Austin afirma que las emisiones realizativas parecen un enunciado, gramaticalmente son calificadas como tales, pero no son ni verdaderas ni falsas. Son emisiones claras, con verbos corrientes en primera persona del singular del presente, pero vemos de forma inmediata que no tienen posibilidad de ser verdaderas o falsas. Es más, cuando se realiza este tipo de emisión consideramos que la persona está haciendo algo, no meramente diciéndolo. Por ejemplo, cuando en el casamiento el novio dice “sí quiero” no está informando sobre el matrimonio, sino satisfaciéndolo. Aunque estas emisiones no registran hechos y no son verdaderas o falsas, el decirlas implica determinadas cosas, que si pueden ser verdaderas o falsas. El dar el “sí quiero” implica que el novio o novia no están ya casados, por ejemplo.
2- Cómo define a los infortunios.
Aunque estas emisiones no son verdaderas o falsas, sufren algunas incapacidades y pueden fracasar. A estas maneras que tienen las emisiones realizativas de ser insatisfactorias las llamamos infortunios. Un infortunio implica que la emisión es desafortunada debido a que se rompieron determinadas reglas. Por ejemplo, una regla es que la convención debe existir y ser aceptada; además, las circunstancias en que invocamos determinado procedimiento debe ser apropiada para dicha invocación. Si esto no ocurre, el acto que nos proponemos será un fallo. Por ejemplo, si alguien desea divorciarse puede decirle a su cónyuge en voz alta “Me divorcio de ti”, sin embargo, ese procedimiento no es válido. Por otro lado, estos procedimientos pueden ser usados por personas que sostienen creencias o tienen determinadas intenciones o sentimientos. Por ejemplo, podemos citar el acto de felicitar a alguien; cuando lo hacemos y realmente no nos alegramos por la persona o no creemos que lo merezca, estamos abusando del procedimiento, siendo insinceros.
3- Cómo define las promesas y qué características tienen.
Realizar una promesa implica decir que hará o dirá algo, obligándose a ello. Searle clasifica las promesas en sinceras e insinceras. Una promesa carece de reglas estrictas; sin embargo, para ser sincera, debe cumplir con una serie de condiciones: - Deben darse las condiciones normales de input y output. Output refiere a las condiciones necesarias para hablar inteligiblemente e input las necesarias para la comprensión. Implican que el hablante y el oyente deben conocer el lenguaje, ser conscientes de lo que están haciendo, que el hablante no esté siendo amenazado, que no estén hablando en broma, etc. - El hablante debe predicar un acto futuro, no puede ser un acto pasado. No se puede prometer haber hecho algo, así como también no se puede prometer que otro lo hará. - Una promesa es algo que se hará a favor del oyente, si es en contra se convierte en una amenaza. - Que la promesa no sea algo que ocurrirá obviamente en el curso normal de los acontecimientos. Está fuera de lugar prometer realizar algo que es obvio que se hará de todos modos. - El hablante tiene la intención de llevar a cabo el acto prometido y cree que es posible realizarlo. - El hablante tiene la intención de producir un cierto efecto ilocucionario al lograr que el oyente reconozca su intención de producir ese efecto. - La promesa se emite correcta y sinceramente si se dan las condiciones determinadas por el dialecto hablado. Ahora bien, como ya dijimos, las promesas también pueden ser insinceras. En este caso, el hablante no tiene las mismas intenciones que al hacer una promesa sincera; sin embargo, da a entender que si. No hay una intención de llevar a cabo el acto prometido.
4- Cite ejemplos de promesas donde se den diferentes casos y se pueda objetar su
realización. Promesas sinceras y posibles: - “Prometo que el próximo año te haré un mejor regalo” - “Yo prometo que te voy a poner una nota muy buena” - “Prometo que mañana si o si te ayudaré con las tareas” - “Prometo que mañana iremos a comprar los zapatos que tanto quieres”
Promesas que no cumplen con las condiciones:
- “Prometo que ayer fui a bailar” (Las promesas deben ser a futuro) - “Prometo que mi hijo va a comportarse” (No se puede prometer por otro) - “Prometo que si no prestas atención en clase tu calificación será insuficiente” (Es una amenaza, no una promesa). - “Yo prometo que voy hacer que mañana no llueva” (No está al alcance del hablante prometerlo)