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Revista 37
Revista 37
R e v is ta d e la
CEPAL
Secretario Ejecutivo
Gert Rosenthal
Director de la R evista
Aníbal Pinto
Secretario Técnico
Eugenio Lahera
NACIONES UNIDAS
COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
SANTIAGO DE CHILE, ABRIL DE 1989
La Secretaría de la Comisión Económica para América Latina y el (Caribe prepara la Revista de !a c.Er.M.. l.as
opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos
de vista de la organización. Las denominaciones empleadas y la forma en que aparecen presentados los datos
no implican, de parte de la Secretaría, Juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios,
ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites.
LC/G.1547-P
Abril de 1989
Notas explicativas
En los cuadros del presente trabajo se han empleado los siguientes signos;
Tres puntos (...) indican que los datos faltan o no constan por separado.
La raya (—) índica que la cantidad es nula o despreciable.
Un espacio en blanco en un cuadro indica que el concepto de que se trata no es aplicable.
Un signo menos ( - ) indica déficit o disminución, salvo que se especifique otra cosa.
El punto (.) se usa para separar los decimales.
La raya inclinada (/) indica un año agrícola o fiscal (por ejemplo 1970/1971),
El guión (-) puesto entre cifras que expresen años, por ejemplo, 1971-1973, indica que se trata de todo el período
considerado, ambos años inclusive.
La palabra “toneladas” indica toneladas métricas, y la palabra "dólares", dólares de los Estados Unidos, salvo
indicación contraría.
Salvo indicación en contrario, las referencias a tasas anuales de crecimiento o variación corresponden a tasas
anuales compuestas.
Debido a que a veces se redondean las cifras, los datos-parciales y los porcentajes presentados en los cuadros no
siempre suman el total correspondiente.
ISSN 0251-0257
Revista de la
CEPAL
SUMARIO
En torno a la doble condicionalidad del FMI y del Banco Mundial. Patricio Meller 73
La vieja lógica del nuevo orden económico internacional. Vivianne Ventura-Días 115
I
Comportamiento bancario durante el auge
del crédito
Tomando en cuenta su tamaño y comportamien durante el auge como durante la reestructura
to general en la organización de créditos de con ción, se decidió poner a prueba la hipótesis me
sorcio durante el auge, los veinticinco principales diante estudios de casos de algunos de los países
bancos organizadores de dichos créditos se divi en desarrollo más endeudados. Las conclusiones
dieron en tres grupos. Cinco bancos se conside demostraron que, si bien la hipótesis inicial era
raron como “líderes”: Citicorp, Chase Manhat correcta, el comportamiento de los bancos trans
tan, Bank America Corp., J.P. Morgan and Co. y nacionales era mucho más complejo que lo que se
Manufacturers Hanover. Todos ellos son esta supuso en un principio.
dounidenses y ejercieron predominio en las acti Se observó que los principales veinticinco
vidades de créditos de consorcio. Otros diez ban bancos organizadores ejercieron un predominio
cos se denominaron “rivales” (Lloyds, Banco de considerable en la organización de créditos de
Montreal, Banco de Tokio, Bankers Trust, Che consorcio en los países estudiados. Como se apre
mical Bank, Canadian Imperial Bank of Com cia en el cuadro 1, organizaron entre la mitad y
merce, Toronto Dominion Bank, Commerzbank dos tercios del valor de dichos créditos en los
A.G., Banco de Nova Scotia y Long Term Credit países más grandes (Argentina, Filipinas, Colom
Bank). Se trata principalmente de bancos de me bia y Perú), y alrededor de tres cuartos del valor
nor tamaño que los primeros, muchos de ellos no total en los países más pequeños (Bolivia y Uru
estadounidenses, que compitieron activamente guay). Al ordenar los montos de crédito corres
con ios “líderes” en la organización de préstamos pondiente a los principales organizadores en un
de consorcio. Un tercer grupo de diez bancos se nivel parecido de 37-47% del valor total para
consideraron “seguidores” (National Westmins cada país, se advierte una clara diferenciación.
ter, Deutsche Bank, Royal Bank of Canada, West En Argentina participaron quince organizadores
Deutsche L.B., Dresdner Bank, Barclays Bank, principales, y entre cinco y diez en los casos de
Midland Bank Group, Credit Lyonnais, Banco Filipinas, Colombia y Perú; en cambio, fueron
Industrial de Japón y Banco Nacional de París). sólo dos o tres en Bolivia y Uruguay. En cuanto a
Todos ellos son grandes bancos no estadouni la categoría de los organizadores, puede verse
denses que, a pesar de haber participado activa que, mientras los “líderes” y los “rivales” organi
mente en la organización de créditos de consor zaron operaciones de monto similar en estos paí
cio, tuvieron en general menos injerencia que los ses, su comportamiento fue muy diverso; los
“líderes” o los “rivales”. Estas categorías permi “líderes” se concentraron relativamente más en
tieron establecer inidalmente un criterio objetivo Perú, Bolivia y Uruguay, mientras los “rivales”
para estudiar el comportamiento de los principa tuvieron mayor actividad relativa en Argentina,
les organizadores de créditos de consorcio. Filipinas y Colombia. Los “seguidores”, en su
Sobre la base de las publicaciones existentes mayoría, se ubicaron en posiciones intermedias
sobre el tema, de información de fuentes secun entre ambos grupos. Lo dicho sugiere que entre
darias y de los estudios por países realizados ori las tres diferentes categorías de bancos hubo ten
ginalmente por la Unidad Conjunta c e p a l / c e i , dencias claramente diversas de comportamiento.
se propuso como hipótesis que un grupo de Entre los seis países estudiados, tres podrían
“rivales”, mediante la competencia de precios, considerarse como mercados con mayor compe-
había logrado minar la posición dominante de los titividad en materia de precios. Se trata de pres
“líderes” en el mercado de los préstamos de con tatarios soberanos cuya situación se caracterizó
sorcio. En el supuesto de que las diferencias de por la competencia entre los bancos para colocar
comportamiento entre determinadas categorías créditos de consorcio, junto con progresivos in
de bancos transnacionales habrían de repercutir crementos de los préstamos durante el período
de manera diversa en los países deudores tanto del auge. Estos casos corresponden a los de Ar-
10 R E V IS T A D E LA C E P A L N “ 37 / A b r il d e 1 9 8 9
G ráfico 1
C A P IT A L M O V IL IZ A D O “ PO R C A T E G O R IA DE BA N CO EN PAISES CON MAYOR C O M PE TE N C IA DE PRECIOS
1974-1982
(Millones de dólares estadounidenses de 1980)
Indice de
Monto precios^
900 T
8 0 0 -- COLOMBIA
700 ■-
600-*
5 0 0 --
4 0 0 --
3 0 0 --
200..
100..
0-- I —
1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982
ARGENTINA
FILIPINAS
G ráfico 2
C A P IT A L M O V IL IZA D O “ PO R C A T E G O R IA DE BANCO, PAISES DE MAYOR RIESGO
1974-1982
(Millones de dólares estadounidenses de 1980)
Indice de
PERU precios^
BOLIVIA
URUGUAY
300 T
250 --
200
1 5 0 --
100 „
5 0 --
0--
1974
Indice de precios
gemina, Filipinas y Colombia, que se aprecian en En los mercados de mayor riesgo —Perú,
el gráfico 1. Los otros tres podrían catalogarse Bolivia y Uruguay— los créditos de consorcio al
como mercados de mayor riesgo; en éstos, la sector público, o con garantía estatal, muestran
competencia antedicha no existió, o al menos no mayor actividad de organización y participación
se vinculó con incrementos sostenidos del crédito de los bancos “líderes”; lo mismo sucede, aunque
durante el período. Se trata de Perú, Bolivia y a escala limitada, en los préstamos directos a
Uruguay, según puede verse en el gráfico 2. A clientes del sector privado. Durante el auge, los
continuación se sintetizan las principales tenden bancos “rivales” tuvieron menos relación con es
cias del comportamiento de las diferentes catego tos clientes peor conceptuados. Los “seguidores”
rías de bancos transnacionales organizadores, se nuevamente estuvieron entre dos aguas: en estos
gún el tipo de mercado. países más riesgosos, organizaron más créditos
La información obtenida en los estudios su que los “rivales”, pero mucho menos que los
giere que todas las categorías de bancos organiza “líderes”. Los bancos ajenos al grupo de organi
dores, y también otras instituciones bancarias, zadores principales fueron los de más participa
tuvieron más actividad en mercados con mayor ción en los créditos de consorcio organizados
competencia de precios que en otros de mayor principalmente por los “líderes” y en menor esca
riesgo. En los primeros —Argentina, Filipinas y la por los “seguidores”. Los “líderes” compensa
Colombia— tanto los “líderes” como los “rivales” ron parcialmente su mayor nivel de riesgo me
y los “seguidores” organizaron créditos de con diante mayores honorarios, comisiones e intere
sorcio para el sector público o con la garantía de ses. La comparación entre los gráficos 2 y 4 per
éste. Sin embargo, la actividad de los “rivales” fue mite visualizar que los “líderes” ejercieron pre
mucho mayor que la de los “líderes”; estos últi dominio en la organización de los créditos para
mos tendían a abandonar esos mercados al acen estos mercados, y fueron los de mayor participa
tuarse la competencia de precios y reducirse las ción entre los veinticinco principales organiza
potenciales ganancias. Los “rivales” siguieron or dores.
Si bien es evidente que durante el auge la
ganizando créditos para el sector público, com
mayoría de los principales organizadores se exce
pensando los menores ingresos por concepto de
dieron en los préstamos a los principales deudo
honorarios, comisiones e intereses mediante la
res, este hecho, común a todos, oculta cuando
movilización de volúmenes cada vez mayores.
menos dos tendencias diversas de comporta
Por su parte, los “líderes” se concentraron en
miento. En el caso de los “rivales”, se otorgaron
prestatarios del sector privado, de mayor riesgo y
préstamos a los clientes más solventes debido a
que generalmente no contaban con garantías,
un frenesí competitivo que se produjo durante el
otorgándoles casi siempre préstamos directos
auge del crédito a los países. Estos bancos se
con tasas de interés muchísimo más altas. Los
expusieron demasiado a la insolvencia debido a
“seguidores”, con diferencias de matices, abarca una “miopía ante el desastre”^: las presiones
ban ambos campos, aunque no organizaron tan competitivas disminuían progresivamente la
tos créditos de consorcio como los “rivales” ni
rentabilidad de los préstamos, y por ello muchos
otorgaron tantos préstamos directos al sector pri
bancos debieron renunciar a cobrar primas de
vado como los “líderes”. Fueron otros bancos,
incertidumbre por exponerse a riesgos de gran
especialmente los que entraban a este mercado
magnitud (de probabilidad escasa pero no sufi
por primera vez, los que tuvieron mayor partici
cientemente conocida), o permitir un deterioro
pación en los créditos de consorcio organizados
de su situación de capital o un mayor riesgo de
por los veinticinco bancos principales; en estas
crisis de fondos en el mercado interbancario, o
operaciones, los intereses se habían reducido
bien sufrir todos estos efectos a la vez. El fenóme
mucho debido a la mayor competencia en los
no representa una falla técnica en cuanto a la
precios. Al comparar los gráficos 1 y 3, puede
estimación de riesgos o la evaluación de solven-
apreciarse la diferencia de comportamiento de
los “líderes” respecto de la organización, por una
parte, y de la participación, por otra, en los crédi ^Véase J.M . G utten tag y R. J. H e rring, “D isaster m yopia
tos de consorcio de los mercados con mayor com- in in te r national b a n k in g ”, Essays in International Finance,
petitividad de precios. N “ 164, P rinceton U niversity, septiem bre de 1986.
C O N D U C T A S D E L O S B A N C O S A C R E E D O R E S D E A M E R IC A L A T IN A / Aí. M ortim on 13
G ráfico 3
P A R T IC IP A C IO N EN C R E D IT O S DE C O N SO R C IO , POR C A T E G O R IA DE BANCO, PAISES CO N MAYOR C O M PE T E N C IA
DE PRECIOS 1974-1986
(Millones de dólares estadounidenses de 1980)
Monto
ARGENTINA
FILIPINAS
G ráfico 4
P A R T IC IP A C IO N EN C R E D IT O S DE C O N SO R C IO POR C A T E G O R IA DE BANCO, EN PAISES DE MAS R IESG O
1974-1986
(Millones de dólares estadounidefises de 1980)
Monto
URUGUAY
300 T
250 --
200 --
150 ..
100 --
50
0 --
1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982
Año
cia, falla que se transforma en una tendencia del acercaban a ellos para urgidos a aceptar enormes
sistema y llega a ser particularmente característi créditos que no habían previsto, o al menos no en
ca del comportamiento de los “rivales” y de los volúmenes tan cuantiosos®. Los ingresos de los
bancos que recién se incorporan al mercado. Este “líderes” provienen sobre todo de transacciones
tipo de comportamiento proviene principalmen especiales con clientes más riesgosos y dispuestos a
te de considerar los préstamos a los países desde acceder al mercado mediante el pago de mayores
una perspectiva que se podría denominar honorarios, comisiones e intereses; su comporta
“transacdonal”: se trata de aumentar la partici miento puede entonces denominarse “relacio-
pación en el mercado mediante transacciones nal”, por oposición a la perspectiva “transaccio-
progresivamente mayores con los clientes esta nal” de los bancos “rivales”.
blecidos de mayor solvencia. En síntesis, las principales tendencias del
Las razones de los “líderes” para excederse comportamiento de los grandes bancos transna
en sus préstamos parecen haber sido de naturale cionales pueden distinguirse claramente si opo
za diferente. Puesto que procuraban sobre todo nemos “la miopía ante el desastre” —demostrada
obtener utilidades en el corto plazo, se vieron por los “rivales” al organizar préstamos de con
obligados a ir más allá del ámbito de sus prestata sorcio en los mercados más competitivos en cuan
rios del sector público, sus clientes más solventes, to a precios— al “tráfico de préstamos” realizado
y a colocar préstamos de mayor rentabilidad con por los “líderes” al organizar préstamos de con
clientes de mucho más riesgo, como los países sorcio para países prestatarios de mayor riesgo o
marginales del mercado internacional o los clien para clientes sin garantía del sector privado en
tes del sector privado y sin garantía en los merca los mercados de mayor competencia de precios.
dos de mayor competencia de precios. En este La consideración de los ingresos desde una pers
aspecto, los “líderes” mostraron mayor tendencia pectiva más “transacdonal”, propia de los “riva
a transformarse en “traficantes de préstamos”^; les”, contrasta con la perspectiva más “relacional”
es decir, tomaron un papel muy activo en la venta de los “líderes”. Además, si la concentración de
de créditos de mayor precio a prestatarios cuyo riesgos de los bancos “rivales” puede considerar
acceso a los mercados internacionales había sido se excesiva, la de los bancos “líderes” tendría que
nulo, o bien limitado sólo a montos más peque caracterizarse, más exactamente, como temera
ños. Estos prestatarios, sin mediar cambio alguno ria. En este sentido, el exceso de crédito por parte
en las características que habían determinado su de los bancos transnacionales no sólo contribuyó
marginación respecto del mercado internacional, a crear la crisis de la deuda, sino que las diversas
se encontraron con que los bancos “líderes” se categorías de organizadores hicieron aportes di
ferentes a su creación. En el cuadro 2 se presenta
un resumen de las tendencias del comportamien
to de cada uno de los tipos de banco transnacio
'*W. D arity ] r., “D id th e com m ercial banks push loans on
nal organizador.
th e LDCs?”, M.P. C a ludon (ed.), W orld Debt Crisis: Internatio
nal Lending on T ria l, C am bridge, M assachusetts, Ballinger
Publishing Co., 1986. Véase asim ism o W. Darity Jr, y B.
H o rn , The Loans Pushers, N ueva York, B allinger, 1988. Puede ^U n estudio m uy revelador de las ventas “puerta-a-
consultarse al respecto tam bién D. D alam aide, Debt Shock, p u e rta ” de créditos de consorcio a los países, escrito p o r uno
G ard en City, N ueva Y ork, D oubleday an d Co., 1984, p. 43, y de los participantes en esa actividad, se e n cu en tra en S.C,
A. Sam pson, The money lender, H arrm o n d sw o rth , Penguin, Gw ynne, “A dventures in th e loan tra d e ” , septiem bre
1983, p. 145. de 1983, p, 24.
16 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 37 / A bril de 1 9 8 9
C uadro 2
PR IN C IPA LES T EN D E N C IA S DE C O M PO R TA M IEN TO
DE LOS BANCOS TRA N SN A CIO N A LES,
PO R C A T E G O R IA DE LOS ORGANIZADORES
II
cual México y los grandes países no exportadores tes y los que concentraban los mayores compro
de petróleo*’ concentraron la atención de los ban misos de los bancos (con la excepción de Brasil).
cos transnacionales durante los primeros años, La experiencia existente respecto de crisis
mientras que en los años siguientes esta atención internacionales de endeudamiento no preparaba
se desplazó hacia los grandes países exportado a los deudores para los procesos de reestructura
res de ese producto, y fundamentalmente hacia ción del decenio de 1980. En el pasado, lo habi
Venezuela. Casi un tercio de los recursos asigna tual había sido que los acreedores no pudieran
dos a la reestructuración se destinaron sólo a hacer gran cosa si un prestatario soberano no
México. Los pagos reprogramados del capital lograba cumplir con sus compromisos comercia
constituyeron la columna vertebral del proceso les debido a factores desfavorables en la econo
de reestructuración, y su importancia tendió mía internacional. Los acreedores (que solían ser
constantemente a aumentar. Los nuevos recur tenedores de bonos) formaban grupos naciona
sos otorgados fueron cada vez más escasos, salvo les de presión, y el gobierno de su país los defen
en el caso de México. En conjunto, el proceso fue día en conversaciones bilaterales con el gobierno
muy accidentado y con diferencias específicas deudor. La inmunidad soberana del deudor lo
para cada país. protegía contra demandas o ejecución de dictá
El cuadro 4 aclara las diferencias específicas menes de tribunales extranjeros. Una novedad
por países en el proceso de reestructuración, así del proceso de reestructuración de los años
como los costos de la negociación. Puede apre ochenta consistió en que durante el período
ciarse que hubo etapas definidas en dicho proce 1976-1978 rigieron, en los Estados Unidos y el
so. Durante la primera, denominada etapa de Reino Unido, estatutos que aplicaban una nueva
ajuste forzoso, los deudores debieron cancelar teoría restringida respecto de la inmunidad sobe
comisiones y márgenes más altos como castigo rana, y permitían a los prestatarios soberanos
por no poder pagar su deuda con los bancos. renunciar a ella^. Dicha renuncia pasó pronto a
Aunque en ella hubo un aporte relativamente convertirse en una de las condiciones habituales
mayor de recursos nuevos, la consolidación de la de los contratos de préstamos con bancos trans
deuda se limitó a un año, o por último a dos, para nacionales durante el auge de los préstamos a
los siete países que negociaron acuerdos durante países. Salvo para Colombia, cuyo caso es excep
el período 1983-1984. La segunda fase se carac cional, esta condición se aplicaba a más de 80%
terizó por marcado mejoramiento de las condi del valor total de los contratos revisados durante
ciones de los acuerdos, por cuanto los montos el curso del proyecto interregional sobre bancos
reprogramados casi se triplicaron, los márgenes transnacionales. En forma unilateral, los acree
disminuyeron, los plazos se prolongaron, las co dores habían modificado las reglas del juego, lo
misiones desaparecieron, se extendieron los pe que ejerció gran influencia sobre la definición
ríodos de consolidación (aun cuando los recursos del proceso de reestructuración de la deuda:
nuevos se redujeron en forma pronunciada) y aparentemente, el no pago dejaba de ser una
nuevos países se incorporaron al proceso. En la alternativa realista para los deudores que encara
tercera etapa, las condiciones fueron similares a ban una coyuntura económica internacional des
las de la segunda, pero sólo cinco países partici favorable.
paron. Así, puede decirse que el proceso, junto Otra importante innovación del proceso du
con mejorar las condiciones, se hizo más selecti rante los años ochenta consistió en su carácter
vo, y abarcó sólo a los deudores más complacien- esencialmente privado, y en el control e influencia
que en él ejercieron los principales bancos trans
nacionales, en especial ios “líderes”, cuyo com
‘’Según la d efinición utilizada en el Proyecto In terre g io
portamiento crediticio había sido el más impru
nal sobre Bancos T ransnacionales, se consideran deu d o res
principales aquellos países en desarro llo que reu n ían más de
dente durante el auge. Respecto de los progra-
u n d e te rm in a d o porcentaje del valor total de los créditos de
consorcio d u ra n te 1974-1977 o 1977-1982, según la inform a
ción de la O rganización de C ooperación y D esarrollo Econó ^W .T. J o h n , "Sovereign im m unity”, Sovereign Borrowers:
micos (o c d e ), Financial M arket Trends. A quí se hace referencia Guidelines on Legal Negotiations with Commercial Lenders, B utter-
sólo a aquellos q u e firm a ro n acuerdos d e reestructuración w orths, U ppsala, Suecia, D ag H am m arskjöld F oundation,
e n tre 1983 y 1987. 1984.
C u ad ro 3
M ED ID A S DE R E E S T R U C T U R A C IO N DE LA DEUDA DE LO S PA ISE S EN D ESA R R O LLO
C O N LOS BA N CO S T R A N S N A C IO N A L E S PO R G RU PO S DE D E U D O R E S, 1980-1987*
(E n m iles de m illones de dólares)
T o ta l D istribución
1 9 8 0 -1 9 8 2 1983 1984 1985 1986 1987
1 9 8 3 -1 9 8 7 p o rc en tu al
I. R e e stru ctu ra ció n ^ 3 5 .6 8 .7 8 4 .1 3 6 .1 1 1 2 .8 2 7 7 .3 70
México — 2 0 .2 — 4 8 .7 — 4 3 .7 1 1 2 .6 28
Brasil — 4 .5 4 .8 — 6 .7 -- , 1 6 .0 4
G ra n d es d e u d o re s: n o p e rte n ec ien tes
a la OPEP^ 5 .3 s 5 .5 2 .4 3 0 .0 3 .8 4 8 .0 8 9 .7 22
G ra n d es d e u d o re s: p e rte n ec ien tes a
la OPEP^ 3 .7 4 .3 2 4 .9 ' 2 1 .1 5 4 .0 14
T o d o s los d e m á s 4 .5 ^ 1 .7 1.5 1.1 0 .7 — 5 .0 1
IL N u e v o s recursos m onetarios'^ 0.1 1 4 .4 1 1 .0 5.7 0 .3 6 .6 3 8 .0 10
México — 5 .0 3 .8 — — 5 .0 1 3 .8 3
Brasil — 4 .4 6 .5 — — — 1 0 .9 3
G ra n d es d e u d o re s: n o p e rte n ec ien tes
a la OPEP^ 0 .1 4 .4 0 .7 5 .5 1 .6 1 2 .2 3
G ra n d es d e u d o re s: p e rte n ec ien tes a
la OPEP'^ 0 .4 0 .2 0 .3 0 .9
T o d o s los d e m á s 0 .1 0 .2 — — — — 0 .2
aw
>
S
w
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Ct
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C u ad ro 4
A C U E R D O DE R E E S T R U C T U R A C IO N DE LA D E U D A C O N LOS PR IN C IPA L E S D EU D O R ES* D U R A N T E 1981-1987
T otales
B anco y g ru p o Brasil M éxico A rg en tin a Filipinas Colom bia P e rú Bolivia U ru g u ay
(de fuentes secundarias) (1985) (1983) (1985) (1983) (1981) (1 9 8 6 ) In teg ra n te s C o o rd in a
d o re s
I. “L íd e re s” 5 5 5 5 4 3 3 3 33 7
C iticorp X X XX XX X X XX X XX X 5
M a n u fa c tu re rs H a n o v er X X X XX X X X X 8 I
B ank A m erica X x^’ X X X X X X 7 1
C hase M a n h a tta n X X X X X X 6
J.P . M organ X*’ X X X 4
II. “R iv a le s ” 5 7 2 3 3 4 2 3 27 1
B ank o f T o k io X X X X X X X 7
C hem ical B ank X X X XX X 5 I
B an k ers T ru s t X X X X X 5
Lloyds B ank X X X 4
B ank o f M ontreal X X X 3
B ank o f N ova Scotia X X X 3
III. “Seguidora” 2 1 3 3 5 3 1 1 19
D re sd n e r X X X X X X 6
C re d it L yonnais X X X 3
D eutsche X X 2
Barclays X X 2
Royal B ank o f C a n ad a X X 2
In d i. B ank o f J a p a n X 1
M idland G ro u p X 1
N ational W estm in ster X 1
B a n k N ationale d e Paris X 1
wPS
IV. O tros bancos de com ités <
de dirección 2 2^ 1 1 2 2 4 1 15 —
Sh
T o ta l 14 13 11 12 14 12 10 8 94 8 >■
D istrib u ció n p o r o rig e n O
M
n a c io n a l r
E stados U n id o s 1 7 5 6 7 6 7 3 48 8 >
Ja p ó n 1 1 2 9 1 - 1 9
nPi
1 —
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C a n ad á 1 1 i 1 1 1 1 1 8 — >
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R eino U n id o 1 1 1 1 2 1 — I 8 —
R epública F e d e ral 8 —
de A lem ania 1 1 1 1 1 I 1 1 6 —
F rancia 1 1 1 1 1 1 — —
O tro s 2 1 ] — — 1 1 1
7 —
mas de ajuste económico, los deudores debían mente mostrada por el bloque acreedor, com
negociar con instituciones multilaterales y, en puesto por instituciones multilaterales y gobier
algunos casos, con entidades gubernamentales nos nacionales. En la práctica, y dado que los
acreedoras. En cambio, si se trataba del manejo compromisos de los bancos estadounidenses
de sus próximos pagos sobre la deuda con los eran mucho mayores que los de bancos de cual
bancos, debían dirigirse directamente a los comi quiera otra nación, la reglamentación estadouni
tés de dirección creados por estos últimos^. Co dense ejerció una importante influencia extrate
mo puede apreciarse en el cuadro 5, los bancos rritorial sobre el proceso. (Véase el cuadro 6).
“líderes” predominaban en los comités bancarios Por ejemplo, la natural preocupación por salva
de dirección tanto en los seis países estudiados guardar el sistema financiero estadounidense y
por el proyecto como en los deudores principa la situación de los bancos de esa nación tuvo
les; Brasil y Méxicí). El agente coordinador fue efectos negativos para los deudores^. Así, ciertas
un banco “líder” en todos los casos, salvo en el de medidas reglamentarias discrecionales otorga
Colombia (por coincidencia, el único de los prin ban a los bancos estadounidenses gran libertad
cipales deudores latinoamericanos que no rees respecto de concentración de riesgos, obligacio
tructuró su deuda). En cinco casos, la actividad nes de mantener un adecuado nivel de capital
de coordinación estuvo a cargo de Citicorp; en neto y requisitos de reservas para posibles pérdi
un caso cada uno, cumplieron esta función Bank das por préstamos. En consecuencia, los deudo
America Corp. y Manufacturers Hanover. Inclu res debieron moverse dentro de parámetros más
so tratándose de Colombia, el agente coordina estrechos, y tuvieron menos posibilidades de re
dor fue un banco estadounidense importante ducir el peso que sobrellevaban. Las entidades
(Chemical Bank). En cuanto al origen nacional reguladoras permitían a los bancos de los Estados
de los bancos que integraban los comités de di Unidos (sobre todo los con mayores compromi
rección, los estadounidenses solían ocupar la mi sos, es decir, los “líderes”) registrar los préstamos
tad de los puestos, proporción que excedía gene concedidos a los grandes deudores a su valor
ralmente la de sus compromisos, incluso en los nominal original, mediante una ficción contable
casos de más riesgo. Aunque la representación en la que los bancos otorgaban a los prestatarios
de los bancos “rivales” era relativamente satisfac nuevos recursos para mantener al día sus pagos
toria en los comités de México y Brasil, no suce de intereses (criterio clave del sistema regulador
día lo mismo en otros casos de países con mayor del país). De todo ello se desprende que, para el
competencia de precios, donde predominaban proceso de reestructuración de la deuda, la nego
los “líderes”. En cambio, en los casos de países ciación entre los bancos y las entidades regulado
más riesgosos, sorprende comprobar que los ras de los Estados Unidos fue más decisiva que las
“rivales” estaban en un nivel de participación negociaciones entre los comités bancarios de di
más parejo, aun cuando sus compromisos eran rección y los propios deudores.
muy inferiores a los de los “líderes”. En resumen, Este conjunto de innovaciones, propio del
los bancos “líderes” predominaron en los comités proceso de reestructuración de los años ochenta,
de dirección de los deudores más importantes, y tuvo por efecto transferir a los deudores prácti
así ejercieron una influencia muy decisiva sobre camente todos los costos vinculados a la crisis
el conjunto del proceso de reestructuración de la internacional del endeudamiento, al menos du
deuda. rante su primera etapa. Esta, que se ha denomi
Una tercera novedad importante del proceso nado la etapa de ajuste forzoso para los deudo
de reestructuración de la deuda en los años res, correspondió al difícil período entre 1982 y
ochenta consistió en la unidad o cohesión inicial 1984, es decir, el intervalo entre la declaración
^Véast; lo d eclarado p or td señor D onald Reagan, Secre ''Según J. Sachs y H, H uizinga, cn “US com m ercial
tario del t esoro d e los Estados U nidos en H e a r in g s on In tern a - banks and the developing-coim try debt crisis”, B rookings P a
h o n a l D ebt, (iom isión de Bancos, Vivienda y A suntos U rba pers on E conom ic A ctiv ity , N" 2, 1987, p. 557: “la estrategia de
nos, S enado de los Estados U nidos, 4 de febrero de 1983. gestión de la d eu d a aplicada p or los Estados U nidos y la
Véase asim ism o E.J. Erydl y D.M. Sobol, “A perspective on com unidad financiera oficial desde 1982, se ha orientado
the deb t crisis, 1982-1987”, S even ty '¡'bird A n n u a l R eport, B an hacia la protección de los grandes bancos comerciales, al
co de la Reserva Federal de N ueva York, mayo de 1988. m enos desde una perspectiva contable de corto plazo”.
C u a d ro 6
A M E R IC A L A T IN A : C O M PR O M ISO S DE LOS P R IN C IP A L E S SISTE M A S
B A N C A R IO S A CREEDORES
A FIN ES DE 1985
[Millones de dólares)
D eudor A m érica
Brasil M éxico A rg e n tin a V enezuela C hile Colom bia P e rú O tro s
A c ree d o r L atina
E stados U nidos 25 600 24 100 8 900 8 900 7 000 3 259 1 800 10 941 90 500
E u ro p a: ocho países 23 174 20 961 10 985 8 435 5 003 2 279 1 971 7 420 80 228
(Reino U nido) 9 140 8 669 3 677 2 690 2 178 756 649 2 287 30 046
(Francia) 6 802 4 500 1 580 2 009 600* 600* 561 395 17 047
(R epública F ed eral d e
A lem ania) 4 680 3 570 2 540 2 070 970 260 230 470 14 790
(Suiza) 1 446 1 477 i 080 555 461 126 174 2 597 7 916
(E spaña) 507 1 360 714 575 606 111 272 1 325 5 470
(Italia)* 439 1 365 704 496 173 16 70 76 3 339
(Bélgica) 160 20 690 40 15 410 15 270 I 620
O tro s 13 759 15 481 5 738 5 707 2 789 1 492 547 1236 46 349
(Japón)* 8 200 10 000 4 300 3 650 1 400 1 00 0 400 780 29 730
(Canadá)* 5 559 5 481 1 438 2 057 989 492 147 456 16 619
T o tal 11 países 62 533 60 542 25 623 23 042 14 792 7 030 4 318 19 597 217 077
Sd
PJ
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M
H
F u e n te: B asado en in fo rm acio n es d e los bancos centrales d e los países e n u m e rad o s, L atin o am erican as ( ir é l a ), Europa y la deuda externa de Arnérica Latina, D ossier, N " 11, >
e x cep to las cifras m arcad as co n asteriscos, q u e son estim aciones d e B an k in g A naly ju n io d e 1987, O
w
sis L im ited ( i b c a ), L o n d res. D atos publicados en In stitu to de R elaciones Europeo* r
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O
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S;
C O N D U C T A S D E L O S B A N C O S A C R E E D O R E S D E A M E R IC A L A T IN A / M . M u r tim o r e 25
mexicana de incapacidad de servir la deuda y el gastado el tiempo adicional que les concedieron
reconocimiento posterior de que el ajuste sólo las decisiones de las entidades reguladoras de los
era posible en la medida que fuera acompañado Estados Unidos. Los demás bancos, que entonces
por crecimiento (lo que se materializó en la inicia recibían buenos ingresos por concepto de intere
tiva Baker sobre la crisis del endeudamiento). En ses sobre sus préstamos reprogramados, tendie
esta etapa, los bancos transnacionales, especial ron a apoyar la forma en que los “líderes” ma
mente los “líderes”, obtuvieron sus mayores be nejaban la crisis. El apogeo de estos últimos en el
neficios, y los deudores asumieron la totalidad de proceso de reestructuración se dio durante esta
los costos, incluso márgenes punitivos (en torno a etapa, por cuanto el bloque acreedor, en su
2%), incluidos en los primeros acuerdos de rees conjunto, aceptó su interpretación del problema
tructuración. El resto del bloque acreedor, las y asimismo la solución que recomendaban. Sin
instituciones multilaterales y los organismos na embargo, también parece haber quedado en evi
cionales, sobre todo de los Estados Unidos, consi dencia que el enorme ajuste forzoso realizado
deraron la crisis fundamentalmente como un por los deudores beneficiaba más los balances
problema de liquidez, que era el concepto en que trimestrales de los “líderes” que las perspectivas
los bancos “líderes” basaban su acción. económicas de mediano plazo de los países'*, y
por lo tanto, más que resolver la crisis, tendía a
Los “líderes” utilizaron también su influen prolongarla.
cia en los comités bancarios de dirección para
En la segunda etapa del proceso de reestruc
obtener, en ciertos casos, ventajas que excedían
turación de la deuda — 1985-1986— estos hechos
el ingreso adicional generado por los márgenes
parecieron ser reconocidos. Llegó a considerarse
punitivos. Lograron a veces adquirir mayor se
contraproducente la estrategia de ajuste recesi
guridad para sus compromisos en manos de
vo; algunos miembros importantes del bloque
prestatarios del sector privado haciéndolos in
acreedor, las instituciones multilaterales y algu
corporarse de diversas maneras a los acuerdos de
nas autoridades nacionales, sostuvieron que el
reestructuración de la deuda, con lo cual adqui
ajuste, para que fuera de carácter positivo y es
rían una garantía estatal a posteriori. En otros
tructural, y no sólo coyuntural, debía necesaria
casos, presionaron a los deudores para que esta
mente ir acompañado de crecimiento. Una nue
blecieran garantías cambiarías u otras ventajas
va iniciativa, presentada como de “ajuste con cre
especiales. Estos acuerdos de reestructuración
cimiento”, adoptó el nombre del Secretario del
tenían también el efecto de agrupar a todos los
Tesoro de los Estados Unidos, y pasó a reempla
deudores de un país en un solo conjunto, y de
zar la perspectiva anterior'^. Se asignaron nue-
asignar el servicio global de la deuda al Estado.
De este modo, los prestatarios más riesgosos
—-que presumiblemente habían pagado a los 1985: recen t tren d s a n d structural featu res”, fin a n c ia l M arket
“líderes” mayores primas de riesgo— pasaban a Trends, N" 38, noviem bre de 1987.
estar en las mismas condiciones que los prestata “ Se ha c om probado que el ajuste latinoam ericano d u
ran te 1982-1985, p o r ejem plo, ha sido m ayor que las re p a ra
rios más solventes, a quienes los “rivales” habían ciones de g u e rra exigida a A lem ania e n tre 1925-1932 o a
cobrado primas de riesgo muy inferiores. Así, los Francia en tre 1872-1875, Véase, R. Devlin, “A m érica Latina:
“líderes” parecen haberse aprovechado de su reestructuración económ ica ante el problem a de la deuda
gestión en los comités bancarios de dirección pa e x tern a y d e las transferencias al ex te rio r”, Revista de la ce v a l ,
ra obtener especiales ventajas, que se tradujeron N" 32 1473), Santiago de Chile, agosto de 1987, pp. 75 a
103. Véase asimismo, t:EPAÍ., La evolución del problema de la
en mayores garantías para sus compromisos más deuda externa en América Latina y el Caribe, serie E studios e
riesgosos y mejores ingresos por concepto de Inform es de la c e p a l , N“ 72 ( l c / g . 1487/Rev.2-P), Santiago de
honorarios y tasas de interés punitivas. Estos in Chile, septiem bre de 1988, publicación de las N aciones U ni
crementos en los ingresos no se destinaron prin das, N” de venta; S. 8 8 . 11 .G.IO, y c e p a i ., Políticas de ajuste y
cipalmente a fortalecer la situación de capital o a renegociación de la deuda externa en América Latina, serie C ua
dernos de la CKPAi,, N" 48 ( l c / g . 1332), Santiago de Chile,
acumular reservas para posibles pérdidas por diciem bre de 1984, publicación de las Naciones Unidas,
préstamos**^ Los “líderes” parecen haber mal- N" de venta: S.84. 11 .G. 18, capítulo 11 .
'^V éase f m i , “In tern atio n al capital m arkets: develop
m ents and prospects”, ím f Occasional Paper, N" 43, W ashing
p. .569. Véase tam bién “Bank profitability 1980- ton, D.C,, fe b re ro de 1986, p. 17; “El D irector G erente reco-
26 R E V IS T A D E LA C E P A L N ” 37 / A b n l de 1 9 8 9
VOS papeles a todos los agentes del proceso de causó incomodidades dentro del bloque acree
ajuste económico y reestructuración de la deuda. dor, por cuanto estos bancos, al no cumplir con
Se otorgaron a los deudores más responsables su papel, ponían en peligro los esfuerzos em
mayores plazos y mejores condiciones para el prendidos por el resto de k)s acreedores, sobre
servicio de su deuda, lo que se concretó en los todo las instituciones multilaterales” .
acuerdos de reestructuración plurianuales que Si bien se debilitaba la unidad del bloque
se generalizaron desde entonces. acreedor, y la situación de los países deudores
La unidad de los bancos en torno al proceso tendía a mejorar tras los grandes sufrimientos de
de reestructuración se quebró al prolongarse los la etapa de ajuste forzoso, el trato fue duro para
plazos otorgados a los deudores y reducirse los los deudores cuyo comportamiento se apartaba
ingresos bancarios (las comisiones desaparecie de la norma: es decir, aquellos que no mantenían
ron, y se redujeron notablemente los márgenes). diálogo con los bancos y las instituciones multi
Los bancos más pequeños, así como los bancos laterales, y no se esforzaban por mantenerse al
regionales estadounidenses menos comprometi día en sus pagos de intereses. Los deudores más
dos, prefirieron no participar en acuerdos de débiles, más pequeños y de mayor riesgo no acce
nuevos créditos a mediano plazo, y se interesaron dían a nuevos créditos ni a facilidades compara
progresivamente en vender las obligaciones, con bles a las de los mayores, salvo que hicieran con
descuento, en el mercado secundario. Otros ban cesiones excepcionales, como sucedió en Uru
cos, sobre todo europeos con mayor base de capi guay. Perú y Bolivia (junto con Nicaragua, Sudán
tal, menos compromisos y mejores reservas para y Zaire) estaban entre los pocos deudores que
posibles pérdidas por préstamos (dada la mayor entraron en la categoría de valor deteriorado
prudencia de las entidades reguladoras de sus prevista en el sistema regulador de la banca de los
países), prefirieron otros caminos, dada la cre Estados Unidos; esto obligaba a los acreedores
ciente inutilidad del mecanismo mediante el cual estadounidenses, contra sus conveniencias, a es
los bancos otorgaban nuevos recursos que se des tablecer asignaciones para reservas de transfe
tinaban a pagarles intereses a ellos mismos, y que rencia de riesgo. En términos generales, puede
estaba determinado por la reglamentación ban- decirse que en la segunda etapa del proceso la
caria vigente en el mercado estadounidense’^’. menor unidad entre los acreedores, así como la
En este contexto, los principales bancos transna insatisfacción provocada por el comportamiento
cionales, y especialmente los “líderes”, que pre de los bancos, que no cumplieron el papel que se
dominaron en los comités de dirección, tuvieron les había asignado, mejoraron en algo la situa
mayor dificultad en convencer a otros bancos ción de los deudores que acataban las reglas del
para reunir nuevos recursos, y no quisieron tam juego. Los pocos que no lo hacían fueron trata
poco aumentar sus propios compromisos, dado dos con dureza por instituciones multilaterales y
que las entidades reguladoras de los Estados Uni organismos nacionales.
dos adoptaron decisiones menos tolerantes en El período 1987-1988 trajo consigo un quie
relación con las grandes instituciones bancarias bre aun mayor de la unidad del bloque acreedor,
de los centros financieros. En consecuencia, los y abiertas pugnas entre los bancos, incluso entre
bancos transnacionales no lograron movilizar ci los mismos “líderes”. Podría llegar a pensarse
fras ni siquiera aproximadas a los 20 000 millo que, dentro del proceso de reestructuración de la
nes de dólares de recursos nuevos que les asigna deuda, este lapso corresponde al de un ajuste que
ba la iniciativa Baker, y su falta de cumplimiento recae en los bancos transnacionales. Ante el pro
grama de nuevos recursos para México, hasta los
niienda estrategia ílexible p ara la d e u d a ”, Boletín deh'Mi, 9 de otrora dóciles bancos ingleses yjaponeses siguie
junio de 1986, p. 164; y ]. de L arosiere, “Progresos en la
estrategia in ternacional de la d e u d a ”, Finanzas y Desairallo,
ron las aguas de sus similares del resto de Europa
vol. 24, N" 1, m arzo de 1987, p. 10. y exigieron nuevas alternativas''’. El Gobierno
'"'Véase In stitu to de Relaciones E u ropeo-L atinoam eri
canas (irei .a ), “E u ro p a y la d e u d a e x te rn a de A m érica Lati ‘■^Banco M undial, World Deht Tables, 1985-1986 Pidition,
n a ”, D ocum ento de T rab ajo , N" 11, M adrid, junio d e 1987, y W ashington, D .(k, 1986, p. vüi, y W orld Deht Tables, 1986-
M.L. W illiam son, “T h e Role o f B anking R egulation in T h ird 1987 Fdition, W ashington, D.C., 1987, pp. x v - x v i ,
W orld D ebt S trategies”, W orking P aper, Overseas Develop '^V éase M.L. WUliam,son. op. c it, p . 20, e ir f .i .a , op. ctL,
m en t Council, m ayo de 1988. p. 9.
C O N D U C T A S D E L O S B A N C O S A C R E E D O R E S D E A M E R IC A L A T IN A / M . M o r U m ore 27
japonés llegó incluso a formular, en la reunión Bank of America tuvieron que ponerse dificulto
económica cumbre celebrada en Toronto en samente a la altura'^. Sus balances de 1987
1988, una nueva propuesta general para encarar arrojaron las mayores pérdidas del período pos
la crisis internacional del endeudamiento’‘^ El terior a la Depresión. El banco Morgan fijó un
criterio aplicado por los Estados Unidos fue per precedente al formular un plan de conversión de
diendo su vigencia, y cada participante buscó su la deuda en bonos garantizados^^’, cuyo objeto
propio camino, bajo el pretexto de aceptar un fue ayudar a México a captar una parte del des
enfoque basado en una lista de opciones diversas cuento sobre su deuda, manifestado en los pre
“menu approach“ para encarar la crisis'^. Este cios de ésta en el mercado secundario. Las nor
último preconizaba la venta de las obligaciones mas estadounidenses parecían evolucionar hacia
en el mercado secundario, o bien su conversión la aceptación de criterios como este último.
en capital, bonos, bienes, etc. Para las entidades reguladoras de los Estados
Los bancos transnadonales, presionados por Unidos, uno de los problemas principales consis
el (Gobierno de los Estados Unidos, otorgaron en tía en que la actividad de los “líderes” como inter
principio a México, en octubre de 1986, condi mediarios en los planes de conversión de la deu
ciones mucho más convenientes para el servicio da rara vez incluía sus propios compromisos. Los
de su deuda. Ante este hechf), otros deudores bancos estadounidenses regionales y de menor
procuraron obtener acuerdos con disposiciones tamaño se eximían de participar en el otorga
similares (márgenes inferiores a 1%, reprogra miento de nuevos créditos, con lo cual aumenta
mación de los pagos en veinte años con siete de ba la participación de los “líderes” en los compro
gracia, reprogramación de créditos ya reprogra misos totales de la banca del país con deudores
mados, nuevos recursos, cláusulas de contingen problemáticos^'’. Junto con ello, al aumentar la
cia y cofinanciamiento con el Banco Mundial). El conversión de la deuda por parte de bancos no
intento brasileño en este sentido, que no se vincu estadounidenses, crecía la proporción que co
laba oficialmente a un programa de ajuste admi rrespondía a los Estados Unidos dentro del total
nistrado por el F M I , fue rechazado por los bancos
transnacionales, y el país declaró una moratoria “Banks slither on tlie city slick". T he Eco7iom üt, 30 de
en febrero de 1987. Los bancos se apresuraron a mayo de 1987, p, 77,
celebrar acuerdos con otros deudores importan ' ‘V éase “M exico’s Swap íia m b le ”, S o u th , m arzo de 1988,
p. 21 y “Sanity at last on T h ir W orld d e b t”, fo r tu n e , febrero
tes, como Chile, Argentina, Venezuela y Filipi
de 1988, p, 8 . Véase asimismo, A ndrew Q uale fr., “New
nas; pero el principal efecto de la moratoria bra A p p ro a ch e s to the M anagem ent and D isposition by US
sileña consistió en obligar a los bancos “líderes” a Banks o f th eir LDC Debt: Debt/F(]uity (Conversion an d the
ponerse en movimiento, dada la magnitud de la Mexican Debt Securitization and C ollateralization Schem e”,
deuda del país y del compromiso de las grandes trabajo p resen tad o al sem inario sobre conversión de deuda
realizadt) en Caracas, V enezuela, 27-29 de abril de 1988, pp.
instituciones crediticias estadounidenses.
37-47. Por últim o, cabe re co rd a r que en 1987 C iticorp había
El más comprometido de todos los bancos hecho u n a oferta distinta, rechazada con firm eza p or los
“líderes”, Citicorp, tomó medidas con toda rapi mexicanos. El presidente de C iticorp la describió así: “Por
dez. Estableció reservas adicionales para posibles cierto, lo que inús nos a trae es invertir en nosotros mismos. Al
pérdidas por préstamos por alrededor de 3 000 hablar de a p o rtes de capital, le.s dije a los m exicanos si podía
mos a u m e n tar el capital de C iticorp en México en cien m illo
millones de dólares (con lo cual éstas llegaron a
nes de dólares. Así uno invierte en lo qu e conoce”. Véase
un monto equivalente a 25% de sus compromi “(á tic o rp ’s Reed outlines path on Third W orld loans”. T he
sos). Esta iniciativa destruyó los últimos vestigios W a ll Street J o u r n a l, 28 de mayo de 1987.
de solidaridad entre los “líderes”; otros, como '^"Véasc B.A. B ennet, y (EC, Z im m erm an, “US banks
Manufacturers Hanover, Chase Manhattan y exposure to developing countries; an exam ination o f recent
tre n d s”, E conotnic R e v ie w , N" 2, Federal Reserve Bank o f San
Francisco, 2" sem estre, 1985, pp. 14 y 19-20. La participación
" ’“Playing king o f the hill at the 'ro ro n to Sum m it”, de los quince países d eu d o res del Plan B aker en los préstam os
liu sin esx W eek, 4 de julio d e 1988, p. 35, Véase a,siinÍsnio, "T he internacionales globales pendietites de los bancos e stadouni
Miyazawa plan: any interest from debtors?", The E conom ist, 6 denses a u m e n tó de 25,9% a 31.3% e n tre 1982 y 1986. La
de agosto de 1988, p. 64. participación de los nueve bancos de centros financieros en
' ’^Véase Banco M undial, D ebt M anagem ent and F inan los com prom isos totales de la banca estadounidense con d e u
cial Advisory Services D ep artm en t, T h e M m 'kei-B ase d M e n u dores problem áticos a u m e n tó d e 56.4% a 62.7% en el mismo
A p p ro a ch , W ashington, D.C., 1988. lapso.
28 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 3 7 / A b ù l de 1 9 8 9
del endeudamiento bancario. Esto significaba habrían sentado las bases materiales para la etapa
que otra vez, al igual que en 1982, la crisis del de ajuste que corresponde ahora a los bancos
endeudamiento se concentraba en los acreedores transnacionales. En caso contrario, la crisis inter
de comportamiento más imprudente durante el nacional del endeudamiento podría transfor
auge crediticio, los que habían demostrado, ade marse de hecho en una crisis nacional, al menos
más, mayor inflexibilidad e intransigencia al ac desde la perspectiva de los bancos acreedores
tuar como negociadores en el proceso de rees implicados.
tructuración del endeudamiento. Al igual que el comportamiento de los países
Al parecer, las autoridades reguladoras esta deudores y los efectos negativos del medio eco
dounidenses, que enfrentan mayor resistencia nómico internacional, el comportamiento de los
de los gobiernos deudores y de los bancos, y bancos transnacionales es un factor causal funda
pueden aprovechar la desunión entre los bancos mental de la creación de la crisis internacional del
“líderes”, han adoptado ahora otro criterio ante endeudamiento. La responsabilidad que cabe a
la crisis de la deuda. Su intención parece ser los bancos transnacionales por excederse en los
obligar a los “líderes” a tomar medidas respecto préstamos a países en desarrollo durante el auge,
de sus reservas para posibles pérdidas por prés y por no contribuir suficientemente a solucionar
tamos, y de sus compromisos todavía desmesura el problema n)( (liante el proceso de reestructu
dos en los países. La Reserva Federal de los Esta ración de la deuda, no se reparte por igual entre
dos Unidos modificó las normas sobre conver todos los bancos, ni por categoría ni por origen
sión de la deuda en capital, que ya no circunscri nacional. Por cierto que a los “líderes” —todos
ben las inversiones no financieras a firmas priva- ellos bancos de centros financieros de los Estados
tizadas por los gobierno deudores, y prolongan Unidos— les corresponde una desmesurada pro
el plazo en que pueden efectuarse^^ Al parecer, porción de la responsabilidad, por cuanto de
parecen haberse resuelto también los problemas mostraron imprudencia en su actividad crediti
contables relativos al “contagio” que puede pro cia durante el auge, e intransigencia ante toda
ducirse en una cartera bancaria si una parte de solución razonable de la crisis que hubiera impli
ella se negocia con descuento^^. Más aún, un cado pérdidas para ellos. En la actualidad se ha
acuerdo internacional sobre normas de suficien quebrado la unidad entre los “líderes”, y cabe
cia del capital parece haber fijado un marco tem esperar que las actitudes más positivas, como las
poral definido (hasta 1992) para la conversión de demostradas por el Banco Morgan en relación
la deuda. En ese año, sólo 1.5% de la relación con el plan de conversión de deuda en bonos
capital-activos podrá corresponder a reservas pa garantizados aplicado en México, tomen el lugar
ra posibles pérdidas por préstamos. En la actuali de la estrechez de miras demostrada hasta ahora
dad, la mayor parte de los “líderes” tienen reser por bancos como Citicorp. Las autoridades regu
vas del orden de 4%^^. En otras palabras, las ladoras de la actividad bancaria en los Estados
autoridades reguladoras estadounidenses al pa Unidos parecen haber tomado conciencia de que
recer han asumido una actitud definida. SÍ a eso no hay forma de evitar las pérdidas que corres
se sumaran beneficios tributarios para los bancos ponden a estos bancos por su responsabilidad en
que valoricen sus préstamos en forma realista, la creación de la crisis. Sin embargo, sigue siendo
como sucede en otros grandes países acreedores, necesaria la formulación de nuevas políticas al
el proceso indudablemente se aceleraría; y si este respecto .
tipo de estímulos motivara a los bancos “líderes”
a deshacerse de proporciones importantes de sus
obligaciones con deudores problemáticos^^, se versas sobre los efectos d e las nuevas políticas, com o puede
ad v en irse en los siguientes artículos: “B igbanks shift from 3d
W orld", The New York Time, 28 de ju lio de 1988 y “Banks step
Véase “A m e n d m e n t to R egulation K”, Federal Reserve u p T h ird W orld deb t disposal — New York institutions lag
B ulletin, voi. 74, N" 4, abril de 1988, p. 232, the pace, how ever”, The W ail Street Journal, 26 de ju lio de
^^Según A m erican In stitu te o f C ertified Public A ccoun 1988.
tan ts( a i c p a ), Practùe B ulletin, octubre de 1987. palabras d e u n editorial defiM sínm Week, no puede
^^“C ooke’s m edicine: kill o r cure?, Euromoney, ju lio de perm itirse q u e los bancos, cuyas prácticas de crédito co n tri
1988, pp. 34 y 51. b uyeron a crear la crisis, q u e d en libres de polvo y paja (25 de
^'‘Los in fo rm es periodísticos m u estran apreciaciones d i ju lio de 1988, p, 84).
I
REVISTA DE LA CEPAL N° 37
La situación actual
1. Los hechos de signo positivo
D isyu n tivas
Al mirar hacia el Norte, se observa que las econo
fr e n te a la d e u d a mías de la OCDE han superado la recesión, y de
hecho gozan de una de las expansiones no infla
e x te r n a cionarias más prolongadas de su historia
moderna*. Un mecanismo muy descentralizado
R o b e rt D evlin * (integrado por el p m i , el Banco Mundial, el Banco
de Pagos Internacionales, los bancos centrales de
El e stud io e n tre g a u n a visión general de la situación de los países de la o c d e , las tesorerías, los organis
d e u d o res y acreedores, y considera algunos tem as re mos de créditos para la exportación y los propios
lativos a la gestión in ternacional de los problem as de bancos privados), que funciona como prestamis
pago q u e e n fre n ta A m érica L atina. En la p rim era
p a rte , se realiza u n exam en de los logros y los fracasos
ta de última instancia, ha demostrado su eficacia
de la gestión intern acio n al de la d e u d a a p a rtir de para evitar los incumplimientos desestabilizado
1982. E ste p e rm ite a firm ar que, si bien los países res que amenazaban con producirse debido a la
a cre ed o re s h an podido salvar su situación en form a crisis sistémica de pagos en América Latina^, De
razonablem ente positiva d u ra n te los últim os años, los ese modo, y en medio de la peor crisis financiera
países d e u d o re s se h a n ido sum iendo en u n a crisis que
se p ro fu n d iza progresivam ente. La seg u n d a p arte tra
desde los años treinta, los bancos privados en
ta de los m otivos del m al d esem p eñ o económ ico de los general han obtenido resultados sorprendente
d e u d o res, y señala qu e e n m uchos casos es difícil sepa mente favorables. Por ejemplo, durante el crítico
ra r en form a tajante la cuestión de la calidad del es período de 1982 a 1986, los ingresos internacio
fu erzo in te rn o de ajuste y la del efecto perverso de u n nales de los bancos estadounidenses siguieron
m edio e x te rn o desfavorable, y en particular, de la
tran sferen cia neta de recursos financieros al exterior.
siendo altos; incluso se aceleró el crecimiento
De h echo, la tercera p a rte concluye que, si la evolución global de sus ingresos netos, en la medida en que
regional desfavorable p u d ie ra atribuirse a u n a sola reorientaron sus actividades hacia nuevas fuen
causa generalizada, esta sería la política internacional tes de utilidades en su propio país (cuadro 1).
pública, aplicada d esd e 1982, que ha p re fe rid o que se
tra n sfirie ra n recursos al e x te rio r en vez de apoyar una
re estru c tu ra ció n socioeconóm ica eficiente en A m érica 'D u ra n te el p eríodo 1983-1988, el crecim iento del pib
L atina. La q u in ta p a rte del estudio afirm a q u e la co en los países industrializados fue en prom edio 3.5% anual.
rrección d e la m encionada tendencia exige asegurar D ada la preferencia d e los votantes p o r la co ntinuidad del
v o lú m en es m a c ro ec o n ó m ic am e n te im p o rta n te s d e liderazgo político en los países del Norte, la tasa podría pare
nuevos créditos o de reducción de la d e u d a externa. A cer satisfactoria. Sin em bargo, com o h a hecho n o tar Sidney
falta d e este tipo de acciones, a u m e n tará en la región el Dell al a u to r, el d esem p eñ o no es suficiente si se le considera
n ú m e ro de d e u d o res q u e o p tará p o r fijar d e te rm in a desde las necesidades de un m u n d o in te rd ep e n d ien te : el
dos lim ites al servicio de su d e u d a en fo rm a unilateral. crecim iento de la o c d e ha sido m uy inestable, de sustentabili-
A dem ás, si los países d e u d o res ad q u ie ren m ayor des d ad incierta, y no ha com unicado dinam ism o a la relación de
treza en la aplicación de las técnicas utilizables, al dise precios del intercam bio de los d eu d o res. El cálculo de la tasa
ñ a r sus propias form as de alivio del endeu d am ien to , está basado en cifras del F ondo M onetario Internacional
p o d rá n lo g rar u n crecim iento económ ico sostenido. ( f m i ), World Economic Outlook, W ashington, D.C., Advance
Copy, 25 de septiem bre de 1988, p. 71.
^Un análisis form al de estos servicios internacionales se
* D iv is ió n d e D e s a r r o llo E c o n ó m ic o , C o m is ió n E c o n ó m ic a
p a r a A m é r ic a L a t in a y e l C a r ib e ( g e pa l ).
presen ta en Philip W ellons, PassingiheBuck, B oston, H arvard
E s te t ra b a jo se p re s e n tó ai C o lo q u io I n t e r n a c io n a l so b re Business School Press, 1987, capítulo 7. La aplicación de los
E s tra te g ia s d e D e s a r r o llo en lo s P a íse s L a t in o a m e r ic a n o s , a u s servicios d u ra n te la crisis latinoam ericana se estudia en c e -
p ic ia d o p o r la F u n d a c ió n R a ú l P re b is c h , E l C o le g io d e M é x ic o p a l , External Debt in Latin America, B oulder, C olorado, Lynne
y el in s t it u t o T e c n o ló g ic o A u t ó n o m o d e M é x ic o . E l C o lo q u io R ienner Publishers, 1985, publicado en español bajo el título
tu v o lu g a r e n M é x ic o , D .F ., e n t r e el 18 y e l 21 d e o c tu b r e d e de Políticas de ajuste y renegociacián de la deuda externa en América
1988, E l a u t o r a g ra d e c e a O s c a r A lt im i r , A n d r é s B ia n c h i,
Latina, serie C uad ern o s de la c e p a l , 48, diciem bre de
Isa a c C o h é n , A r t u r o O 'C o n n e ll, jo s e p h R a m o s y J a v ie r V illa -
1984, capítulo 3, y c e p a l . La evolución del problema de la deuda
n u e v a p o r su s c o m e n t a rio s a u n a p r im e r a v e rs ió n d e l e s tu d io .
externa en América Latina y el Caribe, serie E studios e Inform es
L a s o p in io n e s q u e a q u í se e x p r e s a n so n las d e l a u t o r y n o
r e fle ja n n e c e s a ria m e n te las d e las p e rs o n a s a n te s m e n c io
de la CEPAL, N" 72 (Lc/G.1487/Rev.2-P), Santiago de Chile,
n a d a s. 1988, publicación d e las N aciones U nidas, N” de venta;
S. 8 8 .I1 .G. 10, capítulo I.
C u a d ro I
IN G R E S O S DE LOS PR IN C IPA L E S BA N CO S E ST A D O U N ID E N S E S
{Porcentaje de su activo total)
Bancos d e los cen tro s fin an ciero s 0.27 0.30 0.32 0.29 0.27 0.26 0 .2 2 - 1 .3 3
B ancos reg io n ales - — - — — — — —
F u e n te: c e p a l , sobre la base d e cifras conten id as e n T h o m a s H anley y otros, A Review of Bank Performance, varias ediciones, N ueva Y ork; Salom on B ro th ers. 7W
3
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D IS Y U N T IV A S F R E N T E A L A D E U D A E X T E R N A / R . D e v lin 31
Sólo en 1987 hubo ingresos negativos, debido a la antes fue para los bancos una grave “crisis”. El
primera asignación en gran escala de reservas éxito del ajuste realizado por estas instituciones
contra posibles pérdidas en la cartera latinoame se aprecia en la complaciente satisfacción mani
ricana'^. Las actividades repuntaron durante el festada en círculos financieros respecto de la si
primer semestre de 1988, sin embargo, con una tuación latinoamericana. En opinión de algunos
fuerte recuperación de los ingresos'*. expertos, el sistema bancario mundial no sufriría
Esta situación relativamente favorable en ya tensiones indebidas en caso de que cualquiera
cuanto a ingresos está respaldada además por un de los grandes deudores —Brasil, México Argen
notable “ajuste para el crecimiento” que actual tina o Venezuela— se negara a cumplir con el
mente se produce en las carteras bancarias de pago de su deuda^.
préstamos para América Latina. Una vez más, los También existe entre los acreedores en la
bancos de los Estados Unidos pueden servir a actualidad un diagnóstico mucho más realista del
modo de ilustración: en marzo de 1988, sus com problema latinoamericano. Ya nadie se acuerda
promisos absolutos en la región habían disminui de las perspectivas optimistas que hablaban de
do en 12% respecto délas cifras de Junio de 1982 una crisis de liquidez de corto plazo. La mayoría
(cuadro 2), y su capital básico se había duplicado. de los acreedores actualmente reconocen que el
Todo ello les ha permitido reducir a la mitad la problema de la región es de carácter estructural:
relación entre sus préstamos a Latinoamérica y para producir y vender en forma competitiva los
su capital. Esta, que antes alcanzaba la precaria bienes comerciables necesarios para generar di
cifra de 124%, es hoy mucho más manejable: visas y poder pagar normalmente la deuda, la
58% (cuadro 5). Los bancos de los centros finan mayoría de los países precisan transformaciones
cieros de lí)s Estados Unidos cuentan actualmen sociales y económicas internas, y éstas exigen lar
te con reservas para posibles pérdidas equivalen go tiempo. Asimismo, ahora se reconoce que es
tes a entre 25 y 30% de su cartera de préstamos a contraproducente una prolongada situación de
países en desarrollo. En el caso de los bancos estrechez en los países deudores; para legitimar
regionales de ese país, y de los bancos de Europa en lo político las reformas indispensables, y para
continental, dicha cobertura alcanza a 50% o más incrementar la masa de ahorro interno necesaria
(cuadro 4)^. En síntesis, la gestión internacional para invertir y para servir la deuda, los países
de las dificultades de pago de América Latina ha deben evidentemente contar con una sostenida
transformado en un mero “problema” lo que expansión de sus economías.
Un mayor realismo en el diagnóstico ha lle
vado también a respuestas más realistas. Al to
'T i in tre m e n to en reservas p ara posibles pérdidas por mar en cuenta que el “tiempo” implícito en el
préstam os f ue inducido p or m edidas del Citibank, que incre proceso de reestructuración afecta en parte el
m en té en 3 000 m illones de dólares sus reservas d u ra n te el valor presente de la corriente de ingresos que
segundo trim estre de 1987. La m ayor p a rte de los otros
bancos estad o u n id en ses con com prom isos en A m érica Latina
generan sus activos en América Latina algunos
siguieron sus aguas en u n a u o tra m edida, p o r razones de bancos comenzaron en 1987 a reducir en forma
com petencia. P or ello, los bancos de los Estados U nidos regis más decidida la valoración de sus préstamos en la
tra ro n 1 1 0 0 0 m illones de dólares en pérd id as d u ra n te el región^. Por otra parte, la devaluación de activos
segundo sem estre, el p e o r resu ltad o bancario desde los años
ha traído consigo, a veces, cierto alivio para los
treinta. Véase c e p a l , “E conom ic Survey o f the U nited States
o f A m erica”, O ficina d e la c e p a i . en W ashington, 24 de agosto
deudores, por cuanto los bancos se muestran
d e 1988, p. 29, publicado p o ste rio rm en te en español bajo el
título Estudio económico de los Estados Unidos, 1987 (uA ;. 1477;
Lc/wAs/i..3/Rev.l), Santiago de Chile, 6 de en ero de 1989.
'’Véase T h o m a s H anley y otros. Developing Country Expo ^Daily Telegraph (Reino U nido), “T im e to b reak the cycle
sures. Have Inventors Recognized the Degree of Progress Made by o f T h ird W orld d e b t” , 30 de agosto d e 1988.
Motley Center Banks?, N ueva York, Salom on B rothers, 21 de ’ a com ienzos de 1988 el proceso se intensificó aú n más.
Julio de 1988, p. 2. En el p e río d o abril-junio de 1988 los m ayores bancos esta
^’Respecto de la situación de los bancos europeos, véase dounidenses tenían descuentos sobre sus préstam os p or 900
G u n n e r W iegand, Western Europe and the La tin American Debt m illones de dólares, m ientras la cifra del p rim e r trim estre
Crists, D ocum ento de trabajo, N" 12, M adrid, Instituto de había sido de 600 m illones. Véase T . H anley y otros, op. at.,
Relaciones E uropeo-L atinoam ericanas, 1988, p. 20. p. 2 .
C u a d ro 2
C O M PR O M ISO S DE LO S B A N C O S E ST A D O U N ID E N SE S EN A M E R IC A L A T IN A
C uadro 3
CO M PRO M ISO S DE LOS BANCOS ESTA D O U N ID EN SES
C O M O PO R C EN TA JE DE SU C A P IT A L BASICO
F uen te: c k p a i ., cálculos a p a rtir de US Federal Financial Institutions E xam ination Council, Statistical Release, varios núm eros.
^ Miles de m illones de dólares.
C u ad ro 4
BANCOS ESTA D O U N ID EN SES; RESERVAS EN CARTERA
DE PAISES EN DESARROLLO
(Millones de dólares)
Reservado en 1987
Reservas Porcentaje
II IV T otal totales de la
T rim estre T rim estre estim adas cartera
F u e n te: c e p a l , sobre la base de cifras de T h o m as H anley y otros, A Review of Bank Performance: 1988 Edition, N ueva York,
Salom on B rothers, 1988.
" Préstam os d e m ediano y largo plazo.
34 R E V IS T A DE L A C E P A L N " 37 / A lm i de 1 9 8 9
progresivamente más dispuestos a aceptar pla meses, y creando un nuevo mecanismo más am
nes oficiales de reducción de la deuda mediante plio para el financiamiento contingente.
participación directa o indirecta en conversiones Al mirar hacia el Sur, puede observarse que
de deuda en capital^, la adquisición de bonos de la crisis ha traído consigo ciertos cambios positi
salida con tasas de interés inferiores a las del vos para América Latina. Existen hoy en la re
mercado^, la conversión de la deuda en bonos, gión trece gobiernos democráticos; éstos eran
con descuentos'*^, las recompras directas" y sólo cuatro a fines del decenio de 1970*'^. En el
otros mecanismos. frente económico, la gravedad de la crisis cierta
El nuevo diagnóstico ha mejorado también mente ha infligido una herida mortal al dogma
las respuestas de las instituciones multilaterales tismo con que se encaraban a veces ciertas estra
de crédito. El reconocimiento del carácter estruc tegias de desarrollo vinculadas a la sustitución de
tural del problema tiende a dar un papel prota- importaciones y al llamado desarrollo hacia
gónico al Banco Mundial, antes segundón en la adentro. Surge un nuevo pragmatismo en la for
estrategia internacional'^. Por su parte, el se f m i mulación de las políticas de desarrollo. Si bien se
ha adaptado a las nuevas condiciones prolongan descartan algunas de las recetas más simplistas de
do sus programas de ajuste hasta por cuatro liberalización económica provenientes del he
años, extendiendo el período de examen de sus misferio norte, la competitividad internacional
criterios de desempeño económico por hasta seis constituye actualmente una preocupación cen
tral para las autoridades de la región. La mayoría
de los países se muestra más que dispuesta a
aprender el arte de producir y vender en los
“Las conversiones de d e u d a en capital en A rgentina, mercados internacionales de gran competitivi
Brasil, Chile y M éxico sum aron 5 000 m illones de dólares en dad. También se ha repensado la popular noción
1987. P eter T ru ell, “C uttin g losses”, W a ll Street J o u r n a l, 23 de del Estado tutelar del desarrollo; se ha generali
sep tiem b re de 1988, suplem ento, p, 10 R.
zado la conciencia de que los recursos estatales se
'’En la últim a re p ro g ra m a d ó n brasileña, a lre d ed o r de
cien bancos a ceptaron bonos de salida p o r a lre d ed o r de mil gastan en forma ineficiente y que la iniciativa
m illones de d ólares. Estos bonos tenían u n a tasa de interés de privada tiene mayores potencialidades'''.
6 % d u ra n te 2.5 años. Por cierto que no basta con las buenas inten
*“A com ienzos d e 1988, México convirtió 3 670 millones ciones. Los esfuerzos latinoamericanos por alte
de dólares en d e u d a con bancos com erciales a 2 560 millones
en bonos, lo q ue re p re se n tó un descuento de 30%. Los bonos
rar la dirección de sus políticas de desarrollo y
tenían un plazo único de veinte años y un interés de 1.63% recuperar la solvencia tal vez no han merecido
sobre la i . i u o r . El capital del bono fue garantizado p or el una aprobación sin reservas; no obstante, sería
g obierno m ediante la adquisición de un bont) de cupón cero injusto desconocer que efectivamente se han rea
de la T eso rería de los Estados U nidos p or un m onto equiva lizado grandes ajustes, con los consiguientes sa
lente al de los bonos em itidos p or el Estado m exicano.
“ En m arzo de 1988, Bolivia tom ó m edidas para la re-
crificios. Entre 1982 y 1988 la región transfirió
co m p ra de 318 m illones de dólares de su d eu d a pública con 179 000 millones de dólares a sus países acreedo
bancos privados —cerca de 50% del total ad eu d a d o a estos res"'. Además, esta transferencia corresponde a
últim os— a un precio de 11 centavos p o r dólar. Los recursos la aplicación de determinadas políticas económi
p ara esta reco m p ra pro v in iero n de los países de la o c d e . Se cas; de hecho, sólo fue posible porque la región
facilitó la op eració n estableciendo u n a cuenta especial de
custodia en el f m i , p ara los depósitos de los aportes de estos
países. A m ediados de 1988, Chile negoció con sus bancos
acreed o res un arreg lo m ediante el cual utiliza hasta 500 m i
llones de dólares de sus reservas internacionales para la re “ Los cuatro g obiernos dem ocráticos en los años setenta
com pra, con descuento, de su d e u d a bancaria. En noviem bre corresp o n d ían a (^lolombia, Costa Rica, República Dom inica
de 1988, Chile a dquirió 299 m illones de su d eu d a a 56 centa na y V enezuela. Cabe ag reg ar que la nueva in,stitucionalidad
vos p o r dólar. dem ocrática ecuatoriana se inició en abril de 1979.
'^L a m anifestación más reciente la constituye la decisión “ Los voceros de los bancos com erciales reconocen la
del Banco M undial de auspiciar un préstam o de reestru c tu ra existencia de este nuevo consenso en la región. Véase por
ción para el G obierno argentino, aun cuando las autoridades ejem plo, J o h n R eed, “New m oney in new ways”. In te rn a tio n a l
económ icas de este país no llegaron previam ente a un acuer E conom y, octubre-noviem bre de 1987, p. 50.
do con el KMi respecto de u n a cuerdo de d erecho de giro. “ Véase c: e p a i .. B a la n c e p re lim in a r de la econom ía latinoam e
Véase S tep h en Fidler, “W orld Bank agrees A rgentine loan", ricana 1 9 8 8 ( i .c / g . 1536), Santiago de Chile, 20 de diciem bre
F in a n c ia l T im es, 26 de septiem bre de 1988. de 1988, cu ad ro 15.
C u ad ro 5
A M ER IC A L A T IN A : E X P O R T A C IO N DE BIEN ES
(Indice: 1 9 8 0 = 1 0 0 )
F u e n te: Cálculos a p a rtir d e cifras de ía D ivisión d e E stadística y Análisis C uantitati CEPA L, Balance p relim in ar de la economía latinoamericana, 1988 ( l c / g . 1536), Santia
vo d e la CEPAL, go d e Chile, diciem b re d e 1988, c u a d ro 8 ,
“ V ariación e n tre el p ro m ed io an u al de 1978-1981 y 1982-1987. Los núm eros
e n tre p arén tesis se re fie re n a los casos en qu e ta n to el volum en com o el valor se
re d u je ro n en am bos períodos.
se R E V IS T A D E L A C E P A L N ° 37 / A b n l de 1 9 8 9
transformó con rapidez un persistente déficit co los Estados Unidos, cuyos compromisos con
mercial —cuyo promedio era de cerca de 2 000 América Latina son los mayores de todos, han
millones de dólares entre 1978 y 1981— en un perdido terreno en la competencia internacional
masivo excedente de 26 000 millones de dólares por el dominio de los mercados financieros: ex
anuales, en promedio, entre 1982 y 1988. A su pandirse hacia un mundo de liberalización finan
vez, los excedentes comerciales no podrían ha ciera es intensivo en capital, y el tiempo y los
berse producido sin devaluaciones del tipo de recursos que dichos bancos destinan a apuntalar
cambio, ajustes de las tasas internas de interés, su cartera latinoamericana les han acarreado,
medidas de corrección fiscal, entre las que se evidentemente, una desventaja comparativa. Si
contaron las ventas de las empresas estatales, bien es difícil establecer con rigor determinados
compresión de los salarios reales, y otras*®. El nexos, cabe sospechar asimismo que el creciente
esfuerzo interno debe considerarse además to suministro de drogas ilegales provenientes de
mando en cuenta un medio externo nada positi América Latina tiene algún vínculo con la escasez
vo. Además de verse obstaculizadas por el pro de divisas que suele producirse en la región.
teccionismo, las exportaciones fueron afectadas El Norte puede haber perdido también gran
por precios unitarios de nivel históricamente parte del valor que se atribuía en América Latina
bajo, lo que explica que su valor haya aumentado a su “buena voluntad”. Por una parte, las prome
sólo en una pequeña fracción del crecimiento sas de nuevo financia miento para los deudores se
registrado en su volumen (cuadro 5). han cumplido muy poco; el más reciente ejemplo
lo constituye el compromiso del Plan Baker, en
2. Los hechos de signo negativo 1985, de movilizar 20 000 millones de dólares en
Si bien es cierto que se perciben señales de nuevo financia miento bancario, así como 9 000
progreso en ciertos frentes, se han producido millones en préstamos oficiales en el plazo de tres
también contratiempos de gran importancia. En años. Los desembolsos multilaterales netos para
los últimos seis años, los países del Ní)rte han la región, lejos de aumentar, han disminuido; los
perdido mercado de exportación*^, y con ello préstamos de la banca privada han sido pocos y
empleos y crecimiento del producto interno bru muy espaciados, y se han destinado en gran me
to, debido a la menor capacidad importadora dida a sólo unos pocos favorecidos entre de los
latinoamericana. Las empresas originarias de la llamados “ 15 de Baker” (cuadros 6 y 7). Mientras
ocDE y con inversiones directas en América Lati tanto, la credibilidad del ha disminuido aún
f m i
na tampoco han podido evitar los efectos de la más en los últimos años, pues sus programas
crisis; su rentabilidad ha disminuido, y se enfren siguen siendo asociados con la recesión económi
tan a un mayor grado de incertidumbre en el ca; esto a su vez aumenta el número de países que
plano empresarial de la región*®. Los bancos de se distancian del Fondo precisamente en circuns
tancias que, en principio, harían más necesaria
que nunca su orientación (cuadro 8). En la re
ciente reunión cumbre de Toronto (1988), tam
‘‘’U n detallad o análisis del proceso de ajuste en A m érica poco se percibió como muy alentadora la aten
L atina se p re sen ta en A ndrés Bianchi, R obert Devlin yJo sep h ción prestada al problema de la deuda africana,
Ram os, "El proceso d e ajuste en la A m érica L atina”, E l Trimes
tre Económico, voi. Liv (4), N" 216, octubre/diciem bre de 1987.
que contrasta con la persistente inercia manifes
' ^Un e studio ha m ostrado qu e en 1985 las exportaciones tada en el frente latinoamericano*'*. Por último.
estad o u n id en ses a A m érica L atina estaban en u n nivel infe
rio r en 28% a id e 1981, y u n 47% al d e los niveles potenciales.
Estos últim os se d e fin e n com o el m antenim iento de una and Prospects (st/ c,tc;/89), N ueva York, 1988, publicación de
p ro p o rció n c o n stan te d e las im portaciones en relación con el las N aciones U nidas, N" de venta: 8 8 .ti.A .7, p. 82.
P I B . Véase C ongreso de los E stados U nidos, Jo in t Economic *^E1 plan p a ra d e u d o res africanos p erm ite a los gobier
C o m m itte e , “T ra d e D eficits, F o re ig n D ebt a n d Sagging nos acreedores a n u la r u n tercio d e las d eudas, o bien re d u cir
G ro w th ”, W ashington, D.C., septiem bre de 1986, cu ad ro 6 . las tasas d e interés a la m itad o 3.5% p u n to s porcentuales, o
"*Por ejem plo, las tasas de rentabilidad de la inversión p ro lo n g ar el p e río d o d e am ortización a 25 años. Dicho plan
directa estad o u n id en se en A m érica L atina se red u je ro n de ha sido objeto d e críticas, p o r cuanto no se considera suficien
un pro m ed io d e 17% en 1980-1981 a 6 % en 1982-1985. tem ente drástico en vista de la situación de esos deudores.
Véase N aciones U nidas, C e n tro sobre E m presas T ran sn acio Véase Financial Times, “A frica’s deb t b u rd e n ”, 30 d e septiem
nales, Transnational Corporations in W orld Development: Trends b re de 1988, p. 18.
D IS Y U N T IV A S F R E N T E A L A D E U D A E X T E R N A / K . D e v tin 37
C u ad ro 6
Q U IN C E PAISES CO M PREN D ID O S EN EL PLAN BAKER;
C R E D IT O S HA NCARIO S DE M ED IA N O PLAZO, 1986-1988«
{Millones de dólares)
E nero-agosto
1986 1987 1988
Total 483 10 004 6 250
A rgentina 17 2 lio —
Bolivia __ __ —
Brasil __ 5 200
Chile
Colombia 201 87 1 000
Costa de Marfil — „ —
E cuador 220 32; (.300)'’ —
México — 7 700 —
M arruecos — 2.5 50
Nigeria — — —
Perú — — —
Filipinas — — —
U ruguay 4.5 — —
V enezuela — 30 —
Yugoslavia 20 —
C uadro 7
EME BA N CO M U N D IA L Y BID: T RA N SFEREN CIA S NETAS
A AM ERICA L A T IN A
(Miles de millones de dólares)
C u ad ro 8
A M ERICA L A T IN A : P A R T IC IP A C IO N EN PROGRAM AS
M U LT IL A TE R A L E S DE A JU STE
F uente: c e p a l , División de D esarrollo Económ ico sobre la base de cifras de las instituciones
respectivas.
"F uera", al m enos en form a transitoria, en 1988.
“D e n tro ” en 1988.
la actitud de las autoridades estadounidenses an 1978-1981 (cuadro 9). La evolución de la inver
te los problemas del Banco Interamericano de sión por habitante ha sido incluso mucho peor;
Desarrollo no ha sido siempre constructiva, lo 1987 marcó el nivel máximo de inversión regis
que ha creado un espacio de conflicto dentro de trado durante los seis años de crisis, pero aún así
las relaciones hemisféricas. la cifra por habitante no había sido tan baja desde
Para América Latina, los contratiempos su 1971 ^b El incremento de la inflación en América
fridos desde el inicio de la crisis han tenido un Latina ha sido espectacular. El promedio regio
carácter muy dramático. En 1982, nadie habría nal fue de cerca de 500% en 1988, con cifras de
podido imaginar que el producto interno bruto tres dígitos en dos países (Argentina y Brasil), y
regional por habitante habría descendido en de cuatro dígitos en otros dos (Nicaragua y Perú).
1988 en 7% respecto de la cifra de 1980^^. Si bien Los salarios reales han estado en general depri
el ahorro interno ha excedido todos los niveles midos, y hay preocupación por el nivel alcanzan
anteriores, la inversión interna, que es decisiva do por las cifras oficiales de desempleo^^. Las
en todo esfuerzo serio para mejorar la competiti- repercusiones sociales de la crisis, aunque difíci
vidad internacional de los bienes y servicios re les de cuantificar, constan en estudios que sugie-
gionales, ha registrado desde 1982 niveles infe
riores en 22% al promedio anual del período
^ ‘cEPAL, División de Estadística y Análisis Cuantitativo.
^^Los datos provienen de c e p a l , Balance prelim inar de
A kpai., Balance prelim inar de la..., op. c it, C u ad ro 3. la..., op. cit.
D IS Y U N T IV A S F R E N T E A L A D E U D A E X T E R N A / H . D evU n 39
C uadro 9
A M ERICA L A T IN A : A H O R R O E IN V ERSIO N IN T E R N O S B R U T O S“
A horro Inversión
Indice 1980= 100 Indice 1980 = 100
1978-82 1982-87 1978-81 1982-87
América Latina 96 107 94 73
Países e x p o rta d o res de p etróleo
Bolivia 91 57 129 64
E cuador 92 114 93 74
México 94 113 92 69
Perú 95 79 89 80
V enezuela 107 83 117 74
Países no e x p o rta d o res de petróleo
A rgentina 112 104 88 51
Brasil 90 lio 91 78
Colom bia 97 113 99 lio
Costa Rica 103 184 85 70
Chile 82 122 90 57
El Salvador 85 74 134 85
G uatem ala 94 98 117 77
H aití 91 150 96 107
H o n d u ra s 101 83 98 63
N icaragua 93 134
Panam á 80 100 94 86
Paraguay 83 69 93 85
R epública D om inicana 107 151 92 95
U ruguay 123 155 91 50
ren un gran deterioro en muchos frentes, y co (339%) superaba en 60% la de 1980. Por otra
rroboran la impresión del observador ocasional parte, la relación intereses/exportaciones había
al visitar casi cualquier ciudad capital en América bajado a 28% en 1988. Si bien seguía siendo muy
Latina'^'^, difícil de sobrellevar, era la más baja registrada
Por último, la evolución de los indicadores desde 1981 (cuadro 10).
sobre el peso de la deuda no ha sido del todo
alentadora. Tras casi siete años de dificultoso ^'’B ancü M undial, “La pobreza en A m érica Latina; el
ajuste, la relación deuda/exportaciones en 1988 im pacto de la d e p resió n ”, W ashington, D.C., abril de 1987,
C u a d ro lü
A M ER IC A L A T IN A : DEU D A E X T E R N A
II
¿Por qué los costos se distribuyen en forma asimétrica
entre deudores y acreedores?
Al exam inar la situación existente a partir de dad estructural. Así, el gran excedente comercial
1982, se pueden apreciar ciertos avances, pero necesario para el servicio de la deuda, dadas las
también dificultades im portantes tanto para los altas tasas de interés reales de esta última, sólo
países acreedores como para los deudores. El puede lograrse en el corto plazo mediante una
examen, sin embargo, destaca además que la dis desproporcionada compresión de las im porta
tribución de beneficios y de costos muestra un ciones y una recesión económica interna. Ade
evidente sesgo contrario a estos últimos. En efec más, debido a las dificultades inherentes a un
to, y gracias a un ajuste con crecimiento, los ban rápido incremento del ahorro interno en los paí
cos actualm ente tienen, respecto de América La ses en desarrollo (especialmente durante un mo
tina, nada más que un problema. Los países de la mento de descenso de la actividad económica), la
región, en cambio, encaran una crisis de desarro transferencia de recursos al exterior tiende a tra
llo que sigue profundizándose. ¿Por qué? ducirse en m enor inversión y gasto social, lo que
La impaciencia de los acreedores suele aludir es contraproducente, por cuanto obstaculiza la
a: i) malas políticas económicas en los países deu reestructuración económica y la futura capaci
dores, que se suman al exceso de deuda acumula dad de servicio de la deuda. Más aún, el cambio
do en los años setenta, y ii) falta de disposición en los precios relativos con miras a realizar una
para tom ar y aplicar sostenidamente durante el transferencia externa tiende a agudizar las pre
presente decenio las difíciles decisiones económi siones inflacionarias. La situación se complica
cas necesarias para producir un vuelco en las aún más porque el servicio de la deuda es en gran
economías latinoamericanas. Suele estar implíci medida una responsabilidad del sector público,
ta además en esta valoración la idea de que un lo que da origen a un problema de transferencia
amplio alivio para los deudores traería consigo presupuestaria interna. Como se ha demostrado
problemas de riesgo moral, junto con una ten incluso en los Estados Unidos, las decisiones so
dencia a abusar de los grados de libertad así bre impuestos y gastos públicos se ubican en un
conseguidos y aflojar el esfuerzo por reestructu terreno político sumam ente delicado. A falta de
rar las economías regionales con miras a incre un amplio consenso político en el país respecto
m entar su competitividad internacional. de la aplicación de un decisivo incremento de los
Los deudores, por su parte, tienden a desta tributos y de una reducción del gasto público
car la importancia del desfavorable medio finan para hacer posible dicha transferencia, el Estado
ciero externo y del peso que significa la transfe debe movilizar los recursos necesarios mediante
rencia de recursos al exterior^“^. Su argum enta el denom inado impuesto inflacionario. Se trata
ción se encuentra ya bien elaborada. Los efectos de una estrategia peligrosa, que puede degene
de las políticas de reasignación del gasto de un rar con facilidad en una hiperinflación^®.
sector a otro dem oran norm alm ente mucho en Como en la mayor parte de los temas que
extenderse a todos los planos de las economías, producen polarización, la verdad probablemen
especialmente en aquellas de escasa competitivi- te se encuentre entre ambos argum entos extre
mos. Para superar la crisis de desarrollo y poner
de nuevo en pie a los deudores latinoamericanos,
,^^Un análisis más completo se presenta en c.e p a l , Hesirk-
ciones al desarrollo sostenido en América Latina y el Caribe y requisi
tos para su superación (lc:/c;. 1488 (SES.22/3)/Rev. 1), Santiago de
Chile, 8 de febrero de 1988. El estudio que contribuyó a ^■’Un análisis de la compleja relación entre el servicio de
modificar el debate sobre la deuda, centrándolo en el proble la deuda y la inflación puede encontrarse en Rudiger Dorn
ma de la transferencia, es el de Axel Van Trotsenberg, The busch, “Debt, Inflation and Growth: The Case of Argentina”,
Budgetary and Transfer Problem, París, Organización de Coope Washington, D.C., Fondo Monetario Internacional, 16 de
ración y Desarrollo Económicos (o c d e ), 1988, febrero de 1988.
42 REVISTA DE LA CEPAL N“ 37 / A bril de ¡98 9
el esfuerzo interno adecuado y sostenido es indu em prendidos por los deudores, podría señalarse
dablem ente un prim er paso necesario para un con mayor comodidad que hubo falta de serio
proceso logrado de reestructuración. Hasta aho esfuerzo interno. Pero no es así; en muchos as
ra, el esfuerzo interno de la región ha sido de pectos el medio externo no prestó apoyo alguno
intensidad y duración diversa, pero ciertamente a las políticas latinoamericanas de ajuste. En este
se ha producido. Como ya se dijo, la política sentido, es de importancia decisiva la grave falta
interna ha inducido una transferencia de recur de financiamiento que ha aquejado a los procesos
sos a los países acreedores que alcanza los de ajuste desde los mismos inicios de la crisis^^.
179 000 millones de dólares, equivalente a más T anto respecto de la fórmula de 7% anual de
de 4% del producto interno bruto al año. Para expansión del crédito bancario que se planteó en
hacer más visible la m agnitud de esta transferen 1982, como respecto de la fórm ula de 2 1/2%
cia, basta recordar que excede la transferencia anual propuesta por el Plan Baker, los volúme
externa neta de recursos (2.5%) a que debió so nes del fmanciamiento no han cumplido las mo
meterse Alemania tras su derrota en la guerra, destas m etas que se han fijado los propios
de acuerdo con el Tratado de Versalles, de 1919, acreedores^‘\ La falta de financiamiento para los
y asimismo la impuesta a Francia (2,3%), también deudores se traduce en un exceso de transferen
derrotada, según los términos del Tratado de cia de recursos hacia los acreedores. El problema
Frankfurt, de 1871^^^ Los deudores merecen de la transferencia es por lo tanto real, y ha
también cierta paciencia por parte de los países minado la eficiencia de las políticas nacionales de
acreedores; hacer un giro de ciento ochenta gra ajuste y reestructuración de los países deudores.
dos en una estrategia de desarrollo que fue razo
nablemente satisfactoria durante alrededor de
medio siglo, es un proyecto que excede con mu ^**Ground ha tratado en profundidad el tema. Según los
cho el plazo de seis años^^. Además, la transfor criterios habituales los componentes transitorios de las altera
mación económica se realiza simultáneamente ciones externas deben ser financiados. Sin embargo, de
acuerdo con las estimaciones de Ground, el fmanciamiento
con una frágil transición hacia la democracia po
externo de que dispuso América Latina entre 1982 y 1985
lítica. Es razonable pensar que un proceso de cubría sólo 37%, 25%, 36% y 16% de los componentes transi
transform ación económica pueda presentar cier torios de las alteraciones negativas para la región durante los
tas oscilaciones, si se basa en un marco institucio años ochenta. Véase R. Giound, “Origen y magnitud del
nal muy débil y que recién se está configurando. ajuste recesivo de América Latina”, Revista de la ct-.p/w., N" 30,
(i.c/(;,1441), Santiago de Ghile, diciembre de 1986, p. 78.
Siempre es difícil, además, hacer una separa
^'*A1 iniciarse la crisis, los bancos privados, Junto con el
ción tajante entre los aportes a la recuperación FMi, se comprometieron a una expansión anual de 7% de sus
económica que provienen del esfuerzo interno y compromisos crediticios en la región. La expansión real, en la
los efectos del medio externo. Si este último hu primera ronda de reprogramaciones, se acercó más a 6%, y
biera sido claram ente un factor de sustentación luego se redujo en forma espectacular, Rosteriormente, en
septiembre de 1985, el Secretario del Tesoro de los Estados
para los esfuerzos de ajuste y reestructuración
Unidos, James Baker, fijó una nueva meta para la expansión
del crédito bancario; 2 1/2% anual durante tres años. Esta no
se alcanzó); de hecho, la respuesta de los bancos consistió en
^*’Véase A, Bianchi, R. Devlin y J, Ramos, op. cit., p. 891. comenzar una reducción permanente de sus compromisos en
'^^El pjB por habitante creció en América Latina la respe la región. Además, las fuentes de crédito multilaterales y
table cifra de 3% en el período 1950-1980. bilaterales no se hicieron cargo de la diferencia.
DISYUNTIVAS FRENTE A LA DEUDA EXTERNA / R. Devlin 43
III
La debilidad más notoria:
la desidia de la política internacional pública
Una crisis sistèmica del endeudam iento es un surgida en 1982 ha estado de hecho sujeta a una
problema colectivo. En estas circunstancias, las gestión internacional de carácter público'^^. Sin
externalidades negativas del mercado privado embargo, esta ha sido de eficacia instrumental
actúan indiscriminadamente: hacen recaer los muy limitada en lo que se refiere al fomento de la
efectos de la situación sobre deudores y acreedo pro.speridad y el desarrollo en un m undo inter
res, sin im portar si su conducta como tales ha dependiente, por cuanto no ha ido mucho más
sido í) no prudente, e incluso traspasan fuertes allá de una función de prestamista de última
costos a otros que no tienen la m enor relación instancia que tiene por objeto m antener la estabi
con el problema"*^. Además, ante la situación, lidad del sistema bancario de los países del Norte.
ciertas respuestas racionales desde un punto de Con el tiempo, se hace cada vez más evidente que
vista particular pueden tornarse sum am ente los nuevos créditos se materializan debido a la
perjudiciales para el bien colectivo, e incremen esporádica amenaza de un incumplimiento de
tar muchísimo los costos para todos. De allí se sestabilizador, y no por consideraciones sobre las
desprende la necesidad de la intervención públi necesidades más perm anentes de fmanciamiento
ca en el mercado: prim ero, para estabilizar las de la reestructuración económica en el país deu
expectativas privadas, y luego para contribuir a dor. A medida que mejora el estado de los balan
la reestructuración de los agentes del mercado ces de los bancos, se van haciendo más restricti
(deudores, acreedores o ambos) de una manera vos los créditos externos. En esta situación, no se
funcional para renovar la solvencia del sistema y ha dado a las instituciones oficiales de crédito los
obtener una recuperación general con un míni medios necesarios para cubrir lo que falta; de
mo de trastorno social. Dadas las oportunidades hecho complican aún más el problema, por cuan
de aprovechamiento indebido {free ñ d i n g ) que se to la corriente neta de recursos de estas institu
producen al existir externalidades, y los efectos ciones es ahora de signo negativo (cuadro 7).
adversos que tales actitudes pueden tener sobre La etapa más reciente de la estrategia inter
la eficiencia de los arreglos institucionales, las nacional sobre endeudam iento —la llamada
soluciones eficaces en el plano público suelen ser “lista de opciones del mercado”, o, en inglés,
en diverso grado coercitivas^'. Todos estos prin m a r k e t m e n ú a p p r o a c h — no corrige la situación
cipios se aplican generalm ente cuando se mani descrita. En lo que tiene de iniciativa de política
fiesta una grave tensión financiera en los merca pública, repite la deficiencia básica de las etapas
dos internos de los países acreedores^^. anteriores: el funcionamiento cotidiano de un
La crisis internacional del endeudam iento program a supuestam ente multilateral de gestión
de la deuda se limita a cumplir con el estrecho
objetivo de ajustar en forma ordenada las carte
'^''Colombia es un buen testimonio del problema. Aun ras financieras de los países del Norte,
que su relación deuda/exportaciones es apenas superior a
La etapa inicial de dicha estrategia se caracte
2:1, y su relación deuda/piB 34%, tiene enormes dificultades
para obtener nuevos créditos de bancos privados. rizó por una maniobra de contención para evitar
■"^'Un detallado estudio de los problemas de la acción pérdidas contables en el sistema financiero inter
colectiva y de los bienes públicos se encuentra en James nacional, por medio de reestructuraciones a pre-
Buchanan, The D em and a n d Supply o f Public Goods, Chicago,
Rand McNally and Co., 1968, capítulo 5,
'*^E1 carácter colectivo del problema se manifiesta inclu carácter de las políticas coordinadas entre el f m i , los
so en las crisis aisladas de pagos de firmas particulares. Por bancos centrales y tesorerías de los países de la oc;m:, los
ello, las normas sobre bancarrota imponen soluciones colecti bancos acreedores y los países deudores es ampliamente co
vas a los acreedores de dichas firmas. Véase Thomas Jackson, nocido, por lo que no es preciso sintetizarlo aquí. Sin embar
The Logic and Limits o f Bankruptcy Law , Cambridge, Mass., go, los detalles se encuentran en c e pa l . E xternal Debt in..., op.
Harvard University Press, 1986. cit., pp, 47-86.
44 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / Abril de 1989
cios comerciales y nuevos conjuntos de créditos. gión. En esta última existen también restriccio
Ahora, la etapa más reciente se orienta principal nes de dem anda, por cuanto las cuestiones de
m ente al ajuste gradual del valor de los activos soberanía y control monetario limitan la expan
bancarios y a una mayor diversificación de los sión potencial de algunos de los instrumentí)s
riesgos m ediante conversiones de la deuda en preferidos por los acreedores entre los de la lista
capital y en valores. La cuestión macroeconómica de opciones'^*’.
del f m andam iento para apoyar las reformas eco Debe considerarse también que la mayor
nómicas, la inversión, el crecimiento y la renova parte de los instrumentos de reducción de la
ción de la solvencia de los países deudores, sigue deuda contenidos en la lista de opciones actúan
siendo en gran m edida residual y pasiva en rela sobre el capital adeudado. Los países no están, en
ción con el proceso. En este sentido es que puede todo caso, amortizando la deuda, por lo que el
decirse que la lista de opciones de mercado es, efecto inmediato de la transacción sobre la balan
básicamente, la lista de opciones de los acreedo za de pagos es indirecto, y se traduce en menores
res privados. pagos por concepto de intereses. En consecuen
Como lo ha indicado la c e p a l en un estudio cia, el alivio será sólo marginal hasta que aum en
reciente, la lista de í)pciones de mercado, desde el te en gran proporción el alcance acumulativo de
punto de vista de las necesidades macroeconómi- la reducción del capital adeudado'^^. Otro incon
cas de los deudores, puede contener algunos veniente serio de la lista de opciones consiste en
“entrem eses” de interés, pero le faltan nada me que las transacciones voluntarias se realizan en el
nos que los “platos principales”'^'^. El criterio que mercado en forma esporádica, lo que hace difícil
la inspira, y que se basa en el mercado, depende predecir la oportunidad de las conversiones, su
de las respuestas voluntarias de cada uno de los distribución entre los diferentes países, el grado
acreedores en particular, los que reciben de sus de alivio que aportarán a la balanza de pagos, y la
gobiernos sólo poco más que un apoyo moral. Sin eficacia de la conversión en cuanto apoyo para
embargo, el financiamiento habitual de mercado un program a interno de reforma económica y
es de carácter prodclico, y por ello es improbable reestructuración.
que, mientras los acreedores potenciales vean En suma, los mercados privados, librados a
que los descuentos sobre la deuda existente al sus propios recursos, sólo pueden eliminar en
canzan al 50% o más, llegue a producirse una forma muy lenta el problema de las excesivas
corriente espontánea de nuevo capital hacia deudas pendientes. Indudablem ente, el monto
América Latina en volúmenes macroec{)nómica- de la deuda convertida, con descuento, en otro
m ente significativos. tipo de activos, aum entará notablemente en los
En cuanto a los instrumentos nuevos y menos
ortodoxos para los ajustes de cartera contenidos
en la lista de opciones, su desarrollo natural será ^*’L{)s efecU)s secundarios negativos son particularmen
te complicados en las conversiones de deuda en capital, hoy
necesariamente paulatino. Se sabe que los merca muy difundidas. Véase Grupo de los Treinta, Finance for
dos privados operan en el margen, y que cada Developing Countries, Nueva York, 1987.
nuevo instrum ento, incluso en circunstancias fa A modo de ilustración, la meta original de la operación
vorables, debe comenzar a funcionar de a poco‘^'\ de bonos entre el Gobierno de México y el Banco Morgan
Guaranty a comienzos de 1988 consistía en convertir 20 000
En América Latina el avance es aún más lento,
millones de dólares de deuda. Si se hubiera cumplido con un
debido a los complejos problemas internaciona descuento promedio de 40%, se habría ahorrado alrededor
les legales, tributarios, contables y de aprovecha de 3.50 millones de dólares en intereses netos. Este tipo de
miento indebido {free r id in g ) que se producen en operación tiene muchos méritos, entre ellos el del reconoci
el mercado, así como a la falta de familiaridad de miento oficial, por parte de los bancos, del descuento del
mercado; sin embargo, su significación como instrumento de
muchos inversionistas institucionales con la re-
financiamiento macroeconómico es menos evidente, dada la
carga de 7 000 millones de dólares en intereses para acreedo
La evolución del problema..., op. di., capítulo n. res privados. En todo caso, como se dice en la nota 10, los
^^Véase Makesh Kotecha, "Repackaging Third World bancos no recibieron el plan tan bien como se esperaba origi
Debt”, Standard and Poors International Credit Week, agosto de nalmente. Un trabajo detallado sobre la oferta de bonos por
1987, p. 9 y Kenneth Telljohann, “Analytical framework”, parte de México se encuentra en Kenneth Telljohann y Ri
Pro.specbifar Securitization of Less Developed Country Loan, Nueva chard Buckholz, The Mexican liond Exchange Offer, Nueva
York, Salomon Brothers, junio de 1987, p. 11. York, Salomon Brothers, enero de 1988.
DISYUNTIVAS FRENTE A LA DEUDA EXTERNA / R. Devlin 45
años venideros'*^. Sin embargo, en lo que atañe al punto de vista de un problema económico colec
futuro inmediato, la lista de opciones —al menos tivo y de soluciones también colectivas, el enfo
en su actual formulación— sólo puede abordar que basado en la lista de opciones ciertamente
aspectos tangenciales de los problemas de la re- representa una política pública muy poco ambi
gión, por cuanto no enfrenta el problema econó ciosa. En algunos puntos esenciales, este enfoque
mico urgente y m edular de esta hora: cómo fi parece incluso habernos retrotraído a los años
nanciar en form a sostenida y predecible las re treinta; entonces, los países deudores y los acree
formas económicas y las nuevas inversiones que dores privados anduvieron a tientas durante
América Latina necesita para iniciar ahora mis veinte años, haciendo esfuerzos ineficientes por
mo su crecimiento y comenzar a recuperar su liberarse de las excesivas deudas pendientes del
capacidad de servir deudas externas. Desde el período^^.
IV
¿Qué hacer ahora?
El problem a del endeudam iento latinoamerica permita que esos sean absorbidos mediante el
no debe encararse en su debido contexto, como crecimiento futuro del sistema económico m un
un “mal” internacional colectivo. En un momen dial.
to en que ios mercados privados de crédito para La propuesta de un servicio multilateral de
América Latina han sufrido un colapso, confiar conversión de la deuda aparece reiteradam ente
casi exclusivamente en las respuestas voluntarias, en el debate sobre el tema, no obstante la acalora
privadas y microeconómicas de la lista de opcio da oposición de quienes conducen la estrategia
nes para resolver un problema macroeconómico internacional; y sigue planteándose, a pesar de
de carácter sistèmico probablemente no hará si todo, porque constituye la expresión más com
no dem orar el ajuste de los países acreedores y pleta de la naturaleza sistèmica del problema del
d e u d o re s, e in cre m e n tar los costos para el endeudam iento en el hemisferio occidental y de
conjunto de la com unidad internacional. Los as la eficacia social de una solución colectiva^*. Por
pectos sistémicos del problema dan una base teó
rica y práctica al apoyo de una producción más
dinámica de bienes públicos, con miras a acelerar ^■’Un examen útil de los ajustes de cartera de deudores y
el ajuste tanto de países deudores como acreedo acreedores durante los años treinta y cuarenta se encuentra
en Merilyn SWúes,, Latin American International Loan Defaults in
res, y para lograr una distribución de costos que the 1930s: Lesson for the 1980s?, Research Paper N" 8812,
Federal Reserve Bank of New York, abril de 1988,
■^^En el debate contemporáneo, algunas de las primeras
'^^El volumen de las transacciones en el mercado secun propuestas fueron formuladas por Peter Kenen y Richard
dario durante 1987 se estima en alrededor de 12 000 millones Weineri. Kenen propuso la conversión con descuento, y Wei-
de dólares. Hay quienes esperan que la cif ra llegue a 25 000 nert una conversión al valor nominal con tasas de interés
millones en 1988. Para poner en perspectiva tales cifras, debe inferiores a las de mercado, argumentando que de este modo
recordarse que incluyen un monto considerable de contabili las pérdidas bancarias se distribuirían a lo largo del tiempo.
dad doble, y por lo tanto no reflejan la,s conversiones reales de Véase Peter Kenen, “A bailout for the banks". The New York
deuda. Las cifras siguen siendo pequeñas en relación con el Times, Marzo de 1983 y Richard Weinert, “Banks and ban
monto estimado para toda la banca comercial internacional kruptcy”, foreign Policy, N" 50, segundo trimestre, 1983, pp.
que es de entre 300 000 y 350 000 millones de endeudamien 128 a 149. Hace poco, Kenen puso al día y desarrolló su
to problemático de países en desarrollo. Véase Richard La propuesta. Véase Peter Kenen, “A Proposal for Reducing the
wrence, “Ranker proposes solution to Argentina, Rrazilian Debt Burden of Developing Countries”, Princeton, New Jer
debt”. Journal of Commerce, 28 de septiembre de 1988 y Euge sey, Princeton University, marzo de 1987. Entre los otros
nio Lahera, La conversión de la deuda externa: antecedentes, evolu autores que proponen un servicio mundial de conversión de
ción ■<
)perspectivas ( i .c7 r . 6 1 4 ) . Proyecto PM'n/cKt'Ai. “Financia- la deuda se encuentran John La Falce, “Third World debt
miemo del Desarrolht”, Santiago de Chile, oki’AI,, septiembre crisis: the urgent need to confront reality". Congressional
de 1987. Record, vol. 133, N" 34, Washington, Ü.C., 5 de marzo de
4(ì REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / Abril de ¡989
cierto que es necesario afinar muchos detalles ser incierta. Por otra, y puesto que los acuerdos
respecto de un servicio tan complejo, y asimismo a d hoc sólo evitan en form a parcelada y parcial los
respecto de medidas auxiliares en los planos nor problemas de aprovechamiento indebido (free
mativo, contable y tributario. Sin embargo, lo r id in g ) y otras externalidades negativas, su costo
fundam ental de la iniciativa propuesta —una re acumulativo en el mediano plazo podría ser in
ducción ordenada y macroeconómicamente sig cluso superior al del que hoy tendría un servicio
nificativa del valor actual del endeudam iento, a integral de reducción del endeudam iento.
cambio de un ajuste ordenado de la política eco ¿Acaso debería América Latina promover es
nómica— es una expresión del mejor espíritu de tas y otras iniciativas internacionales colectivas?
lo que se entiende por una buena política econó Por cierto que sí. ¿Puede asentar su desarrollo
mica pública en un m undo interdependiente. futuro sobre el supuesto de que las iniciativas
Como etapa intermedia de la negociación de un públicas integrales son inminentes? Es probable
servicio tan complejo, y con restricciones cambia que no. Las soluciones colectivas que implican a
rías aprobadas por el cmi en el marco de un un gran núm ero de agentes económicos particu
program a oficial de ajuste y estabilización, po lares son notoriam ente difíciles de organizar
dría contemplarse un congelamiento temporal cuando hay diferencias de costumbres, tradicio
inmediato de los pagos por intereses (con capita nes, normas legales, estrategias y circunstancias
lización forzada de la diferencia) a niveles com económicas. La acción colectiva tiene como re
patibles con determ inadas metas de inversión y quisito un sentimiento compartido de extremada
crecimiento en las economías deudoras. dificultad y urgencia. Este existía en los círculos
Una política pública menos ambiciosa podría financieros de los países del Norte en 1982, cuan
consistir simplemente en la aprobación de garan do prácticamente todos los sistemas bancarios
tías públicas a d h o c sobre los préstamos bancarios nacionales estaban en situación de vulnerabili
e instrum entos de mercado para reducir la deu dad ante los incumplimientos en América Lati
da, acom pañada de una modificación adecuada na; así se explica la sorprendente rapidez y ex
de las normas tributarias y contables que se apli traordinaria cohesión alcanzada por la coordina
can a los bancos. Esta acción podría otorgar in ción entre los acreedores para evitar la mora
centivo suficiente como para que el volumen de durante los prim eros años de crisis^ ^ Sin em bar
conversión y de recom pra pudiera generar con go, al reducirse la vulnerabilidad bancaria ante el
celeridad im portante fmanciamiento para la ba incumplimiento, y al disminuir el interés por los
lanza de pagos de los países deudores. La recien mercados latinoamericanos, opacados por el di
te recom pra boliviana de la deuda a once centa namismo de los asiáticos, por el nuevo mercado
vos por cada dólar constituye un buen ejemplo común que surge en Europa y por la zona de
de cómo una decidida intervención del sector libre comercio en América del Norte, incluso esa
público internacional puede producir una re estrecha forma de coordinación se ha roto, ce
ducción rápida e im portante del exceso de deuda diendo el paso a conductas sumam ente confusas:
pendiente. cada acreedor debe arreglárselas por sí mismo.
Las garantías a d h o c , si bien más efectivas que De hecho, y en muchos aspectos, la llamada lista
la política prescindente de la actual lista de opcio de opciones del mercado legitima un serio quie
nes del mercado, no dejan de tener ciertos incon bre de la coordinación entre los acreedores, sus
venientes. Por una parte, la distribución del ali gobiernos y los organismos multilaterales“*^.
vio entre los países puede basarse arbitrariam en
te en factores políticos, y su oportunidad puede
^*La coordinación fue tan buena que los latinoamerica
nos comenzaron a percibir la formación de un cartel de
1987; Don Pease, “A Congressional plan to solve the debt acreedores. Véase Organización de los Estados Americanos
problem", Inlernational Economy, marzo-abril de 1988, pp. 98 (oea), “Desarrollo integral y democracia en América Latina y
a 10,'i: James Robinson, “A Comprehensive Agenda for LDC el Caribe: ideas y agenda para la acción”, Washington, D.(L,
Debt and World Trade Growth”, Londres, American Express 28 de septiembre de 1987, p. 23.
Bank, marzo de 1988; Percy Mistry, “Third World debt”, ■^'^La ruptura del cartel se refleja en las crecientes dispu
mayt) de 1987; y Arjiin Sengnpta, “A Proposal for a Debt tas entre todos los integrantes del bloque acreedor, respecto
Adjustment Facility", Washington, D.C., Fondo Monetario de cómo compartir las responsabilidades de la gestión del
Internacional (kmi), 8 de marzo de 1988. endeudamiento. Se han producido graves desacuerdos entre
DISYUNTIVAS FRENTE A LA DEUDA EXTERNA / R. Devün 47
Las soluciones colectivas suelen asimismo te de una amenaza de m oratoria futura si enfren
ner costos que se presentan al inicio y de una sola tan en forma adecuada el problema implícito de
vez, mientras sus beneficios se extienden en for la capacidad de pago del deudor. Hasta ahora,
ma más gradual a través del tiempo. La capaci sólo el reciente acuerdo boliviano cumpliría en
dad de los Estados Unidos para responder a las forma inequívoca con este requisito.
dificultades hemisféricas con nuevos créditos No debe subestimarse la lista de opciones
—al menos en la escala acostumbrada en los años propia de los deudores. En el pasado, ha sido
cincuenta y sesenta— se encuentra limitada por difícil organizar una amenaza oficial o extraofi
los graves problemas financieros y de ajuste ex cial de cese o limitación de pagos, en parte por
terno. Mientras tanto, está por verse en qué me falta de consenso interno respecto de qué hacer
dida Japón y Europa estarían dispuestos a cubrir respecto de la transferencia neta de recursos al
el vacío financiero en la región, y si podrían ha exterior. Sin embargo, puede observarse ahora
cerlo sin crear serios conflictos vinculados a la una serie de interesantes cambios en las alianzas
distribución política tradicional de las esferas de políticas en varios países deudores importantes,
influencia. lo que sugiere un posible consenso incipiente en
Es posible, entonces, que las nuevas iniciati un mayor núm ero de países, al iniciarse el sépti
vas de carácter público dem oren mucho en apa mo año de crisis de desarrollo en la región.
recer, o sean de escala insuficiente para la magni Junto con ello, los países deudores aprende
tud de la crisis de desarrollo en la región. Sin rán gradualmente los secretos de promover el
embargo, esto no quiere decir que la lista de crecimiento durante un estado de moratoria to
opciones del mercado sea la única alternativa tal o pardal. La mayor parte de las primeras
posible. De hecho, los deudores han ido llegando limitaciones de pagos se debieron a la fuerza de
gradualm ente a una lista de opciones propia, en los acíintecimientos o a una mala política econó
la que se encuentran diversos tipos de moratorias mica interna, o bien se concibieron como un fin
sobre pagos del servicio de la deuda. A pesar de en sí mismas, lo que sirvió sólo para estimular un
los acontecimientos recientes en Brasil, más de la populismo contraproducente. Hoy existen, en
mitad de los países latinoamericanos actualmen cambio, signos de mayor refinamiento. Quizás
te recurren a esta última opción (cuadro 10). Es por ciertas experiencias negativas recientes, hay
asimismo im portante recordar que la mayoría de más países que se dan cuenta de que una m orato
las reestructuraciones recientes de la deuda reali ria temporal, para ser un buen instrumento de
zadas conform e a la lista oficial de opciones de recuperación económica, debe em anar de un
mercado han provenido de concesiones de los program a económico coherente, formulado pa
acreedores, que han tenido por objeto convencer ra corregir con energía los desequilibrios inter
a un país ya sea a abandonar una moratoria o a nos y externos. La limitación de los pagos debe
evitarla“^^. Más aún, estos acuerdos sólo pueden ser también parcial y de naturaleza conciliatoria,
representar algo más que la suspensión temporal y m antener líneas de comunicación abiertas con
los acreedores, ofreciéndoles propuestas cons
tructivas para resolver el problema en un contex
to compatible con un program a explícito de re
los bancos, sus gobiernos y las instiiuciones multilaterales de
crédito; entre los gobiernos acreedores; entre estos últimos y formas económicas para el crecimiento del país
las instituciones multilaterales, e incluso entre el Banco Mun deudor. En la medida en que el servicio de la
dial y el FM i (respecto del programa de préstamos del Banco deuda se reintroduzca forzosamente en el finan-
en Argentina, mencionado en la nota 12). Un análisis del ciamiento de un program a económico coherente
quiebre de la coordinación entre acreedores se presenta en y sostenible, y se eviten los conílictos gratuitos,
c; f, p a l . La evolución del problema..., op. al.
aum entan para un país las posibilidades de po
"‘^Esto se manifestó claramente en la cuarta ronda de
reprogramación. Véase cfpal, Estudio económico de América der con el tiempo lograr un arreglo más realista
Latinay el Caribe, 1987: sínte.sü preliminar {lcJ g . 1511), Santiago respecto del pago de su endeudam iento pen
de Chile, febrero de 1988, pp. 49 a 62. diente.
48 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 ! Abril de 1989
V
Conclusiones
dicha cooperación, y surgirían iniciativas conjun de pago. Al igual que sucedió en los años treinta,
tas más eficaces para reducir la transferencia ne algunos países latinoamericanos, sin mayor refi-
ta de recursos al exterior. nanciamiento, están cumpliendo con el servicio
En síntesis, el mecanismo clásico de mercado de su deuda externa, pero no es el caso de la
para resolver el problema de la excesiva deuda mayoría. Se han acelerado las transacciones de
pendiente, que consiste en el incumplimiento, los títulos de la deuda, y los precios del mercado
fue suspendido tem poralm ente por la estrategia secundario reflejan grandes descuentos. Algu
internacional sin precedentes aplicada a la ges nas de las economías deudoras logran superar las
tión de la deuda a comienzos de los años ochenta. restricciones externas; otras no. Por cierto, se
Sin embargo, al entrar en el séptimo año de difi trata de una stdución muy confusa y poco eficien
cultades en el servicio de la deuda regional, pare te para el problema de la deuda, y acarrea costos
cen ir tom ando fuerza ciertos movimientos clási innecesarios tanto a deudores como a acreedo
cos de mercado que se manifestaron en los años res. Hasta que surja en los países acreedores un
treinta. Los mercados privados de crédito no han liderazgo político más visionario, constituye, sin
sido eficaces, y no han distinguido bien los diver embargo, la única opción realista ante la situa
sos tipos de deudores; el nuevo crédito simple ción existente.
m ente deja de otorgarse, sin considerar ni las
políticas económicas de los países ni su capacidad (Traducido del inglés)
Introducción
REVISTA DE LA CEPAL N" 37
nacionales, al menos hasta hace muy poco, Al de los mercados financieros en los años setenta, y
mismo tiempo, la nueva reglamentación de los los factores que impulsaron a los bancos estadou
mercados en muchos de los países tradicional nidenses y japoneses a participar en forma tan
m ente acreedores dio a los bancos la oportuni entusiasta y vigorosa en los créditos externos.
dad de ofrecer a sus clientes de países desarrolla Como se verá en el análisis, los grandes exceden
dos una gama mucho más amplia de servicios tes en cuenta corriente de los países de la o p e p
financieros, y asimismo de prestar servicios ban- influyeron mucho menos que lo que general
carios tradicionales a un espectro más extenso de mente se cree en el crecimiento de los créditos de
clientes de países desarrollados. Estas circunstan consorcios de bancos comerciales a los países en
cias aum entaron el costo relativo de las operacio desarrollo. Hubo dos factores que suelen m en
nes de consorcio para los bancos. No es extraño cionarse menos y cuya importancia fue muy su
que muchos bancos comerciales hayan dejado de perior. El prim ero consistió en la reglamentación
considerar que los préstamos de consorcio a los sobre la actividad de los bancos comerciales en
países en desarrollo, incluso los que no presenta tonces vigente en la mayoría de los países acree
ban grandes dificultades para servir la deuda, dores. El segundo fue la reducción de las tasas de
pudieran contarse entre sus actividades más ren crecim iento de los países desarrollados. En
tables. conjunto, estos cambios colocaron a los bancos
A estos problemas se sumó otro hecho: por comerciales ante una decisión estratégica entre el
diversas razones, de escasa o nula relación con las estancamiento interno y la expansión internacio
dificultades financieras latinoam ericanas, los nal basada en un rápido incremento del volumen
bancos estadounidenses procedieron a retirarse de créditos de consorcios a prestatarios de países
progresivam ente de la actividad crediticia inter en desarrollo. No es extraño que la mayoría de
nacional. Dejaron de aum entar sus compromi los bancos comerciales optaran por la segunda
sos, no sólo en países en desarrollo con proble alternativa.
mas de deuda externa, sino en casi todas las re
giones del m undo, tanto desarrolladas como en En la parte siguiente del artículo, se explica
desarrollo. Puesto que en los años setenta habían de qué manera casi todas las innovaciones finan
asumido una posición de liderazgo en los présta cieras y reglamentarias, durante los años ochen
mos a América Latina, cabe esperar que su eclip ta, redujeron el acceso de América Latina al capi
se ante los bancos japoneses, y en general su tal internacional. Se sugiere además, que muchos
retiro de la actividad crediticia internacional, de los cambios previstos en los mercados finan
tengan ramificaciones de gran trascendencia pa cieros para lo que resta de este decenio y para
ra la región. En términos más concretos: si la comienzos del próximo —especialmente en la
fuente tradicional de capital externo en América estructura de la reglamentación bancaria de los
Latina se aísla progresivam ente, mientras los Estados Unidos y del Japón, y en el surgimiento
nuevos participantes en la actividad crediticia in de un mercado europeo unificado en 1992—
ternacional se concentran en otras zonas del disminuirían la probabilidad de una feliz coinci
m undo, los prestatarios latinoamericanos po dencia, en el futuro próximo, entre las estrate
drían tener que reevaluar sus estrategias de cre gias de crecimiento de los bancos comerciales y
cimiento y de gestión del endeudam iento. Al me las necesidades latinoamericanas de capitales ex
nos, es posible que la región deba comenzar a ternos. La parte final se refiere a las consecuen
m irar hacia el este, y no hacia el norte, si se trata cias estratégicas para América Latina de estas
de obtener asistencia financiera. innovaciones en el mercado financiero, en lo que
El presente artículo aborda con más detalle respecta al crecimiento económico de la región y
estos temas. Comienza por describir la estructura a las estrategias de manejo de su endeudam iento.
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / A 53
I
Los mercados internacionales de capitales
en los años setenta
Al m irar hacia atrás, es evidente que los años leo no fue un súbito incremento de la liquidez en
setenta tuvieron un carácter anómalo. Casi sin el sistema, sino la espectacular redistribución de
excepción, cada tendencia de la evolución de los la riqueza entre consumidores y productores de
mercados internacionales de capitales — asimis petróleo. Esta redistribución se reflejó en la con
mo cada modificación revolucionaria de ellos— tabilidad bancaria, en los activos de los producto
parecía dirigir nuevos capitales hacia América res y en los pasivos de los consumidores. Sin
Latina. En esta sección se analizan algunas de las embargo, se trataba de movimientos contables
fuerzas más im portantes que influyeron durante que no eran sino una transferencia de activos de
el decenio, a fin de m ostrar cómo afectaron las un depositante a otro, por lo que hay escasa justi
decisiones bancarias sobre préstamos, y sobre to ficación teórica para sugerir que los excedentes
do, para explicar por qué resulta improbable una de la OPEP aum entaron efectivamente la liquidez
constelación de fuerzas igualmente propicias en total del sistema bancario internacional.
un futuro previsible. Se inicia el análisis demos Los datos empíricos existentes apoyan esta
trando que es más complejo que lo que suele hipótesis. Tras el fracaso del Franklin National
creerse el vínculo entre la prim era alza de los Bank en los Estados Unidos y del H erstatt Bank
precios del petróleo y el crecimiento de los prés en Europa, ocurrido en 1974, muchos bancos
tamos de consorcio a la región. Entre las variables comerciales retiraron sus fondos de los eurom er-
que deben considerarse están las siguientes: a) el cados, reduciendo la liquidez internacional glo
surgim iento de un mercado internacional de ca bal. En consecuencia, los bancos estadounidenses
pitales en dos niveles; b) las consecuencias de la no financiaron sus operaciones de préstamos en
reglamentación bancaria nacional y de los con los eurom ercados mediante el excedente de li
troles internacionales al capital sobre el volumen quidez de los depositantes de la o p e p , sino me
de los préstamos externos de los bancos estadou diante la transferencia de depósitos de sus ofici
nidenses, y c) la influencia del rápido crecimien nas nacionales a sus subsidiarias en Londres
to del déficit fiscal y la espectacular reducción de (D’Arista, 1979). Así, no fueron los productores
las tasas de crecimiento interno sobre la decisión de petróleo del Oriente Medio, sino los consumi
de los bancos japoneses de incorporarse a la acti dores de petróleo estadounidenses, los que ejer
vidad crediticia internacional. cieron decisiva influencia sobre el m antenim ien
to de la liquidez en los eurom ercados una vez
1. L a OPEP y la c ir c u la c ió n in te r n a c io n a l
producida la prim era gran alza de los precios de
d e l c a p ita l los hidrocarburos.
Las repercusiones del alza de precios del pe El com portam iento de los márgenes sobre las
tróleo ocurrida en 1973 transform aron de mane tasas de interés también sugiere que muchos
ra radical los patrones de circulación internacio otros factores, además de los excedentes de la
nal del capital. Según las versiones históricas tra O P E P , incidieron en la disposición de los bancos
dicionales, los excedentes en cuenta corriente de para acelerar su actividad crediticia en América
la OPEP inundaron de recursos líquidos el sistema Latina. Si los bancos hubieran padecido un exce
bancario e indujeron a los bancos a otorgar crédi so de liquidez, como lo sugiere la historia tradi
tos de consorcio a prestatarios de países en desa cional, los prestatarios latinoamericanos hubie
rrollo (Makin, 1984; Cohén, 1986). Lamentable ran obtenido márgenes menores en épocas de
mente, esta versión estilizada de los hechos no m ayores excedentes de la o p e p , y m árgenes
resiste mayor examen, ni en el terreno empírico mayores al dism inuir estos últimos. En la reali
ni en el teórico. dad, el com portam iento fue diam etralm ente
Desde la perspectiva de la banca, el principal opuesto. En 1974 y 1975, años en que se alcanza
efecto de la prim era alza de los precios del petró ron las cif ras máximas de excedentes de la o p e p , y
54 REVISTA DE LA CEPAL N“ 37 / Abril de 1989
Cuadro 1
TOT AL DE FONDOS REUNIDOS EN MERCADOS A pesar de que todos los segmentos del m er
FINANCIEROS INTERNACIONALES cado financiero crecieron con rapidez, y que los
(Miles de millones de dólares de Estados Utiidos) países en desarrollo obtuvieron recursos finan
cieros externos en forma aparentem ente fácil, el
Bonos Eurocréditos Total
externos
acceso a cada uno de esos segmentos no fue igual
de
consorcio para todos los prestatarios. En los años setenta,
1973
no obstante, incluso las prácticas discriminatorias
8.6 20.9 29,6
1974 8.8 28.5 37.3 del mercado financiero contribuyeron a la hol
1975 19.7 20.6 40.3 gura de la oferta de recursos financieros exter
1976 33.7 27.8 61,6 nos para los países en desarrollo. En términos
1977 34.9 33,8 68.7 simples, ya a mediados del decenio de 1970 sur
1978 35.8 74.2 110.0
1979
gió un mercado de capitales en dos niveles. En el
37.3 79.1 116.4
1980 38.0 79.9 117.9 más alto se ubicaban los prestatarios públicos y
1981 47.8 145.3 193.1 privados de los países desarrollados. Dada su
Total 264.6 510,1 774.7 gran solvencia, éstos podían obtener, aproxim a
Fuente: Organización de Cooperación y Desarrollo Económi dam ente, el 50% del total de sus fondos externos
cos, 1982: The Medium-Term Euro-Credit Market in 1978- en el mercado internacional de bonos. En el nivel
1981. Financial Market Trends, N“ 21, marzo, p. 5. más bajo estaban, en cambio, los prestatarios pú
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS l A. Watkim 55
blicos y privados de los países en desarrollo. Al una reacción opuesta y equivalente en otro punto
ser considerados menos solventes, su única fuen del sistema financiero estimulaba en cambio la
te de financiamiento externo estaba en la banca expansión de las operaciones bancarias de crédi
comercial, la que, en términos generales, atendía to a los países en desarrollo. Por ejemplo, la deci
el 90% de sus necesidades. sión de restringir la oferta monetaria estadouni
Este mercado en dos niveles fue el fruto de dense, tomada por la Junta de la Reserva Eederal
una compleja serie de acontecimientos. Un fac en octubre de 1979, se considera el inicio de una
tor decisivo fue la generalizada estanflación en la larga serie de hechos que con el tiempo llevaron
zona de la ocde, tras el impacto del alza de los al estallido de la crisis del endeudam iento. Hubo,
precios del petróleo en 1973. La consiguiente con todo, un efecto secundario sobre el que se ha
disminución del ritmo de crecimiento de la ocde dicho poco; esta acción de la Junta contribuyó a
produjo una fuerte baja en la dem anda de capi que los bancos estadounidenses siguieran otor
tal por parte del sector privado. En los Estados gando préstamos a América Latina.
Unidos, por ejemplo, los préstamos de los bancos Tal como observó entonces la secretaría de la
com erciales e industriales dism inuyeron en OCDE, el anuncio hecho por la Ju n ta de la Reserva
13 000 millones de dólares entre 1974 y 1976 Federal en octubre de 1979, exigía una reserva
(D’Arista, 1976). La reducción no se limitó a ese de 8% sobre los incrementos de los pasivos ma
país. Como puede observarse en el cuadro 2, los nejados por los bancos, entre ellos los préstamos
préstamos en eurom onedas de los países indus en eurodólares, los préstamos otorgados a resi
triales también m ostraron una pronunciada baja dentes en los Estados Unidos por las filiales ex
entre 1974 y 1976. tranjeras de los bancos miembros de la Reserva
Sin embargo, muchos de ios países industria Federal, y los activos vendidos por los bancos
les necesitaban también financiar grandes incre miembros a sus filiales extranjeras. No obstante,
mentos en su déficit en cuenta corriente, produ no afectaba los préstamos externos de las filiales
cidos por los precios del petróleo. Puesto que su extranjeras de los bancos estadounidenses. (Véa
deuda externa era relativamente pequeña, sus se OCDE, 1980, p, 2). En otras palabras, al intentar
reservas altas y su solvencia muy fírme, gozaban controlar la oferta interna de crédito, la Junta de
de fácil acceso a los mercados internacionales de la Reserva Federal no sólo redujo el crecimiento
bonos. Así, m ientras sus préstamos bancarios de la oferta m onetaria de los Estados Unidos,
se reducían en 40%, sus empréstitos en los m er sino que trató de im pedir que los bancos comer
cados internacionales de bonos, aum entaban ciales contrarrestaran esta política im portando
20 000 millones, es decir, 400% (Senado de los fondos extranjeros para destinarlos a préstamos
Estados Unidos, 1977). dentro del país. Sin embargo, y puesto que la
Dado que muchos de los principales clientes Ju n ta se preocupó sólo de restringir el crédito en
públicos y privados de países desarrollados deja los Estados Unidos, no limitó los préstamos ban
ban de lado la banca y obtenían sus fondos direc carios destinados a no residentes en el país. No
tam ente en los mercados de valores, los bancos sorprende entonces que los bancos estadouni
tenían que encontrar una nueva clientela. Los denses buscaran extender su acción al exterior.
países en desarrollo no exportadores de petró Puesto que los prestatarios de la ocde seguían
leo, considerando la fuerte alza de los déficit en obteniendo sus fondos directam ente en los m er
cuenta corriente, estaban más que dispuestos a cados de valores, la banca prácticamente no po
facilitarles la tarea. En consecuencia, el incre día hacer otra cosa que aum entar sus préstamos a
m ento en los préstamos de la banca comercial a prestatarios de países en desarrollo.
países en desarrollo entre 1974 y 1976 contra Como lo sugieren los términos de este análi
rrestó la mayor parte de la reducción de los prés sis, los préstamos bancarios para Latinoamérica
tamos de dicha banca a prestatarios de la ocde. no se iniciaron debido al atractivo de las perspec
El mismo patrón se repitió varias veces d u tivas económicas de la región, sino al desplaza
rante el resto del decenio. Cada vez que las cir miento de muchos de los mejores y más tradicio
cunstancias del m ercado financiero afectaban nales clientes de la banca hacia otras fuentes de
negativamente el crecimiento de los préstamos crédito. Esta afirmación se aclarará mediante un
de la banca comercial a prestatarios de la ocde. examen más porm enorizado de las fuerzas que
56 REVISTA DE LA CEPAL N“ 37 i Abril de 1989
llevaron a los bancos estadounidenses y japone de apenas 300 millones de dólares en 1970 a
ses a incorporarse a la actividad crediticia inter 7 000 millones en 1973. Como porcentaje del
nacional. total de nuevos créditos otorgados por los bancos
de euromonedas, los préstamos a los países en
3. L o s o ríg e n e s d e l créd ito de la b a n c a
desarrollo crecieron de 6.3% en 1970 a 20.7% en
e s ta d o u n id e n s e a los p a ís e s e n d e sa rro llo
1973 (D’Arista, 1979).
Los préstamos de consorcios a los países en
El inicio de los créditos de la banca estadou desarrollo llegaron a ser también uno de los ru
nidense a los países en desarrollo se rem onta a bros de expansión más lucrativos para los bancos
1969, año en que se desencadenó un gran éxodo comerciales de los Estados Unidos. Según infor
de fondos del sistema bancario a raíz de los efec mación reunida por el Senado estadounidense
tos combinados de un alza sostenida de las tasas (1977), los ingresos obtenidos por los bancos
de interés en el país y de los límites impuestos a la dentro del país, se m antuvieron relativamente
tasa que los bancos comerciales podían ofrecer a estancados entre 1970 y 1976. (Véase el cuadro
sus depositantes (Wojnilov^fer, 1980; Melton, 3). Estos ingresos eran muy sensibles, además, a
1977). Sin embargo, los bancos no tardaron en los altibajos del ciclo económico. En contraste, los
encontrar cómo reem plazar los depósitos perdi ingresos obtenidos fuera del país aumentaban en
dos y soslayar los máximos fijados para las tasas forma mucho más rápida y parecían no verse
de interés. Simplemente, encargaron a sus filia afectados por dicho ciclo.
les en el extranjero que obtuvieran fondos en los
eurom ercados —donde no regían las restriccio
nes impuestas por las normas estadounidenses a (Cuadro 3
las tasas de interés para depositantes— y presta IN tiR E S O S DE LOS BANCOS ESTA D O U N ID EN SES
D E N T R O Y EUERA DEL PAIS
ran dichos fondos a la oficina central en los Esta
(Mile.t de millones de dólares)
dos Unidos. Aproxim adam ente 13 000 millones
de dólares ingresaron de este modo ai país en
I ngre.sos Ingresos
1969 (D’Arista, 1976). fuera d d país d e n tro del país
No obstante, la recesión de 1970 redujo la
1970 177.3 884.4
dem anda interna estadounidense de fondos pa
1971 245.3 865.4
ra préstamos, y los bancos pagaron a sus filiales 1972 .337.0 858.9
extranjeras los montos adeudados. Estas últimas, 1973 477.5 918.5
a su vez, tuvieron excedentes de fondos y falta de 1974 616.3 I 014.5
prestatarios. Su situación se complicó aún más 1975 «35.9 9 i 8.0
1976 886.2 905,2
cuando muchos países de la ocde comenzaron a
prohibir a sus residentes los préstamos en euro- Fuente: Senado de los Estados Unidos, 1977: international
dólares. Las restricciones respondían al deseo de Debt, the Hanks, and U.S. Foreigii Policy. A siatT rep o rt p re p are d
evitar la especulación contra el dólar mediante el fo r the use o f the Subcom m ittee on Foreign Economic Policy
procedimiento de obtener préstamos en esta mo o f the Ciommittee on Foreign Relations, 9.5th (Congress, First
neda en los eurom ercados, convertirlos en mo Session, agosto.
los bancos vieron dism inuir la dem anda de prés historia japonesa en la posguerra, el excedente
tamos por parte de las empresas nacionales, y la presupuestario alcanzaba un promedio de 1.9%
consiguiente necesidad de buscar prestatarios del producto nacional bruto, lo que permitía al
adecuados produjo una ampliación de los merca país financiar sus altas tasas de crecimiento sin
dos externos (Suzuki, 1986, p. 15), Así, el nuevo recurrir al crédito externo. No obstante, en 1972
lema de los círculos bancarios japoneses fue “bajo algunos dirigentes del partido de gobierno co
crecimiento e internacionalización” (Guttman, menzaron a abogar por una política de “capital
1987, p. 1258). social fijo y seguridad social” financiada m edian
El período de posguerra que precedió al alza te un déficit presupuestario (Lincoln, 1988,
del petróleo ha sido denom inado el del “milagro p. 22). Lamentablemente, ante la recesión el go
japonés”. La economía del país se expandió a una bierno estaba tan poco preparado como las em-
tasa anual prom edio de 10% entre 1950 y 1973, y pre.sas privadas. Al agudizarse la fase descenden
su prim era recesión se produjo sólo en 1974. En te del ciclo económico, los modestos déficit pre
retrospectiva, sin embargo, puede decirse que el vistos en el programa económico del partido de
milagro japonés term inó en realidad ya en 1971 gobierno comenzaron a incrementarse en forma
o 1972, cuando el yen se reevaluó en 16% y incontrolable. Los déficit presupuestarios anua
perdieron bruscam ente su competitividad mu les aum entaron a más de un billón de yen a
chos de los sectores de industria pesada con uso comienzos del decenio de 1970, y sobrepasaron
intensivo del capital (Lincoln, 1988, p. 216). los cinco billones de yen en 1975. Luego siguie
La reducción del ritmo del crecimiento inter ron alcanzando nuevas alturas, hasta los 14 billo
no tuvo un serio efecto desestabilizador sobre el nes de yen registrados en 1981. En consecuencia,
sistema financiero japonés. Puesto que las em la deuda pendiente del gobierno central, aum en
presas del país, en su mayoría, no se daban cuen tó de una proporción de 8% del producto nacio
ta de que la economía había entrado en una nue nal bruto, registrada a fines de los sesenta, a otra
va era de crecimiento más lento, mantenían la de 33% al término de 1981 (Sakakibara, 1984).
inversión como si las antiguas tasas de crecimien Por su parte, su participación en las corrientes
to fueran a sostenerse en forma indefinida. Al anuales de crédito subió de 18% en los años se
desencadenarse la recesión de 1974, sin embar senta a 46,8% en 1980-1981 (Guttman, 1987,
go, el exceso de capacidad se transform ó en un p. 1258).
grave problema. La inversión fija real se redujo Este rápido incremento de los déficit presu
en 1% anual entre 1974 y 1978, mientras que la puestarios del gobierno no contrarrestó la menor
tasa de crecimiento anual promedio registrada demanda de fondos de crédito por parte de las
entre 1950 y 1973 había sido de 16% (Lincoln, empresas, sino que contribuyó a complicar aún
1988, p. 43). más la situación de la banca. Para reducir los
Las em presas japonesas tradidonalm ente costos del servicio de la deuda pública, el Ministe
obtenían de la banca comercial la mayor parte de rio de Hacienda comenzó a emitir bonos con
los fondos que no generaban ellas mismas, y por tasas de interés artificialmente bajas, exigiendo a
eso el fuerte descenso de la inversión significó los bancos comerciales adquirir gran parte de
para los bancos verse privados de su mercado cada emisión. Dado que el Banco de Japón read
más lucrativo y más dinámico. Por ejemplo, des quiría la mayor parte de estos bonos a su valor de
de 1965 a 1973 casi dos tercios de todos los fon paridad dentro del año, como parte de sus es
dos obtenidos en los mercados de capitales japo fuerzos por aum entar la oferta monetaria a un
neses provinieron de intermediarios financieros ritmo compatible con el alto crecimiento de la
privados, principalm ente bancos comerciales. En economía, re.sultaba relativamente inocuo para
1980 la proporción había bajado a cerca de 50% los bancos comerciales tener en cartera una pe
(Suzuki, 1986, p. 40). En otras palabras, los ban queña proporción de estos bonos. La comodidad
cos japoneses reducían la proporción de fondos del arreglo comenzó a alterarse a mediados de los
que aportaban a un mercado estancado. años setenta, sin embargo. Al aum entar el déficit
Casi al mismo tiempo comenzaba un aum en público, los bancos se vieron obligados a adquirir
to dram ático del déficit del presupuesto guber mucho mayor cantidad de bonos. Mientras tanto,
namental. D urante la etapa “milagrosa” de la la reducción del ritmo del crecimiento disminuía
58 REVISTA DE LA CEPAL N° 37 / Abril de 1989
la necesidad de un alza rápida de la oferta m one Al igual que sus similares estadounidenses,
taria, y el Banco de Japón suspendió su progra los bancos comerciales japoneses consideraron
ma de readquisición de bonos. Se produjo en que los créditos internacionales constituían un
consecuencia un dram ático incremento de la antídoto para la baja en los márgenes de utilidad
proporción de bonos públicos con bajo interés en dentro de su país. A fines de los años sesenta y
las carteras bancarias. comienzos de los setenta, el Ministerio de Ha
Al rehusar los bancos adquirir más bonos de cienda había permitido a los bancos japoneses
bajo interés, el Ministerio de Hacienda comenzó incursionar tentativam ente en las actividades
a vender al público bonos de corto plazo con crediticias internacionales. Sin embargo, éstos
intereses de mercado. Lamentablemente para los debieron retirarse de los mercados mundiales
bancos, esta acción generó d e f a d o un mercado de cuando la economía japonesa incurrió en déficit
capitales de corto plazo e impulsó a las empresas de cuenta corriente tras las grandes alzas de pre
japonesas a m anejar en form a más dinámica sus cios del petróleo y los alimentos entre 1972 y
activos líquidos en lo sucesivo (Yoshitomi, 1985, 1974. Es de interés observar a este respecto que el
p. 10). En vez de m antener sus fondos inactivos retiro de los bancos japoneses del crédito inter
en cuentas de escaso rendim iento en los bancos nacional durante este lapso intensificó las presio
comerciales, comenzaron a invertir en el inci nes sobre la liquidez en los euromercados, lo que
piente mercado de bonos públicos. sugiere una vez más que la vinculación entre los
Esta combinación de m enor inversión de las excedentes de la o p e p y la liquidez de los euro-
empresas y creciente déficit presupuestario afec mercados es menos sólida de lo que suele gene
tó las utilidades bancarias tanto desde los activos ralm ente reconocerse.
como desde los pasivos de los balances. En térm i No obstante, estas prohibiciones al crédito
nos simples, el surgim iento de un mercado de externo fueron eliminadas en 1977, poco des
capitales de corto plazo aceleró la desaparición pués de que la cuenta corriente de Japón volviera
de la base de depósitos de bajo costo que tenían a registrar excedentes. Desde la perspectiva de
los bancos, y al mismo tiempo la reducción de las los bancos japoneses, la nueva liberación no po
inversiones de las empresas mantuvo estancada día ser más oportuna. Ante el estancamiento de
la dem anda de préstamos. No resulta extraño la dem anda de las empresas y el alza de los costos,
entonces que las utilidades bancarias hayan baja el crédito internacional aparecía como la forma
do muchísimo: el rendim iento del capital inverti más fácil de recuperar la rentabilidad. Así, la
do en los bancos comerciales japoneses se redujo eliminación de los controles sobre los capitales
de 24% en 1974 a 15% en 1979 (Lincoln, 1988, precipitó el ingreso irrestricto de los trece bancos
p. 167). Esta situación motivó el siguiente co comerciales japoneses a las actividades crediticias
m entario de un banquero japonés: internacionales. Repentinamente, la com peten
Las actividades son menos dinámicas en tres cia se endureció, al intentar los bancos comercia
aspectos. Uno de ellos es la reducción del les obtener un lugar en el mercado recién abier
m argen entre el costo de nuestros fondos y to. Los bancos comerciales aprovecharon de in
los rendim ientos de los nuevos préstamos... mediato su nueva libertad en el sector internacio
O tro, los grandes esfuerzos de los tesoreros nal. Sus carteras foráneas acumuladas crecían a
de las empresas por reducir el crédito que un ritmo de alrededor de mil millones mensuales
piden a los bancos, de modo que estos últi { T h e E co n o m ista 1984, p. 18).
mos no han podido aum entar sus préstamos. Tam bién desde la perspectiva de los presta
Así, nuestro volumen total de préstamos ha tarios latinoamericanos, la situación no podía ser
estado condenado a m antenerse en un mis más favorable. La rápida incorporación de los
mo nivel, mientras nuestros márgenes sobre bancos japoneses, ju n to con el ingreso perm a
tasas de interés disminuyen constantemente. nente de bancos regionales estadounidenses a las
Más aún, nuestras transacciones con las in actividades crediticias internacionales, garantiza
dustrias estructuralm ente deprim idas se han ban un abastecimiento estable de nuevo financia-
visto afectadas en su calidad... Todo ello ha miento bancario para cada nueva ronda de crédi
significado una carga más para los bancos. tos de consorcio. En consecuencia, la liquidez de
(Véase Bronte, 1979, p. 15). los eurom ercados creció en forma sostenida en
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / A. Watkins 59
tre 1977 y 1979, a pesar de que ni los excedentes la oPEp. Entre fines de 1977 y de 1979, los m árge
en cuenta corriente de la cípep ni los depósitos de nes pagados por los países en desarrollo dismi
ésta en la banca comercial aumentaban a un rit nuyeron en más de 70 centésimos de punto por
mo ni siquiera parecido (Mattione, 1985, capítu centual, hasta alcanzar un nivel de aproxim ada
lo 2; Sternlight, 1984). La liquidez adicional se mente la mitad del registrado en 1977. Junto con
tradujo rápidam ente en mejores condiciones de ello, se redujo en dos tercios la diferencia entre
crédito para los deudores de países en desarrollo. los márgenes pagados por los prestatarios mejor
Por ejemplo, los márgenes pagados por los pres conceptuados de la ocde y los prestatarios-tipo
tatarios de países en desarrollo en sus pré.stamos de los países en desarrollo; de 62 centésimos de
de consorcio se redujeron fuertem ente después punto porcentual a fines de 1977 a sólo 17 centé
de 1977, incluso ante el aum ento de sus volúme simos de punto porcentual en las postrimerías de
nes de crédito y la reducción de los excedentes de 1979 ( o c d e , 1982a, p. 28).
II
La evolución de los mercados de capitales
en los años ochenta
A diferencia del decenio anterior, en que prácti miento de los mercados internacionales de capi
camente cada uno de los cambios en los mercados tales y el estancamiento de la afluencia de capita
internacionales de capitales favorecía a Latinoa les a América Latina.
mérica, en los años ochenta casi todo lo que suce Una de las tendencias más significativas es un
de parece restarle posibilidades de apoyo finan vuelco espectacular en las modalidades de la in
ciero externo. En consecuencia, mientras los pa termediación financiera internacional. Durante
gos de servicio de la deuda se m antienen altos en los años setenta, más de dos tercios del total de las
la región, sigue gravemente afectada la capaci corrientes internacionales de capital circulaban a
dad de ésta para financiarlos con nueva afluencia través del sistema de la banca comercial, donde el
de capital externo en vez de con una transferen mercado en dos niveles proporcionaba a Améri
cia de recursos reales al exterior. ca Latina amplio crédito externo. Sin embargo, y
Existe un hecho indiscutible, sin embargo. como se desprende de los datos contenidos en el
La reciente imposibilidad de obtener asistencia cuadro 4, la afluencia anual de nuevos préstamos
financiera para América Latina no puede atri bancarios se redujo en cerca de 50% durante la
buirse a un estancamiento de los mercados inter prim era mitad de los años ochenta, mientras se
nacionales de capitales. Estos últimos han mos triplicaba con creces el financiamiento neto en
trado notable dinamismo en los últimos años. El bonos. En consecuencia, el sector de más rápido
financiamiento neto bancario y de bonos aum en crecimiento en los mercados internacionales de
tó de 130 000 a 245 000 millones de dólares entre capitales fue justam ente el que siempre se carac
1983 y 1986. (Véase el cuadro 4). El dinamismo terizó por estar cerrado a los países en desarrollo.
se mantuvo en 1987, y la corriente anual de dicho Una segunda tendencia de la evolución es la
financiamiento aum entó a 315 000 millones (bpi, creciente insularidad de las corrientes interna
1988, p. 109). No obstante, éstos fueron los años cionales de capitales. Si bien es cierto que los
en que la afluencia bruta de capital a Latinoamé mercados de capitales crecían con rapidez y ad
rica se redujo prácticamente a cero y sus transfe quirían mayor alcance internacional, los países
rencias netas de recursos alcanzaron montos sin en desarrollo recibían una proporción m enor de
precedentes. Varias tendencias de la evolución las corrientes de fondos. En 1981, por ejemplo,
de los mercados internacionales contribuyen a 40% del crédito bancario neto y 5% de la emisión
explicar la discrepancia entre el rápido creci internacional de bonos, se destinaron a préstala-
60 REVISTA DE LA CEPAL N° 37 / Abril de 1989
Cuadro 4
ESTIMACIONES DEL FINANCIAMIENTO EN MERCADOS INTERNACIONALES^
{Miles de millones de dólares)
Fuente: Banco de Pagos Internacionales, 1985: Fifty-fifth Annual Report, 1987; Fifty-seventh Annual Report; 1988; Fifty-eighth
Armual Report.
“ Hasta 1988, la zona de información corresponde a los países del Grupo de los Diez, Luxemburgo, Austria, Dinamarca,
Irlanda y las filiales extraterritoriales de bancos estadounidenses en Las Bahamas, Panamá, las Islas Caimán, Hong Kong y
Singapur. Desde 1984, la zona de información incluye también Finlandia, Noruega, España, las filiales de bancos no
estadounidenses en Las Bahamas, las Islas Caimán, Hong Kong y Singapur, y todas las entidades extraterritoriales en
Bahrain y en las Antillas Neerlandesas.
“Doble contabilidad” se refiere a los bonos adquiridos por bancos comerciales para su propia cuenta de inversión.
rios ajenos a la zona de información del Banco de vincula directam ente a la forma elegida por los
Pagos Internacionales ( b p i ) . En 1987, en cambio, inversionistas japoneses para acumular activos
sólo un poco más del 1% del total del financia- externos. En términos simples, durante los últi
miento de bonos, y 10% de las corrientes de mos tres o cuatro años las inversiones extranjeras
fondos bancarios, se dirigieron hacia fuera de brutas de Japón han excedido el superávit en la
dicha zona ( b p i , 1988, p. 123). cuenta corriente del país. (Véase el cuadro 5). La
En el marco de esta tendencia, los residentes diferencia entre el volumen de inversiones jap o
en Japón se transform aron en los mayores con nesas de largo plazo y sus excedentes acumula
sumidores de créditos de bancos comerciales, a dos en cuenta corriente se ha financiado princi
pesar del apreciable excedente en la cuenta co palmente m ediante créditos de bancos comer
rriente del país y su condición de principal na ciales.
ción acreedora del m undo. Por ejemplo, los prés El proceso se pone de manifiesto en el cua
tamos de bancos comerciales obtenidos por resi dro 5. Como puede apreciarse, el excedente de
dentes en Japón durante 1987 sumaron 72 000 37 000 millones en la inversión neta consistía en
millones de dólares, mientras la cifra correspon 1983 en un excedente de 68 000 millones en la
diente al año anterior era de 59 000 millones. En cartera de largo plazo y en un déficit de 31 000
contraste, los residentes en Estados Unidos obtu millones en activos de corto plazo, principal
vieron en préstam o sólo 45 000 millones en 1987, mente préstamos de la banca internacional. Ya
y menos de 2 0 0 0 0 millones el año anterior ( b p i , en 1986, el excedente en la inversión de largo
1988, p. 70, 72). En consecuencia, si los proble plazo de la cartera japonesa había aum entado a
mas de América Latina para atraer suficiente 283 000 millones. Sin embargo, este incremento
crédito internacional pudieran atribuirse a la de 215 000 millones excedía ampliamente el ex
competencia de otros prestatarios, el principal cedente acumulado en cuenta corriente por el
com petidor de la región en esta materia no sería país. La mayor parte de la diferencia se financió
Estados Unidos sino Japón. mediante préstamos bancarios de corto plazo, lo
La situación japonesa —ser a la vez el mayor que dio a la banca comercial una dem anda de
prestatario de los bancos comerciales y el mayor crédito más que suficiente para contrarrestar
acreedor en el plano m undial— no constituye cualquier descenso en el volumen de préstamos a
una anomalía estadística. Por el contrario, se América Latina.
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / 4. Walkins 61
Cuadro 5
JAPON: INVERSIONES NETAS SEGUN TIPOS DE ACTIVOS'
(Millones de dólares de Estados Unidos)
Fuente: Datos de 1983: Banco de Tokio, 1985, Japan’s External Assets and Liabilities, 'i'okyo Financial
marzo. Datos del resto de los años, Instituto Económico del Japón, 1986: Japan’s Role in the World
R eview ,
Financial Markets,yapati Economic Institute Report, N" 42A, noviembre 14, y 1987: Japan Still the World’s
Top Net Creditor Nation,yfl/joti Economic Institute Report, N" 2 IB, junio 5,
Las cifras entre paréntesis significan déficit.
Un liecho más redente en esta evolución gaciones de interés variable y los préstamos de los
consiste en el colapso casi total del segmento de bancos comerciales son fácilmente sustituibles
los mercados internacionales de capitales dedica- entre sí. Sin embargo, para los prestatarios de
do a las obligaciones de interés variable* y el países en desarrollo estas tendencias no son sino
resurgim iento simultáneo de los préstamos de un ejemplo más de que casi todos los cambios
los bancos comerciales. De un máximo de 55 900 financieros de los años ochenta han contribuido
millones en 1985,yunarespetablecifrade47 800 a inhibir la afluencia de fondos hacia sus países.
millones en 1986, el volumen de emisión de obli En términos simples, los problemas financieros
gaciones de interés variable bajó a 12 000 millo latinoamericanos no fueron la causa del colapso
nes en 1987 (bpi, 1988, p. 126). Mientras tanto, del mercado de obligaciones de interés variable,
los préstamos bancarios internacionales aum en y la región nunca utilizó esos instrumentos para
taban de la tímida cifra de 55 000 millones en el obtener cantidades importantes de capital; no
prim er semestre d e l9 8 6 a l l 0 0 0 0 millones enei obstante, puede preverse que dicho colapso ten
segundo semestre del mismo año, y en 1987 a drá varios efectos adversos para la región.
135 000 millones en el prim er semestre y a A mediados de los años ochenta, los bancos
120 000 millones en el segundo. comerciales estadounidenses obtuvieron gran
Ambas tendencias no dejan de tener una des cantidades de capital mediante la emisión de
relación recíproca. Los préstamos de consorcio obligaciones de interés variable “perpetuas”: es
se han reactivado precisamente porque las obli- decir, valores de interés variable sin plazo fijo de
vencimiento. Según una reciente publicación, de
la o í :d e , para los bancos la disponibilidad de un
’Una descripción de las obligaciones de interés variable amplio mercado de obligaciones de interés va
puede encontrarse en b p i , 1986, y en Levich, 1987, riable, donde obtuvieron fondos por más de
62 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / Abril de 1989
100 000 millones durante el período 1985-1986, al crédito. Más aún: si en tiempos de dinamismo y
significó la posibilidad de equilibrar mejor sus fortaleza de los mercados internacionales fue di
activos y pasivos, tanto en cuanto a las tasas de fícil para la región obtener préstamos, no es muy
interés como a los plazos. Junto con ello, la intro probable que tenga mejor suerte una vez que ha
ducción de instrum entos de largo plazo con inte desaparecido una de las principales fuentes del
rés variable, que pueden asimilarse al capital pa capital bancario.
ra los efectos de la supervisión (es decir, obliga Las consecuencias de esta evolución adversa
ciones de interés variable perpetuas, bajo la for en los propios mercados financieros internacio
ma de deuda subordinada) ha dado a los bancos nales, se verán agravadas por el nuevo clima eco
una preciada íiportunidad de obtener fondos se nómico y normativo que deberán enfrentar en
m ejantes al capital y fortalecer sus balances. determinados centros bancarios los bancos esta
(Véase ocm;, 1987a, p. 52). dounidenses, europeos y japoneses durante el
Sin embargo, la desaparición de las obliga resto del decenio de 1980 y el inicio del siguiente.
ciones de interés variable hará más onerosa para A diferencia de lo que sucedió en los años seten
los bancos la obtención de nuevos capitales. A su ta, el efecto neto de estos cambios será aum entar
vez, este hecho probablemente generará mayor el costo de oportunidad de las actividades en
resistencia de éstos hacia otorgar nuevos présta América Latina, lo que acentuará el interés de los
mos, condonar una parte de las obligaciones exis bancos comerciales en concentrar sus recursos de
tentes, o tom ar otras acciones tendientes a redu capital y de gestión en lugares más cercanos a sus
cir la transferencia neta de recursos de la región. sedes centrales. Esta evolución ya ha inducido a
Además, dada la posibilidad de sustitución recí los bancos estadounidenses a limitar sus activida
proca que existe entre las obligaciones de interés des crediticias internacionales. Cabe prever que
variable y los préstamos de los bancos comercia los cambios en los próximos años habrán de re
les, el colapso del mercado de dichas obligaciones forzar estas tendencias y producir vuelcos simila
ha creado para los bancos un nuevo conjunto de res en las políticas de crédito internacional de las
prestatarios potenciales muy bien conceptuados. instituciones bancarias japonesas y europeas.
Los bancos comenzaron sus préstamos a América
E l r e tr a im ie n to d e los b a n c o s com ercia les
Latina precisam ente porque muchos de sus
e sta d o u n id e n se s d u r a n te los a ñ o s o c h e n ta
mejores clientes obtenían fondos directamente
en los mercados de valores, por lo que el retorno En vista de las dificultades que actualmente
de dichos clientes disminuirá en muchos casos su tiene América Latina para obtener nuevos prés
necesidad de m antener vínculos económicos con tamos de bancos comerciales, parece tentador
América Latina. Como lo dijo también una publi afirm ar que los bancos se rehúsan debido, princi
cación de la oc:de, las actividades del mercado de palmente, a la gran deuda pendiente. De hecho,
créditos de consorcio se han fortalecido en forma sin embargo, los bancos estadounidenses han
im portante desde mediados del año 1986. Si bien mostrado ante los prestatarios latinoamericanos,
el crédito a prestatarios soberanos sigue siendo una disposición más favorable que ante práctica
modesto, en comparación con niveles anteriores, mente los de cualquier otra región. Según infor
el mercado se ha adaptado con notable rapidez y maciones oficiales bancarias de los Estados Uni
eficiencia al crecimiento del volumen de la de dos, el crecimiento de los préstamos de bancos de
m anda de las empresas (ocde , 1987b, p. 50). ese país a Latinoamérica y el Caribe —salvo Ecua
Es evidente que todos estos hechos no son de dor y Venezuela, que se encuentran en la catego
buen augurio para América Latina. Cuando el ría OFEP— se frenó en 1983 y 1984, años en que el
crédito obtenido mediante valores tuvo su auge incremento anual fue de sólo 1 500 millones de
al comenzar el decenio, los prestatarios de la dólares. (Véase el cuadro 6). Esto representa un
región no podían obtener fondos en ese segmen descenso significativo respecto del incremento
to del mercado. Sin embargo, ahora que el sector anual promedio de 8 600 millones registrado
de valores se está contrayendo y muchos presta entre fines de 1977 y de 1982; no obstante, nin
tarios bien conceptuados recurren al mercado de guna otra región, ni desarrollada ni en desarro
préstamos de consorcio, América Latina se en llo, aum entó con tanta rapidez sus préstamos de
contrará otra vez al final de la lista de aspirantes bancos estadounidenses (Bennett y Zimmerman,
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / A. Watkms 63
Cuadro 6
COMPROMISOS DE LOS BANCOS ESTADOUNIDENSES POR REGIONES^
(Miles de millones de dólares)
Fuente: Consejo Examinador de las Instituciones Financieras Federales de los Estados Unidos, Country
varios años,
Exposure L m d in g Survey,
'* Las cifras sobre compromisos se ajustaron de acuerdo con las garantías y los préstamos indirectos. Los
totales no corresponden a la suma de las cifras parciales, por haberse excluido las cifras relativas al
Africa, a centros bancarios extraterritoriales y a organizaciones internacionales y regionales.
1988). Más aún, entre fines de 1982 y de 1987, los 1980, por ejemplo, el Banco Dai-Ichi Kangyo,
préstamos pendientes en América Latina dismi ubicado en el décimo lugar, era el único banco
nuyeron en algo menos de 6 000 millones de japonés que figuraba en la lista de los diez bancos
dólares, cifra que debe compararse con una re con mayores activos publicada 'p o r E u r o m o n e y . Ya
ducción combinada de 21 000 millones en los en 1987, en cambio, los bancos japoneses copa
préstamos pendientes en los países desarrolla ban los cinco prim eros lugares, y ocho de las diez
dos, incluidos o no en el Grupo de los Diez. posiciones de preeminencia. Citicorp, en décimo
Como lo indican estas cifras, los esfuerzos de lugar, era el único banco estadounidense inclui
América Latina para obtener nuevos préstamos do en la lista de los principales. De los siguientes
no sólo se vieron obstaculizados por el exceso diez lugares, cinco eran para bancos japoneses, y
estructural de endeudam iento que presenta la ninguno para los estadounidenses. Incluso en la
región, sino tam bién por lo que aparece como un lista de los cincuenta bancos principales, sólo cua
retraim iento general de los bancos estadouni tro son estadounidenses - Citicorp, Chase Man
denses ante las actividades de crédito internacio hattan, Bank of America y Chemical. Losjapone-
nal. Esta actitud se debe en parte a la decisión de ses alcanzan a veinte.
los bancos más pequeños de concentrarse en bus Además de esa gran presencia en las listas de
car prestatarios más próximos a sus lugares de E u r o m o n e y , doce bancos japoneses se cuentan en
origen. Sin em bargo, el retraim iento no sólo tre los 25 más grandes que funcionan en el Reino
afectó a este segmento de las actividades banca- Unido, donde concentran 81% de las obligacio
rias de los Estados Unidos; muchos de los bancos nes internacionales contratadas en Londres, con
de mayor tamaño, regionales o transnacionales, tra sólo 13% en 1981. Además, 8.4% de todas las
que podrían haber tenido un compromiso más obligaciones pendientes de los bancos comercia
duradero con los mercados financieros interna les en los Estados Unidos corresponden a institu
cionales, dejaron de aum entar sus riesgos exter ciones japonesas. Suscribieron 18 000 millones
nos y redujeron el crecimiento de sus balances. en bonos municipales de los Estados Unidos, es
Entre los indicios de este retraim iento, tal vez decir, 50% del total emitido en 1986, y tienen el
uno de los más ostensibles sea la pérdida de posi control de cinco de los once mayores bancos, con
ción relativa de los bancos estadounidenses, tan lo que alcanzan 13% del total del mercado banca-
to los establecidos en las principales plazas finan rio de California { F a r E a s te r n E c o n o m ic R e v ie w ,
cieras como los grandes bancos regionales. En 1987, p. 86; Stokes, 1988, p. 247).
64 REVISTA DE LA CEPAL N" 3Í / Abril de 1989
Más decidor que estas ubicaciones relativas cos de los Estados Unidos están descubriendo
resulta el tam año absoluto de los activos consoli que su interés radica en dem orar el crecimiento
dados que tienen los bancos constituidos en di total de sus activos, en general, y sus préstamos
versos países. En 1980, por ejemplo, sólo dos internacionales, en particular. Por cierto, se hace
bancos estadounidenses —Citicorp y Bank of así más difícil para los prestatarios latinoamerica
America— y dos franceses —Crédit Agricole y nos obtener apoyo financiero externo. En mu
Banque Nationale de Paris— contaban con acti chos aspectos, ésta es una de las diferencias más
vos superiores a los 100 000 millones de dólares. notables entre el medio financiero mundial de
El prom edio de activos de los principales diez los años setenta y el de el presente decenio.
bancos estadounidenses y japoneses era aproxi
i) M a y o r e s costos d e l c a p ita l. Durante los años seten
m adam ente igual: 54 900 millones y 58 600 mi
ta, el rápido crecimiento de los activos constituyó
llones, respectivamente. En 1987, Citicorp era el
la clave del incremento de la rentabilidad de los
único banco estadounidense, cuyos activos supe
bancos comerciales, especialmente en períodos
raban los 100 000 millones. Sin embargo, 16 ban
en que bajaba el margen sobre las tasas de inte
cos japoneses, tres alemanes, cinco franceses, dos
rés, Al auspiciar nuevos consorcios de préstamos
del Reino Unido y dos suizos integraban esta
y transform ar inmediatamente en utilidades los
categoría, antes reservada sólo a una elite.
cargos por ese concepto, los bancos podían m an
tener e incluso aum entar sus márgenes de utili
2. L a r e g la m e n ta c ió n b a n c a r ia y los créditos
d e in s titu c io n e s e s ta d o u n id e n s e s e n los a ñ o s o c h e n ta
dad bruta. Sin embargo, esta estrategia sólo po
día lograr su objetivo si aum entaban constante
Ni el relativo estancamiento de los bancos m ente los montos de los cargos por formación de
estadounidenses, ni el crecimiento fenomenal de consorcios, y esto a su vez sólo podía producirse si
sus similares japoneses, tuvieron lugar en el va había un incremento sostenido de los créditos de
cío. En el caso de las instituciones japonesas, el consorcio. Durante los años setenta, en otras pa
alza del yen a partir de febrero de 1985 es en labras, las estrategias de los bancos para obtener
parte la causa del rápido crecimiento en los dos utilidades y crecimiento eran congruentes con las
últimos años. Asimismo, el rápido crecimiento de necesidades financieras de los países en desa
las exportaciones del país dio a los bancosjapone- rrollo.
ses una ventaja propia en el ámbito del financia- Esta relación simbiótica era sostenida en par
miento comercial. Sin embargo, estos factores te por una normativa relativamente laxa respecto
sólo explican los hechos en forma parcial. Entre del capital de los mayores bancos estadouniden
1982 y 1984, años de descenso para el yen, los ses. Los bancos ubicados en las principales plazas
japoneses también m ejoraron su posición relati financieras, así como los bancos regionales con
va en la lista de los 500 bancos publicada por más de mil millones de dólares en activos, inicia
E u r o m o n e y ; y el ingreso de tantos bancos japone ron el decenio de 1970 con una relación capital-
ses relativamente desconocidos a posiciones des activos de algo menos de 6%. En 1981, dicha
tacadas en dicha lista no puede explicarse sólo relación había disminuido a 3.9% en los bancos
por los cambios en el valor de la moneda ni por ubicados en las principales plazas financieras, y a
los mayores volúmenes de las exportaciones. A la 4.6% en los grandes bancos regionales (Personal
inversa, los problemas del endeudam iento de del Banco de la Reserva Federal, 1987, p. 15). La
América Latina y Europa oriental no pueden baja de estas relaciones permitió a estos bancos
explicar el relativo estancamiento de los bancos aum entar el rendim iento de su capital de aproxi
estadounidenses. Los bancos europeos y japone m adam ente 11% a comienzos del decenio de
ses estuvieron tanto o más comprometidos que 1970 a más de 13% en 1981, a pesar de la mayor
ellos en ambas regiones problemáticas; sin em competencia, la reducción de los márgenes sobre
bargo, los problemas del endeudam iento sólo las tasas de interés, y una baja general de los
parecen haber afectado el crecimiento de los cargos por concepto de formación de consorcios.
bancos de los Estados Unidos. Después de 1983, cuando el Congreso auto
En la inhibición de estos últimos parece in rizó a la Junta de la Reserva Federal a establecer
fluir un medio adverso en cuanto a utilidades y a normas sobre capitales mínimos para las princi
reglamentación bancaria. Debido a ello, los ban pales empresas bancarias, se ejerció mayor pre-
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / A. Watkim 65
Cuadro 7
CAPI! AL DE LOS BANCOS DE LOS ESTADOS UNIDOS"
{Miles de millones de dólares)
Fuente: Consejo Examinador de las Instituciones Financieras Federales de los Estados Unidos, Country
varios años,
Exposure L ending Survey,
" Las fusiones entre bancos durante el segundo semestre de 1987 redujeron la categoría de “los
quince siguientes” a sólo 13 bancos a fines de ese año.
sión sobre los bancos para que aum entaran su de rentabilidad, los bancos estadounidenses de
relación de activos fijos. Una vez establecida la ben enfrentarse a bancos japoneses con mayor
reglam entación, los bancos reunieron más de nivel de endeudam iento relativo al capital, los
58 000 millones de dólares de nuevo capital con que ofrecen préstamos con márgenes muy infe
posterioridad a 1982. (Véase cuadro 7). No obs riores.
tante, al no aum entar en forma apreciable la
rentabilidad de los activos, las utilidades banca- ii) E l in c r e m e n to de a c tiv o s n o in c lu id o s e n e l b a la n c e
rias, medidas en relación con el capital, en el Con miras a obtener mayores utilidades
g e n e r a l.
mejor de los casos se estancaron, y en muchos brutas, y a aum entar así la rentabilidad de su
otros registraron un descenso (Salomon Brothers, inversión, los bancos estadounidenses han pro
1987, pp. 56-57). curado encontrar formas de funcionamiento que
Las dificultades de estos bancos se acentúan hagan uso menos intensivo del capital. Esto signi
debido a que el costo de su capital es mucho más fica principalmente que los créditos de consorcio
alto que el de sus rivales, los bancos de inversio pierden progresivamente importancia, desplaza
nes del país y los bancos comerciales Japoneses dos por servicios financieros que supuestamente
(Personal de la Junta de la Reserva Federal de generan comisiones y no aparecen en los balan
Nueva York, 1987; Mead y Gluck, 1987, p. 270). ces generales, como las cartas de crédito y los
Se genera así una grave desventaja competitiva intercambios de monedas y de tasas de interés.
para los bancos estadounidenses. Por una parte, Según la U S . F e d e r a l D e p o s it I n s u r a n c e C o r p o r a
sólo pueden evitar pérdidas mediante mayores tio n , por ejemplo, los rubros que no aparecen en
márgenes sobre los préstamos y mayor rentabili los balances generales han estado entre los de
dad de los activos. Como lo explicó el Banco de la mayor crecimiento de los bancos comerciales es
Reserva Federal de Nueva York en un estudio tadounidenses (Chessen, 1987, p. 4). Alcanzaban
reciente sobre las utilidades bancarias, para po en 1980 un total de 250 000 millones de dólares,
der invertir sin pérdidas, la tasa de rentabilidad que equivalía a 250% del total del capital del
del capital invertido en los nuevos proyectos de sistema bancario. En 1987, el valor de todos los
los grandes bancos (especialmente los transna rubros no incluidos en los balances generales
cionales), debe alcanzar promedios a ltísim o s du había aum entado a aproxim adam ente 2.3 billo
rante este decenio, muy superiores a la tasa de nes de dólares, es decir, más de 1 300% del capi
rentabilidad sobre el capital existente, medido tal bancario. De acuerdo con estas estimaciones,
según las utilidades bancarias sobre el capital, y según observa el Banco de la Reserva Federal de
muy superior a la tasa de rentabilidad exigida Nueva York, las sociedades de inversiones ubica
por el mercado para las empresas en general das en los principales centros financieros pare
(Personal de la Ju n ta de la Reserva Federal de cen obtener una proporción cada vez mayor de
Nueva York, 1987, p. 51). Sin embargo, junto sus utilidades de actividades no vinculadas a
con verse en la obligación de tener mayores tasas préstamos. La principal diferencia entre estima
66 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / Abril de 1989
ciones se refiere al ritmo del cambio producido. bancos de inversiones (Jackson y Cohén, 1986;
Por ejemplo, antes de incorporar la reserva para Jackson, 1987; D’Arista, 1986).
pérdidas por préstamos, y según las hipótesis
más favorables, las actividades vinculadas a prés Varias propuestas, entre ellas una patrocina
tamos dism inuyeron sus participaciones en las da por el Presidente del Banco de la Reserva
utilidades (antes de deducir los impuestos) de Federal de Nueva York, Gerald Corrigan (1987),
alrededor de 85% en 1980 a cerca de 65% en abogan por perm itir a los bancos comerciales
1984 y 1985. Las hipótesis menos favorables indi dedicarse a diversas actividades vinculadas a va-
can que esta proporción se redujo de aproxima lí)res y hasta ahora prohibidas. Sin embargo, pa
dam ente 65% en 1980 a cerca de 35% en 1984 y ra aprovechar las nuevas oportunidades que se
1985 (Proctor, 1987, p. 242). les abran, e incorporarse a las actividades propias
Desde el punto de vista de los bancos, la de la banca de inversión, los bancos tendrían que
ventaja de desplazar los préstamos de consorcio, obtener una gran cantidad de capital, lo que pue
consiste en que los rubros no incluidos en los de ser oneroso y difícil, dado el térm ino del m er
balances generales no les exigen tenencias de cado de pagarés con interés variable y el bajo
capital. Los préstamos nuevos, en cambio, que sí precio de la mayoría de las acciones bancarias. En
exigen nuevos capitales, tienen un efecto más consecuencia, es probable que los bancos se
ambiguo sobre la rentabilidad de la inversión. En m uestren sum am ente renuentes a desviar su
consecuencia, los vínculos entre las utilidades precioso capital hacia una mayor disponibilidad
bancarias y las necesidades financieras de Améri de apoyo a préstamos de consorcio a países muy
ca Latina se desdibujan progresivamente. Por endeudados, en vez de destinarlo a las activida
cierto, se trata sólo de un ejemplo más del perjui des de la banca de inversión.
cio que han significado para la región las tenden Paradójicamente, la proliferación de quie
cias predom inantes en la banca durante los años bras bancarias en los Estados Unidos también
ochenta, cuyos efectos se habrían hecho sentir podría afectar la disposición de los bancos para
incluso si no existiera la crisis del endeuda prestar nuevamente asistencia financiera a Amé
miento. rica Latina. Dos aspectos normativos y prácticos
iii) L a n u e v a r e g la m e n ta c ió n b a n c a r ia . Las presio son cruciales para com prender cómo funciona
nes competitivas y las tendencias adoptadas por este proceso. En prim er lugar, y de acuerdo con
el com portam iento de los bancos han dado ori las normas y reglamentos vigentes en los Estados
gen a varias propuestas para modificar las nor Unidos, los bancos no pueden tener actividades
mas bancarias estadounidenses, y asimismo a va en más de un estado. En segundo término, el
rios cambios que ya se han hecho efectivos. Es organismo federal que garantiza los depósitos en
muy probable que con ello los bancos muestren caso de quiebras bancarias, Federal Deposit In
aún menos disposición para dar apoyo financie surance Corporation (l oit:), en vez de cerrar un
ro a los países en desarrollo. Por ejemplo, una de banco insolvente y pagar sus obligaciones con los
las propuestas extendería las oportunidades de depositantes asegurados, suele procurar vender
obtener ingresos por concepto de comisiones los bancos comerciales en bancarrota a otras ins
bancarias. De acuerdo con las normas vigentes, tituciones financieras más solventes. Como parte
se prohíbe por ley a los bancos comerciales dedi de la transacción, muchas veces garantiza que
carse a algunas de las actividades financieras más absorberá todas las pérdidas ya registradas y al
lucrativas y que generan mayores comisiones, menos algunas de las futuras que se vinculen a la
como suscribir { u n d e r w r ité ) acciones de empresas, cartera de préstamos del banco en quiebra. Co
bonos y efectos comerciales. Los principales obs mo se procura alentar a que otros bancos presen
táculos normativos se encuentran en la ley Glass- ten ofertas por los activos de este último —lo que
Steagall, de tiempos de la Depresión, que separa disminuye los costos en que incurre el gobierno
las actividades de los bancos de inversión de en su liquidación— se perm ite a los bancos de un
aquellas de los bancos comerciales, y la ley sobre estado adquirir bancos en quiebra en otros esta
bancos y sociedades de inversiones { B a n k H o ld in g dos. Esta excepción a la norm a que prohíbe las
A c t ) , que limita el tipo de empresas de servicios actividades bancarias interestatales ofrece a los
financieros que pueden ser de propiedad de los bancos una excelente oportunidad de establecer
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / /l. Watkim 67
una red multiestatal de filiales y de oficinas de piciada por once países, los bancos deberán m an
crédito. tener un capital igual a un mínimo de 8% de sus
Muchos bancos de los Estados Unidos dedi activos ajustados según el riesgo { risk -a d ju ste d a s
can actualm ente su capital, y asimismo su tiempo sets). Esta propuesta simple y aparentem ente mo
y sus conocimientos de gestión, a adquirir bancos desta contiene varios cambios de gran im portan
insolventes y a competir activamente por apode cia respecto de las actuales normas sobre sufi
rarse de las actividades crediticias que éstos no ciencia del capital. Entre otras cosas, establece
lograron atender. En consecuencia, los planes de que al menos la mitad del capital total de cada
expansión de muchos de los bancos regionales banco —el llamado “de prim er nivel”— debe
más solventes ya no exigen un crecimiento rápi consistir en capital de accionistas del propio ban
do de los volúmenes de préstamos a América co. Junto con ello, la propuesta limita el monto de
Latina. Al menos por el momento, toda la expan reservas por concepto de posibles pérdidas por
sión que pueden absorber se encuentra a su al préstamos que pueden incluirse en el total del
cance en los mercados internos. Además, y pues capital restante, llamado “de segundo nivel”. La
to que el Gobierno de los Estados Unidos se hace propuesta exige también que cada banco cuente
cargo de todas las pérdidas de la cartera de los con capital en relación con todos sus activos no
bancos insolventes, adquirir uno de estos últimos incluidos en el balance general.
parece ser un camino relativamente seguro hacia Por último, las pautas sobre capital ubican los
la expansión. Por cierto, brinda más seguridad activos en diversas categorías de riesgo. A menor
que dar nuevos créditos para América Latina. No riesgo ponderado, m enor es la exigencia de capi
es extraño entonces que varios bancos, tanto re tal. No interesa aquí entrar en los detalles preci
gionales como ubicados en las principales plazas sos de este procedimiento de ponderación del
financieras, hayan llegado a la conclusión que la riesgo; basta con indicar que los préstamos a
adquisición de bancos insolventes es una manera países en desarrollo se ubican en la categoría de
más rentable y menos riesgosa de emplear el mayor riesgo, junto con los préstamos a la mayor
capital con que cuentan. No faltan los bancos en parte de los prestatarios del sector privado den
quiebra, y por ello es de prever que el proceso se tro de la zona de información del b p i . Así, a fin de
m antendrá por un tiempo, ju n to con la renuen cuentas, las nuevas pautas sobre capital exigirán
cia de la banca ante la posibilidad de reincorpo que los bancos obtengan un dólar de capital por
rarse al mercado de los créditos de consorcio cada doce dólares de incremento de sus compro
para los países en desarrollo. misos netos con los países en desarrollo. Al me
nos la mitad de este capital adicional debe prove
3. L a s p r e s io n e s n o r m a tiv a s sobre b ancos nir de accionistas del banco.
e u ro p e o s y ja p o n e s e s ii) E u r o p a e n 1 9 9 2 . Según otra propuesta, recien
temente aprobada por la Comunidad Económica
Hasta hace poco, los planes de expansión de
Europea (can:), en 1992 se eliminarán todas las
bancos europeos y japoneses no tropezaban con
barreras al comercio internacional dentro de di
los mismos obstáculos que coartaban las activida
cha Comunidad (Bellanger, 1988; Comisión de
des de sus similares estadounidenses. Sin em bar
las Comunidades Europeas, 1988; Hale, 1988).
go, la situación cambiará en forma espectacular
Una vez desmanteladas tales barreras, toda em
en los próximos años, y con ello se cerrarán aún
presa que funcione en uno de los países miem
más las vías de apoyo financiero para América
bros tendrá derecho a extender sus actividades a
Latina. En este sentido, cabe prestar especial
cualquier otro país de la Comunidad. Esta ilimi
atención a dos cambios normativos que se en
tada libertad de expansión se aplica tanto a las
cuentran en preparación.
empresas bancarias como no bancarias. Así, y de
i) N o r m a s s o b re s u fic ie n c ia d e l c a p ita l. El primero de acuerdo con la segunda disposición sobre bancos
estos cambios se expresa en las nuevas normas del Parlamento Europeo (" S e c o n d B a n k i n g D ir e c ti
sobre capital mínimo que deberían entrar en vi v e ”), todo banco que tenga autorización para fun
gencia en 1992 (Bardos, 1987; Junta de Gober cionar en un país europeo puede realizar cual
nadores, 1988; O bsborn y Evans, 1988). De quier actividad bancaria aceptable en cualquier
acuerdo con los términos de esta propuesta aus lugar de la c e e . La definición de “aceptable” in-
fi8 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / Abril de 1989
cluye toda la gama de servidos de la banca co derado, del Instituto de Investigación Nomura,
mercial y de inversión. Más aún, las normas con estima que los bancos japoneses deberán dismi
tenidas en esta segunda disposición sobre bancos nuir el ritmo de crecimiento de sus activos a 7 u
serán de aplicación general para los bancos de 8% anual, de una cifra de 12 a 13% de crecimien
Estados Unidos y de Japón que ya cuenten con al to anual registrado durante los últimos diez años,
menos una oficina dentro de la c e e . a fin de limitar las exigencias de obtención de
iii) C o n s e c u e n c ia s . Las nuevas pautas de suficien capital a entre siete y ocho billones de yen (apro
cia de capital y de supresión de barreras dentro ximadamente entre 50 000 y 60 000 millones de
de la com unidad europea influirán, sin duda, en dólares, suponiendo un tipo de cambio de 130
las actitudes de la banca comercial respecto de los yen por dólar) (Wagstyl, 1988).
nuevos créditos para América Latina, aunque en Dadas estas nuevas exigencias de capital, se
la actualidad es difícil predecir con algún grado hace difícil imaginar que los bancos estadouni
de certidum bre precisamente cuál ha de ser di denses o los japoneses procuren reunir todavía
cha influencia. Sin embargo, pueden formularse más capital para aum entar sus compromisos con
ciertas conclusiones tentativas, todas las cuales los países en desarrollo. Ciertos indicios prelimi
sugieren nuevos motivos para que los bancos se nares perm iten pensar que esta observación se
interesen incluso menos que hasta ahora en pres cumplirá en el caso de los bancos japoneses. Por
tar apoyo a los balances de pagos de los países en ejemplo, se espera que éstos aum enten su activi
desarrollo. dad en el mercado interno de préstamos de con
De acuerdo con los estudios preliminares, las sumo, donde la competencia internacional es
nuevas pautas respecto del capital probablemen m enor y las utilidades más altas, al menos por el
te retrasarán, al menos inicialmente, la expan momento. Con ello asumirían también un papel
sión planificada por la mayoría de los bancos integral en el financiamiento de la transición de
comerciales. La firma estadounidense de inver su país de una economía fundam entalm ente ex
siones Goldman Sachs estima que, para cumplir portadora a una economía que da mayor relieve
con estas exigencias, 14 grandes bancos de ese a la dem anda interna. Tam bién se espera un
país, entre ellos M anufacturers Hanover, Ban- incremento de los créditos a empresas japonesas
kers T rust, Irving Bank, Continental Illinois, Se- de m ediano tam año (Osborn y Evans, 1988).
curity Pacific y First Republic, deberán reunir Por último, las incursiones de ios bancos ja
capital adicional por un monto aproxim ado de poneses en los mercados externos probablemen
14 000 millones a fines de 1992. Esta estimación te se concentren en td mercado estadounidense,
supone que los bancos afectados no expandirán donde se m antiene el atractivo de adquirir el
sus balances generales entre ahora y fines de capital de sociedades con efectos multiplicadores
1992. Los bancos estadounidenses precisarán, { le v e r a g e d b u y o u ts ) , de obtener financiamiento
además, al menos 20 000 millones de nuevo capi mediante emisión de bonos especulativos, y de
tal para reem plazar el valor (una vez deducidos otras transacciones vinculadas a fusiones entre
los impuestos) del capital accionario que se per empresas, cuyos rendim ientos son mucho mayo
dería debido al castigo de 50% del valor nominal res. En este sentido, es im portante señalar que,
actual de sus préstamos a los países en desarrollo. de acuerdo con las pautas relativas al capital, el
Al combinar sólo estos dos rubros, puede esti capital necesario para adquirir un bono especu
marse que los bancos estadounidenses necesita lativo emitido por una empresa estadounidense
rán capital adicional por un monto de entre será igual al capital requerido para un préstamo
14 000 y 34 000 millones para el financiamiento de consorcio a América Latina. Sin embargo,
de sus carteras de préstamos (Hale, 1988, p. 108; estos préstamos actualmente se hacen con un
Oficina General de Contabilidad, 1988). m argen de 13/16 sobre la l i b o r , mientras que el
Las presiones sobre los bancos japoneses po rendim iento de los bonos especulativos es de al
drían ser similares, aun cuando los efectos preci menos 400 a 500 centésimos de punto porcentual
sos que pueden tener las pautas relativas al capi sobre dicha tasa, por lo que no es difícil com pren
tal sobre sus planes de expansión siguen siendo der la preferencia que les otorgarán siempre a
motivo de gran especulación e incertidumbre. estos últimos las instituciones bancarias interesa
Sin embargo, un estudio muy citado y bien consi das en obtener el máximo posible de utilidades.
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS / Á. Watkim 69
Si las nuevas normas sobre capital permiten para 1992 desencadenará gran cantidad de fu
prever una m enor disposición de la banca comer siones entre empresas europeas no bancarias
cial para increm entar sus compromisos en Amé (Fairlamb, 1988), Los bancos comerciales espe
rica Latina, las nuevas libertades financieras eu ran poder proporcionar también financia miento
ropeas, por su parte, podrían aum entar el costo para muchas de estas operaciones.
de oportunidad de las actividades bancarias en En consecuencia, puede predecirse que los
países en desarrollo. Por ejemplo, y de acuerdo bancos europeos, como sus similares de los Esta
con la opinión generalizada del momento, los dos Unidos, darán mucho más importancia a las
grandes bancos europeos deberán f usionarse pa actividades dentro de su mercado interno, y asi
ra sobrevivir y prosperar en la era posterior a mismo a la defensa de su lugar establecido, que
1992, Un observador cercano de la situación de puede ser puesto en jaque por la competencia de
la banca europea, explica que la cuestión no con bancos rivales. En este clima, resulta sumamente
sistirá en si se com pra o no, sino simplemente en improbable que un banco llegue a la conclusión
com prar, y que el núm ero de transacciones será de que su posición competitiva en Europa se
asombroso (Phillips, 1988, p. 54). La adquisición vería fortalecida al incluir en su cartera más prés
de otros bancos exigirá, sin embargo, grandes tamos para América Latina, Más aún, al pensar
montos de capital. Según dijo recientemente un en el mercado externo, es probable que estos
alto ejecutivo bancario europeo, el capital es el bancos se concentren en los Estados Unidos, que
tema más descollante del momento; es vital, en absorben 10% de las exportaciones europeas, y
prim er lugar, que los bancos financien el creci no en América Latina, cuya proporción de las
miento natural de sus actividades en su país de expí)rtaciones de la Comunidad es inferior a 3%.
origen, cosa que actualmente no se hace, y en En otras palabras, cabe esperar que América La
segundo lugar, que financien sus adquisiciones tina sea un factor cada vez menos relevante den
(Shale, 1988, p. 72). Además, se prevé que la tro de los planes comerciales y financieros de
eliminación de normas restrictivas program ada Europa para el mediano plazo.
III
C onclusiones
Desde que se inició la crisis de la deuda, hace ya rante el decenio de 1980, y probablemente en el
más de seis años, las autoridades de los países siguiente, por la otra.
deudores, y también las de los acreedores, dieron ({Cómo deben reaccionar las autoridades po
por supuesto que los bancos comerciales íitorga- líticas y económicas de América Latina ante el
rían nuevos créditos a los prestatarios de países desafío estratégico que les plantean estas nuevas
en desarrollo una vez que estos últimos term ina realidades de la vida económica? Las respuestas
ran sus ajustes macroeconómicos y recuperaran que surgen inmediatamente son varias. En pri
su solvencia. Sin embargo, como se dem uestra en m er lugar, y tal vez lo más importante: las nacio
este trabajo, el asunto probablemente no sea tan nes deudoras se verán obligadas a depender cada
simple. Los intereses de largo plazo de los bancos vez más de su ahorro interno. Hasta ahora, la
pueden no coincidir en la actualidad con las ne respuesta a la desaparición del ahorro externo ha
cesidades latinoamericanas en materia de servi sido un descenso pronunciado de la inversión. El
cio de la deuda y de inversión; eso es lo que proceso debe necesariamente revertirse para que
sugiere la comparación entre los factores que en se puedan proteger las potencialidades latinoa
los años setenta indujeron a los bancos comercia mericanas de crecimiento en el largo plazo.
les a iniciar sus préstamos a países en desarrollo, En segundo término, el Banco Mundial y el
por una parte, y las condiciones imperantes du Banco Interam ericano de Desarrollo deben tam
70 REVISTA DE LA CEPAL N“ 37 / Abril de 1989
bién considerar cuál ha de ser su respuesta ante nes para reunir nuevo capital, y en que sus reser
este desafío. ¿Acaso intentar cubrir el déficit de vas para pérdidas por préstamos no se incluyen
financiamiento producido por la retirada de los en su capital de prim er nivel, los intereses de los
bancos comerciales mediante un incremento de acreedores y de los deudores pueden verse más
sus propios desembolsos? Si así fuera, ¿qué efec favorecidos por las concesiones relativas a las
tos tendría esa decisión sobre su propia situación tasas de interés que por los nuevos préstamos o la
de solvencia, y por consiguiente, su capacidad de condonación parcial del capital adeudado. Desde
prestar asistencia a la región en el largo plazo? el punto de vista bancario, los nuevos préstamos
Como alternativa, ¿deben acaso reducir sus pro exigen capital adicional, y el castigo sobre sumas
pios préstamos, argum entando que si la carga no adeudadas consume el capital existente. Sin em
se com parte suficientemente con los bancos co bargo, como podría argum entarse que las conce
merciales, el ajuste estructural será mucho más siones en cuanto a tasas de interés aum entan las
difícil, y sus perspectivas de éxito mucho m eno posibilidades de que los bancos puedan, con el
res? Las respuestas no son fáciles ni obvias. tiempo, recuperar las sumas adeudadas, la regla
Por último, si no se logra que los bancos mentación bancaria estadounidense probable
comerciales coloquen suficientes nuevos fondos mente perm itiría a los bancos volver a convertir
en los países deudores, estos últimos pueden bus sus actuales reservas para pérdidas por présta
car formas para crear estrechos vínculos entre los mos, en capital de prim er nivel. Al menos un
intereses estratégicos de los bancos comerciales y miembro del Congreso de los Estados Unidos ha
el objetivo de aliviar la deuda. Puede no ser tan defendido ya este planteam iento (Pease, 1988).
difícil como parece a prim era vista. En el caso de Así, una vez producidas las concesiones relativas
los bancos estadounidenses, por ejemplo, las a tasas de interés, se reducirían las transferencias
prácticas contables de aceptación general indican netas de recursos por parte de los deudores, y los
que los bancos deben establecer reservas para bancos a su vez fortalecerían su base de capital y
posibles pérdidas por préstamos sólo si piensan obtendrían los recursos que necesitan para am
que no podrán obtener la devolución del capital. pliar su campo de acción hacia líneas de actividad
Suelen no exigirse reservas si el banco no hace consideradas de mayor importancia estratégica
más que reducir la tasa de interés sobre un prés para sus instituciones.
tamo existente.
En un m omento en que los bancos comercia
les de los Estados Unidos sufren grandes presio (Traducido del inglés)
B ib lio g r a fía
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En Bretton Woods (1944) se estipuló que la preo
REVISTA DE LA CEPAL N” 37 cupación central del Fondo Monetario Interna
cional ( f m i ) sería el problema del ajuste de corto
plazo que enfrenta un país ante un desequilibrio
En torno a la doble externo; en cambio, el Banco Mundial estaría
orientado a objetivos de largo plazo, como pro
condicionalidad mover el crecimiento y el desarrollo económicos.
Esta diferenciación de roles ha hecho crisis en la
del F M i y del década de 1980. Existe consenso en cuanto a que
los desequilibrios de balanza de pagos de los paí
Banco Mundial ses latinoamericanos (y de los países en desarro
llo en general) revisten carácter estructural y, por
Patricio Meller* ende, deben ser encarados con una perspectiva
de largo plazo. Por otra parte, se ha comprobado
Para com patibilizar d p roblem a de la d eu d a e xterna
con el del d esarro llo económ ico de los países latinoa que el ajuste macroeconómico de corto plazo
m ericanos, se ha sugerido la adopción de la estrategia afecta la trayectoria futura de crecimiento. Esto
de “ajuste con crecim iento”. D ado que en ella tanto el es, la coyuntura influye sobre lo que sucede en el
F ondo M onetario Intern acio n al com o el Banco M un largo plazo; asimismo, para resolver los proble
dial están llam ados a cum plir un im p o rtan te papel, se
mas coyunturales hay que adoptar un horizonte
precisa la revisión y coordinación de las condicionali-
dades que im p o n en am bas instituciones. Esta necesi temporal más amplio. Dada la interacción exis
d ad se relaciona con el hecho de que ios actuales dese tente entre el corto y largo plazo, se hace necesa
quilibrios de balanza de pagos de los países latinoam e rio lograr algún grado de coordinación entre los
ricanos son de tipo e stru ctu ral y, p o r ende, deb en ser programas económicos sugeridos por el f m i y
encarados con un a perspectiva de largo plazo; p or otra
por el Banco Mundial. En la práctica, los progra
parte, se ha c o m p ro b ad o re iterad am en te que el ajuste
m acroeconóm ico de c orto plazo afecta la trayectoria mas de ajuste de este último han sido general
de crecim iento de largo plazo. mente aplicados en un contexto en el cual se
D ada esta interacción, se hace necesario coordinar encuentra operando un program a del primero.
los p ro g ram a s económ icos propiciados p or el F ondo y En consecuencia, resulta difícil aislar los efectos
el Banco. A ún más, en la práctica, los program as de
de sus respectivos programas. Los requerim ien
ajuste de este últim o h an sido gen eralm en te aplicados
en un contexto e n el cual se en cu e n tra o p e ran d o un tos de coherencia y consistencia de y entre éstos
p ro g ram a del p rim ero. En consecuencia, resulta difícil conducen al tema de la doble c o n d ic io n a lid a d .
aislar los efectos de los respectivos program as. Los Los economistas latinoamericanos han plan
req u erim ien to s d e coherencia y consistencia de unos y teado reiteradam ente sus críticas y discrepancias
otros, y e n tre ellos, conducen al tem a de la doble
respecto a la condicionalidad del fmi^ Ahora
condicionalidad.
Parece conveniente q u e los econom istas latinoa bien, es probable que la adopción de la estrategia
m ericanos form u len sus sugerencias y planteam ientos de “ajuste con crecimiento” lleve a los países lati
a p rio ri, y no sus críticas a posteriori, con respecto a la noamericanos a enfrentar en el futuro próximo
naturaleza y los com ponentes de u n a doble condicio una doble condicionalidad, esto es del Fondo y
nalidad, cuya puesta en vigencia es considerada inm i
n ente, con efectos previsibles más graves que los d e ri
del Banco. Parece conveniente, entonces, que los
vados de la im puesta en l o s últim os años p or el f m i . economistas de la región form ulen sus sugeren
Este artículo avanza en la crítica a esa doble condi cias y planteamientos a p r io r i, y no sus críticas a
cionalidad y en la form ulación de algunas proposicio p o ste rio r i, con respecto a la naturaleza y compo
nes alternativas. nentes de esta doble condicionalidad, cuyos com
*Invtí.stigadür de la (Corporación de Investigaciones Eco ponentes requieren, por cierto, un análisis de la
nómicas para Latinoamérica (c iia n .A N ). mencionada estrategia.
E.ste trabajo forma parte del programa de investigaciones El propósito de este trabajo es examinar los
de c i m . A N sobre Macroeconomía y Economía Internacional,
(]ue ha contado con el apoyo del Centro Internacional de problemas envueltos en los tópicos anteriores.
Investigaciones para el Desarrollit (c'.uo) y la Etmdaetón Ford, En la prim era sección se discute el nuevo rol que
td autor agradece los valiosos comentarios, algunos de ellos
discrepantes, de Ricardo Efrendi-Davis, Juan Andrés Fon tai-
ne, Roger Lawrence, Jorge Marshall, Richard Ncwfarmer, 'R e fe re n c ia s b ibliográficas sobre este tem a; B acha
Aníhal Pinto, Jorge Rosenhlüt, Andrés Solimano, Víctor d'ok- (1983), B uira (1983), G round (1984), Killick (1984), David
man y Roberto Zahlcr. Como e.s obvio, el autoi es el único (198.3). Para un a revisión más reciente, ver s e l a (1986), M ar
responsable del contenido final.
shall (1987), M eller (1988), Pastor (1987).
74 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 37 / A b r il d e ¡ 9 8 9
m enor desarrollo ( p m d ). El f m i ha sido incapaz de para eliminar los desequilibrios externos o para
convencer a las prim eras para que apliquen un asegurar la mantención de los flujos del servicio
program a económico consistente y coherente de la deuda externa, ello no conducirá a una
que promueva la estabilidad financiera interna evolución ordenada de la economía mundial la
cional y el crecimiento mundial. que depende, fundam entalm ente, de las políti
Aún más, el desequilibrio externo y el déficit cas de las naciones industrializadas^.
fiscal de la econom ía norteam ericana consti Esta asim etría internacional entraña otro
tuyen los factores centrales del insatisfactorio problema básico. El hecho de que haya países que
funcionam iento de la economía mundial en años registran déficit comercial implica necesaria
recientes, pero el f m i no puede hacer nada para m ente que otros acum ulan superávit. Luego,
encararlos. ¿Cuál sería la reacción del gobierno y ¿por qué, ante el desequilibrio existente, el costo
del pueblo norteamericanos si el Fondo les sugi de ajuste debe recaer sólo en aquellos que exhi
riera reducir, en el lapso de un año, de un 4 a un ben déficit? La respuesta obvia sería que única
2% (del pob) la m agnitud de su déficit fiscal? Una m ente los países con déficit comercial encaran
exigencia cuantitativamente similar, y a veces in problemas de liquidez financiera; y esto es lo que
cluso mayor, se encuentra estipulada en la mayo lleva a los gobiernos latinoamericanos a acudir al
ría de los program as de créditos contingentes FMI. Sin embargo, no tiene p o rq u é ser así. Ya en
suscritos por los países latinoamericanos con el la década de 1940, cuando se discutía la creación
FMI. del FMI y del Banco Mundial, Keynes era partida
La mantención de un sistema económico y rio de una simetría en la distribución de los costos
financiero estable a nivel mundial depende hoy de ajuste.
en día esencialmente de las políticas que apliquen Los países que poseen superávit comerciales
las naciones industrializadas. Luego, no sólo exis tienen que perm itir el acceso de las exportacio
te una asimetría en la condicionalidad —ésta rige nes de los países deficitarios, de manera que éstos
sólo para los p m i :>— , sino que, debido a ella, el f m i puedan generar las divisas necesarias para finan
no puede cum plir ni siquiera con lo que sería su ciar el déficit. Es, exactamente, lo que Estados
función central. Este se ha transform ado en me Unidos le ha planteado en el último tiempo a
ro espectador y comentarista de la evolución de Japón. Para reducir los costos de ajuste vincula
la economía mundial, impotente para influir o dos al desequilibrio externo norteamericano, J a
alterar su curso (Miller, 1986). Dada esta incapa pón se ha declarado dispuesto a increm entar sus
cidad para conseguir que las naciones industriali importaciones desde Estados Unidos y a reducir
zadas modifiquen sus políticas, el f m i (y el Banco “voluntariam ente” sus exportaciones a ese m er
Mundial) deberían preocuparse al menos de ad cado.
vertir acerca de las consecuencias probables so En síntesis, el Fondo enfrenta distintos dile
bre el funcionam iento de la economía mundial y mas para cumplir la función de velar por una
sobre los p m d (Please, 1987), evolución ordenada y estable de la economía
En efecto, si las naciones industrializadas mundial. ¿Cómo influir sobre las políticas econó
aplican políticas que afectan negativamente a la micas de las naciones industrializadas? ¿Cómo
economía mundial, los p m d van a experim entar influir sobre los países que no requieren crédito
las consecuencias'^; por ello, más vale que estos del FMI? ¿Cómo sugerir cambios en las políticas
últimos sean advertidos, a fin de que utilicen los de los países que exhiben superávit comercial?
instrum entos adecuados para tratar de neutrali (Kenen, 1987). El problema global parece asocia
zar dicho impacto. Hay que estar conscientes, do a la concesión de los mecanismos apropiados
entonces, de que por muy restrictiva que sea la para que el f m i pueda influir de m anera sim é tric a
condicionalidad que se imponga a los p m d , ya sea sobre naciones industrializadas y países menos
desarrollados, así como superavitarios y deficita
rios, de manera de prom over una distribución
■’La incicleiida de la subida de la tasa real de interés
internacional en la década de 1980 ha sido cuantitativam ente
del o rd e n del 50% del m onto total de intereses pagados por ■^Las econom ías de los p m d son u n m ero apéndice de la,s
A m érica L atin a en el c u a trie n io 1982-1980; ver M eller industrializadas. En las prim eras, en efecto, se am plifica cícli
(1988). cam ente lo que sucede en las segundas.
76 R E V IS T A D E LA C E P A L N " 37 / A b n l de 1 9 8 9
más equitativa de los costos de ajuste ante dese Banco. Su objetivo es aum entar la eficiencia ge
quilibrios externos. Por ejemplo, el f m i podría neral de la economía a través del establecimiento
contar con diversos mecanismos para inducir a de los incentivos adecuados, lo cual supone cam
los países comercialmente superavitarios a que bios en las políticas comerciales y de precios, en el
faciliten el acceso de las exportaciones de los tamaño y la estructura del Estado, y en el rol que
deficitarios. juega el gobierno en la actividad económica.
En la actual óptica del Banco, las distorsiones
3. E l n u e v o ro l d e l B a n c o M u n d ia l más comunes en los p m d (Michalopoulos, 1987)
En la década de 1970 la percepción global del son el control de precios, los incentivos muy dife
Banco Mundial (Annis, 1986; Feinberg, e t a l ., renciados entre los bienes transables, la tasa de
1986) era que en los p m d los beneficios del interés subsidiada, el control del crédito, y las
mayor crecimiento no llegaban a los pobres, inva trabas a la movilidad del factor trabajo y al ajuste
lidándose así la hipótesis del rebalse { tr ic k le - de rem uneraciones reales. El mejoramiento de la
d o w n ) . Surge entonces el enfoque “redistribución eficiencia en la asignación de recursos y de la
con crecimiento”, que plantea que en los p m d es productividad se puede lograr mediante la re
píisible lograr el objetivo redistributivo sin sacri moción de los controles de precios, la liberaliza-
ficar el crecimiento. El alivio y/o la eliminación de ción del sector externo y el levantamiento de las
la pobreza pasan a constituir el foco conceptual regulaciones imperantes en los mercados de fac
del Banco, transform ándose incluso en un objeti tores. Esta última política, en el caso del mercado
vo moral. Este nuevo enfoque se materializa a de capitales, mejora la asignación del crédito y,
través de créditos para proyectos de inversión por ende, de la inversión, en tanto que la elimina
que beneficien directam ente a grupos específicos ción de las restricciones en el mercado del trabajo
de pobres. induce una asignación más eficiente de la mano
de obra.
En la década de 1980 se produce un cambio
Por otra parte, dado el grave desequilibrio
de foco del quehacer de este organismo. Surge
externo, es im portante que los p m d aum enten la
una visión negativa con respecto a la instituciona-
producción de bienes transables. Según el Banco
lidad y las políticas económicas de los p m d . Se dice
Mundial, ello requiere un contexto macroeconó-
que en éstos prevalecen políticas inadecuadas e
mico estable, que proporcione un tipo de cambio
instituciones débiles { p o o r a n d u n s o u n d p o lic ie s ,
apropiado y una estructura de incentivos que sea
a n d w e a k a n d c o r r u p t e d i n s t i t u t i o n s ) . Puesto que el
neutral con respecto a la producción para el m er
nivel de inversión depende, entre otros factores,
cado interno o el externo. Dicha neutralidad exi
del contexto económico global, se concluye que
ge, a su turno, una completa racionalización y
en muchos países las políticas e instituciones pre
liberalización del comercio exterior, la cual con
valecientes introducen un enorm e cúmulo de
sulta la eliminación de restricciones cuantitativas
distorsiones. Al Banco Mundial le resulta muy
y barreras no arancelarias para las importacio
difícil, en consecuencia, encontrar proyectos de
nes, la reducción de aranceles, el establecimiento
inversión viables a los cuales otorgar financia-
de aranceles parejos (y bajos) y la rebaja, y si es
miento. En este marco, la institución crea nuevas
posible abolición, de los impuestos a las exporta
líneas crediticias, que no apuntan al financia-
ciones. No es aconsejable aplicar secuencialmen-
m iento de proyectos específicos, sino que al
te la liberalización de importaciones después de
apoyo de países que requieren acometer ajustes
que se hayan expandido las exportaciones y el
estructurales destinados a resolver desequilibrios
país posea suficientes reservas internacionales;
externos'\ El contenido de tales programas cons
es preferible hacerlo todo en forma simultánea.
tituye la base de la nueva condicionalidad del
Adicionalmente, se recomienda increm entar los
incentivos para atraer la inversión extranjera,
evitando tratos discriminatorios entre empresas
".Sólo c u atro de las operaciones crediticias del Banco nacionales y extranjeras. Por último, se sugiere
M undial están en 1980 orien tad as a ajuste sectorial o estruc
una completa reevaluación del papel del gobier
tural, p or un m onto total de 370 m illones de dólares. En 1987
hay 31 o p eraciones de este tipo, y su m onto total es su p erio r a no como dueño u operador de empresas públi
los 4 100 m illones de dólares. cas, presentándose distintas alternativas para de
E N T O R N O A L A D O B L E C O N D IC IO N A L ID A D D E L F M I - B A N C O M U N D IA L / P . M e lle r 77
sestatizar y privatizar (Michalopoulos, 1987; di tulaba en la década de 1970 —y que otorgaba
ferentes informes internos del Banco Mundial). prioridad al alivio y la eliminación de la pobre
Se trata, pues, de reformas económicas de za—, evitando volver a cometer los mismos erro
gran envergadura. Habría que señalar que la res anteriores. Es efectivo que los p m d tienen que
condicionalidad del f m i —no obstante ser consi acom eter reform as estructurales, pero existe
derada estricta, inapropiada e imperfecta— in bastante incertidum bre acerca de la secuencia y
terfiere e interviene considerablemente menos el ritmo de aplicación más adecuados. Por otra
en cuestiones internas que una, con los elemen parte, cada caso es distinto y depende de las
tos descritos, que pudiera im poner el Banco. La condiciones iniciales, así como de la viabilidad
condicionalidad del Fondo, orientada a reducir política. Por ello es vital que las decisiones que
los desequilibrios externos e internos, utiliza un den en manos de los respectivos gobiernos.
marco conceptual basado en restricciones presu
Con respecto al problema de la deuda exter
puestarias. En cambio, la del Banco Mundial,
na, hasta 1984 el Banco observa una actitud pasi
basada en la liberalización de mercados y del
va, la que en cierta medida responde a la óptica
sector externo, la abolición de regulaciones y la
prevaleciente en las naciones industrializadas, en
privatización, requiere un marco conceptual de
el sentido de que se trata de una transitoria falta
estrategias dinámicas de crecimiento en un m un
de liquidez. Dada la persistencia del problema y
do im perfecto del “subóptim o” {second best). No
la escasez de alternativas de crédito externo, los
hay base teórica (ni empírica) firme y consistente PMD increm entan su dem anda de los recursos
para tal ejercicio (Helleiner, 1986; Sachs, 1986). crediticios ociosos y empozados en el Banco. A
Otros cuestionamientos a esta eventual con partir de 1985, este organismo adopta una acti
dicionalidad (Annis, 1986; Feinberg, a/., 1986) tud más activa, al percibir que el problema de la
ponen el acento en lo sesgado de la visión que el deuda externa afecta el crecimiento de los p m d , lo
Banco tiene de los p m d . Se advierte en ella una que lleva en germ en dificultades para encontrar
marcada hostilidad a la intervención guberna proyectos de inversión viables.
mental y a las empresas públicas, pues se las
considera indiscriminadamente obstáculos para La Iniciativa o Plan Baker consolida este rol
el crecimiento. Las intervenciones del gobierno más activo. Por una parte, el f m i ha sufrido un
en la marcha de la economía son siempre “malas” gran desgaste institucional durante el costoso
e introducen distorsiones; por ello es que hay que proceso de ajuste de 1982-1985, requiriéndose
reducir su grado de injerencia. Las empresas entonces una institución internacional distinta
públicas son ineficientes por definición; por eso que lo sustituya; por otra, hay un importante
es que la privatización i n d u c e p e r se un increm en cambio de énfasis en la percepción del problema
to de eficiencia y bienestar. Siempre se visualiza a de la deuda externa, al surgir la preocupación
los burócratas públicos como ineptos y corrup por el crecimiento de los países deudores en el
tos, y a los empresarios privados como eficientes período de ajuste.
y honestos. El Banco Mundial ha cumplido, para algu
La evidencia existente en América Latina en nos países deudores latinoamericanos (Chile, Co
estas materias sugiere que la realidad no es tan lombia, México y Panamá), un rol importante
blanco y negro, sino que bastante más compleja. como catalizador o aval de nuevos créditos pro
Se destaca asimismo que los program as s a l venientes de la banca privada internacional; i.e.,
( S t r u c tu r a l A d ju s t m e n t L o a n ) son bastante ambicio el hecho de que proporcione créditos o su aval ha
sos e incluyen un paquete de reform as económi facilitado la concesión de créditos de la banca
cas que implica una clara interferencia en la es comercial. En este sentido, la banca privada in
trategia de desarrollo, el manejo de políticas eco ternacional querría que el Banco fuera bastante
nómicas y la evolución de los patrones distributi más lejos y que ampliara su aval, ya sea a los
vos y redistributivos. En la mayoría de los países créditos vigentes o a cualquier flujo futuro. Ob
latinoamericanos, esta interferencia es conside viamente, la institución resiste este tipo de pre
rada simplemente intolerable. siones por cuanto quien concede el préstamo
En síntesis, sería más conveniente que el para una inversión, debe asumir los riesgos en
Banco M undial recuperara el enfoque que pos vueltos en la operación (Feinberg y Bacha, 1987).
78 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 37 / A b r il d e 1 9 8 9
II
Ajuste con crecimiento
Esta estrategia corresponde a una antigua pro el marco conceptual de referencia utilizado im
puesta regional. A la luz de la experiencia de los plícita o explícitamente en la elaboración de la
numerosos program as suscritos pt)r los países eventual doble condicionalidad de ambos orga
latinoamericanos con el fmi, existe desde hace nismos. Son ellos la visión “multilateralista” pre
algún tiempo consenso bastante generalizado en valeciente en la década de 1980 y la exitosa expe
cuanto a que aquéllos reducen el desequilibrio riencia de crecimiento de los países exportadores
externo, pero a un alto costo interno. Además, asiáticos.
no conducen la economía a una trayectoria de La visión “multilateralista” imperante en el
crecimiento estable, elevada y viable, por cuanto período anterior a 1980 planteaba que la c o o p e r a
no producen los cambios estructurales reque c ió n económica internacional puedejugar un rol
ridos. im portante en la promoción de la prosperidad y
Hoy en día, todos hablan de “ajuste con cre del desarrollo mundiales. La visión prevaleciente
cim iento”. Sin embargo, existen discrepancias ahora en las naciones industrializadas y los orga
im portantes cí)n respecto al paquete de políticas nismos internacionales es bastante distinta (Dad-
económicas requerido para la materialización de zie, 1987). Según ésta, las dificultades económi
esta estrategia. cas experimentadas en el último tiempo serían
resultado de i n a d e c u a d a s políticas internas en los
\ . FA p o s i b l e c o n fl i c t o e n tr e a j u s t e y c r e c im ie n to PMD y en las naciones industrializadas. Luego, la
Un program a de ajuste macn)económÍco puede solución consistiría en la aplicación de políticas
requerir una disminución im portante del déficit (macroeconóraicas) “apropiadas y correctas”, así
fiscal y una m erm a en la tasa de incremento del como en la introducción de ajustes estructurales
crédito interno. La reducción del déficit fiscal orientados a aum entar la flexibilidad de la eco
puede implicar, a su turno, un alza de la tributa nomía para posibilitar una asignación más efi
ción sobre todos los agentes económicos, in ciente de recursos. Cada país tiene que poner “su
cluyendo a los exportadores, así como una dismi casa en orden” y ajustar su economía ante posi
nución del gasto público, lo que afectaría tam bles cambios exógenos de las variables externas.
bién a la inversión pública. Por otra parte, una Desde el punto de vista del desarrollo, esto sirve
contracción del crédito interno erosiona los re para facilitar los flujos comerciales y financieros;
cursos financieros disponibles para sustentar la lo crucial n o es la mejora del entorno internacio
inversión. En consecuencia, el program a ma- nal sino el establecimiento, en cada economía, de
croeconómico anterior, orientado a inducir el los incentivos adecuados para que el sector priva
ajuste, no sería un estímulo positivo para el creci do se transform e en el m otor del crecimiento. La
miento; i.e., existiría algún grado de t r a d e - o f f en interdependencia existente en la economía m un
tre ajuste y crecimiento. dial se ha tornado tan compleja, que incluso una
Sin embargo, es posible argum entar que el acción coordinada de los gobiernos de las nacio
ajuste macroeconómico constituye una condi nes industrializadas es incapaz de alterar la evo
ción necesaria para el logro de un crecimiento lución de los acontecimientos.
sostenido de largo plazo. Un entorno macroeco Por otra parte, usando como referente la
nómico estable, esto es libre de desequilibrios exitosa experiencia de crecimiento de los países
(internos o externos) y con reglas económicas exportadores asiáticos, es previsible que la nueva
estables, induce e incentiva a los agentes econó- d o b le c o n d i c i o n a l i d a d del Fondo-Banco Mundial
micí)s a adoptar un horizonte de largo plazo. sugiera a los p m d adoptar una estrategia de desa
rrollo basada en la promoción de exportaciones
2. L a ( e v e n t u a l ) d o b le c o n d i c i o n a l i d a d (“desarrollo hacia afuera”). Cabe señalar que la
d el F o n d o -B a n c o M u n d ia l
mayoría de los economistas latinoamericanos, así
Hay dos elementos distintivos que proporcionan como la CEPAL, están de acuerdo. La discrepancia
E N T O R N O A L A D O B L E C O N D IC IO N A L ID A D D E L F M I - B A N C O M U N D IA L ! F . M e lle i- 79
central reside, em pero, en el paquete de políticas mismo para la privatización de empresas pú
económicas necesario para materializar dicha es blicas.
trategia. iv) Vigencia de reglas económicas estables y
En síntesis, el marco económico de la d o b le perm anentes, lo que lleva aparejada una menor
c o n d i c i o n a l i d a d utilizaría los siguientes principios: intervención del gobierno en la economía y, liga
aplicación de políticas macroeconómicas (mone do al punto anterior, una reducción del tamaño
taria, fiscal, etc.) “responsables, apropiadas y co del Estado en la economía.
rrectas”; incentivo e incremento del ahorro y la
inversión; aum ento de la producción de bienes 3. R e v i s i ó n d e la e x p e r i e n c i a a s i á t ic a
transables y, en particular, fomento de las expor
taciones, y establecimiento de una estructura de Pareciera que hay lecturas muy diferentes res
pecto de las políticas utilizadas en la exitosa expe
incentivos más adecuada en la economía local.
riencia exportadora asiática.
A este nivel de generalidad, es muy difícil
que algún economista discrepe. ¿Quién podría Sachs (1987) ha examinado el paquete de
políticas aplicado por Japón en el período (1950-
estar en contra de políticas responsables, apro
1973) en el que este país alcanza una de las mayo
piadas, correctas y adecuadas?^. Entonces, ¿por
res tasas (medias anuales) de crecimiento econó
qué los gobiernos de los p m d no se deciden a
mico.
aplicarlas? La respuesta trivial es que en econo
mías que están en un m undo subóptimo, con i) P o l í t i c a c a m b i a r í a . El gobierno detentaba el
imperfecciones, distorsiones y presiones políticas control absoluto de las divisas, debiendo los ex
y económicas, y en países cuyos gobiernos están portadores entregarle el total de las que genera
empeñados en objetivos muy distintos (mayor sen. Los burócratas públicos asignaban las divisas
crecimiento, m enor inflación, reducción del de entre los distintos sectores y empresas, sin suje
sempleo, distribución más equitativa del ingreso, ción a normas específicas. Durante el período
disminución de la pobreza y reducción del dese 1950-1964 no se otorgaron divisas oficiales para
quilibrio externo), entre los cuales hay grados de el turismo.
incompatibilidad de m agnitudes desconocidas, ii) C u e n t a d e c a p ita le s . El gobierno era el único
pero en todo caso severas, en especial en un agente económico que podía solicitar crédito ex
contexto dinámico, no resulta obvio cuál es efec terno; la inversión extranjera estaba sometida a
tivamente el program a económico más apropia fuertes controles y no se permitía el ingreso de
do, correcto y responsable. empresas multinacionales que estuvieran contro
I.,a estrategia de ajuste con crecimiento basa ladas m ayoritariamente por extranjeros.
da en la promoción de exportaciones, implícita o iii) T a s a d e i n te r é s . La tasa de interés real era
explícita en la (eventual) d o b le c o n d i c i o n a l i d a d del baja y estaba sujeta a una cota superior; la asigna
Fondo-Banco Mundial, contendría ios siguientes ción del crédito era discrecional,
elementos (Guitián, 1981 y 1987; Krueger, 1978; iv) I n c e n t i v o s a e x p o r ta d o r e s . La promoción de
B alassaría/., 1986; Michalopoulos, 1987). las ventas externas no se procuró a través del
i) Liberalización de mercados y del sector mecanismo de liberalización de importaciones,
externo. Com ponente central de esta última es la sino que m ediante incentivos fiscales específicos
liberalización de importaciones. (subsidios y exenciones tributarias), que se hicie
ron extensivos a exportaciones que gozaban de
ii) Otorgam iento de incentivos a la expansión
de exportaciones, vía depreciación de la moneda ventajas comparativas naturales.
local, m antención de un tipo de cambio real esta En síntesis, según el mencionado autor, la
ble y rebaja de impuestos a las exportaciones. experiencia exportadora japonesa no tuvo como
base ni el comercio libre, ni la libre operatoria del
iii) Transform ación del sector privado, na mecanismo del mercado, aparte de que no fue,
cional o extranjero, en el motor del crecimiento en absoluto, ajena a la acción del gobierno.
económico, lo que representa a m enudo un eufe- Cabría señalar que en varios países latinoa
mericanos se aplicó un program a económico
'’Sólo p o d ría d isc rep a r u n econom ista irresponsable, in aparentem ente similar al descrito. ¿A qué se de
correcto o inadecuado. be entonces que los resultados no hayan sido
80 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 37 / A b n l de 1 9 8 9
semejantes? Posibles respuestas: no hay una re narlos, a través de la doble condicionalidad, a que
ceta económica única para lograr un determ ina lo hagan? (Sachs, 1987). Por otro lado, si ese
do objetivo, en este caso la promoción de expor program a económico es realmente tan bueno,
taciones; o bien, una misma receta, aplicada en ¿por qué los países que se deciden a aplicarlo no
distintas economías y en distintas coyunturas de pagan por el consejo, recibiendo un “prem io” a
la economía mundial puede producir resultados cambio (acceso a crédito)?
diferentes. A nuestrojuicio, sin embargo, duran Streeten enum era diez razones a manera de
te el período 1950-1970 los incentivos estuvieron explicación de esta doble paradoja. Sus elemen
en la mayoría de los países latinoamericanos ses tos centrales son: i) Eos costos que entraña esta
gados en contra de las exportaciones (moneda estrategia pueden ser muy elevados en el corto
local perm anentem ente sobrevaluada, elevadas plazo, ii) Puede haber importantes discrepancias
barreras a las importaciones, etc.), prevaleciendo entre los organismos internacionales y los países
incluso cierto pesimismo acerca del potencial ex con respecto al funcií)namiento de la economía y
portador. a las percepciones y expectativas acerca de la
En cuanto a la estrategia asiática no japonesa, evolución futura. No obstante estas explicacio
también exitosa, Sachs destaca que la promoción nes, la prim era parte de la doble paradoja apunta
de exportaciones constituye el motor de creci hacia lo que constituye el problema central de la
miento económico, pero que ella no es equivalen condicionalidad de los organismos m ultilatera
te a la m era liberalizadón de las importaciones. les. Algo hay en sus componentes que la hace
Esta última tampoco constituye un requisito pre poco atractiva para los países que requieren fi-
vio para la promoción de exportaciones. Algo nanciamiento externo. En efecto, si existen alter
análogo puede decirse acerca del rol “puro” del nativas crediticias diferentes de las que represen
mercado y del Estado en la economía. En Corea, tan los organismos multilaterales, ellas serán pre
las autoridades prom ueven la form ación de feridas, aun cuando su costo sea superior (como
grandes empresas comerciales y distribuidoras quedó de manifiesto a fines de la década de
de productos de exportación; y si bien no existe 1970). Esto cuestiona el papel que se atribuye a
un equivalente al m u i japonés (famoso por sus los organismos multilaterales, los cuales pasarían
lineamientos de rubros futuros de exportación), a constituirse .sólo en prestamistas de última ins
el gobierno presiona a las grandes empresas ex tancia. En tal sentido, una de las conclusiones del
portadoras e interactúa con ellas, cumpliendo un estudio de casos de Killick ( 1984) es que los tradi
papel activo e importante. cionales program as de ajuste del f m i tienen
En síntesis, el paquete de políticas económi mayor probabilidad de éxito cuando realmente
cas que produjo la exitosa estrategia asiática de el gobierno local está de acuerdo en aplicarlos.
promoción de exportaciones es distinto al con En síntesis, parece imprescindible increm entar el
tem plado en la de “liberalización y abolición de diálogo entre las distintas partes, vale decir países
las regulaciones”, asociada a la (eventual) doble y organismos multilaterales.
condicionalidad. La eventual doble condicionalidad ha sido
objeto de diversos cuestionamientos. En prim er
lugar, se advierte una discrepancia de fondo con
4. A l g u n a s d ific u lta d e s co n la (e v e n tu a l)
respecto al enfoque de la estrategia de ajuste con
d o b le c o n d ic io n a lid a d
crecimiento que postulan ambos organismos. Es
El program a económico sugerido por la prevista ta procuraría, fundam entalm ente, que el p m d
doble condicionalidad del f m i y del Banco Mun involucrado logre un equilibrio de balanza de
dial induciría supuestam ente un ajuste con creci pagos que sea compatible con los flujos de pagos
miento, increm entando en consecuencia el bie del servicio de su deuda externa y con el monto
nestar del país que la acepta. Esto da origen a una de los nuevos créditos recibidos; en tal esquema,
doble paradoja (Streeten, 1987). Por una parte, si la tasa de crecimiento económico del país se ob
el program a económico asociado a la doble con tiene como residuo. Sin embargo, según lo postu
dicionalidad va en beneficio de quien lo pone en la Fishlow (1987), la óptica de la nueva estrategia
práctica, entonces ¿por qué los gobiernos no lo de ajuste con crecimiento debiera ser distinta. El
aplican m o tu p r o p r io ? ; ¿por qué habría que presio objetivo, asegurar un nivel mínimo adecuado de
E N T O R N O A L A D O B L E C O N D IC IO N A L ID A D D E L F M I ■ B A N C O M U N D IA L ! P . M e ile r 81
crecimiento, determ inando el volumen de recur lítica de sus respectivos gobiernos, por cuanto la
sos externos que necesita el p m d ; lo que se obtiene permanencia o el incumplimiento de distintos
como residuo, entonces, es el flujo de créditos elementos de la d o b le c o n d i c i o n a l i d a d afectaría
externos. Luego, la pregunta crucial pasa a ser de prácticamente a to d o el flujo de créditos externos
dónde provendrán dichos recursos. que obtenga el país. En presencia de una c o n d ic i o
En segundo lugar, no existe un análisis teóri n a l i d a d c r u z a d a entre el f m i y el b m , los p m d evita
co que modele la transición desde una situación rían, pues, recurrir a dichos organismos interna
de desequilibrio a una de equilibrio, particular cionales para solicitar créditos; si lo hicieran, es
m ente cuando ese proceso incluye la definición tarían expuestos a un delicado factor de inestabi
del m omento oportuno y la secuencia temporal lidad política, económica y social.
de reformas estructurales (apertura comercial, Por último, la estrategia de desarrollo, la
apertura financiera, liberalización de mercados, m agnitud y el tipo de crecimiento, además de
levantamiento de las regulaciones económicas, otros objetivos socioeconómicos, son los compo
etc.). La dinámica del cambio en presencia de nentes centrales de ese concepto, a veces vago,
mercados en desequilibrio es de muy difícil mo- llamado soberanía nacional. El grado de suscep
delaje y, simplemente, n o e x is te el modelo teórico tibilidad de un país se verá afectado cian d o se
de cómo hacerlo (Helleiner, 1986). No obstante registre una obvia intromisión en aspectos eco
lo anterior, y en un contexto en el cual predom i nómicos y políticos claves, como liberalización,
nan las imperfecciones y las distorsiones, es pre eliminación de regulaciones, privatización, in
visible que la doble condicionalldad va a sugerir versión extranjera, etc. Sugerir y presionar para
sistemáticamente el uso de los incentivos de pre la adopción de un program a económico en tér
cios y la liberalización de todo aquello que se minos de su impacto sobre la balanza de pagos es
pueda liberalizar. Este enfoque global sólo es un objetivo muy estrecho. Aún más, el criterio de
defendible si es aplicado de manera muy criterio- evaluación del éxito de aquél no puede restrin
sa y flexible, pero como regla universal no es girse a cuán bien logra cubrir el pago del servicio
válido ni aceptable ni política y ni económica de la deuda externa (Miller, 1986), sino al impac
m ente (Helleiner, 1986). to que genera sobre el crecimiento y sobre otros
En tercer lugar, es presumible que la doble objetivos socioeconómicos de carácter redistribu
condicionalldad dificulte el proceso de negocia tivo.
ciones de cada país con los organismos multilate
rales, por cuanto aquél podrá finiquitar una ne 5. £ / p r o b l e m a d i s t r i b u t i v o
gociación sólo cuando haya finiquitado las otras Desde el punto de vista de un país, lograr el
(Lizano y C harpentier, 1986). Esto sería se ajuste ante un desequilibrio externo es un bien
mejante a tratar de resolver un modelo de ecua público que supuestam ente beneficia a todos sus
ciones simultáneas con parám etros variables (y a agentes económicos. Luego, ¿por qué éstos no
veces no claram ente convergentes), justo en un cooperan y se sacrifican todos para conseguirlo?;
período en el cual el país está urgido por la recep ¿cómo distribuir equitativamente los costos del
ción de créditos externos. ajuste?; ¿cuál es, desde este ángulo, el paquete
La siguiente línea de argumentación sugiere más adecuado de política económica? Semejante
la lógica para el establecimiento de la c o n d ic io n a U - conjunto de preguntas es pertinente para el caso
d a d c r u z a d a . La d o b l e c o n d i c i o n a l i d a d del f m i - de la estrategia de ajuste con crecimiento; en
Banco Mundial constituye, supuestamente, un éste, podría aducirse que quienes se sacrifican
m arco de políticas coherentes, consistentes y hoy, se beneficiarán m añana con el mayor creci
complementarias; por lo tanto, para el éxito del miento. Sin embargo, este razonamiento suscita
ajuste con crecimiento se requiere la aplicación num erosos interrogantes: ¿qué garantiza que
de dicho program a como un todo. A fin de ga quienes efectúen el mayor sacrificio relativo en el
rantizar que ello se lleve efectivamente a cabo, presente serán de veras compensados? ¿Será esa
resulta aconsejable disponer de un mecanismo compensación mayor para quienes se han sacrifi
como la c o n d i c i o n a l i d a d c r u z a d a . Desde el punto cado más? ¿Cómo se compara el sacrificio de
de vista de los países, la existencia de esta última bienestar presente con el potencial beneficio fu
afectaría profundam ente la estabilidad sociopo- turo? ¿Qué compensación debieran recibir quie
82 R E V IS T A DE L A C E P A L N " 37 / A b r il d e 1 9 8 9
nes han quedado cesantes durante largo tiempo banca comercial se concentre en gran medida en
para facilitar el ajuste presente, por los costos el financiamiento (crédito de corto plazo) de las
económicos, psicológicos y sociales en que han operaciones de comercio exterior. Cabe suponer
debido incurrir? asimismo que los recursos provenientes de la in
versión extranjera y de la eventual ayuda de los
6. E l f i n a n c i a m i e n t o d e l a e s tr a te g ia gobiernos de los países industrializados serán de
Sin lugar a dudas, el problema básico de una reducido volumen frente a las necesidades de la
estrategia de ajuste con crecimiento es que exige estrategia en cuestión.
un mayor volumen de recursos y por un período Quedarían, pues, dos alternativas. La prim e
más prolongado. Esto se debe a que, en el caso de ra reside en el incremento en el monto de recur
las economías latinoamericanas, requiere la in sos crediticios del f m i y del Banco Mundial, lo
troducción de profundos cambios. El objetivo que podría lograrse a través, entre otros mecanis
central, expandir la oferta agregada (fundam en mos, de un mayor aporte de los gobiernos que
talmente de bienes transables) en el mediano y son miembros de esas instituciones, una mejor
largo plazo, supone la movilización de un volu utilización de los derechos especiales de giro
men de recursos superior al de los program as de ( d e g ) por parte del Fondo, o un incremento del
ajuste tradicionales de corto plazo del f m i , orien monto proporcional de créditos del Banco en
tados a reducir la dem anda agregada (Sengupta, relación a sus activos (sobre este tema ver s k l a ,
1987). Por otra parte, los recursos financieros 1986 y el informe 1987 del Grupo de los 24). Si se
externos son esenciales en los años iniciales de aplicara esta fórmula, ambos organismos inter
aplicación de la estrategia de ajuste con creci nacionales asumirían en el futuro mediato un rol
miento, a fin de evitar una disminución adicional predom inante para los países latinoamericanos;
en el consumo por habitante. Es difícil llevar de allí la importancia de la discusión abierta y
adelante un paquete de reformas estructurales amplia sobre la doble condicionalidad. La segun
en un contexto en que se plantea el deterioro de da alternativa consistiría en una sustancial dismi
un nivel de consumo que ya se encuentra depri nución del flujo negativo de recursos financieros
mido. En un régimen democrático, ello carece de de América Latina. En otras palabras, es prácti
viabilidad política. camente imposible conciliar, de un lado, la apli
Dada la situación económica internacional cación de una estrategia de ajuste con crecimien
im perante y debido a los problemas menciona to y, del otro, el pago del servicio de la deuda
dos, los países latinoamericanos enfrentan pers externa, en presencia de un suministro declinan
pectivas muy desfavorables. Un escenario posi te (y racionado) de crédito externo. Por ello, de
ble es que la banca internacional no proporcione biera inducirse una reducción im portante en el
montos significativos de nuevos créditos en el flujo de recursos destinado por los países latino
m ediano plazo. Es probable, en efecto, que la americanos al servicio de la deuda externa.
III
Algunas proposiciones finales
Este trabajo ha estado orientado a examinar al el análisis debiera abocarse con mayor profundi
gunos aspectos generales pero cruciales de los dad a los principios básicos y a los componentes
problemas vinculados a la condicionalidad del de una condicionalidad que tenga en cuenta los
FMI y del Banco Mundial y su probable —y tal vez intereses de los países latinoamericanos.
hasta inm inente— aplicación en la región. En Los economistas dei m undo industrializado
una fase inicial, sólo es posible form ular algunas han cumplido un papel determ inante en la defi
sugerencias tentativas acerca de la dirección que nición de las reglas del juego y en el tipo de
debiera seguir el análisis. En una etapa posterior. condicionalidad propiciados por ambos organis
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mos; supuestam ente, las visiones e intereses crea reducción del desequilibrio de balanza de pagos
dos de dichos países inciden de manera im por debiera quedar supeditada a la obtención de una
tante en el resultado final. Sin embargo, el fmi y tasa siquiera mínima de crecimiento que sea com
el Banco Mundial no han sido instituciones rígi patible con la disponibilidad de recursos del país
das e inmutables en el transcurso del tiempo’. y el avance hacia objetivos sociales redistributi
Además, según señala Keynes, no hay que subes vos. Los procesos de ajuste y reformas estructu
tim ar el poder de las ideas en relación al de los rales implican altos costos para los pobres; la
intereses creados. Los economistas latinoameri mentablemente, otro tanto sucede con el “no
canos debieran concentrarse entonces en la ela ajuste”. El problema de fondo estriba en cómo
boración de propuestas de reform a a las condi- redistribuir equitativamente los sacrificios en
cionalidades vigentes y eventuales de los organis vueltos en el ajuste.
mos multilaterales, que sean más aceptables y Los nuevos créditos del fmi y del Banco
más favorables para los intereses de la región. Mundial no debieran ser utilizados para repagar
Los artículos recientes de Edm ar Bacha (1983, la deuda externa, por cuanto en tal evento no
1985, 1986, 1987) dan una pauta del tipo de estarían siendo usados para financiar la estrate
investigación que es preciso impulsar en la re gia de ajuste con crecimiento. Además, es acon
gión. sejable que durante un cierto período ambas ins
El siguiente sería un breve listado de propo tituciones aplacen el pago de amortizaciones y el
siciones: servicio de sus créditos, mientras los países intro
1. La transferencia de recursos de América ducen los cambios requeridos por los ajustes y
Latina al exterior por un monti) equivalente al reformas estructurales.
4 % del producto geográfico bruto (i’Gb) es del
Por otra parte, si en un país determ inado van
todo incompatible con la estrategia de ajuste con a operar en forma simultánea, el Fondo y el
crecimiento. Los países de la región no pueden Banco Mundial, resulta lógico que las condicio
seguir m anteniendo un flujo negativo de recur nalidades propiciadas por estas instituciones
sos de esa m agnitud. Esto implica que la solución sean coherentes y consistentes entre sí. De otro
definitiva del problema de la deuda externa lati lado, el país anfitrión ha de poder opinar e in
noamericana, el cual a estas alturas reviste en fluir en el tipo de doble condicionalidad que le
esencia un carácter político y no económico, es será aplicada. Sea como fuere, debiera quedar
impostergable. Sin embargo, según lo observa explícitamente estipulado, en cada uno de los
Dornbusch, hoy, a diferencia de lo sucedido en convenios, que no existe ni rige una condicionali
las décadas de 1920 y 1930, se insiste en conside dad cruzada.
rarlo como un problem a fundam entalm ente 3. Los principios básicos para orientar la con
económico^. Ya es hora de aplicar algunas de las dicionalidad del FMI serían los siguientes^^:
diversas soluciones que han sido sugeridas‘\ a) Condicionalidad invertida. El programa
2. Las condicionalidades propiciadas por los de ajuste debiera ser preparado por el país afec
organismos internacionales tienen que ser revi tado, tomando en cuenta la restricción externa
sadas y readecuadas, de manera de no im poner a existente. De esta manera los programas homo
los países costos excesivos por el ajuste ni solucio géneos y uniformes del f m i serían sustituidos por
nes técnico-ideológicas incompatibles con las programas de ajuste “hechos en casa” y “a la
preferencias mayoritarias de sus ciudadanos. medida”. Es probable que esta propuesta resulte
Para que un program a del fmi o del Banco más significativa para los países chicos que para
Mundial sea aceptable y viable, la meta de la los grandes, ya que estos últimos poseen mayor
poder de negociación.
Veamos ahora esta condicionalidad desde el
^(iuitián (1981) y De V rics (1986) exam inan la evolución punto de vista operativo. Un país presenta al f m i
y los cam bios ex p erim en tad o s p or el i-m i . Annis (1986) y su program a de ajuste y la respectiva solicitud de
Feinberg ei ai. (1986), p o r su parte, hacen otro tanto respecta
del Banco M undial.
^Citado en M iller (1986), p. 84.
■’Sobre este tem a, ver Ffrench-D avis y Feinberg (1986); ' “^Véase G ru p o de los 24 (1987); Bacha (198.5) y (1987);
M assad (1986); de Carm oy (1987). SKLA (1986).
84 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 37 / A h r il d e 1 9 8 9
crédito. Los técnicos del Fondo revisan la consis medidas en m oneda extranjera (aquellas vincula
tencia y la viabilidad del program a. Si se suscita das a la balanza de pagos y a las reservas interna
ren serias discrepancias en torno a su factibili cionales) y las variables internas, medidas en mo
dad, el D irector Ejecutivo sería el llamado a neda local (déficit fiscal, crédito interno, infla
zanjarlas. El resultado final consistiría probable ción). La condicionalidad prioritaria para el fmi
m ente en una solución de compromiso entre el sería aquélla correspondiente a las variables ex
program a de ajuste planteado por el país y las presadas en moneda extranjera; luego, se debie
observaciones sugeridas por los técnicos del fmi. ra relajar las metas internas cuando se han cum
Pero lo determ inante en este proceso es el punto plido las externas (Bacha, 1985).
de partida de la negociación, dado que por lo Spraos ( 1986) plantea una opción más extre
común el resultado final depende de las condi ma. La condicionalidad del fmi debiera estar cen
ciones iniciales de discusión. trada en un solo objetivo, la balanza de pagos,
b) Condicionalidad que tome en cuenta va utilizando entonces, únicam ente, indicadores
riables del sector real de la economía. Para poner C 'ía r g e ts '\ en este caso), vinculados en forma di
una cota máxima al costo interno de ajuste, po recta a las cuentas externas. Bacha ( 1987) estima,
dría estipularse que cuando se sobrepasen deter desde un punto de vista pragmático, que es más
minados niveles de caída del producto o de incre factible lograr una modificación de la condicio
m ento en la tasa de desocupación, el país dispon nalidad del FMI en la dirección señalada previa
drá de incrementos adicionales de crédito exter m ente de una condicionalidad a dos niveles, que
no. El program a suscrito por México en 1985 tratar de eliminar una parte im portante de la
consultó una cláusula de este tipo. condicionalidad vigente. Desde el punto de vista
Para tal efecto, Bacha (1987) sugiere que los de los países, la condicionalidad a dos niveles
ejercicios financieros-presupuestarios realizados cumpliría en lo sustantivo una función muy simi
tradicionalm ente por el Fondo sean complemen lar a la de aquella centrada exclusivamente en el
tados con ejercicios de tasas factibles de creci objetivo de balanza de pagos*^.
miento económico del país, de los cuales se derive d) Coherencia entre el nivel de las variables
como residuo el volumen de recursos financieros externas y la meta mínima de crecimiento econó
necesarios para sustentar un determ inado ritmo mico estipulada. Dicho nivel ha de considerar: i)
de expansión del producto. Una expansión adecuada del crédito interno
La identificación de esa tasa mínima (consis (probablemente con una cota inferior y otra su-
tente con el ajuste), susceptible de ser utilizada
como punto de referencia para el conjunto de
países, puede generar algunas dificultades. La ' '■'Spraos (1986) plantea un problema adicional respecto
de los indicadores (iargets) incluidos en la condicionalidad y
cifra cero siempre tiene gran atractivo, toda vez que constituyen los parámetros de referencia para determi
que podría aducirse que un crecimiento nulo del nar el cumplimiento (o incumplimiento) del programa de
ingreso por habitante evita el deterioro de los ajuste convenido. ¿Deben ellos estar vinculados a los objetivos
niveles actuales, lo que no es poco decir. Pero esto o a los imtrumentos de política? El fmi utiliza como criterio el
representaría la aplicación de un criterio más nivel de los instrumentos. De esta forma, supuestamente, se
puede discriminar cuando el incumplimiento de un progra
estricto a aquellos países que exhiben una tasa ma de ajuste es causado por factores endógenos o exógenos;
más alta, lo que constituye un contrasentido**. un país sólo sería responsable cuando no cumple con los
c) Condicionalidad a dos niveles. En este caso objetivos de aquello que está bajo su control (Kenen, 1987).
Pero, ¿cómo discriminar aquellos casos en que los gobiernos
se sugiere distinguir entre las variables externas, no detentan un control total de los instrumentos? Spraos
señala además algunas de las dificultades que envuelve el uso
de instrumentos en calidad de target^: i) Tiene que haber una
’ 'Probablemente, la aplicación de la “regla de dos”, Í.e. relación estable y muy bien definida entre el instrumento de
dividir por dos el valor promedio de la tasa de crecimiento política y el objetivo para el cual éste se usa. ii) No siempre hay
económico del país de tos últimos cinco años, configure un una operacionalización del instrumento que señale que ella es
criterio menos discriminatorio. Esta “regla de dos" tendría un la mejor; esto se ilustra con los distintos M¡ utilizados para
precedente en los ejercicios financieros del Fondo, que la vincular al concepto de dinero, iii) El instrumento selecciona
utilizarían con el objeto de determinar el nivel del déficit do tiene que ser el único que puede alterar el valor de la
fiscal que deben alcanzar los países (latinoamericanos) para variable objetivo en la dirección deseada. Obviamente, es
llevar adelante un programa de ajuste (Bacha, 1987), difícil que todo esto se cumpla en el mundo real.
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perior), de m anera de m antener una liquidez grupos vulnerables. En este sentido se sugiere
suficiente para sustentar el nivel deseado de cre que durante el proceso de ajuste se someta a
cimiento. ii) Un déficit fiscal que asegure los nive constante escrutinio la trayectoria no sólo de la
les de inversión pública y de gasto social indis balanza de pagos y de la inflación, sino también el
pensables para lograr los objetivos de crecimien estado nutricional y el grado de atención de las
to económico y de alivio a la pobreza y redistribu necesidades básicas de los grupos más vulnera
ción del bienestar. bles y de menores ingresos. La experiencia del
e) Ampliación del servicio de financiamientoReino Unido durante la segunda guerra mundial
compensatorio (cfi-, sigla en inglés), para cubrir m uestra que es factible compatibiíizar, incluso en
un porcentaje mayor de la caída de las exporta momentos en extrem o apremiantes, la preocu
ciones y considerar posibles variaciones en la tasa pación nutricional y el avance de un program a de
de interés internacional. La incidencia de las ajuste.
fluctuaciones de esta variable ha adquirido gran b) Mantención, dentro de lo posible, del peso
im portancia para los países latinoamericanos relativo que tuvieron hasta el pasado reciente sus
deudores. Probablemente, sería más lógico que créditos a proyectos de inversión específicos.
el acceso al program a c:ff estuviera relacionado Dentro de éstos, parece aconsejable privilegiar
no con la cuota que cada país aporta al Fondo, los más generadores de empleo; por ejemplo,
sino con la m agnitud generada por el desajuste créditos a empresas medianas y pequeñas, a siste
externo (asociada a la caída de las exportaciones mas de construcción de viviendas económicas
o al increm ento de la tasa de interés) (con límite superior de m^) que hagan uso inten
4. El Banco debiera considerar los siguientessivo de mano de obra, etcétera.
criterios en el diseño de su condicionalidad*'*. c) En relación a los créditos de ajuste estruc
a) Retorno a lo que constituyó su objetivotural, el Banco debiera concentrarse en los de
prim ordial en los años sesenta y setenta, es decir, tipo sectorial. Desde un punto de vista político,
erradicación de la pobreza y crecimiento redistri los préstamos para ajustes estructurales ( s a l ) in
butivo. En cuanto a los programas de ajuste, la volucran un volumen de recursos pequeño en
condicionalidad debiera considerar específica relación a los costos asociados a las reformas in
mente: i) estrategias alternativas que minimicen cluidas en su condicionalidad. Por otra parte,
los costos sociales; ü) mecanismos de compensa algunos créditos orientados a ajustes sectoriales
ción que atenúen el impacto sobre los grupos más no requieren la aplicación (o la consistencia) de
pobres; iii) mecanismos que distribuyan de ma un program a macroeconómico con el f m i ; es el
nera equitativa los sacrificios del ajuste, y iv) es caso de los que se proponen m ejorar el estado
pecificación del impacto distributivo de las dis nutricional o el capital hum ano, fortalecer la po
tintas alternativas. lítica energética o increm entar la infraestructura
Lo anterior es algo que no está resuelto ni de un país.
teórica ni em píricamente. Por ello ha de consti d) Apoyo a una estrategia de promoción de
tuirse en un objetivo prioritario dentro del pro exportaciones, acerca de la cual existe elevado
grama de investigaciones del Banco Mundial. El consenso. En el m undo interdependiente mo
enfoque del u n i c f f de “ajuste con rostro hum a derno, el sector externo juega un rol crucial para
no” (Gomia, Jolly y Stewart, 1987) destaca la los países pequeños y medianos (categorías que
urgencia de proteger la mantención de los nive incluyen a todos los latinoamericanos). Para esti
les mínimos de nutrición de los niños y el grado m ular las ventas externas, se sugiere, entre otras
de satisfacción de las necesidades básicas de otros medidas: i) La mantención de una regla cambia
ria estable, en virtud de la cual la moneda local
esté en forma perm anente (por un período razo
' ''Otras proposiciones del í ir upo de los 24 ( 1987) son: i) nablemente largo, i.e., 10 a 15 años) un tanto
K1 FMI no debiera usar metas cuantitativas fijas, sino que subvaluada, ii) La abolición de todas las trabas a
rangos de metas para las variables cruciales, ¡i) Los programas la importación de los insumos utilizados en las
CFF debieran sustituir definitivamente a los préstamos contin
gentes. exportaciones. Parece conveniente utilizar, adi
' “‘Véase Helleiner (1986); Feinberg et al. (1986); Fein cionalmente, un mecanismo directo de subsidio a
berg y Bacha (1987), las exportaciones (marginales y/o nuevas) por un
86 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 37 / A b r il d e J 9 8 9
período inicial no inferior a los cinco años, apoyo por sus externalidades y economías de escala no
que iría luego declinando hasta su eliminación, atraen en un principio al sector privado, sin
mecanismojustificable con argum entos análogos perjuicio de que se las pueda transferir a/íoí/mo-
al de la protección para la industria naciente. Sin ri; promover políticas comerciales activas, me
lugar a dudas, este tipo de medidas, orientado diante convenios bilaterales o multilaterales y a
específicamente al sector exportador, es preferi través de embajadas que proporcionan la infor
ble a la liberalizadón irrestricta e indiscriminada mación pertinente, etcétera.
de las importaciones. Para tener éxito en el m undo internacional
Es obvio que el sector privado responde posi competitivo actual no se puede excluir a nadie; es
tivamente ante los incentivos económicos apro preciso, por el contrario, que todos los agentes
piados; en consecuencia, si se aplican los criterios económicos de un país empujen el carro de la
señalados, puede transform arse en un agente economía en la misma dirección. La moraleja, un
vital para la expansión de las exportaciones lati tanto obvia, es que los países latinoamericanos
noamericanas. De otro lado, si bien al sector pri tienen necesariamente que instaurar y operar
vado y al mecanismo de mercado les corresponde una economía mixta, en la que tanto el sector
un rol indispensable, la acción del gobierno sigue privado como el Estado desem peñen papeles im
siendo imprescindible en una serie de aspectos. portantes. Los sistemas polares con valores 0 y 1
Le compete, en efecto, establecer el contexto glo para los roles económicos del sector privado y
bal propicio; proporcionar la infraestructura bá público —al m argen de a quién se le asigna el 0 y
sica e incentivar la formación de capital hum ano el 1— están condenados al fracaso. Ahora bien,
adecuado para el desarrollo; incentivar y en al cada país tiene que definir por sí mismo cuál es la
gunos casos iniciar cierto tipo de actividades que combinación óptima.
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I
R E V I S T A D E L A C E P A L N** 3 7
Potencialidades
y limitaciones
Opciones para de la integración
la integración y la cooperación
regional 1. P ro p ó sito s y d ile m a s
Al mismo tiempo, en el m undo está forján tiende a ser superado por instalaciones más ver
dose un proceso de reestructuración de la divi sátiles y reducidas. Una excepción a esta tenden
sión internacional del trabajo. Ello es el resultado cia sigue siendo la industria automotriz.
de la incorporación de la microelectrónica y la Lo anterior no significa que todos los países,
automatización a los procesos productivos, y de aun en las condiciones actuales, puedan acceder
los revolucionarios descubrimientos en materia a la creación de industrias como siderurgia, pe
de ingeniería genética y otras técnicas similares. troquímica, aluminio, algunos bienes de capital
Estas verdaderas mutaciones en las formas de de largas series de producción, o electrónica
producción deberían orientar las transformacio avanzada. La principal limitante se encuentra en
nes en los sistemas productivos de los países lati la capacidad tecnológica y productiva del conjun
noamericanos y del Caribe. Cabe agregar que los to de la economía para potenciar a las empresas
cambios tecnológicos están contribuyendo a des productoras y darles la infraestructura de apoyo
valorizar los precios de las materias primas de necesaria. En general, en los países de la región
exportación de la región, a generar productos no existe una infraestructura que sea capaz de
sustitutivos de m enor valor, y a disminuir el con sustentar un desarrollo autónomo. La carencia
tenido físico de insumos en los productos finales, central se encuentra en el sistema científico y
m ediante la “miniaturización” de la mayoría de tecnológico, así como en su potencialidad para
sus componentes mecánicos y, en particular, de colaborar en la modernización y transformación
los electrónicos. perm anente del aparato productivo, mediante
La heterogeneidad de los países latinoameri el empleo de tecnologías que incorporan más
canos y del Caribe, sumada a su diferente grado valor intelectual, en contraposición a mano de
de industrialización, hace que las estrategias para obra no calificada.
adaptarse a estas nuevas condiciones sean tam La transform ación desde una especialización
bién distintas. En ciertos casos bastará con reem internacional basada en actividades de uso inten
prender el camino del desarrollo del sistema pro sivo de mano de obra a otra de mayor contenido
ductivo. En otros, en cambio, será preciso aplicar tecnológico, no es simple ni automática. El incre
rectificaciones más profundas. mento de los recursos aplicados al desarrollo
científico y tecnológico y a la innovación, debe ir
acompañado de un poderoso sistema de capaci
2. E l p a p e l q u e p u e d e d e s e m p e ñ a r la in te g r a c ió n tación y formación de personal altamente espe
e c o n ó m ic a cializado.
Tradición al mente, la mayor parte de los pro
En los inicios de los procesos de integración, fue cesos tecnológicos más ahorradores de mano de
relativamente simple identificar cuál era su pa obra, así como los equipos automatizados que
pel. Los países recién comenzaban el desarrollo cumplen una función similar, han sido im porta
sistemático del aparato industrial y, en conse dos desde los países industrializados. Esto provo
cuencia, casi nadie ponía en duda la necesidad de ca una im portante brecha ocupacional y de ba
industrializarse. El tamaño de los mercados in lanza de pagos, dado el alto costo de esas tecnolo
ternos definía el tipo de actividades productivas gías y equipos, y sus efectos desplazadores de
que se podían im plantar de manera autónom a y mano de obra. Un mercado ampliado, resultante
aquellas que, por sus economías de escala, exce de un proceso de integración efectivo, puede
dían la potencialidad del espacio nacional. ayudar a crear las condiciones para un desarrollo
En la actualidad, el tamaño de las plantas tecnológico y productivo más acorde con una
productoras continúa desem peñando un papel participación activa en la economía internacio
decisivo para lograr costos competitivos en deter nal. Puede perm itir, además, desenvolvimientos
minadas ramas de la economía; sin embargo, el conjuntos que precisan de grandes espacios eco
“gigantismo”*^ que im peró hasta los años setenta nómicos de sustentación. Es claro que la integra-
^Por ejemplo, altos hornos en la industria siderúrgica de dares de enormes escalas de producción, barcos supertan-
capacidad unitaria de 3 a 4 millones de toneladas de arrabio ques de más de 300 000 toneladas para el transporte de
por año, equipos "transfer” de mecanizado de piezas están combustibles y productos a granel, etc.
O P C IO N E S P A R A L A I N T E G R A C IO N R E G IO N A L / £ G ana y /l, H erm ùdei 91
ción no garantiza éxito en un proyecto de esta o mediante agrupaciones subregionales para co
naturaleza, pero sí hace factible para la gran laborar en proyectos específicos de interés com
mayoría de las naciones una tarea que, de em partido.
prenderse aisladamente, resulta casi imposible.
En el complejo marco de profundas mutacio 3, L a f u n c i ó n in te r n a c io n a l de la u n id a d
nes en la economía internacional —derivadas so r e g io n a l
bre todo del progreso científico y tecnológico y A las funciones de la integración para hacer posi
de la internacionalización de los procesos pro ble el desarrollo de un sistema productivo efi
ductivos— la noción de mercado ampliado difie ciente y dinámico, se suman con igual vigor las
re del concepto tradicional. En efecto, éste se que apuntan a lograr una participación menos
entendía preferentem ente como el resultado de vulnerable y dependiente en la economía inter
mecanismos de liberación arancelaria y de la eli nacional. La crisis internacional desatada en los
minación de las restricciones no arancelarias, en últimos años ha puesto de relieve, una vez más,
un plano multilateral. Un enfoque de esa natura que en las relaciones internacionales se ha acen
leza es insuficiente frente a las realidades expues tuado el uso de la presión y la fuerza como nor
tas. El mercado ampliado se concibe como un mas de convivencia. El proteccionismo de los
medio para producir un sólido entrelazamiento países desarrollados, ejercido por los principales
entre las economías y sus operadores —sean és copartícipes comerciales de la región, hace indis
tos públicos o privados— , en el cual el elemento pensable crear un poder de negociación que ayu
central está dado por la capacidad de concerta- de a neutralizar los perniciosos efectos que esas
d ó n entre gobiernos para impulsar diversos es acciones podrían generar en los principales ru
quemas de producción e iniciativas de inversión bros de exportación.
compartidas. Ello incluye mecanismos de desgra- Así como la unidad es un requisito para el
vación arancelaria y la eliminación de otras res desarrollo de una estrategia de modernización y
tricciones al comercio, pero el aspecto medular se dinamización del sistema productivo, es igual
encuentra en la creación de una sólida y estable mente condición necesaria para organizar y ejer
interdependencia. cer una capacidad de negociación en el plano
Frente a esta tarea, la cooperación regional internacional que tenga credibilidad y eficacia.
debe constituirse en otro factor esencial. Lo ex Esto supone que la industrialización, el desarro
puesto sobre desarrollo científico y tecnológico llo agrícola y, en general, el del sistema producti
supone modalidades de acción coordinada que, vo —incluso los servicios concomitantes—, se
partiendo de las diferentes capacidades existen apoyen prioritariam ente en el mercado regional
tes, las potencie y abra paso a un proceso de o subregional, según sea el caso. No es ésta una
generación y difusión de tecnologías apropiadas. selección dogmática. En las actuales circunstan
Asimismo, debe perm itir la adquisición de deter cias de la economía internacional, ella correspon
minadas tecnologías que, casi siempre, se comer de al convencimiento de que para la región es
cian a partir de ofertas monopólicas, y donde la más viable aprovechar las potencialidades de los
capacidad agregada de negociación puede ser mercados internos conjuntos, como una forma
determ inante para su obtención y la fijación de de aum entar la autonomía nacional y regional. O
precios adecuados. lo que es lo mismo, acrecentar los grados de
libertad para elegir una estrategia de desarrollo
En síntesis, la evolución económica y produc que perm ita alcanzar un mayor dominio sobre
tiva de los últimos años exige concepciones de los recursos y las estructuras productivas y cam
integración y cooperación diferentes a las tradi biar cualitativamente el modo de su inserción en
cionales. En ellas, algunos instrumentos, espe la economía mundial.
cialmente los de carácter arancelario, pierden
importancia relativa y se deberá impulsar la bús
4. L o s o b stá c u lo s a la in te g r a c ió n
queda de una interdependencia económica más
estable y global. Del mismo modo, la heteroge En los esquemas de integración latinoamericanos
neidad prevaleciente en la región obliga a in —Asociación Latinoamericana de Integración
tentar avances en diversos campos y mecanismos, ( a l a d i ) . M ercado C om ún C entroam ericano
92 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 3 7 / A b ñ l de 1 9 8 9
(mcca) y G rupo Andino—, faltó una alineación niencia de que la integración sea más selectiva y la
de los países mayores en torno a una idea com de precisar con claridad los objetivos, a fin de
partida respecto a los objetivos comunes de largo elegir los instrum entos más aptos para la conse
plazo y los instrum entos e instituciones más efica cución de sus metas.
ces para lograrlos. Aunque en la actualidad los aranceles de
En la alalc/ aladi, la Argentina, Brasil y Mé aduana siguen teniendo importancia en la crea
xico han pasado por distintas etapas de valoriza ción o desviación de las corrientes de comercio
ción de la importancia de un proceso efectivo de internacional, también son importantes las res
integración. Sólo recientem ente los Gobiernos tricciones no arancelarias, las paridades cambia
de Argentina y Brasil han mostrado una motiva rías, los créditos y mecanismos de financiamien-
ción más profunda para la creación de una inter to, las compras del Estado, los acuerdos de inter
dependencia económica real entre sus países, cambio compensado, las transferencias internas
con una orientación inicialmente bilateral. El condicionadas de las empresas transnacionales, y
G rupo Andino, liderado inicialmente por Chile y otros múltiples factores vinculados a la calidad de
Colombia, se vio perturbado por el retiro de Chi los productos, su transporte, modalidades de co
le y por la pérdida de convicción sobre el verda mercialización, etc. Si el propósito de la integra
dero papel del G rupo en la integración regional. ción es generar vínculos económicos estables
Cabe recordar que este esquema tuvo su origen entre los países miembros de un esquema, será
en la necesidad de dinamizar un proceso —la indispensable definir prim ero la naturaleza y
A i . A i . c — que comenzaba a languidecer notoria profundidad de los nexos que se quiere lograr, y
mente antes de los diez años de su creación. Fi acomodar luego los instrumentos a ese objetivo.
nalmente, el Mercado Común Centroamericano Por otro lado, cabe advertir una gran resis
—que alcanzó un im portante desarrollo comer tencia de los gobiernos a avanzar en los mecanis
cial, pero envueltí) en la actualidad en conflictos y mos de carácter multilateral. Ello se explica por
graves tensiones— , ha sufrido serios retrocesos y la dificultad para precisar objetivos de largo pla
se desdibu jó el liderazgo que ejercieron los países zo, causada por la crisis económica, y la tendencia
más im portantes de esa subregión. —derivada del mismo factor— a no contraer
Por lo general, el respaldo político que los compromisos de cumplimiento complejo. En las
gobiernos han brindado a la integración, ha sido condiciones actuales, el dilema entre multilatera-
de carácter más bien declarativo. Ello explica que lismo y bilateralismo, es más teórico que real.
no se haya logrado hacer partícipes de esta inicia La gran mayoría de los gobiernos de la región
tiva a los operadores del sector público ni a las no está en situación de asumir los riesgos del
empresas del Estado. Por su parte, los em presa cumplimiento de obligaciones muy amplias y de
rios del sector privado se han involucrado en resultados inciertos. Esto no significa que no sea
form a limitada. Tam poco se han comprometido deseable que los esquemas de integración subre
en estos procesos las sociedades civiles ni sus me gionales sigan buscando los elementos de nexo
dios de expresión, como son los partidos políti colectivo que pertenecen a la esencia misma de su
cos. Una buena parte de los diversos estamentos cometido^.
de la sociedad no han logrado percibir las ven
tajas de la integración. Esto .se debe a que no se 5. L o s b e n e fic io s d e la in te g r a c ió n
avanzó suficientemente en aquellas materias que
más directam ente benefician a la población, ya El tema de los beneficios y costos de la integra
sea en la libertad de desplazamiento y de acceso ción es, con certeza, uno de los más controverti
al trabajo entre los países miembros de un mismo dos y difíciles de sustraer del terreno m eramente
esquema, o en otras formas de similar efecto, teórico o de las apreciaciones subjetivas. El incre
como la educación y capacitación técnica, valida mento de las relaciones comerciales, que como se
ción de títulos, etc. vio fue im portante hasta el inicio de la crisis eco-
A parte la necesidad de liderazgo de los paí
ses mayores en cada esquema subregional —y '^Para mayores antecedentes sobre este tema, véase, ce-
que es preciso hacer de estos procesos un proyec PAi,, M u ltü a iera lim o y bilateralismo en la aladi (ix:/r. 564), San
to político nacional—, cabe destacar la conve tiago de Chile, 9 de febrero de 1987.
O P C IO N E S P A R A L A I N T E G R A C IO N R E G IO N A L ! E . G ana y /l. B ennüdez 93
^Rudiger Doriibush: “Lo.s testos y beneficios de la inte '’Para una descripción pormenorizada de las iniciativas
gración económica regional” artículo aparecido en la revista de cooperación, ver Integración y cooperación regionales en los
E s tu d io s , año iv, N‘’ 19, Córdoba (Argentina), julio- años ochenta, Serie Estudios e Informes de la ta-PAi., N” 8,
septiembre de 1981. Santiago de Chile, 1982,
94 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 37 / A b r il d e 1 9 8 9
La conclusion que surge del análisis anterior los países. La integración es, por lo tanto, un
es que Ja integración es un proceso complejo, de medio para coadyuvar al logro de los objetivos de
dimensiones políticas, económicas y sociales, y la sociedad en el plano interno y para viabilizar
que debe ser funcional a las visiones y variantes una participación más equitativa y dinámica en la
de desarrollo integral de la sociedad que se den economía internacional.
II
Algunas iniciativas recientes
E1 esquema básico parece simple, pero a lo Las mayores novedades se presentan en rela
largo del proceso de negociación, iniciado en ción al desarrollo agropecuario e industrial, a la
abril de 1987, se han detectado numerosas difi cooperación económica y social, a los aspectos
cultades cuya solución es aún incierta. Las actua institucionales y a la Decisión 24 sobre el régimen
les dificultades son, por cierto, subsanables, pero común a la inversión extranjera. La modificación
requieren un profundo cambio en la voluntad, de esta última constituye uno de los aspectos más
en el estilo y en las modalidades de negociación. cuestionados del Protocolo Modificatorio, dado
El entorno político regional y la resolución mi que siempre se asoció con la esencia misma del
nisterial señalada son un avance en esa dirección. Acuerdo. Queda sí abierta la posibilidad de que
No obstante, al parecer aún no se ha logrado que en el futuro se puedan reexaminar algunos de
prevalezca una mentalidad negociadora diferen esos principios básicos, los que en esencia inten
te, orientada a buscar una nueva interdependen tan preservar los beneficios del proceso para los
cia regional, en lugar de simples transacciones países miembros.
comerciales que pueden tener duración efímera.
Toda iniciativa de reactivación del intercam
bio con perspectivas de largo plazo, requiere me c) E l A c u e r d o a r g e n tin o -b r a s ile ñ o
loria m agnitud social en todos y cada uno de los ello implica la estabilización y reordenam iento de
países de la región, que gravita en las economías las principales variables macroeconómicas. Un
de los mismos. program a para Nicaragua requeriría del orden
A la luz de estos antecedentes, y coincidente de los 400 millones de dólares —cifra que, por el
m ente con los lineamientos expuestos por los momento, debe considerarse también como hi
ocho presidentes latinoamericanos en Acapulco, pótesis de trabajo— a fin de restablecer la capaci
queda de manifiesto la urgente necesidad de to dad productiva y detener la inflación, mediante
m ar medidas que apunten a las soluciones de los una inyección de bienes de consumo. En el caso
problemas de la deuda externa, de la reactiva de El Salvador, la cifra sería inferior, dado el
ción del comercio intrasubregional y de los refu apoyo financiero externo de que ya dispone di
giados. cho país.
Para la solución de la d e u d a e x te m a global, la Las medidas enunciadas apuntan precisa
conjunción de esfuerzos de los países centroame mente a revitalizar el esquema de integración y
ricanos con los del resto de América Latina es el superar parte de los serios escollos que enfrentan
eje fundam ental de acción, en particular ante las sus países miembros. A ello debe agregarse la
naciones industrializadas y los organismos finan coordinación y unificación de esfuerzos no sólo
cieros internacionales. para enfrentar el problema de la deuda externa,
La deuda intrarregional requiere de recur sino para desarrollar las exportaciones y la coo
sos externos frescos destinados al pago de una peración económica latinoamericana e interna
parte del saldo pendiente. Este esfuerzo se esti cional.
ma —como prim era hipótesis de trabajo— en El tema de los r e fu g ia d o s y d e sp la za d o s consti
aproxim adam ente 250 millones de dólares en el tuye un grave problema social, que indudable
próximo trienio, unido a una renegociación del mente tiene serias repercusiones económicas. El
resto, y requiere un apoyo im portante y solidario principal receptor es Estados Unidos. México co
de los países latinoamericanos y de la comunidad bija en su territorio a cerca de 200 000 personas,
internacional. Una opción que podría provenir provenientes fundam entalm ente de El Salvador,
de los propios países latinoamericanos consistiría Guatemala y Nicaragua. En Costa Rica el proble
en el suministro de bienes pagaderos a largo ma se presenta también. No existen cuantifica-
plazo y en condiciones claramente concesionales. ciones relativamente confiables sobre este impor
La r e a c tiv a c ió n d e la s c o rrie n te s de in te rc a m b io tante aspecto, pero sí hay un reconocimiento co
c o m e rc ia l entre los países centroamericanos es un m ún de su gran magnitud y de que, por tanto,
factor propulsor del mejoramiento de la econo representa una prioridad política para la subre
mía regional. Un elemento fundam ental sería el gión.
restablecimiento de la capacidad productiva ex La solución de este aspecto debe integrar los
portadora de los países más deteriorados econó elementos de asistencia directa de alimentación,
micamente y el financiamiento de las exportacio salud y educación, con aquellos relativos a la
n es—o importaciones— en las diversas etapas. El “repatriación” de grupos de refugiados. Es preci
increm ento de las exportaciones industriales so otorgarles medios que les permitan ejercer sus
perm itiría recuperar 58% del nivel perdido en capacidades productivas, con lo cual vuelvan a
las exportaciones intrarregionales. inyectar recursos a las economías nacionales de la
La reactivación comercial y el manejo de la subregión. De acuerdo con estudios prelimina
deuda externa —global e intrarregional— no tie res, para iniciar la solución del problema se re
nen solución estable sin la recuperación de las queriría una suma cercana a los 250 millones de
economías más afectadas de la región. A su vez, dólares.
O P C IO N E S P A R A L A I N T E G R A C IO N R E G IO N A L / E . G ana y A . B e rm ú d ez 99
III
Algunas propuestas sobre políticas,
estrategias y medidas
—al igual que en otras naciones de la región— el geopolíticas. Las dificultades para enfrentar esta
gasto militar compite abiertam ente con los recur empresa son enormes y provienen en propor
sos para el desarrollí) económico y social. ción im portante de elementos disgregadores de
La potencialidad real de conflictos en la re fuera de la región. No obstante, parece ineludi
gión se encuentra, como norm a general, en las ble comenzar a trabajar lo antes posible en este
disputas fronterizas entre países vecinos. El ha frente.
llazgo de fórmulas colectivas de solución a dichas
situaciones debería dism inuir la escalada arm a c) B ú s q u e d a d e u n m e c a n ism o d e p a r tic ip a c ió n
mentista, puesto que, en muchas ocasiones, los p o lític a
sentimientos nacionalistas impiden evaluar obje
En su Protocolo Modificatorio, el G rupo An
tivamente la relación costo-beneficio de tales dis
dino incorporó al Parlamento Andino en calidad
putas territoriales. En ciertas oportunidades, ello
de órgano principal del Acuerdo. Al mismo tiem
lleva a los gobiernos a gastar en armamentos más
po, se están determ inando sus esferas de compe
de lo que representa efectivamente el objeto de
tencia y las formas concretas de vertebración con
litigio, incentivando a los países vecinos a nuevos
las actividades de la integración. A mediano pla
esfuerzos armamentistas. No se pueden olvidar,
zo se contempla la posibilidad de que los miem
sin embargo, los poderosos intereses económicos
bros del Parlamento sean elegidos por votación
y políticos extrarregionales que contribuyen a
directa.
generar tensiones, muchas veces artificiales.
El 2 de octubre de 1987 se aprobó, en Guate
Desde otro ángulo, las tensiones y conflictos
mala, el Tratado Constitutivo del Parlamento
bilaterales no sólo inciden en las vinculaciones
Centroam ericano y otros órganos afines , y el 16
entre los países involucrados, sino que tienden a
de noviembre, en Lima, el Tratado de Institu-
frenar e inmovilizar las iniciativas de integración
cionalización del Parlamento Latinoamericano .
y cooperación regionales, como se ha demostra
Estas iniciativas procuran llenar el vacío de parti
do recientem ente en Centroam érica. ¿Cómo
cipación de las instancias políticas en los esque
pueden contribuir la integración y la coopera
mas de integración y cooperación subregionales
ción a una modificación positiva de esta situa
y regionales. El propósito central es que dichas
ción? A continuación se plantean algunas ideas
entidades se conviertan en un cauce de expresión
en esta dirección.
de las tendencias políticas que existen a nivel de
i) Propiciar que la unidad regional, a través cada país, las que en la actualidad no encuentran
de la integración, es una vía factible de propor vías idóneas para intervenir en las acciones de
cionar una seguridad nacional real a los países, cooperación e integración. Como consecuencia
m anteniéndose los atributos de una soberanía de ello las fuerzas sociales no se sienten compro
efectiva; metidas con los procesos de unidad regional y su
ii) Crear un ambiente político favorable a apoyo es por lo general puram ente retórico.
someter los conflictos a soluciones pacíficas que
alejen la amenaza del uso de la fuerza, compro 2. C o n v e r g e n c ia de los e sfu e rzo s re g io n a le s
m etiendo la voluntad política global de la región
en esta iniciativa; y La integración y la cooperación regionales sólo
iii) Proponer la suscripción de un tratado alcanzarán su pleno desarrollo cuando logren
latinoamericano que garantice a cada uno de los vincularse estrecham ente a las prioridades bási
países la integridad territorial o una garantía de cas de los gobiernos, reflejadas en sus respectivas
no agresión; la reducción gradual y sistemática políticas económicas. Se trata de una condición
de los gastos militares para dedicarlos al desarro fundam ental, que implica cerrar la tradicional
llo económico y social; y el respeto a la democra brecha entre la declaración política global y la
cia como forma de gobierno y al pluralismo ideo actividad de los agentes operativos. Estos deben
lógico. involucrarse directam ente en la estructuración
En las tareas políticas de la índole señalada de los diversos program as de las instituciones
no deberían estar ausentes los órganos de inte regionales.
gración y cooperación, puesto que les compete y Por otra parte, se hace imprescindible supe
les beneficia la neutralización de las tensiones rar la disociación institucional existente en la re
OPCIONES PARA LA INTEGRACION REGIONAL / E. Gana y A. Bermúdez lü l
las tasas de interés, llevándola a sus niveles histó- sultado de las políticas de subsidios de los países
ricos- Para estos fines existen diversos preceden industrializados,
tes jurídicos que avalan la reconsideración. En iii) Promover el intercambio tecnológico en
esta materia, América Latina y el Caribe tienen el sector agrícola, de modo de diseminar el cono
un elevado poder de negociación que no están cimiento y afianzar la creación de tecnologías
utilizando, lo que incide directam ente en su desa apropiadas. Lo anterior no sólo estará orientado
rrollo económico y social. Es urgente, por tanto, al sector exportador, sino especialmente a la eco
estructurar y aplicar dicha capacidad de negocia nomía de subsistencia, que sufre graves rezagos
ción, poniéndola al servicio de los legítimos inte productivos y alimenticios.
reses de los países. iv) Coordinar y organizar los diversos esfuer
zos que se desarrollan en relación a la seguridad
d) M e d i d a s se c to ria le s alimentaria a nivel nacional, subregional y re
gional.
i) Cabría efectuar un gran esfuerzo conjunto
v) Poner en práctica un program a de coope
para buscar fórmulas que tiendan a la revitaliza-
ración en el sector de los servicios, que permita
ción de los procesos de industrialización, sobre la
sustentar una posición conjunta en las negocia
base de directrices nacionales y subregionales.
ciones de la Ronda Uruguay del g a t i .
Estas directrices deben examinarse en profundi
dad, a la luz de las tendencias de los mercados En esta esfera pueden plantearse medidas
internacionales, los cambios tecnológicos y la di tales como el desvío de comercio hacia países de
visión internacional del trabajo imperantes. Asi la región, y las que tienden a facilitar la presta
mismo, es preciso tener presente los eslabona ción interregional de servicios, por ejemplo, el
mientos productivos, las esferas de especiaUza- otorgamiento de preferencias regionales o sub
ción y, en particular, las complementariedades regionales en m ateria de acceso a mercados,
que se puedan lograr en productos complejos y compras gubernamentales y financiamiento del
en ramas dinámicas y m odernas de la economía, intercambio.
a partir de los mercados ampliados que ofrecería Medidas como las descritas pueden impul
la integración. sarse en un plazo relativamente breve, ya que las
Es dable aprovechar los espacios ampliados iniciativas correspondientes existen y han sido
para transform ar la actividad industrial, espe discutidas, pero sus resultados pueden dem an
cialm ente en aquellas ram as que presentan dar períodos más prolongados.
brechas o niveles de consumo muy reducidos. Para el mediano plazo —incluso en forma
Los países que han alcanzado un desarrollo im simultánea con las medidas anteriores—, la re
portante en la región pueden colaborar eficaz gión requiere avanzar en los necesarios ajustes
m ente con los países de m enor desarrollo relativo que deberán realizarse al aparato productivo pa
en la aplicación del progreso técnico a las activi ra adecuarlo a las nuevas circunstancias de la
dades fabriles. economía internacional. El entorno para los pró
ii) O rganizar un esquema de cooperación ximos años será altamente tecnificado y competi
agropecuaria y de productos básicos con miras a tivo, lo que obliga a una perm anente moderniza
increm entar el abastecimiento regional, asegu ción de las estructuras productivas. Sin este re
rar niveles racionales de consumo y lograr el quisito, la región no podrá superar las crecientes
máximo de autonomía, en especial con respecto a limitaciones que emanan del cambiante escena
los mercados internacionales. Estos, como es co rio mundial, ni modificar cualitativamente su in
nocido, sufren profundas variaciones como re serción en el ámbito internacional.
R E V IS T A D E L A C E P A L N ” 37
Como parte de una estrategia de desarrollo basa
da en la industrialización y en el fortalecimiento
de los mercados internos, los países de América
Una nueva Latina comenzaron a poner en práctica mecanis
mos de integración económica en la década de
estrategia para 1960. Sus esfuerzos se fundamentaron en las
experiencias traumáticas de la gran crisis de los
la integración años treinta y de la Segunda Guerra Mundial.
A consecuencias de la gran crisis, los países
latinoamericanos se encontraron sin recursos pa
C arlos M assad* ra pagar sus importaciones y mucho menos su
deuda. Los bonos de la deuda de países latinoa
mericanos llegaron a transarse en Londres a
La gran d epresión del decenio de 1930 y la se g u n d a unos 16 centavos de dólar, en promedio, y las
g u e rra m un d ial fo rzaro n un proceso de credm ieiU o recompras de esos bonos que los países realiza
hacia a d e n tro en A m érica Latina que continuó más ron hacia 1936 y 1937 se lograron a precios simi
ta rd e a im pulsos de los im portantes intereses que se lares.
g e n era ro n a lre d e d o r d e la producción industrial de la
región. El ag otam iento del proceso de sustitución de
im portaciones a nivel nacional gen eró un nuevo es
fuerzo intelectual p ara buscar estrategias de desarrollo
adecuadas; de ahí surgió el interés p or la integración I
económ ica, el que a d q u irió gran im pulso a p a rtir de
1900. La integración fue m uy exitosa en térm inos del
a u m e n to del com ercio e n tre los países participantes de
El desarrollo hacia adentro
los distintos esquem as, y p ro n to se agreg aro n m ecanis
mos q u e contrib u ían a a h o rra r divisas en el financia-
m iento de los pagos del ct)m ercio regional.
Sin em bargo, el cam bio en las circunstancias e x te r
El mundo no había alcanzado aún a recuperarse
nas, llevó a los países a reco n sid erar su estrategia p ro completamente de la Gran Depresión cuando la
ductiva c iniciar una etapa de a p e rtu ra de su com ercio Segunda Guerra Mundial paralizó el abasteci
hacia el resto del m undtx Ln este m arco la integración, miento de maquinarias, repuestos, bienes de
concebida com o un proceso p ara fortalecer la sustitu consumo durables y otros productos, provenien
ción de im portaciones, se convirtió en un obstáculo a la
nueva estrategia. La integración e n tró en crisis.
tes de los Estados Unidos, Europa y Japón.
(m rio sam en te, esta crisis o c u rre en Am érica Latina
No debe sorprender a nadie entonces que los
cu an d o las tendencias actuales m uestran que el m undo países de América Latina miraran hacia adentro
del fu tu ro será un m u n d o de grandes conglom erados para buscar el abastecimiento de todo tipo de
económ icos y financieros. Los países de A m érica Lati bienes necesarios para su desarrollo. Por lo de
na no p ueden sttbsistir af ro n tan d o esa situación como
más, para poder mantener en operación el stock
países individuales.
Es indispensable com enzar a considerar cuidadosa
de capital existente era necesario producir de
m en te u n a nueva estrategia de integración: la integra alguna manera los repuestos y piezas de reem
ción hacia afu era. Esta consiste en hacer funcional al plazo indispensables, lo que llevó a iniciar es
objetivo de e n fre n ta r los m ercados externos, todo el fuerzos productivos en esa dirección. No faltan
proceso d e negociaciones de desgravacióti intrarregio- quienes ven en estos esfuerzos, equivocadamen
nal, de aproxim aciones al arancel ex tern o com ún y de
coordinación de políticas económ icas.
te, una conducta irracional e ineficiente en vez de
una verdadera necesidad de supervivencia.
Estas tendencias de desarrollo hacia adentro,
impuestas por las circunstancias más que por los
deseos, se vieron fortalecidas por el hecho de que
*i''.xperto I’ritu'ipal del Proyecto tloniunlo i'nco/ci.i’ai. durante largos períodos desde el segundo dece
iíia 7/003 Módulo [i “Pinanciamiento del desarrollo”. El ar
/8
nio de este siglo los términos del intercambio de
tículo se basa en una contcrencia dictada poi e! auloi en el
Instituto para la Integración deAmérica Latina(inr.\i.) el 8de América Latina se movieron desfavorablemente.
noviembre de 1988. La observación de este hecho, así como el recono
cimiento de que la demanda de servicios crecía
106 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 37 / A b r il d e 1 9 8 9
II
La integración hacia adentro
El pesado costo pagado para sostener este proce troamericano. En 1969 se estableció el Sistema de
so después que el resto de la economía mundial Integración Andino dentro de alalc y luego en
había normalizado su producción y se habían 1973 se creó el Mercado Común de la Comuni
resuelto los problemas de transporte generados dad del Caribe, caricom. Entre estos países
por la guerra, llevó a un rápido agotamiento de miembros de la caricom se creó en 1981 la Orga
las oportunidades de crecimiento por la vía de la nización de Estados del Caribe Oriental.
sustitución. Esto generó un nuevo esfuerzo inte Los esfuerzos integradores fueron extraor
lectual para buscar estrategias de desarrollo que, dinariamente exitosos en términos del aumento
aprovechando al máximo la estructura producti del comercio entre los países miembros. Entre
va existente, pudiesen crear oportunidades de 1960 y 1980 los países miembros de la alalc
empleo y crecimiento adicionales. Así surgió habían aumentado 20 veces el valor de su comer
el interés por la integración económica, que per cio entre ellos, mientras que su comercio con el
mitiría ampliar el mercado para los productos resto del mundo se había multiplicado solamente
manufacturados de la región, facilitando el apro por diez. El éxito era aún mayor en los países
vechamiento de las economías de escala. La susti integrantes del Mercado Común Centroamerica
tución de importaciones se haría así a escala re no: el comercio entre ellos había aumentado 40
gional, reduciendo drásticamente los costos na veces mientras su comercio con el resto del mun
cionales de la estrategia de sustitución. do se multiplicaba por nueve. En el caso de la
Surgieron en 1960 la Asociación de Libre Comunidad del Caribe, el comercio entre ellos se
Comercio de América Latina, a l a i .c , reestructu había elevado en 17 veces, comparado con un
rada en 1980 como Asociación Latinoamericana crecimiento de su comercio total de diez veces.
de Integración, a i .a d i , y el Mercado Común Cen Los países del Grupo Andino, por su parte, pro
U N A N U E V A E S T R A T E G IA P A R A L A IN T E G R A C IO N / 6. Aíawíirf 107
bablemente el caso más impresionante de creci sar los pagos entre sí mientras éstos se mantuvie
miento del comercio, habían aumentado el co sen dentro de los límites de crédito convenidos.
mercio entre ellos en 50 veces, comparado con El más importante de estos convenios de pa
un aumento de sus exportaciones al resto del gos, el de la a i .a l c / a l a d i , mostró un crecimiento
mundo de sólo ocho veces. en los saldos de compensación desde 31 millones
de dólares en 1966 hasta 1 648 millones de dóla
Este proceso de rápido crecimiento del co res en 1981. El total de operaciones cursadas a
mercio fue estimulado mediante mecanismos través de los convenios se elevó desde 106 millo
que permitían ahorrar divisas extrarregionales nes de dólares en 1966 a 9 331 millones de dóla
en los pagos del comercio regional. El estableci res en 1981, lo que representó un 83% del total
miento de la Cámara de Compensación del Mer de las exportaciones entre los países miembros.
cado Común Centroamericano en 1960; del Para financiar ese total de exportaciones, que
Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la llegó a 11 200 millones de dólares en este último
A L A i . c en 1965 (en cuya concepción y puesta en año, sólo fue necesario transferir divisas por
marcha me cupo el honor de participar) y de la 2 500 millones de dólares, equivalentes al saldo
Caja Multilateral de Compensación del Caribe en de la compensación más las transferencias antici
1977, facilitaron la concesión de créditos recípro padas por operaciones que excedieron los límites
cos entre los países participantes, para compen de crédito convenidos.
III
La década de 1970:
el cambio de las estrategias nacionales
Este éxito resonante de la integración, sin embar el resto del mundo. Los organismos de integra
go, no era un éxito duradero, capaz de resistir ción entraron en crisis; se debilitaron sus institu
condiciones externas adversas y aun proveer una ciones; algunos países comenzaron a reconside
apropiada dinámica de desarrollo. Mientras las rar su participación en determinados esquemas y
condiciones externas fueron favorables, la inte un país se retiró formalmente de uno de los es
gración se desarrolló sin tropiezos, aunque gene quemas de integración en el que participaba.
rando crecientes desequilibrios al interior de ca Parecía que el cuello de botella del fmancia-
da sistema. En el caso de la a l a l c / a l a d i , por miento externo había desaparecido, por lo que
ejemplo, en 1981 la suma de los déficit de los cabía la posibilidad de correr riesgos en cuanto a
países con déficit alcanzaba a poco más de 2 700 la apertura económica, confiando en el financia-
millones de dólares, mientras que Brasil registra miento fácil y barato que la expansión de los
ba un superávit de unos 2 500 millones de dóla euromercados estaba proveyendo.
res, representando el 91% de los déficit acumu
lados. El planteamiento estratégico a fines de los
Por su parte, el avance en la desgravación de años setenta había variado: se trataba ahora de
las operaciones comerciales dentro de la región buscar en cada país individual la integración con
se hacía cada vez más difícil, y las metas compro el mundo más que con sus vecinos, financiando el
metidas en el acuerdo original de la a l a l c no proceso con deuda externa.
pudieron cumplirse. Los países encontraron Respondiendo a las nuevas realidades, los
que, en las circunstancias vigentes hacia fines de compromisos de integración se flexibilizaron o
los años setenta, cabía reconsiderar su estrategia simplemente dejaron de cumplirse. La a l a l c se
productiva e iniciar, con mayor o menor agresivi convirtió en a l a d i , con compromisos mucho más
dad, una etapa de apertura de su comercio hacia cercanos a la realidad circunstancial de fines de
108 R E V IS T A DE L A C E P A L N " 37 / A b r il de 1 9 8 9
los años setenta. En algunos países centroameri desarrollo más que como una base para susten
canos comenzó a bullir la discusión sobre su pro tarlo. Esfuerzos por crear una moneda común
pia estrategia de desarrollo, discusión en la que que fuera más allá de una mera unidad de cuenta
los compromisos de integración adquiridos apa sin trascendencia económica, fracasaron o se
recían como una restricción a las posibilidades de dejaron de lado.
IV
La década de 1980: la crisis
cursos, tanto mediante aumentos de capital como que a dejar de pagar comercio con el resto del
mediante depósitos de los bancos centrales de los mundo. Esto no es sino una indicación adicional
países miembros, y planea nuevos pasos para de las dificultades que ya estaba sufriendo el
extender su ámbito más allá de los límites del proceso de integración aun antes de la crisis de la
Pacto Andino. deuda.
Debo enfatizar mi convicción de que las difi Crecer cuesta divisas, y el comercio con la
cultades generadas por la crisis de la deuda sólo región, si bien las ahorra, no las provee. Cada
agravaron las dificultades del proceso de integra punto porcentual de crecimiento del producto
ción que ya se percibían hacia fines de los años interno bruto cuesta 1 800 millones de dólares en
setenta. No ha de extrañar que cuando los países importaciones en promedio. Con las políticas de
de la región en conjunto deben aportar al resto apertura comercial seguidas en el pasado recien
del mundo recursos financieros netos por un te por muchos países de la región, la vulnerabili
total de 150 000 millones de dólares en poco más dad de ésta ante fluctuaciones en los mercados
de seis años, se produzcan dificultades de pagos mundiales se ha acrecentado. El peso de dicha
entre ellos. Lo que sí es más notable es que, al vulnerabilidad tiende a recaer .sobre el comercio
parecer, los países de la región han estado más con los vecinos, como lo demuestran las cifras
dispuestos a dejar de pagar comercio entre ellos disponibles.
Un elemento adicional crea nuevas incertidun- bre los países menos desarrollados. Esto no es
bres. La economía de los países industriales está sino otra manera de representar el hecho que el
ahora en el sexto año de un proceso de recupera proceso de ajuste de la economía mundial está
ción sin retrocesos, probablemente el período sometido a importantes asimetrías, materializa
más largo de crecimiento económico ininterrum das ya sea mediante la influencia de los organis
pido desde el término de la Segunda Guerra. Sin mos multilaterales de crédito o mediante la fuer
embargo, 1í ) s flujos de capitales o créditos hacia za de los pnipios hechos.
América Latina no se han recuperado. Parece El cambio en la estructura de los movimien
haber una modificación e.structural en la direc tos de capitales y de crédito tiene su reflejo más
ción de las corrientes de capital en el mundo, a directo en la paralización de los flujos de finan
impulsos de los grandes desequilibrios fiscales y cia miento hacia nuestros países. El sistema finan
de cuenta corriente de la balanza de pagos de los ciero internacional, tanto privado como multila
Estados Unidos. Estos desequilibrios se financian teral, se ha comportado procíclicamente de la
con endeudamiento externo o inversión ex misma manera que lo hizo en cada crisis econó
tranjera proveniente de Europa, Japón e incluso mica importante desde comienzos del siglo pa
de los propios países latinoamericanos. sado.
Un proceso de crecimiento de la economía Es perfectamente comprensible que el siste
mundial sometido a tan grandes desequilibrios ma financiero internacional privado se comporte
está destinado eventuamente a suf rir un proceso procídicamente. En realidad, los bancos, por su
de ajuste más o menos traumático según su velo propia naturaleza, tienen que proteger los inte
cidad. En este ajuste, desgraciadamente, los paí reses de sus depositantes y accionistas y entien
ses de la periferia verán nuevamente sufrir su den que los protegen mejor retrayendo sus prés
comercio exterior, ya que los desajustes deficita tamos cuando el conjunto de sus clientes experi
rios tenderán a corregirse probablemente con menta un acrecentamiento en los riesgos.
mayor velocidad que los superavitarios en los En cambio, no es comprensible ni aceptable
países industriales, forzando parte del ajuste so que los organismos de financiamiento multilate
lio R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 37 / A b r il d e 1 9 8 9
ral, que deben velar por un funcionamiento ex to no tiene interés, me parece, para promover el
pedito de la economía y el comercio mundiales, crecimiento y resolver las dificultades actuales.
se comporten de la misma manera. Tanto el Ban Estos planteamientos sólo apuntan a desta
co Mundial como el Fondo Monetario Interna car que en las circunstancias presentes no parece
cional están retirando recursos netos de nuestra que pueda esperarse un alivio sustancial de los
región, agravando los problemas de fínancia- problemas financieros de la región por la vía de
miento externo que aquejan a nuestros países. una mayor disponibilidad de recursos frescos
Ambos organismos parecen hacer esfuerzos por desde el exterior. En cambio, cabe poner énfasis
evitar este resultado negativo, pero esos esfuer creciente en la necesidad de buscar una solución
zos, hasta ahora, no parecen tener éxito. Si un más drástica al problema de la deuda mientras se
aumento de los recursos con que cuentan estas acentúa el ejercicio de toda nuestra capacidad
instituciones se ve entrabado en su uso por las negociadora para ampliar nuestras perspectivas
mismas limitaciones hoy día vigentes, tal aumen comerciales en el exterior.
VI
América Latina y el resto del mundo
V il
Los superbloques
¿Significa esto que debamos abandonar todo in Latina, con una población de unos 400 millones
terés en la integración de la América Latina? de habitantes, no podrá enfrentar desunida a los
¿Acaso las dificultades actuales deben hacernos superbloques del próximo siglo. Si lo hace, corre
echar por la borda el ideal político que inspirara a el riesgo de ser absorbida, al menos comercial y
los Libertadores hace ya 180 años? culturalmente.
Estas son preguntas tan importantes para el Y sin embargo, nuestra estrategia de integra
futuro de la América Latina que deben ser exa ción parece haber hecho crisis. No cooperamos
minadas con el máximo cuidado y objetividad. entre nosotros, a menudo ni siquiera con infor
No puedo pretender hacer aquí ese examen, pe mación. Los esfuerzos que realizan nuestros or
ro quisiera dejar sentados algunos hechos que, ganismos de integración se encuentran a menu
me parece, dan una señal muy clara de la natura do con un limitado interés de los gobiernos, lo
leza de la respuesta. que es absolutamente comprensible dadas las cir
El primer hecho ya lo he señalado. La inte cunstancias externas que seguramente prevale
gración económica europea progresa a pasos agi cerán todavía por varios años.
gantados y no sería de extrañar que sus relacio
nes con los países del c :o m k c o n se hicieran cada Llegado a este punto, quiero recordar la bre
vez más estrechas. Por su parte, China y la India ve discusión histórica de unas páginas atrás en
crecen con rapidez. Entre esos dos países suman relación con el surgimiento del pensamiento y la
1 800 millones de personas, cuyo ingreso por acción latinoamericanos en el campo de la inte
habitante es hoy día, en promedio, de unos 300 gración.
dólares de 1984. A las tasas de crecimiento que La integración fue originalmente concebida
ellos experimentan hoy, su ingreso por habitante como una forma de promover el comercio entre
se multiplicará por seis en 25 años, formando nosotros para hacer posible la ampliación del
una masa de producto bruto total del mismo mercado para la producción y venta de sustitutos
orden de magnitud que hoy representan los Es de importación. En otras palabras, fue una
tados Unidos y Canadá juntos. Estos últimos dos “integración hacia adentro”, de la misma manera
países, con casi 280 millones de habitantes, te que la estrategia de desarrollo fue en su momen
nían en 1984 un producto total de 3.8 millones to una “estrategia de desarrollo hacia adentro”.
de millones de dólares. Los países industriales de El estilo de integración sobrevivió al estilo de
Europa con economía de mercado y los países de desarrollo y esto probablemente explica que la
Europa oriental forman un conglomeradí) de crisis de integración se iniciara aún antes de la
750 millones de personas, con un producto total crisis de la deuda. Para lograr progreso en la
de 4.5 billones de dólares. Japón, que crece tam integración, como lo ha señalado el Secretario
bién con gran rapidez, tiene 120 millones de Ejecutivo de la c e p a l , Gert Rosenthal, “los com
habitantes, con más de 1.5 billones de dólares de promisos integradores deben percibirse por los
producto bruto. formuladores de la política económica nacional
Tales son nuestras probables contrapartes como algo funcional a los objetivos de desa
comerciales en el mundo del futuro. América rrollo”.
112 R E V IS T A D E LA C E P A L N “ 37 / A b r il de 1 9 8 9
VIII
Una nueva estrategia de integración:
la integración hacia afuera
Si miramos al futuro, no me cabe duda que la más simple encontrar intereses comunes para
frontera económica latinoamericana se encuen abordar los mercados externos, e inspirar en
tra más afuera que adentro. Tenemos mucho ellos nuestros esfuerzos integradores, que conti
que hacer aún al interior de nuestros países: nuar consumiéndonos en una discusión agotado
enormes masas de población se encuentran aún ra e improductiva para equilibrar nuestro deseo
completamente marginadas del mercado, lai de abrirnos al resto del mundo con las limitantes
vez un 40% de la población latinoamericana es que parece imponernos la estrategia que ha pre
pobre o extremadamente pobre. La crisis de la valecido en el pasado.
deuda ha llevado en muchos países a una reduc 4'ampoco puedo decir que un cambio de es
ción del ingreso por habitante, la que ha afectado trategia como éste sea indoloro. El esfuerzo de
especialmente a los grupos menos protegidos de conquista común de los mercados externos pue
la población. El desarrollo con jirsticia, imperati de significar a menudo renunciar a la creencia,
vo para lograr la paz, se impondrá por la razón o muchas veces falsa, de que cada uno de nue.stros
por la fuerza de los hechos. Los gobiernos demo países podrá obtener por sí solo mejores condi
cráticos del continente lo buscan por la razón ; las ciones de nuestros socios comerciales y financie-
dictaduras son derrotadas por los hechos. nxs del exterior que a través de alguna forma de
Sin embargo, aun el desarrollo con justicia cooperación. La reorganización de la producción
será insuficiente si nuestros países intentan en requerirá renunciar a ciertos rubros y aumentar
frentar solos, como entidades aisladas, a los su- las exigencias de calidad y regularidad produc
perbloques del futuro. tivas.
De ahí que me parezca indispensable comen La reciente Reunión de Presidentes en Punta
zar a considerar cuidadosamente una nueva es del Este es una clara indicación de que es posible
trategia de integración: la integración hacia no sólo reunirse al más alto nivel, sino además
afuera. encontrar mecanismos que permitan formular
La idea no es nueva. Ya muchos han plantea
prí)puestas concretas que puedan llevar luego a
do la necesidad de cooperar en algunos aspectos:
las decisiones políticas necesarias. Las dificulta
el manejo de la deuda, ciertas empresas multina
des que enfrentamos en el campo del comercio y
cionales latinoamericanas. Mi propio plantea
del financiamiento, y que no dan asomo de ali
miento es más ambicioso. Consiste en buscar
viarse, son un estímulo para adoptar tales deci
sistemáticamente todas las formas posibles de
siones. Nuestra crisis de hoy puede ser aprove
cooperación para conquistar mercados externos,
chada para construir nuestras estrategias para el
resolver problemas financieros, avanzar en el
futuro.
campo tecnológico, aprovechar las economías de
escala, unir nuestras capacidades de compras y En el campo de la integración, la estrategia
de ventas externas, de modo de enfrentar, uni de “integración hacia afuera” implica fortalecer
dos, a los grandes bloques económicos cuya for nuestra eficiencia productiva, nuestra capacidad
mación ya está en marcha. Consiste en hacer tecnológica, nuestros mecanismos financieros y
funcional al objetivo de conquistar los mercados nuestra capacidad de negociación.
externos, todo el proceso de negociaciones de En cuanto a la eficiencia productiva, las polí
desgravación intrarregional, de aproximaciones ticas internas juegan un papel decisivo. El siste
al arancel externo común, de coordinación de ma tributario tiene que revisarse para evitar la
políticas económicas. generación de incentivos, o desincentivos, que no
Como economista no puedo dejar que mis respondan a una cuidadosa valoración social. El
ideales oscurezcan la objetividad. No puedo de sistema financiero tiene que modernizarse para
cir que esto sea fácil. Pero sí creo que será mucho captar y utilizar con eficiencia los recursos de
U N A N U E V A E S T R A T E G IA P A R A L A IN T E G R A C IO N / C. M a ssa d 113
ahorro que han de ser la base del finandamiento de la región, tal vez utilizando como base el Ban
del desarrollo en el futuro. La exigencia de efi co Latinoamericano de Exportaciones (bladex).
ciencia sobre las actividades del Estado necesita Una institución bancaria regional en el campo
ser implacable para evitar transmitir al resto de la comercial podría atraer más recursos externos
comunidad costos excesivos que sólo significan de los que hoy día obtenemos, o al menos inter
desperdicio. Los trabajadores necesitan sentirse nalizar algunos de los pagos de comisiones que
partícipes del proceso económico y del desarro hoy día realizamos por operaciones de esta natu
llo, para evitar tensiones sociales insostenibles. raleza.
Los equilibrios macroeconómicos tienen que cui No se trata de desplazar a la banca comercial
darse para evitar la necesidad de ajustes violentos tradicional, sino simplemente complementarla
que distorsionan todo el proceso. En este último con un esfuerzo de cooperación regional destina
aspecto, la estrategia de integración hacia afuera do a buscar recursos adicionales que cada uno de
implica una estrecha cooperación entre los países nuestros países por sí solo difícilmente podrá
en desarrollo para lograr modificaciones indis atraer.
pensables en el sistema monetario internacional
que limiten el efecto negativo sobre nuestras Finalmente, fortalecer nuestra capacidad de
economías de las políticas económicas de los paí negociación significa buscar formas de producir
ses industriales. En la medida en que esto último y negociar en conjunto, para comprar y vender lo
no sea posible volveremos a sufrir en el futuro que necesitamos. También aquí las empresas de
nuevas crisis de la deuda y el financiamiento carácter multinacional en la región pueden Jugar
externo. Pero entonces la paciencia ya estará ago un papel muy importante y cabe a los gobiernos
tada. estimular la formación de tales empresas. Un
Fortalecer nuestra capacidad tecnológica re primer campo de colaboración regional está en la
quiere una preocupación especial por la educa actual Ronda Uruguay, donde una estrecha coo
ción a todos los niveles, por la investigación, tanto peración entre nuestros países puede lograr mu
en la empresa como en la universidad, por la chos mejores resultados que una actuación ais
información de lo que ocurre en otros centros. lada.
A menudo, la escala de trabajo requerida para Estas ideas requieren de un análisis muy cui
lograr progreso tecnológico supera las posibili dadoso. No cumpliría con mi responsabilidad de
dades de algunos de nuestros países individual académico y de funcionario internacional si no
mente considerados. Aquí, los laboratí>rios mul intentara llamar la atención hacia las transforma
tinacionales de la región podrían hacer una con ciones que se producen en la economía mundial y
tribución muy importante al progreso tecnológi hacia la necesidad de no abandonar nuestros es
co, generando a la vez intereses comunes que fuerzos de integración y de buscar estrategias
dinamizan el proceso integrador y lo hacen irre nuevas que aumenten nuestra probabilidad de
versible. éxito en el próximo siglo. Sin ellas, a lo mejor la
Fortalecer nuestros mecanismos financieros historia nos vuelve a mostrar que las fronteras
requiere, primero, fortalecimiento institucional. son una protección mucho más débil de lo que
Es muy probable que necesitemos concentrar ta creemos hoy día. No sé si hay alguna frontera en
lento en unas pocas instituciones para planear el mundo que no haya sido alterada en los últi
sus operaciones y los medios para aumentar sus mos 100 años. Se han desmembrado imperios;
recursos. El Banco Interamericano cubre el área han desaparecido países y se han creado otros;
de financiamiento de proyectos de inversión pú territorios importantes han cambiado de manos.
blicos y privados y, en medida muy limitada, En las condiciones del futuro, frente a los super-
incluye financiamiento comercial para exporta bloques que hoy ya se perfilan, la integración
ciones. Pero el campo de la banca comercial re latinoamericana puede ser no sólo un instrumen
gional está completamente abierto. Tal vez los to de crecimiento económico, sino también la
bancos comerciales de la región, públicos y priva base de la supervivencia colectiva. Nada menos
dos, pudiesen cooperar para establecer una enti que éste es el desafío que, a mi entender, tenemos
dad que cubra los aspectos de carácter comercial hoy por delante.
Introducción*
R E V IS T A D E L A C E PA L N® 3 7
La actitud de los Estados Unidos frente a las
políticas brasileñas sobre informática y derechos
de propiedad intelectual, ilustra en forma elo
La vieja lógica cuente el conflicto entre los intereses nacionales y
del nuevo orden el orden internacional. El Gobierno de los Esta
dos Unidos amenazó con imponer sobretasas a
económico las exportaciones brasileñas de varios productos
manufacturados a fin de obligar a las leyes
internacional brasileñas’ a reconocer los derechos de propie
dad de las empresas estadounidenses en materia
de programación de computadores y de produc
Vivianne Ventura-Días* tos farmacéuticos, y para reducir el alcance de las
políticas nacionales en sectores con alto valor
agregado.
La controversia es ilustrativa, ya que los prin
El ámbito institucional de la cooperación económica cipios internacionales que podrían servir de base
internacional está basado en la supuesta armonía entre
los intereses nacionales e internacionales. Sin embar
legal para adoptar medidas unilaterales de re
go, en un período de acentuada transición industrial presalia comercial en el caso de prácticas nacio
caracterizada por cambios en la competencia interna nales relativas a los servicios y a los derechos de
cional y en la tecnología productiva, como la ocurrida propiedad intelectual, siguen negociándose en la
en los últimos años, surgen conflictos entre dichos nueva ronda de Negociaciones Comerciales Mul
intereses. El factor de poder, omitido con frecuencia
en los debates sobre cooperación económica interna
tilaterales (nc;m) en Ginebra. La aplicación de los
cional, aflora claramente cuando un país procura mo principios incorporados en la sección 301 de la
dificar las normas para mantener su posición competi versión revisada de la Ley de Comercio y Arance
tiva como potencia industrial. Este artículo analiza en les de los Estados Unidos, de 1984, revela la
particular la relación entre Brasil y los Estados Unidos impaciencia de este país por incluirlos en un nue
a este respecto.
En la primera sección se examinan los cambios en la
vo marco legal que regule las transacciones co
economía y el comercio mundiales y se plantean inte merciales internacionales de bienes y servicios.
rrogantes sobre la integración en ellos de los países en El empleo de los instrumentos proteccionis
desarrollo. En la segunda sección se analiza la impor tas de esa Ley de Comercio por el Gobierno esta
tancia de las negociaciones multilaterales sobre bienes dounidense para obtener concesiones en el plano
y servicios. En la tercera sección se introducen los
problemas suscitados por las definiciones de normas y
bilateral, destaca los aspectos que están enjuego
principios arbitrarios por parte de los Estados Unidos en las actuales ncm —la Ronda Uruguay— que se
y el uso discriminatorio que hacen del acceso a su llevan a cabo en Ginebra. Estos son: a) la impor
mercado. En la cuarta sección se examinan los logros tancia estratégica que los Estados Unidos le atri
principales del sector informática en Brasil, contras buyen a los bienes y servicios de alto contenido
tándolos con la experiencia de la industria automotriz
de dicho país; se analiza la importancia que tiene la
tecnológico; b) el hecho de que las políticas nacio-
propiedad del capital para el desarrollo de una capaci
dad tecnológica endógena. En la quinta sección se *EI Omnibus TradeandCompeiitivenessActá^ 1988, firma
repasan algunos acontecimientos del conflicto de los do por el anterior Presidente Ronald Reagan el 23 de agosto
Esados Unidos con la política brasileña de informática. de ese mismo año, incorporaba y extendía considerablemente
Por último, se detallan algunas observaciones finales. los principios e instrumentos de la sección 301 de la TradeAct
de 1984 que se discuten en este artículo. (Véase Trade and
Tariffs Áct 1984).
*E1 16 de septiembre de 1985, el representante comer
cial de los Estados Unidos inició una investigación sobre la
política brasileña de informática, en virtud de la sección 301
de la Ley de Comercio y Aranceles (loa ) de 1984. Con poste
rioridad, se efectuó otra investigación respecto a la protec
ción inadecuada de patentes de productos farmacéuticos en
* ( > on su lt or a d e la c ci ’AI.. Brasil, Varios países en desarrollo, como la República de
Corea y Argentina, se han visto afectados por la sección 301
de la LCA de 1984,
116 R E V IS T A DE L A C E P A L N " 37 / A b r il d e ¡ 9 8 9
nales, sobre todo aquéllas orientadas a la inver nales, pues suponen que siempre dispondrán
sión, serán el foco de las negociaciones comercia con facilidad de dichas tecnologías y de las divisas
les, y c) la desagradable opción que encaran los para adquirirlas.
países en desarrollo de renunciar a sus mercados
Las características de la nueva ola tecnológica
nacionales de bienes y servicios de alto contenido
vinculadas con la internacionaiización intensifi
tecnológico a cambio del acceso a los mercados de
cada de las economías nacionales se han utilizado
bienes de acabada tecnología en ios países desa
para plantear interrogantes respecto a las políti
rrollados.
cas de crecimiento y desarrollo. Una vez más se
La inclusión de los servicios, las medidas de
insta a los países en desarrollo a liberalizar sus
inversión y los aspectos de los derechos de pro
mercados de bienes y servicios y a depender de
piedad intelectual vinculados con el comercio en
los mercados internacionales para la asignación
las nuevas n c m estuvo precedida de largas nego
nacional de recursos.
ciaciones. Cabe recordar que la declaración de
Punta del Este, que constituyó el punto de parti Además, en este contexto de transformación
da de las negociaciones, fue el fruto de una re tecnológica dinámica se desestiman las institucio
dacción acuciosa a fin de que todos los países la nes, las categorías y los métodos de análisis que se
firmaran. utilizan en los estudios sobre el desarrollo. Los
Países como India y Brasil deseaban cercio conceptos de desarrollo económico y, en particu
rarse de que los derechos de propiedad intelec lar, el modelo centro-periferia ideado por Raúl
tual y la inversión extranjera no serían examina Prebisch a fines de la década de 1940 y comienzos
dos per se, pues esto no lo permite el Acuerdo de la de 1950,figuran entre los conceptos que las
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, transformaciones estructurales en curso tildan
sino en la medida en que estaban relacionados de anticuados. Interesa saber cuán relevantes
con el comercio de bienes. Se aceptó, asimismo, son los conceptos y políticas de Prebisch en una
que en la nueva ronda de negociaciones se nego economía mundial altamente integrada en que la
ciaría un marco para el comercio de servicios, producción mundial puede o no puede estar
pero en un grupo separado formalmente del geográficamente segmentada, aunque seguirá
cía i I y, por tanto, al margen de sus normas y
dominada por las empresas internacionales y
procedimientos. Así, se impedía que se pudieran transnacionales.
exigir concesiones cruzadas o concesiones en el ám A mi juicio, la cuestión fundamental de cómo
bito de nuevos aspectos a cambio de concesiones deberían integrarse las economías en desarrollo
en el ámbito de los productos tradicionales. Son a la economía mundial en su calidad de naciones
las mismas concesiones que exigieron los Estados soberanas, sigue siendo tan importante ahora
Unidos en el caso de las políticas brasileñas en como lo fue en la economía de posguerra. Las
materia de informática y patentes. industrias y los problemas concretos han cambia
En la mayoría de los países no se tiene conoci do por cierto. Pero hoy los países en desarrollo
miento cabal de las consecuencias de dichas ne no pueden aceptar que su papel deba limitarse a
gociaciones para el proceso de desarrollo. Mu transar bienes de bajo valor agregado por otros
chos países en desarrollo tienden a pensar que el de alto valor agregado, así como antes no pudie
futuro de sus economías se basará en las mismas ron aceptar que debían limitarse a transar pro
esferas en que hoy poseen ventajas comparativas ductos primarios por bienes manufacturados. Lo
estáticas, como la agroindustria y otras activida primero significaría aceptar pasivamente los ni
des industriales ya afianzadas. A los empresarios veles actuales de distribución mundial del ingre
de las industrias tradicionales les cuesta aceptar so y, en consecuencia, el sistema inequitativo de
los riesgos y los costos de crear la capacidad para distribución del ingreso en ellos.
producir tecnología en el plano local. Prefieren Brasil está mal preparado para incorporarse
participar en la nueva onda tecnológica como a la nueva onda tecnológica. Es una nación de
consumidores de tecnología incorporada o no industrialización reciente pero perdió gran parte
incorporada, en forma de maquinarias, equipo y de su poder negociador al convertirse en un país
servicios, que se empleará para actualizar y mejo en desarrollo muy endeudado. El país tiene que
rar su competitividad en los mercados tradicio encarar simultáneamente problemas económi-
L A V IE JA L O G IC A D E L N U E V O O R D E N E C O N O M IC O IN T E R N A C IO N A L / V e n iu r a -D ím 117
eos, sociales y políticos que involucran diferentes tecnológica: en las industrias intermedias como
niveles de complejidad tecnológica y de sufri las del acero y el petróleo, en las telecomunicacio
miento humano. Pese a algunas reformas demo nes y en el caso reciente de la informática.
cráticas, todavía no se permite que la sociedad Las negociaciones de la Ronda Uruguay
debata a fondo y con franqueza los diversos nive apuntan a liberalizar más el comercio de bienes y
les de problemas, los cursos de acción alternati servicios ampliando el alcance y la libertad de
vos y los diferentes costos y beneficios que entra acción de las empresas transnacionales con sede
ña cada caso. en los países industriales. A los países en desarro
Los años ochenta se han apodado la década llo se les dice que esa liberalización los beneficiará
perdida para el desarrollo. Hasta ahora, muchos como consumidores de mejores productos a pre
países en desarrollo, y sobre todo Brasil, se han cios competitivos. En este nuevo orden interna
limitado a responder a necesidades apremiantes, cional de empresas transnacionales de gran mo
.sin que les queden recursos para diseñar y ejecu vilidad, se tildan de anticuadas las inquietudes de
tar metas estratégicas. países en desarrollo como Brasil, por el futuro de
El país pasó por varios períodos en los que sus mercados internos y de sus empresas nacio
era posible utilizar el aparato estatal para conci nales. Sin embargo, la experiencia en materia de
tar consenso político en torno al establecimiento desarrollo indica que el establecimiento de una
de grandes industrias: acero y petróleo, vehícu capacidad tecnológica nacional en los países en
los automotores, telecomunicaciones e informá desarrollo no puede estar disociada de la propie
tica. En algunos casos, había la decisión delibera dad nacional de la producción de bienes y servi
da d,e asignar recursos a la creación de capacidad cios.
I
Cambios estructurales en la economía mundial
Hov quedan pocas dudas de que la economía nuevas tecnologías resta importancia al sector de
mundial ha experimentado una transición in los productos primarios. Por ejemplo, en 1984
dustrial decisiva determinada por dos fuerzas Japón utilizó por cada unidad de producción
principales: i) cambios en la competencia inter industrial sólo 60% de las materias primas que
nacional, y ii) cambios en la tecnología producti utilizaba en 1978; en un microcircuito semicon
va. La economía mundial se ha caracterizado ca ductor las materias primas representan 1 a 3%
da vez más por un mundo multipolar. En virtud del costo total de producción; 50 a 100 libras de
de e.ste acontecer, las grandes industrias manu cable de fibra de vidrio transmiten tantos men
factureras y de servidos estadounidenses se han sajes telefónicos como una tonelada de alambre
visto obligadas a correr riesgos considerables al de cobre, y para producir 100 libras de ese cable
enfrentar la competencia internacional con re no se requiere más de 5% de la energía necesaria
sultados impredecibles para el orden internacio para producir una tonelada de alambre de
nal^. cobre^^.
Los avances en la tecnología productiva están El efecto de estos cambios sobre los ingresos
impulsando cambios fundamentales en la estruc de exportación ya se ha hecho sentir en gran
tura de la economía mundial: en primer lugar, el parte del mundo en desarrollo. Los nuevos ma
ahorro de recursos naturales que se logra con las teriales y la adopción de innovaciones tecnológi
cas por las industrias tradicionales de los países
fuente principal de ventajas comparativas. Los operaciones manufactureras para que haya una
economistas y algunos de los más decididos parti buena combinación entre producción manufac
darios de las políticas proteccionistas en los Esta turera y de servicios. Ajuicio de los mismos auto
dos Unidos, están convenddostde que las decisio res, a menos que los trabajadores estadouniden
nes sobre el desarrollo del capital humano defi ses adquieran constantemente experiencia en
nen la estrategia competitiva de una nación. Se mejorar la eficiencia de una planta o en diseñar
ha dicho que la estrategia coherente japonesa es un nuevo producto, quedarán inevitablemente a
eficaz porque está fundada en la adopción de la zaga de la competencia. Esto rige sobre todo
actividades económicas más especializadas y de para los sectores de alta tecnología donde los
mayor valor. A diferencia de los Estados Unidos, productos, procesos y tecnologías nuevos y más
Japón se ha dedicado tanto a mejorar los proce eficientes vuelven rápidamente obsoletos incluso
sos productivos de las viejas industrias como a a los productos más modernos. Por ejemplo,
desplazarse hacia la producción de mayor valor cuando los japoneses pasaron del suministro de
agregado‘^ partes baratas a la venta de productos termina
Japón ha logrado obtener plenos beneficios dos en la industria electrónica de consumo, en
de la introducción de la nueva microelectrónica y Estados Unidos hubo aptitudes técnicas y pro
del control láser en los procesos productivos y ha ductivas vitales que se extinguieron por desuso.
venido consolidando, al mismo tiempo, su repu La fuerza de trabajo estadounidense perdió su
tación en el sector servicios. El sector que com capacidad de manufacturar productos electróni
prende modas, películas, programación de tele cos de consumo competitivos^'.
visión, editoriales, consultoría, bienes inmuebles, En medio de aquellas transformaciones, la
diseño, construcción, esparcimiento, turismo, estrategia de industrialización en los países en
publicidad, seguros y finanzas se escogió junto desarrollo, tan controvertida en la década de
con la alta tecnología como las esferas de creci 1950, se ha trivializado y ha pasado a ser casi un
miento más promisorias. lugar común. Los grandes organismos que se
Según Reich y Mankin la estrategia japonesa ocupan del desarrollo y las revistas comerciales
en las empresas mixtas formadas con empresas instan a los países en desarrollo a alejarse de los
con sede en los Estados Unidos ha consistido en mercados declinantes de productos básicos y a
conservar los empleos mejor remunerados y con adoptar una estrategia orientada hacia afuera
mayor valor agregado en el Japón y acumular para industrializar sus economías'"^.
pericia en la ingeniería de proyectos y en los El Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1987
proce.sos de producción^'k La mayor participa destacaba la importancia de la fabricación a nivel
ción resultante en los mercados estadounidenses mundial e ilustraba el argumento con el caso del
ha dividido las opiniones de los economistas y los automóvil Ford Escort, producido por la Ford
formuladores de políticas en los Estados Unidos. Co., armado en el Reino Unido y en la República
A algunos les preocupa que las utilidades de cor Federal de Alemania, mientras que la produc
to plazo de la gestión en el “exterior” puedan ción de sus partes se distribuía entre 15 países
verse contrarrestadas por las pérdidas de largo industrializados (12 países europeos y Canadá,
plazo en términos de un deterioro de las aptitu Estados Unidos y Japón). El resultado es un in
des nacionales y el debilitamiento de la capacidad tenso comercio bidireccional de manufacturas
tecnológica nacional. entre los países industrializados. En el contexto
Se ha hecho hincapié en las economías del del comercio dentro de la industria, la organiza
aprendizaje y en la importancia de controlar las ción reconocía que las ventajas de costos sólo
podían evaluarse a nivel de categorías de produc-
■’Véase R. Reich, “Beyond Free T r -d á t" , Foreign Affairs, "Véase. Reich y Mankin, op. cit., p. 79.
Primavera boreal 1983, pp, 773-804; Thurow, L., The Zero- ' ■^El Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1987 destacó
S u m S o lu tm i, Simon and Schuster, N.Y., 198.5. los vínculos entre la industrialización y los regímenes comer
"’Véase, Reich y E, Mankin, “Joint ventures with Japan ciales, pero subrayó no obstante el apoyo institucional que
give away our future”. H arvard Business Review, marzo-abril prestará el Banco a aquellas políticas que conduzcan a la
1986, n, 2. p, 78. industrialización de los países en desarrollo.
120 R E V IS T A DE L A C E P A L N " 37 / A b r il d e 1 9 8 9
tos muy desagregados* \ Por tanto, cabe concluir las industrias de dos dígitos. Tras casi 15 años de
que la base teórica de la especialización interna debate internacional sobre “el proteccionismo y
cional se volvió casi irrelevante. el ajuste estructural”, quedó bien en claro que los
Las corporaciones con sede en los países in países industriales no van a renunciar a sus in
dustriales necesitan que se complete la “aldea dustrias seniles nacionales. Al amparo de barre
global” mediante cambios institucionales en el ras proteccionistas los gobiernos de los países
sistema del comercio internacional para que pue industriales han venido rejuveneciéndolas y re
dan hacer sus planes de inversión y producción cuperando la capacidad para dejar fuera de com
libremente y beneficiarse de las ventajas de costo petencia en este rubro a los países en desarrollo.
que of rece cada industria en particular sin barre Los procesos combinados de cambio y ajuste es
ras fronterizas. En palabras de la revista Fortune tructural en los países industriales se han acom
(2.2.87, p. 23) cada vez hay más empresas que pañado de diferentes formas de proteccionismo
fabrican en dos, tres o más países, tratando al y de comercio manipulado, mediante acuerdos
mundo entero como si fuera su tienda y su mer- bilaterales, destinados a aislar a determinados
cadí). Dichas empresas representan ya más de la grupos económicos nacionales de los costos del
mitad de las exportaciones mundiales de bienes ajuste.
no agrícolas, y un cuarto de dicho comercio con Los países industriales no se están convirtien
siste en transferencias entre filiales de la misma do en economías “post-industriales” basadas en
empresa. los servicios. Están experimentando un proceso
de integración intersectorial sumado a un au
Por ejemplo, una empresa como la Singer
mento del contenido de servicios de las diferen
Corporation, con sede en los Estados Unidos,
tes actividades productivas, tanto en el seno de
produce cascos para sus máquinas en Cleveland,
las empresas manufactureras como en las de
Estados Unidos; motores en Campiñas, Brasil;
servicios". Así, un estudio reciente sobre las in
ejes conductores en Monza, Italia; las monta en
dustrias de servicios estadounidenses llegó a la
Taiwàn y las exporta a los Estados Unidos. El
conclusión de que para mantener una sociedad
73% de los componentes del computador perso
con niveles de vida elevados y con un número
nal IBM que se arma en los E.stados Unidos se
considerable de empleos bien remunerados, los
fabrica en el exterior. En el país sólo se manufac
Estados Unidos tienen que seguir siendo compe
tura la caja y se montan los motores de discos y el
titivos tanto en los bienes de alto valor agregado
computador.
como en los servicios basados en el conocimiento;
Los cambios en la economía mundial y en la esto exige a su vez una fuerza de trabajo bien
estructura del comercio mundial no ocurrirán educada y altamente calificada*'’.
todos a la vez, como en la economía de libros, sino
que se introducirán lenta e irreversiblemente. En Resulta evidente ahora que la modalidad de
ese mismo número de la revista Fortune (p. 22) crecimiento que condujo a la expansión de la
algunos analistas pronostican que para la próxi economía mundial en las décadas de 1950 y 1960
ma década las industrias declinantes, es decir, la ha llegado a su término. Según las palabras de C.
producción mundial de lo que ahora son sobre Pérez, el mundo tiene que realizar ahora la tran
todo productos básicos manufacturados, acero sición de un conjunto de disposiciones sociales e
básico e incluso automóviles baratos, se traslada institucionales, configuradas por las característi
rá a los países con bajo costo de mano de obra, cas de una constelación de tecnologías de pro
pero con fuerzas de trabajo cada vez más califica ducción masiva basadas en el petróleo barato, a
das, tales como Taiwàn, Corea del Sur y Brasil. otro capaz de una interacción fructífera y apro-
Pero es difícil que en las próximas décadas la
producción mundial y la especialización interna
cional estén divididas conforme a las pautas de '"'Véanse referencias en V. Ventura-Días y (i. I'ernán-
dez-Saavedra, “América Latina y el Caribe en la economía
mundial”, serie Estudios e Informes de la c l p a i . N” 6 6 ( i ,c./ ü .
1478-P), Santiago de Chile, septiembre de 1987,
‘ ’Banco Mundial, Inform e sobre el Desarrollo M undial, ‘’Véase United States Congress, Office of Technology
1987, Washington, D.C., 1987, pp, 38-,39, Assessment, op. cit., p. 6,
L A V IE JA L O G IC A D E L N U E V O O R D E N E C O N O M IC O IN T E R N A C IO N A L / V . V e n tu r a ^ D ía s 121
piada con un nuevo sistema de tecnologías flexi zó a tratar de reajustar la organización comercial,
bles basadas en la electrónica a bajo costo'®. el ( ; a t t . E s evidente que la actual Ronda Uru
Las organizaciones comerciales, financieras guay o conducirá la organización a un colapso o
y monetarias internacionales se establecieron co la adecuará a la nueva economía y comercio
mo corolario de la estructura industrial existente mundiales. Sin embargo, la adecuación a una
a fines de la década de 1890 y comienzos de la de nueva economía mundial no significa adecua
1900. La última ronda de negociaciones comer ción a las necesidades de desarrollo de los países
ciales multilaterales, la Ronda de Lokio, comen en desarrollo.
II
La Ronda Uruguay; lo que está en juego
Los Estados Unidos desempeñaron un papel rec tranjera directa como componente fundamental
tor en el establecimiento del sistema comercial de de los flujos privados de capital.
posguerra. El consenso entre los países industria La extraí)i'dinaria integración de la econo
les respecto a la ideología del libre comercio, fue mía internacional actual se debe a que la produc
la consecuencia del crecimiento sin precedentes ción de las empresas es internacional. Ilustra esta
del consumo masivo de bienes estandarizados y aseveración el hecho de que el 20% de las impor
de los enormes diferenciales tecnológicos entre taciones estadounidenses (y mucho más en el
los países industriales y los semiindustriales. El caso de productos individuales) representa des
papel hegemónico de industrias como el acero, pachos de filiales en el exterior a su matriz en los
los productos químicos, los automóviles, el cau Estados Unidos. En realidad, las estimaciones
cho y la maquinaria eléctrica, configuró las políti podrían ascender a 3/4 de las importaciones esta
cas comerciales estadounidenses que se codifica dounidenses en el caso de la microelectrónica
ron más tarde en el Acuerdo General sobre como componente de despachos intraempresas,
Aranceles Aduaneros y Comercio y en las rondas sobre todo de filiales en Asia*®. Se reitera que la
comerciales subsiguientes. Dichas industrias con estructura del comercio mundial ha cambiado
elevados costos fijos tenían que ser estables y considerablemente, ya que el comercio intrain-
predecibles para poder planificar sus inversio du.strial ha reemplazado a la modalidad interin
nes. Asimismo, en la época en que se fundó el dustrial que había prevalecido hasta el período
(;a 1 i el comercio de bienes era un sustituto par de entre guerras.
cial para el movimiento de factores'^. Durante las tres últimas décadas de interna
En los años posteriores a la Segunda Cruerra cionalización creciente de las actividades produc
Mundial la estructura de flujos de capital experi tivas, los países en desarrollo aumentaron su ca
mentó cambios trascendentales. La convertibili pacidad de negociar con las r. i n y pudieron ex
dad del dólar, la liberalización gradual del co traerles condiciones más favorables. En Brasil,
mercio y de los pagos, la posición privilegiada de prosperaron los esfuerzos para controlar la
las empresas estadounidenses, y los cambios tec “transferencia” irrestricta de tecnología. La ca
nológicos en materia de transportes y comunica pacitación de funcionarios y el establecimiento
ciones, elaboración de datos, y técnicas de gestión de bancos de datos sobre tecnologías disponibles
favorecieron el crecimiento de la inversión ex- en el país y en el exterior fueron parte de un
activo programa del Instituto Nacional de la Pro
piedad Indu.strial para mejorar la información y
"’Véa.se. C.. Pérez, "Microelectronics, long waves aiitl
world structural change: new perspectives for developing
countries". W orld Developmenl, voi, 13, n. 3, 198.5, p. 441. ’'^United State.s Congress, Office of Technology Assess
‘^Veasc Reich, op, cit. ment, pp, 45 y 334.
122 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 37 / A b r il d e 1 9 8 9
crear un “mercado” real para la adquisición de Las medidas de inversión vinculadas con el
tecnología comercio y los derechos de propiedad intelectual
La autonomía que tienen los gobiernos para se incluyeron formalmente entre los 14 grupos
exigir requisitos relativos a las exportaciones a las negociadores sobre bienes, cuando se inició for
empresas multinacionales o la inclusión de insu- malmente la Ronda Uruguay en septiembre de
mos nacionales en los planes de producción de 1986. El reconocimiento de que los gobiernos
esas filiales, introduce factores estocásticos en la pueden generar ventajas comparativas mediante
planificación estratégica de las empresas globa políticas e instrumentos de política adecuados
les. Ajuicio de estas últimas, estas medidas res está implícito en la petición de examinar una
tringen su libertad de inversión. amplia gama de políticas nacionales. Pese al texto
Además, las políticas que adoptan los países aprobado en Punta del Este dichas políticas serán
en desarrollo en la búsqueda del crecimiento eco el objetivo central de las negociaciones^^.
nómico, la transferencia de tecnología y la auto El comercio de servicios se negocia en un
nomía tecnológica afectan el uso de las “tecnolo grupo aparte^'\ Sin embargo, los países indus
gías de dominio privado”. Los formuladores de triales suelen reconocer que las “transacciones
políticas en los Estados Lfnidos están preocupa internacionales” de servicios y no sólo el comer
dos por la declinación del liderazgo del país en cio transfronterizo deberían formar parte de las
materia tecnológica. Se concluyó que las razones negociaciones, Y por definición, las “transaccio
radicaban no sólo en la base tecnológica de los nes internacionales” de servicios involucran la
Estados Unidos, sino también en el perfecciona presencia extranjera para la prestación de mu
miento sostenido de las capacidades técnicas en chos servicios. En consecuencia, las negociacio
otras'partes del mundo. Esto era el resultado del nes en materia de inversiones pasan a ser una
mejoramiento de la capacidad negociadora en parte necesaria de las negociaciones sobre el co
los países receptores que eran capaces de regular mercio de servicios^'*.
la inversión hacia adentro y la transferencia de
tecnología'^'f
Las empresas multinacionales preferirían no dos más abierto y equitativo para las exportaciones de bienes
compartir sus tecnologías de dominio privado y servicios estadounidenses. Pero no fue hasta 1982 que las
con un socio local, y el Gobierno de los Estados partes contratantes del t;/vn aceptaron considerar el inter
cambio de información acerca del comercio de servicios sobre
Unidos preferiría que sus empresas pudieran la base de los estudios nacionales efectuados por los países
utilizarlas para producir en el país y exportar en industriales. Véase M. CÜbbs, “La reunión ministerial del
vez de conceder licencias tecnológicas en las con ( ; a i [ y el futuro del sistema de comercio internacional”,
diciones impuestas por los países receptores. Asi Gaceta Internacional, voi, 1, n, 1, 1983, pp, 99-110,
mismo, las corporaciones no concuerdan en limi *^^Véase, en particular, United States Congress, Office
of Technology Assessment, op. cit,, y United States Congress,
tar la protección del secreto comercial a algunos Congressional Budget Office, The c a t t Negotiations and U.S.
años, como en México y Brasil, pues estiman que 'Trade Policy, 1987, U.S. Government Printing Office, Wash
el período es demasiado breve para acumular los ington, D,(i,
ingresos previstos de las tecnologías. ^'"^Los 14 grupos negociadores sobre bienes se reagrupa
ron así: acceso a los mercados {grupos sobre medidas arancela
Estas son las razones que explican la petición
rias y no arancelarias; grupo sobre productos tropicales; tex
de los Estados Unidos de incluir las medidas de tiles y vestuario; productos a base de recursos naturales);
inversión, la alta tecnología y el comercio de ser grupo sobre agricultura; esferas normativas {grupos sobre sal
vicios en el programa de trabajo del (iAr i , en el vaguardas, solución de controversias, artículos del g a t t ,
trigésimo octavo período de sesiones a nivel mi acuerdos y arreglos en materia de n c m , subsidios y medidas
nisterial en noviembre de 1982^*. de compensación; y funcionamiento del g a t i ); temas nuevos
(grupos sobre medidas de inversión relativas al comercio y
sobre aspectos relativos al comercio de los derechos de pro
piedad intelectual).
'-'El Instituto Nacional de la Propiedad Industrial fue ^*Véase F, Prieto, “Los servicios; un vínculo inquietante
creado por Ley 5646, de 11 de diciembre de 1970, entre América Latina y la economía mundial”. Revista de la
‘■^'^Véase United States Congress, Office of Technology CEVAL, n. 30 {i,c/g ,1441), diciembre de 1986, pp. 125-145.
Assessment, op. cit. Para un estudio detallado de los servicios y de las negociacio
^'La Ley de Comercio y Aranceles de 1974 contemplaba nes sobre servicios, véase asimismo P..S, Randhawa, “Punta
un mandato presidencial para negociar un acceso a los merca- del Este and after: negotiations on trade in services and the
L A V IE JA L O G IC A D E L N U E V O O R D E N E C O N O M IC O IN T E R N A C IO N A L / V. V e n tu r a -D ím 123
Los países en desarrollo, miembros del o.an , versa, los mismos argumentos que Justifican el
han tratado de separar las negociaciones sobre mantenimiento de reserva de mercados para ob
bienes de las negociaciones sobre servicios. Este tener ganancias por derechos de patente, a fin de
es el temario bidireccional para la Ronda Uru fomentar las inversiones en investigación y desa
guay. Pero, para el Gobierno de los Estados Uni rrollo, rigen para la reserva de mercado en las
dos las concesiones relativas al comercio de bie industrias que los gobiernos han decidido desa
nes se harán a cambio de concesiones relativas a rrollar.
los servicios. E incluso las primeras no pueden
darse por hechas, a la luz del ánimo proteccionis No obstante, los Estados Unidos quieren que
ta que reina en ese país. Los sindicatos laborales, se establezca un nuevo sistema comercial interna
por ejemplo, han manifestado serias reservas cional que tome en consideración toda la gama
respecto al otorgamiento de concesiones en el de intereses de sus corporaciones multinaciona
sector manufacturero a cambio de disminuir las les de bienes y servicios. Sin embargo, el Gobier
barreras al comercio de servicios'^^. no de los Estados Unidos no sólo actúa en el
Cabe agregar que la lógica de libre comercio plano multilateral. Se espera que las negociacio
no rige para la protección de los derechos de nes sobre servicios serán prolongadas y difíciles y
propiedad intelectual. Mientras que en el primer que continuarán hasta bien avanzada la década
caso se garantizan niveles más altos de competen de 1990. Mientras tanto, se extraen concesiones
cia, en el segundo se permite que las corporacio mediante políticas nacionales que imponen me
nes obtengan ganancias monopólicas. Además, didas restrictivas unilaterales contra los socios
dicha protección favorece la competencia desleal comerciales que no ofrecen la protección sufi
porque esas empresas pueden obtener ganancias ciente de la propiedad intelectual o que restrin
por derechos de patente en los mercados locales gen las actividades de las corporaciones multina
después de haber repartido los costos del desa cionales de bienes y servicios con sede en los
rrollo en los mercados internacionales. A la in Estados Unidos.
III
La ley de comercio y aranceles de los Estados Unidos
de 1984; la amplitud del mercado
reserva de mercado para las empresas brasileñas licencia por personas de los Estados Unidos, y ii)
de microcomputadores y programas se percibe la inversión extranjera directa por personas de
como una restricción i n f u n d a d a contra las empre los Estados Unidos, especialmente si dicha inver
sas estadounidenses. sión acarrea consecuencias para el comercio de
M. Rodríguez señala con acierto que la i.ca bienes y servicios.
no ofrece un mayor acceso al mercado estadouni El representante comercial puede iniciar la
dense como un incentivo para que otros países investigación después de examinar la petición
abran sus propios mercados. Más bien crea nue presentada en su oficina por c u a l q u i e r p e r s o n a
vos obstáculos a las exportaciones de los países i n t e r e s a d a . También puede iniciarla por su
que “impiden” la expansión de las inversiones, cuenta^^. Si a instancias del representante co
los bienes y los servicios estadounidenses. La l c a mercial, el presidente determina que correspon
modifica incluso radicalmente la naturaleza del de tomar medidas para responder a todo acto,
sistema generalizado de preferencias (s(;r) de los política o práctica de un país extranjero o entidad
Estados Unidos, transformándolo en un instru- que sea injustificable, infundado, o discriminato
mentí) negociador para obtener concesiones del rio y grave o restrinja el comercio de los Estados
país en desarrollo beneficiario. La i .c ;a permite Unidos, entonces, puede hacer uso de su facul
que la protección de los derechos de propiedad tad para imponer o subir unilateralmente los
intelectual estadounidenses sea un factor que in aranceles o, en caso contrario, restringir el acceso
fluye en las decisiones sobre la renovación de a los mercados estadounidenses.
acuerdos en virtud del sgp^^. El vocablo comercio comprende, sin ser ex-
Los objetivos del título i i i de la i .c a de 1984, cluyente: a) los servicios (incluida la transferen
denominada también ley de comercio e inversión cia de información) vinculados con el comercio
internacional, son, entre otras cosas, mejorar la internacional, sea que esos servicios estén relacio
capacidad del presidente para identificar y anali nados o no con bienes específicos, y b) la inver
zar las barreras y restricciones al comercio y la sión extranjera por personas estadounidenses,
inversión estadounidenses y lograr la elimina con consecuencias para el comercio de bienes y
ción de dichas barreras y restriccií>nes; asimismo, servicios.
estimular la expansión de: a) el comercio interna Los términos i n f u n d a d o e i n j u s t i f i c a b l e se em
cional de servicios mediante la negociación de plean para incorporar las exigencias de los Esta
acuerdos (tanto bilaterales como multilaterales) dos Unidos respecto al derecho de establecimien
que reduzcan o eliminen las barreras al comercio to y al tratamiento nacional para las corporac:i(í-
internacional de servicios, y b) de las industrias nes con sede en dicho país. Dichos conceptos
de servicios estadounidenses en el comercio exte forman parte de la propuesta que los Estados
rior; e incentivar el libre flujo de la inversión Unidos pusieron sobre el tapete el año pasado en
extranjera directa mediante la negociación de Ginebra, en el grupo negociador sobre servicios:
acuerdos (tanto bilaterales como multilaterales)
que reduzcan o eliminen los efectos comerciales I n f u n d a d o . El término “infundado” significa
IV
precisa de està industria, que ha sido mejor des todo en función del establecimiento de la capaci
crita en otros artículos^“^. Baste citar algunos de dad tecnológica que de otro modo no existiría.
los diversos factores que posibilitaron la creación Los ingenieros de la política de informática pue
de la industria nacional de microcomputado- den demostrar fácilmente que mientras la pro
res JÌ5 ducción estaba dominada por las empresas trans
El factor fundamental fue la peculiar orien nacionales, la mayoría de los cargos a que podían
tación del cambio tecnológico que creó un “mo aspirar los ingenieros brasileños era en el plano
mento de transición”. Esto le proporcionó ciertas administrativo y de ventas.
posibilidades a los países en desarrollo de ingre Al principio, la industria de computadores
sar a esas industrias. Según Evans (p, 803), en el tuvo problemas para contratar ingenieros expe
cambio tecnológico hay momentos en que se pro rimentados en el diseño y desarrollo de progra
duce una disyunción del control empresarial es mas y equipos. Las empresas extranjeras que
tablecido sobre la tecnología. En el caso de la abastecían el mercado brasileño antes de que se
industria de computadores hubo dos disyuncio estableciera la reserva de mercado para las em
nes decisivas y superpuestas. Primero, el paso a la presas nacionales formaban a ingenieros y técni
fabricación de máquinas más pequeñas lo dieron cos locales sólo para desempeñar actividades de
empresas nuevas sin actividades internacionales apoyo a los clientes y para desarrollar algunos
establecidas. Segundo, un avance tecnológico programas de aplicación. Según la Secretaría Es
trascendental (el microprocesador) se volvió dis pecial de Informática ( s e i ) , incluso en 1983 las
ponible en el mercado libre; era controlado por empresas extranjeras establecidas en Brasil em
empresas sin intereses patrimoniales en las ven pleaban 40% menos de trabajadores de nivel uni
tas de demanda ñnal'^*’. versitario que las empresas brasileñas. Y 43% de
Por cierto, los momentos de transición no ellos se hallaban en actividades relacionadas con
bastan p e r se . Se requiere una infraestructura las ventas. Sólo 4% de los trabajadores de nivel
considerable para aprovecharlos. Brasil tenía universitario estaban empleados en investigación
gente con las aptitudes técnicas necesarias para y desarrollo en comparación con el 30% en las
tomar la iniciativa. Asimismo, el país había adqui empresas nacionales^^.
rido mucha experiencia con el proceso adminis Transcurridos más de diez años se estima
trativo de la industrialización para la sustitución que hay más de 30 000 ingenieros de alto nivel
de importaciones. Por último, había ingenieros capaces de diseñar equipos, terminales de video,
nacionalistas totalmente comprometidos con la microcomputadores, diferentes clases de equipo
creación de una capacidad tecnológica en el país. digital y los programas complejos correspon
No obstante, el mismo autor explica que pudie dientes'^’*. Se estima que en todo el campo de la
ron actuar porque el compromiso general del informática, incluyendo los técnicos de alto nivel,
régimen con una nueva ronda de sustitución de hay 250 000 profesionales sólo en el estado de
importaciones en las industrias básicas, por una Sáo Paulo, con un déficit estimado de 150 000.
parte, y la vinculación entre la informática y la
2 . L a i n d u s t r i a b r a s il e ñ a d e v e h íc u lo s
seguridad nacional, por la otra, crearon el espa
a u to m o to r e s : c a p i t a l e x t r a n j e r o y
do político para su campaña'^^.
t e c n o l o g ía e x t r a n j e r a
Los beneficios de la política de informática
no pueden medirse sólo en términos de la partici Es conveniente comparar la industria de la infor
pación en el mercado o del número de computa mática con la industria brasileña de vehículos
dores producidos en dicho período, sino sobre automotores para identificar los efectos positivos
y negativos de la propiedad extranjera y nacional
'^'‘Véase Evans, op, cit,; Botelho, op. cit.; S. Helena, “A
industria de com putadore.s; Evolu^áo das decisoes governa-
m eniais”, Revista de Adminisira^ño Pública, voi. 14, octubre/ '^”P. T ig re, “Protectionism in the Brazilian com puter
diciem bre, 1980, pp. 73-109. in d u stry ”, Science and Public Policy, pxxào 1983, p. 147.
’'■’Esa.s fu e ro n las conclusiones de Evans (op. cit.). ‘^'3, Costa M arques, Dez A nos de Politica Nacional de
'^‘’Evans, op. cit,, p. 803, Inform atica. O que conseguim os? O que pederem os conse
'^^Evans, op, cit,, p. 804. guir?, docum ento p re p a ra d o p ara el CNPq, 1987.
L A V IE J A L O G IC A D E L N U E V O O R D E N E C O N O M IC O IN T E R N A C IO N A L / V . V e n tu r a -D ía s 127
sobre la capacidad tecnológica nacional- Aunque de la década de 1960 de administrar los proble
esta tarea escapa al ámbito de la presente mono mas del sector"*”.
grafía, vale la pena bosquejar algunos hechos. En realidad, fue sólo en el segundo lustro de
La industria brasileña de vehículos automo la década de 1960 que las fusiones industriales en
tores representó un buen ejemplo de planifica el sector automovilístico dieron el control accio
ción sectorial industrial. A través de controles a nario y directivo a las grandes corporaciones
las importaciones, aranceles e incentivos fiscales multinacionales'**. Al mismo tiempo, fue sólo en
y financieros, el gobierno alentó a los producto tonces que estas empresas comenzaron a produ
res extranjerí)s de automóviles a iniciar sus activi cir automóviles de pasajeros. Con la excepción de
dades manufactureras en el país. La estrategia la Volkswagen alemana, en ios diez primeros
fue sencilla y efectiva. Primero, se exigió que los años de la industria en el Brasil los automóviles
vehículos automotores se armaran en el país. de pasajeros eran producidos por empresas mix
Luego, se otorgó protección a la industria local tas con la mayoría del capital en manos de brasile
de componentes automovilísticos'y se prohibió la ños. A su vez, la industria de partes de motores
importación de partes similares a las producidas también pasó a quedar dominada por las empre
en el país. Más tarde, el sector público prescribió sas extranjeras. El sector se halla atomizado en
la composición de las partes producidas en el centenares de empresas pequeñas y medianas
país. El contenido nacional del vehículo automo que dependen de los productores de bienes fina
tor quedó definido como un porcentaje del peso les para modificar su tecnología. Por ende, sus
total y del valor total del vehículo. Se otorgaron planes de inversión dependen también de las
tipos de cambio preferenciales y subsidios para estrategias de los fabricantes de automóviles. Las
importar las partes complementarias de las pro empresas extranjeras prevalecen en los segmen
ducidas localmente. tos complejos de la producción de partes de mo
tores.
Los aranceles y los tipos de cambio discrimi
natorios introdujeron distorsiones en el sistema A semejanza de lo que ocurrió en la informá
de precios relativos. La producción local de los tica, fue la alianza entre los funcionarios naciona
bienes que antes se importaban se efectuó en un listas del gobierno, en su mayoría militares, y los
mercado organizado mediante oÜgopolios. El ex empresarios pequeños y medianos lo que hizo
importador se vio inducido a iniciar actividades posible toda la infraestructura para que surgiera
manufactureras al asegurársele mercados reser la industria. El General Macedo Soares, que ha
vados. La industrialización le impuso un elevado bía servido como director técnico de la planta
costo social a la sociedad en su conjunto: ha sido siderúrgica patrocinada por el Estado y que era
muy inflacionaria, y se ha logrado con grandes el presidente de la Comisión Siderúrgica Nacio
disparidades en la distribución social, sectorial y nal creada en 1940, manifestó que cuando se
regional del ingreso. proyectó la empresa la Comisión ya tenía la in
La creación de una industria nacional no tención de producir vehículos automotores en el
significó que fuera de propiedad nacional. Los país. El Almirante Lucio Meira fue el jefe del
incentivos favorecían claramente a las empresas Subcomité de jeeps, tractores, camiones y auto
extranjeras, pues se suponía que traerían divisas móviles de pasajeros creado en 1952. En su cali
y tecnología moderna al país. Aunque en líneas dad de ministro de transportes a fines de la déca-
generales puede decirse que este proceso es con
tinuo durante los gobiernos civiles populistas y
*‘T a ra m ayores referencias, véase, V. V entura-D ias, The
militares autocráticos desde comienzos de la dé B razilian Mütorvehide Industry. A Case of Sectoral Planning, tesis
cada de 1950 hasta la de 1970, los resultados de m aestría inédita, U niversidad de Berkeley, 1975.
finales podrían ocultar concepciones diferentes ^‘En el segundo lustro de la década de 1960, d espués del
sobre el papel del capital extranjero en el proceso golpe de Estado de 1964, el gobierno estim uló varias fusio
de industrialización brasileño. Las deliberacio nes: V em ag y Willys O verland fu e ro n adquiridas p or Volks
wagen y Ford M otor Co., respectivam ente; Simca do Brasil e
nes están parcialmente documentadas en las ac In tern atio n al H arvester fu e ro n a dquiridas p or C hrysler C o r
tas del Grupo Ejecutivo de la Industria Automo poration do Brasil, y la Fábrica Nacional de M otores fue
vilística ( g e i a ) , que estuvo encargado hasta fines vendida a la Alfa Rom eo italiana.
128 R E V IS T A DE L A C E P A L N " 37 ! A b r il d e ¡ 9 8 9
da de 1950 sería el encargado de la ejecución del dores brasileños no habían alcanzado la compleja
proyecto bosquejado por el Subcomité'*^. capacidad tecnológica necesaria para producir
La presencia de capital nacional en la indus las partes de un automóvil norteamericano pro
tria automovilística tuvo un carácter complemen medio. Cuando las empresas norteamericanas
tario. Los incentivos del gobierno estaban orien adquirieron las empresas mixtas estimuladas por
tados al inversionista extranjero. No hubo com el Gobierno brasileño, adquirieron también diez
promiso alguno del sector público con los empre años de desarrollo tecnológico y de crecimiento
sarios nacionales'*^. Los industriales locales te del mercado. Estuvieron en condiciones de ex
nían que importar equipos sin tipos de cambio pandir sus ventas de automóviles de tamaño me
preíerenciales a menos que estuvieran asociados diano y de lujo dentro de pautas de producción
con inversionistas extranjeros. eficientes. Al principio, perdieron el mercado de
No cabe duda que las empresas nacionales automóviles populares pequeños a manos de la
que invirtieron en la producción de automóviles Volkswagen, pero a los pocos añt)s esta pérdida
de pasajeros ayudaron al surgimiento de la in ya no revestía mayor importancia.
dustria nacional de partes de motores. Esto se Asimismo, el Plan Nacional de Producción
logró mediante el desarrollo de empresas de pro de Vehículos Automotores se basó en la necesi
piedad local o la traída de proveedores originales dad de incrementar la cantidad de partes produ
al país o la producción de partes. cidas en el país en relación con el peso y el valor
En 1957, cuando entró en vigor el Plan Na del vehículo. Jamás se exigió que esas partes se
cional de Automóviles de Pasajeros, los provee- adquirieran a los proveedores locales o a las em
presas locales con capital y gestión nacionales. En
consecuencia, la producción de partes se interna
lizó parcialmente en las plantas de montaje o los
'^Lucio M cira llegó a la siguiente conclusión después de proveedores originales del armador las produje
so sten er reuniones generales con la industria: tengo la im p re
sión de que las industrias extranjera.s de vehículos a u tom oto
ron localmente.
res no tienen interés en fabricar autom óviles producidos Las razones que explican el control extranje
100% en el país y no lo h a rán a m enos que se les obligue a ro de la industria de partes de motores fueron el
hacerlo. Esto resulta evidente en los contactos establecidos bajo nivel de desarrollo tecnológico de los fabri
con Ford y (len e ral M otors, Vem os que sólo usarán p ro d u c
cantes locales y la complejidad de los requisitos
tos nacionales cu an d o así lo req u ieran las políticas g u b e rn a
m entales (en W. M oreira Franco, A Nacionalizado dos Veiculos
técnicos en la producción de automóviles. Los
no lirasÜ, tesis d e m aestría inédita). derechos de propiedad de las tecnologías de pro
’^En cam bio, m uchos a utores ya han destacado la im ductos y procesos han permanecido en manos de
p ortancia del esp íritu em presarial local p ara explicar el éxito la corporación. En vez de formar un futuro com
de las exportaciones coreanas en m ercados de alta com pleji
petidor, la empresa extranjera preferiría sobre
dad, La historia de la in d u stria autom otriz coreana es sim ilar
a la de la in d u stria brasileña en cuanto a los procedim ientos
todo combinar los ingresos por derechos de pa
adm inistrativos y las prohibiciones de im p o rtar, a u n q u e co tentes con los rendimientos del capital accionario
m enzó algo más tarde, a comienzos de la década de 1960. Sin conjuntamente con el control directivo de las
em bargo, el n ú m ero de fabricantes de autom óviles era lim ita decisit)nes de la empresa.
d o y no hu b o Jam ás u n a e m p resa de p ro p ied a d ex tranjera
Las grandes corporaciones se beneficiaron
exclusiva. Por el co n trario , en el caso de los subcom pactos,
p o r ejem plo, sólo había dos em presas: la Daewoo M otor
con el elevado recambio del mercado laboral que
C om pany (una em presa m ixta p a ritaria en tre un gran con introdujo el régimen militar autocràtico a media
g lo m erad o c oreano y la G eneral M otors) y la H yundai M otor dos de la década de 1960. No crearon las condi
C om pany (de p ro p ied a d del m ayor conglom erado coreano ciones para la expansión de las ocupaciones alta
con 10% de acciones de la Mitsubishi) (A. A nisdem y L. Kim,
mente calificadas y las universidades nacionales
The Korean Production and Exports of Subcompact Automobiles: A
Case Study in In d u strial Strategy, docum ento presentado at
no fueron invitadas a participar en la creación de
Sim posio de la i.N C i a u sobre C om ercio Sur-S ur, G inebra, tecnología en el diseño y la construcción de auto
junio d e 198.'). móviles.
L A V IE JA L O G IC A D E L N U E V O O R D E N E C O N O M IC O IN T E R N A C IO N A L / V . V e n tu r a -D ía s 129
V
Las políticas de desarrollo en aprietos
Desde un comienzo, el Gobierno brasileño estu ción para determinar si la política de reserva de
vo sometido a presiones crecientes para modifi mercado del Brasil constituía una práctica co
car su política nacionalista en materia de compu mercial desleal continuó simultáneamente con
tadores. Sin embargo, los oficiales militares de la conversaciones diplomáticas.
Secretaría Especial de Informática ( s e i ) , la enti
dad gubernativa encargada de la política en ese El anuncio de la investigación estaba bien
rubro, siguieron adelante con su plan de ampliar sincronizado porque coincidía con los preparati-
la política de reserva de mercado, que en un ví)s que se hacían en Ginebra para la reunión
comienzo se aplicó a los minicomputadores, a ministerial del g a i r destinada a examinar la
otros sectores del mercado. nueva ronda de n c m . La delegación brasileña se
había opuesto firmemente desde un comienzo a
Las presiones por los cambios se hicieron la inclusión de los servicios, la inversión y los
explícitas durante la visita del Presidente Reagan derechos de propiedad intelectual en dichas ne
a Brasil a fines de 1982. Las concesiones en el gociaciones.
campo de la informática condicionaban en parte
el otorgamiento de ayuda financiera. Los repre En febrero de 1986, el Gobierno brasileño
sentantes de las multinacionales reclamaban que aprobó la creación de una empresa mixta entre
las dificultades para importar algunas líneas de Gerdau e i b m para formar la Gerdau Servigos de
productos habían llevado a las empresas a perder Informática S.A., en la que i b m tendría el 30% de
pedidos de exportación con subidos costos para las acciones, pero aportaría gran parte del equi
el país. Los hombres de negocio brasileños que po y de la tecnología. Esto significaría darle
deseaban formar empresas mixtas en algunos mayor flexibilidad a la ley que estipula como
sectores de la tecnología de la información adver máximo un 30% de capital extranjero sin dere
tían que, comí) resultado de las políticas restricti cho a votí). Además, para que una corporación
vas, el país podía terminar con un complejo in sea aceptada como una empresa brasileña o na
dustrial obsoleto, pues las empresas locales care cional, la ley exige que su control directivo y
cían de los recursos para mantenerse a la par de tecnológico sea nacional. La aprobación final de
los últimos adelantos, sobre todo en el aspecto pendía de la Secretaría Nacional de Informática
clave de la automatización de fábricas'*'^. ( s k i ).
El Federal liegister, vol. 50, N" 179, de 16 de La estrategia del Gobierno de los Estados
septiembre de 1985, publicó un anuncio. Con Unidos consistió en filtrar información de que se
posterioridad el representante comercial de los le impondrían sanciones al Brasil. En abril de
Estados Unidos inició una investigación sobre la 1986 se supo que la Comisión de Comercio Inter
política de informática del Brasil e invitó a las nacional y la Comisión "1ecnica del Departamen
partes interesadas a presentar observaciones por to de Comercio habían elaborado un informe de
escrito. De conformidad con las normas de la situación. En éste, se recomendaba imponerle al
i . c A , el Gobierno estadounidense había solicitado Brasil dos tipos de sanciones: la reducción del
previamente entablar consultas formales con el 40% de todas las importaciones provenientes de
Gobierno brasileño, las que se celebraron en Gi ese país y la apertura de una nueva investigación
nebra en febrero de 1985. En esa ocasión, la en esferas concretas como la industria de pro
delegación brasileña procuró demostrar que la ductos químicos refinados"*^.
reserva de mercado no atentaba contra ninguna A fines de abril de 1986, el Secretario de
de las normas o principios del cA r i . La investiga
Estado George Schultz le envió una carta al Mi presa brasileña (Scopus), era similar funcional
nistro de Relaciones Exteriores de Brasil pidién mente al MS-DOS fabricado por la empresa esta
dole explicaciones respecto a la ley sobre la in dounidense Microsoft. En consecuencia, en sep
dustria de computadores. La respuesta brasileña tiembre, dicho organismo le negó la licencia a
destacó las metas de desarrollo de la política bra cuatro empresas brasileñas para comercializar el
sileña en materia de computadores y el hecho de producto extranjero. Las autoridades brasileñas
que el Gobierno brasileño no estaba infringiendo sostenían que el sistema Scopus era adecuado y
derechos y principios internacionales. Conforme que no deseaban desalentar el desarrollo de ese
a lo publicado en la Gazeta Mercantil (2.5.1986), tipo de programas de computadores en otras
Brasil sostiene que cualquier efecto de su ley empresas brasileñas.
relativa a la industria de computadores sobre los El 13 de noviembre de 1987 el Presidente
intereses de los asociados comerciales debe exa Reagan anunció su intención de elevar los aran
minarse a la luz de los derechos y obligaciones celes de las exportaciones brasileñas a los Estados
internacionales de ambos países^®. Unidos y prohibir las importaciones desde el
En mayo, el portavoz de la Casa Blanca Brasil de determinados productos de computa
anunció que el Presidente Reagan pensaba impo dores como respuesta al mantenimiento por par
ner sanciones comerciales a los productos brasi te de Brasil de prácticas comerciales desleales en
leños si no se advertían cambios en la aplicación la esfera de productos de computadores. Dijo
de la política de informática. A fines de mayo, el además que la política nacional de informática de
Subsecretario de Estado de los Estados Unidos, Brasil, en vigor desde la década de 1970, restrin
John Whitehead, visitó Brasil y fue recibido por gía notoriamente la participación extranjera en
el Presidente. Dicha visita marcó el comienzo de el mercado brasileño de computadores y produc
las negociaciones oficiales sobre la ley de infor tos afines. Desde 1983, los Estados Unidos ha
mática (oficialmente no negociable). Dichas ne bían venido planteándole infructuosamente al
gociaciones se llevaron a cabo en reuniones re Brasil sus inquietudes en consultas bilaterales y
servadas entre diplomáticos brasileños y esta multilaterales. En septiembre de 1985, se había
dounidenses. iniciado una investigación de dichas prácticas,
En Junio de 1987, habían transcurrido más conforme a la Sección 301 de la Ley de Comercio
de 18 meses desde que el gobierno de Reagan de 1974, y en octubre de 1986 se había determi
amenazara con imponerle sanciones comerciales nado que la política de informática de Brasil era
al Brasil. Las sanciones se habían suspendido infundada y que gravaba y restringía el comercio
cuando la Cámara de Diputados del Brasil apro estadounidense. Aclaró que había suspendido
bó una ley sobre programas para computadores. parte de esa investigación después que Brasil se
La nueva ley de protección de programas indujo comprometió a aplicar su ley de “informática” en
al Consejo de Política Económica, a nivel de gabi forma más flexible, razonable y justa'*
nete, a recomendar que no se impusieran sancio El Gobierno de Reagan estimaba que las em
nes. Pero el Consejo le aconsejó al Presidente que presas estadounidenses habían perdido oportu
mantuviera activa su reclamación comercial para nidades de venta ascendentes a 105 millones de
asegurarse que ambas Cámaras del Parlamento dólares. A juicio del Washington Post, había dos
aprobaran la legislación y que el Brasil acatara las factores que complicaban las opciones: muchas
exigencias estadounidenses en otros problemas exportaciones brasileñas a los Estados Unidos
vinculados con el comercio y la inversión en alta eran manufacturadas por multinacionales esta
tecnología^ dounidenses con sede en Brasil o contenían com
En julio, la s k i determinó que el s i s n e , un ponentes hechos en los Estados Unidos, de modo
programa operativo desarrollado por una em- que las sanciones perjudicarían inevitablemente
los intereses estadounidenses. En todo caso, una
semana más tarde, la oficina del representante
^<4bíd., 5 m ayo 1986, p.3.
b o rra d o r de la ley brasileña de p rogram as para
c o m p u ta d o re s se le m ostró en privado al rep re se n tan te co
m ercial e stad o u n id en se (Claylon Y euuer) (Washington Post, ‘^ ^Declaración del Presidente, 13 de noviem bre de 1987,
26 de junio de 1987). T h e W hite H ouse, Office o f the Press Secretary.
L A V IE JA L O G IC A D E L N U E V O O R D E N E C O N O M IC O IN T E R N A C IO N A L / V . V e n iu r a -D ía s 131
comercial estadounidense pidió que se formula portaciones desde el Brasil como importaciones
ran observaciones públicas acerca de posibles que necesita hacer la Volkswagen con sede en
medidas estadounidenses en respuesta a ciertas Estados Unidos como sustituto del cierre de su
prácticas comerciales desleales de Brasil. Al mis planta de Pennsylvania. Según sus propias pala
mo tiempo, se confeccionó una lista de productos bras: no deben imponerse restricciones a un pro
brasileños “susceptibles” de experimentar mayo ducto que perjudicará a una empresa estadouni
res gravámenes u otras restricciones a las impor dense que ha demostrado el deseo de invertir en
taciones. el mercado estadounidense y que ha desplegado
El mero anuncio de posibles sanciones le sig un esfuerzo de buena fe con ese propósito'^'^.
nificó al Brasil pérdidas comerciales equivalentes Mientras tanto, las dos cámaras del parla
a ca.si 500 millones de dóIa^es‘^‘^ La lista com mento brasileño se apresuraron a aprobar una
prendía el conjunto más heterogéneo de produc nueva ley de programas para computadores, que
tos, desde alquitrán de hulla hasta fibras ópticas, fue vetada por el Presidente el 18 de diciembre.
desde artículos domésticos hasta maquinaria in Vetó algunos de los artículos que desagradaban a
dustrial, desde vehículos automores hasta partes los diplomáticos estadounidenses, en particular,
de aviones y naves espaciales, desde calzado y la reducción del ámbito de acción de la s k i . El año
equipaje hasta muebles, pistolas y rifles‘''\ culminó en medio de apasionados debates y vivas
Las audiencias de diciembre revelaron las críticas formuladas por los medios de comunica
diferencias de enfoque entre la empresa aeroes- ción conservadores contra la política brasileña de
pacial (una empresa estatal brasileña) y las em informática. La aplicación de sanciones comer
presas de vehículos automotores al asumir su ciales se postergó hasta enero de 1988, dadas las
def ensa contra posibles sanciones comerciales. El promesas de reconsiderar la decisión sobre el
testimonio de la Asociación de Industrias Espa Microsoft Ms-nos.
ciales de Estados Unidos señalaba los riesgos de
Por último, el 20 de enero de 1988, el Con
una confrontación entre Estados Unidos y Brasil
en el sector aeroespacial. Este pondría en peligro sejo Nacional de Informática en una decisión
miles de millones de dólares de exportaciones pírrica mantuvo la prohibición de comercializar
en el país las versiones 3.0, 3.1 y 3.2 del m s - d o s ,
aeroespaciales estadounidenses pendientes y fu
turas al Brasil, puesto que la empresa brasileña pero aprobó la de la versión 3.3. Se estimó que la
induciría al Gobierno a tomar a su vez represalias decisión era paradójica, pues es sabido que la
contra esas exportaciones. La Vicepresidenta de nueva versión de un programa para computado
dicha Asociación expresó que una guerra comer res perfecciona muy poco la anterior. En otras
palabras, el que es capaz de diseñar las versiones
cial con Brasil sería muy perjudicial para la in
3.0 y 3.2, también puede diseñar la 3.3
dustria aeroespacial de los Estados Unidos, ya
que se dejarían de vender transportes, helicópte Las sanciones se postergaron nuevamente, y
ros y aeronaves ligeras comerciales, fabricadas la última nota oficial del Gobierno de los Estados
íntegramente en los Estados Unidos; así como Unidos sobre el tema no modificó la situación
componentes, sistemas y maquinaria a En ib raer; global. En el plano oficial, los Estados Unidos no
y signif icaría también un mayor costo de los com están satisfechos con la política brasileña de in
ponentes que suministra Embraer para los avio formática y vigilarán atentamente las nuevas acti
nes fabricados en los Estados Unidos’*. tudes provenientes del s k i que puedan perjudi
En su declaración, el Vicepresidente de car los intereses de las corporaciones estadouni
Ví)lkswagen of America, Inc., cataloga a las ex- denses. La espada de Damocles penderá sobre
los exportadores brasileños, pues se considera
que es el mejor método de contar con aliados
^'*Folha da Tarde, ‘i .'i de noviem bre de 1987, p. 11. nacionales que se opongan a la aplicación de
del represetUaiU e residente de los Estados
U nidos, sum ario n. 301-49, 19 de noviem bre de 1987,
'“’'D eclaración de Celia M. Sherbcck, V icepresidetita de '’'^Declaración de Volkswagen o f A m erica, In c o rp o ra
Civil Aviation A erospace Indiisti ies Association ot A m erica ted, enviada a la O ficina del R epresentante Com ercial de los
inc. ante el (iom ité solare posibles represalias com erciales E stados U nidos respecto a la respuesta estadounidense a la
c o n tra Brasil (Sección 301), 18 de diciem bre de 1987. política brasileña de inform ática, 17 de diciem bre de 1987,
132 R E V IS T A D E LA C E P A L N " 37 / A b r il de 1 9 8 9
políticas brasileñas que pudieran poner en peli la queja oficial brasileña se sostenía que las medi
gro los intereses estadounidenses en el futuro das estadounidenses no sólo trataban de coercio-
cercano . nar a una parte para que modificara una política
Hace poco, después que concluyeron las in interna que era perfectamente compatible con
vestigaciones conforme a la sección 301, sobre las los instrumentos acordados a nivel internacional
prácticas brasileñas relativas a productos farma que reglamentan los derechos de propiedad inte
céuticos, surgieron amenazas de imponer nuevas lectual; sino que procuraban también que esa
sanciones comerciales al Brasil en caso de no parte conformara su posición sobre la Ronda
salvaguardar adecuadamente los intereses de las Uruguay a los deseos de una nación comercial
corporaciones estadounidenses en esa esfera. En más poderosa^'^.
VI
Observaciones finales
Brasil lucha denodadamente sólo para mante tener su presencia en todos los segmentos de alto
nerse en el mismo lugar. Pero es evidente que el valor agregado de la producción de bienes y ser
hecho de mantenerse en el mismo lugar dentro vicios.
de una economía internacional dinámica y en La Ley de Comercio y Aranceles de 1984 es
rápido cambio significa retroceder. Los textiles, una síntesis de lo que los Estados Unidos desean
el calzado, las aeronaves pequeñas fueron man que se reconozca en tas negociaciones del (;ai i
tenidos indefinidamente como rehenes para como el marco legal para reglamentar las políti
canjearlos por interminables cí)ncesiones en ma cas nacionales que se ocupan, entre otras cosas,
teria de derechos de propiedad intelectual, in de los servicios, la inversión y la tecnología. Si
versión en investigación y desarrollo, reserva de existiera dicho marco legal, la política nacional
mercado para el capital local y capacidad tecnoló de informática sería un mortinato administrati
gica autóctona. vo, porque tendrían que discutirla las partes inte
En la actualidad, la industria de la informáti resadas antes de promulgarla.
ca está consciente de que las estructuras principa La sección 301 de la i x :a de 1984, en virtud
les han dejado de crecer y que en definitiva darán de la cual el (iobierno de los Estados Unidos ha
paso a redes de microcomputadores de extraor actuado en defensa de los intereses de sus corpo
dinaria capacidad. Además, el futuro de la indus raciones, es una clara violación de las normas y
tria no está ni siquiera en los equipos físicos, que principios del ( ía i i . Sin embargo, el a.sunto ja
pasarán a ser productos baratos, sino en la inge más se ha planteado oficialmente en el g a i i . Los
niería de programas. En la informática los servi Estados Unidos se enorgullecen de la amplitud
cios y bienes son parte esencial de la misma in de su mercado. Saben que sus asociados comer
dustria y condicionan mutuamente su produc- ciales no pueden permitirse litigios costosos. L í >s
cion. países en desarrollo, y sobre todo los países re
En el nuevo orden económico internacional, cientemente industrializados, prefieren acatar
la lógica podría verse desdibujada por lo intrin las exigencias de los Estados Unidos y zanjar la
cado de las nuevas jergas y lo complejo de las cuestión con rapidez. Los países recientemente
tecnologías involucradas. Pero, en realidad, lo industrializados y que sí>n grandes deudores de
que solía ser el intercambio colonial de productos penden del acceso a dicho mercado para produ
primarios por bienes manufacturados, se plan cir el excedente comercial necesario para servir
teará en términos del intercambio inestable de sus deudas con los bancos estadounidenses.
segmentos de la producción organizada por las
corporaciones transnacionales con el fin de man (Traducido del inglés)
^■'^Folha de Sao Paulo, 18.6.88 (e u a adiam retalia^oes as ’''in te rn a tio n a l F oundation fo r D evelopm ent A lternati
exporta^oes brasileiras). ves special United Nations Service, 28.7.88.
{ i f o a ),
Dentro de las concepciones más globales del de
R E V IS T A D E LA C E PA L N ° 37 sarrollo en América Latina, resulta curioso ob
servar los cambiantes enfoques acerca de las
necesidades básicas y las políticas sociales. En
efecto, cada nueva visión del desarrollo de la
Participación región va acompañada de una alteración de las
relaciones entre economía y necesidades básicas,
y concertación así como de un cambio en las jerarquías de las
políticas económicas y las políticas sociales.
en las políticas
sociales
C arlos Franco* Visiones del desarrollo y
políticas sociales
Se a rg u m e n ta en este artículo que a p a rtir de la crisis
de la d e u d a e x te rn a se han desvinculado relativam ente
las m etas m acroeconóm icas y las m etas sociales; estas
Hasta finales de los años cincuenta, una concep
últim as han ten d id o a reducirse a la atención p re fe re n ción básicamente económica del proceso de in
te de ios gru p o s de m ayor pobreza relativa. dustrialización o modernización de nuestros paí
Pf)t' o tra parte, en las diversas experiencias de con ses, afirmaba explícita o implícitamente que la
centración se privilegia el a cuerdo con d iferentes tipos satisfacción de las necesidades básicas de la po
de organizaciones que tienen cierto grad o de in te g ra
ción en la estru ctu ra económ ica. La situación económ i
blación era una suerte de subproducto natural
ca y más e.specí[icam cnte la m odalidad de ajuste elegi del crecimiento económico y que, por ello, las
da dificultan, sin em bargo, la concreción y la m an te n políticas sociales estaban subordinadas a las polí
ción de ios esí'uerzos de concertación. ticas productivas.
El artículo señala la incom patibilidad de un desa En los años sesenta y comienzos de los años
rrollo social sustentado en la baja del pro d u cto e infie
re la necesidad de reco n sid erar las relaciones entre
setenta, en cambio, las visiones normativas del
políticas económ icas y sociales, y la consiguiente divi desarrollo modifican, al menos en el plano de la
sión del trabajo e n tre las funciones estatales. Una pista teoría, las relaciones entre crecimiento económi
de interés es la asociación del crecim iento del p roducto co y necesidades básicas, en favor de una equiva
a la satisfacción de las necesidades básicas de la pobla- lencia de su respectiva importancia y de la com-
plementariedad de las políticas orientadas a su
manejo. El sentido de esta modificación, sin em
bargo, no se agota en la igualación, más declarati
va que real, de las jerarquías del desarrollo eco
nómico y del desarrollo social, sino que inicia un
proceso de autonomización de los problemas y
las políticas sociales en la percepción del desarro
llo. En otros términos, sea por la experiencia de
esos años, sea por la renovación intelectual de los
enfoques del desarrollo, se comenzó a entender
que los problemas sociales no son subproductos
naturales de 1í)s problemas económicos, sino que
tienen una entidad propia, multicondicionada
por procesos económicos y extraeconómicos, va
le decir, políticos, culturales, psicosociales e his
tóricos. Precisamente por ello, las políticas socia
*Investigadnr dcl (dentrode Estudios para el Desarrolloy les, sin dejar de vincularse con las políticas econó
la Participación (ta.mi*). Consultor de e r ,i* A i.. micas, comienzan a ser reconocidas en su autono
mía y especificidad.
En los años ochenta se produce una brusca
134 R E V IS T A D E LA C E P A L N “ 37 / A b r il d e 1 9 8 9
mutación del enfoque del desarrollo y de las rela ductiva precisa lo que se denomina “la voluntad
ciones entre los problemas y las políticas econó política de los gobiernos de la región”. Pareciera
micas y sociales. Una visión pesimista del presen que con ello se alude a las relaciones entre los
te y el futuro inmediato de la región, que se dice gobiernos y los grupos sociales en condición de
realista y cree nutrirse de la “objetiva” percep pobreza crítica. En primer lugar, a los contenidos
ción de los efectos de la crisis, así como de los de discursos, planes, políticas, programas, ins
fracasos de las políticas expansivas y redistribu- trumentos, montos y uso de recursos, definidos o
cionistas de algunos de nuestros Estados nacio definibles por los gobiernos, en relación con los
nales, hace del término “ajuste” la ambigua co grupos sociales desprotegidos de la sociedad, así
bertura de la recesión económica o de un creci juzgados, en su pertenencia técnica o en su ade
miento “sano”. Ambas expresiones, diferentes cuación política, por los grupos o instituciones
en ciertas políticas de corto plazo, reflejan la con nacionales e internacionales propugnadores del
vicción de la “inevitabilidad” de la reducción del desarrollo social. En segundo lugar, el concepto
producto o de la “necesidad” de tasas más o me parece referirse a una cierta calidad de la rela
nos mediocres de crecimiento económico. En es ción político-institucional de los Estados con res
te contexto, la renuncia a ciertos tipos (o a todos pecto a dichos grupos sociales, basada en lo que
los tipos, según los casos) de crecimiento econó se llama una opción preferencial por los más
mico, se acompaña de un redimensionamiento pobres. Por cierto, ambos planos, el de los conte
de la importancia atribuida a los problemas y nidos de los planes públicos y el de las relaciones
políticas sociales y a una reconsideración de sus político-institucionales, son percibidos como
relaciones con los problemas y políticas econó complementarios y, por tanto, como expresiones
micas. fuertes de la “voluntad política de los gobiernos”.
En efecto, desde hace algunos años se afirma En este sentido, entonces, “voluntad política de
que ciertas metas sociales significativas pueden los gobiernos” y “opción preferencial por los más
alcanzarse a pesar o en contra de la recesión pobres” son conceptos equivalentes o, en su de
económica o del penoso crecimiento del produc fecto, asociados por un vínculo en virtud del cual
to regional. Se trata de un punto de vista opuesto el segundo especifica el significado del primero
al de los decenios anteriores. Si en el enfoque de al señalar su referente social.
los años sesenta las metas sociales se derivaban Ahora bien, el término “preferencial” tiene
secundariamente de las metas económicas y si en un innegable sentido comparativo; con él se im
el de los setenta ambas eran complementarias, plica que, ante las demandas alternativas de los
ahora, en los años ochenta, las metas sociales (por recursos públicos y de los usos del poder por
lo menos, algunas de las más significativas) se han diferentes grupos o clases sociales, el Estado elige
desvinculado relativamente de las metas econó destinarlos mayoritariamente a satisfacer las ne
micas globales; tal como las políticas sociales que cesidades de los grupos sociales más pobres. Co
las hacen posibles, han adquirido una autonomía mo es obvio, ello no puede realizarse sino por la
casi plena en el campo de la teoría. vía de una relación político-social privilegiada
No es nuestro propósito abordar ahora los que relativiza o coloca en segundo plano las rela
supuestos valorativos de esta concepción, la natu ciones del Estado con otros grupos o clases socia
raleza de su diagnóstico, la coherencia de su vi les o con las instituciones que los representan.
sión acerca de las relaciones entre políticas eco Como es lógico, el tamaño de la diferencia en la
nómicas y sociales. Menos aún, formular juicios atención del Estado a los difentes intereses socia
de valor sobre su significado político. Nos impor les dependerá, si todas las restantes condiciones
ta más reflexionar acerca de los modos mediante se mantienen constantes, del monto de los recur
los cuales este enfoque cree hacer posible ciertas sos que disponga. Si ellos son abundantes, enton
metas sociales en un marco de depresión produc ces el Estado puede hacer compatible la opción
tiva. preferencial por los más pobres o la relación
privilegiada con ellos con una atención menor,
1. La voluntad política de los gobiernos aunque significativa, a los grupos sociales más
Según este punto de vista, el logro de ciertas acomodados. En cambio, si los recursos son esca
metas sociales en un contexto de depresión pro sos, entonces es más probable que la atención del
P A R T I C I P A C I O N Y C O N C E R T A C IO N E N L A S P O L IT IC A S S O C IA L E S / C. F ranco 135
Estado a los grupos más pobres reduzca significa nantes políticas participativas del Estado con una
tivamente los recursos y las relaciones que man atención menor, aunque significativa, de las lla
tiene con los grupos sociales instalados. madas organizaciones intermedias, integradas a
las estructuras nacionales de poder.
2. Políticas participativas Ahora bien, y sobre todo en el caso peruano,
las formulaciones más fuertes del enfoque parti-
En el Perú, como en otros países de la región, la cipativo de fines de los años sesenta e inicios de
expresión de la voluntad política del Estado para los setenta, hicieron referencia explícita o exten
colocar los intereses de los grupos sociales pobres dieron su cobertura básicamente a la relación de
o marginales en un status preferencial se encar dos sujetos sociopolíticos: el Estado y las organi
nó, en las décadas pasadas, en las denominadas zaciones de los grupos marginales campesinos e
políticas o estrategias participativas. Por tales se informales urbanos especialmente, así como el
entendió, más allá de las diferencias o especifici movimiento sindical. En este sentido, la expre
dades nacionales, acciones políticas orientadas a sión participación popular significaba una rela
promover la organización y movilización de los ción preferencial entre ambos sujetos sociopolíti
grupos sociales desprotegidos; destinar recursos cos que dominaba o subordinaba, al menos en el
económicos y políticos a la satisfacción de sus plano teórico, las relaciones del Estado con las
necesidades elementales; abrir mecanismos de sociedades empresariales, los colegios profesio
participación de tales grupos en los puntos termi nales y los partidos políticos. Más aún, según las
nales de la estructura local del Estado; organizar teorías en uso, los Estados con orientación partici-
programas comunitarios de administración pativa debían establecer una vinculación directa,
conjunta en los campos de la salud, la educación, o con el mínimo grado de intermediación posi
la vivienda y el empleo; o, como en el caso perua ble, con las llamadas organizaciones sociales de
no, reformar en sentido equitativo el sistema de base; para ello era preciso orillar, marginar o
propiedad en la agricultura y la industria. circunvalar las instituciones “intermedias”, cuyos
No nos importa ahora evaluar los éxitos, pro intereses eran juzgados externos, competidores
blemas y fracasos que acompañaron las pasadas o contrapuestos a los intereses de los grupos so
experiencias de participación popular. Es de in ciales de más bajos ingresos.
terés recordar que tales políticas participativas En la práctica, los intereses de organizacio
fueron antecedidas o acompañadas en su inicio nes institucionales integradas a la economía mo
por ciclos económicos expansivos de los merca derna y a la estructura del poder fueron atendi
dos internos y por un creciente monto de recur dos y satisfechos relativamente, pero el discurso
sos externos provenientes de la economía inter participativo intentó marginarlos o devaluarlos
nacional. Cabe recordar también que la extinción en favor de la señalada relación preferencial del
progresiva o la liquidación abrupta de tales polí Estado con las organizaciones sociales de base.
ticas fueron antecedidas o acompañadas por el Las consecuencias políticas de este enfoque se
inicio de ciclos recesivos de las economías nacio relacionaron con la renuencia o el rechazo de los
nales y por la crisis de la economía internacional. grupos y organizaciones instalados en el sistema
Aquí conviene destacar que los ciclos econó económico y político a considerar como legítimos
micos expansivos y la afluencia de recursos exter los intereses de los grupos más pobres o a aceptar
nos influyeron, de dos modos específicos, entre compartir la atención, los recursos y el poder del
otros,en las políticas participativas: en primer Estado. De este modo, las hipótesis participativas
lugar, incrementando los recursos disponibles de acerca de los comportamientos de las organiza
los Estados reformistas para la atención de los ciones intermedias integradas al sistema con
grupos desvalidos; en segundo lugar, minimi cluyeron por hacerse realidad, actuando como
zando o tornando manejables las oposiciones o una suerte de profecía autocumplida. En otros
las reservas expresadas ante dichas políticas por términos, las organizaciones industriales, comer
los grupos industriales, financieros, comerciales, ciales, financieras, profesionales y hasta sindica
profesionales y, en ciertos casos, sindicales. En les más fuertes oscilaron políticamente entre el
este sentido, el ciclo económico favorable permi recelo y el rechazo de las políticas participativas y
tió la coexistencia, al menos en el Perú, de domi concluyeron defendiendo enérgicamente sus
136 REVISTA DE LA CEPAL N” 37 / A b r il de 1 9 8 9
propios intereses cuando el cierre del ciclo eco- sos económicos necesarios para m anejar los con-
nómico favorable restó a los gobiernos los recur- ílictos sociales.
II
A c e rc a de la concertación
Del examen de estas experiencias, muchos que ra el desarrollo del régimen parlamentario y de
daron con la impresión de la necesidad de una partidos, y ciertas reformas mínimas en la estruc
revisión crítica y de una superación teórica de los tura del Estado y sus relaciones cí)n la sociedad
enfoques participativos. Se comenzó por cuestio civil. El pacto social español, pero no sólo éste,
nar la limitación del enfoque participativo a la definió asimismo el marco de las relaciones entre
sola relación entre el Estado y las organizacio el Estado y las organizaciones empresariales y
nes sociales de base, señalándose la necesidad de sindicales, así como los acuerdos básicos del ma
am pliar la cobertura a la presencia, intereses y nejo de precios y salarios.
relaciones del Estado con el conjunto de grupos Si pasamos a observar los proyectos de con
sociales y organizaciones representativas de la certación en los países de la región, rápidamente
sociedad. En segundo lugar, se afirmó que los percibiremos que sus contenidos más im portan
recursos públicos destinados al logro de metas tes se refieren a las políticas económicas de corto
sociales, así como las mismas políticas sociales, plazo, a la regulación de precios y salarios y a la
debían justiíicarse o racionalizarse por la orienta creación de marcos institucionales y de mecanis
ción de las políticas económicas de corto plazo. mos para el procesamiento de las relaciones en
Finalmente, se sostuvo la inviabilidad en el me tre el Estado, los empresark)s y el movimiento
diano plazo de las relaciones Estado-grupos de sindical. En ciertos casos, los proyectos incluyen
bajos ingresos que no estén protegidas por una planes económicos de mediano plazo, reformas
red de relaciones políticas entre el Estado y las constitucionales o la introducción de nuevos ins
organizaciones integradas a la economía m oder trum entos institucionales. Lo que quiero decir,
na y a la estructura del poder y por un compro en consecuencia, es que en ninguno de los casos
miso progresivo de estas últimas con la satisfac que conozco, los contenidos de dichas experien
ción de las necesidades básicas de la población. cias y proyectos se centraron en la definición de
De este modo, la temática de la participación políticas sociales o de metas nacionales relaciona
popular fue retirándose a un segundo plano en das con la cobertura nutricional, el descenso de la
el debate intelectual y político, para dar paso a mortalidad infantil, la atención primaria de sa
una nueva temática que, desde fines de los años lud, programas de alfabetización, de vivienda o
setenta ocupa crecientem ente la atención de de servicios básicos en general. En otros térm i
cientistas sociales, políticos y funcionarios de la nos, los intereses de los grupos sociales más po
región. Nos referimos a la concertación. bres no fueron ni son tomados en cuenta, al
Si observamos las escasas experiencias nacio menos de manera preponderante, en las expe
nales de conceptación desde la producida en Ve riencias y proyectos de concertación conocidos.
nezuela hasta la más reciente en el Uruguay, y si Ahora bien, si nuestra mirada se extiende a
extendemos ese examen a la experiencia españo los trabajos de los economistas de la región, rápi
la, rápidam ente concluiremos que sus conteni dam ente advertimos la escasez de estudios o pro
dos se refirieron a la creación de condiciones puestas vinculadas sea con una economía de las
políticas para el pasaje de sistemas autoritarios a necesidades básicas, sea con una econí)mía de la
sistemas democráticos. Lo que se acordó básica concertación. Más aún, en la creciente bibliogra
m ente en aquellas experiencias fueron las rela fía sobre la concertación producida por nuestros
ciones entre gobiernos civiles y fuerzas armadas, científicos sociales en la última década, son suma
las garantías constitucionales e institucionales pa mente reducidos los análisis o estudios específi-
PARTICIPACION Y CONCERTACION EN LAS POLITICAS SOCIALES / C. F r a n c o i ;í 7
eos sobre los vínculos entre concertación política su autoridad democrática y el ejercicio relati
y necesidades básicas, o entre los agentes reales vamente autónomo de su poder;
de la concertación y las políticas sociales. b) reduciendo los grados de libertad de los go
A mi juicio, esto no es casual, por dos razo biernos para operar o manejar los conflictos
nes. En prim er lugar, porque los sujetos sociales de interés o para imponer un límite a los
o políticos que proponen o son convocados por la crecientes procesos de anomia o al desarrollo
concertación son generalm ente el Estado, los de la violencia social y política;
partidos, las sociedades empresariales y el movi c) reforzando la desigualidad de los poderes
miento sindical; esto es, las organizaciones cuyo político-representativos de los distintos gru
poder, intereses y recursos les permiten actuar pos sociales que compiten por los recursos
directam ente y por sí mismas en los escenarios públicos y las decisiones del Estado;
políticos de la región. En segundo lugar, porque d) promoviendo la desorganización institucio
en un contexto de recesión económica, de penu nal y política de los grupos sociales con me
ria productiva y escasez de recursos, la disputa nor poder relativo dentro de la .sociedad y
política por el magro excedente económico o pa reduciendo su capacidad representativa pa
ra evitar los costos de la crisis se resuelve a favor ra acceder y expresarse con autonomía ante
de los agentes o intereses más poderosos o más el listado o para presionar o condicionar en
sólidamente instalados en el tejido institucional. su favor las decisiones públicas;
e) eliminando el excedente económico o sea la
La evolución real de la concertación nos dice,
base material que permitió a los Estados en
por lo tanto, que su enfoque y su práctica son
los años sesenta y comienzos de los setenta
acreedores a la crítica que en la década pasada se
orientar su acción hacia la atención de las
formuló al enfoque y la política participativos,
necesidades básicas de los grupos sociales
aunque ciertamente en un sentido distinto. Si los
más pobres a través de políticas participa-
enfoques participativos devaluaban las relacio
tivas;
nes del Estado con las organizaciones interme
f) fortaleciendo las tendencias privatistas, cor-
dias o integradas en las estructuras económicas y
porativistas y sectoriales de las organizacio
políticas m odernas en favor de una relación pre
nes intermedias e impidiéndoles integrar o
ferencia! con las organizaciones populares de
aceptar las demandas o necesidades de los
más bajos ingresos, ios enfí>ques concertadores
grupos sociales más pobres;
m arginan o devalúan las relaciones del Estado
g) obstaculizando severamente las po.sibilida-
con éstas en favor de una relación exclusiva o
des de acuerdos consensúales sobre políticas
excluyente con aquéllas.
sociales entre el Estado, las organizaciones
K \ análisis de la situación descrita nos está representativas de los intereses integrados
diciendo, asimismo, que las políticas de ajuste o directam ente en el régimen político y los gru
de recesión económica actúan en los siguientes pos sociales más pobres. En otros términos,
sentidos: impidiendo al Estado combinar en un movi
a) erosionando las bases populares de apoyo a miento simultáneo las políticas participativas
los gobiernos de la región o fracturando los y las políticas concertadoras en favor del de
pactos sociales implícitos en que se sustenta sarrollo social.
138 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / A b r il de 1 9 8 9
III
R e t o r n a n d o al e n fo q u e de los a ñ o s ochenta
Lo que hemos com probado como una tendencia cuestionable es el enfoque de los años cincuenta,
general en buena parte de los países de la región que hace del desarrollo social un subproducto
nos perm irte volver a uno de los temas iniciales natural del crecimiento económico, como lo es el
de nuestra intervención, esto es, a las posibilida de los años ochenta, cuando el desarrollo social
des de relanzar políticas y metas sociales s ig n ific a parece independizarse del crecimiento producti
tiv a s en economías en recesión y en ajuste. vo, o cuando lo plantea como compensación mo
ral o racionalización política de la aceptación re
Las tendencias actuales fundam entan nues signada del rol conferido a nuestras economías
tro escepticismo frente a este enfoque. Incluso en nacionales en el actual orden económico m un
medio de la crisis y de las políticas de ajuste, no dial, o del contenido de las políticas recesivas o de
negamos que sea éticamente plausible proponer ajuste.
se el logro de metas sociales y que eventualmente Nada de lo señalado ha.sta aquí resta im por
sea posible reducir, en ciertos campos, la veloci tancia a los esfuerzos por am enguar los impactos
dad e intensidad del deterioro de las condiciones de la crisis en los grupos sociales más pobres o las
de vida de las mayorías pobres de nuestros paí iniciativas creadoras para el logro de una u otra
ses. Esto ciertam ente, no está en discusión al me meta mínima en relación con las necesidades bá
nos para nosotros. Resulta evidente, sin em bar sicas de la población. La crítica del enfoque, en su
go, que la discusión del enfoque que comenta sentido estricto, tampoco desconoce la necesidad
mos tiene sentido cuando las políticas sociales de introducir criterios socialmente selectivos en
pueden ser relanzadas de un modo sustantivo, la formulación y ejecución de los “ajustes” econó
alcanzándose metas .sociales significativas, es de micos en favor de la población más pobre. En este
cir, de impacto y cobertura reconocibles. El exa sentido, cuando el enfoque que comentamos se
men atento de las tendencias en curso nos indi disocia de sus propósitos o afirmaciones más am
ca más bien lo contrario. Ellas nos señalan la biciosos, puede constituirse en una fuente de ini
incompatibilidad de un desarrollo social sustanti ciativas para hacer uso en favor de los pobres de
vo con el estancamiento o el decrecimiento del recursos potenciales de la sociedad, para incor
producto y presionan por una reconsideración porar las experiencias de las organizaciones de
más cuidado.sa, en el plano teórico, de las relacio base en el diseño y ejecución de program as socia
nes entre políticas económicas y sociales. La lec les o para innovar en la organización institucio
tura de la evolución de la región y de las concep nal del Estado o en las metodologías participati-
ciones sobre su desarrollo nos enseña que tan vas de promoción humana.
IV
Se vuelve imprescindible renovar los contenidos nan exclusivamente por una combinación de ne
de las políticas sociales en aquellos países en los cesidades básicas insatisfechas (escogidas estadís
cuales la crisis se ha m ostrado menos severa o en ticamente por nivel social, ámbito geográfico o
ios que la voluntad política de los gobiernos se grupos de edad), objetivos o metas cuantitativas
m antiene a pesar de las limitaciones económicas. (definidos en función exclusiva de los montos
Con ello querem os referirnos, en prim er lugar, a presupuestarios disponibles), y programas o ins
la necesidad de que estos contenidos no se defi trum entos de acción (definidos exclusivamente
PARTICIPACION Y CONCERTACION EN LAS POLITICAS SOCIALES / C. F ranco 139
por los cuadros técnico-profesionales o el perso vecharlos al máximo, se torna más necesario que
nal disponibles en la administración pública). nunca unificar las orientaciones de la política
Un diagnóstico de la situación que considere social de los Estados y definir metas comunes
el grado específico de organización de la pobla para los gastos administrativos por los sectores
ción por atender, sus prácticas sociales y grado de públicos. En realidad, la política social de un
movilización, así como sus recursos potenciales o gobierno es, o debería ser, una y la misma, aun
reales, no perm ite fundar adecuadamente ni la que su ejecución administrativa quede librada a
estrategia utilizada en la ejecución de las políticas diferentes organismos. Para ello, según mi opi
sociales, ni la dimensión de las metas que se pue nión, no sólo es preciso plantearse la alternativa
den alcanzar. institucional de una integración de los ministe
Un efecto parecido origina el no tener en rios “sociales” bajo autoridad única, sino concer
cuenta las orientaciones, recursos, organización tar la misma formulación del presupuesto social
o poder de todos los actores sociales, y de las único, de modo de articular o integrar los pro
instituciones externas a los grupos sociales más gram as sociales asociando su ejecución en el
pobres, pero implicados directa o indirectamen tiempo, unificando la orientación del gasto y po
te por las metas trazadas por las políticas sociales tenciando o maximizando eficazmente su uso.
y los recursos públicos o privados movilizados o
Acaso el desafío mayor que enfrente el dise
movilizables. Un diagnóstico que no exprese di
ño de políticas sociales en la región sea la redefí-
námicamente el cuadro de interacciones sociales
nición de sus relaciones con la política económi
y políticas no perm ite definir con precisión ni las
ca. Si tradicíonalmente ambas políticas se disocia
metas, ni los recursos, ni la estrategia, ni los pro
ron fue porque el crecimiento del producto y la
gramas en que se expresan las políticas públicas.
satisfacción de las necesidades básicas fueron
De idéntico modo, como efecto de la expe asumidos como realidades distintas. De allí sur
riencia acumulada en la región en las tres últimas gió esa división del trabajo estatal según la cual el
décadas, resulta necesario ampliar la cobertura prim ero era responsabilidad de los ministerios
de lo que convencionalmente denominamos po de economía y de la producción y la segunda de
líticas sociales. La experiencia parece mostrar los ministerios sociales. A su vez, de esa división
que ninguna política social puede lograr sus obje del trabajo se derivó la división de roles por la
tivos si no integra, con el mayor grado de preci cual las políticas sociales asumieron las funciones
sión posible, las estrategias y mecanismos de par de compensar, complementar o suplir los des
ticipación popular de los grupos sociales objeti víos, los vacíos o los errores de la política econó
vos; la concertación con los agentes o actores mica.
sociales y políticos instalados en la trama pública
del poder; la descentralización del Estado y la De ahí que si el estilo de crecimiento del
innovación técnico-administrativa; la prioriza- producto se asocia a la satisfacción de las necesi
ción, no sólo social, sino espacial, de las acciones dades básicas, entonces la política económica de
por desarrollar. Las políticas de participación, viene el mejor instrum ento de la política social o
concertación, descentralización y priorización es su mejor encarnación operativa. En otros térmi
pacial no son distintas de las políticas sociales y no nos, quiero decir que una progresiva transfor
son, por ello, responsabilidad de otros sectores o mación del perfil de las necesidades sociales por
ministerios públicos. Son componentes esencia satisfacer, de la composición de la oferta produc
les de las políticas sociales redefinidas y sus enfo tiva, de los patrones de íinanciamiento, inver
ques, instrum entos y prácticas son medios indis sión, empleo, distribución y de consumo consti
pensables para el logro de las metas trazadas. tuye, en rigor, el mejor instrum ento de las políti
Resulta claro igualmente que las llamadas cas sociales. Si tal ocurriera, se unificaría el pa
políticas sociales no pueden definirse paralela o trón de criterios que escinden en el presente las
sectorialmente a través de ministerios incomuni políticas económicas y las políticas sociales.
cados institucionalmente o relacionados de mo Frente a la alternativa de insistir en el valor
do inestable por los conocidos y fracasados meca compensatorio de las políticas sociales, alternati
nismos de coordinación interministerial. En una va basada sea en la continuidad del patrón es
situación de escasez de recursos que exige apro tructural del aparato productivo y del estilo de
140 REVISTA DE LA CEPAL N“ 37 / A l n i ì de i9 H 9
miaje conceptual que le sirve de sustento tiene subconjunto de los cuales son los hogares pobres;
una articulación lógica relativamente sólida; y señala de ese modo grupos objetivos, en favor de
por otro lado, a que la información básica para la los cuales deben form ularse políticas específicas
estimación de la línea de pobreza está disponible que les ayuden a solucionar sus problemas. Por
en un núm ero cada vez mayor de países, que han otro, permite seguir la evolución de tales catego
adoptado las encuestas perm anentes de hogares rías m ediante el examen de la información conte
como instrum entos para la recolección sistemáti nida en las encuestas perm anentes de hogares.
ca de datos sobre los ingresos de los hogares. Sin Entre las consecuencias más significativas de
embargo, por razones que discutiremos más ade las últimas crisis económicas en los países latinoa
lante, las mediciones obtenidas con este método mericanos, y en particular en el Uruguay, se
no perm iten distinguir la pobreza conyuntural cuentan los procesos de movilidad descendente.
de aquella otra que deriva de las estructuras eco Por eso se analizan inicialmente con especial
nómica, o sociocultural, o de una combinación de atención las situaciones generadoras de pobreza
ambas. El conjunto de hogares que se sitúa por a partir de la caída del ingreso de los hogares. Sin
debajo de la línea de pobreza incluye, entonces, perjuicio de lo anterior, se examinan también las
tanto pobres crónicos como pobres recientes. características del trienio 1984-1986, en que di
chos ingresos mejoraron.
Estas notas pretenden explorar una nueva
El supuesto básico de este ejercicio, cuya dis
forma de aproxim arse al volumen y naturaleza
cusión ocupa el próximo capítulo, es que el índice
de los hogares afectados, que perm itiría precisar
de necesidades básicas insatisfechas sólo reaccio
el significado del concepto de pobreza, mediante
na ante deterioros muy severos del ingreso de los
la diferenciación de las manifestaciones más o
hogares, y con un rezago considerable. De este
menos perm anentes de la misma. En ella se com
modo, cuando una crisis económica causa la pau
bina la información sobre ingresos que recogen perización de muchos hogares, un gran porcen
habitualm ente las encuestas de hogares con indi
taje de ellos registrará ingresos por debajo de la
cadores de insatisfacción de necesidades básicas línea de pobreza, pero sin m ostrar carencias críti
construidos a base de datos que investigan los cas en las dimensiones de necesidades básicas
mismos instrum entos incorporadas en el índice. Este supuesto acerca
N uestra propuesta envuelve, entonces, al del desajuste temporal del impacto de las vicisitu
menos dos atractivos. Por un lado, perm ite dife des económicas en distintas características de los
renciar las categorías de hogares en situación hogares, nos perm ite considerar algunas de ellas
deficitaria —aquellos que presentan carencias en como huellas del pasado y, por lo tanto, form ular
la satisfacción de las necesidades básicas o insufi hipótesis sobre la dirección de la movilidad social
ciencia de ingresos o ambas situaciones—, un experim entada por el hogar.
I
E l ín d ic e de necesidades básicas insatisfechas
en la categoría “necesidades básicas insatisfe contempla una franja muy limitada del espectro
chas” a los hogares que no logran atender el total de necesidades que son atendidas por el conteni
de las necesidades consideradas. La baja exigen do de una canasta básica de consumo; por consi
cia de este criterio se compensó con procedi guiente, el pasaje a uno y otro lado de la línea de
mientos de selección de indicadores que garanti pobreza no tiene por qué traducirse en cambios
zaran el carácter crítico de cada una de tales en los satisfactores cubiertos por el índice. La
carencias. elasticidad-ingreso de los satisfactores seleccio
U na de las consecuencias del mencionado nados frente a la de los restantes satisfactores de
sesgo es que el índice tiende a reflejar aspectos de necesidades básicas será mayor o m enor según la
las condiciones de vida del hogar que son más prioridad que se les dé en cuanto factor de ajuste
perm anentes que los que refleja el ingreso en las a la nueva situación y, por otro lado, la mayor o
encuestas de hogares. m enor inmediatez de los cambios en cada satis-
La línea de pobreza se calcula sobre la base factor, una vez tomada la decisión de modifi
de los ingresos necesarios para cubrir el costo de carlos.
una canasta básica de consumo. Se deduce, en En la consideración de la elasticidad-ingreso
tonces, que cuando los ingresos del hogar des de los indicadores relacionados con la vivienda,
cienden por debajo de esa línea, todos o algunos cabe insistir en el papel central que ésta y su
de sus miembros se verán necesariamente afecta ubicación territorial desem peñan como símbolos
dos por una o más carencias críticas. Ante esta de pertenencia a un determ inado estrato social.
situación, el hogar debe definir prioridades, o r También debe tenerse en cuenta que la antigüe
denando satisfactores y necesidades de acuerdo dad en el lugar de residencia está asociada al
con la percepción que quienes adoptan las deci grado de integración con la comunidad local, a la
siones tienen acerca de los costos relativos de los existencia de vínculos personales con los vecinos,
cambios en cada uno de esos satisfactores, lo que al conocimiento de las formas de acceso a distin
en última instancia refleja la importancia relativa tos tipos de servicios y a la intensidad de los
que les asigna el hogar. sentimientos de identidad y pertenencia. Ello ex
El índice de necesidades básicas insatisfechas plica la resistencia que habitualmente provocan
D iagram a
N ECESID A D ES BASICAS, D IM EN SIO N ES PARA SU M ED IC IO N E IN D ICA D O RES DE PR IV A C IO N C R IT IC A
los cambios de domicilio, especialmente cuando económica se manifiestan con algún desfase so
éstos representan un descenso en la escala de bre las condiciones habitacionales, las cuales res
prestigio local. ponden a la influencia combinada de factores
Ahora bien, una de las posibles respuestas al sociales y culturales,
deterioro de los ingresos es el cambio a una vi l ’ambién los otros dos indicadores que com
vienda de nivel inferior en cuanto a ubicación, ponen el índice —asistencia a la escuela y capaci
calidad de los materiales de construcción, hacina dad de subsistencia— muestran una relativa in
miento, potabilidad del agua y formas de acceso y dependencia ante un deterioro en la situación
adecuación de los servicios sanitarios. Sin em bar económica que arrastre al hogar por debajo de la
go, a la luz de lo recién señalado puede conjetu frontera de pobreza. En el prim er caso, los pa
rarse que se requiere un descenso muy agudo de dres que han adquirido hábitos de enviar a sus
los ingresos del hogar y una situación muy pro hijos a la escuela y que se han formado expectati
longada de carencias económicas para vencer la vas acerca del futuro de éstos basadas en la edu
inercia social que produce el arraigo a una vivien cación, sólo los retirarán ante circunstancias eco
da de un nivel determinado. nómicas límites. Ello es particularm ente válido
Entre las respuestas alternativas que pueden en un país como el Uruguay, donde la educación
afectar las dimensiones de satisfacción recién es un valor prioritario dentro del patrón cultural
mencionadas figura el congelamiento de toda predom inante y existe un sistema de escuela pú
inversión para el m antenim iento de la vivienda, blica gratuita de vasto alcance.
lo que probablemente ocasione un deterioro sig En cuanto a la capacidad de subsistencia,
nificativo de su calidad, aunque ello se tornará recordemos que el indicador define como caren
perceptible sólo en el largo plazo. Puede, asimis cia crítica los casos de los hogares con jefes m eno
mo, decidirse que no se efectuarán inversiones res de 45 años que no completaron la enseñanza
para adecuar la vivienda a los cambios en el tama primaria y con jefes de 45 años y más que tienen
ño del hogar que corresponden a distintos ciclos menos de dos años de educación primaria y en
de la vida de la familia, lo que podría eventual los que es inferior a 1/3 la relación percepto
mente resultar en hacinamiento. Pero, como el res-trabajadores familiares no rem unerados so
aum ento del tamaño del hogar no tiene por qué bre el total de miembros del hogar. Como el
coincidir con el período de deterioro de los in status educacional del jefe no se ve af ectado por
gresos —el que tenderá más bien a inhibir la un descenso de los ingresos del hogar, este indi
n a ta lid a d ", la asociación entre ambas variables cador es hasta cierto punto independiente del
sólo será visible en el mediano o largo plazo. Está, paso de los hogares no pobres a la situación de
por último, la alternativa de subarrendar parte pobreza.
de la vivienda, con pérdida de privacidad y co Cabe afirmar, pues, que las carencias críticas
m odidad, mayor densidad de ocupación, etc.; incorporadas en el índice de necesidades básicas
esta es la única respuesta que puede traducirse insatisfechas no operan, al menos en el corto
en un deterioro en corto plazo en las dimensio plazo, como variable de ajuste ante la reducción
nes de satisfacción consideradas en el índice. forzosa de gastos que deben sufrir los hogares
En resum en, es probable que en el corto que atraviesan hacia abajo la línea de pobreza.
plazo los indicadores de necesidades básicas insa Sin duda, éstos van a tener que soportar déficit
tisfechas relacionados con la vivienda muestren en la cobertura de algunas necesidades básicas de
una trayectoria en apariencias independiente de los miembros del hogar. Pero van a ser otras
las variaciones en el ingreso por habitante, cuan necesidades, y no las que satisfacen los indicado
do el hogar cae por debajo de la línea de pobreza. res seleccionados, las primeras afectadas en el
Ello implica que los efectos de la nueva situación ineludible proceso de reducción de gastos.
LA HETEROGENEIDAD DE LA POBREZA. EL CASO DE MONTEVIDEO / R . K a z tm a n 145
II
E s tim a c ió n del v o lu m e n de h o g a re s p o r debajo
de la línea de p ob re za
Las líneas de pobreza utilizadas aquí surgen de la Para determ inar si un hogar se encuentra o no en
aplicación del método basado en la alimentación. situación de pobreza, se compara el ingreso m en
Este consiste en estimar el costo de una canasta sual por integrante del hogar con el valor, a pre
de alimentos que cubra “adecuadam ente” las ne cios de mercado, de las necesidades mensuales
cesidades nutricionales mínimas de la población, por persona, tal como lo establece la línea de
y multiplicar luego dicho costo por el inverso de pobreza.
la proporción que representa el gasto en alimen
Los ingresos considerados para definir la
tos en el gasto total, calculado a base de los hoga
ubicación del hogar frente a la línea de pobreza,
res cuyo gasto en alimentos es algo superior al
corresponden al mes anterior ai momento de la
presupuesto mínimo estimado para satisfacer las
entrevista. Por lo tanto, la condición de pobreza o
mencionadas necesidades nutricionales.
no pobreza del hogar de que se trate se define
La canasta de alimentos corresponde, con un
sólo con respecto a ese lapso. Todo intento de
pequeño ajuste, a la definida por Altimir (1979),
investigar situaciones económicas más perm a
que al decir de su autor se estimó “...sobre bases
nentes de los hogares tropieza con las limitacio
predom inantem ente normativas, aun cuando se
nes de la información recogida por la encuesta
tom aron en consideración la disponibilidad rela
continua, que no se diseñó para cubrir períodos
tiva de alimentos y los hábitos de consumo en
de referencia largos. Un mes es el período para el
cada país”.
cual se investigan la mayoría de las fuentes de
Sobre la base de esta canasta, expresada en
ingreso consideradas en la encuesta (rem unera
gramos diarios por persona, de cada alimento, se
ciones en dinero y en especie de obreros y em
calcularon las necesidades individuales al mes,
pleados, de miembros de cooperativas de pro
evaluándolas luego a precios medios de mercado
ducción, de trabajadores por cuenta propia, de
de cada mes. Estos últimos son representativos
patrones, de jubilados y pensionados, además de
de los transados en Montevideo en el mercado de
subsidios, becas, alquileres y arrendamientos).
consumo final (precios al consumidor) y en su
La excepción la constituyen las gratificaciones
gran mayoría corresponden a los precios medios
especiales, los premios y la participación en utili
utilizados por la Dirección General de Estadística
dades, las que se declaran en forma trimestral, y
y Censos para el cálculo del índice de los Precios
los intereses, dividendos en efectivo, uso de pa
del Consumo y publicados conjuntamente con
tentes y derechos de autor, para los cuales se
éste.
investigan los ingresos del año anterior a la entre
Respecto de la significación del gasto en ali
vista. Estas últimas fuentes, no obstante, tienen
mentos dentro del gasto total —que incluye vi
escasa significación para los hogares que bor
vienda y todos los gastos de consumo— se consi
dean la línea de pobreza.
deró la utilizada por Altimir (50%). En conse
cuencia, el gasto en alimentos se multiplicó por 2 En resum en, los ingresos de los hogares uti
para obtener su equivalente del gasto total. lizados aquí, son sensibles a las variaciones
Con el método expuesto se estimaron los coyunturales de la economía y del mercado labo
valores per cápita de la línea de pobreza para ral por lo que no perm iten discernir si la insufi
octubre tanto de 1984 como de 1986, los cuales ciencia de recursos que experim entan los hoga
ascendieron a N$ 2 754 y N$ 9 607, respectiva res es de carácter perm anente o transitorio.
mente.
14fi REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / A b r il de 1 9 8 9
III
Analizaremos en este capítulo las categorías que de hogares para Montevideo, en el segundo se
resultan del cruce entre ingresos y presencia de mestre de 1984 y 1986.
carencias críticas, así como los resultados de su El siguiente diagrama de doble entrada defi
aplicación a los datos de la encuesta perm anente ne los tipos de hogares.
El peso relativo de cada uno de estos tipos en para cubrir los costos de una canasta básica de
el total de hogares aparece en el cuadro 1. consumo, y que no presentan carencias críticas
en las dimensiones de necesidades consideradas.
Obviamente, esta situación define condiciones
C u ad ro 1 necesarias aunque no suficientes para una efecti
M O N T E V ID E O : D IS T R IB U C IO N DE LOS HOGARES va integración del hogar y de sus miembros en la
SE G U N LA T IP O L O G IA PRESENTAD A,
SE G U N D O SEM ESTRE 1984 Y 1986
sociedad. Por el peso numérico relativo y la in
{Porcentajes del total de hogares) fluencia de este grupo en el funcionamiento de la
sociedad, sus condiciones de vida definen el es
1984 1986 tándar de lo que se entiende como un nivel digno
a) H o g ares en condiciones de integración para toda la población.
social 76,0 80.2 Entre 1984 y 1986 la gravitación de la catego
b) H ogares en situación de pobreza crónica l.b 6.7 ría aum entó 4.2% (cuadro 1), seguramente como
c) H o g a res e n situación de p o b re za re-
consecuencia de la recuperación económica y el
cierne 13.0 9.7
d) H ogares con carencias inerciales
mejoramiento del salario real experimentados
3,6 3.5
por Uruguay en ese trienio. A tal incremento
100 100
contribuyeron todas las categorías restantes, pe
Porcentaje d e hogares p o r debajo de la línea
de pobreza 20..5 16.4
ro particularm ente la de hogares en situación de
Porcentaje de hogares con al m enos una pobreza reciente. La importancia relativa de ésta
carencia crítica 11.1 10.2 descendió 3.3%, dejando sólo un 0.9% como
aporte de las otras dos categorías. Ello resulta
Fuente: íiepal , elab o rad o a base de datos de la Encuesta conti congruente con el hecho de que mientras el por
nu a de hogares. D irección G eneral de Estadística y Censos.
centaje de hogares por debajo de la línea de
pobreza cayó 4.1 % (lo que representa un quinto
del valor original), la significación de los hogares
1. H o g a r e s e n c o n d ic io n e s d e in te g r a c ió n so c ia l
con carencias críticas disminuyó sólo 0.9% (8.1%
Hemos incluido en esta categoría a los hogares del valor observado en 1984).
cuyos ingresos per cápita superan lo requerido El cuadro 2 presenta los perfiles agregados
LA HETEROGENEIDAD DE LA POBREZA. EL CASO DE MONTEVIDEO / /Í. K a z tm a n 147
C uadro 2
M O N T E V ID E O : PERFILES SO CIO D EM O G RA FICO S DE LOS HO GARES SEGUN CA TEG O RIA S,
1984 Y 1986“
(Porcentajes sobre el total de cada categoría)
D em ográficas
— ed ad m edia (años) 43.0 43.8 49.6 49.3 48.4 48.7 54.7 53.9 52.9 52.6
— 60 años y más 12.1 14.3 30.8 30.2 28.4 25,2 40.5 38.5 36.7 35.6
— ju b ilad o s y pensionados en
población d e 60 años y m ás 95.9 69.8 83.8 80.1 56.2 71.8 76.5 76.9 78.7 77.0
— m ujeres 17.5 16,7 21.2 21.0 13.0 21.3 24.9 24.3 23.4 23.3
E m pleo
— cesantes 6.8 6.3 7.2 5.1 1.8 1.9 3.0 1.6 3.8 2.3
— p a tro n e s 0.7 1.7 0.7 2.3 2.3 8,5 8.9 9.9 6.8 10,8
— cuenta pro p ia sin local 13.8 16.7 13.8 20.0 7.0 5.9 6.5 5.6 7.5 7.9
M arginación social
— p rim a ria incom pleta 43.5 43.7 30.5 27.9 39.1 39,4 21.4 17.7 24.9 21.2
— unión libre/parejas 25.4 23.7 9,9 11.2 10.1 21.0 3.5 4.2 6.5 6.9
— u su fru c tu ario s y o cupantes
de hecho 35.3 31.2 10.1 12.5 19.6 15.4 6.1 8.8 10.7 10.7
— pro p ietario s 19.2 27.2 33.8 31.1 40.2 46.3 67.3 65.4 58.4 58.7
— ingreso p o r p ersona 1 626 5 804 2 051 7 333 4 787 17 022 7 621 26 368 6 348 22 828
F u en te; ckpal, a base de datos de la E ncuesta continua de hogares de la Dirección G eneral de Estadística y Censos.
una sola carencia revela la existencia de un sín es característico de esta categoría, revelaría un
drom e situacional de privaciones complementa proceso de movilidad descendente.
rias. Ahora bien, cuando los hogares con necesi Cuando está cercana en el tiempo, la caída
dades básicas insatisfechas se clasifican según ti del ingreso no llegaría a traducirse en un deterio
po de carencias, los pobres crónicos aparecen ro visible de las dimensiones de las condiciones
sobrerrepresentados en carencias —hacinamien de vida del hogar consideradas en el índice, las
to, inasistencia escolar y capacidad de subsisten que tendrían una relativa baja prioridad y/o
cia— que se presentan en aquellas etapas del ciclo mayor mediatez en los procesos de reestructura
vital de las familias que deberían, al menos desde ción de los patrones de consumo forzados por las
el punto de vista normativo, estar dominadas por nuevas privaciones económicas.
la función de reproducción social (cuadro 4). Las El examen comparado del perfil de este gru
mencionadas carencias ponen justam ente de re po con el de las restantes categorías que registran
lieve la incapacidad socializadora de estos hoga privaciones (“pobres crónicos” y “carentes iner-
res, lo que se traduce en una inadecuada prepa ciales”) brinda algún apoyo al supuesto de movi
ración de las nuevas generaciones para una parti lidad descendente. En efecto, si bien este grupo
cipación efectiva y una positiva integración en la comparte con los “crónicos” indicadores que re
sociedad. velan una inserción precaria en el mercado de
El examen com parado de los perfiles de las trabajo, exhibe claramente un perfil propio en
cuatro categorías confirm a que los hogares sumi los indicadores de marginalidad social. Así, én lo
dos en situación de pobreza crónica destacan por tocante a la educación del jefe de hogar se ubica
sus indicadores de precariedad laboral y particu más próximo al promedio nacional que las otras
larm ente de m arginalidad social (alta proporción dos categorías. En cuanto a la legitimidad de la
de jefes que no completaron primaria, uniones unión conyugal, variable que suele asociarse a la
no legalizadas y tenencia precaria de la vivienda). inestabilidad de la pareja y por ende a la situación
de los hijos, los datos de 1984 m uestran que los
“pobres recientes” se diferencian claramente de
4. H o g a r e s e n s itu a c ió n de p o b re z a re cien te
los “crónicos”, no así de los “carentes inerciales”,
Esta categoría com prende los hogares con ingre de los cuales se distinguen con nitidez sólo en
so por persona por debajo de la línea de pobreza, 1986. Por otro lado, dentro de esta categoría el
pero que no revelan carencias en las dimensiones porcentaje de hogares con formas inestables de
de necesidades básicas consideradas. Su signifi tenencia de la vivienda es en los dos años clara
cación en M ontevideo disminuye de 13% en mente inferior al im perante en los otros dos gru
1984 a 9.7% en 1986 (cuadro 1). pos que padecen privaciones (cuadro 2).
El supuesto básico en el diseño de la tipología En resum en, el análisis del perfil de los
es que los indicadores de satisfacción de necesi “pobres recientes” es congruente con la hipótesis
dades básicas incorporados al índice m uestran de movilidad descendente. A diferencia de los
cierta inflexibilidad ante los cambios en la situa “pobres crónicos”, estos hogares parecen aleja
ción económica de los hogares, y en tal sentido dos de los engranajes de perpetuación de la po
proporcionan una información im portante acer breza y, por ende, se hallan mejor preparados
ca de las condiciones previas de vida de éstos. El para m ejorar su situación ante el advenimiento
desajuste entre ingresos insuficientes y ausencia de condiciones económicas generales más favo
de carencias críticas (las que mide el índice), que rables.
LA HETEROGENEIDAD DE LA POBREZA. EL CASO DE MONTEVIDEO / ñ, K a z tm m 151
IV
C o n c lu sio n e s
Ante todo cabe tener en cuenta que los resulta 1984 los hogares en situación de pobreza crónica
dos de este ejercicio sólo intentan apuntalar la representaban poco más de un tercio del total de
formulación de una hipótesis respecto tanto de la hogares pobres.
naturaleza específica de los hogares com prendi —Los perfiles claramente diferenciados de
dos en cada categoría, como de la validez y utili ambas categorías anticipaban que la reactivación
dad analítica y práctica de la tipología elaborada. socioeconómica tendría mayor impacto sobre la
Todo intento de someter a prueba las afirmacio situación de los “pobres recientes” que sobre los
nes acerca de cada uno de los tipos deberá basar “crónicos”. Como se observa en el cuadro 1, eso
se en la evidencia provista por instrumentos deli fue lo que pasó. De este modo, aproxim adam en
beradam ente concebidos con ese propósito, que te el 80% de la reducción de la pobreza en el
perm itan investigar a fondo los hogares que que período obedeció a la transferencia de la catego
dan definidos por el cruce entre pobreza y caren ría “hogares en situación de pobreza reciente” a
cias específicas. Esta advertencia inicial pretende la de “hogares en condiciones de integración so
poner en guardia al lector en cuanto al carácter cial”. En contraste, los cambios macroeconómi-
tentativo de las siguientes conclusiones sobre la cos no modificaron en forma significativa la po
evolución reciente de la pobreza en Montevideo breza crónica, la cual se redujo de 7.5 a 6.7%.
y la utilidad de la tipología propuesta. —Queda así de manifiesto el impacto dife
Entre el segundo semestre de 1984 y el mis rente de los distintos tipos de políticas públicas
mo período de 1986, la significación relativa de sobre la pobreza. Por un lado, cierta categoría de
los hogares montevideanos por debajo de la línea hogares —predom inantem ente entre los pobres
de pobreza se redujo 20%. Esta evidente mejoría de Montevideo— parece responder en la forma
de las condiciones socioeconómicas de la pobla esperada ante una política general de reactiva
ción es congruente con los datos sobre la evolu ción con aum ento del salario real y generación de
ción general de la economía, en particular sobre empleo. No ocurre lo mismo con aquellos hoga
el aum ento del salario real y la caída de la tasa de res cuya situación está determ inada por condi
desempleo en ese período. ciones materiales y no materiales que alimentan
—Los pobres en 1984 eran en su mayoría continuamente los mecanismos de perpetuación
“recientes”. Un elevado porcentaje de esos hoga de la pobreza. Es necesario, entonces, diseñar y
res había experim entado una severa reducción aplicar un conjunto de políticas que partan del
de sus ingresos durante la crisis, la cual, aunque entendido de que la pobreza crónica responde a
inserta en un proceso de estancamiento de largo un síndrome situacional y no a una m era insufi
plazo, se agudizó gravemente a partir de media ciencia circunstancial de recursos monetarios,
dos de 1982. El subsecuente proceso de movili debiendo, por ende, ser atacada con un enfoque
dad descendente amplió el volumen de la pobre global y no específico. Tales políticas han de estar
za, pero también modificó sus perfiles. Así, el
10% de pobres que detecta Altimir {1979} en
Montevideo, con datos de alrededor de 1970, concepto de subd ed aració n . Los resultados observados a p a r
seguram ente incluía hogares en condiciones so- tir de diversas hipótesis de corrección de ingresos p ara 1984,
no presentados aquí, indican igualm ente en todos los casos
cioculturales diferentes de las que exhiben aque
aum ento del volum en de hogares pobres, aunque no de la
llos, que, en mayor volumen, componen la mis m agnitud aquí expuesta. De todos m odos, no hay razones
ma categoría 14 años más tarde^. Por su parte, en p ara pensar que el nivel de subestim ación en 1984 haya sido
distinto al d e 1986, así qu e perm anece en pie la afirm ación en
el sentido de que en ese p e río d o la pobreza dism inuyó 20%.
^Las estim aciones del porcentaje de hogares p o r debajo R ecordem os p o r últim o q u e el p u n to principal de este ejerci
de la línea de pobreza a lre d e d o r del año 1970 y en 1984 no cio es la utilidad q u e b rin d a la clasificación en hogares pobres
son estrictam ente com parables, debido a q u e en el p rim er y no pobres al com binarse con la c o rresp o n d ien te a carencias
caso el ingreso de los hogares fue objeto de correcciones por críticas.
152 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / A b r il de 1 9 H 9
dirigidas muy en particular a impedir que el des rro. En este mismo sentido operarían las políticas
tino de los niños y de los jóvenes quede atrapado tendientes a asegurar la estabilidad de la nueva
en los anillos de reproducción generacional de la situación de ingresos del hogar.
pobreza. —En síntesis la tipología intenta revelar la
— Por último, los “hogares con carencias heterogeneidad de la pobreza, distinguiendo ca
inerciales”, que presentan privaciones mucho tegorías de hogares que dem andan diferentes
más específicas que las de los "pobres crónicos”, diseños de políticas para solucionar las privacio
vinculadas en particular con la vivienda, se bene nes que las afectan. Paralelamente, al ser cons
ficiarán en mucho mayor grado que los otros truida a base de la información que recoge en
grupos, de las políticas puntuales que brinden forma periódica la encuesta perm anente de ho
apoyo (de tipo crediticio, por ejemplo) para ade gares, la tipología constituye un instrum ento de
cuar las condiciones de vida a la situación de fácil acceso para seguir la evolución de los hoga
ingresos del bogar, los que, siendo superiores a la res con privaciones, evaluar la gravedad de las
línea de pobreza, posiblemente resultan a m enu carencias de éstos, y elaborar diagnósticos más
do insuficientes para generar capacidad de aho precisos sobre la pobreza.
B ib lio g r a fía
Altimir, O. (1979): La dim ensión de la pobreza en Am érica L atina. Bosquejo metodológico del m apa de la distribución de
C E PA L -D C E c::
Cuadernos de la c e p a l N" 27, Santiago de Chile. necesidades básicas insatisfechas en U ruguay, l c / m v d / r . 6 /
C E P A L : Indicadores censales de satisfacción de necesidades básicas. Rev. 1 (Sem. 44/1).
l c / m v d / r ,9 (Sem. 44/2), Montevideo.
REVISTA DE LA CEPAL 37
Este artículo explora una serie de conceptos que,
en opinión del autor, probablemente tendrán un
papel decisivo en la evaluación de cualquier pro
Aspectos puesta de program a de privatización. Como se
verá, a veces los temas tienen relación con la
conceptuales de teoría, pero más generalm ente son de carácter
empírico, y abordan cuestiones relativas a hechos
la privatización y predicciones.
Raymond Vernon* I
Efe cto s posibles
de la p riva tizació n
F-1 proceso de privatización tiene impacto sobre diver
sas variables macroeconómicas. El presente trabajo
presenta un marco analítico para estudiar dichos efec 1. E fe c to s sobre el p ro d u c to
tos; se trata de un estudio conceptual, el que puede
aplicarse a las diferentes realidades. Tal vez la pregunta más general que cabe hacerse
Entre los efectos posibles de un proceso de privati con respecto a una propuesta de program a de
zación se analizan en primer lugar los referidos al privatización sea cuáles serán sus ef ectos sobre el
producto nacional, distinguiendo entre el efecto trans
producto nacional’.
ferencia de fondos y los efectos estáticos y dinámicos
sobre la eficiencia. En segundo lugar se considera el Puede considerarse que la privatización tiene
impacto de la privatización sobre la distribución del dos consecuencias principales que afectan direc
ingreso, A continuación se examinan los temas del tamente el producto nacional:
precio adecuado de los bienes a ser privatizados; el del a) Transfiere activos financieros del sector pri
agente principal —público o privado, nacional o ex
vado al sector público;
tranjero— y el de la operación de empresas monopóli-
cas o monopsónicas. b) Transfiere la propiedad (y probablemente el
contri)!) de las empresas del sector público al
sector privado.
La mayo
F a c to r a ): el efecto tr a n s fe r e n c ia de fo n d o s .
ría de los gobiernos ha estudiado la posibilidad
de aplicar program as de privatización movidos
por la esperanza de transferir fVindos del sector
privado al sector público. Sin embargo, la rápida
respuesta de tantos gobiernos a ese estímuk) nos
dice muy poco acerca de las consecuencias del
cambio en relación con el producto. Al tratar de
estimar los efectos de a), el efecto transferencia
de fondos, sobre el producto, se hace evidente
que éstos dependen de una serie de supuestos
decisivos acerca de la m a g n itu d , los o ríg e n e s y el
d e stin o de los fondos transferidos,
La m a g n itu d del desplazamiento de fondos
está determ inada, desde luego, por las sumas que dinámicos de una transferencia de la propiedad
paga el sector privado por el capital que recibe. pública a privada sobre la eficiencia.
Los economistas han sostenido a veces que si se En los países en desarrollo suele hacerse res
cobra adecuadam ente al sector privado por di pecto de las empresas estatales un interrogante
cho capital, el desplazamiento de fondos hacia el relativamente distinto, que se toma casi como un
gobierno no debería ser mayor que el financia- sustituto de la pregunta sobre eficiencia: se trata
miento que éste podría obtener mediante em de averiguar cuánto dinero cuesta al sector públi
préstitos públicos en un mercado eficiente. Esa co m antener esas empresas. Tal vez parezca in
posición da por sentado que existe un mercado necesario señalar que, en las circunstancias de los
eficiente capaz de fijar un precio apropiado a los países en desarrollo, las dos preguntas tienen
activos del gobierno, y pasa por alto preguntas entre sí una relación imperfecta. La eficiencia se
tales como si los activos de las empresas serían mide no sólo en términos monetarios sino en
ulteriorm ente más rentables en manos privadas términos “reales”; el producto “real" alcanzado
que si perm anecieran en poder del gobierno. por determinados insumos “reales”, combinados,
Como veremos luego, no se trata de asuntos tri a sus costos “reales” de oportunidad. Además, la
viales. En todo caso, más adelante se volverá en eficiencia es un concepto ajeno a la identidad de
varios contextos dif erentes sobre la cuestión de la quien recibe sus beneficios; el aumento de la
m agnitud de los pagos del sector privado. eficiencia depende del producto agregado, y da
El o rig e n de los fondos transferidos determ i igual que éste beneficie finalmente al gobierno, a
na también sus efectos sobre el producto. Si los la fuerza laboral, a los rentistas, a los consumido
fondos que se pagan al gobierno se restan a la res o a los ladrones. En cambio, el costo en dinero
inversión interna de capital privado o al consumo que significa m antener una empresa depende de
privado interno, es necesario tener en cuenta los k)S precios que se paguen al capital, el trabajo y
consiguientes efectos negativos sobre el produc los insumos materiales, así como de los precios
to privado. Por otra parte, si k)S fondos provie que se cobren por el producto final. Eodas estas
nen del exterior o se restan de una potencial fuga cifras son muy manipuladas, en las condiciones
de capitales, podrían tener efectos expansionis- que caracterizan a la mayoría de los países en
tas en el corto plazo por aum ento de la oferta de desarrollo. Por ejemplo, en las empresas mono-
dinero y disminución de las tasas de interés. (Más pólicas estatales los ingresos de los trabajadores
complejo resulta referirse a los efectos secunda comúnm ente absorben parte de la renta genera
rios, porque habría que tener en cuenta que la da por el monopolio, no sólo debidí) al nivel de
afluencia de esos fondos tiende a subir el tipo de los salarios sino también al excesivo volumen de
cambio). Por consiguiente, este elemento del la fuerza de trabajo. Y por lo general se subsidia a
análisis depende decisivamente de cuestiones de los consumidores mediante estructuras de pre
hecho, difíciles de establecer con certeza. cios que no están concebidas para recuperar los
En cuanto al d e s tin o de los fondos recibidos costos reales.
por el Estado, si estos fondos se utilizaran para la El problema de m edir los efectos de eficien
reducción de la deuda pública, por ejemplo, ten cia relacionados con una transferencia de la pro
drían sobre el producto efectos muy distintos que piedad se complica debido a potenciales conse
si se em plearan para m ejorar las carreteras; y cuencias dinámicas difíciles de percibir a través
serían muy diferentes también los efectos si los de los datos sobre el producto corriente. Cabe
fondos se dedicaran a increm entar el consumo presum ir que el cambio de la propiedad, de pú
de los pobres. Una reducción de la deuda podría blica a privada, constituye una decisión de largo
com pensar el efecto de fiado na rio provocado plazo, que incidirá en la empresa durante el resto
por la m erm a de la inversión privada, y cabe de su existencia. El cambio podría afectar a todas
suponer que la inversión en carreteras podría las partes interesadas en formas que podrían in
superar los estragulamientos que antes reducían fluir considerablemente en la eficiencia a largo
la producción. Una vez más, las cuestiones de plazo. Podrían cambiar las decisiones gerenciales
hecho resultan decisivas para los análisis. respecto de las selecciones de procesos y produc
F a c to r b): el e fec to e fic ie n c ia . Pasando al factor b), el tos, las tasas de reinversión y las condiciones físi
problema radica en estimar los efectos estáticos y cas en el lugar de trabajo. Los trabajadores po-
ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA PRIVATIZACION / R. V en 155
(Irían sufrir cambios en la ética laboral o en las presum ir que, al producirse un desplazamiento
relaciones contractuales con la administración. hacia la propiedad privada, se m antendrá alguna
El propio gobierno podría verse afectado en sus form a de reglam entación pública. Por consi
formas preferidas de reglamentación y supervi guiente, las estimaciones de los efectos de eficien
sión. Es más, los argum entos políticos en favor de cia deben incluir supuestos acerca del carácter de
la privatización suelen apoyarse en un supuesto, esa reglamentación. Si existía una modalidad de
por lo general no probado, y en todo caso difícil reglamentación previa a la propiedad, es lógico
de probar: que habrá efectos dinámicos de efi suponer que no experimente variaciones. Sin
ciencia positivos y considerables, que compensa embargo, aun cuando no haya cambio alguno, las
rán posibles efectos negativos en el corto plazo. Si autoridades del monopolio podrían reaccionar
hubiera que señalar un solo tema como crucial de manera diferente, según los intereses de sus
para la decisión de privatizar, podría ser este nuevos propietarios. Podrían presionar más asi
mismo. duam ente para obtener aumentos de tarifas, ne
Sin embargo, el argum ento en favor de la gociar en form a más intransigente con los tra
privatización no siempre se basa en generaliza bajadores, o resistir con más energía las propues
ciones tan radicacles. En ciertos casos, la expecta tas de subvenciones cruzadas. En caso de produ
tiva de un aum ento de la eficiencia descansa en cirse cualquiera de estos cambios en las reaccio
supuestos sobre la capacidad de la privatización nes de las autoridades responsables, ¿qué conse
para superar los efectos negativos de algunas cuencias tendría en cuanto a la eficiencia?
ineficiencias específicas en los mercadíis de facto Tam bién sería necesario analizar la posibili
res. En ciertos países en desarrollo, por ejemplo, dad de que las modalidades de reglamentación se
se piensa que existen en el sector privado capaci alteraran ai cambiar la forma de propiedad. ¿En
dades administrativas y técnicas que no pueden qué aspectos se modificarían, y qué consecuen
contratarse fácilmente en las empresas de pro cias tendrían estos cambios en cuanto a la efi
piedad estatal. La barrera que se opone a esa con ciencia?
tratación puede ser de carácter reglamentario, El caso del o lig o p o lio , común en los países en
como sucede con el nivel de sueldos disponible desarrollo, es incluso más complejo que el del
en el sector público; puede ser racial, como en monopolio natural. Una posibilidad, que ya se ha
muchos países africanos que se niegan a contra dado en algunos proyectos de privatización, con
tar mano de obra expatriada para las empresas siste en que los posibles compradores de la em
estatales; puede incluso ser cultural, como en presa estatal sean competidores privados que
algunos países latinoamericanos, donde los eje procuran reducir la competencia en los merca
cutivos de determ inadas clases sociales no están dos nacionales. En una industria cuyas empresas
dispuestos a servir al Estado. Tam bién se piensa pudieran reducir sus costos unitarios mediante
que entorpecen las eficiencias, las distorsiones en volúmenes más altos de producción, la fusión
los niveles salariales y en los costos de capital. Las podría increm entar la eficiencia de la industria
autoridades de las empresas estatales, por ejem en el corto plazo al perm itir una mayor explota
plo, suelen contar con capital relativamente bara ción de las economías de escala, y al mismo tiem
to (o incluso gratuito) y con mano de obra relati po reducirla en el largo plazo por una pérdida de
vamente cara, lo que los empuja hacia tecnolo efectos dinámicos positivos. O tro caso, tomado
gías menos eficientes que las que seleccionaría el también de la experiencia real de los países en
sector privado. desarrollo, es aquel en que el empresario priva
Sin embargo, para efectuar cualquier estu do, en una situación de oligopolio, trata de ad
dio serio de los efectos de eficiencia, ya sean quirir una empresa hasta entonces estatal de la
estáticos o dinámicos, será necesario hacer cuida cual obtiene sus insumos, a fin de quedar en
dosas distinciones entre diversos tipos de indus ventaja sobre sus competidores privados, que
tria. Por lo menos, será preciso distinguir entre también obtienen suministros de esa empresa
las que tienen diferentes tipos de estructura del para su propia producción. En tales casos, puede
mercado: monopolios naturales, oligopolios y es ser extrao rd in ariam en te complejo averiguar
tructuras competitivas. cuáles son los efectos sobre la eficiencia; mientras
En el caso de los m o n o p o lio s n a tu r a le s , cabe las nuevas vinculaciones verticales pueden au
156 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / A b r il de 1 9 8 9
m entar la eficiencia de la em presa dom inante, la Óptima, los aspectos vinculados al crecimiento
mayor capacidad de esta última para controlar a económico entran en pugna con los que atañen a
sus competidores podría tener el efecto contra la distribución del ingreso. Así sucede con las
rio. Una vez más, los aspectos decisivos son de políticas de privatización, al igual que con cual
carácter empírico. quier otro aspecto del desarrollo económico. La
En la mayoría de los países en desarrollo, las posibilidad o conveniencia de combinar ambos
indu.strias estructuradas en forma oligopólica son conjuntos de consideraciones en un único crite
objeto de cierta reglamentación por parte de los rio social plantea por cierto ciertos problemas
gobiernos, a m enudo en la forma de controles de teóricos de interés, pero éstos no son específicos
precios y salarios. Por consiguiente, para estimar del tema de la privatización.
los efectos dinámicos de eficiencia suele ser nece De todas maneras, es probable que cualquier
sario hacer algunas conjeturas acerca de las for program a im portante de privatización tenga sig
mas que tom ará en el futuro la reglamentación nificativos efectos sobre la distribución del ingre
gubernam ental, de carácter semejante a las que so, Pueden esperarse en esos casos diversos cam
se form ulan respecto de la reglamentación de los bios de precios, que en general reflejan la reduc
monopolios naturales. Por lo general se .supone ción de los subsidios a ciertos artículos de consu
que la reglamentación gubernam ental sería me mo general, entre ellos transporte, energía y ali
nos generalizada en esas industrias si la propie mentos. El núm ero de empleados puede dismi
dad privada fuese más dominante, pero se trata nuir y los sueldos m antenerse bajos. Por razones
sólo de una conjetura. Y existe otro supuesto que se expondrán a continuación, los adquiren-
más, que los oligopolios sin reglamentación gu tes privados de las empresas pueden obtenerlas a
bernam ental serían más eficientes, tanto en las precios excepcionalmente reducidí>s. Al mismo
dimensiones estáticas como en las dinámicas, que tiempo, sin embargo, habrá una transferencia de
los sujetos a ella. Todos estos temas merecen un fondos al sector público, lo que tendrá efectos no
análisis m ucho más detenido, con la aplicación de especificados en los patrones de gastos del sector,
medidas de eficiencia técnicamente defendibles. entre ellos algunos que pueden incidir en el volu
A prim era vista, podría esperarse que el in men de los servicios de salud, educación y vivien
crem ento de la eficiencia como resultado de la da que se entregan a la ciudadanía.
privatización será mayor si existe una competen Resulta especialmente difícil generalizar res
cia factible en un mercado y si es probable que pecto de posibles efectos de los programas de
ésta se m antenga una vez vendida la empresa privatización sobre la distribución del ingreso: se
estatal. En tales circunstancias, parece razonable dice que en los países en desarrollo una parte
como supuesto inicial decir que la presión por la considerable de los subsidios no está dirigida a los
eficiencia es mayor para las empresas privadas en pobres, sino a un grupo urbano de medianos
el mercado que para las empresas estatales. Es ingresos, y asimismo que la fuerza laboral de las
más, ya hay algún apoyo empírico para esta empresas estatales afectadas también pertenece
conclusión“^. Pero ni siquiera esta categoría de en su mayoría al grupo de ingresos medianos. En
casos ha sido adecuadam ente estudiada, y habría consecuencia, no es dable suponer que los cam
que llevar a cabo muchas investigaciones más bios en los subsidios y en el empleo propios de
antes de contar con una razonable certeza de que una privatización incidan principalmente en el
el supuesto inicial contaba con suficiente apoyo ingreso de los pobres. Antes de hacer generaliza
en los hechos. ciones def endibles sobre el tema, habría que con
tar con mayor trabajo empírico. Generalizar es
2. E fe c to s sobre la d is tr ib u c ió n d e l in g re so más difícil aún, cuando se intenta ir más allá del
Como siempre que se trata de definir una política impacto inmediato de la privatización para esbo
zar los efectos de largo plazo sobre la distribu
ción, Sin embargo, las consideraciones de este
tipo, ya sean implícitas o explícitas, forman siem
^Gabriel Roth, T h e P r í v a t e P r o v i s i o n o f P u b l i c S e m i c e s in
pre parte de las decisiones de apoyar programas
D e v e lo p in g C o u n tr ie s (Nueva York: Oxford University Press,
1987); George Yarrow, “Privatization in Theory and Practi de privatización por parte de los países en desa
ce", e c o n o m i c P o l i c y , N" 2, abril de 1986, pp. 323-378, rrollo.
ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA PRIVATIZACION / R . Vem on 157
II
E l p re cio a d e c u a d o de los bienes
Existe un tema, en cambio, al que los gobiernos lor a evitar la apariencia de una discriminación
han prestado m ucha más atención de la que pro evidente, y asimismo a protegerse de acusaciones
bablemente se merece. Se trata de la determ ina de haber regalado el patrimonio nacional. To
ción del “precio adecuado” de determinados bie mando en cuenta esto último, la generalidad de
nes ofrecidos al sector privado. los gobiernos rechaza alternativas tales como do
En la mayor parte de los estudios sobre el nar los bienes, distribuirlos al azar o incluso ven
tema de los precios, se define implícitamente el derlos al mejor postor. En cambio, piden a sus
“precio adecuado” como el más bajo que el go asesores que detem inen un “precio adecuado”,
bierno puede fijar sin ser acusado de regalar los sobre la base de criterios aceptables para el públi
bienes públicos. Tras esta definición implícita se co, que sirven de fundam ento para la venta al
encuentra un hecho ineluctable. Cualesquiera mismo público.
sean las motivaciones iniciales de un gobierno En las operaciones de este tipo, un criterio
para em prender un program a de privatización, obvio es el valor de los bienes estatales para el
una vez anunciada una determ inada operación posible com prador privado. El nivel de los pre
de venta, el principal objetivo gubernamental cios de los bienes debe ser atractivo en compara
consiste en que ésta se lleve a cabo “con éxito”. En ción con otras oportunidades; de lo contrario, es
esta etapa avanzada, los gobiernos invariable posible que no se presenten compradores. Por
mente están dipuestos a ceder una parte del in otra parte, vender un bien a un valor muy infe
greso de la venta a fin de minimizar el riesgo del rior al que tiene para el posible com prador crea
“fracaso” de la operación. el riesgo de que el gobierno sea acusado de rega
Si maximizar el producto social fuera el úni lar el patrimonio.
co objetivo de los gobiernos al aplicar los proyec Sin embargo, y por razones ya insinuadas, no
tos de privatización, podría justificarse la dona es fácil elaborar criterios para fijar el valor priva
ción de muchas empresas estatales, e inclaso el do de una determ inada empresa estatal. Una
subsidio a su transferencia. Más aún, si ese fuera misma empresa puede tener valor diferente para
el objetivo principal, y si se supusiera que la efi cada posible comprador, según sean los intereses
ciencia de las empresas norm alm ente aumenta al de éste en la economía nacional. Por ejemplo, un
transferirse al .sector privado, sólo habría una com prador interesado en controlar las activida
razón para no regalar una empresa; la posibili des de la competencia probablemente pagaría
dad de que los fondos transferidos del sector más que otro interesado en inversiones de carte
privado ai público contribuyeran aún más al pro ra. Y si las estimaciones del valor se hicieran
ducto social, Pero, como vimos antes, ésta no es sobre la base de supue.stos diferentes respecto
sino una posibilidad, cuya realización depende de las políticas gubernam entales futuras, po
de diversas condiciones del entorno. No puede drían presentar grandes variaciones, sobre todo
excluirse la alternativa de que la transf erencia de en las condiciones que suelen prevalecer en los
fond(js al sector públicí) reduzca el producto so países en desarrollo. Sin embargo, la imperiosa
cial en vez de aum entarlo. necesidad de determ inar un precio de venta de
La f unción objetiva de los gobiernos, sin em fendible hace prever que los gobiernos dedica
bargo, excede el simple deseo de aum entar el rán considerables esfuerzos analíticos a este
producto. Es característico que asignen cierto va tema.
158 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 í A b r il d e 1 9 8 9
III
V ie jo s p ro b le m a s en n u e v o s escenarios
contexto de propuestas de inversiones de cartera Sin embargo, hay también algunos temas
por parte de extranjeros. muy novedosos respecto de la inversión extranje
No faltan las publicaciones respecto de las ra en el contexto de la privatización. Uno de ellos
posibles implicaciones económicas y políticas de surge de que una parte de la inversión se genera
la inversión extranjera directa e indirecta en los mediante la conversión de la deuda en capital. De
países en desarrollo. Gran parle de las referentes hecho, el Estado recibe el valor de su capital
a las consecuencias económicas presentan defi accionario en una empresa estatal mediante la
ciencias de carácter técnico, por cuanto se acer cesión de una parte de la deuda externa del país,
can más a la polémica que a la investigación aca por parte del comprador, convertida en térmi
démica. Sin embargo, en general existe una com nos muy favorables a este último. La tarea de
prensión razonable de las principales vinculacio organizar los elementos de una conversión para
nes causales que deben tomarse en cuenta en una que el Estado pueda considerar racionalmente
evaluación económica. una determ inada propuesta constituiría un desa
Las ventajas económicas de la aceptación de fío digno de enfrentarse.
la inversión extranjera directa o indirecta son Otro tema novedoso vinculado a la inversión
dem asiado evidentes como para comentarlas. extranjera directa en el contexto de la privatiza
Los inconvenientes económicos vinculados a la ción se plantea debido a que algunos exportado
inversión extranjera directa en los países en desa res estatales de materias primas procuran inte
rrollo suelen girar en torno de algunos proble grarse a la cadena de elaboración de éstas para
mas bien conocidos. Uno de ellos, especialmente sus principales mercados externos, estableciendo
pertinente en el caso de las industrias destinadas empresas conjuntas con inversionistas extranje
a sustituir importaciones, consiste en que el gra ros. Entre las muchas empresas que se han inte
do de protección existente en los mercados inter grado y están integrándose progresivamente a
nos ofrece al inversionista extranjero la oportu estas actividades cabe m encionar a codelco ,
nidad de obtener utilidades monopólicas. Otro PDVSA y C:VRD.
consiste en que las utilidades pueden ser transmi Las consecuencias económicas de tales inver
tidas al extranjero m ediante la aplicación de pre siones distan de ser sencillas. El exportador esta
cios de transferencia. Un tercero se produce tal suele hacer una inversión financiera en el
cuando la repatriación de utilidades representa mercado externo, lo que tiene para el Estado
para la economía del país una pérdida que exce cierto costo de oportunidad. Mediante dicha in
de el valor de la tecnología y del capital aportados versión, el exportador en general disminuye el
por el inversionista extranjero. El problema de riesgo de variabilidad en la dem anda externa de
los precios de transferencia se plantea también su materia prima, y al mismo tiempo limita su
en relación con las industrias de exportación; los opción de recibir por esta última el máximo de
insumos para la subsidiaria y las exportaciones precio que perm ita la oferta y la demanda. Una
de ésta pueden tener un nivel de precios que vez más, lo que se necesita es un estudio cuidado
signifique una pérdida neta para la economía del so del terreno económico, susceptible de orientar
país. Además de estos dos asuntos específicos, a las empresas de propiedad estatal al hacer in
pueden plantearse temas aún más amplios de versiones de este tipo.
investigación, tales como los efectos de la inver E x p lo ta c ió n d e l m o n o p o lio y d e l m o n o p so n io . La
sión extranjera directa sobre las decisiones acer mayor parte de los programas de privatización
ca de productos y procesos, sobre la inversión en de los países en desarrollo com prenden propues
recursos humanos, y sobre la propensión a inno tas para la liquidación de ciertas empresas que en
var. Las respuestas que se dan al respecto suelen su origen tuvieron en la economía nacional una
no ser concluyentes. Cabe esperar que los países función monopólica en la venta, o monopsónica
en desarrollo planteen estos temas en el futuro, en la adquisición, de determinados productos.
tal como ya lo hicieron en el pasado. A pesar del Las razones invocadas para la creación de tales
gran volumen de estudios existente sería muy regímenes se han modificado en la actualidad.
productivo contar con investigaciones que con En algunos casos, éstos tuvieron por propósito
tribuyan a redefinir los conceptos y la metodolo aprovechar alguna economía de escala en la ex-
gía que deben regir los juicios en esta materia. pt)rtación o en la importación, como en el caso
160 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / A b r il de 1 9 8 9
del transporte y las finanzas; en otros, ejercer de economía de escala; los cambios en la estructu
mayor poder de mercado en negociaciones con ra del mercado internacional —como en el caso
extranjeros; y, todavía en otros, desem peñar una del petróleo y del cobre— pueden haber reduci
función de tipo tributario, como cobrar un im do las ganancias que proporciona el poder mo-
puesto a la exportación o im poner un tributo nopólico o monopsónico; y el mejoramiento de la
selectivo a suntuarios importados como licores o capacidad administrativa gubernam ental puede
tabaco. haber creado alternativas al empleo de la em pre
Las razones para reconsiderar tales m onopo sa monopólica para el cobro de tributos a la ex
lios varían tanto como las que originalmente se portación o tributos selectivos. Por lo tanto, po
invocaron para crearlos. En algunos casos, los drían haber cambiado las condiciones de conve
gobiernos han comprobado el fracaso de sus ex niencia del mantenim iento de los monopolios.
pectativas originales, y han considerado que los Por otra parte, no hay mayores indicios de
resultados que obtienen no superan los que ten que los gobiernos procuren racionalmente eva
drían sin el monopolio. En otros casos, han cam luar los pro y los contra de la continuación o
biado las circunstancias que justificaron en sus térm ino de los monopolios existentes. La explo
inicios la creación del monopolio: un incremento ración sistemática de algunos de esos casos puede
en el volumen del intercambio puede haber re resultar útil como orientación para las políticas
ducido la necesidad de m antenerlo por razones gubernamentales.
Orientaciones para los colaboradores
de la R e v i s t a d e l a c e p a l
ción tanto del p a tró n que es preciso m odificar com o de las El objetivo del trabajo es analizar los procesos más re
direcciones, requisitos y lineam ientos de política necesarios cientes de la evolución de la econom ía n ipona y ex am in ar sus
p ara lograrlo. relaciones recíprocas; d e te rm in a r el grad o d e especificidad
En el p rim e r capítulo se describe el proceso de ind u stria nacional y de su con fo rm id ad con las tendencias generales de
lización de A m érica L atina en térm inos de su contribución a esos procesos; y exam inar las proyecciones de su posible
los objetivos de crecim iento económ ico y a la equidad, id enti im pacto en las econom ías de A m érica Latina.
ficándose las características com unes a los distintos países y las En el p rim er capítulo se exam inan los ajustes intro d u ci
particu larid ad es nacionales que form an la heterogeneidad dos en la e stru ctu ra d e producción y el consum o del Ja p ó n
regional. Se resum en asim ism o ios rasgos que caracterizan a después de la crisis de 1974-1975; se trazan las m odificacio
la d en o m in a d a crisis industrial de! decenio de 1980, nes resultantes en el sector e x tern o ; se hace u n a breve revi
En el seg u n d o capítulo se altorda lo que parece ser sión de los cam bios en la estru ctu ra social a raíz de la reestru c
característico del p a tró n de industrialización y desarrollo de turación económ ica; se evalúan las perspectivas del ajuste
A m érica Latina: su escasa capacidad p ara absorber e incorpo estru ctu ral de la econom ía; y, finalm ente, se defin en los
ra r c rea d o ram en te el pro g reso técnico en consonancia tanto im pulsos g enerados p or este ajuste y transm itidos al exterior.
con las carencias com o con las potencialidades regionales; se En el tercer capítulo se exam inan las im plicaciones de los
describen, tam ltién, los vínculos e n tre el j>rogreso técnico, el cam bios e structurales del Ja p ó n p ara las econom ías latinoa
sector industrial y la contribución de la m acroeconom ía. Por m ericanas tanto a m ediano com o a largo plazo.
últim o se reseñan las transform aciones tecnólogicas e in te r Finalm ente, en las conclusiones, adem ás de resum ir el
nacionales y sus derivaciones para A m érica Latina. estudio, se evalúa la posible posición del Ja p ó n en las negocia
Sobre la base de lo expuesto en los dos prim eros capítu ciones m ultilaterales respecto al com ercio de bienes y servi
los, se p ro p o n e en el tercero un esquem a analítico para exa cios.
m inar esta relación — cpie sirve de itilo conductor a este
trabajo— e n tre el p atró n de industrialización y dcsarrollo y la
consecución de los objetivos de crecim iento económ ico y La evolución del p roblem a de la d e u d a e x te rn a en A m érica
etjuidad. L atina y el C aribe. Estudios e Inform es de la c;i:i' a i ., N"
En el capítulo ctiarto se cotí trasta el esquem a analítico 72, septiem lne, 1988.
c:on la realidad de los tres países industriales avanzados (Esta
dos U nidos, J a p ó n y la República Federal de Alem ania) que Este trabajo analiza y evalúa la gestión internacional del p ro
plasm an y d e te rm in a n en buena m edida el patrón de consu blem a del e n d eu d a m ie n to ex tern o de la región desde 1982 y
mo, producción, com unicaciones, tran sp o rte y etiergía im pe p ro p o n e algunas soluciones al respecto.
ran te en el plano internacional. En el p rim e r capítulo se analizan dos subperíodos; el
En el capítulo <]uÍnto, la atención se centra en E uropa, prim ero, de 1982 a 1984, d u ra n te el cual se dio una gestión
distinguiéndose dos subregioiies: la form ada p or los jiaíses internacional concertada; el segundo, de 1985 a 1987, d u ra n
g ran d es occidentales, con los ctiales A m érica ha tenitio im te el cual la cooperación internacional sobre el tem a se quebró
p o rtan tes relaciones históricas, m uchas de las cuales persisten p a ra d a r paso a un conjunto de opciones de m ercado,
en la actualidad, sotue todo en la p arte sur de Am érica En sum a, los m ercados privados, librados a sus propios
Latina; y los peq u eñ o s países nórdicos con los cuales se a p re recursos, .salen m uy len tam en te de u n a crisis. P or tanto, la
cia u n a relación in teresan te basada en la disponibilidad de lista de opciones del m ercado sólo sirve p ara a b o rd ar los
recursos n aturales, una industrialización especializada o rien aspectos tangenciales de aquélla. Es evidente q u e no ataca el
tada al m ercado internacional y un sólido sistema dem ocráti problem a m acroeconóm ico m edular: cóm o financiar en for
co y participativo. m a sostenida y predecible las reform as económ icas y las n u e
En el capítulo sexto, la atención vuelve a A m érica Lati vas inversiones que necesitarán A m érica L atina y el Caribe
na, esta vez p a ra co m p ararla con o tros países de industrializa p ara iniciar a h o ra m ism o su crecim iento y re c u p e ra r su capa
ción reciente, cuyo d esem p eñ o industrial parece más aven cidad de servir d eu d as externas. Sólo u n a vez re cu p e rad a
tajado. Se com para así la situación de los tres países más dicha capacidad com enzarán nuevam ente los inversionistas
g ran d es de A m érica L atina — A rgentina, Brasil y México— privados habituales a colocar sum as apreciables de su capital
con la de C orea del Sur, E spaña y Yugoslavia. Para term inar, en los países con p roblem a de deu d a. Es indudable q u e el
se hacen algunas reflexiones sobre las enseñanzas que d e ri p lanteam iento d e la lista es u n mal sustituto p a ra u n a iniciati
van de este estudio c o m p arad o para d efin ir con m ayor preci va m ultilateral coherente, capaz de liquidar la d e u d a p e n
sión las orientaciones qu e deb ieran ten er las tran sfo n n a d o - dien te, la que está co n trib u y en d o al círculo vicioso del estan
nes in tern as re q u erid as p ara e n fre n ta r el desafío de Am érica cam iento en la región.
Latina: acercarse al casillero basta ahora vacío en que el
El terc er capítulo p lantea opciones p ara re d u cir la carga
crecim iento ectm óm ico converge con la equidad.
de la transferencia de recursos al exterior. La solución óptim a
sería un a iniciativa m ultilateral global. D ado que parece difí
La ev o lu c ió n eco n ó m ica d e l Ja p ó n y su im pacto en A m érica cil su puesta en efecto, se considera u n a solución subóptim a:
L atina. E studios e In fo rm es d e la c: f .p a j „ N" 70, octubre, la lista de opciones de los deudores. Dichas opciones incluyen
1988. la m oratoria total de las d e u d as a m ediano plazo, las lim itacio
nes oficiales de pagos, la conversión de la d e u d a en bonos, la
La dinám ica de la econom ía japonesa a tra e n ecesariam ente la em isión de bonos p o r concepto de intereses, la capitalización
atención de los observadores, tam o p o r la originalidad de su general, los pagos en especie y la coordinación con otros
lógica in te rn a com o p o r sus repercusiones externas. deudores.
164 REVISTA DE LA CEPAL N" 37 / A b r il de 1 9 8 9
Es cierto q u e m uchas de las opciones ofrecidas p or la res, tal com o está concebida e in stru m en tad a, no ha pro d u ci
lista d e los d e u d o res c o rre n el riesgo de lim itar aú n más los do los resultados esperados. Se considera, entonces, e x trem a
canales habituales de integración con la econom ía m undial. dam en te im p o rtan te p re star atención al alcance y posible
Sin em bargo, la grave escasez d e financiam iento existente y el im pacto q ue p u ed e te n e r la R onda U ruguay, en el m arco del
d e te rio ro de las perspectivas económ icas m undiales reducen GA'r I , sobre los problem as que afectan al com ercio in te rn a
p rogresivam ente el costo d e o p o rtu n id a d de re c u rrir a dicha cional de p ro d u cto s agrícolas. Se enfatiza que, para su p e rar
lista. A condición de utilizarse en form a sagaz, y com o p arte en esta ro n d a los progresos m eram ente m arginales de las
de u n p ro g ram a económ ico y político q u e considere la dureza anteriores, es u rg e n te p ara los países de la región no sólo
y restricción del e n to rn o ex te rn o com o un a variable im p o r re sg u a rd a r d ebidam ente sus intereses fundam entales, sino
tan te de su política, esta lista po d ría ser com patible con la tam bién ejercer influencia en las negociaciones m ediante u na
estabilización d e los precios y con m ayores tasas de crecim ien posición com ún ante las propuestas de los países del N orte,
to sostenido. El g ra n in te rro g an te consiste en saber si ese Asim ism o, co nsiderando que la R onda U ruguay sólo a p o rta
crecim iento debe necesariam ente im plicar u n considerable rá soluciones parciales, se sostiene q u e es im postergable el
sacrificio en térm inos de eficiencia, com o sucedió en la e x p e diseño de u n a nueva estrategia d e acción latinoam ericana. El
riencia latinoam ericana en el p e río d o e n tre am bas guerras objetivo del trabajo es apoyar los esfuerzos que hagan los
m undiales. L am entablem ente, ese po d ría ser precisam ente el países en esa direcció iv ap o rtan d o algunas reflexiones sobre
costo q u e ten d ría q u e soslayar los efectos depresivos de la los posibles elem entos que podría considerar tal estrategia.
estrategia in ternacional de gestión de la deu d a. Se trata de
un a estrategia subóptim a p a ra todos los interesados.
La d istrib u c ió n d e l in g reso en C olom bia, a n te ce d e n te s esta
d ístic o s y c a ra cte rística s socioeconóm icas de los re
ceptores, (lc / g , 1430-P) Serie C uad ern o s estadísticos de
A g ric u ltu ra , co m e rcio e x te rio r y c o o p eració n in te rn a c io la CEPAL. Santiago de Chile: ju n io d e 1988.
n a l. ( lc /í ; 1492-P). Serie estudios e inform es de la crrA i.
N'' 73. Santiago de Cubile, diciem bre de 19S8, 83 pp. Este estudio recoge los resultados de una investigación sobre
la distribución del ingreso en Colom bia, y consta de dos
El sector a g ro p ec u ario de la m ayoría de los países de la región partes. En la p rim era, se exam ina un conjunto de an teceden
se ha m ostrado muv llexible ante los estím ulos de la d em anda tes estadísticos d e la d istribución del ingreso, en tan to q ue en
in te rn a v externa. En nuiclios casos, sus procesos de tran sfo r la seg u n d a se d escriben las características socioeconómicas de
mación e stru ctu ral han estado vinculados, sobre todo, al di los receptores de ingreso.
nam ism o de dicha d em an d a, sin perjuicio de haber acentua En los últim os años las técnicas d e levantam ientos m ués
do la bim odalidad de la estru ctu ra productiva dei agro, p o r su trales han p ro g resad o m ucho y gracias a eso las encuestas de
carácter parcial en térm inos d e p roductos, regiones y tipos de hogares se han convertido en una de las fuentes más im p o r
productores. tantes de sum inistro de inform ación acerca del origen, com
La reducción de la d e m an d a interna, com o consecuen posición y d istribución del ingreso. Asimismo, dado q ue estas
cia de los procesos de ajuste, y la crisis agu da p or la que encuestas investigan diversas características de los hogares y
atraviesa el m ercado agrícola m undial, se han constituido en d e sus m iem bros, ofrecen, adem ás, la posibilidad de crear
factores de fren o al desarrollo de las actividades agrícolas bases de datos que p u e d e n aprovecharse p ara realizar estu
regionales. P aradójicam ente, y a p a rtir de una adecuada dios d e la más diversa índole.
orientatáón estratégica, estas actividades p odrían desem pe C olom bia es uno de los países de A m érica L atina y el
ñ a r un papel clave en el necesario proceso de reactivación de C aribe q ue m ás avances ha logrado en el cam po de las encues
las econom ías, pues el fortalecim iento de su articulación con tas de hogares, particu larm en te a través de los trabajos elabo
la ag ro in d u stria v los servicios podría generar, en com para rados po r el D e p artam en to A dm inistrativo Nacional d e Esta
ción con otros sectores, m ayores increm entos relativos en la dística ( d a ñ e ). P or lo tanto, no debe so rp re n d e r el hecho de
p roducción y el em pleo p o r unid ad de insum os externos. q u e la m ayor p a rte d e los antecedentes estadísticos p re sen ta
La m ayor o m en o r validez del planteam iento a nterior dos en este estudio p rovenga precisam ente de dicha fuente
d e p e n d e rá del m ayor o m en o r peso que la agricultura tenga de inform ación.
en la prod ucción, en el em pleo y en la generación de divisas, y Con todo, es necesario destacar que las encuestas de
d e la m ayor o m en o r gravitación de la d em an d a ex tern a sobre hogares, aú n adolecen de varias lim itaciones com o in stru
la o fe rta agrícola. m ento de m edición de los ingresos, A m anera de ejem plo,
La p rim e ra p a rte del d o cu m en to (capítulos t y n) exam i p u ed e señalarse la dificultad p ara c ap tar con cierta precisión
na el peso relativo de la ag ricu ltu ra en las principales varia los ingresos del sector de ocupaciones em presariales o de
bles m acroeconóm icas, y analiza luego la incidencia del co quienes trabajan p o r c u en ta propia, o bien ciertos tipos de
m ercio e x te rio r a g ro p ec u ario sobre las agriculturas de los ingreso com o las ren tas del capital o los ingresos en especie;
países de la región. Concluye con una caracterización del adem ás, q u e d an relativam ente excluidos —desde un p unto
fu ncionam iento del m ercad o m undial de productos agríco de vista estadístico— vastos sectores d e población que obtie
las, destacando los térm inos de inserción de la región en n en .sus ingresos de actividades agrícolas o localizadas en
dicho m ercado. zonas rurales. En contraposición, gracias a la gran cantidad
El capítulo III exam ina las experiencias adquiridas en el de anteced en tes personales y del ho g ar que recogen re g u la r
largo proce.so de negociaciones internacionales sobre p ro m ente estas encuestas, p u e d en realizarse estudios de gran
ductos agrícolas, en el contexto N orte-S ur, y señala qu e la riqueza analítica.
cooperación in ternacional e n tre p ro d u cto res y consum ido La p rim e ra p a rte de este estudio contiene u n a recopila
PUBLICACIONES RECIENTES DE LA CEPAL
ción exhaustiva de las estim aciones disponibles sobre la distri- ción del ingreso con o tras variables de naturaleza socioeconó
bución del ingreso en C olom bia, p ara algunos años del p erío mica con el objeto de facilitar a los investigadores estudios
d o 1951-1982. Se recogen tanto aquellas realizadas po r o rg a más especializados de las interrelaciones que existen e n tre el
nism os oficiales, basadas o no en levantam ientos m uéstrales, proceso distributivo y determ in ad as características d e los ho
así com o las de los principales estudios llevados a cabo por gares y de los receptores individuales de ingreso. Para ese
investigadores indep en d ien tes. Se consignan, asimismo, al efecto se utilizó la inform ación de tres etapas del p rogram a
gunos anteced en tes relativos a las m etodologías em pleadas p e rm a n en te de encuestas de hogares que ejecuta el dank , y
en ellos, con el propósito de ilu strar al lector acerca de las que co rre sp o n d e n a los años 1971, 1979 y 1982. Ellas in
características y las lim itaciones que p odrían te n e r las distin cluyen las siete principales ciudades del país: B arranquilla,
tas bases de datos consideradas. C on lodo, debe advertirse Bogotá, B ucaram anga, Cali, M anizales, M edellín y Pasto, Por
q u e a p esar de su am p litu d esta recopilación sólo tiene un su parte, la tabulación de los datos se hizo en form a distinta y
carácter y alcance em in e n te m e n te descriptivos. más detallada que la que tradicionalm ente utiliza el dañe en
E n la se g u n d a p arte, en cam bio, se vincula la distrib u la publicación de los resultados d e sus encuestas.
Lista de 1985,
1986,
792 pp.
782 pp.
¡987, 714 pp.
publicaciones ¡988. (en prensa)
Libros de la C E P A L
¡M R evista de la CEPAL se publica en e ^ ñ o l e inglés tres teces por año. 6 Women and development: guidelines for programme and
project planning, 1982, 3rd. ed, 1984, 123 pp
Los precios de siéscripción a n u a l vigentes para 19R9 son de US$ ¡6
para la versmn en e ^ ta ñ o l )’ de US$ IH para la lersión en inglés. El 6 La m ujer y el desarrollo: guia para la planificación de programas
precio por ejem plar suelto es de US$ 10 para am bas versiones. y proyectos, 1984, 115 pp.
2 fn d k a d o m del desarrollo eco n ó m ico so cia l en América Latina, 15 Ingeniería consultaría en Brasil y el Grupo Andino, 1982,
1976, f ed. 1984, 179 pp. .320 pp.
Series bistóricas del crecimiento de América Latina, 1978, 2“ed. 16 Cinco estudios sobre ¡a situacbn de b m ujer en América Latina,
1984, 206 pp. 1982, 2**ed. 1985, 178 pp.
4 Estadísticas sobre ¡a estructura del gasto de consumo de los 16 Five stu d ies on the situ a tio n o f w om en in Latin A m erica,
hogares según fin a lid a d del gasto, por grupos de ingreso, 1978, 1985, 2nd. ed, 1984, 188 pp.
110 pp. (Agotado, reemplazado por N®8) 17 Cuentas nacionales pproducto m aterial en América Latina, 1982,
5 El balance de pagos de América Latina, 1 9 5 0 1 9 7 7 ,1979,2" ed. 129 pp.
1984, 164 pp. 18 Elfinanciam iento de las exportaciones en América Latina, 1983.
6 Distribución regional del producto interno bruto sectorial en los 212 pp.
países de América Latina, 1981, 2“ ed. 1985, 68 pp, 19 Medición del empleo y de los ingresos rurales, 1982, 2“ed, 1983,
7 Tablas de insumo-producto en América Latina, 198.5, .583 pp. 175 pp.
8 Estructura del gasto de consumo de ¡os bogares según fin a lid a d 19 M easurem ent o f e m p b ym en t a n d incom e in ru ra l areas,
del gasto, p o r grupos de ingreso, 1984, 146 pp, 1983, 184 pp.
9 Origen destino del comercio exterior de los países de ¡a Aso
20 Efectos macroeconómicos de cam bios en las barreras a l comercio
dación Latinoam ericana de Intim ación j' del Mercado Común
,Va i movim iento de capitali^: un m odeb de sim ulacbn, 1982,
Centromericano, 1985, 546 pp.
68 pp.
10 América Latina: balance de pagos 1950-19E4. 1986, 557 pp.
11 El comercio exterior de bienes de c o ita l en América Latina, 1986, 21 La empresa pública en la economía: la experiencia argentina,
288 pp. 1982, 2" ed. 1985, 134 pp.
12 América IM n a . Indices de comercio exterior, 19701984, 1987, 22 Las empresas transnacionales en la econom a de Cbib, 1974-
1980, 1985, 178 pp.
555 pp.
15 América Latina.- comercio exterior según la clasificación indus 23 La gedión y la inform ática en las empresas ferroviarias de
tria l internacional uniform e de todas las aclitidades económicas, América Latina f España, 1983. 195 pp.
1987, Vol. I, 675 pp; Vol. 11, 675 pp. 24 Establecimiento de empresas de reparacm v m antenim iento de
14 1m distribución del ingreso en Colombia. Antecedentes estadísticos contenedores en América Latina el Caribe, 1983, 314 pp,
características socioeconómicas de los receptores, 1988, 156 fp . 24 E sta b li^in g c o n ta in e r repair a n d m a in ten a n ce enterprises
in L atín A m erica a n d the Caribbean, 1985, 2.56 pp.
25 Agua potable y saneam iento am biental en América Latina, 1981-
Estudios e Informes de la CEPAL 1990/D rinking w ater su p p ly a n d sa n ita tio n in la tín A m e
rica, 1981-1990 (bilingOe), 1983, 140 pp.
1 Nicaragua: el impacto de la m utación política, 1981,2“ ed. 1982, 26 Los bancos transnacionales, el estado y el endeudam iento externo
126 pp. en Bolivia, 1985. 282 pp,
2 Perú 1968-1977: la política económica en un proceso de cambio
27 Política económica y procesos de desarrollo. La experiencia argen
global, 1981, 2“ ed. 1982, 166 pp.
tina entre 1976 y 1981, 1985, 157 pp.
5 La industrialización de América Latina y la cooperación interna
28 Estibs de desarrollo, energía f medio ambiente.- un estudio de
cional, 1981, 170 pp. (Agotado, no será reimpreso.)
caso ejpbratorio, 1985, 129 pp.
4 Estilos de desarrollo, m odernización >>medio am biente en ¡a
agricultura latinoam ericana, 1981, 4“ ed, 1984, 130 pp,
29 Empresas transnacionales en la industria de alim entos. El caso
argentino: cereales y carne, 1985, 95 pp.
5 El desarrollo de América Latina en losailos ochenta, 1981,2“ ed.
1982, 153 pp. 30 Industrializacbn en Centro América, 1960-1980, 1983, 168 pp.
5 L atín A m erican developm ent in th e 1980s, 1981,2nd. ed. 1982, 51 Dos estudios sobre empresas transnacionales en Brasil, 1985,
141 pp.
1.34 pp.
6 Proyecciones d el desarrollo latinoam ericano en ios años ochenta,
52 La crisis económica internacional y su repercusbn en América
Latina, 1985, 81 pp.
1981, .5“ ed. 1985, 96 pp.
6 L atín A m erican developm ent p ro jectio n s fo r ^ I9S0s, 1982, 35 La agricultura cam pesina en sus relaciones con b industria,
42 Precios, salarios y empieo eri la Argentina: estadísticas económicas 70 La evolución económica del Japón y su impacto en América
de corlo plazo, 1984, 378 pp. Latina, 1988, 88 pp.
43 Bl desarrolP) de la seguridad social en América Latina, 1985, 72 La evolución delproblem a de la deuda externa en América Latina
348 pp. )’ el Caribe, 1988, 77 pp.
44 M aidtet structure, fir m size a n d B razilian e:¡^xnrts, 1985. 73 Agricultura, comercio exterior y cooperación internacional 1988.
104 pp. 84pp.
45 La planificación del Iram porte en países de America Latina, 1985, 73 A griculture, extern a l trade a n d in tern a tio n a l co operation,
247 pp. (en prensa)
46 La crisis en América Latina: su evaluacm n y perspectivas. 1985,
119 pp.
47 La ju ven tu d en América Latina y el Caribe, 1985, 181 pp. Serie INFOPIAN; Temas Especiales del Desarrollo
48 Desarrollo de los recurs(X‘i m ineros de América Latina, 1985,
145 pp. 1 Resúmenes de documentos sobre deuda externa, 1986, 324 pp.
49 ¡Ms relaciones económicas internacionales de América ¡M tinay la 2 Resúmenes de dtKumentos sobre cocperación entre países en
cooperación regional, 1985. 224 pp. desarrolb. 1986, 189 pp.
50 América Latina )' ¡a economía m undial del algodón, 1985, 3 Resúmenes de documentos sobre recursos hidricos, 1987, 290 pp.
122 pp. 4 Resúmenes de áK um entos Mibreplanificación v medio am biente,
51 Comercio v cooperoí'ión entre países de América ¡M ina v p a im 1987. 111 pp,
m iembros del CAME. 1985, 90 pp, 5 Resúmenes de dfKumentos sobre integración económica en Amé
52 TVade relations b e tu m n B razil a n d the U nited States, 1985, rica Latina )' el Caribe, 1987, 273 pp.
148 pp. 6 Resúmenes de documentos sobre cooperación entre países en
53 Los recursos hidricos de América Latina y el Caribe y su aprom ba- desarrollo. ¡í parte, 1988, 146 pp.
míenlo. 1985, 138 pp.
53 The w ater resources o f Latin A m erica a n d tìm Caribbean a n d
th e ir u tiliza tio n , 1985, 135 pp. SERIES MONOGRAHCAS
54 La pobreza en América Latina: dim ensiones y políticas. 1985,
155 pp. Cuadernos de la C E P A L
55 Políticas de pro m m ó n de e.xportaciones en algunos países de
América Latina. 1985, 207 pp. 1 América la tin a , el nuevo escenario regional y m undial/L atin
56 Las empresas transnacionales en la Argentina. 1986, 222 pp. A m erica: é e new regional artd w orld se tU ttg ,{h \\\\[ ^ ), 1975,
57 El desarrollo fru ík o la v forestal en Chile _v íwf derivaciones 2" ed. 1985, 103 pp,
SíK'íales. 1986, 227 pp. 2 Las etoluciones regionales de la estrategia internacional del
58 El cultivo del algodón y la soya en el Paraguay}' sus derii 'aciones desarrollo, 1975, 2^ ed. 1984, 73 pp.
stK'iales. 1986, I4l pp. 2 R egional appraisals o f Ebe in tern a tio n a l developm ent stra
59 Expansión del cultivo de la caña de azúcar y de la ganadería en tegy, 1975 , 2nd. ed. 1985, 82 pp,
el nordeste del Brasil un exam en delpapel de la política pública y 3 Desarrolb humano, cambio social y crecimiento en América
de sus derivaciones económicas y sociales. 1986, 164 pp. Latina. 1975, 2“ ed. 1984, 103 pp.
60 Las empresas transnacionales en el desarrollo colombiano. 1986, 4 Relaciones comerciales, crisis m onetaria e integración económica
212 pp. en América Latina. 1975, 85 pp.
61 Las empresas transnacionaks en la economía del Paraguay. 5 S í n t ^ de la segunda etmluación r e i n a l ( k ¡a estrategia
1987. 115 pp. in tem a cb n a l del desarrolb, 1975, 72 pp.
62 Problemas de la industria latinoam ericana en la fa se critica. 6 Dinero de v a b r constante. Concepto, ptvblem as y experiencias,
1986, 113 pp- por Jorge Rose, 1975, 2" ed. 1984, 43 pp.
63 Relaciones económicas internacionales y im peración regional de 7 La coyuntura internacionaly el sector externo, 1975,2" ed. 1983,
América Latina y el Caribe. 1987, 272 pp, 106
63 In tern a tio n a l econom ic relations a n d regional co operation 8 La industrialización latinoam ericana en los años setenta, 1975,
in L atin A m erica a n d the Caribbean, 1987. 267 pp, 2 “ ed. 1984, 116 pp,
64 Tres ensa)m sobre inflación políticas de estabilización, 1986, 9 Dos estudios sobre inflactón 1972-1974. La inflación en b s países
201 pp. centrabs. América Latina y la inflación imporíada, 1975,2“ ed.
65 ÍM industria fam acéutica y farm oquim ica: desarrollo histórico y 1984, 57 pp.
posibilidades futuras. A rgentina}' Brasil y México, 1987, 177 pp, s /n Canada a n d the fo re ig n fir m , D. Pollock, 1976, 43 pp.
66 Dos estudios sobre América ¡M ina r el Caribe la economía 10 Reactivadón del m erca d común centroamericano, 1976, 2"ed.
internacional 1987, 125 pp. 1984, 149 pp.
67 Reestructuración de ¡a industria autom otriz m undial y perspecti 11 Integración y cooperación entre países en desarrolb en el ám bito
vas para América Latina, 1987, 232 pp. agrícola, por Germánico Salgado, 1976, 2“ ed. 1985, 62 pp.
68 Cooperación latinoam ericana en sen'icios: antecedentes y pers- 12 Temas del nuevo orden económico internacional, 1976, 2“ ed,
pectivwi. 1988, 156 pp. 1984. 85 pp.
69 Desatrollo v transform ación: estrategia para superar la pobreza, 13 En tom o a las ideas de la CEPAL desarrolb, industrialización j
1987, tl4pp, comercio exterior, 1977, 2" ed. 1985, 57 pp,
69 D evelopm ent a n d change: strategies fo r vanquishing poverty, 14 En tom o a las ideas de la CEPAL: problem as de ¡a industrializa-
1987, 114 pp. d ó n en América Latina, 1977, 2" ed. 1984, 46 pp.
P U B L IC A C IO N E S R E C IE N T E S D E LA C E P A L 169
15 lo s recursos hidráulicos de América Latina, inform e regional, 38 Desarrollo regional argentino: la e sc u ltu ra , porJ. Martin, 1981,
1977, 2" ed. 19H 75 pp. 2 "ed. 1984, 111 pp.
15 Tbe w ater resources o f L atín A m erica. R egional r^io rt, 1977, 39 Estratificactón y m ovilidad ocupacional en América Latina, por
2nd. ed. 1985, 79 pp. C. Filgueira y C. Geneletti, 1981, 2" ed. 1985, l62 pp.
16 Desarrollo y cam Ñ o social en M é rica Latina, 1977, 2"ed. 1984, 40 P rc^a m a de acción regional para América Latina en tos años
59 pp. ochenta, 1981, 2“ ed, 1984, 62 pp,
17 Estrategia internacional de desarrollo y establecimiento de un nuevo 40 R egional program m e ( f a ctio n f o r Latín A m erica in the
orden económico internacional, 1977, 3“ ed. 1984, 6l pp. 1980s, 1981, 2nd, ed. 1984, 57 pp.
17 In tern a tio n a l developm ent strategy a n d esta b lish m en t ( f a
41 El desarrollo de América Latina y sus repercusiones en la educa
n ew in te rn a tio n a l eco n o m ic w der, 1977, 3rd. ed. 1985,59 pp.
ción. Alfabetism o y exolaridad básica, 1982, 246 pp.
18 Ratces históricas de las estructuras distributivas de América
Latina, por A di Filippo, 1977, 2“ ed. 1983, 64 pp. 42 América Latina y la econotm'a m undial del café, 1982, 95 pp.
19 Dos estudios sobre endeudam iento externo, por C. Massad y 43 El ciclo ganadero y la economía argentina, 1983, 160 pp,
R. Zahier, 1977, 2“ ed, 1986. 66 pp. 44 Las encuestas de bogara en Mnérica Latina, 1983, 122 pp.
s /n U nited S ta tes — L atín A m erican trade a n d fin a n c ia l rela 45 Las cuentas nacionales en América Latina v el Caribe, 1983,
100 pp.
tio n s: som e p (d icy recom m endations, S. Weintraub, 1977,
44 pp. 45 N a tio n a l a cco u n ts in Latín A m erica a m i the Caribbean, 1983,
20 Tendencias proyecciones a largo plazo del desarrollo económico 97 pp.
de América Latina, 1978, 3''ed. 1985, 134 pp. 46 Demanda de equipos para generación, transm isión y transfor
21 25 años en la agricultura de América Latina: rasgos principales mación eléctrica en América Latina, 1983, 193 pp.
1950 1975, 1978, 2“ ed. 1983, 124 pp. 47 La economía de América Latina en 1982: evolución general,
22 Notas sobre la fa m ilia como unidad socioeconómica, por Carlos A política cam biaria y renegociación de la deuda externa, 1984,
Borsotti, 1978, 2“ ed. 1984, 60 pp. 104 pp.
23 La organización de la inform ación para la evaluación del 48 Políticas de ajuste y renegodación de la deuda externa en
desarrollo, por Juan Sourrouille, 1978, 2“ ed. 1984, 6l pp. América Latina, 1984, 102 pp.
24 C ontabilidad nacional a precios constantes en América Latina, 49 La economia de América Latina y el Caribe en 1983. evolución
1978, 2“ ed. 1983, 60 pp. general crisis y procesos de ajuste, 1985, 95 pp.
s /n Energy in la tín A m erica: The H isto rica l Record, J. Mullen, 49 The econom y c f Latín A m erica a n d the Caribbean in 1983;
1978, 66 pp. m ain trends, tíre im p a ct o f the crisis a n d tire a d ju stm en t
25 Ecuador: Z a fío s y logros de la politica económica en la fa se de processes, 1985, 93 pp.
expansión petrolera, 1979, 2" ed. 1984, 153 pp.
50 la CEPAL, encarnación de una e ^era n za de América Latina, por
26 Las transform aciones rurales en América Latina: ¿desarrollo
Hernán Santa Cruz, 1985, 77 pp.
social o marginación?, 1979, 2“ ed. 1984, l60 pp.
51 Hacia n u e tm modalidades de cooperación económica entre
27 La dim ensión de la pobreza en C é r ic a Latina, por OscarAltimir,
América Latina y el Japón, 1986, 233 pp.
1979, 2" ed. 1983, 89 pp. 51 Towards ttew fo rm s o f econom ic c o o p era tio n betw een Latin
28 Organización institucional para el control y manejo de la deuda
A m erica a n d fa p a n , 1987, 245 pp.
extem a. El caso chileno, por Rodolfo Hoffman, 1979, 35 pp,
52 ¿or conceptos básicos del tr a n ^ r te m arítim o y la situación de la
29 La política m onetaria y el ajuste de la balanza de pagos: tres
acth id a d en América Latina, 1986, 112 pp,
eslt^ios, 1979 , 2" ed. 1984, 6l pp.
29 M onetary p o lic y a m i balance o f p a ym en ts a ^ u stm e n t; three
52 B asic concepts o f m a ritim e transport a ttd its p re se n t sta tu s
in Latin A m erica a m i the C aribbean, 1987, 114 pp.
stu d ies, 1979 , 60 pp.
30 América Latina: las evaluaciones regionales de la estrategia 53 Encuestas de ingresos y gastos. Conceptos y métodos en la expe
intem aciorm i del desarrollo en los años setenta, 1979,2" ed. 1982, riencia latinoam ericana. 1986, 128 pp.
237 pp. 54 Crisis económica >’ políticas de ajuste, estabilización y creci
31 Educación, im ágenes y estilos de desarrollo, por G. Rama, 1979.2“ miento. 1986, 123 Ri.
ed. 1982, 72 pp. 54 The econom ic crisis: P olicies fo r ad ju stm en t, sta b iliza tio n
32 M otim ientos internacionales de cenitales, por R. H. Aniazu, 1979, a n d grow tii, 1986, 125 pp.
2" ed. 1984, 90 pp. 55 El desarrollo de América Latina y el Caribe, exoilos, requisitos y
33 Inform e sobre las intersiones directas extranjeras en América opciones, 1987, 184 pp.
Latina, por A E. Calcagno, 1980, 2"ed. 1982, 114 pp. 55 Latín A m erican a n d C aribbean developm ent: obstacles,
34 Las fluctuaciones de la industria m anufacturera argentina, requirem ents a n d options, 1987, 184 pp.
1950197H, por D, Heymann, 1980, 2" ed, 1984, 234 pp. 56 ¿(Wbancos transnacionales j el endeudam iento externo en ¡a
35 P e r ^ 'tiv a s de reajuste industrial: la Comunidad Económica Argentina, 1987, 112 pp,
Europea y los países en desarrollo, por B, Evere, G. de Groot y 57 El proceso de desarrollo de la pequeña y m ediana empresa y su
W. Wagenmans, 1980, 2 “ ed. 1984, 69 pp, papel en el sistema industrial: el caso de Italia, 1988, 112 pp.
36 Un análisis sobre la posibilidad de evaluar la v iv en c ia crediticia 58 La evolución de la economia de Mnéríca Latina en 1986, 1988,
de los países en desarrollo, por A Saieh, 1980, 2^ ed. 1984, 82 pp. 100 pp.
37 Hacia los censos latinoam ericanos de los años ochenta, 1981, 58 The evolution o f the L atín A m erican E conom y in 1 9 8 6 ,1988,
146 pp. 106 pp.
s /n The eco n o m ic rela tio n s o f L atín A m erica w ith Europe, 1980, 59 P rotectionism : regional nego tia tio n a n d defence strategies,
2 nd. ed. 1983 , 156 pp. 1988, 262 pp.
ENSAMENTO M O A J ^ C A N Q
p Revista
Revista patrocinada por el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICIÍ de España y la C om isión E conóm i
ca para Am érica Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas. Program a patrocinado por el V
Centenario del Descubrim iento de América.
SUMARIO
FIGU RAS Y P E N S A M IE N T O
M a n u e l R e n g ifo : u n p ro te c c io n is ta d e i s ig io X IX , por Rafael S a g redo B.
La tra y e c to ria in te le c tu a l de F ra n c is c o B ernìs, por José M iguel Fernández Pérez
R e la c ió n c ro n o ló g ic a d e la o b ra d e F ra n c is c o B e rn is, por José Miguel Fernández Pérez
•Director: Kduardo A, Zalducndo • Comité Editorial Asesor; Martín Arocena, Eudes Bezerra Galváo, Alfredo Fuentes,
Guillenno Ondarts, Eliana Prebisdi, Eugenio O, Valenciano, Alberto Zelada Gastedo. • Edición - coordinación: Clara
Ginzburg,
Editorial: Sislemas de pagos y unidades de cuenta en América Latina. • Estudios; El camino hacia una motieda regional, por Olavo ti,
da Rocha e Silva • Estrategia para incrementar el comercio intracentroamericano y notas .sobre la adopción de una moiteda común
latinoamericana, por Olivier Castro Pérez • El déficit fiscal estadounidense y la crisis de la deuda externa latinoamericana, por
Eduardo R. Ciótiesa • Cátedra Intal: Comercio e inversiones intralatinoamericanos: una perspectiva estadounidense, por Peter B.
Field. Comentarios: Sistemas de pagos y unidades de cuentas en América Latina, por Aldo A. Dadone. Balanza de pagos, liquidez y
sistemas de pagos en América Latina, por Javier Fernández Riva.
E L T R IM E S T R E
E C O N O M I C O
Director; Ciarlos Bazdresch P.
Director Interino: Nisso Bucay
Secretario de Redacción; Guillermo Escalante
Artículos: Víctor L. Urquidi: Cuatro economistas singidares: Javier Márquez, Femando liosenzweig, jorge Sol Castellanos vMiguel
Wionczek. • Fernando Rosenzwcig: La evolución económica de México, 1870-1940, • Enrique Cárdenas y Ciarlos Manns:
Inflación)' estabilización monetaria en México durante la revolución. • Albert O. Hirschman: Daìaetito años de retórica reaccionaria.
El caso del efecto perver.so. • Jeffrey D. Sachs; Nuevos enfoques para la crisis de la deuda latinoamencana. Samuel Amaral: Alta
inflación y precios relativos. El pago de las obligaciones en Buenos Aires (1826-1834). Marcelo de Paiva Abren: La deuda externa
brasileña, 1824-1943.
• Reseñas bibliográficas; Saúl Trejo Reyes: Peter Gregory, The Myth of Market Eallure: Employment and the Labour Market in
Mexico, Informe de Investigación del Banco Mundial, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 1986. Peter Ciregory:
(iomentarios a la reseña de Saúl T rejo Reyes al libro de Peter Gregory, The Myth of Market Failure Employment and the Labour
Market inMexico. Francisco Alba; Peter Gregory, The Myth of Market Failure Employment and the Labour Market in Mexico, y Saúl
'Erejo Reyes, Empleo para todos. El reto y los caminos, México, Fondo de Cultura Económica, 1988.
• Documentos: c .k p a i ., Panorama econòmico de la América Latina, 1988.
C O N T R IB U C IO N E S
Estudios Interdiscíplinarios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional
• A rtícu lo s; • 1IcM'ljei'l Scliniidt, La pequeña v mediana empresa en eeoiwinías fueriemente compeiitivas. El caso de la República
Federal de Alemania • H einz L am p ert, La Economía Social de Mercado en la República Federal de Alemania. Origen, concepción,
evolución y problemas • [osé Carlos B randi Aleixo, Fundamentos y líneas de la política exterior de lirasil • Notas: • W erner
Sc:hreiber, Aprovechar las oportunidades que ofrece la cooperación can Latinoamérica • W ernes Mikus, Turismo en el Tercer Mundo •
R ichard von W eizsäcker, Servir y conducir en el Estado democrático • Dossier ’8 8 : • Sir Alan W alters, Privatización: algunas
lecciones intemacionale.s • W olfgang H irsch y Ralf Z eppernick, Argumentos para una política de desregulación • (íe rh a rd Zeitei,
La privatización comofunción de la política socioeconómica • G uillerm o Schultz, Desregulación financiera: oportunidades y riesgos •
M anuel Taño ira, Cómo el Socialismo arruinó a la Argentina y cómo la industiia privada puede revitalizarla • Ram ón Frediani,
Desregutación y privatización de empresas públicas en Argentina • W alter H am m , ¿Qué hacer con Im empresas públicas en la República
Federal de Alemania? Saneamiento, desmonopolización privatización • H erm an n Luis Soriano Valery, La privatización en el
progiama de gobierno del Partido Social Cristiano (COPEI) de Venezuela • Documentos • Press Communique (Reunión conjunia del
FMI y el Banco Mundial llevada a cabo en Berlín, República Federal de Alemania) a justicia y Paz en el Cono Sur (Documento emitido
por la Comisión Nacional de fusiieia y Paz del Cono Sur de América Latina —Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y, en calidad de
obsewador, Brasil) 9 Declaración conjunta del Gobierno y los Partidos Políticos de El Salvador* Comentarios de libros • d a rm e lo E.
Palum bo, Guía para un estudio sistemático de la Doctrina Social de la Iglesia • M artín Kríele, Introducción a la teoría del Estado •
Personas y hechos • Belisario Beta neu r, Lo social en lo político • H elm ut Kohl, Sólo donde existe libertad puede haber adelanto
social. Creación de un Centro de Estudios de Comercio Exterior. IX Simposio Latinoamericano de la pequeña y mediana empresa •
Publicaciones recibidas en la biblioteca del CIEDLA • Contenido del año 1988 de CONTRIBUCIONES.
P ublicación trim e stra l d e la K o n ra d -A d e n a u e r-S tiftu n g A.C. C e n tro In terd isc ip lin ario
d e E stu d io s so b re el D esarrollo L atin o am erican o C IE D L A
A ño V N " 4 (20) - O ctubre-D iciem bre, 1988
A ñ o 25 D IC IE M B R E 1988 76
SUMARIO
Cuadernos
del
C E N D E S A P A R T A D O 6 6 2 2 - 1010-A
C a ra c a s , V E N E Z U E L A .
O r g a n o in s t it u d o n a l d e l C E N T R O D E E S T U D I O S D E L D E S A R R O L L O d e la U N I V E R S I D A D C E N T R A L D E V E N E Z U E L A . A b ie r t o a
to d a s la s c o r r ie n t e s d e l p e n s a m ie n to s o b re p ro b le m a s d e l d e s a r r o llo e n V e n e z u e la , o tra s s o c ie d a d e s la tin o a m e r ic a n a s y p a íse s d e l T e r c e r
M u n d o e n g e n e r a l. E n c a d a n ú m e r o se p u b lic a n r e s u lta d o s d e las in v e s tig a c io n e s d e l C E N D E S , a d e m á s d e o tro s a rtíc u lo s , ensa yo s, re se ñ a s
b ib lio g r á f ic a s e in f o r m a c io n e s r e f e r id a s a su s á re a s d e in v e s tig a c ió n .
B O L E T IN D E S U S C R IP C IO N
D e s e o u n a s u s c r ip c ió n a C u a d e r n o s d e l C e n d e s: □ P o r un año □ P o r dos años
q u e p a g a ré m e d ia n te
□ C h e q u e N “ ___________________________________ d e l B a n c o ___________
A n o m b r e d e C E N D E S I n g r e s o s p r o p io s
N O M B R E ________________________________
IN S T IT U C IO N
D IR E C C IO N _ *
C I U D A D _______ P A IS .
T A R I F A S P O R A Ñ O (3 n ú m e r o s )
Su sc. I n d v , Su sc. Inst.
V e n e z u e la ............................................................................. Bs. ‘200,00 Bs. 300,00
A m é r ic a L a t in a ................................................................... US$ 20,00 US$ 45,00
E E . U U . y C a n a d á ............................................................... US$ 25,00 us$ 55,00
Rc.sto d e l M u n d o ............................................................... ust 30,00 us$ 65,00
* I n c lu y e co s to s d e e n v ío
Nota: para remitimos torrespondetitia desde eiialtjuier parte del mundo, enviarla indicando en el sobre:
Cnadei nos del Cendes, l’oba, Interiiatioiial N” 151 P.ü. Box 02-5255 Miami,
, florida 33102 - 5255 U.S.A,
R e v is ta
H O M IN E S
C IE N C IA S — S O C IA L E S
P U E R T O R IC O
U s t e d t e n d r á e n s u s m a n o s u n a r e v is t a q u e e s t u d i a
p r o b i e m a s y c o r r i e n t e s d e p e n s a m i e n t o d e la a c t u a l i d a d
p u e r t o r r i q u e ñ a , c a r ib e ñ a , c o n t i n e n t a l e in t e r n a c io n a l .
CINVE
Centro de Investigaciones Económicas del Uruguay
Por suscripciones: G uayabo 1729 Ap. 702. T el, 4 0 .4 9 .17'40.49,47
M ontevideo - U ruguay
ENCUENTRO si
S E L E C C IO N E S P A R A L A T IN O A M E R IC A
a r t íc u l o s d e l n u m e r o C tN C U E N T A ÍU N O
N O V IE M B R E - D IC IE M B R E 1988 N “ 98
SENDERO LUMINOSO, 1988: I. LOS PROBLEMAS DEL CAMPO Director: Alberto K o schue tzke
Y DE LA C IU D A D .. . Y ADEMAS EL MRTA; IL MRTA: LA HIS Jefe de Redacción: C a m ilo Taufic
TORIA DESCONOCIDA; III. POLICIAS, JUECES Y SUBVER
C O Y U N T U R A : H éctor A gu ila r Cam ín;
SION; IV. ISIDORO NUNJA; INSTRUIDO PARA M ATAR; V. EL
CAMBIO DE ESTRATEGIA DE SENDERO Y LA CAPTURA DE M éxico: la reform a de lo s electores;
MOROTE; VI. S. JARAMA; LAS BATALLAS MAS SIGN IFICA Pedro Catrain: R ep úb lica Dom inicana:
TIVAS LAS DARA EL PUEBLO; V IL EL RETORNO DE LO RE crisis de las alternativas: O sca r R. Gon-
PRIMIDO: EL H U ALLAG A, UN AÑO DESPUES; VIH . HENRI zález/Carlos Abalo; Argentina: el o c a
FAVRE: SENDERO. ABIM AEL GUZMAN Y EL FUTURO DEL so del alfo n sin ism o ; C arlo s E. López
PAIS / Q U E H A C E R , C A R E T A S García: G uatem ala: la ex ige n c ia de un
COREA DEL SUR; ORO EN ECONOMIA, HIERRO EN P O LITI pacto social.
CA / TED CORDOVA CLAURE ¡ N U E V A S O C IE D A D
A N A L IS IS : O s c a r Ugarteche: Perú y el
GASTOS M ILITARES Y GASTOS SOCIALES EN LOS PAISES
DEL MUNDO: ESTUDIO COMPARATIVO i W O R L D M I L I T A R Y 1 0 % . La política de deuda bajo pre
A N D S O C IA L E X P E N D IT U R E S , /9 S 5 /E E U U sión; Frank Brache: S a lu d /E c o n o -
DETERIORO DE LOS TERMINOS DEL INTERCAMBIO EN LOS mía/Ambiente. H a c ia un nuevo para
ULTIMOS TREINTAICINCO AÑOS / ARMANDO DI FILIPPO / d igm a del desarrollo; C a rlo s M. Vilas:
P E N S A M IE N T O IB E R O A M E R IC A N O / ESPAÑA M ultietnicidad y autonom ia. La c o sta
OCDE: EVALUACION Y PERSPECTIVAS DE LA ECONOMIA IN atlántica de Nicaragua; G uy Poltras: Un
TERNACIONAL A L 30-6-1988 post-m ortem prematuro. La D octrin a
TIPOS DE CAMBIO Y REGIMENES CAMBIARIOS A L 30-6-1988 Reagan y Am érica Latina; Juan Guiller
POLITICAS DE TELEVISION: UNA NECESIDAD / R. RONCA- m o Espinoza: Otro desarrollo, otra vi
GLIOLO / N U E V A S O C IE D A D i VENEZUELA da. ¿Fin de la civilización del e g o ísm o ?
PREDOMINIO DE LOS ENLATADOS EN TV / M. BISBAL P O S IC IO N E S : C o m isió n S u d a m e ric a
PERIODISMO TELEINFORMATICO EN PANTALLA / FERNAN na de Paz; H acia la seguridad dem ocrá
DO REYES MATTA tica regional; Foro de Latinoam érica y
CESAR VALLEJO ; LA SOLIDARIDAD Y LOS POBRES / MARIO el Caribe: C oordin ación entre partidos
BOERO / C U A D E R N O S H IS P A N O A M E R IC A N O S para la integración regional.
C. VALLEJO Y EL MARXISMO / FRANCISCO CAUDET
T E M A C E N T R A L : Franz J. Hinkelam -
LA CULTURA Y LA POLITICA EN LA PROSA PERIODISTICA
DE CESAR VALLEJO / STEPHEN HART mert: D e m ocra cia y nueva derecha en
FICHAS DE CINE; FRANTIC, GOOD MORNING BABILO N IA, Am érica Latina; Sam u e l M oneada: De
NO HABRA MAS PENAS NI OLVIDO, HOPE AND GLORY, THE recha intelectual y gru p o s em presaria
HITCHER, TWICE IN A LIFE TIME. etc. les; M igu e l Talento: Derechización en
la universidad. Ei c a so argentino; M ir
COMPRENDER LA HUELGA DE HAMBRE DESDE EL PUNTO ko L a u e r A d ió s ponservadurism o;
DE VISTA DE LA MO RAL i EQUIPO BELGA JUSTICIA Y PAZ / bienvenido liberalismo. La nueva dere
L E S U P P L E M E N T t FRANCIA
cha en el Perú; M an ue l Caballero: P a
IDEOLOGIA Y ATEISMO EN LA UNION SOVIETICA / W lLL IA M
VAN DEN BERCKEN / " R E L IG IO N !N C O M M U N IS T L A N D S " ra una radiografía del p en sam ien to
DE VLA D IM IR A GORBACHOV: LA HISTORIA M ILEN AR IA DE reaccionario; J e s ú s Puente Leyva: El
LA IGLESIA ORTODOXA RUSA / ROBERT HOTZ / C H O IS IR ‘o g ro ’ estatal mal leído. O ctavio Paz,
LA ESPIRITUALIDAD DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA: M é xico y la nueva derecha; C a rlo s F.
UNA ESCUELA DE RESURRECCION / JEAN HENNETEAU Toranzo Roca: Giro a la derecha. B o li
CRISTIANISMO E HINDUISMO / L A C IV IL T À C A T T O L IC A via en el v a ls regional.
A ñ o 4, N ú m e ro 9 O c tu b re d e 1988
SUMARIO
• Carlos Escudé, C o n te n id o n acio n alista d e la en se ñ an za d e la geografía en la R epública A rg e n ti
na, 1879-1986. «Juan C. Aguila, E stru c tu ra social d e la A rg e n tin a (R eflexiones so b re los censos
1960-1980) • Daniel Samoilovich, R efo rm a política en la A rg e n tin a • Marcelo Halperin, D em o
cracia in c ip ie n te y c o n d u c ta d esv iad a en la A rg e n tin a • Susana Barbosa y Teodoro Blanco, M ito y
u to p ía en la e x p e rie n c ia y el p ro c e d e r del p en sam ien to social latin o am erican o • Mutsuo Yamada,
P ersp ectiv as d e co m p le m e n ta c ió n e n tre J a p ó n y A m érica L atina.
A
c u a d e r n o s
d e l c l a e h
4 7
1988/3
Parlamentarismo y presidencialismo: ¿Dónde están las diferencias?, M a r t i n P e i x o t o . Asignaturas pen
dientes en el debate de la reforma política, C a r l o s P a r e ja . Estado nutricional y desarrollo sicomotor en los
niños de las familias pobres, J u a n P a b lo T e r r a . El sector industria) y la integración subregional:
Intercambio con Argentina y Brasil, F a b io V i l l a lo b o s . Breve alegato por la filosofía política, versión
anglosajona, P h i l i p p e V a n P a r íjs . De la eficiencia a la libertad, P h i l i p p e V a n P a r ijs . Jürgen Habermas:
Filosofía como utopía. Psicoanálisis como utopía, P a b l o d a S U v e ir a , Construcción de un índice de
estratificación económico-social, A/óerto G o n z á l e z R a m a g l i .
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NUMEROS DE 1989
Niün. 1 19 El impacto mundial
de la Revolución francesa
Núin. 1 2 0 Factores del crecimiento
económico
Núm. 1 2 1 Dimensiones sociales del cambio
ambiental
Núm, 122 Estado, políticas
y conocimiento
E d ita : C e n tr e U N E S C O d e C a ta lu n y a
H O JA D E S U B S C R IP C IÓ N
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V -
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PAST ISSUES
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López de Hoyos, 141
28002 Madrid
N.2 5 - VENEZUELA
M AYO-AGOSTO 1988
AMERICA LATINA
Ideas e Instituciones
— Vigencia del Estado planificador en la crisis actual. Adolfo Gurrierl.
— El marxismo en América Latina. José Aricó.
Economia e Integración
— La economia política del desarrollo latinoamericano. Albert HIrschman.
Relaciones Internacionales
— Las internacionales sindicales. Julio Godlo/Achlm Wachendorfer.
VENEZUELA
Artículos y estudios
— Estado y desarrollo sociopoiftico en Venezuela. Heinz Sonntag.
— Sistema político o cómo funciona la máquina de procesar. Diego Bautista Urbaneja.
~ El futuro de la democracia en Venezuela. Juan Carlos Rey Martínez.
— El sistema electoral venezolano. Mercedes Martelo.
— Crisis y concertación en Venezuela, dos coyunturas históricas. Margarita López Maya/Luis
Gómez Calcaño.
— ¿Retador o garante del sistema? Los 50 años de la Confederación de trabajadores de Venezuela.
Héctor Valednos.
— Militares y democracia en Venezuela. Felipe Agüero Plwonka.
— La política exterior. Continuidad y cambio, contradicción y coherencia. Eva Josko de Gueron.
— Venezuela ante el proceso de integración andina. Ruth de Krlvoy.
— Econom ía venezolana. Problemas y perspectivas. Leopoldo Yáflez Betancourt.
— La renta petrolera, su distribución y cuentas nacionales. El ejemplo de Venezuela. Bernard
Mommer.
DOCUMENTOS
— Discurso pronunciado por Arturo Lisiar Pietri el 15 de mayo de 1966 en sesión especial del
Congreso de la República.
— Pacto de Punto Fijo.
— Propuestas para reformas políticas inmediatas. COPRE.
~ Reformas inmediatas del Poder Judicial. Comisión Presidencial para la reforma del Estado.
— Propuesta para impulsar el proceso de descentralización en Venezuela. Com isión Presidencial
para la reforma del Estado.
— Compromiso de Acapulco para la paz, el desarrollo y la democracia. Primera reunión Ocho
Presidentes Latinoamericanos.
BIBLIOGRAFIA
— Otros artículos de actualidad.
— Libros.
— Reseñas.
Centros de Investigación en Ciencias Sociales.
^Socinlail
Una revista trimestral,de dencios sociales
sobre la agricultura la pesca y la alimentación
ESTUDIOS ESTUDIOS
JOSE MANUEL NAREDO LUIS VICENTE BARCELO
Diez años de Agricultura Española. La protección agraria yel comercio internacional español durante el último de
MIREN ETXE2ARRETA y LOURDES VILADOMIU cenio.
El impacto de la crisis en una agricultura internacionalizada. HANZA ALAVI y TEODOR SHANIN
GIOVANNI MOTTURA La cuestión agraria; el discurso marxista de Kauisky.
Cuarenta años de estrategia corporativa en la agricultura italiana (1944-1987), JAVIER CALATRAVA REQUENA
II parte. E! modelo de integraciónde rentas como base del desarrollo en zonas de monta
F. FILLAT. A. ABELLA, A. GOMEZ, T. LASANTA, E. MANRIQUE, ña; consideraciones teóricas y estrategias para su puesta a punto.
G. MENDEZ, R. REVILLA, J. P. RUIZ y M. RUiZ M. PEREZ YRUELA, F. CEÑA y F, RAMOS LEAL
Sistemas ganaderos de montaña. Los empresarios andaluces; autovaloraciónde suactividadameel desarrolloagra
PAUL SAUVIN rio.
El desarrollo endógeno de las áreas de montaña Pays-D'Etiliaut (Suiza). FELIPA SANCHEZ SÄLAZAR
CANDIDO PAÑEDA FERNANDEZ El reparto y venta de las tierras concejiles como proyecto de los Ilustrados.
Terneros en Asturias. Añojos en Cataluña. Un análisis empirico de la relación
dinámica entre valores añadidos en la ganadería bovina de carne en España en NOTAS
el período 1975-1984.
JOAN NOGUE 1FONT
NOTAS El fenómeno neorrural,
FRANCISCO JUAREZ RUBIO
ANA CLARA GUERRERO LATORRE Reforma agraria y modernización de la agricultura en Marruecos.
Los viajeros ingleses yla agricultura española en el siglo XVIII.
MARI CRUZ FERNANDEZ DURANTE y EDUARDO MOYANO
FERNANDO SANCHEZ DE PUERTA T. Los agricultores yla política en Francia; undebate sobre el estado de la cuestión.
La ESRSSummer Schoo! 1987: El futuro de la politica rural en Europa: proble
mas y posibilidades. BIBLIOGRAFIA
JOSEFINA CRUZ VILLALON
Coloquio sobre agricultura familiar ypluriactividad en el medio rural europeo. L Crilica de libros: ALFREDO CADENAS: «Políticas nacionales y comercio
exterior agrario; Estudio relativo a la Comunidad Económica Europea», OC-
BIBLIOGRAFIA DE, París, 1987, 149págs. (texto), 148 págs (anejos). JAVIER SANZ CAÑA
DA: «Informe del sector agrario valencianoen 1986», Conselleriad'Agricultura
I. Critica de libros: JUANMAESTREALFONSO: «Los trabajadores tempora i Pesca de la Generalität Valenciana, 1987, 195-págs, JUAN MAESTRE AL
les yel sector agropecuario de América Latina», Julio César Neffa, Oficina In FONSO: «La economia latinoamericana en 1985», Banco Interamericanode De
ternacional del Trabajo, Ginebra, 1986, 1J8 págs. GLORIA DE LAFUENTE; sarrollo, Informe 1986. ANTONIOALVAREZ PINILLA: «Una sencilla intro
«La mujer en los sistemas de producción rural. Problemas y políticas», Deniz ducción a la econometria». A. C. Johnson, Jr. M. B. Johnson y R. C, Buse,
Kandiyoti, ediciónespañola Scrbal/Uneseo, Barcelona, 1986, JUANMANUEL Econometrics, Basicand Applied, Macmillan, 1987, 480págs. JUAN MANUEL
GARCIABARTOLOME; Comentario en torno al número 4-extraordinario- GARCIA BARTOLOME, «L'Etal et l'agricuUure en Europe Occidemate (Cri
de la revistaMedilerrannee: <iCiudades ycampos en Marruecos, Homenaje a Paul sis et réponses oucours d'un siede)», Micliel Tracy (Collection Economie Agri
Pascon», 1986. CARLOSSANJUANMESONADA: La reforma dela PACdes cole et Agroalimentaire), cd. Economica, París, 1986. JAVIERPIERNAVIEJA
de la perspectiva española, «El futuro de la política agrícola común yla econo NIEMBRO: «Agricultores con problemas (los problemas financieros de las ex
mía española», L. V, Bareeló yGarcía Alvarez-Coqiie, Mundi-Prensa, Madrid, plotaciones agrícolas en cinco países oecidentales)». INRA, CuadernosdeEco
1987(280págs.). JOSEANTONIODURAN; «El socialismopartidario español nomíay Sociologíarurales, n," 5(septiembre 1987, 120 págs.). II. Reseña de
yla cuestión agraria», ediciones de la revista del trabajo. MinisteriodeTrabajo libros, til. Revista de Revistas.
y Seguridad Social, Madrid, 1986. II. Revísta de Revistas.
DOCUMENTACION
DOCUMENTACION JOSE ANTONIO DURAN
JUAN PRO RUIZ La crisis agrícola ypecuaria de 1887en la historia de España. Un debate cente
Materiales para el estudio de la cuestión catastral en España: El siglo XX. nario.
Las publicaciones de la Comisión Económica para América Latina v el Caribe (CEPAL) y las del Instituto
Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) se pueden adquirir a los
distribuidores locales o directamente a través de: