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Phineas Gage, 'Tan' and the importance of case reports

Article  in  Revista de neurologia · January 2008


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Diego Rosselli
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HISTORIA Y HUMANIDADES

Phineas Gage, ‘Tan’ y la importancia de los casos clínicos


D. Rosselli

PHINEAS GAGE, ‘TAN’ AND THE IMPORTANCE OF CASE REPORTS


Summary. Introduction. The original descriptions of the frontal lobe injury of Phineas Gage (1848) and the slowly growing
tumor of ‘Tan’, Broca’s famous patient (1861), are examples of how a simple case report can teach important lessons, some of
them still discussed a century and a half later. Development. In this article, the original sources of both of these seminal cases,
in Boston and Paris, have been reviewed and are briefly summarized. The lessons learned from them in the effort to localize
brain functions are explained and set in the context of modern evidence-based medicine. [REV NEUROL 2005; 40: 122-4]
Key words. Aphasia. Brain injuries. Case reports. Frontal lobes. History of Neurology.

INTRODUCCIÓN PHINEAS GAGE


La medicina basada en la evidencia da poco valor a los casos La primera descripción del accidente de Phineas Gage se publicó
clínicos. En la jerarquía que se establece en los ‘grados de reco- en el Boston Medical and Surgical Journal del 13 de diciembre de
mendación’ y ‘niveles de evidencia’, sólo la ‘opinión de exper- 1848 [6]. Éste es un artículo de poco menos de cinco páginas
to’ ocupa un lugar inferior al del caso clínico único. Dos para- escrito por el doctor John M. Harlow, médico de una pequeña
dojas, sin embargo, se hacen evidentes. En primer lugar, si los comunidad rural llamada Cavendish, en el estado de Vermont, en
casos clínicos no aportan un nivel de evidencia suficiente para el extremo noreste de los Estados Unidos. El Dr. Harlow envió una
sacar de ellos conclusiones, ¿por qué se publican tantos? En las carta al editor de la revista comentando el caso de un paciente que
revistas indexadas en Medline, cada año se incluyen más de él venía controlando desde hacía tres meses. Harlow se vio moti-
40.000 casos clínicos [1]. La segunda paradoja –que es la que vado a escribir este breve comentario al leer en dicha revista un
nos ocupa hoy– es la importancia que algunos casos clínicos artículo con el título de ‘Injuries to the head’. La carta de Harlow
–anécdotas, en la jerga de la medicina basada en la evidencia– llamó la atención del doctor Henry J. Bigelow, eminente profesor
han tenido en la historia de la medicina y, particularmente, de la de cirugía de la Universidad de Harvard, quien se puso en contac-
neurología. to con Harlow e invitó a Phineas a Boston, corriendo con los gas-
Los casos de Phineas Gage y de ‘Tan’, el famoso paciente tos de sus pasajes y su estancia durante varias semanas en la ciu-
de Broca, llevan 150 años dando lecciones al mundo médico. dad. La publicación de Bigelow en un artículo de 22 páginas con
En este trabajo pretendo evocar a dos pacientes que han dejado relatos pormenorizados de los testigos del accidente apareció en el
sus nombres inscritos en los textos de neurología. Su historia y American Jounal of the Medical Sciences en julio de 1850 [7] y
las circunstancias fortuitas que los llevaron a la fama se mencio- pronto atrajo la atención de la comunidad científica. En 1868, el
nan una y otra vez en libros y artículos, en muchas ocasiones propio Harlow escribió un pequeño libro sobre la historia de Phi-
con imprecisiones [2]. Por esta razón, en el presente artículo neas Gage, basado en informes de testigos presenciales y en entre-
pretendo remontarme a las publicaciones originales, escritas vistas a la madre y la hermana del paciente [8]. Esta última publi-
por los personajes que conocieron directamente a cada uno de cación hace especial referencia a lo que fue la vida de Gage en los
estos casos históricos. ‘12 años, seis meses y ocho días’ que siguieron a su aparatoso
Gracias a las descripciones detalladas del comportamiento accidente y las complicaciones tardías que le costaron la vida.
de Phineas Gage se estableció la importancia del lóbulo frontal En su época, la inverosímil historia de Gage no fue aceptada
en la conducta elaborada del adulto, y su caso contribuyó al des- por todos y se llegó a considerar una ‘patraña de la medicina
arrollo posterior de las técnicas neuroquirúrgicas [3], mientras yanqui’. El investigador alemán Theodor Fritsch, conocido por
que Broca se inspiró en un único paciente para plantear su teo- su clásica investigación experimental de las funciones cortica-
ría de la importancia del hemisferio izquierdo en el lenguaje [4]. les, mantuvo correspondencia con Bigelow con respecto a
Tanto Gage como Tan sirvieron como argumentos para defen- Gage. En su libro clásico de 1870 [9], usó el caso de Phineas
der la localización de funciones en el cerebro, y fueron piezas Gage para ilustrar las funciones del lóbulo frontal humano. La
fundamentales en esa ardua lucha entre localizacionistas y historia de Phineas también fue objeto de análisis cuidadosos
holistas que azotó el mundo científico del siglo XIX, y cuyas por los frenólogos, cuya ciencia estaba en pleno auge en aquel
consecuencias no hemos superado aún. Gage y Tan consiguie- entonces. En particular, Nelson Sizer, autor de un texto de fre-
ron así un cupo para figurar en la obra clásica de la historia de la nología y conferenciante reconocido entonces, se entrevistó con
neurología, el libro de Garrison [5]. Harlow para analizar a Phineas en su obra [10].
Gage era un hombre saludable de 25 años que trabajaba
como capataz en la construcción del ferrocarril entre Rutland y
Burlington en el estado de Vermont. Se encontraba ese 13 de
Aceptado: 02.12.04. septiembre de 1848 con sus hombres abriendo el camino para
Neurólogo independiente. colocar los rieles en un trayecto rocoso. Alrededor de las 4:30
Correspondencia: Dr. Diego Rosselli. Avenida 9, n.º 117-20. Bogotá 8, Co- p.m. llenaba con pólvora (la dinamita aún no se había inventa-
lombia. Fax: 571 285 6981. E-mail: diego_rosselli@post.harvard.edu do) un agujero taladrado en la piedra y lo taponaba con una
© 2005, REVISTA DE NEUROLOGÍA pesada barra de hierro. Una explosión prematura hizo que la

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PHINEAS GAGE Y ‘TAN’

barra hiciera las veces de bala de cañón y saliera despedida De su vida entre los años 1852 y 1860 poco se sabe. Al pare-
hacia arriba, se incrustó en la cara de Phineas justo debajo del cer, permaneció todos esos años en Valparaíso y Santiago de
ojo izquierdo y atravesó su cráneo para salir en la línea media Chile, como conductor de un carruaje de seis caballos. En febre-
cerca de la unión de los huesos frontal y parietal [6-8]. ro de 1861 regresó a su país por la costa Oeste. En San Francis-
Según los trabajadores que lo acompañaban ese día, la barra co tuvo el primero de una serie de episodios convulsivos que lo
de hierro de 105 cm de longitud, 3 cm de diámetro y 7 kg de peso habrían de acompañar hasta la muerte. Phineas Gage murió en
voló cerca de 20 metros y cayó a tierra, cubierta de sangre y frag- estado epiléptico a las 10 de la noche del 21 de mayo de 1861,
mentos de tejido cerebral. Gage se elevó también por el impacto doce años y medio después de su histórico accidente [8].
y cayó pesadamente de espaldas. Estuvo inconsciente unos mi- Su cráneo y la barra de hierro que lo atravesó se conservan
nutos, con el cuerpo sacudido por movimientos que se describie- en el museo Warren de la Escuela de Medicina de la Univer-
ron como temblores, de muy probable origen epiléptico [7]. sidad de Harvard. En años recientes se han hecho nuevos es-
Para sorpresa de todos, Gage se reincorporó poco después y tudios sobre las posibles lesiones cerebrales de Phineas Gage
empezó a hablar. Varios testigos lo vieron viajar sentado en una basados en su cráneo y en reconstrucciones tridimensionales. El
pequeña carreta sobre rieles durante el kilómetro que distaba de grupo de Damasio [10] ha realizado un detallado análisis neu-
Cavendish. Al llegar al pueblo saludó a algunas personas por su ropsicológico del caso, mientras que el grupo de radiología del
nombre y, con algo de ayuda, caminó hasta una habitación en el Hospital Brigham and Women’s de Boston [11] han hecho una
segundo piso del hotel local [7,8]. Pocos minutos más tarde, los reconstrucción tridimensional de su cerebro y de su lesión.
doctores Edward H. Williams y John B. Harlow atendieron al
paciente y verificaron que la barra de hierro había atravesado su
cabeza. Harlow describió cómo introdujo sus dos dedos índices ‘TAN’
por ambos lados de la trayectoria del proyectil. Éstos deberían A pesar de que Pierre Paul Broca dejó más de 500 publicacio-
encontrarse unos centímetros por delante de la silla turca. nes en su prolífica carrera, la información que consignó sobre
Las complicaciones de este traumatismo grave no se hicie- su paciente más famoso es escasa. Leborgne (ése es su verda-
ron esperar. La hemorragia fue profusa. Muchos días estuvo dero nombre) se menciona en tres de los artículos originales
Phineas con fiebre y delirio arrojando secreciones purulentas de Broca. De sus primeros años no se conoce ningún dato.
por la herida y escupiendo fragmentos óseos y de tejido cerebral Sólo se sabe que sufría frecuentes ataques de epilepsia, pero
infectado [8]. que, a pesar de ello, era capaz de trabajar [12]. A los 30 años
El día 32 describe Harlow en sus notas los primeros cam- fue admitido en el hospital de Bicêtre, en donde trabajaba
bios de conducta: lo considera caprichoso y pueril. A los dos Broca. Su síntoma predominante era una dificultad progresiva
meses del accidente, Gage se levanta y decide salir solo de com- para hablar. La evolución de su cuadro no se precisa. Se men-
pras por el pueblo. Llama la atención que ‘no se preocupa por el ciona que su capacidad para entender el lenguaje era normal y
precio de las cosas mientras tenga el dinero para pagar’ [8]. se comunicaba bien a través de gestos. El lenguaje articulado
Bigelow, a pesar de ser un académico de trayectoria, no se limitaba a la sílaba ‘Tan’, que habría de convertirse en su
poseía, al parecer, el agudo sentido de la observación que tenía apodo. Broca resalta además que Leborgne pronunciaba bien
Harlow. El primero afirma que ‘luego de esta lesión tan fuera de la expresión ‘sacré nom de Dieu’ (santo nombre de Dios). Los
lo común el paciente recuperó sus facultades del cuerpo y de la amigos de Tan lo describieron siempre como un hombre per-
mente, con la sola excepción de la vista que perdió en el ojo fectamente racional, aunque algo irascible, egoísta y rencoro-
afectado’ [7]. Harlow, en cambio, hace una excelente descrip- so. Los otros pacientes que estaban en Bicêtre no lo querían, y
ción de lo que hoy denominaríamos un típico síndrome prefron- en una ocasión lo acusaron de ladrón [12].
tal. ‘Tiene frecuentes accesos de irritabilidad, es irreverente y Diez años después de su admisión en el hospital, Tan des-
manifiesta poca consideración con las personas que lo rodean, arrolló una hemiparesia espástica derecha que se inició por el
en ocasiones profiere toda suerte de obscenidades (cosa que no miembro superior y afectó después al inferior (la musculatura
acostumbraba hacer anteriormente), es impaciente y obstinado, de la boca y de la cara no se vieron afectadas). Durante los últi-
caprichoso pero vacilante, organiza múltiples planes para el mos años de su vida –Leborgne falleció a los 51 años– estuvo
futuro pero apenas termina de armar uno lo abandona para em- reducido en la cama y con un grave impedimento visual (por
barcarse en otra alternativa que le parece más factible. Un niño hipertensión endocraneana). Su intelecto también decayó en los
en su capacidad intelectual y en las manifestaciones de su con- últimos años [12].
ducta pero con las pasiones animales de un hombre fuerte ... Su La causa final de la muerte de Tan fue una complicación
mente ha cambiado de manera tan radical que sus amigos y común de su limitación motora: la infección de una de sus esca-
familiares coinciden en afirmar que Gage ya no es el mismo’ [8]. ras. A pesar de que Broca trabajó todo el tiempo en el mismo
Damasio [10] plantea la hipótesis de que el interés de Har- hospital en donde estuvo internado Tan durante 21 años, sólo
low por la frenología –no compartido por Bigelow– fue lo que vino a conocerlo cinco días antes de la muerte del paciente, que
le permitió identificar los cambios conductuales de Phineas, ocurrió el 17 de abril de 1861 [12,13].
que concordaban con las enseñanzas localizacionistas que pre- Los resultados de la necropsia de Tan se presentaron y
gonaban los frenólogos. publicaron con una velocidad que produciría envidia hoy, en
Sea como fuere, Phineas habría de cargar con su barra de medio de tantos procesos informáticos de alta tecnología en la
hierro por el resto de sus días. Durante muy poco tiempo logró sociedad contemporánea. En la cuadragésima sesión de la So-
mantenerse en su cargo de capataz, tras reintegrarse a él pocos cieté d’Anthropologie de Paris, realizada el 18 de abril de 1861
meses después. Tras peregrinar de un empleo a otro, fue a parar (24 horas después de la muerte de Tan), Paul Pierre Broca pre-
al Circo Barnum, que lo llevó a través de los Estados Unidos sentó una comunicación titulada ‘Perte de la parole, ramollisse-
como una atracción más del espectáculo circense. ment chronique et destruction partielle du lobe antérieur gauche

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D. ROSSELLI

de cerveau’ (‘Pérdida de la palabra, reblandecimiento crónico y CONCLUSIONES


destrucción parcial del lóbulo anterior izquierdo del cerebro’). Los dos pacientes cuyas historias trágicas se han referido tienen
El principal hallazgo patológico en el cerebro de Tan fue un varias características en común: sufrieron lesiones cerebrales
tumor quístico del tamaño de un huevo, que se localizó en la ter- focales –de distinto origen y localización– que afectaron algu-
cera circunvolución frontal izquierda [13], región del cerebro nas facetas específicas de su ya previamente conformada perso-
que pasó a la historia con el nombre de ‘área de Broca’. nalidad. El análisis meticuloso de su déficit y la correlación con
A partir de éste, que podríamos llamar su caso índice, Broca el sitio del cerebro que presentaba la lesión apoyó las hipótesis
empezó a estudiar con gran interés las lesiones cerebrales de que plantean que las funciones corticales siguen una distribu-
individuos con trastornos del lenguaje. Dos años más tarde ción determinada y, en mayor o menor grado, localizable.
había reunido ocho casos. Fue así como el pie de la tercera cir- Hughlings Jackson y, posteriormente, Wilder Penfield, han
cunvolución frontal, o área 44 de Brodmann, pasó a considerar- demostrado que el estudio del cerebro de los pacientes con epi-
se responsable de la ‘imagen motora de la palabra’ [14]. ‘Habla- lepsia, síntoma común a nuestros dos pacientes, puede darnos
mos con el hemisferio izquierdo’, dijo Broca, dando un paso luces sobre la fisiología del cerebro normal. La lobotomía acci-
claro hacia el entendimiento de las funciones corticales y locali- dental de Phineas Gage y el infortunio de Leborgne –que gene-
zando por primera vez en la historia una función en un sitio ró su cruel apodo– han enriquecido nuestro conocimiento de ese
específico del cerebro. complejo tejido cerebral que constituye la base fundamental de
El cerebro de Tan fue preservado intacto por Broca y diseca- la humanidad.
do 25 años más tarde por el también neurólogo Pierre Marie, Pero más allá de sus contribuciones a la localización de fun-
quien desató la controversia localizacionista una vez más y puso ciones en el cerebro humano, los casos de ‘Tan’ y de Phineas
en duda los hallazgos de Broca [15]. El cerebro de Tan se con- Gage nos recuerdan que, incluso en estas épocas de metaanáli-
serva aún en el Museo del Hombre, en París. Su diagnóstico sis y de experimentos clínicos controlados, la observación cui-
preciso, apoyado incluso por estudios de imágenes cerebrales, dadosa y la descripción precisa de casos clínicos únicos puede
sigue hoy dando tema para nuevas investigaciones [16]. dejarnos valiosas lecciones.

BIBLIOGRAFÍA

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PHINEAS GAGE, ‘TAN’Y LA PHINEAS GAGE, ‘TAN’ E A


IMPORTANCIA DE LOS CASOS CLÍNICOS IMPORTÂNCIA DOS CASOS CLÍNICOS
Resumen. Introducción. Las descripciones originales de la lesión Resumo. Introdução. As descrições originais da lesão frontal de
frontal de Phineas Gage (1848) y del tumor de crecimiento lento de Phineas Gage (1848) e do tumor de crescimento lento de ‘Tan’, o
‘Tan’, el famoso paciente de Broca (1861), son ejemplos de cómo famoso doente de Broca (1861), são exemplos de como um simples
un sencillo caso clínico puede enseñar valiosas lecciones, algunas caso clínico pode ensinar valiosas lições, algumas delas ainda
de ellas discutidas todavía siglo y medio después. Desarrollo. En discutidas século e meio depois. Desenvolvimento. Neste artigo
este artículo se revisan y resumen las fuentes originales de estos são revistas e resumidas as fontes originais destes dois casos pri-
dos casos primigenios, en Boston y París. Se analizan las lecciones mordiais, em Boston e Paris. São analisadas as lições que estes
que estos dos pacientes dejaron sobre la localización de funciones dois doentes deixaram sobre a localização de funções cerebrais e
cerebrales y se ubican en el contexto de la moderna medicina basa- são enquadradas no contexto da medicina moderna baseada na
da en evidencias. [REV NEUROL 2005; 40: 122-4] evidência. [REV NEUROL 2005; 40: 122-4]
Palabras clave. Afasia. Casos clínicos. Historia de la neurología. Palavras chave. Afasia. Casos clínicos. História da neurologia.
Lesiones cerebrales. Lóbulos frontales. Lesões cerebrais. Lobos frontais.

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