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Adn como material genético

- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK132204/
- https://medlineplus.gov/spanish/genetica/entender/basica/adn/#:~:text=El%20AD
N%2C%20o%20%C3%A1cido%20desoxirribonucleico,persona%20tienen%20el%
20mismo%20ADN.
- https://www.chilebio.cl/el-adn-los-genes-y-el-codigo-genetico/
- https://es.khanacademy.org/science/biology/dna-as-the-genetic-material/dna-di
scovery-and-structure/a/classic-experiments-dna-as-the-genetic-material

El ADN es el material hereditario de los seres humanos y de casi todo el resto de


los organismos. La mayoría del ADN se encuentra en el núcleo celular
(denominado ADN nuclear), pero existe una pequeña cantidad de ADN que se
encuentra en las mitocondrias (denominado ADN mitocondrial).

La información en el ADN se almacena como un código compuesto por cuatro


bases químicas, adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T). El ADN
humano consta de aproximadamente tres mil millones de bases y más del 99
por ciento de esas bases son iguales en todas las personas. Las bases de ADN
se emparejan entre sí: adenina (A) con timina (T) y citosina (C) con guanina (G);
para formar unidades llamadas pares de bases, cada base también está unida
a una molécula de azúcar y una molécula de fosfato. Juntos (una base, un
azúcar y un fosfato) se llaman nucleótidos.

Una propiedad importante del ADN es que puede replicarse o hacer copias de
sí mismo. Cada hebra de ADN en la doble hélice puede servir como patrón
para duplicar la secuencia de bases. Esto es fundamental cuando las células se
dividen, porque cada nueva célula necesita tener una copia exacta del ADN
presente en la célula antigua.

Los genes son secciones pequeñas de la larga cadena de ADN. Son las
unidades básicas funcionales y físicas de la herencia genética. En los seres
humanos, el tamaño de los genes varía desde unos pocos cientos a dos
millones de bases de ADN. Algunos genes actúan como instrucciones para
producir moléculas llamadas proteínas, sin embargo, muchos genes no
codifican proteínas. A veces, la modificación de un gen, conocida como
"mutación", evita que una o más de estas proteínas funcionen correctamente.
Esto puede provocar que las células o los órganos se modifiquen o pierdan su
funcionamiento.
Lo que puede desencadenar una enfermedad; Son las mutaciones, y no los
genes en sí, las que causan enfermedades.

Las secciones del ADN forman genes, y muchos genes juntos forman
cromosomas. Cada persona hereda dos grupos de cromosomas (uno de cada
progenitor), motivo por el cual todas las personas tienen dos copias de cada
gen. Los seres humanos tienen 23 pares de cromosomas.

Hoy se sabe comúnmente que el ADN es el material genético. Por un largo


tiempo, los científicos sabían que existían tales moléculas, estaban
conscientes de que la información genética estaba contenida dentro de
moléculas orgánicas. Sin embargo, no sabían qué tipo de moléculas tenían
esta función. De hecho, por muchas décadas, los científicos pensaron que las
proteínas eran moléculas que tenían información genética.

Muchos científicos en busca de identificar al ADN como material genético


llevaron a cabo unos experimentos los cuales ayudaron a encontrarle una
respuesta a la duda que en anteriores épocas había surgido.

El experimento de Griffith: En busca de desarrollar una vacuna contra la


neumonía Frederick Griffith llevó a cabo una serie de experimentos con
ratones y bacterias Streptococcus pneumoniae.

Se inyectaron ratones con la cepa S y la cepa R de la bacteria. La cepa S era


dañina, mientras que la rugosa (R), no lo era. Cuando, inactiva por calor, la
cepa S era inyectada, no había secuelas y el ratón vivía. Sorprendentemente, al
combinar cepa R (no letal), con cepa S inactivada por calor (no letal), el ratón
murió. Además, Griffith encontró células de cepa S vivas. En apariencia la cepa
R se convirtió en cepa S.

El experimento de Avery, Macleod, Mccarty: En 1944, los científicos Oswald T.


Avery, Colin M. MacLeod y Maclyn McAvery realizaron experimentos de
transformación similares a los de Griffith.

Griffith había descubierto que un agente transformante que pasaba de las


bacterias de la cepa S muerta a las de la cepa R que las convertía en virulentas.
Los tres investigadores mencionados anteriormente separaron los distintos
tipos de moléculas y estudiaron su capacidad de transformación por
separado. Con este método, fueron capaces de obtener pequeñas cantidades
de principio transformante altamente purificado, el cual podían luego analizar
con otras pruebas para determinar su identidad.

Todos estos resultados apuntaban hacia el ADN como el probable principio


transformante. Sin embargo, Avery fue cauteloso en la interpretación de sus
resultados. Se dio cuenta de que era posible que alguna sustancia
contaminante presente en pequeñas cantidades, y no el ADN, fuera el
principio transformante real.

El experimento de A. Hersey y Chase: En 1952, Hershey y Chase llevaron a cabo


experimentos con el fago T2, un virus cuya estructura había sido
recientemente investigada mediante microscopio electrónico. El fago consiste
únicamente en una cubierta proteica o cápside que contiene su material
genético, e infecta a una bacteria cuando se adhiere a su membrana externa,
inyecta dicho material y le deja acoplado el cápside. Como consecuencia, el
sistema genético de la bacteria reproduce el virus.

En un primer experimento, marcaron el ADN de los fagos con el isótopo


radiactivo fósforo-32 (P-32). El ADN contiene fósforo, a diferencia de los 20
aminoácidos que forman las proteínas. Dejaron que los fagos del cultivo
infectaran a las bacterias Escherichia coli y posteriormente retiraron las
cubiertas proteicas de las células infectadas mediante una licuadora y una
centrífuga. Hallaron que el indicador radiactivo era visible sólo en las células
bacterianas, y no en las cubiertas proteicas.

En un segundo experimento, marcaron los fagos con el isótopo radiactivo


azufre-35 (S-35). Los aminoácidos cisteína y metionina contienen azufre, a
diferencia del ADN. Tras la separación, se halló que el indicador estaba
presente en las cubiertas proteicas, pero no en las bacterias infectadas, con lo
que se confirmó que es el material genético lo que infecta a las bacterias.

Hershey y Chase encontraron que el S-35 queda fuera de la célula mientras


que el P-32 se encontraba en el interior, indicando que el ADN era el soporte
físico del material hereditario.

El experimento de Meselson y Stalh: En 1958, los científicos Mattew Meselson


y Franklin W. Stalh desarrollaron un refinado experimento para decidir entre
los tres modelos posibles (Teoría Semiconservativa, Teoría Conservativa,
Teoría Dispersiva) la replicación del ADN.
hicieron crecer bacterias (Escherichia coli) en un medio con nitrógeno pesado
(N15). El N15 es un isótopo del nitrógeno más pesado que el habitual, el N14.
Aunque tiene los mismos electrones (7) y protones (7) que el N14, su peso es
mayor, ya que tiene un neutrón más (8). Así, este isótopo se incorporó a las
cadenas de ADN que se sintetizaban, haciéndolas más pesadas.

Después, pasaron las bacterias a un medio con N14, más ligero, donde
continuaron su crecimiento. Como las moléculas de ADN sintetizadas con N15
pesan más que las de N14, se pueden separar mediante centrifugación, ya que
las moléculas de ADN menos pesado quedan más arriba y las de ADN más
pesado quedan más abajo.

En la primera generación de bacterias, se obtuvo una única banda de ADN con


densidad intermedia. En la segunda generación se obtuvieron dos bandas, una
con densidad ligera y otra con densidad intermedia o híbrida. En la tercera
generación se obtuvieron dos bandas, una ligera (con una abundancia del 75
%) y otra intermedia (con el 25 % restante).

La banda intermedia o híbrida representa una molécula de ADN que contiene


una cadena pesada (original, con N15) y otra ligera (recién sintetizada, con
N14). Las cadenas ligeras representan una molécula de ADN en la que las dos
cadenas han sido sintetizadas (no existían aún cuando las células se pusieron
en presencia de N15).

El hecho de que cada vez haya más moléculas ligeras y se mantenga el número
de moléculas intermedias demuestra que la replicación del ADN es
semiconservativa. Si fuera conservadora, aparecería siempre una banda
pesada y el resto. Si fuera dispersiva sólo aparecerían bandas híbridas de
densidad intermedia en todas las generaciones.

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