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LUIS DiEZ-PICAZO Catedratico de Derecho Civil FUNDAMENTOS DEL DERECHO CIVIL PATRIMONIAL _ VOLUMEN PRIMERO INTRODUCCION TEORIA DEL CONTRATO SEXTA EDICION THOMSON CIVITAS Quara edicién (primera en Civitas), 1998 Quina edicion (segunda en Civitas), 1996 Sexta edicion (tercera en Civitas), 2007 No estd permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento informitico, ni la wansmision de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrénico, mecanico, por fotocopia, por registro u otros métodos, ni su préstamo, alquiler o cualquier otra forma de cesin de uso del ejemplar, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Copyright © 2007, by Luis Diez-Picazo : Editorial Aranzadi, SA : Camino de Galar, 15 : 31190 Cizur Menor (Navarra) ISBN: 978-84-470-2665-4 (volumen 1) : Depésito Legal: NA 31/2007 : Fotocomposicién: Editorial Aranzadi, SA Impresion: Rodona Industria Gréfica, SL Polfgono Agustinos, calle A, Nave D-II : 31013 Pamplona at 3. LOS PLANTEAMIENTOS DocTRINALES 1, Lacausa como elemento no: ivo: Me fe causa *mativo: El concepto wegaln A partir del Code Napoleén, como hemos visto, Ia ide. de convierte en un elemento normativo, en un requisito legal de evens oe los contratos. Esta conversién de la causa en elemento normati ace elevacion a la categoria de un requisito legal de validez del contrate hana que los incispretes a forzados a investigar y a buscar la nocion de causa, con €] le aplicar rectamente : i i is paeorae Ja ley. Comienza asi el penoso camino 12. La linea tradicional Trata de perfilar y de perfeccionar las ideas de Domar y de POTHIER y, en definitiva, de los redactores del Code Napoleén. La jurisprudencia fran cesa, por ejemplo, ha dicho en alguna ocasién que en los contratos gratuitos la causa es Ja liberalidad del donante y que en los contratos sinalagmiticos la obligacién de cada contratante encuentra su causa en la obligacién con- templada por él como debiendo ser ejecutada por el otro. Esta misma linea €s sostenida por los comentaristas de nuestro Cédigo Civil. La critica de la linea tradicional ha quedado ya hecha lineas atras y no creo que sea Recesario insistir sobre el tema. yy brillante de reconstruir, sobre los Moder i tentativa mu mamente se ha registrado una Lb or ecGaea ats posta Glementos del pensamiento tradicional, una original doctrinal de D’Ors. Ua contrato, dice D'ORs, es un negocio juridico en el que in terrienen S08 a siones conexas, Lo que caracteriza al contrato es que estas declaraciones bites: To 40 componen, tienen fuerza vinculante para quien las emite (Por eats °° | re Contrato y convencién). Pues bien, si a esas edeclaraciones vinewasire Promesas, resulta que un contrato se compone de dos Promerts TTT tn no legados a este punto, la conclusién es légica. El negocio 9° Toe yas promesa ¢$ un verdadero contrato, pues en él no hay més que una sola PRESS tess ilada en una declaracion primaria, sin causa iMIGICE TG pliruna promesa independientess pueden ocurrir dos cosas: que sean mera AAT A. Fn este caso Netior, y entonces tiene en ésta su causa, © bien, que 2P CAP. IX. 1A ‘CAUSA DEL Ct ” ‘una causa juridica. Causa hay sélo Peispendientes. La cause juridica de toda promesa pendiemromesa contractual ¢8 Causa de la otra rompntrato real se salva negando valor lastre hist6rico. ee ro n0 gienen un motivo (econdmice psicoldgico)s Pe mesas inte Jos contratos, en las pro! ea a ae ia de con la que s¢ halla conectada- Le a acomo eee Gogmatico a esta figura ave se 13. La direccién objetivistat ‘Causa como funcién econdmico-social tr6 en BETTI su mas izada entre I encontré er : decnada} Wana expresion. Ante todo, una observacion: Ja causa no se P los contratos, sino ¢n general de todos los wedica ya exclusivamente de a 0s Pegocios juridicos, con Jo cual la teoria sufre un nuevo ¥ profundo viraje. os civilistas italianos, Hay que superar, dice BETT!, una visién unilateral y atomista que ha podido Hevar, a veces, a identificar la causa con singulares elementos del negocio y darle de esta manera una configuracion dogmatica inadecuada. Para BETTI, la idea juridica de «causa» hay que jluminarla desde la idea de la filosofia hegeliana de «razon» (Grund), ‘contemplando el negocio entero. La «razén del negocio» es su efuncién econémico-social». El negocio, como acto de ejercicio de la autonomia privada, es ante todo un fenémeno social. Lo que hay que buscar entonces ¢s Ja funcion tipica de este fendémeno social que es lo que el Derecho valora y tutela hasta el punto de elevarlo a la Categoria de fendmeno juridico preceptivo para sus autores. La causa, razon © justificacion objetiva del negocio se encuentra en su funcién. Quien promete, dispone, renuncia 0 acepta, dice BETTI, no tiende pura y simple- Prente a obligarse, despojarse de un bien, transmitirlo o adquirirlo, sin otro fia, por el puro placer de realizar un acto que es fin en si mismo, sino que mira siempre a alcanzar una de las finalidades practicas tipicas que rigen la cireulacion de los bienes y la prestacién de los servicios en la vida de 5 un equivalente, cambiar, dar crédito, terminar un litigio. Esta idea fue acogida en la redaccién del édigo Civil itali cogida en Ia | nuevo Cédigo Civil italiano, segin s¢ expresa en a Relazione Ministeriale: la causa, se decia alli, no es el fin subjetivo perse- guido por el contratante en el caso concreto, sino la funcién econémico-social que ¢l ¢ ncioy eee atonoméa priva i. relevante para sus fines y que justifica la tutela juridica de la La teoria objeti .. ugh tals objeiva es boy ercade sobre todo porque no explica cémo un negocio Ee a eee err también, puede en ocasiones Cea cN aa ae eee area Tas partes con una gran agudeza a aa de unién sexual, et Por otra parte, se ha sefalado eae eae toe noe crore eso del negocio puede ser un gran hallazgo cientSco, pero que en ningin caso cabe confundir esta idea com Ia causa. La causa del negocio es el i no acta como causa. Lo nico que puede ser, se piensa> ee aah a eae fe eae arte Oc cee fanciéa eat a emia es cue ae ot Pee ect Tauchasocasone elevancia uric y que eta relevancajuridic de intento prictico, ee eae toa 0] Ewin eemararee| a erates] Se alsces eee res glo a una concepcién objetivista, Se hace, pues, necesario valorar las $3. Li 0S PLANTEAMIENTOS Do motivaciones, sobre todo las solo encuentra su adecuado permite Sldar de nulo a un CTRI ane 229 esta valoracién Es la causa la que Motivaciones comu, cauce a través de la fuse iba? Parte; Regocio inmoral o int 4 I caus 14, La direccién subjetivista: Causa como fin del contr: ntrato Toma aqui su punto de partida, La jur; : trado insuficiente muchas veces la antigua erecta francesa habia encon- de las relaciones juridicas y descendi6, por ella ena ProteBet la moralidad Ahora bien, el campo de las motivaciones de la volunta isi i psicolégicos, individuales, personales) y, por ello, necesatiamente ‘relevance Geared punto de vista juridico. No todo mévil del negocio es causa, sino sélo el mévil deter- minante. Pero écual es el movil determinante? Para PLANIOL seria una especie de mévil abstracto y general conforme la naturaleza del contrato (por ejemplo, se compra para adquirir, se arrienda para usar, etc.). Pero asi situados, estamos al lado de la misma teoria objetiva, mirandola desde otro angulo. Cuando RoTonpt dice que la causa es representacion subjetiva del resultado empirico que ha de conseguirse con el negocio» esté pensando en la funcién econémico-social como motor del autor del negocio. Concibiendo la causa como «motivo general determinantes, no se comprende cuando hay que atender, como antes sefialabamos, a la intencién concreta, que fue, como sabemos, el punto de arranque de la teoria. Se dira que este mévil especifico hay que buscarlo siempre que el contrato tenga un propésito ilicito o siempre que se suscite un problema de ilicitud, pero con ello se incide en flag te contradiccién, pues liegamos ados conceptos distintos de causa, segiin la licitud o ilicitud del negocio. Por otra parte, la ilicitud de Ja intencién no siempre dajia al contrato (por ejemplo, compraventa de un arma de fuego). 15. La direccién sincrética: Combinacién de la causa subjetiva y la causa objetiva riores, objetiva y subjetiva, se nos dice del negocio con la determinacién y lo la premisa de la indagacién o el Combinando las dos teorias ante que no se agota el tema de la causa descripcié cién, que es sél 1 : desepon dew fui gus C0 say aden soon voluntad concreta de los sujetos y los fines que persiguen con cat tt juridica del negocio, para ver si existe aquella coineiienei ict Ae Pueda justipreciar el nacimiento y normal existe —di i i luntad i (— radica en la armonia entre la vol ma de la causa —dice PUGLIATT Be ema preestablecido en la norma. especifica y concreta de los sujetos ¥ que Pres andiendo ea und q jtaria se ha tratado de leg bien, a saa formula we practice ‘objetivo con el Propésito oo pares a Py este resultado. Seguin esta idea, razon ql la causa — USA DEL CONTRATO carix. LAC! dea to de Ins partes de alcanzar la fing, 1 comin proposite Ciuridico y explicaria el negocig ®t dena negocio con causa falsa (negocig gi? Os tiqueres In disconformidad del resujtaql'® taal (legalidad y moralidad del resultag pésito). ay un encubre otro dis ycon de la intencié amicntos germianicos ji ign completamente distinta de la hasta sa, sigue una. 6V Oi os de upo germénico. Ante todo, hay que rest amientos juries construye sobre una interpretacién caractere Se Co pandectismo— lo que explica la al ne la linea de pensamiento procedente wt fa se centre por los pandectsts 16, Causa en los orden: La idea de cau: examinada en los ordenami en cuenta que el Cédigo iS ee ial de las fuent ~ Be eau que en el Derecho alemin ties ema de la caus: ‘Ty de POTHIER y que el problema DoMAT bre todo al estudio de las condictiones. fi igo Civil aleman la idea de causa ada tiene, pues, de extrafio que en el Codigo Civi 1 noe mentros| san nada en la teoria del negocio juridico, ni en la teoria general del contrat J que, en cambio, aparezca en el titulo dedicado al ungerechtfertigte Bereichenung, exo és, al enriquecimiento injustificado. Es sumamente significative que el Cédigo alemén evite cuidadosamente hablar de causa al tratar de la nulidad del negocio juridico inmoral 0 ilicito (§ 138 BGB) e incluso al hablar de la promesa abstracta de deuda y del reconocimiento abstracto de deuda (6§ 780 y 781). Con todo ello «causa» en el Derecho aleman es siempre causa de una atribucién juridico de Ppatrimonial genéricamente entendida 0, mas estrictamente, de un negocio atribucién patrimonial. Por causa se entiende, segun esta idea, aquella situaci6n o aquel fenémeno juridico que permite justamente un desplazamiento patrimonial, la situacién antecedente que lo justifica. 17, Replanteamiento. Necesidad de una diferenciacion ia ta etamto hasta aqui Mevamos dicho nos ha ido proporcionando una concepto de cash eteent utilidad para tratar de reconstruir y de fijar ¢! atencién y-algo ae ¢ todo este examen hay algo que llama en seguida la Iuta falta de honoree produce una cierta perplejidad. Esto es, una abs © en los diversos eee No sdlo en las diversas concepciones cientificas dos. Parece com> fl tee Ah vista, sino también en los supuestos contempla- 4 idea de causa se estuviera aplicando a realidades la radical equivoci empleado cata expresiae tanto la doctrina como la jurisprudencia °. de las expresiones en eentidos dees ad, esto es, el empleo de los rérminos = i z ves peligros de la Ciencia del dereche” €s una vez mas-uno de los ., de causas de extincién del us F este nuevo fendmeno (hablamos, v. mulidad, de revocacién, de rescision dena fervidumbre; de causas de obligacion ete.); b) en un sentido diverso hablamos eae a al fundamento de un negocio juridico, esto es, a la razon que ng referimos un determinado negocio juridico reciba la tutela y la fatal pare pare namiento juridico. La doctrina razona de la siguiente manen in ce orde- miento juridico no reconoce cualquier voluntad de las personas} el ordena- que la voluntad se dirija a realizar una finalidad que ef di 5 €8 necesario considere merecedora de tutela. lcrecho objetivo Ge bien, al tratar de encontrar el fundamento de un negocio juridico, al que denominamos causa, podemos todavia establecer una distincién, que parece importante, a saber: a) la idea de causa cuando se presentan dos situaciones negociales coligadas, y 6) la idea de causa referida de negocio juridico en si mismo considerado. Es frecuente que entre dos actos juridicos exista un nexo de causalidad juridica: uno de ellos se realiza como consecuencia del otro y tiene por ello su base y su fundamento en él, su misma razén de existir. No es extrafio entonces que se emplee la expresién «causa» para referirse al acto basico. Veamos algunos ejemplos que ilustran este fendmeno: © Se habla de causa de una letra de cambio para aludir a la serie de negocios que dan origen a la emisién 0 al endoso del titulo valor. Hay un negocio juridico entre el librador y el librado por virtud del cual éste admite que se gire a su cargo la letra (v. gr.: una compraventa para pago del precio; un préstamo para su restitucién; fin de garantia, etc.). Cuando decimos, usualmente, que la letra funciona como un negocio abstracto, sobre todo para el tercero portador de buena fe del titulo, aludimos a la irrelevancia de estos negocios causales en relacién con el derecho de crédito del portador, pero ¢s evidente que aqui causa esta expresando un determinado nexo entre situaciones nego Ciales diversas. 22 Algo muy parecido acontece cuando hablamos de la iusta causa tradition y del valor cause] o atstracto de la traditio como negocio de transmisién del dominio. Tam- bin aqui hay por lo menos dos situaciones negociales diversas, aunque figadas: una compraventa, ena donacion, una permuta, etc.» y un acto traslativo del dom La traditio regular fundada sobre un negocio invalido 0 inexistente transmite el dominio, cl tradens lo pierde y el accipiens lo adquiere. Lo que imporsa retehet ahora es precisa- mente esto: que hay dos diversas situaciones negociales ligadas por un nexo causal. isma similitud exis i indebido (causa del pago; condictio 32 imilitud existe en materia de pago indebido page in cane arnt en el 1.901). La causa de una soluro es una obligato. Se paga Porque hay obligacion de prestar. Una prestacion sin obligario origina oft pretensiGn de Peete hay obligaciG® aqui las situaciones contempladas son dos (obligaso y solusi), ligadas por un nexo causal. LA CAUSA DEL CONTRATO CAP. IX. aoe nos de averigurar la causa de la transmisign 0 enc hacerlt evra siempre su explicacién en cruna liberalidad al cesionario, part tna idea es aplicable en la asungs 1 deudor, Dee el que asume a favor fea vuelve a ser aplicable en materia q, detwor debtors, ete. LA MIST AT cl tercero, porque s€ le quiere hacer 4° Algo parecido ocul de un crédito. La contratos ¢n tna iberalidad, un pages ce a pensar que Ja deli ‘do de una diferencia etc. imitacién del concepto de causa , pe penien in y considerando como cosag solo es distintas: @) Causa de la atribucién. 2) Causa de la obligacién. Causa del negocio. 18, Causa de la atribucién Causa de la atribucién es para nosotros aquella situacién juridica que autoriza, de conformidad con el ordenamiento juridico, al atributario para recibir el desplazamiento patrimonial. En otras palabras, el atributario esta juridicamente facultado para recibir la atribucién. Tiene derecho a ello. ‘Ahora bien, este derecho le puede venir de un negocio juridico o de una expresa disposicién legal. En el primer caso, la causa de la atribucién es todo el negocio juridico anterior que, a su vez, tiene también su causa (causa del negocio). Recordemos los casos que antes mencionabamos de la causa de Ja craditio o de la causa de una letra de cambio. La causa de la atribucién - es el negocio juridico validamente celebrado. Una atribucién puede hacerse, por ejemplo, donandi causa o solvendi causa, pero entonces la causa de la atribucién es la donacién o un negocio respecto del cual atribucién sea solutio (v. gr.: compraventa). A su vez estos negocios tendran su propia causa y esta causa del negocio repercute, si es irregular, en la irregularidad del peau de tal manera que si el negocio se hace nulo Ja atribucién no tendra usa. Pero la nulidad del negocio puede Pprovenir de otras muchas razones. a as de la causa de la atribucién es especialmente importante e2 gada del negocio ‘uidinn 5 La atribucién es abstracta cuando queda desli- negocio como la oe originador. Lo abstracto por tanto no es tanto el del negocio ocasios an En las atribuciones no abstractas la invalidez ello el atribuyente pu ey invalidez de la atribucién. Como consecuencia de estén. Un sistema fo ae las cosas atribuidas donde quiera que ta validea de mi adquisicion en denen mente inseguro el tréfico juridico: del que me tans dduisicién no depende solo de la validez de la adquisicioa ite, sino de toda una serie de‘ transmisiones anteriores- § 3. 10S PLANTEAMIENTos Doct, ALES adquirente puede, en este gi 23 ei nigquisicion por razones completan” 2 joribucion cat) el desplazamiento os traflas a |, due sean Tos vicios de los negocios subyacen ela se fy causa, él atribuyente dispone de ung Pretensic, stributario injustamente enriquecidg, hot de resarcimiento imer caso, el atribuyente recupera | 8 diferencias so, contra rirera real— Contra quien la tengas ec cos Y 8U accion sean es: en el manera Fea dirigid # tenga; en el segundo caso ace, ditige —de una indemnizatorio dirigido contra quien se haya enriquecien tiene un crédito injustamente, La causa de la atribucién era, decia recibir el desplazamiento patrimonial. Esto Ip Spaerecho del atributario a ta jurisprudencia al decir que sélo se da la condictis tance, m*enificamente aderecho a la ejecucién del acto» y que no hay enrique do no compete un cuando la atribucién Patrimonial nace de «in derecho que en caus abuso». Este derecho tiene su origen, lo hemos dicho tambiey ort? Si vilidamente celebrado o en una expresa disposicion legal aa en.un negocio consagra la atribucién (por ejemplo, 358, etc.). que expresamente Cuando una atribucién patrimonial carece de una vilida causa el atr- buyente dispone de una pretensién de resarcimiento. Es lo que se denomina la teoria del enriquecimiento injusto. 19. Causa de la obligacién Al exponer la doctrina tradicional sobre la causa en DomaT y en POTHIER hemos insistido en la inicial confusién entre causa de la obligacién y causa del contrato y hemos sefialado cémo algo que, en principio, quiso referirse Unicamente a la obligacién, se refirié también al contrato probablemente como un fruto de la confusién entre contractus y obligatio contracta. Todavia hoy, entre nosotros, el requisito legal del contrato (art. 1.261) es una «causa de la obligacién» que en el contrato se establece. Nosotros, sin embargo, debemos tratar de deslindar ambos conceptos: causa de la obligacion y causa del contrato 0, en general, del negocio juridico. : nen Gtorci observaba agudamente cémo ambas Le eae ee a obi Planos separados y contestan a interrogantes betta qué se debe (causa 8acién contesta a la pregunta cur debetur, esto ee onde a la pregunta cur di, causa obligationis). La causa del contrato celebré el contrato (causa Contraxit, es decir, por qué se contrajo, Por a eS “ontractus, causa negotit). * a F remas, es decir, a Pues bien, limitandonos ahora al primera df fons nosotros deberiamos determinacién de cual es 1a causa de la obligacy videntemente tene.que Volv as auténtico sentido. es claro que las ‘cr a POTHIER, en su mas as obligaciones, Pero “*istir una causa de donde nacen CONTRATO caP.1X. LA CAUSA DEL et uasi contratos, los delitos, jone ontratos, 108 ¢ s : de las obligaciones son lose ra se bond co el fare ios Causa oe at tendida como deber juridico i delitos, etC.™ | 2 ein, en los cua ico dela existencia de a be 1d, orifiea el Gober de prestacion de See prestacierjeativo de un deber de Prestacién es un aay en | ordenamiento juridico liga i nto ji es bien, el fundame! stifieative oe te ome Paiesto de hecho o una species faci cual Se 18 eran, la fuentes caccido uno de estos supuestos Ja obligacion. Causa es el hecho constitu i i orque ha a Ic esto: i ebligacion. ea amientO juridico liga la obligacién. Se esta de hecho i te un contrato, porque i porg celebrado valida y eficazmen' i obligado P ue se he Soiucta social tipica, porgue se ha dictado tn act eit Tsativo 0 judicial 0, finalmente, porque se ha presentado la hipotesis adminis' wommativa de una obligacion ex lege. bligacién nosotros NO podemos con- ‘A la pregunta por la causa de la obliga 108 CO vesar mis. ‘Causa de la obligacién coincide con fuente de la obligacién, como en el fondo habian ya entrevisto POTHIER y los autores clasicos. No creo necesario insistir sobre ello. 20. Causa del negocio La pregunta es mucho mis dificil si trasladamos el problema desde la causa dela obligacién a la causa del negocio. Aqui la pregunta tiene sentidos diversos segtin que el tema del interrogante se refiera a la causa determinante 0 eficiente del negocio o a la raz6n que justifica la tutela juridica o la fuerza vinculante del negocio. Enseguida nos damos cuenta de que ambas cues- tiones enfilan perspectivas completamente distintas. La primera pregunta es por qué se realiza un negocio; Ja segunda, por qué un negocio vale como tal, cual es la causa de que reciba la proteccién, como tal negocio, del ordenamiento juridico, Las teorias objetivas enfilan s6lo este segundo orden “e ea cauiparar la causa con la funcién econdmico-social. Un sere de ee ae lo porque es un cauce idéneo para alcanzar una del ordenamienta as ic ‘as, empiricas, que son serias y merecen Ja tutela negocios. Valdria la pena situar juntos la ee celfnezocion fama] uneita como elemento distinto. Desde el pur Pee eri eae algunos de los problemas ae el punto de vista de la funcién se éxplican simulado. En todos estos casos bay omplee de’ we en ey Setar realizar una funcién que co; ‘asos hay empleo de un tipo de negocio para tiene q rresponde a un negocio distinto. Pero esto nada we ver en ri ee 7 oon, tigor con la causa, porque segtin hemos dicho causa ¥ istintas, que conviene mantener separadas. la nt . eficiente 0 detergents cra; en rigor, la primera, esto es, cull es la causa negocio. Planteado asi el a mae un negocio se realice, por qué se realiza el causa en otros negocios ante Oblema, parece que hay negocios que tienen sU teriores y negocios que tienen su causa en si mismos- $3. LOS PLANTEAN, Jo habian visto nitidamente los j E ibs de BALDO, donde se contm Juristas Slisicos, G 235 sai F pon, a ened su = aa Pa Gunt mun P Ment uinow 7 feuerda un sa fuera de ellos (sunt ality i iptius) ) epoca sucau! inde tamen care ¥ otros negoc; ore : gue ta snpulatio y los contratos consensus), Contra sensuales y pi one . io hay que buscar, i n la snipulario ‘arla fuera de icnsa que mient a situacién © €n un negocio antecedent Stipulatio m ras la caus isma : H € 0, es en cambi Fog oO Usual i otros, subyacent 10, los nego, ualmnente se eva y la donacién son causa a ¢ Tmismoa’® °° re Esta observacién nos lleva, de la o Exfillungsgeschdifte y los Grundgeschifie. aa Cistincion entre los Leistung a ca un sentido muy amplio «negocios cjecur games los podriamos presuponen siempre un negocio o una situacién anterig on Be8oCI08 que Seat ee atnsO2 S08 Regocios que inician, que noe mt eedemte. Los las partes» Dor Jp ue; también muy libremente’ eater, sete case «negocios iniciales», Pues bien, el] Problema de csignarlos como i la causa tiene cariz completamente diverso en uno y otro tipo de negocios un En los negocios que acabamos de lamar ejecutivos, el Problema de la causa exige investigar y conocer la situacién basica y subyacente, que les sirve de antecedente y de soporte y que los justifica. Exige determinar la existencia de tal situacién y su licitud 0 correccién. Ello explica que la inexistencia 0 la ilicitud de esta causa determine la ineficacia del negocio. Explica también el problema de los negocios abstractos, que después exa- minaremos, por cuanto que todo negocio abstracto es siempre un negocio ejecutivo que cuando menos externamente se Presenta como desligado del negocio antecedente. La situacién es clara en la emisién de titulos valores, en las promesas 0 reconocimientos de deuda yenla tradicién como modo de transmisién del dominio. En todos estos casos hay siempre un negocio antecedente entre el emitente del titulo y el tomador del mismo, entre ci Promitente y el destinatario de la promesa, entre el tradens y el Pees nuevo negocio se realiza para desarrollar, cumplir o Sa ae la anterior, con el cual se encuentra causalmente enlazado, p igacié i momento inicial. Sin embargo, Investigacion causal tiene que trasladarse al momento nici la investor Conviene advertir que el enjuiciamiento caus: pase era cién de la situacién previa o subyacente, aunque pene teem Se valore también el sentido y el alcance que se quiere para Tdateametel que es ejecucién o desarrollo del anterior. fier es eae ecacrtetaa Coa a eamselae les ne ae ne deba insistirse en que aquélla Con la causa de los negocios iniciales, aunq €S siempre mas amplia. Jo entendemos, es el como nosotros | ordena- ta causs, a : un control por el 0} . A Problema Cates cial —o si se prefiere: re coro gna, ase mieniana de un control sori a privada. Las Picion o una organizacion pan ela SE ; an no estblecen entre ellas una reglam Aculan, cAP.IX, LA CAUSA DEL CONTRATO . i yontaneamente, é veren hacerlo libre ¥ espontineamente, | varices sig su a ed deem ec com ime sultados que buscan re ten stn sare Por, come tambien desde el PUN! Cc que nuestro Derecho att aye a la cha eee Sal negocio 0 contrato. Esta valoracion puede ser o le. Lo tna valoracién del negocio © Fri negocial al que las partes acuden. En ce ene respuesta a en el ordenamiento juridico implicit Stance ST ene pce, Pel ee siempre que fica un reconocimiento de la tutela juridica que merece. El denacisn significa W" de valoracion de los tipos socialmente reconoctos problema seré entonces (U inevitablemente tendra que ser realizada. Mas en los contratos atipicos, omo también decia CASTRO, una valo- gun isa, Cc en segundo lugar, se hace precisa, sf racioa de cada negocio atendiendo al resultado que con él se a o que se hayan propuesto quienes hagan las declaraciones negociales. En este caso sera preciso valorar las desviaciones respect del tipo legal si éste ooo pero también considerar lo que se ha Iamado la «causa concreta». Por causa concreta se entiende el propésito empirico o practico que Jas partes tratan de conseguir y el resultado social que pretenden instaurar. Las doctrinas rigidamente objetivistas, al borrar completamente todos los posibles moviles de las partes, contradicen la regulacién sobre Ja causa ilicita. Ello obliga, inevitablemente, a valorar, por lo menos, algunas de las finalidades perse- guidas. Es cierto que los méviles internos, individuales, psicolégicos, no trascienden al contrato: la compraventa de un arma de fuego no es causal- mente ilicita por el hecho de que el comprador tenga un propésito delictivo. Hay, sin embargo, casos en que el resultado perseguido o buscado, cuando se incorpora al contrato, por la via de una condicién, de una disposicién modal 0 de otro tipo, adquiere una relevancia que despliega su influjo respecto del contrato. Lo vimos en su momento para decidir la esencialidad del error. Debe jugar igualmente para resolver esa valoracién social que el contrato debe recibir como tramite previo a su tutela juridica. Cuando las finalidades se incorporan al contrato, pasando a formar parte de él, consti- peak aang ee a causa concreta. Por ejemplo, se compra un solar converticl sobre el mismo una edificaci6n; se arrienda un piso para lo en refugio de delincuentes 0 en lo que ahora se llama ¢carcel del pueblo», por no citar el viejo ejempl i oceans j0 ejemplo de ton arrendamientos para casas de § 4. CONTRATOS CAUSALES Y ABSTRACTOS 21, La distincién entre abstractos Jos contratos causales y los contratos Un a Fi ame ea at e8 ee aemediata de la dificultad del tratamiento conceptual encssley eee le claridad que ofrece la distincién entre los contratos atos abstractos. Para algun sector de la doctrina, contrato

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