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Índice:

Introducción:
En este proyecto se hablara del sufragio en general, pero más que
nada como se da en el Uruguay. Se presentaran los tipos y las
características de éste, su historia, y se finalizará con la
presentación de una noticia la cual habla del sufragio femenino en
nuestro país.
Concepto:
El sufragio es el derecho político y constitucional al voto a votar a
los cargos públicos electos. En un sentido amplio, el sufragio abarca
el activo, donde se determina quiénes tienen derecho al voto; y el
pasivo, que se refiere a quiénes y en qué condiciones tienen
derecho a ser elegidos.

Históricamente, numerosos colectivos han sido excluidos del


derecho a votar por muchas razones: unas veces porque sus
miembros eran “súbditos” de reyes feudales y no se les consideraba
hombres “libres”; otras veces porque la exclusión de la votación
dependía de una política explícita claramente establecida en las
leyes electorales. En unas ocasiones el derecho a votar excluía a
grupos que no cumplían ciertas condiciones, exclusión de
analfabetos, impuestos de capitación, etc; en otras ocasiones a un
grupo se le ha permitido votar, pero el sistema electoral o las
instituciones del gobierno fueron diseñadas a propósito para darles
menos influencia que otros grupos más favorecidos.
Tipos de sufragio:
• Sufragio universal: es un derecho a votar de todos los adultos, sin
distinción de raza, sexo, creencia o posición social y económica.

• Sufragio restringido: también llamado censitario, solo podían votar


las personas que aparecen en un censo o lista, normalmente en
función de su riqueza, propiedades inmobiliarias o nivel de
tributación.

• Sufragio masculino: voto de los hombres.

• Sufragio femenino: voto de las mujeres. En ocasiones limitado de


forma discriminatoria excluyendo por razón de edad, formación
académica o estado civil.

• Sufragio obligatorio: el derecho al voto convertido en la obligación


de votar. Es una forma de poder expresar poder, adquisición social
y control sobre el voto.

• Sufragio voluntario: es la forma que tiene una persona de


expresarse a conciencia al momento de dar su voto.

• Sufragio igualdad: es un término que a menudo suele confundirse


con Sufragio universal. Consiste en darle a cada ciudadano un solo
voto, que tiene un valor de resultado igual al de cualquier otro
elector, independientemente de sus ingresos, riqueza o estatus
social.

Clase social: Hasta pasado el siglo XIX, muchas democracias


occidentales especificaban en sus leyes electorales que solo la
gente con un cierto grado de riqueza podía votar. Hoy en día estas
leyes se han abolido casi en su totalidad. Sin embargo, en algunos
países "democráticos" esto todavía se aplica en la práctica pese a
que no esté especificado en las leyes de los respectivos países, ya
que muchos países democráticos requieren la dirección del
domicilio de sus ciudadanos para cualificar su voto, con lo que se
excluye a todos los individuos que no han conseguido suficiente
riqueza como para alquilar o poseer su propia vivienda y ser
capaces de sustentarse económicamente de forma autónoma.

Edad: A pesar del impulso del sufragio universal, todas las


democracias modernas requieren a sus votantes una edad mínima
para ejercer este derecho. Los jóvenes por debajo de la edad
mínima para votar constituyen entre un 20 y un 50% de la población
en algunos países, y no tienen representación política. Las edades
mínimas para votar no son uniformes en todo el mundo, y varían
dependiendo de cada país (y hasta de cada región dentro de un
mismo país en algunos), normalmente entre los 12 y 18 años de
edad.

Exclusión de penados en los Estados Unidos: Muchos países, como


algunos pertenecientes a la Unión Europea o Canadá, permiten a
sus presos ejercer el derecho al voto, independientemente del
tiempo de encarcelamiento o la naturaleza del crimen. Otros países,
entre los que se incluyen algunos estados de Estados Unidos,
niegan el derecho al voto a aquellos convictos de crímenes graves,
incluso cuando ya han cumplido su condena.

Discapacitados psíquicos e intelectuales: A pesar de que la


Convención Internacional de Derechos de las Personas con
Discapacidad de la ONU establece que los discapacitados
psíquicos tienen el mismo derecho a votar que el resto de
ciudadanos, en algunos países no se les reconoce este derecho. En
España, que ratificó la Convención en 2007, miles de personas con
discapacidad psíquica y discapacidad intelectual tienen negado el
derecho al voto.
Historia del sufragio:
Finlandia fue la primera nación en el mundo en dar a todos los
ciudadanos un sufragio total, el derecho a votar. Nueva Zelanda fue
el segundo país en el mundo en dar a sus ciudadanos el derecho a
votar, en 1893.

Uruguay fue el sexto país en el mundo y el primero en América


Latina en asegurar el derecho al voto de la mujer en forma plena.
Hay que tener en cuenta que, en el plano internacional, el derecho
de la mujer al sufragio fue reconocido recién en 1948 a través de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo
21 manifiesta que “toda persona tiene el derecho de acceso, en
condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país”. La
historia del voto femenino en Uruguay, marca que el 3 de julio de
1927 en la localidad de Cerro Chato se produjo el primer sufragio de
una mujer en toda América Latina. La votación llevada a cabo en
ese lugar se debió a un plebiscito local, con el propósito de decidir
la integración de la localidad de Cerro Chato a uno de los tres
departamentos que se la disputaban: Florida, Durazno, y Treinta y
Tres. El presidente José Batlle y Ordóñez (gran responsable de la
implementación de varios derechos sociales, laborales y en favor de
la mujer por primera vez en todo el continente) fue el gran impulsor
de la Constitución de 1917, donde se estableció que las mujeres
tenían el derecho de votar. En 1932 el Parlamento nacional aprobó
la ley que permitía a las mujeres elegir a sus representantes y
además ser electas para cargos públicos. De todas maneras,
faltarían varios años más antes de que las mujeres pudieran
participar en una elección nacional, lo cual sucedió el 27 de marzo
de 1938.
¿Cómo es el sufragio en nuestro país?
En Uruguay existe desde 1924 un órgano autónomo, creado al
borde de la Constitución, como cuarto poder de gobierno. Desde su
primera Constitución sancionada en 1830, Uruguay adoptó como
base de su sistema institucional la forma de gobierno democrático
republicana, el principio de soberanía nacional y el de separación
de poderes. En cambio, las exigencias en torno a la necesidad de
asignar al sistema institucional de mayores garantías fueron
provocando la aparición de órganos de contralor que no quedaran
incluidos en la órbita de competencia de ninguno de los tres
poderes tradicionales, que actúan con absoluta independencia de
ellos y que aparecen revestidos de todos los atributos que la
doctrina del derecho constitucional exige para considerar
caracterizado a un Poder de Gobiernos.

En 1977 el gobierno cívico-militar decretó la intervención de la Corte


Electoral, nombrando un directorio de tres miembros liderado por
Nicolás Storace Arrosa, quien se mantuvo como Presidente
interventor de la Corte Electoral hasta la designación de sus nuevos
titulares por el Parlamento democrático en 1985. Durante la
dictadura, entonces, la Corte nunca cerró.
Durante este período dictatorial (1973-1985) hubo dos instancias de
consulta popular. Una fue en 1980, se votaba por la aprobación, o
no, de la reforma constitucional propuesta por el gobierno
dictatorial; y la otra en 1982, elecciones de los Partidos Políticos. En
estas instancias, la dictadura sufrió una clara derrota, a la vez que
la fortaleza del sistema electoral impidió que los resultados fueran
violentados.
Las elecciones nacionales para el periodo 1985-1990 se realizaron
el día domingo 25 de noviembre de 1984. Estas elecciones
marcaron un momento histórico: la finalización de la dictadura y el
retorno del Uruguay a la democracia.

En julio de 1985 fueron designados por el Parlamento democrático


los nuevos integrantes de la Corte Electoral, los cuales estarían
integrados por el Sr. Renán Rodriguez Cabrera, cargo que
desempeñó hasta su renuncia en 1990.
La reforma constitucional aprobada el 8 de diciembre 1996 modifica
el régimen eleccionario de la República, el que en un primer
momento se detenia en la realización de un único acto electoral
ordinario, a llevarse a cabo el último domingo de noviembre cada
cinco años, por otro que prevé tres, o eventualmente cuatro
elecciones cada cinco años, de acuerdo al siguiente cronograma:
último domingo de junio, elecciones internas de los partidos
políticos; último domingo de octubre, elecciones nacionales; último
domingo de noviembre, eventual segunda vuelta si corresponde;
segundo domingo del mes de mayo del año siguiente: elecciones
departamentales.

Sus principales características son:

-La separación en el tiempo de las elecciones nacionales de las


departamentales.

-Cada partido político podrá postular un candidato a la Presidencia y


el mismo surgirá de las elecciones internas.

-Se establece el sistema de “balotaje” ó “doble vuelta”, para el caso


de que el ganador en la primera elección no hubiere obtenido la
mayoría absoluta de sufragios en esa ocasión.

-Todos los partidos políticos están obligados a participar en ellas si


aspiran a disputar cargos en las elecciones nacionales.

-Prohibición de postularse como candidato de un partido político en


las elecciones internas, y luego hacerlo por otro lema en las
elecciones nacionales y en las departamentales.

-Se limitó el número de candidatos a Intendentes que podía


presentar cada partido político.

-Requisitos para ser miembro de las Juntas Departamentales: se


redujo la edad para ser electo edil de 23 a 18 años.
Constitución de la República Oriental del Uruguay:
Artículo 77.- Todo ciudadano es miembro de la soberanía de la
Nación; como tal es elector y elegible en los casos y formas que se
designarán.

El sufragio se ejercerá en la forma que determine la Ley, pero sobre


las bases siguientes:

1º), Inscripción obligatoria en el Registro Cívico.

2º), Voto secreto y obligatorio. La Ley, por mayoría absoluta del


total de componentes de cada Cámara, reglamentará el
cumplimiento de esta obligación.

3º), Representación proporcional integral.

4º), Los magistrados judiciales, los miembros del Tribunal de lo


Contencioso Administrativo y del Tribunal de Cuentas, los
Directores de los Entes Autónomos y de los Servicios
Descentralizados, los militares en actividad, cualquiera sea su
grado, y los funcionarios policiales de cualquier categoría, deberán
abstenerse, bajo pena de destitución e inhabilitación de dos a diez
años para ocupar cualquier empleo público, de formar parte de
comisiones o clubes políticos, de suscribir manifiestos de partido,
autorizar el uso de su nombre y, en general ejecutar cualquier otro
acto público o privado de carácter político, salvo el voto. No se
considerará incluida en estas prohibiciones, la concurrencia de los
Directores de los Entes Autónomos y de los Servicios
Descentralizados a los organismos de los partidos que tengan como
cometido específico el estudio de problemas de gobierno,
legislación y administración.

Será competente para conocer y aplicar las penas de estos delitos


electorales, la Corte Electoral. La denuncia deberá ser formulada
ante ésta por cualquiera de las Cámaras, el Poder Ejecutivo o las
autoridades nacionales de los partidos. Sin perjuicio de lo dispuesto
anteriormente, en todos los casos se pasarán los antecedentes a la
Justicia Ordinaria a los demás efectos a que hubiere lugar.
5º), El Presidente de la República y los miembros de la Corte
Electoral no podrán formar parte de comisiones o clubes políticos, ni
actuar en los organismos directivos de los partidos, ni intervenir en
ninguna forma en la propaganda política de carácter electoral.

6º), Todas las corporaciones de carácter electivo que se designen


para intervenir en las cuestiones de sufragio deberán ser elegidas
con las garantías consignadas en este artículo.

7º), Toda nueva ley de Registro Cívico o de Elecciones, así como


toda modificación o interpretación de las vigentes, requerirá dos
tercios de votos del total de componentes de cada Cámara. Esta
mayoría especial regirá sólo para las garantías del sufragio y
elección, composición, funciones y procedimientos de la Corte
Electoral y corporaciones electorales. Para resolver en materia de
gastos, presupuestos y de orden interno de las mismas, bastará la
simple mayoría.

8º), La Ley podrá extender a otras autoridades por dos tercios de


votos del total de componentes de cada Cámara, la prohibición de
los numerales 4º y 5º.

9º), La elección de los miembros de ambas Cámaras del Poder


Legislativo y del Presidente y del Vicepresidente de la República,
así como la de cualquier órgano para cuya constitución o
integración las leyes establezcan el procedimiento de la elección
por el Cuerpo Electoral, a excepción de los referidos en el inciso
tercero de este numeral, se realizará el último domingo del mes de
octubre cada cinco años, sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos 148 y 151.

Las listas de candidatos para ambas Cámaras y para el Presidente


y Vicepresidente de la República deberán figurar en una hoja de
votación individualizada con el lema de un partido político.

La elección de los Intendentes, de los miembros de las Juntas


Departamentales y de las demás autoridades locales electivas, se
realizará el segundo domingo del mes de mayo del año siguiente al
de las elecciones nacionales. Las listas de candidatos para los
cargos departamentales deberán figurar en una hoja de votación
individualizada con el lema de un partido político.

10), Ningún Legislador ni Intendente que renuncie a su cargo


después de incorporado al mismo, tendrá derecho al cobro de
ninguna compensación ni pasividad que pudiera corresponderle en
razón del cese de su cargo, hasta cumplido el período completo
para el que fue elegido. Esta disposición no comprende a los casos
de renuncia por enfermedad debidamente justificada ante Junta
Médica, ni a los autorizados expresamente por los tres quintos de
votos del total de componentes del Cuerpo a que correspondan, ni a
los Intendentes que renuncien tres meses antes de la elección para
poder ser candidatos.

11), El Estado velará por asegurar a los partidos políticos la más


amplia libertad. Sin perjuicio de ello, los partidos deberán:

a), ejercer efectivamente la democracia interna en la elección de


sus autoridades;

b), dar la máxima publicidad a sus Cartas Orgánicas y Programas


de Principios, en forma tal que el ciudadano pueda conocerlos
ampliamente.

12), Los partidos políticos elegirán su candidato a la Presidencia de


la República mediante elecciones internas que reglamentará la ley
sancionada por el voto de los dos tercios del total de componentes
de cada Cámara. Por idéntica mayoría determinará la forma de
elegir el candidato de cada partido a la Vicepresidencia de la
República y, mientras dicha ley no se dicte, se estará a lo que a
este respecto resuelvan los órganos partidarios competentes. Esa
ley determinará, además, la forma en que se suplirán las vacantes
de candidatos a la Presidencia y la Vicepresidencia que se
produzcan luego de su elección y antes de la elección nacional.

Artículo 78.- Tienen derecho al sufragio, sin necesidad de obtener


previamente ciudadanía legal, los hombres y las mujeres
extranjeros, de buena conducta, con familia constituida en la
República, que poseyendo algún capital en giro o propiedad en el
país, o profesando alguna ciencia, arte o industria, tengan
residencia habitual de quince años, por lo menos, en la República.

La prueba de la residencia se fundará indispensablemente en La


prueba de la residencia se fundará indispensablemente en
instrumento público o privado de fecha comprobada, y si la
justificación fuera satisfactoria para la autoridad encargada de
juzgarla, el extranjero quedará habilitado para el ejercicio del voto
desde que se inscriba en el Registro Cívico, autorizado por la
certificación que, a los efectos, le extenderá aquella misma
autoridad.
Noticia:.
“Hoy se cumplen 90 años del 1er. voto de la mujer

La primera mujer que votó en Uruguay se llamaba Rita Ribeira.

El Plebiscito de Cerro Chato de 1931 fue un plebiscito realizado el 3


de julio de 1927 en la localidad de Cerro Chato, en Uruguay, que
más allá de la finalidad por la que fue realizado— decidir la
jurisdicción del pueblo ya que se lo disputaban tres
departamentos— singularizó al Uruguay en América Latina ya que
fue la primera vez que la mujer ejerció el derecho de voto.

La votación se cumplió el domingo 3 de julio de 1927, mediante voto


secreto observando todas las formalidades que al respecto
establecía la Ley de Elecciones, incluyendo el voto femenino, cosa
que ocurría por vez primera en Sudamérica. Un trabajo realizado
por el Centro de Estudios Históricos de Cerro Chato señala que la
primera mujer en reivindicar su derecho a ejercer la ciudadanía no
fue uruguaya, sino de origen brasileño, una
inmigrante afrodescendiente de 90 años de edad, llamada Rita
Ribeira.

El plebiscito se realizó con total orden, salvo por un manifiesto que


dio a conocer una Comisión de Vecinos de Treinta y Tres, en su
mayoría integrada por damas, lideradas por Bernardina Muñoz. La
proclama expresaba: “Nosotros tenemos un arma notable: La
abstención. Hemos de esgrimirla cerrochatenses para cruzar el
paso a las burlonas turbas de reclutados que quedarán absortas en
su deleznable posición mercenaria”. Luego decía: “…por el derecho
de Treinta y Tres que flamea airosamente en todo el progreso de
Cerro Chato; por el afecto a nuestra causa que es tan respetable
como el mismo honor; por el decoro de nuestra democracia que
aborrece las mascaradas electorales: Absteneos”

En cambio, la Comisión de Mujeres de Durazno que realizó una


fervorosa campaña electoral a favor de la unificación de todo el
territorio para el citado departamento, estaba liderada por Modesta
Fuentes de Soubiron, conocida por mantener una áspera polémica
con el diario El País de Montevideo, a raíz de una publicación
donde se ponía en tela de juicio la capacidad ciudadana de las
mujeres y en especial de las de Cerro Chato.

Los resultados del plebiscito nunca fueron tomados en


consideración por las autoridades de la época, y la iniciativa de
anexión se perdió en el tiempo manteniéndose hoy la misma
situación que en 1927

Recién en 1938 las mujeres votaran por primera vez en unas


elecciones nacionales. Uruguay fue el primer país de América en
permitir el derecho al voto femenino, y el sexto en el mundo.”
(Partido socialista de Uruguay)

El 3 de julio de 1927 Rita Ribera, una brasileña, afrodescendiente,


de 90 años fue la primera mujer en sufragar e hizo historia al votar
en el plebiscito que decidiría a qué departamento pertenecería
Cerro Chato: Florida, Durazno o Treinta y Tres.
Ribera Bernardina Muñoz, de Treinta y Tres, y Modesta Fuentes de
Soubirón, de Durazno, junto a otras mujeres, hicieron campaña para
poder sufragar antes de que el voto femenino fuera aprobado en lo
nacional, lo que ocurrió en 1932.
Antes de ese plebiscito, las mujeres ya venían organizándose y
exigiendo el derecho a sufragar. El primer proyecto de Ley de
sufragio femenino fue en 1914, y planteaba en su primer artículo
que las mujeres fueran reconocidas con “los mismos derechos
políticos que los hombres”. El tema era visto con desconfianza y
temor, casi como una amenaza.
Aunque aquel plebiscito fue insólito, se trato de un episodio lleno de
simbolismos. En un país centralista, ocurrio en un pueblo alejado de
la capital; ese acontecimiento nuevo dio paso al sufragio femenino y
además la primer mujer en votar fue una mujer migrante y
afrodescendiente.
Pasados 95 años del primer voto femenino y 90 años de la
promulgación de la Ley de Derechos Cívicos de la Mujer, la
presencia de la mujer en cargos representativos y ámbitos de
poder, aún es campo de disputas. En Uruguay la tasa de
representación femenina parlamentaria está por debajo del
promedio mundial (18,4) y muy por debajo del promedio alcanzado
por los países latinoamericanos, según un informe de ONU Mujeres.
“En la constitución puesta en vigencia en 1919 se admitía el voto
municipal, eso pasó en muchos países, se empieza por los
derechos civiles y se admite el voto municipal como si fueran
pruebas, escalones o exámenes que teníamos que dar, ir
ascendiendo a las responsabilidades mayores de la ciudadanía.
Hoy pasa lo mismo. Si miramos la pirámide de cómo está distribuido
el poder en la representación política, en la base hay muchas
mujeres participando, muchas alcaldesas, concejalas, edilas, y en la
medida que se sube en la pirámide del poder, encontrás muy pocas
mujeres”. Graciela Sapriza.
La ley Nº 8927 promulgada el 16/12/1932 y publicada 22/12/1932
expresa lo siguiente:
Artículo 1: Reconócese el derecho de la mujer al voto activo y
pasivo, tanto en materia nacional como municipal.
Artículo 2: Declárase aplicables a la mujer todas las disposiciones
legales de carácter electoral en vigor.
Webgrafía:
Wikipedia – “Sufragio” (2022)
https://es.wikipedia.org/wiki/Sufragio#:~:text=Es%20una%20forma%
20de%20poder,suele%20confundirse%20con%20Sufragio%20unive
rsal

Impo – “Derechos cívicos de la mujer” (1932)


https://www.impo.com.uy/bases/leyes/8927-1932

Impo - “Constitución de la República” (1967)


https://www.impo.com.uy/bases/constitucion/1967-1967/77

Corte Electoral - “Creación y Evolución”


https://www.corteelectoral.gub.uy/institucional/creacion_y_evolucion

Partido socialista de Uruguay – “Hoy se cumplen 90 años del 1er.


voto de la mujer” (2017) https://ps.org.uy/hoy-se-cumplen-90-anos-
del-1er-voto-de-la-mujer/

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