LA ISLA DE LAS MUÑECAS

En Xochimilco, una de las delegaciones de la Ciudad de México, donde se

encuentra un gran lago con numerosas trajineras, se cuenta que un hombre

llamado Julián Santana recolectaba muñecas abandonadas.

El hombre vivía en una de esas trajineras, y la razón por la que juntaba las figuras

era para ahuyentar a los espíritus del lago.

Específicamente, Don Julián ofrecía estas muñecas en símbolo de paz para ahuyentar

el espíritu de una niña que murió ahogada ahí mismo.

Actualmente existe una pequeña isla con las muñecas recolectadas por Don Julián en

los canales de Xochimilco, y dicen que el alma de este hombre vuelve constantemente

para cuidarlas. De esta manera, esta leyenda mexicana ha dado paso a una leyenda

urbana cuya realidad transcurre en el tiempo presente.

 EL FANTASMA DEL 11-40

En Gómez Palacio Durango, en el kilómetro 11-40, en un antiguo cruce de ferrocarril

cuentan que se aparece un fantasma, debido a que allí ocurrían muchos accidentes

entre ellos el de una joven de origen judío.

Según cuentan el fantasma del 11-40 pertenece a esta joven, quien en vida fue muy

bella y pertenecía a una familia económicamente bien acomodada.

en una ocasión, pasadas las 12 de la madrugada, un taxista manejaba por esos rumbos,

el hombre cuenta que le hicieron la parada, él se detuvo, no obstante, vio que era un

mujer que flotaba, por lo que aceleró para evitar seguir viéndola, su sorpresa fue que

al voltear al retrovisor se percató que el fantasma estaba en el asiento de atrás,

inmediatamente el hombre se desmayó.