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EJERCICIOS PRÁCTICOS

RUTINAS DE CONEXIÓN EMOCIONAL

ACTITUDES BÁSICAS
Se recomienda mantener 7 actitudes básicas ante la práctica de las rutinas de
conexión emocional. Estas son:

No juzgar: Observar nuestros pensamientos, sensaciones y emociones,


evitando evaluar positiva o negativamente cada uno.

Paciencia: Todo tiene su momento.

Mente de Principiante: Tener una mente abierta en el aquí y ahora,


dispuesta a asombrarse.

No esforzarse: Dejar que las cosas sucedan en el momento.

Aceptación: Aceptar las cosas como son en cada momento, sean de nuestro
agrado o no.

Ceder: Reconocer nuestros pensamientos, sensaciones y emociones, y


soltarlos.

Confianza: Validar constantemente nuestros estados emocionales.


Escritura Terapéutica

“Tengo Que”

Las imposiciones y presiones que ejercemos a nosotros


mismos en nuestra vida diaria, generalmente se enmarcan
en un diálogo interno que se alimenta de los “tengo que”.
Esta obligatoriedad proviene generalmente de creencias
limitantes instauradas en nuestra historia de vida, y que se
activan continuamente en el presente generando bloqueos
en nuestra conexión personal.

Ya sea que seamos conscientes o no de éstos, el siguiente


ejercicio tiene como objetivo instaurar un espacio de
escucha personal, que nos permita detenernos
relajadamente a escuchar, clasificar y reflexionar sobre las
imposiciones en nuestra vida. Esto finalmente espera
generar un espacio sano de autobservación y dar la
bienvenida a la escucha de los “quiero” por sobre los “tengo”
que hemos significado en nuestra construcción de historia
de vida.
Instrucciones

¿Alguna vez has escrito tu lista de los “tengo que”? Ahora es


el momento. Haz una lista de los “tengo que” que estás
experimentado en tu vida en este momento actual. Puedes
realizar un chequeo de los pensamientos, emociones o
diálogos internos que mantienes en tu día a día, al observar
tus acciones, al tomar decisiones o al analizar situaciones.

Escríbelos de manera breve y sencilla, expresando de un


modo directo lo que crees que deberías estar haciendo o
sintiendo, sin dar razones o explicaciones. Escribe lo que se
e venga a la cabeza, aunque te repitas.

Eres tú y la escritura. Déjate llevar. Escribe de forma fluida y


espontánea, sin pensar ni censurar lo que salga a la
superficie de tu consciencia de modo automático. Continúa
haciendo la lista de los “tengo que” durante 10 o 15 minutos.
Ficha de Trabajo

Una vez que tengas tu lista, la idea siguiente es poder


analizar los contenidos de esta de forma intuitiva.

Añade un signo + a las frases que te hacen sentir de forma


positiva, con una apreciación de ti mismo o que se conectan
con tus valores e integridad personal.

Añade un signo x a las frases que te producen una reacción


negativa, una emoción de dolor, una molestia corporal, o
que notes que no se alinean a quién eres y que deseas.

Añade un signo ? a las frases que te susciten respuestas


ambivalentes.
A continuación, vamos a identificar la fuente de los “tengo
que” que te producen reacciones negativas (x).

Puedes preguntarte lo siguiente:

● ¿De dónde puede venir este “tengo que”?


● ¿Puedo asociar algunos de estos “tengo que” negativos a
un rostro, un gesto o una voz?
● ¿Hay alguien en mi entorno que me imponga esos “tener
que” o proceden de mí? (Quizás vengan en principio de
alguien a tu alrededor, pero los has internalizado hasta un
grado tal que sería más justo decir que la fuente está dentro
de ti).

Una vez que hayas identificado la fuente de los “tener que”


negativos, pregúntate cómo quieres responder a cada uno
de ellos en este momento de tu vida.
Si la fuente es alguien diferente a ti (persona cercana, lejana
o incluso que ya no está en este plano), el ya conocer la
fuente te ayudará a decidir cómo quieres y cómo puedes
responder.
Siempre puedes elegir la conducta y actitud a tener. Se trata
de pasar de modo reactivo o automático a un modo
proactivo o consciente.

Si el “tengo que” se encuentra asociado a una creencia o


emoción, podemos recordar en qué momento de nuestra
vida se instauró esta realidad. Muchas veces asumimos
obligaciones a cambio de algo importante para nosotros en
algún momento de nuestra vida (seguridad, apoyo, amor,
etc.). Es importante reconocer estas asociaciones y cómo
estas se realizan en cierto momento de nuestra vida, bajo un
contexto temporal, particular y específico.

Quizás nos demos cuenta de que ahora contamos con


herramientas propias que nos otorgan esas sensaciones tan
deseadas (seguridad, apoyo, amor, etc.) u otros espacios
donde no necesitamos del “tener que” que condicione
nuestra apreciación personal.
Ahora eres consciente del origen de los “tengo que” y sabes
identificar tus mandatos internos.

Escribe estrategias concretas para responder a ellos, que


ayuden a replantear el alcance limitante de estas
obligaciones, y ponlas en práctica para conectar con la
sensación de reafirmación y apreciación personal.

• Recursos para generar estrategias concretas:


- Conecta con tus intereses personales, valores y
prioridades, para minimizar la influencia de otros en tu
vida.
- Si aparece una emoción de dolor del pasado, recuerda
que ésta viene a enseñarnos algo. Acéptala y date
cuenta de que ya cumplió su objetivo en ese entonces.
Ya no es necesaria en tu presente y puede seguir su
camino.
- Utiliza el cuestionamiento de ¿qué es lo peor que podría
pasar? Para enfrentar posibles pensamientos
catastróficos autogenerados.
- Posiciónate desde otro rol para guiarte. Presenta tu
problemática como si fueses tu mejor amigo o un sabio
en tu vida ¿qué te dirías a ti mismo?

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