5 requisitos previos antes de entregarte a ese hombre:

1. Ser un hijo honorable. Un hombre que quebranta el quinto mandamiento, "honrarás a tus
padres", muy probablemente quebrantará el séptimo, "no cometerás adulterio".
2. Ser un buen trabajador. "6 días trabajarás, el séptimo descansarás"; quien no trabaja, no
tendrá buen descanso. Mujer, ¿por qué has de ligar tu alma a la de un vago? La pobreza será tu
pan y el de tus hijos.
3. Tener un buen nombre. La reputación de un hombre es su verdadera colonia. Su fragancia,
será el tuyo. Asegúrate de que sea un hombre del que los demás hablen bien, especialmente los
que están por encima de él, sus superiores.
4. Un hombre que se domina. ¿Se irrita fácilmente contigo o los demás? ¿Levanta su voz contra
su padre y su madre? ¿Sabe administrar su tiempo y su dinero? ¿O gasta horas con sus amigos
en el vicio? ¿Su energía en juegos? ¿Despilfarra su hombría en pornografía? Un hombre sin
dominio propio es una bestia: capaz de infligir gran daño a los que dice amar.
5. Sumiso a su propia cabeza, es decir, Cristo. Este varón será tu cabeza, y el Señor te manda,
"se sumisa a él". La pregunta es, ¿es él sumiso a Su Señor? ¿Está siguiendo fielmente a su
cabeza, es decir, es Cristo el estándar por el cual vive su vida, piensa y se proyecta hacia el
futuro? El hombre que como soldado sumiso obedece a Cristo, será una fuente constante de
gozo, fortaleza y seguridad para su esposa. Un hombre que desprecia a Cristo y Su ley, es un
peligro constante para su esposa e hijos.
¡Bello es el matrimonio! ¡Inigualable es la unión de marido y su mujer! De esta unión emana
todo lo demás: vida, familia, libertad, riqueza, honor, la patria. Asegúrate entonces, de que el
fundamento es rocoso y seguro; cualquier cosa arenosa y fácil de mover, sean los sentimientos,
las modas y la lujuria, está destinado a caer en ruinas.
-Enior Jiménez