Está en la página 1de 4
Leccién 3 Derecho de la competencia. Introducci6n al Derecho de la propiedad intelectual SUMARIO: 1. DERECHO DE LA LIBRE COMPETENCIA. 1. Concepro econdmico de competencia y Derecho de I libre competencia. 2. El modelo espasol. 3. Conducts eolusoras. 4. Pdeticasabsivas. 5 Falsamiento de la libre competenca por actos deseales. 6, Supuestos de dispensa de las probibiciones. 7 Control de las operaciones de comcentacin econdmica, 8. Avudas Pablics, lA COMPETENCIA DESLEAL II. INTRODUCCION A LA PROPIEDAD INTELECTUAL. 1 El significado de la peopvedad intelectual 2. Signos distinvos. 2.1. Caracterizacidn, 2.2. Las marcas. 2.3. EL nombre comercial. 2.4, El nombre de dominio. 2.5. Denominaciones de orien indicacionesgeogrticas. 3, Invenciones ¥ creaciones Aéenicas. 3.1 Caractesizacion y modalidades, 3.2, Las patente. 4 Creacionesetctens. Dison industria les 5. Los derechos de autor IV. OTRAS FORMAS DE PROTECCION DE BENES INMATERIALES. L0s DISENOS INDUSTRIALES, J, DERECHO DE LA LIBRE COMPETENCIA 1, Concepto econémico de competencia y Derecho de la libre competencia El concepto econémico de competencia alude a Ia concurrencia en un mismo mercado de diferentes agentes econémicos que ofrecen sus productos y servicios a un conjunto de consumidores, que actiian independientemente, y que constituyen la demanda, En el modelo de competencia perfecta el mercado se coneibe como institucién basica organizada en torno a la igualdad formal de oferentes y deman- dantes, de modo que el precio constituye siempre un dato externo a ambos. Sin embargo, la realidad se ha encargado de demostrar que esta vision clisica del equi- librio del mercado no se da mas que excepcionalmente y que el reconocimiento de la libertad de iniciativa econémica no comporta sin mas una “situacién objetiva” de libre competencia. Por el contrario, el derecho individual a la libre iniciativa econémica ha permitido, unas veces, renunciar a esa libertad a través de limites inales a la competencia y, otras, excluir del mercado a los restantes com- petidores mediante la adquisicin de una posicién de dominio, que permite influir decisivamente sobre los precios o las condiciones de aquel. conven Estos hechos demuestran que, por si solo, el mercado no puede garantizar la existencia de libre competencia, Es necesario que el ordenamiento proteja su efec- tivo desarrollo. En particular, la defensa de la libre competencia es un principio de orden piiblico econémico y, en cuanto tal, pieza clave del vigente sistema constitu- cional econémico, reconocido como uno de los principios basicos de la denomina- da “Constitucién Econémica” en el art. 38 CE cuando reconoce Ia “la libertad de empresa en el marco de la economia de mercado”. 66 Esperanza Gallego Sanches y Nuria Femandez Pérez De ahi que, tanto nuestra legislacién interna, como la comunitaria, hayan dis- puesto un sector normativo especifico, incluido dentro del Derecho Mercantil, cu- yo objeto es promover y proteger la existencia de una competencia libre y efectiva, Con ese propésito se prohiben aquellas practicas y conductas que tienen por ob- jeto o producen el efecto de falsear Ia comperencia en los diferentes sectores del mercado. Se trata de las practicas colusorias y del abuso de posicién dominante. ‘Ademis, las prohibiciones alcanzan a conductas levadas a cabo por los poderes piiblicos, por ejemplo, determinadas ayudas publicas prohibidas por sus efectos sobre el mantenimiento de la competencia. Al tiempo, las concentraciones de em- presas estan sometidas al control piiblico, entendiéndose por empresa cualquier persona o entidad que ejerza una actividad econémica, con independencia del es- tatuto juridico de dicha entidad y de su modo de financiacién (DA IV LDC). El contenido material de ambas normativas, estatal y comunitaria, es sustan- cialmente idéntico ya que la primera constituida basicamente por la Ley de De- fensa de la Competencia incorpora los principios del TFUE y, en gran parte, el Derecho derivado integrado por diferentes Reglamentos comunitarios. 2. El modelo espaiiol El Derecho espafiol de la competencia esta recogido en la Ley 15/2007 de 3 de julio de Defensa de la Competencia y en su Reglamento, aprobado por RD 216/208, asi como en Ley 3/2013, de 4 de junio, de ereacién de la Comision Na- cional de los Mercados y la Competencia y en la Ley 1/2002 de 21 de febrero, de Coordinacién de las Competencias del Estado y las Comunidades Aut6nomas en materia de defensa de la competencia, entre las normas mas destacadas. Esta dlti- ma Ley fue promulgada a consecuencia de la STC 208/199 de 11 de noviembre, que determiné que la defensa de la competencia no es una materia de competencia exclusiva del Estado en todas sus dimensiones. En conereto, especificd que las CC AA pueden contar con competencias de ejecucién, no normativas; por tanto, dentro de su ambito territorial respectivo. Por consiguiente, el modelo espafiol de aplicacién de la LDC es de caracter descentralizado puesto que esta integrado, por una parte, por la CNMC, como Autoridad Nacional de la Competencia (ANC) y, por otra, por las Autoridades Autonémicas de Defensa de la Competencia (AAC), que asumen competencias de ejecucién de la normativa estatal. Las AAC son las constituidas por las respectivas CC AA. Su composicién y fun- cionamiento se rigen por las normas autonémicas que desarrollan las competen- cias ejecutivas en la materia de la Comunidad en cuesti6n; si bien el marco basico para su creacién se establece en la Ley 1/2002 anteriormente citada, que también aclara las normas de procedimiento aplicables a las actuaciones de dichos 6rganos. Esa misma Ley disciplina los criterios que rigen el reparto de competencias entre las AAC y la ANC, asi como los mecanismos de coordinacién, colaboracién ¢ in- formacién reciprocas al objeto de garantizar la aplicacion uniforme del Derecho de la Competencia en todo el territorio nacional. Derecho de la empresa y del mercado 67 En cuanto a los criterios de reparto, corresponded a la ANC el ejercicio de las competencias respecto de los procedimientos que tengan por objeto conductas prohibidas, autorizaciones singulares de tales conductas, abuso de posicién domi- ante, falseamiento de la libre competencia por actos desleales y control de con- centraciones que alteren o puedan alterar la libre competencia en un ambito supra- autonémico 0 en el conjunto del mercado nacional, o puedan afectar a la unidad de mercado nacional, entre otras causas, por la dimensién del mercado afectado, la cuota de mercado de la empresa correspondiente, Ia modalidad y aleance de la restriccion de la competencia, o sus efectos sobre los competidores efectivos 0 potenciales y sobre los consumidores y usuarios, aun cuando tales conductas se realicen en el territorio de una Comunidad Auténoma. La ANC es también competente cuando la condueta pueda atentar contra prin- cipios reconocidos en la Constitucién, como el establecimiento de un equilibrio econémico adecuado y justo entre las diversas partes del territorio espafiol, la libertad de circulacién y establecimiento de las personas y la libre circulacién de bienes en todo el territorio nacional o Ia igualdad de todos los espafioles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales, aun cuando tales conductas se realicen en el territorio de una Comunidad Auté- noma. En consecuencia, corresponde a las CC AA el ejercicio en su territorio de las competencias respecto de los procedimientos que tengan por objeto conduc- tas anticompetitivas que, sin afectar a un émbito superior al de una Comunidad Auténoma 0 al conjunto del mercado nacional, alteren o puedan alterar la libre competencia en el ambito de la respectiva Comunidad Autonoma. 3. Conductas colusorias Por conducta colusoria se entiende todo acuerdo, decisién 0 recomendacién colectiva, o practica concertada o conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca 0 pueda producir el efecto de impedir, restringir 0 falsear la competen- cia en todo 0 parte del mercado nacional o, en su caso, en el mercado interior. En particular constituyen conductas de este tipo la fijacién, de forma directa indi- recta, de precios o de otras condiciones comerciales o de servicio, la limitacion 0 el control de la produccién, la distribucién, el desarrollo técnico o las inversiones, el reparto del mercado o de las fuentes de aprovisionamiento, la aplicacién, en las relaciones comerciales o de servicio, de condiciones desiguales para prestaciones equivalentes que coloquen a unos competidores en situacién desventajosa frente a otros y la subordinacién de la celebracién de contratos a la aceptacién de presta- ciones suplementarias que, por su naturaleza o con arreglo a los usos de comercio, no guarden relacién con el objeto de tales contratos —contratos vinculados— {arts. 1.1 LDC, 101.1 TFUE). Las conductas colusorias estén prohibidas. La infraccién de esta prohibicién se sanciona de manera especialmente contundente mediante la nulidad de los ones y recomendaciones afectados (arts. 1.2 LDC, 101.2 acuerdos, deci La vulneraci6n de la prohibic FUE). cién administrativa, n constituye ademas infra 68 Esperanza Gallego Sanches y Nuria Femandez Pérez por lo que puede dar lugar a la imposicién de una sancién en sentido estricto (art. 62 LDC). Sin embargo, las conductas colusorias no incurren en la prohibicién cuando, a pesar de reunir los requisitos que la determinarian, cumplen los presu- puestos para ser consideradas exentas. 4. Practicas abusivas Por practica abusiva se entiende la explotacién abusiva por una o varias em- presas de su posicién de dominio en todo o en parte del mercado (arts. 2.1 LDC y 102 TFUE). En consecuencia, ¢s irrelevante el hecho de que la o las empresas se limiten a disfrutar de una posicién dominante en el mercado. Se requiere, ademas, la explotaci6n abusiva de esa posicién dominante. Por consiguiente, el concepto de practica abusiva exige la concurrencia de dos presupuestos, a saber, la existencia de una posicién de dominio en todo o parte del mercado nacional o del mercado interior, en su caso, y el ejercicio abusivo de ese poder. La explotacién abusiva por una o varias empresas de su posicién de dominio en todo o en parte del mercado esta prohibida, sin que se admitan excepciones (arts. 2.1 LDC y 102 TFUE). La vulneracién de la prohibicién constituye infraccién ad- ministrativa, por lo que puede dar lugar a la imposicién de una sancién en sentido estricto (art. 62 LDC). 5. Falseamiento de la libre competencia por actos desleales La LDC incluye entre las conductas prohibidas los actos de competencia desleal que, por falsear la libre competencia, afecten al interés ptiblico (art. 3 LDC). Por consiguiente, se exige la concurrencia de tres presupuestos. Que exista un acto de competencia desleal en los términos definidos por la legislacion en la materia. Que cl acto en cuestién afecte a la libertad de competencia en el mercado y, finalmente, que tal afectacién comprometa el interés pablico. El interés public consiste en el caso en preservar el funcionamiento competitivo del mercado por lo que ha de estimarse lesionado cuando la afectacién a la libertad de competencia ocasione una grave perturbacion en aquel. De no concurrir la totalidad de los presupuestos, la legislacién aplicable no sera la que protege la libre competencia, sino Ia que se cocupa de la comperencia desleal. 6. Supuestos de dispensa de las probibiciones Las prohibiciones relativas a conductas colusorias, al abuso de posicién do- minante y al falseamiento de la competencia por actos desleales no se aplican en tres supuestos, a saber, en caso de que la conducta deba estimarse exenta por Ley, cuando sean declaradas inaplicables por el érgano competente y en las hipdtesis de acuerdos de menor importancia, Estos acuerdos comprenden todas aquellas conductas que, por su eseasa relevancia, no son capaces de afectar de manera sig- nificativa a la comperencia.

También podría gustarte