forma modesta. Se levanta muy temprano pensando si logrará obtener buenas cosechas para alimentar a su familia y para entregar una parte de su trabajo al señor como pago de la seguridad y el uso de las tierras. Bodo posee un manso donde planta, en una parte trigo, en otra cebada y el resto lo deja en descanso luego de arar bien la tierra con la ayuda de un buey y de su hijo Wido, quien corre junto al animal con una picana. También tiene algunos cerdos y gallinas. Los instrumentos que Bodo y los demás campesinos utilizan en el día a día son simples y limitados: azada, arado y la hoz, muchas veces hechos por el propio campesino y de madera. Ermentrude, la esposa de Bodo, también se encuentra atareada porque debía realizar el pago del tributo con una polla gorda y cinco huevos. El día señalado para realizar la entrega, se dirige a la casa de su vecina que también debe ir a la morada del señor.
La vecina, llamada Elvira es una sierva y debe
entregar una pieza de paño de lana. Cada campesino es también un poco artesano, ya que hacen los productos que su familia necesita. Su esposo trabajaba de sol a sol en la reserva del señor. Tan pronto como se pone el sol, la familia de Bodo se reúne para comer, especialmente la alimentación diaria es un caldo de legumbres con pan de centeno, acompañado de vino o de cerveza. Pocas veces comían huevos o pescado, y casi nunca carne, ya que solamente se comía en los días de fiesta.