pueblo admirable 10

Caracas - Venezuela - 2013

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Que me fusilen pronto

“Para no sufrir por más tiempo la pena de ver a los tiranos que oprimen mi Patria.”
Tras el hundimiento de la república a mediados de 1812, no son pocos los patriotas desterrados que han arribado a la Nueva Granada y desde allí se plantean la reconquista del territorio
venezolano. Uno de ellos es Antonio Nicolás Briceño, natural de Trujillo y quien concibe dicha reconquista como una guerra de exterminio contra los españoles en Venezuela y elabora a los
efectos el llamado Convenio de Cartagena, que constituye el plan inicial de reconquista y la concepción original de lo que se conocerá como la “Guerra a Muerte”.

Antonio Nicolás Briceño.

Colección Museo de Arte Colonial, En el nombre del pueblo de Venezuela se hacen las proposiciones siguientes para emprender una
Quinta Anauco.
expedición por tierra con el objeto de libertar á mi patria del yugo infame que sobre ella pesa. Yo las
cumpliré exacta y fielmente pues que las dicta la justicia y que un resultado importante debe ser
su consecuencia. Primero serán admitidos á formar la expedición todos los criollos y
extranjeros que se presenten conservándoseles sus grados. Los que aun no han servido
obtendrán los grados correspondientes á los empleos civiles que hayan desempeñado y en
el curso de la campaña tendrá cada cual el ascenso proporcionado á su valor y
conocimientos militares. Segundo como el fin principal de esta guerra es el de
exterminar en Venezuela la raza maldita de los españoles de Europa sin exceptuar
los isleños de Canarias, todos los españoles son excluidos de esta expedición por
buenos patriotas que parezcan, puesto que ninguno de ellos debe quedar con vida
no admitiéndose excepción ni motivo alguno; como aliados de los españoles los
oficiales ingleses no podrán ser aceptados sino con el consentimiento de la mayoría
de los oficiales hijos del país. Tercero las propiedades de los españoles de Europa
sitas en el territorio libertado serán divididas en cuatro partes, una para los
oficiales que hicieren parte de la expedición y hayan asistido á la primera funcion
de armas haciéndose su reparto por iguales porciones con abstracción de grados,
la segunda pertenece á los soldados, indistintamente las otras dos al Estado. En
los casos dudosos la mayoría de los oficiales presentes decidirá la cuestión (...)
Noveno para tener derecho á una recompensa o a un grado bastará presentar
cierto número de cabezas de españoles o de isleños canarios. El soldado que
presente veinte será hecho abanderado en actividad, treinta valdrán el grado de
Teniente, cincuenta el de Capitán.

Cartagena de Indias, 16 de enero de 1813. Antonio Nicolás Briceño

Colección Museo Bolivariano.

Antonio Nicolás Briceño pasa a Curazao en julio de 1812. Se traslada luego a la Nueva Granada,
y en enero de 1813 lanza su proclama en Cartagena. Después de haber recibido del gobierno
de Cartagena el título de Coronel, marcha con sus fuerzas a la frontera venezolana. Los jefes
patriotas, brigadier Simón Bolívar y el coronel Manuel del Castillo y Rada, que operaban en los
valles de Cúcuta, le reconocen el grado de coronel y el mando de la caballería. En abril de 1813
se encuentra en San Cristóbal, donde lanza una proclama el día 7, en la que reforma el plan
de Cartagena. Dos días después inicia la Guerra a Muerte con el fusilamiento de dos españoles
que se burlaron de sus órdenes y con la sangre de éstos firmó documentos para Simón Bolívar
y Manuel del Castillo. En mayo de ese mismo año, sin contar con el apoyo de Simón Bolívar y
Miguel del Castillo, avanza hacia Guasdualito por la montaña de San Camilo. El 15 de mayo de
1813 es derrotado por José Antonio Yánez. Cae prisionero del ejército realista, para entonces
comandado por Antonio Tiscar. Sometido a consejo de guerra, le dictan la sentencia de muerte
el 11 de Junio. En víspera de su muerte rechaza el confesor que se la ha asignado. Que me
fusilen pronto para no sufrir por más tiempo la pena de ver a los tiranos que oprimen mi Patria,
reclama frente al pelotón de fusilamiento. El 15 de junio de 1813 muere fusilado en Barinas, el
mismo día que Simón Bolívar firma en la ciudad de Trujillo el Decreto de Guerra a Muerte.