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Parasitismo

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El parasitismo se asocia directamente a una relación en particular, la relación


establecida entre dos organismos, en el que uno vive a costa del otro. Los dos
protagonistas necesarios de la relación de parasitismo son el que el que se
incorpora al medio ajeno (el parásito) y el que presta el propio medio para la
acción del parásito (denominado huésped). Por ejemplo: pulgas, termitas,
amebas, ácaros.

La relación puede darse de muchos modos, y el huésped puede verse más o


menos perjudicado por el parásito que tiene algún beneficio por la reacción. Por
las características de la relación del parasitismo es que muchas veces se
extrapola el término y se lo lleva a otras acepciones, incluyendo las prácticas de
los seres humanos en las que algunas personas se aprovechan de otras.

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El parásito, en ocasiones, vive dentro de su huésped. La característica central de
este tipo de parasitismo es que el huésped posee ciertos anticuerpos, que se
relacionan con el parásito habitualmente compuesto por numerosos micro
parásitos.

Por otra parte podrán ser ectoparásitos aquellos que no llegan a estar dentro del
otro espécimen, donde el caso más típico podrá ser el de los huevos puestos en
un nido que no es propio. Los organismos huéspedes habitualmente desarrollan
mecanismos de defensa que limitan el accionar de los parásitos, como sucede con
las plantas que producen toxinas buscando disuadir a los hongos.

Por otra parte, también es común que se produzca un proceso de coevolución por


el que las dos especies evolucionan buscando cumplir su objetivo: los
hospedadores buscan evitar ser el blanco de los parásitos, a la vez que los
parásitos evolucionan para seguir infectando a los anfitriones.

Generalmente cuando los agentes se transforman en parásitos, progresivamente


pierden funciones fisiológicas o metabólicas. La extracción de moléculas del
hospedador hace que no sea necesario sintetizar las propias, como sucede en
los virus que necesariamente son casos de parasitismo. Es habitual que el
parasitismo no sea notorio a simple vista, sino a partir del momento en el que el
huésped sufre los estragos que provoca el parásito, habitualmente desnutrición o
infecciones.

Una situación que con frecuencia ocurre es la que se denomina hiperparasitismo.


Esto es lo que sucede cuando un parásito vive de otro parásito: las cadenas
parasitarias que en estos casos se forman son las que generan competencia
biológica y antibiosis, al tiempo que son una de las bases para el control biológico
de las enfermedades y de las plagas de los cultivos.

 Puede servirte: Depredadores y presas

Ejemplos de parasitismo
Los siguientes casos constituyen parasitismos, acorde a la definición vista:

1. Pulgas. Parásitos que viven en la piel de los animales, causan virus y se


esconden entre el pelaje.
2. Termitas. Insectos que parasitan árboles, destruyéndolos casi por completo.
3. Saculina. De la familia de los percebes. Cuando encuentra un cangrejo inyecta allí
la parte blanda de su propio cuerpo, convirtiéndolo en estéril.
4. Sanguijuelas. Se alimentan de la sangre de otros animales.

Fuente: https://www.ejemplos.co/15-ejemplos-de-parasitismo/#ixzz7lbvmZUg9

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