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Lluvia

Te explicamos qué es la lluvia, cómo se forma y sus consecuencias


positivas y negativas. Además, qué es la lluvia ácida.

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La lluvia tiene una enorme importancia para la estabilidad del planeta.


¿Qué es la lluvia?
La lluvia o precipitación es uno de los fenómenos atmosféricos más
usuales, recurrentes y necesarios de los que tienen lugar en nuestro planeta.
Pero debemos pensarla como la parte más visible de un circuito mucho
mayor: el ciclo hidrológico, en el que el agua de nuestro planeta cambia
de estado físico y circula por diversos ambientes.

El agua de lluvia cae en forma de pequeñas gotas redondas, de unos 0,5 a


6,3 mm de diámetro (o incluso menores, dependiendo del tipo de
precipitación), formadas en las nubes que se hallan en la porción más baja de
la atmósfera.

Cuando su tamaño es el adecuado, la gravedad actúa sobre


ellas haciéndolas caer hacia la superficie terrestre a una velocidad de entre 8
y 32 km/h, para luego ser absorbidas por la tierra o permanecer en otras
superficies hasta evaporarse.

El ser humano ha observado la lluvia desde tiempos inmemoriales y durante


siglos le otorgó muy diversos significados y explicaciones mitológicas o
religiosas. Sin embargo, fue gracias a la ciencia moderna que tenemos
prueba de la enorme importancia de la lluvia para la estabilidad del planeta.
El estudio de la lluvia se conoce como pluviometría y emplea aparatos
como los pluviómetros, con los que se mide la cantidad de agua caída. La
información sobre la precipitación, además, es clave para el estudio de las
condiciones atmosféricas y para la formación de los modelos climáticos.

Puede servirte: Meteorología

¿Cómo se forma la lluvia?

El agua se acumula en nubes hasta ser atraída por la gravedad.


La lluvia es el producto de la condensación del vapor de agua en
la atmósfera. Es decir, el vapor se acumula en diferentes tipos de nubes
(generalmente nimboestratos y cumulonimbos), dado que el vapor tiende a
subir y enfriarse en la atmósfera.

Una vez allí, las nubes ganan mayor y mayor densidad hasta que el agua
alcanza la masa crítica necesaria para ser atraída por la gravedad y
precipitarse desde lo alto, distribuyéndose de una manera irregular.

Para ello, no obstante, las condiciones atmosféricas


de presión y temperatura deben ser las correctas, ya que un descenso
repentino en la temperatura podría congelar total o parcialmente el agua
suspendida en las nubes, y en lugar de lluvia se produciría la caída de
escarcha, nieve o granizo.

¿Para qué sirve la lluvia?


La lluvia es fundamental para la estabilidad de la vida tal y como la
conocemos. En primer lugar, porque al circular el agua (calentándose
y evaporándose, luego enfriándose y cayendo de nuevo) no solo refresca la
temperatura atmosférica y permite un clima más uniforme y parejo.

Además limpia del aire las partículas suspendidas, por ejemplo, en


la contaminación. Sin embargo, esto puede dar lugar a problemas
secundarios, ya que la mayoría de los contaminantes son entonces
trasladados por la lluvia hacia el suelo o hacia ríos y mares.

Por otro lado, la lluvia es indispensable para la vida vegetal. Sólo la lluvia
regular permite a los bosques y selvas continuar su ritmo de vida. Por eso, en
los lugares donde rara vez llueve, se producen desiertos y la vida escasea en
comparación.

Además, la lluvia erosiona las rocas y los minerales, y así arrastra nutrientes


inorgánicos a su paso que sirven de alimento a especies vegetales e
incluso animales. De hecho, está involucrada en los ciclos
biogeoquímicos del carbono, el fósforo y otros elementos orgánicos.

Tipos de lluvia
Existen dos criterios principales a partir de los cuales clasificar la lluvia. En
primer lugar, está el modo en que se forman, a partir del ascenso de las
masas de aire atmosférico. En segundo lugar, está el factor de la intensidad
con que se producen. Veamos cada una por separado:

Tipos de lluvia según su formación. Se diferencian tres tipos de lluvia, que


son:

 Lluvias de convección, producidas cuando el aire próximo a la


superficie terrestre se calienta y se expande, elevándose en la
atmósfera hacia regiones en las que se enfría, se condensa y da
paso a la precipitación. Este tipo de lluvias son típicas de las
regiones más cálidas del planeta y del verano de la zona templada.
 Lluvias orográficas, producidas cuando una masa de aire húmedo
se topa con un relieve montañoso y, en su ascenso por la ladera, se
enfría y se da la lluvia. Del otro lado de la montaña, en cambio, el
aire desciende más cálido y seco, por lo que no se produce lluvia.
 Lluvias ciclónicas o frontales, producidas cuando dos masas de
aire de distinta temperatura se encuentran de frente y se produce
entre ellas una dinámica ciclónica, o sea, giratoria, que trae consigo
mal tiempo y precipitación torrencial. Esta lluvia es típica de los
huracanes y otros fenómenos atmosféricos de intensidad.

Tipos de lluvia según su intensidad. Se diferencian los siguientes tipos de


lluvia:
 Lluvia o lluvia ordinaria, generalmente de tipo débil a moderada,
vendría siendo la lluvia “estándar”.
 Llovizna o garúa, lluvia muy débil y de gotas muy finas, que se
pulverizan en el aire y a menudo no tocan el suelo.
 Chubasco o chaparrón, lluvia moderada o intensa pero de muy
corta duración, ocasionalmente acompañados de viento.
 Aguacero o lluvia torrencial, lluvia de gran intensidad, aunque de
tiempo breve, como un chaparrón muy intenso.
 Lluvia de tormenta, lluvia de intensidad variable (oscilando entre
moderada y fuerte) pero larga duración, generalmente acompañada
de otros fenómenos atmosféricos, como vientos intensos o
descargas eléctricas.

¿Qué consecuencias tiene la lluvia?

La lluvia es imprescindible para la vida en nuestro planeta.


La lluvia, como todos los fenómenos naturales, puede tener consecuencias
muy positivas o muy negativas, dependiendo del tipo de lluvia y de la
frecuencia e intensidad con que se produzca. Algunas de estas
consecuencias son las siguientes:

Consecuencias positivas

 Enfría y humedece el aire de la atmósfera, permitiendo un ciclo


climático estable y menos extremo. Es por esta razón que la vida en
la cercanía de las costas suelen ser más amable, ya que
la humedad permite climas más uniformes.
 Redistribuye el agua en el planeta, llevándola de su estado
gaseoso al líquido y en ocasiones al sólido, lo cual contribuye con
una distribución más homogénea de la humedad en el planeta.
 Arrastra a su paso nutrientes orgánicos e inorgánicos necesarios
para la vida y para otros ciclos biogeoquímicos.
 Permite el crecimiento espontáneo de la vegetación y contribuye
con el sostén de la biósfera.

Consecuencias negativas

 Las lluvias intensas y durante un tiempo muy prolongado (como en


el caso de las tormentas o huracanes) puede traer consigo
inundaciones y desbordes de ríos, lagunas y lagos. Esto también
puede ocurrir en suelos con poca capacidad de absorción, a pesar
de no tener grandes cuerpos de agua cerca.
 La erosión de la lluvia puede contribuir con la producción de
derrumbes, deslizamientos de tierra y otros desastres naturales en
geografías complicadas. También puede, dado el tiempo suficiente,
destruir edificaciones humanas.
 En el caso de atmósferas muy contaminadas, la lluvia puede
ocasionar reacciones químicas peligrosas y arrastrar
consigo sustancias tóxicas, como en el caso de la lluvia ácida.

Lluvia ácida
La lluvia ácida es un fenómeno producto de la contaminación del aire con
gases o materiales sólidos en suspensión. Esta contaminación es típica de la
actividad industrial humana o de la erupción de algunos volcanes.

Los materiales tóxicos suspendidos son recogidos por las gotas de


agua y reaccionan con la humedad. Así se originan distintas formas de ácido
(como el ácido sulfúrico o el ácido clorhídrico) que luego caen junto con las
gotas de agua.

Este tipo de lluvia tóxica degrada intensamente la vida vegetal, ya que el


ácido diluido en el agua corroe hojas y cortezas, además de envenenar el
agua y acidificar los suelos, tornando los ecosistemas más áridos y menos
habitables.

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