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Materia Nutricion Animal 2015 - Unidad I
Materia Nutricion Animal 2015 - Unidad I
Introducción
Los análisis químicos que hasta antes de esta práctica se han realizado, reciben el
nombre de análisis proximal. Se trabaja bajo un esquema llamado Weende , por el
nombre de la estación experimental de Alemania que lo desarrolló, a pesar de varias
limitantes este esquema ha subsistido al paso del tiempo, y sigue utilizándose hoy en día.
Los ingredientes alimenticios que se remiten al laboratorio, para análisis, son enviados
con diversos contenidos de humedad, pueden incluir clases desde los muy secos hasta
los muy húmedos, así como los que se encuentran entre estos extremos. Los datos
obtenidos en un análisis proximal son por lo general en “base seca” (con 0% de
humedad), aunque a veces se trabaja con “base húmeda” (tal como se ofrecen al animal).
Con esta base diremos que el objetivo de la alimentación de los animales es determinar
la combinación óptima de los ingredientes disponibles para formar raciones que cumplan
unas determinadas condiciones; estas condiciones suelen ser diferentes dependiendo del
animal de que se trate. Así, en el caso de animales de producción es fundamental que la
ración proporcione al animal todos los nutrientes que necesita para conseguir un máximo
rendimiento productivo en cuanto a cantidad y calidad de los productos, su coste sea el
más bajo posible y prevenga la aparición de trastornos digestivos o metabólicos.
3. Sustancias orgánicas
a) Proteína cruda (total de sustancias nitrogenadas)
Proteína pura
Sustancias nitrogenadas, sin carácter de proteínas (amidas)
b) Grasas crudas –Extracto etéreo (grasas, lipoides, clorofila,
pigmentos, ceras, resi nas y otros acompañantes grasos)
c) Fibra cruda, celulosa, lignina, etc.
d) Sustancias no nitrogenadas –se determinan como diferencia entre las
sustancias orgánicas y los otros componentes determinados
analíticamente:
Monosacáridos
Disacáridos
Trisacáridos
Polisacr áridos (almidó n)
Pectinas
Hemicelulosa
Lignina soluble en alcali
Otras sustancias
4. Sustancias activas
Este método, es un método convencional que es mejorado continuamente por los centros
de investigación. Debe recordarse que en este proceso no se trata de encontrar
substancias químicamente definibles sino solamente grupos de combinación orgánicas
los cuales responden a una reacción analítica dada. Substancias alimenticias que tengan
especial importancia para la alimentación animal deben ser determinadas por métodos
especiales.
La composición química de los alimentos, según: el análisis Weende.
Todos los alimentos, sean de origen animal ó vegetal, están compuestos por los mismos
nutrientes (agua, carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales). En general, los
alimentos vegetales tienen una elevada proporción de carbohidratos (almidón y fibra) y,
excepto las oleaginosas, poca grasa; por el contrario, los alimentos de origen animal
suelen poseer un mayor contenido proteico y de aminoácidos esenciales que los
alimentos de origen vegetal y, excepto la leche, prácticamente carecen de carbohidratos.
Los alimentos de origen mineral (pe. sal, fosfatos, etc), obviamente, sólo aportan
minerales.
La
importancia que tiene poseer unos conocimientos adecuados sobre alimentación animal
es diferente según la actividad del profesional. En el caso del agropecuario que trabaja en
producción animal, la importancia de la alimentación animal es manifiesta, ya que uno de
los aspectos más importante que determina la rentabilidad de las explotaciones
ganaderas es la eficiencia en el uso de los alimentos (la alimentación supone el 50-75%
de los gastos de estas explotaciones); no es por ello de extrañar que el desarrollo de la
alimentación animal ha estado vinculado tradicionalmente a la alimentación del ganado,
siendo el desarrollo de la alimentación de mascotas (perros, gatos, exóticos)
relativamente reciente.
Piscifactorías 35%
Leche de vacuno 50%
Carne de vacuno 55%
Carne de conejo 60%
Huevos 60%
Carne de pollo 70%
Carne de cerdo 75%
Gastos en alimentación como porcentaje aproximado
Explotación intensiva de vacuno de leche
del total de gastos de la explotación
Una alimentación incorrecta es causa de trastornos que inciden en el bienestar, la salud y
la productividad de los animales
Todos los alimentos, sean de origen animal ó vegetal, están compuestos por los mismos
nutrientes (agua, carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales). En general, los
alimentos vegetales tienen una elevada proporción de carbohidratos (almidón y fibra) y,
excepto las oleaginosas, poca grasa; por el contrario, los alimentos de origen animal
suelen poseer un mayor contenido proteico y de aminoácidos esenciales que los
alimentos de origen vegetal y, excepto la leche, prácticamente carecen de carbohidratos.
Los alimentos de origen mineral (p.e. sal, fosfatos, etc), obviamente, sólo aportan
minerales.
Materia Minerales
Inorgánica
AGUA.
Actúa como solvente para una amplia variedad de compuestos y para muchos otros
actúa como ionizante, propiedades mediante las cuales los organismos vivos efectúan
varias funciones biológicas, puesto que lo necesita para su crecimiento y transporte de
nutrientes, de varios solutos de la sangre, de los fluidos tisulares y de las células Así
mismo y debido a ello, el protoplasma celular es una mezcla de coloides y cristaloides en
agua. Los animales la eliminan vía sudor, orinas, heces, respiración, leche.
Los animales deben ingerir el 10 % del peso vivo en líquidos. Naturalmente, el consumo
del agua está en relación a la temperatura, del ambiente y de la producción. El agua debe
ser siempre limpia, tratada, y con una temperatura de 12°C.
MATERIA SECA.
Cuando se seca el alimento por un tiempo a una temperatura superior a los 100°C,
desaparece el agua y queda la materia seca. La mayor de esta se puede quemar
denominándose materia orgánica. El producto de la combustión se denomina cenizas.
Las cenizas representan el contenido en minerales del alimento; en general, las cenizas
suponen menos del 5% de la materia seca de los alimentos. Los minerales, junto con el
agua, son los únicos componentes de los alimentos que no se pueden oxidar en el
organismo para producir energía; por el contrario, la materia orgánica comprende los
nutrientes (proteínas, carbohidratos y lípidos) que se pueden quemar (oxidar) en el
organismo para obtener energía, y se calcula como la diferencia entre el contenido en
materia seca del alimento y el contenido en cenizas.
Las cenizas se determinan como el residuo que queda al quemar en un horno ó mufla los
componentes orgánicos a 550 ºC durante 5 h. En ocasiones es interesante determinar las
cenizas insolubles en ácido clorhídrico, que pretenden representar el contenido del
alimento en minerales indigestibles para el animal.
Las grasas tienen como características ser altamente energéticas le confieren a la ración
un mejor sabor, favorecen la absorción de nutrientes y evitan la disgregación de
partículas que ocurren cuando se ad ministra el alimento picado o cuando se adiciona
concentrado. El significado nutricional del extracto etéreo en la dieta ha sido
ampliamente discutido. Algunos atribuyen su importancia a la fuente de ácido linoleico,
otros piensan que la única función de esta fracción de los alimentos es una fuente no
específica de energía.
.
Si un alimento posee un alto porcentaje de extracto etéreo es necesario tomar en cuenta
que la ración que con la que se prepare, podría tener problemas de rancidez o
enranciamiento.
Tradicionalmente los carbohidratos estructurales se han estimado como la fibra bruta del
alimento. La fibra bruta se determina como el residuo que queda tras la doble hidrólisis
ácida (con ácido sulfúrico) y alcalina (con hidróxido potásico) del alimento. El contenido
en fibra bruta de los concentrados energéticos y proteicos es inferior al 10%, mientras
que los forrajes contienen un 25-60% de fibra bruta.
La fibra ácido detergente (FAD), que es un estimador del contenido de la pared celular en
celulosa y lignina, se determina como el residuo que queda tras la solubilización de la
hemicelulosa con la solución ácido-detergente (formada por ácido sulfúrico diluído y
bromuro de acetil-trimetil-amonio). El contenido de los alimentos en FAD está relacionado
con su degradabilidad ruminal y digestibilidad.
Las paredes celulares insolubles, que son un estimador del contenido en celulosa,
hemicelulosa, pectinas, lignina y proteínas de la pared celular, se determinan como el
residuo que queda tras la extracción con una solución enzimático-detergente (formada
por dodecilsulfato de sodio, metanol, proteasa y amilasa). El contenido en paredes
celulares es de un 10-20% en el caso de los concentrados, y de un 40-60% en los
forrajes.
Un inconveniente del método de las paredes celulares es que la solución enzimático-
detergente no solubiliza las proteínas parietales, además de solubilizar una parte de la
hemicelulosa y de las sustancias pécticas.
En general, casi todo el nitrógeno que contienen los alimentos está formando parte de los
grupos amino de los aminoácidos; por este motivo el contenido en proteína se calcula a
partir del contenido en nitrógeno de los alimentos. El contenido nitrogenado de los
aminoácidos varía desde un 8% en la tirosina hasta un 32% en la arginina, pasando por
16% de media en las proteínas de los tejidos animales; esto es, el contenido en nitrógeno
de una proteína depende de su composición en aminoácidos.
Para calcular el contenido de proteína total, se multiplica el N por el factor 6.25. Este valor
se obtiene asumiendo que todas las proteínas contienen 16% de N (N * 100/16).
Por otra parte, no todo el nitrógeno contenido en los alimentos forma parte de proteínas.
En efecto, aunque la mayoría del nitrógeno de los alimentos está formando parte de
aminoácidos, el resto del nitrógeno está formando compuestos no proteicos (ácidos
nucleicos, sales amoniacales, aminas, amidas, etc); el nitrógeno no proteico (NNP) no es
utilizado por los monogástricos, aunque sí lo es por la flora ruminal.
La denominación proteína bruta incluye todos los compuestos que contienen nitrógeno,
sean ó no aminoácidos. El 95% de la proteína bruta de los concentrados es proteína
verdadera, esto es, aminoácidos; debido a que la diferencia cuantitativa entre proteína
bruta y verdadera es mínima en alimentos concentrados, en las raciones de mono
gástricos no se diferencia en la práctica entre proteína bruta y verdadera. Por el contrario,
es conveniente estimar el contenido en NNP de los alimentos fibrosos y de los
subproductos, ya que en estos alimentos el NNP puede representar más del 20% del
nitrógeno total del alimento.
Respecto al contenido proteico de los alimentos, destaca el elevado valor proteico de los
subproductos de origen animal y de las tortas oleaginosas. Todas las partidas de
materias primas se suelen analizar para conocer su contenido en proteína bruta.
Aunque existen diferencias entre los factores específicos, por la diferencia de contenido
de nitrógeno, la determinación de proteína utilizando un solo factor (6,25) no altera
grandemente el resultado.
VITAMINAS.
Clasificación.
Solubles en grasa: Provitaminas:
A (retinol), A1 y A2 Carotenos y otros pigmentos
D1, D2, D3 (Ergocalciferol, colecalciferol) Ergosterol 7 Dehidrocolesterol
E (alfa, beta, gama tocoferol)
K (Menadiona)
Solubles en agua:
B1 (tiamina)
B2 (riboflavina)
B6 (piridoxina)
B12
Niacina (Nicotinamida, ácido nicotínico)
Acido pantoténico.
Biotina (ácido fólico, colina)
Acido ascórbico.
Supongamos que tiene los siguientes valores (base húmeda) mostrados en las celdas
sombreadas, para pasta de soya al que se le efectuó un análisis proximal.
Queremos alimentar una vaca seca no gestante de 450 kgs de peso corporal, con
alfalfa fresca (75% humedad), sabemos que necesitará consumir una cantidad
diaria de proteína de 890 gramos.
La pregunta es ¿Qué cantidad de alfalfa fresca con 75% de humedad con los
valores del proximal arriba mostrados debemos darle para cubrir los 890 gramos
de proteína?.
Sabemos que para 100 gramos de alfalfa fresca , existen 25 gr o 25% de materia
seca (dado que en la alfalfa fresca el 75% es agua o humedad). En 100 gramos
de alfalfa fresca va a haber solamente 4 gramos de proteína. ¿Cómo fue
calculado?. Con una regla de 3.
890 x 100/4= 89000/4 =22,250 gr o sea 22.25 kilos de alfalfa fresca con 25% de
materia seca deben de suministrarse diariamente para cubrir la cantidad de
proteína requerida.
Ejemplo:.
Esta separación de Fibra Cruda y ENN trata de representar la diferencia entre los
carbohidratos menos digestibles (fibra cruda) y los completamente utilizables por el
animal (ENN). Sin embargo, en un 20 a 30% de los alimentos evaluados por Morrison,
el ENN es menos digestible que la Fibra Cruda.
El error básico del cálculo de ENN es el concepto de que todos los constituyentes
solubles en ácido y álcali son digestibles. La lignina además de ser indigestible,
disminuye la digestibilidad de las substancias que se asocian a ella.
El análisis de Van Soest se basa en el uso de detergentes para separar en dos fracciones
nutricionales la materia seca de un forraje: el contenido celular y la pared. El contenido
celular representa alrededor de 60% de la materia secas del forraje y cerca del 90% de
la materia seca de un alimento concentrado. Por ende, es en forrajes (pastos, ensilajes y
henos) donde la determinación del contenido y composición de la pared celular es de
mayor importancia, al igual que es de gran importancia en alimentación de rumiantes, y
no así en la de no rumiantes, ya que estos últimos hacen una mínima o ninguna
utilización de la fibra cruda.
Las necesidades de producción son las asociadas a los productos animales (leche,
huevos, crecimiento ó engorde, gestación, trabajo).
- como necesidades diarias (p.e. un caballo que realiza ejercicio medio debe ingerir
800 g diarios de proteína); esta forma se suele utilizar en el caso de que los
animales se alimenten con una combinación de forraje y pienso, esto es, en la
alimentación de rumiantes y caballos.
a) El método factorial.
b) El método empírico.
Para algunos nutrientes no es posible determinar la cantidad excretada, debido a que son
transformados en el metabolismo orgánico (p.e. aminoácidos, vitaminas, azúcares, ácidos
grasos), y por lo tanto no es posible determinar las necesidades mediante el método
factorial; en otras ocasiones (p.e. oligoelementos) se producen pérdidas en el sudor, que
son difíciles de medir. En estos casos las necesidades de nutrientes se determinan
mediante el método empírico, que consiste en suministrar raciones con diferentes niveles
de nutrientes y estudiar la respuesta productiva de los animales (producción de huevos,
velocidad de crecimiento, calidad de la canal, etc), determinando de esta manera cual es
el nivel óptimo de cada nutriente.
Método Dosis-Respuesta
Para estimar los requerimientos nutricionales de los animales estos son alimentados con
dietas experimentales que contienen niveles crecientes del nutriente en estudio, y se
determina la respuesta a parámetros predefinidos, como ganancia de peso, conversión
alimenticia, deposición de pechuga entre otros, en un periodo determinado (21 a 42 días
para el caso de aves)
2.- Las necesidades energéticas.
Las necesidades nutritivas más difíciles de cubrir son las energéticas, de tal manera que
el contenido energético de la ración representa habitualmente el primer factor limitante de
la productividad de los animales, pues condiciona en gran medida la ingestión, el nivel de
producción y el índice de conversión del animal. De ahí que el principal factor que
determina el valor nutritivo de un alimento es su contenido en energía utilizable por el
animal. Las necesidades energéticas de los animales se suelen determinar mediante el
método factorial.
Los animales obtienen la energía que necesitan para cubrir sus necesidades de
mantenimiento mediante la oxidación de nutrientes absorbidos en el aparato digestivo, ó
mediante la oxidación de nutrientes de las reservas corporales.
a) midiendo el calor producido por los animales en ayunas, ya que este calor
coincide con la energía movilizada de sus reservas corporales para cubrir sus
necesidades de mantenimiento.
b) Suministrando dos ó más niveles de energía para, mediante regresión, determinar
la producción de calor al nivel de ingestión cero.
c) Suministrando varios niveles de energía para determinar la ingestión energética
para la cual no existe variación de peso (método del balance de energía: es un
método poco exacto).
d) En la práctica, la cuantía de las necesidades energéticas diarias de
mantenimiento se puede estimar de forma aproximada como 300 kJ por kg de
peso metabólico.
El nivel de alimentación
El nivel de alimentación de los
El nivel de alimentación de las hembras de las hembras en
animales de cebo suele ser superior
en lactación puede ser superior a 3.0 gestación no suele ser
a 2.0
superior a 1.5
DEBER. Requerimiento de energía para deposición de carne en aves y huevos en
gallinas de postura
3.- Las necesidades de azúcares.
Las raciones de los animales deben contener una cierta cantidad de carbohidratos
estructurales (fibra) para permitir una correcta funcionalidad intestinal (en particular en el
caso de los monogástricos herbívoros) y del rumen. Mientras que el exceso de fibra está
asociado a una peor digestibilidad de las raciones, el déficit de fibra está relacionado con
los trastornos ruminales en rumiantes, el estreñimiento de las cerdas gestantes, la
enteritis de los conejos, el cólico de los caballos, y el bajo contenido graso de la leche.
Prolapso rectal en una cerda gestante Diarrea en una vaca de leche debido a una
debido a una falta de fibra acidosis ruminal por falta de fibra
Igual que en el caso de los azúcares, los ácidos grasos que necesitan los animales se
obtienen sin dificultad del alimento ó mediante la lipogénesis, por lo que el aporte de
grasa no se suele considerar en la formulación de raciones. La falta de grasa en las
raciones se relaciona con una baja palatabilidad de los piensos de monogástricos,
mientras que el exceso de grasa en la ración provoca en general una sobreingestión
energética que se traduce en obesidad; además, el exceso de grasa predispone a la
oxidación de los piensos y dificulta su granulación.
El nivel de ácidos grasos esenciales suele ser suficiente con el aporte de los
piensos, y en la práctica sólo aparecen síntomas carenciales con dietas
experimentales especialmente preparadas sin estos ácidos, ó cuando se excluye
totalmente la grasa de la dieta; en estos casos cesa el crecimiento, se descama la
piel, y se perjudica la reproducción. Por otro lado, un exceso de estos ácidos
poliinsaturados (p.e. harina de pescado) da lugar a que se depositen en
cantidades importantes en el tejido adiposo y en los productos, lo que provoca
sabores a pescado en canales, huevos y leche, además de aumentar el riesgo de
oxidación de la grasa de las canales.
El déficit de ingestión proteica determina una brusca caída de las producciones animales.
Por otra parte, un exceso de proteínas provoca una desaminación importante de los
aminoácidos en exceso, excretándose el nitrógeno en la orina: se produce una pérdida
importante de agua y urea que afecta a la higiene de las instalaciones y a la sanidad de
los animales (además, el nitrógeno excretado es un importante contaminante
medioambiental); por otra parte, la excesiva intensidad de las desaminaciones provoca a
largo plazo (por ejemplo en animales de compañía) una sobrecarga hepática y renal que
puede conducir a insuficiencias crónicas.
En general, las proteínas del organismo no son estables, sino que se produce
constantemente una renovación proteica, esto es, parte de las proteínas son destruidas y
sintetizadas de nuevo (hay proteínas que se renuevan cada día, y otras que se
mantienen prácticamente estables).
Tanto los minerales como las vitaminas están sujetos a una intensa renovación orgánica,
siendo numerosas las interacciones existentes entre estos nutrientes; por ejemplo, la
vitamina D favorece la resorción ósea de calcio, el selenio y la vitamina E tienen efectos
antioxidantes sinérgicos, etc.
Las raciones de los animales contienen Las raciones de los animales contienen
habitualmente fuentes de macrominerales, habitualmente correctores con
como sal, carbonato cálcico y fosfato bicálcico oligoelementos y vitaminas
Los minerales constituyen un 4-5% del peso del animal; más del 80% de los minerales
del organismo están en el esqueleto. Según la cantidad que el organismo requiere, los
minerales se clasifican en macrominerales (calcio, fósforo, sodio, potasio, cloro,
magnesio y azufre) que se necesitan en cantidad apreciable, y microminerales u
oligoelementos (hierro, cobre, zinc, manganeso, molibdeno, yodo, fluor, cobalto y selenio)
que se necesitan en muy pequeña cantidad.
Los minerales se pueden clasificar en tres grandes grupos según su función metabólica:
1. Mantenimiento del equilibrio osmótico y del pH (equilibrio ácido-base) de los
líquidos corporales es esencial para el adecuado transporte de nutrientes y
metabolitos a través de las membranas celulares y a todo el organismo; los
principales iones implicados en la homeostasis corporal son sodio, potasio,
cloruro, bicarbonato y fosfato.
2. Mantenimiento de las estructuras rígidas del cuerpo ya que la materia seca del
esqueleto está formada por un 80% de fosfato tricálcio y casi un 15% de
carbonato cálcico; el metabolismo del calcio y el fósforo es muy dinámico: cuando
se ingieren en exceso aumenta su acumulación en el esqueleto ó su eliminación
por heces y orina; cuando se precisan se movilizan las reservas óseas.
3. Participación en reacciones químicas y componentes corporales. Algunos
ejemplos de funciones orgánicas de minerales son el papel del fósforo en el
metabolismo general (ATP, ácidos nucleicos), el azufre contenido en ciertos
aminoácidos, el papel del hierro en el transporte del oxígeno, el iodo de la tiroxina,
los oligoelementos que participan en la estructura de los enzimas, el papel del
calcio en la coagulación de la sangre y en la contracción muscular, el cobalto de la
vitamina B12, etc.
Los minerales orgánicos se excretan por la orina (p.e. la mayor parte del fósforo)
ó por las sales biliares (p.e. la mayor parte del calcio). Es importante tener
presente que los minerales dados en cantidades muy superiores a las
recomendadas pueden provocar trastornos por precipitaciones (p.e. cálculos
urinarios de fosfatos) ó provocar toxicidad debido a su actividad metabólica (p.e.
intoxicaciones por exceso de cobre); además, a nivel intestinal, el exceso de unos
minerales interfiere la absorción de otros (p.e. malabsorción de calcio debido a un
exceso de fósforo).
b) Las necesidades de vitaminas.
2. Las vitaminas hidrosolubles: son las vitaminas del grupo B (vitamina B1 ó tiamina, B2 ó
riboflavina, B3 ó PP ó niacina ó ácido nicotínico, B5 ó ácido pantoténico, B6 ó piridoxina,
biotina, ácido fólico, colina, B12 ó cianocobalamina, ácido para-amino-benzoico ó PABA,
inositol) y la vitamina C ó ácido ascórbico; estas vitaminas no se almacenan en el
organismo en cantidades apreciables y el exceso ingerido se excreta en la orina
(pudiendo provocar cálculos urinarios, en particular el exceso de vitamina C). Las
vitaminas hidrosolubles participan en sistemas enzimáticos; aunque el metabolismo
animal no puede sintetizar vitaminas hidrosolubles (excepto la vitamina C, que puede ser
sintetizada por la mayoría de las especies animales), la flora intestinal y ruminal sí puede
sintetizar cantidades más ó menos importantes de estas vitaminas.
El organismo animal tolera dosis extremadamente altas de vitaminas, hasta mil veces las
necesidades diarias, por lo que es muy improbable que se produzcan estados de
hipervitaminosis; no obstante, las vitaminas liposolubles presentan una cierta toxicidad
potencial debido a que se almacenan en los depósitos grasos. Por este motivo, el
organismo animal es relativamente independiente del aporte de vitaminas liposolubles ya
que puede recurrir a sus reservas. Por el contrario, se debe controlar con más esmero el
aporte diario de vitaminas hidrosolubles ya que las reservas orgánicas son escasas y la
síntesis intestinal moderada; no obstante, la síntesis ruminal de vitaminas hidrosolubles
suele ser suficiente para cubrir las necesidades de los rumiantes.
Las vitaminas contenidas en los piensos se destruyen con relativa facilidad si las
condiciones de almacenamiento de los piensos no son adecuadas (humedad, calor, luz,
aire, oxidación por peróxidos, etc); también se pueden destruir durante el proceso de
elaboración de los piensos (p.e. por calor durante la granulación). No obstante, en la
práctica es muy raro que se presenten trastornos debidos a carencias de vitaminas ya
que en los piensos se suelen incluir cantidades generosas de corrector vitamínico-
mineral; en caso de presentarse una hipovitaminosis la causa no suele ser una
deficiencia de la ración sino otras como destrucción en el aparato digestivo, absorción
imperfecta, aumento repentino de las necesidades del animal, causas fisiopatológicas,
etc.
El agua es el nutriente más esencial para la vida del animal, y el que se precisa en mayor
cantidad y con mayor frecuencia; constituye el 90% del peso del embrión, el 80% del
recién nacido, y el 60% del peso corporal de los animales adultos. El agua se encuentra
en el cuerpo de los animales bajo tres formas diferentes: agua intracelular (65% del agua
total), agua intercelular (25%), y sangre (10%). Respecto a los productos, la leche
contiene casi un 90% de agua, el huevo casi el 70%, y el 50-60% del aumento de peso
de los animales es agua.
a). Agua contenida en los alimentos: en el caso de los monogástricos los alimentos
suelen ser secos, por lo que aportan solamente alrededor del 5% de las necesidades del
animal. No obstante, los animales alimentados con forrajes verdes pueden obtener el 75-
100% de sus necesidades de agua a partir de estos alimentos.
b). el agua producida en el metabolismo de los nutrientes: este agua puede aportar
hasta el 20% de las necesidades del animal.
c). el agua de bebida.
La cantidad de agua ingerida por los animales en mantenimiento suele ser 2-3 veces la
cantidad de materia seca ingerida; no obstante, durante las épocas calurosas y durante la
lactación se ingieren cantidades mucho mayores de agua.
La forma de cubrir las necesidades de agua consiste, sencillamente, en que los animales
tengan libre acceso a los bebederos. Los animales disminuyen la ingestión de agua
cuando está demasiado fría (<10 ºC) ó caliente (>25 ºC), cuando no está limpia, y cuando
presenta olores ó sabores anormales por contaminación con materia orgánica, con
compuestos químicos (nitritos ó nitratos, pesticidas, minerales tóxicos), ó con
microorganismos (en el caso de que se deba utilizar de forma coyuntural agua
ligeramente contaminada, se deben añadir alrededor de 150 cm3 de lejía por m3 de agua,
1,5 a 2,o ppm de cloro). Respecto a la salinidad del agua, un contenido superior a 2.5 g
de sales por litro comienza a provocar problemas de rechazos y diarreas en animales
sensibles, y el agua con un contenido superior a 7 g de sales por litro no debe ser
suministrada a ninguna especie animal.
FIN UNIDAD I