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Neurociencias

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Reflexión Epistemológica

La tragedia para todo el que se interese por


estudiar lo psicológico es: “Nunca tienen la
seguridad de estar haciendo ciencia y si lo
hacen, nunca tienen la seguridad de estar
haciendo psicología” (Pierre Greco 1.979).

La revisión temática de la relación mente – cerebro, no se agota en unos


cuantos párrafos, un análisis y descripción a la luz de la historia, permite acceder
a aspectos como: fundamentación epistemológica, plantear interrogantes y
temáticas propias del estudio del Sistema Nervioso (SN) además de ubicar, definir
y clasificar la psicobiología dentro de las neurociencias (NC).

La humanidad cuenta desde la antigüedad con cuatro grandes saberes como


son religión, filosofía, ciencia y arte, todos a pesar de diferenciarse en su
gramática y metódica entre otros aspectos, comparten por igual dos propósitos
generales: comprender el mundo y darle sentido a la vida. Cada saber por su
naturaleza se termina encargando más de unos asuntos que de otros, quizás a lo
que mejor pueda acceder o conocer cada uno, por ejemplo: la religión le da
sentido a la vida a través de la fé, la filosofía utiliza la razón, la ciencia la
experimentación y el arte lo sensible; pues bien, la ciencia finalmente y dentro de
esta, las neurociencias capitalizaron en gran parte el derecho, el espacio y
pertinencia sobre las preguntas y respuestas de la relación mente – cerebro; sin
embargo, la filosofía está cerca como siempre en forma de faro y centinela
vigilando con sabiduría cualquier reflexión o movimiento respecto a este viejo pero
igual nuevo problema.

Se necesitaron primero las preguntas generales y ontológicas, como ¿qué es


lo que existe?, ¿cuál es su naturaleza? y qué se puede llegar a conocer…, por
esto y mucho más la filosofía como gran saber de antes y de siempre, tuvo a la
psicología como una de sus áreas de estudio, al igual que la lógica y la ética entre
otras, aun así con todo el esmero y protección de la filosofía hacia la psicología,
esta se “fue de la casa materna” para buscar identidad y autonomía propia, en
cuyo momento fue necesario (mediados del siglo XIX), hoy por hoy esta
pretensión es relativa; el hecho es que la psicología como cualquier otra disciplina,
durante sus inicios le fue ineludible emprender nuevos y distintos enlaces, para su

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

respectiva conformación y mantenimiento; bien se sabe que la psicología es muy


antigua, pero con una historia disciplinar muy joven.

La Psicología tímidamente avanzó adquiriendo suficiente madurez,


demostración de esto fue el nacimiento y consolidación de escuelas psicológicas
durante la primera mitad del siglo XX, así como la aparición y desarrollo de
distintas áreas básicas y de profesionalización, encontrando cada una su
respectivo lugar y construyéndose distintos campos de conocimiento; en relación
a las bases físicas de la conducta y la actividad mental, su respectivo surgimiento
estuvo conformado por la psicología de la conducta, psicometría, psicología
comparada, psicología cognitiva, psicofisiología y neuropsicología, además del
invaluable apoyo de la estadística y la psicología experimental en sentido
genérico, de esta manera la psicobiología se fue convirtiendo en una realidad y
resultado de la integración de estudios y temáticas que se creían distantes, como
la psicología humana y el comportamiento animal, la psicometría y la clínica
neurológica o la fisiología y la cognición entre otros; en definitiva la psicobiología
forzosamente fue una consecuencia afortunada.

El objeto de estudio de la psicología ha sido difícil de enmarcar o de unificar si


se prefiere, ya que ha cambiado “de color” dependiendo desde el lente en que se
mire, además de grandes discusiones; para unos es conducta, para otros
inconsciente, mente e incluso fisiología cerebral…; la situación es que lo
psicológico no es una sola cosa, son todas ellas (cognición, movimiento, lenguaje
y conducta personal – social), y lo otro sea que se divida o no es inmensamente
compleja y peor aún si es vista como totalidad. Haciendo un símil, lo psicológico
encierra tres grandes factores: uno, la conducta equivalente “al humo de la
chimenea”, dos, la actividad mental o funciones psicológicas equivalentes a “lo
que se está quemando” y tres la psique o yoidad, la manera única, individual e
íntima como cada quien vivencia su ser.

Lo psicológico quiérase o no lleva inmerso sus particulares problemas


epistemológicos, algunos de ellos es que su objeto de estudio viene siendo el
mismo sujeto cognoscente, a diferencia de las ciencias físicas donde la separación
sujeto – objeto es más evidente; otra dificultad que la hace vulnerable es quedar a
merced de cualquiera que quiera opinar y realizar juicios de valor sobre ella. El
estudio de lo psicológico en su desarrollo y devenir académico ha sido tortuoso,
por no decir lo menos, se han tenido que construir variedad de cosmovisiones,
doctrinas y tipos distintos de pensamientos, desde sobrenaturales, filosóficos y
científicos para alcanzar parcialmente su comprensión, explicación y más difícil
aun si esto implica el estudio de las bases físicas.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

La psicología como disciplina científica es muy joven si se compara con las


ciencias naturales, sin embargo su historia es muy antigua por ser inherente al
sentir, al pensar y el actuar humano; con todo y sus dificultades tarde o no en el
tiempo, la psicología se enfrentó a nuevos problemas y asuntos difíciles de
comprender, como la relación sujeto objeto o genética y ambiente,
factores y temas que hubiesen sido imposibles de asumir sin la ayuda de la teoría
de la evolución, estos vínculos le fueron permitiendo ponerla más o menos en
igualdad de condiciones con otros desarrollos disciplinares, solo así la psicología
se fue consolidando y ubicando en mitad de camino entre las ciencias naturales
(CN) y las ciencias humanas (CH), oscilando hacia uno u otro lado, dependiendo
del interés con que se mire, se puede acceder al campo de la biología y más
exactamente a las ciencias de la salud (Ver Figura 1).

C.N C.H
Psicología

Figura 1. Ubicación de la psicología

Ubicada la psicología en la mitad, crecieron sus responsabilidades y


demandas, al no concebirse únicamente como disciplina social, sino también
natural, la psicobiología no solo ingreso, sino que abrió nuevas reflexiones
epistemológicas del problema mente-cerebro. A simple vista la diferencia entre lo
material y lo psicológico se hace evidente, la una tiene propiedades físicas y la
otra parecería que no, por tanto la posibilidad de concebirlas como entidades de
naturaleza distintas o cuando menos paralelas ha sido la representación más
cómoda y de más fácil deducción, esta situación se agrava como lo cita Bartolomé
LLopis al referir “que lo físico es experimentado en común por cualquier número
de yos, mientras que lo psíquico nunca es experimentado sino por un solo yo” 1.
Una cosa es que el otro pueda percibir las manifestaciones o signos físicos de la
emoción, expresada en el temblor de la voz, la inquietud del cuerpo, el
enrojecimiento o palidecer de la piel y otra muy distinta la sensación de la
emoción, la cual es patrimonio exclusivo de la conciencia de cada quien, parecería
entonces que lo mental es una realidad privada.

Lo mental tiene dos concepciones diametralmente dicotómicas, el


teocentrismo y el cosmocetrismo, la una se basa en creencias, lo mágico, lo
espiritual, es suficiente con creer, la otra por el contrario prioriza lo natural, lo
físico, donde su recurso de conocimiento es el saber y conocer, componentes

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

que exigen al sujeto cognoscente la observación, la experiencia si es posible y la


racionalización. Estas dos doctrinas antagónicas se describen a continuación a
través de un paralelo (Ver tabla 2).

Tabla 2. Concepción dicotómica de la mente

TEOCENTTRISMO NEUROCIENCIA
(MENTE) (DUALISMO) (MENTE) (MONISMO)
Inmaterial Material
Invariable Variable
Inescrutable Escrutable
Inmortal Mortal

Desde el teocentrismo la psique es espiritual, no cambia, no tiene materia, no


se puede estudiar y no muere. Cierto es que somos una especie con capacidad
de pensar y sentir trascendentalmente o si se prefiere de manera existencial, nos
podemos preguntar, ¿si pudimos haber sido algo antes de nacer?, o ¿qué
seremos después de muertos?, incógnitas en las que cada gran saber tendrá su
respectiva posición.

Haber llegado a comprender que lo psicológico también es natural y biológico,


guardadas proporciones, fue tan difícil como cuando la filosofía entendió que el
hombre podía ser la medida de “todas las cosas”, y constructor de su propio
destino; desprender lo psicológico del alma implicó dejar atrás posiciones
teocéntricas y dogmáticas e incursionar en disciplinas básicas -médicas como la
anatomía, fisiología y patología entre otras, además del surgimiento de ciencias
clínicas como la neurología y psiquiatría, dos especialidades hermanas que
crecieron la una a la sombra de la otra, ambas estudian las alteraciones del
sistema nervioso, mientras la una lo hace desde el punto de vista físico la otra lo
hace desde lo psicológico. Complemento necesario y pertinente que permitió
iniciar la comprensión y sustentación, que lo psicológico y sus trastornos, tienen
una base física y natural importante.

Desde las neurociencias lo mental no se advierte sin materia o lo que es igual


lo psicológico no existe por sí solo, sino como producto o en relación a algo,
comparativamente como el fuego; ninguna función corporal se manifiesta si no hay
una base física y el cerebro es materia, por tanto su resultado o expresión es lo
psicológico, por naturaleza cambiable, muestra de ello son las variaciones que

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

sufrimos durante todo el ciclo vital, ejemplo la plasticidad cerebral de los primeros
años, el mantenimiento durante la adultez y la involución en la vejez. Por más
complejo y misterioso que sea el cerebro y su expresión lo psicológico, son
escrutables, quiere decir que se deja estudiar y además son mortales, propiedad
inherente a todo ser vivo.

Haber llegado a pensar en forma monista y natural, no fue de un día para otro,
en los siguientes párrafos se esbozan inquietudes y dilemas que hicieron posible
darle dirección y rumbo para encarar el problema en discusión:

¿Son la mente y el cerebro dos entidades independientes?, Si lo son ¿cómo


se relacionan?, ¿cómo están en el mismo organismo?; si por el contrario cerebro y
psique no son entidades independientes, entonces ¿la psique es corpórea? o lo
contrario, ¿el cerebro es una forma de mente? Estos son algunos de los
interrogantes planteados por Mario Bunge2, incógnitas que igual se pueden
plantear de otra manera: ¿la mente emerge de la materia o mejor la materia se
transforma en mente?, ¿son la mente y el cerebro, uno reflejo del otro?, ¿por qué
el cerebro es el único órgano que se piensa así mismo? Todo esto es patrimonio
del conocimiento humano, uno de los más difíciles y fascinantes de intentar
resolver, donde biólogos, psicólogos, psiquiatras, neurólogos, antropólogos y
filósofos entre otros han ensayado descifrar.

Continuando en abstracciones más no en reduccionismos, otra manera de


plantear la relación entre el cerebro y la mente es la intrincada vinculación de sus
componentes más primarios, para tal fin se propone la tesis de la psique planteada
nuevamente por el psicopatólogo y filósofo Bartolomé LLopis1 (Ver Figura 2).

Psique = Espacio + tiempo


Materia + movimiento
Cerebro + función

Figura 2. La psique

Si la psique es espacio más tiempo, materia más movimiento o lo que es lo


mismo cerebro más función y no se explican dichos componentes, cualquiera
queda atónito ante la anterior definición de psique; cada una de las funciones
mentales sean simples o superiores se reconocen en parte gracias a los cambios
que se van sucediendo durante el ciclo vital a la sombra de las modificaciones

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

anatomofisiológicas que presenta el cerebro; quiere decir que la psique tiene la


propiedad de moverse de un lado a otro (Ver Figura 2), supongamos que hacemos
una lectura semiológica de signos y síntomas de algún trastorno bien sea
neurológico, neuropsiquiátrico o neuropsicológico, y a partir de la manera en que
se presentan las funciones, se deduce una posible hipótesis anatomoclínica de las
estructuras o sistemas comprometidos del cerebro y viceversa, del análisis
neuroanatómico y/o lectura de las neuroimagenes respectivas del caso en estudio,
se infiere aproximadamente el estado clínico de las funciones del SN, ejemplos
abrían muchos, como: una hemiparesia espástica, cualquiera de las afasias o una
marcha atáxica, fuese cerebelosa, vestibular o sensorial….etc.

Reforzando lo anterior, es preciso regresar a Mario Bunge, quien ubica las


neurociencias en un materialismo emergentista, según la cual “la mente es un
conjunto de bioactividades emergentes”2, o lo que es igual a considerar que lo
mental es un producto del cerebro, lo cual es correcto, pero parcial; este monismo
planteado así es inconcluso, al dejar el cerebro reducido como a cualquier otro
órgano que tenga la función de secretar o emitir un producto.

La circularidad cerebro- función planteada anteriormente se podría completar si


se considera mejor que la psique es la expresión del cerebro, en relación
circular con el entorno, esta tesis se puede sustentar desde la antropología
física con un autor, como fue el psiquiatra Alberto Merani, quien en su lúcido texto
de la praxis a la razón, describe cómo la mano, el cerebro y el lenguaje fueron y
son resortes de la evolución del mono al hombre, una estructura y dos dominios
convertidos en herramientas y utensilios que nos dieron la hominización; en otras
palabras, los productos finales hechos con las manos y por supuesto el lenguaje,
presionaron y rompieron la cripta genética, obligando al cerebro al cambio,
además de otros sistemas corporales que igualmente también sufrieron
modificaciones como el empate del fémur con la pelvis y la musculatura de la cara
entre otros.3

Desde otra perspectiva, Jean Piaget (1.896 – 1.980) en biología del


conocimiento, una más de sus obras maestras no fue ajeno al fenómeno
psicobiológico, por el contrario en uno de sus párrafos hace un análisis
contundente y como es de esperar distinto a los demás: “la neurología nunca
explicará por qué 2 + 2= 4, mientras que la lógica matemática por el contrario si
permite la interpretación de los procesos orgánicos y de paso comprender el
pensamiento”; el que la causalidad fisiológica y la implicación consciente son
irreductibles, no por ello dejan de tener correspondencias, el paralelismo
psicofisiológico no es más que un isomorfismo entre causalidad e implicación.4

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Dejando lo evolutivo y pasando a lo disciplinar, se pueden plantear de manera


general algunas de las temáticas y preguntas que se trabajan en la psicobiología,
para ir ubicando al lector en las neurociencias.

 ¿Cómo un estímulo, sea físico, químico o mecánico, se convierte en


impulso nervioso y adicionalmente como este se transforma en mente, sea
imagen, afecto o movimiento?
 ¿Cómo controla y regula el SN las conductas motivadas y las emociones?
 ¿Cómo se activa y se inhibe el cerebro o lo que es igual, cómo funciona
despierto y cómo dormido?
 ¿Cómo se adquiere, almacena y evoca la información o también cómo se
pasa de memoria a corto plazo a memoria de largo plazo?
 ¿Cómo se desarrolla, mantiene y se deteriora el SN a lo largo del ciclo vital
o lo que es igual a través de los años?
 ¿Cómo actúan los psicofármacos en el cerebro para aliviar estados de
ánimo melancólicos o maniacos, tranquilizar o disminuir angustias y cómo
devolverle al menos transitoriamente la lucidez a una persona?
 ¿Por qué hay más riesgo de adicción en unas personas que en otras,
tendrán algo que ver sus cerebros, además de las experiencias y el
ambiente?
 ¿Qué partes del cerebro modulan, monitorean y programan las conductas
más complejas?
 ¿Qué partes del cerebro nos permiten el lenguaje articulado y cómo
funcionan?

Sumado a las anteriores preguntas y temáticas que podrían ser muchas más,
se adicionan de tan complejo, variado y profundo campo de las neurociencias
siete grandes interrogantes transversales que sirven de marco general y directriz
de todo el estudio y comprensión de las NC.

1. ¿Qué es la mente?
2. ¿Dónde se ubica?
3. ¿Cómo se relacionan el cerebro y la mente?
4. ¿Cómo funcionan las dos?
5. ¿Cómo se trastornan o enferman el cerebro y la mente?
6. ¿Cómo se evalúan?
7. ¿Cómo se tratan o se corrigen sus problemas?

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

No importa en cuál de las áreas o especialidad de las neurociencias se


encuentre, las preguntas generales inmediatamente propuestas, se mueven de la
anatomía a la fisiología, de lo micro a lo macro y recogen por igual lo normal y
patológico, suficientes motivos para ser tenidas en cuenta, ya que posibilitan una
visión de conjunto e interdisciplinariedad.

Otro de los tópicos generales a tratar en este capítulo, es resolver ¿por qué el
saber neurológico y psicológico se tardaron tanto en encontrarse, en hacer
convergencia de intereses y miradas?, posiblemente se puedan proponer varios
argumentos, sin embargo cuatro han sido las razones escogidas que mejor
puedan responder la inquietud planteada: la tradición del pensamiento dualista, la
propiedad física que seamos endoesqueléticos, el reduccionismo disciplinar y ser
hijos necesariamente del tiempo y el espacio; factores todos muy distintos a ser
descritos a continuación:

El peso del dualismo. Este aspecto es inherente al problema mente –


cerebro, tema anteriormente tratado pero que merece profundizarse un poco más,
el cual sigue vigente a pesar de su antigüedad, ¿cómo explicar relaciones mutuas
entre fenómenos que para el observador parecen de naturalezas distintas?; en
resumen se han propuesto distintas doctrinas filosóficas que más o menos en su
orden pueden ser: espiritualista, interaccionista, paralelismo y materialista. 5

a) Espiritualismo (idealismo de Fichte 1.762 – 1.814); Schopenhauer, 1.778 –


1.860), en donde lo material es tan solo un producto o forma de
manifestación espiritual.
Psique
Soma

b) Interaccionista donde el cuerpo y alma por igual influyen mutuamente, su


primer representante fue Descartes (Siglo XVII).

Psique
Soma

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

c) Paralelismo o sincronía de (Leibniz 1.646 – 1.716), se refiere a una armonía


preestablecida apoyada en el símil de “dos relojes de péndulo”, los cuales
aunque independientes entre sí suenan al unísono.

Psique

Soma.

d) Materialismo (Priestley 1.733 – 1.804), lo psíquico es un epifenómeno de lo


corpóreo sea efecto, reflejo o producto.

Psique
Soma

Estas diferentes posturas no solo recorrieron la filosofía, sino que por igual
trascendieron la ciencia, seguramente acompañada de acaloradas discusiones,
dependiendo del campo del saber en que cada uno se encuentre se dará una u
otra explicación.

Somos una especie endoesquelética. Para el Neurocientífico colombiano


Rodolfo Llinas, la mente y el cerebro son una sola cosa a pesar de que sus
expresiones son distintas “Somos crustáceos volteados hacia afuera, tenemos un
esqueleto interno, por tal razón el movimiento (músculos) lo vemos, sentimos sus
contracciones, como no podemos sentir ni palpar el cerebro, por eso es tan difícil
conocer la relación entre el cerebro y sus funciones, está guardado, escondido en
la bóveda craneana, por eso la conciencia, los sueños y los pensamientos son
internos”6 La condición de ser endoesquelético es un patrón estructural de los
vertebrados, solo que para los homínidos, condiciona el acceso al conocimiento
sobre las funciones mentales.

El que dispongamos de procesos psicológicos superiores, más exactamente


de raciocinio y autoconciencia, no quiere decir que “todo lo podamos conocer”, al
igual que cualquier otro animal también tenemos limitaciones y más si se
relacionan con el mundo interno. El movimiento y las sensaciones son
reconocibles directamente a través de la experiencia directa de ver, oír, oler, sentir
y ubicar la posición de las partes del cuerpo que movemos; por el contrario pensar
y ser conscientes (saber qué y darse cuenta de), es un asunto interno, intimo, solo
cada quien sabe lo que está pensando, es una forma de sentido distinto, viene de

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

adentro, es de un nivel gnósico diferente, difuso si se quiere pero igualmente real,


aquí valdría la famosa frase de Descartes “pienso luego existo”.

Sesgos de profesión. La neurología y la psicología tuvieron orígenes


distintos, la una es parte de la medicina con mentalidad anatomoclínica,
fisiopatológica y etiológica, mientras que la psicología hizo parte por mucho tiempo
de la filosofía; la psicología tuvo que esperar desarrollos internos y externos para
acercarse a tener otras miradas desde aportes de la biología, como la teoría de la
evolución, el surgimiento de la anatomía y la fisiología (primero del estudio de los
sentidos y paralelamente del sistema nervioso), que fueron aspectos contundentes
e inequívocos de forzar a la psicología a realizar cambios y aceptar nuevas
cosmovisiones.

La neurología tarde o temprano tendría que abordar lo psicológico por


subjetivo que fuera; la psicología comparativamente con sus progresos técnicos y
científicos, así fueran aparentemente pequeños, introdujo la estadística a la
disciplina, contingencia que desarrolló la psicometría, vinieron en fila estudios
sobre psicofísica, la psicología de la personalidad, las diferencias individuales, la
conducta y la cognición entre otros, haciendo imposible ser ignorados, obligando a
ser tenidos en cuenta no solo por la neurología sino también por la psiquiatría.

Neurología y psicología cada una desde sus orillas sacan lo mejor que pueden
de su interdisciplinariedad, comparten saberes y se ponen a la orden, el éxito no
radica sólo en su encuentro, sino en saber también guardar distancias, no perder
de vista sus orígenes. Lo correcto debe ser que el psicólogo utilice lo neurológico
para comprender mejor lo psicológico y viceversa, el neurólogo se sirva de la
psicología para acceder mejor al entendimiento del cerebro.

Es bastante fácil caer en reducciones y sesgos de profesión, el


reduccionismo es una impaciencia, bien sea por no haber revisado lo
suficientemente al interior de su respectiva disciplina como por fuera de ella, esta
“miopía” de conocimiento y más de sabiduría es aplicable tanto a personas como
doctrinas; hay quienes desde lo biológico consideran que lo psicológico se reduce
solo a moléculas, por el contrario en el otro extremo de lo macro,
desafortunadamente son muchos los “acéfalos”, que poco o nada tienen en cuenta
las bases físicas de la conducta y las funciones mentales, dejando la
individualidad por fuera, poniendo todo el peso y la influencia en lo social y
cultural, unas veces por desconocimiento y otras por omisión, un ejemplo de ello
estuvo dentro de la misma historia de la psiquiatría, correspondiente al surgimiento

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

de la antipsiquiatría a mediados del siglo XX, para terminar décadas después en


concluir que ambas tenían la razón, por supuesto sin sus reduccionismos, tan
explicable es una disfunción endógena – bioquímica del cerebro, cómo un
ambiente bizarro y psicopatológico para disparar enfermedad mental, que mejor
ejemplo que la medicina psico-somática para resolver dicha controversia.

El que necesitemos de un cerebro para pensar no quiere decir que la materia


sola explique los fenómenos mentales, algo así como el hecho de necesitar ojos
para ver, no los hace suficientes para que explique la visión; otro defecto de juicio
equivalente desde el otro extremo es el atribuir a la cultura conductas que en su
base tienen más bien una fuerte carga biológica, ejemplo de esto, muchas
diferencias neuropsicológicas de género que por sutiles que parezcan son un
hecho, como el lenguaje, lo espacial y emocional, entre muchos otros dominios,
sin querer afirmar si son mejor o peor, tan sólo distintos. Como podemos darnos
cuenta, los reduccionismos y los sesgos tanto doctrinales o de profesión, han sido
en parte los causantes de atrasos y tropiezos por los que atraviesan
irremediablemente en algunos momentos “todas las disciplinas”.

Uno de los grandes de la neurología en Colombia, el neurólogo Andrés


Roselli, quien contaba en uno de sus cursos, que cuando hacía residencia en
medicina, años cuarenta del siglo XX, los pabellones o camas donde se
encontraban pacientes neurológicos, solían ser esquivos para muchos de los
galenos, uno de los motivos era el insipiente desarrollo de la especialidad en
Colombia respecto a otras áreas de la medicina en el país, su conocimiento era
menor, además de ser su terapéutica escasa y como siempre una patología de
regular a mal pronóstico, eso sí con una clínica altamente interesante, pero
desafortunadamente frustrante, aspecto que la hace menos competitiva, con
respecto a otras especialidades médicas.

Somos hijos del tiempo y el espacio. El progreso en un área del


conocimiento no siempre depende de ella misma, ni siquiera de las afines o
vecinas, en ocasiones son campos distintos, los que proporcionan desarrollos
inesperados que sorprenden conceptual y/o tecnológicamente, haciendo inevitable
el desarrollo del conocimiento y su materialización; ejemplo de ello la óptica y su
implicación en la construcción del microscopio, el surgimiento de la microbiología y
lo que a su vez significó para la medicina en general; otro desarrollo fue la
aparición de los rayos X por Roentgen en 1.895 y su utilización para obtener
imágenes óseas, sin sospecharse suficientemente el impacto posterior de las
neuroimagenes o los avances, por ejemplo en bioquímica y su repercusión en la
terapéutica psicofarmacológica.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Estamos sujetos queramos o no al momento cultural, social y tecnológico en


que llevamos nuestra vida y la labor profesional, se trabaja y se piensa en la
medida de lo posible con lo que proporciona el espacio (lugar - nación) y tiempo
(circunstancias históricas del momento), sea mucho o poco es una cuestión de
azar; esta situación era todavía más obligante e imperativa en décadas pasadas,
incluso la ciencia con toda y su formalidad no escapó de la ideologización y más si
son las ciencias humanas o sociales con mayor razón. Con la posmodernidad y
globalización se “rompieron fronteras”, la informática permitió “comunicarnos” con
cualquiera de un continente a otro, sin importar donde nos encontremos, los
problemas ya no son la distancia sino el control de la información y el vertiginoso
mundo de las redes, que nos arrastra y condiciona a llevar una vida acelerada y
tensionante.

Para George Mora, los grandes descubrimientos científicos no se presentan


hasta que los tiempos están preparados para ellos o si ocurren prematuramente,
no alcanzan a ser suficientemente comprendidos, como tampoco se les da el valor
que se merecen;7 algo similar ocurrió con varias de las tesis del neurólogo inglés
Jhon, H. Jackson hacia finales del siglo XIX, respecto al funcionamiento integrativo
u holista del cerebro o la introducción de la teoría de la evolución a la neurología,
adelantándose en muchas cosas para su época.

Habiéndose explicado los motivos aquí propuestos que retrasaron, el


acercamiento entre neurología y psicología, el resto del capítulo se dedica en
reseñar el origen de las neurociencias, además de citar unas pocas definiciones
representativas de la psicobiología por algunos de sus más importantes
precursores; dicho propósito requiere volver a plantear una de las preguntas más
generales de las neurociencias, ¿qué es y cómo se puede acceder a conocer el
cerebro y lo mental?; cuando la neurología se dirige al cerebro, lo mental se
convierte en recurso y al contrario, si nos enfocamos en lo psicológico, el cerebro
se vuelve medio, esta doble relación termina siendo un pacto lógico.

Las neurociencias provienen de las ciencias médicas, biológicas y


psicológicas, pese a que el monismo materialista emergentista es la corriente
predominante entre los neurocientificos, hay quienes no del todo están
suficientemente convencidos y se sitúan en doctrinas diferentes, ejemplo de ello
es Jhon C. Eccles (1.903 – 1.997), neurofisiologo Australiano, premio nobel de
medicina en 1.963, discípulo de Charles Sherrington uno de los más grandes del
estudio de la fisiología del tejido nervioso, en 1.994 Eccles se contactó con Karl
Popper, dándose una estrecha relación profesional, lo que lo llevó a formarse en
una filosofía dualista, concibiendo la relación mente – cerebro como un dualismo

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

interaccionista, sin desconocer que lo mental en parte es producto del cerebro,


argumentaba que este no alcanza suficientemente a dar cuenta de la naturaleza
de lo psicológico en fenómenos complejos como la conciencia entre otros,
advirtiendo que hay que admitir lo mental, como una existencia distinta, "la mente
no es un simple espectador de la pantalla de televisión, carente de control sobre el
programa, la mente es un observador activo en la que debe haber una coherencia
entre lo mental y las operaciones neuronales del cerebro”.8

La neuropsicología tuvo su concretización disciplinar en 1.913, cuando William


Osler médico Canadiense, figura imprescindible en el mejoramiento académico de
la medicina en Canadá, EE.UU e Inglaterra, utilizó por primera vez el termino y
Donald Hebb inmediatamente citado lo difundió en los años cincuenta y se
generalizó en los sesenta, despegando definitivamente con la recopilación de los
escritos de Karl Lashley (1.880 – 1.958) psicofisiológo americano importante por
sus contribuciones sobre las bases físicas de la memoria y el aprendizaje en
varias universidades de los EE.UU, sus aportes ayudaron a dar un giro a la
psicología, en voltear la mirada hacia la fisiología de los dominios cognitivos.

Otro referente igualmente representativo y contemporáneo, fue Donald Hebb


(1.904 – 1.985), se le considera el iniciador de la psicofisiología, formalmente al
integrar el conocimiento neuroanatómico, neurofisiológico y conductual, con dicho
autor en 1.949 se formalizó la psicofisiología, otra fecha histórica fue 1.970, año en
que se funda la sociedad de neurocientificos profesionales y existe la anécdota
que la neurociencia cognitiva se gestó hacia finales de esta misma década,
cuando en el asiento trasero de un taxi en Nueva York, Michael S. Gazzaniga y
George Miller, se dirigían a una cena de trabajo con un grupo de colegas de otras
universidades americanas, que se habían propuesto coordinar esfuerzos para
estudiar el sustrato cerebral de lo mental, una empresa que hasta entonces no
tenía nombre propio, su primer uso público fue en 1.976.8

Para ir cerrando esta suscinta revisión de autores que forjaron a unir lo


imposible, no puede faltar tal vez el aporte de uno de los grandes neuropsicologos:
Alexander R. Luria (1.902 – 1.977), médico y psicólogo Ruso, discípulo con L.
Vygotsky y A. Leontiev, del maestro Konstantin N. Kornilov (1.879 – 1.957),
psicólogo experimental que logró que la psicología de su país fuese tanto una
ciencia natural basada en la fisiología, como social, este último aspecto resultado
de la influencia del materialismo histórico dialéctico; de igual manera Luria también
recibió crédito académico de la tradicional fisiología de Sechenov e Iván Pavlov.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Konstantin N. Kornilov (1.879 – 1.957) sostenía que “los procesos psicológicos


estaban determinados biológicamente en su forma, pero su contenido es social y
económico”9, todo este legado hizo de Luria no solo un neurocientífico, sino un
hombre excepcional, que incursionó incluso en la pedagogía, en estudios del
desarrollo del lenguaje y sus problemas, también hizo inmensos aportes al estudio
de las funciones psicológicas y síndromes neuropsicológicos, siendo la afasiología
donde más contribuciones realizó, su aporte a la clínica fue igualmente grande, e
incluso alcanzó a tratar asuntos de rehabilitación neuropsicológica algo nunca
visto; su sueño de construir una psicología unificada en la que se estudiaran
conjuntamente las funciones cerebrales y la actividad psíquica, quedó plasmada
en toda su vasta producción intelectual, es sin duda alguna el fundador moderno
de la neuropsicología, no solo en Rusia sino mundial y será siempre un referente
ineludible de la neurociencia.

Basado en tiempos más recientes, hay autores representativos que pueden


servir de soporte para definir, ubicar y contextualizar las neurociencias,
particularmente la psicobiología, para así continuar su análisis. Jhon P. Pinel
neurocientífico contemporáneo considera a la psicobiología como una de las
agrupaciones disciplinares que conforman las neurociencias, los psicobiologos
estudian muchos fenómenos diferentes y abordan sus investigaciones de muchas
maneras distintas; la psicobiología es el estudio científico de la biología del
comportamiento, estudiada así es un enfoque biológico del estudio de la
psicología, más que una perspectiva psicológica, la psicobiología cuenta con sus
respectivas subdivisiones: psicofisiología, neuropsicología, psicofarmacología,
neurociencia cognitiva y psicología comparada.10

Otro autor muy reconocido en los últimos años, es el neurocientífico


americano Eric R. Kandel premio nobel de medicina en el año 2.000 por sus
estudios sobre las bases físicas del aprendizaje y la memoria en la aplysia, su
labor fue inmensa en asuntos psicobiológicos, este investigador asume las
neurociencias como la función disciplinar de tres grandes estudios que confluyen
en: ciencias de la conducta, ciencias de la mente y ciencias del cerebro (Ver figura
3); las neurociencias son quizás la última frontera de la ciencia y su desafío final
es entender las bases biológicas de la conducta y los procesos mentales. 11 Hasta
aquí se ha repasado el origen de las neurociencias, particularizando la
psicobiología, incluyendo algunos de sus representantes más importantes que la
hicieron posible.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Figura 3.Esquema de neurociencias de Kandel

La última parte del capítulo se dedica a examinar la naturaleza de lo humano


en su dimensión psicobiológica, somos una triada: biológica, psicológica y social,
esta afirmación parece trivial y obvia, aun así se ignora con frecuencia no sólo
conceptualmente, sino todavía más en la práctica clínica y educativa entre otras.
Haciendo un símil, es como cuando tenemos tres colores distintos, equivalente
cada uno a una dimensión, si resolvemos mezclarlos nos resulta un cuarto color
nuevo y diferente a los tres anteriores, esto sería “El hombre”, cualquiera de las
dimensiones comparativamente es como una de las bases de un trípode, que da
el apoyo correcto a la estructura, con una que falle incluso levemente se nota el
desequilibrio.

Un ejemplo concreto podría ser un niño con evidente trastorno del desarrollo
en el que subyacen signos neurológicos blandos, con compromiso en algunos
dominios neuropsicológicos, situación que repercute en su ambiente natural
(familia, escuela e iguales), en casos como estos, queda en evidencia toda la
dimensionalidad biopsicosocial, la cual demanda condiciones especiales de
aprendizaje, didácticas y psicopedagógicas, además de la asesoría familiar
pertinente que disminuya o al menos alivie la situación problema; esta suscinta y
pequeña descripción pretende mostrar lo importante que es aprender a reconocer

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

y valorar cada una de las dimensiones, para que se haga una remisión acertada y
contar con la colaboración de los respectivos especialistas, ya que por asuntos de
formación cada profesional comprende y explica desde su experticia y estudios.

La psicobiología está enmarcada dentro de las neurociencias y conformada


por un lado de manera general por las ciencias médicas y/o la salud, como de las
ciencias psicológicas, campos grandes de conocimiento que confluyen en el
interés mente – cerebro; cada una aporta su saber y tecnología, que no siempre
proviene directamente de estas sino incluso de disciplinas aparentemente
distantes como la física, la electrónica, las matemáticas o la estadística entre otras
(Ver Figura 4).

Figura 4. Ubicación de la psicobiología

Antes de que la psicobiología hiciese parte de las neurociencias, la neurología


clínica (extensiva también a la neurología de la conducta) y la neuropsiquiatría
(conocida en la actualidad como psiquiatría biológica) fueron y son en gran parte
el origen y razón de todas las especialidades neurológicas tanto básicas y
aplicadas, más aun por la necesidad de conocer la clínica de los trastornos
nerviosos y mentales, es que tienen el verdadero interés y sentido el estudio e
intervención de las bases físicas de la conducta y la actividad mental. La deuda de
la psicobiología con dichas disciplinas es inmensa, más si recordamos que son
juez y parte, por eso la propuesta de ser ubicadas dentro de la psicobiología (Ver
Figura 5).

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Psicofisiología
Neuropsiquiatrí
a Neuropsicología

Psicofarmacología Psicología comparada


Psicobiología
Neurología NC. Cognitiva
Clínica- de la
Ciencias de la conducta
conducta

Figura 5.Subdiviciones de la psicobiología

El espacio sombreado corresponde a la interdisciplinariedad mente – cerebro


tanto manifiesta (conducta) como encubierta (procesos mentales), correspondiente
a la psicobiología, la cual incluye las áreas o subdivisiones ya mencionadas. El
abordaje y análisis de las tres dimensiones en conjunto representa el estudio del
hombre, campo general que le atañe a la antropología (Ver Figura 6).

C. Médicas

C. Psicológicas

Figura 6. Esquema interdisciplinar de la psicobiología

De este continuo biopsicosocial de ida y vuelta, se podrían deducir ciertos


patrones o principios que resaltan su dinámica:

a) Cada dimensión es lo suficientemente compleja y más las tres juntas para


alcanzar a ser comprendidas e interiorizadas por una sola inteligencia, es
necesario arbitrariamente separarlas e incluso seguir dividiéndolas para
poder estudiarlas, eso sin perder de vista el camino de regreso, el ideal es
saberse mover de la parte al todo y viceversa.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

b) Lo psicológico es un puente de comunicación y comprensión entre las dos


dimensiones extremas, no es conveniente hacer intersecciones
directamente entre la biología y lo social, sin haber pasado por lo
psicológico, este aspecto debería tomarse en serio ya que con alguna
frecuencia y flexibilidad se anuncian relaciones o enlaces atrevidos que
epistemológicamente no tienen soporte psicobiológico y si son más bien
producto de intereses de mercado y publicidad, ajeno a los verdaderos
fundamentos y sinceros objetivos de conocimiento de las neurociencias.

c) Cada dimensión en su interdisciplinariedad tiene sus extremos micros y


macros, pero al mismo tiempo cada uno en sí mismo conserva el mismo
patrón, lo que al mismo tiempo es macro en una es micro en la siguiente,
ejemplo: cualquier función o dominio psicológico es macro en neurología,
pero micro en psicología e igual si se hiciese en la intersección psicosocial,
la conducta de grupo es macro en psicología y micro en la sociología, si se
compara con asuntos más grandes como la etnia y la cultura.

Otro aspecto fundamental al igual que el anterior (la tridimensionalidad de lo


humano), es que el SN se deja tratar desde diferentes niveles de análisis:
genético, bioquímico, tisular, subestructura, estructura y función, (Ver Figura 7);
gracias a esta cosmovisión las neurociencias tienen una mirada de conjunto y los
distintos síndromes y trastornos se pueden encarar desde sus respectivas
especialidades, las cuales se distribuyen entre lo micro unas y otras en el extremo
macro.

Figura 7. Jerarquización del estudio del Sistema nervioso

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Con las neurociencias se abrió el compás de fenómenos psicológicos a


estudiar, se dieron nuevas y diferentes preguntas al igual que respuestas, se
establecieron también distintos enlaces y los ya existentes se afianzaron, algunas
disciplinas se vieron en la necesidad de ampliarse y realizar acomodaciones o
reestructurar esquemas, apareciendo así acercamientos que en tiempo atrás se
hubiesen considerado utópicos y difíciles de concebir, sin embargo el hecho que
las neurociencias hayan ampliado sus fronteras, no quiere decir que todo quepa
en ella, hay que ser vigilante cuidando con celo y mucha sabiduría lo que con
tanto esfuerzo se ha logrado.

Dicho en otras palabras, las neurociencias permitieron plantear de nuevo


viejas y grandes paradojas epistemológicas del pensamiento humano, con el
esfuerzo particular de toda la psicobiología, se rompieron ancestrales antinomias
como neurología versus psicología, herencia versus ambiente y función cognitiva
versus conducta.

No en vano, la última década del siglo XX fue reconocida mundialmente como


la década del cerebro donde las neurociencias y sus respectivas áreas y
disciplinas, aprovecharon estas celebridades, para confirmar sus intereses y
consolidar conocimientos, muestra de ello fue la creación de nuevas asociaciones
y agrupaciones de investigación en todo el mundo, en Latinoamérica
específicamente, por citar un ejemplo de Colombia, en la ciudad de Cartagena
entre el 30 de septiembre a octubre 4 de 1995 se llevó a cabo el cuarto Congreso
Latinoamericano de Neuropsicología reuniéndose la Asociación Colombiana de
Neuropsicología y la Sociedad Neuropsicológica de Antioquia, con distinguidas
personalidades nacionales y de la región como los Doctores francisco Lopera,
Alfredo Ardila y David Pineda, Juan E. Azcoaga y Esmeralda Matute, entre otros.12

La razón principal de conocer e investigar el SN y sus funciones nerviosas


como psicológicas más allá del objetivo disciplinar e investigativo, es contribuir en
mejorar los procesos de evaluación y terapéutica, aspectos estos que ayudan
decisivamente en el bienestar, salud y calidad de vida de las personas, que por
distintas razones, genéticas, congénitas, sistémicas o adquiridas padecen
disfunciones, trastornos o enfermedades neurológicas, neuropsiquiátricas o
neuropsicológicas; bien se conoce por asuntos de salud pública y epidemiología,
los miles o millones de personas entre niños, adultos y adultos mayores que se
encuentran en situación de desventaja, incapacidad o excepcionalidad por tener el
infortunio de una afección del SN y/o lo mental.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Para terminar es pertinente resaltar que cualquier revisión que hagamos de un


objeto de estudio es mucho más completa si se apoya en la historia y la
epistemología, siendo esto precisamente lo que se ha procurado hacer en este
capítulo. Por medio de la historia accedemos al "túnel del tiempo”, recorriendo
así los orígenes y transformaciones del fenómeno a investigar y con la
epistemología sabemos que se puede conocer, a qué nivel y cómo; condición al
menos necesaria en cualquier tema de neurociencias y más todavía donde se
incluya la relación mente – cerebro.

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Neurociencias. Reflexión Epistemológica 1

Referencias Bibliográficas

1. Llopis B. Introducción dialéctica a la psicopatología. Madrid: Ediciones


Morata, S.A; 1970.
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Editorial Techos, S.A; 1985.
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1975.
4. Piaget J. Biología y conocimiento. México: Editorial Siglo XXI; 1975.
5. Hauss K. Fundamentos de Psicología Médica. Barcelona: Editorial Herder;
1982.
6. Llinas RR. El cerebro y el mito del yo: El papel de las neuronas en el
pensamiento y el comportamiento humano. Colombia: Editorial Norma, S.A;
2003.
7. Freedman AM, Kaplan HI & Sadock BJ. Tratado de psiquiatría. Barcelona:
Salvat Editores, S.A; 1982.
8. Escera C. Aproximación histórica y conceptual a la Neurociencia Cognitiva.
Cognitiva. 2004; 16 (2): 1-21.
9. Caparros A. Historia de la Psicología. Barcelona: Grupo Editorial Ceac,
S.A; 1998.
10. Pinel JP. Biopsicológia. Madrid: Prentice Hall; 2001.
11. Kandel EH, Schwartz JH & Jessell TM. Principios de neurociencia. México:
McGraw-Hill; 2001.
12. Ardila A, Lopera F, Pineda D. IV Congreso Latinoamericano de
Neuropsicología. Revista Neuropsicológica Latina. 1995 Sep; 1 (2).

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