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indice 7 Introduccion 19 Viday obra 59 Epilogo 67 Algunas opiniones atribuidas a Sécrates ARAR ARRAN § SOCRATES EN 90 MINUTOS ~ Introduccion Enel comienzo fue el mundo, aunque, en r: dad, no sabiamos mucho de cémo era. A pesar de ello, sobrevivimos. El primer filésofo fue aquel hombre desconcertado del neolitico que se hizo preguntas. ¢Qué era lo que estaba pa- sando? {Qué diablos era todo esto? Las respuestas que dimos no fueron, duran- te innumerables milenios, filosofia. Consistian en supersticion, cuentos de hadas y religion. Los primeros en dar respuestas filoséficas—esto es, los primeros en usar la raz6n y la observa- cién, libres de galimatias metafisico— fueron los antiguos griegos, en el siglo sexto a.C. Sigue MARARARAR 7 SOCRATES EN 90 MINUTOS siendo un misterio por qué este importante sal- to en la evolucién humana hubiera de tener lugar precisamente en aquel tiempo y en las in- significantes costas del Egeo. Los chinos, los ba- bilonios y los antiguos egipcios estaban mas adelantados en esa época, tenian una tecnolo- a practica superior y sabian mucho més acer- ca de las matemiticas. Las complejidades de la fabricacién de la seda, Ja construccién de piré- mides y la habilidad de predecir eclipses esta- ban mucho mas alla de la capacidad de los grie- gos y, comparada con la sofisticacién teologica de la religion de los chinos, babilonios y anti- guos egipcios, resulta ridicula la coleccién de primitivos mitos de los antiguos griegos sobre la conducta de los dioses en el Olimpo. Era una religion retrasada que se habia quedado en la etapa infantil del desarrollo (sélo cuando la reli- gion madura requiere sacrificios humanos). Pero justamente en esta situacion infantil puede residir la clave del misterio, al menos en parte; sin ella podria no haber ocurrido nunca el milagroso florecimiento de la cultura griega INTRODUCCION antigua, todavia reconocida como fundamento de la cultura occidental. La religién trivial de los griegos no dejaba lugar ala especulacién teo- logica o espiritual. Antes de los griegos, la vestigacion intelectual habia girado siempre rededor de la religién, permitiendo asi que metafisica y supersticién se infiltraran en el proceso de razonamiento y observacién. La astronomia babilonia estaba plagada de recetas astrologicas y la matematica egipcia impregna- da de supersticién religiosa. Los antiguos grie- gos estaban libres de tales lastres cuando co- menzaron a hacerse preguntas intelectuales. Sus pensamientos se desplegaban en libertad por el mundo real. Tal vez se deba a esta libertad el que el desa- rrolio dela cultura girega antigua transcurriera a.una velocidad milagrosa. Por ejemplo, la tra- gedia griega paso de un ritual religioso ampulo- 80 y primitivo al drama sofisticado (el mismo, formalmente, hoy) en el curso de una sola ge- neracién. De modo similar, la filosofia comen- z6amediados del siglo sexto a.C., pero yaafina- SOCRATES EN 90 MINUTOS les del siglo siguiente habia dado a Platon, a quien muchos consideran su mas alto expo- nente. Los progresos de la antigua Grecia du- rante el siglo quinto a.C, permanecen sin rival hasta el dia de hoy; s6lo el siglo veinte la supera en cambio cuantitativo. Se tiene generalmente a Tales de Mileto, un. griego del Asia Menor, por el primer filésofo en el tiempo. Sabemos que practicaba su oficio en el 585 a.C, porque se hizo famoso al prede- cir un eclipse de sol que tuvo lugar aquel afio. (Con casi toda seguridad, copié este conoci- miento de fuentes babilonias.) Se dice que Tales fue el primer filésofo auténtico porque fue el primero en intentar explicar el mundo en tér- minos de la naturaleza observable y no en lami- tologia; lo cual significa que sus conclusiones quedaban sujetas a una argumentacién racio- nal sobre si estaban en lo cierto o equivocadas La tesis principal de Tales es que todo, en ult ma instancia, consiste en agua. De este modo inicié la tendencia posterior de la filosofia a equivocarse. 10 ARR INTRODUCCION La filosofia florecié rapidamente después de Tales. Aparecieron nuevos filésofos con una se- rie de explicaciones diferentes del mundo. No consistia en agua, sino en fuego; después en aire o en trozos de luz, y asi sucesivamente. Se les llama presocriticos alos fildsofos de este pe- riodo {mediados del siglo sexto a mediados del quinto a.C,). Sélo nos han quedado fragmen- tos de su filosofia, tanto escritos directamente como en referencias de otras fuentes. No obs- tante, muchos de sus nombres nos son todavia familiares. Pitégoras, famoso por el teorema que descubrieron en realidad otros, compren- did el papel que desempefian los numeros en la misica la armonia se basa en razones numeri cas-, lo que le condujo a creer que el mundo esté hecho, en ultima instancia, de numeros. Esta teorfa no es tan loca como pudiera parecer a primera vista; Einstein, por ejemplo, cierta- mente creyé que el mundo puede ser expl do en términos matemiticos. Sibien los cientifi cos modernos no creen, tal vez, que el mundo esta hecho de ntimeros, éstos si desempefian RAR RR Rn IH SOCRATES EN 99 MINUTOS un papel central en su descripcién y definicién, desde los quarks a los quasars. Otro filésofo presocratico que se anticipé ala ciencia moder- na fue Demécrito, que pens6 que el mundo esta compuesto de atomos, una idea que tarda- ria mas de dos mil afios en ser mantenida por los cientificos. Anaxagoras fue el primer filésofo ateniense, si bien, casi con total certeza, fue una importa- cidn enviada desde Jonia, en el Asia Menor, y hecha por Pericles a fin de elevar el tono de la educacion ateniense. Anaxagoras era més bien un filésofo menor; invirtié la tendencia de la ex- plicacion del mundo en términos de una sola substancia; pretendia que consistia en un nu- mero infinito de substancias, de modo que cada cosa contenfa en sialgo de todas las demas, y asi se vio obligado a sostener que, de resultas de esta mescolanza, las plantas poseian mente, que lanieve era en parte negra y que el agua conte- nia elementos de sequedad. Anaxagoras es im- portante, a pesar de estas extravagancias distra- zadas de ideas, pues fue el introductor de la INTRODUCCION filosofia en Atenas y el que se la presento a $6- crates. Anaxégoras fue maestro de Socrates. Seguin algunas fuentes, Anaxagoras fue tam- bien maestro de Pericles, la fuerza politica im- pulsora de la Edad de Oro de Atenas (desde la tmnitad del 440 a.C. hasta finales del 430 aC) Este periodo vio la construccién del Partenén, lagran época dela tragedia griega, las esculturas de Fidias (cuyo Zeus era una de las Siete Maravi- Uas del mundo antiguo), y el surgimiento de la f- losofia clasica con Sécrates. No se sabe si Anaxé- goras tuvo alguna (0 ninguna) influencia sobre Pericles. Si se sabe que Anaxigoras sostenia que el sol era una inmensa roca ardiente y que Ja luna estaba hecha de tierra; por expresar es- tas ideas (irdnicamente, las unicas suyas cer- canas a la verdad) fue acusado de impiedad y obligado a huir de Atenas. Este es el primer caso en que la filosofia fue tomada en serio. Era peli- grosa. Estas fueron las dos primeras lecciones que Anaxagoras dio a Sécrates: que la filosofia es algo serio a la par que peligroso, Como vere- RR RAR RRR RRR 13 SOCRATES EN 90 MINUTOS mos, Socrates decidié hacer caso omiso de am- bas. Su olvido de la primera leccion hizo de él el mas atractivo de todos los fildsofos y el de la se- gunda habria de costarle la vida. Lafilosofia conocié su mas grande época sélo un siglo después de haber comenzado, con tres de los fildsofos mas importantes que ha conoci- do el mundo. El primero fue el muy peculiar Socrates, que dedicaba tanto tiempo a pasear por las calles de Atenas hablando de filosofia que nunea llegé a escribir nada, de modo que lo que conocemos de sus ensefianzas nos ha legado a través de los escritos de su discipulo Platon, en los que no es facil determinar cuales son ideas de Platon y cudles de su mentor. Sécrates desarrollé un método basado en preguntas provocadoras, lo que se llamé dialéc- tica (precursora de la légica); lo utilizaba para desenmascarar las tonterias de sus adversarios y llegar a la verdad. Platén capté el espiritu de estas conversaciones en sus didlogos clasicos; tanto sus maneras, mas ortodoxas, como su modo de vida afadieron cierta respetabilidad, 14 Ree: INTRODUCCION FRA muy necesaria, ala filosofia, si bien siguié con la tradicion filos6fica de equivocarse. Platon pen- saba que el mundo real consiste en ideas y que lo que vemos y experimentamos no son mas que sombras. A pesar de lo poco realista de esta concepcién, muchos pensadores creen que toda la filosofia posterior no ha sido sino notas a pie de pagina a la obra de Platén; esto es una exageracion, pero es sin duda cierto que Platon fue el primero en formular claramente muchos de los problemas filosdficos que han estado ocupandonos hasta el dia de hoy. Eltercer miembro del triunvirato fue Aristé- teles, uno de los discipulos de Platon. Aristéte- les, de talante profesoral, rechazo los intentos de su maestro por hacer interesante la filosofia presentndola en forma de didlogo y, en vez de hacerlo asi, escribié numerosos tratados, mu- chos de los cuales se extraviaron por culpa de sus desagradecidos seguidores. Las reglas aris- totélicas del pensar y sus clasificaciones sirvie- ron de cimiento para el pensamiento cientifico Y filos6fico de los dos milenios siguientes. Solo PARRA RAR ARRON IS = “Say SOCRATES EN 90 MINUTOS See ERR en siglos recientes hemos empezado a enten- der como se equivocd Aristételes. Parece que comprendié que todas las explicaciones omni- comprensivas terminan en el error, aunque esto no le impidié tratar de encontrar él mismo una. No seriamos lo que somos sin la filosofia, que comenzé en la antigua Grecia y retuvo durante siglos su marcado cardcter griego. No tendria- mos ciencia, y los intentos de alcanzar toda cla- se de verdad serian asunto de la fantasia 0 el capricho, tal comolo es, por ejemplo, en las la- madas ciencias de la politica, la psicologia y la economia, Incluso la ética sigue en tan triste es- tado, a pesar de los persistentes intentos de filé- sofos y tedlogos a través de los tiempos. Hoy en dia no somos mejores, moralmente hablando, de lo que éramos hace dos milenios y ni siquie- rasabemos como llegar a serlo. Ha tomado alos filosofos veinticinco siglos de errores para concluir que lo importante no es el equivocarse. Ahora piensan que lo que im- porta es la mera prctica de la filosofia, de modo 16 RR RRR ARR Re: INTRODUCCION que ésta se ha convertido en una actividad mis, como la cata de vinos ola evasion de impuestos, de efectos igualmente ambiguos en el que las practica. Por primera vez en la historia de la filo- sofia, se considera superiluo el intento de cual- quier individuo por construir una filosofia pro- pia. Ha legado a su fin la tradicién de Platén, Kant, Ehrensvard y Wittgenstein. Esta tradicion del uso de la raz6n y la observacion, que atrajo tanto a las mentes mas grandes que el mundo ha conocido, crecié hasta su madurez con $6- crates. ARR RAR RAR ARRON IT Vida y obra Sécrates nacid el 469 a.C. en una aldea situada en la ladera del monte Licabeto, que estaba en- tonces a veinte minutos de marcha de Atenas. Su padre era escultor y su madre partera. Ayu- dé durante un tiempo a su padre como apren- diz y, segin una tradicién, trabajé en Las tres musas y sus habitos, que adorné la Acropolis. Fue después enviado a estudiar con Anaxée goras. Sécrates prosiguié sus estudios con el fléso- fo Arquelao, ‘de quien fue amado en el peor de los sentidos’, segin Didgenes Laercio, el bid- grafo del siglo tercero d.C. En la antigua Grecia, SOCRATES EN 90 MINUTOS como todavia en gran parte del Mediterraneo oriental, la homosexualidad era vista como una diversién aceptable. La llegada del cristianismo reemplazé tales practicas sexuales ortodoxas por otras mas limitadas y heterodoxas. Asi pues, mientras que Anaxagoras tuvo que huir de Ate- nas para salvar su vida, Arquelao no tuvo ningu- na dificultad en continuar con el intercambio, mas que intelectual, con sus discipulos. Sécrates estudiéd con Arquelao matemiticas, astronomia y las ensefianzas de los primeros fi losofos. La filosofia habia sido objeto de estudio durante mas de un siglo y era algo as{ como la ft sica nuclear de la época. En verdad, el mundo de la filosofia (primero sélo agua, luego fuego, més tarde puntos de luz, y asi sucesivamente) guardaba tanta relacién con el mundo real como el mundo de la fisica nuclear moderna con la realidad cotidiana. No solemos pensar que nuestros encuentros con los mesones sean Jo mas excitante de nuestra existencia dia- ria, y uno sospecha que los antiguos griegos es- cuchaban un tanto fastidiados revelaciones del 20 VIOAY, OBRA estilo de que el mundo era en realidad una pecera, un horno o una fiesta de fuegos artifi- ciales. Sécrates penso que estas especulaciones acerca de la naturaleza del mundo no podian resultar beneficiosas para la humanidad. Sien- do un pensador ostensiblemente razonable, Socrates era curiosamente anticientifico, pro- bablemente debido ala influencia del mas gran- de de los fildsofos presocraticos, Parménides de Elea. Se dice que Sécrates, en su juventud, conocié a un Parménides ya mayor y que ‘aprendié mucho de él’. Parménides resolvid el conflicto entre los que pensaban que el mundo estaba hecho de una sola substancia (como el agua, o el fuego) y los que, como Anaxagoras, creian que consistia en muchas substancias. Y lo resolvié simplemente no haciéndole caso. Segiin Parménides, el mundo, tal como lo cono- cemos, es una ilusién, No importa de cuantas cosas pensemos que esti hecho, porque no existe, La unica realidad verdadera es la del Ser eterno, infinito, inmutable e indivisible; no tie- 2 SOCRATES EN 90 MINUTOS ne pasado ni futuro y comprende dentro de si eluniverso entero y todo lo que pueda suceder en él. “Todo es uno’ era el principio basico de Parménides. La multiplicidad siempre cambian- te que observamos es meramente la apariencia de ese Ser estatico que todo lo abarca. ‘Tal idea del mundo no es apenas favorable a la ciencia. éPor qué perder el tiempo pensando en como funcionan las cosas del mundo cuando no son mas que una ilusion? En aquellos dias primeros de la filosofia se pensaba que comprendia el estudio de todo lo cognoscible. (En griego, fildsofo significa ‘aman- te de la sabiduria’.) Las matematicas, la ciencia y la cosmologia no existian como tales, sino que eran consideradas, y continuaron siéndolo du- rante siglos, parte de la filosofia. Todavia en el si- glo diecisiete, Newton titulé su obra maestra acerca de la gravedad y la estructura del univer- so Philosophiae Naturalis Principia Mathe- matica (Los principios matematicos de la fi- losofia natural). Sélo con los afios vino a ser tenida por el estudio de cuestiones metafisicas 22 RRR RRR RRR Re, ON rnc: (sin respuesta, en cuanto tales). Tan pronto como la filosofia encontraba respuestas dejaba de ser filosofia y se convertia en otra cosa, un campo separado, como las matematicas o la fisi- ca. Se piensa a menudo que el ejemplo mas re- ciente de este proceso lo constituye la psiquia- tria que, con la pretension de que responde a numerosas cuestiones, se establecié por su cuenta como ciencia separada. (En realidad, no cumple con los requisites filoséficos de toda ciencia, que exige que un conjunto de princi- pios puedan ser ensayados en experimentos, algo que no parecen satisfacer las imprecisio- nes de la paranoia, curas psicoanaliticas de la demencia y otras formas de desarreglo psicopa- tico.) En tiempos de Sdcrates, este campo era con- siderado naturalmente como parte de la filoso- fia y los ciudadanos de Atenas miraban alos fil6- sofos mas 0 menos como el piiblico en general de hoy mira a los psiquiatras. La actitud de S6- crates era ciertamente psicologica, en el senti- do originario de la palabra, pues en griego psi- RRR nnn 2 SOCRATES EN 90 MINUTOS cologia significa ‘estudio de la mente’. Pero no era un cientifico en cuanto que obedecia a la influencia de Parménides. La realidad es una ilusién. Esta idea tuvo un efecto negativo en So- crates y en su sucesor Platén. Se hicieron pro- gresos importantes en matemticas durante el lapso de sus vidas, pero solo porque se las consi- deraba intemporales y abstractas y en contacto, en cierto modo, con la realidad tiltima del Ser. Por suerte, el sucesor de ambos, Aristoteles, te- nfa una actitud diferente frente al mundo y fue, de muchas maneras, el fundador de la ciencia, volviendo la atencion de la filosofia hacia la reali- dad. Pero la actitud acientifica —en realidad, an- ticientifica— de Socrates habria de ser ruinosa parala filosofia durante sigios. De resultas, en gran parte, de la actitud anti- cientifica de Sécrates las grandes mentes cienti- ficas del mundo griego trabajaron al mangen de lafilosofia. Arquimedes en fisica, Hipécrates en medicina y, en cierta medida, Euclides en geo- metria, quedaron aislados de la filosofia y, por ende, de una tradicién en desarrollo del cono- 4 AR ARAMA RAR RRR RR VIDA Y OBRA cer y el argumentar. Los antiguos cientificos griegos sabian que la tierra gira alrededor del sol, que era redonda ¢ incluso calcularon su circunferencia, Observaron la electricidad y conocfan que la tierra posee un campo magné- tico. Apartados de la ‘sabiduria universal’ de la filosofia, tales parcelas del conocimiento queda- ron reducidas a curiosidades. Le debemos mu- cho a Sécrates por situar a la filosofia sobre las sdlidas bases de la razén, pero el hecho de que la filosofia naciera bajo la égida de un anticientt fico es una de las grandes desgracias del conoci- miento humano. La importancia de que esta oportunidad se desperdiciara es enorme. La energia mental derrochada durante la Edad Me- dia para caleular el niimero de angeles que ca- ben en la punta de un alfiler podia haberse em- pleado en el estudio de los dtomos, propuestos por primera vez por Democrito. Sécrates pensaba que era mejor que nos pre- guntéramos a riosotros mismos en lugar de al mundo; adopté la célebre maxima “Gnozi seau- ton” (Conécete a ti mismo}. Esta sentencia es a Rn nnnnannnnnmnnc: 5 SOCRATES EN 90 MINUTOS veces atribuida erréneamente a Socrates. (Pue- de que fuera acunada por el primer filésofo, Ta- les; se sabe que estuvo grabada en el Oraculo de Delfos.] Sécrates exponia su filosofia en el 4gora, el mercado de la antigua Atenas, cuyas ruinas son atin visibles bajo la Acrépolis. El lugar favorito de Sécrates alli era la stoa de Zeus Eleuterio, una columnata umbria con tenderetes donde se vendian mercancias. Es posible distinguir los cimientos de piedra de la stoa, truncados en su extremo norte por la ajetreada linea de metro Atenas-Pireo. Desde mas alla de la valla de alam- bre llega el clamor de la multitud, el estruendo de las cintas de buzuki y los gritos de los tende- ros del rastro de Monastiraki, no muy distinto todo ello del estrépito que habria en tiempos de Sécrates. Imaginemos a Socrates, atento a su negocio filosdfico entre el equivalente antiguo alregateo de los comerciantes de vaqueros, los trompetazos de misicos de barrio tocando “Zorba el griego’ y los gritos lastimeros de los vendedores de cacahuetes. Alguien ha debido 6 MR VIDA Y OBRA RR Rian: escucharle, a pesar de todo, pues el joven $o- crates caus6 tal conmocién en Atenas que él Oraculo de Delfos le declaré el mas sabio de los hombres a sus treinta afios. Socrates dijo, con falsa modestia, que esto le resultaba dificil de creer, y que: "Slo sé que no sé nada’. Con el fin de descubrir sihabia verdad enelpronunciamiento del Oriculo, Sécrates se puso a interrogar alos otros hombres sabios de Atenas tratando de averiguar qué sabian. Era un consumado maestro en exponer creencias tor- cidas o erréneas; pretendiendo que no sabia nada, exigia de su adversario que le dijera qué era lo que sabia; a medida que éste lo iba expo- niends, iba él pinchando la burbuja de sus ilu- siones haciéndole preguntas agudas. Por algo se le conocia como ‘el tibano de Atenas’. Sumé- todo de hacer preguntas era mucho més pro- fundo de lo que parecia a primera vista. S6cra- tes intentaba clarificar el debate comenzando por los primeros principios; esto requeria d nir los conceptos basicos sobre los que descan- saban las ideas del adversario y sefialar en parti- Anima: 27 SOCRATES EN 90 MINUTOS cular las consecuencias de tales ideas. Ademas, Socrates era perspicaz en la tarea de descubrir los absurdos humanos y no eludia convertir a suadversario en un hazmerreir. A juzgar por lo que de él se cuenta, ha debido de ser un opo- nente irritante en las conversaciones, brillante, resbaladizo y tortuoso, de modo que sus aires de sabihondo tenfan que granjearle muchos enemigos, aunque también popularidad entre lajuventud iconoclasta de su tiempo No tardé mucho en demostrar, para su pro- pia satisfaccién, que los hombres de Atenas te- nidos por sabios no sabian nada en realidad, igual que él. Asi pudo concluir que el Oraculo de Delfos habia estado enlo cierto: él era el mas sabio de los hombres, pues sabia que no sabia nada. No obstante sus métodos racionales e ico- noclastas, era en cierto modo una criatura de su época y es posible que creyera, con chanzas y todo, que el Oraculo de Delfos hablaba con la voz de los dioses. Creia también firmemente que “el alma es inmortal; después de la muerte, nuestras almas continuan existiendo en otro VIDAY OBRA ARR mundo’. Si bien casi nunca mostré interés por las reverencias supersticiosas a los dioses ni por el serial de su mitologia. Ciertamente, creia enalgun tipo de dios; daba para esto la razon de que todo el mundo parece creer en algin tipo de dios, curioso argumento viniendo de al guien que se pasaba la vida tratando de desen- gafiar a la gente de sus pensamientos erroneos. La filosofia de Sécrates no trataba solamente del pensar o de métodos de anilisis. Hizo tam- bién numerosas propuestas positivas, con lo que puede haber recibido en alguna ocasion dosis de su propia medicina critica. En el didlo- go de Platon Fed6n, el personaje Sécrates expo- ne su Teoria de las Formas, o de las Ideas. Mu- chos piensan que es la teoria propia de Platon, que sdlo pone en boca de Sécrates, pero cuan- do Platon escribié el Fedén, todos|os otros per- sonajes que aparecen en el dilogo vivian toda- via, de modo que puede suponerse que las opiniones de los personajes son las suyas autén- ticas, a menos que Platon deseara malgastar gran parte de su tiempo en los tribunales. Es de » SOCRATES EN 90 MINUTOS suponer, pues, que discutian sus ideas reales con un Sécrates real; habiendo basado mucho del didlogo en fuentes reales, no parece proba- ble que Platén introdujera un Sécrates ficticio exponiendo ideas que nunca tuvo. Platon pone énlasis en decir que Sécrates ‘expuso estos va- lores con frecuencia’. A pesar de tales eviden- cias, a Teoria de las Formas es atribuida de cos- tumbre a Platén, ‘Todo esto demuestra la dificultad que hay en atribuir algo a alguien que no escribe nada (tal vez es éstala razén de que muchos de nosotros adoptemos tal recurso). Una cosa si es cierta en Ja Teoria de las Formas: ni Sécrates ni Platon fueron los primeros en pensarla. Esta hazafia se le reconoce generalmente a Pitagoras. Como hemos visto, los estudios que hizo Pitégoras de Ja armonia musical le llevaron a creer que el mundo consistia, en iiltima instancia, de ntime- Tos; pero su concepto de los numeros estaba préximo a nuestra nocién de forma. Estas abs- tracciones —numero, forma— eran la realidad ‘iltima para Pitigoras; eran las ideas abstractas 30 ARS permanentes con las que se formaban los entes concretos y particulares, siempre cambiantes, del mundo. Es evidente que esta presente aqui la idea de Parménides que afirma que la reali dad Ultima es el Ser, la entidad que subyace a to- das las piezas de nuestro mundo ilusorio. Socrates describe en el Fedén la naturaleza del mundo de las formas (o ntimeros, o ideas. La palabra griega que usaes eidos, que eslaraiz de nuestra palabra idea y que puede traducirse como forma, idea o figura, donde la nocién de numero y forma coinciden realmente). Segin Socrates, el mundo de las formas no es accesi- ble a los sentidos, sélo al pensamiento. Somos capaces de pensar las ideas de redondez o ro- jez, pero no podemos percibirlas, s6lo percibi- mos una bola roja particular; ésta es creada a partir de las ideas de rojez, redondez, elastici- dad, etc. Pero, ¢cémo ocurre esto? Sécrates nos dice que los objetos particulares reciben sus cualidades por ‘participacion’ en las ideas de las que se derivan, Una manera de explicar esto es acudiendo a la imagen de una figura de 3 SOCRATES EN 90 MINUTOS yeso colada dentro de un molde. Las formas abstractas, 0 ideas, el molde, dan al objeto parti- cular su forma, tamafio y otras cualidades. EI mundo de las formas es el tinico real; es universal y es el mundo basico en el que todas las cosas participan. Este mundo de formas tie- ne una jerarquia en cuya cuspide estin las ideas universales del Bien, la Belleza y la Verdad. Las cualidades de bondad, belleza y verdad que ve- mos en Jos objetos particulares nos dirigen ala contemplacion de las ideas universales en su reino abstracto. Es ésta una actitud mistica ante el mundo. Recuerda al pensamiento hindu, en el que quiz tuvo su origen, para el que el mun- do es un velo ilusorio de Maya, transparente para el hombre bueno. Para Sdcrates, las ideas universales son superiores al mundo que cau- sa el que nos apercibamos de ellas. Por fortuna, este vago sistema de pensamien- tos, que desprecia la particularidad del mundo que habitamos, no carece de cierta precision. Al ser el namero sindnimo de estas ideas mas elevadas, su estudio es una tarea superior, y, 32 RRR RRR RRR RRR RRO VIDAY. OBRA asi, los griegos vieron en las matemiaticas una actividad iluminadora, aunque sélo en su for ma pura; era muy aceptable el calcular la suma de los éngulos de un poligono, pero estimar el numero de baldes necesarios para llenar un depésito era tarea desdeable; esto tiltimo ha- bria sido prictico, esto es, podria resultar en el sucio mundo deo particular en el que es- tamos forzados a habitar. Una actitud semejan- te, que habia de persistir en la cultura occiden- tal y que en parte puede detectarse todavia hoy, tenia que mirar la ciencia como algo inde- cente. Sécrates crecié en la época de Pericles, cuan- do Atenas era la mas fuerte y mas civilizada ciu- dad-estado del mundo helénico. Sus progresos habian de resultar decisivos para el curso del desarrollo de la humanidad; aparte de los mo- numentos, mas concretos, esta época fue testigo del florecer de la democracia y de la consolida- cién de un pensamiento auténticamente mate- matico y cientifico. Con Sécrates marcé ade- mas la mayoria de edad de la filosofia. RRR RRR RRR SOCRATES EN 90 MINUTOS Los tiempos de relativa paz de la era de Peri- cles legarona sufin con el estallido de la Guerra del Peloponeso en el 431 a.C. La ruinosa lucha entre el imperio naval de Atenas, cuasidemo- cratico, y la militarista e ignorante Esparta, durd mis de un cuarto de sigo. La guerra y sus reper- cusiones politicas tuvieron un efecto crucial y continuado en la vida de Sécrates. Conviene re- cordar que lo que ahora nos resulta fastidiosa- mente cuerdo y razonable en su filosofia fue concebido contra un trasfondo siempre cam- biante de beateria, trapaceria y miedo. La bis- queda personal dela verdad por Sécrates se ha- cia en una época de valores cambiantes y certezas menguantes cuyo clima moral nos es demasiado facil reconocer. Al declararse la Guerra del Peloponeso, S6- crates fue llamado a filas como hoplita (raso, ter- cera clase, con escudo y espada). Hay muchos recuentos dispares de la vida de Sécrates, pero todos concuerdan en cuanto a su aspecto. Sé- crates era uno de los hombres mas feos de Ate- nas. Patizambo, barrig6n, de hombros y brazos 4 VIDAY, OBRA . peludos, era calvo (se decia de su mollera que era “grandiosa’). Era también famoso por su an- cha nariz chata, ojos saltones y labios gruesos. Socrates no sélo parecia un fildsofo, tambic se vestia como tal. Andaba, en invierno y en ve- rano, siempre con la misma tanica raida y una capa gastada de tres cuartos; y, en todo tiempo, iba descalzo. Como dijo su colega Antifono el Sofista, “Un esclavo al que se le obligara a ir de esta guisa huiria’. Y a pesar de esto, parece ser que Sécrates fue un excelente soldado. Intelectuales porfiados y feos no suelen ser populares entre los soldados, pero Sdcrates era tan singular que intrigaba a sus comparieros de armas. Participé en el asedio a Potidea, en el norte de Grecia, donde el frio viento de las montafias bulgaras llega silbando en invierno; entonces, el ejército griego se convertia en una abigarrada multitud envuelta en toda clase de pieles y con retazos de fieltro atados a los pies, lejos de los esbeltos jévenes desnudos que se ven luchando delicadamente en las vasijas grie- gs. Los camaradas de Sécrates se asombrarian RRR ARR RAR RRA RAR ARON IS a SOCRATES EN 90 MINUTOS de verlo desfilar por la nieve y elhielo descalzo, con su precaria tunica y su capa agujereada, pero lo que realmente les intrigaria seria el ve le ‘pensando’, Cuenta Alcibiades, que sirvi junto con Sdcrates en la campafia de Potidea, que, un dia, el flésofo se desperté temprano y se puso a pensar en algin problema de particu- lar dificultad. Sus camaradas pudieron verle en un campo vecino, durante horas en postura contemplativa, totalmente ajeno al mundo en derredor. Alli seguia a la hora de la cena. Algu- nos compatriotas, intrigados, se dispusieron a dormir fuera de sus tiendas de campana para ver cuanto tiempo duraria la actuacion; perma- necié pensando hasta el amanecer, se acercd, ofrecié una plegariaal dia que comenzaba y vol- vi6 a sus asuntos como si nada. Esta es una de las muchas historias que se cuentan sobre la habilidad de Sécrates para en- trar en un profundo trance y que han inducido amuchos comentaristas a pensar que sufria de alguna forma de catalepsia. Aadido estoaquea veces decia que ofa ‘voces’, podria haber dudas 36 Re RT VIDAY OBRA acerca de su salud mental, pero todo lo mucho que conocemos de Sécrates apunta a un extre- mado sentido comin y equilibrio. En verdad, su filosofia parece a veces poco mas que senti- do comin utilizado con brillantez, salpicado de sagacidad irdnica popular. Pero el hombre ca- paz de flotar en trance mientras todos los quele rodeaban sufrian los rigores del aburrimiento militar era capaz de gran bravura cuando la oca- sin lo requeria. Alcibiades cuenta que, estan- do él cierta vez herido en mitad de una batalla, Sécrates lo vio, se lo eché ala espalda yo trasla- dé a través de una masa de soldados enemigos armados, salvandole as‘ a vida. Platon narra como el joven Alcibiades se ena- moré de Sécrates. Cuesta imaginarlo, a menos que Alcibiades sufriera de algin defecto en la vista, pero no hay mencién de ello. En palabras de Alcibiades: “Cuando oia su voz, mi corazon golpeaba como en un estado de éxtasis religio- so’. Parecen palabras de un joven impresiona- ble embelesado por la sabiduria de Sécrates. Pero no. En un pasaje muy apreciado por los RRR AR AR ARRAS SOCRATES EN 90 MINUTOS estudiosos del mundo clisico (y muy censura- do por sus maestros), Alcibiades describe como intenté seducir a Sécrates. En primer lugar, Alcibiades se las ingenié para pasar el dia. solas con Sécrates, en la espe- ranza de que la conversacién se deslizara en al gin momento hacia “los temas que el amante suscita con su amado cuando estan a solas’. Pero Sécrates persistia en la filosofia. Después, Alcibiades sugirié a Sécrates ir al gimnasio y ejercitarse juntos. La mayoria de los juegos atléticos se hacian entonces al desnudo, asi que Alcibiades ha debido pensar que las cosas iban bien cuando Sdcrates acepté su invitacién. Ha- gamos una pausa y tratemos de imaginar a S6- crates, calvo, barrigén y patizambo, desnudo para los ejercicios del gimnasio. Sin descorazo- arse, al parecer, por esta decepcionante vision y aprovechando que no habia ningiin otro por ali, Alcibiades lleg6 incluso a un juego de lucha con Sécrates. Pero todavia no sucedia nada. Finalmente, Alcibiades decidié invitar a S6- crates a cenar en su casa y emborracharle. No 3B AAR AR RRR RRR VIDAY OBRA ARR RRS tuvo éxito en emborracharle (nadie lo consi- guid nunca, por mucha bebida que trasegara), pero mantuvo a Sécrates hasta muy tarde, de modo que se quedara a pasar la noche. En pala- bras de Alcibiades (segtin Platon): “Por fin se tumbé en el reclinatorio que habia usado para cenar, al lado del mio, y no habia nadie alli sino nosotros’. Alcibiades rept en la oscuridad has- tallegar al lado de Socrates y abrazarle. Pero Sé- crates no se mostraba dispuesto, asi que, final- mente, se durmieron el uno en brazos del otro “como hermanos’. Teniendo en cuenta las cos- tumbres de la época, la capacidad de resisten- cia de Sécrates ante los avances de un apuesto joven como Alcibiades ha debido parecer un autocontrol sobrehumano. Socrates no era ningin asceta, a juzgar por su aspecto y lo que nos ha transmitido la histo- ria, pero no se puede decir que viviera la gran vida. Andaba siempre sin un céntimo, puesto que se negaba a trabajar e insistia en dedicar todo su tiempo ala tarea que le habian asignado los dioses, esto es, a demostraralos ciudadanos RRR ARR RRR 9 SOCRATES EN 90 MINUTOS de Atenas la profundidad de su ignorancia. Pa- rece, sin embargo, que recibié algo de herencia de su padre y era bien visto de sus amigos influ- yentes, que le invitaban a menudo a comer. $6 crates era evidentemente un huésped muy divertido en los banquetes, estaba siempre dis- puesto a charlar hasta la madrugada y era capaz de beber mas que nadie. Estas fiestas eran de costumbre para hombres solos, aunque no asunto de homosexuales. Habfa a veces cortesa- nas (hetairas) y parece ser que Sdcrates disfruta- ba de todo lo que se daba gratis, ademas de la comida yla bebida. Didgenes Laercio dice que Sécrates pasaba parte de su tiempo dando lecciones informales, conversacionales, a grupos de estudiantes jove- nes en el taller de un tal Simén el Zapatero, cer- ca delhito limite del agora. Se puede todavia ver al borde del 4gora, junto al muro de una vieja casa, el Horos con la inscripcién “Yo soy el mo- jon del agora’. Excavaciones recientes han des- cubierto una gran cantidad de clavos y una copa del siglo quinto a.C. con el nombre de Si- VIDA Y BRA mén grabado. Lo que se habia encontrado mila- grosamente era nada menos que el taller donde ensefiaba Sécrates. Hace unos afios visité este lugar en un viaje a Atenas; medilos cimientos y vi que encerraban un cuadrado de cuatros pasos. Han debido de estar bastante apretados alli dentro, con Simén dando martillazos en la trastienda y los clientes entrando y saliendo, sin duda sin hacer caso de los extrafios comentarios ingeniosos. Ensefiar en tales circunstancias ha debido requerir una inteligencia rapida y la capacidad de mantener atenta una audiencia, dos cualidades de las que los filésofos parecen haber prescindido desde hace mucho tiempo. Sécrates tenia talento de actor y, digase lo que se diga acerca de él, pre- sentaba siempre un buen especticulo. Es el gran comediante alternativo de la filosofia. {Qué ensefiaba Sécrates, precisamente, en sus cursos? Una de sus observaciones mas re- cordadas es: “Una vida sin pruebas es unano vi- vible vida’, lo que corresponde a la actitud de un intelectual con mucho tiempo libre. Las ciu- SOCRATES EN 90 MINUTOS dades-estado griegas han sido probablemente las primeras sociedades en producir algo pare- cido a una clase media intelectual con un cierto grado de independencia (debido a la democra- cia) y de ocio (debido a la esclavitud). Los grie- gos tenian tiempo para ocuparse del pensar por él mismo y llegar a sus propias conclusio- nes. El pensamiento original, de cualquier cla- se, necesita ocio, un hecho pasado a menudo por alto por mediocridades serias y laboriosas. Sécrates pensaba que el verdadero ser de una persona es su alma (psijé o psique). Los flo- sofos anteriores habian dicho que el alma era el eterno ‘aliento de la vida’, que “duerme cuando el cuerpo esta activo y despierta cuando el cuerpo duerme’, algo asi como un subcons- ciente inmortal, no demasiado diferente de lo que afirma la doctrina junguiana de hoy. Para Socrates, el alma era mas bien la personalidad consciente: una entidad de la que se puede afirmar que es inteligente o estupida, buena 0 mala, esto es, algo por lo que somos moralmen- te responsables; crefa que debemos intentar A RRR RRR RRR RROD VIDA Y BRA que nuestra alma sea lo mejor posible, para ase- mejarla a Dios. Pero gpor qué? Sécrates sostenia que todos. los hombres buscan la felicidad. Sila alcanzan o no depende del estado de su alma, Sélo las al mas buenas logran la felicidad. Las gentes no son buenas porque se sienten atraidas por co- sas que parecen ser buenas pero que nolo son enabsoluto. Si conociéramos el bien, nos com- portariamos adecuadamente y no habria con- flictos, ni en nosotros ni en la sociedad. Tal vez sélo un filésofo puede ser tan ingenuo para creer esto. Todos compartimos una nebulosa nocién del bien, pero tan pronto como la exa- minamos y la reducimos a particularidades prcticas, estamos en desacuerdo, tanto indivi dual como socialmente. ¢Es bueno malgastar el tiempo ocupandose de la filosofia? ¢Es bueno negar el voto alas mujeres? Los griegos vivian en pequefias ciudades-es- tado, una situacién que favorece el consenso Atenas, la mas poderosa de las ciudades-estado griegas, tenia una poblacién masculina adulta ARR RRR 48 SOCRATES EN 90 MINUTOS de 42.000 personas en ese periodo. Ademis, los griegos creian enla virtud de la moderaci6n. (Otra célebre maxima grabada en el Oriculo de Delfos era: “De nada demasiado’) La idea del bien de Socrates era producto de su circuns- tancia y de su tiempo. La poblacién total de Ate- nas, incluyendo mujeres, nifios, extranjeros y esclavos, era probablemente de alrededor de 250.000. Otra cuestién distinta es sila mayoria libre de Atenas crefa que no eran felices por causa del mal estado de sus almas. ‘Sécrates cas6 con Jantipa ala edad de 50 afios. La historia machista pinta a Jantipa como una fiera, pero la vida con Sécrates no debia ser fa- cil; era vivir con alguien que se pasa el dia en la calle discutiendo sin ganar un céntimo, que vuelve a casa de madrugada después de haber estado bebiendo con los amigos (aun sin dine- ro) y que, como todos los filésofos, es el hazme- rreir del vecindario. (De la coleccién de chistes atenienses contemporaneos que ha legado hasta nosotros, casi una cuarta parte presentan, alfilosofo como el bobo.) AE RRR RRR RRR RR VIDA Y,OBRA De Jantipa se dice que era la tinica persona capaz de ganarle a Sécrates en una discusién. Pero, como suele ocurrir en las relaciones tor- mentosas, la historia sugiere que Socrates y Jan- tipa estaban muy préximos el uno del otro, Tu- vieron tres hijos, ninguno de los cuales parece haber aprendido gran cosa de su padre. (Segun todos los datos, vivieron vidas normales,) Janti- pa parece haber sido consciente de que estaba casada con un hombre excepcional, a pesar de sus regafos y de la desaprobacién de su con- ducta; estuvo incondicionalmente a su lado en los tiempos dificiles y su muerte la conmovié profundamente. La Guerra del Peloponeso terminé con la hu- millacion de Atenas cuando Sécrates contaba sesenta y cinco afios. Hl jefe victorioso esparta- no, Lisandro, viajé a El Pireo para supervisar el establecimiento de un gobierno simpatizante con Esparta, e instalé a los Treinta ‘Tiranos. Sigui6 un periodo de terror, con arrestos suma- rios, juicios y la confiscacién de las propieda- des de los oponentes. Muchos de los partida- 4s SOCRATES EN 90 MINUTOS . rios del gobierno democritico huyeron de ‘Atenas, pero Sécrates se quedd. Sorprendente- mente, a pesar de su individualismo indoma- ble, Sécrates no era un demécrata. La democra- cia estaba todavia en su infancia y, a diferencia con las formas mas maduras de hoy, era procli- ve alos excesos y la crasa incompetencia. Hasta los generales habian sido elegidos por votacién en Atenas, método que se mostré atin menos eficiente que el procedimiento actual de reclu- tarlos entre los oficiales del ejército. Se culpaba alos demécratas de la conducta desastrosa que habia llevado a que Atenas estuviera ahora de rodillas. Pero los argumentos de Sécrates con- trala democracia se basaban en razones filos6fi- cas, consistentes con su teoria ética. Sostenia que la mayorfa de los hombres son almas infeli- ces porque no conocen el auténtico bien y este desconocimiento les induce a votar a lideres que también tienen una idea errénea del bien. Esta opinién, junto con su idea de que habia un solo bien ultimo que solamente su filosofia po- dia discernir, le levaron a un terreno peligroso. M6 re. | 1 | La sociedad que invent6 Platén desarrollando estas ideas es una pesadilla. Al igual que Platon ty Socrates}, tanto los nazis como los séviets cre- yeron que habia un bien iltimo unico que solo su filosofia era capaz de descubrir. Uno de los lideres de los Treinta Tiranos era Critias, que habia sido discfpulo de Sécrates. Critias dejé pronto muy claro que habian que- dado atrés sus locuras de juventud, entre las que estaba su educacién. No es que hubiera oF vidado a Socrates; al contrario. Cuando dicté un edicto prohibiendo la ensefianza de la filosofia en las calles de Atenas mencioné expresamente a Sécrates. Conocia demasiado bien como su viejo profesor era capaz de torcer el significado de las palabras para su ventaja y no estaba de hu- mor para tales payasadas. Quedaba prohibida la actividad de Socrates, llamarase 0 no filosofia. Algunos quisieron ver en la decision de $6- crates de permanecer en Atenas una prueba de su aquiescencia al gobierno de los Tiranos, pero Sdcrates dejé bien sentado, durante el estado de virtual guerra civil que siguid, que ARR RRR RRR RRR RRR 47 SOCRATES EN 90 MINUTOS no deseaba tomar parte en la politica y que preferia seguir siendo un hombre de princi- pios. Pero en la Atenas del siglo quinto a.C. era practicamente imposible no participar en la po- litica (a menos que uno fuera mujer, o esclavo) Los Tiranos conocian lo odioso de su posicion y pretendian involucrar a cuanta gente fuera posible en su reino de terror, a fin de extender su sentido de culpa. Como hombre de princi- pios bien conocido, Sécrates era un candidato obvio. Cierto dia, junto con otros cuatro, fue convocado por los Tiranos y conminado a que levara a efecto una orden, Tenia que viajar ala isla de Salamis y arrestara Le6n, un dirigente de laoposicion democratica. Este arresto era ilegal y Leén habria sido asesinado con toda probabt- lidad tan pronto como hubiera sido tratdo a Ate- nas. Sin pensar en las consecuencias, Socrates no hizo caso de las ordenes ilegales y simple- mente regres6 a su casa. Esta decision le habria costado probablemente la vida, a no ser por una serie de circunstancias imprevistas: Critias 48 we VIOAY OBRA fue muerto y, poco después, los Treinta Tira- nos fueron depuestos. Los demécratas, que reemplazaron a los Ti- anos, también la tenian tomada con Sécrates aunque, con el fin de curar las heridas de la gue- ra civil, declararon una amnistia general y S6- crates quedo a salvo. O asi parecia. En el afio 399 a.C. fue arrestado bajo la acusacion de im- piedad y corrupcién de la juventud. El hombre que estaba detrds de esta acusacion era un diri- gente de los demécratas llamado Anito, que guardaba un viejo rencor a Sécrates. Atos an- tes, el hijo de Anito habia sido discipulo de S6- crates y habia sido persuadido por éste a que haria mejor dedicandose a la ‘vida filosofica” que al negocio familiar de curtidos. Los cargos contra Socrates eran claramente una farsa, pero involucraban la pena de muer- te, lo cual parece algo excesivo. Ciertamente, Socrates era todo lo impopular que puede ser un intelectual que argumenta por razones de principio en favor de causas impopulares. Pero, gla pena de muerte para un hombre de RAR 49 SOCRATES EN 90 MINUTOS setenta afios? Hay un cierto misterio alrededor de estos cargos y el procedimiento subsiguien- te y puede que no sea nunca aclarado del todo. Digo misterio, que no secreto, pues es bastante obvio que todo el mundo en Atenas sabia de qué iba en realidad el asunto. Sécrates fue sometido a juicio ante los qui- nientos miembros del consejo de gobierno, cada uno elegido al azar entre los hombres li- bres de Atenas. El caso contra Sécrates fue ini- ciado por Meleto, en realidad un hombre de paja de Anito. Meleto era un joven poeta trégico fracasado, de largos cabellos, barba rala y nariz aguilefta; tenia un humor sareastico y cortante: un adversario adecuado para el viejo y astuto ‘Sécrates. Meleto presenté la acusacion y terminé pi- diendo la pena de muerte. Era el turno del acusado para defenderse él mismo. Parece que Sécrates se equivocé al juz- garlo serio de su situaci6n, y respondié ala cor- te como si estuvieran participando en una de sus charlas filoséficas, para diversion de algu- 50 YIOAY. OBRA, nos, pero no de muchos otros. Finalmente, el resultado de la votacién fue contrario a Sécra- tes: 280 contra 220 favor de la pena de muerte. Ahora le tocaba a Sécrates hacer una contra- ” propuesta para una sentencia mds suave, pero seguia sin tomar el juicio en serio. Los cargos en su contra eran ridiculos, y éllo sabia. Sécra- tes sugirié que era merecedor dehonores, més que de un castigo, por todo lo que habia hecho por la ciudad y que, en lugar de condenarle a muerte, deberian concederle una plaza en el Pritaneo, el lugar sagrado donde los héroes de Atenas eran mantenidos a costa del erario pu- blico. Gran alboroto en la corte. Acusando el golpe, Socrates dio marcha atrés. Propuso pagar una multa acorde con sus posibi- lidades y sugirié la irrisoria suma de una mina(el precio de una jarra de vino). Ms alboroto. Los amigos de Sécrates le ro, ban que fuera mas sensato. De mala gana, S6- crates propuso pagar una multa de treinta mi- nas, en lugar de ser condenado a muerte. 51 El consejo estaba ya harto. Esta vez, el vere- dicto en favor de la pena de muerte fue de 360 contra 140. Hay indicios de que no sélo era cabezoneria de Sécrates. ¢Podia esperar que la corte reco- nociera su valia ylo dejara libre? zo estaba deci- dido a morir? (De haber sugerido la pena del exilio, seguramente la corte habria accedido, y Socrates podria haber vivido cémodamente ayudado por sus amigos.| Pareceria como si Sé- crates albergara un deseo de martirio, aunque fuera subconscientemente. Socrates deberia haber sido expulsado de la corte y su sentencia ejecutada en el acto, pero el dia anterior la galera sagrada habia partido en su viaje anual alla isla de Delos, a mas de ciento sesenta kilémetros por el Egeo, y no podia ha- ber ejecuciones hasta su regreso, asi que Sécra- tes fue maniatado y trasladado a la prisin del estado. Pueden todavia verse los limites dela prision, unos cien metros al suroeste de las ruinas del agora, en medio de un descampado cubierto 52 ARR ARR von gmt de viejas piedras y antiguos cimientos. La celda ya sala de bafio donde Socrates fue encerrado estén en elrincén derecho, segin se entra, y es alli donde recibié a sus amigos durante sus ulti- mos dias. En esta insignificante pieza de seis por seis pasos sucedieron las escenas descritas por Platén en sus mejores didlogos, obras maes- tras de la antigua literatura griega dignas de ser comparadas con las obras de Homero y las tra- gedias. El héroe de estos didlogos permanece siem- pre fiela si mismo, del todo. humano, sabio y ad- mirable hasta lairritaci6n, tal como uno imagina que seria su intencién. En cierto momento, su amigo Critén expone que ha ideado un plan de huida sobornando a los guardias para hacer como que no veian. Pero Sécrates rehuisa. Seria contrario a todo en lo que él creia. Sécrates es- taba firmemente en favor de la ley, aun en el caso de que se equivocara. Por fin llegan noticias de que la galera sagrada ha sido vista bordeando el cabo Sunion y que pronto arribara a Atenas. Los amigos de Sécra- ARR ARR RR ARRON 53 SOCRATES EN 90 MINUTOS tes, junto con su esposa Jantipa, se reunen en la celda, Sécrates despide entonces a Jantipa, por que no desea muestras embarazosas de emo- cién. Al marchar, Jantipa protesta, *;Pero ti eres inocente!". La respuesta de Sécrates es caracteristica: “@Hubieras preferido que fuera culpable?” Socrates discute con sus amigos (discipulos seria un apelativo mas justo en esta coyuntura) sobre la naturaleza de la muerte y la inmortali- dad, Platon lo transcribe de forma conmovedo- ra, aunque él no estaba presente. (Precisamen- te ese dia estaba en cama con fiebre.) Entonces Ie entregan a Sécrates una copa con la cicuta. (Atenas operaba siguiendo una politica de eje- cuciones de hagalo-usted- mismo.) Fiel a si mis- mo hasta el final, Sécrates alega ignorancia y pregunta: “;Cudles el modo correcto de proce- der?’. ‘Beberlo, simplemente’, contesta el criado. “Camina después hasta que sientas las piernas débiles. Te tumbas entonces, y el veneno haré elresto.” 54 AAR RR RRR RRR ARR YIOAY OBRA, *gPuedo verter algo como sacrificio a los dio- ses?” “No, no viertas nada. Pudiera ser que no que- dara lo suficiente para que el veneno actite ade- cuadamente.” Sécrates bebe de un solo trago. Susamigosno son ya capaces de disimular su pena y rompen allorar desconsoladamente. Sécrates les recrimina. “Comportaos. ;No despedi a Jantipa para evitar esta clase de es- cena?” Mientras yace, la insensibilidad se va apode- rando de su cuerpo. “Recuerda, Critén, que le debo un gallo a Es- culapio’, son sus palabras finales. Eltabano de Atenas muere. Las tiltimas palabras de Sécrates, recogidas por Platén, suenan a algo auténtico, precisa- mente porque no esta muy claro qué significan. Este es un caso en el que se puede decir con bastante certeza que la vida triunfé sobre la Ie teratura, aun cuando Platén hubiera de confiar en lo quele dijeran sus amigos. Rn nnn: 55 SOCRATES EN 90 MINUTOS Como era de esperar, las ultimas palabras de Sécrates se han prestado a diversas interpreta- ciones. La mas obvia es la de que Sécrates, sim- plemente, le debia un pollo a un amigo llamado Esculapio y queria saldar la deuda. Esto resulta demasiado banal para muchos eruditos. Escula- pio, ademas de ser un nombre bastante comin, era también el dios dela medicina y la curacién. (Se acostumbraba a representarlo caminando con.un baculo con una serpiente enredada y es el origen del emblema que adorna farmacias y ambulancias hasta el dia de hoy.) Otros sugie- ren que las tltimas palabras de Sécrates signifi can que queria que se pagaran las deudas con su doctor, Atin hay otros que han propuesto una interpretacién mds ingeniosa y metafisica. Una traduccién alternativa de las tltimas pala- bras de Sécrates seria: ‘Critén, debemos sacrifi- car un gallo a Esculapio. Procura que se haga. No lo olvides’. Entre los poderes de Esculapio estaba el de la capacidad de curar el alma de los males de este mundo, preparandola para el préximo, de modo que el regalo de Sécrates a 56 ARR RAR: ONT OB rice: Esculapio pudiera haberlo hecho enla esperan- za deun paso seguro de su alma al mas alld. Esto habria estado de acuerdo con su creencia en la inmortalidad del alma, Como Sécrates expuso a sus amigos antes de beber la cicuta: “Sélo los que han vivido una vida malvada confian en que la muerte sea el fin de todo. Esto es razona- ble, pues esta en su interés el que asi fuera. Yo, sin embargo, estoy convencido de que las al- mas de los malos vagan en desolacién por el bajo mundo del Tartaro. Sélo los que han vivi- do una vida justa seran admitidos en el Mundo Real’, Sécrates era lo suficientemente hombre (y lo suficientemente fildsofo) para dejar un ele- mento de incertidumbre en este punto. Antes de beber la cicuta, anuncié a sus amigos: “Pero ya es tiempo de irnos: que yo tengo que morir, que vosotros tenéis que vivir. Mas quién de no- sotros vaya a lo mejor, cosa es, para todos me- nos para Dios, desconocida’. Alos pocos dias de la muerte de Socrates, el pueblo de Atenas se apercibio de la enormidad de lo que habian cometido. Se declaré un pe- RR 57 SOCRATES EN 50 MINUTOS riodo de luto durante el cual los gimnasios, tea- tros y escuelas permanecieron cerrados. Mele- to fue condenado a muerte y Anito desterrado. Una estatua de bronce de Sécrates, por Lisipo, fue erigida en la Via Sacra, un lugar donde los desocupados pudieron reunirse bajo su mas noble protagonista. Todo esto suena muy honorable y dejaria en buen lugar a los ciudadanos de Atenas. Pero, para mi, sugiere que Sécrates no fue sino un pedn en alguna disputa politica de gran calado. Al final de la partida, Sécrates vencié con cre- ces, como siempre, o sino no estariamos toda- via hoy leyendo acerca de él. 5B RRR RRR Re Epilogo Elesquivo Socrates Nuestro conocimiento de Sécrates viene de dos fuentes principales, Platon y Jenofonte, ambos discipulos que fueron suyos. Platon le- goa ser fildsofo y nos legé su filosofia escrita en forma de didlogos magistrales, en muchos de los cuales aparece Sécrates. Jenofonte, por su parte, se hizo soldado y tuvo una carrera mili tar tan desastrosa que decidié dedicarse a la i- teratura. Una de sus obras mas conocida es Memorabilia, donde describe la figura de Sé- crates. anaes 59 SOCRATES EN 90 MINUTOS Por desgracia, estas dos fuentes de primera mano nos presentan dos imagenes de Sécrates muy distintas y que sdlo coinciden en ocasio- nes. Jenofonte era conservador por naturaleza y se sentia indignado porque su viejo maestro fuera acusado de corromper a la juventud de Atenas. Su retrato apologético de Sécrates con- tiene muchos detalles anecdéticos pero muy poco de filosofia, hasta el punto que Sécrates apenas parece haber sido fildsofo. Sdcrates un personaje del didlogo de Jenofonte Econo- micus, pero sus palabras son, principalmente, de consejos sobre como cuidar un jardin y en Memorabilia, lasideas de Sécrates sonamenu- do tan aburridas y faltas de originalidad que es dificil entender por qué causé tanto revuelo el personaje. Un hombre asi no habria sido juzga- do nunea por predicar doctrinas subversivas, pero tampoco habria sido un gran filésofo. Puede ser que Jenofonte fuera demasiado convencional para ser capaz de entender las ideas de Sécrates, pero da la impresién de que también era demasiado insulso para presentar es whose A una imagen de Sécrates que no fuera verdade- ra, Algunos se han inclinado, por esta raz6n, a aceptar su retrato de Sécrates. Bertrand Russell descarta con firmeza esta opinion: "Un hombre estitpido no puede transcribir con justeza lo que dice un hombre inteligente, porque, in- conscientemente, traduce lo que oye aalgo que éles capaz de comprender’. ‘Alt inversa, Platén puede haberse pasado de inteligente en su retrato de Sécrates, que aparece enlos didlogos como una pieza magistral de litera- tura, He aqui un personaje soberbio, retratado como en una obra de arte y que produce la sos- pecha de que el original ha sido ‘mejorado” (una ‘mejora’ con fines més artisticos que morales, pues el Sécrates de Plat6n no es ningtin santo). Hay, igualmente, dificultad en separar lo que dijo realmente Sécrates de lo que Platn quiere hacerle decir. Sabemos que Platon puso en boca de Sdcrates gran parte de su propia filoso- fia, pero gcuanto? El retrato de Sécrates que he esbozado esté inspirado en las dos fuentes. Cuando coinci- SOCRATES EN 99 MINUTOS den, se tiene una vislumbre de un personaje in- confundible pero imprevisible. Este es el Socra- tes esquivo que he intentado atrapar. Todo el mundo esta de acuerdo en que So- crates se preciaba de lo escurridizo tanto de sus argumentos como de su personalidad; puede ser que se nos haya escapado hasta el dia de hoy. Ellegado de Sécrates La herencia que nos lego Socrates es ambigua, como a él, sin duda, le habria gustado. Ejercié una profunda influencia en Platon y, a su través, ha impregnado la filosofia hasta hoy. El legado de la antigua Grecia ha sido comparado al ajo. Una vez. que su gusto esta en el plato, es imposi- ble quitarlo. Un cierto sabor de la antigua Gre- cia continua siempre repitiéndose en la filoso- fia, hagase lo que se haga. La dialéctica de Socrates resulté ser decisiva. Este método de dirigir la conversacién sirvié 682 ARR RR manana: eitoco ciertamente de modelo literario a los grandes didlogos de Platén, pero, ademas, su importan- cia en filosofia no se puede subrayar lo bastan- te. El procedimiento de Sécrates para el andlisis de un tema fue el primer uso importante de la raz6n como objeto propio en filosofia. Comen- zaba por pedir al adversario que definiera el tema en discusién, que podia ir desde la natura- Jeza de la justicia hasta la mejor manera de lle- gar a ser general del ejército. Fuera sublime 0 ridiculo, el asunto recibia el mismo tratamiento y ésa fue justamente la gran innovacién de la dialéctica: era una herramienta aplicable a cual- quier cosa. Una vez lograda la definicién del tema, Sécrates procedia a buscarle agujeros, encontrando en el proceso una definicién me- jor. Avanzaba de este modo desde los ejemplos particulares a los de aplicacién mas general, lle- gando finalmente a la verdad universal. Tales verdades, junto con el método de Sé- crates de llegar a ellas, fueron el antecedente de Jalogica, inventada en el siglo siguiente por Aris- toteles, discipulo de Platn. Aristételes acepté la a SOCRATES EN 90 MINUTOS Ree eI RRR! Teoria de las Formas, si bien modificada para sa- tisfacer sus propios requisitos. Artistoteles des- perto de nuevo el interés de la filosofia por la realidad, invirtiendo la tendencia establecida por Sdcrates y Platon. Aristételes traté de in- cluir todo ena filosofia, desde la cosmologia ala conchologia, de Ja ciencia al pecado. Pero, en definitiva, su mayor éxito consistié en hacer un mapa del territorio del conocimiento humano. El énfasis, una vez mas, iba ala teoria mis que al conocimiento duro que pudiera encontrar un uso prictico. En consecuencia, cuando los ro- manos conquistaron Grecia la filosofia declino. No tenia ninguna utilidad y, por tanto, no les servia de nadaalos romanos. Alcolapso del Imperio Romano siguié la civi- lizacién dominada por la religion, propia de la Edad Media. La filosofia siguié moribunda: un vacio de abstraccién, sellado herméticamente por la ortodoxia religiosa. La energia mental que produjo la més intrincada, totalizadora y profunda teologia que ha conocido el mundo, no fue capaz, en términos tecnolégicos, de in- 64 AAR me FROGS ventar nada mas complicado que el arnés (cuyo mecanismo habia sido ya previsto por Arqui- medes en el siglo tercero a.C,). Las catedrales g6ticas se levantaban sobre casuchas alineadas encalles sin saneamiento y se combatian las pla- gas con supersticién. No fue esto culpa de Sécrates, pero el quie- bro que sufrié el pensamiento de resultas de su filosofia tuvo algo que ver. El conocimiento hu- mano tiene una deuda inconmensurable con Socrates. Nos mostré como usar de la razon, pero, al mismo tiempo, limito nuestra vision so- bre donde usarla, con lo que le dejé al conoci- miento un enorme punto ciego; esto duré du- rante no menos que tres cuartas partes del periodo comprendido entre el comienzo de la filosofia y el presente. Unejemplo de este punto ciegolo constituye la actitud medieval hacia la Peste Negra, la plaga que acabé con mas de la mitad de la poblacion de Europa en el siglo catorce. Se sabia desde el comienzo que la Peste Negra era contagiosa. (La enfermedad lego a Occidente cuando cadave- RAR 65 ETE EL ores neon res con la plaga fueron catapultados a un puesto comercial de los genoveses asediado en el Mar Negro.) Pero se hizo caso omiso de este conoci- miento practico en favor de medidas espiritua- les. Por qué? Porque la logica, sucesora de la dialéctica de Socrates, se aplicaba habitualmen- te a ideas abstractas, no a asuntos practicos. Como hemos visto, se puede reconocer este punto ciego ya en Socrates, pero no se le debe culpar de la enormidad de las consecuencias posteriores (el cese virtual del progreso huma- no}. Todos cometemos errores, aun cuando sea- mos grandes fildsofos. Lo que no es de esperar es que se perpetien durante casi dos mil afios. Algunas opiniones atribuidas a Socrates’ Puesto que Sécrates no escribié nada, parece jus- tocomenzarconunacita que explica por qué: No sabiendo nada, que podria yo escribi Y prosigue: He oido, pues, que hubo en Naticratis de Egipto un Dios, de los antiguos all; cuyaave sagrada re- cibié el nombre de Ibis; y este daimonio el de * Laversion castellana de Platon es traduccion direc- ta del texto griego de la edicién G. Budé, debida a J. D. Garcia Bacca, Universidad Central de Venezuela, Ca- Facas, 1980 [N. del T ARR RRA RAR 67 SOCRATES EN 90 MINUTOS ‘Teut: primer inventor del numero y del cdlculo, dela geometria y de la astronomia, delajedrez y los dados, y lo que es mas, dela escritura. Reinabaala sazon sobre Egipto entero Thamos. Viniendo, pues a él, Teut le mostré sus artes ... Mas cuando se llegé a la escritura, dijo Teut: “He aqui, joh Rey!, una ensefianza que hard a os egipcios més sabios y memoriosos’. Quien a su vez contestd: “jOh, artifice de artifices!, Teut;... ¥ en este caso tu, padre dela escritura, le has atribuido por benevolencia lo contrario de sus efectos, porque la escritura producira preci- samente el olvido en las almas de los que la aprendieren por descuidarla memoria, ya que, confiados enlo escrito, desde afuera y por extra- fias improntas, y no desde dentro y de si mis- mos les vendra la reminiscencia”. Platon, Fedro, 274,275 Después de referirse a su madre partera, S6- crates explica su método filosdfico, que ase- mejaal trabajo de su madre: 6B Re ALGUNAS OPINIONES ATRIBUIDAS A SOCRATES. Ami arte de parterismo le son comunes otras cosas con el de las parteras; mas se diferencia enhacer de partero de hombres y no de muje- res, y en examinar las almas en trance de parir, y no los cuerpos... Porque esto de comin ten- go con las parteras: el que soy infecundo en sa- bidurfa... el dios me ha condenado a ser parte- ro; pero me impide parir. Platon, Teeteto, 150¢ Agudezas yanécdotas, «que, para el hombre, una vida sin pruebas es una no vivible vida... Platon, Apologia, 38a “Ala Verdad es a lo que no puedes resistir con palabras, amado Agatén —dijo Sdcrates—; ‘que resistir a Socrates no es por cierto cosa dificil’.” Platon, Banquete, 201d Un extranjero capaz de leer en los rostros paso cierta vez por Atenas. Al ver aSécratesle dijo in- mediatamente que era un monstruo que alber- RRA RRR ARR ARR RAR 69 SOCRATES EN 99 MINUTOS gaba todos los vicios y malvados deseos. Sécra- tes respondié: “Me has conocido!”. Referido por Nietzsche, Elcreptisculo de los idolos, ElProblema de Sécrates, Alguien preguntd cierta vez. a Sécrates si debia © no casarse. La respuesta fue: “Haz como te plazca, que lo lamentards en todo caso” Didgenes Laercio, Vidas de fildsofos ilustres, I, 3 Sécrates en accion: Aristipo pregunté de nuevo a Socrates si cono- cia alguna cosa bella. “Muchas’, replicé * Se parecen entre si?” inquirié Aristipo. “Algunas son todo lo distintas de otras como es posible.” “Pero gcomo puede ser una cosa bella disti ta de otra cosa bella?” Sécrates respondio: “Porque un hombre be- lamente formado para la lucha sera diferente TD ARR RAR RRR RRR: [ALGUNAS OPINIONES ATRIBUIDAS A SOCRATES de otro formado para la carrera. Y un escudo bellamente construido para la defensa es com- pletamente distinto de un venablo bellamente construido para ser arrojado agresiva y veloz- mente’. Jenofonte, Memorabilia, VIM, 4 Socrates expone en su juicio la causa de su impopularidad. Recuerda que el Ordculo de Delfos, que habla por el dios Apolo, dijo una vez, que él era el mas sabio de los hombres: Habiendo, pues, oido tal oraculo pensé en mi qué dice el Dios, y qué pretende con tal dicho dar a entender?; que no me sé sabio, ni poco ni mucho..., porque de ninguna mane- ra miente... Y durante mucho tiempo anduve desorientado... Después... emprendi la com- probacién de la siguiente manera: me dirigi a ‘uno de los que pasaban por sabios, a fin de po-" ner a prueba alli, mejor que en parte alguna, el ordculo y demostrar al oraculo con sus mismas ARR RRA RAR RRR AROS TI SOCRATES EN 90 MINUTOS palabras que “éste si que es mas sabio que yo, aunque ti dijiste ser yo". Examinando, pues, a este personaje —no es necesario que os diga sunombre, era uno delos politicos, en quien me fijé para tal fin—recibi, Va- rones atenienses, la siguiente impresion: me pa- recié, dialogando con él, que el tal varén parecia sabio a otros y aun a muchos hombres, y sobre todo seo parecia a si mismo; mas nolo era. Eintenté entonces demostrarle que él se crefa sabio, pero que no lo era. Lo que consegui fue volverme odioso a él ya muchos de los presen- tes. Al separarme, pues, de él, iba pensando para mi: ‘por cierto que soy mas sabio que este hombre, porque en realidad de verdad, cada uno de nosotros dos corremos el peligro de no saber nada ni de bello-ni-de-bueno; mas él cree saber sin saber; mientras que yo, como no sé nada, nada me creo saber. Parece, pues, que soy ms sabio que él en esto poquito: en no creer saber lo que no sé". Me dirigi después a otros de los reputados por atin mas sabios que el primero; y saqué la Th RRR RRR RON EEE EEE EEE ALGUNAS OPINIONES ATRIBUIDAS A SOCRATES ASUS ERR RRL SAS misma impresién ya misma odiosidad de parte de éstos y de otros muchos. Plat6n, Apologia, 21b,c,d. Socrates habla con sus amigos, la manana de su muerte en su celda de condenado, sobre el alma, la verdad y la sabiduria inmortal: Parece como si un atajo nos condujera de modo que mientras en nuestras consideracio- nes tengamos, junto con la razén, el cuerpo, y que esté contaminada nuestra alma con tal mal, no lleguemos a poseer completamente lo que anhelamos, que decimos ser lo verdadero, por- que el cuerpo nos depara toda suerte de moles- tias, a causa del necesario sustento. Mas aun: nos sobrevienen enfermedades, entorpecién- donos la caceria de lo Ente. El cuerpo nos relle- na de amores, deseos, miedos, de tantos idolos y bagatelas de toda clase, tanto que, como se dice con verdad, ni siquiera nos acude alguna vez pensar en lo Ente; por culpa de él; guerras, B SOCRATES EN 99 MINUTOS sediciones, luchas, ninguna otra cosa nos las apareja sino el cuerpo y sus deseos; que por la posesin de riquezas surgen todas las guerras. Empero necesitamos poseer riquezas por cau- sa del cuerpo, sirviéndole asi con tales cuida- dos. Por tal causa no nos quedan vacaciones para filosofar acerca de todas estas cosas. Mas lo peor de todo es que, cuando las tenemos y nos volvemos a considerar algo, interrumpiéndo- nos constantemente en nuestras investigacio- nes nos perturba, confunde y desconcierta tan- to tanto que no podemos, por causa de él, percibir lo verdadero; queda, pues, demostra- do que en realidad, si queremos llegar a cono- cer puramente, hay que separarse de él y con- templar con el alma misma las cosas mismas; y entonces, como parece, estaremos donde de- seamos y con aquello de que decimos estar enamorados: de Sapiencia, y esto, una vez muertos, como lo demuestra el razonamiento; mas no, de vivos. Porque si estando en cuerpo no es posible conocer nada puramente, una de dos: o no habra manera de alcanzar el saber, 0 74 RAR RAR ARR ALGUNAS OPINIONES ATRIBUIQAS A SOCRATES morirnos. Que entonces legara a estar el alma ella en si misma, fuera del cuerpo; mas no, antes. Empero mientras vivamos, asi parece, esta- remos lo més cerca del Saber, silo mas posible dejamos de tratarnos con el cuerpo y de com- partirnos con él, fuera de lo estrictamente ne- cesario, y no nos dejamos empapar de su na- turaleza; al contrario, nos purificamos de ella hasta que dios mismo nos separe. Y asi puros, apartados de la insensatez del cuerpo, como es debido, conoceremos por nosotros mis- mos todo lo puro, que es, tal vez, lo verdade- ro, pues no es licito con Jo no puro tocar lo puro. Platon, Fedén,66b,c,4,¢, 67 a,b. Pero ya es tiempo de irnos: que yo tengo que morir, que vosotros tenéis que vivir. Mas quién de nosotros vaya alo mejor, cosa es, para todos menos para Dios, desconocida. Platon, Apologia, 42a ~ mew 75

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