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Del Comparativismo A La Neogramatica (Informe)
Del Comparativismo A La Neogramatica (Informe)
El comparativismo
Las semejanzas existentes entre las lenguas indoeuropeas serán el motivo que conducirá
al estudio sistemático histórico-comparativo, en tanto pretende argumentar la gran
cantidad de semejanzas existentes entre lenguas de Europa y Asia.
A partir del aporte de Jones, a mediados del siglo XIX se publicarán dos estudios que
fundarán lo que conocemos como comparativismo lingüístico: Rasmus Rask y Franz
Bopp serán los autores a cargo de esta labor.
En el año 1819 y 1822 Jacob Grimm publica dos volúmenes de la “Gramática alemana”
(Deutsche Grammatik), en donde presenta la llamada “ley de Grimm”, uno de los hitos
en la historia de la gramática comparada. En primer lugar, compara el sistema de las
oclusivas griegas y de las oclusivas y fricativas latinas con las del germánico
(ejemplificado por el gótico) y con el del antiguo alto alemán, un dialecto que presenta
un estado ulterior de evolución de sonidos. En la ley, Grimm establece que se pueden
comparar sonidos diferentes y atribuirles un mismo origen si las correspondencias entre
ellos son claras, de manera que permite relacionar formas que son aparentemente muy
distantes entre sí. La lingüística histórico-comparativa prefiere relacionar, mediante
comparaciones, formas que en apariencia son muy diferentes, pero que tienen un origen
común, como es el caso de la comparación del latín “frater” con el inglés “brother”,
preferible antes que el inglés “fraternal”, pues esa apariencia es engañosa y en muchos
casos es el resultado de préstamos lingüísticos.
La ley de Grimm presenta principios evolutivos que afectan a sonidos diferentes pero
que aun así comparten rasgos, en este sentido, lo que hace es trascender el simple
cambio sonido a sonido para establecer principios más generales que afectan a ciertas
clases de sonidos: las oclusivas sordas se fricativizan, las oclusivas sonoras se
ensordecen, etc. De esta forma, la ley de Grimm establece la noción de cambio fonético
al asumir que tanto el latín como el griego son estadios anteriores al del germánico
(representado por el gótico), y éste es asimismo anterior al del antiguo alemán.
En las décadas del treinta y cuarenta del siglo XIX, en paralelo a las investigaciones de
Bopp, surgen nuevas obras de lingüistas comparatistas, entre ellos August Pott, Georg
Curtius, Rudolf von Raumer, Friedrich Diez y August Schleicher.
A Pott se le atribuye la creación de la investigación etimológica moderna, pues él vio lo
que el estudio etimológico ofrecía para la investigación comparativa. Por su parte,
Curtius fue el primer autor que observó los resultados fructíferos del comparativismo en
el estudio de las lenguas clásicas como el latín y el griego, enfoque que hasta hoy se
mantiene vigente en la filología clásica pues el estudio de la fonética y morfología del
latín y el griego bajo la perspectiva diacrónica aun se desarrolla. Por otra parte, von
Raumer fue el primero en señalar la relevancia de la precisión fonética en el estudio
comparativo de las lenguas.