Está en la página 1de 1

Abigail Montelongo Román 2° A

Eleonor:
Saber que te has ido es tan difícil de aceptar, perderte ha sido tan repentino
que no me has dejado siquiera llorarte, siempre fuiste así como estrella
fugaz, ya no tengo lágrimas para ti. Me hace falta tu risa, tu llanto y tus
palabras. Eres lo único que le daba sentido a mis días, ahora he visto el lado
retorcido y feo al mundo. Me siento muy mal, me siento triste, me siento
enojada por el hecho de que no me dijeras sobre tu enfermedad, me siento
vacía… bueno, realmente creo que ya no siento nada desde que te fuiste.
Dejaste un vacío tan grande en mi que ya no puedo tener control sobre mi,
eras mi otra mitad y ella se ha ido contigo. Tengo que tener mi cabeza
ocupada para no pensar en ti y es que si alguien te menciona o te recuerdo
siempre vuelve ese horrible nudo en mi garganta, te extraño tanto. Vuelvo a
repetir el último día que pasé contigo y siempre recuerdo tu risa tan loca.
Aunque ya no podré verme reflejada en tu alegre mirada, siempre tendré
los maravillosos momentos que vivimos para reír y disfrutar con
ellos. Dónde quiera que estés te llevaré siempre en mi corazón.

Olivia

También podría gustarte