El derecho está conformado por derecho objetivo y derecho subjetivo. No
hay posibilidad de que haya un derecho objetivo que no conceda derechos, ni un derecho subjetivo que no dependa de una normativa. Se necesitan mutuamente. Mientras que el derecho objetivo hace referencia a las normas y reglas que regulan la vida cotidiana de las personas, el derecho subjetivo hace referencia a las facultades que nacen para los ciudadanos para ejercer los derechos que contiene el derecho objetivo. Así, por ejemplo, el derecho subjetivo es un derecho de decisión de las personas para proceder con el derecho. Pero, para que la persona tenga la posibilidad de decisión sobre el derecho o el bien jurídico de que es titular, el derecho objetivo debe haber regulado la licitud de esa posibilidad de actuación con el derecho. EJEMPLO: El derecho de propiedad, es decir, el derecho sobre una casa, es un derecho subjetivo. El titular de este derecho podrá actuar para satisfacer sus intereses a través de este derecho de propiedad, vendiéndolo, modificándolo, etc. Pero las limitaciones a este derecho subjetivo se encuentran dentro de un código legislativo que es derecho objetivo. Por tanto, este derecho subjetivo -> Derecho de propiedad se encuentra recogido en un derecho objetivo -> Código Civil.