Está en la página 1de 1

En la actualidad los emprendimientos se presentan como una alternativa para muchas

personas que no tienen un trabajo estable o que desean iniciar su propio negocio, pero
lamentablemente la falta de experiencia y de conocimientos, sumado al entorno en el
que se desenvuelven, ha ocasionado que muchos de ellos cierren a los pocos años. El
emprendimiento se trata de insistir, persistir, resistir y nunca desistir. Muchas veces la
diferencia entre fracasar y tener éxito, es simplemente intentarlo una vez más. La
clave está en mantener el entusiasmo donde otros ya se han dado por vencidos. Hay
personas con muy buenos talentos que nunca logran nada en la vida por la falta de
disciplina, constancia y perseverancia. Por el contrario, también hay personas que no
son muy talentosas, pero se esfuerzan cada día por ser mejores, entrenan, perseveran
y logran llegar tan lejos como se lo proponen.
El siguiente caso descrito a continuación muestra un poco lo que vivió Simón borrero
fundador de la marca Rappi.
El cofundador y CEO de Rappi, Simón Borrero, antes de fundar Rappi, pasó por
varios emprendimientos que fracasaron en su intento de ser empresas. Pasó por
emprendimientos de agencias de modelos, páginas de madres primerizas y un modelo
de negocio parecido a Rappi que llevó el nombre de Tim Martin.
Junto con amigos de la universidad, trasnocharon, invirtieron y realizaron diversos
experimentos que no funcionaron. Hasta que un día decidió estudiar temas de
programación y con la experiencia adquirida anteriormente se lanzó a crear la app de
domicilios Rappi, una empresa con un crecimiento promedio mensual de 25%.
“Cada fracaso es una nueva aventura”, es una de las frases de Simón, que luego de
múltiples intentos, fracasos y enseñanzas logró consolidar un negocio que se expande
por el continente de manera acertada

También podría gustarte