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Cabe exigir de manera extrajudicial que una de las partes cumpla con su parte del
contrato, pero también, en caso de que por esta vía no se alcance el fin pretendido, pueden
las partes exigir el cumplimiento por mediación o por medio de un procedimiento judicial.
Se trata de una reclamación amistosa que permite a una de las partes exigir a la otra
el cumplimiento de la obligación que les une en virtud de lo pactado en el contrato.
La Mediación
En el caso de que la parte que haya incumplido con el contrato, hiciera caso omiso a
las reclamaciones efectuadas, podemos optar por esta figura, la mediación. Se trata de un
trámite voluntario, consistente en que ambas partes de mutuo acuerdo deciden ponerse en
manos de un tercero, conocido como mediador, y cuya labor será acercar a las partes sobre
el cumplimiento alcanzándose con ello un nuevo acuerdo o pacto que les vincule.
Para ello, es necesario que la parte que está incumpliendo con sus obligaciones,
reconozca el incumplimiento, cuestión que no suele darse y por ello es necesario tomar
otras vías, esto es, el inicio de acciones judiciales que pongan fin al incumplimiento
contractual.
En el caso de que por ninguno de los medios descritos las partes hubieran alcanzado
acuerdo alguno, será necesario iniciar la vía judicial que comienza, de manera general,
mediante la interposición de una demanda mediante la que exijamos que se cumpla con el
contrato.
La no ejecución del contrato, esto es, cuando no se actúa para cumplir con las
obligaciones determina el incumplimiento del contrato.
Ámbito internacional
La legislación protege la PI, por ejemplo, mediante las patentes, el derecho de autor y las
marcas, que permiten obtener reconocimiento o ganancias por las invenciones o creaciones.
Al equilibrar el interés de los innovadores y el interés público, el sistema de PI procura
fomentar un entorno propicio para que prosperen la creatividad y la innovación.
Ámbito nacional
Disposiciones generales
1. Las bebidas y artículos alimenticios, sean para el hombre o para los animales; los
medicamentos de toda especie; las preparaciones farmacéuticas medicinales y las
preparaciones, reacciones y combinaciones químicas.
2. Los sistemas, combinaciones o planes financieros, especulativos, comerciales,
publicitarios o simple control o fiscalización.
3. El simple uso o aprovechamiento de sustancias o fuerzas naturales, aun cuando sean
de reciente descubrimiento.
4. El nuevo uso de artículos, objetos, sustancias o elementos ya conocidos o
empleados en determinados fines, y los simples cambios o variaciones en la forma,
dimensiones o material de que estén formados.
5. Las modalidades de trabajo o secretos de fabricación.
6. Los inventos simplemente teóricos o especulativos, en los cuales no se hayan
conseguido señalar y demostrar su practicabilidad y su aplicación industrial bien
definidas.
7. Los inventos contrarios a las leyes nacionales, a la salubridad u orden público, a la
moral o buenas costumbres, y a la seguridad del Estado.
8. La yuxtaposición de elementos ya patentados o que sean del dominio público, a no
ser que estén unidos de tal suerte que no puedan funcionar independientemente,
perdiendo su función característica.
9. Los inventos que hayan sido dados a conocer en el país por haber sido publicados o
divulgados en obras impresas o en cualquier otra forma, y los que sean del dominio
público por causa de su ejecución, venta o publicidad dentro o fuera del país, con
anterioridad la solicitud de patente.