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GORBACHOV Y LA PERESTROIKA

INTRODUCCIÓN
La perestroika fue la reforma económica desarrollada por el presidente
Gorbachov buscando un cambio estructural en la economía interna de la Unión
Soviética. La reforma estaba enfocada en que el sistema soviético debía modernizarse y
cambiar para poder conservarse. La reforma se inició en 1985 y buscaba convertir a la
URSS en una economía de mercado en un plazo de 500 días.
La reforma adquirió más fuerza en 1987, llegando a distintas áreas tales como la
ciencia, la tecnología y cambios en la política de inversiones y la estructura financiera,
para ello se utilizaron los recursos económicos de la manera más eficiente posible.
Además, se acabó con la ineficaz burocracia inexistente y se implicó a los ciudadanos
en la reconstrucción económica. La perestroika venía complementada por la glasnot,
que era la política de aperturismo, la cual concedió libertad de expresión y opinión, a
diferencia de la etapa anterior caracterizada por la represión.
La perestroika fue criticada por ambos lados, tanto por el sector comunista que
creía que se había introducido para justificar la propiedad burguesa, además del miedo
que existía en el sector de que se acabase con el sistema socialista, como por el sector
que la veía con buenos ojos, dado que consideraban que las reformas se aplicaban
demasiado lentas.
Entre los cambios económicos, se destaca la liberalización económica, de cara a
permitir a las empresas que pudiesen tomar sus propias libertades y así poder acabar con
la corrupción; y la introducción a actividades económicas privadas y la liberalización de
precios. Sin embargo, el atraso del sector industrial y la estructura de economía
planificada hizo que no se adaptasen bien al cambio a la estructura de economía de
mercado, derivando en crisis e inflación en los años 90, las cuales desembocaron en una
gran desigualdad de clases al desaparecer la clase media.
La visita del líder soviético
Gorbachov se va con apoyo económico y un éxito de imagen
Son el antetítulo y el título de la noticia del 28 de octubre de 1990 en el
periódico El País. Nos hemos basado en esta noticia para explicar la situación de
Gorbachov en relación con España, ya que la noticia explica la visita del líder soviético
y su relación de confianza con Felipe González. La visita conllevó sensaciones muy
positivas para Gorbachov en un momento en el que sus cotas de popularidad interna
estaban por los suelos ya que el proyecto soviético se estaba desintegrando y muchos
consideraban que las reformas, en concreto la Perestroika, tenían gran parte de la culpa.
El país había experimentado grandes cambios económicos y políticos, entre ellos el
acercamiento a países del bloque occidental como España. Esta decisión de visitar
España tiene su raíz en la transición.
La Unión Soviética se encontraba en un proceso de transición al socialismo,
abandonando el comunismo. Es por eso por lo que el líder soviético admiraba el proceso
de transición española, en concreto la figura del presidente del gobierno Felipe
González. Con la visita, la imagen de Gorbachov fuera de la Unión Soviética mejoró
considerablemente y en cuanto a política internacional, ambos líderes estuvieron de
acuerdo en conformar el tejido de la nueva Europa. En este nuevo tejido, abrieron la
puerta a un tratado de cooperación y amistad entre ambos países, que, aunque de
momento era solamente una declaración política, supondría una constatación de sus
posiciones generales. Ambos se declaraban como socialistas y existía una gran sintonía
entre ellos. Este apoyo del presidente socialista supuso un elemento de legitimidad que
ostentó Gorbachov de cara a hacer frente a sus enfrentamientos internos.
Por otro lado, González aseguró el interés de España en invertir en la
Perestroika. Se comprometieron a otorgar un crédito de 1500 millones de dólares que la
Unión Soviética invertirá de distinta forma. 750 millones serán empleados para la
compra de bienes y servicios y los otros 750 para la compraventa de bienes de consumo.
Es curiosa la forma en la que Gorbachov es visto de una forma muy positiva por
parte de los países del bloque occidental mientras que dese la perspectiva del bloque del
este y en concreto de la URSS, la visión es mucho más negativa.
Según un artículo escrito en 1995 para el periódico EL PAÍS, la mayor
contribución de la perestroika a nivel global fue el nuevo espíritu de cooperación Este-
Oeste, sustituyendo a la confrontación que antes estaba siempre latente, aunque aún
fuese insuficiente y estuviese cargado de recelos mutuos de todo tipo.
Por otra parte, otra de las mayores aportaciones de la perestroika para todo el
mundo fue la glásnost, o transparencia: la libertad de información, que permitió que los
expertos y la opinión mundial conociesen y pudiesen evaluar el verdadero desastre
medioambiental que la industria militar y civil habían ocasionado y todavía estaban
ocasionando en la ex Unión Soviética, además de otras muchas secuelas.
En cuanto a las relaciones entre España y Gorbachov, el gobierno socialista
español, liderado por Felipe González, mostró un apoyo prácticamente constante al
proceso de reforma soviético. Una muestra de ello fue la primera visita oficial de
González a la U.R.S.S. en mayo de 1986. En el periodo en el que España lideraba la
Comunidad Europea, se llevaron a cabo varios procesos para fortalecer la relación entre
ambos países. En primer lugar, se iniciaron las comunicaciones entre las dos partes a
nivel de ministros. Además, España participó activamente en la iniciación de la
negociación de un Tratado de Cooperación y Amistad entre la Comunidad Europea y la
U.R.S.S.
Otra de las muestras de las buenas relaciones entre Felipe González y
Gorbachov se pudo observar en el mes de agosto del año 1991, cuando el gobierno de
este último sufrió un intento de golpe de Estado. Ante esta situación, el gobierno
español no tardó en ratificar su apoyo a la Unión Soviética y su proceso reformista,
siendo España uno de los primeros países en condenar el suceso, tan solo por detrás de
Gran Bretaña. En esta situación, el gobierno español declaró que su política iría siempre
encaminada, en todo lo posible, a fomentar la unidad de la República (con la excepción
de las tres repúblicas bálticas, con las que no se establecieron relaciones diplomáticas
hasta octubre de ese año).
En 1990, el ministro de exterior, Fernández Ordóñez, dio un discurso en el que
definiría las líneas de actuación española en lo relativo a la Perestroika. Por un lado,
apoyaría a la Unión Soviética financieramente, además de seguir los programas de
actuación programados por Bruselas. Además de esto, España promocionaría la marca
España en la URSS, además de potenciar la cultura industrial. También buscó el
consenso para una acción global en Medio Oriente.
Pese al apoyo que España blindaría a la Unión Soviética, seguía habiendo
tensiones entre ambos países, sobre todo en lo relativo a los derechos humanos. España
no apoyaba la invasión soviética de Afganistán, situándose del bando occidental-
atlántico. Ante esto, el gobierno español intenta que el Comité Olímpico Español no
participe en los Juegos Olímpicos de Moscú, cosa que rechazan. Por otro lado, surgen
tensiones en torno a la entrada de España en la OTAN, escribiendo los soviéticos el
memorándum “Los planes de entrada de España en el bloque Atlántico”, a lo que
responde Calvo Sotelo denunciando un nuevo intento de injerencia soviética.
La transición española de la dictadura a la democracia en 1978 fue reconocida de
manera positiva por Gorbachov y los antiguos estados comunistas. Esta experiencia y
las reformas de apertura a Europa a nivel económico, político y militar favorecieron el
acercamiento entre España y la URSS, especialmente de 1986 hasta principios de los
90.
Sin embargo, a partir de 1991, hubo un declive en las relaciones de ambas
potencias debido a distintos motivos, como la inestabilidad interna de la URSS, el auge
de los nacionalismos dentro de la gran potencia y la falta de apoyo internacional al
gobierno de Gorbachov.
Tras la desintegración de la URSS, España reconoció que Rusia ejercía los
derechos y deberes internacionales de la misma, rechazando y desconfiando de la nueva
Comunidad de Estados Independientes. Sin embargo, tras su progresiva consolidación.
España comenzó a mantener relaciones diplomáticas con las nuevas repúblicas, aunque
priorizando aquellas con Rusia, Rumanía y Ucrania.
Este periodo de nuevas relaciones entre España y Rusia se dio en un momento
en el que en Europa se vivía una profunda crisis económica, y se priorizaba la búsqueda
de la estabilidad y la cooperación, progresando hasta el día de hoy.
BIBLIOGRAFÍA
Significados. (2019). Significado de Perestroika. [online] Available at:
https://www.significados.com/perestroika/ [Accessed 11 Dec. 2019].

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December 2019, from https://elpais.com/diario/1990/10/28/espana/657068413_850215.html

PEREIRA CASTAÑARES, J. (1993). España y la U.R.S.S. en una Europa en


transformación [Ebook]. Madrid.

DAVID GARCÍA PESQUERA


LAURA SUÁREZ SIMARRO
JORGE BOLAÑOS BARRIOS
GERMÁN GONZÁLEZ CANTÓN
PABLO MORETA POLO

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