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Defendiendo las Tradiciones Lucumi Del Fundamentalismo Imaginario “Yorubista Tradicional”

Lo siguiente es una serie de escrituras distribuidas por el antropologo Cubano, Nelson Aboy Domingo,
en sus redes sociales, cuyo contenido son tan importantes en explicar y desenmascarar la propaganda
del fundamentalismo religioso de, como dice Nelson Aboy, “el imaginado Tradicionalismo”. Es lectura
obligada para todo Aleyo, Olorisha y Babalawo del linaje Lucumi/Afrocubano. Estos escritos se van
ampliando con el tiempo y vendran actualizadas versiones de este documento segun el escritor añada
“capitulos” a su disertacion. Esta version fue terminada en sus escritos en Facebook por Nelson Aboy
el 11/23/2020

1
Introducción.
Los procesos culturales de religiosidad afrocubanos, que indudablemente han
perdurado, perfilado e influido en la cultura nacional, no solo en Cuba, sino con
amplia repercusión y diseminación internacional a partir de ella; en tanto se trasmite
solo a practicantes e interesados, casi exclusivamente de forma empírica y textos
litúrgicos apócrifos, supone que hay un importante público que no ha tenido manera
de ilustrarse al respecto –sin ser practicante— pues no se imparte nada
sistemáticamente como identidad cultural cubana en la educación curricularu optativa
de modo formal ni opcional en general, salvo excepciones muy específicas.

En la formación de pre-grados y grados científicos en Ciencias Sociales, así como en


los cursos generales de Cultura Cubana, no se han impartido módulos ni asignatura
alguna, que sean contentivos o referentes de las tradiciones populares
afrodescendientes de Cuba, también, salvo escasas excepciones.
El origen, la historia, caracterización cultural y lugar de asentamiento de cada grupo
étnico de africanos traídos a Cuba, a partir de sus lugares de asentamiento en
nuestro archipiélago, al menos, durante la colonización española; el desarrollo social
e influencia en la identidad nacional nuestra; los nombres y biografías de los hombres
y mujeres que hicieron posible que su legado continuara; la complejidad estructural
que los propios africanos concibieron en Cuba, hasta hacer de estas culturas
afrocubanas patrimonios vivos, vigentes y luego cubanos, no han sido promovidos
como el caso de otros cubanos en el área de la música, la danza, la plástica y otras
manifestaciones de la cultura general de los cuales hay notables y abundantes
bibliografías.

Al no haber una articulación sistemática que permita ilustrarse de estos referentes,


adolecemos de un desconocimiento general historiográfico, antropológico,
cuantitativo y cualitativo de nuestra identidad cultural completa, en el mejor de los
casos; y de muchos prejuicios en el peor, para acercarse a su estudio, incluso para
solamente ser un conocedor de estos componentes que, sin dudas, ya son realmente
cubanos. No conocemos nuestros orígenes en todo su rigor, ni su ulterior historia en
su esplendor y dolor.

La religiosidad cubana fue conformada, reconocida y bien recibida de ingredientes


católicos, protestantes y otros en distintos momentos históricos, todos estos
colonizadores del pensamiento social de la identidad cultural y partícipes del poder;
representando instituciones extranjeras con carácter oficial. Paradójicamente, los
africanos esclavizados traídos a la Cuba colonial, fueron capaces ellos mismos de
estructurar de la cultura de los «egbagdó» y los «lukumí» el culto general de orichas,
más conocido como «santería» cubana.

Esta cultura-religión gestada por africanos en Cuba en su primera etapa de evolución,


es una indiscutible identidad cultural en principio afrocubana y posteriormente
absolutamente cubana, que no representa ni pretendió poder o supremacía alguna,
sino que fue un patrón histórico de construcción de una unidad e integridad de la
identidad de Cuba, mucho más antigua y numéricamente más representativa, que
ninguno de los elementos culturales contemporáneos que han sido reconocidos y
declarados patrimonio de la cultura nacional.

Sin embargo, por esta razón, entre otras, en cierta medida existe una baja estima en
sectores de las capas populares[1] (Barcia: 2009) y no populares para que se
estimulen hacia una aproximación, aunque sea mínima, sobre los saberes de temas
afrodescendientes por la formación prejuiciada o deficientemente recibida; al tiempo
que los propios simpatizantes del asunto y hasta los practicantes religiosos, por falta
de información seria del referente y la percepción subjetiva popular, no siempre
facilita una adecuada autoestima de la estructura compleja y diversa de estos anales
de nuestra identidad cultural genuinamente cubanos.

Dado lo anterior, suele mirarse y admirarse patrones foráneos ajenos a nuestro


patrimonio, contexto y peculiaridades; más transculturados, a veces distorsionados y
adulterados por la naturaleza de adversidades sufridas en su conformación en otros
países; a los cuales les conceden más crédito que los autóctonos por ser, por
ejemplo: “más tradicionales” o “más africanos”. Se evidencia que por falta de
información comparada, ‒en algunos casos‒ subestimamos muchos códigos
culturales identitarios propios y se emprende el camino en la búsqueda de lo foráneo;
ocasionalmente más pernicioso que beneficioso y mucho menos conservado que lo
autóctono cubano.
La necesidad de buscar información como antropólogo sociocultural y babalawo para
mis trabajos y estudios, al tiempo que no teniendo acceso a Internet desde mi
estudio en casa, me ayudaron al empeño investigativo, amigos, colegas y mis propios
viajes al exterior.

Cuando viajaba accedía a Internet, me suscribía a foros internacionales de temáticas


afroreligiosas y en la configuración ponía mi dirección de correo electrónico de Cuba.
También, colegas investigadores del exterior, solidariamente me inventaban una
cuenta de email on line e igualmente configuraban mi correo electrónico por
destinatario; de este modo, si bien no abrí la puerta para ver el paisaje completo que
es Internet desde mi estudio, por esa ventana abierta, si llovía, al menos me
salpicaba.

Gracias a esa rendijita ‒estrecha como la de una alcancía‒ me fueron llegando los
primeros correos electrónicos de distintos participantes. Como llegue a estar suscrito
en más de diecisiete foros internacionales y cada uno de ellos con un mínimo de casi
dos mil participantes, en breve tiempo me vi atiborrado de información; compilando
lo que era útil y analizando las tendencias expansionistas de globalización africanistas
contemporánea, en franca y abierta guerra de críticas y descalificaciones hacia la
cultura afrocubanas y su expansión internacional.

Al inicio mi participación se mantuvo absolutamente pasiva, solamente leyendo.


Desechaba lo inútil y archivaba los aportes, tratando de ganar esa información
dispersa de mano en mano y, pendiente de incorporar a los textos apócrifos cubanos
recopilados hasta entonces. No fue nada fácil y requirió muchas horas de lectura y
compilación de información entre 1990-2012 casi veintidós años. En ocasiones recibía
hasta 240 correos electrónicos y más por día; muchos eran baladíes y desechables,
otros, importantes aportes. Pero significativamente interesante y revelador resultó
sociológicamente, observar las corrientes de críticas demeritorias de algunos
participantes hacia la cultura afrocubana.

Sorpresivamente comencé a notar nuevas filosofías de ceremoniales religiosos de


diversas procedencias sobre el Culto de Ifá y el Culto a los Orichas, que salen a la luz
internacional, antes que todo, producto de un gran escándalo internacional que
provocaron ellos mismos y sobre todo, con una extraordinaria agresión y descrédito
hacia la cultura y cultores de prácticas religiosas de precedentes afrocubanas, en
cualquier país que las hubiera o contra las personas que fuera, por parte de los
promotores de tales arbitrariedades, que no tienen cabida en las tradiciones
ancestrales que nos legaron los africanos en Cuba ni jamás existieron en la diáspora
general de culturas africanas en la etapa del tráfico de esclavizados hacia la América
en general que, además, fue la era más ortodoxa de la dispersión cultural de estos
pueblos.

Con independencia de las diferencias ideológicas y políticas entre gobiernos,


históricamente siempre han existido vasos comunicantes e intercambios culturales en
sectores internacionales del arte y la cultura general, que con independencia de todo,
comparten sus saberes. Gracias a ello la música, la literatura, la danza, el culto de
Palo Monte, la cultura de los Orichas y el culto de Ifá de Cuba se encuentra y es
influyente en el planeta.

Vale decir que, más que resultar nosotros penetrados por ideologías ajenas, nos
hemos diseminado culturalmente hacia el mundo y, además, vienen constantemente
a Cuba a permearse consagratoriamente de nuestras prácticas de religiosidad
popular de antecedentes africanos, con su actual mayor complejidad, casi,
totalmente cubana.
Ampliamente demostrada cuantitativa y cualitativamente su expansión al mundo, no
necesitaba legitimarse, además, de ser una alternativa de solución a problemas
personales, incluso de salud en su inmensa mayoría; se fue haciendo evidente a los
ojos del mundo que culturalmente Cuba ‒a pesar de nuestras dificultades de todo
tipo‒ hemos sido una identidad cultural popular muy fuerte; que goza de prestigio y
en una expansión que es indetenible por su modo de replicarse sin proselitismo, sin
exclusión ni competitividad y sin demeritar ni pretender desacreditar a ningún otra
forma de cultura de igual procedencia que la nuestra en sus contextos de
asentamiento.

Se hizo evidente la razón de la agresividad en las redes de foros de internet y la


crítica de la que todavía somos objeto. Necesitaban debilitarnos, demeritarnos,
cuestionarnos o al menos dividirnos. Esto me saco de la pasiva lectura de los foros, a
ser un activo y asiduo participante, que en principio aclaraba las dudas que era
posible y las infamias que se exponían de nuestras culturas, más adelante, sin más
opción, fui y soy muy combativo.

El escenario internacional –sin más alternativas‒ se dividió en dos bandos, a saber:


críticos, difamadores y descalificadores de la cultura afrocubana; y, por otra parte,
cubanos y extranjeros que defendemos a toda costa nuestras tradiciones cubanas.
En el plano internacional de polémicos foros, quedaron muy mal paradas y
desarticuladas todas sus argumentaciones y nos expulsaban de los foros; se
evidenció que existían sólidos argumentos culturales y tradicionales, que no les
permitió en ese escenario debilitar nuestro prestigio internacional. Sus renovadoras
ideas, basadas en la oralidad contemporánea (Que facilita cambios convencionales)
se encontraron, con argumentos testimoniales escritos, que existen en Cuba, desde
sus propios antepasados; que son verdaderos testimonios legítimos que, por sí
mismos, se acreditan como legado ancestral documentado. De ellos, se han
informado y formado generaciones de babalawos internacionalmente.

A partir de entonces, pasaron a la estrategia de debilitarnos en el interior de nuestro


territorio, trayendo consigo nuevos ceremoniales, nuevas deidades, consagraciones y
actos de profanación, con el fin de lograr consagraciones masivas y más adeptos a
toda costa y a toda velocidad posible.

El resultado no se ha hecho esperar, ahora han dividido a los cultores populares, con
serias consecuencias en el mismo seno de nuestra cultura e identidad nacional.
Iniciativa que fue promovida, financiada y organizada, lógicamente, desde el exterior
de nuestra isla, porque, obviamente, sus propios textos internacionales documentan
que fueron recientemente importadas nuevas “deidades”, antagónicas respecto a
nuestras tradiciones; nuevas “liturgias” que son totalmente desiguales en relación
con las que heredamos de nuestros ancestros; y nuevos supuestos sacerdocios, que
no existen ni en los territorios originarios; con la anuencia de babalawos cubanos
residentes dentro y fuera de Cuba; que sus acciones son contravenciones de la Obra
Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad que reconoció al Sistema
Adivinatorio de Ifá como Patrimonio Inmaterial Universal declarado por la UNESCO a
cerca de quienes pueden acceder, poseer y ejecutar el sacerdocio sobre el Oráculo de
Ifá en el mundo, entre otras contradicciones.

El presente material, solo intenta aportar elementos de la investigación histórica y


antropológica de estos aconteceres para que cada cual, en todos y cada uno de los
casos, sepan qué papel desempeñan en el marco de esta situación, sobre un
patrimonio reconocido por la UNESCO que no es susceptible de ser violado sin
detrimento de sus responsabilidades, y actúen del modo más responsable y
consecuente en cada una de sus acciones, porque indudablemente somos
responsables y partícipes o no de las causas y sus consecuencias.

Hasta cierto punto, se comprende que la “escasa ilustración” de estos saberes ha


facilitado no solamente babalawos simpatizantes e ingenuos seguidores; también,
víctimas del proselitismo extranjero, más bien profanados, que realmente
consagrados; oportunistas que se desempeñan en ambos estilos, (el cubano y el
“africanista”) complaciendo peticiones del clientelismo; sino también, fanáticos
extremistas defensores y ofensivos, cuando se han visto al descubierto y sus
acciones han sido cuestionadas por falta de fundamentos autóctonos de lugar alguno
y violatorio de las normas tradicionales de la identidad cultural de Cuba inclusive.

El texto se ha confeccionado de manera que literariamente sea de fácil comprensión


para cualquier lector, evitando ‒en lo posible‒ palabras o enfoques de las ciencias
sociales que dificulten la lectura del gran público; los aspectos reiterados se hicieron
imprescindibles porque es un tema urgente de la cultura popular y dirigido hacia ella,
para la preservación e integridad de la identidad cultural cubana, en una etapa
contingentemente urgida de coherencia y de la conservación patrimonial de todos.
Me apropio del lema del Centro de Reflexión y Diálogo de Cárdenas:
«Si no formamos parte de la solución, entonces, somos parte del problema»

[1] El concepto de la Dra. Barcia, que da lugar a esta categoría que ella crea en la
referencia, define y lo asumo con igual concepción referirme a: Las capas populares.

2
«La tradición se vuelve un objeto importante del pensamiento social sólo cuando se
comienza a percibir la creciente amenaza al statu quo que el cambio social
representa. El tradicionalismo como ideología constituye una reacción al “desarraigo”
en aumento, a la crisis de las normas y autoridades existentes desde tiempos
remotos. Las numerosas idealizaciones de la tradición y de las sociedades
“tradicionales” provienen de facto de períodos en los que ellas sufren una
desintegración acelerada. Se puede decir de manera paradójica que “las sociedades
tradicionales no conocen el tradicionalismo. En esas sociedades la tradición no es un
problema»

(Aron. Raymond, Espoir et peur du siècle.


Essais non partisans, Paris. 1957.
Szacki, Jerzy. 1957
“La tradición”. Criterio Nº 60
15 de abril de 2014)

3
El debate en la escena internacional

En las últimas cuatro décadas en los medios masivos de foros interactivos y redes
sociales de Internet sobre temáticas afro religiosas, comenzó a aparecer una nueva
“categoría” cultural, que para distinguirse y legitimarse con superioridad se
autodenominan “tradicionalistas” para desmarcarse y subestimar la cultura
afroamericana y ofertar una atractiva ideología segregacionista, de supuesta
“antigüedad ancestral africana” para confrontar, esencialmente, nuestra cultura
cubana de antecedentes africanos.

El distintivo tuvo la marcada intención de implantarse exitosamente en las últimas


décadas, fuera de los territorios africanos originarios, indudablemente, por la notable
presencia mundial afrocubana con reconocido prestigio internacional; determinado
por la ausencia de representantes religiosos africanos en el plano internacional
postcolonial desde varias centurias, excepto en Brasil desde 1932.

Dado que en las zonas originarias son culturas desplazadas por la penetración del
islam y subestimadas por los procesos civilizatorios occidentales, en penosa y muy
escasa conservación residual de sus remanentes sin escrituras antiguas y por los
flujos migratorios de mezclas culturales en tránsitos permanentes de los movimientos
sistemáticos que caracterizó la Trata Negrera de la Esclavitud al interior de la propia
África, llamada negra; incluyendo los emancipados locales y afrolatinos retornados.
Pretender “tradicionalidad autóctona” actualmente como paradigma de superioridad,
que intenta descalificar peyorativamente lo que llaman “prácticas de la diáspora
afrocubana”; infiriéndola como menos genuina y reprobada, descalificada por ser de
“afrodescendientes criollos” es desestimar el legado de escrituras conservadas de
fuentes primarias de portadores africanos ancestrales, además, del que no pudieron
conservar en su época y contexto. En Cuba hace años no hay criollos descendientes
de primera línea, sino cubanos. Tampoco ellos tienen seres tradicionales vivos de
época precolonial. Aunque es obvio, hay que recordárselos.

Internacionalmente han escrito manifiestas discriminaciones, descalificaciones,


descréditos y ofensas hacia nuestra cultura cubana, con fines expansionistas, dado la
desintegración en sus etnos originarios de tradiciones ancestrales, como veremos
más adelante.

El “tradicionalismo” aplicado a los cultos de orichas e ifá nigerianas actuales, por sí


mismo es una utopía. Dicen que es más “ortodoxo” en la Nigeria actual (repito en la
Nigeria actual) y que ese estilo religioso sí es “el tradicional”. Vale decir que en sus
pueblos nativos no se autodenominan “tradicionales”, frente a las injerencias en sus
territorios ni contra los procesos civilizatorios europeos; tampoco han superado la
discriminación propia ni la desidia interna hacia sus tradiciones, como se expresa en
sus propias argumentaciones ante UNESCO. Están perdiendo sus orígenes culturales
y espacios ancestrales, procurando una expansión extraterritorial de remanentes
residuales muy transculturales e imaginadas. El patrimonio escrito por la cultura
cubana resulta un estorbo a sus fines de penetración cultural religiosa.

La pretensión de “tradicionalistas” la aplican, cuando emigran fuera de Nigeria y


como argumento diferenciador, pretendiendo supremacía discriminatoria de la
escuela cubana, que es realmente la única variante de época más antigua posible
documentalmente probado, que se propagó por casi todo el mundo, al margen y sin
la participación de los actuales hermanos africanos, en este caso: La mal llamada y
descalificada por ellos “prácticas de diáspora afrocubana”.

Es oportuno destacar que estos hermanos africanos actuales, no son seres humanos
que tengan mil años de edad ni su praxis y existencia actual se efectúa hoy en la
antigüedad (aunque tonta, es necesaria la aclaración) siendo así, su promoción de
“tradicionalistas” es muy poco creíble.

‹‹Varias literaturas (contemporáneas) han enmascarado sus principios como


características de una cultura africana primordial, las han dado por sentadas como
dimensiones naturales de memoria cultural o las han tomado erróneamente por las
referencias arbitrarias de eruditos euro americanos.›› (Matory 2015:49)
Adicionalmente, siendo residentes permanentes o temporales fuera del África, tanto
ellos como sus prácticas, son absolutamente una cultura en diáspora por su
descontextualización geográfica de origen, respecto al país receptor actual. Ser parte
de la diáspora no es criticable, en tal caso, estos representantes igual lo son. Nos
critican un estatus que compartimos ‒diferenciado en el tiempo ‒ en igualdad de
condiciones extraterritoriales. Lo que es peor, ellos son cultura en diáspora
contemporánea; los cubanos somos cultores del patrimonio tradicional y legado
escrito. Somos naturales en nuestra tierra con una data de identidad auténtica de
centurias y ellos recién llegados, metamorfoseados y recién convertidos.

La condición de diáspora ‒naturalizados, residentes o identidades culturales


establecidas‒ es determinada por la dispersión extraterritorial desde sus lugares de
orígenes; independientemente de la época histórica del traslado migratorio, motivos
de la misma, cantidad de emigrantes, soporte cultural y países receptores.
A pesar de la contemporánea creación del concepto de diáspora, los movimientos
migratorios humanos son tan antiguos como la propia historia de la humanidad. Tales
aspectos me llevan a meditar que la categoría de diáspora, resulta imprecisa para
categorizar perfiles validados de culturas y absolutamente inútil en función de
conceder supremacías entre una y otra en igual condición, ‒realmente, evolucionada
también‒ en todos los casos ambas han transculturado al paso del tiempo, y solo
ellos son los reales portadores de la diáspora actual. A veces pienso, que los
yorubacentristas no saben de qué hablan cuando aplican el concepto de diáspora a la
cultura cubana, como condición discriminatoria. ¿Qué ciudadano del mundo hoy, no
procede de diásporas migratorias muy antiguas?

De tal suerte resulta que ser “criollos” y de la “diáspora”, no aplica como una
condición peyorativa, de menosprecio y criticable a los cubanos, que en tal caso, en
igual condición les correspondería a sus coterráneos fuera de sus territorios
actualmente; mientras que ya no es aplicable a nosotros los naturales de estas
latitudes hace ya quinientos años.

La UNESCO ha dedicado un decenio para honrar la memoria, el sacrificio y la


trascendencia de la diáspora africana resultado de la colonización, así como su
vigencia cultural en el mundo. Su conservación patrimonial y presencia en nuestras
culturas; paradójicamente, los “tradicionalistas” y sus seguidores ‒cubanos inclusive ‒
consideran la condición de diáspora afrodescendientes como un aspecto
discriminatorio y deshonroso; para los “tradicionalistas del africanismo” ser portador
y conservador de la cultura cubana de precedentes africanos, llamada “diáspora
afrocubana”, o “criolla” es un descrédito. Emplean el término de “diáspora” con fines
peyorativos y discriminatorios; incluso en espacios de foros públicos dentro de
nuestro país.
Penosamente se conciben paneles titulados: Tradicional vis Criollos; Tradicional vis
Diáspora, que de oficio en muchas ocasiones han propiciado enconadas y penosas
polémicas; que han escapado del rigor académico expositivo, esclarecedor y
respetuoso, dado que entre profanación y religión no es posible un diálogo
conciliatorio.

Si algo diferencia los dos sectores de cultura afrodescendientes, es que los cubanos
escribieron el legado litúrgico, dejando patrimonio bibliográfico con la antigüedad y
tradición de bisabuelos africanos de época colonial, que supera en fidedignidad la
simple comunicación oral de sus diversos dialectos y adaptaciones actuales. Por su
parte, sus herederos autóctonos fueron analfabetos durante centurias y hoy muchos
no han podido superar esa condición. Obviamente, no quedó legado escrito
testimonial de época, de cada una de sus diversas liturgias y tradiciones conservadas
para la contemporaneidad.

Desde el inicio de los movimientos migratorios masivos de la Trata Negrera de la


Esclavitud y hasta los tiempos actuales, no hay fuente fidedigna confiable, que pueda
testimoniar ni documentar, que haya llegado la presencia del Ifá de Nigeria a ninguna
otra tierra en la llamada etapa tradicional, ni tampoco más temprano que su llegada
a Cuba. La historia, y solo ella, quiso que las cosas resultaran así. Varias referencias
testimonian esos aspectos que veremos más adelante.

La mayor parte de los textos afrocubanos fueron escritos inicialmente a partir de las
fuentes orales de babalawos africanos llegados a Cuba como: Remigio Herrera,
Addeshina[1], Obara-Melli[2]; Joaquín Cádiz, Ifá Omí[3], Ogunda-Teturá[4]; y
naturales como Eulogio Rodríguez, (Tata Gaitán), Ogunda-fun[5] entre otros muchos.
Este último, entre los primeros cubanos consagrados por africanos de nación en Cuba
y del cual conservamos el primer texto posible que este escribiera de los 256 signos
oraculares de Ifá; también contamos con el texto: “Dice Ifá” de Ramón Febles, padre
de Miguel Febles Padrón, entre otros muchos textos recompilados y recogidos de
fuentes orales primarias de africanos; cuando todavía no se había escrito en ninguna
otra lengua en el mundo, como lo hizo la primera generación de babalawos cubanos,
precursores literarios de la oralidad más antigua posible de Ifá, transliterada que se
tenga conocimiento, antes que en Nigeria.

Veamos esta reseña historiográfica ‒existen más de una versión ‒ de primaria


presencia de Ifá en Cuba. Se ha respetado literalmente la fuente.
‹‹El primer babalawo que hubo en Cuba fue Addeshina (Obbara Meyi), este nació en
África Occidental a principios del 1800, otros lucumíes compraron su libertad ya que
reconocieron su rango de rey, Addeshina significa “Corona que hace fuego”. Se dice
que Addeshina logró tragarse los ikines[6] antes que lo capturaran y los defecó en el
barco. Unos años después de él llego otro babalawo conocido como Ño Carlos Addebí
(Ojuani[7] Bocá) que logró su libertad en Camagüey gracias a que la apostó a su
amo a que le adivinaba a los amigos de su amo y estos quedaron sorprendidos.
Ño Remigio Herrera, Addeshina Obbara Meyi (Ijesa Nigeria, 1811-1816 – Muere en
La Habana, 27 de enero de 1905) fue un babalawo reconocido por ser, junto a su
mentor Ño Carlos Addé Bí (Corona que da el nacimiento), el principal continuador del
sistema religioso de Ifá en América.

“Ño”, sinónimo [apócope] de señor, fue un trato de distinción, respeto y cariño


otorgado en Cuba a los ancianos nativos de África.

Primeros años […] de acuerdo con los certificados de bautismo de la iglesia


parroquial de Nueva Paz, “Remigio Lucumí” [Nótese el etnónimo Lucumí y no Yoruba]
fue bautizado en 1833. Los historiadores afirman que los africanos eran
frecuentemente sujetos a tres años de “preparación” para el bautismo, entre los que
se incluían aprender suficiente español como para llevar a cabo el catecúmeno
requerido para el bautismo. Por lo cual, el año probable del arribo de Addeshina […] a
Cuba fue 1830.
Poco antes de ser atrapado por sus captores en África, y ante la inminencia de su
futura esclavitud, Addeshina rápidamente se tragó el fundamento representativo del
oricha Orula u Orumila de manera de poder llevarlo con él a su nuevo destino. Esta
decisión ingeniosa, y muestra de la inteligencia que sus compradores en tierra
americana posteriormente reconocerían en él, constituye la línea fundamental de la
continuidad histórica y religiosa del Ifá de la diáspora con su fuente africana.

Ño Remigio Herrera fue llevado a Matanzas como esclavo, y allí fue reconocido por su
inteligencia y fue enviado a La Habana para atender unos negocios de su amo. En
Regla, Addeshina cultivó buenas relaciones con el español dueño de una bodega, y
conoció a Ño Carlos Addé Bí, liberto, hombre duro que había sido el mayordomo y
confidente personal de un español. Carlos Addé Bí no sólo actuó en principio como
mentor de Ifá de Addeshina, sino que también reunió posteriormente los recursos
financieros para pagar el precio de su manumisión alrededor de 1850.

Ño Carlos Addé Bí (Ojuani Boká) fue un sacerdote de Ifá muy hábil e ingenioso que
negoció de forma inusual su libertad ante su amo español, al usar sus destrezas con
el uso del instrumento de adivinación de Ifá, okpele o ekuele. Ganó su libertad
después de impresionar de forma positiva a dos huéspedes españoles de su amo,
quienes convencidos de la sobresaliente inteligencia de Ño Carlos, le habían apostado
que si adivinaba para ellos con precisión, comprarían su libertad ante su amo, a
quien consideraban particularmente insensible frente a los “talentos especiales de los
esclavos”. Ño Carlos adivinó con exactitud fabricando un okpele de conchas circulares
de naranjas y ramas de una vid, y los españoles evitaron una caída precipitada de
negocios y salvaron sus fortunas.

Hábilmente, y utilizando sus valiosas relaciones, ambos tomaron ventaja de la


seguridad que la bodega les ofrecía, y usaron el cuarto trasero para “lavar”
ritualmente, o “reconsagrar” el fundamento representativo del oricha Orula u Orumila
que el joven Addeshina se había tragado en tierra yoruba y había defecado
posteriormente en el barco que lo había transportado junto a otros esclavos.
A pesar del entrenamiento de Ifá que Addeshina (Obara Meyi) había recibido en tierra
yoruba, Ño Carlos Adé Bí se convirtió en su “padrino” representativo en suelo
cubano, y juntos conformaron una serie de relaciones interraciales e interclasistas a
fin de asegurar el cuarto trasero de la bodega como espacio ritual, en un momento
en el que los recursos sagrados lucumí, sus templos y sus seguidores no constituían
todavía una masa crítica, una población importante en La Habana, hacia la segunda
mitad de la década de 1800.

Un hombre de recursos

Una vez comprada su libertad, Addeshina comenzó a relacionarse en la sociedad


urbana de Cuba con creciente fuerza y éxito.
A mediados de la década de 1860, Addeshina vivía en Regla, como lo indican los
nacimientos de su hija Josefa Herrera (Pepa Eshu Bí) en 1864 y su hijo Teodoro
Herrera en 1866, según se desprende de los documentos de bautizo de ambos. Ahí
fundó el Cabildo de Yemayá junto a Ño Filomeno García “Atandá”, Ño Juan “el cojo”
Aña Bí y su futura esposa. Antes de eso, con toda seguridad había vivido en
Matanzas, en donde había conocido a su futura esposa. Esta época marcó el inicio de
la vida de Addeshina como un hombre de medios, capaz de apoyar y de albergar al
cabildo, primero ubicado en su casa, y posteriormente en un terreno de la Calle
Morales.
Que posteriormente se convirtiera en dueño de propiedades, albañil y hombre de
conexiones e influencia lo sugieren los documentos del censo de 1881. Para la fecha,
él aparece junto a una lista extendida de familiares cercanos como residenciados en
su propia casa ubicada en la Calle San Ciprián, posteriormente llamada Calle
Fresneda. En dicho censo, aparece que el año de nacimiento de Addeshina fue en
1811.

Una serie de documentos del año 1900 muestran el significativo precio de su casa,
así como de otra propiedad. La casa fue valorada en 115.000 pesos de oro español, y
también percibía ingresos por alquiler de otras propiedades por seis pesos de plata
mensualmente. Addeshina también era propietario de otro terreno sin ocupar en la
Calle Morales (posteriormente renombrada como Calle Perdomo) valorado en 300
pesos de oro. Su posición económicamente independiente la sugiere el hecho de que
no tuviera hipotecario.[8]

De la misma manera, indicio de que Addeshina tenía significativas conexiones


sociales entre la elite de Regla es quiénes fueron los testigos y el padrino de su
matrimonio realizado el 26 de octubre de 1891 con la liberta de Matanzas Francisca
Burlet: un hombre blanco de negocios, un magistrado, un farmacéutico y un
mayordomo. En el certificado de matrimonio, aparece como su fecha de nacimiento
1816.

La estatura espiritual y el carácter radiante de Addeshina fueron reflejados en el


retrato fotográfico oval, probablemente tomado con motivo de su matrimonio en
1891. Es la única fotografía existente de un babalawo de la época nativo de África.
Aparece vestido de traje y corbata a la usanza occidental, de cabellos blancos, y con
tres cicatrizaciones faciales en cada cachete. La fotografía fue tomada en una época
en la que difícilmente un africano sería inmortalizado en un retrato, ya que eran
discriminados a ser sólo “relleno” en fotografías como fondos de paisajes, o motivo
de una toma fotográfica en literatura antropológica.

Su intención de inmortalizarse, vestido perfectamente según las convenciones de


finales del siglo XIX, muy probablemente se debió a que la fotografía tendría una
audiencia mayor a sus colegas religiosos, ahijados o descendientes religiosos, y
familia en general. Las versiones de medios tonos de la fotografía sugieren que el
retrato de Addeshina fue reproducido en la prensa. Con ello, Addeshina (Obbara
Meyi) se inscribía a sí mismo en los índices de representación de su estatus social, y
a la vez, como una figura para la posteridad››[9]

Otra reseña acredita, además, de antiguedad, la temprana dispersión hacia el mundo


a partir de Cuba, mucho antes que el contemporáneo africanista, al menos con
fidedignidad ortodoxa es la siguiente cita:

‹‹La Asociación Cultural Yoruba USA Miami fue creada por Babalawos y Santeros
residentes en Los Estados Unidos de América, los cuales descienden de las ramas
religiosas más tradicionales en Cuba, fundadas por los Africanos: Adde-China (Obara
Melly), Carlos Ade Bi (Ojuany Boka), Francisco Villalonga, (Ogbe Ate), Ifá Bi) [...]
Adde-China (Obbara Melly) fue el primer Babalawo en sacar la letra del año en Cuba,
junto a un grupo de ahijados.
Bernardo Rojas Torres (Irete-Di) hereda este legado de su padrino Adde-China, a la
muerte de este en 1906.
Fallecido Bernardo Rojas (Irete-Di) en 1959, asume la dirección de la rama como
Olofista, continuando esta tradición José Herrera (Ogbe -Di).
Al deceso de José Herrera (Joseito) (Ogbe-Di) en 1972, hereda la tradición de la
Letra del Año posteriormente Fernando Molina (Baba Eyiorbe).
Al fallecer Fernando Molina (Baba Eyiogbe) en 1999, la tradición la hereda Enrique
Malpica (Ogbe Tua), conjuntamente con Angel Padrón (Bebo Baba Eyiogbe) [...].
Angel Padrón Cárdenas (Baba Eyiogbe), posee y conserva el Olofin africano de
Francisco Villalonga, Ifá Bi (Ogbe Ate).
Mientras que por su parte Enrique Malpica (Ogbe Tua) heredero y conservador del
Olofin Africano de Addeshina (Obbara Melly)
De todos ellos y un grupo de reconocidos Olofistas en Cuba, deciden entregar Olofin
a nuestro Presidente Luis E. Laza (Oddi Oggunda) para que represente en los Estados
de America a las casas mas tradiconales del Ifá de Cuba››.[10]

Como se aprecia otra involuntaria diferencia que no pretendió supremacía de los


cultores cubanos, es que la presencia y dispersión de las prácticas de precedentes
africanos de orichas e Ifá, ‒entre otras‒ han tenido su diseminación y nivel mundial
por medio de los cubanos. Sin ninguna forma de proselitismo profesional ni
propaganda, a pesar de lo cual, hemos sentado precedente histórico en la difusión de
patrimonio cultural; sin reconocimiento nacional ni universal y tampoco lo hemos
empleado como argumentos competitivos ni hemos ido a dividir costumbres ni
tradiciones orales, a pesar de la amplia presencia de cubanos en los países por
colaboraciones, sin juicios ni perjuicios para cultura alguna.
Desde la primera década de 1900 se inició un proceso de recopilación, ordenamiento
y reproducción tipográfica de los textos cubanos de estas tradiciones, por modestas
iniciativas individuales y fueron copiándose de manuscritos elaborados a partir de los
años 1840 en adelante aproximadamente, confeccionados para el estudio de los
primeros babalawos de Cuba y que estaban algo dispersos. Fueron impresos por vez
primera en mimeografía en las logias masónicas y los primeros ejemplares eran
foliados, (Aún hoy existen ejemplares) para tener un control registrado de a quienes
se les suministraba; dado que una buena parte de los escasos babalawos de esos
años eran masones y se controlaba que solo llegara a manos de babalawos en esos
tiempos.
El patrimonio litúrgico de época escrito por los cubanos, recorre hoy (2020) el mundo
entero; por donde se ha estudiado y sistematizado el aprendizaje, mucho antes que
la oralidad actual y escasos textos residuales contemporáneos nigerianos que
aparecen en Cuba solamente luego de 1990, de autores occidentalizados y
anglohablantes.

Si lo antes mencionado es cierto y el tradicionalismo cultural se pretende más


importante como supremacía y contraparte de lo contemporáneo, ‒lo cual no
comparto totalmente‒ deberíamos seriamente peguntarnos: ¿Cuáles son los más
fidedignos y confiables depositarios de lo más ortodoxo y tradicional que se pueda
encontrar hoy día, respecto de lo conservado por ambos sectores?, ¿El testimonio
escrito de la praxis desde 1840 por afrocubanos de fuentes primaria? o, acaso ¿La
opcional oralidad residual africana actual, con más variaciones, olvidos y
transculturaciones empíricas introducidas en la sucesión generacional y convencional
de dialectos sin escritura de época?, pues los escasos textos africanos corresponden
a autores contemporáneos, incluso vivos en la actualidad.
Otra seria dificultad histórica y testimonial que deberán enfrentar los llamados
“tradicionalistas de la contemporaneidad africana”, en su afán de supremacía, su
interés de descrédito y descalificaciones hacia la cultura cubana, es el escaso
volumen y contenidos de textos contemporáneos escritos en lengua “yoruba” sin ser
la lengua litúrgica original de cada culto étnico local y la vaga pretensión de que son
contentivos de una sola verdad universal y estandarizada en el universo de
identidades culturales de la propia Nigeria; de los cuales han perdido muchos de
ellos, precisamente, por sustentarse solo de forma oral en un buen tramo de su
evolución cultural, todavía sin escritura la diversidad de dialectos.

De cualquier manera su escasa literatura teológica actual en lengua yoruba presenta


muchas incongruencias, con relación al dogma centralizado ortodoxo que se pretende
de ella, por ejemplo: ¿En cuál de las 3 variantes macro lingüísticas del yoruba?;
¿Acaso será en alguna variante, entre 150 grupos étnolingüisticos probables y sus
variables yoruba dialectales locales?; ¿Existe una sola variante estandarizada entre
los diversos pueblos yoruba hablantes, además, de sus propios dialectos autóctonos
y liturgias?; o ¿No se tiene cultura de cuantos son sus dialectos?

Los defensores teóricos de la falacia del “tradicionalismo puro” africano, verdadero y


antiguo; presentado hoy como un dogma centralizado único en su género, y por lo
cual excluyen legitimidad a los cubanos, no quieren aceptar la legítima antigüedad
preservada en la literatura litúrgica afrocubana.
‹‹Consideramos, en primer lugar, una de las más sorprendentes características de las
personas que se hacían llamar “yorubas” (no siéndolos) en Bahía, (Brasil) de fines del
siglo XIX y principios del XX. En verdad algunos de ellos eran también los
informantes que convencieron a los etnógrafos de la “superioridad yoruba-nago” y
crearon la imagen de la supervivencia y el tradicionalismo extraordinarios de esa
nación. Sus coterráneos (brasileños) los identificaban, […] como una nación
“puramente yoruba” por ser “profesores de inglés››. (2015:55)

En la cita anterior se aprecia que la percepción de supremacía en Brasil de los mal


llamados “yorubas” de fines del siglo XIX lo determinaba el hecho de que dominaban
el inglés, mientras que los afrobrasileros hablaban en nago.

‹‹El primero fue Matiniano Eliseu de Bonfim, nacido el 16 de octubre de 1859, de


padres emancipados en Bahía (Brasil). En 1875, su padre lo llevó a Lagos, (Nigeria)
África occidental para ser educado, y allí permaneció once años […] En Lagos se
educa en la escuela Faji Anglicana, donde sus maestros eran africanos anglófonos.
Aunque jamás viajó tierra adentro, bebió profundamente de la literatura lagosiana
(Lagos fue fundada por Portugal. Más transculturación.) en vías de emerger sobre la
“la religión tradicional yoruba” y fue iniciado como babalawo, o adivino de Ifá, en
Lagos entre 1875 y 1886›› (2015: 55)

‹‹El reino de Oyó difundió su influencia a través de la conquista, el gobierno y el


comercio. No obstante, como identidad política y cultural que unía a grupos ifé, oyó,
y otros, la “yorubanidad” fue creada en la sociedad criolla de la costa, (No es un
etnos específico) en un lugar y momento que la puso en diálogo constante con las
naciones de la diáspora afrolatina›› (Emancipados retornados). (2015: 60)
De lo documentado en la cita se comprende, que la supuesta superioridad de “pureza
tradicional yoruba”, desde antaño, estuvo básicamente sustentada entre los
emancipados por los británicos luego del cese de la esclavitud y los afrolatinos
retornados al África, en virtud de ser ilustrados y educados en inglés y estudiar en la
emergente lengua yoruba el protestantismo anglicano.

Para esas fechas (1875-1886) ya estaban asentadas en la isla de Cuba la presencia


del culto a los orichas y el culto religioso de ifá en dialectos originarios, mientras la
llamada lengua yoruba todavía no se concebía, ni siquiera para la cristianización en
territorios africanos, que en resumen fue su primera función.

La lengua yoruba no fue autóctona ni litúrgica de un pueblo local; fueron los


remanentes residuales culturales de los afrosuramericanos que libertos y
emancipados retornaron; conjuntamente con los africanos anglohablantes de Lagos,
los que transculturaron una lengua coloquial para entenderse entre personas de
diversísimas procedencias, dialectos y culturas desiguales. La referencia del Dr.
Matory deja claro, no estuvo tierra adentro su instaurador, su consagración a
babalawo ocurre en Lagos en fecha posterior a la presencia de ifá en Cuba, a partir
del momento en que se fusionaban allí emancipados de todas las procedencias,
facilitando el inicio de la occidentalización británica con el uso de la nueva lengua
yoruba patrocinada por el protectorado británico.
[1] Nombre consagratorio en Ifá
[2] Odu o signo oracular personal correspondiente como sacerdote de Ifá.
[3] Ideen. al 2
[4] Ideen. al 3
[5] Ideen. al anterior
[6] Semillas del Elaeis guineensis. Se emplean en el sistema oracular más complejo
de Ifá.
[7] Obsérvese, en la época antigua se empleaba el término de Ojuani para referirse a
la denominación de ese odu o signo oracular, en la actualidad lo denominan Owonrin,
que es una vos más contemporánea.
[8]Folios 492, Nº 32, 12 de noviembre de 1900; y Nº 1600 del Ayuntamiento de
Regla, Provincia de la Habana, relacionado con fincas urbanas. [Fuente bibliográfica
citada por el propio autor de esta referencia que la colocamos como nota al pie]
[9] Datos enviados amablemente por Susy García. Refiere que son datos de una
investigación realizada en Cuba, publicada, pero no contaba con el título de
referencia bibliográfica. Por lo tanto me veo en la obligación ética de reconocer que
se trata de otro autor, pero desconocido.
[10] Declaración genealógica y de Principios de la propia Asociación Cultural Yoruba
USA. Miami

4
Distorsión, contradicción y marketing

Las campañas publicitarias internacionales de los “tradicionalistas africanos” y de


individuos naturales cubanos, añaden además: “Que es más ortodoxo, intacto en su
conservación por los siglos de los siglos. Alegan que es el más completo, el más
complejo, el original, el verdadero” etc. Parecería que es una cultura sellada y
envasada al vacío, que oralmente es inmutable, que es invariable. Se creen o nos
venden la idea que quedó estático, invariable. Que su cultura inmaterial fue
fotográficamente detenida en la antigüedad. Nos hacen creer que son como
originales de época. Ofertando la idea de más fidedigno, intentando con ello ser más
atractivos con obvios fines competitivos de segregación cultural hacia Cuba y en
franco descrédito de la identidad cultural cubana. Hablan ‒en inglés ‒ a nombre de la
antigua cultura africana y residen en el exterior.

Si tal utopía hoy fuera cierta, si fuera cierto que hoy conservan en sus memorias las
mismas normas, costumbres, tradiciones y ceremonias litúrgicas de los siglos XVII al
XVIII, cabe destacar que en esas tradiciones, jamás existió ninguna liturgia
consagratoria femenina con fines sacerdotales de ifá, en iguales funciones oraculares
a los babalawos, las llamadas: iyanifá, luego no son fieles conservadores de la
antigua tradición que, sin embargo, transgreden con falsas ofertas ceremoniales a
nombre del “tradicionalismo”[1] convencional.

No hay pruebas que documenten en ninguna investigación antropológica de terreno


realizada por investigadores (Wiliam Bascon, Fobrenius, Levi Straus, Thurstan Show
y otros) ni trabajos de tesis investigativas, acerca de ceremonia litúrgica para
mujeres equivalentes a los babalawos, es todo lo contrario. Tampoco en esos
ancestros hubo ninguna figura femenina que fuera un Ooni de Ilé Ifé (Rey de Ilé Ifé)
ni consagrada en Ifá y todo el sistema social, cultural, religioso y político fue
patrilineal. La temprana influencia y penetración del islam no lo facilitó.

¿Estaremos en presencia, entonces, de una transgresión cultural actual de las reales


normas ancestrales africanas?, ¿Al amparo de la intangible oralidad cometen ‒con o
sin intención‒ profanación contemporánea?, ¿Ampliaron el rango de rubros ofertados
para ser más atractivos, más demandados y las nuevas féminas engañadas más
diversidad de clientes?

La figura consagratoria de iyanifá, como una liturgia que le conceda facultades


equiparadas a la de los sacerdotes babalawos para los actos adivinatorios no existió
ni se ha podido demostrar fidedignamente en las tradiciones de Ifá. Es un
reconocimiento honorario contemporáneo, por una vida dedicada a colaborar con el
sacerdote de Ifá, post menstruante, pero no un grado sacerdotal con ceremonia de
consagración litúrgica para ejercer la adivinación y consagración de otros. La
empírica tradición oral africanista, en sustitución del dogma afrocubano escrito,
facilitan la profanación y en consecuencia el engaño, aun no intencional.

La figura de iyanifá no fue argumentada ni forma parte reconocida ni está avalada en


el expediente de solicitud de reconocimientos del oráculo de ifá, (más adelante se
describe) que expresa claramente que el oficio es ejercido por hombres por lo cual
son considerados como padres de los secretos; así propuesto y aprobado como parte
de Las Memorias del Mundo como Patrimonio Intangible Universal de la Humanidad
por la UNESCO. ¿Estará resultando con intención o sin ella una violación cultural de la
tradición declarada patrimonio universal? Las violaciones de conservación del
patrimonio universal tipifican contravenciones legales de lesa humanidad que no
prescriben y podrían ser considerados en su momento.

¿Los babalawos que han “consagrado” iyanifá para utilizar oráculos, estarán
ilustrados de que han violado la categoría de los babalawos (Padres de los Secretos),
única reconocida para el ejercicio de los oficios adivinatorios del sistema oracular de
Ifá y que ello transgrede las leyes de conservación del patrimonio amparado por la
UNESCO?
Los ciudadanos, los babalawos, los funcionarios y trabajadores de la cultura, los
investigadores e instituciones dedicadas al estudio de estas temáticas
afrodescendientes, que conocemos de estas acciones publicadas por los mismos
propios protagonistas, como noticias nacionales e internacionales de propagandas de
todas las acciones cometidas, ¿estaremos conscientes de que participamos de los
hechos violatorios de la protección del Patrimonio Universal de UNESCO por omisión;
al no alertar, no advertirles y soslayar estas acciones? Con intensión o sin ella, se
incurren en contubernio, no solo los que lo comenten, sino también por
conocimiento, omisión y encubrimiento de los hechos.

Es saludable aclarar que el párrafo anterior no pretende en absoluto, hacer culpables


a las figuras antes mencionadas, (Babalawos, funcionarios y trabajadores de la
cultura, investigadores institucionales, instituciones y sitios web cubanos, que
igualmente omitimos sus nombres[2]) ello solo resulta de sus acciones en el primer
caso y en el segundo de sus omisiones e indiferencias, más no de este trabajo.

Es todo lo contrario, pretendo solamente alertar, prevenir e informarles que las


violaciones e indiferencia contra el patrimonio de cualquier categoría, no son
solamente por cometer acciones que violen lo establecido por las leyes de
conservación; sino de igual forma hay responsabilidad por el conocimiento, omisión y
promoción de los hechos violatorios por legitimarlos. Las facilidades contra la
conservación del patrimonio son ilegales y, además, no deberían ser amparados por
ninguna persona o institución sin detrimento de incurrir en encubrimiento de los
sucesos y hasta en su promoción.

Si bien los mitos y leyendas de la oralidad son indicios, indudablemente la escritura


es testimonio de prueba documental, más allá del relato mitológico; es testimonio de
época. La historia no es el azar de la oralidad, sino todo lo contrario. Sólo la
fidedignidad incomparable de las pruebas escritas son datos históricos. La historia
nace solamente a partir de la grafía; hasta entonces todo es mito y leyenda, mutante
y convencional. Solo los pueblos con grafía dejaron legados históricos. ¿Las prácticas
que hoy son denominadas “tradicionalistas” en qué momento fidedigno de la
antigüedad se pretende como original?, ¿cómo verificar que hoy hacen lo mismo de
aquel entonces?, ¿de qué momento histórico y tipo de liturgia se trata donde nunca
existió una «iyanifá» sacerdotisa para el manejo del oráculo?

Todas sus acciones en tal sentido son, además, violatorias también de nuestras
normas y tradiciones cubanas, en absoluta contradicción ante los testimonios
documentales de la tradición cubana. En la cultura general de Ifá los saberes que
contiene, las diversas liturgias y ceremonias que realiza; la extraordinaria cantidad
de elementos e ingredientes naturales y otros que emplea; la exponencial gama
enseñanzas y de soluciones a problemas humanos y sociales; así como la cantidad de
culturas que aglutinó, ‒entre otros aspectos de los cuales es contentiva y portadora ‒
unido a la amplísima gama de distintas voces y fonemas de múltiples dialectos,
significados filosóficos polifacéticos y multiétnicos, no pudo bajo ningún concepto
haber sido la obra de un solo ser humano. (Véase: Tratado Enciclopédico de Ifá,
entre otros textos cubanos) Donde claramente está expresado, que es prohibida la
consagración de mujeres por centurias de prácticas culturales ampliamente
documentadas. El legado escrito de tradiciones cubanas merece respeto y no
descalificaciones, con ello hemos contribuido a la identidad cultural de muchos
países.

Tampoco fue posible estructurarlo en una sola generación ni siquiera producto de una
sola nación ni un solo conglomerado humano; ni exclusivamente en tardía lengua
postcolonial de los pueblos emancipados por los británicos y que apodaron yoruba.
Sólo quienes hayan estudiado los textos afrocubanos referentes pueden
comprenderlo y, ese tesoro tangible solo está en esos textos ‒muchos de ellos
apócrifos‒ y sus contenidos están perdidos en la mayoría de sus precisiones de la
memoria histórica en los originarios.
Paradójicamente la literatura litúrgica cubana de reconocida antigüedad y difusión
internacional, es una muestra de testimonios patrimoniales tangibles, nunca antes
llevada a cabo por ningún otro sector internacional portador ni con la recopilación
fonemática de voces políglotas recogidas en literatura de época colonial; con mejor o
peor metodología que no han sido reconocidos patrimonios de la cultura cubana; que
supera en mucho la residual oralidad desdibujada con toda intención por los procesos
civilizatorios británicos y la necesidad de incorporación social y cultural de los
diversos componentes étnicos ‒más metamorfoseados que emancipados‒ acordes a
la sociedad pos esclavista imperante.

El volumen extraordinario de información bibliográfica recopilada por los cubanos,


demuestra ampliamente que Ifá no fue originario de un solo eje cultural etnocéntrico,
como para pretender que se encuentra encerrada, contenida y menos aún
conservada, en un paréntesis de hermanos nigerianos orales y exclusivos seguidores
‒que se hacen llamar‒ “tradicionalistas”. Fuera de los cuales, están los babalawos
cubanos y restantes consagrados que descalifican: Casi de una falacia afrocubana
inventada, como se expresó en los medios internacionales de las redes sociales de
Internet, por portavoces nigerianos y cubanos convencionales también[3].

¿Habrá algún ser humano que su longitud de vida sea suficiente, para aprenderse y
memorizar absolutamente todo lo que se ha escrito por los cubanos de la cultura de
Ifá? Creo que no se conoce mucho acerca de los volúmenes y contenidos de los
textos hasta hoy recopilados de esta disciplina de manos y por boca de nuestros
ancestros predecesores, como para depositar más confiabilidad en la memoria oral de
dialectos africanos; menos todavía, para pretenderse en la posesión de las más
antiguas tradiciones en calidad de preservadores orales, que superen en fidedignidad
el testimonio documental cubano.

No es posible establecer ninguna fecha aproximada, ni era o época precisa, que


permita ubicar el hecho histórico definitivo del surgimiento de la cultura de Ifá
partiendo de un momento ni un acto fundacional; ni en una sola localidad, para
suponer que hoy, representantes de aquel pueblo, hito, acto y condición fundacional
sean tenedores de dicha tradición única y antigua en la actualidad y menos todavía
“in memoriam”. Tampoco es autóctona ni tiene su origen en la franja del África Negra
Subsaharana, sino que es producto de la transculturación de la geomancia árabe[4]
en el sur saharano.

Los ceremoniales y realizaciones culturales de los pueblos ágrafos definitivamente


son catalogados y conocidos como parte de la cultura inmaterial o intangible. El
Oráculo de Ifá de Nigeria y de la diáspora afroamericana es intangible. Solo así se
aprecian catalogados por la UNESCO. Son reconocidos como memoria del patrimonio
oral e intangible de la cultura universal por esa categoría; pero reiteramos que no
reconoce que sea un patrimonio ejercido por mujeres sino por hombres. Ello es una
tácita violación de la conservación del patrimonio, dada la profanación de los
preceptos que protege la UNESCO. Los babalawos cubanos no deben incurrir en actos
violatorios de las leyes internacionales que atentan contra la conservación
patrimonial.
La colonización británica, su conversión al protestantismo y catolicismo; al tiempo
que la discriminación colonial por el color de la tez y la satanización religiosa
autóctona han tenido consecuencias reduccionistas, lamentablemente, en sus orales
culturas originarias. Habiendo perdido la estima en sus zonas de origen, por sus
propios argumentos ante UNESCO; intentan el expansionismo cultural de un
imaginario neocolonial cometiendo, incluso, profanación.

Olvidan que la cultura no es un objeto de época, sino que es una actividad social
humana realizada por sujetos humanos en permanente y constantes cambios en
todos los contextos étnicos, en permanente transculturación acorde a sus cambiantes
realidades, intereses, contextos, necesidades y pugnas de intereses inter-étnicos;
que inciden mucho más en su oralidad, que en los antiguos escritos.

Olvidan, o no quieren decir, que cada grupo étnico local de Nigeria tiene sus propios
rituales desiguales entre si y sus propias lenguas; que no son uniformes ni
estandarizadas entre ellos mismo. Esto que describo no es una crítica negativa a
Nigeria, es una simple descripción de realidad cultural de todos los pueblos sin
escrituras rectoras. La cultura ceremonial y litúrgica de los pueblos no puede imponer
un dogma, (profano menos todavía) cuando no cuenta con testimonio escrito como
elemento rector más duradero y menos susceptible de cambios, por eso se escudan
en la argumentación de la oralidad como lo han expresado en los foros y coloquios
dentro y fuera de Cuba. No se ha podido probar la fidedignidad de la figura abstracta
de Iyanifá con función de babalawo y menos aun como algo ancestral en sus
territorios.
¿Acaso es Nigeria una excepción de esa regla general de la cultura oral de los
pueblos, siendo un país que por fortuna, es de los más políglotas del mundo?; ¿Creen
que el yoruba es una lengua ritual, cuando su origen fue una lengua mercantil para el
intercambio entre pueblos de producciones diversas?; ¿Cómo pueden buscar una sola
tradición antigua y uniforme en Nigeria, si cada culto religioso en muchos casos es
local y muchos orichas no son nacionales entre ellos mismos?; ¿Podrán encontrar un
solo estilo de ceremonias rituales de consagración en Nigeria, cuando cada localidad
se caracteriza por sus propias costumbres y se diferencian por otras tradiciones,
diversos linajes, otros materiales y lenguas locales?; ¿Se creen que el conglomerado
de pueblos muy convencionalmente denominados contemporáneamente yorubas
(Que no es una denominación étnica homogénea; todo lo contrario, es muy
heterogénea) se constituyen en una sola cultura y una sola religión? ¿Seguirá
creyéndose algún cubano, que habla y traduce el yoruba, cuando malamente
pronunciamos el español de Cuba?

[1] Véase: de Ifá. Águila, “Iyanifá: Una Mentira Forjada con Mentiras” La Gran Estafa
a la Mujer. Serie Ensayos.
http://www.xn--aguiladeiffundation-zub.org/ Agosto 2014.

[2] En todos los casos donde se han omitidos los nombres, ha tenido la única
intención de que nada de lo alertado en el presente estudio, se asuma como un
aspecto de tipo personal ni institucional, que han dado sus espacios para la defensa y
el debate de estas profanaciones, evitando por mi parte que nadie se sienta aludido
directamente como persona ni como institución jurídica ni como profesionales e
investigadores. La esencia vital de este estudio, es el macro problema de identidad
cultural y que --sin descontar los responsables-- por ética no los refiero. Aún cuando
debo destacar que personalmente he hablado y alertado de estos aspectos a todos y
cada una de las personas y personalidades en cada ocasión correspondiente.

[3] La década de los años 1990 en adelante se caracterizó, por una fuerte corriente
de confrontaciones, descréditos y comparaciones descalificativas, hacia la cultura
afrocubana en los foros interactivos de Internet. En los mismos se evidenciaban
descréditos y dIfámaciones hacia los afrocubanos, al tiempo que se promocionaba el
spot publicitario de marketing del titulado “tradicionalismo africano”. Hay aun toda
una estrategia al respecto de devaluación de los referentes afrocubanos y de
penetración, división y confrontación, incluso dentro de Cuba.

[4]Aboy Domingo. Nelson, “Orígenes de la Santería Cubana” Edit. Nuevo Milenio. La


Habana. 2016

5
Los cabildos de negros en Cuba, antecedieron lo yoruba.

‹‹Desde el último cuarto del siglo XVIII hasta mediados del XIX, las decadencia del
Imperio de Oyó y el ascenso del reino Dahomeyano no coincidieron para producir una
marea de cautivos procedentes de Oyó, Egba, Egbadó, Illesá y las regiones más
cercanas de lo que iría a convertirse más tarde en Yorubaland, incluido un pequeño
grupo occidental llamado “Nago o Anagó” el cual, siendo especialmente vulnerable a
las depredaciones de los dahomeyanos, dio su nombre a la nación afrobrasileña
emergente. Cantidades particularmente elevadas de ellos llegaron a Brasil y a
Cuba.›› (2015: 60)

Como se aprecia, la identidad “yoruba” se conforma en el África, muchos después


que las identidades culturales particulares y con personalidad propia que llegaron a la
América y se constituyeran, inclusive, en los cabildos de negros por sus naciones de
origen, preservando sus originarias tradiciones.

‹‹La colonización británica de Lagos en 1861[…] puso fin a la influencia de Benín […]
y convertía a Lagos en la Meca de grupos múltiples y culturalmente diversos.
Personas de etnias ijesa, oyó, egba, y específicamente iyebú inundaron Lagos en la
medida en que crecía la economía de la ciudad.

De ese modo, una combinación de la trata esclavista y la colonización británica,


transformaron a Lagos de un pueblo costero somnoliento, en una metrópolis.
Además, el carácter del colonialismo inglés en Lagos hizo de esa ciudad terreno fértil
para que los retornados diaspóricos (Emancipados que regresaron) articulasen una
identidad panyoruba.›› (2015:61)

En las citas anteriores encontramos que los esclavizados llegados a Cuba bajos los
etnónimos de Egba, Egbadó, Illesá, Lukumí Arará, entre otros muchos más, eran
grupos étnicos portadores de culturas originarias; sus ecónimos (nombres propios de
los lugares originarios) dieron nombres a sus culturas particulares al llegar a Cuba.
Todo lo contrario ocurrió durante la fusión y mezcla de diversos orígenes y
procedencias postcolonial, en la heterogénea sumatoria étnica en que se gesta el
embrión de la tardía “identidad social poscolonial yoruba” que finalmente resulta un
eufemismo convencional, imaginado como categoría cultural específica de ningún
etnos autóctono ni tradición propia en particular, que no fuera anglohablantes y
cristianos en su etapa primaria de exaltación británica.

Siempre que se ha hablado (discutido) de este asunto del mal llamado “ifá
tradicionalista africano” en el ciberespacio, ha sido con marcada intención
discriminatoria de presentarse como algo muy superior (por más “ortodoxo”) que lo
cubano. Como algo que conserva intacta las practicas más “tradicionales” y por lo
cual se promocionan de esta manera.

Cuando en materia de culturas, una de ellas es presentada por sus promotores como
muy superior que otra, es un egocentrismo cultural; comienzan discriminando y
subestimando a otras aspirando a la supremacía y hegemonía. Son formas de
colonización del pensamiento cultural absolutamente extemporáneo. Es muestra de
fundamentalismo cultural y teológico; así como de globalización y degradación para
imponerse en determinado contexto.

Fue lo que hicieron los británicos en Lagos y Porto Novo al unificar a muchos grupos
étnicos, ilustrarlos, convertirlos al cristianismo y educarlos al estilo occidental;
sustituyendo sus culturas y lenguas originarias por el oficial idioma inglés y el
dialecto yoruba como lengua "vernácula cultural", ‒por aquel entonces‒ para los más
y menos ilustrados respectivamente; así los integraban y subalternizaban al estándar
colonial establecido, empleando una filosofía de mansedumbre y resignación ante la
resistencia cultural y el desarraigo como premisa para la integración y aceptación
social.
No fue un real proceso de emancipación, reivindicación social y cultural de sus
tradiciones diversas; sino fue una metamorfosis hacia una colonización y
readaptación para ser asimilados a sistemas neocoloniales británicos para que
tuvieran un: “buen carácter”, un “buen estado de ánimo”, “buena aceptación” y
“resignación” a la occidentalización, en resumen: «iwapele». (Palabra yoruba que
recaba tener: Buen carácter y equilibrio de las emociones, que surge en las
condiciones antes descritas para el sometimiento y mansedumbre ante los procesos
coloniales del pensamiento). Iwapele, es una palabra y concepto creados en la lengua
yoruba (no es parte de dialectos originarios) por misioneros cristianos, para educar
en el sometimiento, aceptación y mansedumbre servil ante los actos de
inconformidad y rebeldía en los procesos civilizatorios de los británicos.

Los que nos piden tener «iwapele», desconociendo el origen del concepto, lo que
supone es que seamos personas de buen carácter y docilidad ante los cambios
yorubacentricos coloniales; de todo lo cual fueron víctimas en su época con toda la
intención de subalternizarlos; igualmente hoy sus descendientes, portadores de aquel
transfigurado e imaginario orgullo, pretenden hacer ‒con conocimiento de sus
consecuencias‒ sobre nuestras costumbres afrocubanas subestimándolas y
suplantándonos, por las que ellos tratan de reimplantar, por haber perdido
importancia en sus otrora espacios tradicionales locales.

Del mismo modo que los yoruba hablantes en su época, convirtieron al cristianismo a
los pueblos originarios mediante el empleo de esa lengua, que desde entonces
hicieron un común denominador cultural, en sustitución de lenguas autóctonas y
costumbres étnicas; hoy se está reimplantando la muy residual cultura oral, con el
mismo procedimiento que los británicos lograron que desestimaran sus costumbres
ancestrales.

La sociología demuestra que las culturas que hacen proselitismo descalificativo hacia
otras, pretendiendo estar en posesión de la ortodoxa original verdad, buscan
ostentación del poder incrementando membrecía, convirtiéndose en fundamentalistas
y luego en radicales; comienzan siendo excluyentes y han terminado en serios
conflictos. Sobran ejemplos en la historia de las religiones.

Esta tendencia de presentar y promover la cultura de ifá y de los orichas desde un


yorubacentrismo, como una cultura pura, ortodoxa y tradicionalista, por parte de
algunas personas; así como también en algunos casos personales, llegar incluso a
proferir descalificaciones culturales hacia la cultura del ifá y de los orichas de Cuba,
evidentemente, se ha convertido en una especie de competitividad nada sana y muy
perjudicial en el terreno cultural, religioso y de crisis de identidad dentro y fuera de
Cuba. Hechos de esta naturaleza son perjudiciales; probablemente no son
conscientes del nefasto divisionismo y crisis de identidad que han creado.

Es irrespetuoso, poco serio e indigno que los llamados “tradicionalistas de ifá”, tanto
los extranjeros como cubanos, hayan nombrado a las prácticas de precedentes
afrocubanas con calificativos tales como: Inventos cubanos, prácticas de la diáspora,
prácticas de sancocho (comida de cerdos); prácticas de ensalada mixta, incompletas,
prácticas con lagunas y vacíos; tanto más grave en boca babalawos cubanos, lo cual
los convierte en detractores de la cultura cubana y profanadores de sus ceremonias
religiosas de nuevo estilo.[1]

Cabe preguntar entonces: ¿Llevaron años equivocados en lo que hicieron como


afrocubanos? ¿no obtuvieron resultados?, ¿se habrán equivocado ahora en la nueva
elección?; ¿llevan los cultores populares del mundo una centuria de errores, por ser
de procedencia cubana su cultura religiosa de precedentes afrocubanos?; ¿acaso es
una forma sutil más de agresión y descrédito hacia Cuba procedente del exterior?,
¿en cuál de las dos tendencias equivocaron su profesión de fe?, ¿abandonan una
tradición patrimonial afrocubana de tres centurias, por una "tradición" extranjera
mayormente oral de tres décadas en estos escenarios?

Es muy importante destacar, que no hay instituciones católicas ni templos


protestantes de matriz cubana representada en ningún país, por el contrario hemos
sido receptores desde otras latitudes por colonización o proselitismo, sin embargo,
desde la cultura popular contamos con miles de personas que han sido consagradas
en las diversas manifestaciones de la cultura afrocubana en todos los continentes;
¿Será una política encaminada al debilitamiento de la identidad cultural y patrimonial
de Cuba? Porque obviamente se han declarado, internacionalmente, competidores y
contrarios a nuestras costumbres y demeritadores de nuestras tradiciones. Hay miles
de testimonios en internet.

Las religiones de antecedentes afrocubanas, no son simplemente un proceso de


conversión y aceptación mental hacia un credo o hacia un tipo de fe, que se pueda
sustituir por otra línea del pensamiento sencillamente cambiando de vocación, de
liturgia y profesión de fe hacia una nueva conversión religiosa; tampoco por
solamente recibir en sus manos nuevas deidades, ni un simple documento de título
de un rango africano, que es lo que han estado haciendo según cada caso;
considerándose así facultados para liturgias. Los propios africanos así lo han descrito
y criticado como se verá más adelante. Los que de este modo han actuado se han
equivocado, al suponer que es borrón y cuenta nueva y, ni que pensar del resultado
de sus nuevos consagrados y sucesores.

Los consagrados en las religiones afrocubanas, transitan por ceremonias que inciden
endógena y exógenamente (interna y externamente) en sus cuerpos físicos y por lo
tanto ello es definitivo, por lo cual se obtienen mejoras en la vida de las personas
cuantitativamente evidenciado. Siendo así, los que dejan detrás sus ceremonias
anteriores, para realizar ceremoniales para otros, por las que previo no transitaron,
ellos mismos por su decisión, fueron transgresores de su culto ceremonial precedente
y profanan en sus nuevos ceremoniales a las demás personas. Es necesario que
comprendan estas realidades no advertidas en su momento. ¿Están consagrando o
que estará resultando?

La pregunta anterior va encaminada a que cada cual se la plantee a sí mismo, para


que se comprenda, la diferencia que puede haber entre: ¿Qué cree que está haciendo
el sujeto popular?, con respecto a: Qué es lo que resulta de sus decisiones
subjetivas, acciones concretas objetivas y sus consecuencias no predecibles.
Simplemente, trato que cada cual encuentre la respuesta por sí mismo. La pregunta
no pretende un culpable, la misma solo es un llamado de tención y alerta acerca de
que es lo que se está haciendo realmente en el terreno de la cultura popular.

Si algo caracteriza al pueblo cubano es su homogeneidad al sentirnos todos, por


encima de todo cubanos y orgullosos de nuestra cultura cubana. Lo primero que
reconocemos es la cantidad de culturas y raíces de procedencias, que hoy conforman
una sola identidad social en su heterogeneidad y diversidad de tendencias o
preferencias religiosas inclusive. Los protestantes y católicos que nos satanizan hoy,
cierto es que lo fue siempre, pues su dogma es monoteísta; pero convivimos en
relativa tolerancia social. Cuba y los cubanos no somos ni podemos vivir con las
pugnas interétnicas ni religiosas que ocurren en el continente africano[2] a partir de
las corrientes injerencistas religiosas foráneas que los han debilitado en su identidad
cultural y territorial.

Cuba y los cubanos no teníamos crisis de identidad cultural antagónica interna, pero
ahora tenemos tensiones importadas por extranjeros y cubanos radicados fuera de
Cuba. La actual divergencia de identidad cultural que ha dividido en dos sectores a
los babalawos y cultores populares es responsabilidad única de los tergiversadores
“africanistas y su intromisión en la sociedad cubana.”

Las críticas descalificaciones que profieren los llamados y falsos “tradicionalistas” solo
han ido conduciendo a seria tensión entre religiosos, ha generado cierto grado de
confrontación y división en la cultura popular e inauditos polémicos diferendos entre
académicos. Con su propaganda de descréditos y falsos argumentos han surgido
centenares de personas confundidas, desorientadas y hasta perjudicadas en
ceremoniales sin los resultados esperados y/o hasta muy contraproducentes por sus
actuaciones. No pocos han ido abandonando “el tradicionalismo africano”, luego de
sus propias vivencias y testimonios personales.

[1] Hay que destacar, que la mayor parte de estas expresiones peyorativas y
humillantes, que han sido incluso escritas para que circularan por las redes de
Internet y que obran en poder de miles de participantes que estábamos suscritos en
los foros, penosamente han sido expresadas por cubanos consagrados en los cultos
de Orichas y de Ifá de Cuba. Que nunca se han retractado públicamente de tal
ofensa, igual que públicamente discriminaron, dIfámaron y profanan la cultura que
les vio nacer. Omitimos sus nombres, pues no se trata de confrontaciones personales,
al tiempo que no concurre una cultura del diálogo honesto, que supere la
contradicción teológica antagónica, que con pleno conocimiento de causa han creado.
[2] No infiero que seamos ni mejores ni peores, de oficio critico las categorías con
pretensiones de superioridad, pero lo cierto es que indudablemente somos
sociedades desiguales.

6
¿Por qué se enfocan hacia Cuba?

Vale decir que el primer sacerdote de Ifá que llego al Brasil fue en 1943, no era
babalawo ni nigeriano; era de Benín, fue bocono (Sacerdote de Fá beninés) y hablaba
en Bini (Variante dialectal del dje-dje o ge-ge). El segundo fue Pierre “Fatumbí”
Verger, de origen francés, antropólogo de profesión; consagrado a orichas en
camdoble de Brasil e Ifá en Nigeria durante la segunda mitad del siglo XX, sin
embargo, no fueron criticados ni descalificados los benineses ni brasileros por
diáspora ni calificados de inventores.

De los orichas del África Subsaharana, surgieron en Brasil cuatro variantes


Candomblé Ketu, Nago, Angola, Ge-ge y hasta una combinación que dio origen a la
Kimbanda; no son criticados tampoco ni por falta de tradicionalismo, ni los llaman
sincréticos, como hacen con nuestras prácticas afrocubanas. Obviamente, abrazaron
la yorubarización (1939) y perdieron la identidad propia que conservaban.

Otra corriente del desarrollo cultural de los orichas recreo un culto denominado
Batuque, que se encuentra en Brasil y Uruguay, que traspasó fronteras y también
reaparece en Argentina luego de 1960; tampoco son criticados, no son
descalificados, no son discriminados por los llamados tradicionalistas. Sucumbieron
también al falso encanto de “tradicionalismo africano” actual y tuvieron miles de
estafas.

En Benín luego de un Oba o rey que fue enviado por Ilé Ifé en el siglo XVI,
reconstruyeron del culto a orichas: el culto a los loas (espiritualidades) del Vudú;
trasplantado luego hacia Haití y tampoco son objeto de cuestionamientos
discriminatorios, ni los denominan prácticas de la diáspora no tradicionalistas, como
demeritan a la tradición afrocubana. Tampoco hablan yoruba en Haití sino creole,
patuá y francés. Pero no han sido del interés de los africanistas actuales. No son
considerados una competencia significativa en la América.

Es importante destacar que las variantes antes mencionada, al igual que los
afrocubanos, no han tenido tampoco en sus tradiciones autóctonas, la profana
consagración de iyanifá; pero ellos no son criticados por los “tradicionalistas”,
mientras que los cubanos que no profanan ni reconocen esas ilegítimas ceremonias
son criticados. Ninguna de las variantes de culto a oricha e ifá en el mundo, han
tenido dentro de sus costumbres ancestrales ninguna liturgia que conceda ni
reconozca a las «iyanIfá»s, y menos todavía, en igualdad de funciones oraculares que
los babalawos.
Es sumamente importante destacar, que durante la Trata Negrera de la Esclavitud
legal e ilegal, dentro de la masiva migración de mujeres esclavizadas, si bien fueron
las portadoras y reproductoras de las variantes de culto a los orichas, también hay
que reconocer que ninguna fue ni se reconocía entre ellas que existiera una
ceremonia de «iyanifá» ni funciones oraculares de babalawos para ellas. Empleaban
el sistema oracular de los caracoles, fue un patrimonio de ellas en ese culto llegado
así a la América.

Teológicamente llama la atención esos discursos en el área internacional contra la


cultura cubana y sólo contra ella; que luego son reproducidos convencionalmente
dentro de Cuba, con relación a la real tradición de nosotros los cubanos, pero en
nuestro caso tenemos documentos litúrgicos muy antiguos que refutan sus falsas
ceremonias innovadas y desiguales al consagratorio de babalawos inclusive. No
consagran a sus babalawos del modo y estilo que lo hacemos en Cuba. Es importante
subrayar que los países y cultores antes mencionados, no han sido propulsores
significativos de sus culturas afrodescendientes, como si lo ha sido Cuba
significativamente a nivel mundial.

¿Cómo explicar igualdad de funciones, de derechos y deberes sacerdotales, incluso


entre babalawos, con desiguales procesos ceremoniales dentro de nuestro país, y que
de algún modo no se esté cometiendo alguna profanación?, ¿Cuál es el móvil e
intenciones y cuales sus desafortunadas consecuencias?

Ha resultado efectivismo proselitista, divisionismo cultural, injerencia sociocultural y


profanaciones dentro y fuera de Cuba, dado que los neófitos y pueblo en general no
tienen una formación cultural de base que los ilustre al respecto, incluso entre
académicos y estudiosos. De todo ello, resultan “consagrados” realmente figurados,
sin validación ceremonial consagratoria frente a la antigua tradición cubana por lo
menos. Por ello, toda su descalificación y agresividad apunta solamente hacia
nosotros. Se evidencia que perdieron la conservación de sus esencias en la oralidad,
mientras Cuba la conserva documentalmente como prueba irrefutable de nuestras
tradiciones litúrgicas, y el origen de ellas dentro de Ifá.

Por la contradicción antagónica del ceremonial litúrgico basado en desiguales


cosmovisiones, teologías, procedimientos, entidades fundacionales, ingredientes y
consustancialmente sus resultados, entre las dos escuelas (africanista y cubana), al
pretenderse equívocamente como ceremonias de equivalentes resultados
sacerdotales, (iguales babalawos) se traspasa el límite de lo sagrado hacia lo profano
entre ambas; por ello no se constituyen en un aporte religioso que, además, entre
sus objetivos han declarado pretender eliminar la escuela cubana de ifá; en
detrimento de la identidad e integridad cultural de los cubanos; que por extensión
laceran y dañan internacionalmente a todos los países que han sido depositarios y
continuadores de la cultura cubana, como se detalla más adelante.

El presente texto pretende aportar elementos de información que contribuyan a una


formación más sólida y consecuente con los valores y las tradiciones de la cultura
cubana que debemos preservar.
Ha sido la cultura afrocubana del culto a los orichas (Santería) y del culto de ifá, el
punto de partida de la diseminación hacia el resto del mundo, a partir de la etapa
republicana, por ello es el componente que han considerado con mayoritaria evidente
presencia internacional y lo observan como un potencial competidor, que han optado
por devaluar en frontal confrontación.

Se trata de una lucha de poder cultural, como públicamente lo han declarado,


inclusive. La reafricanización es un golpe de estado al interior de nuestras religiones
(Declarado por el Dr. Matory, en Obra cit.), así como una desestabilización de la
identidad cultural autóctona cubana como se documenta ampliamente más adelante.
Si hacemos una breve descripción histórica, que permita una visión de
acontecimientos reales, puede que ayude a meditar a todos, veamos los
acontecimientos cronológicos y los contextos.

‹‹Cuba fue descubierta en 1492 e inmediatamente casi de 1511 en lo adelante


comenzó la conquista y colonización por España. De 1513 es el primer documento
que testimonia la entrada de esclavos en la isla, con la sabida migración forzada de
esclavos que trajo millones de ellos hacia el continente Americano. Entonces
comenzó paulatinamente a llegar toda esta cultura; Bantú primero y Lucumí[1]
después a Cuba.
De 1568 es la primera fuente documental que testimonia la existencia de los
cabildos[2] de negros de nación en Cuba; bantú y lucumí, respectivamente, entre
otras.

En 1700 hay más de 80 ingenios azucareros solamente en La Habana. En 1873 es


que se tiene noticias documentadas de la última migración de esclavos hacia la Isla
de Cuba.

En 1886 se produce oficialmente la abolición de la esclavitud en la isla, pero es


sabido que continuaron llegando clandestinamente muchos embarques masivos»[3]
[1] Yoruba nunca fue un etnónimo autóctono, convencionalmente han sustituido el de
lucumí y otros más. Este tópico se reitera a lo largo del trabajo, tantas veces como
fue necesario.
[2] En estos espacios inmobiliarios de negros esclavizados y libertos, continuaron sus
prácticas y costumbres que aún perviven escritas en los textos cubanos.
[3] López Valdez. Rafael L, Algunas Cronologías de Hechos Relativos al Régimen
Esclavista en Cuba y al Comercio de Esclavos con Destino a Cuba. “Componentes
Africanos en el Etnos Cubano”. Edit. Ciencias Sociales. La Habana. 1985

7
Surgimiento de Yorubaland. (Tierra Yoruba)

Es importante reiterar que en los etnónimos documentados procedentes del África


Subsaharana, obviamente, no aparece el yoruba como originario de procedencia en
ningún momento histórico de la Trata Negrera de la Esclavitud en ninguna de las
colonias de toda la América. Muy a pesar de lo que se cree como parte de discursos
convencionales, Yorubaland es un resultado posterior al cese de la trata y la
esclavitud legal. El territorio yoruba agrupó muchas culturas y diversos dialectos, es
muy contemporáneo y conceptualmente promovido por interés de los británicos, para
recrear cierto sentido de identidad unitaria en el seno de diversos colectivos de
movimientos migratorios con desiguales culturas y procedencias, que reagruparon y
transculturan, una vez más, en otros territorios ajenos a los etnos correspondientes y
originarios de cada uno de ellos; pero, sobre todo, fue un protectorado colonial
concebido y patrocinado por los británicos.

‹‹Desde el primer decenio del siglo XIX, los británicos se habían esforzado por hacer
cumplir las leyes que prohibían la trata de esclavos. Un pilar de esos esfuerzos fue la
captura de buques transportadores de la costa afro occidental por parte de la Real
Marina Británica. Los cautivos africanos así rescatados eran generalmente
reasentados en Freetown, Sierra Leona, donde ellos y sus descendientes llegaron a
ser llamados “creoles” (criollos) o “krios”›› (2015: 62)

De la cita precedente resulta, que los esclavizados rescatados por británicos de la


trata ilegal y los emancipados que retornaron por diversas vías, casi nunca lograban
retornar a sus respectivos etnos originarios. Quedaban en su mayoría en las
localidades donde eran reubicados en interés de la colonia británica, en general
dentro de las ciudades costeras, bajo "emancipación" del sistema colonial para ser
"reivindicados" quedando imposibilitados de seguir tierra adentro por el peligro de la
trata ilegal o desconocer el camino de regreso al lugar de procedencia desde
localidades reconcentrados y desconocidas. Así se reconstruía nuevas identidades
individuales y colectivas que engrosaron después la “yorubanidad” occidentalizada y
hacen todo lo posible por obtener su nueva inserción social en los contextos
coloniales británicos en que logran asentarse como "libres". Véase cita de Matory.

‹‹Los misioneros británicos (cristianos) rápidamente establecieron programas para


convertirlos (al Protestantismo) y escolarizarlos, (al inglés) preparando de ese modo
a una clase de africanos educados a la occidental, altamente influyentes, cuyas
familias habían tenido su origen de manera desproporcionada (mestizaje marital y
cultural) en lo que los esclavos capturados (rescatados por los británicos) en los
buques negreros apresados en tiempos de la trata ilegal, luego ayudarían a la
denominación de “Yorubaland”. Al regresar a Lagos, ellos mismos serían llamados
“saros”; siguiendo la pronunciación local de Sierra Leona.›› (Perdían hasta sus
etnónimos originales) (2015: 62)

Nuevamente se evidencia que la demarcación territorial de “Yorubaland” e identidad


cultural occidental protoyoruba comienza a gestarse solo a partir del cese de la trata
legal negrera de esclavizados, y básicamente integrada por individuos de
innumerables componentes étnicos rescatados de buques negreros del tráfico ilegal y
convertidos al estilo occidental.

Así pues, hacer una ceremonia religiosa “tradicional” en nombre de la cultura y


religión yoruba, es tan absurdo como decir: la religión y cultura Suramericana, o por
la religión del Caribe; o que se realiza por la cultura Latinoamericana, por tanto es un
eufemismo improcedente. Yoruba se refiere a un gran territorio geográfico (Benín,
Togo y Suroeste de Nigeria) concebido y repoblado por los británicos a partir del siglo
XIX y no define una categoría de religión específica; y como cultura, solo la
occidental y nada autóctono ancestral específico.

Los yorubas no tienen una sola religión ni representan un solo grupo étnico, como los
suramericanos tampoco, en tanto, nos referimos al nombre de un área geográfica
multiétnicas y no a una teología ni una sola cultura, porque abarca muchos países,
pueblos, costumbres y diversas religiones; de manera que los cultores cubanos decir
o repetir lo que les dicen, sin saber el significado, es muestra de desconocimiento, se
evidencia que hablan a nombre de una identidad imaginada, respecto de las propias
culturas locales de orichas de otros territorios originarios.

A partir del cese de la Trata Negrera hacia América, (Básicamente desde zonas
costeras) Europa comienza el intenso proceso de penetración y colonización del
África, dejándonos importada el legado de culturas de aquella época; de esta forma,
mientras en Cuba se iban conservando en los cabildos de negros las prácticas y
escritos de las liturgias más ortodoxas posible de la ocasión, en los territorios
originaros desarticulaban los cultos ancestrales bajo la colonización británica católica
y protestante, la escolarización en inglés, cultura occidental y sobre todo la
reinserción social y reubicación geográfica de los emancipados.

Dicho de otro modo, el legado cultural y religioso de procedencia africana que


conservamos, no nos llega de manos de ilustrados occidentales actuales; no fueron
cubanos los inventores ni los continuadores inmediatos, sino portadores africanos; no
llegaron en este siglo con modificaciones sustanciales y pérdidas ancestrales.
Objetivamente, los negros originarios llegados a Cuba, en sus cabildos comenzaron el
proceso de prácticas, escritura y conservación de estas tradiciones, precisamente, a
partir de la misma etapa histórica que la colonización inglesa (protestantes y
monoteístas) satanizaba y desarticulaba las tradiciones religiosas en los pueblos
originarios. Estas son realidades de conformación históricas, al margen de las
pretensiones de ninguna de las dos partes.
‹‹La repentina proximidad (convivencia) de personas de orígenes oyó, egbá, egbadó,
ijesá y otros parecidos en su exilio sierraleonés […] En primer lugar, los hizo
conscientes de sus parecidos, pero particularmente de su común diferencia respecto
del interior local sierraleonés. Solo entonces se hizo concebible (la necesaria
metamorfosis de) una identidad étnica yoruba unida.›› (2015:62)

Matory demuestra que el colonato inglés aglutinó en ciudades a grupos étnicos muy
diversos, no agrupados por sus identidades culturales de procedencias étnicas,
(realmente no era posible por la diversidad de identidades culturales y dialectos) sino
en una colectividad social que fusionó a todos sus integrantes; para ser reformados,
convertidos y educados en los preceptos de los procesos civilizatorios británicos,
generadora de una nueva identidad cultural preyoruba muy occidental, que dejaron
atrás necesariamente (sin más opciones) sus raíces culturales. Fueron reinmigrados,
reinsertados, deculturados, reeducados y totalmente metamorfoseados.

‹‹A la altura de 1880, el número de personas krios y saros (Rescatados de buques


negreros de la trata ilegal) en la ciudad de Lagos era a grandes rasgos igual al de los
retornados afrolatinos (emancipados). Pero la educación de los saros en inglés y las
convenciones sociales británicas, a los primeros, les permitió conseguir mayores
éxitos comerciales y un número mayor de cargos administrativos en el gobierno
colonial británico que a los afrolatinos sin estas ilustraciones británicas.›› (2015: 62-
63)
Consustancialmente se documenta que tanto los rescatados de los buques negreros,
como los afrolatinos retornados que se reinsertaron en las localidades coloniales
británicas, si no hacían dejación de su cultura raigal, dialectos y religiones para
asumir los convencionalismos e ilustraciones británicas, no lograrían insertarse ni
avances en mejorar su escala social y laboral.

El colonato español en Cuba no fue benigno, pero implementar los cabildos de negros
agrupados por sus naciones de origen, ‒como formas de segregación, marginación y
control sociopolítico‒ así como la concesión de estos espacios de agrupación y
“libertades” bajo control colonial, facilitó (como una consecuencia impredecible) la
conservación de sus lenguas, costumbres, tradiciones, rituales y la mayor parte de
sus culturas, como les fue posible dentro de los mismos. Con mayor o menor
legitimidad, legalidad o subversivamente. Aun cuando los suscribieran con
denominaciones de santoral católico para ser aprobados por las autoridades
coloniales, no obstante, lo que se practicaba allí y todavía se practica en Cuba no es
sincrético. No aplica íntegramente el término sincretismo[1] para las religiones
procedentes de África en Cuba. El criterio de sincretismo es una percepción subjetiva
sobre los cultos afrocubanos transculturales, que no aplica en la realización de las
consagraciones religiosas que realizan. Los santeros y babalawos no canonizan y
menos aun a personas vivas en sus ceremoniales consagratorios.

‹‹Más importante aún resultaba el hecho de que su conocimiento de las letras (en
inglés) les permitía a los ministros cristianos saró, producir los patrones ortográficos
y léxicos mediante los cuales la lengua franca de los aku (lengua de mercaderes de
oyó) que estaba en vías de emerger, sería trasladada a la escritura. De hecho, fue en
el proceso de predicar (cristianismo) y traducir la biblia a un lenguaje que los oyó,
egbá, ijesá, ekití, ondó, ijebú, y nago podían todos ellos comprender, (para el
comercio e intercambio) que los ministros (religiosos cristianos) saros produjeron por
vez primera una lengua “estándar”, una lengua que de ese modo (con fines
coloniales) volvió concreta la unidad étnica (occidentalizada) de esos pueblos, y
nombraron a esa unidad con un término, que antes solo usaban los de afuera (los no
oyó) y estaba reservado para (referirse a) los (procedentes de) oyó: es decir,
yoruba››.(2015:63)
‹‹Tampoco hubo nada que evitara el hecho de que esos grupos (retornados y
rescatados) se juntaran como una nación multiétnica sobre la base de similitudes
étnicas y culturalmente convertidos al cristianismo […].

Llamar “yoruba” a los pueblos de oyó, egbá, egbadó, ijebú, y Ekití del siglo XIX y a
sus antepasados anteriores a ese siglo (llegados en diáspora a la América) es como
aplicar hacia atrás una historia que tiene sentido común solo a fines del siglo XX,
(Obviamente, antes no existió) hacia un período en el cual esa realidad apenas
comenzaba a ser producida […] por poblaciones antaño cautivas en la América, que
retornaron al Lagos colonial.›› (2015: 65)

Hay que destacar que gracias a los cabildos de negros en Cuba para aglutinarlos por
sus probables procedencias, en tanto libertos y criollos (y no libertos también) facilitó
la conservación y perpetuidad de sus hábitos, costumbres, lenguas y religiones en
estos espacios de sociabilidad y de legitimación de grupos etnoculturales[2] que,
como hemos apreciado, llegaron a nuestras isla antes de la imaginaria “cultura
tradicional yoruba”. Evidentemente, si se habla de yorubas, no son los tradicionales
portadores culturales, sino los occidentales; y se trata de probables culturas
tradicionales, entonces no pueden ser de procedencia yoruba por ser mucho más
contemporáneos y occidentalizados convertidos.

Parece que algunos han olvidado y por lo visto otros ni siquiera conocen, de la obra
de Lidia Cabrera su texto “ANAGÓ”, acerca del cual merece la pena citar algunos
fragmentos introductorios:

‹‹No abarca esta lista de palabras […] el número increíble de las que aun viven en
Cuba, salvadas por la fe infatigable, la devoción extraordinaria que les inspiran sus
antepasados y el apego que tienen a sus tradiciones los descendientes de aquellos
“lucumís” […]Incompleta, (La lista de palabras) bastará sin embargo, para dar una
idea de la riqueza apenas tocada del material, no sólo semántico, que un africanista
hallaría a su disposición en nuestro suelo. […]La puerta de un desconocido
interesante (para sus investigaciones) se me abría con menos recelos si al tiempo de
tocar no me olvidaba de decir: ¿Agó?[3] Okuo, (saludo) era la llave de paso, y
aunque el negro es cordial por naturaleza, las frases que me habían enseñado
Odedei, Latuá y Bamboché, provocaban una sorpresa que se resolvía en carcajadas y
un alborozo que por lo general resultaba muy beneficioso a mi empeño.
(Investigativo) […]

Aumentaban a medida en que penetraba más en la vida religiosa del negro y se


ampliaba geográficamente el área que cedía a mi curiosidad. Como en la ciudad de la
habana, a veces donde menos podíamos esperarlo; en los pueblos de esta provincia,
en los interesantísimos de Matanzas, donde la población de color es mucho más
genuina, más conservadora, impresionantemente africana, y donde los hijos de los
lucumís, réplicas de los que alcancé a conocer, los nietos y biznietos (jóvenes que
contemplan la televisión y saben tanto como Emiliano de Armas), aferrados a su
cultura ancestral no dejan de hablar la lengua que aprendieron en la infancia y que
deben emplear a diario para comunicarse con sus divinidades […] Los ancianos,
criollos reyoyos, cuyo orgullo se cifra en que se les considere lucumís, aun la hablan
corrientemente entre sí, obstinadamente vueltos al pasado. (Este texto se publicó en
1957)

[…] Pierre Verger y Alfred Metraux han podido comprobarlo recientemente, no han
muerto en esta isla del Caribe. Su idioma no se ha extinguido, ya lo había visto
Bascom, y nos parece muy lejos de extinguirse. De esto, más que la prueba que
individualmente nos ofrecen un Rafael Morgan, que Bascom creo que conoció, el
joven estibador, hijo de una respetada sacerdotisa de Cárdenas, que recibe a
marineros yorubas (Obsérvese que es posterior) en su casa del puerto, y se
entienden perfectamente con ellos en su lucumí de Cuba, (Los que llegaron antes) y
tantos santeros y santeras, babalorishas, babalaos e iyaloshas reputados entre los
fieles […]
El interés que demuestran devotos y neófitos por aprender el lenguaje sagrado de los
orishas, se advierte en el número de libretas manuscritas o copiadas a máquina que
corren de mano en mano.

[…] En fin, por lo que cuentan amigos que conocen a fondo a los negros de Haití y de
Brasil, me parece que en ningún otro país que recibiera como el nuestro, copiosa
carga de ébano, hombres de tierras de Ifá, de Changó, Oya, Yemayá y Oshun, han
conservado lo que Cuba de su larga impregnación africana›› (Cabrera 1957:
introducción)

Reitero, tenemos joyas patrimoniales literarias de liturgias, teología y sicología por


estudiar; contienen la vida de personajes épicos olvidados de la memoria colectiva de
zonas originarias de pueblos africanos y desconocidos en nuestra cultura general;
relatos de hechos, sucesos y moralejas de diversos aconteceres e intrigas
desconocidas por la historia oficial, marginada e inédita por limitarse su lectura
natural al sector religioso; desconocida por nuestros especialistas e instituciones en
temas lingüísticos, históricos y literarios acerca de estos materiales conservados en
Cuba.
Lamentablemente en los territorios originarios el cuadro de evolución cultural fue
mucho más adverso para la conservación de las costumbres y tradiciones religiosas,
determinado por la colonización[4] y la transculturación local de pueblos que han
sido analfabetos.

El proceso civilizatorio eurocéntrico no perdonó a estas culturas ni antes ni ahora ‒


entre otros aspectos el Imperio Británico fue monoteísta esencialmente por
definición; es excluyente del politeísmo y discriminativo porque en su cosmovisión
somos satánicos. Son proselitistas y parte importante de los llamados procesos
civilizatorios que llevaron a cabo.[5] Además, el mundo Árabe y sus rutas
comerciales del Sahara, facilitaron la penetración del islam ‒monoteísta también ‒
mucho antes de la llegada de Europa. ¿Qué ortodoxia originaria se podría haber
salvado? Tristemente penoso los crímenes cometidos en el África llamada Negra.

[1]Hasta buen tiempo después de 1959 fue obligatorio en el registro civil, en la


partida de inscripción de nacimiento, inclusive, agregar el nombre del santoral
católico correspondiente al día. Y, no necesariamente la denominación católica,
implicó siempre una obligada consecuencia de sinonimias improcedentes o
conversión al catolicismo. Igualmente todavía se practica el bautismo católico sin
implicación teológica. La mayoría es por costumbre o tradición sin continuidad de los
restantes preceptos establecidos. Así, igualmente muchas instituciones y
asociaciones fueron registradas con nombres del santoral, que en numerosos casos
no eran vinculantes la razón social de la institución, con la denominación de la
advocación católica con que fue suscrita y registrada.
[2]Véase: Barcia Zequeira. Ma. Del Carmen, Rodríguez Reyes. Andrés, y Niebla
Delgado. Milagros. “Del Cabildo de “nación” a la casa de santo. Fundación Fernando
Ortiz. Colección “La Fuente Viva # 39. La Habana. Cuba. Año 2012
[3] Fonema del Anagó antiguo que significa: Permiso. Por ej.: Con el permiso; o sea
pedir permiso o autorización.
[4] Es un imperativo para el estudio de los remanentes culturales de las migraciones
masivas de la Trata Negrera, tener en elevada consideración la teología imperante del
colono. Dependiendo de eso son: fulminantes radicales, beligerantes o indiferentes; a
su vez resultan las conservaciones o desaparición de la cultura y religión subalterna.
[5]No estoy criticando teología alguna, estoy describiendo sus principios, normas y
procesos de conversión civilizatoria

8
Dos caras y una moneda.

Si consultan brevemente la enciclopedia Wikipedia (2014) y buscan Nigeria Religión,


se encontraran la siguiente composición actual.

‹‹De acuerdo con un informe de 2003, el 50,4% de la población de Nigeria son


musulmanes, el 48,2% son cristianos y el 1,4% son de otras religiones.[23] Entre los
cristianos, el 27,8% son católicos, el 31,5% son protestantes y el 40,7% pertenece a
otras denominaciones cristianas.[24] El norte principal es mayoritariamente
musulmán, hay un gran número de musulmanes y cristianos en el Cinturón Medio,
incluido el Territorio de la Capital Federal. En el oeste del país, especialmente en la
Yoruba, la población se dice que se divide por igual entre musulmanes y cristianos,
mientras que en las regiones del sudeste son en su mayoría cristianos, con amplias
creencias tradicionales, católicos, anglicanos, metodistas y son la mayoría con pocas
creencias tradicionales, mientras que la región del Delta del Níger son principalmente
cristianos.››

Si este es el estado y composición de sus religiones, hay que plantearse seriamente:


¿Qué conservación de tradicionalismo religioso realmente lograron?; ¿Qué cultura de
Ifá se ha estado desvaneciendo?
Actualmente casi el 70 % de su población son convertidos al islam y en franco
crecimiento; no es una crítica, sino una descripción de sus realidades. Cada día hay
menos espacio a sus tradiciones y ha contribuido a la pérdida de su memoria
histórica; precisamente de lo que fue más tradicional y primigenio.

Actualmente el fundamentalismo islámico, se está imponiendo sobre los otros


sectores religiosos de su población. Estas son solo muestras de la perjudicial
intromisión religiosa y la pretensión de las supremacías culturales. Lamentablemente,
es mucho más lo que han perdido por la oralidad y falta de condiciones locales.

Pero veamos que dice la misma fuente bibliográfica Wikipedia (2014) de la


composición religiosa de Cuba. (Wikipedia es considerada poco precisa, pero refiere
ambos países)

‹‹La religión predominante es el cristianismo católico romano, pero también se


toleran diferentes denominaciones protestantes tales como los evangélicos,
adventistas, testigos de Jehová, metodistas, presbiterianos, etc. Paralelamente la
santería, o regla de ocha, se ha establecido como religión reconocida. […]

A consecuencia de la trata esclavista prolongada por varios siglos, durante la etapa


colonial se introdujeron en Cuba diversas manifestaciones religiosas, de acuerdo con
los diferentes pueblos que llegaron desde África con el trasiego de hombres. Desde
entonces, lo hispano y lo africano constituyen los dos troncos etnoculturales
principales de la nacionalidad cubana […]

Derivada de la cultura yoruba (Nótese el generalizado falso concepto) se generó la


llamada Regla de Ocha, popularmente conocida como santería, que tiene como
centro de culto a un panteón de deidades (orichas), cada uno de ellos investido con
diferentes mitos, atributos y poderes. Entre los más importantes están: Olofin,
Olorun y Oloddumare, como poderes supremos y Changó, Yemayá, Obatalá, Ochún y
Elegguá (entre otros), más cercanos a los creyentes. En Cuba el culto a los orishas
africanos integró las diferentes deidades de las regiones de donde procedían los
esclavos en un cuerpo religioso único, La Regla de Ocha. Las personas que practican
la santería se les llama santeros, los sacerdotes de la religión (babalawos) también
están las santeras quienes no pueden tener un rango más alto como la sacerdocía. La
forma más sistematizada y compleja de esta expresión está en el culto a Ifá - deidad
cuyo atributo principal es la adivinación -, sostenido por las máximas autoridades
sacerdotales, los Babalawos.

Derivada de expresiones de los pueblos subordinados al Reino del Congo, en Cuba se


practica la llamada Regla Conga, Palo Monte o Palo Mayombe, conjunto de formas
religiosas que se centran en el culto a las fuerzas naturales. Dado que no se han
encontrado huellas de las mismas en África, muchos investigadores han llegado a la
conclusión que se gestó en la isla, donde tiene gran fuerza. (Se destaca su
desaparición en los pueblos originarios)
[…] Otra expresión de origen africano, localizada en la zona occidental del país, es la
agrupación secreta masculina Abakuá, también conocida como ñañiguismo, surgida a
principios del siglo XX. En las sociedades abakuá se han creado estructuras que
abarcan varios grupos locales. Existen templos centenarios en Cienfuegos, Palmira, y
en varios pueblos de Matanzas y La Habana, que unen en familias a grandes grupos
de sacerdotes, y más recientemente se creó la Asociación Cultural Yoruba de Cuba,
que agrupa un número determinado de babalawos o santeros del culto Ifá.

Otra expresión religiosa difundida en la sociedad cubana lo constituye el espiritismo,


surgido en Estados Unidos y sistematizado en Europa, como versión religiosa del
pragmatismo estadounidense y del empirismo filosófico. Llegó a Cuba a mediados del
siglo XX y comenzó a diversificarse en varias vertientes, mezcladas con elementos de
las religiones de origen africano y del cristianismo, y con una marcada referencia a lo
cotidiano.

También se practica el cristianismo protestante, el cual llegó al país con relativo


retardo, obstaculizado por disposiciones coloniales que protegían a la Iglesia católica.
Esta profesión de fe se estableció en la isla a lo largo de los primeros cincuenta años
de república, con apoyo de las juntas misioneras estadounidenses, de donde procede
el protestantismo cubano, reproduciéndose la diversidad de denominaciones típicas
de la sociedad estadounidense.

Otras prácticas religiosas practicadas son el judaísmo, entre personas pertenecientes


a la comunidad hebrea la cual cuenta con varias sinagogas. Agrupaciones de corte
filosófico-religioso-orientalista, como la Sociedad Teosófica y la comunidad bahá’í así
como grupos minoritarios de yoga, budismo, confucianismo. La masonería cubana
cuenta con más de 29.000 integrantes, inscritos en 314 logias repartidas por todo el
territorio nacional.››

También la misma enciclopedia (2013) ha publicado de Cuba:

‹‹La Santería cubana es la decana, heredera y seguidora de la cultura lukumí, la


verdadera continuadora y en sí la que ha enriquecido todos los preceptos de las
doctrinas yorubas, es diáspora del legado de los esclavos que llegaron desde Nigeria
y por lo tanto del pueblo de Ifé, a tierra cubana.››

En la composición religiosa del primer caso apenas hay referencias de sus


tradiciones; mientras en el caso de Cuba, la misma fuente tiene un amplio
reconocimiento de la presencia de las religiones de origen africano. El llamado
“tradicionalismo africano” actual es cada día menos sostenible; las citas anteriores
evidencian la necesidad de publicitarse para legitimarse.

9
Preliminares.
En la época de mayor esplendor y desarrollo de los oficios de Ifá, este llegó a Cuba y
en buena medida hay mucha literatura para estudiar, la mayor parte está a la venta e
incluso recorre el mundo. En los mismos aparecen muchos suyer[1] (hoy les llaman
eses[2] o encantamientos)[3] han perdido voces originales que son de otras culturas
o lógica evolución del habla local y en otros dialectos.

Se aprecia en los estudios y enciclopedias un reconocimiento de la existencia,


avivamiento y difusión de las religiones que vinieron del África llamada “Negra” en
Cuba; con la mayor fidelidad relativa que fue posible conservar e integrarse hasta
nuestros días; mientras que en sus lugares originarios, como hemos expresado y
demostrado, van en acelerada y franca vía de extinción.

Es la causa principal desesperada de la proliferación en ceremoniales masivos,


diversos, más simples, en menos tiempo que los afrocubanos y publicitada además,
como más económica; “made in África” como forma de expansionismo geográfico
acelerado y colonización cultural de nuevo tipo. Si el eurocentrismo es criticable como
paradigma hegemónico, no menos lo es el paradigma del “afrocentrismo” o el
“yorubacentrismo.”

La desarticulación de la memoria histórica de sus religiones evidenciada en fuentes


enciclopédicas ‒si bien no justifican sus malos procedimientos ‒ al menos explica la
necesidad contingente de optar por demeritar la cultura cubana de precedentes
africanos. Solo ellos la han considerado un potencial competidor expandido por el
mundo, pues, estuvieron ausentes del escenario internacional y en fase de extinción
por más una centuria, mientras los cubanos expandieron esta cultura sin necesidad
de proselitismo ni propaganda demeritoria hacia el resto de las religiones.
Circularon miles de correos electrónicos en los foros internacionales, que con
nombres y apellidos expresaron todas sus críticas descalificadoras, peyorativas y
discriminatorias; instigaron la desidia y alentaron separación y división de los
practicantes.

La cultura cubana dentro y fuera de Cuba, ha sido denigrada, ofendida y mancillada;


tanto por naturales como por visitantes; los que nos denigran en el ciberespacio,
también son promotores y ejecutores de las profanaciones de las «iyanifá» en Cuba.
Que en franca doble moral, son los que suscribieron el documento condenatorio del
Concilio Internacional de Ilé Ifé, que condenó a la primera falsa «iyanifá» del mundo,
la Dra. D´Haifá, luego que, precisamente, fueron ellos los propios consagradores. De
manera que hacen lo que condenan y condenan por abominación –palabras textuales
suyas‒ lo mismo que ellos hacen.[4]

‹‹Documento del Consejo Internacional de Ifá en Nigeria Marzo 25 del 2003


Para: La orden de Ifá Mundial
Este consejo ha estado al tanto de las crecientes preocupaciones generadas por la
actual controversia que rodea el reporte que se encuentra circulando y que alega que
una Sra. Nombrada D'HaIfá quien es también Yeye Araba, afirma estar en posesión
de Orisa Odu (Igba Iwa) el cual le fuera entregado a ella por el Olo-Irese, El Araba de
Ife, y el Jefe Makonranwale Adisa Aworeni.
Este hecho ha generado una gran inquietud y desasosiego sin precedentes dentro y
fuera de la comunidad de Ifá Mundial
El consejo, con vistas a aclarar los hechos, por este medio hace las siguientes
aclaraciones;

1- Se prohíbe a cualquier mujer de cualquier religión o extracción espiritual la


posesión de, manejo o visión de Orisa Odu.
Esto no es de ninguna manera discriminatorio contra la mujer, sino más bien, está
pura y estrictamente en consonancia con los dogmas de Ifá según se expresa en
Ofun Meji 16:4, en Irete Osa 221:8, en Irete Ofun 226:18 y en Otrupon Irete.
194:11.
2- Cualquier mujer que afirme estar en posesión de o manipule o vea a Orisa Odu ha
por consiguiente roto un dogma fundamental de Ifá y sólo ella será responsable de
las consecuencias tanto físicas como espirituales de sus acciones.
3- El consejo igualmente informa que ni la Sra. D’HaIfá ni su asociación están
registradas o reconocidas como miembros del Consejo Internacional de la Religión de
Ifá, el organismo rector y aglutinador de todos los seguidores de Ifá en Todo el
Mundo.

El concilio hace las siguientes declaraciones.

1- Se advierte a todas las mujeres en interés de su bienestar físico y espiritual de


nunca adquirir, tocar o ver Odu (igba iwa). Esto no les hará ningún bien, ya que el no
poseerlo no les priva de su esencia espiritual en ninguna forma.
2- Si alguna mujer afirma poseer un Odu (Igba Iwa), dicha mujer lo hace contrario a
los mandamientos de los dogmas de Ifá. De esta manera aquellas mujeres en
posesión de Odu (Igaba Iwa) de cualquier modo o aspecto deben considerarlo como
algo que está carente de valor espiritual, ya que aquellas personas de las cuales ellas
afirman haberlo recibido, están consientes del hecho inexorable de que es una
abominación para una mujer el tener poseer o ver Odu (Igba Iwa)
3- Por haber manchado el nombre de Ifá y de las mujeres y por arrastrar por el lodo
el reverenciado nombre de Ifá, y generando así una controversia que pudiera haber
sido evitada, el concilio Internacional de la Religión de Ifá, (del cual el Araba de Ife
es Presidente, Junta directiva) por este medio retira el titulo de jefatura de Yeye
Araba a la Sra. D´Haifia con efecto inmediato.
4- El Consejo por este medio advierte a todos los charlatanes, impostores, falsos y
poco éticos practicantes de Ifá de que desistan en lo adelante ya que no dudaremos
en invocar todas las medidas correctivas necesarias sobre cualquiera sin importarnos
la posición que ella o él tengan en la comunidad de Ifá.
5- A todos los templos y asociaciones dedicadas al culto de Ifá en todas partes del
mundo por este medio se les aconseja registrarse oficialmente y tan pronto como sea
posible en el consejo y así evitar que los derechos y privilegios derivados de dicha
membrecía les sean denegados.

Firmado por:

Profesor Idowu B. Odeyemi Balogun Awo Agbaye & Presidente


Chief Solagbade Popoola, secretario General
Chief Fasina Falade Olobikin Of Ile –Ifá
Miembros Junta directiva, depositario:
Chief Aworeni,Chief Prof. Wande Abimbola, Chief Oyewole Obenmalcinda, Chief Prof.
Odutola Odeyeni, Chief Iquyikwa Odutola, Chief Adeboye Oyesanya, Chief Awodirian
Agboola.»

La cita anterior fue circulada por Internet por las autoridades del Concilio de Ilé Ifé,
con el fin de parar definitivamente las profanaciones de consagraciones de mujeres.
Intentando a su vez desvincularse con esta declaración de su propia profanación
realizada en 1985, publicada por el diario “The Guardian” de Nigeria. (Ademodu:
1985)
Sin embargo, si bien esta declaración establece que las féminas no pueden poseer,
ver ni tocar esa deidad, no menciona nada sobre los babalawos que así lo faciliten (o
lo aparentan), las consagren engañosamente y les “concedan” arbitrarias
atribuciones oraculares que, sin dudas, no fueron consagradas realmente para ello.

La declaración igualmente fue enviada a distintas asociaciones internacionales,


incluyendo a la Asociación Cultural Yoruba de Cuba a instancias de su presidencia
anterior el Sr. Castañeda , quienes a su vez la hicieron circular al territorio nacional
para sentar precedentes que den fin a los actos violatorios, sin embargo, continúan
llevándose a cabo dentro y fuera de Cuba.

La argumentación de Nigeria para declarar el Oráculo de Ifá como Obra Maestra del
Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y suscrito en la lista de Memorias del
Mundo del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad aprobado por la UNESCO,
no deja dudas, pues se argumentó y se aprobó como un sacerdocio exclusivo de
babalawos (Padres de los Misterios). Cito:

‹‹Descripción:
El sistema de adivinación Ifá que utiliza una extensa gama de textos y fórmulas
matemáticas es una práctica de las comunidades Yoruba y de la diáspora africana en
las Américas y el Caribe. El termino Ifá se refiere a la figura mítica de Ifá o Orumila
conocida por el Yoruba como la deidad de la sabiduría y el desarrollo intelectual A
diferencia de otras formas de adivinación en el área que recurren al espíritu de la
media unidad, la adivinación Ifá no depende (no confía) en una persona con poderes
oraculares sino en un sistema de signos que interpreta el adivinador, o sea el
sacerdote o babalao de Ifá literalmente conocido como The priest´s fathers (el padre
de los sacerdotes). El sistema de adivinación se realiza siempre que haya que tomar
una decisión importante colectiva o individual. La letra de Ifá que se nombra odun
cuenta con 256 combinaciones subdivididas en versos conocidos como ese, y cuya
cifra exacta se desconoce por cuanto aumenta constantemente (hay alrededor de
800 eses por odus) cada uno de los 256 odus posee su propia firma de adivinación
que es determinado por el babalao utilizando semillas de palma y una cadena de
adivinación de ese, consideraba la parte más importante en la adivinación Ifá que lo
trasmite los sacerdotes en un lenguaje poético. El ese refleja la historia Yoruba, el
lenguaje, las creencias, la cosmovisión y los aspectos sociales contemporáneos. El
conocimiento del Ifá se ha preservado dentro de las comunidades Yoruba y se ha
trasmitido a través de los sacerdotes Ifá. Las creencias y las prácticas tradicionales
fueron discriminadas dada la actitud del dominio colonial y las presiones religiosas.
Los sacerdotes Ifá que en su mayoría son bastante viejos cuentan solamente con
medios modestos para mantener la tradición, trasmitir su complejo conocimiento y
formar a futuros practicantes. Por ende, los jóvenes y los yoruba están perdiendo en
interés en la práctica y en la consulta de Ifá lo que está estrechamente vinculado a la
creciente intolerancia hacia los sistemas tradicionales de adivinación en general.››
(UNESCO: 10-2006/04-2010)

Esta argumentación de Nigeria para la declaración de patrimonio pone claramente de


manifiesto varios aspectos interesantes a la luz del texto:

1- Desafortunadamente sus referentes culturales, no han encontrado generaciones


locales herederas interesadas y depositarias de continuadores portadores de sus
antiguas tradiciones. Están en vía de crisis y desintegración de sus costumbres
ancestrales. Constituyen minoría cultural en su territorio. Esto explica los intereses
“yorubacentristas” expansivos, en tanto la crisis de valores y de posibilidad de
continuar con su cultura en los territorios propios; pero no se justifican sus actos, en
un contexto cultural donde sus acciones son violatorias. Tanto los extranjeros como
naturales deben respetar las normas culturales de cualquier nación.

2- Nigeria argumentó definitivamente que es un oficio oracular de sacerdotes


hombres que son los Padres de los Secretos (babalawos), quienes los poseen y
trasmiten entre sacerdotes y es patrimonio universal en esta condición y forma de
transmisión patrilineal. Al violar esta norma de transmisión y facultades oraculares
con las iyanifá para el manejo de oráculos de babalawos, se comete una
contravención contra la figura mística sacerdotal que los posee como patrimonio
declarado universal. Ello puede promover un llamado de atención de la UNESCO, por
violación de los preceptos en la conservación patrimonial, tanto por cometer violación
del patrimonio, como por omisión y silencio de a quienes corresponda, en tanto es
patrimonio de todos los países miembros e instituciones de la llamada Diáspora
Americana y el Caribe. Todos estamos en el deber de preservarlo y alertar las
violaciones del manejo de los oráculos.

3- Establece que el acto oracular para obtener un odu (resultado de la acción


oracular) es determinado por el babalawo y que ambos métodos: Semillas y cadenas
de adivinación son utilizados por el babalawo; que es la parte más importante de la
adivinación. Obviamente, ninguna relación de actos adivinatorios por «iyanifá». De
modo que sea en África, en Cuba o cualquier nación donde personas ajenas a los
babalawos manipulen los oráculos de Ifá, es otra violación más de a quienes se les
reconoce como atributivo y patrimonio universal.

4- Declaran que se desconocen la totalidad de los eses Ifá, (el contenido y


explicación oral a cada odu del acto adivinatorio) lo cual constituye una tácita
declaración de que no tienen legado escrito estable, ni norma establecida; confiesan
que aumentan cada día, o sea, se crean nuevas historias y nuevas versiones.

5- Dado las leyes de la Convención de la UNESCO para la Salvaguarda del Patrimonio


Inmaterial de la Humanidad, que establece el deber de velar por el mismo por las
naciones firmantes, implica que las instituciones con personalidad legal y los
funcionarios, así como los espacios de debates, foros, coloquios y eventos de
temáticas afroculturales, dado que se reservan el derecho de admisión de las
temáticas que se expongan, si conceden espacios que publiciten y argumenten a
favor de actos violatorios, incurrirán igualmente en acciones que gravan y alientan
estas acciones, sin detrimento de la responsabilidad que corresponda a cada caso.

La argumentación de patrimonio elaborada, por si misma, pone en tela de juicio el


“tradicionalismo” antiguo; precisamente ha sido declarado patrimonio, para intentar
conservarlo de modo residual. Paralela y paradójicamente, los cubanos hemos
conservado en legados escritos sus reales costumbres, tradiciones culturales y
religiosas en tiempos de su arribo a Cuba.

Perjudica el estado de estas cuestiones la beligerante actitud de estudiosos y


académicos que encuentran espacios para ponencias y conferencias en defensa de
acciones religiosas y de figuras “religiosas” (Las iyanifá) ya declaradas y condenadas
como abominaciones por las propias autoridades del Concilio de Ilé Ifé; a sabiendas
de que son actos violatorios de las normas oraculares, amparan y convalidan a las
mismas. Son testigos los participantes de eventos; así como los programas impresos
de participantes y títulos de sus ponencias, gravadas en las memorias de las
relatorías de los mismos en CD por las instituciones y en poder de todos los
participantes.
Estoy alertando sobre asuntos que son del conocimiento internacional y de muchos
involucrados pasivos y activos, así como de importante preocupación en los cultores
populares.

¿Qué “tradición antigua” conservan en la oralidad los escasos representantes actuales


si están en crisis total de desaparición cultural ancestral los más ancianos?; ¿Que
ofertan y que venden?

‹‹Igualmente reciente es la idea de que comparten una cultura primordial común. Así
pues, llamar “yoruba” a los cautivos que se identificaban a sí mismos como oyó,
egbá, egbadó, ijebú, y ekití incluso hacia fines del siglo XIX es, en la mayoría de los
casos, un anacronismo.» (2015: 65 [Law: 1993, 1984, 1977]; y [Peel: 1993 [1989])
Si la identidad cultural llamada "yoruba" cronológicamente en tiempo fue
absolutamente recreada y construida (con extraordinaria mezcla de identidades y
nueva lengua) muy posterior al devenir de los diversos grupos étnicos que llegaron a
la América, con identidades culturales de personalidad propia, obviamente, es
absolutamente anacrónico pretender que la cultura primordial ancestral sea la
“yoruba” que, precisamente, desdibujaron las esencias originales de cada sector
cultural, por haber reconcentrado un grupo de emancipados post colonial en un
territorio, subordinados en protectorado británico y convertidos al cristianismo. Así
como sustituir, hasta perder, dialectos originales en la nueva Yorubaland, incluso los
emancipados que retornaron desde América, luego de haber traído y haber dejado su
legado en nuestras tierras.

Nuestras prácticas afrocubanas están vivas, vigentes en las nuevas generaciones y


disponen de toda la literatura necesaria (de fonemas originarios) para su estudio y
prácticas en los ceremoniales. Vale señalar que un respetable número de nuestros
maestros de ceremonias que dirigen las consagraciones, tanto del culto a orichas
como en las de ifá, muchos ya son jóvenes profesionales de estos oficios a tiempo
completo y algunos, también, son profesionales universitarios inclusive.

Indiscutiblemente, si bien África fue dispersada por el mundo por el tráfico de


esclavizados, hay que reconocer que la real propagación de las cultura de orichas y
de Ifá hacia el mundo ha sido básicamente a partir de Cuba y de los cubanos
mayoritariamente.

La cantidad de naciones que han conocido de estas prácticas y que no tuvieron


esclavizados africanos, en su mayoría ha sido la llamada santería cubana y el ifá de
Cuba la que les llegó, en todos los casos, mucho antes que la moderna corriente
fundamentalista del imaginado “yoruba tradicionalista.”

Países como Uruguay, Colombia, México, Argentina, EE.UU y muchos más, a pesar de
haber recibido migraciones de esclavizados, sus prácticas primarias no perduraron y
las actuales han sido afrocubanas y en todos los casos cuando aún no habían llegado
las prácticas de los actuales “yorubas tradicionales.”

En Venezuela no quedó remanente propio africano religioso postcolonial conservado a


pesar del importante presencia de esclavizados recibidos. El culto a orichas, es
santería cubana; el culto de ifá primario y el culto de Palo Monte son de origen
cubano, antes de la llegada de la yorubarización actual.

En países como: Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Jamaica, Bolivia, Panamá,
Serbia, Polonia, Rusia, España, Italia, Australia, Canadá, Francia, Suiza, Bélgica,
Holanda, Noruega, Finlandia, Guatemala, Ecuador, Perú, Chile, Canadá, Rusia,
Nicaragua, Barbados, Martinica, Islas Canarias, Grecia, Alemania, Eslovenia, tienen
ciudadanos consagrados en Cuba; hasta cerca de Ciudad Vaticano existe un juego de
tambores y tamboreros italianos consagrados procedentes de Cuba; por solo citar
algunos ejemplos de la más temprana posible presencia del culto a orichas y del culto
a ifá en el mundo procedente de Cuba.

Es bueno destacar, que no hay representaciones internacionales de Iglesias católicas


ni filiales protestantes cubanas en otros países; es todo lo contrario, ellas están
representadas en nuestra isla partiendo de sus centros rectores internacionales:
Ciudad Vaticano y EE. UU. Respectivamente como dije anteriormente; sin embargo, a
partir de Cuba tenemos miles de personas en decenas de países consagrados en los
cultos afrocubanos, que de un modo u otro, han sido reproductores y representantes
de estos patrones culturales a partir de la tradición e identidad cultural afrocubana.

Mucho antes del establecimiento del catolicismo como religión oficial en Cuba, ya
teníamos cuantitativamente una importante presencia de prácticas de palo monte,
santería y más tarde de ifá, aun cuando todavía no habían llegado las corrientes del
protestantismo, que solo incursionan en la isla a partir de la intervención y presencia
de los Estados Unidos (1898 - 1902 en adelante). Sería bueno meditar en Cuba, por
cada sacerdote católico y por cada pastor protestante, cuantos santeros y babalawos
son representantes de la religiosidad popular de cubanos y, además, a miles de
extranjeros en decenas de países.

Debemos reconocer que Cuba a pesar de centurias de colonización española y


conversión al catolicismo, casi 50 años de república con numerosas escuelas
docentes de primera y segunda enseñanza, universidades católicas, protestantes y
luego de casi 20 años de ateísmo científico como doctrina, en la actualidad, estas
culturas afrodescendientes cuentan con la mayoría de los practicantes de la sociedad
cubana. Es tan autóctona de Cuba, como parte íntegra de la identidad cultural a
pesar de la diversidad.

Antes de la creación del himno nacional, del escudo patrio y de nuestra bandera
cubana, ya había un componente identitario en el seno de la sociedad,
numéricamente muy superior a los españoles que conservaban y reproducían sus
identidades, sus lenguas originarias, con sus nombre propios, sus géneros músico-
danzarios, sus hábitos, costumbres ancestrales y arquetipos de personalidad.
Veamos en la siguiente cita del eminente colega y amigo Aurelio Alonso Tejada otros
indicadores del peso específico que tienen en nuestra identidad nacional los diversos
componentes de religiosidad.

“El catolicismo

[…]En el caso del catolicismo, la asistencia promedio a misa dominical, dato que
resulta más indicativo que las cifras de bautizos u otras para ponderar el sentido de
pertenencia del católico, no llega a 100,000 (se pondera entre 60 y 90 mil) y los
estimados generales se mantienen bajo el 1.5% de la población. Con la precaución
debida, pues ni todos los asistentes a misa lo son (el santero o el espiritista pueden
compartir esta participación), ni la asistencia regular es abarcadora de otra cosa que
un porciento de la feligresía. […]
[…]En lo que se refiere a la estructura diocesana del país, hasta 1989 ésta se
componía de 5 diócesis y 2 arquidiócesis con los prelados correspondientes; la
estructura territorial y jerárquica casi no había variado en 30 años. Hoy existen 8
diócesis y 3 arquidiócesis y el número de los prelados aumentó a 13. Funcionan 602
templos, el número de sacerdotes asciende a 297 (55% cubanos), y se cuentan 27
hermanos legos, 31 diáconos permanentes y 518 monjas, lo cual totaliza 888
dirigentes de culto, 420 más que una década atrás. En el presente más de cien
seminaristas se forman para el sacerdocio, en Cuba y en el extranjero, cifra similar a
las más elevadas de los años cincuenta, y muy superior a las de finales de los
ochenta en que sólo rebasaba la veintena. […]

El protestantismo

A diferencia del catolicismo, el cuadro del protestantismo se caracteriza por la


diversidad y el denominacionalismo. Unas cincuenta organizaciones religiosas,
registradas como asociaciones, reportaban, a principios de los años noventa, cerca de
200,000 adherentes. Hoy el crecimiento apreciable del pentecostalismo, y de los
Testigos de Jehová, que aseguran que su membrecía se aproxima a los 100,000,
sugiere una presencia protestante cercana al medio millón de cubanos.
Religiones afrocubanas

[…]Como religión de iniciados, de practicantes comprometidos, no es exagerado


afirmar que la santería aventaja numéricamente a cualquier otra manifestación
organizada de la fe. Es muy difícil dar respaldo cuantitativo a esta aserción, pero es
muy fácil de observar en el entorno social. Las encuestas de finales de los años
ochenta indicaban un 15% de población con signos claros de religiosidad muy
comprometida en la muestra, y de estos las proporciones de católicos, protestantes y
otros no superaban el 5%.
Fue precisamente la religiosidad de raíz africana, y su honda frontera en la
religiosidad popular, la que hizo notar su presencia con mayor fuerza a partir del
acuerdo del IV Congreso del PCC en 1991, que aprobaba el acceso de los creyentes
al Partido, y del epígrafe que condenaba la discriminación por motivos religiosos en la
Reforma Constitucional de 1992.[…]
[…]No sería posible pasar por alto que en las tendencias de conversión que tienen
lugar hoy en Cuba se halla también presente la manipulación desde Estados Unidos,
donde el aprovechamiento de la religiosidad en función de las influencias políticas y
económicas ha alcanzado un nivel de oficialización sin precedentes a partir de la Ley
de Apoyo de la Libertad Religiosa Internacional de 1998 y la de la creación de
dispositivos gubernamentales para su implementación. (Alonso: 2017)

Una vez más se documenta que la existencia de las religiones de matriz africana en
nuestro archipiélago, no se desdibujaron como ocurrió en su contexto bajo el dominio
colonial británico con la imaginada “cultura yoruba” para la recolonización y
conversión a nuevas identidades convencionales de los británicos.

Hemos desarrollado una cultura de conservación y resistencia cultural, hemos


desarrollado una identidad cultural que en buena medida es parte de la identidad
nacional, que merece el respeto de los llamados “tradicionalistas” naturales,
extranjeros y del mundo.

«Oyó y las unidades sociopolíticas existentes alrededor del Golfo de Benín aportaron
buena parte de la materia prima cultural de la identidad lucumí formulada en Cuba,
la identidad nago formulada en Brasil y la identidad yoruba que fue primeramente
articulada en Sierra Leona y luego ampliada (reformada) en Lagos. Pero la identidad
yoruba que (se aplica) a los oyó, los egbadó, los ijebú, los ijesá y los nagos, no
existió antes de la dispersión hacia Cuba, Brasil y Sierra Leona. (Los componentes
religiosos llegados a Cuba son anteriores a la imaginada cultura yoruba)

Su nueva identidad colectiva adquirió sustancias en las nuevas formas lingüísticas y


literarias que sus partidarios crearon en el siglo XX en sus usos coloniales y
misioneros y, como veremos, en los motivos religiosos (cristianos y transculturados)
que ubicaron a esta nación en un sitial aparte en la diáspora.

Los connados de términos tales como nago-nago, lucumí, ketu- para queto,
existieron con anterioridad a la trata esclavista, pero su aplicación a todos aquellos
pueblos que ahora son llamados “yorubas” (Absolutamente falso e improcedente) es
de cosecha reciente.» (2015: 65)

Se pone claramente de manifiesto que es una falsedad, al respecto de tradiciones


autóctonas ni antiguas, es una identidad imaginada adecuada en la
descontextualización geográfica reiterada, ocurrida para una recolonización del
pensamiento teológico y cultural de la antigua diáspora afroamericana que poseían
remanentes culturales y religioso más antiguos y conservados que estos “yorubas”
occidentalizados puedan ser portadores. Se trata de una previa fusión de los
retornados, rescatados y reubicados en Sierra Leona; ni siquiera en Nigeria,
trasladada a la ciudad de Lagos e incorporaron los emancipados que regresaron a esa
ciudad.
En Cuba hemos logrado, sin intención alguna, ser referentes mundiales de estas
culturas ancestrales residuales. Con sobradas razones, tenemos patrimonio tangible
(escrito) de la cultura universal, aún sin percibirlo todavía las instituciones y
personalidades culturales a quienes correspondan tomar estas iniciativas con vista a
estas consideraciones procedentes.

La ausencia de un reconocimiento nacional del patrimonio de nuestra cultura


autóctona de precedentes africanos, propicia la baja estima sobre ella, facilitando
condiciones subjetivas para la penetración de otras corrientes culturales que la
subestiman, confrontan y critican públicamente.

Corrientes proselitistas extemporáneas importadas desde otras latitudes atentan


contra la integridad de nuestra identidad cultural cubana, es un atentado a nuestras
normas, costumbres, tradiciones y cultura. Eso divide y confronta a los cultores
cubanos en el marco de nuestras tradiciones. Esto desorienta y confunde a
sociedades dentro y fuera del contexto cubano. El cliché de “conservadores
tradicionalistas africanos”, ampliamente demostrada su inexistencia, por sus propias
argumentaciones ante UNESCO y el presente estudio, evidencian por sí mismos el
sentido fraudulento de revisionismo teológico ni siquiera hermenéutico.

Basta analizar el caso de EE.UU. que habiendo recibido un aporte de esclavizados


negros, muy superior numéricamente a la migración hacia Cuba, la colonización
británica y el protestantismo amputaron toda la cultura raigal de costumbres y
tradiciones; sus lenguas prohibidas y sus religiones originales proscritas. Le
amputaron el sujeto cultural procedente de África, a pesar de haberse liberado de la
esclavitud británica en 1860 un siglo antes que Nigeria.

Que podemos lamentablemente esperar en materia de conservación del


tradicionalismo africanista, si el territorio de Yorubaland y Nigeria se independiza de
la colonización —también británica— apenas en noviembre de 1960, un siglo más
que EE.UU bajo dominio colonial. Sin considerar el expansionismo del
fundamentalismo islámico, que en abrumadora mayoría va arrasando con los adeptos
de las restantes religiones.
Si todo lo antes expuesto son realidades evidentes; ¿Cuanto “tradicionalismo” real
puro y duro puede quedar después de la colonización y del fundamentalismo islámico
vigente?; ¿En qué medida real puede conservarse la ortodoxia de una cultura ágrafa
y solo mediante la oralidad, durante más de una centuria de transculturación bajo el
dominio colonial británico, la reconcentración multiétnica en Yorubaland y los
paradigmas occidentales?

El Dr. Matory (2015: 109-110) deja claramente documentado que desde 1899 hasta
1924 Osunmaré incluso Ogun, habían existido dentro de los antepasados de los
actuales yorubas, pero ni esos dioses jamás rivalizaron con Changó, Ifá u Oduduwa
como emblemas divinos anteriores a la panetnicidad yoruba; está confirmado y
ampliamente sabido que los actuales llamados “yorubas tradicionalistas” no poseen
Oduduwa, Olofin ni sus cantos y ceremoniales, conservados en Cuba como deidades
fundacionales y para las consagraciones del culto de ifá.

No le restamos importancia a la cultura oral e intangible, pero suponerla intacta,


inalterable y tradicionalmente conservada; sin textos de época es muy poco
sostenible; tanto menos cuando pretenden menoscabar y desacreditar los textos
litúrgico afrocubanos. Evidentemente, no les convienen por su antigüedad y estado
de conservación que refutan de modo documentado sus acciones e innovaciones.

[1] Fonema que se refiere a evocaciones que se expresan en los escritos


transliterados heredados en textos afrocubanos, luego de un acto oracular.
[2] Fonema contemporáneo. Lo emplean para denominar más de un aspecto: En
sustitución o sinónimo de suyer, también a parte de objetos rituales que entregan en
ceremonias. Ello demuestra en el terreno, perdida de sustantivos originales, para
iguales cuestiones.
[3] Los llamados eses no pueden ser correctamente catalogados como
“encantamientos”. Esta última, es una noción conceptual judeo-cristiana peyorativa
hacia herejías. Por imprecisión se califican de herejes. También se aplica a “encanto”
o atractivo estético, lo cual no concurre tampoco.
[4] Para más información Véase: De Ifá, Águila. “Iyanifá: ¿Un Crimen de Lesa
Humanidad? Águila de Ifá. 2012
http://www.xn--aguiladeif-14a.fundation.org/

10
Necesidad, objetivos y surgimiento de la lengua yoruba

Pretender ahora aplicar en nuestras prácticas cubanas la lengua yoruba, es


desconocer que el significado original del apelativo yoruba, que resultó un adjetivo
calificativo de implicación peyorativa empleado por los etnos vecinos para referirse a
los comerciantes y esclavistas del reinado de Oyó, los «ako» y por extensión, a los
oriundos de esa localidad.

«Los de Oyó, eran llamados en el idioma de sus vecinos los hausas y los fulani:
“yoruba”; significaba: “astuto”, “pícaro“, “miserables”. Actualmente el término
designa más a un grupo lingüístico, que una comunidad étnica.» (Lloyd: 1974)
«Para fines del siglo XVIII, el Reino de Oyó se había asegurado, a empujones, el
control sobre un territorio entre un tercio y la mitad de lo que ahora se da en llamar
Yorubaland, y la población (invasora de Oyó) era llamada “yarriba” por los árabes y
los hausas.» (2015: 60); [Clapperton 1829: 4]; [Law 1996: 67, 68; 1977: 5]; [Awde
1996: 14]

«Si bien la capital dahomeyana, Porto Novo era el hogar de los djedje muchos
“nagots o yorubas” nacidos allí; en contraste con los originarios eran llamados
“mentirosos”, “difíciles”, “miserables” y “extranjeros. Es decir, yorubas» (2015: 96)

Siendo así, la palabra Yoruba adquiere sentido semántico primario entre los pueblos
vecinos de los oyó para calificarlos por conductas inadecuadas con ese término y
significado; connotó una categoría descriptiva que terminaría siendo sinónimo de
adjetivos calificativos tales como: Astuto, pícaro, mentirosos, difíciles, miserables y
extranjeros, según el afectado; pero cualquiera que haya sido el significado del
vocablo en su origen, para referirse a los oyó, por disimiles vecinos colindantes, en
ningún caso define una condición de norma religiosa en su época de creación, menos
todavía descrita como testimonio de lo tradicional.

No tuvo escritura antigua ni es originario de un solo pueblo ni exclusivamente


nigeriano. Tuvo alfabeto a partir de la segunda década del siglo XIX en adelante; fue
conformado por africanos anglo hablantes; pues la población era mayoritariamente
analfabeta —incluso del inglés— que finalmente es su lengua oficial y, se acepta el
yoruba como lengua cultural (no litúrgica) entre otras habladas; pero no es una
lengua que proceda de tradición religiosa autóctona ni propia de ningún etnos
especifico; tampoco conserva la totalidad de las voces de época anotadas en Cuba,
como se ha documentado. Adicionalmente, su estandarización fue implementada
para la conversión y predica del cristianismo, y su escritura primaria para literaturas
bíblicas, y no para testimoniar culturas originarias.
«Nacido cerca de Iyesin, en la región de lengua oyó, el misionero africano Samuel
Ajayi Crowther escribió: A Vocbulary Language Yoruba. (Un vocabulrio de lengua
yoruba) en 1943. En 1844 predicó (el cristianismo) a los antiguos cautivos de oyó,
Egbá, Illesá, etc. reunidos en Freetown en una lengua hibrida predominantemente
oyó, en su morfología y sintaxis, y predominantemente egbá en sus fonemas, con su
léxico enriquecido por invenciones y el habla de Lagos y de las diásporas saro, nago y
lucumí.» (2015: 63) [Ayaji: 1960; Adetugbo: 1967; Peel: 1993].

Como describe la cita, la lengua llamada lucumí que arribó a Cuba, evidentemente
fue una lengua coloquial y con especificidades para las liturgias, anterior al
surgimiento de la lengua yoruba, que incluso aportó fonemas que enriquecieron la
ulterior formación de una lengua yoruba estandarizada, que hoy no posee el yoruba
actual.

Entenderse en lengua yoruba, como lengua común, fue una conveniencia del estado
colonial inglés, que obviamente no podía entenderse ni convertir teológicamente a un
conglomerado poblacional poliglota total. El yoruba era solo una lengua mercantil de
los oyó y no litúrgica como se quiere decir. Fue menester instaurarla como identidad
lingüística y territorial para los procesos civilizatorios coloniales.
«Samuel Johson, nacido en Oyó y educado por británicos, ayudaron a establecer
canon literario yoruba que incluía no solo una traducción de la biblia al yoruba, sino
también grandiosas narraciones del legado Oyó, supuestamente compartido por los
yorubas.» (2015: 63)

En la cita anterior queda claramente documentado, que el canon literario del yoruba,
se lleva a cabo mediante una traducción de la biblia y, si los llamados yorubas, fueron
una posterior integración de diversos etnos, no es posible que las narraciones del
legado de Oyó, fueran parte de las tradiciones de todos los etnos que reagruparon,
tal y como Matory lo pone en dudas. Dicho de otro modo, lo primero que se escribe
en lengua yoruba es una traducción de la biblia y no el legado de matrices africanas.

«[…] Aunque los yorubas así llamados por otros eran originalmente de Oyó, Lagos se
convirtió, a fines del siglo XIX , en la capital de un pueblo (eufemísticamente)
llamado yoruba concebido de un modo mucho más amplio: un pueblo que abrazaba a
múltiples grupos étnicos […] Además, la posición privilegiada de los sierraleoneses
que habían sido esclavos liberados de los buques negreros y, de manera más general,
de los retornados diaspóricos a Lagos en el proyecto colonial británico convirtió a
Lagos en la capital de la nación yoruba emergente y proveyó a la nueva nación de
una reputación de superioridad (occidental) respecto a otros (pueblos originarios)
africanos.» (2015: 63)

Además de que la morfología y sintaxis fueron tomadas de los egba e invenciones


aprestadas del habla de muchos pueblos, cabe destacar que la estructura de las
ideas es expresada igual que en inglés, ejemplo Merindilogun se estructura de la
siguiente forma: Merin=4, Dilo=menos, Gun=20; (M) erin / dilo / gún, se traduce: 4
menos de 20, y se interpreta como el número 16.
El yoruba se escribe y lee muy similar a la sintaxis y estructura del pensamiento que
en inglés. La Casa Blanca en inglés se dice: The White House (La Blanca Casa). El
yoruba se escribe y lee así porque surge bajo esa influencia idiomática anglohablante
de los que crearon la escritura para estas comunidades.

Ahora es más factible comprender que el discurso de superioridad occidental yoruba,


por un lado, y por otro lado pretender aplicar esa superioridad al mal llamado
“tradicionalismo de pureza ancestral”, es una ideología hibrida, es un
convencionalismo antagónico y absolutamente contradictorio en sí mismo y
manipulador de la cultura y religiosidad ancestral.

La implicación de superioridad yoruba se ostenta por un sector anglo hablante,


respecto de los que conservan lenguas nativas; ilustrados al estilo británico, y
convertidos al cristianismo, considerándose superiores, por haber dejado atrás sus
culturas ancestrales; y por otra parte, la imaginada y desdibujada cultura ancestral
que abandonaron, ahora aparentan falsamente ser representantes de conservar
raíces tradicionales que precisamente perdieron por considerarlas inferiores. De modo
que estas personas actualmente, también han sido víctimas del proceso colonial
británico.
Como todo ello es extraordinariamente incongruente en sí mismo, es por lo que se
produce un importante número de contradicciones en sus alegatos y proselitismos del
discurso teológico que emplean, porque la etnohistoria real refuta todas sus teorías
teológicas. Repiten sin conciencia plena, el mismo discurso con el cual los halagaron
para colonizarlos culturalmente. Viven con un orgullo autóctono falso, porque las
reales culturas originarias, fueron sustituidas por la británica colonial.

Todo lo que hoy día se oficie en las liturgias del ifá yoruba, se ha demostrado que es
mucho más novedosamente contemporáneo, que lo que se oficiaba en los dialectos
lukumí, gege o anagó; en ketu, en igbo, ibibio, aratako, nupe e igbo-ikwo, iyesa,
arará etc., que fueron algunos de los pueblos originarios que nutrieron la cultura
cubana y residual o no, es lo que se ha recogido en nuestros textos.

Los que pretenden traducir todas esas terminologías escritas en Cuba, partiendo del
contemporáneo yoruba, (comercial y convencional) es simplemente una ingenuidad;
pues las voces que se evocan en la literatura patrimonial cubana, fueron los sistemas
fonemáticos y no literarios, pues eran ágrafos de dialectos originales, de modo que el
patrimonio cubano es más antiguo y ortodoxo que pueda existir en estos momentos
al respecto. Son voces arcaicas y políglotas; un solo traductor no puede desentrañar
todos sus orígenes. Es, además, literatura para la liturgia religiosa de los orichas y de
ifá de época y no para la comunicación formal, comercial ni conversión al
cristianismo.[1]

«A la altura de 1880-1890, […] los grupos proto yoruba (de) Oyó y muchos grupos
africanos vecinos compartían ampliamente la predilección británica por la realeza y la
tradición (Occidental). Sin embargo, los colonialistas británicos tenían razones
adicionales para elogiar la nueva colectividad yoruba. Por ejemplo, el gobernador de
Lagos, Alfred Moloney, se esforzó por alentar el desarrollo económico de la colonia de
Lagos […] invitando a un mayor número de afrobrasileros a retornar.

Así, se dirigió a una reunión de retornados con las siguientes palabras:


.- Ustedes son la encarnación representativa del flujo anual estable de africanos del
Brasil a su propia tierra en ciertas instancias, y en otras, la tierra de sus padres y
antepasados; la grandiosa, rica e intelectual yorubaland (tierra yoruba).-
Tan comprometido estaba Maloney con la realidad y la dignidad de la “yorubanidad”,
que declaró que era un error, en lo absoluto, llamar a los retornados, brasileños; que
eran, para llamarlos correctamente, “yorubas repatriados”. Años después, los agasajó
en forma anacrónica, por haber mantenido su digna y antigua lengua “yoruba” viva
en Brasil y en Cuba (Verger 1976 [1968]: 551-554).

«De hecho, ninguna lengua así llamada había existido en tiempos en que la mayoría
de ellos o sus antepasados llegaron como esclavos a Brasil» (ni a Cuba o parte
alguna). (2015: 64)

Cabe preguntar, entonces: ¿Cuándo y qué pudieron escribir los africanos de la cultura
tradicional autóctona? de lo que, sin dudas, en su época fue tradicional y antiguo
acerca de ifá, gege, nago, lukumí, arará, illesá, nupe, aratako, egbá, ijebú, egbadó,
oyó, ife, etc. en la etapa en que arriban a la América si, obviamente, siguen aun hoy
siendo dialectos locales, en el mejor de los casos; o, peor aún, que desde la
yorubanidad contemporánea, actualmente esta haya sustituido el uso de las lenguas
originarias y pérdida de la memoria etnohistórica por la colonización yorubacéntrica
occidental para obtener logros en la inserción social occidental, donde generalmente
estas culturas han sido discriminadas.

«Así la realidad de la “yorubanidad” y el discurso sobre su antigüedad y dignidad


entre las naciones se había convertido en solamente una verdad oficial. Fuesen
cuales fuesen los beneficios económicos que los funcionarios coloniales británicos
deseaban asegurar empleando esas palabras oficiales, esos funcionarios habían
llegado ahora a reforzar, validar y valorizar una identidad novedosa nacida de la
experiencia africana y afrodiaspórica retornada. (En ajuste a cánones británicos)
Maloney y otros le añadieron (oportuna y convencionalmente) peso oficial a una
identidad (occidentalizada), que atravesaba fronteras lingüísticas (fusionadas),
estados (aportes transnacionales) e incluso marítimas. (De diversas procedencias
mezcladas)
[…] respecto a la identidad yoruba, el apoyo de misioneros (cristianos) y autoridades
coloniales es una parte primordial de lo que hizo nacer esa identidad de (solamente)
mediados del siglo XIX en adelante, de lo que estableció su (supuesta) equivalencia
con una gama (muy diversa) de las identidades negras del Nuevo Mundo […]» (2015:
65)

[1]Tenemos tesoros literarios en Cuba llenos de lírica africana y cubana, conservados


como ha sido posible en la marginalidad espacial, social y cultural. Desconocidos,
ignorados, desatendidos y desasistidos por la cultura formal. Hace más de dos
centurias es literatura de trasiego, de trasmano y de traspaso. Gracias a cultores
populares, su vocación conservadora, la afanosa compilación empírica para su
estudio y a un mercado informal subyacente –tan antiguo como esta cultura misma—
se reproduce y conserva de mano en mano, de persona a persona. Sigue siendo una
literatura en marginación.

11
Reencuentro con Afroamérica, reconquista y recolonización.

A partir de 1980 algunos nigerianos y cubanos residentes en el exterior, han


logrado viajar hacia Cuba y otros países, (“Descubrimiento” del mundo
afroamericano) intentando ser portadores y trasmisores de un “tradicionalismo
yoruba”; de ello ya existían precedentes que se llevaron a cabo en Brasil (Surgen
reconquistadores) que procuran desestimar la conservación de tradiciones
originarias de precedentes africanos de diversos grados de conservación.
(Recolonización cultural o deculturación)

«La Segunda Guerra Mundial interrumpió el comercio (de ideas y objetos


religiosos africanos) entre Lagos y Bahía en Brasil, que había favorecido este
discurso (yorubacéntrico) en Brasil. Sin embargo, de 1950-1959 en adelante se
privilegió en Brasil las relaciones diplomáticas y comerciales con Nigeria […]
facilitando una serie de visitas de nigerianos descendientes de brasileños a Brasil
y afrobrasileños al África occidental.» (2015: 146 [Verger 1976: 553])

La cultura oracular de Ifá en Nigeria ‒según argumentación ante UNESCO ya


citada‒ relegada espacial y culturalmente en su contexto de origen (en sus
propias metrópolis) de forma muy residual a zonas apartadas de aldeas en
pobreza. Limitada a la memoria de analfabetos en su mayoría; apercibida de
conceptos medievales y tribales, con relación al estilo occidental de sus capitales
y ciudades; absolutamente ajena, respecto de las realidades y problemáticas de
sociedades, que emergieron en esas localidades occidentalmente ilustradas, que
exaltaron otros paradigmas de prejuicios y contrarios significantes. Así pues,
primero buscaron fuera de sus territorios establecer una supuesta “supremacía
cultural,” que ya estaba en franca crisis de conservación propia como tradición
originaria; y el comercio de mercancías africanas después, tanto dentro de la
propia África, como entre y hacia los afrobrasileños.

«En el decenio de 1980-1989, viajeros, comerciantes, adivinos y un editor


inundaron el Brasil teniendo en mente una combinación de celo religioso y lucro
que ya tenía viejos precedentes (Matiniano Bomfin). Luego pues, al igual que en
1930-1939 el decenio de 1980-1989 fue testigo de un impulso empoderado por el
comercio y un golpe de estado respaldado por la literatura para “africanizar” las
religiones afrobrasileñas (y afrocubanas) y “purificarlas” de sus elementos
alegados como no africanos.

En ese decenio fueron mae Stela del Brasil y un nuevo reparto de eruditos yoruba
afroccidentales de la yorubacéntrica Universidad de Ifé (encabezados por)
Obafemi Awolowo de Nigeria los que marcaron el camino.» (2015: 167)
Para entonces, se encontraron sorpresivamente una real dispersión y difusión de
estas religiones, donde los grandes difusores han sido cubanos; con una
funcionalidad alternativa de solución a problemas existenciales; no ceñidas a
encantamientos mágicos, sino a la provocación de causas y efectos, acorde al
contexto y dificultades sociales de instancias y sociedades muy desiguales al
contexto africano de evidentes resultados en el terreno sociocultural.
Únicamente a partir de 1980 en adelante han podido viajar por sus propios
medios los propagandistas, voceros y promotores actuales de una forma de culto
totalmente nueva, (No es ancestral) que tiene más diversos y mezclados orígenes
(Ogun State, Abeokuta, Ile Tun Tun, Ilé Ifé y otros estilos) que el nuestro en Cuba
de un solo origen y en franco descrédito y competitividad cultural; procediendo
ofertar sus nuevas variantes bajo una especie de “spot” publicitario con slogan
de: "El Ifá tradicionalista africano”. Es Matory quien precisa claramente que se
pretende un golpe de estado comercial y religioso a imponer América y cito:
«La “pureza africanista”, al fin y al cabo, resulta ser menos una norma consensual
(No tienen uniformidad litúrgica) de creencias y acción cooperativa, (Son
discrepante en sí mismo) que una metalógica simbólica compartida (Desiguales
deidades y ausencia de otras fundacionales para ceremoniales desiguales, que
pretenden homólogas) y disponible para ser usada en proyectos cooperativos o
competitivos. Se utiliza con la misma facilidad para marginar y degradar a otros
devotos y templos que para incluirlos o elevar (a los suyos y diversos líderes en
pugnas de poder). (2015: 162)

«Sin embargo, la marca de “pureza africana” ha sido inscrita en el comercio y en


las religiones de Brasil y la diáspora cubana, mientras que la reafricanización ha
adquirido poderosos aliados en súper acaudalados márgenes de la religión orisa:
por ejemplo en Sao Paolo y los Estados Unidos. Por ende, la dispersión y el
comercio no vuelven inevitables el modismo (nuevo de) ritual de la “pureza”
apenas crean las condiciones (prosélitas) para ciertas afirmaciones (inventadas,
pero) poderosas y persuasivas, (oportunamente) por parte de aquellos que están
posicionados (solamente) para sacar provecho de ellas (económico o poder
religioso).» (2015:146)

Queda ampliamente documentado por Matory que el objetivo de la


“reafricanización” y el “yorubacentrismo” actual, solo pretende una disputa de
poder espacial religioso y la introducción de materiales procedentes de África, con
fines lucrativos y competencia, al amparo de un ideario imaginado de “pureza
tradicional” africana. (2015: 147)
Estamos en presencia de una reproducción del mismo proceso de recolonización
cultural que los británicos llevaron a cabo en la creación de Yorubaland, que
deshizo la memoria histórica y cultural de base, pero en esta oportunidad sobre la
identidad cultural en afroamérica y sobre todo hacia Cuba, como su eje y
obstáculo principal, por su larga tradición y conservación de estas
manifestaciones en la religiosidad popular.

Todo lo explicado tiene la única intención de hacer meditar, de hacer pensar. No


tiene el fin de ostentar supremacías culturales; por el contrario, nos vemos
obligados a defender nuestra tradición de sus agresiones y descalificaciones. No
son reivincadores ni emancipadores de ortodoxas tradiciones, solo son
reproductores y ejecutores de los mismos procedimientos de metamorfosis
colonial, que emplearon los británicos con ellos en época poscolonial, con lo cual
perdieron buena parte de la memoria cultural histórica.

Por eso, cuando se les escuchan argumentos poco sostenibles, pero de lo cual se
creen convencidos, como elementos de un discurso que es discriminatorio de la
cultura afrocubana, sin argumentos históricos que lo justifiquen y más aún para
pretender una supremacía por una conservación de antigüedad “tradicional” que
no es sostenible, francamente, siempre me hace dudar de las mejores intenciones
culturales al respecto de sus argumentos por boca de sus promotores; tanto
menos, por cuanto siempre de un modo u otro incurren en profanaciones a
nombre del imaginario “tradicionalismo” por sus ganancias secundarias, exotismo
novedoso y luchas de poder en el escenario religioso cubano.

En buena medida, estos babalawos cubanos, por sus actitudes y proyecciones ‒al
margen de mi opinión propia‒ son detractores de la cultura y religiones
afrocubanas, por lo tanto, se contravienen de ambas, reitero, no es por mi
modesta opinión; es por sus propias acciones y ampliamente documentado en el
presente trabajo; aun cuando no les asista mala intención y solamente crean que
se enriquecen en su labor.

En sus afanes de protagonismos nos han señalado en escritos ‒


internacionalmente‒ que las prácticas afrocubanas tienen lagunas y que no todo
llegó a Cuba, sin dudas no todo llegó, pues no importaron culturas, sino mano de
obra esclavizada; pero ¿Cuánto perdieron de sus orígenes ellos mismos, producto
del estado colonial racista y discriminador que duró hasta 1960 en Nigeria?
Además, es de público conocimiento el daño ecológico, entre otros, que la
introducción de elementos vegetales y animales traídos por practicantes
extranjeros, sin la debida autorización de las autoridades sanitarias, han creado
serios problemas en el control biológico y epidemiológico de Cuba.

«De: IPK
Enviado el: martes, 19 de enero de 2016 11:10
Para: Nelson Nelson
Asunto: DE MIRIAM
Hola Nelson: Te voy a necesitar para consultarte sobre algo que sé, (que)
estamos estudiando ahora en IPK por el grupo de Malacología el cual tiene
algunas dudas e inquietudes, al respecto me han preguntado sobre el tema y yo
me comprometí en averiguarles […] Acá se está trabajando ahora la línea con el
caracol que es oriundo de África, (lissachatina adaga adagascar. Dark) pero a
caminado bastante y ya llegó a Cuba. Quisiera que si puedes brindar detalles
sobre la justificación en rituales religiosos de babalawos (especificar en qué tipo
de ritual o para que) pues se dice que se dan como ofrendas en estas actividades
de tipo religioso. […] Sucede que han recogido colecta de esta especie cerca de
las viviendas donde en sus alrededores es habitado por personas nombradas
babalawos. Entonces queremos saber:
1.-Si realmente esto es posible, 2.-Que es lo que justifica este uso, 3.-Si se utiliza
en algún tipo de ritual o ceremonia especifica el sacrificio de este, y si se come.
4.-Si pudiéramos a través de ti concertar alguna entrevista contigo o con otro tipo
de religioso que nos diera detalles sobre este tema.
En fin Nelson te pudiera hacer un sinfín de preguntas pero lo primero es saber
que tienes en la mano sobre este tema que pudiéramos continuar desarrollando.»
(Correspondencia personal)

En la entrevista de colaboración con los especialistas del Instituto de


Investigaciones (IPK), supe que el ejemplar de esta especie fue introducida para
nuevos fines religiosos y es altamente toxicológica; incluso ha sido causa de
muerte en animales domésticos (perros) luego de su ingestión eventual o
accidentalmente, de manera que es venenoso, y tóxico por contacto directo con la
piel. Es bueno destacar, que las frutas y vegetales en contacto con dicha especie
quedan contaminados por simple contacto con sus secreciones, que son
portadoras de nematodos que trasmiten enfermedades en los humanos como la
meningoencefalitis y la angiostrongilosis, por lo que se recomienda no manipular
los ejemplares con las manos desprotegidas de guantes.

Es oportuno alertar, que se propaga aceleradamente en la floresta, por lo que es


una especie muy invasora; es un serio depredador de vegetales y ha escapado
del control personal de los comercializadores, por desconocer sus peligros que;
además del objetivo “religioso”, tiene un importante valor agregado por no ser
endémico, en tanto mercancía para la venta de los originales africano importados.
Los especialistas del IPK han tenido que organizar colectaciones y quema de
ejemplares en áreas libres donde se han detectado, pero su acelerada
propagación imposibilita el control de esta especies invasora. Hoy se han
localizado en La Habana, Cienfuegos y provincias orientales.

Otras muchas especies vegetales y objetos religiosos elaborados en materiales


vegetales (maderas) son introducidos en el país, burlando los controles aduaneros
y sanitarios al no ser declarados ni detectados, que están poniendo en peligro el
control epidemiológico de los países receptores.

12
Eslabones Perdidos

Muchas de sus deidades surgieron para problemáticas propias muy locales, no todas
son nacionales entre ellos mismos, y no todas sus funciones son tampoco aplicables
a las problemáticas y necesidades cubanas. No obstante, ellos han perdido deidades
fundacionales míticas ancestrales, precisamente de Ifá.

¿Cómo perdieron los secretos del Culto a Oduduwa?; quien fuera el reconstructor
más orgánico y sistemático de toda la cultura de Ifá. Quien sobre los asentamientos
antiguos de Ifé, fundó a Ilé Ifé como cuna espiritual de la cultura de Ifá e incluso fue
Ooni de ese reinado, pues no conservan sus ceremoniales del culto; no conservan la
relación ingredientes ni el ritual de confección de esa deidad; tampoco forma parte
por lo tanto de las ceremonias de consagraciones de sus babalawos ni de los que han
“consagrado” en Cuba, como es la tradición cubana. Aspecto ampliamente
investigado e innegable en el terreno de la práctica africanista. ¿A qué le llaman
“tradicionalismo”?
Conservamos en Cuba documentación de todos los ceremoniales referidos a los
fundamentos más determinantes, para los procesos de consagración de los
babalawos y de ifá, con sus metodologías escritas en todos sus detalles, ingredientes,
orden ritual, los cantos y procedimientos. Precisamente defendidos por Miguel Febles
Padrón, quien alertó por escrito de estos desastres religiosos por la penetración
extranjera. Y todavía, hay quien se ha atrevido expresar, que tiene una carta de
Miguel Febles en la que dijo que las iyanifa si existen...¿se lo pueden imaginar?

La investigación bibliográfica en La Historia General de África de UNESCO apunta:


«Tras una abundancia relativa de detalles sobre Oduduwa, el fundador legendario del
Estado, y sobre sus sucesores inmediatos, no encontramos en la tradición oral más
que escasos relatos y fragmentarios sobre los períodos que siguen» (Rayder: 1990. T
IV. Cap. 14. P. 363-366)

Esta es la razón que explica el motivo por lo cual, los llamados “tradicionalistas”, al
haber perdido el culto a Oduduwa, es por lo cual ya no lo poseen como deidad
fundacional; perdieron su culto y con ello, la cultura consagratoria de babalawos
realmente antigua, que en Cuba todavía conservamos.

En qué recodo de la historia los actuales “tradicionalistas” perdieron a Olofin, uno de


los componentes del trígono supremo integrado por: Olofin, Olorum y Oloddumare;
dentro de los cuales nunca jamás existió la novedosa y reciente deidad llamada Igba-
Iwa, ni se empleó en las supremas consagraciones de babalawos en toda afroamérica
durante tres centurias. ¿Cuál es ancestral y cual más contemporánea Olofin
conservado en Cuba o Igba-iwa recién introducida? Porque obviamente son distintos
los ritos consagratorios de babalawos ante Olofin, que las que ejecutan con Igba-Iwa.
Por si fuera poco han traído otras dos más que son Igba-Odu e Igba-Odu Iwa.

Únicamente en presencia de Olofin y en ceremonia consagratoria suprema del


mismo, durante centurias se han consagrado y todavía se consagran los babalawos
cubanos y del resto del mundo, con la concepción de antigua tradición de africanos
de nación desde Cuba.

El proceso litúrgico consagratorio de un babalawo ante Olofin en Cuba posee


documentación metodológica sistematizada; está ampliamente descrita en nuestra
literatura con un solo dogma y estilo metodológico; no basados en la oralidad actual
sino en textos antiguos de época colonial. Son procedimientos consagratorios que
forman parte del patrimonio cultural documentado e intangible al mismo tiempo de la
cultura cubana, pues buena parte del mundo ha sido consagrado por esa metodología
durante dos centurias.

En las redes sociales de internet critican el envase contentivo de Olofin


denominándola peyorativamente “una lata”, obviando el pattaki de la literatura donde
se establece que: [...] “quería vivir en su cofre plateado”[1] [...] lo cual es vital; pero
su contenido y su liturgia ¿Porque no la critican? Ellos no poseen esa deidad, siendo
sumamente mencionados y conocidos e incluso en los monólogos y cantos que
aprendimos de los abuelitos, recogido en las escrituras cubanas. En toda la literatura
litúrgica cubana, la máxima deidad de Ifá, Olofin, aparece constantemente en
múltiples citas. No así la llamada Igba odu ni ninguna de sus varias denominaciones.
¿En qué momento sustituyeron el culto ancestral de Olofín?

En qué circunstancias de la historia colonial perdieron los cantos de Olofin, de


Oduduwa y de todos los orichas que Merceditas Valdez, Lázaro Ross, y más
recientemente el grupo “Obini Batá” fueron y cantaron en Nigeria; que se cantan a
todo lo largo y ancho de Cuba y que en allí reconocen que son géneros músico
danzarios que cantaban antiguamente sus abuelos y bisabuelos, pero que ya no se
emplean, pero si los reconocen y legitimaron como autóctonos y ancestrales.

¿Qué ha pasado con la cultura que han perdido ellos, a cambio de lo que pudo no
haber llegado a nosotros?; ¿Les quedará algo de lo que conservamos nosotros?; sin
dudas lo podemos demostrar por escritos y lo saben.

En Cuba conservamos un solo sistema de ordenamiento de los odu (signos


oraculares) de ifá procedente de Ilé Ifé, desde Ejiogbe (el mayor) hasta Orangún (el
menor y último de ellos); mientras que en toda Nigeria hay más de cuatro sistemas
de ordenamientos de ellos; no pudiendo determinarse cuál es definitivamente
confiable, o convencionalmente tergiversado por ellos mismos según intereses de sus
castas en épocas medievales.

¿Conservaron la esencia del Oráculo?; ¿Perdieron el orden?; ¿O, es una resultante de


las posibilidades de tergiversar la conservación oral, mutante y cambiable según las
conveniencias de reinados?; ¿Cambiaron el orden de importancia histórica del
significado oracular y sus anales de historia?; ¿Es confiable la conservación del
tradicionalismo sobre la base de la oralidad o textos contemporáneos?; ¿Cuál de los
sistemas ordinales de los odu es el tradicional, acaso alguna de sus variantes?;
¿Cómo se puede concretar que son realmente tradicionales y a cuál de las tradiciones
locales le conceden supremacía?; ¿Si en la documentación patrimonial de Cuba
aparecen voces de odu como Ojuani, (tanto en el Dilogun o caracol de los orichas
como en Ifá de Cuba; no conservado en Brasil tampoco) porque en la actualidad ellos
le nombran Owonrin?; ¿Quiénes han perdido tradición original entre tantas variantes?
Por solo citar un ejemplo de fonemas actuales de la oralidad africana de territorios
distintos.

Ambos contextos geográficos y culturales (África Subsaharana y la América) son muy


desiguales, muy desiguales sus necesidades y soluciones; allí, sin dudas, tuvieron
muchos cambios necesarios en aras de sus especificidades, además, de la sola
conservación oral por centurias; sin considerar las innovaciones actuales de
contravenciones. En Cuba conservamos por escrito todo lo que fue posible e igual
hemos tenido cambios que se ajustan a las soluciones de sociedades y problemáticas
nuestras, conservando como guía el legado escrito y dictado por ancestros africanos.
No es coherente pretender la posesión hegemónica de liturgias religiosas de una
verdad antigua, suprema y verdadera, partiendo del argumento del “tradicionalismo
oral”, en realidad inexistente, es poco serio y no es auto sostenible en su actualidad
yoruba-occidental.

Los procesos de aprestamientos culturales del conocimiento e intercambios de


experiencias entre los pueblos ágrafos ocurren a velocidades superiores, que los
conservados en las escrituras; no obstante, la transculturación es tan antigua como
la propia historia de los movimientos migratorios humanos. La cultura general de
antecedentes africanos llegada a América, era ya muy transcultural desde remotos
orígenes, desde mucho antes de su momento de partida y arribo a nuestras tierras.
El emigrante individual, suele asumir más rápidamente los preceptos de la sociedad
que lo recibe por su necesidad contingente de inserción socioeconómica (fue lo
acontecido en África); pero las migraciones masivas, que además, se aglutinan en
conglomerados de procedencias étnicas (sea en sociedades, sectores urbanos o
inmobiliarios colectivos etc.) por lo general se enquistan en la conservación de
costumbres y tradiciones, al estilo y usanza de su cultura base en razón de su
identidad sociocultural. Tal es el caso del barrio latino en Paris o los barrios de
chinos; las comunidades hebreas; de igual modo ocurrió en Cuba con los cabildos de
negros agrupados por naciones de origen.

La Dra. Carmen Barcia y coautores en su obra citada, hace una brillante descripción y
caracterización por etapas históricas; que va desde objetivos fundacionales de la
colonización, hasta las impredecibles formas de preservación licenciosa y
conservación de las prácticas de sus liturgias, en la privacidad interior de los espacios
llamados cabildos de negros de nación. Muchos de los cuales actualmente son
rectores de absoluta vigencia en sus liturgias. (Al decir de la Dra. Barcia, fueron
centros de cimarronajes urbanos)

No hay forma cultural de retomar el útero materno original que hace milenios ha
cambiado y en la actualidad no existe. Todo lo demás que se pretenda como una
ortodoxa tradición, sustentada en la oralidad pudiera incurrir, aun sin intención, en un
falso mito y hasta en profanaciones litúrgicas falsas calificadas de “tradiciones
ancestrales”. A veces, hasta con buenas intenciones, pero sin una profunda
percepción de las consecuencias, que no les permite comprender si están en franca
profanación religiosa con una y con la otra variante por igual.

Se manipula la argumentación de igualdad derechos (Civiles y sociales) entre


géneros, que los “tradicionalistas” han querido argumentar para justificar la falsedad
consagratoria de sacerdotisas en ifá. Las igualdades civiles y sociales son para
acceder en igualdad de posibilidades en la vida pública, en el espacio de sociabilidad
ciudadana y consustancial al orden legal que los rige y establece; pero no se
inmiscuye ni pretende ser aplicada en las estructuras y composición de las religiones.
Las religiones tienen sus propios preceptos que regulan los niveles de accesos a las
diversas categorías partiendo de requisitos teológicos establecidos. Bajo esta
argumentación se ha pretendido mostrarse como una forma avanzada de religiosidad
que ha superado, aparentes prejuicios discriminatorios de género, como una forma
de justificar la profanación cometida y que, reitero, fue un escándalo internacional
conocido que ocupó todas las páginas de Internet. (Edemodu: 2002- 2003)
Si fuera cierto el acceso de ellas, entonces pone en tela de juicio la consagración de
sus sacerdotes babalawos con empleo de la misma deidad, aunque hacen desiguales
ceremonias. Lógicamente, de igual forma todo es más contradictorio, por lo que:
ellos no consagran realmente babalawos, o ellas no son sacerdotisas; de ser cierto,
dentro de las tradiciones escritas por lo precursores afrocubanos, no son ninguno de
los dos sectores consagraciones avaladas, homólogas ni parecidas siquiera en el
marco de la identidad cultural afrocubana.

Esto obliga –en contra de mi voluntad‒ a establecer las comparaciones de sus


liturgias –aun sin prejuicios de géneros‒ y analizar su argumentación entre liturgias y
las perspectivas de género para sus fines, lo cual ha problematizado la religiosidad
popular por contradicciones intencionales importadas recientemente.

A estas alturas del recuento histórico y estado actual de la cuestión de los llamados
seguidores de “tradicionalistas africanos”, si perdieron el culto y la tradición a Olofin,
(deidad masculina[2]) así como el de Oduduwa, (de igual género) cabría formularse
varias preguntas entonces: ¿Qué es realmente la actual Igba-Iwa (descrita como un
útero que pare consagrados) y en qué época temprana la crean?; ¿Cómo explicar la
supremacía real de esta deidad que describen femenina, si es que aparece en un
escenario nigeriano patriarcal fundamentalista y contemporáneo?; ¿Cómo explicarnos
esta importante contradicción, entre la realidad social que se desarrolla en Nigeria
(Patriarcado fundamentalista) y la adoración, subordinación del culto y supremacía
jerárquica de ellos hacia un útero, según sus criterios?; ¿Deificaron un útero?; ¿El
útero es una deidad?; ¿La diosa uterina solo pare varones?

¿Cómo es posible entonces que para los tradicionalistas, sea un tabú altamente
condenatorio y profanación prohibida hasta la presencia de mujeres ante ella, si se
trata de una parte física del cuerpo femenino?; ¿Si es prohibida para las mujeres
estar a su vista ni presencia, como pueden absurdamente pretender que se
consagren las llamadas iyanifá por una deidad prohibitiva para ellas que pare varones
“babalawos”?; ¿Si es una entidad femenina, porque es tabú para mujeres, inferido
como un culto matriarcal?; ¿Si la menstruación es un tabú dentro de estas
costumbres, como puede tener supremacía para sus babalawos?; ¿Si no es
menstruante, como puede parir con fecundidad?; ¿A qué edad entra en climaterio?;
¿Después de creada cuando llega la menarquía y cuándo alcanza la menopausia?

Nada de lo que expreso supone burla de tipo alguno, pero la falsedad de sus
argumentos, que se sustentaron en principios de la fecundidad y reproducción
humana, sin considerar todas las peculiaridades de la reproducción femenina y las
consustanciales similitudes cuando innovaron sus argumentos no pensaron en todas
las incongruencias biológicas, que son imposibles en una funcionalidad litúrgica ni
concebibles en una teología. En iguales especulaciones subjetivas, alegan que sus
actos consagratorios consisten en “actos sexuales místicos reproductivos.”
Sinceramente, hay argumentos yorubacéntricos que humillan inteligencias.

Ante tantas contradicciones antagónicas e irreconciliables en sus propios argumentos,


contrapuestos en sí mismo, se evidencia claramente que es, toda una actividad de
tergiversación de los contenidos y procedimientos teológicos de Ifá, que producen
extraordinaria confusión y distorsión de las liturgias dentro de las prácticas de real
tradición llevada a cabo en el mundo, considerando las tradiciones internacionales.
Los únicos que hacen todo lo contrario, paradójicamente, son justamente los
africanistas actuales. ¿Nos estarán engañando?

Con esto crean un caos de liberalismo irresponsable, mediante lo cual tratan de


desalojar la real teología de ifá, con empleo de Olofin, para sustituir y modificar sus
funciones. El asunto toma doble gravedad teológica refutando, contraviniendo y
sustituyendo lo más ortodoxo del patrimonio filosófico al destituir a Olofin, por una
deidad uterina (Igba odu) y Orumila (Como hembra y macho respectivamente) lo
cual no es lo mismo suponerlos como sexos opuestos y reproductores copulando, que
como géneros, femenino y masculino, contenidos en Olofin como géneros esotéricos
de los odu de ifá.

Los odu de Ifá (signo resultante de una acción oracular) mayores o primarios son 16
en total, de los cuales ocho de ellos son de género masculino y ocho femeninos, pero
reitero que son géneros esotéricos de los signos del oráculo y no sexos de las
deidades.
Es notable que si primero no tergiversan la realidad esotérica y desarticulan las
tradiciones del patrimonio del culto a Olofin que rige las liturgias de Ifá
internacionalmente, no pudieran desplazar y suplantar la real religión de Ifá
auténticamente establecida. Una forma de desestabilizar una nación, es
desarticulando y permeando el soporte de su cultura. En resumen la penetración
masiva y distorsión socio cultural.

Precisamente, los defensores y profanadores (Con o sin intención; por


desconocimiento o convertidos a estas opciones) de las ceremonias de las iyanifá y
nuevos “babalawos”, solamente han podido basar sus teorías modernas, en el
llamado discurso o trasmisión oral de la cultura, dado que no tienen prueba fidedigna
escrita de época antigua, que demuestre tales ceremonias con la implicación de
igualarlas a las funciones oraculares de los babalawos; no hay tampoco ningún autor
o autoridad de concilios que asuman esa responsabilidad, sino todo lo contrario, los
testimonios escritos al respecto prohíben claramente la consagración de mujeres para
el ejercicio oracular de Ifá ni para fungir como babalawos[3].

No es un objetivo discriminatorio. Es un precepto requisitorio establecido


teológicamente que condena su violación. Los mismos que “consagraron” y simularon
a la primera mujer la Dra. D´HaIfá[4]; fueron los que luego la acusaron y
condenaron,[5] al publicarse el escándalo internacional en prensa plana e internet
sobre ella misma. Calificándola de haber mentido en la realidad de las ceremonias
recibidas y entidades que le entregaron; pero ostentaba el título que le concedieron
en 1985 en secreto. Luego se lo retiran pública e internacionalmente en el 2003.
¿Quiénes le dieron el título y las facultades de modo oculto en 1985, que luego del
escándalo internacional se lo retiran públicamente el 25 de marzo del 2003?[6]

Es oportuno señalar que en África existen sociedades y religiones que son exclusivas
de las mujeres, dentro de las cuales están prohibidas la presencia y participación de
los hombres, tal es el caso de las sociedades «Geledes» e «Iyami-Oshoronga» entre
otras; cabe decir que no son discriminatorias de los varones, sino igualmente formas
de requisitos religiosos. Si son cultos reservados por requisitos, y concebidos por y
para las sacerdotisas mujeres, en el cual no participaron hombres en su
conformación; cual es el asombro de que Ifá sea igualmente un culto sacerdotal
concebido por hombres y reservado para ellos, dado que tampoco participaron
mujeres en su surgimiento.
Siendo estos dos últimos cultos mencionados, exclusivos de mujeres, para mujeres y
ejecutados por ellas; específicos del África Subsaharana, solamente podrán
consagrarse en el África y en el caso de venir mujeres africanas a iniciarlo en Cuba,
obviamente deberán contar con visas para actividades religiosas expedidas por las
autoridades consulares y migratorias; así como disponer del consentimiento y
autorización de la Institución Religiosa Asociación Cultural Yoruba de Cuba; quien
vela, hasta donde es posible, por el patrimonio y el cuidado de las corrientes de la
religiosidad, que atentan contra el patrimonio universal declarado por la UNESCO y la
propia identidad cultural cubana.

Las actividades de cualquier extranjero en cualquier nación, deben disponer del tipo
de visado correspondiente para la actividad que se llevará a cabo dentro del territorio
receptor; todo lo contrario ha sido violatorio de las leyes consulares y de los visados
migratorios temporales. Se han violado los visados concedidos, con respecto a las
actividades que realizan sin autorización correspondiente y no en beneficio, sino en
perjuicio de la identidad cultural, de la religiosidad popular y del medio ecológico.

[1] _____________Tratado Enciclopédico de Ifá. Textos Apócrifos.


[2] Ajeno a mi voluntad, reseño entre paréntesis la condición de género de las
deidades, para que se comprenda por los neófitos lo contradictorio de los argumentos
propios de ellos en sí mismo.
[3]Véase al final documento anexo de condena del Concilio de Sacerdotes y el Aragba
de Ilé Ifé.
[4] El fraude de la falsa consagración de la Dra. D´HaIfá en Nigeria, sale a la luz por
el periodista Austin Edemodu, al publicar la entrevista que le realizara a la Dra.
D’HaIfá. Diario “The Guardian” Conscienc , Nurtured by Truth. Lagos Nigeria. Sunday.
October 27, 2002. Odyssey of American Female Babalawo.
[5] Consulte anexo VIII al final del presente trabajo, contentivo de la declaración de
Condena del Concilio de Ilé Ifé.
[6]de Ifá. Águila, Iyanifá: ¿Un Crimen de lesa Humanidad? La Falsa Consagración en
Ifá de la Mujer. Serie Ensayos. http://www.xn--aguiladeif-14a.fundation.org/ 2012

13
No es lo que parece y lo que aparenta, tampoco es.

¿Qué ocurrió en las consagraciones de nuevos babalawos realizada por extranjeros,


con ausencia de ambas deidades para estas actividades en las provincias orientales?;
sin transitar por los ceremoniales de Olofin y Oduduwa en los rituales
“tradicionalistas”, sin visa de autorización para actividades religiosas, con la
participación de naturales sin conocimiento de autoridades migratorias.
La libertad de religión también implica la responsabilidad de sus acciones y de
cumplir con las regulaciones de visados correspondientes para las actividades en
cualquier país receptor. ¿Cuántas leyes migratorias se han violado y cubanos
involucrados en cohecho?; ¿Qué nuevo tipo de babalawos son en nuestro país?; ¿Qué
babalawos son ante Olofin y ante la comunidad religiosa internacional?; ¿Qué
babalawos son ante las Asociaciones Culturales Religiosas del Mundo que tiene
normas y liturgias consagratorias con el empleo de Olofin y de Oduduwa?; ¿Qué
objetivos buscan al dividir en dos bandos con estas acciones? Todo lo cual en el
escenario cubano no era necesario, sino todo lo contrario, ha sido muy perjudicial. Ifá
no era una cultura ausente en nuestro país. Ifá ahora es una cultura dividida por la
injerencia cultural.
Es evidente que estos “nuevos babalawos,” ‒al margen de ningún tipo de
discriminación personal‒ por diferencias rituales están imposibilitados de participar
en las ceremonias consagratorias de los babalawos que históricamente se han hecho
dentro y fuera de Cuba; incurrirían en profanación porque hay ceremoniales por los
cuales no han transitado por nuestra tradición. La unidad en la diversidad de
religiones, no incluye aceptar profanaciones en ninguna de ellas.

¿Qué respuesta dar a personas, que comprendan que sus ceremoniales no avalan ni
es lo mismo que las establecidas por centurias en Cuba? Y que no se trata de
simplemente elegir entre dos estilos, porque sería una profanación que participaran
en la consagración de babalawos los de una escuela o estilo dentro de la otra y
viceversa.
Dicho de otro modo, la situación resultante de esta interferencia cultural en el marco
de la cultura cubana es mucho más grave y antagónica, dado la intromisión y
tergiversación dentro de las tradiciones cubanas establecidas por el empleo de
deidades ajenas a la misma en la consagración de babalawos; más allá incluso de la
transgresión profana de iyanifá para que ellas utilicen el sistema oracular del culto a
ifá, que UNESCO declaró como un patrimonio ejercido por hombres, padres de los
secretos.

Todas estas transgresiones culturales en nuestro escenario cubano afectan tanto a las
profanadas mujeres, que depositaron una fe en falsas consagraciones litúrgicas por
desconocimiento histórico y litúrgico, como a los hombres con otros procesos
consagratorios, no consagrados acordes a los preceptos litúrgicos de nuestra cultura.
¿Hasta dónde pueden llegar estos actos de contravención, con o sin intención para
ello?; ¿Se han propuesto crear un bando de contra partida en detrimento de la
unidad e identidad cultural afrocubana? Fue el Dr. Matory quien expresó:

«Lo que he elaborado como hipótesis es que los modismos de pureza (“africanistas”,
“yorubacentricos” y “tradicionalistas”) son más susceptibles de ser enfatizados allí
donde la exclusividad es más lucrativa.» (2015: 163)

En el caso de Cuba, donde no es probable un amplio mercado formal de importación


mayorista de objetos religiosos africanos por sus naturales, se torna peligrosa la
introducción de especies vegetales y animales cuando los viajeros burlan los
controles aduaneros pertinentes; el carácter exótico de la falsa teoría de "pureza
tradicionalista” ha sido el argumento competitivo más relevante, que al ofertar
nuevas variantes y productos se tornan en atractivas y más lucrativa su
comercialización, que requieren desplazar las tradiciones patrimoniales autóctonas
que se asentaron en la isla, y de esta el más temprano trampolín hacia el mundo.

«Esos intereses no son solamente lo referido a ingresos lucrativos […] el capital


económico y cultural son simultáneamente instrumentos de poder y son cosas
puestas en juego en la lucha por el poder» (Matory 2015: 164)

Si estos “babalawos de nuevo tipo” no transitaron por los métodos históricos de


consagrados en Cuba, que consideraciones se pueden hacer sobre las ceremonias de
entregar ikofá y awofaka, (Ceremonias primarias) para mujeres y hombres
respectivamente, a partir de estos nuevos “babalawos”, que no proyectan un odu
trascendente en sus accionar oracular, al no transitar por la imprescindible ceremonia
de Olofin que es lo que permite tal resultado. Esto crea muchas más preocupaciones
y serían, muchas más personas las afectadas. Se hace indispensable reflexionar lo
antes posible, con rigor y profundidad, sobre lo que está aconteciendo en la cultura y
religiosidad popular de nuestro pueblo.

Han erosionado a un importante sector de la cultura y de la religiosidad popular. Han


importado una actividad diversionista, donde ya existía una larga tradición sólida,
homogénea y legitimada, por otra extemporánea que está demostrado como han
perdido su tradicionalismo real. Aun habiéndolo practicado así en territorio africano,
es antagónico respecto de nuestro patrimonio.

Si las prácticas consagratorias de sacerdotes de ifá al estilo de los africanistas


actuales, ‒que ellos mismos explican‒ se realizan en menos días, son más simples en
ejecución y complejidades; son llevadas a cabo ante otra deidad distinta (Igba-Iwa)
en sustitución de Olofin y sin emplear Oduduwa (pues han confesado y está
documentado que perdieron su culto y no tienen la deidad); con otra “liturgia”
diferente de babalawos por Olofin y de Oduduwa en Cuba; (Como toda la diáspora
afrocubana a nivel mundial por 2 centurias, entonces, por las propias definiciones
que ellos explican: No somos los mismos babalawos consagrados ante Olofin, que los
consagrados ante Igba-Iwa, dada sus específicas y notables diferencias con las
afrocubanas. No es un punto de vista personal, es una consecuencia de mediatización
e intervencionismo; de colonización y expansionismo cultural foráneo, además de la
obvia pérdida de la complejidad ceremonial que han sufrido.

Un resultado de mayor gravedad es que la trascendental ceremonia de carácter y


connotación nacional, que se lleva a cabo para obtener la Letra del Año en Cuba, y
que necesariamente es regida y revelada por Olofin, como máxima deidad de la
cultura de Ifá y de los babalawos cubanos, no podrá realizarse mediante ninguno de
estos “babalawos” africanistas; no es la tradición nacional cubana, no podrían
participar de las ceremonias oraculares específicas de Olofin, dado que ellos ‒por su
propia elección‒ no están consagrados por las ceremonias de Olofin para ser
babalawos (Padres de estos secretos), ni de sus ceremoniales ni su acción oracular.
Se comprenderá que es muy seria la toma de ciertas decisiones que no son
inclusivas, sino perniciosas injerencias y el desinterés de asumir las que
correspondan, porque desajustan todo un orden patrimonial en el marco de lo
sagrado de nuestra religiosidad y su antigua tradición cubana.

Si hay un divisionismo y antagonismo al respecto en la religiosidad popular cubana,


es únicamente responsabilidad de los injerencistas llamados “tradicionalistas
africanos”, al importar normas desiguales de las legítimamente establecidas con la
intensión de servir de contrapartida contra nuestra cultura, para lo cual no han
considerado la responsabilidad de sus actos. Han creado un límite fronterizo de
cosmovisión, de teología y de liturgias consagratorias entre ambas vertientes, que
con responsabilidad no deberán trasgredir ninguna de las dos partes dentro a la otra;
para que ambos sectores no incurran en una actuación profana al participar dentro
de un habitáculo ceremonial para los cuales no están facultados, en correspondencia
con las respectivas ceremonias, que no son las suya propias, sino otras y desiguales;
opuestas por el vértice de los dos ángulos que se contraponen que a saber son:
Olofin y Oduduwa por un lado e Igba Iwa o también Igba Odu, pero en estos dos
casos sin Oduduwa además.
¿Cómo puede ser cierto que con liturgias consagratorias desiguales, con deidades
diferentes, de argumentos antagónicos y contrarios, sean sacerdotes en igualdad de
condiciones, funciones y facultades para ceremoniales ajenos en un estilo respecto al
otro?, ¿Babalawos simulados litúrgicamente por una entidad femenina en sustitución
de Olofin?; ¿Qué real significado tienen estos babalawos en Cuba, que objetivamente
no son ni significan lo mismo en la cultura cubana?; ¿En qué comprometida y
embarazosa situación han quedado todas esas personas que confiaron en un acto de
fe? Quiero reiterar que no abordo mi opinión personal, sino que me ajusto a describir
estrictamente los aconteceres históricos sociales y culturales. De todo lo cual muchos
simulan la vista hacia otro lado.

Como no es posible consagrar sacerdotes sin Olofin y por tanto no se acreditan como
babalawos en Cuba: ¿En qué categoría quedan las iyanifá, equiparada en igualdad de
funciones oraculares con los babalawos consagrados ante Olofin, si ellas no pueden
estar presentes ni consagradas ante Igba-Iwa y menos todavía ante Olofin?; ¿Que
deidad le concede trascendencia mística a la mujer en sus acciones oraculares?; ¿Es
serio suponer que será porque tiene su útero?; ¿Qué ocurre con la lamentable
situación de una mujer, privada de su útero en una vasectomía total?; ¿Pensaron bien
en todas las posibles consideraciones que se derivan, al establecer una deidad como
un "útero místico" con las mismas funciones reproductivas del sexo femenino?

¿Que se ha pretendido?; ¿Qué ha resultado? detrás de tantas contradicciones dentro


de sus propias argumentaciones absolutamente antagónicas en términos teológicos y
funcionales entre ellos y por ellos mismos. Al introducir tal demagogia y hasta
profanaciones dentro de los practicantes a nivel internacional ‒sobre todo entre los
menos conocedores‒ que solamente les asiste una buena voluntad en su profesión de
fe para consagrarse. La ausencia de textos ilustrativos como el presente estudio,
facilitan que se ignoren los valores y peculiaridades de la cultura cubana, dejando el
margen necesario para la posible falsa ilusión cultural en los sectores populares.
Por su masividad es un perjuicio cuantitativamente importante. ¿Serán conscientes
los promotores de estas corrientes culturales de las responsabilidades que les
corresponden y de sus consecuencias?; ¿Serán responsables de sus acciones en los
divisionismos que ya tienen serias consecuencias en la cultura popular?; todo lo cual,
reitero, no era necesario en nuestra cultura social. La consagración de babalawos es
tradición en nuestro país y no necesitábamos importar las incompletas y deficitarias
ceremonias de una cultura que se desvanece en la oralidad. Una cultura que, poco a
poco, lamentablemente, se está desintegrando en sus lugares originarios y que
UNESCO hace esfuerzos por preservar.

No tengo ninguna intención personal ni sacerdotal de suponer supremacía o


legitimidad a los ceremoniales consagratorios de babalawos por medio de los rituales
cubanos con Olofin; no lo necesitamos. Más de una centuria de muchas
nacionalidades, consagradas por esta tradición cubana dentro y fuera de Cuba
conceden sobrada garantía de real tradicionalidad a la misma; pero el divisionismo
que han creado obliga a esclarecer los sucesos.

¿Cómo se han comportado los resultados de los procedimientos mal llamados


“tradicionalistas yorubas”?; ¿Los consagradores “tradicionalistas” de estos nuevos
“babalawos”, explican con antelación que no son lo mismo ni iguales al resto de los
babalawos consagrados por la tradición cubana, para que sepan a qué atenerse sus
candidatos?; o ¿Será que pretenden instaurar una contrapartida de las tradiciones
cubanas?; ¿Quieren proselitar masividad, para luego intentar ser líderes e
institucionalidad al costo de nuestras tradiciones?

Cuando intentan, entre otros males, establecer el método consagratorio de orichas


llamado “pie y cabeza” (solo un oricha tutelar y un Elegua) argumentado como más
económico y tradicional, demuestran desconocimiento de las causas de ese método
en Nigeria. En la misma, se emplea el método de consagrar (tampoco es la misma
ceremonia que la afrocubana) y entregar solo un oricha, pues se asume como
seguidores y depositarios de un patrimonio cultural del oricha patronal nativo local o
atávico familiar, como motivaciones propiciatorias y depositarias de tales costumbres
de un etnos. Incluso existen numerosos casos de personas receptoras de más de un
oricha, con una ceremonia para cada ocasión por ser preservadores de más de un
legado cultural, por solamente contraer matrimonio con un miembro de esa tradición.
Eso allá es correcto, sin dudas, pero sus ceremonias, sus fines, los significados y
connotación son muy desiguales de los nuestros.

Dado lo anterior, si importaran realmente esas costumbres, simplemente deben


consagrar a los cubanos, al patrón devocional de su localidad natal como ocurre en
Abeokuta hacia Yemayá u Ogun; en Oyó hacia Changó etc. pero francamente, no
imagino como consagraran a los habaneros a San Cristóbal de la Habana, tampoco sé
cómo iniciaran a los baracoenses al culto de Nuestra Sra. de la Asunción de Baracoa,
entre miles de localidades cubanas.

Reitero con profunda seriedad, respeto y rigor, que estas son las impensadas
consecuencias, de estar haciendo rituales, con la pretensión de un tipo de tradición
que no es aplicable a estos contextos; que al final resultan hacer una mezcla de una
parte de aspectos africanos y otra parte de ceremonias afrocubanas. En resumen, se
ven obligados a determinar oracularmente cual es el oricha rector, por oráculo como
los cubanos ‒porque no hay orichas patronales de Cuba‒ y hacen la ceremonia a “un
estilo africano”. ¿Cuál de ellos y hasta donde es realmente africano la tradición de los
nacidos en Cuba?

Asumir las presuntas ideologías y proformas africanas de orichas en Cuba, por


razones y condiciones ajenas a las de aquel contexto, la inmediata consecuencia es
que sus resultados, ajenos a nuestras causas, darán consecuencias distintas a lo que
se pretende por su parte. Al tiempo que tampoco vivimos en una localidad africana,
para ser conservadores de linajes ajenos a la cultura de Cuba como fin original.
Es destacable que ponen un freno y retroceso reduccionista al desarrollo alcanzado
del culto a orichas en Cuba, con fines curativos generalmente y con sobrado aval de
resultados positivos y repercusión social internacional, porque de hacerlo así, sus
consagrados no podrían consagrar a nadie más en otros orichas posibles, que no sea
el único exclusivamente propio recibido y a ningún otro de los que eran habituales.
Dicho de otro modo, es una estrategia que paraliza la proliferación de esta cultura de
Cuba y en el resto del mundo, así como limitados resultados y objetivos del
consagrado.
Ponen en peligro de recesión las posibilidades de continuación del culto a los orichas
de Cuba. En tal sentido, no podemos involucionar hacia patrones culturales de África
con desiguales objetivos socio culturales; al tiempo que atenta contra la calidad de
los resultados, que en la mayoría de los casos (más del 90%) se realizan para
resolver trastornos de salud o personales. Las causas de consagraciones africanas, no
son las mismas que las nuestras. Tampoco estos consagrados a orichas podrán
participar en las consagraciones de nuestro estilo. ¿Qué estrategia y fines persiguen
o resultan?
Llama poderosamente la atención, que emplean el procedimiento de consagración de
orichas con menos recursos y ceremonias más simples, con lo cual proliferan
rápidamente, pero limitando el radio de acción cultural de sus propios consagrados,
por cuanto reciben un solo oricha de consagración argumentando que es el
procedimiento africano; sin embargo, no se ajustan a los procedimientos de los
babalawos africanos en Nigeria, para hacer una consagración de ifá a los novicios
locales para consagrarlos. Que en Nigeria, cuando se trata de extranjeros, los
mismos africanos obvian el conocimiento requisitorio de saberes como establece su
tradición, antes de ser consagrados.

La costumbre nigeriana para consagrar a un novicio, siempre ha sido un niño o


adolescente, que el babalawo asume bajo su tutela y convive en su casa o territorio y
asume todos los gastos de manutención como un hijo y le va enseñando poco a poco
los diversos niveles de aprendizaje y preparación teórico practico a memorizar el
aprendiz; reciprocando como sirviente y colaborador del babalawo en sus labores
religiosas. En la medida en que va demostrando conocimientos y dominio de saberes
memorizados para la práctica, se le van haciendo diversas ceremonias que lo va
facultando por niveles y categorías, hasta que finalmente es consagrado como
babalawo; casi siempre en una especialidad y no en general. Para entonces pueden
transcurrir cerca de 5 años bajo tutela de mantención y aprendizaje.
Emplean un extenso método de enseñanza memorizada en Nigeria, dado que la
mayoría son iletrados y no tienen literatura de época ni contemporánea ni
metodología general estándar, que haya recopilado el universo de las posibles «letras
de Ifá que se nombra odun cuenta con 256 combinaciones subdivididas en versos
conocidos como ese, y cuya cifra exacta se desconoce por cuanto aumenta
constantemente (hay alrededor de 800 eses por odus) cada uno de los 256 odus»
(Ob. Cit.)

Es evidente, que los partidarios actuales de las normas africanistas (cubanos y


extranjeros) no llevan a cabo este procedimiento de preparación y enseñanza previa
para con sus iniciados, de la misma forma que tradicionalmente correspondería, de
modo que proceden a las consagraciones de babalawos, sin los saberes que en el
marco de sus costumbres reales son requisitos antes de la consagración. Siendo así,
deben estudiar luego de sus consagraciones como se hace por la escuela cubana, con
una notable diferencia y es que no cuentan con el volumen de literatura, que
acompañan a las prácticas cubanas; en general hay un promedio de apenas 5 textos
de autores africanos, de los cuales casi todos sus autores son contemporáneos vivos,
que tampoco son conocidos por los babalawos iletrados al interior de Nigeria.
Cuando se compara el volumen de sus literaturas, respecto de los textos apócrifos
cubanos no llegan ni a la cuarta parte del volumen y complejidad de los recopilados
en Cuba. Todo lo cual los obliga en respetable porciento a formarse en la literatura
nuestra.

Tampoco emplean el procedimiento africano para explicar los resultados de la


consulta oracular; que consiste en ponerse a declamar todos y cada uno de los ese,
(pattaki o historia) que corresponden al resultado del oráculo (declaran pueden llegar
a 800 por cada uno de los 256 odu o signos posibles resultantes, dato nada
convincente) y que la persona que se consulta, es la que escoge que historia o
parábola es la que se aplica en su caso; de manera que, sus babalawos deberían
declamar de memoria aproximadamente cientos de relatos, sin ninguna intensión de
determinar cuál es el caso, ni es el asunto o problema que la persona tiene, y es la
misma persona, la que decide cual se ajusta a su situación, entre cientos de relatos
declamados. Solo entonces, el babalawo africanista debería estar en condiciones de
decidir de qué manera deberá resolver el caso, acorde a la solución del ese o patakí
declamado que se ajuste. ¿Estarán los babalawos africanistas contemporáneos en
condiciones de este ejercicio en la lengua que les corresponde?; de no ser así,
entonces ¿Cómo realizan las consultas de sus clientes que sea del modo más
tradicional africano?

14
Disparidades.

Los babalawos cubanos no somos «paridos» como «Omó» (hijos) como lo


argumentan. Somos sacerdotes de consagración dentro los secretos de Ifá que solo
contiene Olofin, menos todavía entre dos entidades haciendo sexo como ellos
explican su ceremonia, lo cual se verá más adelante.
Los babalawos de tradición afrocubana realizamos nosotros mismos las acciones
sobre nuestro cuerpo y nos auto consagramos, delante de una sola deidad suprema
consagratoria que es Olofin. En presencia y participación en la dirección de
babalawos consagrados por la misma liturgia. Inmediatamente después y el mismo
día, nosotros mismos empleamos el oráculo con nuestras propias manos, y así se
obtiene que odu (signo oracular) nos fue dado como sacerdotes por mandato y
participación única de Olofin, como una espiritualidad esotérica de ifá, que se ha
incorporado a nuestro ser y solo así es identificada.

Ya consagrados babalawos por Olofin e identificado el signo de la espiritualidad que


nos corresponde como sacerdotes, solo después de ello se realizan las ofrendas y
sacrificios sobre Orumila, no sobre el babalawo recién iniciado; (Hasta entonces,
Orula solo fue testigo presencial de la creación) el mismo, sólo tres días después dará
un odu (Signo) de Itá (Consejos) de la vida para del novicio babalawo; Orumila no da
odu de consagración sacerdotal, se es babalawo tres días antes de que Orumila solo
indique el camino a seguir; para entonces, ya era consagrado Padre de los Secretos
de Ifá adquiridos; ya los poseía; ya formaban parte integral del propio consagrado;
ya su odu consagratorio de sacerdote fue otorgado y conocido directamente durante
la ceremonia de Olofin y únicamente por este.

No participa ninguna otra deidad en la consagración del babalawo, no es Orumila


quien lo concede ni tampoco es quien lo expresa en oráculo; es el propio odu nuestro
asignado por Olofin quien se expresa y se revela mediante el sistema oracular de Ifá;
de manera que menos todavía, concederlo una deidad femenina copulando como han
alegado.

Solamente bajo esta liturgia se obtiene un babalawo esotérico real. Por eso puede, al
emplear oráculos, obtener un signo oracular para las personas que consulta, con una
connotación de trascendencia mística, litúrgica y religiosa; ampliamente
documentado en los textos apócrifos cubanos. Todo lo demás son eufemismos,
sustituciones y pérdida de las tradiciones originarias.

Es de amplio conocimiento que Orumila no es una deidad que participe en consagrar


ni vaya en ceremonial a la cabeza de nadie, ningún babalawo se consagra a Orumila
como deidad ni participa en procesos consagratorios de nadie. Nos consagra
únicamente Olofin. Orumila es solo testigo de la creación; no tiene liturgias sexuales.
Orumila está dentro del habitáculo ceremonial solamente como testigo de los sucesos
de consagración, por lo tanto, no puede participar, menos todavía copulando para
parir a nadie; como se verá más adelante en los anexos y citas.

El status de babalawos del “yorubacentrismo”, por su propia descripción, es poco


sostenible. Todo apunta a lamentable pérdida de sus tradiciones originarias (que
personalmente lamento con total honestidad) y antagonismo teológico con sus
propias liturgias en sí mismo. Con este punto empezaran a entender algo mejor los
neófitos y practicantes hasta donde pueden haber transitado por una imaginada
ceremonia, sin revelar secretos de ninguno de los dos estilos por mi parte.
Reitero muy sinceramente que en este análisis no estoy criticando; estoy
describiendo la realidad incongruente y contradicción entre el discurso argumental
teológico de los seguidores de las ideas de los llamados “tradicionalistas africanos” y
la realidad que se realiza dentro del habitáculo de sendas ceremonias antagónicas y
disfuncional resultante religiosa de sus novedades.

Adicionalmente, en las religiones de precedentes africanos, para realizar una


ceremonia a alguna persona, se debe previamente haber transitado por la misma
para asumir, poseer y tener las facultades litúrgicas de efectuarlas sobre otros; en tal
caso, haber recibido solamente una deidad “yoruba” como ha ocurrido en muchos
casos (Igba-Iwa, o Igba-Odu, o Igba Odu-Iwa) sin previo ser un consagrado en ella,
no basta para consagrar a otros en ceremoniales no transitados previamente. Ello se
convierte en un acto de ilusión religiosa, aun cuando no sea la intención, sin dudas es
la resultante obtenida; por lo tanto se están cometiendo ilusiones imaginadas, por
parte de los “babalawos”, que habiéndose consagrado por Olofin, hoy reciben una de
las antes citadas y creen que pueden consagran a otros en ellas, con ceremonias por
las cuales no transitaron. La consagración de babalawo, además, no se hace dos
veces, como también han confesado internacionalmente en Internet que se
“homologan”.
Colateralmente, nuestras consagraciones de babalawos por Olofin, conjuntamente
con nuestra posesión y desempeño de Oduduwa, (que hoy no poseen) no guardan
ninguna relación con la de los “tradicionalistas”, como para que se hagan por parte
de babalawos cubanos, ceremonias que no son de su competencia. Ello es también
una transgresión de las normas de ambas tendencias, y las personas sometidas a
ceremonias por ellos, no son consagradas, en realidad son personas ilusionadas, fue
abusada su fe y sus resultados sin acreditación de sacerdotes babalawo. Si sus
ceremonias fueron una ilusión de aparente equidad a un babalawo sin los créditos de
ceremoniales acostumbrados en nuestra localidad, no tienen el aval necesario del
resultado de sus acciones. Más claramente, no son babalawos en Cuba dada sus
propias opciones de elección al "consagrarse".

Meditar, hay mucho que meditar. Reflexionar a tiempo el campo de estas injerencias
y transgresión de ceremoniales culturales, que van mucho más allá de las libertades
individuales de escoger en un presunto marco de diversidad religiosa. Es necesario
que las instituciones culturales y personalidades de la cultura en general, así como el
pueblo religioso conozcan de estos acontecimientos; que por demás, atenta contra el
diálogo y la tolerancia interreligiosa. El dialogo interreligioso, no supone ser tolerante
con lo profano ni indiferentes a la agresión del patrimonio de identidad cultural.
Reitero con total honradez, que me ajusto únicamente al análisis de sus propios
argumentos, de sus propias descripciones y sus propios testimonios escritos en las
redes sociales de internet, así como sus propias explicaciones personales y los
debates en los foros y coloquios temáticos, absolutamente incongruentes consigo
mismo. Expuestas, además, públicamente por muchos representantes de estas
formas de falacias, como se ha demostrado y documentado ampliamente en este
trabajo. Más adelante se detallan en los anexos, todos los cuales son documentos
públicos internacionales en Internet y por ello son de libre acceso y publicación y
nada más elocuente que sus propias citas.
Con o sin estos propósitos, indudablemente ahora tenemos un importante sector
cultural de la sociedad cubana, que no solo está dividido en variantes y vectores sino
que, además, en muchas ocasiones se confrontan y polemizan; se discute y
antagonizan por la fidedignidad y legitimidad de las costumbres, tradiciones y
precedentes cubanos. De esta manera se estimulan y alientan, inclusive, algunas
convocatorias de paneles como: “Ifá Tradicional vis Criollo”; quiere decir, Ifá
Tradicional contra Ifá Criollo, que sólo ha propiciado una atmósfera de confrontación
contrincante y no en favor de la contribución convincente de los argumentos que
sustentan ambas posiciones históricas.

De este modo nos han dividido en dos sectores cuando todos éramos practicantes
afrocubanos de una sola liturgia legitimada y ampliamente documentada. Los propios
estudiosos e investigadores del tema, se encuentra confrontados y pugnan en los
espacios de eventos y coloquios temáticos.

Otras consecuencias –quizás no pensada— es que los babalawos consagrados ante


Olofin, no podrán permitir la entrada ni la participación en la consagración de
babalawos de personas consagradas por otras entidades, los mismos no pasaron por
las ceremonias correspondientes de esta tradición.

Está documentado y es sabido que cualquier hombre no consagrado ante Olofin como
babalawo, que penetre en un habitáculo consagratorio de Ifá, de modo imprudente o
accidental en Cuba, donde se encuentre Olofin, no puede salir del mismo, sin ser
previo consagrado por su incursión eventual. Los testimonios escritos de Ifá así lo
expresan. ¿Qué nuevos incidentes de este tipo se están produciendo en la práctica en
el terreno?, ¿Cuántas transgresiones de estos preceptos religiosos pueden estar
ocurriendo?; ¿Cuántos consagrados por ambos estilos, consideran que pueden
acceder y estar en consagraciones supremas ajenas, por desiguales a las suyas?

Hay demasiadas personas que, imbuidas de buena fe y confianza depositadas en


ceremoniales catalogados de “antiguos” han resultado timadas y eso supone en
alguna medida, engaño de la buena voluntad de la religiosidad popular, aun sin
intencionalidad. A partir de entonces se convierten en defensores a ultranza de la
supuesta identidad “de pureza tradicional” que sólo fue concebida y oficializada por el
imperio británico, para enaltecer y crear un eufemístico sentido identitario a pueblos
“emancipados” (más bien, reformados) sólo después del cese legal de la Trata
Negrera de la Esclavitud en la llamada Yorubaland. Por lo cual reitero que no son
emancipadores de la cultura ancestral, sino reproductores del proceso colonizador de
metamorfosis de la identidad cultural, en esta ocasión hacia la afrocubana.

En el terreno social hay muchas personas afectadas por estas cuestiones, que han
sido víctimas de creer en estas concepciones de "grandeza" creadas esencialmente
por los colonos británicos de época, y que hoy reproducen nuevos portavoces
neocoloniales; creando una crisis en la promoción de supuestos valores
“tradicionales” y de una “pureza tradicional africana” solamente imaginada; con
múltiples dudas que ha afectado sobre todo a personas y, en contraposición al
prestigio centenario del patrimonio y cultura cubana que indudablemente cuenta con
patrimonio escrito.
Estos aspectos históricos no son del conocimiento general de todos los babalawos, sin
embargo, los babalawos “convertidos” a prácticas africanistas nunca advierten las
diferencias a los recién consagrados en cualquiera de las dos escuelas y eso
evidencia, en el mejor de los casos, desconocimiento y en el peor sentido conducir al
descrédito de las normas establecidas entre los afrocubanos. Sin dejar de considerar
aquellos que se permiten la idea de consagrar por ambos estilos, a petición de los
clientes desconocedores u oportunistas, que también los tenemos en el terreno
cultural.

15
Prefacio a los anexos

A continuación reproducimos una serie de anexos, copias fieles de los originales que
circularon en las redes de los foros sociales de Internet de temas afrodescendientes,
(no estamos publicando nada nuevo, aunque algunos se enteren a partir de ahora)
en los cuales se va poniendo de manifiesto las opiniones, acciones y actitudes que,
de un modo u otro atentan contra la cultura cubana.

Al mismo tiempo, se podrá ir comprendiendo como hubo toda una campaña y hasta
financiamientos externos, con el propósito de introducir en Cuba variantes y
vertientes, que finalmente contribuyan o sirvan de contraparte a las tradiciones y
costumbres cubanas en su única y lamentable intensión expresada por ellos.

También se evidencia una notable intención no solo de dividir la religiosidad popular,


sino de crear una contrapartida en contra de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba
financiada desde los EE. UU., incluso ciudadanos africanos vienen a ejecutar
ceremonias de estos tipos sin visado de autorización para asuntos religiosos; con lo
cual, adicionalmente, se han violado las normas internaciones de los tipos de visados
al llegar con visas de turismo y realizar actividades religiosas no declaradas.

Cabe destacar que han tenido fines concretos de especulación, efectivismo,


divisionismos y protagonismos expansionistas, financiado en ocasiones por cubanos
desde fuera de Cuba, como contraparte y en detrimento de nuestras identidades. Lo
cual el Dr. Matory ha documentado en sus estudios al respecto como tendencia
general, de esos movimientos antes mencionados.

Dado que estos aspectos de injerencias, confrontaciones y problemática general,


ocurren básicamente en el seno de la praxis en la religiosidad popular, y con mayor
incidencia en la zona oriental de Cuba (por haber tenido una menor presencia el ifá
cubano) supone que el amplio público general, ajenos a estas religiones, desconoce
estas interioridades, por ello en evitación de que se considere que el presente estudio
es producto de mi criterio personal, es la razón por la cual he preferido citar la
cronología de textos de Internet, de solamente una de las controversias ocurridas
internacionalmente y que se explica por sí misma e intercalar las aclaraciones
necesarias para su mejor comprensión.
No obstante es bueno destacar, que el ejemplo de confrontación y los autores de los
correos electrónicos de propaganda y crítica que citaremos, no es ni remotamente el
único ni ha sido el peor en sus acciones dentro de nuestra cultura; por lo que solo se
trata de alertar sobre el asunto y no hacer un compendio de todos ellos ni de todas
sus acciones conocidas en el terreno.

Ese esfuerzo de la relación cronológica de aconteceres, al menos, en el oriente


cubano si lo reveló la revista: “DEL CARIBE” No. 64 Año 2015 pp. 14-19 que
referimos en la bibliografía. De la cual solo citaré un solo ejemplo, para más
información consulte la referencia.

«1ro. de marzo del 2006: Llega a Santiago de Cuba el babalawo tradicionalista


norteamericano de origen cubano Enrique de la Torre (Ifábiyi) […] 6 de marzo del
2006: entrega los primeros Orisa Ayé y Orí a un numeroso grupo de tradicionalistas
[…]»

En la referida revista parece una larga relación cronológica de ceremoniales, llevadas


a cabo por diversos participantes, que incluyen ceremonias de homologación de
babalawos, de babalawo elegan e iyanifá y otras muchas ceremonias más llevadas a
cabo; pero llama la atención en particular este Sr. Enrique de la Torre. Porque
mientras todo lo anterior estaba ocurriendo en el oriente cubano, veamos que estaba
opinando y que le estaban cuestionando en las redes de los foros internacionales de
internet; así como la cantidad de contradicciones e improvisaciones consigo mismo
que puso de manifiesto en sus propios textos, intentado negar la realidad de los
hechos y contradiciéndose así mismo.

16
ANEXO I

Copia fiel del original, de modo que las negritas, subrayado y altura de letras son de
la exclusiva intención original del autor:

Enrique de la Torre.
Del Foro Ifá Mundial es Bondad.

«A TODOS LOS HERMANOS DEL GRUPO.


ELABORU, ELABOYE, ELABOSISE.
ALAAFIA Ó! EN LOS PROXIMOS DIAS LES COMENTARE MAS O MENOS DE QUE SE
TRATA EL PROYECTO CARIBE Y SUS POSICIONES EN EL LUGAR DONDE RADICAN LA
MAYORIA DE SUS HOMBRES Y MUJERES AWOSES Y OLORISAS ESPECTIVAMENTE.
PARTE DE LOS HERMANOS DE ESTE PROYECTO ERAN PERTENECIENTES A LA
SOCIEDAD DENOMINADA YORUBA DE CUBA, […] LA MISMA ES DIRIGIDA POR UN
AWO CUBANO DE APELLIDO CASTAÑEDA.
A DICHA ORGANIZACIO RELIGIOSA, PERTENECEN SOLAMENTE UNA PARTE DE LOS
AWOSES CUBANOS. EL RESTO, PERMANECEN AUTONOMOS EN SUS RESPECTIVAS
CASA O ILES […]
SOMOS DE CORTE NETAMENTE RELIGIOSO (YORUBA), SI NOS LLAMA LA ATENCION
Y APLAUDIMOS CAMARADERILMENTE, QUE LOS HERMANOS DEL PROYECTO CARIBE
SE HAYAN DESMENBRADO DE LA SOCIACION YORUBA DE CUBA Y SE HAYAN UNIDO
A NUESTRO GRUPO IFÁ MUNDIAL ES BONDAD DE LLENO Y MAS QUE DE LLENO, DE
CORAZON. DE HECHO, ELLOS CONFORMAN UNA PARTE SUSTANCIOSA DEL
PROYECTO CARIBE. […]

NOSOTROS HACEMOS EL MAXIMO POR EL CRECIMIENTO DEL PROYECTO CARIBE EN


CADA UNO DE SUS DIVERSOS ASPECTOS TEMATICOS Y MATERIALES. HACE MUY
POCOS DIAS EL ABURO (hermano) (omití el nombre) Y ESTE SERVIDOR,
DETERMINAMOS ASIGNAR DE NUESTROS BOLSILLOS UNA CIFRA DE
APROXIMADAMENTE CASI OCHO MIL DOLARES EN FUNCION DEL CRECIMIENTO
CONSTRUCTIVO DE DICHO PROYECTO Y EL MISMO PROMETE MUCHISIMO COMO UN
MODESTO APORTE AL IFÁ CULTO E INTERNACIONAL CON EL CUAL NOS
IDENTIFICAMOS PLENAMENTE DESDE IFÁ MUNDIAL ES BONDAD. […]

NOSOTROS HACEMOS VOTOS POR UNA RELIGION DE IFÁ QUE FUNCIONE SIN QUE
NADIE NOS DIGA NORMAS NI NIVEL DE LIMITACIONES, POR UN IFÁ & ORISAS A
PARTIR DE UNA LIBERTAD TOTAL DE PENSAMIENTO Y DE ACCION. […]

ENRIQUE DE LA TORRE»

(Los nombres de los participantes que aparecen en el presente texto, los he


mantenido dado que ellos mismos hicieron gala internacional en el ciberespacio, ante
miles de lectores, de ser orgullosamente promotores y defensores de sus ideas. En
otros casos, ha sido preferible omitirlos en tanto, muchos de ellos han sido víctimas o
fueron utilizados como ingenuos útiles en su liberalismo irresponsable)
Como se aprecia, este Sr. de un modo u otro, celebra y alienta las divisiones que
pudieron haber existido en su época entre los babalawos y el hermano babalawo
Antonio Castañeda (actualmente fallecido); reiterando que tiene un proyecto llamado
Caribe, que se nutrirá de los babalawos, que se separen de la Asociación Cultural
Yoruba de Cuba.

No tuvo escrúpulos de tipo alguno, de confesar internacionalmente en Internet que


será un proyecto divisionista y financiado desde el exterior, llamando a la separación
de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, y que serán los que podrán integrarse a
este proyecto llamado “CARIBE” bajo su patrocinio y financiamiento, con obvios fines
o resultados divisionistas.

17
ANEXO II

Cito:
«ESTA VEZ DESDE LA REPUBLICA DE CUBA, EL TEMPLO IFÁ FUN OJO IWAJU, HA
CRECIDO NUEVAMENTE.
HA SIDO FUNDADO EN CIUDAD DE LA HABANA, CUBA, EL TEMPLO IFÁ FUN OJO
IWAJU, AL IGUAL QUE HA SIDO FUNDADO TAMBIEN DICHO TEMPLO EN LA CIUDAD
CUBANA DE SANTIAGO DE CUBA.

HASTA EL MOMENTO EXISTEN LOS SIGUIENTES TEMPLOS IFÁ FUN OJO IWAJU;

1) TEMPLO DE ABEOKUTA, OGUN STATE, NIGERIA.


2) TEMPLO DE TEXAS, EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA.
3) TEMPLO DE LA REPUBLICA DE ITALIA.
4) TEMPLO DE LA CIUDAD DE MIAMI, FLORIDA, ESTADOS UNIDOS DE AMERICA.
5) TEMPLO DE LA CIUDAD DE LA HABANA, EN LA REPUBLICA DE CUBA.
6) TEMPLO DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DE CUBA, EN LA REPUBLICA DE CUBA.

EN LA MEDIDA EN QUE SE VAYAN DANDO LAS CONDICIONES EN CADA PAIS CON


COLECTIVOS DE BABALAWOS, IYAONIFÁS Y OLORISAS QUE ABRACEN NUESTRO
IDEARIO RELIGIOSO DE IFÁ Y ESTEN PLENAMENTE DE ACUERDO EN TRABAJAR
LITURGICAMENTE Y APRECIAR A IFÁ DESDE NUESTRA OPTICA (africanista) SOBRE
UNA FILOSOFIA ACTUALIZADA DEL IFÁ MAS ANTIGUO, SERAN FUNDADOS MAS
TEMPLOS IFÁ FUN OJO IWAJU EN CADA UNA DE LAS NACIONES QUE ASI LO
SOLICITEN COMO UN ACTO DE LIBERTAD SOBERANA Y DE VOLUNTARIEDAD
RELIGIOSA.

TUVIMOS LA POSIBILIDAD Y EL PRIVILEGIO DE PODER ESTAR POR VARIAS


SEMANAS EN CUBA Y CONJUNTAMENTE CON GRUPOS DE HERMANOS BABALAWOS Y
OLORISAS HABER FUNDADO NUESTROS TEMPLOS IFÁ FUN OJO IWAJU.

AHORA NOS PROPONEMOS TENER LISTO ANTES DEL PROXIMO MES DE DICIEMBRE
DEL PRESENTE AÑO EL MANUAL DE NORMAS Y DE PROCEDIMIENTOS (“yoruba”)
PARA TODO TIPO DE LITURGIAS SOBRE IFÁ Y ORISAS PARA CADA UNO DE
NUESTROS TEMPLOS YA EXTENDIDOS POR TODO EL MUNDO, DE MANERA QUE, CON
LA EXISTENCIA DEL REFERIDO MANUAL, TRABAJEMOS TODOS DE UNA FORMA
UNIFORME EN TODO EL MUNDO, PARA PODER GARANTIZAR QUE NO SE DEFORMEN
NUESTRAS PRACTICAS AFRICANAS (“tradicionales”) SOBRE IFÁ Y EL ORISA.»

Quiero destacar que este Sr. es babalawo, cubano radicado en EE.UU, fue consagrado
por la tradición cubana, por lo tanto es un detractor y profanador de su propia
religión de origen y como no existen formas de homologación, así como que Ifá no se
hace dos veces, sigue siendo profanador; lo peor es que en lo adelante todas sus
formas de prácticas son profanaciones, tanto de un lado, como de la otra vertiente de
“tradicionalismo africanista” novedosa.

No puedo dejar pasar la observación de que cualquiera que lea ese texto, puede
apreciar que se trata de un estilo discursivo similar al lanzamiento de una
candidatura para aspirar a un liderazgo fundacional, para lo cual buscaba
correligionarios, votos y seguidores de su causa yorubacéntrica.
Continua la cita:

«EN NUESTROS TEMPLOS SE TRABAJA EL ESTILO DE IFÁ Y DE ORISAS PROCEDENTE


DE ABEOKUTA, EN OGUN STATE, NIGERIA, CUNA DE UNO DE LOS ESTILOS DE IFÁ
MAS CLASICOS DE LA ANCESTRALIDAD NIGERIANA.»

Todo parece indicar que se le olvidó, que la cuna espiritual de la cultura de Ifá en el
África Subsaharana fue Ilé Ifé. Continúa diciendo:

«TODOS NUESTROS TEMPLOS SE MANTENDRAN SIEMPRE MUY VINCULADOS AL


GRUPO IFÁ MUNDIAL ES BONDAD (fue un foro interactivo en el ciberespacio de
YahooGrups) Y CADA UNO DE SUS MIEMBROS SERAN PARTE DE NUESTRA
MUNDIALMENTE RECIEN CREADA FUNDACION IFÁ MUNDIAL, RESPECTO A LO CUAL
RECIBIRAN SUS CARNET ACREDITATIVOS, CONJUNTAMENTE CON SUS RESPECTIVOS
BENEFICIOS.»

Como se puede apreciar en el texto, el método de proselitismo no infiere un proceso


de conversión teológica ni de convicciones religiosas; todo lo contrario es una compra
de conciencia y de participación con explícitos “beneficios”. Continua la cita:

«NUESTRA FUNDACION ASIGNARA FONDOS ECONOMICOS Y TODO TIPO DE


DONACIONES MATERIALES PARA ESCUELAS Y HOSPITALES EN EL AFRICA NEGRA Y
EN AMERICA LATINA, ASI COMO QUE CONTRIBUIRA EN TEMAS DE ENERGIA
ELECTRICA PARA PEQUEÑOS POBLADOS, MATERIALES DE CURACION, FACILITACION
DE BECAS, ETC. PARA CADA NACION QUE ASI LO REQUIERA Y ACTUANDO
ESTRICTAMENTE DENTRO DEL MARCO DE LAS LEYES ESTADOUNIDENSES Y DE LA
ONU A TALES EFECTOS. TAMBIEN SERAN DESTINADOS FONDOS ECONOMICOS Y
MATERIALES PARA TEMAS DE CAPACITACION EN CADA UNO DE LOS TEMPLOS IFÁ
FUN OJO IWAJU DE CADA NACION.

CON TALES ACCIONES HUMANAS Y DE LA BUENA ETICA RELIGIOSA, DAMOS LA


POSIBILIDAD A NUESTRA RELIGION DE IFÁ DE JUGAR SU VERDADERO ROL PARA
CON LAS COMUNIDADES MAS DESPOSEIDAS EN CADA RINCON DEL PLANETA Y
HACEMOS VALEDERA LA MAXIMA DE QUE ¡¡¡ SOMOS BABALAWOS, PARA HACERLE
EL BIEN A LA HUMANIDAD !!!.

FRATERNALMENTE.

CHIEF OLUWO IFÁ & OGBONI, ENRIQUE DE LA TORRE.


DIRECTOR DEL GRUPO IFÁ MUNDIAL ES BONDAD.
PRESIDENTE DE LA FUNDACION IFÁ MUNDIAL.»

Objetivamente en este correo que envió al foro hace marketing de regalos,


donaciones, becas, fondos económicos. Adicionalmente expresa, cito: «ACTUANDO
ESTRICTAMENTE DENTRO DEL MARCO DE LAS LEYES ESTADOUNIDENSES»
Evidentemente pasó por alto y por encima de todas las instituciones cubanas y
obviaron ‒él y sus seguidores cubanos‒ el patrimonio de la tradición y legislación
cubana.

Producto de su injerencia con su proyecto “CARIBE” en Cuba, se ve cuestionado por


otro cubano, que tuvo conocimiento de que se estaban haciendo ceremonias de
“homologaciones” a babalawos cubanos, para que estos pudieran seguir haciendo
estas ceremonias en Cuba de corte “africanista”, sin las deidades fundacionales; por
tal motivo, en razón de su propia propaganda internacional se vio al descubierto en
Internet, acerca de este otro acto profanador. No hay forma de homologar el tipo de
babalawo cubano, con el tipo de babalawo que ellos hacen, y respondió lo siguiente:

18
ANEXO III

«EN LA REPUBLICA DE CUBA NO SE REALIZO NI UNA SOLA PRESENTACION EN


ODU!!! (Novedosa deidad de la poscolonial “yorubanidad”)

EL GRUPO IFÁ MUNDIAL ES BONDAD.


TEXAS, USA. A 22 DE JULIO DEL 2008.

UNA VEZ MAS EL AHIJADO DE Ifá (nombre omitido) HACE UNA DENUNCIA SIN
LUGAR Y SIN PRUEBAS CONTRA NUESTRA CASA Y CONTRA IFÁ MUNDIAL ES
BONDAD TOTALMENTE INCIERTA, YA QUE EL NO ESTABA EN CUBA EN LOS DIAS EN
QUE ESTUVIMOS ALLA EN CONSAGRACIONES DE ITEFASES Y UNA VEZ MAS COMO
SE PUEDE APRECIAR AQUI EL DESEO Y SINTOMAS DE ODIO Y DE RENCOR SE
OBSERVA PUBLICAMENTE DE MANOS DEL AWO DE IFÁ DE REFERENCIA. CITO CARTA
AL RESPECTO DEL CHIEF OLUWO IFÁSHADE, DE LA CUAL HE RECIBIDO COPIA EN EL
DIA DE HOY Y QUE POR SI SOLA SE EXPLICA. ES UNA VERDADERA LASTIMA QUE
ESTAS COSAS SEAN PUBLICADAS SIN ANTES HABERSE VERIFICADO QUE SE
TRATABA DE ALGO TOTALMENTE INCIERTO.
¡INVITAMOS AL AWO (babalawo) PUBLICAMENTE, A QUE PRESENTE LAS PRUEBAS AL
RESPECTO!»

Dado que el escándalo del acontecer en Cuba toma dimensiones internacionales por
sus propias propagandas, comienza a ser ventilado y criticado en el marco de
diversos foros temáticos de Internet. El asunto fue conociéndose en muchas latitudes
y adquiriendo dimensiones importantes, en tal sentido, muchos babalawos elevaron
sus voces y notas de protestas, cuestionando las profanaciones y las consecuencias
que todo ello tenía; tanto para los africanistas honestos, como para los afrocubanos.
Para unos y para los otros, no se convalidan desiguales ceremoniales. Lógicamente,
alertan sobre el caos que se avecinaba en ambas tendencias culturales.

Se veían venir contradicciones y discordias de dos tendencias en muchos países y


escenarios socioculturales, con lamentables resultados y perjuicios para todas las
partes. Eso motivo nuevos falsos argumentos en los foros que publicaron y
financiaron las injerencias para encubrir las verdades y sus acciones contra la
tradición cultural afrocubana. Cito:

«CONTINUACION LA CARTA DE CHIEF OLUWO IFÁ & OGBONI IFÁSHADE, QUE NOS
HA SORPRENDIDO MUCHO EN LA MAÑANA DE HOY[1].

«Aboru boye...
Alaafia Awó (omitido el nombre)
He recibido la copia que me ha enviado donde usted alza su voz en contra de
determinadas actividades “religiosas” colectivas que presuntamente a desplegado en
Cuba el Sr. Enrique de la Torre recientemente, al parecer en la de supuestas
“Homologaciones Tradicionalistas de Ifá” mediante un acto muy de moda denominado
“Presentación a Odu”.[2]

Al respecto debo informarle que precisamente soy uno de los que se oponen
tajantemente a dichas ceremonias en las cuales se pretende convertir a un babalawo
iniciado en la línea del Ifá afrocubano tradicional, en babalawo tradicionalista-
africanista, porque es de mi modesto entender que este tipo de ceremonias de
“Homologación” nunca han existido en Yorubaland, África, porque los babalawos
yorubas nunca han tenido la necesidad de homologarse, porque ellos son iniciados en
sus Itefas estrictamente bajo las reglas y principios de La Religión Tradicional de Ifá
africana, donde es imprescindible que para que nazca un nuevo Awo Ifá este sea
obligatoriamente el producto de la “Unión Copulativa Trascendental Mística y
Procreativa” que se produce dentro de un Igbodu-Ifá (habitación de consagración en
ifá) africano entre Orumila y Odu, previamente al nacimiento de un nuevo Awo... »
(babalawo).

Aquí nos encontramos una clara descripción del procedimiento que emplean en
consagraciones de babalawos africanistas, publicada internacionalmente por ellos y,
por lo tanto, es válido citarla en este estudio; procedimiento que es concretamente
muy desigual al cubano, ya descrito anteriormente. Por esta razón evidente, de
desiguales consagraciones, este Sr. ‒africanista también ‒ nos permite comprender en
sus propias palabras que no somos lo mismo como babalawos. Surge entonces una
invención profana, (condenada por los propios africanos, como se verá más adelante)
que pretende hacernos babalawos “homólogos” o iguales para conceder una
imaginaria patente facultativa de realizar ceremonias africanistas, en lo sucesivo.
Evidentemente entonces no somos iguales babalawos. Casi capciosamente yo
preguntaría mejor: ¿Cuál de los dos grupos no es babalawo y cual si lo es? ¿Qué ha
pasado con la real tradición de Ilé Ifé luego de la yorubanidad británica? continúa la
cita:

«Por lo tanto, sepa usted mi estimado Awo, que según resultados de mis modestas
investigaciones de campo realizadas en territorios yorubas de África en los últimos 17
años, no he conocido en todos estos años a ningún babalawo u oluwo tradicionalistas
yoruba que realizase este tipo de ceremonias, incluso, la cual ni tan siquiera es
conocida por ellos...Y, le puedo asegurar que en todo este tiempo he tenido el
privilegio de conocer probablemente a los verdaderos y más sabios babalawos y
oluwos yorubas, esos “seres ancianos” que en la más extrema humildad y pobreza
residen en las aldeas más recónditas, incivilizadas y olvidadas de Nigeria, Togo y
Benín, (tampoco son países de iguales ceremonias ni deidades) desplegando cada a
día sus imprescindibles servicios a las sociedades donde se desenvuelven como
auténticos y sabios sacerdotes de Ifá...Ellos no saben nada de estas
“Homologaciones”.»

Se aprecia que donde una cultura recibe injerencias ceremoniales desiguales a su


tradición, lógicamente, no es posible la convalidación entre ellas y es imposible
considerar modo de reparar sus desigualdades, cuando se han evidenciado tan
distintas, pretendidas como “similares,” cuando absoluta y totalmente en nada lo son
ni hay forma de resolver la abismal diferencia de ambas liturgias. Todo parece como
un trabalenguas; justamente esa, es la manzana de la discordia y de la confusión que
han querido crear entre los “babalawos” consagrados por otras vertientes; con lo cual
ponen en confrontación en nuestro escenario cultural discrepancias por el
reconocimiento y legitimidad.

Los cubanos no necesitamos convalidar nuestra cultura ante ninguna otra. Dado lo
desigual de su ceremonia descrita, respecto de las nuestras, los obliga a incurrir en
profanaciones en un intento de resolver las notables diferencias que supongan la
equiparación de una y otra desiguales ceremonias; lo cual no resuelve la notable
diferencia de que no somos como ellos ni ellos, con ese método, serán los babalawos
que son los cubanos. Ellos mismo lo han declarado. Continua la cita:

«Hasta ahora los babalawos yorubas no concebían otra forma de venir al mundo
como tales, razón por la cual este tipo de “Homologaciones” les eran totalmente
desconocidas, no las necesitaron nunca, no tenían razón de ser.»

Nosotros los afrocubanos tampoco tenemos ceremonias de homologación, tampoco lo


necesitamos ni lo reconocemos. Los resultados que se obtienen mediante un
ceremonial religioso en cualquier religión, no son equitativos y mucho menos iguales,
a lo que se derive y obtenga por otros procesos ceremoniales y con otras dignidades
místicas.

Hay que meditar con todo el rigor necesario cuantas personas ya babalawos ante
Olofin, pueden ser confundidos con este otro tipo de ceremonias falsas, que
pretenden “homologar” como forma de validar y equiparar desiguales resultados de
distintas ceremonias; como patente comercial ‒no religiosa ‒ para consagrar por
ambos estilos. Da la impresión de que las profanaciones, se comportan como
convalidación de carreras o asignaturas. No es posible convalidar una profesión con
una certificación de materias distintas. Con distintas entidades religiosas y desiguales
ceremonias, ¿cómo se pueden equiparar resultados tan desiguales?, para patentar
derecho de legitimidad. La profanación nunca puede ser legítima. Sigue diciendo:

«Por lo tanto, como soy de la opinión de que este tipo de liturgia ha sido
desafortunadamente inventada por oluwos (babalawo) tradicionalistas africanos,
algunos muy conocidos, por cierto! como una opción más para lucrar miserablemente
a costas de nuestra religión, soy un opositor acérrimo de ellas...Por considerar que es
-tal vez- la profanación mayor que se le ha hecho a Ifá en toda su historia en el
mundo occidental.»

En principio, tenemos una muestra de un tradicionalista africano, natural de Cuba,


radicado en España, que denuncia pública e internacionalmente los actos de
equiparación o ceremonias de homologación, como un acto de profanación, engaño e
invento actual. La califica como la máxima profanación, pues evidentemente se están
creando falsos babalawos ambivalente y falsas expectativas de ceremonias que
hábilmente les “permita consagrar” en ambos estilos libremente, sin reparos y
agrega:
«Se de otros babalawos y oluwos “Homologados” de Latinoamérica (especialmente
en Venezuela y México) que están incrementando sus respectivos pueblos religiosos a
costas de estas fraudulentas “Homologaciones” que están sembrando la confusión, el
caos y alentando a los flojos de espíritu a desarrollar lo que denomino “un nuevo
sincretismo religioso afroamericano” que dará un debilitamiento progresivo de las
auténticas tradiciones del Ifá afrocubano y del propio yoruba.»

Al menos se percató en aquel momento, de la gravedad de las confusiones, de las


estafas, los engaños y las falsedades de “equiparar” los babalawos cubanos, con lo
que ellos obtengan en sus ceremonias, que es muy dudable que ante tantos
desvaríos y confusiones sean babalawos lo que ellos consagran. Lo cierto es que el
nivel de aspectos imaginados confusiones y engaños, nacidos desde la supuesta
"emancipación británica" y creación de Yorubaland por los colonos, está haciendo un
serio daño aún en la actualidad en un sector importante de la cultura popular
internacional que fueron convencidos y son reproductores de esa reconfigurada y
residual identidad cultural.
Adicionalmente, las citas anteriores demuestran que el presente estudio no es nada
nuevo a nivel internacional ni al interior de Cuba y que es un tema ampliamente
conocido a nivel mundial dentro de las redes sociales de más de diecisiete foros de
Internet, pero dada las limitaciones de conexión y conectividad en esos años de los
cultores populares cubanos, el presente material, más que necesario es
imprescindible para defender y esclarecer los valores de la cultura cubana en el
marco de la religiosidad popular y para los estudiosos e investigadores de estos
temas. La cita continua:

«Es triste ver lo que está sucediendo, hermano en Ifá. Aunque soy un tradicionalista-
africanista, no deseo para nada que la tradición cubana de Ifá, se vea afectada de
alguna manera por estas miserables prácticas, más desintegradoras que
integradoras, porque los babalawos y oluwos cubanos que nos han precedido con
muchos esfuerzos y sacrificios lograron que Ifá, lejos de morir sincretizado en tierras
occidentales, viviese con gran vitalidad y fuerza suficiente para sembrar después a
todas Las Américas de un credo religioso que los cubanos, estemos donde estemos y
seamos quienes seamos, amamos»

Este Sr. Juan M. Rodríguez Camejo, aun cuando en su texto se declaró ser un
tradicionalista-africanista, para definir que no era un consagrado por la escuela
cubana, en un texto de: Julio Martínez y Enrique Orozco, en la Revista del Caribe
Numero 64/2014. Notas, P 19. Refieren lo siguiente sobre el mismo: «Babalawo
cubano residente en España. Juan Manuel Rodríguez Camejo […] fue iniciado en el Ifá
tradicional cubano por el babalawo Agapito Piloto (Otura-Airá), en el año 1971, en La
Habana, y reiniciado por el Araba de Ilé Ifé, Nigeria, en 1992.»

A pesar de que es sabido que Ifá no se consagra dos veces, y el propio Sr. reconoce
que no hay homologaciones, pero continúa su correo diciendo:

«Hoy muchos oportunistas “Homologados” -tal vez como el que aquí nos ocupa-, (se
refiere al Sr. Enrique de la Torre) además de los susodichos africanos, en lo que
parece ser un intento por recuperar sus polémicas inversiones iniciáticas a través de
las cuales compran títulos de oluwos, chief, ogbonis, etc., presuntamente aprovechan
el “río revuelto” para pescar ingenuos cuyos principios religiosos en Ifá
indudablemente no son firmes. Y, a costas del pueblo religioso seguidor del Ifá
afrocubano intentan a toda costa “Homologar imbéciles” para luego decirles que son
babalawos tradicionalistas...Es triste, pero es así.»

A pesar de lo que expresó en su correo, él habría incurrido en la misma paradójica


situación y veamos por qué: « […] En el 2003 recibió el título de Chief Ajabikin de Ifé
[…] y de AwoMerindilogún […] (Martínez y Orozco. Del Caribe Numero 64/2014. P 19)
En su párrafos pretendió dar un sentimiento de profunda condolencia, como cubano,
aun siendo africanista y también reconvertido, de ver cómo se va dando al traste con
el futuro de ambas tendencias; aparentó comprender que los “homologados” no
logran consagrar ‒más bien profanar‒ a los babalawos, ni siquiera tradicionalista y es
un punto de vista de honesta preocupación por lo tanto, los babalawos cubanos
“homologados” con procedimientos africanistas han sido ilusiones creadas, y por
igual condición todas las ceremonias que llevan a cabo, a partir de ello, son
igualmente inválidas. Continua la cit.

«Por lo tanto, estimado Awo, lo único que puedo hacer al respecto de este asunto ya
lo vengo haciendo desde hace un tiempo en el foro […] desde donde vengo alertando
a la comunidad religiosa de Ifá (sea tradicionalista cubana o africana) sobre estas
deplorables prácticas de algunos mercenarios de Ifá que al parecer no sienten el
menor escrúpulo al cometer profanaciones religiosas del calibre que aquí nos ocupa,
a saber: “Las Homologaciones” en Ifá. Incluso, mis acciones han llegado hasta
denunciar reciente y abiertamente a mi propio Padrino el Araba Agbaye de Ifá, Adisa
Aworeni Aworemi, quien últimamente se ha convertido en uno de los principales
abanderados de estas vergonzosas “Homologaciones”...Y, creo que con esto se lo digo
todo.»

De estos acontecimientos ya hubo más de un escándalo internacional en el


ciberespacio. Es oportuno señalar, que más de una decena de estudiosos de las
Ciencias Sociales han desmitificado muchos mitos que han dado por sentado algunos
ilustrados africanos y afrolatinos voceros yorubacentricos convencionalmente.
Prosigue:

«Ojalá su voz (la de aquel denunciante) sea escuchada y atendida por La Asociación
Yoruba de Cuba o por otra entidad con posibilidades de hacer algo por evitar este
descalabro religioso que atenta contra todos aquellos que amamos a Ifá... Le deseo
suerte y éxitos en su cruzada en contra de esta infamia...Y, siempre que lo estime
pertinente puede ponerse en contacto conmigo cuando lo desee.»

Hizo un llamado a la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, para que la presidencia de


aquella época tomara acciones concretas que paralicen estas profanaciones dentro de
Cuba. Una importante porción de practicantes, herederos de nuestra cultura cubana y
defensores de esas tradiciones nuestras, que son propias también de la comunidad
mundial, están a la espera de acciones concretas que contribuyan a mejorar estas
cuestiones y formulen las alternativas necesarias, para el esclarecimiento del
acontecer y el cuidado del patrimonio cultural cubano. Y concluye su cita:

«Estoy enviando copias de este email a las ío personas que aparecen originalmente
como destinatarios del suyo, porque aunque no tengo el honor de conocerlas, puede
que les interese conocer otras opiniones al respecto. De no ser así desde ya les pido
excusas por haberles molestado.
Que Orumila le bendiga.
O dabo, Chief Ifáshade Odugbemi» (Despedida, y nombre consagratorio)》

Paradójicamente a sus críticas dirigidas hacia Enrique de la Torre, por estas


ceremonias de homologaciones, que llamó profanaciones, en la revista “DEL CARIBE”
(Obra Cit.) aparece en la cronología de expansión del ifá nigeriano a este mismo
señor para establecer un linaje llamado Odugbemi. Quien finalmente fue despojado
de sus títulos por concilios Nigerianos, acusado de profanador y con quienes tuvo
serías confrontaciones como se ha visto en la cita de su correo.

A continuación cita de la carta condenatoria de Nigeria hacia el citado Sr. Juan


Camejo, que criticaba a Enrique de la Torre, por que tambien estaba haciendo
"ceremonias" que no estaba autorizado ni facultado. Cito:

《17 Septiembre 2007.


Osogbo. Nigeria
Sobre el Sr. Ifashade Odugbemi

Saludos a todos en el nombre de Orunmila y todos los Irunmole.


Esta carta es para informar a la comunidad Orisa hispano-parlante sobre las
actividades inescrupulosas de la persona que se hace llamar Ifashade Odugbemi de
España como también a su cómplice Ifayomi Odugbemi del Estado Mérida,
Venezuela. Dichas personas han estado difamando el nombre de mi omoawo
(estudiante/ahijado de Ifa), Aikulola Fawehinmi recientemente instalado como el
Gbawoniyi Awo del pueblo de Osogbo, como también a su estudiante, babalawo
Fasotito Oduola de La Victoria, Estado Aragua, Venezuela. Esta gente los han
acusado, y finalmente a mi, Jefe Fakayode Faniyi, el Agbongbon Awo del pueblo de
Osogbo, por consagrar falsos Ori para las personas, y también estafando personas en
otras áreas de rituales Yoruba.
Desafortunadamente para aquellos que están tratando de destruir el buen trabajo
que nosotros estamos haciendo en la comunidad Orisa, el Sr. Ifashade Odugbemi y
su grupo no pueden clamar que están practicando ni la practica Orisa de Africa
Occidental ni tampoco la tradición Orisa Afro-cubana. Lo de ellos es una práctica
extraña creada por Ifashade Odugbemi de sus ideales oportunistas y caprichosas.

Ifashade Odugbemi ha prometido visitar a Osogbo para pedir una “explicación” de


nuestro Araba y a mí mismo. Pero nosotros nunca lo hemos escuchado ni visto a él.
Nosotros también hemos visitado a sus Oluwo Keji Oro Agba, el Asunyere Awo del
pueblo de Iragbiji, el mismo un babalawo respetable y respetuoso de Iragbiji, y
hemos hablado sobre el comportamiento difamatorio hacia mi omoawo que ha sido
un miembro del Templo Idin-Ileke por años. Aun cuando Aikulola fue instalado como
un jefe de nuestro templo en Osogbo todavía no hemos sabido nada de Ifashade,
pero el continua intentando destruir nuestros nombres. Sus mayores de Iragbiji
también fueron invitados varias veces a Osogbo, pero ellos nunca aparecieron, aun
cuando nosotros fuimos a verlos en persona.
Nosotros queremos tomar esta oportunidad para advertir oficialmente a la comunidad
Orisa, especialmente en España y Venezuela, que Ifashade Odugbemi e Ifayomi
Odugbemi son faltantes. En ninguna parte de tierra Yoruba se ha escuchado
mencionar de un Ori hecho en cemento. Nosotros nunca hemos conocido un objeto
sagrado de Sango compuesto por 200 piedras ordinarias encontradas en un lugar de
construcción. Nosotros nunca hemos escuchado de un Oosun, el bastón Ifa de
babalawos, hecho en madera. Y nunca hemos escuchado de una carga mística que se
encuentra obligatoriamente en cada contenedor de Orisa. Los que estos dos están
haciendo es basura y están tratando de aparentar como babalawos auténticos para
tomar ganancias inescrupulosamente, y al mismo tiempo tratando de manchar los
nombres de individuos trabajadores y estudiosos que tienen entrenamiento que se
puede reconocer en cualquier lugar, y que continúan su entrenamiento para mejorar
sus destrezas como babalawo y olorisa.

El objeto de Ori que nosotros consagramos para nuestra gente está preparado por
reconocidos sacerdotes que se especializan en la preparación de ibo Ori. Y el ibo Ori
que nosotros consagramos se ha preparado como es hoy por centenares de años, al
contrario del objeto de Ori hecho de cemento que Ifashade y sus consortes usan para
estafar a las personas.

Ifashade Odugbemi de España como también Ifayomi Odugbemi de Venezuela no son


bienvenidos al Templo de IfaIdinleke de Osogbo a menos que ellos quieran venir con
una disculpa formal a mí, a nuestro araba, a mi omoawo el jefe Aikulola Fawehinmi, y
el resto de los babalawos del templo Idinleke. También deberían ofrecer una disculpa
formal a su oluwo jefe Keji Oro Agba por empañar su imagen, y ellos deben pedir
disculpas a la comunidad Orisa hispano-parlante de todo el mundo por sus conductas
ridículas.

Esta también es una advertencia a Ifashade Odugbemi e Ifayomi Odugbemi que


paren de intentar de ensuciar mi nombre y los de mis estudiantes.
Chief Faniyi Fakayode
Agbongbon Awo del pueblo de Osogbo》

A continuación, el Sr. de la Torre, hace uso de réplica, en respuesta del correo


acusatorio que envió a los foros Juan Camejo Ifashade Odugbemi. En el mismo, de la
Torre trata de convencer y de explicar las razones y las acciones que vienen desde el
extranjero a realizar en Cuba en especial en Santiago de Cuba. Destaco nuevamente,
sin visado correspondiente para actividades religiosas, veamos más adelante:

[1]Es una carta de Juan Manuel Rodríguez Camejo, cubano radicado en España, al
parecer babalawo cubano y de posterior tendencia africanista que protesta en
Internet, por las homologaciones, pues conoce que es una profanación y para
responderle citan su email de protesta al foro.

[2]Obviamente, con la llamada “presentación” de babalawos consagrados cubanos


(sin consagración africana) se pretendió que ya estuvieran aptos para ejecutar las
ceremonias africanistas de consagrar. Nuevamente más profanaciones.

19
ANEXO IV

«EL GRUPO Ifá MUNDIAL ES BONDAD.


TEXAS, USA. A 24 DE JULIO DEL 2008.

SOBRE TODO ESTE TEMA, EXPONEMOS PUBLICAMENTE LO SIGUIENTE; EN LA


REPUBLICA DE CUBA NO SE REALIZO NI UNA SOLA PRESENTACION ANTE ODU IGBA
IWA.
SE COMUNICA PUBLICAMENTE QUE, EN LA REPUBLICA DE CUBA, NO FUE REALIZADA
DE NUESTRA PARTE NI UNA SOLA PRESENTACION EN ODU IGBA IWA., TODO
PLANTEO QUE TRATE DE HACER CREER DAÑINAMENTE QUE ESO FUE REALIZADO, ES
TOTALMENTE INCIERTO Y TRATA UNA VEZ MAS DE CONFUNDIR A LA OPINION
PUBLICA RELIGIOSA COMO PRODUCTO DEL ESTILO PECULIAR DE ACTUAR DEL
AHIJADO DE Ifá Y DE OGBONI (Omitimos el nombre) YA HARTO CONOCIDO EN ESTE
GRUPO POR CUATRO MIL PERSONAS.(Obsérvese la cantidad de participantes que
participábamos de este foro y no era el único de su tipo en la época)
LAS INCIERTAS PRESENTACIONES NO FUERON REALIZADAS PORQUE TAL
CEREMONIA NO EXISTE EN EL Ifá QUE PRACTICAMOS CON LINAJE EN OGUN STATE.»

La revista “DEL CARIBE” (Obra Cit.) abarca un importante relación cronológica de los
ceremoniales que el mismo realizó en el oriente cubano y que incluye las
homologaciones, además, de la transgresión, injerencia y profanación de las
religiones populares cubanas, llevadas a cabo por este Sr. viniendo desde el
extranjero; lo peor de todo, es que conocidos babalawos de consagración cubana,
participaron en todo ello en reiteradas ocasiones y dieron todas las facilidades para
consumar estas acciones violatorias y profanas. Que también omitimos sus nombres.
Expresó además:

«EN POCAS HORAS SERAN PRESENTADAS LAS FOTOS DE OCHO ITEFASES


(consagración africanista) EN LAS PROVINCIAS ORIENTALES DE CUBA, UNO DE
ELLOS DE UNA IYAONIFÁ (¿“babalawo” mujer?) DE SANTIAGO DE CUBA EN CUYO
ITEFA DE IYALAWO NO ESTUVO ODU IGBA IWA EN EL IGBODU DE Ifá PORQUE ELLO
AL SER MUJER NO ERA REQUERIDO Y LOS MISMOS LOS DE LOS VARONES FUERON
REALIZADOS CON ODU (deidad africana) EN EL IGBODU (habitación de
consagración) DE Ifá, PERO ODU NUNCA FUE ABIERTO PARA LOS NUEVOS AWOSES
DE Ifá, SOLO ESTUVO Ifá ODU CERRADO Y ATESTIGUANDO COMO LO HACEMOS EN
NUESTRO LINAJE EN ABEOKUTA TALES CONSAGRACIONES CONJUNTAMENTE CON
LOS INKINES (semillas del oráculo) DE Ifá QUE SON LA REPRESENTACION DE BABA
ORISA ORUNMILA.»

Con un notable y garrafal desconocimiento de lo que debe ser y de porqué deben ser
las ceremonias dice, para mayor ignorancia: que solo estuvo Ifá ODU, de modo que
este Sr. no sabe siquiera que Ifá es una cosa, Orula otra cuestión distinta y lo que
llama Odu es otra totalmente desigual de las dos anteriores. Además, expresa haber
consagrado a una “IYALAWO” (¿mujer con funciones de babalawo?) y que no estuvo
frente a la deidad consagratoria porque no lo necesita. ¿Cómo consagran personas a
una deidad si la misma no está presente?, ¿Para qué la consagran si no la necesita?
Estimados colegas, créanme que todo lo que están leyendo no es ciencia ficción.
Agrega:

«NINGUNO DE LOS CONSAGRADOS EN ITEFA FUERON PRESENTADOS EN ODU,


PORQUE ELLO NO ERA NECESARIO Y PORQUE ESO NO EXISTE COMO LITURGIA, YA
QUE ODU ESTUVO PARA CADA VARON CONSAGRADO EN ITEFA PRESENTE EN EL
IGBODU COMO ES DEBIDO PARA NOSOTROS Y POR TANTO, LA MAL LLAMADA
PRESENTACION NO APLICA, PORQUE NO ES ALGO PROCEDENTE.»

Según estas declaraciones, (que no aclaran nada: presentar, como ceremonia de


homologación o presentación; y estar presente, como parte componente de los
objetos religiosos) que pretende negar la realización de “homologaciones” de
babalawos cubanos, supone que los mismos que oficiaron como participantes
(omitimos sus nombres a pesar de que aparecen en el correo de propaganda)
obviamente, estaban incurriendo en profanaciones de ceremoniales, sin poseer
ceremonias que los faculte. No eran consagrados por esa alternativa, ni
“homologados”; es al menos, lo que intentaba decir, ¿acaso la sola participación no
fue una presencia impropia? Todo queda muy nebuloso en legitimidad y muy clara la
vulneración religiosa; gracias a su explicación, que no justificación de un aspecto,
reveló lo inadecuado del otro. Porque, además, ‒hay que reiterar‒ que la
consagración de Ifá no se hace por segunda vez. Declara además:

«EL OLUWO (cubano) OFICIANTE DE LOS OCHO ITEFASES FUE EL SR. [....][1],
QUIEN TRABAJO MUY PROCEDENTEMENTE CON SU EQUIPO DE BABALAWOS TODOS
BAJO LOS PRECEPTOS DE LA ESCUELA FUNDADA POR EL OLUWO NIGERIANO
POPOOLA[2] Y OTROS HERMANOS OLUWOS (babalawo) EN CUBA, (Se refiere, entre
otros, a babalawos cubanos: ¿convertidos mentalmente a teología africanista?,
¿homologados?, ¿parecidos?, ¿similares?, ¿sinónimos?, ¿equitativos?. ¿A quienes se
refieres este Sr.?) O SEA, NO SE TRATA DE ITEFASES AL ESTILO RESPETABLE DE LA
ESCUELA CUBANA DE LA DIASPORA, SINO 100% AL ESTILO DE LAS PRACTICAS
NIGERIANAS Y ES POR ELLO QUE FUE PUESTO Ifá MI FUNDAMENTO DE ODU IGBA
IWA, PORQUE SE TRATABA DE CONSAGRACIONES TOTALMENTE AFRICANAS Y
REPITO, NO DEL RESPETABLE ESTILO DEL Ifá CUBANO.»
El llamado oficiante cubano y su equipo, se trata de babalawos consagrados antes
por el método cubano, ninguno de los cuales participan de tradición consagratoria
africana primaria alguna (como se ha demostrado, no hay homologación posterior
tampoco; que igual no convalidan nada) y adicionalmente un estilo de un nigeriano,
en tal caso: ¿Cómo oficiaron ceremonias africanistas, sin son consagrados del tipo
cubano?, ¿Los homologaron o no?, ¿vulneraron o no?, ¿Cómo hicieron todo al estilo
africano, si no pasaron por esas consagraciones de forma primaria ni el propio
propiciador de todo aquello, que solamente le dieron un título documental? Prosigue
la cita:

«EN CUBA NO FUERON REALIZADAS NINGUNAS HOMOLOGACIONES RESPECTO A Ifá


NI RESPECTO A NADA DE NUESTRA PARTE! (en la revista del Caribe citada aparecen
los nombres y las fechas de las homologaciones que sirealizó)
EN ESTE MISMO APARTADO SERAN PRESENTADAS LAS FOTOS DE TALES
CONSAGRACIONES DE ITEFASES, UNO DE ELLOS DE UNA IYAONIFÁ (IYALAWO).
CHIEF OLUWO Ifá & OGBONI
ENRIQUE DE LA TORRE.»

Aparece otra novedosa categoría, la de Iyalawo para una mujer. (¿Babalawo


femenina?). Como las situaciones de violaciones e irregularidades de “presentar” a
un babalawo consagrado ante Olofin en Cuba, ante la llamada Igba-Iwa ‒entre otras ‒
de África, para con ello pretender que están facultados para hacer las ceremonias
consagratorias por la liturgia africanista, sin haber transitado previa iniciación como
primaria, continuaban dentro de Cuba las dudas y los cuestionamientos de estos
sucesos en Internet.

[1] He omitido los nombres de los cubanos babalawos que han participado en estas
ocasiones, para que no sea asumidos como referencias personales; lo vital, en
realidad, es la problemática de vulnerabilidad en las religiones populares y las
afectaciones en la identidad nacional, a pesar de ser parte del original de la cita y
responsabilidad del autor.

[2] Se mantuvo el nombre del ciudadano africano, en la cita pues ha venido en varias
ocasiones, como otros más, a estas ceremonias, y al mismo tiempo ha condenado las
consagraciones de Iyanifá, según acta condenatoria publicada y que aparece en los
anexos que adjuntamos en este trabajo, más adelante. Pero además, esta
declaración por email, circuló por toda Internet y todo lo que aparece en internet, es
de libre acceso para ser citado.

20

ANEXO V

«Cito a continuación un posteo del día 27 de julio del 2008 en este grupo.
De: <NOBR>Alias de MSN Un Futuro Luminoso</NOBR>
Enviado: 27/7/2008 23:53
Oluo enrique de la torre, existe la presentación a odu igbaiwa?, eso se ve ahora en
cuba y necesito saber si eso es verdad o si se trata de algo del nuevo ajiaco, le pido
sus bendiciones,

Un futuro luminoso» (Nick Name de otro participante)

Se trata de otro babalawo con igual preocupación del escándalo y fraudulentas


acciones que se han estado llevando a cabo. Dada la presión internacional que, de
una y otra variante surgían en demanda de aclaraciones que continuaban al respecto
porque, se estaba conociendo que las violaciones continuaban; por ello se ve a este
Sr. de nuevo en la obligación de dar más explicaciones en la siguiente cita.

«ALAAFIA HERMANO / NA, FUTURO LUMINOSO...


LA PRESENTACION DE ODU IGBA IWA NO EXISTE COMO TAL, PORQUE ES
TOTALMENTE ILOGICA, PORQUE SERIA DESDE UNA BUENA LOGICA UNA GRAN
FALSEDAD Y PORQUE NO SE PUEDE BUSCAR CON UNA PRESENTACION DE ODU QUE
NO EXISTE EL TRATAR DE REMEDIAR PARA OCCIDENTE (NACIONES DE NUESTRA
DIASPORA YORUBA) COSAS QUE NO TIENEN EL “REMEDIO” QUE SE LES QUIERE
AHORA DAR.»

Ahora, además, resulta para este Sr. !Que los babalawos cubanos no somos
babalawos ni tenemos forma de remediar esta deficiencia! ¿Cómo resolvió, entonces,
su propia supuesta “deficitaria” consagración afrocubana? Según este criterio, los
babalawos cubanos no son babalawos completos ¿Cómo resolvió el problema en
Cuba de prácticas africanistas utilizando babalawos cubanos incompletos? Prosigue:

«EL TEMA ESTA ASI; EN NIGERIA, CUANDO EL AWO ES CONSAGRADO EN ITEFA


(SER CONSAGRADO COMO AWO DE IFÁ), EN ESE MOMENTO ESTA AHI LA
PRESENCIA Y EL FUNDAMENTO DE ODU CONJUNTAMENTE CON LA PRESENCIA DE
BABA ORISA ORUNMILA Y POR TANTO, ES JURADO UN AWO DE IFÁ COMO TAL, BAJO
EL PRECEPTO DE LA ENERGIAS FEMENINAS Y DE LAS MASCULINAS, POR LO CUAL,
ODU ES TESTIGO FEMENINO DE LA JURAMENTACION Y ORDENACION DE ESE AWO
DE IFÁ, LO CUAL NO HACE NECESARIO QUE EL MISMO SEA NUNCA PRESENTADO
ANTE ODU IGBA IWA, PORQUE DE HECHO, YA LO HA SIDO EN SU PROPIA
CONSAGRACION COMO AWO DE IFÁ.»

En este texto, su demagogia traspasa los límites del respeto por ignorante, al decir
que es lo mismo Igba Odu, que Olofin. Si recuerdan la descripción copulatoria de sus
ceremonias, ahora resulta que Igba odu es testigo, pero antes describían que
copulaba, entonces: ¿Es testigo o también es parte? Realmente es penosa y
lamentable la cantidad de desvaríos e inventos con tal de llevar a cabo sus fines a
toda costa. Agrega además:

«ESE AWO DE IFÁ, TENDRA LA POSIBILIDAD DE VER A ODU EN SU CONTENIDO


INTERNO, O SEA, VER SU IMAGEN, EL DIA QUE SEA CONSAGRADO ANTE ODU, PARA
DE TAL FORMA, RECIBIR LAS ENERGIAS FEMENINAS COMO TAL, LAS CUALES LE
PROVEERAN DEL DERECHO Y DEL PODER SACERDOTAL DE REALIZAR
CONSAGRACIONES DE ITEFA A NUEVOS AWOSES DE IFÁ COMO PADRINO DE UN
ITEFA DESDE LA OPTICA AFRICANA DE IFÁ.»

Dice con claridad, que: ¡Se consagra con solo ver a Igba odu! ¿De solo ver su
imagen, ya verá el contenido interno? (¿Contenido interno o la imagen externa?.
(Sabrá este Sr. de que está hablando?) Y para colmo, además, ya está facultado para
consagrar a otros nuevos babalawos; o sea, ¿de solo verla ya queda consagrado? Mis
estimados lectores neófitos, los babalawos cubanos que lean estos procedimientos, lo
menos que pueden hacer es escandalizarse del procedimiento que detalla este
documento para consagrar un babalawo de sus estilos; peor todavía, es que estas
personas “consagradas” se creen que son babalawos y que pueden “consagrar” a
más personas de esta manera. Esto es alarmantemente imaginario, bochornoso y
sobre todo muy peligroso y perjudicial al interior de la sociedad cubana. Y continúa:

«YO ANTES ERA DE LA ERRONEA IDEA DE PODER PRESENTAR A LOS AWOSES


OCCIDENTALES DE LAS NACIONES DE LA DIASPORA YORUBA ANTE ODU, (Se toman
atribuciones personales de formularse ideas al respecto) PARA DE TAL FORMA Y CON
EL BIEN SABIDO CORRESPONDIENTE ATRASO EN EL TIEMPO, QUE ELLOS FUERAN
ATESTIGUADOS POR ODU CON ATRASO CON RESPECTO A SU YA MUY ANTERIOR
CONSAGRACION COMO AWO DE IFÁ EN LAS CUALES NUNCA ESTUVO PRESENTE EL
FUNDAMENTO DE ODU IGBA IWA,»

Ha expresado literalmente, que ¡los babalawos cubanos no son babalawos completos!


¡Que creyó que así se completaban, aunque atrasados o fuera de tiempo! ¡Luego
comprendió que no es así…! Eureka, descubrió que el experimento no funcionaba.
¿Cuántas personas se están perjudicando todavía con estos experimentos?, ¿Cuántos
aspectos han resultados de estas improvisaciones que le llaman “consagraciones”?,
además, es una tácita declaración de que la llamada deidad: Odu igba iwa, no es ni
siquiera parecida a Olofin, con lo cual se han consagrado los babalawos cubanos.
Esta afirmación es la fundamental prueba, que de para nada somos iguales como
babalawos los unos con los otros.

Esto evidencia que de tantas especulaciones subjetivas, al parecer los babalawos


cubanos estamos incompletos y que tardíamente, atrasados en tiempo nos
presentarían para solo entonces estar completos y ser ahora babalawos reales. Luego
de haber documentado historiográficamente como ha sido la yorubanidad una
identidad imaginada y occidentalizada; que desestructuró lo tradicional africano,
¿Hasta dónde han realizado improvisaciones, que confunden a los menos ilustrados?
Además, lo mismo que dijo e hizo y se retracto después, de que no se hace ni existe
la “homologación”, es justamente lo que está diciendo que se debe hacer ahora
tardíamente para un babalawo afrocubano, pero también expresa que eso no tiene
lógica. Traten de imaginar el universo de improvisaciones personales de tantos y
cada uno de ellos desde entonces. ¿Tendrán una real noción de cuál es su verdadera
identidad cultural, luego de tantas formas y variables de hacer un intento de
ceremonia de consagración?

Ellos mismos hacen evidente, que se han estado haciendo prácticas inventadas, que
no existen ni en la tradición de Nigeria siquiera; pero los babalawos cubanos que han
participado y aun participan de todo este movimiento, si son conscientes y
responsables de toda esta arbitrariedad absolutamente irresponsable. El drama
continúa de esta forma:

«PERO AL APLICARME CON TODA MESURA Y OBJETIVIDAD LAS CUESTIONES QUE HE


EXPLICADO EN LOS PARRAFOS ANTERIORES, ME PERCATE CON TODA CLARIDAD DE
QUE NO EXISTE LA PRESENTACION DE ODU, PORQUE LA MISMA NO SERIA ALGO
AUTENTICAMENTE PROCEDENTE DEL YORUBA TRADICIONAL NI EN LA FORMA NI EN
LA ANCESTRALIDAD MISMA DEL IFÁ MAS ANTIGUO Y ORIGINAL DEL AFRICANO.»

No es posible que sea el más ancestral, si han perdido y no poseen ya Olofin ni


Oduduwa. Se demuestra que todo lo hecho, responde a disquisiciones y
especulaciones personales. Con este tipo de explicación intenta evadir el dolo de
premeditada invención y sus responsabilidades; aparentemente, por
desconocimiento; pero desconocer, no exime del cumplimiento de las normas y su
consecuente responsabilidad ante ellas. ¿Qué necesidad había de todo esto en Cuba?
Agrega en la cita:

«SI ALGUNA VEZ ALGUIEN DETERMINARA HACER TALES PRESENTACIONES DE ODU


IGBA IWA PARA NUESTROS HERMANOS BABALAWOS EN LAS NACIONES DE LA
DIASPORA YORUBA, (continua concediendo la posibilidad de hacerlo) HABRIA QUE
DE LA MISMA FORMA EN QUE SE TRATE DE JUSTIFICAR TAL LLAMADA
PRESENTACION, EXPLICARLE A NUESTROS HERMANOS QUE SE TRATA DE ALGO NO
VISTO NI REALIZADO NUNCA EN EL IFÁ YORUBA DE NIGERIA, PORQUE POR TODO
LO AQUI EXPLICADO ANTERIORMENTE, SERIA UNA PRESENTACION IMPROCEDENTE
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS LITURGIAS AFRICANAS. ESE ES MI PUNTO DE
VISTA A PARTIR DE LA LOGICA QUE EXPLICO.»

Con el fragmento anterior, intentando convencer a los lectores cibernautas de que no


había llevado a cabo profanaciones en Cuba, solo demostró la arbitrariedad de todos
estos acontecimientos ejecutados por cualquiera de los diversos actores de estas
acciones.

Después que han tenido que imaginarse una deidad femenina, o fueron convencidos
por foráneos (En total apogeo del patriarcado africano fundamentalista e islámico,
sobre una cultura que va perdiéndose en sus originarios lugares) para
supuestamente consagrar babalawos, resulta que ahora, después de casi dos
centurias todos los babalawos del mundo consagrados ante Olofin ninguno somos
babalawos. ¿Hasta dónde llegan estas graves cuestiones?
Insiste en que se podrían hacer, (la invención) pero que expliquen que nunca se ha
efectuado. Siendo así ¿Cuál es el “tradicionalismo yorubacentrista” del que dicen ser
portadores? Por lo visto, para los ideólogos africanistas cualquier cosa se puede
hacer. Su tradicionalismo lo mismo dice ser lo más antiguo que se lleva a cabo, como
de repente dicen que hay ceremonias que hacen y que no existen en lo “tradicional”;
reconociendo que hay que advertirle a los consagrados, que se trata de algo no visto
ni realizado nunca antes en Nigeria. Realmente los nuevos consagrados como
“babalawos” sinceramente, son personas digna de lastima, por la forma en que se ha
jugado fraudulentamente con su profesión de fe. ¿Cuántos falsos babalawos tenemos
ahora, que ni ellos mismos lo saben?; la asombrosa cita prosigue diciendo:

«OTRO TEMA INTERESANTE PARA CONOCIMIENTO GENERAL Y PORQUE VIENE AL


CASO ES EL SIGUIENTE; EXISTE ACTUALMENTE CIERTA TENDENCIA NEFASTA Y
NEGATIVA DE PERSONAS INESCRUPULOSAS PROVENIENTES DE AFRICA (UNOS
AFRICANOS Y OTROS OCCIDENTALES QUE HAN PASADO POR NIGERIA), QUE DICEN
A LAS PERSONAS AQUI EN OCCIDENTE QUE LOS ESTAN CONSAGRANDO EN ODU
IGBA IWA Y UNICAMENTE LES HAN DADO EL FUNDAMENTO DE IGBA IWA, QUE NO
ES LO MISMO NI SE ESCRIBE IGUAL.»

Confiesa internacionalmente, que africanos y naturales occidentales, solo han


entregado una “deidad” y no han consagrado en la misma, entre otros imaginarios.
Ahora no se sabe quien es un falso consagrado sobre inadecuadas deidades; o quien
sólo lo recibió en sus manos, sin consagración y en ningún caso se sabe cuál es su
contenido. Al tiempo que se comprende que, en resumen, ni los unos ni los otros son
babalawos por ninguna tradición. Ante tales situaciones, las personas que han
recibido sus ikofas y awofaka (para mujeres y hombres respectivamente) de estos
“consagrados”, por carácter transitivo, también son un acto invalidado de
profanación; con o sin intención es la obligada resultante. Si su babalawo no es un
real consagrado, obviamente, todos los que ellos “consagren y entreguen” tampoco
lo es. De suerte tal es la magnitud cuantitativa y cualitativa del daño masivo llevado
a cabo en el terreno cultural cubano e internacional.

Adicionalmente, los que han recibido una deidad africana actual, no pueden saber en
modo alguno, que es lo que realmente les han entregado. Prosigue la cita:
«COMO SI FUERA POCO, ESOS HERMANOS QUE HAN SIDO TIMADOS DE TAL FORMA,
LUEGO HACEN SUS ITEFASES A NUESTROS HERMANOS EN LA DIASPORA CON ESE
FUNDAMENTO QUE EN REALIDAD NO ERA EL DE ODU Y ENTONCES, PUES SE HACE
AUN MAS GRAVE EL CASO, PORQUE SE TRATA DE AWOSES DE IFÁ QUE NO
ESTUVIERON REALMENTE EN PRESENCIA DE ODU IGBA IWA EN EL IGBOGDU
(Habitáculo de ceremonial consagratorio) DEL ITEFA. ESTE TEMA HAY QUE HACERLO
LLEGAR A TODAS LAS NACIONES DE LA DIASPORA YORUBA, PARA QUE NADIE SEA
TIMADO AL RESPECTO.
FRATERNALMENTE,
CHIEF IFÁBIYI ENRIQUE DE LA TORRE.»

A confesión literal, relevo de pruebas. Estas especulaciones e improvisaciones, que


resumen más daños, que reales aportes culturales, por cuanto ellos mismos declaran
y testimonian, que no existen certezas de consagrados como babalawos ni siquiera
por estos métodos, que no los valida ni en Cuba ni en Nigeria. Se evidencia que hay
una notable pérdida de las reales tradiciones, al devenir de tantas innovaciones
realizadas entre ellos mismos acerca de qué es Igba-iwa, que la refieren distinta de
Igba-odu; y, ambas a su vez, desiguales de Odu-igba-iwa.

Por la cita y otros muchos testimonios recogidos, dicen literalmente: «que no es lo


mismo ni se escribe igual». La interrogante se acentúa basada en sus propios
desvaríos y absolutas contradicciones: ¿Quiénes de ellos son babalawos y en que se
han consagrado?, ¿Cuáles de ellos, a su vez, han reproducido estas acciones hacia
otros, que se suponen babalawos y no lo son dado estas confesiones
internacionales?; ¿Cómo van a revisar todas estas incongruencias y asumir sus
responsabilidades frente a las múltiples personas involucradas?; ¿Cómo aceptar que
un “homologado" tenga facultades religiosas y logre consagrar, si él es solo
homologado (que confiesan es improcedente) y no consagrado?

Con toda modestia pienso, que no es posible, que estén realmente haciendo
consagraciones litúrgicas y tanto menos cuando no saben si la deidad que emplean
en cada ocasión ha sido la idónea, tampoco los primeros babalawos cubanos
consagradores de otros, fueron iniciados por estas ceremonias.

Todas esas cuestiones fueron realizadas, como remanentes del proceso colonial
británico de la supuesta superioridad de pureza yoruba poscolonial y nunca antes de
esa época ‒no tienen créditos de mayor antigüedad‒ y los “consagrados” resultantes,
no son lo que ellos aspiraban. Todos han sido víctimas de las falacias culturales de los
procesos civilizatorios que ha sufrido el continente africano; no se trata de mi criterio
personal, es la descripción y confesión resultante de sus propios procedimientos y las
citas irrefutables documentadas de múltiples investigadores.

La introducción, en absoluto innecesaria, de las prácticas africanistas mal llamadas


“tradicionalistas”, en aquellos países que como Cuba ya tenían una larga tradición de
cultura de antecedentes africanos de mayor antigüedad, evidentemente demuestra
que han traído solamente un cúmulo de dificultades, de engaños, estafas,
profanaciones, confusiones, divisiones y confrontaciones nada favorables en el
normal desempeño de las tradiciones culturales establecidas en Cuba y parte de
nuestra ancestral memoria histórica; ajenas y antagónicas con las tradiciones
patrimoniales de nuestros ancestros.
Tanto más penoso, cuando muchos de ellos dicen ser continuadores de las tradiciones
de ifá de Miguel Febles Padrón; quien fue el primero en alertar, que la entrada de los
africanista en Cuba, solo serviría para desorientarnos; alertó la necesidad de
defender la tradición que heredamos de nuestros ancestros, en cartas que enviara a
un cubanoamericano. Dichas cartas, obran en poder de muchos, muchos babalawos
en el mundo, que circularon en formato digital por las redes de los foros.

Han creado un caos de competitividad donde había una consensuada unidad de


identidad cultural afrocubana y han perjudicado a muchos cultores populares con sus
actuaciones; al tiempo que, sin dudas, han atentado contra la integridad de la
identidad cultural cubana. El Dr. Matory ha documentado que se trata de un golpe de
estado del poder religioso y que la yorubanidad, como teología ancestral, es una
identidad simplemente imaginada y alentada (de notación occidental) por el imperio
británico en su época. No se acaban de dar cuenta, de que solo son un subproducto
cultural e instrumento heredado de la colonización británica, al reproducir los
procesos desestabilizadores de la cultura ancestral afrocubana, luego de haber
sufrido los africanos la pérdida de su propia memoria histórica en los procesos
civilizatorios coloniales de que fueron objeto por más de 100 años.
Intencionalmente generan un caos y confusión, al involucrar a los cultores y
babalawos cubanos, para imprimirle a la cultura patrimonial afrocubana matices de
descréditos, desconfianza y falta de credibilidad en la sociedad, como forma de
competitividad atentando contra la integridad de la identidad cultural.

21

ANEXO VI

«De: Nelson Aboy


Enviado el: 1 de junio de 2008 16:07
Para: 'tempo ifá fun ojo iwaju, nigeris &usa.'
CC: Enrique de la Torre
Asunto; RE

Sr. Enrique de la Torre.

Ud. además de profano, demagogo y de anticubano está loco o se hace el loco


cuando le conviene. Para que manda estos e-mails con los contenidos demagógicos
de su foro a mi e-mail, si expulsa del mismo a los cubanos y extranjeros que le
hemos salido al frente en defensa de Cuba y de nuestra identidad cultural y nacional.
Yo personalmente soy un ejemplo, de haber sido expulsado de su foro en dos
ocasiones por Ud. Mismo. Y, entonces, por qué expulsan del foro a los que no
comparte sus críticas. Ya no me refiero sólo a su línea de Ifá, sino a los que no
aceptamos sus críticas hacia Cuba. Ud. puede optar por la vía de práctica que desee,
al parecer, ser un detractor para Ud. no es ser un profanador de lo juramentado en
Ifá por Ud., pero ¿hay que aceptar callado que critiques a la cultura cubana?

Tú no eres ni representante de la cultura cubana, en tanto profanador de la misma,


ni representante de la cultura africana actual dado el sin número de estafas que has
hecho, […] ¿Para qué me mandas estos materiales en privado?; ¿Tienen miedo de
que yo hable en su foro?; Para que dices que estos temas deberán ser tratados
dentro de tu foro, si expulsas a los que contradicen tu opinión?

Tú sabes que tienes un largo y extenso historial de agresión contra Cuba y la cultura
afrocubana, y también sabes que nunca te lo he permitido en ningún contexto.
Busca esos mail, o acaso no te convienen esos correos de esa época. Acaso no te
conviene todo lo mal que hablaste de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba para
destruirla y crear divisiones con tu proyecto conferencista llamado Caribe. Te dije
que no podías usar a Ifá para alentar guerras ni para justificar invasiones ni
agresiones en el mundo. ¿Se te olvidó?

Muchos babalawos dentro y fuera de Cuba conservamos absolutamente todos tus


escritos, […] hasta los más agresivos hacia Cuba. Te dije que no es muy grato que
digamos, que además estés involucrando a conciudadanos cubanos que residen en el
oriente del país en tus locuras, creando representaciones de Egbe (casas religiosas)
que responde a tus intereses y estafas, sirviendo de contrapartida organizativa
posible, frente a la posible organización de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, sin
que los colegas sepan que personaje real eres ni que se sabe de ti en los medios
internacionales.

Con la cultura de Cuba es muy perjudicial estar jugando y difamando, únicamente en


tus afanes propagandísticos que laceran el patrimonio identitario de nuestra
nacionalidad.

Nelson Aboy»
Finalmente, (Se omitieron los CC: a 74 foros destinatarios) pero por la cantidad de
escándalos, profanaciones, invenciones y engaños, que este Sr. y sus colaboradores
cubanos llevaron a cabo, mayoritariamente en las zonas orientales de Cuba y como
fueron muchas más las quejas e internacionalmente fue tomando connotación y ello
cuestionaba el prestigio de las autoridades nigerianas, que concedieron un título
documental al mismo, de estilo “nobiliario” en la propia Nigeria; con lo cual se sintió
en condiciones de poder hacer todas estas irregularidades innovadas.
Producto de estas fraudulentas acciones, similares a las que se llevan a cabo dentro y
fuera de Cuba, las autoridades nigerianas que en su momento le concedieron
dignidades titulares se pronunciaron de la siguiente forma con respecto a este señor.

22

ANEXO VII

«10 DE OCTUBRE 2010.

Eriwo Ya,

Estoy escribiendo esta carta en nombre de todos los ancianos de Ifá y Orisa, en la
región del Estado de Ogun, Abeokuta incluyendo a Ika tierra, Gbagura para informar
que Enrique De La Torre también conocido en línea como Jefe Oluwo Ifá y Ogboni con
el nombre correspondiente de Ifábiyi ha sido denunciado como la obtención de
cualquier título Oloye dentro de Ifá y Orisa o dentro de la región de Abeokuta, Estado
de Ogun por los miembros del consejo supremo de la relación con Ifá y Orisa en la
tierra santa de Abeokuta.

Enrique De La Torre fue el ganador del título relativas a Ifá conocido como El Jefe
Oloye Tedimole AwoIlare de Abeokuta hace los últimos años. Se le dio este título a la
ayuda en la toma de conciencia y la práctica de los conocimientos tradicionales y
prácticas ingeniosas Ifá Orisa como se hace en Abeokuta, siguiendo las prácticas
estrictas de los padres de su primer plano. Enrique De La Torre no ha cumplido con
esta petición y la responsabilidad. Se ha señalado a la atención de la junta y el
consejo de Ifá y Orisa en Abeokuta que Enrique De La Torre no ha sido capaz de
cumplir los requisitos de tal honor y el título.»
En estos dos párrafos está la evidencia de que le concedieron un titulo de honor, para
estudiar y prepararse, pero no como consagrado en ceremonial por ninguna opción
africana, ni tampoco para prácticas inadecuadas a los criterios de sus superiores. En
tal caso, que consagraciones hizo a cubanos dentro de Cuba, que tampoco el
resultado es validado. Continua la cita:

«Los ancianos de Abeokuta, que incluiría la Edu Oba de IleIfe, que es también el
Araba de Abeokuta se han puesto en conocimiento de las prácticas fraudulentas
reciente y antigua relacionándolos con fe en la práctica de Abeokuta llegar a la
conclusión de que estas prácticas se hecho sin el consentimiento, autorización o
realización de cualquier autoridad de Ifá y Orisa en Abeokuta. Ahora es declarado por
estos ancianos que Enrique De La Torre también conocido como Ifábiyi ha sido
denunciado de sus títulos de Oloye (Tedimole Awo Ilare) debido a sus prácticas, y
acciones contra las prácticas auténticas de Abeokuta en ingeniosos tradicionales Ifá y
Orisa».

El párrafo anterior expresa literalmente, que este Sr. ha hecho prácticas fraudulentas.
Reconoce que han habido fraudes recientes y antiguos en las prácticas africanistas;
así como que fueron llevadas a cabo sin permiso de ellos: ¿Concederán permisos
para los fraudes? Continúan diciendo:

«Enrique De La Torre (Ifábiyi) ha sido conocido por usar su título como una forma de
marketing para ganar clientes y/o ahijados de Ifá y Orisa asegurándoles que él está
practicando el auténtico Ifá y Orisa como se hace en Abeokuta, (¿Sin haber recibido
ceremonias?) donde el estado de los ancianos “lo está haciendo sin su autorización y
de formación para asegurar dichas prácticas o enseñanzas para ser verdad.” Enrique
De La Torre ya no se considera la Tedimole Awo Ilare de Abeokuta. (¿Todo esto es así
tan simple y sencillo?, ¿De un plumazo dan o quitan?) Es desde este punto de
aprovechar de su uso y la relación de este título o la afiliación de Ifá y Orisa de
Abeokuta o de sus ancianos. Enrique De La Torre se pongan en contacto con Oba Edu
el Araba de Abeokuta directamente si le gustaría disputar estas denuncias que se han
interpuesto por varios individuos en su contra.

Enrique De La Torre se ha sabido no está facultado para iniciar a la gente en diversas


áreas tradicionales de Ifá y Orisa en que tales prácticas no cumplen con la formación
auténtica y procedimiento. Enrique De La Torre ha dado como Orisa como Obaluaye,
Olokun, Aje Shaluga, Isefa (una mano de Ifá), Odu IGBA, y otros Orisa por nombrar
algunos reclama la totalidad de hacerse en cualquiera de la forma y la práctica de la
Oda Remo en el marco del tutorial de finales de Afolabi, autor Epega de El Oráculo de
Ifá Sagrado y ahora los ancianos de Abeokuta. Ambas fuentes se negaron a ser
auténticos y estoy aquí sólo para hacer frente a la autenticidad de tales de Abeokuta
y los ancianos en relación de Ifá y Orisa. Traemos esto a la Ifá y Orisa de la
comunidad mundial para asegurar que estas violaciones en contra de nuestra fe se
eviten y se detuvo. Animamos a cualquier persona a quien le gustaría seguir
haciendo frente a estos temas de interés para hacerlo adecuadamente a los ancianos
de Abeokuta.
Enrique De La Torre es una vez más (póngase) en contacto con el Edu Oba, Araba De
Abeokuta directamente con cualquier defensa de réplica, directamente, en persona o
puede comunicarse con él por teléfono. (se ha omitido el dato)

Atentamente,
Oluwo Abayemi Ifátoba Adeniji
Ijo Ojumorere Olodumare Oyela»

Todo esto demuestra ‒como dice la declaración de Abeokuta‒ que se está haciendo
marketing, comercio y mercantilismo con actos que califica de violatorios, en la
entrega de orichas y ceremonias. Con esta declaración quedan invalidadas todas las
ceremonias y deidades que este Sr. se permitió llevar a cabo y entregar en las
distintas regiones en que hizo acto de presencia y ceremonias en Cuba.

Se destaca, como hemos analizado, que ni las EseIfá (Una Mano de Orula para
hombres o para mujeres) ni la entrega de orichas, y menos aun las llamadas
“homologaciones” son válida por estas personas y que todo ello es falso. Reitero, ¿En
qué lamentable situación y defraudación quedan todas las personas que han sido
objeto de sus engaños?

Adicionalmente en su momento, la Asociación Cultural Yoruba de Cuba se pronunció


de la siguiente forma:

23

ANEXO VIII

«ASOCIACION CULTURAL YORUBA DE CUBA


Información

Respuesta del Consejo de Sacerdotes Mayores de Ifá de la República de Cuba y de


los 1621 Miembros Babalawos de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, a la
descabellada actitud de algunos Babalawos que dicen haber iniciado a ciertas
mujeres en Culto a Ifá.

Queridos hermanos religiosos:

Para todos es un hecho que Cuba ha sido el único país que verdaderamente ha
llevado a otras partes del mundo la fe y el amor de esta digna religión, con la
sabiduría de su Culto a Ifá y la Regla de Ocha, por lo que nos asiste el derecho de no
permitir que nada ni nadie manche esta religión que nos fuera legada por nuestros
ancestros (los esclavos), los hombres más humildes de la historia de Cuba.

Todos sabemos que en la concepción que tenemos de Ifá en Cuba, la única


consagración que recibe la mujer en este culto es el IKOFA. Orunmila premió a la
mujer para ser la servidora de Ifá, y cuando decimos servidora, lo hacemos teniendo
en cuenta el buen sentido de la palabra porque la mujer cuenta con toda nuestra
consideración y respeto, no sólo dentro de la religión sino como trabajadora, esposa,
madre y principal educadora de los hijos.

Por lo que no entendemos que algunos que se dicen ser religiosos hayan faltado al
respeto que merecen nuestras mujeres, al engañarlas diciendo que tienen vastos
conocimientos de nuestra religión y le han hecho creer que las han iniciado en los
secretos profundos de Ifá, estos señores, por llamarlos de alguna manera porque ya
no se les puede llamar hermanos, jamás han visto nada relacionado con este
ceremonial, y sin darse cuenta muchos de los que participaron han sido utilizados por
su líder religioso, confiados en su sabiduría quien en sus ansias de buscar
protagonismo o la obtención de dinero, ha perdido su integridad religiosa y los ha
convertido en profanadores o han pasado a ser sólo unos negociantes de poca
monta.

Han violado así, según los mandamientos de nuestra religión, cuatro de los capítulos
fundamentales que se recogen Ika-Fun 0du I (vea aquí los 16 mandamientos de Ifá),
y que son los siguientes:

Número 2: No haga ritos de los que no tenga conocimientos básicos.


Número 3: No desorientar jamás a las personas ni llevarlas por falsos caminos.
Número 5: No pretendas ser sabio cuando no lo eres.
Número 8: No se deben romper tabúes o prohibiciones.
Llamamiento a todas nuestras religiosas

No se deben dejar engañar, el protagonismo en Ifá no está concedido a las mujeres,


les alertamos que con éstas iniciaciones le estafarán su dinero y lejos de estar cerca
de nuestro culto religioso, esto las hará alejarse.

Hay razones por las que la mujer no puede trabajar con Ifá o llamarse adivina de Ifá.
Primeramente, en cualquier parte del mundo para ser adivino de Ifá, se deberá estar
consagrado con la presencia de Olofin y a la mujer nunca se le ha permitido estar
presente en el local donde se encuentre esta deidad, incluso cuando se va a trasladar
de una casa a otra es necesario que todas las mujeres que estén en los contornos
pasen a habitaciones cerradas para evitar entrar en contacto con este deidad
superior, por lo tanto es contradictorio que se diga que hay mujeres Oluwos.

No queremos que esto se entienda como un problema de discriminación o de


machismo, sino que se mantiene el cumplimiento de las reglas ancestrales, lo que
nos fue legado y explicado a través de historias o patakies, que ilustran el por qué de
esta negativa para la mujer y que la limita en este sentido.

Incluso relacionado con este tema recibimos las Declaraciones del Profesor Idowu B.
Odeyemi Balogun Awo Agbaye & Presidente, miembro del Consejo Internacional de la
Religión de Ifá, radicado en Nigeria, donde manifiesta su inconformidad con la
ceremonia de Iyanifá que se le efectuó a una norteamericana nombrada D’Haifia, la
que se jactaba de poseer Odu (Igba Iwa) y se autodenominaba Olowo. El consejo
antes mencionado tomó medidas disciplinarias contra la supuesta Iyanifá por
catalogar esta ceremonia como una de las profanaciones más grandes que se haya
podido cometer contra la religión.

Hacemos alusión a esta situación que tuvo lugar en marzo de 2003, (En Cuba) con el
fin de llamar la atención a los que pretenden hacer ver que precisamente en Nigeria
están de acuerdo con estas cosas, si bien existe este tipo de ceremonia (Honorífica,
no sacerdotal) para mujeres de edad avanzada, que hayan perdido completamente
su menstruación y por supuesto con la limitación de que no pueden estar en contacto
con Odu (Igba Iwa). En nuestra Regla de Ocha o Santería y el Culto a Ifá, éstas
Iyanifá equivalen a nuestras apetebis de Orunmila, con la diferencia de que las
nuestras no tienen que esperar a perder su menstruación o a llegar a una edad
avanzada.
Para aquellos que dicen que en Nigeria se realizan este tipo de ceremoniales, le
exponemos a continuación una traducción del Informe sobre la queja de iniciación de
la Iyanifá Sra. D’Haifia (copia documento original)

Documento del Consejo Internacional de Ifá en Nigeria

Para: La orden de Ifá Mundial

Este consejo ha estado al tanto de las crecientes preocupaciones generadas por la


actual controversia que rodea el reporte que se encuentra circulando y que alega que
una Sra. nombrada D’Haifia quien es también Yeye Araba, afirma estar en posesión
de Orisa Odu (Igba Iwa) el cual le fuera entregado a ella por el Olo-Irese, El araba de
Ife, y el Jefe Makonranwale Adisa Aworeni.

Este hecho ha generado una inquietud y desasosiego sin precedentes dentro y fuera
de la comunidad de Ifá Mundial. El consejo, con vistas a aclarar los hechos, por este
medio hace las siguientes aclaraciones:

1-Se prohíbe a cualquier mujer de cualquier religión o extracción espiritual la


posesión de, manejo o visión de Orisa Odu. Esto no es de ninguna manera
discriminatorio contra la mujer, sino más bien, está pura y estrictamente en
consonancia con los dogmas de Ifá según se expresa en Ofun Meji 16:4, en Irete Osa
221:8, en Irete Ofun 226:18 y en Otrupon Irete. 194:11.
2- Cualquier mujer que afirme estar en posesión de o manipule o vea a Orisa Odu ha
por consiguiente roto un dogma fundamental de Ifá y sólo ella será responsable de
las consecuencias tanto físicas como espirituales de sus acciones.
3- El consejo igualmente informa que ni la Sra. D’HaIfá ni su asociación están
registradas o reconocidas como miembros del Consejo Internacional de la Religión de
Ifá, el organismo rector y aglutinador de todos los seguidores de Ifá en Todo el
Mundo.

El concilio hace las siguientes declaraciones.

Se advierte a todas las mujeres en interés de su bienestar físico y espiritual de nunca


adquirir, tocar o ver Odu (igba iwa). Esto no les hará ningún bien, ya que el no
poseerlo no les priva de su esencia espiritual en ninguna forma.
Si alguna mujer afirma poseer un Odu (Igba Iwa), dicha mujer lo hace contrario a los
mandamientos de los dogmas de Ifá. De esta manera aquellas mujeres en posesión
de Odu (Igaba Iwa) de cualquier modo o aspecto deben considerarlo como algo que
está carente de valor espiritual, ya que aquellas personas de las cuales ellas afirman
haberlo recibido, están consientes del hecho inexorable de que es una abominación
para una mujer el tener poseer o ver Odu (Igba Iwa)

Por haber manchado el nombre de Ifá y de las mujeres y por arrastrar por el lodo el
reverenciado nombre de Ifá, y generando así una controversia que pudiera haber
sido evitada, el concilio Internacional de la Religión de Ifá, (del cual el Araba de Ifé
es Presidente, Junta directiva) por este medio retira el titulo de jefatura de Yeye
Araba a la Sra. D´Haifia con efecto inmediato.

El Consejo por este medio advierte a todos los charlatanes, impostores, falsos y poco
éticos practicantes de Ifá de que desistan en lo adelante ya que no dudaremos en
invocar todas las medidas correctivas necesarias sobre cualquiera sin importarnos la
posición que ella o él tengan en la comunidad de Ifá.

A todos los templos y asociaciones dedicadas al culto de Ifá en todas partes del
mundo por este medio se les aconseja registrarse oficialmente y tan pronto como sea
posible en el consejo y así evitar que los derechos y privilegios derivados de dicha
membrecía les sean denegados.

Nigeria, Marzo 25 del 2003


Firmado por:

Profesor Idowu B. Odeyemi Balogun Awo Agbaye & Presidente.


Chief Solagbade Popoola, secretario General
Chief Fasina Falade Olobikin Of Ile –Ifá
Miembros Junta directiva, depositario:
Chief Aworeni
Chief Prof.. Wande Abimbola
Chief Oyewole Obenmalcinda
Chief Prof. Odutola Odeyeni
Chief Iquyikwa Odutola
Chief Adeboye Oyesanya
Chief Awodirian Agboola.

El Consejo de Sacerdotes Mayores de Ifá de la República de Cuba, ha expresado,


determinado y exigido:

1- Que no aceptamos ni aceptaremos jamás la Iniciación de mujeres dentro del culto


de Ifá, que no sea la ceremonia del Ikofa de Orunmila.
2- Que no aceptaremos en ninguna de nuestras casas, haciendo este llamamiento
extensivo a todo el culto de la Regla Ocha/Ifá, la presencia de éstas mujeres que
dicen ser Iyanifá o Oluwas y menos la de aquellos Babalawos que se hayan prestado
para esta farsa.
3- Que en consecuencia publicaremos en nuestros medios tanto planos como
digitales los nombres de las personas que han incurrido en esta falta.
Este documento fue confeccionado y realizado en la Ciudad de La Habana, a los 11
días del mes de septiembre de 2004 y dan fe los firmantes.

1-Tomás Rodríguez Contreras ( Ocheleso )


2- Rubén Pineda Mariategui ( Babaegiobe)
3- José Manuel Pulido (Ireteunfa )
4- Ángel C. Padrón Cárdenas (Babaegiobe)
5- José Cruz Díaz (Osa meji )
6- Norberto Díaz Ugarte (Babaegiobe )
7- Julián Díaz Ugarte (Okanarete )
8- Rogelio Díaz Ugarte (Ojuanishobe )
9- Sergio Clerigo Mederos Soto (Oturabara )
10- Antonio Sevilla (Ofun meji )
11-Lucas L. Aberasturir Cabrera (Obeyono)
12-Ignacio Gabriel Tartabur (Obetua)
13-Mario Marino Angarica Díaz (Ochelobe)
14-Lázaro Aldama Alfonso (Ofunsa)
15-Francisco Escorcia Bringas (Ogunda Bede)
16- Guido Felipe Cortés Tondique (Obeidi)
SACERDOTES ASESORES DEL CONSEJO DE MAYORES
1- Adriano Omar Quevedo Zambrana (Osaloforbeyo )
2- Carlos M. Gómez Argudín (Ocheleso)
3- José Fernando Campos Fernández (Osaloforbeyo )
4- Luis Céspedes Madrazo (Okanasa )
5- Nicolás Sánchez Cartaza (Osaloforbeyo )
6- Aurelio Pablo Chacón (Ikarete )
7- Raúl Miguel Boffill Quintero (Iretejuany)
8- José Ángel Villalonga Vianez (Osaguory )
9- José Antonio Leal Bernal (Ofungando)
10- Ricardo Betancourt Ponce (Iguoryobara)
11- Enrique Malpica Torriente (Ogbetua)
12- Frank Cabrera (Ogbeche)
Prado # 615 entre Montes y Dragones, Municipio La Habana Vieja.
Tel. 63-5953 / 63-7660 / 63-7415»

A pesar de estas actas condenatorias de los acontecimientos, todavía hay personas


de distintas procedencias que se dedican sistemáticamente a estas acciones y
proselitismos en nuestro país, al cual entran y salen de Cuba con estos fines; aun
habiendo sido firmantes del documento anterior en Ilé Ifé, enviado a la Asociación
Cultural Yoruba de Cuba y publicado por esta, para efectos procedentes.

Habiendo participado en los escándalos internacionales de profanación a la Sra., Dra.


D’HaIfá en 1983 en Nigeria, continúan profanando, con tal de ocultar, para no
reconocer sus delitos de profanación y de atentado a la declaración de Patrimonio
Inmaterial Universal de la UNESCO del Oráculo de Ifá reservados solo a Padres de los
Secretos, que debe ser ejercido (según la propia argumentación de Nigeria) sólo por
hombres.

No conformes todavía, luego de la declaración de principios teológicos por parte del


concilio de Ilè Ifè, antes citada, que prohíbe esas acciones, sin embargo, incurren en
profanaciones a pesar de ello. No obstante, al menos una vez más sale a la luz
pública internacional y emiten este otro comunicado condenatorio general sobre la
profanación de ceremoniales para mujeres.

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Consideraciones y observaciones

Me he limitado a una cronología historiográfica documentada con diferentes citas de


los propios actores de los sucesos; otras referencias citadas han sido el resultado de
notables investigadores que permitan a los lectores hacer sus conclusiones y
comparaciones.

Incluí un importante grupo de notas, comentarios y observaciones intercaladas en las


citas, que facilitan la comprensión para los menos conocedores de estos temas
acerca de cómo se originaron los conceptos y creación: del adjetivo yoruba, que en
principio catalogaba a personas no gratas por su mala relación e invasiones a
territorios vecinos; su sistemático y cambiante significado (resemantización) a
interés de colonos británicos para crear una nueva identidad cultural de mayor
autoestima, respectos del resto de los grupos étnicos autóctonos no anglohablantes
ni cristianos.

La manera en que siguió siendo después un término peyorativo, empleado por los
nativos hacia esa nueva clase social poscolonial naciente, porque se apropió de
territorios ajenos para crear Yorubaland, y por imperantes aspectos negativos de
dominación, supremacía y discriminación hacia las culturas autóctonas, que no se
sometieron al servicio e identidad cultural oficial de intereses civilizatorios
protestantes y al idioma inglés.

Los yorubahablantes fueron oportunistas instrumentos empleados por los británicos


en la dominación colonial, para su mejor posicionamiento en la época y contexto
poscolonial; convirtieron un dialecto de uso común y difundido para el comercio, en
una lengua con escritura del alfabeto latino y estructura del inglés, que oficializaron
sobre el habla de los dialectos étnicos locales para entenderse en la colonización y
emancipación en una sola lengua; así como tergiversaron las identidades
tradicionales africanas en su etapa de posicionamiento y supremacía social frente y
superpuesto a un nutrido grupo de diversos grupos étnicos de instancias
desventajosas sin más opciones.

Los primeros estudios de investigadores europeos y otras nacionalidades, partieron


de contactos con las fuentes oficiales o formales, que participaban del status de esta
clase social, y fuentes académicas británicas que compartían estos criterios
occidentales. Así pues, estos convencionalismos connotados se asumieron como
parte de una realidad sobre una imaginada identidad cultural yoruba, que solo ha
sido una proforma de sometimiento colonial británico, sobre raíces culturales
autóctonas desdibujadas convencionalmente. El proceso de emancipación británico,
como todos los de su tipo, traen en consecuencia una profunda metamorfosis
poscolonial en África, que en nada significó la reivindicación y rescate de culturas
originarias de personalidad autóctona de la que, sin embargo, hemos sido receptores
y conservadores de las tradiciones más ortodoxas posibles, que migraron
masivamente durante la Trata Negrera y por ello muy anterior al surgimiento de la
yorubanidad en Nigeria y su contemporánea tendencia actual de injerencia de
colonización cultural en Cuba.

En la actualidad, en las últimas tres décadas en afroamérica, se reproduce el


esquema para servir de instrumentos de supremacías discriminatorias expresadas
públicamente, en muchas ocasiones con francas manifestaciones de
fundamentalismos teológico y cultural, tras lo cual se esconden interese económicos
y usurpación de tradiciones identitarias con graves consecuencias en la memoria
histórica y patrimonio de la religiosidad popular.

Las reseñas de citas historiográficas fundamentadas de los distintos estudios de


expertos internacionales, la arqueología y la Historia General de África, de la
UNESCO; los aportes del Dr. J. Lorand Matory en intercambios personales y sus
bibliografías de investigaciones en el terreno en Nigeria, ha sido la base del
esclarecimiento histórico y bibliográfico del presente material acerca de la noción de
yorubanidad; el peligro de un golpe de estado religioso, sobre la base de falsos mitos
de pureza y de antigua tradición; que transitan desde las causas de surgimiento
hasta sus funciones de manipulación y nefastas consecuencias en lo que él llama
afrolatinos.

Hoy intentan metamorfosear y subalternizar la cultura afrocubana, con o sin total


noción de que en realidad son trasmisores y reproductores de un proceso colonizador,
como parte de una continuidad de los propósitos de colonización de la antigua
colonización británica en sus protectorados de Yorubaland. Es lo que hoy, sus
reproductores sin conciencia plena de estos anales están llevando a cabo, bajo el
manto del “tradicionalismo africano” y en nombre de la imaginada “pureza” de la mal
nombrada cultura yoruba. La cultura yoruba es muy heterogenia (abarca tres países)
y no responde a un dogma filosófico ni teológico único y es de la etapa poscolonial
británica.

Los escritos circulados internacionalmente por los protagonistas (correos


electrónicos) que se han citado e intercalar los comentarios aclaratorios, (para
neófitos lectores) sobre las fuentes originales de los acontecimientos, permiten la
necesaria comprensión del estado actual del acontecer; que evidencia los intereses
reales (deslegitimar identidades culturales), las contradicciones teológicas (por su
pérdida de tradiciones ancestrales) y las nefastas consecuencias en afroamérica, en
general y en Cuba en particular (diversionismo patrimonial, engaños y sustituir la
memoria patrimonial de Cuba).
Me pareció importante ser conservador y me abstuve de no incluir los textos más
humillantes y tendenciosos de los que adversan, denigran y difaman a la cultura
cubana, que también obran en los archivos internacionales, de todos los que de un
modo otro, estábamos suscritos en los foros de internet. Fueron centenares de
correos en descréditos, descalificaciones y discriminaciones hacia la cultura cubana;
preferí dar mayor importancia en la necesidad de alertar sobre el problema y estado
actual de la cuestión, más que en los protagónicos personales.

Respetamos el real estilo africano residual que emplean en sus tierras, pero es válido
allá y no acá, del mismo modo que nuestros babalawos al estilo afrocubano, no están
facultados para acceder a los ceremoniales de ellos, en tanto no se pueden consagrar
por segunda ocasión, sin que ello no sea un acto violatorio de las normas de ambos
estilos y una profanación más. Obviamente, no somos homólogos en costumbres,
tradiciones deidades, religiones ni liturgias; cada una tiene su personalidad propia y
han problematizado el equilibrio de la cultura cubana, la religiosidad popular y las
relaciones sociales entre los practicantes religiosos.

La actual comunidad cubana y mundial que han sido objeto de engaños, con las
ceremonias de “tradicionalismo yoruba” finalmente no los avala en nuestro país como
babalawos acorde a nuestra documentada liturgia de época ni por la propia variante
africana. Ellos mismo así lo explican. Muy al margen de mi propia opinión personal,
que en todo caso solo es sustentada en los textos del patrimonio afrocubano.
Solamente por sus propias acciones y decisiones, el resultado desafortunado de las
mismas es solo producto de ellos mismos, tanto de los consagradores, como de los
consagrados que escogieron consagrarse o practicar el estilo africano, sin meditar sus
consecuencias en este contexto. Por pretenderse distintos, originales y tradicionales,
han resultado ser falacias imaginarias.

Insistimos en que continuar con estas prácticas importadas actualmente, por la


masividad y expansión de las mismas en el terreno de la cultura popular afrocubana
es muy perjudicial, son innecesarias y crean sectores de divisionismos en el seno de
la religiosidad popular y de la integridad de la identidad cultural. Ya el daño está
hecho y las contradicciones están en el terreno; así como en los espacios de
estudiosos de estos temas por sus posiciones de parcialización ajenas a objetivos de
investigación imparcial. Es vergonzoso que existan investigadores e investigadores
institucionales, que no solo no alertan de estafas y profanaciones, sino que además
ofrecen conferencias en defensa de graves transgresiones, con pleno conocimiento de
las realidades.

¿Serán investigadores o formarán parte?

Se hace imprescindible y urgente trabajar con las autoridades e instituciones cubanas


pertinentes, con el fin de concretar las gestiones y autorizaciones necesarias con
vistas a las formalidades que permitan el reconocimiento para declarar El Culto de Ifá
y El Culto a Orichas de Cuba como Patrimonio Inmaterial de la Cultura Nacional
Cubana, por el Consejo Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura de la
República de Cuba, como vía para resguardar el patrimonio cultural cubano al
amparo de las leyes de conservación y protección del Consejo Nacional de
Patrimonio.

La Asociación Cultural Yoruba de Cuba, en su razón social de sostener y defender el


patrimonio cultural cubano y ningún otro, le asiste el derecho y está en el deber de
establecer las coordinaciones previas con las instituciones, instancias y niveles de
dirección, que de un modo u otro puedan incidir favorablemente en sus radios de
acción, sobre el uso de sus instalaciones, de sus funcionarios y trabajadores a favor
del bienestar saludable de la cultura cubana.

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25

Epistemofobia

Debo confesar que comprendo profundamente el sentimiento de desasosiego que


significará para muchas personas, enfrentarse a un cúmulo de realidades históricas,
que se han aportado en el presente material en una serie de 25 publicaciones, gracias
a la acuciosa labor investigativa que diversos historiadores y antropólogos han llevado
a cabo en el propio terreno, tanto en África, como en la llamada afroamérica; que han
sido las invaluables fuentes de información para citas evidentes, más allá y al margen
total de mis propias percepciones y criterios. No se trata de mi criterio personal, se
trata de la realidad sociocultural.

Así como, con sinceridad, también lamento que haya sido necesario hacer este estudio
diacrónico, que permita comprender como los conceptos imaginados de la cultura
yoruba, convertidos en “spot publicitario”, que se han empleado como argumentos para
las descalificaciones y desplazamientos discriminatorios del patrimonio cultural cubano
conservado, no son contentivos en lo absoluto de ningún componente ancestral
específico, menos aún ortodoxamente antiguos; en tanto fue un proceso resultante de
los intereses civilizatorios del imperio británico; por ello los actuales portadores e
instauradores del reciclaje de nuestra identidad cultural afrocubana, no son más que
portadores y reproductores de los mismos procesos coloniales de los cuales fueron
víctimas, quizás, en algunos casos, sin conocimiento total de esas veladas intenciones
y sus nefastas consecuencias. Ellos necesitan sus nuevos espacios, que no son para
nada nuestros espacios ancestrales y patrimoniales de los afrocubanos en nuestra
Cuba.

De suerte tal resulta, que ser promotor de la llamada cultura yoruba actual, es ser un
reproductor y difusor de los procedimientos coloniales, ("por desconocimiento") que
lograron borrar la menoría histórica autóctona y los cultos originarios entre los
convencionalmente llamados yorubas de la época, en sustitución de sus componentes
culturales originarios. Con el afán de colocar a los restantes grupos ancestrales en la
diáspora afroamericana en posición de inferioridad; intenciones que al pretender
implantar un yorubacentrismo actual en Cuba, se convierten en reproductores de las
intenciones de la colonización británica de importarnos una identidad imaginaria, que
desde sus inicios han pretendido subordinar, desestimar y, hasta deslegitimar e incluso
desacreditar la cultura afrocubana.
Únicamente las descalificaciones hacia la identidad cultural cubana y el daño que
suponen los falsos argumentos y sus consecuencias en la cultura y religiosidad popular,
han hecho posible la necesidad de escribir y esclarecer los acontecimientos para que
todas las partes, seamos consientes de las realidades culturales e históricas por las que
actualmente transitamos.

Nelson Aboy

Y mensaje final de esta serie.

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