ser entregado con
arreglo a las estipulaciones del contrato;
5°. Si estando dispuesto el comprador a recibir la cosa, el vendedor incurriere en mora
de entregarla, a no ser que hubiera debido perecer igualmente en poder del comprador si
éste la hubiera recibido;
6°. Si en las obligaciones alternativas pereciere fortuitamente una de las cosas
vendidas.
Pereciendo las dos, y una de ellas por hecho del vendedor, éste deberá el precio
corriente de la última que pereció, siempre que le corresponda la elección.
Si la elección no perteneciere al vendedor, y una de las cosas hubiere perecido por caso
fortuito, el comprador deberá contentarse con la que exista; mas si hubiere perecido por
culpa del vendedor, podrá exigir la entrega de la existente o el precio de la perdida».
Se distinguen por la conjunción disyuntiva “o”, de manera que si bien se deben varias cosas (por
ejemplo, un automóvil o determinada suma de dinero), el pago de una o algunas extingue la
obligación en su integridad.
Se definen como aquellas en que se deben dos o más cosas, pero en términos tales que el pago de
una o algunas de ellas, exonera de la obligación de pagar las demás, extinguiéndose la obligación
en su conjunto.
Obligaciones del vendedor
Como en todo, rigen a este respecto las normas generales del Código Civil, donde se señala que
ellas se reducen en general a dos: “la entrega o tradición, y el saneamiento de la cosa vendida”.
(Art. 1.824 del Código Civil).
a) La entrega:
“El vendedor es obligado a entregar lo que reza el contrato” (Art. 1.828 CC).
Para asegurar el cabal cumplimiento de esta obligación, “en el acto de la entrega puede el
vendedor exigir del comprador el reconocimiento íntegro de la calidad y cantidad de las
mercaderías”. “Si el comprador no hiciere el reconocimiento, se entenderá que renuncia a todo
ulterior reclamo por falta de cantidad o defecto de calidad” (Art. 146).
«Artículo 145.
«Artículo 146.
Si el comprador no hiciere el reconocimiento, se entenderá que renuncia todo ulterior reclamo por
falta de cantidad o defecto de calidad».
Código Civil:
Artículo 1588.
Código de Comercio
Artículo 144.
Perfeccionado el contrato, el vendedor debe entregar las cosas vendidas en el plazo y lugar
convenidos.
No estando señalado el plazo, el vendedor deberá tener las mercaderías vendidas a disposición del
comprador dentro de las veinticuatro horas siguientes a la celebración del contrato.
*A falta de designación de lugar para la entrega, se hará en el lugar donde existían las
mercaderías al tiempo de perfeccionarse la compraventa.
La tradición puede hacerse mediante la entrega efectiva o mediante actos a los que la ley les da la
misma significación. (Arts. 670 y 684 del Código Civil).
Aplicando estos conceptos, el Código establece que “el envío de las mercaderías hecho por el
vendedor al domicilio del comprador o a cualquiera otro lugar convenido, importa la tradición
efectiva de ellas”, pero luego aclara: “El envío no implicará entrega cuando fuera efectuado sin
ánimo de transferir la propiedad...” (Art. 148).
- La fijación de la marca del comprador, con consentimiento del vendedor, en las mercaderías.
- Otros medios autorizados por la costumbre mercantil (uso constante del comercio)
Código Civil:
Artículo 670.
La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el dueño
hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por
otra la capacidad e intención de adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.
Artículo 684.
La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes a la otra
que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios siguientes:
1º. Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º. Mostrándosela;
3º. Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté guardada la
cosa;
4º. Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido; y
5º. Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la cosa mueble como
usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a cualquier otro título no translaticio de
dominio; y recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye usufructuario,
comodatario, arrendatario, etc.
Código de Comercio:
Art. 148. El envío de las mercaderías hecho por el vendedor al domicilio del comprador o a
cualquiera otro lugar convenido, importa la tradición efectiva de ellas.
El envío no implicará entrega cuando fuera efectuado sin ánimo de transferir la propiedad,
como si el vendedor hubiese remitido las mercaderías a un consignatario con orden de no
entregarlas hasta que el comprador pague el precio o dé garantías suficientes.
En cuanto a la oportunidad de la entrega, será la que hayan estipulado las partes y, “no estando
señalado el plazo, el vendedor deberá tener las mercaderías vendidas a disposición del comprador
dentro de las veinticuatro horas siguientes a la celebración del contrato”. (Art. 144 inc. 2º).
El vendedor podrá eximirse de efectuar la entrega de lo vendido si, en el tiempo medio entre el
contrato y la entrega, hubieren decaído las facultades del comprador, a menos que le rindiere
una caución que le dé una seguridad satisfactoria. Art. 147.
Estando en su poder las mercaderías, puede retenerlas hasta el entero pago del precio y los
intereses. Art. 151
Art. 147. Si en el tiempo medio entre la fecha del contrato y el momento de la entrega hubieren
decaído las facultades del comprador, el vendedor no estará obligado a entregar la cosa vendida,
aun cuando haya dado plazo para el pago del precio, si no se rindiere fianza que le dé una
seguridad satisfactoria.
Art. 151. Estando las mercaderías en poder del vendedor, aunque sea por vía de depósito, éste
podrá retenerlas hasta el entero pago del precio y los intereses correspondientes.
CUSTODIA.
Etimológicamente viene del latín, emana de “custodia”, que significa “guarda” y que, a su vez,
emana, de “custos”, que puede traducirse como “guardián”.
Por ejemplo: “El acusado fue puesto bajo custodia de la Policía”, “Un guardia se encarga de la
custodia del edificio”, “¿Puedo dejar a mi perro bajo tu custodia durante unos días? Es que tengo
que viajar por trabajo y no lo puedo llevar conmigo”.
CONSERVACION.
Art. 150. Mientras que el comprador no retire y traslade las mercaderías, el vendedor es
responsable de su custodia y conservación hasta el dolo y culpa lata.
Art. 152. Si después de perfeccionada la venta el vendedor consume, altera, o enajena y entrega a
otro las mercaderías vendidas, deberá entregar al comprador otras equivalentes en especie,
calidad y cantidad, o en su defecto abonarle su valor a juicio de peritos, con indemnización de
perjuicios.
b) Obligación de sanear:
Sólo hay una salvedad en el C° de Comercio: el inc. 2º del art 154, conforme al cual todas las
acciones redhibitorias, sea de rescisión o rebaja, prescriben en seis meses contados desde el día
de la entrega real de la cosa.
Artículo 154.
El vendedor está obligado a sanear las mercaderías vendidas y a responder de los vicios ocultos
que contengan conforme a las reglas establecidas en el título De la compraventa del Código Civil.
Las acciones redhibitorias prescribirán por el lapso de seis meses contados desde el día de la
entrega real de la cosa.
a) Pagar el precio.
Conforme al art. 155 el comprador debe pagar el precio, en el lugar y tiempo estipulado una vez
que la cosa haya sido puesta a su disposición y él manifieste su conformidad con ella.
Art. 155. Puesta la cosa a disposición del comprador, y dándose éste por satisfecho de ella, deberá
pagar el precio en el lugar y tiempo estipulados.
No habiendo término ni lugar señalados para el pago del precio, el comprador deberá hacerlo
en el lugar y tiempo de la entrega, y no podrá exigir que ésta se efectúe sino pagando el precio en
el acto.
El comprador debe reconocerlas y manifestar su conformidad; una vez entregadas las mercaderías
el comprador no puede alegar por la calidad o cantidad si las ha examinado y recibido sin previa
protesta. (Art. 158 C° de Comercio: Entregadas las mercaderías vendidas, el comprador no será
oído sobre defecto de calidad o falta de cantidad, siempre que las hubiere examinado al tiempo de
la entrega y recibídolas sin previa protesta).
Concordando con lo dispuesto en el art. 131 respecto de la expresa reserva de prueba de las cosas
que se compran a la vista, el art. 159 dispone que tratándose de mercaderías entregadas en fardos
o bajo cubierta que impidan su reconocimiento, y el comprador hiciere una formal y expresa
reserva del derecho de examinarlas, podrá reclamar en los tres días inmediatos al de la entrega:
- Si el reclamo es por faltas de cantidad: acreditando que los cabos de las piezas se
encuentran intactos,
- Si es por defecto de calidad acreditando que las averías o defectos son de tal especie que no han
podido ocurrir en su almacén por caso fortuito, y que no habrían podido ser causados
dolosamente sin que aparecieren vestigios del fraude.
«Art. 159. Cuando las mercaderías fueren entregadas en fardos o bajo cubierta que impidan su
reconocimiento, y el comprador hiciere una formal y expresa reserva del derecho de examinarlas,
podrá reclamar en los tres días inmediatos al de la entrega las faltas de cantidad o defecto de
calidad, acreditando en el primer caso que los cabos de las piezas se encuentran intactos, y en el
segundo que las averías o defectos son de tal especie que no han podido ocurrir en su almacén por
caso fortuito, y que no habrían podido ser causados dolosamente sin que aparecieren vestigios del
fraude».
Si el comprador rehúsa sin justa causa la recepción de las mercaderías compradas, el vendedor
podrá pedir la resolución del contrato con indemnización de perjuicios o su cumplimiento, esto es,
el pago del precio, para lo cual podrá poner las mercaderías vendidas a disposición del juzgado
para que ordene su depósito y venta en martillo.
Si el comprador no rehúsa, sino que retarda la recepción, el vendedor puede solicitar al juzgado la
entrega de las mercaderías en depósito, siendo de cargo del comprador los gastos de traslado y
conservación del depósito (Ver Arts. 1.489 [condición resolutoria tácita], y 1.598 y siguientes del
CC [pago por consignación] y 153 del C° de Comercio).
«Art. 153. Rehusando el comprador, sin justa causa, la recepción de las mercaderías compradas, el
vendedor podrá solicitar la rescisión de la venta con indemnización de perjuicios, o el pago del
precio con los intereses legales, poniendo las mercaderías a disposición del juzgado de comercio
para que ordene su depósito y venta en martillo por cuenta del comprador.
El vendedor podrá igualmente solicitar el depósito siempre que el comprador retardare la
recepción de las mercaderías; y en este caso serán de cargo del último los gastos de traslación de
las mercaderías al depósito y de su conservación en él.»
MANDATO COMERCIAL:
MANDATO COMERCIAL.
El art. 3 N° 4 del C° de Comercio confunde el mandato comercial con la comisión, al enumerar los
actos de comercio. Mandato es el género, comisión es la especie.
Según artículo 233 C° de Comercio el mandato es comercial cuando el negocio objeto del encargo
es mercantil para el mandante:
«El mandato comercial es un contrato por el cual una persona encarga la ejecución de uno o más
negocios lícitos de comercio a otra que se obliga a administrarlos gratuitamente o mediante una
retribución y a dar cuenta de su desempeño.»
Según el artículo 234 C° de Comercio hay tres especies de mandato comercial: comisión, mandato
de factores o dependientes, la correduría.
Hay comisión cuando se encarga la gestión de uno o más negocios mercantiles específicamente
determinados (art. 235 C° de Comercio). Equivale al mandato especial del Código Civil.
El acto de comercio debe entenderse que alude a toda forma de mandato comercial.
Para el mandatario el mandato no es acto de comercio. Los mandatarios (gerentes y
dependientes) ejecutan actos civiles.
Art. 237 señala que factor es el gerente de un negocio o de un establecimiento comercial o fabril,
o parte de él, que lo dirige o administra según su prudencia por cuenta de su mandante.
Art. 340.
Está autorizado para todos los actos de administración, a menos que se le restrinjan las facultades.
«Los factores se entienden autorizados para todos los actos que abrace la administración del
establecimiento que se les confiare, y podrán usar de todas las facultades necesarias al buen
desempeño de su encargo, a menos que el comitente se las restrinja expresamente en el poder que
les diere».
Según art. 339 requieren poder especial otorgado por propietarios del establecimiento.
Normalmente se nombra gerente (art. 340) y simultáneamente se le otorga un poder (art. 339).
Art. 339:
«Los factores deben ser investidos de un poder especial otorgado por el propietario del
establecimiento cuya administración se les encomiende.
El poder será registrado y publicado en la forma prescrita en el Párrafo 1, Título II, Libro I».
El poder especial se registra y publica, debe otorgarse por escritura pública e inscribirse en el
Registro de Comercio (art. 22 N° 5).
En la práctica nadie inscribe poderes ya que la nulidad sólo afecta a las partes y no a los terceros
(art. 24).
«Art. 24. Las escrituras sociales y los poderes de que no se hubiere tomado razón, no producirán
efecto alguno entre los socios, ni entre el mandante y mandatario; pero los actos ejecutados o
contratos celebrados por los socios o mandatarios surtirán pleno efecto respecto de terceros».
Se le considera un mandatario con facultades amplias. El límite es la naturaleza del objeto del
encargo.
Art. 340: todos los actos que abrace la administración del establecimiento que se les confiare, y
podrán usar de todas las facultades necesarias al buen desempeño de su encargo .
Son de la naturaleza del contrato las facultades de administración. Se deduce que las facultades
del factor son las de administración.
1) Derecho a la remuneración
1°. Al salario estipulado, aun cuando por algún accidente inculpable no prestaren sus servicios
durante dos meses continuos; salvo el caso en que, según convenio, se les pagare por jornales;
2°. A la indemnización de las pérdidas y gastos extraordinarios que hicieren por consecuencia
inmediata del servicio que prestaren».
3) Rendir cuenta
«Los factores observarán, respecto del establecimiento que administren, todas las reglas de
contabilidad prescrita a los comerciantes en general».
«Se prohíbe a los factores y dependientes traficar por su cuenta y tomar interés en nombre suyo o
ajeno en negociaciones del mismo género que las hagan por cuenta de sus comitentes, a menos
que fueren expresamente autorizados para ello.
Por el hecho de contravenir a esta prohibición, se aplicarán al comitente los beneficios que
produzcan las negociaciones del factor o dependiente, quedando las pérdidas de cargo exclusivo
de ellos».
«En ningún caso podrán los factores o dependientes delegar las funciones de su cargo sin noticia y
consentimiento de su comitente».
Contrato sin plazo fijo (335): cualquier parte puede ponerle término.
«No teniendo plazo determinado el empeño de los factores o dependientes con sus principales,
cualquiera de ellos podrá darlo por concluido, avisando al otro con un mes de anticipación.
El principal, en todo caso, podrá hacer efectiva, antes de vencer el mes, la despedida del factor o
dependiente, pagándole la mesada que corresponda».
Empleados subalternos que el comerciante tiene a su lado para que le auxilien en las diversas
operaciones de su giro, obrando bajo su dirección inmediata. Art. 237 inciso segundo.
Los dependientes no pueden obligar a sus comitentes, a menos que éstos les confieran
expresamente la facultad de ejecutar a su nombre ciertas y determinadas operaciones
concernientes a su giro (art. 343).
«Art. 343. Los dependientes no pueden obligar a sus comitentes, a menos que éstos les confieran
expresamente la facultad de ejecutar a su nombre ciertas y determinadas operaciones
concernientes a su giro».
Junto con existir dependientes con representación legal de su principal, éste puede otorgar a otros
dependientes la representación convencional.
Se distingue:
«Art. 346. Los dependientes encargados de vender por menor se reputan autorizados para cobrar
el producto de las ventas que hicieren; pero deberán expedir a nombre de sus comitentes los
recibos que otorgaren.
Gozarán de igual facultad los dependientes que vendan por mayor, siempre que las ventas se
hagan al contado y que el pago se verifique en el mismo almacén que administren.
Si las ventas se hicieren al fiado o si debieren verificarse los pagos fuera del almacén, los recibos
serán firmados necesariamente por el comitente o por persona autorizada para cobrar».
«Art. 343. Los dependientes no pueden obligar a sus comitentes, a menos que éstos les confieran
expresamente la facultad de ejecutar a su nombre ciertas y determinadas operaciones
concernientes a su giro».
2) Art. 345 inciso primero: autorización para ejecutar operaciones de su tráfico que consten en
circulares que han debido ser dadas a conocer a los terceros con quienes contratan.
3) Art. 345 inciso segundo: obligaciones contraídas por cartas siempre que se haya autorizado a
firmar la correspondencia del principal y se haya comunicado por circulares dicha autorización.
Art. 344. La autorización para girar, aceptar o endosar letras de cambio, firmar documentos de
cargo o descargo, recaudar y recibir dinero, será conferida al dependiente por escritura pública,
con especificación de los actos y negociaciones a que se extienda el encargo.
El poder será registrado y publicado en la forma establecida en el Párrafo 1, Título II, Libro I.
Art. 345. Los contratos que celebre el dependiente con las personas a quienes su comitente le haya
dado a conocer por circulares como autorizado para ejecutar algunas operaciones de su tráfico,
obligan al principal, siempre que los contratos se circunscriban a las negociaciones encomendadas
al dependiente.
Serán también de la responsabilidad del principal las obligaciones que el dependiente contraiga
por cartas, siempre que haya sido autorizado para firmar la correspondencia del mismo principal, y
se haya anunciado la autorización por circulares.
Comisionistas
Mandato comercial toma el nombre de comisión cuando versa sobre una o más operaciones
mercantiles individualmente determinadas (art. 235).
«El mandato comercial toma el nombre de comisión cuando versa sobre una o más operaciones
mercantiles individualmente determinadas».
Se les aplica a comisionistas el art. 2125 del Código Civil. Arts. 243 y 244.
Art. 2125:
«Las personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios ajenos, están obligadas a
declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una persona ausente les hace; y
transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como aceptación.
Aun cuando se excusen del encargo, deberán tomar las providencias conservativas urgentes que
requiera el negocio que se les encomienda».
Art. 243:
«El comisionista puede o no aceptar a su arbitrio el encargo que se le hace; pero rehusándolo
quedará obligado bajo responsabilidad de daños y perjuicios:
2°. A tomar, mientras no llegue el aviso al comitente, las medidas conservativas que la naturaleza
del negocio requiera, como son las conducentes a impedir la pérdida o deterioro de las
mercaderías consignadas, la caducidad de un título, una prescripción o cualquier otro daño
inminente».
Art. 244:
2) Conservar y custodiar los efectos sobre que versa la comisión (art. 246)
«El comisionista es responsable de la custodia y conservación de los efectos sobre que versa la
comisión, cualquiera que sea el objeto con que se le hayan entregado».
«El comisionista debe comunicar oportunamente al interesado todas las noticias relativas a la
negociación de que estuviere encargado que puedan inducir a su comitente a confirmar, revocar o
modificar sus instrucciones».
«Las cuentas que rindiere el comisionista deberán concordar con los asientos de sus libros.
Si no estuvieren conformes con ellos, el comisionista será castigado como reo de hurto con
falsedad.
En la misma pena incurrirá el comisionista que altere en sus cuentas los precios o las condiciones
de los contratos, suponga gastos o exagere los que hubiere hecho».
«El comisionista abonará a su comitente intereses corrientes, aunque no preceda interpelación, si
fuere moroso en rendir su cuenta o remitir el saldo en la forma especificada en el artículo 279».
«En ningún caso podrá el comisionista alterar la marca de los efectos sin expresa autorización de
su comitente».
«Se prohíbe al comisionista, salvo el caso de autorización formal, hacer contratos por cuenta de
dos comitentes o por cuenta propia y ajena, siempre que para celebrarlos tenga que representar
intereses incompatibles.
Así, no podrá:
1°. Comprar o vender por cuenta de un comitente mercaderías que tenga para vender o que esté
encargado de comprar por cuenta de otro comitente;
2°. Comprar para sí mercaderías de sus comitentes, o adquirir para ellos efectos que le
pertenezcan».
«El comisionista debe desempeñar por sí mismo la comisión, y no podrá delegarla sin previa
autorización explícita o implícita de su comitente».
Si las partes no hubieren determinado la cuota de la retribución, el comisionista podrá exigir la que
fuere de uso general en la plaza donde hubiere desempeñado la comisión, y en su defecto, la
acostumbrada en la plaza más inmediata.
No resultando bien establecida la cuota usual, el juzgado de comercio fijará la suma que deba
abonarse al comisionista, calculándola sobre el valor de la operación, inclusos los gastos».
Para usar de este derecho deberá presentar su cuenta con los documentos que la justifiquen».
Art. 284:
«El comisionista tiene derecho para retener las mercaderías consignadas hasta el preferente y
efectivo pago de sus anticipaciones, intereses, costos y salario, concurriendo estas circunstancias:
1a. Que las mercaderías le hayan sido remitidas de una plaza a otra;
Art. 285:
«Para determinar si hay expedición de una plaza a otra, no se tomará en cuenta el domicilio del
comitente, ni del comisionista».
Art. 286:
«Hay entrega real cuando las mercaderías están a disposición del comisionista en sus almacenes o
en ajenos, en los depósitos de aduana o en cualquier otro lugar público o privado.
Hay entrega virtual si antes que las mercaderías se hallen a disposición del comisionista, éste
pudiere acreditar que le han sido expedidas con una carta de porte o un conocimiento,
nominativos o a la orden».
Término de la comisión.
a) Muerte del comitente (art. 240) no pone fin a la comisión, sus derechos y obligaciones pasan a
sus herederos.
«La comisión no se acaba por la muerte del comitente: sus derechos y obligaciones pasan a sus
herederos».
b) Revocación (art. 241). Comitente no puede revocar a su arbitrio cuando su ejecución interesa al
comisionista o a terceros.
«El comitente no puede revocar a su arbitrio la comisión aceptada, cuando su ejecución interesa al
comisionista o a terceros».
No pone fin a la comisión si causa un perjuicio irreparable al comitente, sea porque no puede
proveer por sí mismo a las necesidades del negocio cometido, sea por la dificultad de dar un
sustituto al comisionista.
«La renuncia no pone término a la comisión toda vez que cause al comitente un perjuicio
irreparable, sea porque no pueda proveer por sí mismo a las necesidades del negocio cometido,
sea por la dificultad de dar un sustituto al comisionista».
Para comprar
Para vender
De transporte terrestre
De operaciones de banco
De esta última clase se trata en el título Del contrato y de las letras de cambio».