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Seminario de Historia Política II

Trabajo Final

La debacle de la Segunda Internacional en


el contexto de la Gran Guerra

Geraldine Minaverry
Leg.; 7182
Introducción

A partir de 1870 se manifestaron cambios que condujeron al inicio de la crisis del mundo liberal
burgués; entre 1873 y 1890 se produjo la “Gran Depresión” producto del aumento extraordinario de
la producción y la incorporación de nuevos competidores provocando la caída en los precios. La
respuesta inmediata a esta crisis fue la aplicación del proteccionismo en la mayoría de las naciones
a excepción de Gran Bretaña y la concentración económica en trust, pero fundamentalmente se fue
gestando un gran cambio a nivel mundial: el desarrollo del imperialismo. Las potencias europeas
comenzaron a competir y rivalizar entre sí para conquistar nuevos territorios donde poder ser
hegemónicas, implantar monopolios, colocar el exceso de producción y conseguir materias primas.

El auge del imperialismo abrió una nueva etapa en la que varios países se sumaron a la
industrialización, se formaron economías satélite, Gran Bretaña perdió su hegemonía en cuanto a su
industrialización, y se desarrolló un fuerte estímulo a las masas para su identificación con el Estado
y su nación, generando una idea de superioridad y dominio para llevar a otras regiones el progreso y
la civilización. De esta forma, se justificaban los intereses económicos y políticos imperialistas,
contribuyendo al surgimiento del nacionalismo y el patriotismo.

Estos factores, entre otros, y la comprensión del desarrollo imperialista son fundamentales para
comprender la génesis de la Primera Guerra Mundial. La cual abre una nueva situación desconocida
hasta entonces, por primera vez un conflicto es tan duradero, involucra a tantos países y recursos
materiales, y se cobra millones de vidas. Nada será igual luego de esta guerra, donde surgen nuevos
Estados, desaparecen imperios, se destruye el sistema económico anterior y Europa pierde su
hegemonía. La tensión internacional perdurará sentando las bases para una nueva guerra mundial.1

En este contexto, se dividirán las aguas en las organizaciones obreras que habían llegado a tener
en algunos casos, influencia de masas. La marea patriótica exacerbada por la guerra, llevará a sus
principales partidos a renegar del internacionalismo socialista, provocando el colapso de su
organismo mas importante: La Segunda Internacional.

La Segunda Internacional antes de la Guerra

La Segunda Internacional fue fundada en Julio de 1889, en el centenario de la Toma de la


Bastilla. Reunió a todos los partidos socialdemócratas del mundo, adhería al marxismo y a los
principios del socialismo mundial, representaba, hasta el momento, la organización mas fuerte del
internacionalismo de la clase obrera. Esta internacional había nacido en un período de auge del

1 Eric Hobsbawm, Historia del Siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 2011.
capitalismo y su partido mas importante era el alemán, cuyos máximos referentes habían estado
bajo la tutela directa de Marx y Engels.

La Segunda Internacional consideraba que la guerra europea venidera era de carácter


imperialista y planteaba que “los trabajadores de todos los países deben establecer la fuerza de la
solidaridad internacional del proletariado”2

De esta forma caracterizaban al imperialismo:

En su deseo de obtener mayores ganancias, las clases dominantes


buscan y aseguran nuevos distritos de materia prima, nuevos mercados
para los productos de la industria, nuevos distritos donde su capital
puede ser utilizado para fines de explotación. Los bienes y el capital se
exportan en cantidades crecientes. El imperialismo es el factor decisivo
en la vida del estado moderno. Los esfuerzos se dirigen a reunir a la
madre estado o al país y sus colonias en un imperio unido, el esfuerzo
hacia el establecimiento de un imperio es tan grande que es capaz de
proporcionar toda la materia prima para sus industrias y encontrar
mercados para la industria. Productos de sus industrias dentro de sus
propias fronteras.3

El Congreso extraordinario de Basilea:

En noviembre de 1912 fue convocado por la Internacional, un congreso extraordinario a raíz del
empeoramiento de la situación en Los Balcanes entre austríacos y serbios, los deseos de
independencia de Bosnia y el resurgimiento de viejas enemistades con Turquía, lo cual aumentaba
la vulnerabilidad de la estabilidad europea.

El debate giró principalmente alrededor de la amenaza de una guerra mundial inminente. El


Congreso afirmó que “el mayor peligro para la paz de Europa es la hostilidad artificialmente
cultivada entre Gran Bretaña y el Imperio Alemán” 4. Este Congreso se convocó para reafirmar las
posiciones de la II Internacional de oposición total a la guerra mundial y su “guerra contra la
guerra” que ya se había declarado en los Congresos anteriores, tales como el realizado en Stuttgart
en 1907, donde la Internacional reafirmó: “El Congreso, por lo tanto, lo considera como un deber de
la clase obrera y particularmente de sus representantes en los parlamentos combatir los armamentos
navales y militares con todas sus fuerzas, [...] y rechazar los medios para estos armamentos” 5. Y

2 Rob Sewell, “4 de Agosto de 1914: La gran traición y colapso de la Segunda Internacional”, 20 de agosto de 2014,
p. 2. https://www.marxist.com (último acceso 25 de mayo de 2019)
3 Ibídem, p. 1.
4 Idem.
5 Resoluciones del Congreso de la Segunda Internacional, Stuttgart, 1907. https://www.marxist.com (último acceso 14 de mayo
de 2019)
votó a favor de las propuestas hechas por Lenin y Luxemburgo sobre la necesidad de aprovechar la
agitación económica y política creada por la guerra para derrocar a la burguesía.

A su vez, la conferencia realizada en Copenhague en 1910, también había resuelto alentar a los
trabajadores a organizar protestas contra la creciente amenaza de guerra en Europa y presionar a sus
respectivos gobiernos para reducir los armamentos y resolver conflictos a través del arbitraje. 6

El llamado del Congreso de Basilea fue dirigido a todos los socialistas del mundo a “hacer todo
lo posible para evitar el estallido de la guerra por los medios que consideren mas efectivos”. Y si se
desataba la guerra, los socialdemócratas debían intentar utilizar las condiciones creadas por la
guerra para ayudar al desarrollo de la revolución.7

Este Congreso fue el último que por unanimidad se pronunció contra la guerra. Luego, la
mayoría de los partidos miembros de la Internacional no lucharon contra ella, y en algunos casos,
incluso, la apoyaron. La división entre quienes apoyaron la guerra y los que mantuvieron su
oposición original, hizo que la Internacional se fracturara y este fuera el último Congreso de la
organización original. Rosa Luxemburgo la calificó como “un cadáver maloliente”.

La Segunda Internacional y el fatídico 4 de Agosto

Luego de que Alemania le declarara la guerra a Rusia, el Reichstag se reunió el 4 de agosto para
votar el presupuesto de guerra, dando así su aval al gobierno alemán. Todos daban por sentado que
el partido socialdemócrata alemán se opondría firmemente de acuerdo con sus principios y los de la
Internacional. Sin embargo, para consternación de todos los socialistas, la fracción parlamentaria
del partido alemán votó a favor de dicho presupuesto, sosteniendo desde su dirección, que la
declaración de guerra de Alemania era una “guerra defensiva” contra la agresión zarista, dando así
su apoyo a la guerra imperialista y al gobierno alemán, y otorgándole a éste una tregua política
hasta el fin de la guerra.

A partir de allí, se generó un derrotero de apoyos de la mayoría de los partidos miembros de la


Internacional a sus distintos gobiernos en la guerra, justificando su decisión también en el carácter
“defensivo” de la lucha contra la agresión enemiga. Franceses, belgas, ingleses… “Esta traición de
los principales partidos de la Segunda Internacional llevó a una confusión colosal en todas partes.
De los 8 países en guerra, solo el Partido Laborista Independiente británico, los socialdemócratas

6 Resoluciones del Congreso de la Segunda Internacional, Copenhague, 1910. https://www.marxist.com (último acceso 14 de
mayo de 2019)
7 Resoluciones del Congreso de la Segunda Internacional, Basilea, 1912. https://www.marxist.com (último acceso 14 de mayo
de 2019)
serbios y los dos partidos de Rusia, los bolcheviques y los mencheviques, salieron en completa
oposición a la guerra y a sus propios gobiernos.”8

La traición del Partido Socialdemócrata alemán y las consecuencias para el internacionalismo:

Dentro de la Segunda Internacional, el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) era por lejos el
partido de referencia. Era la sección de la Internacional mas grande, con mayor inserción en las
masas, un importante número de diputados en el Reichstag, y aglutinaba a la mayoría de los
dirigentes de los sindicatos. Las posiciones de los alemanes en la Internacional generaban una
influencia abrumadora.

Paulatinamente la dirección del SPD, en su ala derecha y centrista comenzó a abandonar su


lucha contra la guerra que se sabía, se avecinaba. Aunque en los Congresos de la Internacional
votaban resoluciones contra ésta, su política nacional no era consecuente con ésto. Su adaptación al
régimen, su acomodamiento a la actividad legal, parlamentaria y sindical, habían desarrollado
paulatinamente una política de conciliación y adaptación a la lucha por reivindicaciones mínimas,
abandonando de hecho los postulados marxistas. Ya en 1907 el líder del ala derecha del SPD,
Noske, declaró en un discurso en el Reichstag que en caso de una “guerra de defensa”, la
socialdemocracia defendería a la patria y apoyaría al gobierno. 9 En 1911 Alemania provocó la
segunda crisis de Marruecos con Francia, y el SPD no se pronunció en contra ni realizó acción
antimilitarista alguna.

Luxemburgo era una de las dirigentes que mas fuertemente alzaban su voz en contra de esta
inclinación, denunciando que el partido alemán coqueteaba con la ideología nacionalista del
gobierno en vez de combatirla, por temor a perder su éxito electoral. Cuando los preparativos para
la guerra eran ya un hecho en boca de todos, la dirección del SPD ponía todos sus recursos para las
elecciones parlamentarias de 1912, sin realizar una denuncia firme y resuelta contra la guerra.
Luxemburgo afirmaba que la motivación para ésto era la intención oportunista de ganar mas
escaños en el Parlamento sacrificando los principios internacionalistas.

A pesar de las resoluciones contra la guerra votadas por unanimidad en el Congreso de Basilea,
en junio de 1913 los miembros parlamentarios del partido alemán votaron a favor de un impuesto
militar especial. Y aunque un sector se opuso a este apoyo, se les impuso la disciplina partidaria.
Este hecho era un claro anuncio del voto favorable que darían a los créditos de guerra en agosto de

8 Rob Sewell, op. Cit., p. 3.


9 Heinrich y Jens, “1914: El camino hacia la traición de la socialdemocracia alemana”, Revista Internacioal, 11 de
Abril, 2015, p. 25. https://es.internationalism.org/revista-internacional/2010 (último acceso 17 de Abril de 2019)
1914, sin embargo el ala centrista no denunció ni se opuso a este hecho y el ala izquierda fue cada
vez mas silenciada. Kautsky, principal referente del ala de centro del partido, sostenía que éste
“debía adaptar su posición sobre la cuestión de la guerra en base a las reacciones de la población,
(sumisión pasiva si la mayoría del país aceptaba el nacionalismo o una postura mas resuelta si se
incrementaba la oposición a la guerra)”.10

Aunque en su momento, para los contemporáneos fuera difícil notarlo, la traición del SPD en
Agosto de 1914 fue el resultado de un proceso gradual de integración al Estado y de cooperación
con el gobierno y los partidos de la burguesía. Este apoyo se volvió notable en el voto positivo a los
créditos de guerra, en los esfuerzos por frenar toda protesta contra la guerra, permitiendo el frenesí
por el nacionalismo y el patriotismo sin denunciar sus consecuencias, y silenciando al ala izquierda
del partido. “El voto a favor de los créditos de guerra por el SPD había desencadenado una
avalancha de sumisión al nacionalismo en otros países europeos. Con la traición del SPD, la
Segunda Internacional firmó su sentencia de muerte y se desintegró”.11

Los disidentes:

Cuando Lenin se enteró del voto a favor de los créditos de guerra por parte del SPD, no lo creyó
y lo supuso una propaganda falsa del gobierno imperial, Axelrod, dirigente menchevique, dijo que
“la noticia fue un golpe terrible e impresionante, parecía como si un terremoto hubiera sacudido al
proletariado internacional….”. “El voto del 4 de agosto ha quedado registrado como una de las
experiencias trágicas de mi vida”, escribió Trotsky.12

Los miembros de la Internacional que se mantuvieron firmes en los principios internacionalistas


quedaron sumamente aislados y debilitados. Sus máximos referentes denunciaron fuertemente la
traición que implicó el apoyo a la guerra. Ya que significó no solo el abandono del
internacionalismo de la clase obrera como principio fundamental, sino también el abandono de la
lucha de clases y la revolución socialista. Rosa Luxemburgo se preguntaba con sorna: “¿Qué
cambió cuando estalló la guerra? ¿Acaso dejaron de existir la propiedad privada, la explotación
capitalista y el dominio de clase? ¿Acaso las clases poseedoras, en un rapto de fervor patriótico, han
declarado: en vista de las necesidades de la guerra entregamos los medios de producción, la tierra,
las fábricas y las plantas de elaboración al pueblo? ¿Han renunciado al derecho de sacar ganancias

10 Heinrich y Jens, op. cit., p. 28.


11 Ibídem, p. 31.
12 Rob Sewell, op. cit., p. 2.
de dichas posesiones? ¿Se han despojado de sus privilegios políticos, los sacrificarán en el altar de
la patria, ahora que ésta se halla en peligro?”13

A su vez, Lenin afirmaba que la bancarrota de la II Internacional fue la bancarrota del


oportunismo socialista. “La funesta influencia del oportunismo se ha manifestado con claridad
particular en la política seguida durante la guerra por la mayoría de los partidos socialdemócratas de
la II Internacional. Votar los créditos de guerra, participar en los ministerios, aplicar la política de
‘paz civil’ y negarse a crear una organización ilegal cuando la legalidad ha sido suprimida significa
sabotear importantísimos acuerdos de la Internacional y traicionar abiertamente al socialismo”.14

Estos partidos y dirigentes realizaron una conferencia contra la guerra en Zimmerwald en 1915,
donde reafirmaron sus principios internacionalistas y la lucha por el socialismo. Afirmando la
necesidad de la política de “guerra contra la guerra”, es decir, ayudar y orientar al proletariado hacia
la guerra civil, contra la burguesía en cada nación. Hicieron sus máximos esfuerzos por salir del
aislamiento en el que quedaron, el cual sólo luego de la Revolución Rusa de 1917, lograron superar.

Conclusión

El 4 de agosto de 1914 salió a la luz un proceso que se había ido gestando gradualmente por
décadas. Los partidos socialdemócratas que integraban la Segunda Internacional, se habían formado
a la luz del auge del capitalismo, donde se desarrolló una apertura política hacia las masas, las
conquistas reivindicativas otorgadas a la clase obrera, el acceso a los parlamentos, al voto, a la
organización sindical, etc. Las organizaciones socialistas pudieron salir de la clandestinidad y
mantener una actividad legal, distribuir su prensa sin prohibiciones, participar de elecciones,
aumentar extraordinariamente su influencia en las masas sin temor a que sus dirigentes fueran
encarcelados, lo que llevó a una adaptación al régimen paulatina que no se advirtió en toda su
dimensión hasta ese 4 de agosto.

Este proceso de adaptación se expresó con mayor profundidad en el partido alemán ya que era
el mas importante de la Internacional, contaba con un millón de miembros y había recibido mas de
4 millones de votos para las elecciones parlamentarias de 1912, superando en número de diputados

13 Rosa Luxemburgo, La crisis de la Socialdemocracia, Fundación Federico Engels, Madrid, 2006, p. 25.
14 Vladimir Ilich Lenin, “La bancarrota de la II Internacional”, Obras Escogidas, Tomo V (1913- 1916), Progreso,
Moscú, 1973, p. 2.
a todos los partidos burgueses alemanes.15 Esto le daba al SPD, un lugar de jerarquía y gran
autoridad dentro de la II Internacional. Según Luxemburgo, “En la Segunda Internacional la fuerza
decisiva alemana jugaba el rol determinante. […], todos esperaban conocer la opinión de los
alemanes. […] Un ‘Para nosotros los alemanes es inaceptable’ solía bastar para decidir la
orientación de la Segunda Internacional, que ciegamente otorgó su confianza al admirable liderazgo
de la poderosa socialdemocracia alemana: el orgullo de cada socialista y el terror de las clases
dominantes en todas partes”16

Por tal motivo, la traición del SPD hirió de muerte a la Internacional como no podría haberlo
hecho ningún otro partido de la organización mundial con el mismo proceso degenerativo. Trotsky
explica que esta degeneración hacia el oportunismo fue parte de la formación misma de los partidos,
de las condiciones históricas en las que se desarrollaron. A partir de la Revolución rusa de 1905,
estos partidos se radicalizaron y adoptaron métodos revolucionarios, pero dicha radicalización solo
se dio en el ámbito del debate y la votación de resoluciones, luego sobrevino un reflujo político en
el que la prioridad pasó a ser el esfuerzo por preservar la organización, las alas mas conservadoras
se reafirmaron y los sectores internos de izquierda sufrieron un retroceso. 17 Según Lenin, si bien el
oportunismo fue resultado de la época marcada por la “legalidad burguesa”, la época posterior,
imperialista, marcada por la guerra y la censura política no permitía mas las migajas de los
privilegios proporcionados por las naciones europeas dominantes; por lo cual se hacía necesaria una
gran decisión y energía revolucionarias para volver a la clandestinidad y así poder ayudar a la clase
obrera a desarrollar su lucha revolucionaria.18

Las denuncias de Luxemburgo sobre la política del SPD mas orientada a mantener los éxitos
electorales que a desarrollar la lucha de clases son sobradas durante todo el período. Este proceso de
adaptación y sus intentos por mantener su posición dentro del régimen fueron los que llevaron al
SPD a su traición en 1914, arrastrando a la Segunda Internacional en la misma dirección. Por
primera vez, una organización política de los trabajadores, no solo había traicionado sus intereses,
sino que se había convertido en una herramienta eficaz para la burguesía, la cual ahora podía contar
con la autoridad del SPD y con la lealtad que inspiraba, para desatar la guerra y luego, aplastar el
levantamiento de los trabajadores contra ésta. 19

15 Heinrich y Jens, op. cit., p. 1.


16 Rosa Luxemburgo, op. cit., Cap. 1.
17 León Trotsky, “La Guerra y la Internacional”, Versión Untref Virtual.
18 V. I. Lenin, op. cit.
19 Heinrich y Jens, op. cit.
Índice

➢ Introducción.
➢ La Segunda Internacional antes de la Guerra.
 El Congreso extraordinario de Basilea.
 La influencia del Partido Socialdemócrata alemán dentro de la II Internacional.
➢ La Segunda Internacional y el fatídico 4 de agosto de 1914.
 La traición del Partido Socialdemócrata alemán y las consecuencias para el
internacionalismo.
 Los disidentes.
➢ Conclusión.
➢ Índice

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